trayectoria edu de estudiantes de nivel medio

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Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=14002904 Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Sistema de Información Científica Nancy Montes, María Alejandra Sendón Trayectorias educativas de estudiantes de nivel medio. Argentina a comienzos del siglo XXI Revista Mexicana de Investigación Educativa, vol. 11, núm. 29, abril-junio, 2006, pp. 381-402, Consejo Mexicano de Investigación Educativa, A.C. México ¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista Revista Mexicana de Investigación Educativa, ISSN (Versión impresa): 1405-6666 [email protected] Consejo Mexicano de Investigación Educativa, A.C. México www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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  • Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=14002904

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y PortugalSistema de Informacin Cientfica

    Nancy Montes, Mara Alejandra SendnTrayectorias educativas de estudiantes de nivel medio. Argentina a comienzos del siglo XXI

    Revista Mexicana de Investigacin Educativa, vol. 11, nm. 29, abril-junio, 2006, pp. 381-402,Consejo Mexicano de Investigacin Educativa, A.C.

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    Revista Mexicana de Investigacin Educativa,ISSN (Versin impresa): [email protected] Mexicano de Investigacin Educativa,A.C.Mxico

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  • Revista Mexicana de Investigacin Educativa 381

    TRAYECTORIAS EDUCATIVASDE ESTUDIANTES DE NIVEL MEDIOArgentina a comienzos del siglo XXINANCY MONTES / MARA ALEJANDRA SENDN

    Resumen:En este trabajo abordamos aquellos aspectos de las trayectorias de los alumnos/jvenes que constituyen la expresin de la articulacin entre elecciones y trayec-torias familiares y las propuestas y ofertas institucionales disponibles para losjvenes de sectores altos y medios que asisten al nivel secundario. Se realizaron614 encuestas a alumnos(as) de 14 escuelas estatales y privadas del rea metropo-litana de Buenos Aires y 150 entrevistas a padres, docentes, directivos y alumnos(as)de diferentes sectores sociales. Los resultados apuntan a describir la diversidad deestrategias que caracterizan a estos grupos sociales en el contexto argentino, acomienzos del siglo XXI.

    Abstract:This article addresses the aspects of students trajectories that articulate familytrajectories/choices and institutional proposals/offerings for secondary school studentsfrom the high and middle classes. In total, 614 interviews were carried out withstudents from fourteen public and private schools in the Buenos Aires metropolitanarea, and 150 interviews with parents, teachers, directors and students from differentsocial sectors. The results describe the diverse strategies that characterize thesesocial groups in the Argentine context of the early 21st century.

    Palabras clave: jvenes, estudiantes, educacin media, trayectoria escolar,estrategias, Argentina.Key words: young people, secondary education, scholastic trajectories, strategies,Argentina.

    Nancy Montes y Mara Alejandra Sendn son investigadoras del rea Educacin de la Facultad Latinoa-mericana de Ciencias Sociales-sede Argentina. Ayacucho 551 (C1026AAC), Ciudad Autnoma de Bue-nos Aires, Argentina. CE [email protected] / [email protected]

    RMIE, ABRIL-JUNIO 2006, VOL. 11, NM. 29, PP. 381-402

    Investigacin temtica

  • Consejo Mexicano de Investigacin Educativa382

    Montes y Sendn

    LIntroduccin

    as trayectorias de los estudiantes/jvenes constituyen la expresin dela articulacin entre las elecciones propias, los recorridos familiares y

    las propuestas institucionales disponibles para aquellos que pertenecen asectores altos y medios que asisten al nivel secundario en un contextodefinido como fragmentado social y educativamente, mismo que tam-bin opera condicionando los recorridos y las prcticas.

    Trabajaremos el concepto de trayectoria en el marco de uno de lostpicos clsicos de la sociologa que se puede expresar en los pares: ac-cinestructura/decisincondicionamiento/habilitacinconstreimiento,que recorren los desarrollos de Durkheim, Marx, Weber y, ms reciente-mente, de Bourdieu, Ball, y Lahire.

