tesis: estudio arqueozoolÓgico sobre la ...132.248.9.195/ptd2016/abril/0743761/0743761.pdfmaría de...
TRANSCRIPT
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE CIENCIAS
ESTUDIO ARQUEOZOOLÓGICO SOBRE LA AVIFAUNA EN TEOPANCAZCO, CIUDAD DE
TEOTIHUACAN, ESTADO DE MÉXICO, MÉXICO
T E S I S
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE:
BIÓLOGA P R E S E N T A :
ANA FRIDA SILVA MARTÍNEZ
DIRECTOR DE TESIS: Dr. RAÚL VALADEZ AZÚA
2016
UNAM – Dirección General de Bibliotecas
Tesis Digitales
Restricciones de uso
DERECHOS RESERVADOS ©
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México).
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor.
Hoja de Datos del Jurado
1. Datos del alumno
Silva
Martínez
Ana Frida
56 17 41 15
Universidad Nacional Autónoma de
México
Facultad de Ciencias
308292235
2. Datos del Tutor
Dr.
Raúl
Valadez
Azúa
3. Datos del Sinodal 1
Dra.
María de Lourdes
Navarijo
Ornelas
4. Datos del Sinodal 2
Dr.
Bernardo
Rodríguez
Galicia
5. Datos del Sinodal 3
Dr.
Luis Antonio
Sánchez
González
6. Datos del Sinodal 4
Mstra.
Arodi Montserrat
Farrera
Ríos
7. Datos del trabajo escrito
Estudio arqueozoológico de la avifauna en Teopancazco, ciudad de Teotihuacan, Estado de
México, México
129 p 2016
Para Rebeca, Miguel y María José
“La única regla general es que los pueblos conquistados, son pueblos divididos.” Jorge Ibargüengoitia
AGRADECIMIENTOS
Al grupo de trabajo del Laboratorio de Paleozoología del Instituto de Investigaciones Antropológicas, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
A mi tutor, el Dr. Raúl Valadez Azúa, por dirigir mi proyecto de tesis, incluirme en el desarrollo del capítulo y en los eventos de divulgación de la ciencia, así como, las enseñanzas y permitirme expresar mis ideales en el presente proyecto.
Al Dr. Bernardo Rodríguez Galicia, por todo el apoyo académico y mostrar interés en mi trabajo de tesis.
A la Dra. María de Lourdes Navarijo Ornelas, por el apoyo en los temas de la pintura mural y la contribución de conocimiento.
A la Mtra. Arodi Farrera, por el apoyo en el método y uso de programas para Morfometría Geométrica, así como, en la revisión de los resultados y el tiempo que me dedicó.
Al Dr. Luis Sánchez González, por el compromiso y la revisión de mi proyecto de tesis.
Agradezco al Dr. Adolfo Navarro Sigüenza y a la M. en C. Fanny Rebón, del grupo de ornitología del Museo de Zoología “Alfonso Luis Herrera” de la Facultad de Ciencias (UNAM), por el apoyo en la revisión de dos ejemplares, su valiosa opinión y permitirme fotografiar ejemplares del género Trogron.
Al Biol. Germán Hernández Alonso, por la ayuda en la búsqueda de ejemplares del género Trogon.
A la Dra. Patricia Escalante Pliego, de la Colección Nacional de Aves, del Instituto de Biología (UNAM) por permitirme acceder a la colección y fotografiar ejemplares del género Trogon.
Dr. Christopher M. Götz, de la Facultad de Ciencias Antropológicas, Universidad Autónoma de Yucatán, por enviarme las fotografías de quetzal, y a Dr. Kitty F. Emery por permitirme usar las fotografías en el presente trabajo. Asimismo agradezco a: Environmental Archaeology Program, Florida Museum of Natural History.
Al Dr. Steve Cardiff y el Dr. J.V. Ramsen, de LSU Museum of Natural Science, por el envío de las fotografías de ejemplares de la familia Trogonidae. Asimismo, a Dr. Aaron Sasson, de San Diego Zooarchaelogy Laboratory, por el envío de las fotografías de quetzal.
A Rafael Reyes, fotógrafo del IIA, UNAM y Rogelio Santiago del Laboratorio de Fitolitos del IIA, UNAM, por la toma de fotografías, de muy buena calidad y con ojo artístico.
Dra. Judith Zurita, del Laboratorio de Fitolitos del IIA, UNAM, por la aproximación de los pigmentos hallados en una pieza de hueso.
Mtra. Alicia Blanco, de Salvamento Arqueológico (INAH), por el apoyo en la determinación de ejemplares de estudio.
AGRADECIMIENTOS A TÍTULO PERSONAL
A Rebeca Martínez y Miguel Silva, eterno agradecimiento por el apoyo y amor que me brindan y con el cual he logrado terminar mi carrera profesional.
A mi admirada hermana, María José Silva, por ser mi acompañante en todo instante y brindarme tanto cariño.
A mis queridos amigos, Diego Lentz y Germán Hernández, por brindarme una valiosa amistad, apoyo y experiencias inigualables.
A mí querida amiga Ashanty Herrerías, por el apoyo, su sinceridad y los buenos momentos en este proceso y en la vida misma.
A mis estimadas amigas, Enya Ramírez, Caro Rocha y Emilia F. Guerrero, por acompañarme en la carrera, ofrecerme su apoyo y momentos de felicidad.
Agradezco a cada una de las personas que pasaron por mi vida y que han aportado a mi formación tanto personal como académica.
ÍNDICE
Introducción…………………………………………………………………………………………. 1
Capítulo 1 Marco Teórico……………………………………………………………………….. 3
1.1 Arqueozoología………………………………………………………………………………… 3
1.2 Las aves y el vuelo……………………………………………………………………………. 3
1.3 Osteología de las aves……………………………………………………………………….. 4
1.4 Determinación a partir de los restos óseos………………………………………………… 8
Capítulo 2 Antecedentes……………………………………………………………………….. 9
2.1 Aves en Teotihuacan…………………………………………………………………………. 9
2.2 Aves en la Pintura Mural Teotihuacana…………………………………………………….. 18
2.3 Aves en las Culturas Mesoamericanas……………………………………………………... 19
Capítulo 3………………………………………………………………………………………….. 22
3.1 Justificación, Preguntas de investigación, Objetivos e Hipótesis ……..………………… 22
Capítulo 4 Área de estudio……………………………………………………………………… 24
4.1 Ubicación de la Cuenca de México………………………………………………………….. 24
4.2 Ubicación de Teotihuacan……………………………………………………………………. 25
4.3 Centro de barrio Teopancazco……………………………………………………………….. 27
Capítulo 5 Métodos………………………………………………………………………………. 29
Capítulo 6 Resultados…………………………………………………………………………… 49
6.1 Presentación de resultados por fase cronológica y fichas biológicas………………........ 54
Capítulo 7 Análisis y Discusión……………………………………………………………….. 79
7.1 Avifauna a través del tiempo en Teopancazco…………………………………………….. 79
7.2 Recapitulación sobre las aves a través del tiempo………………………………………… 98
7.3 Diversidad de aves en Teopancazco……………………………………………………….. 99
7.4 Importancia ecológica y evolutiva…………………………………………………………… 102
7.5 Uso selectivo de los cuerpos de las aves…………………………………………………... 103
7.6 Aves en la pintura mural teotihuacana y su relación con lo hallado en Teopancazco… 105
7.7 Aves de la Zona 5-A Pórtico 13, Mural 2………………………………………………….. 109
Capítulo 8 Conclusiones………………………………………………………………………… 112
Referencias………………………………………………………………………………………… 114
Apéndice 1 Cuadro de dinámicas……………………………………………………………… 120
Apéndice 2 Aves mencionadas en el Códice de La Cruz- Badiano……………………... 121
Apéndice 3 Toponimia ornitológica…………………………………………………………… 123
Apéndice 4 Áreas de actividad y entierros…………………………………………………... 124
1
Introducción
Los humanos, como una especie más en el planeta, dependemos del medio físico-químico
y biológico, tanto de los recursos para sobrevivir como para explicar los fenómenos que nos
afectan. Por ello, a través del tiempo los pueblos antiguos han manifestado un
comportamiento cultural que enfatiza el manejo del ambiente desde una perspectiva
mitológica, llena de símbolos y creencias (Navarijo, 1996 y 1997 y Navarro 1994).
Simultáneamente “aprendieron” el comportamiento de las especies, y ello derivó en la
capacidad de crear nuevas técnicas de caza, captura y recolección (Randall et al., 2002).
Desde tiempos antiguos en las culturas mesoamericanas han involucrado a los animales
como parte de símbolos de deidades o gobernantes. Esta forma en la que el mundo
mesoamericano vio a los animales, dio paso al manejo de ellos para formar parte de eventos
cotidianos y ceremoniales. El manejo del recurso animal tuvo en primera instancia un fin
alimentario y posteriormente fue con un propósito ceremonial y/o mágico-religioso, por lo
tanto, podemos considerar que en los pueblos antiguos mesoamericanos estuvo
involucrado el pensamiento abstracto y el imaginario, al momento de emplear los recursos
naturales (Navarijo, 1995). Las aves fueron parte de su cosmovisión, es decir, que ellas
interactuaron de forma directa e indirecta con estas culturas. Debido a que es un grupo
diverso, presentan multitud de colores, formas y son capaces de volar, lo que promovió que
fueran usadas desde épocas remotas (Gill, 2007).
En la pintura mural prehispánica se representó parte de la vida de los antiguos pueblos en
su propia visión y dentro de esta forma de expresión aparecen las aves (Navarijo, 1996). El
presente trabajo incorpora un punto clave para entender un poco más la interacción que
hubo entre los humanos antiguos de Teopancazco y las aves. Ya que, con la ayuda de la
pintura mural teotihuacana se puede tener una mejor interpretación que tuvieron hacia ellas.
En los restos arqueozoológicos de Teopancazco se encuentran elementos óseos de aves,
por lo que, su hallazgo en este sitio teotihuacano ofrece la oportunidad de entender la
importancia de este grupo de animales
El interés principal por realizar un estudio arqueo-ornitológico, es entender el manejo y
visión que se tenía de las aves en un centro de barrio, como el de Teopancazco, ubicado
en Teotihuacan.
2
Realizar un estudio arqueozoológico implica el aporte de diferentes ciencias, ya que es una
disciplina compuesta por una parte social y otra biológica, que lo hace ser interdisciplinario
(Valadez y Pérez, año).
En este trabajo se realizó la determinación taxonómica de restos óseos de aves hallados
en Teopancazco y se muestran las fichas biológicas de cada taxón, en los casos en los que
no se llegó a una identificación, se indican las especies más probables a partir de su
distribución dentro de la Cuenca de México.
Los principales aportaciones de este estudio son el uso que tuvieron las aves dentro de un
grupo determinado de humanos, la determinación taxonómica a partir de restos óseos, así
como las herramientas usadas y el conocimiento del impacto que tuvieron las interacciones
de humanos con aves desde una perspectiva ecológica y de aprovechamiento.
Por último, no olvidemos que las aves son un punto clave para la conservación de la
biodiversidad, ya que están asociadas a comunidades vegetales, que si son modificadas
pueden extinguirse (Gilbert et al., 1996), así que estudiarlas desde la perspectiva de uso y
visión humana, en este caso en un contexto antiguo, específicamente mesoamericano, nos
acerca al conocimiento de las actividades que: 1) permitieron que los recursos fueran
explotados, pero de forma controlada y 2) que se exploten los recursos indistintamente
hasta agotarlos.
Existe la idea de que los pueblos mesoamericanos antiguos no afectaron tanto a la
diversidad como sucedió en la época de contacto, debido principalmente al conocimiento
del entorno y muchas de las creencias mesoamericanas (Com pers. Valadez). Sin embargo,
faltan estudios que corroboren lo anterior, por lo tanto, se espera que la presente
investigación aporte información al respecto.
3
Capítulo 1. Marco Teórico
1.1 Arqueozoología
El estudio de los restos animales provenientes de contextos arqueológicos corresponde a
la arqueozoología, la cual es una disciplina que involucra una parte biológica y una
antropológica, por tanto se mueve dentro de un espacio interdisciplinario. Así, el objetivo es
obtener un resultado que impacte y beneficie a cada campo de estudio en un nivel y
esquema que rebase lo que se obtendría si se hubieran llevado las investigaciones
zoológicas y arqueológicas de manera independiente (Valadez y Pérez, 2011).
Los restos óseos que estudia la arqueozoología son unidades anatómicas que no han
sufrido procesos de fosilización, del mismo modo éstos presentan huellas culturales que
son entendidas desde el momento de la muerte del animal hasta el hallazgo de sus restos
en contextos arqueológicos. Es aquí donde podemos dividir los conceptos de paleozoología
y arqueozoología, ya que desde el inicio del Holoceno el humano ha influido sobre muchas
características de la Tierra (Sour y Rivera, 2010).
En el caso específico de las aves, el término arqueozoología cambia a arqueo-ornitología,
siendo así una rama más de la ornitología (Com pers. Valadez).
1.2 Aves y el vuelo
Las aves forman un grupo homogéneo de vertebrados endotermos, ovíparos, que
presentan un pico córneo, cuyo cuerpo está cubierto con plumas, algunas de ellas con
extremidades anteriores asociadas al vuelo (Gill, 2007).
Evolutivamente surgen de un taxón bien definido de reptiles diápsidos llamados
arcosaurios, al cual pertenecen grupos como los cocodrilos, los pterosaurios y los
dinosaurios, caracterizados por una serie de sinapomorfías que incluyen la presencia de
fenestras anteorbitales y una articulación intertarsal, entre otros atributos (Sereno y Arcucci,
1990 mencionado por Navarro et al., 2014).
Una de las características más distintivas de la anatomía de las aves, son las plumas, las
cuales son una innovación evolutiva extraordinaria. Colectivamente se les llama plumaje y
son estructuras únicas de la piel. Éstas proveen de aislamiento para controlar la
4
temperatura corporal, poder aerodinámico para el vuelo y colores para la comunicación y
camuflaje (Gill, 2007).
Las aves se han diversificado ampliamente y se encuentran distribuidas por todo el planeta
y en todos los ambientes terrestres y acuáticos, sin embargo, no se encuentran en los
desiertos más extremosos y en el centro de la Antártida, pero, constituyen el grupo de
vertebrados terrestres más rico en especies debido a una acelerada radiación y
diversificación tanto evolutiva como geográfica (Jetz et al., 2012).
Las aves tienen como adaptación central el vuelo, ellas son las maestras del medio que es
el aire, por lo tanto, pueden estar suspendidas en un lugar, caer en picada a velocidades
impresionantes, volar boca abajo y al revés y pueden remontarse en vuelo por días y días
(Dial, 1994 mencionado por Gill, 2007).
Una actividad ligada al vuelo tiene que ver con la migración, aunque no todas las aves son
migratorias. La migración de las aves es un comportamiento complejo donde la estrategia
óptima depende de la interacción de factores, internos y externos. En muchos casos es
arriesgada y energéticamente demandante, haciéndola una selección probable para una
estrategia óptima (Purcell y Brodin, 2007).
1.3 Osteología de las aves
Los esqueletos de las aves difieren de otros vertebrados, pues se concentra en las
adaptaciones al vuelo, tal como la reducción de peso, que es cumplida por el decremento
en tamaño y número de sus partes (Gilbert et al., 1996), por ejemplo:
El esqueleto de una paloma comprende el 4% sobre el total de su peso corporal.
Los cinco dedos de la mano de otros vertebrados, en las aves es reducido a tres.
La fusión de huesos en todo el esqueleto:
o Carpometacarpo: unión del carpo y del metacarpo.
o Fúrcula: fusión de las clavículas.
o Tarsometatarso: unificación del tarso con el metatarso.
El esqueleto soporta estratégicamente músculos grandes que proveen el poder para el
vuelo. En la sección intermedia (diáfisis) de muchos de los huesos de las aves son
estructuras huecas (Gill, 2007).
5
Además de las macroestructuras óseas de las aves, también están las propiedades
microestructurales únicas de los huesos, éstas son: (1) la presencia de una construcción
en sándwich1; (2) fusión de huesos con paredes delgadas corticales; y (3) epífisis
cartilaginosas, y desarrollo de conos a lo largo del hueso (Higgins, 1999).
Anatomía ósea
El esqueleto de las aves está dividido en cuatro grandes secciones: esqueleto axial, cintura
escapular, cintura pélvica y esqueleto apendicular.
Esqueleto axial: se compone por el cráneo, vértebras y costillas (Fig. 1).
Fig.1. Vista dorsal, ventral y lateral del cráneo de búho (Gilbert, 1996).
1 La construcción en sándwich es caracterizada por una capa interna y externa de hueso separada por columnas perpendiculares de espículas óseas.
6
Cintura escapular: está constituido por la escápula, coracoides y la clavícula. En
aves la tercera es la fúrcula y ésta se encuentra fusionada, a diferencia de los
mamíferos que presentan dos unidades separadas (Gilbert et al., 1996). Asimismo
presentan la quilla que es el esternón fusionado (Fig.2).
Cintura pélvica: está formado por los huesos coxales y el sacro (Fig.2), este último
se compone del ilion, isquion y pubis (Gilbert et al., 1996).
Fig.2. Esqueleto completo de Meleagris gallopavo (Gilbert, 1996).
7
Esqueleto apendicular: Son los miembros superiores e inferiores (Fig. 3), en el caso
de las aves presentan modificaciones tales como: (1) fusión del carpo y metacarpo
que forman al llamado carpometacarpo, (2) fusión de los huesos tarsales con la tibia
y el metatarso, dan lugar a los llamados tibiotarso y tarsometatarso respectivamente
(Gilbert et al., 1996).
Fig.3. Extremidades superior e inferior de Anas platyrhynchos (Gilbert, 1996).
8
1.4 Identificación a partir de los restos óseos
La identificación y el análisis de los restos óseos de las aves en contextos arqueológicos
pueden proveer a los investigadores con una variedad de información útil, por ejemplo:
algunos grupos de aves son estacionalmente migratorios y la presencia de sus restos
indicaría la ocupación por estación. Ciertos grupos de aves son muy sensitivos al cambio
ambiental, entonces su presencia indica condiciones ambientales favorables para ellos
(Gilbert et al., 1996). También el reconocer los huesos de aves con el rigor con el que se
analizan otros materiales, hace posible determinar cómo se empleaban en la alimentación
(Higgins, 1999), el comercio y si eran organismos silvestres, cautivos o domésticos
(Valadez, 2003).
A la par de estos estudios, es necesario disponer de la información sobre el sitio
arqueológico y/o los puntos donde aparecieron los restos óseos. De esta forma será posible
saber si estos huesos quedaron en acumulaciones como: basureros, ofrendas en entierros,
o si están relacionados con espacios vinculados con el alimento o la manufactura (Valadez
y Rodríguez, 2009).
9
Capítulo 2. Antecedentes
2.1 Estudios arqueozoológicos de aves en Teotihuacan
La ciudad de Teotihuacan (siglos I – VI d.C) es el centro urbano del México prehispánico
más estudiado a nivel arqueológico y arquezoológico, lo cual permite conocer la forma en
que eran manejados los recursos animales (Manzanilla et al., 2010). A lo largo del tiempo,
se han realizado estudios que muestran los elementos hallados, tanto los arqueológicos
como los arqueozoológicos, estos últimos se muestran a continuación cronológicamente.
Cuadro 1. Estudios realizados en torno a las aves en Teotihuacan
Autor Disciplina Descripción Año Sejourne Pintura Mural Reconocimiento de las aves en la pintura mural,
especialmente en el palacio de Tetitla. 1966
Miller Pintura Mural Muestra un catálogo de toda la pintura mural en Teotihuacan. Para la avifauna solo reconoce las
formas, pero no hace una determinación biológica.
1973
Starbuck Arqueozoología Arqueofauna con descripción biológica y cultural. Realizó un listado de la fauna hallada.
1975
Millon Pintura Mural Pintura Mural en Tetitla. Determinación de las aves representadas, con poco detalle y realiza una clasificación de éstas en dos grupos, aves pequeñas y aves grandes.
1988
Valadez Arqueozoología Etnozoología
Interacciones humano-fauna. Arqueofauna. Muestra una identificación de los
restos y las descripciones biológicas y culturales de los mismos.
1992 1993 2009 2013
Navarijo Pintura Mural Etnozoología
Determinación de especies de aves en la Pintura Mural Teotihuacana, dónde considera los
elementos biológicos de las aves y cómo éstos se involucran en la cultura teotihuacana.
1995
Rodríguez Arqueozoología Recurso faunístico de Teopancazco, indica los usos de la fauna dentro de las áreas de actividad.
2006
Pérez Arqueozoología El manejo de la fauna como fuente de materia prima en Teotihuacan. Observaciones en restos
óseos.
2013
Sugiyama Arqueozoología Interacción humano-fauna. Arqueofauna, en los entierros y ofrendas en la pirámide de la Luna y la
pirámide del Sol, con las identificaciones y descripciones biológicas y culturales.
2014
Los autores mostrados en el cuadro 1, han estudiado a los vertebrados, incluyendo a las aves en Teotihuacan; las obras buscan principalmente la determinación taxonómica y la interacción de los humanos con la fauna. Autores como Sejourne, Millon y Miller hacieron un trabajo desde la perspectiva antropológica dejando de lado la biológica, por otro lado Starbuck, Valadez, Navarijo, Rodríguez, Pérez y Sugiyama han realizado un estudio interdisciplinario, donde se han abocado en dar un resultado que beneficie a la biología y antropología.
10
Fig
. 4 S
itios
teot
ihua
cano
s co
n ar
queo
faun
a y
pint
ura
mur
al e
stud
iada
.
(Tom
ado
de P
intu
ra M
ural
Teo
tihua
cana
, 199
6)
Pir
ámid
e d
e la
Lu
na
Pir
ámid
e d
el S
ol
11
Mapa Teotihuacan
Fig. 5 Ubicación de los sitios del clásico teotihuacano con arqueofauna estudiada ( ).
(Proporcionado por Valadez)
12
En seguida se presentan los datos generales de las aves estudiadas en las zonas dentro
de Teotihuacan, donde se indican las especies, número de individuos, descripción y su uso,
así como una breve descripción del recinto donde fueron halladas y su cronología.
Pirámide del Sol (Fig.4) (Tzacualli – Metepec). Es el monumento más grande en la Cuenca
de México, está al sur de la Pirámide de la Luna al este de la avenida de los Muertos y
representa al monte sagrado (Sugiyama, 2014).
Pirámide de la Luna (Fig.4) (Tzacualli – Metepec). Es la segunda pirámide más grande de
Teotihuacan, mide 168 m por 149 m en la base y 46 m de altura. Es el único monumento
situado a lo largo de la Avenida de los Muertos y es el centro del complejo más grande
llamado Plaza de la Pirámide de la Luna. Esta plaza incluye algunas pirámides que rodean
el monumento. (Sugiyama, 2014).
Los restos hallados en la Pirámide de la Luna y del Sol son principalmente de uso ritual, por
ejemplo: Aquila chrysäetos es la más abundante y se encontraron completas y asociadas
a un entierro y en algunas de éstas águilas hay evidencia de modificaciones posmodernas.
Otras aves halladas también formaron parte de los entierros, en su mayoría rapaces
(Sugiyama, 2014).
Restos avifaunísticos de la Pirámide de la Luna y de la Pirámide del Sol
Aves identificadas Descripción Uso
Aquila chrysaetos (29) Restos óseos Ofrenda
Bubo virginianus (2) Restos óseos Ofrenda
Buteo sp (5) Restos óseos Ofrenda
B. magnirostris (2) Restos óseos Ofrenda
B. jamaicensis (2) Restos óseos Ofrenda
Colinus virginianus (2) Restos óseos Ofrenda
Columbidae (3) Restos óseos Ofrenda
Columbina inca (1) Restos óseos Ofrenda
Corvus corax (3) Restos óseos Ofrenda
Falco mexicanus (1) Restos óseos Ofrenda
Aves sin ID (6) Restos óseos Ofrenda
13
Pirámide de la Serpiente Emplumada (Fig.5) (Tzacualli – Metepec). También conocido
como el Templo de Quetzalcoatl, se ubica en el sector sur del recinto ceremonial, junto al
complejo de la Ciudadela, ha sido interpretado como el lugar donde se llevaban a cabo las
ceremonias del estado en algunas épocas (Sugiyama, 2014).
