transformaciones en el área agrícola del sur de santa fe
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Jornadas Interdisciplinarias de Estudios Agrarios y Agroindustriales. Facultad de
Ciencias Económicas. Universidad Nacional de Buenos Aires. Buenos Aires, 7 al 9 de
noviembre de 2001
Transformaciones en el área agrícola del sur de Santa Fe: Los cambios locales en la
dinámica económica, social y cultural. Su importancia para la construcción de
estrategias
Autores: Cloquell, S; Albanesi, R; De Nicola, M; Preda, G; Propersi, P; González, C.
Institución: Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario
E-mail: [email protected]
Tel: 0341 – 4970080/085 interno 149
Dirección postal: Parque Villarino. Zona Rural. 2123 Zavalla Provincia de Santa Fe
Eje Temático: Historia y actualidad de la estructura social agraria
La producción agraria familiar en el escenario de la globalización
El interés por desentrañar las transformaciones acaecidas en la agricultura a partir de
la globalización, han permitido construir paradigmas de comprensión de la realidad,
cobrando importancia en años recientes aquellos que vinculan la capacidad de los actores
para desarrollar estrategias articuladas a los cambios en el contexto.
Van Der Ploeg, J. (1992) es el principal crítico de la teoría de la globalización del
sistema alimentario. Según el autor se exagera el poder de homogeneización de las fuerzas
globales macroestructurales. Arguye que la perspectiva de la globalización tomada desde su
propia lógica, da lugar a esta conclusión. Pero esto implicaría la homogeneización de la
tecnología y la estructura de gestión de la agricultura mundial, lo cual no ocurre en
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realidad. La evidencia empírica, que arroja el estudio del comportamiento de las
explotaciones agropecuarias, no da cuenta hasta el momento de cambios tan drásticos en la
estructura agraria global, dado que se ha sostenido y reforzado la diversidad
socioeconómica de la agricultura mundial.
También desde una perspectiva crítica sobre la homogeneización de la agricultura
en el marco de la globalización, Guiddens, A. (2000) plantea que los actores no son
receptores pasivos de las fuerzas económicas globales. En su lugar esperan desarrollar
estrategias adaptadas a sus bases locales culturales agroecológicas y a sus recursos
domésticos, en orden de asegurar su supervivencia.
El problema es, entonces, dilucidar cómo los actores familiares agrarios permanecen
en el sistema ante los cambios impuestos a nivel global por las políticas neoliberales,
orientadas hacia la concentración del ingreso y la diferenciación social.
El supuesto es que la persistencia se construye históricamente y que por lo tanto es
posible reconocer las estrategias de estos actores como respuestas a las situaciones
estructurantes, que actúan a su vez como obstáculos y posibilidades e imponen un límite a
las acciones que pueden llevarse cabo.
Se trata de comprender los mecanismos presentes y ausentes de la viabilidad,
Murmis, M. (1994) tomada como capacidad para reproducir las condiciones de producción,
y la manera en que los actores relacionan sus capacidades internas de organización con las
demandas de la economía capitalista. Algunos de estos mecanismos tienen presencia a lo
largo de la historia y son retenidos como pautas organizacionales para la persistencia, otros
se construyen en un proceso altamente dinámico.
La descripción de las condiciones de la reproducción están relacionadas al grado de
desarrollo capitalista del contexto y a la construcción dinámica de estrategias en la
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producción familiar. Cuáles son los mecanismos que permiten que las unidades familiares
sean viables y además cuáles de entre ellas desarrollan en el tiempo esa capacidad, nos
permitiría caracterizar su tipo de participación social y económica en el ámbito agrario.
Concomitantemente la captación de excedentes en el mercado, como el acceso al
capital de inversión, plantea permanentemente a la producción familiar la construcción de
una dinámica interna para la deconstrucción y construcción de estrategias de adecuación al
contexto.
Así como la flexibilidad en la organización del trabajo familiar permite la
combinación de recursos para maximizar los ingresos, un mayor ahorro cuando se
requiera, un fondo de inversión en ciertas circunstancias, los factores macro económicos,
como el pago de interés y de renta son elementos de baja flexibilidad y por lo tanto pueden
afectar su reproducción.
La unidad familiar y su entorno
Desde el abordaje conceptual planteado se toma en cuenta el contexto en el sentido
de acceso a los recursos localmente disponibles tanto agroecológicos como ambientales,
productivos, culturales, históricos. En suma, se contempla la covariación entre la
sustentabilidad de los recursos naturales y la sustentabilidad social y su importancia en las
estrategias, como así también las condiciones internas de la capacidad familiar para
llevarlas a cabo.
Las características de la familia marcaran con alta probabilidad su persistencia en el
espacio rural, entendiendo a la familia como un grupo social que comparte un mismo
espacio económico a partir de la producción de la tierra, lo que otorga una determinada
condición social para sus miembros. La inserción laboral de la familia en la explotación y/o
en el mercado de trabajo no agrícola y/o la diversificación de actividades, son algunas de
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las opciones que pueden presentarse y tienen como objetivo la reproducción de las
condiciones de producción de la unidad.
