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TRAMAS ESTÉTICAS DEL CUERPO Y LA CIUDAD MEDITERRÁNEA JAIME XIBILLÉ M.

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TRAMAS ESTÉTICAS DEL CUERPO

Y LA CIUDAD MEDITERRÁNEA

JAIME XIBILLÉ M.

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Mapa de Atenas, ca. 400 a. C.

El poder no está en manos de una minoría, sino de todo el pueblo, todos son iguales ante la ley, la palabra democracia significa que el pueblo es el poder en el Estado... Los atenienses discuten y razonan entre sí porque existe una isonomía entre todos los ciudadanos que tienen derecho a la voz en los espacios públicos.

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El gimnasio, 500 a. C.

Los jefes de los jóvenes guerreros eran representados artísticamente casi desnudos, con sus cuerpos sin ropa protegidos solo por escudos y lanzas. En la ciudad los jóvenes luchaban desnudos en el gimnasio...

El griego civilizado había convertido su cuerpo descubierto en un objeto de admiración.

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Pnyx, Atenas

En los espacios políticos democráticos que edificaron los atenienses, especialmente en el teatro construido en la colina de Pnyx, donde se reunían la asamblea de todos los ciudadanos, la organización de la multitud y las reglas de votación tenían por objeto exponer a la vista de todos como votaban los individuos o los pequeños grupos

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Escultor Ático, jugadores de pelota. Ca. 500 A. C.

El valor que se daba a la desnudez en parte obedecía a la manera en que los griegos en la época de Pericles concebían el interior del cuerpo humano. El calor del cuerpo era la clave de la fisiología humana: quienes concentraban y dominaban su calor corporal no tenían necesidad de ropa

Escultor Ático, corredor en el punto de partida, dos

luchadores y un lanzador de jabalina. Ca. 500 A. C.

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La concepción griega del cuerpo humano sugería derechos diferentes, así como diferencias en los espacios urbanos, ya que los cuerpos tenían diversos grados de calor. Estas diferencias coincidían de manera muy especial con la división de los sexos, ya que se pensaba que las mujeres eras versiones frías de los hombres. Las mujeres no se mostraban desnudas por la ciudad; aún mas, generalmente permanecían confinadas en el oscuro interior de las casas, como si este encajara mejor con su fisiología que los espacios abiertos al sol.

Escultor Ático, en relieve votivo de

Xenokrateia. Finales del Siglo V A. C.

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Mapa de Atenas, ca. 400 a. C.

Pericles en sus temas de la oración fúnebre manifestaba que el Kratos (poder) debería ponerse en el centro del Ágora o de otros espacios políticos para asegurar la relación simétrica entre cada uno de los ciudadanos.

Para entrar al espacio amurallado se podría entrar por la Puerta Triasia viniendo desde la academia hasta llegar al centro de La Acrópolis y con una vista sorprendente del Partenón en un promontorio que la hacía visible desde lejos.

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Atenas de Pericles

Uno de los grandes problemas de Atenas para la exportación e importación de sus productos era la ubicación del Puerto del Pireo que quedaba a una distancia de 3 Km. y medio de la ciudad amurallada y no tenía ninguna protección. Por eso se decidió amurallar ese recorrido que servía además de protección para las mercancías como refugio para la población que se dedicaba a la agricultura y necesitaban resguardo en caso de asaltos o guerras.

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Los propileos de La Acrópolis

Siguiendo por la vía panatenaíca se encuentra un terreno que asciende por los propilenos hacia La Acrópolis convertida para ese momento en un espacio exclusivamente sagrado. La ubicación del Partenón en la ciudad simbolizaba su valor cívico colectivo.

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Academia Siglo V, Grecia

Fuera de las murallas de la ciudad, los atenienses crearon las academias, en las que se educaban a los jóvenes mediante la discusión en lugar de enseñarles mediante un aprendizaje rutinario.