    El dato emprico utilizado es el relato de los recorridos y las opcionesconsideradas por padres y alumnos, recogido en entrevistas realizadas enun conjunto de escuelas estatales y privadas de Argentina, del mayor aglo-merado urbano correspondiente a la Ciudad de Buenos Aires y al conurbanobonaerense1 a las que concurren sectores medios y altos de la poblacin yque, en 2003, cursaban el ltimo ao del nivel secundario.

    Trabajar con estos sectores sociales implica dar cuenta de la fuertefragmentacin que caracterizaron a este pas en los ltimos aos. Proce-so que recorre todos los sectores sociales, tanto aquellos que se caracteri-zan por una gran concentracin del ingreso (cada vez ms enriquecidos ya su vez minoritariamente representados) como los marcados por el em-pobrecimiento y exclusin social que no pueden satisfacer necesidadesbsicas vinculadas con la alimentacin, la vivienda, el trabajo, la salud yla educacin, pasando por los sectores medios, pivotes de esta crisis, y quecontinan perdiendo las garantas y derechos de los que gozaban genera-ciones anteriores.

    Hablar de trayectorias tambin implica la temporalidad de las expe-riencias vividas por las personas, sus historias sociales y biogrficas. Haceaproximadamente cuarenta aos se poda caracterizar de manera homo-gnea o con fuertes particularidades comunes cada grupo o estrato so-cial, descripcin que, adems, inclua un determinado horizonte deposibilidades de acceso a posiciones de bienestar, empleo y de cuidadode los hijos en trminos de expectativas de garantizar las mismas condi-ciones de vida del presente. En la actualidad, tanto los sectores medioscomo los ms favorecidos despliegan estrategias muy diversas para con-

  • Revista Mexicana de Investigacin Educativa 383

    Trayectorias educativas de estudiantes de nivel medio: Argentina a comienzos del siglo XXI

    servar o mantener el estatus logrado. Este proceso es ms evidente (o hasido ms indagado) en la clase media que est experimentando quie-bres y mutaciones an no terminadas (Minujn y Anguita, 2004).

    Las transformaciones que experiment la estructura social argentina apartir de la dcada de los setenta, junto con los cambios operados en elmercado de trabajo, abrieron camino a los procesos de desinstitucionalizaciny a nuevas rupturas generacionales inscritas en cambios culturales profun-dos. En este marco, ya no es posible encontrar trayectorias lineales predecibles,que caracterizaban a nuestras sociedades cuando las mismas aparecancohesionadas, integradas y posibilitando opciones de movilidad ascenden-te, bsicamente para los sectores medios y medios bajos. Por el contrario,se tiende cada vez ms a observar prcticas permeadas por una dinmicade fragmentacin social, cultural y educativa que delinea un conjunto derecorridos impregnados de heterogeneidad, de novedad y de estrategiasdiversas que dificultan si no imposibilitan perfiles cerrados y bien deli-mitados a los que la reflexin sociolgica nos haba acostumbrado.2

    En el estudio y anlisis de las trayectorias tambin estn presentes loselementos estructurales que poseen y caracterizan a los grupos, a los in-dividuos (capitales culturales, econmicos, simblicos, pertenencias degnero) puestos en accin en contextos y situaciones determinadas a tra-vs de operaciones subjetivas que expresan heterogeneidad de valores,criterios, mandatos o posibilidades. Al decir de Ball: [] la clase estambin una trayectoria, un pasaje a travs del tiempo y el espacio, esuna historia de transacciones. Posiciones de clase similares son sosteni-das y experimentadas en diferente forma y tienen diferentes historias [](Ball, 2003:7).

    Adems de los aspectos estructurales, entendemos que la propia trayec-toria (con sus aspectos subjetivos) va determinando su devenir. Un refe-rente clsico para la conceptualizacin del binomio estructuraaccin esBourdieu:

    [] Los individuos no se desplazan al azar en el espacio social [] A un volu-men determinado de capital heredado corresponde un haz de trayectorias ms omenos equiprobables que conducen a unas posiciones ms o menos equivalentes

    [] y el paso de una trayectoria a otra depende a menudo de acontecimientoscolectivos [] o individuales []. De ello se desprende que la posicin y la

    trayectoria individual no son estadsticamente independientes, no siendo igual-

  • Consejo Mexicano de Investigacin Educativa384

    Montes y Sendn

    mente probables todas las posiciones de llegada para todos los puntos de partida

    [] (Bourdieu, 1979:108-9).