La flexibilidad ecológica de la región y la flexibilidad del trabajo familiar
permitieron durante mucho tiempo y con anterioridad a la especialización agrícola, la
persistencia de un número importante de explotaciones familiares, situación que aún se
mantenía para el Censo Nacional Agropecuario 88.
Para la Región Pampeana se detallan en números absolutos 456.372 personas
ocupadas en el sector, casi el 49% del total del país. De este total 41% corresponde a la
categoría productores, 19% a la categoría familiares del productor y el 40% a asalariados.
Para el área agrícola norte de la región pampeana específicamente el área más
importante de producción de soja (sur de la Pcia de Santa Fe), la categoría productor arroja
un 68% sobre la población ocupada, el 17% corresponde a familiares del productor y el
14% a asalariados.(CNA 88)
Este documento es parte de una investigación, que se propone estudiar los
interrogantes señalados, se plantea la necesidad de registrar y analizar las tendencias en las
transformaciones que se dan en la producción familiar agrícola y la emergencia de
estrategias sociales con que las familias salen a enfrentar los cambios.
Se considera que la exigencia del incremento de la escala de producción es sólo una
de las variables a través de las cuales se puede analizar la tendencia a la persistencia de este
tipo de explotaciones. Se incorpora en el análisis las dimensiones del capital social y
cultural como elementos importantes que inciden en las nuevas formas de organización y se
cristalizan como estrategias para articularse al nuevo contexto macroeconómico y político.
Las capacidades de esta forma de producción, relacionadas a la flexibilidad del
trabajo familiar para plantear estrategias distintas y o combinadas dentro y fuera de la
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misma unidad, para la obtención de un ingreso que permita su reproducción, tienen que ver
con el aumento de escala y/o con la reorganización de formas de gestión, diversificación de
actividades y mercado de producto, cambios en la organización administrativa, la capacidad
de gestión de los miembros de la familia para la obtención de un ingreso, el rol de las
mujeres en la explotación.
Características del contexto Un poco de historia
Las características ecológicas de la Región Pampeana, excepcionalmente aptas para
la producción ganadera y agrícola de zona templada, se constituyeron a partir de la segunda
mitad del siglo XIX, en uno de los principales puntos de atracción del flujo migratorio
europeo y del movimiento internacional de capitales. El resultado fue el vigoroso aumento
de las exportaciones argentinas y la ubicación del país en un lugar destacado en la
economía mundial, sentándose las bases de la etapa de la economía primaria exportadora.
En esta etapa, la expansión de la demanda mundial de productos agropecuarios y la
puesta en producción de nuevas tierras dentro de la frontera de la región, fueron los
factores impulsivos del desarrollo económico hasta 1930. En 1930 ambos factores dejan de
jugar un rol dinámico en el proceso de crecimiento argentino.
El asentamiento de los productores familiares en el área pampeana, está
íntimamente relacionado a la articulación de la economía agropecuaria a los mercados
mundiales, y a las condiciones creadas por el capital externo, para la concreción de
procesos productivos agropecuarios con destino al mercado internacional. En este período
se habilitan espacios naturales de alta calidad para la agricultura, bajo condiciones de
abundancia de tierras y políticas de colonización, que facilitan el asentamiento y el arraigo
de arrendatarios, propietarios y aparceros, pequeños productores, que intentan ser parte de
ese capitalismo agrario, a partir de la fuerza de trabajo familiar, la inversión en
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herramientas de trabajo y su pequeño capital en animales de tiro y vacunos. Esta
caracterización define históricamente el centro-sur agrícola de la Pcia. de Santa Fe.
En esta área la expansión territorial, conjuntamente con la gran valorización de los
productos pampeanos en el mercado internacional, alentó desde muy temprano la
generación de un modelo económico especulativo y la construcción de estrategias por parte
de la pequeña producción a partir del trabajo, el acceso a la tierra a través de distintas
modalidades de tenencia y la paulatina utilización de capital, con un mercado de ubicación
seguro de productos con demandas crecientes, acentuando la profundidad de las relaciones
mercantiles.
La mano de obra familiar tempranamente circuló como mano de obra bajo salario o
contrato por labor y tanto en las grandes como en las pequeñas explotaciones, muy
rápidamente se formó un mercado de trabajo familiar, que forjó tradición en la región. El
ingreso en las pequeñas explotaciones por trabajo realizado fuera de la explotación, fue
en ocasiones mayor que el obtenido en la propia explotación, colaborando en la formación
del ahorro utilizado para la compra de herramientas o porciones de tierra. Las formas de
ingreso adicional, variables en el área de pequeña producción, fue siempre parte de una
estrategia de persistencia de las unidades familiares. Paralelamente los que fallaban en este
sendero de acumulación, tenían la posibilidad de emigrar hacia centros urbanos, donde
hallaban trabajo en la industria o se ubicaban en el comercio.
El arrendamiento y la aparcería en el área agrícola siguieron siendo las formas de
organización laboral más difundidas, ante los obstáculos para el acceso a la propiedad de la
tierra por falta de créditos y/o incapacidad de captación de excedentes y ahorro.