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Friso del Partenón: Jóvenes preparándose para montar, finales del

siglo V a. C. Museo Británico

Las figuras humanas del Friso del Partenón muestran cuerpos jóvenes y perfectos, con una perfección expuesta en su desnudez y con expresiones igualmente serenas tanto si conducen un buey como si doman caballos.

En este fragmento se muestran a los jinetes preparándose para montar sus caballos.

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Heraklia's Oikos - Part 1 - the Thalamos

El Thalamos designa el apartamento reservado a la s mujeres en la parte mas retirada, mas secreta y mas profunda de la casa donde los extraños no tiene acceso. El thalamos recuerda a veces de manera explícita la forma de escondrijo subterráneo, de prisión, de antro, de tumba, pero al mismo tiempo el thalamos tiene relación con el matrimonio: tan pronto la cámara nupcial, o incluso mas precisamente el lecho nupcial. En un último sentido la palabra thalamos se aplica a este lugar oculto, protegido en lo mas secreto de la vivienda donde las riquezas se mantenían en reserva y sobre las cuales la mujer tenía todo el poder.

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Thalamos

La falta de calor en el vientre producía a una criatura que eras mas blanda, mas líquida, mas pegajosa y fría, así como mas informe que los hombres. Por ejemplo Aristóteles relacionaba la sangre menstrual y el esperma en la creencia que la sangre menstrual era sangre fría mientras que el esperma era sangre caldeada; el esperma era superior porque creaba nueva vida, mientras que la sangre menstrual permanecía inerte.

Desde esta concepción el varón posee el principio del movimiento y de la generación, mientras que la mujer posee el de la materia, un contraste entre las fuerzas activas y pasivas en el cuerpo.

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Gimnasios en Atenas siglo V a. C.

Para dominar las potencias que se daban cita en el cuerpo desnudo del joven, sus mayores lo enviaban al gimnasio. La palabra moderna “gimnasio” procede de gymnoi en griego , que significaba “desnudos”. El cuerpo desnudo y bello parece un regalo de la Naturaleza, pero recordemos que para Tucídides era un logro de la civilización el gimnasio enseñaba a los jóvenes atenienses a desnudarse.

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Acondicionamiento Físico en el gimnasio

El gimnasio pretendía formar el cuerpo del joven durante la época que va desde ya avanzada la adolescencia hasta el final, cuando los músculos comenzaban a tensar la superficie de la piel pero las características sexuales secundarias, particularmente el bello facial, aún no estaban avanzadas, este momento del ciclo de la vida parecía crítico para controlar el calor corporal que se encuentra permanentemente en los músculos.

Los juegos también servían para un propósito fisiológico al elevar la temperatura corporal mediante la fricción de los cuerpos.

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Los suburbios noroccidentales de Atenas: el camino a la Academia, siglo IV a. C.

Saliendo por la Puerta del Dipilón y tomando la vía Demosion Sema se llegaba primero al cementerio donde los difuntos eran sepultados fuera del perímetro de las murallas pues se temía que sus espíritus acosaran a los vivos dentro de la ciudad amurallada. Mas retirados se encontraban el gimnasio y la academia.

Al igual que el gimnasio entrenaba los músculos masculinos, educaba la voz varonil enseñando a los jóvenes a competir verbalmente, una habilidad que necesitarían para participar en la democracia de la ciudad.

Se le enseñaba a utilizar las palabras a la hora de presentar y rebatir argumentos con la misma economía de movimientos que aprendía en la lucha

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Relaciones sexuales entre hombres, inicios

del siglo V a. C.

Durante su ciclo vital, un varón griego era amado por hombres mayores y sentía amor por muchacho a medida que aumentaba su edad; así mismo, también sentía amor erótico por las mujeres. Los griegos distinguían el “afeminamiento”, no la “homosexualidad” como nosotros utilizamos el término, una distinción que basaban en la fisiología del cuerpo.

En el gimnasio un joven debía aprender a hacer el amor de manera activa, u no pasiva como los malzakoi que pertenecían a las zonas calóricas intermedias entre lo completamente masculina y lo completamente femenino

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Relaciones sexuales entre hombres, inicios del siglo V a.

