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78 PALABRA — Mayo 2016 JMJ Cracovia 2016 Marcin Kazmierczak 94 páginas Palabra. Madrid, 2016 El libro de la selva Estados Unidos, 2016. Dirección: Jon Favreau Productores: Jon Favreau y Brigham Taylor Guión: Justin Marks En la última semana del mes de julio tendrá lugar una nueva edición de la Jornada Mundial de la Juventud en la ciudad de Cracovia, ciudad polaca de refe- rencia en la vida de Juan Pablo II, en donde fue Cardenal. Polo- nia entera tiene, además, como una marca, el ser el país donde se extendió y divulgó la devoción a la Divina Misericordia, prácti- ca iniciada por santa Faustina Kowalska y proclamada y alen- tada por el santo papa polaco. A propósito menciono todo es- te marco, porque es el adecuado para esta cita de los jóvenes con el Papa. En primer lugar porque estamos en el Año de la Mise- ricordia. Y en segundo, porque esta Jornada tendrá lugar en el país de donde proviene quien las “inventó”, san Juan Pablo II. La propuesta del autor de este li- bro está en esta misma línea: una aproximación a las particulari- dades de Cracovia y Polonia en el plano histórico, humano y es- piritual, centrado en estos perso- najes y donde también se podrá encontrar una recomendación de lugares de visita fundamen- tales en Cracovia y su entorno con varios consejos de utilidad. Su intención es ayudar al lector a vivir el viaje a Polonia y a Craco- via y acercarle al asombroso mis- terio de la Divina Misericordia. Ladislao Melgar CINE La nueva versión de El Libro de la Selva es una verdadera obra de arte. Así de simple. Es la misma historia del libro de Rudyard Ki- pling que contaba la entrañable película de 1967. Sin embargo, se trata aquí de una experiencia nueva y desafiante. La visión de Jon Favreau (Iron Man), con unos efectos especiales que marcarán época, nos regalan un film her- mosamente concebido y entra- ñablemente narrado. Seamos francos, la apuesta de Disney ha sido arriesgada. Hay muchos ejemplos de cintas que crearon universos completos en CGI (imágenes generadas por computadora) y que entraron en los anales como rotundos fra- casos. No obstante, en este caso las aventuras de Mowgli se viven con tal nivel de realidad que la idea de que un montón de ani- males salvajes hablen e interac- túen brillantemente con el único humano de la historia no resulta ni increíble ni risible. Cada gota de lluvia, cada grieta en los árboles y todas las criatu- ras que habitan la jungla y que aparecen en el film son sorpren- dentemente reales. Y eso a pesar de que todo se filmó frente a una pantalla verde y en un estudio en Los Ángeles. El espectador, en cada encuadre, se siente en la mítica selva asiática. Mowgli (Neel Sethi) aparece acompañado de la pantera Ba- gheera (Ben Kingsley), que res- cató al “cachorro” humano en la selva y lo entregó al cuidado de la loba Rakska (Lupita Nyong’o). Todo era alegría hasta que la se- quía trajo de vuelta al terrorífico tigre Shere Khan, que se convier- te en una amenaza para nuestro héroe. A partir de ahí el huérfano Ternura y mucha emoción en la selva se embarcará en un viaje repleto de peligros en el que conocerá a Balú (Bill Murray), a Kaa (Scar- lett Johansson) y al rey Louie (Christopher Walken). Esta es la cuarta cinta del pro- yecto de Disney de traer a li- ve-action varios de sus clásicos. Primero fue Alicia en el País de las Maravillas, Maléfica, y luego Cenicienta. Ya está terminando la producción de El Dragón de Pete y La Bella y la Bestia. Así pues, los avances tecnológicos alcanzados en esta nueva pelí- cula nos abren la puerta a que podamos revivir clásicos como El Rey León y Aladdin. El Libro de la Selva se traduce en 105 minutos de mucha emo- ción y ternura. Está cargada de detalles que rinden homenaje a la película original, la última supervisada por Walt Disney. Por cierto, no hay que perderse las canciones que entrelazan la narración. Es, pues, una película para toda la familia y que tiene todos los elementos para convertirse en un clásico del séptimo arte. Jairo Velásquez libros may.indd 78 25/4/16 13:36

