trabajo valeriana offiicinalis
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Farmacología General 2010-2011
Juan A López-Rodríguez Lorena López Ruiz
María Isabel Luna Sevilla
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Índice
Introducción ................................................................................................................ 2
Legislación ................................................................................................................. 5
1. Composición química ........................................................................................... 10
2. Mecanismo de acción ........................................................................................... 11
3. Acciones farmacológicas ...................................................................................... 12
4. Indicaciones. ......................................................................................................... 13
5. Posología. ............................................................................................................. 14
6. Efectos Secundarios .............................................................................................. 15
7. Interacciones ......................................................................................................... 16
8. Preparados ............................................................................................................ 17
Bibliografía ............................................................................................................... 19
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Introducción
La valeriana es una planta de gran tradición que a lo largo de su historia ha sido
denominada de múltiples formas desde alfeñique, hierba de los gatos, valeriana común,
hasta valeriana officinalis o valeriana phu. Además de muchas denominaciones nos
encontramos también con la existencia de muchas variedades de la propia planta,
exactamente existen unas 250 variedades distribuidas por todo el mundo, cuyas raíces
son similares aunque el tipo y cantidad de principios activos varían. De entre todas
variedades, la más comúnmente utilizada es la Valeriana officinalis (Castillo y
Martínez, 2007).
La creencia más aceptada en torno al origen del término Valeriana officinalis es
aquella que afirma que proviene del latín valere q significa estar saludable, fuerte; y
officinalis haría referencia a su carácter medicinal y a que era vendida en las “oficinas
de farmacia”. Sin embargo también se ha barajado la posibilidad de que el término
proceda del personaje de Valerio, según se cree la primera persona que utilizó esta
planta con efecto terapéutico. E incluso se habla de que su etimología se relacione con
una de sus principales características, su olor fuerte, teoría apoyada por el hecho de que
en la antigüedad también fuese conocida como Phou o Fy, expresión comúnmente
utilizada por los habitantes procedentes del continente europeo al oler la planta.
En cuanto a sus características físicas podemos decir que la valeriana es una
planta vivaz, de tallo simple, perteneciente a la familia de las Valerianáceas, que puede
alcanzar el metro o más de altura. Se trata de una planta herbácea, perenne y robusta que
se caracteriza por sus terminales con flores perennes rosadas o blancas, pentámeras,
epiginias. El fruto es un aquenio, con un vilano plumoso, y sus hojas están dispuestas en
el tallo a pares de 6 a 10 y son hojas compuestas, pinnadas, segmentadas, de color verde
oscuro y con inflorescencias terminales. El rizoma es corto, de 8 a 15 raíces finas y con
estolones, es de color marrón claro en el exterior y blanquecino en el interior, cilíndrico
y de 2 a 5 cm de largo por 1,5 a 3 cm de ancho, y las raíces son finas, de 10 cm de largo
por 1-3 mm de ancho, blanquecinas y carnosas, con un olor muy desagradable si son
secadas (Castillo y Martínez, 2007).
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Esta planta, más concretamente, la variedad de la que venimos hablando, la
Valeriana officinalis, es común en toda Europa a excepción de la zona mediterránea.
Florece en primavera y verano y crece normalmente de forma espontánea especialmente
en prados húmedos, barrancos, márgenes de los ríos, maleza de los valles. La parte que
se usa es el rizoma o raíz, que se cosecha generalmente a finales del mes de septiembre
cuando el aceite esencial se puede obtener en su más alto nivel.
Como ya hemos dicho, el conocimiento sobre sus propiedades no es novedoso.
Su uso se remonta a la antigüedad, en la que ya se encuentran descripciones de clásicos
como Dioscórides, Hipócrates o Galeno. Dioscórides la describía en su Libro I sobre
remedios y plantas naturales haciendo referencia a ella como la Gran Valeriana y sería
utilizada por el autor para el tratamiento de la epilepsia. También Plinio el Viejo la
recomendó para los espasmos de la faringe y el propio Galeno aludió a sus virtudes y la
llamó Phu.
Tampoco la tradición china e hindú escapó a sus encantos y la incluyeron como
un remedio más de su medicina tradicional.
