Thebinaryclock.Mavi Jiménez Fernández

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ÍNDICE

I. Resumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5II. Objetivos de la investigación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

III. Fundamentos teóricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8IV. Marco conceptual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24

V. Variantes plásticas. Bocetos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26VI. Soporte final. Especificaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31VII. Propuesta expositiva. Situación de la obra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36VIII. Creación plástica de la obra. Procedimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38

IX. Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

pág.

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I. Resumen

Toda forma de expresión y comunicación es un lenguaje, y nuestra capacidad de comprenderlo totalmente en vez de observarlo desde fuera, depende del lugar desde donde partimos y del camino que decidamos recorrer. Bourriaud (2008), se pregunta algo parecido: cómo podemos comprender los comportamientos artísticos si no partimos de la situación misma de los artistas. Iguamente, cómo podemos comprender la tecnología, si no partimos de la situación de un técnico.

Esta obra pretende representar mi trayectoria profesional, desde que no sabía nada, hasta que fuí ca-paz de hacer cosas increíbles, como leer un reloj binario y proyectar una instalación artística. Y a su vez poner en evidencia esa predisposición del humanismo y la tecnología a estar siempre separados.

“El arte reta la tecnología y la tecnología inspira arte”

John Lasseter, Animador y director creativo de Pixar

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II. Objetivosde la investigación

1. Contruir una obra minimalista con una fuerte carga conceptual y por supuesto, personal.

2. Conseguir un “retrato” de un grupo de personas concreto relacionados con mi trayectoria.

3. Hacer una obra que el espectador en la que el espectador pueda ser partícipe.

4. Representar todos los elementos a través de una instalación bella y disfrutable en todos los senti-dos.

5. Poner en contraposición mi parte artística y mi parte científica.

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III.Teóricosfundamentos

En esencia, la obra es concebida como un área de esparcimiento. Un lugar donde poder estar. También es un reloj, pero no el reloj que todos conocemos (ni siquiera uno de sol). Es un reloj que usa el sistema binario.

Realmente, el sistema binario no es más com-plicado que el sistema decimal, o el dozenal (el de las horas). Sólo es menos conocido por la gente que no frecuenta el lugar donde está si-tuada la obra.

Al principio el proyecto se pensó como una ins-talación que representara conceptualmente mi forma de pensar. Pero con el paso de las sema-nas y la investigación que he invertido en este tema, todo ha ido un poco más allá.

Creo que al final la obra final no es la obra en sí (o el proyecto de ejecución de la obra en este caso) sino el análisis de los dos mundos que sin proponérmelo en un principio he llevado a cabo. El proyecto tomó como punto de partida una

maqueta realizada en 2013 donde se pretendía

crear una escultura referente al tiempo. La expe-riencia al mostrar ese ejercicio, (donde creó más “espectativa” el hecho de que el objeto fuera diri-gido a un target diferente que la obra sí) hizo que me quedara pendiente una investigación sobre el tema.

Así decidí diseñar una instalación dependiente del espacio, del contexto y del tiempo. Me gusta como lo define Diana Lozano (2012) cuando ha-bla de que en lugar de forzar al espectador a que mire una o varias obras perfectamente definidas, dejamos que defina la obra de acuerdo con su uso del espacio y del tiempo, a su manera de habitarlo, vivirlo y experimentarlo.

El proyecto está pensado para colocarlo en la en-trada de la Facultad de Informática de la Universidad de Murcia. Un lugar de paso y estancia de mi pasa-do, y de los que ahora son como yo era antes.

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Precisamente sobre el tiempo, me llamó la aten-ción una cita de Aristóteles “El tiempo es la con-dición de lo móvil y de lo cambiante.” (Palacios 2005). Esto se aplica al concepto que que me proponía al principio: Cuando cambias y evolu-cionas, eres consciente del tiempo.

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Porque yo estaba convencida, de que es cierto que existen dos formas de ver las cosas; “que en realidad existe una diferencia entre “ver” y “en-tender” y que se puede “ver” sin “entender” lo que se ha visto” (Zeki, 2002, p. 89). Y eso es, en mi opinión, lo que ocurre con la mayoría de las personas no especializas en arte cuando entran en un museo o una exposición cualquiera.

Sí, en efecto, todos tenemos sensaciones. Pero a diferentes niveles según nuestra experiencia. Podemos percibir aquello de lo que tenemos consciencia, pero no aquello sobre la que no la tenemos (Zeki, 2002, p. 89). Y ese punto es que intento destacar. Si en los dos mundos en los que me muevo, el más habituado (el artista), no tiene la experiencia necesaria para leer e interpre-tar correctamente la obra artística, se produce una frustración poco habitual. El ego del artista se rompe.