Con la finalización de la etapa primaria-exportadora, la crisis mundial del 29 pone
en funcionamiento nuevas normas, la mayoría como producto de las necesidades de una
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nueva etapa de acumulación capitalista para los países centrales, que tiene su efecto en la
Argentina con la iniciación de la etapa que Aldo Ferrer denomina, industrial no integrada.
Durante la crisis, con la reducción de los precios de los cereales en el mercado
internacional, la reducción en la importación de maquinarias, y la cancelación de los
créditos agrícolas, se mantenían sin embargo los niveles de producción que sólo
disminuyeron un 8% con respecto a 1929, existiendo aún una gran masa de arrendatarios
Kurt, A., (1952)
Entre la segunda guerra mundial y los años 60, se plantea una sugestiva situación
dentro del sector de la pequeña producción, que si bien en términos económicos se
visualiza como una situación de estancamiento, en términos de la vida social de los
productores, aparecen oportunidades en función del ahorro vía la rebaja de los cánones de
renta, estabilidad en el asentamiento, mecanización y leyes para el trabajo asalariado que
comienza a abrir un nuevo panorama social para los actores. (Murmis, M. El al (1986)
Las explotaciones familiares combinan unidad doméstica y producción con plena
ocupación de la mano de obra familiar y una forma de consumo integrado a la producción.
Después de la Segunda Guerra mundial, a la etapa de estancamiento, acompañada
de disminución de los rendimientos y dificultades de los mercados para la ubicación de los
productos agrícolas, sucede la reapertura del debate sobre la participación del agro en la
reactivación de la economía.
El proceso de modernización, acompañado de paquetes tecnológicos orientados al
incremento de la productividad, y promocionado a través de políticas que viabilizaban
económica y culturalmente su incorporación y a través de la participación del Estado,
permitió a la región seguir articulándose a los mercados internacionales. Para la producción
familiar pampeana esta es una etapa de recomposición social y nueva inserción en el
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circuito del capital. Se produce un decantamiento de productores cuya acumulación anterior
no les permite reinsertarse, muchos de ellos se separan de la producción aunque siguen
conservando la propiedad de la tierra y también la consolidación de una importante
fracción de contratistas. Un trabajo realizado en la zona agrícola constata que a principios
de los 80, el 50% de la tierra operada en el área era cedida por sus dueños a contratistas.
Cloquell, S. Et al (1982)
Este proceso redimensionó las características de la ocupación del territorio, el uso
del suelo productivo y la participación de los distintos sectores sociales en condiciones de
captar el excedente generado, procesos que se gestó históricamente a través de la lucha por
la reproducción de las condiciones de producción.
El manejo de los recursos más abundantes por parte de los productores, la tierra en
disponibilidad, la mano de obra asegurada en el marco de la familia, fueron los pilares para
las estrategias en las cuales se incorporaba una experiencia histórica, de éxitos y fracasos.
Esa misma experiencia histórica también dejaba planteado, que el mayor riesgo estaba
articulado a la deuda bancaria y al pago de intereses de capital.
El peso original del recurso más abundante en la formulación de las estrategias
siguió manteniéndose a lo largo del proceso, aún cuando durante la modernización agrícola
la disponibilidad de capital determinó buena parte de la exclusión de explotaciones del
sistema. Sin embargo fue durante ese período en que se comienza a ampliar la escala,
reduciéndose la fuerza de trabajo familiar aportada a la explotación.
La modernización trae aparejada una forma distinta del modelo de organización
social de la producción, de ocupación del espacio agrario y asentamiento del habitat de los
productores.
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En la década del 80 la productividad y la producción de la mayor parte de las
empresas familiares, se mantuvo a través del aumento de la escala y la implementación de
un modelo extensivo de producción. El endeudamiento y el costo del capital quedan
enmascarados en las variaciones de los precios en el mercado internacional y el incremento
de la renta del suelo a nivel local.
En los noventa dos fuerzas impactan en la construcción de estrategias en la
producción familiar, permitiendo perfilar una nueva segmentación social en el agro. Por un
lado el proceso de concentración de la riqueza que trae aparejado el modelo neoliberal, que
afecta la capacidad de persistencia social de las pequeñas y medianas empresas agrarias.
Por otro consecuentemente, la presión macroeconómica en el incremento de la escala de
producción para incorporarse en condiciones de competitividad en el nuevo escenario.
Comienza un proceso de diferenciación social en el sector, con un cariz muy diferente al
producido en la etapa de la modernización.
La caída en el nivel de empleo nacional, lleva a reflexionar sobre un posible nuevo
rol de la inserción de la mano de obra familiar en el medio rural, revalorizando
internamente el trabajo de los miembros y las formas cooperativas de la obtención del
ingreso, a través del trabajo dentro y fuera de la explotación, en el sector o fuera de él,
dando cabida a la mayor parte de sus miembros ante la falta de otras posibilidades
laborales. La incorporación de tecnología mecánica parece resolver en este grupo la
relación entre familiares y asalariados o el no contratar asalariados.