    No obstante esta fuerte determinacin o condicionamiento, el conceptode habitus abre el juego para analizar las prcticas ms all de susenclasamientos. Esto aparece especialmente claro en quienes han profun-dizado el pensamiento bourdiano: [] la libertad condicionada y condi-cional que asegura est tan alejada de una imprevisible novedad como deuna simple reproduccin mecnica de los condicionamientos iniciales [](Gutirrez, 1995:66).

    Ms recientemente, Lahire ampla y discute el determinismo social ehistrico de las decisiones de los individuos as como el carcter de excep-cin de algunas trayectorias, sustentndose en la hiptesis del stock decapitales y de prcticas a las que las personas recurren en contextos espe-cficos, prcticas que pueden ser, incluso, contradictorias con las desarro-lladas en otros contextos o en ejercicio de otros roles.

    Esta postura cuestiona fuertemente el carcter de unicidad (propio devisiones esencialistas) de la identidad de las personas (o de los grupos)rescatando, en cambio, la figura del actor plural. En este sentido alertasobre el riesgo de utilizar tipologas simples para problemticas complejasy de presentar como homogneos a sectores o grupos que poseen estrate-gias mltiples, distintas y, en muchos casos, opuestas.3

    Por ltimo conviene sealar cmo caracterizamos a los sectores mediosy altos que forman parte de este trabajo de investigacin. Dado que nues-tro acercamiento a los alumnos/jvenes y a sus padres fue a travs de lasescuelas, hemos seleccionado aquellas que en su propuesta institucionaltienen la pretensin explcita de formar a sectores de lite (cultural, eco-nmica, profesional, intelectual, gobernante) y las que histricamente fueronelegidas por los sectores medios.4

    En el primer grupo hemos encontrado padres y madres con estudiossuperiores (universitarios en la mayora de los casos) y slo algn casocon secundario completo con altos niveles de poder adquisitivo. Al inte-rior, puede observarse una distincin de acuerdo con el tipo de insercinlaboral y la separacin de roles dentro de las familias. Un sector desem-pea profesiones vinculadas con grandes empresas, las finanzas o biencon emprendimientos personales propios de formas dinmicas del mer-cado de trabajo. Aqu las mujeres, que en general accedieron a estudios

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    Trayectorias educativas de estudiantes de nivel medio: Argentina a comienzos del siglo XXI

    superiores, se encuentran trabajando en mbitos profesionales y empre-sariales. El otro est ms relacionado con profesiones tradicionales (dere-cho, ingeniera, medicina) y el sector primario de la economa (actividadesagropecuarias y propiedad de la tierra). Muchas de las mujeres, aun conestudios superiores, son amas de casa. En este grupo las familias son muynumerosas (cinco o seis hijos). Por ltimo, hay un conjunto de padresque, habiendo accedido a la educacin superiores, privilegia el ingreso desus hijos a instituciones tradicionales que prometen cierta posicin va laexcelencia acadmica.

    En cuanto a los sectores medios, la generacin de los abuelos no alcan-z a completar estudios bsicos, son los padres de los adolescentes, engeneral, la primera generacin que accede a estudios superiores y universi-tarios, aunque tambin encontramos diferencias al interior del sector. Enun extremo estn padres y madres profesionales con estudios superiores,en muchos casos ligados con la docencia. Otro grupo est compuesto porpadres profesionales que se desempean laboralmente bajo relacin dedependencia o por cuenta propia. Uno ms conformado por padres y ma-dres con ttulo secundario que trabajan bajo relacin de dependencia. Porltimo, tambin aparece una porcin de padres con empleos vulnerables ycon dificultades en relacin con los ingresos. En los sectores medios, engeneral, ambos cnyuges trabajan.

    Tanto en los sectores medios como en los altos hemos trabajado conescuelas estatales y privadas ya que este atributo por s solo no alcanza (aligual que el estrato social) para dar cuenta de los cambios producidos enlos ltimos aos en el sistema educativo.