Y el por qué eso parece crear tanto revuelo es muy curioso para mí. Porque en realidad la cien-cia es misteriosa para los científicos, pero el arte está (o deberías estar) muy claro para todos los

artistas (que lo sean realmente).

Charles Pierce Snow escribió una serie de artí-culos donde ponía en evidencia la brecha entre dos culturas: La humanista y la científica y habla-ba de que esta grieta iba creciendo con el tiempo y las especializaciones en cada una de ellas (for-zada por la sociedad y el hecho de reunir un cv coherente). De hecho, se apunta a que echaba de menos la convergencia que hubo en el renaci-miento por medio de personajes como Leonardo Da Vinci. Pero al final, por cuestiones sociales (y tal vez de supervivencia) todos tendemos a espe-cializarnos. (Snow, 1959, citado por Alsina 2007).

Era habitual para mi, a lo largo de mi trayectoria artística encontrarme recelos entre la comunidad tecnológica en la que me muevo. Pero ha sido realmente sorprendente (o tal vez no) ver que ocurre exactamente lo mismo en la comunidad artística, sobre todo cuando se intenta etiquetar como arte, algo puramente tecnológico. Son los prejuicios entre científicos y humanistas.

“Yo y los artistas”

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Silva (2000) define el humanismo como una for-ma de ser hombre, y la tecnología como la des-humanización del ser humano. Porque uno de mis mayores problemas a la hora

de trabajar con este tipo de conceptos es hacer entender la tecnología como el fin, no como un medio:

“las humanidades a menudo sólo se han pre-ocupado por el impacto de las tecnologías en la sociedad desde una perspectiva en la que parece como si la sociedad y la tecnología se concibieran como entidades separadas. ” (Al-sina, 2007).

¿Una persona puede nacer con arte, pero no es posible nacer con ciencia? El arte es algo divino, pero la ciencia es algo “aprendible”.

“Deberíamos entender las técnicas y las tec-nologías empleadas en las artes como diná-mica creativa antes que simples estructuras repetitivas, y huir del rechazo de las técnicas como meros procedimientos instrumenta-les, afirmando los procesos operativos como campo de investigación autosuficiente y, se-gún cómo, final”. (Alsina, 2007, p24)

Hasta ahora, se ha expuesto lo referente a la parte humanista del proyecto: la razón de dotar a mi obra de un significado puramente tecnológico y excluir intencionadamente a un sector que no está acostumbrado a que lo aislen de “lo suyo”.

El trabajo de campo con los científicos ha sido algo curioso. Uno ama el arte que entiende y re-chaza (o le resulta indiferente) el que no entiende.

Mi grupo de estudio, se centró en mi departa-mento de trabajo. Se compone de ingenieros en informática principalmente.

“Yo y los informáticos”

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Les expliqué el resumen del proyecto, la pieza en sí, el funcionamiento y la idea. La implicación fue inmediata. Tanto, que me dieron un contexto muy apropiado para comenzar:

En la Facultad de Informática de Barcelona (FIB) existe un mobiliario urbano, que sin tener como fina-lidad conectar con los alumnos a un nivel personal, lo hace de la misma manera que pretende hacerlo mi proyecto. De hecho, también habla del tiempo.

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Me hablaron de arte. De su arte y que a la entrada en su facultad, hay una escultura hecha con chata-rra tecnológica, que simboliza (otra vez de nuevo el tiempo) la obsolescencia programada.

Al día siguiente me enviaron fotos.

Un elemento muy importante para The binary clock es el entorno en el que se encuentra. El tiempo y la experiencia en ese entorno hacen que la obra pueda cobrar sentido del todo. Es totalmente una obra “site specific”.

“Refers to a work of art designed specifically for a particular location and that has an interrelationship with the location” Tate (2015)

La facultad de informática de Murcia, la FIB de Barcelona, son entornos con características arquitec-tónicas y personales parecidas.

¿Podría funcionar la obra fuera de este entorno? No. Fuera de su contexto, esta obra puede convertir-se en una obra bonita con cualquier otra finalidad que no será la que pretendo representar.

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Mare Nostrum. El súper computador más bonito

del mundo.

Es un hecho que a estas alturas, el arte tecnológico no es nada nuevo, pero siguen habiendo obras, que sin ser destinadas a ser obras de arte en sí, lo son. Y por ello quiero proponer referencias plásticas con este tipo de instalaciones, que son creadas (a parte de su utilidad primaria) con un poderoso fin estético que no siempre es apreciado como se merece.

El Mare Nostrum es el supercomputador más potente de España, y está entre los más potentes del mundo. Se utiliza para el estudio de genoma humano, investigación de medicamentos, simulaciones del cerebro entre otros proyectos.