C.

El código sexual dictaba que no hubiera penetración por ningún orificio, ni felación, ni relación anal. El muchacho y el hombre se ponían en pene del otro entre los muslos, frotándolo y masajeándolo. Se pensaba que ese frotamiento elevaba el calor corporal de los amantes y ese calor que sentían en la fricción corporal, mas que la eyaculación, era el foco de la experiencia sexual entre dos varones

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Un hombre copulando analmente con una mujer, inicios del siglo V

a. C.

En el sexo entre hombre y mujer, la mujer frecuentemente yacía agachada, ofreciendo sus nalgas a un hombre que estaba en pie o de rodillas detrás de ella. En algunas figuras pintadas en las cerámicas no se sabe exactamente si el sexo era vaginal o anal pues como muchas otras culturas los griegos encontraban en el sexo anal tanto un placer especial como una manera sencilla y segura de anticoncepción. Así mismo, esta posición expresaba la posición social: la mujer que se agacha o se inclina adopta una postura subordinada. De manera similar el varón afeminado que busca ser penetrado yace en una posición subordinada.

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Relaciones sexuales entre hombres, inicios del siglo V a. C.

Esquines enunció una serie de contrastes entre el sexo indigno de un ateniense y el sexo conforme con la dignidad conforme de la ciudadanía:

Adoptar una postura agachada o inclinada, recibir el pene de otro hombre en el ano o en la boca; (frente a) rehusar el pago, rechazar todo contacto corporal hasta que la pareja potencial halla demostrado ser digna del mismo, abstenerse de cualquier disfrute sexual derivado de semejante contacto, mantener una posición recta, evitar cruzarse con la mirada de la pareja durante la consumación...

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Ciudadanos en El Ágora

De las prescripciones anteriores de Esquines sobre la postura viril en la relación homosexual se proyectaba también la forma como debía comportarse el ciudadano en El Ágora pues su forma de caminar y de estar en pie eran expresiones de carácter. El paso seguro, aunque lento ponía de manifiesto que un hombre era varonil y de buena crianza, las mujeres tenían que seguir caminando con pasos cortos y vacilantes y un hombre se mostraba “femenino” andando de esa manera.

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Stoa en el Ágora de Atenas, siglo IV a. C.

Los atenienses establecían una analogía directa entre cuerpo y edificio. No es que construyeran edificios con forma de cabezas o de dedos, sino que se basaron en su concepción fisiológica del cuerpo para crear la forma humana.

La Stoa que llevaba la impronta de esta concepción consistía básicamente en una nave larga cuya parte trasera estaba cerrada y la frontal se abría en una columnata al espacio abierto del Ágora

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Interior del Partenón

El escultor Fidias representó a Atenea como una diosa de la guerra, la Atenea Parzenos en lugar de la Atenea Polias de antaño, una dios del útero y de la tierra, cuya estatua sagrada conservada en otro lugar de la Acrópolis era pequeña y de madera.

El interior del Partenón se dividía en dos estancias: la posterior contenía un tesoro; la delantera la estatua de Atenea. La Atenea Parzenos medía 12 metros y la impresión que causaba su altura se veía reforzada por un estanque reflectante situados a los pies de la figura. El cuerpo era de bronze pero llevaba una túnica de oro y marfil de unos 10 metros de longitud. Sus brazos y su rostro mostraban la piel de marfil sobre la carne de metal. Así el cuerpo de la patrona de la ciudad dejo su impronta en las dimensiones del edificio mas importante de la misma.

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El Ágora de Atenas, c. 400 a. C.

La vida del Ágora estaba abierta a todos los ciudadanos, ricos y pobres, la mayoría de los acontecimientos ceremoniales y políticos que se producían en la misma, estaban vedados a la inmensa población de esclavos y extranjeros (metecos) que sostenían la economía de la ciudad.