    El contexto de fragmentacin en ArgentinaEn los ltimos aos la sociedad argentina ha atravesado complejos proce-sos de diferenciacin y transformacin, especialmente en el sistema edu-cativo (Tiramonti, 2004). stos no son privativos de nuestro pas, sinoque se inscriben en cambios globales que trastocan las trayectorias de lossujetos en diversos mbitos de la vida. Posiblemente la transformacinms importante haya sido la que Castel (1997) denomin la crisis de lasociedad salarial, caracterizada por la escasez de trabajo asalariado esta-ble, el aumento de la rotacin en el empleo a lo largo de la vida, el creci-miento de la informalidad y la vulnerabilidad laboral, y el desempleo. Estacrisis, ligada con los cambios econmicos, es una de las dimensiones de la

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    Montes y Sendn

    transformacin. Otros aspectos de este fenmeno se observan en la esferapoltica visibles en el desdibujamiento del papel del Estado entre losque se han analizado las modificaciones de las instituciones que seestructuraron en la modernidad (Tiramonti, 2001 y 2004), por ejemplo,la familia y la escuela.

    Investigaciones recientes muestran que en Argentina, en las ltimas d-cadas, se han producido diferentes fenmenos crticos a nivel macro. Alrespecto, se observa una fuerte alteracin del mercado de empleo, con al-tas tasas de desocupacin, informalizacin y deterioro general de las con-diciones laborales que afectan significativamente a los jvenes (Minujn yAnguita, 2004). Tambin se ha registrado un fuerte incremento de la po-breza (grfica 1) junto a procesos de concentracin del ingreso (grfica 2).A la vez, se han producido cambios culturales importantes. Respecto delos estilos de vida se han analizado, por ejemplo, nuevas experiencias resi-denciales como las vinculadas con la vida en los barrrios cerrados y countriescomo estrategias de segregacin espacial de los grupos sociales (Svampa,2001). En relacin con las culturas juveniles se sostiene que actualmentelos jvenes urbanos conforman grupos con alta cohesin hacia adentro yfragmentacin hacia fuera (Hopenhayn, 2005).

    GRFICA 1

    Evaluacin de la poblacin por debajo de lnea de pobrezay de indigencia, 1974-2002. Gran Buenos Aires, aos seleccionados

    2.1 1.83.6 3 3.5

    6.4 6.7 7.7

    12.2

    24.7

    8 8.3

    17

    21.519

    26 26.728.9

    35.4

    54.3

    0

    10

    20

    30

    40

    50

    60

    1974 1980 1985 1991 1994 1997 1999 2000 2001 2002

    Indigencia Pobreza

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    Trayectorias educativas de estudiantes de nivel medio: Argentina a comienzos del siglo XXI

    En sntesis, las investigaciones actuales sealan diferentes mbitos de lavida social en que se han producido procesos de fragmentacin donde quedanimplicados mecanismos de cierre social (Parkin, 1984) y de distanciasocial (Arteaga y Lara, 2004) a modo de estrategias de los grupos socialesque intentan asegurarse la propia reproduccin.

    El anlisis actual sobre el sistema educativo ha arrojado conclusionessimilares. Al respecto, Tiramonti (2004:27) seala:

    [] despus de quince aos, la sociedad argentina ha sufrido una profunda trans-

    formacin como consecuencia de la reconfiguracin del orden mundial y delparticular modo en que se articul con ese nuevo orden. La ruptura con la orga-

    nizacin Estado cntrica de la sociedad transforma en inadecuado el concepto de

    segmento que hace referencia a la existencia de un campo integrado, y habilitapensar el espacio social y educativo como un compuesto de fragmentos que

    carecen de referencia a una totalidad que le es comn o a un centro que los

    coordina. El fragmento es un espacio autorreferido dentro del cual se puedendistinguir continuidades y diferencias; las primeras marcan los lmites o las fron-

    teras del fragmento, las otras sealan la heterogeneidad de esos espacios. As, el

    GRFICA 2

    Participacin quintlica en el ingreso total. Gran Buenos Aires, 1974 y 2002

    9

    14

    17

    24

    36

    5

    10

    15

    21

    49

    20% ms pobre 30 a 40% 50 a 60% 70 a 80% 20% ms rico

    Fuente: Minujn (2004), con base en datos del INDEC.