Se encuentra en el Campus Nord de la Universidad Politécnica de Cataluña, a las afueras de Barcelo-na (zona de Pedralbes – Les corts) en en el interior de una capilla de principios del siglo XX.

El Mare Nostrum está situado en una finca llamada Torre Girona, que fué construída para la familia Giro-na en 1860. Los edificios tienen un estilo neoclásico con jardines románticos que llegaron a ocupar tres hectáreas.

Más tarde, se construyó la capilla a las órdenes del arquitecto Josep Masdeu i Puigdemasa en un estilo más imponente, el estilo fascista (se construyó a la vez que todas las iglesias de L’Eixample con estilo similar)

En 1975 fué desacralizada para poder hacer uso de ella con fines docentes, y fué una de las últimas reales órdenes que firmó el dictador Francisco Franco.

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Así, la capilla pudo convertirse en la sede del aula magna de la UPC y, desde 2004, en la del supercopu-tador Mare Nostrum. (Remodelación a cargo de Yolan-da Martínez i Josep Benedito.)

Actualmente se pueden realizar visitas guiadas, e in-cluso este edificio está en la lista de edificios arquitec-tónicos de interés de la ciudad de Barcelona no por el valor del edificio en sí, sino por lo que contiene. De hecho lo acompañan con una iluminación especial y música.

Como curiosidad, el super computador se encuentra dentro de una urna de cristal de 9 x 18 x 5 m a una altura de 1 m del suelo, justo la misma que mide el altar de la capilla.

Las referencias al Mare Nostrum me conmueven es-pecialmente, por el lugar donde está y por la cercanía que me supone, pero ya empieza a ser frecuente que en el diseño de tecnologías de este tipo, se inviertan muchos recursos en la estética exterior.

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Otro ejemplos: El súper computador Curie en Francia:

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o el datacenter de Google que hasta hace pocos años eran alto secreto.

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Como referencias plásticas de mi proyecto, podría hablar del minimalismo y poner miles de obras que tienen similitud a lo que yo voy a diseñar, pero me gustaría huir de la “estética común” y fijarme en objetos que en realidad no fueron destinados a ser arte.

Aún así (de forma tal vez demasiado evidente) no puedo dejar de pensar en Judd y en sus obras mini-malistas, casi industriales que me seducen con sus líneas limpias y sencillas.

Sorprende el parecido con los “clocks“ de la FIB que hemos expuesto en apartados anteriores.

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IV. Conceptualpropuesta

Cada persona puede ver The binary clock de manera diferente. Pero en esencia, eso tiene mucho que ver con las elecciones que hace en su vida, sus gustos y sus prioridades. Llega un momento en la vida en el que somos dueños de nuestro destino y podemos construirlo como queramos. Según nuestras capacidades, nuestro carácter, nuestro entorno, etc.

1. En la sociedad en la que nos movemos, España, 2015. Al nacer, nuestro camino está marcado culturalmente (e incluso por ley) hasta los 16 años. Primaria, Secundaria. -> Imposición.

2. Después, tenemos elecciones más fuertes. Depende de nosotros qué camino seguir. Humanida-des, Ciencias, Tecnología, Universidad, Formación Profesional, o no hacer nada.

3. Los intereses, las inquietudes, la curiosidad, el entorno social nos llevan por un camino determina-do.

4. Se compara la estructura social a pequeña escala, y el rechazo a lo que no se entiende. En este caso, humanismo vs. ciencia.

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V. Variantes plásticassoportes bocetos

Para llevar a cabo The binary Clock, partí de la idea inicial y construí varios bocetos haciendo un bra-instorming personal.

La instalación tendrá corte minimalista, y tendrá función de mobiliario urbano, con lo cual ya partimos de unos requisitos de materiaes de exterior y una estética concreta.

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Boceto inicial: La propuesta inicial estaba basado en un reloj binario de pulsera que poseía. De ahí hice una maqueta funcional basada en esa forma. Está concebida como base para sentarse.

Es descartada por no parecer totalmente mobiliario urbano y no casar conceptualmente con lo pro-puesto.

Materiales: Hierro tratado para la base, Cristal templado en la parte superior con visión unilateral. Con lo cual se verían sólo los leds encendidos.

Se descarta el cristal por dificultar la visión en condiciones muy iluminadas.

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Lámparas: Esta opción me pareció muy intesante al plantear la obra como mobiliario urbano. Eviden-temente quería trabajar con luz asi que luz+mobiliario = lámpara. Barajé varias opciones.

Consideré incluso versiones muy minimalistas y futuristas. Todas en metal y cristal.Descartadas por ser frágiles, estorbar al paso y ser fácilmente bandalizadas.