Quienes podían participar encontraban en el Ágora, en lugar de un caos completo, muchas actividades distintas sin ninguna relación entre sí que tenían lugar simultáneamente: danzas religiosas en el suelo desnudo y abierto, en una parte del Ágora denominada la orjestra, y operaciones bancarias en mesas colocadas al sol, detrás de las cuales se sentaban los banqueros frente a sus clientes. El Ágora se convirtió así en un espacio polifónico y multifuncional

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Tholos de Atenea

El Tholos, albergaba el comité rotativo que regía la ciudad, un grupo de 50 consejeros de la ciudad. Este grupo se reunía todos los días y todas las noches del año, pero siempre había al menos 17 de ellos, de manera que en Atenas siempre había un grupo pequeño de personas con autoridad listas para enfrentarse con todo tipo de emergencias.

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Bouleuterion 

El Bouleuterion se convirtió en otro espacio de la Polis donde la voz del ciudadano podía expresarse, el edificio albergaba un grupo de 500 hombres que organizaba la agenda de asuntos que tenía que ser discutida por el conjunto de los ciudadanos.

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El Teatro de Epidauro, siglo IV a. C. Scala/ Art

Resource, N. Y.

En el teatro al aire libre los arquitectos desarrollaron detrás de la orquestra o escenario un muro llamado Skene confeccionado con tela, después con madera y posteriormente con piedra. La escena ayudaba a proyectar la voz, pero era la disposición de los asientos lo que incrementaba su potencia. Acústicamente, en un espacio organizado de esa manera el volumen de la voz aumenta de dos a tres veces respecto al nivel del suelo, pues la disposición diagonal impide que se disperse el sonido

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El Teatro de Delfos, siglo IV a. C. Scala/ Art Resource, N. Y.

Esta división tenía gran importancia en los espacios teatrales utilizados para la política. En Atenas durante el Siglo V a. C. el uso de un teatro para la política tuvo como escenario la colina de Pnyx a unos 10 minutos de camino al suroeste del Ágora.

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Pnyx y la Colina de Filopapo

El teatro presentaba un diseño riguroso que organizaba la multitud en filas verticales y potenciaba la voz solitaria del orador, exponiéndole a todos y haciendo visibles todos sus gestos. El estar sentado tenía tanto valor en la cultura griega como el estar de pie y el caminar, pero su valor era mas ambivalente pues sentarse también era someterse, como cuando una recién casada iba a la casa de su esposo y del expresaba su sumisión en un ritual por el cual se sentaba por primera vez en su hogar.

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Teatro de Dionisio

El Teatro utilizó la posición sedente en la tragedia: la audiencia sentada estaba literalmente en una posición que le permitía manifestar su empatía con un protagonista vulnerable, porque tanto los cuerpos de los espectadores como los de los actores se hallaban en un posición humilde y sumisa respecto a una ley superior. El teatro trágico griego mostraba el cuerpo humano, en un estado antinatural de pazos (aflicción), cuando mas se distancia de su ideal de fuerza e integridad... En ese sentido, el pazos se oponía al orzos que consistía a la inversa la postura del hombre libre que caminaba por el Ágora mostrando toda su dignidad y virilidad.

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El calor de las palabras adquirió un impulso inédito en las reuniones de la ekklesia o asamblea de todos los ciudadanos que se convocaba cuarenta veces al años en la colina del Pnyx. En este espacio la argumentación y la retórica adquirieron visos insospechados pues si entendemos que la retórica intentaba enseñar dar placer y mover a la acción, las palabras se convertían en una especie de torbellino que muchas veces motivaba a una acción desafortunada pues la verdad o la falsedad argumentada muchas veces se difuminaba y quedaba siempre la incertidumbre de si lo acordado era lo más correcto.

Pnyx y la Colina de Filopapo

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Los organizadores de Pnyx intentaron crear un escenarios político mas amplio. El diseño diáfano del teatro, su disposición escalonada de asientos en gradas y pasillos regulares permitía que los espectadores conocieras las reacciones de otros hombres a los discursos y como votaban. Estos contrastaba con la impresición visual del Ágora, donde a una persona le constaba trabajo ver mas allá de quienes estaban a su alrededor.

