terreno sua - saber.es€¦ · en villamartín de don sancho, el valle del cea se ensancha...

En el borde oriental de la pro-vincia, extendida de norte a sury limítrofe con Palencia y Valla-dolid, se localiza la comarca deCea-Campos, que presenta dospaisajes diferentes. El área sep-tentrional, condicionada por unpaisaje más elevado y por mayorcantidad de precipitaciones, está

El terreno suavemuute ondulado del borde sur de la raña es aprovechado por una chas de roble y dispone de unaeconomía agro-pastoril que combina las tierras de secano con una ganadería ex- notable superficie ocupada por

tensiva y con los restos degradados del antiguo robledal. la vegetación natural, lo que leconfiere un aprovechamiento

más bien forestal y pecuario. La meridional, por el contrario, muestra una vocación claramente agrí-cola, aunque en los últimos años se ha incorporado la ganadería de renta estabulada y donde la pro-funda y secular acción antrópica se ha encargado de la continua deforestación y sólo quedan algunosrestos de las antiguas especies arbóreas mediterráneas.

Su situación de contacto entre la Montaña y la Meseta propició en esta comarca importantes inter-cambios comerciales entre ambos espacios y dio vida y vigor a los mercados de Almanza, Cea y Sa-hagún —citados por Madoz (1845-50)— donde se realizaban las transacciones de los excedentes.

Igualmente, el legado histórico ha dejado sus propias huellas, cuyas manifestaciones más claras sonlas tres fortificaciones que aún permanecen y son testigos de las hazañas del pasado: Grajal de Cam-pos, Cea y Almanza. Estas edificaciones revelan la importancia que tuvieron dichos núcleos en la or-ganización económica de esta comarca. Especial relevancia revistió la villa de Sahagún, emplazada enla ruta jacobea, que dejó su impronta en el paisaje y fue un esencial vehículo de transmisión de lasideas culturales del momento.

Comarca antaño envidiada por sus abundantes cosechas de cereales, se enfrenta hoy a una deca-dencia económica y demográfica motivada por la escasa modernización de las estructuras económicasy por su alejamiento de las vías de comunicación más concurridas. La emigración, entendida en unprincipio como mecanismo de ajuste y equilibrio, en lugar de aminorar las desigualdades provinciales,las ha agudizado y es hoy uno de los problemas más graves de la comarca.

A pesar de ello, según la nue-va configuración del espacio La extrema planitud de las terrazas altas del interfluvio Cea-Esla facilita al máxi-

provincial, parte de sus tierras mo la actividad agraria, creadora de un paisaje monótono y geométrico.

de secano se pueden transformaren regadío; la iniciativa de dichamedida ha sido impulsada por laAdministración (Embalse deRiaño) y responde a viejas aspi-raciones del campesinado. Seplantea así un hipotético futuroen el que el progresivo envejeci-miento demográfico y la entra-da de España en la C.E.E. ac-túan desfavorablemente.

314 - LA PROVINCIA DE LEON Y SU

A su paso por Almanza la vega del Cea aparece enmarcada por interfluvios de no-table relieve, tapizados por robledales extensos y bien conservados, que contrastancon las choperas y las tierras cultivadas del fondo del valle. En las cárcavas de laabrupta margen izquierda afloran las arcillas miocénicas, base de todo el conjunto.

suelos, nulos para el desarrolloagrícola, ha propiciado la con-servación en buen estado de laveste vegetal climácica, salvo enciertas áreas en las que el pasto-reo o la tala abusiva han degra-dado el robledal, facilitando laextensión del matorral, y aque-llas otras en las que se han lle-vado a cabo repoblaciones conconíferas (Pinus sylvestris, prin-cipalmente).

A medida que avanzamos va-lle abajo el paisaje cambia deforma paulatina; el relieve se ha-ce más suave y la altitud decrecelentamente, desaparecen los de-pósitos de raña y afloran las ar-cillas del Mioceno, que formanun nivel general situado a 800 m.de altitud más o menos, sobre elque descansan, ocupando super-ficies más o menos extensas, lasterrazas fluviales del Cea y delValderaduey, que dan lugar asuperficies culminantes en for-

ma de páramos a unos 850 ó 900m. de altitud. Sobre estos depó-sitos, que forman un paisajeeminentemente llano, o todo lomás suavemente ondulado, dehorizontes amplios, se desarro-llan los tipos principales de sue-los: en los restos de terrazas flu-viales aparecen suelos pedrego-sos, sueltos y muy pobres; sobrelos afloramientos de materialesmiocenos se desarrollan suelosarcillosos, compactos, pesadosde trabajar, aunque algo másaptos para el cultivo, especial-mente los cereales. Finalmente,ocupando una estrecha franja alos lados de los *íos aparecen lossuelos aluviales ricos en limos yarenas, oscuros y fáciles de tra-bajar, dedicados tradicional-mente a huertas, prados y sotosde álamos y chopos: son los sue-los de la vega.

Con el descenso en altitud yalejamiento de la montaña, las

El medio físico de la comarca: Páramo,Campiña y Vega

Desde el punto de vista delmedio natural, el rasgo caracte-rístico de esta comarca es el con-traste entre un norte montuosoy un sur llano y deforestado.

Aproximadamente a la alturade Villamartín de Don Sancho,el valle del Cea, separado ya delValderaduey por un mínimo in-terfluvio, comienza a ensanchar-se de forma ostensible, y sus ten-didas vertientes, cada vez másaplanadas, ceden su vocaciónforestal en favor de una dedica-ción predominantemente cerea-lista, a tenor del cambio de sue-los, de las condiciones climáticasy de altitud.

Efectivamente, la parte nortede la comarca es montuosa tan-to por el relieve como por la ve-getación. El Cea discurre por unvalle amplio, encajado en las ar-cillas del Mioceno y enmarcadopor dos interfluvios de vertientessumamente alomadas, cuyaspartes más elevadas correspon-den a los restos de la raña deedad pliocena, depósitos de can-tos cuarcíticos heterométricosempastados en una matriz are-no-arcillosa, que descansan so-bre las arcillas y conglomeradosdel Mioceno, entre 1.000 y 1.100m. de altitud.

Sobre este sustrato se han de-sarrollado unos suelos pedrego-sos y ligeramente ácidos, sueltosy fácilmente erosionables. Estetipo de suelos, unido a un climafresco y relativamente húmedo,la influencia de la cercana mon-taña está aún bien patente, favo-recen el desarrollo del robledalde Quercus pyrenaica o rebollo,acompañado de un sotobosquede ericáceas y leguminosas (ur-ces, escobas y piornos).