Aves identificadas Descripción Uso
Aquila chrysaetos (2) Restos óseos Ofrenda
Buteo sp (1) Restos óseos Ofrenda
B. jamaicensis (2) Restos óseos Ofrenda
Túneles y cuevas al este de la Pirámide del Sol (la Basura, el Camino, las Varillas y el
Pirul). Se trata originalmente de huecos excavados hacia principios de la Era Cristiana, bajo
la toba volcánica que cubre la porción norte del valle de Teotihuacan, posteriormente estos
huecos sirvieron de escenario para discretos episodios de presencia teotihuacana y
posteotihuacana (Manzanilla, 2009) (Valadez y Rodríguez, 2009).
Aves identificadas Descripción Uso
Podilymbus podiceps (1) Restos óseos Alimentario y Ofrenda
Anas sp. (4) Restos óseos Alimentario y Ofrenda
Aythya sp. (2) Restos óseos Alimentario y Ofrenda
Oxyura jamaicensis (1) Restos óseos Alimentario y Ofrenda
Oxyura sp. (1) Restos óseos Alimentario y Ofrenda
Anatidae (26) Restos óseos Alimentario y Ofrenda
Egretta caerulea (2) Restos óseos Alimentario y Ofrenda
Ardeidae (1) Restos óseos Alimentario y Ofrenda
Cathartes aura (9) Restos óseos Ofrenda
Buteo jamaicensis (4) Restos óseos Ofrenda
Circus cyaneus (2) Restos óseos Ofrenda
Meleagris gallopavo (71) Restos óseos Alimentario y Ofrenda
Gallus gallus (2) Restos óseos Alimentario
Colinus virginianus (3) Restos óseos Alimentario
Dendrortyx macroura (1) Restos óseos Alimentario
Phasianidae (3) Restos óseos Alimentario
Galliforme (5) Restos óseos Alimentario
14
Continua Túneles al este de la Pirámide del Sol
Aves identificadas Descripción Uso
Charadriiformes (2) Restos óseos Alimentario
Columbina inca (1) Restos óseos Ofrenda
Columbidae (1) Restos óseos Ofrenda
Psittacidae (2) Restos óseos Ofrenda
Geococcyx velox (1) Restos óseos Ofrenda
Strigidae (1) Restos óseos Ofrenda
Strix varia (1) Restos óseos Ofrenda
Bubo virginianus (1) Restos óseos Ofrenda
Otus asio (3) Restos óseos Ofrenda
Turdus sp. (1) Restos óseos Ofrenda
Progne subis (2) Restos óseos Ofrenda
Hirundinidae (1) Restos óseos Ofrenda
Passeriformes (4) Restos óseos Ofrenda
Ave (52) Restos óseos Alimentario y Ofrenda
Además de M. gallopavo y los Anátidos, la especie que más aparece es Carthartes aura,
con un total de nueve individuos, un ave carroñera de hábitos solitarios que comúnmente
se le observa planeando. Esta ave estuvo asociada al inframundo, con el Sol y la Luna, y
por ello es posible que sus restos sean un producto ritual (Navarijo, 2009).
El hallazgo, específicamente hablando de aves en las cuevas, es importante ya que habla
de las actividades humanas dentro de estos contextos, y que no fue de forma natural que
estos organismos hubieran muerto dentro de estos lugares.
Tlachinolpan. Se ubica en el valle de Teotihuacan. Estudiada por David Starbuck, se
encontraron restos de aves en los estratos correspondientes al Preclásico. Los habitantes
de esta zona cazaban gran cantidad de aves migratorias que venían del lago de Texcoco
(Rojas, 1985).
Aves identificadas Descripción Uso
Meleagris gallopavo (1) Restos óseos Alimentario
Anatidae (3) Restos óseos Alimentario
Phasianidae (1) Restos óseos Alimentario
15
Continua Tlachinolpa
Aves identificadas Descripción Uso
Accipitridae (1) Restos óseos Ofrenda
Columbidae (1) Restos óseos Ofrenda
Falconidae (1) Restos óseos Ofrenda
Tetitla (Fig.5) (250 d.C, inicio de la fase Tlamimilolpa). Una de las más interesantes y
hermosas construcciones arquitectónicas en la urbe teotihuacana. Se localiza en el cuadro
N2W2 de la ciudad y sus características lo ubican como una unidad residencial en la cual
se realizaban funciones de tipo teocrático-administrativo. El papel de las aves en este
recinto fue que pertenecieron a entierros y ofrendas. (Valadez 1992).
Aves identificadas Descripción Uso
Anatidae Restos óseos Ofrenda y entierro
Accipitridae Restos óseos Ofrenda y entierro
Buteo sp. Restos óseos Ofrenda y entierro
Phasianidae Restos óseos Ofrenda y entierro
Meleagris gallopavo Restos óseos Ofrenda y entierro
Leptotila verreauxi Restos óseos Ofrenda y entierro
Rallidae Restos óseos Ofrenda y entierro
Fringillidae Restos óseos Ofrenda y entierro
Ave sin ID (1) Restos óseos Ofrenda y entierro
Aves Figurillas zoomorfas Ofrenda y/o decoración
Oztoyahualco (Fig.5) (Xolalpan tardío y Metepec). Ubicado en el cuadro N6W3 al noroeste
de la ciudad de Teotihuacan. Esta estructura fue hogar de tres familias emparentadas y se
dedicaban principalmente al trabajo con estuco. Las aves formaron parte de la alimentación
y también de ofrendas (Valadez, 1993).
Aves identificadas Descripción Uso
Oxyura jamaicensis (1) Restos óseos Alimentario
Anatidae (1) Restos óseos Alimentario
Meleagris gallopavo (7) Restos óseos Alimentario y Ofrenda
16
Continua Oztoyahualco
Aves identificadas Descripción Uso
Corvus sp. (1) Restos óseos Ornato y Compañía
Aves Sin ID (8) Restos óseos Alimentario y Ofrenda
Santa María Coatlán (Fig.5) (Xolalpan y Metepec). Predio denominado Tepeltongo, en este
sitio existieron dos etapas ocupacionales: una temprana, perteneciente a la fase Xolalpan,
con fines de culto o administración, y otra tardía, de la fase Metepec, la cual sirvió como
unidad habitacional (Valadez, 1992). Se halló un total de 17 aves, las cuales fueron
depositadas en pequeños platos con fines rituales.
Aves identificadas Descripción Uso
Icterus pustulatus (14) Restos óseos Ofrenda
Passerina caerulea (5) Restos óseos Ofrenda
Thryothorus felix (1) Restos óseos Ofrenda
Trogon mexicanus (1) Restos óseos Ofrenda
Xocotitla (Fig.5) (Tlamimilolpa tardío, Xolalpan temprano y tardío). Barrio de los
comerciantes, estrecha relación con la costa del Golfo y la región Maya. Ubicado en el
cuadro N3E4 a los lados del río San Juan. Fue básicamente un conjunto habitacional con
pisos de concreto y paredes de roca. En este sitio el 40% de la fauna hallada es de uso
doméstico (Valadez, 1992).
Aves identificadas Descripción Uso
Podilymbus podiceps (1) Restos óseos Alimentario
Eudocimus albus (1) Restos óseos Alimentario
Anatidae (4) Restos óseos y figuras
zoomorfas
Alimentario
Meleagris gallopavo (9) Restos óseos y figuras
zoomorfas
Alimentario
Fulica americana (1) Restos óseos Alimentario
Zenaida sp. (1) Restos óseos Sin interacción aparente
Corvus sp. (1) Restos óseos Sin interacción aparente
17
Mezquititla (Fig. 5) (Tlamimilolpa – Metepec). Ubicado en el barrio de los comerciantes, en
el cuadro N4E4, conjunto habitacional con un sistema de construcción diferente a los
teotihuacanos, pues parece tener varios edificios grandes, que tal vez funcionaron como
almacenes y otros menores que quizás eran unidades habitacionales. Se sabe que las aves
acuáticas fueron trascendentes para los habitantes de este sitio (Valadez, 1992).
Aves identificadas Descripción Uso
Eudocimus albus (1) Restos óseos Alimentario
Plegadis chihi (1) Restos óseos Alimentario
Tlailotlacan (Fig.5) (Tlamimilolpa tardío – Metepec). Barrio oaxaqueño ubicado en el
cuadro N1W6 de la ciudad de Teotihuacan. Los datos actuales muestran que durante varios
siglos existieron importantes relaciones comerciales y políticas entre Teotihuacan y la
región zapoteca. En sus inicios este lugar fue un campo de cultivo con canales de riego y
después se construyó la unidad habitacional. La mayoría de las aves que se encuentran en
este sitio fueron principalmente alimento, aunque también formaron parte del uso religioso
en ofrendas (Valadez, 1992).
Aves identificadas Descripción Uso
Branta canadensis (1) Restos óseos Alimentario
Falco sparverius(1) Restos óseos Ofrenda
Meleagris gallopavo (9) Restos óseos Alimentario
Colinus virginianus (5) Restos óseos Alimentario
Piciforme (1) Restos óseos Ofrenda
Dryocopus sp (1) Restos óseos Ofrenda
Teopancazco Cuarto 251A (Fig.5) (Xolalpan). Centro de barrio ubicado en el sector
noroeste del cuadro S2E2, y fue denominado como estructura 1-NE (Manzanilla et al.,
2012). El C251A mide aproximadamente 16 m2 y pertenece al “sector 7” y dentro de éste
se halla el entierro 15 el cual está asociado al área de actividad 64 y 66. En éste cuarto se
realizaba trabajo de confección, tipo “sastrería”. Este fue un estudio preliminar del sitio, y
solamente se revisó un cuarto (Manzanilla et al., 2010).
18
Teopancazco Cuarto 251A
Aves identificadas Descripción Uso
Anas sp. (10) Restos óseos Alimentario y Manufactura
Meleagris gallopavo (12) Restos óseos Alimentario y Manufactura
Colinus virginianus (2) Restos óseos Alimentario y Manufactura
Fulica america (1) Restos óseos Alimentario y Manufactura
Charadriiformes (1) Restos óseos Alimentario y Manufactura
Cardinalis cardinalis (1) Restos óseos Alimentario y Manufactura
Aves sin ID (1) Restos óseos Alimentario y Manufactura
Así como la mayoría de los restos de aves tuvieron un fin ritual o alimentario, también fueron
parte importante como fuente de materia prima para la manufactura, tanto herramientas
como artesanías, en Teopancazco el ave que se usó fue M. gallopavo (Perez, 2013).
2.2 Aves en la Pintura Mural Teotihuacana
En la pintura mural prehispánica, las representaciones de aves son frecuentes y constituyen
un testimonio sobre las habilidades artísticas de sus creadores. Pero, su presencia también
nos provee información de carácter biológico (Navarijo, 1995).
Los murales de Teotihuacan expresan el pensar de su pueblo que demuestra gran cantidad
de información sobre las aves y su valor, en sus propios términos. La Dra. Navarijo (1996)
realizó la determinación de especies de aves plasmadas en la Pintura Mural Teotihuacana,
las cuales se muestran a continuación:
Aves identificadas Mural
Pelecanus sp. Mural 5, Cuarto 13 de la Zona 5A
Cathartes aura 1.Cuarto 22 Tetitla
Polyborus plancus 2.Pozo12,cuadros1,2 y 3, I,J y K.
Spizaetus tyranus Pórticos de Tetitla
Crax rubra
Zenaida sp. o Columba sp. Mural 2 de la Plataforma 1, Cuarto 1, Zona 4.
Animales Mitológicos.
Ara militaris Pozo 10 dentro del sitio Totómetla
Amazona albifrons Subestructura 2 del Templo de los Caracoles
Emplumados
19
Continua
Aves identificadas Mural
Trochilidae Plaza de los Glifos, La Ventilla
Aves metamórficas*
*Las aves metamórficas son aquellas que poseen combinaciones de elementos anatómicos estilizados a los
que hay que sumar actitudes o patrones conductuales sobrevalorados (Navarijo 1996) (Fig.4).
Representaciones como las que se encuentran en los pórticos del palacio de Tetitla, indican
la importancia de las aves, principalmente las de presa. Por ejemplo, Cathartes aura se
encuentra sobre un caracol y de éste brota una vírgula del habla y es interesante, ya que
las Auras no presentan siringe, por lo tanto, no presentan voz, así que el caracol es su
portavoz; este ejemplo habla de un conocimiento biológico que se introdujo en las creencias
humanas y además se expresó en los muros del palacio (Navarijo, 1996).
2.3 Aves en las Culturas Mesoamericanas
Los vestigios de ciertos elementos arquitectónicos, las muestras de cerámica arqueológica,
la información toponímica, los códices, crónicas y otras fuentes y evidencias culturales,
permiten observar la interacción entre los humanos y la naturaleza, la cual, fue el principio
del pensamiento de las culturas mesoamericanas (Navarijo, 1997).
Las aves son de los pocos animales silvestres que comparten con los humanos sus
actividades habituales. A través del tiempo, los pueblos las han tenido presentes como
símbolos que forman parte de la mitología (Navarro, 1994).
En el Nuevo Mundo se domesticaron más aves que mamíferos, debido a que en esta región
hay más de éstos organismos. Contrario a lo que se creía, existen evidencias de que en el
México prehispánico se domesticaron numerosas especies, pero no tanto por necesidad
alimentaria sino por las actividades religiosas (Valadez, 2003).
Existen numerosos ejemplos sobre las aves y la domesticación, tal es el caso del guajolote.
Desde el punto de vista económico, constituyó una fuente significativa de carne y la principal
proveedora de huevo para estos pueblos. Es el ave más abundante en el registro
arqueológico, fue un importante animal de ofrenda y en Teotihuacan fue de uso alimentario
(Valadez, 2003).
20
En el ámbito mesoamericano, no sólo los guajolotes fueron domesticados, sino también,
otros grupos de aves estuvieron en procesos semejantes de selección artificial y de manejo
para beneficio de las culturas antiguas mesoamericanas, tales como:
Guacamaya Roja: La domesticación de esta ave en Mesoamérica es algo muy poco
conocido. La Guacamaya Roja (Ara macao) se reproducía en cautiverio en el sitio
de Casas Grandes, Chihuahua. Sin embargo, todos los datos indican que estos
organismos fueron aprovechados no como alimento sino para cubrir necesidades
religiosas, sobre todo sacrificio de ejemplares y para la obtención de plumas, las
cuales eran muy preciadas (Valadez, 2003).
Pericos: Los pueblos mesoamericanos creían que los Pericos eran acompañantes
de la Diosa Citlallinicue, regentes del decimotercer día en el Tonalpohualli y
acompañantes de los viajeros. De todos los Pericos es difícil saber cuáles fueron
domesticados, pero es seguro que tres o cuatro especies alcanzaron esta categoría,
y el objetivo no fue alimentario, sino que de aspectos religiosos y de compañía
(Valadez, 2003).
Aves canoras: Los pueblos prehispánicos tenían en gran estima a las aves canoras,
decían que su canto llamaba a la lluvia y que eran acompañantes del sol; las
consideraban príncipes y guerreros muertos en combate que resucitaban bajo la
forma de aves de bellos colores y de agradable canto (Garibay, 1965 mencionado
por Valadez, 2003). Es por eso, que fue una práctica común que las personas
criaran en jaulas a éstas aves. Se sabe que eran capturadas con trampas de lazo,
con flechas o con redes, después se llevaban en jaulas de carrizo a las casas o se
vendían en los mercados (Valadez, 2003). También se ha observado que en
regiones de Querétaro, México, mojan a las aves para que su vuelo no sea eficaz y
así poder capturarlas (Com pers. Rodríguez).
En los lagos y pantanos de la Cuenca de México, la fauna más abundante fueron las aves
y los peces. Por lo tanto, también se realizaba la caza de grandes cantidades de patos en
los lagos, además hubo personas y comunidades que se especializaban en esta actividad
y a la crianza de aves acuáticas y no acuáticas como las perdices o codornices (Rojas,
1985).
También hubo gran interés en las aves rapaces como símbolos y en lo mágico-religioso.
Por ejemplo: las aves rapaces diurnas tuvieron un lugar especial en el mundo prehispánico
21
y ello se debe entre otras cosas, a la capacidad de vuelo para remontarse a grandes alturas,
así como a su conducta para capturar y devorar a sus presas, características suficientes
para dotarlas de un gran contenido simbólico (Gómez y Valadez, 2010). Por otro lado se
encuentran las rapaces nocturnas que se caracterizan por cazar en la oscuridad y esto se
traduce para la mayoría de las personas como misterio (Navarijo, 1995).
Las aves, en el mundo antiguo mesoamericano, también fueron usadas con fines
medicinales y llegaron a ser consumidas por partes o completas, principalmente como
complemento de brebajes herbales (Corona, 2008).
22
Capítulo 3
3.1 Justificación
Dar un enfoque arqueozoológico al estudio de las aves de tiempos antiguos, aporta
información útil e importante para la Ornitología, desde entender cómo se daba el manejo
y explotación de las aves en el México prehispánico, hasta el entendimiento de una
interacción entre humanos y aves a partir de un legado cultural dentro de un espacio
geográfico donde se construyó el conocimiento biológico a partir de la percepción y
necesidades humanas.
Preguntas de investigación
¿Qué aves se encuentran en el registro arqueozoológico de Teopancazco?
¿Qué elementos naturales de las aves las convierte en una atracción para los humanos?
¿Qué información puede derivar exclusivamente del estudio de los restos óseos?
¿Qué aves de Teotihuacan están representadas en la Pintura Mural y qué relación tienen
con las aves de Teopancazco?
Objetivos
El objetivo general del presente estudio es proponer como fue utilizada y concebida la
avifauna en el centro de barrio Teopancazco a partir del estudio Arqueozoológico.
En tanto que los objetivos particulares derivados del anterior, son los siguientes:
Obtener un listado con los taxa identificados y sus fichas biológicas.
Conocer la dinámica de manejo cultural ubicando a las aves dentro de Teopancazco
a partir de los contextos arqueológicos.
A partir de los elementos óseos ya determinados y de la pintura mural teotihuacana,
proponer qué visión de las aves tenían los antiguos habitantes de Teopancazco.
Hipótesis
En el presente estudio se espera hallar grupos de aves que previamente se ha sabido que
son parte de la interacción humana histórica en México, tales como: Aquila chrysäetos
(Águila Real), Colinus virginianus (Codornices), Phasianidae, Meleagris gallopavo
23
(Guajolote), Strigiformes (Búhos y Lechuzas), Pharomachrus mocinno (Quetzal),
Psittaciformes (Pericos), y Passeriformes (aves de percha).
Asimismo se espera encontrar una diversidad importante de aves propias del centro de
México, ya que Teopancazco se ubica en el valle de Teotihuacan, que forma parte de la
Cuenca de México.
Sobre los contextos y visión de las aves, se espera que en su mayoría se encuentren
involucrados en la dieta de los habitantes y un menor número de éstas se involucren con
otras actividades culturales.
24
Capítulo 4. Área de estudio
4.1 Ubicación de la Cuenca de México
La Cuenca de México, ubicada entre 19º02’ y 20º12’ latitud norte y 98º28’ y 99º32’ longitud
oeste, constituye el extremo sur de la altiplanicie mexicana. Su longitud mayor, desde el
Volcán Ajusco hasta la Sierra de Pachuca, es de unos 130 km, y su mayor anchura es de
aproximadamente 90 km, con una superficie de cerca de 7,500 km2 y una altura sobre el
nivel del mar de 2,235 m en su parte más baja. (Rzedowski, 1979 y Del Río, 1962).
La Cuenca posee una forma triangulada, inclinada en dirección noroeste, limitada por varias
sierras o cerros pertenecientes, en su mayor parte, a la Faja Volcánica Transmexicana.
(Rzedowski, 1979) (Fig. 6).
Fig. 6 Ubicación de la Cuenca de México y del valle de Teotihuacan
(Tomado de Pecci, 2000 y Rodríguez, 2006).
25
Características de la Cuenca de México: Topografía, clima, hidrología y vegetación
Topografía: Todos los tipos de rocas que encontramos en la Cuenca de México son de
origen volcánico. Los cerros están constituidos principalmente por andesitas y basaltos,
estos últimos mucho más abundantes en la parte sur. Los productos piroclásticos se
observan formando abanico al pie de las sierras: tobas y brechas son las más comunes.
Por último encontramos los depósitos aluviales en todas las partes bajas de la Cuenca; si
lo hallamos debajo de los 2,243 msnm, son definitivamente de origen lacustre (Rzedowski,
1979).
Clima: Es bien sabido que cuando una masa de aire se topa con una barrera como es el
caso de una cordillera, la masa se eleva; ello provoca un enfriamiento que se traduce
posteriormente como precipitación, o por lo menos en un ambiente húmedo (Mociño, 1974).
Esta condición y la distribución anual de lluvias son los principales factores determinantes
de la precipitación en la Cuenca de México, así como las diferencias que existen en cada
región; la zona sur, con sus sistemas montañosos, es bastante húmeda, llegando algunos
lugares a tener más de 1,200 mm anuales de precipitación, en tanto que en la parte norte,
los llanos apenas reciben los 600 mm anuales, o incluso 400 mm al pie de la Sierra de
Pachuca (Valadez, 1983).
Hidrología: El sistema lacustre de la cuenca de México, en combinación con un entorno
montañoso abundante en otro tipo de recursos animales y vegetales, de valles de suelos
ricos, de ríos y manantiales aprovechables. (Rojas, 1985).
Vegetación: Podemos encontrar en la Cuenca de México nueve tipos de vegetación,
distribuidos en tres grupos:
Bosque: de Abies, Pino y Encino. Mesófilo de montaña y de Juniperus, Matorral: Quercus
y Xorófilo, Vegetación herbácea: Pastizal, vegetación halófita, vegetación acuática y
subacuática (Rzedowski, 1979).
4.2 Ubicación del Valle de Teotihuacan
El Valle de Teotihuacan se ubica en el sector noreste de la Cuenca de México (19°34’N,
99°40’W) entre los 2240 y 3100 msnm. El límite norte abarca una parte de la llamada región
de Temascalapa. El área así definida cubre una superficie de aproximadamente 900 km2
(McClung y Tapia, 1996) (Fig 6).
26
Características del Valle de Teotihuacan: Geología, Suelo, Clima y Vegetación
Geología: Cercano a la Faja Volcánica Transmexicana. Las principales manifestaciones
geológicas de la región incluyen formaciones del Mioceno, rodeadas por suelos
provenientes de lava volcánica y pómez derivados de flujos de cenizas del Plio-Pleistoceno.
La mayor parte del área restante corresponde a formaciones del cuaternario: depósitos
aluviales, lavas y basaltos, estratovolcanes y conos cineríticos (McClung y Tapia, 1996).
Tipo de Suelo: Los principales tipos de suelo en la región incluyen faeozems, vertisoles,
cambisoles y leptosoles. Siendo estos últimos los más infértiles (McClung y Tapia, 1996).
Clima: La región está ubicada en la zona de transiciones climáticas de semiárido (BS) y
subhúmedo (C). El promedio anual de temperatura varía de 12 a 18°C debajo de los 2800
msnm, y de 5 a 15°C para las pendientes aledañas. Las heladas tienen un promedio de 40
días anuales en las áreas protegidas de los vientos que provienen del Norte, en cambio en
áreas directamente expuestas pueden tener hasta 100 días de heladas al año. La
precipitación anual de la región, llega actualmente a 500-600mm, alcanzando 700-800 mm
en los cerros de mayor elevación (McClung y Tapia, 1996).
Vegetación: Una pequeña área de bosque de encino, en la cima Norte de Cerro Gordo. La
mayoría de las pendientes comprendidas entre los 2800-3000 msnm tienen rastros de
matorral de encino, considerado como un indicador de intervención humana. Otras
comunidades de vegetación que se encuentran en la región incluyen matorral xerófilo a una
altitud hasta de 2750 msnm así como también extensiones de pastizales entre los 2400-
3050 msnm (McClung y Tapia, 1996).
La ciudad de Teotihuacan (Fig. 7), se ubica dentro del Valle de Teotihuacan, y fue el centro
de una de las civilizaciones más originales de la historia universal. En el periodo Clásico
(150-650 d.C.), Teotihuacan alcanzó el rango de ciudad. Para ese entonces, más de la
tercera parte de sus 85000 habitantes ya no se dedicaban solamente a la producción de
alimentos, sino además a las labores artesanales, comerciales, políticas y religiosas.
27
Fig. 7 Mapa de Teotihuacan (Tomado de Manzanilla, 2012).
4.3 Centro de barrio Teopancazco
Teopancazco “Casa de Alfareros” o “Casa de Barrios” fue un centro de barrio multiétnico,
que perteneció a la antigua ciudad de Teotihuacan, se dedicaban, entre otras actividades,
a pintar y laquear cerámica, a elaborar cestos y ruedas, y a la confección de los atavíos de
la élite intermedia con fuertes vínculos con el corredor de sitios teotihuacanos hacia la costa
del Golfo de México (Manzanilla, 2012).