Además en la colina del Pnyx los asientos estaban asignados de acuerdo con algún criterios y las personas se sentaban según la familia a la que pertenecían

Pnyx

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Casas atenienses, finales de los siglos V y IV a. C.

Las mujeres también tuvieron un desahogo en los rituales como una especie de negativa de los oprimidos a sufrir de manera pasiva.

El ritual puede parecer una fuerza estática que preserva el recuerdo mediante la repetición de gestos y palabras una y otra vez. Pero por el contrario, en el mundo antiguo los rituales se adaptaban en la medida en que las antiguas formulas venían a servir a las nuevas necesidades y los rituales que observaban solo las mujeres revelaban de una manera mas aguda este poder de adaptar el pasado al presente.

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La trama de la festividad se basaba en la historia del entierro de Deméter y el luto por su hija muerta Perséfone. Las mujeres se preparaban para las Tesmoforias en un acto ritual en el que se servían de cerdos, animales a los que la mitología griega atribuía un valor sagrado. Al final de cada primavera, arrojaban cerdos sacrificados a unos pozos o megara excavados en el suelo, donde les dejaban para que se pudrieran. Este festividad de primavera en honor de Deméter –las Esciroforias-servía directamente como un símbolo de fertilización de la tierra. Las Tesmoforias realizadas en Atenas durante el otoño transformaban este sencillo acto de fecundar la tierra en una experiencia urbana.Las Tesmoforias y la dignidad

de la mujer

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En el primero de los tres días que duraban las Tesmoforias, las mujeres iban a los pozos que contenían los restos húmedos de los cerdos y echaban semillas en el resto de los animales muertos. Este día estaba dedicado a ir y a subir, ya que las mujeres salían de la cueva para entrar a unas cabañas especiales donde se sentaban y dormían en el suelo. Durante el segundo día las mujeres ayunaban para conmemorar la muerte de Perséfone y guardaban luto profiriendo juramentos y maldiciones. Al tercer día, recogía los lechones con las semillas y esta apestosa mezcla se sembraba en la tierra como una especie de abono sagrado.

Las Tesmoforias

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Este rito como dice Jean-Pierre Vernant lo celebraban las mujeres como ciudadanas, aunque se retiraran del mundo de los hombres para hacerlo. Solo al final del tercer día regrasaban con sus esposos, que las esperaban en el exterior, saliendo de las cabañas con su carga generativa de carne muerta y grano. El manto de tinieblas de la tierra, el frío de los pozos, la cercanía a la muerte, transformaban el estatus de sus cuerpos. Durante las Tesmoforias las mujeres realizaban un viaje por las tinieblas, del que emergían a la luz con su dignidad afirmada.

Deméter y Perséfone

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Las mujeres griegas vivían recluidas en las casas a causa de sus presuntos defectos fisiológicos. En la Economía de Jenofonte, un esposo indica a su esposa: tus quehaceres estarán entre estas paredes. En las Tesmoforias, un antiafrodisiaco, el aroma del sauce, invadía las cabañas. En las fiestas en honor de Adonis se recurría a especias aromáticas que acrecentaban el deseo. Suavemente fragante, embriagadora y obscena esta celebración aromática liberaban las potencialidades para que hablaran acerca de sus deseos en un espacio de la casa extraña y normalmente no utilizado, el tejado

Gineceo

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El ritual de las fiestas de Adonis se inspiraba en este mito que lloraba la muerte de un joven que sabía como proporcionar placer a las mujeres. Una semana antes de la festividad que celebraba en su honor cada mes de julio, las mujeres plantaban semillas de lechuga en pequeñas macetas que estaban colocadas en los tejados de las casas. Esas semillas germinan con rapidez y las mujeres regaban y fertilizaban con cuidado las macetas hasta que aparecerán los primeros brotes verdes. Llegado este momento, sin embargo, dejaban de regar las plantas. Cuando los brotes empezaban a morir, había llegado el momento de que comenzara el ritual. Entonces, las macetas situadas en los tejados eran denominadas “jardines de Adonis” y las plantas secas reflejaban su muerte.