Y ya en épocas más recientes también encontramos referencias al valor
medicinal de la planta como por ejemplo en los escritos de Fabius Colonna en 1567 que
aludía a ella como remedio para la epilepsia extendiéndose su uso para tratar este mal a
lo largo del siglo XVI, hasta tal punto que en la Suecia medieval, se colocaba en la ropa
de boda del novio para evitar la "envidia" de los elfos a los que la tradición popular
asociaba con los ataques epilépticos.
Más tarde, en 1912, Chevalier propondría el aceite esencial como el causante de
la actividad sedante que puede alcanzar la raíz de la planta de la Valeriana. Y así,
durante la Segunda Guerra Mundial la valeriana fue frecuentemente utilizada para
aliviar la tensión nerviosa originada por los bombardeos y explosiones frecuentes en
esas circunstancias. Habrá que esperar unos años más para que Ukita, en 1944, consiga
aislar el primer ácido volátil de la Valeriana officinalis, trabajo que se continuaría
llegando en 1957 a aislarse 12 monoterpenos y 17 sesquiterpenos. A partir de aquí
seguirían realizándose trabajos experimentales dirigidos entre otras cuestiones a
confirmar la propiedad sedante de la planta.
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A finales del siglo XX se hizo muy popular en Europa hasta que fue destronada
por el uso de ansiolíticos y sedantes, medicamentos que precisan de prescripción
médica. Pero su uso no tardaría en volver a la primera línea, la medicina natural se
ocupó de ello de tal modo que hoy en día son muchas las personas del mundo
occidental que ven en ella un remedio para el insomnio, la ansiedad o el estrés. Tal es
así, que en la actualidad la valeriana es el producto más adquirido en Europa entre los
considerados tranquilizantes de venta sin prescripción médica (Morales, 2006).
Por tanto podríamos concluir que la valeriana es una planta cuya tradición se
remonta a tiempos muy antiguos y que a lo largo de la historia y en función de los
estudios y necesidades surgidas ha sido utilizada para muy diversos fines, desde el
tratamiento de problemas digestivos o de insomnio hasta utilizarse como diurético,
sedante, etc. Ahora bien, sin dudar de su larga tradición y sus posibles beneficios cabe
plantearse si en la actualidad con los con los conocimientos de los que disponemos, se
hace un buen uso de ella, y si ofrece la seguridad y control que debería.
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Legislación
En Europa, al igual que en otras partes del mundo como Asia y Estados Unidos, el
uso de medicamentos a base de plantas como la Valeriana ha experimentado un
importante crecimiento en los últimos años, algunos de los aspectos que han motivado
este crecimiento del mercado han sido (Cañigüeral y Vila, 2005):
o El mayor conocimiento de los efectos adversos de los fármacos de síntesis.
o La creciente preferencia de la población por este tipo de fármacos.
o El desarrollo de métodos analíticos que facilitan el control de calidad.
o El aumento de la automedicación, estos productos son percibidos como menos
peligrosos y, por tanto, más aptos para la automedicación.
o Nuevas formas de preparación y de administración de los medicamentos
fitoterápicos.
o Mejor conocimiento químico, farmacológico y clínico de las drogas vegetales y
sus derivados.
De tal modo que nos encontramos con que por ejemplo, en Alemania, el porcentaje
de población que utilizó productos fitoterápicos aumentó entre 1970 y 1997, de un 4% a
un 92% en determinadas patologías (Blumentfhal, 1998). Según datos de IMS Health
(2007), la presencia del mercado de la fitoterapia en Europa está gobernado por
Alemania con 29%, seguida de Francia con un 20% e Italia con un 12%, y situándose
España en un 3%.
A pesar de este importante auge del mercado no debemos olvidar que la fitoterapia
en general tiene ciertas limitaciones y particularidades respecto al resto de los
medicamentos, como (Cañigüeral y Vila, 2005) (Blanché, 2005):
o Existen relativamente pocos estudios en Farmacología clínica sobre estos
productos.
o Posible confusión y falta de toma de conciencia de que natural es diferente de
inocuo; sobrevaloración de su seguridad por parte de los consumidores.
o En cuanto a la calidad:
‐ En muchas ocasiones nos encontramos ante productos multicomponentes,
complejos y de gran variabilidad.