El sitio de Teopancazco se encuentra ubicado en el pueblo de San Sebastián Xolalpan, en
el lado sur de la avenida Subestación, que sirve de separación con la iglesia del pueblo.
Por el lado oeste colinda con la calle Aztecas. En relación con el mapa de Millon (Fig.7), se
encuentra ubicado en el sector noroeste del cuadro S2E2, y fue denominado como
estructura 1-NE (Manzanilla et al., 2012).
El proyecto interdisciplinario “Teotihuacan: élite y gobierno” dirigido por la Dra. Linda
Manzanilla, tuvo 13 temporadas de campo efectuadas de 1997 a 2005, dónde se excavaron
diferentes materiales arqueológicos y se determinaron cuatro fases cronológicas
principales: Tzacualli-Miccaotli (100-200 d.C.), Tlamimilolpa (200-350 d.C.), Xolalpan (350-
550 d.C.) y Metepec (550-650 d.C.) (Ortiz, 2015).
28
El centro de barrio de Teopancazco está constituido por cuartos, patios y pórticos, de los
cuales se obtuvieron, al momento de la excavación, materiales arqueológicos en rellenos
áreas de actividad (AA) y/o entierros.2
Los restos de las aves son procedentes de las excavaciones realizadas por la Dra. Linda
Manzanilla y su grupo de colaboradores en el sitio arqueológico Teopancazco. La colección
de restos óseos se trabajó en el Laboratorio de Paleozoología del Instituto de
Investigaciones Antropológicas de la UNAM.
2 Los rellenos son marcados por el arqueólogo cada 10 centímetros. Las áreas de actividad son los sitios que por acumulaciones intencionadas son marcados de esta forma, y finalmente los entierros son aquellos que contienen restos humanos, depositados con objetivos funerarios.
29
Capítulo 5. Métodos
De un total de 1346 elementos anatómicos de aves, 998 restos fueron sujetos a una revisión
preliminar por el Dr. Rodríguez (2006). No obstante, fue importante realizar un trabajo de
identificación completo y detallado. Los restos de las aves se estudiaron bajo los siguientes
lineamientos, propuestos por Valadez y Rodríguez (2009):
La limpieza del material se efectuó con pinceles y cepillos suaves para evitar el maltrato y
posibles marcas en los restos. Después se realizó la identificación anatómica de las piezas,
con ayuda de manuales, donde se plasman los huesos en orden anatómico, iniciando por
el esqueleto axial y finalizando con el esqueleto apendicular.
Se identificaron los restos óseos de las aves a nivel de orden, familia, género y especie.
Los ejemplares usados para su comparación se consultaron en las siguientes instituciones
y dependencias: Laboratorio de Paleozoología del Instituto de Investigaciones
Antropológicas (IIA) UNAM, Colección Nacional de Aves del Instituto de Biología UNAM,
Museo de Zoología “Alfonso L. Herrera” de la Facultad de Ciencias UNAM y Salvamento
Arqueológico del INAH. También se usaron manuales como: Gilbert, Avian osteology
(1996) y Guías ornitológicas como: van Perlo (2006) y Peterson (2000), así como los
registros fotográficos del Laboratorio de Paleozoología IIA UNAM.
También se realizaron medidas de algunos elementos óseos con ayuda de un vernier
electrónico (Mitutoyo, Absolute IP 66), esto con el fin de acercar la determinación a una
familia o género, tal como se menciona más adelante.
Para la determinación de un solo resto de Trogon sp. se realizaron pruebas únicas de éste
individuo. La técnica que se usó fue de Morfometría Geométrica, y se emplearon los
programas MakeFan8Win (2000), TPS Versión 2.15 (F. James Rohlf, 2010),
CoordGen8_Win (2000) y Microsoft Excel (2013). Las imágenes que se usaron, fueron
tomadas en la Colección Nacional de Aves del Instituto de Biología y en el Museo de
Zoología “Alfonso L. Herrera” de la Facultad de Ciencias, otras fueron pedidas al Florida
Museum of Natural History, LSU Museum of Natural Science y San Diego Zooachaeology
Laboratory.
Posteriormente se observaron los restos en la búsqueda de huellas tafonómicas, que
podrían ser huellas culturales, tales como: cortes, marcas con patrones definidos,
manufactura, huesos pulidos, exposición al calor etc. O bien huellas causadas por razones
30
naturales, así como marcas de raíces, concreciones, fracturas, desgaste y coloración por
tipo de suelo.
Después, ya con los taxa determinados, se realizó su correlación con los ambientes que
habita, además de que se revisó la distribución y hábitat en guías de campo (van Perlo,
2006 y Peterson y Chalif, 2000) y se obtuvieron las fichas biológicas.
Con los datos arqueológicos se ubicaron los taxa en la cronología de Teopancazco y los
sitios dónde fueron hallados con ayuda de los mapas, también se registró en los contextos
a los que pertenecieron los restos (rellenos, área de actividad y/o entierro).
Pintura Mural
En este punto, la información se obtuvo principalmente de los estudios realizados por la
Dra. Navarijo en la Pintura Mural Teotihuacana (1996). Otra parte fue realizar una pequeña
interpretación de las aves en el mural de la Zona 5-A Pórtico 13, Mural 2. Para obtener la
información se realizó un cuadro donde se expresó todas las características de las aves
representadas en dicho mural, después se realizó un análisis para la propuesta de especies
que se podría estar hablando y se consideró su distribución, hábitat y conducta.
Las fotos tomadas para el presente estudio se obtuvieron del mural que se encuentra en el
museo de pintura mural Beatriz de la Fuente, que se ubica dentro del sitio arqueológico
Teotihuacan y se realizó una descripción completa del mural.
Ya que se obtuvieron las fotos, se realizó una descripción de cada una de las aves,
considerado principalmente las formas básicas del pico, cabeza, cola y cuerpo. También
fue trascendente la coloración de cada una y si presentaban o no vírgula del habla y como
fue representada.
Al tener lista la descripción básica, se buscó en guías ornitológicas las posibles aves que
podrían estar representadas y además, fue sustancial que la distribución de estas
coincidiera con la ubicación geográfica de Teotihuacan y regiones aledañas. Después, de
las propuestas se fue descartando haciendo comparaciones más detalladas, es decir, si las
aves presentaban la misma coloración que las del mural, se buscó otras características
como la forma del pico o de la cola.
Otro punto fundamental en la determinación de aves de la pintura mural, fue considerar
algunas conductas, como el tipo de vuelo, alimentación, si son gregarias o solitarias y el
canto, entre otras características.
31
Datos adicionales
Finalmente, para la obtención de más datos para el análisis de este estudio y por intereses
personales, se consideró lo siguiente: aves en los códices prehispánicos, toponimia
ornitológica, domesticación y conducta de las aves.
El códice que se consultó fue el “Códice De la Cruz-Badiano” (Apéndice 2) se buscaron las
aves y las partes de éstas que se encontraban en los brebajes medicinales.
Toponimia ornitológica: (Apéndice 3) la consulta para este tema fue basado solamente en
el estudio realizado por Navarijo (1995) donde explica los nombres de algunas regiones
geográficas de la República Mexicana, que indican la presencia de las aves. Normalmente
los nombres son puestos, porque ahí se encuentran los organismos, por ejemplo: Tecolutla:
hace referencia a los tecolotes (búhos).
Los datos sobre la domesticación fueron tomados del estudio realizado por Valadez (2003),
y se buscó esa información para conocer la dinámica que hubo con los guajolotes, M.
gallopavo, ya que es una especie doméstica y con valor cultural.
La conducta de las aves se buscó en artículos y libros, esta se realizó por especie y en
otros puntos se generalizó, todo ésto con el fin de entender las interacciones que hubo con
los habitantes de Teopancazco y las aves.
32
Procedimientos
El desarrollo del método es primordial en este estudio, ya que se muestra como fue la
manipulación de todos los restos óseos y cómo es que se determinaron los organismos, así
como el conocimiento de las dinámicas, gracias a la observación de huellas tafonómicas.
Fig. 8. Material para revisión sobre la mesa del Laboratorio de Paleozoología del IIA,
UNAM. (Foto: Ana Frida Silva)
Los restos óseos estaban en bolsas plásticas y etiquetadas (Datos: número de serie, fecha,
coordenadas, relleno, área de actividad o entierro, cuarto y especificaciones adicionales).
Los huesos no estaban seleccionados según el organismo o la clase taxonómica, por lo
que se realizó la separación de todos los elementos óseos de las aves (Fig. 8).
Ya realizada la separación, se trabajó por cuarto y por fase cronológica. Se seleccionaban
los restos, se identificaba al elemento óseo anatómicamente, es decir, saber si era un
húmero, fémur o fragmento de cráneo. A partir de ésto se comenzó con la determinación
taxonómica del ave.
El primer paso fue la comparación de organismos y fue importante realizar el cotejo entre
organismos de las colecciones biológicas así como de las arqueozoológicas del Laboratorio
de Paleozoología IIA UNAM (Fig. 9).
También, cuando no fue posible la determinación con los ejemplares de comparación de la
colección, se usaron los manuales de osteología y también se emplearon los materiales de
otras colecciones (Colección Nacional de Aves del Instituto de Biología UNAM, Museo de
Zoología “Alfonso L. Herrera” de la Facultad de Ciencias UNAM y Salvamento Arqueológico
del INAH).
33
Uno de los puntos valiosos en el método de estudio, de restos arqueozoológicos es agotar
las opciones para realizar una determinación, por lo tanto, se tomaron medidas de los
huesos y se comparó numéricamente. Por ejemplo: el resto de un córvido. Para llegar a ese
resultado, primero se realizó el balance óseo con manuales y materiales de comparación,
el cual mostró semejanzas con el cuervo (Corvus corax), pero las dimensiones del hueso
no resultaban similares, por consiguiente se tomaron medidas del resto arqueozoológico y
de C. corax con el vernier. Después se hizo el cálculo a partir del tamaño completo del
organismo (el que normalmente se muestra en las guías), también se consideró la etapa
ontogénica, para este caso los ejemplares tanto de comparación como la muestra, eran
adultos.
C. corax: 68 mm ----- 675 mm (Longitud)
Muestra: 22.62 mm --- +/- 224.53 mm (Longitud probable)
Después de este cálculo, se buscaron las opciones de diferentes córvidos que entraran en
esta medida y con la distribución de estas aves se llegó al resultado de un córvido de
aproximadamente 224 mm de longitud, pero no fue posible determinar un género.
A
B
Fig. 9. A. Tarsometatarso de Buteo sp. B. Tarsometatarso de Strigidae.
(Foto: Rafael Reyes)
La comparación de restos óseos, que se muestran en la figura 9 es un ejemplo de
similitudes óseas entre aves, ambos presentan una prolongación en la epífisis terminal del
lado izquierdo. A: va hacía un lado, perpendicular a la diáfisis, mientras que, B: va
completamente hacía abajo, formando un ángulo con respecto al eje del hueso. Esta
información indica el tipo de pata que presentan; ambos son aves rapaces pero B es un
taxón perteneciente a la familia Strigidae, y esto se sabe ya que la prolongación que va
hacia abajo indica que es zigodáctilo (dos dedos enfrente 2 y 3 y dos atrás 1 y 4), condición
34
de algunos taxa de ésta familia. Al contrario de las águilas que no presentan este tipo de
extremidades inferiores.
En otros casos, para la comparación fue necesario el conjunto de los tres métodos
mencionados anteriormente; un ejemplo fueron las falanges terminales de un ave rapaz
(Fig. 10). Para ésta primero se realizó el cotejo con los materiales del laboratorio de
paleozoología del IIA, UNAM, después se realizó una segunda revisión con los manuales
(Gilbert, 1996) y finalmente se tomaron las medidas para poder aproximar un resultado.
A
B
C
D
Fig. 10. A: Muestra. B: Aquila chrysaetos. C. Strix occidentalis. D: Tyto alba
(Foto: Rafael Reyes)
Como se puede observar, las zonas de articulación de las falanges terminales muestran
diferencias. La muestra (Fig.10A) presenta semejanzas con (Fig. 10B) más que con los
otros dos individuos (Fig. 10C y D) que pertenecen al orden de los Strigiformes y por lo
35
tanto la forma indica que Aquila chrysäetos es más cercana morfológicamente hablando;
ésto unido a las medidas de la muestra cotejada, con las de A. chrysäetos, dan como
probable que la pieza fuera de un organismo del género Buteo.
Otro punto en el procedimiento es el conocer si los organismos son hembras, machos o
juveniles, entonces para saber es necesario realizar las comparaciones con los diferentes
estadios del desarrollo y observar las características distintivas y proporciones para cada
uno. Por ejemplo: los juveniles no presentan las carillas de las epífisis, en su lugar se
observa una estructura porosa y poco desarrollada, así como un tamaño reducido. Para el
caso de los machos, algunas especies como M. gallopavo muestran en el tarsometatarso
un espolón cercano a la epífisis distal y las hembras no. En otros casos el dimorfismo sexual
a nivel óseo no es visible, por lo tanto no se consideró esta característica en la mayoría de
los organismos estudiados.
En un caso específico, se utilizó otro método, que se explica por completo a continuación:
Morfometría Geométrica
Pasos en la determinación para pico (Maxilar) del cuarto 79 coordenadas: N452 E89 AA150.
El pico del C79 tuvo coincidencia con las fotografías de Pharomachrus mocinno (Quetzal)
tomadas por Götz (2003). Presenta similitudes en la vista lateral del maxilar, debido a que
se muestran una serie de puntos a lo largo del pico (Fig. 11) también en la vista ventral
exhibe dos pequeños orificios en la zona del premaxilar (Fig. 11) (Para una introducción a
la Morfometría Geométrica revisar: Zelditch et al., 2012).
Pruebas realizadas:
1) Se revisaron los picos de los ejemplares de la colección de aves del Museo de
Zoología “Alfonso L. Herrera” de la Facultad de Ciencias UNAM y de la Colección
Nacional de Aves del Instituto de Biología.
2) El resto óseo se llevó con expertos para conocer su opinión y tener más opciones
de búsqueda. (Dr. Adolfo Navarro, M en C. Fanny Rebón y Dr. Raúl Valadez)
3) Se hizo una revisión en manuales y fotografías de diferentes especies de aves
afines.
4) Finalmente se realizó un análisis de Morfometría Geométrica.
36
Especie Museo/Colección Clave de individuo Pharomachrus mocinno *FMNH EAPXXX **LSU 62278 ***SDZL 38175 Trogon mexicanus LSU 22704 Trogon elegans ****MZALH 190 LSU 32042 Trogon citreolus *****CNAIB E020302 LUS 31893 Trogon collaris MZALH 8778
23888 8506
CNAIB P.023911 Piranga bidentata MZALH 03214(12)
10147 10146
Cuadro 2. Especímenes usados, procedencia y clave. *Florida Museum of Natural History, **LSU Museum of Natural Science ***San Diego Zooarchaeology Laboratory, ****Museo de Zoología “Alfonso L. Herrera” Facultad de
Ciencias y ***** Colección Nacional de Aves del Instituto de Biología
Aplicación de prueba
Se realizó una prueba de Morfometría Geométrica de un solo resto óseo, con el fin de
obtener un resultado más objetivo, debido a que el elemento anatómico presenta
semejanzas con P. mocinno así como individuos del género Trogon.
Para este análisis, se consideró en primer lugar las especies que serían usadas, la primera
consideración fue que se tuvieran los elementos óseos de los individuos sin importar la
especie pero sí su distribución y ésta debía encajar en la República Mexicana. Seguido de
esto, se pidió la opinión de ornitólogos de la Facultad de Ciencias UNAM, quienes
propusieron hacer una revisión con especies del género Piranga debido a que
morfológicamente también son similares.
Una vez que se tuvieron todas las especies (Cuadro 2), fue importante saber que vistas
serían usadas: ventral, lateral o aérea. Para ésta decisión se realizaron las pruebas que en
seguida se explican, esto con el propósito de tener un análisis que diera información útil.
Los programas utilizados fueron: MakeFan8Win (2000), TPS Versión 2.15 (F. James Rohlf,
2010), CoordGen8_Win (2000) y Microsoft Excel, (2013).
Para el uso de los landmarks (Coordenadas en un espacio) se consideró lo siguiente: Tipo
de landmarks (Bookstein 1991).
Tipo I: Puntos en el espacio donde se unen tres estructuras.
37
Tipo II: Máxima curvatura o procesos morfogenéticos locales.
Tipo III: Puntos extremos
Fig.11 Landmarks en cada una de las vistas. Fotos (Götz, 2003) (EAPXXX).
Con el programa MakeFanWin8 se colocaron abanicos (Fig. 11A), para tener una guía y
colocar los landmarks con más precisión. Ya que se obtuvieron las imágenes con los
abanicos, lo siguiente fue construirlas a TPS con ayuda del TPSutil. Después se pasaron al
programa TPSdig y cada imagen se escaló a 1 centímetro, y se colocaron los landmarks
(Fig.11). Los landmarks colocados en la punta del premaxilar fueron del tipo I, y del tipo III.
Vista ventral (Fig. 11A): Se colocó un total de 3 landmarks basados en el inicio de las
palatinas y 4 semilandmarks en la periferia del pico. Vista aérea (Fig. 11B): Fueron cinco
landmarks cortando justo al inicio de los nasales y cuatro semilandmarks. Vista lateral (Fig.
11C): Se ubicaron tres landmarks y 11 semilandmarks éstos marcando las irregularidades
del pico. Cuando estuvieron listas las imágenes se pasaron al TPSutil y se realizó una
plantilla de Sliders (Fig. 12). Con todo ésto ya hecho, se pasó al TPSrewl y se observó el
análisis en relatives warps (RW) para cada una de las vistas.
Los datos obtenidos del TPS se importaron al programa CoordGen8_Win en la opción
Match Maker y se obtuvieron las distancias Euclidianas pareadas entre todos los
especímenes de la muestra, (con una distancia mínima de referencia de 0.030), para
encontrar consistencia en los resultados y se buscó la distancia más corta que había entre
los ejemplares y la muestra.
A B C
38
Fig.12 La plantilla de sliders es para todos los individuos, y la forma en triángulo que muestra funge como una guía para los demás individuos. Los puntos en blanco, son los
que se seleccionaron, cuando pasan al programa TPSrewl estos se traducen como semilandmarks.
Resultados
Después de haber realizado las pruebas de Morfometría en el TPS, se eligió qué vista era
la que estaba dando resultados coherentes, es decir, que las especies ya conocidas se
vinculen, observando los RW y las distancias en el Match Maker, para éste caso fue la vista
ventral.
Fig.13. RW de la vista ventral, incluye a P.mocinno, T. citreolus, T. collaris, T. elegans y la muestra. En el RW se obtienen ejes de máxima variación y una de sus propiedades es
que mientras los individuos se encuentran más cercanos en la gráfica son más similares entre sí.
1 y 2 P. mocinno 3 Muestra 4 T. citreolus 5,6,7 y 8 T. collaris 9 T. elegans
39
Se muestra en la figura 13 el RW de vista ventral con todos los Trogones, sin incluir a P.
bidentata y las fotos de LUS. En éste análisis se puede observar que la muestra (con el
número tres “3”) se encuentra muy cercano al número “4” que pertenece a la especie T.
citreolus, y la muestra se aleja de los individuos “1 y 2” que representan a P. mocinno.
Fig.14. Distancias Euclidianas entre individuos. Azul: distancias pareadas entre todos los
ejemplares. Rojo: distancias pareadas entre la muestra y los demás individuos.
Cuadro. 3 Distancias para Trogones Especie1 Especie2 Distancia T. collaris T. collaris 0.027
T. citreolus T. collaris 0.030 P. mocinno T. citreolus 0.035 P. mocinno P. mocinno 0.036 T. collaris T. elegans 0.039
T. citreollus Muestra 0.043
Cuadro. 4 Distancias de todas las especies mostradas en el Cuadro. 2 Especie 1 Especie 2 Distancia T. collaris T. collaris 0.027 T.collaris T.citreolus 0.032
P. mocinno T. citreolus 0.037 P. bidentata P. bidentata 0.038 T. collaris T. elegans 0.038 T. collaris T. collaris 0.039
Las distancias euclidianas del cuadro 3 y 4 muestran las especies que se emparejaron, y éstas se obtuvieron del análisis realizado en el Match Maker, el cual mide dos puntos en
el espacio.
40
Fig. 15. Histograma de las distancias de la vista ventral de los Trogones, y los especímenes que se unieron por distancia mínima de referencia.
Las distancias obtenidas en el Match Maker, son distancias de similitud, entre menor sea el
número de ésta, mayor será la similitud morfológica entre los pares de individuos. En este
sentido, sólo los individuos 5 y 6 presentan una distancia de 0.027 menor a la distancia
mínima sugerida y estos representan la misma especie, T. collaris. La muestra (C79) se
acerca más a T. citreolus, con una distancia de 0.043.
La muestra es muy cercana a T.citreolus, y ésto nos está mostrando una tendencia, es
decir, que en primer lugar cuando se observa el RW en vista ventral se puede ver que la
muestra se dirige hacia donde están todas las especies de la familia Trogonidae y no donde
están los individuos de la especie Piranga bidentata; pero cuando se observa en la prueba
de Match Maker la muestra, se une más con los individuos del género Trogon y es más
lejano al género Pharomachrus, por lo tanto se puede aproximar que la muestra pertenece
a un Trogon sp.
41
Fig. 16 Muestra C79, en vista aérea, lateral y ventral (Fotos: Rafael Reyes).
Fig.17 A: P .mocinno B: T .collaris C: T .citreolus (Foto de P. mocinno tomada por Götz, y Trogones por Ana Frida Silva).
En las imágenes mostradas (Fig. 16), se puede observar que el pico del C79 se encuentra
fracturado justo donde inician las palatinas y debido a ésto no es posible observar bien la
amplitud típica en los picos de las especies de la familia Trogonidae (Fig. 17). Pero se
pueden observar otras características que presenta el elemento óseo, por ejemplo: en el
premaxilar en la vista ventral, se pueden observar dos puntos cóncavos que no presentan
otras especies, pero sí los Trogones, también en la vista lateral, se puede ver un patrón de
puntos que también presentan los individuos de esta familia y ésto no se ve de la misma
manera en otras especies, por otro lado, que tenga una forma acerrada en el perímetro del
pico es parecido a otras aves, por ejemplo a las Pirangas.
A partir de la observación de las fotos y el registro óseo de Trogones, se puede observar
que todos presentan características clave para reconocer a la familia Trogonidae, pero
considerando el análisis de Morfometría Geométrica, los tamaños, la muestra y distribución;
lo más probable es que hablemos de T. citreolus (Fig. 17C).
Haber realizado el análisis con morfometría geométrica para la identificación del resto óseo
del C79, ha sido de gran importancia, ya que, con los métodos convencionales no se podía
llegar más que a familia taxonómica y podría haber confusiones al tratar de determinar el
taxón, ya que, sería muy subjetivo aquel posible resultado por el parecido que presenta el
maxilar con casi todas las especies de la familia Trogonidae, por lo tanto este tipo de
pruebas son nuevas alternativas para el estudio arqueozoológico.
A B C
42
Huellas tafonómicas
En este paso, fue fundamental realizar la limpieza de los huesos con precaución, ya que al
hacer una mala limpieza se pueden generar en los huesos otras marcas y puedan arrojar
errores al estudio.
Lo siguiente es observar cuidadosamente todo el hueso y buscar marcas de cortes, que
son pequeñas estrías y comúnmente se encuentran formando patrones. También, conocer
si estuvo expuesto al calor, en este caso el hueso se ve brilloso y en algunos casos se
pueden ver zonas marrones o negras, que indican cocción directa del hueso o que fue
ahumado (Fig. 18A). Igualmente se debe examinar si tiene marcas de mordidas, éstas
normalmente presentan la forma de los caninos y patrones similares a los de una dentición
de algún carnívoro; (Fig.18B) y reconocer las modificaciones culturales, como se muestra
en la figura 18C. Asimismo es necesario registrar cuales son las marcas de procesos
naturales, por ejemplo: raíces adheridas, concreciones (sustrato conglomerado en algunas
partes de los huesos) y cambios en la coloración. Además fue importante encontrar restos
que presentaban muy pocas huellas o prácticamente nada, como en el caso de la figura
18D ya que este tipo de restos, aparte de que estaban completos y tuvieron que ser
armados, el hecho de que no presenten ciertas huellas también da información valiosa.
A
B
C
D
Fig. 18 A. Tarsometatarso y pelvis ahumados de M. gallopavo. B. Detalle de húmero de M. americana con marcas de mordidas. C. Tarsometatarso modificado de M. gallopavo. D.
Pata casi completa de M. gallopavo. (Fotos: Rafael Reyes).