La deficiente calidad de los

LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS - 315

Cebanico, localizado en la margen derecha del Cea, dedicalos suelos de vega, más fértiles, al aprovechamiento agrícola,mientras que los de mayor pendiente se orientan a una ex-

plotación forestal.

temperaturas se suavizan, pa-sando de una media anual alre-dedor de 8 grados al norte de Al-manza a otra de unos 10 gradosen Sahagún, y se acorta ligera-mente el periodo de heladas. Alcompás de la moderación de lastemperaturas se produce un des-censo de las precipitaciones, quepasan de los 700-900 mm. en elnorte a los 400-500 mm. en el sury cambia asimismo su distribu-ción: en la parte norte predomi-nan las precipitaciones de invier-no, la nivosidad es abundante yel periodo estival seco se reducea dos meses, mientras en el surla mayor parte de las precipita-ciones caen en primavera y oto-ño, la nieve, aunque no rara, síes poco frecuente, y el periodoseco abarca casi cuatro meses,de mediados de junio a media-dos de septiembre.

Como consecuencia de todosestos cambios la cubierta vegetalse transforma, los robles van de-jando paso a las encinas y los

quejigos, que dominan ya en so-litario al sur de El Burgo Rane-ro y de Celada de Cea, mientrasque al norte aparecen entremez-clados con los robles, como ca-racterística de ser un árbol detransición de unas condicionesecológicas concretas a otras di-ferentes. Asimismo, en el soto-bosque, las urces, piornos y es-cobas dejan su lugar al torvisco,el tomillo y el cantueso.

Sin embargo, la característicaseñera de los cambios en la cu-bierta vegetal no es el paso deunas especies a otras, sino el pa-so de los extensos y profundosbosques del norte a la deforesta-ción casi absoluta que reina alsur de la comarca. En efecto,más o menos a la altura de Vi-llamartín de Don Sancho, se ob-serva un área de transición en laque las tierras de labor se entre-veran con bosquetes de rebollosy repoblaciones de pinos, queconforman un paisaje sumamen-te variado y agradable a la vis-

ta, pero a medida que avanza-mos hacia el sur, los bosquetesse hacen cada vez más reducidosy espaciados, hasta que a la al-tura de Santa María del Montede Cea el dominio de las tierrasde labor se hace ya absoluto ylas matas de vegetación naturalse reducen a manchas, más omenos extensas, dispersas y enun estado de franco deterioropor el pastoreo, las talas y el ver-tido de basuras; cuando no que-da de ellas más que el recuerdo,reflejado en la toponimia: Joa-rilla de las Matas, Laguna delRebollar. .

Estos bosques, verdaderostestigos de la vegetación que entiempos cubrió la Tierra deCampos, merecen una atencióny cuidados que garanticen suconservación, pues su importan-cia ecológica no se debe sólo asu carácter de reductos botáni-cos, sino que constituyen asimis-mo los últimos refugios de buennúmero de especies faunísticas

316 - LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS

En Villamartín de Don Sancho, el valle del Cea se ensancha notablemente, dismi-nuye la altitud y las tierras de labor dominan el paisaje.

Desde el castillo de Cea se aprecia perfectamente la amplitud del valle y el contraste entre la vega, forestal, hortícola y pra-tense y la ladera, escalonada en varios niveles de terrazas y ocupada casi en exclusividad por los cereales de secano.

cada vez más amenazadas por lacaza abusiva y la destrucción desus hábitats.

Finalmente queremos hacerreferencia a otro elemento carac-terístico del paisaje: las zonashúmedas; propiciadas por el re-lieve plano y los suelos arcillosose impermeables, lagunas y char-cas se extienden por toda la co-marca, especialmente al suroes-te, en los alrededores de El Bur-go Ranero y de Villamuñío, deCalzadilla de los Hermanillos,de Bercianos del Real Camino,

de San Miguel de Montañán y deValdespino de Vaca, aunque nofalten en el norte, como las deVillamizar, la Laguna del Pára-mo entre Villavelasco de Valde-raduey y Villadiego de Cea, o lashermosas lagunas situadas entreCorcos y El Valle de las Casas.Muchas han desaparecido y lamayoría presentan un estado deextrema degradación por culpade los vertidos de residuos, laslabores agrícolas y la caza. Sedeben proteger, ya que constitu-yen el refugio y área de cría de

numerosas especies de aves mi-gratorias, además de ser una ri-ca nota de contraste entre la se-quedad y monotonía de lastierras cultivadas. De similar im-portancia ecológica son las ori-llas del Cea, que debido al esca-so gradiente su curso se deshaceen meandros por una vega salpi-cada de alamedas y cañizales,que cumplen, igualmente, unafunción de reserva botánica yfaunística.

En Santa María del Monte de Cea elpaisaje es ya sumamente abierto, de ho-rizontes amplios. En las tierras de seca-no el barbecho ocupa una parte esencial

del terrazgo.

n DE LEON Y SUS COMARCAS - 317

La permanencia de la organización tradicional yla transformación de los hábitos económicos

La actividad económica de es-ta comarca leonesa se ha basadoen la secular explotación agrope-cuaria cuya intensidad ha depen-dido de la diferente presión de-mográfica y de las diversas de-mandas sociales. Los labradoresorganizaban la producción agra-ria de modo que les proporcio-nase los suficientes alimentospara la supervivencia de las uni-dades familiares, mientras queen el momento presente los ob-jetivos que lo rigen difieren cla-ramente de aquéllos y priman losderivados e impuestos en granmedida por las leyes del mer-cado.1. LA ECONOMIAAGRARIATRADICIONAL: LAIMPORTANCIA DE LOS.CULTIVOS DESUBSISTENCIA Y LACOMPLEMENTARIEDADDE LA GANADERIA.

Durante la vigencia de la so-

ciedad agraria tradicional habíaun importante número de unida-des de producción que cultiva-ban la tierra con el fin de satis-facer sus necesidades primarias yla cantidad sobrante la intercam-biaban en ferias y mercados porlos bienes no producidos en lapropia explotación. Dentro deaquéllas dominaban de modoabsoluto —según lo confirma elCenso Agrario de 1962— las dedimensiones más pequeñas, lasque labraban menos de 20 Has.,aunque la superficie que lescorrespondía era reducida. Porel contrario, las grandes explota-ciones suponían muy poco den-tro del conjunto, pero sí com-prendían mucha extensión terri-torial.

Esta dual realidad agrariatambién estaba acompañada deun excesivo número de parcelasde reducidas dimensiones, en lasque ocupaban un notorio por-centaje las menores de una Ha.

Todos estos hechos han genera-do un paisaje agrario formadopor un mosaico de fundos de mi-núsculo tamaño, en el que se in-tercalan algunas veces otros desuperior magnitud.