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‐ No siempre se conocen los constituyentes químicos responsables del efecto
terapéutico, o con frecuencia, éste se debe a un conjunto de ellos.
o En cuanto a su seguridad y eficacia: se debe insistir en el hecho de que su
procedencia natural, su tradición y su uso milenario, aunque sirvan de apoyo
para su conocimiento, no pueden por sí solos justificar la eficacia y seguridad
de los mismos. Hecho que a lo largo de la historia e incluso en la actualidad no
se tiene tan presente como debiese. Debemos tener presente que a pesar de que
suelan tener un margen terapéutico ancho, no están exentos de efectos adversos,
interacciones y contraindicaciones; deben estar sometidos, por tanto, a
evaluación y aportar evidencia científica.
o Disponibilidad en el mercado de la droga vegetal en parte al margen del registro
como medicamento.
Dadas estas peculiaridades nos encontramos con que sería necesaria una clara
regulación de la fitoterapia y de sus productos, sin embargo la realidad dista mucho de
esta buena pretensión, especialmente en nuestro país. La situación en España es
compleja, como hemos visto el uso de productos fitoterapéuticos ha aumentado
siguiendo la tendencia europea, pero nos encontramos con una serie de particularidades
que conforman una situación diferente en nuestro país:
o La cuota de prescripción médica de estos productos en España no alcanza el 15
% frente al 41% del resto de Europa (IMS Internacional, 2002).
o El Europa el 70% de los productos a base de plantas medicinales es dispensado
en farmacias y el 30% restante se distribuye por otros canales; en España las
cifras se invierten (ANEPF, Asociación Española de Especialidades
farmacéuticas Publicitarias)
o Existe un escaso desarrollo legislativo.
o Comercio alternativo con gran peso económico.
Sin embargo si revisamos la historia legislativa de nuestro país, encontramos que no
parece haberse hecho frente a esta situación; la legislación no ha avanzado al ritmo que
lo ha hecho la comercialización y el consumo social de estos productos. Aún hoy,
aunque excepcionalmente, se aplican aspectos recogidos en la ya derogada ORDEN
Ministerial de 1973 (ORDEN de 3 de Octubre de 1973, por la que se establece el
registro para preparados a base de especies vegetales medicinales), que más tarde fue
ampliada incluyendo en 1983 una reglamentación para especies de uso en alimentación;
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lo cual llevó a establecer una diferencia no siempre clara entre medicamento y alimento
que ha dado lugar a interpretaciones ambiguas que han facilitado el desvío de plantas
medicinales de extendido uso hacia canales de distribución no sanitarios.
Posteriormente se intentó mejorar la situación con la aprobación de la Ley del
Medicamento de 1990 (Ley 25/1990, de 20 de diciembre, del Medicamento), en la que
se equiparaban las plantas, sus mezclas y preparados a fórmulas magistrales, preparados
oficinales o especialidades farmacéuticas, y contemplaba en el famoso artículo 42, el
futuro desarrollo de una reglamentación específica para plantas medicinales. Con ello,
la situación siguió siendo ambigua, y se siguió acudiendo a la derogada Orden de 1973
puntualmente.
Hasta el año 2000, los intentos por completar dicha ley en lo que se refiere a plantas
medicinales fueron prácticamente nulos. Fue a partir de este año cuando en el marco de
la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios se iniciaron las
negociaciones entre la Corporación Farmacéutica y las Asociaciones de Fabricantes;
negociaciones que quedaron plasmadas en el llamado “Pacto de Montseny” y así, en
base a esto en 2001 se inició la tramitación del Real Decreto de Plantas Medicinales.
Pero paralelamente a esto, la legislación europea seguía su propio camino, creando
una propuesta de Directiva sobre medicamentos tradicionales de plantas que resultaba
incompatible con el nuevo Real Decreto español y que finalmente sería aprobada en
2004 (2004/24/CE, de 31 de marzo). La principal contradicción entre ambas provenía
del hecho de que la nueva normativa europea considera las plantas medicinales
tradicionales, sus mezclas y preparados como medicamentos a los que se aplicarían las
normas de evaluación, autorización y puesta en el mercado similares al resto de
espacialidades farmacéuticas; mientras que el Proyecto del Real Decreto español,
conforme a la situación ya descrita del mercado español, había optado por la creación de
una categoría especial llamada “productos fitotradicionales” que contrariamente a los
medicamentos podrían ser comercializados con una mera notificación a la
Administración fuera de las oficinas de Farmacia siempre que no se aludiese a
propiedades terapéuticas, pero sí autorizándose “alegaciones de salud”.