43
Pigmentos Otro caso único, fue el hallazgo de una pelvis con pigmentos en forma de polvo, ésta fue
de especial interés, por lo tanto, se realizó otro proceso para la obtención de más
información que se explica a continuación.
Para la determinación de los pigmentos, que se encuentran en la pelvis de un ave mediana,
del C258A se observó al microscopio estereoscópico con aumento extra de 2X toda la
superficie del hueso. Después, se fotografiaron todas las zonas de mayor importancia. La
superficie de la pelvis se encuentra cubierta por polvos rojizos y arenas, con pequeños
granos de cuarzo y otros de carbón. Parte de los pigmentos están mezclados con las arenas
y en la parte ventral de la pelvis, el tono del pigmento es más fuerte y brillante. Los polvos
se guardan entre estrías y la porosidad del hueso. En la parte proximal presenta una ruptura
o fractura, en esa zona no hay pigmentos, solamente áreas con carbón. El pigmento
presente en el hueso, es muy probable que sea óxido de Hierro, sin embargo es necesario
la realización de otras pruebas para aproximar mejor el resultado.
Fig.19 Pigmentos observados al microscopio estereoscópico con un aumento extra de2m (Fotos: Rogelio Santiago).
Aves en la pintura mural
El orden de los Passeriformes, es el más diverso, México cuenta con 531 especies (AOU),
para el Estado de México según Gurrola y Chávez 2005, son 248, por lo que conocer la
identidad taxonómica de las especies de aves representadas, es de gran dificultad. Sin
embargo, podemos partir de aves de la región que soportan las áreas poco perturbadas,
pero con actividades humanas cercanas y éstas serían las que fueron plasmadas en el
mural que data del periodo clásico.
44
No obstante, una consideración vital, es que al observar todo el mural (Fig. 20), el punto
focal de éste es un jaguar y no se distribuye en las regiones del valle de Teotihuacan, por
lo tanto, podría ser una relación con las regiones selváticas de Mesoamérica, y que las aves
representadas sean de esta región.
El jaguar tiene lengua bífida, la cara se forma por dos perfiles y dos secciones conforman
el tocado, con la pata derecha delantera abraza a un maguey y este se divide en tres partes,
dos hacía los lados y una en el centro, de éstas brotan flores de cuatro pétalos y de las
mismas hay flores que muestran la corola. En todo el perímetro del mural hay flores de
cuatro pétalos y de ellas cuelgan conchas y caracoles. Alrededor del felino lo acompañan
mariposas y aves (Fig. 20).
Fig. 20 Mural de la Zona 5-A, Mural 2. (Beatriz de la Fuente, 1996)
Para contar con una aproximación sobre las posibles especies de aves que acompañan al
jaguar, primero fue necesario hacer una descripción general considerando formas básicas
de todo el cuerpo de los individuos, color y la representación de la vírgula. También fue
importante revisar la distribución y comportamiento.
Las tres aves rojas y pequeñas (Fig. 21A, B y C), presentan una cabeza ovoide y pico
amarillo. Las alas las tienen extendidas y muestran líneas horizontales azules y otras más
oscuras verticales, que simulan la plumas y la cola no es visible. Una de ellas (Fig. 21C)
tiene las alas azules y por debajo amarillo con formas acerradas aparentando las plumas
de las alas primarias.
Estas podrían ser Pyrocephalus rubinus, debido a que, esta ave tiene una distribución en
el centro de la República Mexicana y además es fácil de ver, debido a su color y que cuando
come realiza vuelos cortos y llamativos en zonas abiertas. También, es pequeño y es fácil
encontrarlo cerca de los campos de cultivo, por lo que con seguridad esta ave era
reconocida.
45
El ave amarilla (Fig. 21E) presenta dos triángulos que forman el pico, uno de mayor tamaño
para el maxilar y uno pequeña para la mandíbula. Las alas están extendidas y con color
azul y amarillo por abajo, sobre la zona inferior tiene líneas rojas verticales. La cola es un
abanico alargado y termina en tres trazos, además en la zona más proximal tiene un color
rojizo. El vuelo es como si fuera en picada.
Es difícil saber que ave es, ya que un porcentaje grande de aves son amarillas o presentan
este color en alguna proporción. Podría tratarse de una hembra de Piranga sp., ya que
éstas se distribuyen en la zona, son frecuentes y algunas son migratorias. También podría
ser Basileuterus lachrymosa por el tipo de cola larga y en forma de abanico. No se
consideran las calandrias porque la forma del pico no se parece y no se notan patrones de
parches negros en las alas o en la cabeza, tal como lo presentan esas aves.
Las tres aves de tonos azules (Fig. 21F, G y H) tienen la cabeza de forma ovoide, el pico
es un triángulo amarillo, las alas se presentan extendidas y en la parte superior se observan
tonos amarillos con líneas diagonales marrones. La cola es un abanico y para imitar las
plumas poseen líneas verticales.
Tomando en cuenta la descripción se podría estar hablando de Passerina caerulea, ésta
ave tiene una distribución dentro de la Cuenca de México y además tiene un canto llamativo.
Es un ave fácil de ver y se encuentra casi siempre perchada o comiendo en los suelos.
Otras aves azules presentan semejanzas, tales como, Aphelocoma unicolor pero esta chara
es completamente azul, además de tener un pico alargado y una distribución en el sureste
mexicano. Otra posibilidad podría ser un azulejo, Sialia mexicana, pero éste presenta tonos
rojizos en el pecho y no en las alas, además el pico es delgado y pequeño en comparación
al que está pintado.
De las dos aves blancas, una de ellas (Fig. 21D) es muy semejante a las ya descritas, pero
la diferencia es que, presenta un color blancuzco y la cola es larga y bifurcada, por lo que,
podría tratarse de una golondrina, principalmente ésto se sabe por la forma de la cola y esta
característica es común en las que pertenecen a la familia Hirundidae. De las nueve
especies que se encuentran en el Estado de México podría ser Hirundo rustica, golondrina
tijereta.
La otra ave blanca (Fig. 21I), presenta una cabeza alargada y angulosa, el pico es amarillo,
y tiene la forma de un triángulo rectángulo dividido por la mitad y se forma el orificio nasal
con un punto. Solo se observa un ala, que parece una pluma y en la parte final se muestra
46
un carácter irregular semejante a un algodón. La cola es un abanico corto con líneas en
diagonal y su vírgula es desproporcionada con el tamaño del ave.
Por el color del cuerpo, del pico y de las patas podría considerar que se trata de un
padecimiento común en las aves: Leucismo3. Otra consideración, es que se trate de una
representación del genérico de un ave de canto, también puede suponerse el intercambio
de recursos con regiones del sur y de ser así, se puede tratar de un Carpodectes antoniae,
ya que esta ave es completamente blanca y tiene el pico amarillo.
A
B
C
D
E
F
G
H
I
Fig. 21. Aves representadas en Mural 2 de la Zona 5-A. A, B y C. Aves rojas. D. Golondrina. E. Ave amarilla. F, G y H. Aves azules. I. Ave blanca (Fotos: Ana Frida Silva).
3 Variación de un gen recesivo implicado en la coloración de las plumas que impide la coloración de estas, pero los ojos, pico y patas si presentan color.
47
Otra característica de estas aves es que muestran una vírgula y para cada ave que la presenta es diferente.
21B: Esta ave presenta una vírgula muy sencilla, es de color azul, su dirección va para
arriba y además es lisa.
21E: Tiene color azul y en el perímetro se forman pequeños patrones de vírgulas, que
quedan adentro de la más grande.
21G: Es de color blanco y también presenta un patrón de vírgulas pequeñas, pero éstas
van hacia afuera.
21H: Es blanca y al final se enrosca y termina en un punto, solo al inicio de la vírgula, se
observa un patrón de vírgulas.
21I: Es azul claro, lisa y grande. Al final se observa la forma de la vírgula bien definida.
La vírgula del habla o del sonido, para los humanos es una característica valorable, ya que
muestran diferentes formas, unas son continuas y al final se curvan un poco, otras son con
forma de caracol y otras tienen dentro de ellas un patrón de pequeñas vírgulas. Esto
muestra la diversidad de cantos y el conocimiento de ellos.
Otro ejemplo que comprende las representaciones de aves, es en los murales de la Zona
5-A cuarto 18, donde se plasmaron, dos pelícanos y una garza (Fig. 22).
Los pelícanos: uno de ellos se encuentra en vuelo y el otro en posición de descanso, debido
a que el mural está incompleto es imposible saber en dónde está parado y por ende no se
sabe si está cercano al agua. Ambos presentan un pico largo y un poco rectangular y
termina con un trazo hacía abajo, el cuerpo es robusto, a diferencia de la garza que es más
delgada; en la figura 22A se puede observar una franja más oscura en las alas y podría ser
indicador de la especie ya que los pelícanos blancos presentan color negro en las alas,
principalmente en las primarias.
El pelícano blanco, se encuentra en México en invierno y en las dos costas, y una
característica de esta ave, es que cuando vuela no se zambulle, como lo hacen los
pelícanos pardos (Peterson y Chaliff, 2000).
En el caso de la garza (Fig. 22C) se muestra en una posición común, levantado una pata y
con el cuello en forma de “S”, no presenta plumas sobre la cabeza, el pico es largo y tiene
un cuerpo alargado, por lo tanto podría ser Ardea alba, además de que en el mural es parte
48
de animales relacionados al agua. También se distribuye en el centro de México y es común
observarla en los cuerpos de agua o cercana a ellos.
A
B
C
Fig. 22 Aves acuáticas representadas en la pintura mural teotihuacana de la Zona 5-A. A
y B. Pelícano blanco. C. Garza blanca (Fotos: Ana Frida Silva).
49
Capítulo 6. Resultados
El estudio de los restos llevó a un nivel de identificación que incluyó: 2 órdenes, 7 familias,
2 géneros y 7 especies, dando un total de 18 taxa. De los huesos analizados que no se
pudieron determinar, se agruparon en Aves SinID. En el caso de los Anátidos no se avanzó
más en el nivel de identificación debido a la poca variabilidad osteológica que existe entre
ellos y a todas las modificaciones culturales que presentan los huesos.
TAXA Miccaotli Tlamimilolpa Xolalpan Metepec
Mycteria americana X X
Ardea alba X
Anátidos en general X X X X
Aquila chrysaetos X
Buteo sp. X
Colinus virginianus X X X
Meleagris gallopavo X X X X
Phasianidae X
Galliformes X
Recurvirostra americana X
Charadriidae X X
Columbidae X X
Strigidae X
Trogon sp. X
Corvidae X
Icteridae X
Quiscalus mexicanus X
Passeriformes X X
Ave sin ID X X X X
Cuadro 5. Listado de taxa hallados en Teopancazco y su presencia en cada fase cronológica
50
Se presentan los datos obtenidos de la revisión de los elementos óseos.
Fig.23. Taxa obtenidos
Del total de los huesos analizados se obtuvieron 18 taxa, de los cuales el porcentaje de
Orden y Género representa el 11% y Familia y Especie el 39%.
Fig.24. Número de taxa por fase cronológica.
La fase con mayor diversidad de aves es Xolalpan con un total de 13 taxa, en seguida está
Tlamimilolpa con 10 taxa, y finalmente las fases Tzacualli-Miccaotli y Metepec con 5 taxa
cada uno.
11%
39%
11%
39%
Taxa
1 Orden
2 Familia
3 Género
4 Especie
15%
30%
40%
15%
Por fase
1 Tzacualli-Miccaotli
2 Tlamimilolpa
3 Xolalpan
4 Metepec
51
A
B Fig.25. Por cada taxón identificado se observa el número de elementos anatómicos. A.
Taxa con mayor número de elementos anatómicos. B. Taxa con menor número de elementos anatómicos.
La especie más abundante es M. gallopavo con un total de 655 elementos anatómicos,
seguido por los Anátidos con 359 y finalmente por Colinus virginianus con 55. Los demás
taxa son representados por un mínimo número de elementos anatómicos, y en casos como:
Corvidae, Quiscalus mexicanus, Recurvirostra americana, Ardea alba, Trogon sp. y Aquila
chrysäetos, son representados por un único elemento óseo.
655
359
5520
0
100
200
300
400
500
600
700
M.gallopavo Anatidae C. virginianus Sin ID
2
1 1
3
1 1
5
1
3
2
1
2
1 1
6
0
1
2
3
4
5
6
7
52
Para los taxa, como: Buteo sp es representado por tres elementos, Charadriiformes por
cinco, Strigidae por dos, Icteridae por dos y los Passeriformes en este conjunto son los más
abundantes, representados por seis elementos óseos.
Y finalmente el grupo de aves sin ID (sin identificación) fue constituido por 20 elementos, la
mayoría de estos restos son fragmentos o presentan modificaciones culturales, que hacen
imposible su determinación taxonómica.
A
B
Fig.26. Tipo de huesos, reconocidos y abundancia. A Elementos anatómicos con mayor abundancia. B. Elementos anatómicos con menor abundancia.
144 151
97
171
110122
99
131
97
020406080
100120140160180
Elementos óseos
58
69
44
4 3
34
12
0
10
20
30
40
50
60
70
80
Pico Radio Fémur Fíbula Vértebras Escápula Fúrcula
53
De todos los elementos óseos que se analizaron (1346), la unidad anatómica que aparece
con más frecuencia son las falanges, después el húmero y finalmente el tarsometatarso
(Fig. 26).
Los huesos pertenecientes al esqueleto axial, a la cintura escapular y a la cintura pélvica
son los que menos aparecen. Esto quizá resulta del aprovechamiento alimentario, ya que
la mayoría de lo consumible y aprovechable se encuentra en esta zona. Mientras que las
extremidades presentan mucho menos músculos, por lo tanto no se consumen tanto como
alimento, pero para los objetivos del centro de barrio de Teopancazco, adquirir estas partes
representaba la obtención de materia prima para la elaboración de herramientas, artesanías
y/o vestimentas, debido a que las extremidades superiores se encuentran las plumas
principales y las extremidades inferiores presentan huesos largos y casi sin curvatura,
fueron ideales para convertirlos en herramientas.
Asimismo, la mayoría de los restos óseos hallados en Teopancazco presentan huellas de
haber estado expuestos al calor. Otros presentan rastros de corte, pero es considerable
señalar que no son la mayoría, solamente algunos, especialmente los organismos que
fueron alimento, como M. gallopavo, y los que se usaron como materia prima para
herramientas.
Los huesos para ofrendas, en el sitio de Teopancazco en su mayoría son restos del
esqueleto apendicular, y principalmente de las extremidades posteriores y se encontró
variación en las huellas tafonómicas, ya que no siempre aparecen expuestas al calor, esto
indica que no fueron alimento y pudo haber sido un evento ritual.
Los huesos que menos aparecen son las vértebras y la fíbula, estos elementos óseos son
pequeños y con seguridad se perdieron por procesos naturales, aunque también indica el
poco interés por estas unidades anatómicas.
En los siguientes cuadros se muestran, por fase cronológica detallada, los contextos en los
que aparecieron cada taxa, cuáles fueron sus huellas tafonómicas y en los cuartos que
aparecieron. En algunos casos se muestran datos adicionales, ya que son importantes para
la interpretación de los datos.
54
6.1 Presentación de resultados por fase cronológica y Fichas biológicas
Fase: Tzacualli-Miccaotli
Taxa Cuarto Contexto Huellas
tafonómicas
Datos
adicionales Relleno AA Entierro
Mycteria
americana
(Cigüeña
Americana)
C362G X EC,MC,MMR y
R
Húmero
Anátidos en
general
(Patos)
C362G X EC
C413A 242 EC
Meleagris
gallopavo
(Guajolote)
C362C, y
C353C
X EC y Fr
C362G X EC y Fr Uno de los
individuos es
una hembra
C413A 242 EC
Charadriiformes
(Ave vadeadora)
C362C X EC y Fr
Aves sin ID , C362C y
362G
X Fr
C353A 234 Fr
Nomenclatura Huellas tafonómicas: Cocido (Co), Expuesto al calor (EC), Quemado (Q), Marcas de corte (MC), Marcas de mordido / roído (MMR), Raíces (R), Pulido (P), Fractura (F), Fragmentos (Fr), Manufactura (MN) y Desgaste (D).
55
Fase: Tlamimilolpa temprano
Taxa Cuarto Contexto Huellas tafonómicas
Datos adicionales Relleno AA Entierro
Anátidos en general (Patos)
C162E,
C260,
C367
X EC y Fr
C106 189 EC y Fr
C106D-
362E
215B EC
C260 206 EC
C367 237 EC
Colinus virginianus (Codorniz)
C162E, C367, C253B
X EC
C106D-362E
215B EC y D Representada por
tarsometatarsos
C351A 164 EC
Meleagris gallopavo
(Guajolote)
C162E, C262B, C367
X EC, Fr y D
C106D-362E
215B EC y Fr Cráneo, cascarón y un
juvenil.
C260 206 EC
C351A 164 78 EC
C367 236 EC y Fr
C367 238 EC y Fr
Columbidae (Paloma)
C313A X EC
Passeriformes (Aves de percha)
C106D-362E
215B EC y F
C260 206 Aves sin ID C351A X 78 EC y Fr
C106D-362E
215B Pico (Maxilar)
C260 206
56
Fase: Tlamimilolpa medio
Taxa Cuarto Contexto Huellas tafonómicas
Datos adicionales Relleno AA Entierro
Mycteria americana (Cigüeña
americana)
C367 X EC y F Fémur
Anátidos en general (Patos)
C6, C162, C162E, C262F, C358A, C358C,
C313-C1, C313-C2
X EC y MC
C162D 100 EC C313A 221 Fr
Aquila chrysäetos
(Águila)
C313A X F y D Fémur
Colinus virginianus (Codorniz)
C162, C162E,
C313-C2, C217
X EC
Meleagris gallopavo
(Guajolote)
C162, C162E, , C358A,
C313-C1, C217
X EC y P
C162D 100 EC C162D 168 EC y Fr C181B-261 214B EC C313-C2 X MN y Fr Presencia de
cascarón y un punzón
Strigidae (Búho)
C162E X D y Fr Tarsometatarso
Quiscalus mexicanus
(Zanate)
C6 X F y D Macho
Passeriforme (Aves de percha)
C367, C313-C1
X EC
Aves C313-C1, C313-C2
X EC y Fr
C313A 224 P y MN
57
Fase: Tlamimilolpa tardío
Taxa Cuarto Contexto Huellas tafonómicas
Datos adicionales Relleno AA Entierro
Anátidos en general (Patos)
C6, C161 X EC y Fr
C158B 75 EC C358D 213 EC, Fr y D Abundante
Phasianidae (Codorniz,
gallinitas de monte)
C6 X EC
Colinus virginianus (Codorniz)
C6 X EC
Meleagris gallopavo
C6, C161, C162B, C162C, C162F
X EC
C158B 75 EC C262B 96 EC Cala de
saqueo C358D 213 EC, P y Fr Posible
ahumado Charadriiformes
(Aves vadeadoras)
C6 X EC
C158B 75 EC Columbidae (Palomas)
C358D X 213 EC
Icteridae C6 X EC C358D 213 EC Ave
pequeña Passeriforme C6,C162C X Fr Aves sin ID C6,C161 X F y Fr
C358D 213 Fr
58
Fase: Xolalpan temprano
Taxa Cuarto Contexto Huellas tafonómicas
Datos adicionales Relleno AA Entierro
Ardea alba (Garza blanca)
C247B 88 24 EC y Fr Pico (Maxilar)
Anátidos en general (Patos)
C6, C79,C247B,
C258A, C258B
X EC y F
C251A 66 15 EC y F C251A 154 EC C258C 103 EC
Buteo sp. C162B X F Pata izquierda representada por falanges
Galliformes (Codornices,
faisanes, guajolote)
C247B X 88 EC y Fr
Colinus virginianus
C162B, C213A, C258C
X EC y F
C251A 64 EC C251A 66 EC
Meleagris gallopavo
(Guajolote)
C79, C162B, C162C, C162D, C258A, C258B, C258D
X EC y MC
C213A 111 EC y Fr C251A 66 15 F C258C 103 EC Patas
completas Charadriiformes
(Aves vadeadoras)
C251A X 154 EC y F
Columbidae C79 X Fr Passeriforme C213A X Fr
C247B 88 Fr Aves sin ID C258A X Fr Pelvis de ave
mediana con pigmentos
rojos.
59
Fase: Xolalpan medio
Taxa Cuarto Contexto Huellas tafonómicas
Datos adicionales Relleno AA Entierro
Anátidos en general (Patos)
C506, C507, C507C X 114
EC y Fr
C244 34 EC C507 114 EC
Buteo sp (Aguilillas)
C79 150 EC, MC y R Tarsometatarso
Meleagris gallopavo
(Guajolote)
C6, C9, C14, C167, C14, C15-16, C17, C18,
C24,C25, C27, C33, C35, С37, C61, C145, C154A, C162 , C247 C506, C507,
C507A
X EC
C19 30 EC Patas completas C25 16 EC C79 150 EC C145 94 28 EC C151 63 14 EC y F C162F 144 EC C244 34 EC C244 35 EC C504 110 EC C507C 118 36 EC
Colinus virginianus (Codorniz)
C19 y C151 X EC
C154A 172 C244 33
Charadriiformes (Aves
vadeadoras)
C37, C154A, C251A X EC y F Representado por tarsometatarsos
Trogon sp. C79 X 150 EC y F Pico (Maxilar)
Passeriforme (Aves de percha)
C506 X EC
C244 34
60
Fase: Xolalpan tardío
Taxa Cuarto Contexto Huellas tafonómicas
Datos adicionales Relleno AA Entierro
Anátidos en general (Patos)
C167, C14, C15-16,C24, C113,
C247,C251,C251A, C151, C151A
X EC y Fr
C6 37, 51 y 55*
EC y F *Altar
Buteo sp. C151 X Fr
Colinus virginianus (Codorniz)
C25,C151, C213A, C244, C247
X EC
Meleagris gallopavo
(Guajolote)
C6, C9, C14, C167, C14, C15-16, C17, C18,
C24, C33, C35, C79,C151, C244, C247,
C251, C251A
X EC, MC y Fr
C6 55,36, 38, 51, 68* y
76
EC *Altar
C6 8 y 10 junto
individuo B
EC, MMR y R
C213A X D Pata de macho Charadriiformes
(Aves vadeadoras)
C151, C251 X EC
Recurvirostra americana (Avoceta)
C213 X EC Coracoides
Strigidae (Búho)
C151 X EC, F y Fr
C6 55 F Pico (mandíbula)
Corvidae (Charas)
C14 X EC Carpometacarpo
Icteridae (Calandrias)
C159B, C151 X EC y F
Aves sin ID C6, C244 X EC y F
C6 55 FR
61
Fase: Metepec
Taxa Cuarto Contexto Huellas tafonómicas
Datos adicionales Relleno AA Entierro
Anátidos en general (Patos)
C41,C42,C44-50,C45-51,C46-
48 C61, C64, C66B
X EC
Colinus virginuanus (Codorniz)
C46-48, C43-51 X EC
Meleagris gallopavo
(Guajolote)
C45-51, C46-48, C62, C63,C66,
C72
X EC, F y Fr
C61 53 EC Passeriforme
(Aves de percha)
C63 X EC
Aves sin ID C13, C41, C45-51, C46, C67
X F y Fr
62
Fichas biológicas
Las fichas biológicas fueron realizadas con el propósito de tener un panorama general de
las aves presentes en Teopancazco, ciudad de Teotihuacan, Estado de México, México.
Con la descripción de cada una de las aves se logra entender parte de su biología, así
como, sus características físicas, lo que ayuda a descifrar parte del esquema de interacción
que vivieron con el humano. Se usó la guía de campo, Aves de México de Peterson y Chalif,
2000 y para la clasificación y los nombres, se usó la base de datos de la Unión Americana
de Ornitólogos (AOU) del 2013. En cada una de las fichas se muestra su clasificación
taxonómica, nombre común y las fases cronológicas de Teotihuacan en las que se
encontraron.
Clase: Aves Orden: Ciconiiformes Familia: Ciconiidae Género: Mycteria Especie: Mycteria americana Nombre común: Cigüeña americana
Medidas: 800 mm – 1175 mm. Envergadura: 1.6 m. Cigüeña blanca muy grande con cabeza
oscura y abundantes áreas negras en alas y cola. Pico largo y grueso en la base y curvado
hacia abajo. Cuando se alimenta mantiene la cabeza baja mientras camina. Vuela
alternando aleteo con planeo. Remonta en grupos, a grandes alturas. Voz: Gruñido ronco
(generalmente silencioso).Distribución: Vaga a lo largo de la Costa del Pacífico desde
Chiapas hasta Sonora. También de la península de Yucatán hasta Tamaulipas.