Todas estas características,junto a las desfavorables condi-ciones ecológicas, participabandecisivamente en la organizacióndel espacio agrario tradicional.Por lo general, en primer lugaraparecía una aureola de diminu-tas parcelas ubicadas en las áreasmás próximas a los núcleos depoblación y a veces mezcladascon el tejido urbano. Normal-mente se denominaban linares oferreñales y en ellos se sembra-ba sobre todo el lino y en menormedida los productos hortícolas.La importancia de dicho cultivo—el lino— en la vida económicade estas comunidades campesi-nas se manifestaba en la existen-cia de varios «telares de lienzo yestameñas del país», según Ma-

Sahagún y su tierra en 1786. La organizacion del terrazgo en la villa de Sahagun y ,u eniorno g i ra alrededor del no Cea yde las acequias que de él se derivan, lo que prueba una vez más la importancia del agua en la vida económica de las comu-

nidades campesinas. (Fuente: Servicio Geográfico del Ejército).


doz (1845-50). Se localizaban en-tre otros en los siguientes pue-blos: El valle de las Casas, Re-nedo de Valderaduey, Riosequi-llo, Grajal de Campos, Sahagúny Joarilla de las Matas. Asimis-mo, dichos fundos producían yse cultivaban sin intermisión de-bido a que sus suelos eran de me-jor calidad y también sobre ellosaplicaban un abonado orgánicode modo más regular provenien-te de la importante cabaña ga-nadera.

A continuación de esta franjase situaban las restantes parcelasdestinadas fundamentalmente allabrantío. Dentro de esta comar-ca, no obstante, en la década delos cincuenta, según los MapasNacionales de Abastecimientos,se apreciaban perfectamente doszonas: la septentrional, que la-braba menos del 50% de la su-perficie del término municipal, yla meridional, que superaba di-cha proporción de vocación másagrícola. La divisoria entre am-bas se localizaba aproximada-mente en los municipios de Ceay de Santa María del Monte deCea.

Los agricultores dedicaban es-te terrazgo de labradío a tresorientaciones agrarias funda-mentales: cultivos herbáceos, le-

ñosos y barbecho. Ocupabanuna desigual extensión territo-rial, siendo los primeros el apro-vechamiento dominante y losque mejor manifiestan el com-portamiento económico de estascomunidades.

Los cultivos herbáceos se ex-tendían tanto por el espacio desecano como por el de regadío.Por lo general, este último seubicaba en el fondo de los vallessurcados por las corrientes deagua, en particular en los prin-cipales (Cea, Valderaduey). Endichas vegas sembraban básica-mente los productos agrariosdestinados al consumo humano(patatas, judías, etc.) y para ase-gurar la cosecha los regaban pormedio del sistema de gravedad.Sin embargo, presentaba un in-conveniente: su reducida ocupa-ción territorial que contrastabacon la importancia económicapara la subsistencia de los miem-bros de las unidades familiares.

En el extremo opuesto se ha-llaban las tierras de secano, quedominaban de modo absoluto enel paisaje agrario de esta comar-ca. En ellas se sembraban tantolos productos orientados al con-sumo humano como al ganade-ro, siendo los primeros los quecumplían un esencial papel en el

modo de vida tradicional. Den-tro de ellos el principal aprove-chamiento correspondía a lassernas cerealistas, en las que des-tacaba el monocultivo del trigoy en menor medida el centeno,el morcajo y la avena. Asimis-mo, las leguminosas-grano (gar-banzos, almortas...) tambiéndisponían de una pequeña partede dicho terrazgo.

Otros cultivos también pre-sentes en estos pagos eran los le-ñosos, en los cuales la vid apa-recía como el aprovechamientoprincipal. Mostraba una desi-gual implantación espacial. Enel norte no había viñas planta-das, mientras que en el sur ocu-paban una importante extensiónterritorial debido a su mejoradaptación a estas peculiarescondiciones edáficas. Esta ma-yor representación se manifiestaclaramente tanto en las abun-dantes bodegas excavadas en losmateriales terciarios de algunaloma próxima a los núcleos ur-banos como en la existencia dediversas fábricas de aguardientesy alcoholes en determinadospueblos —entre otros en Joari-lla de las Matas, Grajal de Cam-pos, Cea y El Burgo Ranero—,tal como se expone en los Ma-pas Nacionales de Abastecimien-tos del año 1944.

Por otra parte, las tierras desembradura, en concreto las desecano, motivado por la pobre-za de los suelos y las desfavora-bles condiciones climáticas, setenían que dejar en descanso du-rante cierto periodo de tiempo,normalmente un año, para querecuperasen humedad y determi-nadas sustancias. Por eso, enesos momentos el barbecho ocu-paba una relevante superficie de-bido a la utilización del sistemade cultivo de año y vez (la tierraproduce un año y otro descansa)en el ciclo rotativo del procesoagrario.

Estos hechos, junto a la per-vivencia de técnicas de cultivoarcaicas y medios de producciónrudimentarios, daban lugar a es-


casos rendimientos agrarios quese reflejaban claramente en elprecario modo de vida tradicio-nal de estas comunidades cam-pesinas. Por lo general, éstasdestinaban su producción a lasubsistencia de sus familias.

Del mismo modo, las tierrasincultas, aunque sí aprovecha-das, ocupaban una importantedimensión espacial en el áreaseptentrional, como ya hemoscomentado. Esta mayor dedica-ción confirma la vocación gana-dera de estos pueblos, lo queconfiere a la economía una am-plia diversidad de recursos, queel campesinado utiliza para com-pletar su escasa dieta alimenta-ria y también para la obtenciónde algunos excedentes que luegovende en el mercado.

Normalmente esta superficieno labrada, según manifiesta elCatastro de Rústica, era propie-dad comunal cuya administra-ción correspondía a las JuntasVecinales y la aprovechaban to-dos los miembros de la comuni-dad. Proporcionaba pastos, ma-deras y leñas. Estas dos últimasse dedicaban tanto a la construc-ción de las viviendas y los corres-pondientes corrales para la ga-nadería como combustible paralos hogares campesinos. Otrasveces también obtenían el car-bón —así lo expone Madoz(1845-50)— que lo intercambia-ban en las ferias por otros bie-nes alimenticios, como hacíanlos vecinos de Quintanilla de Al-manza y El Valle de las Casas.

Asimismo, en las tierras co-munales destinadas a pastos ypastizales pacía la importantecabaña ganadera que era propie-dad de los habitantes de estosmunicipios, en particular el ovi-no y el caprino. Estas dos espe-cies dominaban sobre todo enlos pueblos norteños, que dispo-nían de bastante terreno incultopara su alimentación.