En este sentido se toma a las estrategias familiares como un comportamiento
histórico, que permite conservar e incorporar mecanismos que en el seno de las pautas de
crecimiento capitalista, posibilitando mantener un espacio en el marco de las relaciones
sociales capitalistas.
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El agro comienza el Plan de convertibilidad en mala posición, Cloquell, S.;
Martinez A. (1995) y los precios relativos no le son favorables. En las empresas familiares
chicas y medianas el problema de mantenimiento de estructura y costos de vida absorben
una porción cada vez más alta del excedente. El crédito se expandió, en tanto la tasa de
interés superaba la tasa de rentabilidad, dando como resultado un número significativo de
productores endeudados en el circuito formal e informal. El problema de la deuda recupera
el nivel de significación perdido desde hacía varias décadas.
Todas estas consideraciones llevan al supuesto que a partir de la década del 90 el
endeudamiento, es un elemento de gran importancia para la persistencia de las empresas
familiares, y por tanto las estrategias de reproducción tenderán a compensar el riesgo que
esta genera.
Metodología:
El trabajo de investigación, parte de cuya información se condensa en este
documento, comprende la realización de relevamiento de información a través de una
muestra probabilística estratificada, con asignación proporcional al tamaño de estrato, en
explotaciones agropecuarias, a través del Convenio GER-(Instituto Gino Germani) -
Universidad Nacional de Rosario.
Con el objetivo de caracterizar el contexto se trabaja en una primera etapa con
entrevistas a informantes calificados (ingenieros agrónomos, cooperativistas, miembros de
las instituciones de cada distrito).
El área de trabajo comprende los distritos (seleccionados en el muestreo): Las
Parejas, Armstrong, Santa Teresa, Maciel, Chabás, Wheelright, Díaz, San Genaro Norte,
del sur de la Provincia. de Santa Fe. El padrón utilizado es el correspondiente a la
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publicación oficial del IPEC (Instituto de Estadística y Censos de la Provincia de Santa Fe)
según las declaraciones que los propietarios de tierra realizaron durante el año 2000.
El documento, describe la información correspondiente a la primera etapa acerca de
las transformaciones que en los aspectos sociales, económicos y productivos se dieran en el
área en la última década, considerando la dimensión de las explotaciones en propiedad, de
la superficie total operada por los productores, la innovación tecnológica, el uso del suelo,
la actividad principal y la mano de obra tanto asalariada como familiar, como así también
las formas de contrato por labor.
La información sobre la variable tierra, corresponde al relevamiento de campo de
153 unidades muestrales. Las explotaciones a los fines de la realización de la muestra de
población se clasificaron según los siguientes estratos; menos de 50 ha; 51 a 200 ha; 201
a 500ha; 500 ha. y más. Siendo la muestra representativa a la población consignada en cada
distrito por estrato.
Las transformaciones a nivel contextual
La primera etapa del desarrollo de la investigación, destinada a relevar información
acerca de los cambios en las dimensiones tierra, capital y trabajo en la región bajo estudio,
permite la descripción de un contexto, al cual en una segunda etapa se articularán los
cambios registrados a nivel de las explotaciones.
Comportamiento de la Tierra a partir de los 90.
Cuadro : Distribución de las explotaciones por estrato (en porcentaje)
Situación actual Estratos
1 (0-50 ha.) 2 (51-200 ha.) 3 (201-500 ha.) 4 (+ de 500 ha.)
Pertenece al Estrato 17.1 38.8 36.4 80
Cede la tierra 32.9 12.0 18.2 20
Pasa a otro estrato 21.4 23.8 45.4 -
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Desconocido 7.1 10.4 - -
Vendió la tierra 14.3 4.5 - -
No quiere contestar 2.9 - - -
En sucesión 4.5
Sin información 4.3 6.0
Total 100.0 100.0 100 100
Fuente: Convenio GER-UNR. Año 2001
La permanencia en el estrato de origen es alta sólo en el estrato 4 (80 %). En tanto
en los estratos 2 y 3 alcanza el 40 % y disminuye significativamente en el estrato 1, en el
cual se registra la mayor caída de explotaciones con respecto al padrón. En la categoría
“Explotaciones que ceden”, encontramos que el estrato 1 es el que registra mayor
porcentaje de explotaciones, disminuyendo significativamente en los otros estratos.
Con respecto a la movilidad de las explotaciones hacia otros estratos, en el caso del
1 y 2 se encuentra una proporción similar (21,4% y 23,8%), siendo muy importante en el
estrato 3 (45,4 %), no registrándose en el 4.
La categoría “Venta de tierra” registra el porcentaje más alto en el estrato 1, siendo
significativamente menor en el estrato 2 y no declarándose venta de tierra en los estratos 3
y 4.
Puede inferirse una relación entre la proporción de explotaciones que ceden y la
proporción de las que cambian de estrato, con el aumento de escala, pero puede apreciarse
también que el supuesto que prevé la desaparición de las explotaciones que no alcancen una
escala mínima calculada por encima de las 200 has. no se constata. La tendencia
encontrada plantea el predominio de unidades de hasta 200 has. (alrededor del 60%), que
han encontrado una respuesta alternativa que probablemente no esta dada exclusivamente
en torno de la escala.