En vista de esta situación, en vez de crear una categoría especial de producto al
margen del medicamento, en 2002 se propuso una nueva versión de este Real Decreto
en el que se creaba una categoría especial de medicamentos (“medicamentos
tradicionales de plantas”). Aun hecha esta precisión, el ajuste de España a la normativa
europea no quedó totalmente fijado, y el proyecto de 2002 no llegó a concretarse.
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El siguiente intento sólido de regulación no se hará hasta 2004 con la Orden
Ministerial SCO/190/2004, de 28 de enero, en la que se establece una lista de 197
especies de elevada toxicidad de venta prohibida o restringida. Más tarde, en 2006, se
aprobó la Ley 2/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de medicamentos y
productos sanitarios, donde en su artículo V se regulan las garantías sanitarias de los
llamados medicamentos especiales en los que se incluyen las plantas medicinales. Pero
este artículo no supone prácticamente ninguna variación de lo recogido en la Ley del
Medicamento; así, igualmente se afirma que “las plantas y sus mezclas, así como los
preparados obtenidos de plantas en forma de extractos, liofilizados, destilados,
tinturas, cocimientos o cualquier otra preparación galénica que se presente con
utilidad terapéutica, diagnóstica o preventiva seguirán el régimen de las fórmulas
magistrales, preparados oficinales o medicamentos industriales según proceda y con
las especificidades que reglamentariamente se establezcan” , igualmente se establece
que “podrán venderse libremente al público las plantas tradicionalmente consideradas
como medicinales y que se ofrezcan sin referencia a propiedades terapéuticas,
diagnósticas o preventivas, quedando prohibida su venta ambulante”.
La situación actual, queda enmarcada en las leyes anteriormente recogidas así como
en lo dispuesto por el REAL DECRETO 1345/2007, de 11 de octubre, por el que se
regula el procedimiento de autorización, registro y condiciones de dispensación de los
medicamentos de uso humano fabricados industrialmente. La principal novedad de esta
Orden es la distinción entre medicamento a base de plantas y medicamento tradicional a
base de plantas, fijando que el amplio uso tradicional de estos últimos hará innecesaria
la exigencia de las pruebas clínicas y preclínicas que se suelen exigir con carácter
general.
Del análisis de la evolución legislativa y social de la fitoterapia podemos concluir
que a día de hoy, parece insuficiente el desarrollo de la legislación existente, lo cual
conlleva que nos encontremos ante una situación de “vacío legal” en la que las plantas
tradicionales y los medicamentos a base de plantas tradicionales, pueden no estar
siguiendo unos criterios de regulación y seguridad que deberían exigirse dada la
constatación de posibles efectos adversos e interacciones de los mismos. De tal modo
sucede que, algunas plantas en vez de ser registradas en el Ministerio de Sanidad, son
incluidas en los registros del Ministerio de Agricultura o en el Catálogo de productos
dietéticos, evitando de este modo controles más rígidos. En base a esta situación de
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“alegalidad” el conflicto entre el sector de los herbolarios y el sector de las oficinas de
farmacia continúa.
Y, finalmente, más allá de las disputas económicas, la necesidad de regulación viene
también justificada por las características sociales del consumo: un consumo que va en
aumento, un consumo de productos que como ya hemos dicho no gozan siempre de un
control exhaustivo, a lo que se une la alta percepción de seguridad por parte del
consumidor y la amplia creencia de que las plantas no son medicamentos.
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1. Composición química
La composición química es muy variable, dependiendo de la época de
recolección y de las condiciones de almacenamiento. Podemos clasificar los
componentes activos en cuatro grupos:
• irioides: valeprotriatos y isovaleproteiatos que son ésteres de epoxiirioides.
Alcanzan su concentración máxima en invierno y se encuentran únicamente en
la planta fresca o cuando esta ha sido disecada a temperaturas inferiores a 40º C
ya que son muy inestables y se transforman con facilidad a baldrinales
(aldehídos deshidratados), que también son activos.
• Aceite esencial, de composición compleja y variable, que depende de factores
genéticos y ambientales (valeranona, valerenal y ácidos valerénicos).
• Aminoácidos libres, GABA, tirosina, arginina y glutamina
• Trazas de alcaloides piridínicos; (Castillo, E. y Martínez, I. 2007).