Otras especies ganaderas tam-bién presentes en esta comarcaeran el bovino, el equino y elporcino, según los Mapas Nacio-nales de Abastecimientos delaño 1950. Cada una de ellas

«Hoy se cultiva la tierra casiigual que hace un siglo, si bienno se emplean los antiguos ara-dos romanos y sí los de vertede-ra; no se obtiene de la tierra elrendimiento que se debiera porcultivarla mal y abonarla peor ypor seguir establecido en algunasfincas el sistema de barbechera,dejando que se pierda una cose-cha y no descansando las fincasya que producen hierbas, cardos,etcétera, que esquilman la tierra.Los abonos minerales se empleanmuy poco y el estiércol es maloporque no se sabe hacer ni los es-tercoleros y lo tienen al agua y alsol que se llevan lo mejor delabono-estiércol...» (Informe,—Almanza, 1944—, M. N. A.,A.H.P. Le.).

cumplía una función dentro dela economía agraria tradicional.Las dos primeras se utilizabancomo fuerza de tiro y para larealización de las diversas faenasagrícolas; igualmente, el vacunoproporcionaba determinadasrentas agrarias a las familiascampesinas, derivadas de la ven-ta de leche y terneros. El porci-no, por otra parte, desempeña-ba un vital papel en la alimenta-ción de estas comunidades a tra-vés de las conocidas matanzasfamiliares.

2. LA ACTUALCONFIGURACIONECONOMICA: LOSCAMBIOS EN LAESTRUCTURA AGRARIAY LA INTRODUCCIONDE LAS INNOVACIONESTECNICAS.

La producción agraria actualse diferencia netamente de loshábitos económicos tradiciona-les. Esta transformación se hafraguado a partir de la década delos sesenta y en ella han partici-pado diversos hechos, que sehan gestado en el resto de lossectores no agrícolas.

El masivo éxodo rural que haafectado a estas comunidades hainfluido decisivamente en lasmodificaciones ocurridas en laestructura agraria de esta comar-ca. Su impacto se aprecia en laconsiderable disminución delcontingente de explotacionesagrarias, pues ahora hay aproxi-madamente un 50% menos queen los años sesenta, según elCenso Agrario de 1982. Las quemás efectivos han perdido sonlas de carácter familiar, las quecultivan menos de 20 Has., de-

Los horizontes amplios dominan en el paisaje de la campiña de la tierra de Cam-pos, ocupada fundamentalmente por el terrazgo cerealista.


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bido a su menor viabilidad ymantenimiento económicos.

Junto a ese mismo fenómenotambién se debe señalar el incre-mento numérico de las unidadesde producción que superan di-cho umbral. Este aumento estárelacionado con la consiguienteconcentración territorial en de-terminadas explotaciones quebuscan mejorar sus rendimien-tos agrarios y rentabilizar sus in-versiones productivas.

A estas mismas causas respon-de la reducción numérica de lasparcelas; ha desaparecido el750/o de las existentes en el año1962 y se ha incrementado su ta-maño medio. No obstante, laverdadera impulsora de estasmodificaciones en el tejido par-celario ha sido la política deConcentración Parcelaria. Ya seha realizado en toda la comarcay es la principal artífice del tapizactual.

Estos hechos también han in-tervenido en la nueva organiza-ción del espacio de labradío.Aunque el secano todavía mantie-

ne su hegemonía absoluta, sí sehan transformado las tierras desembradura. Estos cambios secentran principalmente en la de-sigual ocupación territorial delos distintos cultivos agrícolas.Dentro de ellos, los cereales-gra-no aún conservan su privilegia-do lugar en el paisaje agrario,pero su composición interna havariado. Ahora el trigo se ha re-legado a un segundo puesto y hamejorado notablemente la ocu-pación territorial de los otros,sobre todo los utilizados en laalimentación de la ganadería,como la cebada y la avena.

La orientación de la produc-ción agraria hacia el consumoganadero también se manifiestaen el incremento espacial de lasleguminosas-grano, en particu-lar las destinadas a ese fin (al-garrobas, almortas, veza...). Elmismo objetivo cumplen losproductos forrajeros, que sesiembran tanto en el secano co-mo en el regadío, aunque en es-te último es mayor su producti-vidad y rentabilidad.

Los nuevos hábitos producti-vos también influyen en la siem-bra de los cultivos industriales,en concreto la remolacha azuca-rera. Esta ocupa una porciónimportante del escaso terrazgode regadío. Los labradores, portanto, pretenden asegurar unaparte de su cosecha y en conse-cuencia la obtención de rentascon el aprovechamiento intensi-vo de las tierras irrigadas, en lascuales se asientan algunos pro-ductos fundamentales para sueconomía actual.

Esas mismas razones han de-terminado la progresiva desapa-rición de bastantes Has. de viñe-do. En la actualidad, según elCatastro Vitícola y Vinícola, lasviñas han disminuido un 30°/o susuperficie, con respecto a la dé-cada de los cincuenta. Las cau-sas que han motivado dicha si-tuación, aparte de los hechos yamencionados anteriormente, sedeben a la escasa calidad de lostipos de uva, que producen re-gulares caldos, y a su poca acep-tación en el mercado.

Los cultivos herbáceos en Cebanico y Joarilla de las Matas

CEBANICO

1950 1985

JOARILLA DE LAS MATAS

1950 1985

SECANO Has. % Has. % Has. % Has. %Trigo 245 37,4 165 23,5 1.200 77,8 640 21,7Cebada 10 1,5 196 28,0 80 5,2 840 28,6Centeno 225 34,3 75 10,7 75 4,8 80 2,7Avena 70 10,6 124 17,7 52 3,5 700 23,8Girasol 110 3,7Algarrobas 230 7,8Altramuces 27 4,1 2 0,3 25 1,6Otras legumin. 24 3,6 - - 21 1,3 - -Cul. forrajeros 15 2,3 120 17,1 10 0,6 60 2,0Garbanzos 26 3,9 3 0,4 35 2,3 22 0,7Lentejas 1 0,1 1 0,1 2 0,1 260 8,9Patatas 14 2,2 15 2,2Otros 42 2,8 2 0,1T. secano 657 100,0 701 100,0 1.542 100,0 2.944 100,0

REGADIOTrigo - - 9 25,8Cebada - - 31 20,0Cul. forrajeros - - 78 50,3Patatas - - 28 18,1Otros - - 9 5,8T. regadío - 155 100,0TOTAL C. HERBACEOS 657 7,3 856 10,4 1.542 30,8 2.944 55,3

Fuente: Mapas Nacionales de Abastecimiento: 1950 y Superficie ocupada por los cultivos agrícolas. Docu-mentos 1-T: 1985. (Elaboración propia).


Por último, las innovacionesagrarias también han permitidoque se reduzca sensiblemente lasuperficie destinada a barbecho.El mayor descenso territorial seha producido en los municipiosmeridionales de vocación másagrícola.

Igualmente, como ya hemoscomentado, la emigración secomportó como la causa origi-naria de la paulatina y progresi-va adquisición de maquinariapor los agricultores y la sustitu-ción del factor social por el téc-nico, ante la ausencia de manode obra abundante y barata.También ha originado el profun-do envejecimiento de la pobla-ción rural, que supone negativasconsecuencias para el desarrolloagrario.