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Después del todo el recorrido por el mundo de las lámparas, volví a la propuesta inicial, un tanto modi-ficada (ver en la siguiente página).

Los materiales serían los mismos:Hierro tratado para la base, Cristal templado. Materiales resistentes a los humanos y a las inclemencias

del tiempo.

El material debe ser lo suficientemente bueno como para proteger la circuitería exterior y evitar ser ban-dalizada fácilmente.

VI. Soporte finalespecificaciones

El corte minimalista casa con la mis ideas iniciales, y el hecho de dividir la obra en dos secciones me sirve de apoyo, no solo visual, sino también conceputal. Se hace una obra más social y más usable que es lo que pretendo.

Se considera una posibilidad interesante que la circuitería interior esté visible debajo del cristal transpa-rente.

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Luces leds de bajo consumo y fácil mantenimiento (no se funden) y sin demasiados lúmenes.A la derecha se puede ver un esquema con medidas y materiales.

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1248

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40cm

50cm

200cm

Lámparas leds de alta intensidad.

Chuleta para la correctaconversión al horario

convencional.

Cristal templado.

Hierro de alta resistencia e impermeabilidad.

Thebinaryclock.mavi jiménez

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“Hay 10 tipos de personas...”

El sistema binario asusta a la gente simplemente por ser diferente, pero realmente se usa este sistema en los ordenadores porque es el sistema numérico más sencillo que existe.

Como podemos ver en el esquema de la página anterior, en la obra adjuntamos una “chuleta“ para la rápida conversión binario-decimal.

Podría parecer algo prescindible, pero realmente es algo muy útil y sigue obedeciendo al lenguaje pro-pio informático que se pretende mantener.

Quiero intentar poner un ejemplo de una factorización, comparándolo con el sistema decimal (que ya conocemos) para intentar ilustrar cómo funciona de una manera sencilla.

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Con tres dígitos, en el sistema decimal, podriamos contar hasta 999 (900+90+9) y en binario hasta 7 (4+2+1)

En binario, para las horas necesitamos contar hasta 12, por lo cual necesitamos por lo menos cuatro dígitos (8+4+2+1 = 15) porque con tres, nos quedamos cortos.

Igualmente, para los minutos debemos llegar a 60, con lo que aún necesitamos dos dígitos más:(32+16+8+4+2+1 = 63)

Finalmente, tendriamos:8 4 2 1 en las horas 32 16 8 4 2 1 en los minutos32 16 8 4 2 1 si quisiéramos poner los segundos.

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Thebinaryclock.

VII. Situaciónde la obra

propuesta Expositiva

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VIII. Creación plástica de la obraprocedimientos

Al ser una obra minimalista, la creación material exterior es muy sencilla.

Se encarga la creación de los soportes metáli-cos y el cristal templado con los herrajes necesa-rios para su anclaje al suelo y su inmobilización.

Necesitaremos pasar cables por debajo del suelo, (conexión electrica y red) con lo cual ne-cesitamos construir canales en el suelo, y un se-llado posterior. En emplazamiento donde estará situada la obra no cuenta con estas facilidades, con lo que será necesario construirlas.

La parte interna, el corazón de la obra es un poco menos trivial. Con un Ingeniero electrónico, tendríamos que diseñar toda la circuitería led, así como su resistencia y su seguridad. Y un Inge-niero informático tendria que diseñar el sistema de datos.

Lo interesante de esto, es que se genera una simbiosis entre arte y tecnología asombrosa a la hora de la construcción.

La idea de que según de la perspectiva en que se mire podría verse como un proyecto artístico o un proyecto tecnológico de igual valor para am-bas partes.

El proyecto queda abierto a nuevas “features“ como la intervención externa, ya sea por medio de contacto físico o por medio de la red.

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IX. Bibliografíareferencias

Alsina, P. (2007) . Arte, ciencia y tecnología. Barcelona: VAC

Bourriaud, E (2008). Estética relacional. Adriana Hidalgo, Buenos Aires

Lozano, D. (2012). Intervenir desde la pintura en el entorno. Trabajo de Fin de Master. Universidad Politécnica de Valencia.

Palacios, V.H. (2005). La Soledad del instante como fundamento de la libertad. Reflexio nes sobre la temporalidad humana. Pensamiento y Cultura 8(1), 676-782.

Silva, J. (2000). Humanismo, técnica y tecnología. Contaduría y Adminis- tración.p18.

Tate Modern. (2015). Site-specific. London, EN: Tate Modern. Recuperado de http://www.tate.org.uk/learn/online-resources/glossary/s/ site-specific

Zeki, S. (2002). Visión interior. Madrid, Antonio Machado Ed.

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Mavi Jiménez 2015mavi@linkita.net