Aminoácidos presentes en Valeriana officinalis
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2. Mecanismo de acción
El principio activo de los extractos de Valeriana officinalis no está del todo
esclarecido y se sugiere que la actividad sedante sea el resultado de las acciones
acumulativas de todos los constituyentes identificados en el risoma. V. officinalis ha
demostrado tener actividad similar a la de benzodiacepinas, con capacidad de ligamen a
los receptores GABAA pudiendo aumentar la liberación del neurotransmisor GABA de
sinaptosomas de cerebro. Hay evidencia que sustenta la actividad vasodilatadora y
relajante de la musculatura lisa. En tanto la actividad anticonvulsivante atribuida al
extracto de V. officinalis está muy limitada para poseer significado clínico.
Las raíces de V. officinalis contienen un aceite volátil que consiste de
borilisovalerenato y los sesquiterpenos ácido valerénico y sus derivados. Los
constituyentes adicionales incluyen al menos seis valepotriatos, que han sido
identificados y clasificados químicamente. Los valepotriatos, incluyendo valtrato,
isovaltrato, dihidrovaltrato y acevaltrato, poseen una estructura epóxida y se les atribuye
la mayor actividad sedante. Bajo circunstancias adecuadas los risomas (raíces) de V.
officinalis se cultivan para obtener aproximadamente 0,9% de aceites esenciales y 0,5%
de ácido valerénico y derivados una vez procesados y secos. Se han identificado muchos
otros constituyentes de V. officinalis, incluyendo alcaloides y ácidos aromáticos, pero es
incierto su posible rol en la farmacología de V. officinalis.
Con todos los resultados de los estudios farmacológicos realizados a la fecha, no
es posible obtener una conclusión definitiva respecto a los constituyentes responsables
del mecanismo de acción. (Morales M.A; 2006)
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3. Acciones farmacológicas
Las acciones farmacológicas son debidas al sinergismo entre los aceites
esenciales, los alcaloides y los valepotriatos.
• Actividad sedante: Con muy poco poder hipnótico. Varias experiencias
determinaron una prolongación del sueño, disminución de los reflejos, sedación
y disminución de la actividad locomotora. Aunque no se sabe exactamente cómo
se produce este efecto sedante, lo más probable es que el principio activo sean
los valepotriatos. Dentro de la actividad sedante se incluyen actividades como
antiestrés, relajante, depresora del SNC, etc.
• Actividad espasmolítica: Del mismo modo que con la actividad sedante, no se
sabía muy bien el por qué de esta actividad, pero ahora ya se sabe que los
causantes son los iridoides y la valeranona. El efecto relajante muscular es
consecuencia de un efecto musculotrofico directo comparable al de la
papaverina.
• Actividad antimicrobiana: Algunos principios activos de la raíz (como la
valerina, el isovaltrato ,...) y extractos alcohólicos de las flores demostraron
actividad antimicótica in vitro frente especies como A. fumigatus, C. albicans, S.
typhi, etc.
• Actividad cardiovascular: Una fracción específica de valepotriat llamada Vpt2
ha demostrado una actividad vasodilatadora coronaria y una acción
antiarrítmica. Algunos ácidos volátiles como el ácido valerenico han demostrado
una actividad hipotensora arterial. ( Morales M.A; 2006)
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4. Indicaciones.
Según la ESCOP (The European Scientific Cooperative On Phytoteraphy), los
usos medicinales reconocidos de la valeriana son:
1. Ansiedad: En un ensayo doble ciego en sujetos con ansiedad social la valeriana
redujo las sensaciones de ansiedad sin provocar sedación ni otro efecto
secundario. Tras cuatro semanas, en comparación con diazepam (2,5mg/8
horas), la valeriana (50mg/8 horas) consiguió el mismo descenso de la ansiedad
medida por la Hamilton de Ansiedad (HAM-A).
2. Insomnio: Para el insomnio, los estudios con placebo han demostrado en cuatro
ocasiones claras mejorías con dosis de 400mg de extracto acuoso de valeriana.
Se demostró de forma significativa (p<0,05) mediante polisomnografía una
disminución del tiempo de latencia del sueño. Comparado con una
benzodiacepina, la eficacia fue la misma pero se consiguió no tener efectos
sedativos excesivos y menos efectos secundarios en general y además de no
provocar un síndrome de abstinencia durante la retirada (Donath et al, 2000)
3. Espasmos musculares: Se han descrito, por su similitud, igualmente efectos
relajantes de la fibra lisa y estriada muscular.