El nuevo periodo iniciado enlos años sesenta ha venido acom-pañado de mejoras que se hanintroducido y aplicado al proce-so agrario. Los tractores y su

consiguiente equipo técnico (di-versos arados, abonadoras, sem-bradoras, remolques) son fiel ex-ponente de ellas. Los han adqui-rido la mayoría de las explota-ciones agrarias y muchas vecessu utilización se halla por deba-jo de los umbrales mínimos derentabilidad.

Este incremento de la mecani-zación y motorización tambiénse manifiesta en la dotación deotros medios técnicos, tales co-mo cosechadoras y empacado-ras. Estas máquinas no estánpresentes en todas las unidadesde producción; generalmenteaparecen asociadas a las que cul-tivan una mayor extensión terri-torial y se suelen arrendar susservicios a otros labradores conel fin de obtener el máximo be-neficio de su inversión.

Junto a estas innovacionesagrarias se deben señalar otroshechos que a su vez han reper-cutido positivamente en la pro-ducción agrícola. Dentro deellas, la que más se ha generali-zado por todas las explotacioneses el uso de fertilizantes quími-

cos; éstos han originado el au-mento de los rendimientos de loscultivos agrarios y una tenue re-ducción de la superficie ocupa-da por el barbecho, cuya mani-festación más inmediata se ob-serva en el alargamiento de lossistemas de rotación. Los agri-cultores también han aceptadola utilización de productos fito-sanitarios (herbicidas, fungici-das, pesticidas) para mejorar elciclo productivo y por supuestoasegurar buenos resultados enlas cosechas.

Todas estas inversiones de lasrentas agrarias ponen de mani-fiesto la dependencia de la agri-cultura del resto de los sectoreseconómicos. Este mismo com-portamiento se aprecia en la ac-tividad ganadera, en la que tam-bién ha habido cambios deriva-dos de los actuales hábitos deconsumo. Ahora, los agriculto-res consideran la ganadería co-mo otra dedicación más capaz

de generar recursos, cuya impor-tancia económica se refleja tan-to en la nueva configuración delespacio cultivado como en sunotable participación dentro delas economías campesinas. Ade-más, dicha relevancia se apreciaclaramente en la preocupaciónde los ganaderos por adquirirmejores razas y más selectas—por ejemplo en el bovino la in-troducción de la raza Frisona—,en la incorporación de los pien-sos compuestos en su dieta ali-mentaria con el fin de incremen-tar la producción y en la obten-ción de maquinaria (como lasmáquinas ordeñadoras, segúnindica el Censo de MaquinariaAgrícola), que mitiga su esfuer-zo laboral. Todo ello revela, portanto, las transformaciones quehan tenido lugar dentro delmundo rural y que han servidopara modificar los modos deproducción y vida tradicionalesde esta comarca.


Entre los muchos castillos diseminados por la provincia, evocadores de un pasadodifícil, destaca el perfil inconfundible del de Grajal de Campos, el primero que se

hizo para el empleo en él de la artillería.

1900, fruto de unas corrientesmigratorias tempranas y un cre-cimiento vegetativo relativamen-te pequeño.

Desde 1950 esta situación es-tacionaria y poco dinámica va acambiar, iniciándose entoncesun retroceso poblacional quemodificará en profundidad to-das las características demográ-ficas de la comarca.

En primer lugar, el descensoneto de población total hace queen sólo 36 años cuente con me-nos de la mitad de los habitan-tes que tenía en 1950 (en 1986,11.772). Esta evolución es gene-ral en la zona y afecta a todoslos municipios sin excepción;aunque la intensidad es mayoren los municipios del Norte (elcaso más extremo lo ostenta Ce-banico, que ha perdido el 71%de su población desde 1950) es

también en el Sur muy fuerte yni siquiera Sahagún, centro co-marcal tradicional y cabecera departido judicial, se ha librado deperder población en un alto por-centaje (el 38%).

El retroceso es continuo en to-dos estos años y cada recuentode población presenta unas ci-fras más bajas; no obstante, elperíodo 1960-81 es el que regis-tra una pérdida más intensa, queen los últimos años se ha suavi-zado, bien por agotamiento de-mográfico de la zona, bien por-que comienza un cambio de ten-dencia.

La causa fundamental de estedescenso de población es la fuer-te y continua emigración sufri-da. En estos años se ha dado entoda España un proceso de re-distribución de la población afavor de las grandes ciudades y

Una situación demográfica difícil

Habitualmente se da por sen-tado que la dureza del medio fí-sico y las escasas posibilidadeseconómicas que ofrece explicanlas bajas densidades de pobla-ción de las áreas de montaña.Las zonas bajas, por el contra-rio, más favorecidas desde elpunto de vista de los aprovecha-mientos económicos, podríansustentar un poblamiento másdenso.

No es este el caso del surestede la provincia de León, comar-ca de Cea-Campos, donde coin-cide la horizontalidad del terre-no y la baja altitud relativa a es-cala provincial con una pobla-ción poco numerosa y una situa-ción demográfica difícil.

1. UNAS PERDIDASGENERALIZADAS Y UNADEBIL DENSIDAD

El rasgo más característico dela evolución demográfica de lacomarca de Cea-Campos es lapérdida de población absolutadesde 1950 hasta la actualidad,pérdida que podemos considerarademás de continua, intensa ygeneralizada.

A lo largo de la primera mi-tad del siglo, la población totalse mantiene en unas cifras muysimilares: De los 23.253 habitan-tes de 1900 se pasa —tras el pe-queño retroceso de 1920, con22.558— lenta y gradualmente alos 25.155 de 1950, fecha con elmáximo volumen demográficocomarcal de todo el siglo. El au-mento es pequeño y en él no par-ticipan todos los municipios, yaque algunos (Almanza, Cebani-co, Escobar de Campos, Grajalde Campos y Villamol) tienen en1950 menos población que en


El activo comercio que se desarrolló en Almanza —cruce de cami-nos y punto de contacto entre economías muy diferentes—, posibi-litó un carácter mercantil y urbano, que se materializa en su plaza

triangular con soportales.

de los centros industriales, áreasque recogen a los emigrantes lle-gados desde las zonas rurales yagrícolas del país. La provinciade León ha tenido un proceso se-mejante, uniéndose la mineríacomo factor de localización eco-nómica y, por tanto, de atrac-ción demográfica. Esta comar-ca, basada en una economíaagraria, no cuenta con ningunode los factores antes citados quehagan frente a la atracción deotras áreas, más pujantes; almismo tiempo, las transforma-ciones de la agricultura, sobretodo la mecanización de las la-bores agrícolas, han liberadoabundante mano de obra: Laemigración apareció como laúnica salida. Que esta situaciónno es nueva lo prueba el bajocrecimiento que ha tenido du-rante la primera mitad del siglo,cuando el crecimiento real erainferior al natural en muchasocasiones; lo alarmante es lafuerza y la intensidad de los mo-vimientos migratorios a partir de1950 y los cambios que provoca.