    1974 2002

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    Montes y Sendn

    fragmento acta como una frontera de referencia, pero no se constituye en un

    todo integrado y coordinado, ni siquiera en un campo donde se puedan recono-cer posiciones relativas de actores o instituciones, sino que se trata de un agrega-

    do institucional que tiene referencias normativas y culturales comunes. Este concepto

    de fragmentacin es el que muestra mejor la configuracin actual del sistemaeducativo.

    Esta compleja configuracin del sistema educativo requiere de nuevos marcosde referencia, a la vez que justifica el anlisis de las trayectorias de losestudiantes, considerando que si bien el pasado incorporado por los acto-res y las experiencias de socializacin vividas influyen en las prcticas, nose trata del factor determinante sino que resulta necesario retomar (obser-var) tambin al presente, la situacin en que esas prcticas se desarrollan(Lahire, 2004). Es en este marco que nos interesa analizar el proceso deconformacin de las trayectorias de los estudiantes.

    Algunas referencias tericas acerca de las trayectoriasLa discusin terica que subyace a los estudios de trayectorias ha sidoretomada actualmente en el campo de las ciencias sociales a travs de laproblematizacin de la relacin individuo-sociedad / estructura-accin /objetivo-subjetivo. Al respecto, es necesario realizar al menos un esbozode diferentes posturas tericas actuales sobre relacin estructura-accin.El anlisis de Svampa (2000) seala diferentes posturas sobre la dinmi-ca de los procesos de individualizacin en las sociedades actuales, con-texto en el que las estructuras normativas que definan las conductas sehan vuelto imprevisibles e inciertas. Un primer grupo, marcadamenteoptimista, conformado por Giddens y Beck, considera que en la socie-dad actual el individuo se ve compelido a emanciparse y a producir supropia biografa generando un proceso de autonoma y reflexin por mediodel que se construye la propia identidad. Esta perspectiva sostiene la ideade sujeto competente.

    Dentro de un segundo grupo, Svampa ubica a autores como Castel oEhremberg. El primero, analiza especialmente formas de individualismonegativo fruto de la crisis de la sociedad salarial fenmeno que refiere alas carencias de seguridad, de lazos estables, de bienes, que sufren quienesquedan desafiliados socialmente. El individualismo positivo, que implicaque los individuos acten autnomamente, necesita de soportes sociales

  • Revista Mexicana de Investigacin Educativa 389

    Trayectorias educativas de estudiantes de nivel medio: Argentina a comienzos del siglo XXI

    para desarrollarse. Esta posibilidad es la que se quiebra con la crisis de lasociedad salarial, donde se haba logrado un cierto equilibrio entre la au-tonoma individual y la cohesin social gracias a los marcos de proteccincolectiva desarrollados.

    En sntesis, podra decirse que en la separacin entre estructura y ac-cin lo que Castel encuentra es un individuo fragilizado, carente social-mente. Ehremberg tambin subraya los dficit del individuo centrando suanlisis en la subjetividad. En este sentido sostiene que el marco actualpresiona a los actores sociales a construir su identidad sin contar con so-portes colectivos presentes en otras pocas. As, aparece la fatiga del ac-tor, que debe construir su identidad a partir de sostener la iniciativa y laautonoma propia, aun a riesgo de incorporar la bsqueda de nuevas de-pendencias (adicciones) o de experimentar situaciones de depresin.