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El porcentaje de caída en la categoría “Pertenece al estrato” está mayormente
relacionada al aumento de la escala en la región en su conjunto, dado que la categoría
“Venta de tierra” es con respecto a los otros poco significativa.
La categoría “Desconocido” corresponde a aquellos productores que no han podido
ser ubicados porque no son conocidos en la localidad.
En las entrevistas realizadas a informantes calificados se encuentra una estrecha
relación con la información precedente.
En general expresan que existiría una concentración productiva muy importante, por
ampliación de la escala en primer lugar, lo que se condice con el movimiento detectado en
el estrato 1. Muchas de las explotaciones son cedidas en alquiler y un número importante de
productores toman tierra pasando -por la dimensión total operada- a otros estratos.
Puede inferirse, que existe un comportamiento en la circulación de la tierra dentro
del área bajo estudio, que mantiene algunas de las características que se dan a partir de la
década del 70, en la cesión de tierras y en el aumento de la escala mediante el alquiler y la
aparcería.
En general la venta de campos no es relevante, estando asociada “al que le va mal”,
independientemente del tamaño de las unidades, existiendo por lo general venta de
fracciones de tierra para pagar deudas contraídas.
“En la propiedad de la tierra no hay concentración. No, debido al endeudamiento
del sector, pequeños productores han ido vendiendo sus fracciones. El cambio en escala es
por alquiler” Chabás- Amstrong
“No, yo creo que no hubo expulsados del campo. Acá no. Algunos se agrandaron, otros se
mantienen, pero no ha habido gente que se quedó expulsada, que quedó fuera del
negocio.” Las Parejas
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Los contratistas pertenecen a la localidad o a pueblos vecinos, de manera que la
tierra cedida y la tomada están dentro de una canasta local de tierras en su mayor parte.
“No hay presencia de productores de otras zonas alquilando, y no se detectan presencia de
pooles. El 90% de los que alquilan y compran son de la zona.” Chabás
“El arrendamiento se reparte entre los contratistas locales porque los alquileres son muy
altos y si no conocés la productividad de donde estás trabajándose difícil poner 12 o 13
quintales por adelantado” Santa Teresa
La oferta de tierra en el proceso de modernización dio lugar a estrategias basadas en
el incremento de la escala. A partir de los 90 la flexibilidad en la oferta de tierras en
alquiler se debilita, ocasionando dificultades en el acceso a la tierra. Estas dificultades están
dadas porque el incremento en la demanda, por la presión de la escala, conduce al aumento
del canon a pagar por su uso, al mismo tiempo que se rigidiza la modalidad de pago, por
ejemplo elevación de los porcentajes, pago en quintales fijos de soja, pagos en efectivo
muchas veces adelantado.
“Se están pagando 10, 12, 13 hasta 14 quintales. En porcentaje 35, 38 hasta 40%”
Amstrong
“En los alquileres predominan los quintales fijos, se pide barbaridades y algunos pagan
hasta 15 quintales, pero en general se paga 13. En porcentaje hay muy poco” Chabás
“Yo conozco casos en que ha accedido el dueño del campo a reformular el contrato y
pasarlo a %, así como otros no lo hacen porque dijeron que no les alcanzaba para vivir.
Son dueños que se vinieron a vivir al pueblo... y dice yo necesito tanto por mes, y es ahí
donde se produjeron los movimientos y le alquilaron a aquel que le pagaba a quintales
fijos”
San Genaro Norte
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Actividad Productiva
Las variaciones en los cultivos predominantes, dentro de un proceso de
agriculturización que se iniciara en la década del 70 y profundizara hasta nuestros días, no
se modifica. El predominio del doble cultivo trigo-soja en la década del 70 al 80, dejará su
lugar a la soja de primera de los 80 a los 90, por no compensar la caída de rendimiento en
la soja de segunda el margen obtenido por el trigo. En los últimos años de los 90 si bien la
soja de primera sigue siendo el cultivo hegemónico, se ha retornado al doble cultivo, dado
el incremento en el precio del cereal. No obstante, la soja como cultivo hegemónico no se
modifica ni por otros cultivos extensivos, ni por otras producciones alternativas.
En opinión de los informantes el precio del producto tiene un alto peso en la
determinación del uso del suelo por campaña, existiendo poca variación en la canasta de
cultivos que se inaugura en los 70.