Principalmente costero, irregular tierra adentro (Peterson y Chalif, 2000). Anidación:
anidan normalmente sobre las ramas de Nyssa biflora o de Taxodium distichum, árboles
que se encuentran sobre el agua. Las crías son completamente dependientes de sus
padres, por la regulación de temperatura y el alimento. En lugares donde M. americana es
local, se le encuentra en los meses donde el nivel del agua es bajo (en secas) (Murphy y
Hand, 2013). Fases: Miccaotli y Tlamimilolpa.
63
Fig 27. M.americana (van Perlo, 2006).
Fig 28. Distribución (Cornell lab. de Ornitología, 2015).
Fig. 29 Fémur de M. americana (Foto: Rafael Reyes).
64
Clase: Aves Orden: Pelecaniformes Familia: Ardeidae Género: Ardea Especie: Ardea alba Nombre común: Garza blanca
Garza blanca grande, de 1200 mm y esbelta con el pico amarillo. Patas y pies negros.
Durante la anidación tiene plumas rectas sobre la espalda. Mientras se alimenta tiene una
postura con el cuello hacia adelante. Voz: un bajo y áspero graznido. También: cuk, cuk
cuk. Distribución: E.U.A hasta el sur de Argentina, en México está casi en todas partes,
principalmente en tierras bajas (Peterson y Chalif, 2000). Fases: Xolalpan
Fig 30. A. alba (CONABIO, 2014). Fig 31. Distribución (Cornell lab. de Ornitología, 2015). (Ilustración: Marco Pineda).
Fig. 32. Pico de A. alba (Foto: Rafael Reyes).
65
Clase: Aves Orden: Anseriformes Familia: Anatidae Nombre común: Patos
Una numerosa familia de aves acuáticas, divididas en varias tribus: 1) Patos silbadores, 2)
Cisnes, 3)Gansos, 4) Patos “trepadores”, 5) Patos que se alimentan en la superficie, 6)
Patos buceadores, 7)Patos marinos, 8) Patos de cola tiesa. Alimento: plantas acuáticas,
semillas, pastos, pequeños animales acuáticos, insectos, peces, moluscos, crustáceos
(algunas aves acuáticas se especializan en su alimentación). Distribución: en casi todo el
mundo, con un total de 145 especies y en México 33 especies (Peterson y Chalif, 2000).
Fases: Miccaotli, Tlamimilolpa, Xolalpan y Metepec.
Fig 33. Patos comunes de la Cuenca de México. (CONABIO, 2014) (Ilustraciones: Marco Pineda). Restos de anátido encontrados en Teopancazco (quilla y fúrcula) (Foto: Rafael Reyes). Especies
de patos (de arriba hacia abajo): Anas clypeata (Hembra y Macho), Anas discors, Oxyura jamaicensis y Anas platyrhynchos.
66
Clase: Aves Orden: Accipitriformes Familia: Accipitridae Género: Aquila Especie: Aquila chrysäetos Nombre común: Águila real
Distribución: Se distribuye en Eurasia y Norteamérica. En México se encuentra en Baja
California Norte, Sonora hacia el Este de Nuevo León y al Sur del Centro de México. Habita
en montañas abiertas, laderas de montañas, cañadas y praderas. Envergadura de 2 a 2.3
m. Medidas: 750 mm – 1025 mm. Se caracteriza por ser un águila majestuosa, que cuando
planea lleva sus alas en el plano horizontal y se remonta dando ocasionales aleteos. Su
enorme tamaño y sus alas largas la distinguen de las otras águilas grandes. Adulto: La
zona ventral es uniformemente oscura o un poco clara en la base de la cola. Cuando el ave
sobrevuela se puede observar un tono dorado en la parte posterior del cuello. Juvenil: Visto
en el vuelo por arriba y abajo, tiene en la base de las alas primarias blanco y la cola es
blanca con una banda ancha oscura terminal. Existe toda una gama de variabilidad dentro
de este plumaje inmaduro. Voz: Rara vez se escucha; un grito como de ladrido Kya; notas
silbadas (Peterson y Chalif, 2000). Fases: Tlamimilolpa (C131A).
Fig. 34. A. crhysäetos (van Perlo, 2006). Fig. 35. Distribución (Cornell lab. de Ornitología, 2015).
Fig. 36. Fémur, epífisis distal de A. chrysäetos (Foto: Rafael Reyes).
67
Clase: Aves Orden: Accipitriformes Familia: Accipitridae Género: Buteo Nombre común: Aguilillas
Aguilillas robustas con alas anchas y colas relativamente cortas, redondeadas y anchas.
Habitualmente se remontan en grandes círculos. Presentan mucha variación en el plumaje;
la hembra es más grande. Las aves jóvenes en la mayoría de las especies tienen rayas a
lo largo en la parte ventral. Alimento: Ratas, ratones, conejos y pequeños reptiles
(Peterson y Chalif, 2000). Fases: Xolalpan.
Fig 37. Aguilillas con distribución dentro de la Cuenca de México (van Perlo, 2006). Tarsometatrso de Buteo sp. hallado en Teopancazco (Foto: Rafael Reyes). Especies de aguilillas (de arriba hacia abajo): Buteo lineatus, Buteo playpterus, Buteo swainsoni y Buteo jamaicensis. (Cada especie se
ilustra con las variabilidades que presentan tanto como adultos como juvenil).
68
Clase: Aves Orden: Galliformes Familia: Odontophoridae Género: Colinus Especie: Colinus virginianus Nombre común: Codorniz
Medidas: 200 mm. Es el ave de coloración más variable en México, cambiando desde la
forma típica del pecho blanco de E.U.A., hasta la forma con garganta y pecho negros en el
Sur. Todas las formas se entrecruzan libremente y se consideran como coespecíficas.
Todas producen el mismo silbido similar. Las hembras tienen garganta castaña y son
parecidas entre ellas. Distribución: Este y Centro de E.U.A. hacia México hasta Tabasco
y Chiapas. También a través del Centro de México hasta la costa pacífica de Nayarit y
Jalisco. Hábitat: Tierras de cultivo, áreas arbustivas y con malezas esparcidas en campos
abiertos, ecotonos; y a las orillas de los caminos (Peterson y Chalif, 2000). Fases:
Tlamimilolpa, Xolalpan y Metepec.
Fig. 38. C.virginianus (van Perlo, 2006). Fig. 39. Distribución (Cornell lab. de Ornitología, 2015).
Fig. 40 Tarsometatarsos de C. virginianus (Foto: Rafael Reyes)
69
Clase: Aves Orden: Galliformes Familia: Phasianidae Subfamilia: Meleagridinae Género: Meleagris Especie: Meleagris gallopavo Nombre común: Guajolote o Pavo
Medidas: macho 1200 mm y hembra 900 mm. Tiene la cabeza desnuda azulosa con
verrugas rojas, que se acentúan durante los despliegues. Cuando el macho despliega, abre
en forma de abanico la cola, de color bronce con las puntas color blanquecino. Cuerpo color
bronce iridiscente; las alas pálidas. Voz: Gargareo. Distribución: Este y Suroeste de E.U.A
y Norte de México. Domesticado en todo el mundo. México: Al Oeste de tierras altas de
Sonora, Oeste de Chihuahua y había al Sur localmente hasta Michoacán; en las mesetas
con bosque de pino-encino del este de México y los planos costeros de Coahuila y
Tamaulipas hacia el Sur de Veracruz (Peterson y Chalif, 2000). Fases: Tzacualli-Miccaotli,
Tlamimilolpa, Xolalpan y Metepec.
Fig. 41. M.gallopavo (van Perlo, 2006). Fig.42.Distribución (Cornell lab. de Ornitología, 2015).
Fig. 43 Maxilar y cráneo de M. gallopavo (Foto: Rafael Reyes).
70
Clase: Aves Orden: Charadriiformes Familia: Charadriidae Nombre común: Chorlos
Aves vadeadoras, con cuerpo robusto y cuello grueso. Pico corto y parecido al de las
palomas, con ojos grandes. Corren rápido haciendo paradas constantes. Sexos parecidos.
Se alimentan de pequeños organismos marinos o de insectos. Distribución: Por todo el
mundo y en México habita principalmente en playas y planicies, como orillas de lagos
(Peterson y Chalif, 2000). Fases: Miccaotli, Tlamimilolpa y Xolalpan.
Fig. 44. Charadriidae con distribución en la Cuenca de México (van Perlo, 2006). Especies de Charadriidae (de arriba hacia abajo): Charadrius collaris, Charadrius alexandrinus, (de izquierda a
derecha): Charadrius semipalmatus y Charadrius vociferus.
Fig. 45. Húmero de Charadriidae (Foto: Rafael Reyes).
71
Clase: Aves Orden: Charadriiformes Familia: Recurvirostridae Género: Recurvirostra Especie: Recurvirostra americana Nombre común: Avoceta piquicurva
Ave con marcado patrón blanco y negro, mide entre 390-500 mm. Es un ave de playa,
grande, con el pico delgado y curvado hacia arriba. En la estación de anidación, la cabeza
y el cuello muestran un tinte rosado, y en invierno un gris pálido. Distribución: Del sur oeste
de Canadá hasta el norte de México. Hábitat: Pantanos, ciénagas, lagos alcalinos, charcos
y bahías costeras (Invierno) (Peterson y Chalif, 2000). Fases: Xolalpan.
Fig. 46. R. americana Fig. 47. Distribución (Cornell lab. de Ornitología, 2015). (Ilustración: Gerardo del Olmo)
Fig. 48 Coracoides de R. americana (Foto: Rafael Reyes).
72
Clase: Aves Orden: Columbiformes Familia: Columbidae Nombre común: Palomas
Aves de vuelo rápido, rechonchas, con la cabeza pequeña y voz de arrullo. La mayoría
tienen las patas color rosa o rojo. Hay dos tipos principales: 1) Las grandes con la cola en
forma de abanico y 2) las más pequeñas con la cola redondeada o punteada. Sexos
parecidos. Se alimentan de semillas, frutas e insectos. Se encuentran en caso todas las
zonas templadas y tropicales del mundo y México cuenta con 22 especies más 1 introducida
y 1 extinta) (Peterson y Chalif, 2000). Fases: Tlamimilolpa y Metepec.
Fig. 49. Paloma común de la Cuenca de México (van Perlo, 2006). Especie: Zenaida macroura
73
Clase: Aves Orden: Strigiformes Familia: Strigidae Nombre común: Búhos
Aves de presa nocturnas, de cabeza grande, cara aplanada formando discos faciales y ojos
grandes orientados hacia el frente. Pico ganchudo, garras ganchudas, con las patas
generalmente cubiertas de plumas. Vuelan sin hacer ruido. Alimento: Roedores, aves,
peces e insectos grandes. Distribución: Casi cosmopolita (Peterson y Chalif, 2000).
Fases: Xolalpan.
Fig. 50. Especies de la familia Strigidae con distribución en la Cuenca de México (van Perlo, 2006). (De izquierda a derecha): Bubo virginianus, Strix varia, Asio otus, Asio flammeus, Aegolius
acadicus y Athene cunicularia.
Fig. 51. Mandíbula Strigidae (Foto: Rafael Reyes).
74
Clase: Aves Orden: Trogoniformes Familia: Trogonidae Género: Trogon Nombre común: Trogón
Aves de bosque de cuello corto, colores brillantes y con frecuencia metálicos, el pico ancho
y fuerte, la cola larga y truncada o con la punta cuadrada. Las patas son muy pequeñas,
heterodáctilas (el primero y segundo dedo hacia atrás). Solitarios; cuando descansan son
callados y se posan muy erectos en el aire al arrancar pequeños frutos. Alimento: Frutas
pequeñas e insectos. Distribución: Principalmente en zonas tropicales del mundo
(Peterson y Chalif, 2000). Fases: Xolalpan
Fig. 52. Trogones con distribución cercana y dentro de la Cuenca de México (van Perlo, 2006). Maxilar de Trogon sp perteneciente a Teopancazco (Foto: Rafael Reyes). Especies de Trogones
(De izquierda a derecha): Trogon citreolus, Trogon violaceus, Trogon collaris, Trogon mexicanus y Trogon elegans.
75
Clase: Aves Orden: Passeriformes Familia: Corvidae Nombre común: Charas Aves passerinas grandes, de picos largos y fuertes con los nostrilos generalmente cubiertos
con plumas. Los cuervos son muy grandes y negros, y las charas generalmente coloridas
(principalmente de azul). No hay un marcado dimorfismo sexual. Alimento: Omnívoros.
Distribución: Casi cosmopolita (Peterson y Chalif, 2000). Fases: Xolalpan.
Fig. 53. Córvidos más comunes de la Cuenca de México (van Perlo, 2006). Carpometacarpo de
córvido hallado en Teopancazco (Foto: Rafael Reyes). Especies de córvidos (de arriba hacia abajo): Cyanocitta stelleri, Aphelocoma califórnica y Aphelocoma ultramarina.
76
Clase: Aves Orden: Passeriformes Familia: Icteridae Género: Quiscalus Especie: Quiscalus mexicanus Nombre común: Zanate
Medidas: 400 mm. Especie originaria del Golfo de México, con una introducción al centro
de México en el año 1486 por el emperador Mexica Auitzotl, posteriormente se adaptó
fácilmente y alcanza una distribución mayor (Haemig, 1978) (Fig. 55). Es muy grande,
negro e iridiscente, con la cola amplia. Voz: varias notas discordantes, agudas y excitadas.
Hábitat: Vegetación secundaria, arbustiva densa, campos de cultivo, granjas, villas,
pueblos, parques citadinos, manglares y playas (Peterson y Chalif, 2000). Fases:
Tlamimilolpa
Fig. 54. Q.mexicanus (CONABIO, 2014). Fig.55. Distribución (Cornell lab. de Ornitología, 2015). (Ilustración: Marco Pineda).
Fig. 56. Maxilar de Q. mexicanus (Foto: Rafael Reyes).
77
Clase: Aves Orden: Passeriformes Familia: Icteridae Nombre común: Calandrias
Grupo variado de aves que poseen pico cónico y puntiagudo y un perfil bastante aplanado.
Con dimorfismo sexual. Alimento: Insectos, pequeñas, semillas, granos de desperdicios y
fauna acuática. Distribución: Nuevo mundo; la mayoría de las especies en el trópico
(Peterson y Chalif, 2000). Fases: Xolalpan.
Fig. 57. Ictéridos con distribución dentro de la Cuenca de México (van Perlo, 2006). Maxilar de
Icterus sp. (Foto: Rafael Reyes). Especies de ictéridos (de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo): Icterus wagleri, Icterus cucullatus, Icterus parisorum, Icterus bullockii, Icterus galbula e
Icterus spurius.
78
Clase: Aves Orden: Passeriformes Nombre común: Aves de percha
Es el orden taxonómico más diverso, cuenta con aproximadamente 5, 739 especies en el
mundo y se han diversificado por todos los ambientes terrestres (Barker et. al., 2004).
Fig. 58. Passeriformes más comunes en la Cuenca de México (CONABIO, 2014).(Ilustraciones: Marco Pineda). Especies de Passeriformes (De izquierda a derecha): Tyrannus
vociferans, Catherpes mexicanus, Empidonax hammondii, Pyrocephalus rubinus, (Arriba: Polioptila caerulea. Abajo: Regulus calendula), Ptilogonys cinereus, Bombycilla cedrorum, Haemorhous mexicanus (Arriba macho, abajo hembra), Cardellina pusilla (Arriba macho, abajo hembra), Setophaga townsendi (Arriba macho, abajo hembra), Molothrus aeneus y
Toxostoma curvirostre.
Fig. 59. Tarsometatarso de Passeriforme. (Foto: Rafael Reyes).
79
Capítulo 7. Análisis y Discusión
7.1 Avifauna a través del tiempo en Teopancazco
Para conocer la dinámica que tuvieron las aves dentro del centro de barrio de Teopancazco,
es importante saber cómo se dio a través del tiempo, considerando las fases cronológicas
del sitio, que son: Tzacualli-Miccaotli (100-200 d.C.), Tlamimilolpa (200-350 d.C.), Xolalpan
(350-550 d.C.) y Metepec (550-650 d.C.) (Ortiz, 2015).
En seguida se muestran las fases de manera desglosada y lo que se halló en cada una, los
cuartos y si es el caso se exponen las áreas de actividad y entierros.
Con los datos mencionados más la propia biología del organismo señalada, se proponen
las dinámicas (Apéndice 1).
Tzacualli-Miccaotli (100-200 d.C.). La fase más temprana es la que se compone por
Tzacualli y Miccaotli y este conjunto dura un siglo, en estos primeros cien años se hallaron
muy pocos restos y de muy pocas especies de aves. La más común es M. gallopavo y
además es la más abundante; las otras aves que aparecen son de tipo silvestre y con
seguridad fueron capturadas en los alrededores donde se ubican los cuerpos de agua, ya
que ambas aves son acuáticas (Mycteria americana y Charadriidae). Como se muestra en
la figura 60, se puede observar la distribución de los organismos y como el espacio de este
centro de barrio en sus inicios se constituye de muy pocos cuartos.
La cigüeña americana (M. americana) es una especie difícil de hallar en el centro de la
República Mexicana, por lo que podría ser una posibilidad que esta especie se hubiera
capturado en las zonas cercanas al Golfo de México y posteriormente fuera llevada a
Teotihuacan. De ésta ave sólo se encontró un resto, es un húmero cocido que presenta
marcas de corte, marcas de mordidas por mamíferos y marcas de raíces. Es sencillo pensar
que este organismo fue usado como alimento y los restos se dejaron en un basurero y lo
único que sobrevivió fue un húmero, el cual fue mordido por alguna cría de perro de unos
3 a 4 meses que seguramente intentaba jugar con el hueso. (Fig. 61).
En todo el contexto arqueológico de ésta fase y en las que aparecen aves, solamente existe
un área de actividad, AA242 (Apéndice 4) y presenta un saqueo moderno; está asociado a
elementos como figurillas y lítica. Los organismos que fueron reconocidos en esta área son:
M. gallopavo y un Anátido.
80
Mapa Tzacualli-Miccaotli
Fig.60 Mapa4 tomado de Ortiz 2015.
En el cuarto 362G se halló un M. americana con marcas de mordidas y raíces. Los demás cuartos resguardaban a M. gallopavo.
La dinámica del hallazgo más interesante corresponde a M. americana, ya que conocer el
manejo del que fue objeto es importante debido a que muchas aves lacustres pudieron
haber tenido un uso similar. El primer aspecto es la captura, estas aves migran en épocas
de anidación y es muy probable que llegaran a sitios dentro de la Cuenca de México, otra
opción puede ser que se capturaran en alguna zona costera como en el Golfo de México.
Lo siguiente fue la preparación, el hueso presenta exposición al calor, pero no parece ser
directa, lo más probable es que se hirviera en agua. Después del consumo del ave, los
restos fueron dejados en algún tipo basurero dónde lo más factible, fue que los perros
terminaran de consumir los restos, pero el que quedó, se sabe que fue marcado por una
cría de 3 a 4 meses de edad.
4 C362G, C362C, C413A AA242, C353C y C353A AA234
81
A
B
Fig. 61. Muestra de cráneo de una cría de perro de unos 3 meses ajustada a las marcas
de mordidas en el húmero de M. americana. A: tres de los incisivos se ajustaron
perfectamente en las marcas que se encuentran en la diáfisis. B: El segundo molar
izquierdo es el que embona en las dos marcas que están cercanas a la espífisis del hueso
(Fotos: Rafael Reyes).
Fase Tlamimilolpa (200 – 350). Esta fase se divide en tres: temprano, medio y tardío. Duró
150 años y es dónde se comienzan a ver nuevos cuartos y el centro de barrio comienza a
crecer tal como se puede ver en la Fig. 62.
Tlamimilolpa temprano: En esta primera parte de la fase los restos analizados muestran
en general actividades relacionadas a rituales y a la alimentación, ya que presentan huellas
de haber estado expuestas al calor y se encuentran en diversas áreas de actividad, ligadas
a aspectos mágicos y religiosos.
Los Anátidos comienzan a aparecer con más frecuencia y en distintos cuartos, muchos de
ellos relacionados a áreas de actividad como parte del desecho ritual.
Un evento importante es el que se encuentra en el cuarto 106D-362E, en el cual había una
cantidad significativa de tarsometatarsos de Colinus virginianus (Fig. 63A), lo que podría
interpretarse como un evento ritual en el que las extremidades posteriores muestran
importancia simbólica, por otro lado, se sabe que estas aves en las épocas de invierno se
encuentran en parvadas de entre 15 y 20 individuos, por lo que, ahora podemos saber que
lo más probable es que el evento ocurriera en los meses de invierno (diciembre, enero o
febrero), ya que el número de individuos es muy alto. Las codornices representaron para
otras culturas como la Mexica, el disfraz de la deidad de la vegetación y primavera y eran
usadas para ofrendas o sacrificios (Angulo, 1972), esta opción puede tener cabida para los
objetivos de este hallazgo.
82
Mapa Tlamimilolpa temprano
Fig. 62 Mapa5 tomado y modificado de Ortiz 2015. Los restos hallados en esta fase pertenecen principalmente a M. gallopavo, C.virginianus
y Anátidos. En los cuartos 106D-362E y 260 hay Passeriformes y en el 313A está el registro de una paloma. Sobre C.virginianus se encontraron un total de 23 individuos,
representados principalmente por los tarsometatarsos. Para ésta fase se observa que el papel del Guajolote, Meleagris gallopavo, como especie
doméstica ya era parte cotidiana en el centro de barrio de Teopancazco, ya que se
encontraron diferentes estadios de desarrollo de esta especie, especialmente restos de
cascarón (Fig. 63B). También, se encuentra en áreas de actividad y uno de estos restos
asociado a un entierro (Ent. 78), correspondiente a un humano de edad avanzada.
5 C162E, C260 AA206, C367 AA237, AA236, AA238, C106 AA189, C106-362E AA215B, C313A y C351 AA164 Ent.78
83
Y es en esta fase, donde apareció por primera vez, aves de tallas pequeñas como un
individuo de la familia Columbidae y otro del orden Passeriformes; éstos últimos en área de
actividad (215B y 206) (Apéndice 4). Además, de los restos no identificados, uno de ellos
es un maxilar y el otro es un fragmento asociado al entierro 78.
A
B
Fig. 63. A: Tarsometatarsos de Colinus virginianus B: Cascarón de M. gallopavo (Fotos:
Rafael Reyes).
Tlamimilolpa medio. En esta fase, el manejo de la avifauna va más encaminado hacia la
manufactura, especialmente en el Cuarto 313A, 313-C1 y C2 (Fig. 64), en estos espacios
se hallaron aves de especial importancia, por ejemplo: un fragmento de epífisis de fémur
de un águila real, Aquila chrysäetos (Fig. 65A). Ésta ave no presentaba exposición al calor
y además estaba cubierta de concreciones. Este elemento fue el desecho, el cual no tuvo
ninguna importancia para la elaboración de algún material. Lo más probable es que se usara
todo el organismo para la manufactura de alguna vestimenta importante y lo que quedó de
este trabajo se utilizó para la elaboración de algunas herramientas o artesanías. También
cabe la posibilidad que esta ave se hubiera sacrificado y algunos restos fueron
manipulados.
84
Tlamimilolpa medio
Fig.64. Mapa6 tomado de Ortiz 2015. Distribución de restos de aves presentes en Tlamimilolpa medio. Elementos usados para
la manufactura tal como M.gallopavo en el C313-C2, en el C313A se encontró un fragmento de hueso de A.chrysäetos. Para esta fase también aparece Q. mexicanus en el
C6, en este mismo cuarto aparece un Búho.
6 C6, C162, C262F, C358A, C313-C1, C313-C2, C162D AA100 y AA168, C313A, C313A AA221 y 224, C217 y C181B-261 AA214B
85
Otros ejemplos donde se muestra que este sitio se dedicaba a la manufactura es el hallazgo
de un tarsometatarso de M. gallopavo modificado a un punzón (Fig. 65B), también hay
restos muy pequeños principalmente de aves del orden Passeriformes, quizá con el fin de
crear alfileres, agujas o alguna herramienta que necesitara de estructuras reducidas como
podrían ser los pinceles. Asimismo, el uso del plumaje de estas aves para la decoración.
A
B C
D
E
Fig. 65 A: A. chrysaetos B: M. gallopavo C: Fémur M. americana D: Búho E: Q.
mexicanus (Fotos: Rafael Reyes).
En el cuarto 367, aparece de nuevo M. americana, (Fig. 65C), representado por un fémur
que está fracturado por la mitad y presenta marcas de corte. También, fue un elemento que
sería modificado para elaborar alguna herramienta, pero el trabajo quedó inconcluso y se
desechó.