    Cercana a esta perspectiva terica que seala las consecuencias negati-vas del desajuste entre las posiciones objetivas y las vivencias de los acto-res, se ubican las teoras de Bourdieu o Elias, autores que destacan la ideade adecuacin entre las estructuras objetivas y la realidad subjetiva. Es elhabitus, segn Bourdieu lo que, formado en la trayectoria individual enrelacin con la posicin social, define la subjetividad.5

    La temtica de que se trata refiere, por un lado, al desajuste o separa-cin entre estructuras objetivas o posiciones sociales y, por otro, a expe-riencias de los actores o formacin de identidades sociales y subjetividad.Surgen as dos interrogantes clave: cmo se desarrolla la socializacin ac-tualmente y cmo se transforman las subjetividades. Svampa sostiene alrespecto que:

    [] las tendencias actuales sealan la necesidad de realizar el pasaje, desde el

    punto de vista terico, de una concepcin de la socializacin en trminos de

    correspondencia entre las posiciones objetivas y las actitudes subjetivas, a unavisin que subyace el distanciamiento del sujeto en relacin con los roles, a favor

    de un manejo ms reflexivo de imgenes sociales (Svampa, 2000:15).

    En esta lnea, la propuesta de Lahire (2004) resulta interesante. El autorparte de la determinacin social de la conducta del actor proponiendo unateora del actor plural que considera, entre otras cuestiones, la reflexividaden la accin y la pluralidad de las lgicas de accin. Sostiene que tanto unactor caracterizado por una profunda unicidad como uno plural surgen

  • Consejo Mexicano de Investigacin Educativa390

    Montes y Sendn

    en determinadas condiciones sociohistricas. Un ejemplo del primero esel portador de un habitus en el sentido de Bourdieu, donde el vnculo conlo social es permanente y duradero, propio de determinados momentoshistricos y/o determinadas formaciones sociales (sociedades tradiciona-les o grupos internamente muy homogneos). El actor plural, en cam-bio, se sita en sociedades ms complejas, donde la alta diferenciacin deinstituciones y actividades promueve diferentes principios de socializacinpara los nios, que pueden llegar a ser conflictivos o contradictorios entres. En este marco, el autor sostiene que se interiorizan histricamente mltipleshbitos o esquemas de accin en contextos de socializacin que pueden serms o menos heterogneos.

    Retomando la relacin entre posiciones objetivas y subjetividad, Lahirepropone que las prcticas del actor plural slo pueden aprehenderse ob-servando el vnculo particular entre los acontecimientos o situacionesque atraviesa el actor y las disposiciones6 que pone en juego en ellos.Afirma que:

    [] ni el acontecimiento desencadenante ni la disposicin incorporada por

    los actores pueden designarse como autnticos determinantes de las prcticas

    []. De hecho, la realidad aqu es relacional (o interdependiente): el compor-tamiento o la accin es el producto de un encuentro en que cada elemento del

    mismo no es ms determinante ni menos que el otro (Lahire, 2004:83).

    Este marco terico resulta til para los fines de nuestro estudio, donde setrata de analizar los cambios en las trayectorias educativas y laborales quetradicionalmente se realizaban despus de la escuela media. En el presen-te trabajo indagaremos expectativas y planes que los estudiantes y suspadres en conjunto con las escuelas van poniendo en juego para definirsus prcticas, sus acciones. Partimos de la idea de que el anlisis debetratar el vnculo entre la situacin (posibilidades de insercin laboral y/ode seguir diferentes estudios terciarios, tipos de capital con que se cuentafamiliarmente para ello, etc.) y la disposicin (gusto por la escuela, tradi-cin familiar por cierto tipo de estudio, tipo de cultura del trabajo enque se socializaron los estudiantes). En este vnculo ninguno de los tr-minos es determinante sino que consideramos que en el juego de estoselementos es donde se podrn caracterizar la o las prcticas a desarrollarpor los estudiantes secundarios.

  • Revista Mexicana de Investigacin Educativa 391

    Trayectorias educativas de estudiantes de nivel medio: Argentina a comienzos del siglo XXI

    Los recorridos de los jvenes en el marco de esta investigacinPartimos del interrogante acerca de cmo se articulan los trminos estruc-tura-accin y sociedad-individuo en un contexto en el que escasean cadavez ms los puntos de referencia para las conductas. Es decir, qu tipo devnculos pueden establecerse entre los estilos de vida individuales y lastransformaciones estructurales ms amplias, como las del mundo laboralo de las instituciones en la actualidad. El anlisis de las trayectorias de losestudiantes o de las transiciones entre la escuela y el mundo laboral o elingreso a estudios superiores, al que nos dirigimos, tambin se encuentrainscrito en este marco de referencia.