“Predomina la agricultura, entre un 75 y un 80 %, todavía se conserva un 25 % de
ganadería. En los cultivos, Soja, después soja, después soja; sobre todo en el último par de
años que disminuyó bastante el maíz.” Armstrong
“Creo que 90 % a la agricultura y 10 % a la ganadería. En agricultura tenes un 60 % de
trigo-soja, un 25 % de maíz y el resto soja de primera. Varía un poco de acuerdo al precio,
el año pasado el maíz valía poco y se sembró poco. Este año se va a sembrar mucho trigo,
porque el trigo tiene buen precio a diciembre”.Las Parejas-Idem Chabas
“ En este momento fundamentalmente Trigo/soja.. Porque una década atrás se hacía
muchísimo Trigo/soja, después se pasó a soja de primera porque se vió que los campos se
estaban agotando. Ahora con la introducción de las sembradoras de directa también para
grano fino y el precio del trigo y el bajo precio de la soja, hicieron que la gente hiciera los
números y viera que le conviene hacer Trigo/soja. Así que este año específicamente hay
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muchísimas has destinadas al doble cultivo. Pero toda en directa, el 95% de la superficie”.
San Genaro Norte
Transformaciones en el modelo tecnológico
El proceso de agriculturización, caracterizado por el monocultivo de trigo-soja o
soja de primera, fue una respuesta de las unidades familiares a las condiciones de contexto
para la obtención, entre otras cosas, de una mayor rentabilidad. El siguiente cuadro permite
la comparación de los cambios que se dieron con la incorporación masiva de paquetes
tecnológicos basados en insumos industriales.
Secuencia histórica del uso del suelo y prácticas tecnológicas en la región bajo estudio
Del 70 al 80 Del 80 al 90 Del 90 en adelante
Rotación Agrícola Trigo-Soja Soja de Primera
Soja de Primera,
Trigo-Soja Soja de Primera
Trigo-Soja
Maíz
Sistemas de
Labranza
Sistema Tradicional,
con arado de Rejas
Labranza Vertical,
Labranza Mínima con
Disco Doble Acción.
Siembra Directa
Percepción del
deterioro
Muy Baja
Primeras
observaciones
Profundiza la
observación del
deterioro
Acciones para
contrarrestarla
Inexistente Realizan algunas
prácticas
Realizan distintas
prácticas
Siembra Directa
según cultivos
No se realiza En soja de segunda Soja de segunda,
generalizada
Parcial en soja de
primera, trigo y
maíz
Rotación agrícola-
ganadera
Presencia en algunos
establecimientos
Casi desaparición del
sistema ganadero en
rotación, ubicación de
la ganadería en
sectores marginales
Ubicación de la
ganadería en
sectores marginales
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Tipos de
herbicidas
Genéricos de bajo
espectro
Específicos, variados Glifosato.
Específicos variados
Fertilizantes Esporádico.
Nitrogenado
Maíz. Nitrogenado Generalizado y
multinutricional
Semillas Híbridos y variedades Híbridos y variedades Transgénicos.
La década del 80 será la etapa donde la soja se consolide como el cultivo
hegemónico, adoptándose masivamente el uso de un gran número de herbicidas e
insecticidas, que vuelve al cultivo y al sistema productivo más dependiente de insumos
externos. Sólo a partir de mediados de la década del 80, se comenzará a visualizar la
problemática de la degradación de los recursos naturales, especialmente el suelo, sus
consecuencias y la necesidad de producir cambios en las prácticas productivas.
El reemplazo de la labranza tradicional, por la labranza vertical, será el primer
cambio en una secuencia donde la reducción del número de labores llevará primero a un
sistema de labranza mínima y posteriormente a la adopción de siembra directa, en forma
errática según las zonas.
Más allá de los cambios en el uso del suelo y de los insumos, la modernización
incorpora paulatinamente en los productores un paradigma de maximización de ingresos a
través del uso de tecnologías, descolocando viejas estrategias propias de este tipo de
unidades.
La siembra directa ha tenido durante toda la década del 90 un crecimiento sostenido,
sin embargo la aparición de la semilla transgénica resistente al glifosato será el punto de
inflexión a partir del cual la adopción de la siembra directa será masiva.
La conjunción de siembra directa y semilla transgénica es un cambio cualitativo en
el modelo tecnológico por su repercusión en el tipo de capital fijo y la organización laboral
necesaria para poder llevar adelante el proceso productivo.
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“En relación a la labores, aumentó el uso de siembra directa, el 80 % de la superficie total
local. El que no la realiza es porque es un productor muy chico con máquinas muy viejas
Como en todo en Argentina, apareció muy fuerte la siembra directa por dos razones, uno
fundamentalmente por la simplicidad y por otro, bajaron los costos por herramientas
acumuladas.” Santa Teresa
El otro gran cambio de la década del 90 es el uso generalizado de fertilizantes
“Se está usando, se está masificando. Y este año fue bárbaro, hubo hasta 9 qq de
diferencia fertilizado y no fertilizado, es mucha plata”. Las Parejas
“Los fertilizantes lentamente se van incrementando, con la siembra directa hay que
incrementar su uso. Lo que no se incrementa son los análisis de suelos...eso es muy lento y
nosotros hacemos recomendaciones genéricas y no son las ideales.” Maciel
El cambio registrado entre los 70 y los 80, fue mayormente cuantitativo y pasó por
una reducción de labores como cambio significativo en la labranza (aproximadamente de 7
a 4), sin modificar los requerimientos de maquinarias (Tractor e implementos). Sólo era
flexible la contratación de la cosecha, no las labores siembra, ni las culturales. Este cambio
no arrastraba formas de organización del trabajo consolidadas en la modernización, en
comparación el modelo tecnológico de los 90 permite una flexibilización del modelo
tecnológico en su conjunto.