Para recalcar más que en esta época la manufactura era una actividad abundante, aparece
un resto de tarsometarso de un búho (Strigidae) (Fig. 65D). Con características semejantes
a las del resto del Águila Real, es decir, se halló en un relleno, con concreciones y
fragmentado, por tanto, pudo haber tenido una dinámica similar.
86
Un evento de especial interés es el hallazgo del maxilar de Quiscalus mexicanus (Fig. 65E).
Como se menciona en la ficha biológica correspondiente a la especie, se sabe que se
introdujo a la Cuenca de México en el año de 1486, por lo tanto, en el sitio de Teopancazco
no había y se esperaría encontrar restos de Quiscalus palustris (actualmente extinta). El
resto hallado es un maxilar robusto lo que indica que no solamente era Q. mexicanus, sino
que era un macho grande y muy probablemente proveniente del Golfo de México.
En esta fase, hay muy pocas áreas de actividad y ningún entierro, pero sí un intenso trabajo
ya que, los restos hallados indican que fueron manipulados para la elaboración de
herramientas y vestimenta. Por último, la presencia de los Passeriformes es constante,
pues aparecen en dos cuartos el, 367 y 313-C1 en rellenos.
Tlamimilolpa tardío: Al final de la fase (Fig. 66) vemos que el taxón más diverso es el de
los Anátidos, especialmente para el cuarto 358D donde se encuentra el área de actividad
213. Este lugar se consideró como santuario (Manzanilla, 2012) (Tesoro de objetos valiosos
que se guarda en un lugar) ya que los elementos óseos están asociados con figurillas
Tláloc, así como a cerámica y fibras textiles. El área de actividad es una fosa de 16 rellenos,
de los cuales la mayoría contenía restos de Anátidos, entre ellos una quilla completa (Fig.
67A y C) y trozos de cascarón (Fig. 67B). Esto indica, que se colocaron con cuidado para
algún evento de gran importancia relacionado con Tláloc. También, es en este cuarto donde
se obtiene el único registro de huesos de aves ahumados pertenecientes a un Anátido y M.
gallopavo (Fig. 67D). En las capas superficiales se halló un carpometacarpo de un Ictérido
pequeño, que podría ser una calandria y éste resto está asociado a fragmentos de huesos
y nada más, por lo tanto es difícil saber cuál era su papel dentro de esta área de actividad.
En esta fase, aparecen de nuevo individuos pertenecientes a la familia Charadriidae (Fig.
67F), los cuales surgen con más frecuencia en las siguientes fases. Los Charadriiformes
son aves vadeadoras que se encuentran en las orillas de los lagos, por lo tanto, este fue un
recurso importante para los habitantes de Teopancazco, ya que, se observa que aunque
no sea un organismo habitual si aparece constantemente a través del tiempo. De estos
organismos con seguridad su uso principal fue el alimento y en otro caso tuvo un uso ritual,
como se mencionará más adelante.
87
Tlamimilolpa tardío
Fig.66 Mapa7 tomado y modificado de Ortiz 2015. El cuarto más importante de esta fase es el C358D, en él se hallaron Anátidos de
diferentes especies, M.gallopavo y uno de ellos muestra huellas de ahumado y también un Ictérido, todo asociado a figurillas de Tláloc.
El recurso avifaunístico que se halló en las fases Tzacualli-Miccaotli y en Tlamimilolpa,
fueron materia prima para la alimentación y la manufactura, de todas las aves con seguridad
las plumas fueron usadas para la elaboración de vestimenta, mientras que los elementos
óseos fueron ocupados para la fabricación de herramientas. Por otra parte, el manejo de
éstas fue más encaminado hacia los eventos rituales, tal como se mostró con C. virginianus
en la fase Talmimilolpa temprano.
7 C6, C161, C158B AA75, C358D AA 213, C162B, C162C, C162F y C262B AA96
88
A
B
C
D
E
F
Fig. 67 Restos de aves de Tlamimilolpa tardío (Fotos: Rafael Reyes). A. Quilla y fúrcula
completa de anátido. B. Cascarón. C. Anátidos (húmero con exposición directa al calor).
D. M. gallopavo ahumado. E. Radio de M. gallopavo pulido y facturado por la mitad. F.
Húmero de charadriidae.
Xolalpan: Al igual que la fase Tlamimilolpa, Xolalpan se divide en tres partes; temprano,
medio y tardío y abarcó del 350 al 550 d.C. con una duración de 200 años. Es en esta fase,
donde se observa la presencia de importantes grupos de aves para el pensar
mesoamericano.
89
Xolalpan temprano: El único pico de Garza Blanca, (Fig. 68) registrado para Teopancazco
aparece en esta fase (Fig. 69) en el cuarto 247B área de actividad 88 y entierro 24.
(Apéndice 4) Este es un acontecimiento interesante, ya que las Garzas Blancas son muy
comunes, pero sus restos no aparecen con frecuencia, así que se podría pensar, que se
dejó esta ofrenda con fines religiosos a una persona importante en Teopancazco.
Fig. 68 Maxilar de Ardea alba (Foto: Rafael Reyes)
En el cuarto 162B, asociado a las áreas de actividad AA 95 y 96 se encontraron con marcas
de fractura, parte de las falanges terminales de Buteo sp (Fig. 70B). Estos son las terceras,
cuartas y quintas falanges de los cuatro dedos y además presentan cortes en las puntas.
Este evento, tiene más fines de manufactura que de ritual, debido a que a pesar de que es
una especie grande y trascendental, todas las marcas que muestra son de haber sido el
deshecho de lo que sería alguna herramienta o vestuario. Además está asociado al AA 95
donde se halló un fogón de uso artesanal. Pero no se descarta por completo la idea, de que
pudo haber sido sacrificada y después se obtuvieran sus restos con el propósito artesanal.
90
Xolalpan temprano
Fig.69 Mapa8 tomado y modificado de Ortiz 2015. El único resto de una Garza Blanca se encuentra en el C79 y el resto del Buteo sp.se
halló en el C162B, en el cuarto 258A se encontró un ave de tamaño mediano cubierta de pigmentos rojos.
8 C247B AA88 Ent.24, C6, C79, C258A, C258B, C251A AA66, AA154 y AA64 Ent.15, C258C AA103, C162B, C213A AA111, C258C AA103, C162C, C162D y 258D
91
Fig. 70. A) Dedos de Aquila chrysaetos. B) Parte de los dedos de un Buteo sp.
descubierto en el C162B (Fotos: Rafael Reyes).
Se hallaron patas completas y semi-completas de M. gallopavo (Fig. 71), tanto de hembras
como de machos. Esta conducta de enterrar patas es difícil de entender desde una
perspectiva meramente biológica, ya que estos eventos están completamente relacionados
con los aspectos de la cosmovisión y de elementos mitológicos, una posible respuesta a
eso es: que se dejan las patas para que alguna deidad de cualquier tipo tenga un medio de
transporte con el cual se pueda anclar al mundo terrestre, otra interpretación es el relacionar
a estos eventos con la ideología mitológica Nahua, la cual tiene como parte de sus
creencias a las brujas y brujos, una de ellas llamada Mometzcopinqui de la cual se dice que
se quita las piernas para colocarse unas de guajolote y con esto adquieren los poderes de
Tezcatlipoca, el de penetrar por todos los espacios y de moverse a voluntad por varios
ámbitos (Rivera, 2000).
Fig. 71. Patas completas de M. gallopavo Izquiera: hembra. Derecha: macho (Fotos:
Rafael Reyes).
A B
92
El hallazgo de una pelvis con pigmentos rojizos (Fig. 72) en el cuarto 258A es interesante,
debido a que los colores rojos en Teopancazco y en muchas otras culturas representan un
valor magno. El pigmento que se pudo haber usado en esta ave fue óxido de hierro. Esta
pieza está asociada a elementos como una pizarra con pigmentos, a un cajete anaranjado
y a pigmentos de otro cuarto cercano. Además, la pelvis de esta ave fue modificada por
completo y posteriormente se le colocaron los tintes, que en este caso están en forma de
polvo.
El uso de esta pieza pudo haber sido de diversas formas; lo primero que se sabe es que
este hueso está completamente modificado, ya que presenta marcas de cortes y exposición
al calor, es una pieza pequeña y además el cuarto en el que se halló tiene evidencias de
que fue saqueado (Manzanilla et al., 2012), por lo tanto, no hay a qué asociarlo, pero pudo
haber sido parte de alguna figurilla de cerámica alguna pieza para la vestimenta o
accesorios.
Fig. 72. Pelvis de ave mediana, con pigmentos rojos (Óxido de hierro) (Fotos: Rafael
Reyes).
Xolalpan medio: En esta época las dinámicas no han cambiado, pero las especies sí, aquí
se encuentran aves que también han sido representadas en la pintura mural, lo que nos
habla del especial interés simbólico que tuvieron.
También el territorio de Teopancazco es más extenso y se pueden apreciar a la avifauna
asociada a diferentes cuartos (Fig. 73).
93
Xolalpan medio
Fig.73 Mapa9 tomado de Ortiz 2015. En el C79 con área de actividad (AA) 150, se hallaron los restos de un Trogon sp. y un
Buteo sp
En el cuarto 79, en el área de actividad 150 (Apéndice 4), se hallaron dos restos de aves
importantes, con huellas de haber sido modificadas para la elaboración de algunas
herramientas o vestimenta. Posiblemente se usaron principalmente sus plumas. Éstos taxa
9 C6, C9, C14, C18, C19 AA30, C24, C25 AA16, C27, C33, C35, C61, C79, C145 AA94, C151 AA63, C154A, C162, C162F AA144, C244 AA34 y AA35, C247, C504 AA110, C506, C507 AA114 y C507C AA118.
94
son: Aguililla, (Buteo sp.) y Trogón, (Trogon sp.) (Fig. 74) pero es difícil conocer con
exactitud el papel que tuvieron, ya que la fosa se encontraba saqueada (Manzanilla et al.,
2012).
A
B
Fig. 74. A: Tarsometatarso de Buteo sp. y B: Maxilar de Trogon sp. (Fotos: Rafael Reyes).
En esta fase, se vuelven a encontrar patas, esta vez es un evento muy semejante al
realizado con las codornices, la única diferencia es que esta vez fue llevado a cabo con
individuos de la familia taxonómica Charadriidae, de los cuales se hallaron once
tarsometatarsos en total y siete falanges que se preservaron muy bien (Fig. 75A).
También se halló una pata de M. gallopavo casi completa (Fig. 75B) y estaba dentro del
área de actividad 30 del cuarto 19 (Apéndice 4), en la cual aparecen pies de cerámica.
A
B
Fig. 75. A. Tarsometatarsos de Charadriidae y B. Pata completa de M. gallopavo (Fotos:
Rafael Reyes).
Xolalpan tardío: En esta última parte de la fase Xolalpan (Fig. 76) se encontraron taxa
importantes, por ejemplo: dos individuos de la familia Strigidae (Fig. 77A y B) en los cuartos
95
151 y C6 AA55 (Apéndice 4) y otros dos de la familia Icteridae en los cuartos 159B y 151,
ambos grupos tienen especies que han sido especiales en el pensar mesoamericano.
Xolalpan tardío
Fig.76 Mapa10 tomado de Ortiz 2015. Es en esta fase dónde se encuentra el único registro de R. americana y de una Chara.
También se hallaron aves grandes como un Búho y un Aguililla.
10 C6 AA37, AA38, AA51, AA58, AA68, AA76, Ent.8 y Ent.10, C9, C14, C15-16, C17, C18, C24, C25, C33, C35, C79, C115, C151, C151A, C159B, C167, C213A, C247, C251 y C251A.
96
Al haber especies de aves nocturnas denota un esquema simbólico que cae en un enfoque
místico, que más adelante se discutirá a detalle. También es notable recalcar que los taxa
hallados pertenecientes a la familia Icteridae son individuos de tamaño medio y grande, por
lo que podríamos hablar, quizá de alguna calandria colorida (Fig. 77D) y el individuo más
grande podría ser Quiscalus mexicanus (Fig. 77C).
A
B
C
D
Fig. 77 A. Maxilar de Strigidae. B. Quilla de Strigidae. C. Maxilar de Icteridae grande. D.
Maxilar de Icteridae mediano (Fotos: Rafael Reyes).
Un ave importante es la Recurvirostra americana, (Fig. 78) la cual tiene una distribución
dentro de la Cuenca de México y además es común encontrarla en las orillas de los cuerpos
de agua así como, en las costas, en Teopancazco aparece una sola vez, en un relleno del
cuarto 213, el hueso se encuentra expuesto al calor, pero con seguridad fueron las plumas
lo que se usaron, ya que presenta tonalidades rosas y anaranjadas en la cabeza.
Fig.78. Coracoides de R. americana (Foto: Rafael Reyes).
97
Se observa que en la fase Xolalpan, es el punto máximo en Teopancazco, la diversidad de
aves es mayor que en cualquier otra fase y el uso ritual aumenta, además se relaciona con
los eventos rituales teotihuacanos.
En el cuarto 251A se encontró que ahí se realizaban actividades de sastrería (Manzanilla
et al., 2009), ya que los materiales estaban modificados, principalmente como agujas e
instrumentos de trabajo.
Metepec (550 – 650) (Fig. 79) es la última fase, tuvo una duración de 100 años y éstos
fueron los últimos del centro de barrio de Teopancazco. Los restos de la última fase
muestran un esquema más alimentario que de aspectos simbólicos, las especies que
aparecen en su mayoría son M. gallopavo y Anátidos y muestran huellas de haber estado
expuestas al calor.
Fig.79 Mapa11 tomado de Ortiz 2015. En esta última fase los restos que aparecen son de M.gallopavo y Anátido.
11 C41, C42, C44-50, C46-48, C45-51, C61 AA53, C62, C63, C64, C66, C66B, 67 y C72.
98
7.2 Recapitulación sobre las aves a través del tiempo
Posiblemente en la fase Tzacualli- Miccaotli, apenas comenzaba el conocimiento de las
aves de una nueva región geográfica, en la que seguramente hallaron semejanzas a las
que se tenían para las zonas del Golfo de México. De acuerdo con diversos estudios
(Manzanilla, 2012 y Rodríguez y Valadez, 2009) se ha sabido que la población de
Teopancazco era multiétnica, sobre todo ligada a la costa del Golfo, por lo tanto, es obvio
que al inicio, en el centro de barrio, sólo usaran lo que conocían, una especie doméstica en
Mesoamérica y las aves acuáticas. Sobre las terrestres fue hasta la fase Tlamimilolpa donde
se comienzan a presentar.
En todas las fases, M. gallopavo es frecuente y abundante, tan es así que es usado en su
totalidad, desde el alimento y el empleo de sus derivados (plumas y hueso) para las
actividades de confección de vestimenta y/o atavíos, sin olvidar su posible vínculo con lo
ceremonial y ritual.
Las aves acuáticas principalmente los patos aparecen constantemente ya que en
Teotihuacan cruza el río de San Juan y muy cerca se encuentra el lago de Texcoco, entre
otros cuerpos de agua.
La mayoría de las aves, que se encuentran en el registro de Teopancazco, son organismos
que soportan las áreas manipuladas por humanos, tales como: los campos de cultivo así
como las pequeñas ciudades, sobre todo aquellas que aún conservan parte de su
vegetación original.
Los restos asociados a entierros, pudieron haber sido parte de eventos rituales en los que
después de haber enterrado a la persona se invitara a comer como parte de una actividad
ritual, donde una parte de esta es dejada al difunto, tal como sucede en algunos pueblos
actuales.
Por otra parte, en este sitio la actividad más frecuente es la de la manufactura, por lo que,
algunos de los restos hallados presentan evidencia de haber sido parte de esta dinámica.
99
7.3 Diversidad de aves en Teopancazco
En esta sección se realiza un análisis de los datos desde un enfoque ecológico y evolutivo,
para entender el valor de la avifauna para los habitantes de Teopancazco.
En el siguiente análisis, se considera la diversidad de aves solamente del Estado de México
y además se realiza una comparación entre los restos hallados en todo Teotihuacan con
Teopancazco.
Para el Estado de México el total de aves registrado actualmente por CONABIO es de 407
especies, y este dato comparado con lo hallado en Teotihuacan y específicamente en
Teopancazco resulta con una relación muy baja.
Al comparar el registro para todo Teotihuacan, en relación a Teopancazco los datos son
más coherentes, pero aun así el resultado no tendría tanto impacto en el análisis para
conocer la diversidad que hubo en el sitio de estudio, debido principalmente a que el total
de organismos de todo el sitio teotihuacano, sería la suma de todos los complejos de ésta
ciudad, por lo tanto, el total de taxa para cada uno de los sitios teotihuacanos comparados
con el total de Teopancazco nos dice más sobre la diversidad que hubo en el territorio.
Fig. 80. Total de taxa registrado en algunos sitios teotihuacanos.
Para los sitios arqueológicos, se debe considerar que las zonas perturbadas cambian la
distribución de muchas de las aves, también es importante recalcar que algunos de los
restos fueron saqueados y otros se perdieron con el paso del tiempo.
11
46 7
5 4
7
2
6
18
02468
101214161820
Pir
ámid
e d
e la
Lu
na
y d
el
Sol
Pir
ámid
e d
e la
Ser
pie
nte
Emp
lum
ada
Tlac
hin
olp
an
Teti
tla
Ozt
oya
hu
alco
San
ta M
aría
Co
atlá
n
Xo
coti
tla
Mez
qu
itit
la
Tlai
lotl
acan
Teo
pan
cazc
o
1 2 4 5 6 7 8 9 10 11
100
Pero esta aproximación de la diversidad de aves, en Teopancazco acerca a la idea sobre
el manejo de la fauna. La poca diversidad hallada comparada con el total que marca
CONABIO es el principal indicador de que el uso era completamente selectivo.
Por otra parte, la diversidad en comparación con otros territorios teotihuacanos demuestra
que Teopancazco fue un sitio dónde se usó una diversidad mayor de aves (Fig. 80), aunque
se esperaría que fuera en otros sitios, tales como las pirámides.
Pero la diferencia entre los grandes recintos y Teopancazco, es también la diversidad de
actividades humanas que se dieron. Por ejemplo: Las actividades en las pirámides eran
para eventos ceremoniales importantes donde se usó fauna específica para ello, mientras
que en Teopancazco hubo diferentes movimientos y dinámicas en los que se usó fauna
diferente.
Además, de los datos sobre la diversidad de taxa en Teopancazco, es importante
considerar los hábitats explotados, para conocerlo primero es necesario saber sobre la
ubicación geográfica y el tipo de vegetación.
Por ejemplo, en toda la extensión de la Cuenca de México no se puede ver el mismo tipo
de vegetación, dentro de todo el sistema existen diferentes tipos de ecosistemas, que van
desde bosques en las partes más altas, hasta matorrales en las zonas bajas, tales como
los valles. Es por eso, que es importante hablar de la diversidad de aves a partir de una
región y su vegetación, para conocer que aves de toda la Cuenca de México se distribuyen
en ese lugar. Del mismo modo, se deben ubicar las áreas modificadas por los humanos y
conocer que aves tienen la capacidad de adecuarse a estas condiciones. Teotihuacan, se
ubica en un valle y los principales tipos de vegetación son: matorral xerófilo, matorral de
encino, pastizales y bosque de encino. Dentro de este valle también existen cuerpos de
agua, principalmente lagos y ríos.
El hábitat de las aves halladas, es significativo ya que para la captura o cacería de éstas
fue importante conocer dónde se encontraban. Asimismo el conocimiento de las conductas
y su ciclo biológico.
Muchas de las aves que se encontraron en Teopancazco (Cuadro 6) pertenecen a la zona,
actualmente si se observan a estas aves, siguen distribuyéndose en la región, lo que indica
que son capaces de soportar cambios en el ambiente pero con modificaciones moderadas
a su hábitat.
101
TAXA Hábitat Mycteria americana Acuático Ardea alba Acuático Anátidos en general Acuático Aquila chrysaetos Montañas Buteo sp. Montañas Colinus virginianus Praderas y tierras de cultivo Meleagris gallopavo Doméstico Phasianidae Tierras de cultivo, Matorrales y Praderas Galliformes Tierras de cultivo, Matorrales y Praderas Charadriidae Acuático Recurvirostra americana Acuático Columbidae Tierras de cultivos y Bosques abiertos Strigidae Bosques Trogon sp. Bosques Quiscalus mexicanus Tierras de cultivo, Pueblos y Manglares Corvidae Bosques y Matorrales Icteridae Bosques Passeriformes Tierras de cultivo, Bosques, Matorrales
Cuadro 6. Listado de taxa de Teopancazco y su hábitat
Por ejemplo, en los campos de cultivo, muchas aves encuentran fácilmente su alimento,
por lo tanto, la variedad de avifauna que llega a estas zonas es mayor, mientras que en las
partes más urbanizadas se encuentran pocas especies.
Las zonas más altas, que rodean al valle de Teotihuacan, se encuentran principalmente
bosques, y por la densidad de la vegetación y lo alto de los árboles, es más difícil la
observación de aves, pero en esas zonas la diversidad es mayor y a pesar de estos factores
el manejo de éstas se realizó.
En las regiones lacustres, son el lugar donde proviene el mayor número de especies, por lo
que fue muy importante la cacería y captura de aves acuáticas, principalmente de los patos.
En el códice Florentino, se hace referencia a la captura de éstos por medio de redes y
dentro de Teotihuacan la captura pudo haber sido semejante. Dentro de este tipo de hábitat
llegan muchas aves migratorias, como pudo haber sido el caso de M. americana.
Otras aves fueron traídas a la Ciudad, un ejemplo es el caso del Q. mexicanus (Zanate), el
cuál es nativo del Golfo de México y según (Haemig, 1978) fue introducido a la Cuenca de
México en el año de 1486, pero los registros de Teopancazco indican que se introdujo antes,
aproximadamente en el siglo III.
102
7.4 Importancia ecológica y evolutiva
A partir de los taxa de aves encontrados en el registro arqueo-ornitológico del presente
estudio, surge la pregunta del cómo es que algunas especies aparecen con más frecuencia
que otras.
Para responder a esta pregunta, es necesario analizar su ecología, principalmente sus
interacciones, entonces en primer lugar se deben conocer cuáles son estas y como se dan
en las aves con relación a los humanos.
Por ejemplo: la habituación, el proceso dónde las especies conviven estrechamente con las
personas, lo cual permite que los animales se acostumbren a la presencia humana y pierdan
el miedo (Valadez, 2003).
Interacciones biológicas
Tipo de interacción
Sp1 Sp2
Simbiosis + +
Depredación + -
Parasitismo + -
Comensalismo + .
Amensalismo . -
Competencia - -
Neutralismo . . Cuadro 7. Las interacciones biológicas que se muestran en el siguiente cuadro indican cuál es el
beneficio, perjuicio y neutralidad entre especies. + Especie que se beneficia. - Especie que se perjudica. . No hay beneficio y perjuicio
En la mayoría de los casos, la interacción biológica que existe es la depredación de las
aves por el humano. Pero no toda la depredación recae en una desventaja para las
especies, el caso de la domesticación es dónde se puede observar cierto beneficio para los
organismos, a pesar de que se sigan consumiendo. Para el contexto cultural, el alimento
no siempre es natural, también debió haber sido ceremonial y la captura o depredación de
aves no fue siempre para alimento, sino que, fue con propósitos rituales o para otras
actividades.
Asimismo el hábitat es importante para entender como fue el proceso de domesticación de
M. gallopavo, previo a Teotihuacan (Valadez, 2003) por ejemplo: los campos de cultivo
103
jugaron un papel importante, ya que, fue un lugar en el que la habituación sucedió, después
se capturaron a las crías y con el tiempo comenzaron a completar su ciclo biológico en
cautividad y debido a sus limitadas exigencias para sobrevivir y sus bajos niveles de
adrenalina (Valadez, 2003) la domesticación se dio naturalmente. Finalmente la interacción,
que se dio fue muy semejante a la simbiosis ya que ambas especies obtienen un beneficio.
La contraparte de esto, es el sinnúmero de aves que no llegaron a ser domesticadas, debido
a su biología y por el propio ecosistema en Teotihuacan. Asimismo, el tiempo que existió
ésta urbe, no dio pie a que estos procesos continuaran.
Otra consideración, es que la cognición de las aves es sorprendente, ya que ellas son
capaces de realizar diferentes actividades que se pensaría propias de humanos, por
ejemplo: las aves usan herramientas para conseguir comida, también aprenden y presentan
una buena memoria, ellas innovan su conducta constantemente (Gill, 2007), por lo que,
posiblemente fue el punto de interés para que los habitantes de Teopancazco se
beneficiaran de ellas, que no se diera la domesticación o una interacción biológica.