Gineceo

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En los rituales de Adonis las mujeres no lloraban ni se lamentaban por la muerte de este dios y mas bien se celebraban banquetes con chistes y lúbricos y sexo ilícito. Las propias plantas que las mujeres habían sembrado en sus pequeños “jardines de Adonis” afirmaban esta celebración sexual. La poetisa Safo escirbió que Afrodita había colocado a Adonis en un campo de lechugas tras ser embestido por el jabalí. Aunque semejante imagen puede resultarnos extraña, era perfectamente lógica para los griegos que consideraban que la lechuga era un potente afrodisíaco.

Adonis

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Mujeres jóvenes durante las fiestas de Adonis

lamentando su muerte

Las fiestas de Adonis parecen una celebración de deseos por lo demás insatisfechos en la vida de las mujeres. La privación sexual no se debía al gusto masculino por los jóvenes destinados a convertirse en ciudadanos . Ellos habrían supuesto una homosexualidad en el sentido moderno, como si una clase de deseo erótico excluyera la otra

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Las plantas y especias de las fiestas de Adonis ayudaban a las mujeres a enfrentarse con un problema mas fundamental: sus deseos eran inseparables de su sumisión a la voluntad de los hombres. Los amas de las fiestas de adonis debían proporcionar un espacio donde podrían librarse de esa sumisión

Jardines de Adonis

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En el tejado, durante las fiestas de Adonis, había la misma lascivia que en las celebraciones masculinas pero las mujeres no competían entre sí. Las mujeres iban de una casa a otra, oían que las llamaban desde arriba en la oscuridad, y subían por escaleras a los tejados para encontrase con extrañas. En la antigua ciudad , los tejados solían estar vacíos, además, esta festividad se celebraba por la noche en distritos residenciales donde no había iluminación en las calles. Las pocas luces encendidas en los tejados durante las fiestas de Adonis dificultaban que se viera a las que estaban sentadas cerca y no digamos a las que circulaban por la calle. De esta manera se arrojaba un manto de tinieblas sobre las transformaciones operadas en el espacio de la casa.

Casas atenienses, finales de los siglos V y IV a. C.

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En ese espacio, las mujeres bajo el manto de las tinieblas recuperaban su capacidad de hablar y expresaban sus deseos. Igual que las Tesmoforias transformaban imágenes de frío, las fiestas de Adonis trasmutaban imágenes de calor. La exposición al calor del sol resultaba letal para las lechugas mientras que la oscuridad liberaba a las mujeres.

En el ritual de las fiestas de Adonis, el espacio era la clave de la metáfora. Normalmente la fertilidad y el parto legitimaban la sexualidad de la mujer por eso, el que una persona se sintiera libre para subirse en un tejado en una noche de julio y rodeada de plantas muertas, hablara a extrañas acerca de sus deseos íntimos es un poco peculiar.

Adonis

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El poder espacial de la metáfora era combinar estos insólitos elementos. En un ritual, un “espacio de metáfora” es un lugar en el que la gente puede juntar elementos dispares. Estos ocurre en virtud de la manera como utilizan sus cuerpos, mas que mediante explicaciones. En las fiestas de Adonis, la danza y la bebida ocupaban el lugar de la queja, o del análisis de la condición de las mujeres en Atenas. Esto explica el desconcierto que se percibe en los comentarios de Aristófanes y de Platón acerca de las fiestas de Adonis y su incapacidad para encontrarles un sentido. El rito del tejado desafía cualquier razonamiento analítico. El tejado no era una plataforma de lanzamiento para la rebelión. Por el contrario, era un espacio en el que, de manera momentánea y corporal, las mujeres pasaban por alto las condiciones que les imponían el orden dominante de la sociedad.

Venus y Adonis