“Fue una difusón explosiva, de tres cosechas a esta parte. Está directamente relacionado
con la soja transgénica, porque el cuello de botella era el control de las malezas. Acá se
habían hecho experiencias en directa pero se renegaba muchísimo con las gramíneas
anuales y los costos se iban a las nubes entonces la gente no se terminaba de convencer.
Todo el razonamiento del ahorro de humedad, disminuir las pérdidas por evaporación, lo
entendíamos muy bien pero los números después se nos iban a la miércoles, y la cantidad
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de aplicaciones que había que hacer de herbicidas, algunos que incluso afectaban a la
soja, ocasionaban que luego el rendimiento fuera similar o menor.
Pero al aparecer la soja resistente a round up, ya la conveniencia es indiscutible, no
solamente económica porque lo que se gasta en herbicida es muchísimo menos, sino
también por la simplificación del trabajo. Cambió mucho así que gente que a lo mejor no
podría estar dedicada a la explotación agropecuaria porque tiene otras actividades y
bueno ahora sí lo hace, lo hace por sus propios medios, lo único que tiene que hacer es
contratar una sembradora y un fumigador, y listo, ya está.” San Genaro Norte
Transformaciones en mano de obra.
El cambio señalado para el sistema de implantación y conducción de los cultivos
que se introduce a partir de la generalización de la siembra directa, impacta directamente
sobre la organización laboral de las unidades e indirectamente en la demanda de mano de
obra de las comunidades.
La simplificación de las tareas implica necesariamente una menor necesidad de
trabajo, que se traduce en una contracción de la mano de obra contratada por la unidades
productivas, fundamentalmente en el rubro de trabajadores permanentes. Esta modificación
en muchos casos se complementa con el reemplazo por un trabajador familiar, a fin de
reducir costos y ocupar parte del grupo familiar que no encuentra salida laboral en las
actuales condiciones de contexto.
La equivalencia establecida en la modernización entre cambio tecnológico y
reducción de mano de obra familiar, cuyos miembros encontraban ubicación en otros
sectores de la economía, a partir de la última mitad de la década del noventa toma otro
signo. Ya no hay red social que oferte trabajo, por el contrario expulsa a muchos de los que
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antes habían emigrado del sector, por lo que la tendencia es a reformular la organización
laboral de las unidades empleando al máximo los recurso provistos por la familia.
Otra alternativa señalada es limitar la contratación de asalariados a los momentos de
mayor exigencias, a fin de hacerlo sólo en carácter de transitorio.
“Si, si; la mano de obra permanente ha decrecido. Un poco como que incorporan algún
hijo y dejan de tener algún peón. Y contratan más transitorio, eso fue debido a la siembra
directa.” Armstrong
“Yo creo que disminuyó la mano de obra permanente porque aumentaron las máquinas,
disminuyeron los chimangos; las cosechas que se hacen con una persona y una monotolva.
Antes una cosechadora necesitaba 3 personas, ahora con 2 cosechadoras necesitas 3
personas, hasta el mismo dueño se ha subido, antes el dueño miraba de abajo.” Las
Parejas
“La mano de obra permanente en el campo disminuye en función de la transitoria, primero
por el auge de la siembra directa, no tenes tantas labores en el campo y la tenes acotada
en una determinada fecha, contratan el tractorista para sembrar desde octubre a fin de
diciembre, y te siembra soja de primera y segunda y después te contratan mayo y junio
para el trigo.” Chabas
“Esto te explica por qué comienzan los éxodos, en el campo con la agricultura se han
abandonado tambos, la nueva tecnología expulsa gente, la agroindustria no funciona, no
hay otro tipos de industrias. Por eso las grandes ciudades se agrandan con los cordones de
pobreza” Maciel
La menor demanda de trabajo ante la difusión masiva de la siembra directa, sumado
a la intensificación de la agriculturización (Pizarro, J.(1999), dejó su impronta no sólo en
los establecimientos agropecuarios, sino también en las comunidades rurales. Todo el
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sistema que implicaba el mantenimiento de las maquinarias que movían el suelo, los
productos que se aplicaban, el cuidado de los alambrados y todas esas pequeñas pero
continuas labores que se llevaban a cabo con un sistema de labranza tradicional, y más aún
en un planteo que combinara agricultura con ganadería, desaparece dejando diezmado un
espacio importante para el desarrollo local.
“Yo creo que acá esta entrada de la siembra directa puede ser muy ecológica, muy
importante para la conservación de la materia orgánica del suelo, de la humedad, pero
socialmente, para el interior, para los pueblos de esta pampa gringa ha sido un mazazo en
la cabeza. Todo lo que yo te dije de los talleres desapareció y era mucha gente la que
trabajaba en los talleres y la ves que está viviendo miserablemente ahora, porque no saben
tampoco hacer otra cosa.... dos personas están reemplazando a lo mejor a ocho que
trabajaban anteriormente.