7.5 Uso selectivo de los cuerpos de las aves
El uso de las aves para los habitantes de Teopancazco, fue principalmente alimentario.
Desde otro punto de vista, también aportaron materia prima para la vestimenta y
herramientas, especialmente con las plumas y hueso. Además, de que formaron parte del
pensamiento mágico-religioso.
Muchos de los restos, como se menciona en el capítulo pasado, se encuentran en áreas de
actividad y en entierros y en muchos casos se observa el valor directamente al elemento
óseo (pelvis con pigmentos y tarsometatarso M. gallopavo). También se observa que existe
una preferencia en las partes usadas, para los eventos en los que aparecen los restos.
Esqueleto axial 146
Cintura escapular 143
Cintura pélvica 145
Esqueleto apendicular superior 439
Esqueleto apendicular inferior 534
Cuadro 8. Partes del esqueleto más usados por los habitantes de Teopancazco
Las partes del esqueleto más usados fueron los que pertenecen al esqueleto apendicular
inferior (pierna y pata) extremidades inferiores, que incluye fémur, tibiotarso, fíbula,
104
tarsometatarso y falanges. El siguiente más usado, fue el esqueleto apendicular superior, y
son: húmero, radio, ulna y carpometacarpo y todos ellos conforman la estructura del ala.
Por lo tanto, son las extremidades lo que más se usó, tanto para alimento como para
eventos ceremoniales (Fig. 81).
Como se mencionó en el capítulo anterior, las patas de las aves tuvieron mucha importancia
en el pensar de los habitantes de Teopancazco, en otros casos como la pelvis de ave con
pigmentos, nos habla del interés directo en el hueso, y también en los asuntos de
manufactura. Otro aspecto de especial interés, fue el uso de las plumas, debido a que es la
parte más llamativa e importante en el pensamiento mesoamericano.
Sobre el conocimiento de la diversidad hallada y el hábitat así como su valor cultural, la
avifauna en Teopancazco es entendida como poco diversa cuando se compara con el total
de especies de aves de la región, pero cuándo se observan cada uno de los territorios
teotihuacanos el resultado es que el sitio de estudio es más diverso de lo que parece.
Usos:
Arte plumario
Simbolismo
Alimento
Manufactura
Mágico-religioso
Medicinal
Ornato
Captura
O
Compra/venta
(Comercio)
Obtención de plumas
Preparación, con exposición al calor
Completo
En partes
Restos (Huesos)
Manufactura
Deshecho
Muerte
Hallazgo en rellenos, áreas de actividad o entierros
Fig. 81. Proceso en el que posiblemente fueron usadas las aves, desde el pensamiento de uso,
captura, muerte y obtención de partes.
105
7.6 Aves en la pintura mural teotihuacana y su relación con lo hallado en
Teopancazco
La pintura mural en Teotihuacan muestra lo que significa la vida para quienes lo habitaban
expresada en sus propios conceptos (Angulo, 1972).
Una de las formas en las que se puede ver y entender el pensamiento de un pueblo es
indagando la expresión artística, en este caso la pintura mural, esta forma de plasmar
ciertos eventos, cuenta lo más importante sobre lo que veían y como lo veían, también para
el estudio de las aves, es aquí donde el interés más importante es plasmado en los muros
de los palacios y templos, pero no sólo encontramos su representación, sino también
hallamos elementos de éstas formando parte de las vestimentas, principalmente para
eventos importantes.
Por lo tanto, el estudio de la pintura mural para complementar la investigación
arqueozoológica es más enriquecedor, porque así es posible conocer la visión que tenían
los habitantes de Teotihuacan y Teopancazco por las aves.
Fig.82. Mural en la Zona 2. Templo de la agricultura, se muestra una escena de una
cocina y según Gamio es el mural de las ofrendas. (Imagen de Gamio).
106
En la figura 82, se presenta una cocina y se observan los fogones y los alimentos, el
individuo que está en la parte inferior derecha tiene en ambas manos un ave blanca
mediana y algunas de las otras personas tienen en sus tocados plumas que los adornan,
esta escena dice que lo que están realizando no es una comida común y corriente, por los
atuendo y el lugar, podría ser el festín para alguna persona importante o para algún evento
ceremonial como las ofrendas.
Pero ésto ¿cómo se relaciona con Teopancazco? –algunos de los restos óseos hallados en
el sitio y en la forma en la que se encontraron, muestran haber sido parte de eventos de
este tipo, debido a que se encuentran asociados a elementos arqueológicos con valor
importante o a entierros.
En el capítulo escrito por la Dra. Navarijo (1996) “La presencia de las aves en la pintura
mural teotihuacana”, muestra cuales son las aves representadas y en este punto parto para
hacer una comparación con lo hallado en Teopancazco y lo descrito por Navarijo, así como
algunas descripciones realizadas por la autora del presente estudio.
Aves identificadas Mural Teopancazco Pelecanus sp. Mural 5, Cuarto 13 de la Zona 5A No Cathartes aura 1.Cuarto 22 Tetitla No Polyborus plancus 2.Pozo12,cuadros1,2 y 3, I,J y K. No Spizaetus tyranus Corredor 25, mural 2 No Falconiforme Pórtico 19, mural 1 Sí Crax rubra No Zenaida sp. o Columba sp.
Mural 2 de la Plataforma 1, Cuarto 1, Zona 4. Animales Mitológicos.
Sí
Ara militaris Pozo 10 dentro del sitio Totómetla No Amazona albifrons Subestructura 2 del Templo de los Caracoles
Emplumados No
Strigiformes Templo de la Agricultura y Cuarto 27 Tetitla. Sí Trochilidae Plaza de los Glifos, La Ventilla No Aves metamórficas* No
Cuadro 9. Aves representas en la pintura mural teotihuacana descritas por Navarijo (1996) *Las aves metamórficas son aquellas que poseen combinaciones de elementos
anatómicos estilizados a los que hay que sumar actitudes o patrones conductuales sobrevalorados (Navarijo 1996).
Especies aproximada Imagen de mural Teopancazco
Pelecanus erythrorhynchos Zona 5-A No
Ardea alba Zona 5-A Sí
Butorides virescens Vasija policromada, Teopancazco No
Cuadro. 10 aves acuáticas de la Zona 5-A y Teopancazco.
107
Cuadro. 11. Aves Passeriformes del Mural 2 Zona 5-A
Las aves de magno interés en Teotihuacan, son las que se han plasmado en la pintura
mural. En su mayoría son aves rapaces y psitácidos, pero aparecen representadas otras,
que a continuación se mencionan.
Las aves acuáticas fueron representadas en la pintura mural, aparecen dos pelícanos
blancos, un pelícano pardo y una garza blanca, probablemente Ardea alba y una garza
verde, Butorides virescens (Cuadro 10)
En Teopancazco, existe un único resto de garza blanca y estas aves son muy comunes en
la zona pero son las menos depredadas, lo que se podría pensar, que existía algún vínculo
simbólico muy importante relacionado al agua, por otro lado, los pelícanos no aparecen en
Teopancazco.
Las águilas que se expresan están en lugares exclusivos, por ejemplo, en el palacio de
Tetitla, está representada en un muro grande dentro del corredor 25, mural 2 el Águila
Tirana (Spizaetus tyranus). Tiene la boca abierta y de ella emana sangre, también presenta
una cresta de plumas alrededor de la cabeza. Este tipo de águilas no aparecen en el registro
arqueo-ornitológico de Teopancazco a pesar de que provienen de las regiones del Golfo;
pero si se encontraron Aguilillas y un Águila Real la cual no se encuentra representada en
los murales de la ciudad, y parece raro ya que para las culturas mesoamericanas fue uno
de los animales más apreciados y en la pirámide de la Luna aparecen ejemplares completos
como parte de un suceso ceremonial.
Otro organismo, representado en Tetitla en el cuarto 22 fue Cathartes aura, (Aura). En el
mural se encuentra sobre un caracol y este emite una vírgula del sonido, y no lo hace
directamente el Aura ya que esta especie carece de siringe, por ende, no tiene voz y usa el
caracol para expresar un mensaje. En Teopancazco no hay señales de que esta especie
aparezca en el registro arqueozoológico.
Especie aproximada de Passeriformes
Pyrocephalus rubinus
Hirundidae
Piranga sp. o Basileuterus lachrymosa
Passerina caerulea
Ave blanca
108
Sobre las especies de Galliformes, solamente se encuentra representado Crax rubra
(Hocofaisán), un ave relacionada con el agua y la fertilidad, pero no aparecen los guajolotes,
aves importantes en la base alimentaria mesoamericana, en contraste, con los restos óseos
en el sitio de estudio, M. gallopavo es la especie más abundante. Asimismo no hay
representaciones de codornices, las cuales también aparecen en el registro de
Teopancazco en contextos rituales ligados al agua.
Aves como las palomas, que se encuentran representadas en los murales de Teotihuacan,
también fueron halladas en Teopancazco, en los murales teotihuacanos fueron pintadas
como adornos.
Los psitácidos, fueron importantes y están representados en dos diferentes murales, uno
en Totomela y otro en el Templo de los Caracoles Emplumados, pero ninguno aparece en
Teopancazco, estas aves debieron haber sido muy importantes, ya que en otras culturas
fueron símbolo del sol y del fuego, además de ser indicadores en las estaciones del año,
principalmente de temporada de lluvias.
Fig. 83. Representación de un Búho en vuelo, en la Zona 2. Templo de la Agricultura.
Los individuos de la familia Strigidae, que aparecen en Teopancazco no se sabe que tanto
valor simbólico tuvieron, pero se aproxima que fueron usados para la vestimenta, y con
seguridad fue para, eventos importantes. En Teotihuacan existen representaciones de
especies que pertenecen a esta familia taxonómica, en el Templo de la Agricultura aparece
un búho en vuelo y viendo hacia enfrente (Fig. 83) y en el cuarto 27 en el palacio de Tetitla.
Estas aves representaron misterio, ya que son aves nocturnas.
Los colibríes, con toda seguridad fueron conocidos por los habitantes de Teopancazco, pero
probablemente el pequeño tamaño y la estructura ósea no permitieron que se preservaran.
En la Ventilla, existen representaciones de estas aves en los pisos del patio central.
109
7.7 Aves de la Zona 5-A Pórtico 13, Mural 2
Las aves representadas en la pintura mural teotihuacana, del mural de la Zona 5-A Pórtico
13, Mural 2, pertenecen al orden taxonómico de los Passeriformes (Cuadro 11), debido a
su fisionomía y porque tienen dimensiones pequeñas, en relación al resto de los otros
elementos iconográficos de la escena; además por sus colores y porque en algunas se
alcanza a ver un vírgula del habla o del sonido; para las aves de éste tipo es muy importante
su canto, por lo tanto, es otra característica distintiva de éste orden. También es significativo
para la condición cultural humana, ya que es dónde tienen un papel trascendental, debido
a que existe una posición humana de aprender y querer imitar esos cantos e interpretarlos
de diversas maneras, principalmente como símbolos mágico-religioso.
En términos biológicos, las aves de canto tienen una mutación en un gen llamado FOXPI,
éste está implicado en el desarrollo ectodérmico y si se revisa la genética humana resulta
que también existe una mutación en un gen de la misma familia, en humanos éste se llama
FOXP2 y se le conoce como el “gen del lenguaje”. Debido a que los cambios que dio en el
desarrollo del sistema nervioso central y en el esqueleto, este mismo patrón se observa en
las aves de canto. Por lo tanto, no es sorpresa que los humanos a través del tiempo se
hubieran interesado en este grupo de aves principalmente por su canto (Teramitsu et al.,
2004).
Los sonidos emitidos por las aves, no siempre son armoniosos, muchas aves no tienen
canto y lo que se escucha es lo que se le conoce como llamados.
Para Teotihuacan, estas aves pudieron haber representado mensajes, en el pensar
mesoamericano las mariposas son las que llevaban estos mensajes y en los murales de
Teotihuacan muestran junto a las aves de canto mariposas con vírgulas, por lo tanto, se
puede tratar de lo mismo.
En Teopancazco, aparecen varios restos de Passeriformes, muchos asociados a áreas de
actividad y otros solamente en rellenos, pero en las primeras fases Tzacualli-Miccaotli no
aparecen, sino hasta Tlamimilolpa, aunque esto no es indicio de que no se conocieran y
usaran estas aves, pero sí es seguro que era menor el manejo de éstas. Sin embargo, el
uso de ellas en los entierros y en otros contextos como ofrendas, podría traducirse como el
elemento mensajero para los objetivos de los eventos realizados.
Y - ¿Qué hay en los murales de Teopancazco? – para Teopancazco, solamente hay un
mural y una sola representación de un ave en una vasija.
110
En el mural se puede apreciar a dos sacerdotes con tocados de cabeza de jaguar (Guerrero,
2010) y sobre ése muestran plumas largas y en tonos blancos y marrones (Fig. 84).
Fig. 84. Pintura mural principal de Teopancazco, Mural 1, Cuarto 1 (Tomado de
Manzanilla, 2012).
La garza en la vasija, se propuso por Valadez12 que es un Butorides virescens por el color
verde en las alas, las extremidades inferiores largas, el pico alargado y el penacho verde.
(Fig. 85). En la vasija, se encuentra un cocodrilo y la garza está sobre él, en los manglares
o cuerpos de agua es común hallar ambas especies y no sería increíble observar a esta
ave montándolo, tal como se muestra en la representación de éstos.
Existen restos de aves que no pudieron determinarse, estos huesos principalmente tenían
modificaciones o alteraciones que hicieron imposible su determinación y dentro de este
grupo de aves sinID posiblemente alguno fue un resto de aves como una Garza Verde.
Fig 85. Vasija de Teopancazco (Tomado de Manzanilla, 2012. Foto de R. Reyes).
También en los restos, hay muchas aves que no se encuentran representadas en la pintura
mural, como M. gallopavo y los Anátidos.
12 XXVI Mesa Redonda de la Sociedad Mexicana de Antropología, realizada del 29 de julio al 3 de agosto de
co los te as: Cerá icas rituales e Teotihuaca . Mitos de ter i ació e co textos reside ciales
111
El vínculo entre lo que se usó y después se plasmó en la pintura mural, no es proporcional,
primero porque los restos arqueológicos no están completos y no todo lo que se manejó,
tal vez no fue plasmado en los murales o vasijas.
Pero algo que si es importante recalcar, es que las aves representadas en su mayoría
poseen los elementos esenciales para poder reconocerlas. También gracias a la
preservación de los pigmentos, es posible tener más conocimiento, ya que la coloración de
las aves y la forma del pico es muy importante para la determinación taxonómica.
Asimismo, en los murales se representa no sólo al individuo como tal, sino también, se
pueden observar características conductuales, como el tipo de vuelo, el canto o la falta de
voz (C. aura) así como la asociación a otros elementos tales como, la vegetación u otros
animales.
Por otra parte, si los murales han sufrido modificaciones y degradación de los pigmentos y
posteriormente han sido restaurados, es posible que algunas de las aves cambien alguna
característica primordial y se torne más difícil el análisis del mural y por ende, conocer a
que ave se estaban refiriendo.
No existen representaciones sobre la reproducción de aves u otros animales, los muros
tenían una forma diferente de expresar la vida tanto de los teotihuacanos como de los
habitantes de Teopancazco. Los murales no fueron concebidos como la expresión de lo
ordinario, sino de un pensamiento más complejo, donde se plasmó parte del legado
biocultural. Es notable, que algunas de las representaciones de las aves, fueron pintadas
acompañadas de otros elementos naturales, como la vegetación y otros animales, lo que
indica el conocimiento del entorno natural.
112
Capítulo 8. Conclusiones
Los objetivos del estudio realizado fueron cumplidos, ya que se logró la propuesta del uso
y visión de la avifauna en Teopancazco, así como los listados de los taxa y las dinámicas
de uso y aprovechamiento.
De los 18 taxa, el más abundante fue M. gallopavo seguido de los Anátidos, ambos fueron
el recurso más usado, principalmente para su consumo, aunque en otros casos también
estuvieron involucrados en contextos arqueológicos como entierros o áreas de actividad.
Los demás taxa, son menos abundantes y representan un porcentaje muy bajo, así que el
manejo de éstos fue realizado de manera selectiva para la actividad que se llevaría a cabo
en el lugar.
Como conclusión de todo el estudio realizado, las aves en Teopancazco fueron concebidas
de diferentes formas y las dinámicas fueron principalmente de tipo simbólico, relacionadas
a eventos rituales, y otro tipo fue el de la manufactura y alimentación.
Casi todas las aves, fueron consumidas, pero el alimento no siempre fue de tipo natural, en
otros casos la alimentación de ciertas aves fue con un propósito ritual.
Es claro, que las aves formaron parte del pensamiento cotidiano y religioso y que gracias a
la pintura mural, se sabe que taxa eran tan importantes como para ser plasmadas en los
muros o en artefactos como la vasija policromada.
Por otro lado, que no se muestre en los murales la vida cotidiana, no significa que no
existieran tales representaciones o que fueran en otro material perecedero que no
prevaleció o pudo haber sido saqueado.
Para los teotihuacanos, incluyendo a los palacios y centros de barrio, la pintura mural fue
principalmente el medio donde se expresaron los elementos más importantes de la
ideología general de toda la ciudad y no fungió como un catálogo de los recursos.
Las aves halladas en los restos arqueo-ornitológicos, se han encontrado en otros sitios
teotihuacanos y en sitios mesoamericanos, tales como Meleagris gallopavo, Aquila
chrysäetos, Colinus virginianus, Strigiformes y Passeriformes. Pero aves como los
Psittacidos y Pharomachrus mocinno no se encontraron.
La diversidad de aves, en Teopancazco comparada con los reportes para el Estado de
México, es muy baja y con todo Teotihuacan es relativamente escasa pero los números
113
indican una diversidad considerable ya que al realizar el cotejo con cada uno de los
territorios teotihucanos para el área de estudio resultó ser diverso.
El haber incluido un análisis sobre la pintura mural, aportó que el desarrollo de la
investigación fuera más completa y así conocer cómo fueron percibidas las aves en el sitio
estudiado. Además, el estudio incluyó las toponimias de la zona, que fue fundamental para
la determinación de los taxa, ya que algunos no se pudieron determinar más que orden o
familia taxonómica y con esto se pudo aproximar al género o especie que pudo haberse
usado. Asimismo, otros métodos como el de morfometría geométrica, dio una herramienta
más a la investigación y a la posibilidad de que se aplique en nuevos estudios
arqueozoológicos.
El presente estudio, ha sido de suma importancia debido a que los hallazgos en materia de
las aves arrojan datos de especial interés tanto para la ornitología como para la arqueología.
El haber realizado este trabajo aporta a la ciencia no solo un listado de la avifauna, sino
que también un estudio más profundo en el que se observan las bases biológicas para
entender las dinámicas e interacciones entre las aves y los habitantes de Teopancazco.
Para finalizar, es importante indicar que para los estudios ornitológicos conocer cuál era el
manejo y los usos de muchas de las aves, ayuda en parte a entender cómo se podrían
realizar proyectos de conservación en México, país donde se encuentran poblaciones
originarias mesoamericanas las cuales comparten aunque sea una milésima parte de la
visión que tuvieron los pueblos más antiguos tales como Teotihuacan.
114
Referencias
American Ornithologists Union (A.O.U.) 2013. Checklist of North American Birds.
The Species of Birds of North America from the Arctic through Panama, Including
the West Indies and Hawaiian Islands. 7a. Ed. Committee on Classification and
Nomenclature. Washington, DC, E.U.A (http://checklist.aou.org/)
Angulo, J. 1972. Reconstrucción etnográfica a través de la pintura. Teotihuacan XI
Mesa redonda. Sociedad Mexicana de Antropología, México.
Barker, F.K., A. Cibois, P. Schikler, J. Feinstein y J. Cracraft. 2004. Phylogeny and
diversification of the largest avian radiation. University of California, Berkeley C.A.
PNAS. Vol.101 No.30
Berrin, K.ed, Clara, M., René, M., Esther, P. y Thomas K. S. 1988. Feathered
Serpent and Flowering Trees. Recuntruction
Bookstein L. T. 1991. Morphometric tolos for landmark data. Geometry and biology.
Cambridge University press.
Cornell Lab of Ornithology (http://bna.birds.cornell.edu)
Corona, E. 2008. Las aves como recurso curativo en el México antiguo y sus
posibles evidencias en la arqueozoología. Revista de Bioarqueología “Archaeobios”.
Vol 2, ISSN 1996-5214.
Del Río F. 1962. Panorama hidrológico de la República mexicana en general y del
valle de México en particular. Ing. Hidr. Mex. 16: 41-60
Gilbert Miles B., L. D. Martin y H.G. Savage. 1996. Avian Osteology. Editor: Missouri
Archaeological Society, U.S.A.
Gill, F.B. 2007. Ornithology. Third edition, WH Freeman and Co., New York.
115
Gómez Á. G. y R. Valadez. 2011. El águila real (Aquila chrysaetos), Itzquauhtli:
Importancia simbólica en el México Prehispánico. El Canto del Centzontle Vol 1.
No 2.
Guerrero, F. 2012. Los felinos en la pintura mural de Teotihuacán, Estado de México,
México. Tesis. Facultad de Ciencias, UNAM.
Gurrola, M. L. y Chávez, N. 2005. Capítulo de Aves En: Los Vertebrados de México,
editado por Xóchitl Águilar Miguel, Universidad Autónoma del Estado de México,
Toluca, Estado de México (ISBN 978-970-757-072-6).
Haeming, P.D. 1978. Aztec Emperor Auitzotl and Great-Tailed Grackle. Department
of Biological Sciences, University of California. Biotropica 10(1):11-17
Higgins J. 1999. Túnel: A Case Study of Avian Zooarchaeology and Taphonomy.
Journal of Archaeological Science. 26.1449-1457. U.S.A.
Jetz, W., G.H. Thomas, J.B. Joy, K. Hartmaan y A.O. Mooers. 2012. The global
diversity of birds in space and time. Nature 491:444-448.
Manzanilla L. Rodríguez G.B. Pérez R.G. y Valadez A.R. 2010. Arqueozoología y
Manufactura de Vestimentas Rituales en la Antigua Ciudad de Teotihuacan, México.
Arqueología 17:221-246.
Manzanilla R. L. Editora. 2012. Estudios arqueométricos del centro de barrio de
Teopancazco en Teotihuacan. Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM.
México DF.
McClung, T.E. y R.H. Tapia. Un estudio de paisaje y patrón de asentamiento
prehispánico en la región de Teotihuacan, México. Investigaciones Geográficas
Boletín, núm. Especial 4, 1996.
Miller, A.G.1973. The mural painting of Teotihuacan. Trustees for Harvard University.
Washintong D.C.
116
Mociño, P. 1974. Los climas de la República mexicana en: El escenario geográfico.
Introducción ecológica. SEP-INAH. México.
Murphy, T.M. and E.C. Hand. 2013. Wood Stork Mycteria americana. Supplemental
Volume: Species of Conservation Concern.
Navarijo, O. L. 1995. La ornitología en los estudios de la pintura mural prehispánica.
Boletín La Pintura Mural Prehispánica en México. Universidad Nacional Autónoma
de México. Número 2.
Navarijo, O. L. 1996. La presencia de las aves en la pintura mural teotihuacana. En.
La Pintura Mural Teotihuacana. Instituto de Investigaciones Estéticas. UNAM.
Navarijo, O. L. 1995. Toponimia ornitológica mexicana. Instituto de biología, Depto.
Zoología. UNAM. México D, F.
Navarijo, O. L. 1997. Las aves en el imaginario mesoamericano. Ciencias núm.45.
México.
Navarijo, O. L. 2009. Zopilotes y cuevas teotihuacanas.En: L. Manzanilla y R.
Valadez (eds.). El inframundo de Teotihuacan. Ocupaciones post-teotihuacanas en
los túneles al este de la pirámide del Sol. El ambiente y el hombre. Arqueofauna. 1.
El Colegio Nacional. D. F, México. Vol. 2.
Navarro, A. G. 1994. La sistemática ornitológica en México: posibilidades y
limitaciones. In Taxonomía Biológica, J. Llorente e I. Luna (comps.). Ediciones
Científicas Universitarias, UNAM-Fondo de Cultura Económica, México.
Navarro, A.G., F. Rebón, A. Gordillo, A.T. Peterson, H. Berlanga y L.A. Sánchez-
González. 2014. Biodiversidad de aves en México. Revista Mexicana de
Biodiversidad, Supl. 85:S476-S495.
117
Ortiz, B. A. 2015. Determinación de las características de un barrio teotihuacano con
arqueometría. El caso de Teopancazco. Tesis doctorado en Antropología Facultad
de Filosofía y Letras Instituto de Investigaciones Antropológicas-UNAM, México.