La densidad es muy baja (9,8hab./Km2) y no hay ningún mu-nicipio que alcance la media pro-vincial. Nunca fue una comarcadensamente poblada: Incluso en1950, cuando alcanza los 20hab./Km2, queda muy por de-bajo de las densidades medias deotras zonas.

Con la emigración de las últi-

mas décadas, la densidad ha des-cendido aún más, hasta llegar alas mínimas actuales. Las cifrasson muy bajas en algunos muni-cipios, donde no está aseguradauna ocupación efectiva del espa-cio (máxime si tenemos en cuen-ta que estos pocos habitantesson de edad avanzada). Es lla-mativo que áreas económica-mente distintas como Tierra deCampos y la Tierra de Almanzatengan igualmente cifras tan ba-jas, resultado del papel unifor-mador del éxodo rural en todaslas zonas agrarias.

Dado que la emigración haafectado principalmente a lasedades adultas-jóvenes y a quese ha prolongado durante variasdécadas con gran intensidad, haoriginado importantes cambiosen la dinámica demográfica y enla estructura por edades de lapoblación.

En primer lugar, el crecimien-to vegetativo es muy pequeño onegativo, ya que las tasas de na-talidad han descendido con fuer-za desde 1950 y presentan cifrasmuy bajas desde 1960 (en muypocos casos superaban el1507oo); la mortalidad, sin em-bargo, permanece estancada oha tenido un leve, pero signifi-cativo aumento. Este bajo o nu-lo crecimiento natural, situaciónque comparte hoy día con am-plias zonas del resto de la pro-vincia, es general en esta comar-

ca desde hace 20 años, por loque la renovación demográficaes desde hace tiempo muy es-casa.

Como consecuencia, tanto dela emigración —que seleccionalas edades—, como de la bajanatalidad, la estructura por eda-des está muy distorsionada: sonpueblos casi sin niños y con muypocos adultos-jóvenes; por elcontrario, los adultos-viejos ylos viejos son muy numerosos yen muchos municipios la mitadde los habitantes pasan de 55años. El grado de envejecimien-to es tal que todos los munici-pios tienen más viejos (personasde más de 65 años) que jóvenes(menores de 15), a veces en unaproporción muy alta: En seis ca-sos hay más de tres viejos por ca-da joven, siendo el caso más lla-mativo el de Santa María delMonte de Cea, donde hay másde cinco viejos por cada menorde 15 años.

Este es uno de los problemasmás graves con el que se enfren-ta la comarca, con importantesconsecuencias de atonía demo-gráfica y económica.

2. UN POBLAMIENTOHISTORICODESARTICULADO PORLA EMIGRACION

El poblamiento de la comarca


es indudablemente antiguo, co-mo lo prueban algunos de sus to-pónimos (Castroañe, Castromu-darra y Castrotierra pueden ha-cer alusión a asentamientosprerromanos), aunque la mayo-ría de los nombres indican unorigen medieval de los núcleos,prueba del resurgimiento demo-gráfico de la comarca en esaépoca, fundamentalmente a par-tir del S. X.: Todos los que lle-van nombres de santos, inclu-yendo Saelices y Sahagún; aqué-llos que comienzan por Villa, es-pecialmente los formados conun nombre de persona (surgidosa partir de una granja con vi-viendas para el señor, su familiay sus criados): Villamuñío, Vi-llavelasco, Villadiego, Villamar-tín de Don Sancho; y, natural-mente, los que indican el lugarde procedencia de sus primerospobladores y responden al im-portante movimiento repobla-dor de la Baja Edad Media: Ga-lleguillos, Bercianos, Castella-nos,...

Era característico entonces, yeste rasgo pervive hoy día, lagran cantidad de núcleos entrelos que se distribuye la pobla-ción. Es muy frecuente que és-tos se sitúen cerca de los cursosfluviales: La proximidad delagua y la posibilidad de aprove-char las terrazas más bajas y fér-tiles son factores que han favo-

recido la atracción de asenta-mientos bordeando las márgenesdel Cea y del Valderaduey o dealgunos arroyos. Algunos seacercan al mismo lecho del río,otros se sitúan en el borde deuna terraza alta y, finalmente,los hay en una prominencia cer-cana a un vado del río, por loque toman un importante papelcomo centro de comunicacionesy de control de la vega. Esta si-tuación es excepcionalmente cla-ra en los casos de Cea y de Al-manza, asentados sobre el resal-te dejado por la confluencia delCea y de un valle lateral: Su va-lor estratégico fue reconocido yreforzado por la construcción decastillos de los que aún quedanrestos.

En el Sur y el Oeste de la co-marca, sin valles fluviales im-portantes que organicen y dife-rencien el espacio, los asenta-mientos presentan una distribu-ción más regular y homogéneaen el territorio.

Un modelo de hábitat campe-sino. Tradicionalmente, la po-blación se distribuía en núcleosde pequeño tamaño, algo mayo-res en el Sur y el Oeste que en elNorte. En los últimos años y alperder población todas las enti-dades, el tamaño de los asenta-mientos se reduce aún más, y en1986 la mitad de los núcleos nollegan a los 100 habitantes y só-

lo uno, Sahagún, puede conside-rarse centro semiurbano. Es sig-nificativo que ya no haya ningúnpueblo mayor de 500 habitantes,salvo el citado Sahagún, mien-tras que hace 30 años 12 entida-des superaban esa cifra y otramás, Grajal de Campos, conta-ba con más de 1.000.

Su reducido tamaño es al mis-mo tiempo causa y efecto de ladespoblación, ya que carecen demuchos servicios públicos (susbajos presupuestos municipalesno permiten grandes inversionesen infraestructura) y privados(que dejan de ser rentables aldisminuir los clientes potencia-les) y esa falta de mínimos servi-cios y comodidades provoca a suvez la emigración y, por tanto,hace descender su volumen.

Los pueblos son compactos,con el caserío apiñado y el pla-no irregular en la mayoría de loscasos, y numerosos espaciosabiertos dentro del casco urba-no: Los corrales y dependenciaspara el ganado se sitúan junto alas viviendas.