Lo mismo en la ganadería, por ejemplo en el reemplazo del fardo por el rollo. El fardo era
algo que requería mano de obra, porque había que cargarlo a mano, ahí eran cuadrillas
de 8 a 10 personas, ahora no existe más, hay un pinche que carga directamente. Esos
trabajo lo hacían la gente del sindicato de estibadores que todos los pueblos tienen, es
dramático ver los sindicatos porque no tienen trabajo. Es gente que no está capacitada
para otras cosas, es gente que ha quedado totalmente fuera del sistema, que las ampara la
red social del gobierno, en este caso acá la Comuna a través de los planes trabajar, o
comedores escolares, o un comedor que hay a la noche por lo menos sostiene el tema de la
alimentación y la salud minimamente, pero eso se ha reducido muchísimo porque los
aportes del gobierno han disminuido. O sea, con impuesto propios del pueblo imposible,
porque es un pueblo chico, no hay industria, no hay tanta actividad comercial, así que todo
depende de los subsidios del gobierno provincial, que se han reducido muchísimo, así que
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para el pueblo este cambio de actividad en el campo ha influido mucho negativamente.”
San Genaro
Conclusiones
En la región bajo estudio, la descripción de la tendencia en las transformaciones,
aportada por los datos de campo y los informantes calificados de los distintos distritos,
permiten inferir que el uso del suelo, la circulación de la tierra, la modalidad de
implementación del capital, están relacionados a una forma histórica de comportamiento de
la producción familiar, de la cual es también tributario el grado de heterogeneidad social
existente. Los actores son agentes activos que ponen en práctica el “estado de disposición”
Bourdieu, P.(2000), que viabiliza adaptar los recursos, disponibles y accesibles, para
asegurar su permanencia reduciendo los riesgos de expulsión del sistema.
Las condiciones estructurantes determinan una escala mínima para mantener un
nivel de rentabilidad, un modelo tecnológico generalizado, relacionado a la demanda de
commodities, producción que se sigue manteniendo como principal, y que impone límites a
las estrategias posibles de los productores.
La información disponible permite expresar que la modalidad histórica de
producción familiar se sigue manteniendo; una producción extensiva, incorporación
tecnológica ahorradora de mano de obra, una alta heterogeneidad de actores en la
composición social para la integración del sistema; tierra, trabajo, capital. Encontramos
productores que combinan propiedad y aparcería haciéndose cargo de la expansión de la
escala, productores que maximizan su disponibilidad tecnológica ofreciendo servicios a
terceros, junto a propietarios de la tierra que terciarizan labores, ocupándose de la
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coordinación y dirección de las tareas en el predio. Acompaña a estos actores un número
importante de cededores de tierra, que continúan siendo propietarios de explotaciones,
usufructuando la propiedad para la obtención de una renta.
En el contexto macroeconómico en la última década el riesgo por el pago de renta y
tasa de interés afectan a las explotaciones en su conjunto, pero en mayor grado a las
medianas y pequeñas explotaciones familiares. En éstas el fracaso en la capitalización,
sumado al incremento de los costos no tradicionales, como el costo de vida, favorecen la
cesión y la venta de la tierra.
La explicación de las transformaciones está muy relacionada a lo anterior y buena
parte tanto del mantenimiento de viejas estrategias e incorporación de nuevas está
relacionada a esta condición. El hecho que la categoría “venta de tierras” es la que menos
casos registra, nos permite suponer también esta relación.
La difusión del servicio por labor en siembra directa, no es un dato menor, la
rapidez con la que se expande en la región está también indicando la connotación
económica de una tecnología que reduce costos y mano de obra, al mismo tiempo que
reduce el tiempo en que el trabajo transcurre en la producción.
Las transformaciones tecnológicas de los 90 imprimen un cambio cuanti y
cualitativo en el uso del capital fijo en maquinarias. Hablamos de uso y no de la
composición del capital. El productor puede seguir teniendo la misma cantidad de capital
fijo, incluso sin uso operativo, y al mismo tiempo acceder a la práctica de siembra directa y
fertilización, sin necesidad de adquirir la maquinaria. Esta cuestión siempre estuvo
presente, pero ahora se trata de una única labor a contratar y resulta más económico que la
contratación bajo el modelo anterior (de mayor cantidad de labores).
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Esta situación repercute en la modalidad de contratación de trabajo asalariado, la
caída de trabajadores permanentes, manteniéndose los transitorios, y ratificando la
presencia de mano de obra familiar, parte de ella no dedicada con anterioridad a las labores
de la explotación.
El modelo tecnológico que articula siembra directa con semilla transgénica supone
una profundización en el desarrollo de las fuerzas productivas y una mayor subordinación
al capital, no obstante esto no trae aparejado una transformación en las relaciones de
producción, sino que por el contrario se manifiesta un aumento del cuenta-propismo y una
ratificación del trabajo familiar dentro de las explotaciones.
La flexibilidad de la organización laboral familiar facilita la adecuación del trabajo
a las condiciones del contexto.
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