Los usos etnomedicinales y populares de la valeriana son:
4. Sedante, inductor del sueño, antiespasmódico, anticonvulsivo, para contracturas
musculares, diurético, antitusivo, por dolores premenstruales y dolor de cabeza.
5. Vitíligo: en Marruecos la valeriana forma parte de una fórmula para combatir el
vitíligo en forma de crema, junto con sulfato de cobre y grasa de cabra entre
otros.
6. En México la valeriana se utiliza para combatir el alcoholismo y la
drogadicción, neuralgias y epilepsias.
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5. Posología.
Para el insomnio, la dosis estándar de valeriana es de 2 ó 3 g de la hierba seca,
270 a 450 mg de un extracto acuoso de valeriana, o 600 mg de un extracto de etanol
tomada de 30 a 60 minutos antes de acostarse. La misma cantidad, o una dosis reducida,
puede ser tomada dos veces al día para la ansiedad. La capacidad para inducir el sueño
de la valeriana no es inmediata, sino que aparece tras un tratamiento de varios días, por
lo que debe advertirse al paciente para que no abandone el tratamiento de forma
prematura. No se han establecido límites al tiempo de tratamiento con valeriana,
aunque no se han realizado ensayos clínicos de larga duración (más de 30 días).
También se pueden usar productos combinados con citronela (Melissa
officinalis), lúpulo (Humulus lupulus), pasiflora (Passiflora incarnata) y escutelaria
americana (Scutellaria lateriflora).
Debido al desagradable olor de la valeriana, los productos europeos han creado
productos de valeriana sin olor. Sin embargo, estos aún no están disponibles de manera
amplia en los Estados Unidos.
La valeriana no se recomienda para niños menores de 3 años de edad.
Los extractos y tinturas de Valeriana deben ser guardados en contenedores bien
cerrados y protegidos de la luz. (ESCOP, 1997).
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6. Efectos Secundarios
La valeriana está reconocida por la Agencia Americana del Medicamento (FDA)
como segura. Las reacciones alérgicas son raras.
En los ensayos clínicos que se poseen hasta la fecha con valeriana y sus derivados,
independientemente de su forma de purificación, no se ha producido efectos secundarios
importantes. En los extractos alcohólicos de valeriana los efectos secundario no
difirieron de los de placebo y fueron siempre menores que los observados con
benzodiacepinas para el tratamiento del insomnio (Anon, 2004)
Con los extractos alcohólicos se informaron de los siguientes efectos secundarios:
‐ Dolor de cabeza ‐ Molestias gastrointestinales ‐ Resaca matutina ‐ Diarrea ‐ Sudoración ‐ Sensación excesiva de bienestar ‐ Lentitud psíquica ‐ Irritabilidad ‐ Mareos
Con los extractos basados en agua se informaron de los siguientes efectos secundarios ‐ Mareos ‐ Naúseas
La sedación diurna excesiva, podría esperarse, pero solo se observan en pacientes
que toman más de 900mg diario de extracto de valeriana (Ziegler G, 2002)
No existen datos ni contraindicaciones en relación a la infancia y a las mujeres
embarazadas.
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7. Interacciones
La valeriana ha mostrado in vitro una capacidad de entre el 31 y el 88% de inhibir
el metabolismo del citocromo P450 isoencima 3A4. Cada extracto tiene perfiles
químicos distintos por lo que los autores difieren en esa capacidad de inhibir el
citocromo P450 3A4 in vivo. (Anon, 2004).
Se ha descrito la prolongación del sueño en uso conjunto con fenobarbital y
tiopental, sin embargo hay estudios alemanes que no implican una afectación de la
capacidad de conducción cuando ésta se asocie a alcohol (Brazier, N 2008).
Seguridad de Uso.
Existe algún caso aislado en Grecia de Hepatotoxicidad asociada a valeriana de
forma idiosincrásica (Vassiliadis, T. et al., 2009).
En caso de discontinuación abrupta, como en el caso de las benzodiacepinas, puede
aparecer sintomatología similar a la de un síndrome de abstinencia por benzodiacepinas,
sobre todo en pacientes que utilicen altas dosis diarias.