Dada la ausencia de piedra yde madera, la arcilla del terrenose convierte en el principal ma-terial de construcción y la técni-ca del tapial y del adobe cobraimportancia capital. Estos pue-blos de barro ofrecen un aspec-to uniforme en color y textura,ya que las paredes aparecen re-

En la mayoría de los municipios la estrechez de la base de la pirámide contrasta con la abundancia de efectivos en las edadesavanzadas. Sólo en Sahagún la estructura es más regular, aunque también se advierte el envejecimiento de la población.


vocadas de barro mezclado conpaja (para proteger los muros delas lluvias y las heladas), lo queles confiere una especial belleza,pues sus paredes pardo-amari-llentas con briznas de paja bri-llando al sol constituyen un her-moso conjunto visual y estético.Sin embargo, esta técnica cons-tructiva de remotos orígenes,que ha demostrado su eficacia,su bajo costo y su funcionalidaddurante siglos, está a punto deperderse y pocos son los artesa-nos que recuerden la manera delevantar un muro al estilo tra-dicional.

Las casas, de una o dos plan-tas, tienen el sobrado o desvánen la superior, mientras que lacocina se encuentra normalmen-te en la planta baja. Especial im-portancia cobra el zaguán, conmúltiples usos: Es puerta y pór-tico, de él sale la escalera paralos pisos superiores, por él se sa-le al huerto o al patio,... La ca-sa se prolonga al exterior a tra-vés de soportales, cobertizos,bancos, poyos, emparrados, et-cétera.

Actualmente, el ladrillo susti-tuye al barro como material deconstrucción, si bien quedan aúnmagníficos ejemplos de calles deestilo tradicional. Lo que no havariado es el plano de los pue-blos, debido a su poco creci-miento demográfico en general y

sólo algunas naves de uso agrí-cola o unas pocas residencias deuso temporal se ubican fuera delcasco de la población.

Parte asimismo integrante delpaisaje son los palomares y lasbodegas; los primeros, disemi-nados en las afueras de los pue-blos, sirven para la cría de la pa-loma, actividad económica queestá decayendo en importancia,por lo que algunos están aban-donados y semiderruídos; las se-gundas, igualmente característi-cas de una zona más amplia queesta comarca, son cuevas artifi-ciales, muy antiguas en la mayo-ría de los casos, excavadas en lasarcillas del Terciario. Agrupadasen las afueras, evidencian unaactividad —la elaboración ycrianza del vino— que se estáperdiendo, por lo que tambiénellas están en trance de derrum-barse en ocasiones debido alabandono.

La crisis de las villas rurales.Todos estos pueblos estaban or-ganizados tradicionalmente entorno a pequeñas ciudades quecumplían las funciones de capi-tales comarcanas: Almanza, Ceay, sobre todo, Sahagún, que su-maban a su base económica agrí-cola unas actividades artesanalesy mercantiles orientadas a satis-facer las necesidades del propionúcleo y de la zona circundante.

Estos centros, bien comunica-dos, tenían la doble función deservir de abastecedores para sucomarca y de centro de relaciónde ésta con el exterior a través desus ferias y mercados periódicos,de gran importancia y tradición.En ellos se concentraban tam-bién los funcionarios de servi-cios públicos (administración,sanidad, enseñanza) y privados(banca, comercio, comunicacio-nes, etcétera). Todo ello les con-fiere unas funciones, actividadesy aspecto urbano (o, como míni-mo, semiurbano), que contrasta-ba claramente con los otros nú-cleos, rurales sin excepción.

Sin embargo, en las últimasdécadas se han dado varios pro-cesos que rompen esta organiza-

ción. Por un lado, su entorno es-tá cada vez menos poblado y suimportancia decrece al ritmo dela despoblación de sus alrededo-res; por otro, la aparición y ge-neralización del uso del automó-vil hace que los usuarios puedandesplazarse a otros centros ma-yores, que ofrecen más variedady cantidad de productos. Final-mente, por la complejidad ac-tual de los servicios, éstos sólopueden concentrarse en centroscon un mínimo tamaño demo-gráfico y funcional, tamaño alque no llegan estas pequeñas vi-llas. Como resultado de todoello, van perdiendo importanciay se mantienen como centros se-cundarios o son absorbidos en lazona de influencia de otros ma-yores.

El primer caso es aplicable aAlmanza, el segundo a Cea, quepor la proximidad de Sahagúntiene su centralidad reducida alos núcleos más cercanos. Am-bos ya subsisten como pueblosmás grandes que los demás de suzona, pero sin las funciones y laimportancia que mantenían ha-ce unos años.

Del gran significado históricoen la ruta jacobea a una villa deservicios rural. Así, sólo quedaSahagún, una de las capitalestradicionales de la Tierra deCampos; hoy día sigue siendo elnúcleo demográfico y económi-


En Calzadilla de los Hermanillos, como en los restan-tes pueblos de la zona, las casas van adosadas unas aotras, con un pequeño patio o corral en la parte tra-sera, donde se localizan las cuadras, gallineros, pane-ras y todas las variadas dependencias auxiliares de las

casas tradicionales de labranza.

A pesar de la introducción de nuevas técnicas y materiales en la cons-trucción, muchos pueblos conservan excelentes ejemplos de arqui-tectura popular: La sencillez de formas y volúmenes destacan so-

briamente en este rincón de Castromudarra.

camente más dinámico de la zo-na y se mantiene como centro deuna extensa comarca agraria—que abarca también munici-pios palentinos—. Sus activida-des de centro comarcal se refle-jan en su sector terciario, fuertey diversificado, que ocupa a ca-si la mitad de la población acti-va, con gran importancia de losservicios administrativos (en ca-beza de Partido Judicial) y de lasactividades comerciales. Este he-cho la singulariza en una zonadonde la mayor parte de la po-blación activa se dedica a la agri-cultura y a la ganadería: En lamitad de los municipios este sec-tor emplea a más de las trescuartas partes de los trabaja-dores.

Sahagún era también un cen-tro básico de comunicaciones,ya que allí se cruzan las dos víasclásicas de la comarca: El másoriental de los caminos leonesesque ponen en comunicación As-turias y Montaña con la Meseta,que discurre bordeando el Cea y

atraviesa la comarca de Norte aSur; la situación de Almanza yCea en este antiguo CaminoReal les confirió un importantepapel como centros de intercam-bio de productos de dos zonasdistintas y complementarias. Yel Camino de Santiago, que vi-niendo de las tierras palentinascruza de Este a Oeste, y dio vi-da y nombre a Calzada del Co-

Los palomares,elementos

característicosde Tierra de

Campos,destacan en lasafueras de los

pueblos con susvolúmenes

desnudos ysobrios. A laderecha, unosemiderruido

permite apreciarsu originalestructura

interior, con losmuros

perforados pornumerosos

nichos.

to, Bercianos del Real Camino,Calzadilla de los Hermanillos yatribuciones urbanas a El BurgoRanero y, sobre todo, a Saha-gún, que acogió a numerosos pe-regrinos y comerciantes extran-jeros y tuvo el poderoso monas-terio de S. Benito, iglesias, hos-pitales, etcétera, como aún prue-ba su fisonomía urbana y mo-numental.