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78 PALABRA — Mayo 2016

JMJ Cracovia 2016Marcin Kazmierczak94 páginasPalabra. Madrid, 2016

El libro de la selvaEstados Unidos, 2016.Dirección: Jon FavreauProductores: Jon Favreau yBrigham TaylorGuión: Justin Marks

En la última semana del mes de julio tendrá lugar una nueva edición de la Jornada Mundial de la Juventud en la ciudad de Cracovia, ciudad polaca de refe-rencia en la vida de Juan Pablo II, en donde fue Cardenal. Polo-nia entera tiene, además, como una marca, el ser el país donde se extendió y divulgó la devoción a la Divina Misericordia, prácti-ca iniciada por santa Faustina Kowalska y proclamada y alen-tada por el santo papa polaco.

A propósito menciono todo es-te marco, porque es el adecuado para esta cita de los jóvenes con el Papa. En primer lugar porque estamos en el Año de la Mise-ricordia. Y en segundo, porque esta Jornada tendrá lugar en el país de donde proviene quien las “inventó”, san Juan Pablo II. La propuesta del autor de este li-bro está en esta misma línea: una aproximación a las particulari-dades de Cracovia y Polonia en el plano histórico, humano y es-piritual, centrado en estos perso-najes y donde también se podrá encontrar una recomendación de lugares de visita fundamen-tales en Cracovia y su entorno con varios consejos de utilidad. Su intención es ayudar al lector a vivir el viaje a Polonia y a Craco-via y acercarle al asombroso mis-terio de la Divina Misericordia.— Ladislao Melgar

CINE

La nueva versión de El Libro de la Selva es una verdadera obra de arte. Así de simple. Es la misma historia del libro de Rudyard Ki-pling que contaba la entrañable película de 1967. Sin embargo, se trata aquí de una experiencia nueva y desafiante. La visión de Jon Favreau (Iron Man), con unos efectos especiales que marcarán época, nos regalan un film her-mosamente concebido y entra-ñablemente narrado.

Seamos francos, la apuesta de Disney ha sido arriesgada. Hay muchos ejemplos de cintas que crearon universos completos en

CGI (imágenes generadas por computadora) y que entraron en los anales como rotundos fra-casos. No obstante, en este caso las aventuras de Mowgli se viven con tal nivel de realidad que la idea de que un montón de ani-males salvajes hablen e interac-túen brillantemente con el único humano de la historia no resulta ni increíble ni risible.

Cada gota de lluvia, cada grieta en los árboles y todas las criatu-ras que habitan la jungla y que aparecen en el film son sorpren-dentemente reales. Y eso a pesar de que todo se filmó frente a una pantalla verde y en un estudio en Los Ángeles. El espectador, en cada encuadre, se siente en la mítica selva asiática.

Mowgli (Neel Sethi) aparece acompañado de la pantera Ba-gheera (Ben Kingsley), que res-cató al “cachorro” humano en la selva y lo entregó al cuidado de la loba Rakska (Lupita Nyong’o). Todo era alegría hasta que la se-quía trajo de vuelta al terrorífico tigre Shere Khan, que se convier-te en una amenaza para nuestro héroe. A partir de ahí el huérfano

Ternura y mucha emoción en la selva

se embarcará en un viaje repleto de peligros en el que conocerá a Balú (Bill Murray), a Kaa (Scar-lett Johansson) y al rey Louie (Christopher Walken).

Esta es la cuarta cinta del pro-yecto de Disney de traer a li-ve-action varios de sus clásicos. Primero fue Alicia en el País de las Maravillas, Maléfica, y luego Cenicienta. Ya está terminando la producción de El Dragón de Pete y La Bella y la Bestia. Así pues, los avances tecnológicos alcanzados en esta nueva pelí-cula nos abren la puerta a que podamos revivir clásicos como El Rey León y Aladdin.

El Libro de la Selva se traduce en 105 minutos de mucha emo-ción y ternura. Está cargada de detalles que rinden homenaje a la película original, la última supervisada por Walt Disney. Por cierto, no hay que perderse las canciones que entrelazan la narración.

Es, pues, una película para toda la familia y que tiene todos los elementos para convertirse en un clásico del séptimo arte. — Jairo Velásquez

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