Pecci, A. 2000. Análisis químico de pisos y áreas de actividad. Estudio de caso en
Teopancazco, Teotihuacan. Tesis de maestría en antropologí. Facultad de Filosofía
y Letras/ Instituto de investigaciones Antropológicas. UNAM, México.
Pérez, G. 2013. La producción artesanal vista a través de los objetos de hueso en
Teotihuacan (100 dC al 650 dC). Tesis Doctoral en Antropología. Facultad de
Filosofía y Letras. Instituto de Investigaciones Antropológicas. UNAM, México.
Peterson, R.T. y L.E. Chalif. 2000. Guía de campo Identificación de todas las
especies encontradas en México, Guatemala, Belice y El Salvador. Ed. Diana.
Purcell J. y A. Brodin. 2007. Factors influencing route choice by avian migrants: A
dynamic programming model of Pacific brant migration. Journal og Theorical
Biology 249: 804-816.
Randall. D., W. Burggren y K. French. 2002. Eckert. Fisiología animal. Cuarta
edición. McGraw-Hill. Interamericana. E.U.A.
Rivera, D. L. 2000. La bruja Mometzcopinqui, reina de la noche. Centro de
Ciencias del Lenguaje. No. 22.
Rodríguez, G. B. 2006. El uso diferencial del recurso fáunico en Teopancazco,
Teotihuacan, y su importancia en las áreas de actividad. Tesis de Maestría en
Antropología (Arqueología). Facultad de Filosofía y Letras, Instituto de
investigaciones antropológicas UNAM, México.
Rojas, T. R. 1985. La cosecha del agua en la cuenca de México. Centro de
Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social. Vol. 7. PP 6.
118
Rzedowski, J. 1979. Vegetación fanerogámica del Valle de México. C.E.C.S.A.
México Vol. 1:11-41
Sour, T. F. y Rivera O.S. 2010. La paleontología y el estudio de la vida en el
pasado. En: Paleontología. Editores García P., Sour F. y Montellano M. Ed. Las
prensas de ciencias. Facultad de Ciencias. UNAM. México.
Starbuck, D. 1975. Man-animal relationships in Pre-Colombian Central México. Yale
University. EUA. Tesis
Sugiyama, N. 2014. Animals and Sacred Mountains: How Ritualized Performances
Materialized State-Ideologies at Teotihuacan, Mexico. Tesis doctoral. Cambridge,
Massachusetts. Harvard University. The Department of Anthropology. PP. 53, 63,
69, 120 y 350.
Teramitsu, I., L.C. Kudo., S.E. London., D.H. Geschwind and S.A. White. 2004.
Parallel FoxP1 and FoxP2 Expression in songbird and Human Brain Predicts
Functional Interaction. The Journal of Neuroscience. 24(13):3152-3163.
Valadez, A. R. y G. Pérez -Roldán.2011. La Zooarqueología Dentro de la
Universidad Nacional Autónoma de México. Bogotá. Antípoda N°13.
Valadez, A. R. 2003. La Domesticación Animal. Instituto de Investigaciones
Antropológicas, UNAM, México.
Valadez, A. R. y B. Rodríguez. 2009. Arqueofauna de vertebrados de las cuevas.
En: Obras 1. El inframundo de Teotihuacan Ocupaciones post-teotihuacanas en los
túneles al este de la Pirámide del Sol. Vol II, El ambiente y el hombre Arqueofauna.
Ed. General, Linda Manzanilla, México: El Colegio Nacional.
Valadez, A. R. 1983. Paleoecología de la Cuenca de México durante el pleistoceno
superior. Tesis licenciatura: Facultad de Ciencias, UNAM. México D.F.
119
Valadez, A. R. 1992. Impacto de Recurso Faunístico en la Sociedad Teotihuacana.
Tesis doctoral. México D, F. Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad
de Ciencias Unidad de Posgrado. PP. 41 – 48, 340 y 341.
Valadez, A. R. 1993. Macrofósiles faunísticos. En: Anatomía de un Conjunto
Residencial Teotihuacano en Oztoyahualco. Instituto de Investigaciones
Antropológicas. UNAM, México.
Van Perlo, B. 2006. Birds of Mexico and Central America. Princeton University
Press. New Jersey.
Zelditch, M., Swiderski, D. L., y Sheets D. 2012. Geometric Morphometrics for
Biologists: A primer. Academic Press. Elsevier. Segunda edición. EUA.
Fotografías
2003 Colección fotográfica de 243 especies endémicas de la región maya,
efectuada por Christopher M. Götz. Documento no publicado, en posesión del
Departamento de Arqueología Ambiental del Florida Museum of Natural History,
Gainesville, vol.2 (EAPXXX)
Ilustraciones
CONABIO.2014. Aves comúnes de la Ciudad de México.
Del Olmo, L.G. Guía rápida de las aves comúnes de la Ciudad de México.
Van Perlo, B. 2006. Birds of Mexico and Central America. Princeton University
Press. New Jersey.
120
Apéndice 1 Cuadro de dinámicas
Cuadro 13. Dinámica de las aves dentro de Teopancazco, a partir de su hábitat, usos y tafonomía (cultural y natural)
1 TAXA 2 Hábitat
Mycteria americana Acuático Ardea alba Acuático Anátidos en general Acuático Aquila chrysaetos Montañas Buteo sp. Montañas Colinus virginianus Praderas y tierras de cultivo Meleagris gallopavo Doméstico Phasianidae Tierras de cultivo, Matorrales y Praderas Galliformes Tierras de cultivo, Matorrales y Praderas Charadriidae Acuático Recurvirostra americana Acuático Columbidae Tierras de cultivos y Bosques abiertos Strigidae Bosques Trogon sp. Bosques Quiscalus mexicanus Tierras de cultivo, Pueblos y Manglares Corvidae Bosques y Matorrales Icteridae Bosques Passeriformes Tierras de cultivo, Bosques, Matorrales
Captura
O
Compra/venta
(Comercio)
Usos:
Arte plumario
Ornato
Simbolismo
Manufactura
Alimento
Mágico-religioso
Medicinal
Muerte
Contexto arqueológico
Área de Actividad Ofrendas
Santuario
Entierro
Basureros
Rellenos
Huellas Tafonómicas
Culturales
Marcas de corte
Exposición al calor
Manufactura
Pulido
Huellas Tafonómicas
Naturales
Raíces
Mordidas
Desgaste
Concreciones
121
Apéndice 2. Aves mencionadas en el Códice De la Cruz-Badiano
Aves Nombre Nahuatl y
Común Taxa
Acatzanatl / Zanate Quiscalus mexicanus Águila Aquila chrysaetos
Aguzanieves / Lavandera blanca
Motacilla alba
Ahuatecolotl Fam. Strigidae Apopohtli .:::::.
Atzizicuilotl / Chichicuilote
Fam. Charadriidae
Aztatl / Garza blanca Ardea alba Cocohtli Género. Columbina Codorniz Género. Colinus
Cozcuahtli / Zopilote Cathartes aura
Cuervo Corvus corax Gallo Gallus gallus
Gavilán Género. Accipiter Golondrina Hirundo rustica
Halcón Género.Falco Huactli Nycticorax nycticorax
Huacton Nycticorax nycticorax
Huexocanautli Nycticorax nycticorax Huitlatototl Espinas / Ave Huitzitzilin Fam. Trochilidae
Lechuza Fam. Tytonidae
Mergo Género. Mergus
Milano de indias Fam. Accipitridae Molotototl Género. Turdus
Nochtototl Aves asociadas a los nopales.
Paloma Fam. Columbidae Paloma de indias Fam. Columbidae
Pato Fam. Anatidae Quecholtototl .:::.
Tetlehuitl .:::.
Tlacalhuatzin Macho de paloma Tlapaltototl Passerina versicolor
Xiuhquechnoltototl Cotinga amabilis
Zolin Género. Colinus
122
Aves mencionadas en el Códice De la Cruz-Badiano, Considerando: Enfermedad, Aves usadas y Partes usadas
Enfermedad Aves usadas Partes usadas Árboles y flores para la fatiga del que
administra la República y Desempeña un cargo público
Huexocanauhtli, Huactli, Apopohtli Gastrolitos (Piedrecillas)
Argemone o Hierba Inguinaria Golondrina Sangre y gastrolitos Caída del pelo Ahuetecolotl Animal completo Calor excesivo Huitzitzilin, Huexocanauhtli, Cocohtli Hígado de Huitzitzilin, Hiel de Huexocanautli, Vejiga de Cocohtli Caspa alopecia Golondrina, Gavilán, Mergo, Codorniz, Atzitzicuilotl Hiel (para pomada)
Condiloma (Verrugas) Cuervo Hiel Contra estruma(Tiroides agrandada) o
escrófula(Infección es ganglios linfáticos) Golondrina Sangre y gastrolitos
Contra la mente de Abdera (Locura) Golondrina, Paloma. Xiuhquechnoltototl, Huactli, Tlapaltototl, Tetlehuitl, Lechuza
Gastrolitos ( Golondrina uso como collar), Plumas de paloma, Hiel de lechuza
Contracción incipiente de la Rodilla Gavilán, Huacton, Gallo, Pato Sangre de Gavilán y Huacton, Patas de Gavilán y Huactli, Carne de Gallo, Grasa de Pato
Curación de la región púbica Golondrina Sangre Curación de ojos (calor) Molotototl, Tlacalhuatzin, Paloma de Indias, Pato Gastrolitos ( Piedrecillas), Sangre de Pato
Dolor poplíteo (Músculo detrás de rodillas)
Golondrina Sangre
Enfermedad comicial Huactli (pajarillos), Halcón, Cozcacuahtli Gastrolitos, Plumas de Cozcacuahtli Fiebre Huitlatotl, Huactli, Aztatl, Apopohtli, Tlacahuilotl,
Huexocanauhtli, Tlapaltototl, Nochtototl, Acatzanatl, Zolin
Gastrolitos (Piedrecillas)
Medicina para desechar la saliva reseca Gallinaceas, Pichón, Milano de Indias, Accipitridae Gastrolitos (Piedrecillas) Piojos en la Cabeza Pato Grasa
Quetzalilin Águila, Codorniz, Golondrina, Gallo, Mergo, Aguzanieves, Quecholtototl, Tlapaltototl, Nochtototl,
Huitlatototl, Paloma
Gastrolitos (Piedrecillas), Corazón de Águila y hueso afilado de Águila.
Remedio contra el miedo o micropsiquia Golondrina Excremento Remedio del cuerpo maltratado Huexocanautli Hígado
Remedio para la parturienta Águila, Gallo, Halcón, Pato Ala de Águila, Hiel de Gallo, heces de Halcón y Pato
123
Apéndice 3 Toponimia Ornitológica Mexicana (Navarijo, 1995). Aves que se mencionan en nombres por
regiones geográficas.
México: Loros, Tordo, Calandrias, Cuervo, Chachalaca, Tórtolas, Águila de collar, Águila, Aguilita, Golondrinas, Palomas, Colibríes, Gavilán, Quetzal, Codornices, Tecolotes, Guajolotes y Zopilotes.
Distrito Federal: Garza, Colibrí, Águilas, Palomas, Patos y Guajolotes.
Hidalgo: Aves y Quetzal.
Veracruz: Garcitas, Cuervos, Lechuzas, Quetzales, Faisanes, Codornices, Águilas, Colibrí, Gorriones, Tecolotes, Flamenco, Guajolote y Pato.
Ave México Distrito Federal
Hidalgo Veracruz
Aves X Loros X Tordos X Calandrias X X Cuervos X Chachalaca X Tórtolas X Águila de collar X Águila X X X Aguilita X Golondrinas X Palomas X X Colibríes X X X Gavilán X Quetzal X X X Codornices X X Tecolotes X X Lechuzas X Zopilotes X Faisanes X Guajolotes X X X Flamenco X Garzas X Garcitas X Patos X X Gorriones X
124
Apéndice 4 Áreas de actividad y entierros en Teopancazco (Manzanilla, 2012)
Tzacualli-Miccaotli
Área de Actividad 242: El C413A N459-460 E113-114. Es una fosa de saqueo moderna,
ubicada en la esquina noreste del cuarto. Tuvo una forma irregular. Se excavaron 11
rellenos. Se halló cerámica, fragmentos de figurillas, fragmento de malacate, candelero,
lítica, hacha, pizarra, hueso y tabique.
Área de Actividad 234: El C83-353A. Se trata de una fosa de entierro con una olla
fragmentada que contuvo al Entierro 110 (un neonato). Está recargada en el muro este del
cuarto C106-362E. Se halló en su interior una olla, un cajete, lítica, laja, mica, fragmento de
fémur y hueso.
Tlamimilolpa temprano
Área de Actividad 164: El C351A N463-465 E117-120. Entierro 78, es de un adulto de
edad avanzada, acompañado de un punzón, un fragmento de cráneo humano, huesos de
cadera, vértebras, lítica pulida, pulidores, un pie de figurilla, un fragmento de figurilla, una
aplicación y cerámica esgrafiada.
Área de Actividad 189: El C106 N449 E94. Se ubica a 2.69 m del muro del C6; consiste
de una concentración de cerámica; tiene forma irregular. Los materiales presentes son
cerámica, lítica pulida y una base de cajete.
Área de Actividad 215B: El C106-362E N460-461 E104-105. Es una fosa ovalada.
Contuvo al Entierro 117, además de cerámica, lítica y hueso. Es posiblemente un área de
deposición de desechos rituales.
Área de Actividad 206: El C260 N467-468 E110-111. Es una fosa sellada donde se
encontraron materiales diversos como fragmentos de olla, cajetes, figurillas, puntas,
caracoles, concha y hueso, mezclados con ceniza y carbón.
Área de Actividad 237: El C367 N471-472 E104-105. Se halló una fosa circular sellada en
la parte central del cuarto, alineado con el acceso. Contuvo cerámica, cajete naranja,
fragmento de cajete, cerámica esgrafiada, fragmentos de figurilla, lítica, laja, pizarra,
caracol, huesos y dientes.
125
Área de Actividad 236: El C367 N470-471 E105-106. Se halló una acumulación de
materiales asociados con una fosa. Se halló cerámica, un fragmento de vasija, fragmentos
de figurillas, lítica hueso, mandíbula animal y pigmento.
Área de Actividad 238: El C367 N470-471 E102-103. Es una fosa circular abierta que
quizás haya sido producto de un saqueo teotihuacano. Contuvo cerámica, una figurilla,
brazo de figurilla, tapaplato, cajete, lítica, pizarra y hueso.
Tlamimilolpa medio
Área de Actividad 100: El C162D N463-464 E100. Se halló 400 tiestos de cerámica,
aplicaciones cerámicas, piezas de juego, botón de cerámica, una carita teotihuacana, 24
fragmentos de mica, 48 fragmentos de hueso, 250 fragmentos de pizarra, obsidiana,
caracol, concha, diente humano, maíz y pigmento.
Área de Actividad 221: El C313A N456 E111. Se halló una concentración de materiales
arqueológicos de carácter ritual, con cerámica, cerámica con pigmento, restos de pigmento,
hueso, navajillas y fragmentos de figurillas. Perturbada por raíces de un pirul cercano.
Área de Actividad 168: El C162D N463-465 E100. Acumulación de materiales diversos
con probable función ritual. La acumulación consta de mica, un tiesto decorado, fragmentos
de cajete, un vaso, un plato, cerámica, una olla, una ánfora, fragmentos de figurillas, una
navajilla prismática, lítica pulida y pigmento. Está asociada con el “Templo de Tláloc” al
oeste.
Área de Actividad 214B: El C181B-261 N464-466 E113-114. Es una fosa de 60 cm de
diámetro. Contuvo cerámica, lítica, hueso, diente, hueso trabajado, mica, pizarra, cerámica
sin cocción, aplicaciones, un fragmento de incensario, conito de cerámica, un cesto, un
cajete, un metlapil y un vaso alóctono decorado.
Área de Actividad 224: El C313A N455-456 E111. Se halló una concentración ovalada de
materiales probablemente de carácter ritual, con cerámica, lítica, hueso, pizarra en
pequeñas cantidades y una figurilla. Fue perturbada por raíces.
Tlamimilolpa tardío
Área de Actividad 75: El C158B N465-466 E92-94. Se hallaron aproximadamente 210
tiestos de cerámica, aplicación cerámica, una esfera de cerámica, 40 fragmentos de lítica,
126
35 huesos de fauna, tres fragmentos de concha, hueso trabajado, 23 pedazos de pizarra y
dos fragmentos de mica. Presenta huellas de saqueo.
Área de Actividad 213: El C358D N466-468 E91-93. Es un posible santuario. Es una fosa
ovalada tipo sótano, con alto contenido de cerámica, hueso de animal, navajillas de
obsidiana, restos de figurillas y fibras de textil.
Área de Actividad 95: El C162B N465 E101. Se halló un fogón posiblemente asociado con
un área de producción artesanal. Se encontraron 267 tiestos cerámicos, cerámica con
pigmento, 101 navajillas de obsidiana, 2 de lítica tallada, 2cm de mica, 124 restos óseos,
37 pizarras, 3 lapidarias y un fragmento de madera.
Área de Actividad 96: El C162B y C162C N464-465 E102-103. Se trata de una fosa de
saqueo moderna. Se halló 923 fragmentos de cerámica, un fragmento de candelero, 26
fragmentos de hueso de animal, 69 obsidiana gris y verde, un fragmento de núcleo
prismático, 3 fragmentos de obsidiana pulida, 37 lascas de basalto, 12 fragmentos de laja
de basalto, 10 fragmentos de desecho de pizarra, una concha, un fragmento de alabastro,
dos fragmentos de manos de metate y un fragmento de vidrio.
Xolalpan temprano
Área de Actividad 88: El C247B N452 E117-118. Entierro 24 se trata de un entierro
múltiple (juvenil, un infante y neonato) removido en fosa, con gran cantidad de huesos
(humanos y animal).
Área de Actividad 66: El C251A N464-465 E117. Se hallaron materiales asociados al
Entierro 15 que consiste de un entierro sedente de adulto masculino, con varios cajetes
formando parte de su ofrenda, apareció mucha cerámica, hueso de animal, lítica, hueso
humano, diente, vértebras, agujas de hueso, tejos, aplicaciones, fragmento de figurilla,
alisador de estuco y concha.
Área de Actividad 154: El C251A N461-463 E117-119. Es una fosa posiblemente de
desecho. Dentro de los materiales que se levantaron: una miniatura, cerámica esgrafiada,
cerámica estucada, una base de copa, una punta, pigmento rojo, una aplicación, un
candelero, lítica pulida, un pulidor, etc.
Área de Actividad 103: El C258C N462-465 E93-95. Se encontró una concentración de
materiales probablemente con función ritual distribuidos en todo el C258C. Se halló una
concentración de materiales cerámicos, lítica, pizarra, mica, hueso humano, hueso de
127
animal, lítica pulida, concha, así como una gran cantidad de elementos como: fragmentos
de figurillas antropomorfas, entre los que destacan pies, caras y cuerpos, fragmentos de
figurillas zoomorfas, fragmentos de incensarios, tubos de anafres, fragmentos de cerámica,
cajetes, cerámica estucada, hueso trabajado, hueso quemado, hueso animal, etc.
Área de Actividad 64: El C251A N464-465 E117. Se halló dos cajetes hemisféricos naranja
delgado con base anular, un vaso de la vajilla pulida y un cajete con aplicaciones,
fragmentos de figurillas y cerámico.
Área de Actividad 111: El C213A N452-453 E112-114. Se halló una cala posiblemente de
saqueo. Se encontró cerámica, lítica, pizarra, hueso, mica, aplanados de piso con estuco,
así como: puntas de obsidiana, fragmentos de figurillas, concha, tejo, aplicaciones,
fragmento de cráneo y hueso animal.
Xolalpan medio
Área de Actividad 114: El C507 N490 E110. Se halló cerámica, fragmentos de lítica, mica
y hueso animal. Posiblemente esté relacionado con las actividades de almacenamiento.
Área de Actividad 34: El C244 N464-466 E121-123. Se hallaron figurillas zoomorfas,
fragmentos de figurillas tanto títere como retrato, que parecen estar desmembradas
intencionalmente, aplicaciones cerámicas, una miniatura, un fragmento de punta, una
raedera, huesos, una pieza de juego, aguja de hueso, un diente, una concha, proyectiles
de cerbatana, un hueso trabajado con pigmento rojo, una posible orejera y lítica.
Área de Actividad 150: El C79 N451-454 E89-91. Gran semicírculo al oeste. Dentro de la
fosa se encontraron materiales abundantes como cerámica, lítica, pizarra, hueso, un tejo
con forma de engrane y perforación central, una rueda de juguete, un pico de ave, una
esfera de barro, un fragmento de aguja, una figurilla y una miniatura.
Área de Actividad 30: El C19 N441-442 E84-85. Gran fosa redonda. En fondo se halló una
aplicación, una carita, candelero, huesos de ave. Parece estar saqueada.
Área de Actividad 16: El C25 N443 E89. Es un vaso Tláloc con la cara del dios sobre el
piso estucado, con la boca del vaso hacia el sur, fracturado, con una extremidad de
guajolote (Meleagris gallopavo) en el interior.
Área de Actividad 94: El C145 N459-460 E116. Entierro 28-33: consiste de por lo menos
tres individuos: un juvenil, un adulto joven y un adulto medio. Se encontró poco material
128
cerámico asociado, huesos de animal y una punta de obsidiana y a un individuo más o
menos completo.
Área de Actividad 63: El C151 N464 E117. Es una concentración de materiales,
probablemente de tipo ritual. Entierro 14, que consiste de cerámica, lítica, hueso, pizarra,
tejos, aplicaciones cerámicas, raspador, molde y diente.
Área de Actividad 35: El C244 N462 E122. Se trata de un fogón posiblemente asociado
con AA34. Se halló medio tejo, fragmentos de figurillas, un fragmento de hueso, pieza de
juego y mano de metate.
Área de Actividad 110: El C504 N488-489 E96-97. Se halló mucho material cerámico,
lítica, pizarra, mica y hueso humano. Posiblemente este cuarto estaba dedicado al
almacenamiento.
Área de Actividad 118: El C507C N490 E110-111. Se halló una fosa. Se encontró de
manera continua cerámica, lítica tallada y pizarra. Entierro 36, presentaba una ofrenda en
la porción superior del esqueleto. Entre los elementos asociados se encontraron: una
botella de cerámica con pigmento rojo, fragmentos de figurillas antropomorfas, piezas de
juego, soporte almenado, fragmento de candelero, fragmento de candelero de olla, ollas
miniatura, fragmentos de hueso trabajado y punta de proyectil.
Área de Actividad 172: El C154A N466 E107 bajo P2C. Fosa sellada con 4 cráneos,
pertenecientes a decapitados.
Xolalpan tardío
Área de Actividad 37: El C6 N459-460 E90. A nivel del piso del patio del conjunto, se halló
una especie de altar bajo, muy destruido en su tapa de estuco, en cuyo interior había una
gran cantidad de cerámica rota, cuentas, mica, pizarra y lítica.
Área de Actividad 51: El C6 N458-459 E99. Se extrajeron placas de un incensario tipo
teatro, la cara de un personaje y una carita. Se hallaron aplicaciones, fragmento de
máscara, fragmentos de figurillas, bolas, alisador de estuco, caracoles, pizarra, fragmento
de incensario, vértebra y fragmento de coxal.
Área de Actividad 55 (ALTAR): El C6 N452-453 E99-101. Apareció el altar del conjunto
teotihuacano, mismo que parece haber sido saqueado. Se halló cerámica, lítica, siete
129
conchas y caracoles, una cuenta verde, un hueso de animal trabajado, hueso perforado,
varios huesos, algunos humanos, una figurillas y una aplicación.
Área de Actividad 36: El C6 N459-461 E90-92. Es posible pozo moderno que perforó
varios niveles de relleno del patio. Se halló metal, ladrillos y cerámica vidriada.
Área de Actividad 38: El C6 N448-451 E91-93. Gran fosa. Apareció cerámica, lítica, hueso,
aplicaciones, una carita, concha, un pulidor, un disco de cerámica, un excéntrico, mica, tejo,
una copa, una cuchara, un fragmento de punta y una punta completa.
Área de Actividad 76: El C6 N453 E102-103. Se trata de una fosita más o menos circular
y saqueada. Se halló cerámica, lítica, pizarra, un hueso pequeño, una concentración de
ocho huesos pequeños y un hueso largo pequeño.
Metepec
Área de Actividad 53: El C6 N464-465 E111-112. Se trata de una fosa cuadrada,
saqueada. Se encontraron fragmentos de cráneo, dientes y muelas, así como cerámica
azteca policroma.