    En este sentido, nos preguntamos por las expectativas de los jvenesque estn por finalizar la escuela media y de sus familias, en un contextoen el que el mismo concepto de transicin est en crisis por no estar (comoen el pasado) ms acotado, temporal y espacialmente, y en el que los estu-dios superiores se han diversificado y alargado comenzando a perder efec-tividad como garanta de insercin laboral (a la vez que siguen siendonecesarios por otorgar ventajas comparativas).

    Diferentes investigaciones han sealado en relacin con el vnculo fa-milia-escuela (Kessler, 2002 y Tiramonti, 2003) la alta correspondenciaentre ambos universos, elemento que refuerza la homogeneidad horizon-tal a fin de generar una socializacin coherente con sus valores, reglas yprcticas.

    Son los universos culturales de las familias y los valores a ellos asociados los que

    priman en cada grupo para definir las elecciones y tambin condicionar las

    propuestas de la escuela. Cada uno de estos universos culturales contiene unalectura de la situacin presente, una hiptesis de futuro y una definicin de los

    recursos necesarios para el futuro. Conocimientos, disciplina para aceptar las

    reglas del juego, capital social, capacidad de competir, pertenencia a los valoresde una comunidad religiosa, etc. (Tiramonti, 2003).

    Esta sintona entre expectativas y valores familiares y trayectoria o recorri-do de los hijos ser uno de los ejes de lectura de las entrevistas realizadas.

    La descripcin de las trayectorias de las familias de nuestra investiga-cin evidencia para los sectores altos una generacin de abuelos (en algu-nos casos tambin bisabuelos) que lograron acceder a posiciones econmicasy culturales de importancia, en la que estn presentes individuos con ttulo

  • Consejo Mexicano de Investigacin Educativa392

    Montes y Sendn

    universitario, empresarios, propietarios de campos. Son las tambin lla-madas familias tradicionales, asociadas con la produccin agropecuaria, larenta o con empresas nacionales. Este atributo es exclusivamente masculi-no en el caso de las escuelas que atienden a sectores tradicionales, mien-tras que para las mujeres el horizonte se caracteriz por el abandono deestudios superiores y por la dedicacin al cuidado de los hijos.

    En cambio, los padres y las madres con altos ingresos pero vinculadoscon sectores ms dinmicos de la economa y con empresas internaciona-les que envan a sus hijos a escuelas ms modernas (bilinges, de tiempocompleto) han accedido a estudios universitarios y trabajan en el sectorprivado. Es interesante en este grupo la importancia otorgada a la cons-truccin de la propia trayectoria educativa (capacitacin permanente, ac-tualizacin, estudio de idiomas) que no finaliza con el acceso a la educacinde grado.

    En este sentido, al interior de un estrato social que podra caracterizar-se homogneamente como de lite, se observan subgrupos marcadamentediferentes. En algunos casos existen prcticas tradicionales en cuanto avalores e insercin; en otros, ms modernos, se constata la apertura a lainfluencia de mbitos internacionales y globalizados. Como veremos msadelante, la eleccin de instituciones educativas y las trayectorias posiblespara los hijos de ambos tipos tambin son diferenciales.

    En los sectores medios, la generacin de los abuelos est conformadapor inmigrantes con educacin bsica incompleta que, a travs del esfuer-zo, posibilitaron a sus hijos el acceso a estudios superiores. As, la buenaposicin es alcanzada por los padres, que han podido acceder a estudioscompletos y se han insertado con xito en el cuentapropismo, en peque-os comercios o en profesiones que les garantizan empleos estables. Enrelacin con el gnero, en este grupo hay ms heterogeneidad: muchasmujeres han optado por carreras docentes o universitarias y trabajan, altiempo que los hombres cursaron estudios universitarios con recorridosen el sector pblico. Tambin aqu el acceso a la educacin implic unesfuerzo que no en todos los casos se percibe como suficiente para ga-rantizar la trayectoria de los hijos, mismo que, como veremos, se trasladaa las nuevas generaciones.