Sin embargo, y por las mis-mas razones que citábamos—pérdida de población de la co-marca y absorción de funcionespor parte de la capital de la pro-vincia— también la importanciade Sahagún se ha reducido re-cientemente, como lo evidenciasu descenso demográfico.


1950 1986

Vega de Almanza ................... 110VILLAMARTIN DE DON SAN-CHO ..................................... 620 250VILLAMOL ............................ 752 320Trianos ................................. 23Villacalabuey .......................... 278 154Villamol ................................. 257 117Vlllapeceñil ............................ 194 49VILLASELAN ......................... 1.221 434Arcayos ................................ 86 31Castroañe ............................. 234 76Santa Maria del Río ................ 431 155Valdavida .............................. 297 103Villacerán .............................. 85 26Villaselán .............................. 88 43VILLAVERDE DE ARGAYOS (3). 774Castromudarra ....................... 238Villaverde de Arcayos .............. 536VILLAZANZO DE VALDERA-DUEY ................................... 2.253 876Carbajal de Valderaduey .......... 127 67Castrillo de Valderaduey .......... 217 70Mozos de Cea ........................ 275 76Renedo de Valderaduey .......... 418 159Valdescapa ........................... 114 50Velilla de Valderaduey ............. 314 134Villadiego de Cea ................... 239 116Villarvelasco de Valderaduey .... 386 127Villazanzo de Valderaduey ....... 163 77Fuente: Censo de población, 1950. Padrón Muni-cipal, 1986.(1).El municipio de Vega de Almanza se dividió y

añadió a Almanza y a Valderrueda. Aqui sólo in-cluimos las entidades que pasaron al municipiode Almanza.

(2).El municipio de Canalejas se añadió al munici-pio de Almanza.

(3). El municipio de Villaverde de Arcayos se aña-dió a Almanza.

(4). El municipio de Saelices del Río se añadió almunicipio de Cea.

(5). El municipio de Galleguillos de Campos se aña-dió al municipio de Sahagún.

(6).El municipio de Joara se añadió al municipio deSahagún.

(—). Despoblados o incluidos en otro municipio.

POBLACION DE CEA-CAMPOS

1950 1986

ALMANZA ................................

688.......

953Almanza .........

..........................688

.......326

Cabrera de Almanza (1) .............................

43Calaveras de Abajo (2) ..

............................41

Calaveras de Arriba (1) ...............................

44Canalejas (2) ..............

...........................119

Castromudarra (3) ...................................

109Espinosa de Almanza (1)

..............................9

Vega de Almanza (1) .................................

40Villaverde de Arcayos (2)

...........................222

BERCIANOS DEL REAL CAMI-NO ..........................................598

.......327

EL BURGO RANERO ............. 2.197 1.227Burgo Ranero, El ................. .......526

.......314

Calzadilla de los Hermanillos ... 488 278Estación, La ....................... ....... 154Grañeras, Las ..................... ....... 395

.......216

Villamuñío ................................. 634.......

419CALZADA DEL COTO ............ .......853

.......395

Calzada del Coto .................. .......593.......

302Codornillos ......................... .......217

........93

Valdelaguna ....................... ........ 38Valdelocajos ....................... ..........5CANALEJAS (2) ..........................515Calaveras de Abajo ............... ....... 172Canalejas ..................................337Molino de Pobladura ............. ..........2Molino de Santa Engracia ....... ..........2Picón del Espinadal ............... ..........2CASTROTIERRA .................. ....... 382

.......177

CEA ................................. .....1.173.......

891Bustillo de Cea (4) ................

..................188

Cea ......................................... 644.......

327Saelices (4) ........................

..................129

San Pedro de Valderaduey...... .......529.......

247CEBANICO ........................ .....1.115

.......326

Cebanico ........................... ........ 83........

20Cortos ..................................... 122

........35

Mondreganes ...................... ....... 294........

92Ouintanilla de Almanza .......... ........ 89

........42

Riba, La ............................ ........ 57........

24Santa Olaja de la Acción ........ ....... 158

........39

Valle de las Casas ............... ....... 312........

74ESCOBAR DE CAMPOS ........ ....... 263

.......107

GALLEGUILLOS DE CAMPOS(5) ................................... .....1.205Arenillas de Valderaduey................321

1950 1986

Galleguillos de Campos ........... 553San Pedro de las Dueñas ......... 331GORDALIZA DEL PINO .......... 715 461GRAJAL DE CAMPOS ............ 1.083 430JOARA (6) ............................. 820Celada de Cea ....................... 109Joara .................................... 141Riosequillo ............................ 93San Martín de la Cueza............ 133Sotillo de Cea ........................ 128Villalebrín .............................. 96Villalmán ............................... 98Villazán ................................. 22JOARILLA DE LAS MATAS ...... 1.269 518Joarilla de las Matas ............... 621 277San Miguel de Montañán ......... 323 140Valdespino de Vaca ................ 325 101SAELICES DEL RIO (4) ........... 727Bustillo de Cea ....................... 338Saelices del Rio ..................... 389SAHAGUN ............................ 3.350 3.350Arenillas de Valderaduey (5) ..... 89Celada de Cea (6) .................. 51Galleguillos de Campos (5) ....... 259Joara (6) ................................ 58Riosequillo (6) ........................ 34Sahagún ............................... 3.350 2.527San Martín de la Cueza (6) ....... 85San Pedro de las Dueñas (5) .... 116Sotillo de Cea (6) ................... 55Villalebrín (6) ......................... 51Villalmán (6) .......................... 25SANTA MARIA DEL MONTE DECEA ..................................... 1.519 501Banecidas ............................. 219 75Castellanos ........................... 375 150Santa Maria del Monte de Cea .. 136 53Valdellán ............................... 14Villacintor .............................. 352 84Villamizar .............................. 423 139VALLECILLO ......................... 620 229Vallecillo ............................... 397 109Villeza .................................. 223 120VEGA DE ALMANZA (1) ........... 433Cabrera de Almanza ............... 104Calaveras de Arriba ................. 158Espinosa de Almanza .............. 61

BIBLIOGRAFIADIEZ M. Y GARCIA, A.: Guía de Tierra de Campos. León, Ed. Lancia, 1987.FERRERAS CHASCO, C.: El norte de la Meseta Leonesa. Estudio geográfico de un espacio rural. León, Diputa-

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Dibujo: Francisco Pelayo Somoano.

Fotografías: María Pilar Brel Cachón, Alipio García de Celis, Antonio Maya Frades, Archivo del Departa-mento de Geografía, Paisajes Españoles.


terreno sua - saber.es€¦ · en villamartín de don sancho, el valle del cea se ensancha...

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