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8. Preparados
Se encuentran en la literatura nombres que se asocian como sinónimos de la
valeriana según sigue:
All-heal, amantilla, balderbrackenwurzel, baldrian, baldrianwurzel, baldrion,
valeriana belga, hierba bendita, capon's tail, valeriana común, valeriana inglesa,
combinación de extracto de lúpulo de valeriana fijo Ze91019, valeriana fragrante,
heliotropo de jardín, valeriana de jardín, valeriana alemana, gran valeriana silvestre,
herba benedicta, heliotropo, valeriana india, escalera de Jacobo, valeriana japonesa,
katzenwurzel, laege-baldrian, Li 156, valeriana mexicana, Nervex®, Neurol®,
Orasedon®, valeriana pacífica, phu, phu germanicum, phu parvum, pinnis dentatis,
racine de valèriane, radix valerian, valeriana roja, Sanox-N®, Sedonium®, setewale
capon's tail, setwall, setwell, tagara, theriacaria, Ticalma®, V. edulis, V. faurieri , V.
foliis pinnatis, V. jatamansi, V. radix, V. sitchensis, V. wallichii , valariana,
Valerianáceas (familia), Valerianaheel®, valeriane, Valmane®, vandal root, valeriana
de Vermont, valeriana silvestre.
La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios reconoce los
siguientes principios activos relacionados con la valeriana en el listado de sus productos
a disposición de los pacientes:
• VALERIANA
• VALERIANA EXTO BLANDO
• VALERIANA EXTO FLUIDO
• VALERIANA EXTRACTO HIDROALCOHOLICO SECO
• VALERIANA EXTRACTO SECO
• VALERIANA RIZOMA
• VALERIANA TINTURA
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La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios tiene autorizados
numerosos productos que contienen Valeriana o alguna de sus formas racémicas entre
los que no todos se comercializan. Se detallan a continuación una lista de los que sí
están actualmente en las Farmacias Españolas:
Nombre del Medicamento Principio activo
SEDONAT gotas orales
CRATAEGUS OXIACANTA EXTO SECO, PASSIFLORA INCARNATA EXTO SECO, ESENCIA DE AZAHAR, VALERIANA EXTRACTO SECO
VALERIANA LEO comprimidos recubiertos
ESPINO BLANCO EXTO SECO, PASSIFLORA INCARNATA EXTO SECO, VALERIANA EXTRACTO SECO
NEURAPAS comprimidos recubiertos
HIPERICO EXTO SECO, PASSIFLORA INCARNATA EXTO SECO, VALERIANA EXTRACTO SECO
TRANQUIGOR cápsulas blandas
LUPULO EXTO SECO, VALERIANA EXTRACTO SECO
MELIVAL comprimidos recubiertos
MELISSA OFFICINALIS EXTRACTO SECO, VALERIANA EXTRACTO SECO
NERVIKAN comprimidos recubiertos
MELISSA OFFICINALIS EXTRACTO SECO, VALERIANA EXTRACTO SECO
NETISUM FORTE cápsulas blandas
PASSIFLORA INCARNATA EXTO SECO, VALERIANA EXTRACTO SECO
VALDISPERT COMPLEX PASSIFLORA INCARNATA EXTO SECO, VALERIANA EXTRACTO SECO
VALRELAX PASSIFLORA INCARNATA EXTO SECO, VALERIANA EXTRACTO SECO
ANSIOKEY VALERIANA EXTRACTO SECO
COENRELAX comprimidos recubiertos
VALERIANA EXTRACTO SECO
EXTRACTO DE VALERIANA ROHA VALERIANA EXTRACTO SECO
EXTRACTO DE VALERIANA SORIA NATURAL
VALERIANA EXTRACTO SECO
NORMOVAL 250 mg comprimidos recubiertos
VALERIANA EXTRACTO SECO
RATIOMIR 100 mg comprimidos recubiertos
VALERIANA EXTRACTO SECO
TAUVAL 100 VALERIANA EXTRACTO SECO
VALDISPERT 125 mg comprimidos recubiertos
VALERIANA EXTRACTO SECO
VALDISPERT 45 mg VALERIANA EXTRACTO SECO
VALDISPERT EXTRACTO FLUIDO VALERIANA RIZOMA
DORMIPLANT MELISSA OFFICINALIS EXTRACTO SECO, VALERIANA EXTRACTO SECO
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Bibliografía
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