    El acceso de los padres a la educacin superior es un rasgo homogneoen todas las escuelas analizadas, lo que tambin da cuenta de los procesosde ampliacin del acceso a este nivel de enseanza en los sectores medios y

  • Revista Mexicana de Investigacin Educativa 393

    Trayectorias educativas de estudiantes de nivel medio: Argentina a comienzos del siglo XXI

    altos de la poblacin. Lo que vara es el recorrido por determinadas insti-tuciones, la eleccin de ciertas carreras y la historia de ese acceso, ele-mentos que evidencian puntos de partida y de llegada diferentes.

    Desde la percepcin de los hijos, la eleccin de la escuela por parte delas familias tiene diversos matices. Hay instituciones que ofrecen un reco-rrido completo (nivel inicial-primario y medio) tanto estatales como pri-vadas. En stas, claramente ha prevalecido la opcin de los padres ya seapor razones de tradicin familiar (a este colegio fueron mis abuelos, mispadres, mis hermanos) o por prestigio y la calidad de la institucin(sigue siendo una buena escuela, es exigente). En general, los hijos nocuestionan la decisin se sus padres, basada en pensar un buen futuropara ellos, en una buena educacin y no slo no critican la escuela sinoque, en algunos casos, ni siquiera se preguntaron por qu van a ella (aunadmitiendo que son escuelas-burbuja, esto no constituye una desventajapara los entrevistados):

    Vengo desde la primaria. Nunca me plante por qu vengo a esta escuela y no aotra. Porque a esta escuela vino mi abuelo. Mis tos, mi padre, es como algo de

    tradicin entonces es como que no es una decisin, a m nunca me pregunta-

    ron pero aqu estoy. A m me hubiera gustado ir a una escuela mixta [] (alumnode escuela tradicional, de sectores altos).

    En estas familias es fuerte la pretensin de garantizar una socializacinentre pares homognea con el objeto de mantener posiciones adquiridas,en las que el heredero debe recrear su pertenencia. En este sentido aparecela idea de eleccin, aunque siempre confirmando ideas previas.7 Es inte-resante mencionar aqu el impacto de las instituciones totales sobre losindividuos, que operan abarcando todos los espacios y lugares de sociali-zacin, modelando prcticas que no pueden desviarse de esta matriz.

    En los sectores medios, la eleccin de la escuelas que incluye motiva-ciones personales de los jvenes es donde para ellos aparece como menosinfluida o ms libre. En general, las razones que sealan hacen referenciaa cualidades propias (curiosidad de saber, exigencia; importancia recono-cida de la educacin; gusto por la lectura, por aprender, por el conoci-miento). El deseo de los hijos es tenido en cuenta por los padres, averiguanjuntos las cualidades de las escuelas, consultan con amigos que ya hanconcurrido, hay una apelacin a otro tipo de factores. Aqu, las decisiones

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    Montes y Sendn

    tambin son compartidas, tomadas en conjunto o con la opinin de pa-dres e hijos:

    [] Me gusta que los docentes son todas personas muy jvenes, pero saben mu-

    chsimo. La escuela ha tenido siempre la fama de ser muy oral, que cada alumnopuede expresarse, pods expresarte si no ests contento o tens algn problema.

    Me gustan mucho los textos y las cosas que estudiamos [] (alumno de escuela

    privada de sectores medios).

    Otros factores que estos grupos priorizan son el estilo de la escuela, unarelacin ms horizontal con los profesores y las autoridades, la apelacin auna alta preparacin del equipo docente, las lecturas, la presencia de otrosamigos. As, se percibe que mientras para los sectores altos los recorridosaparecen ms determinados por el mantenimiento de las posiciones deorigen de las familias, en los medios hay un men heterogneo, probable-mente tambin vinculado con la fragilidad de las posiciones obtenidas, nogarantizadas a futuro en este contexto social.

    Desde la percepcin de los padres, los valores tambin tienen un papelimportante y connotan cosas muy diversas. Por ejemplo, el par libertad olmites tambin incide en el momento de definir a qu tipo de institucio-nes concurrirn sus hijos, sin que sean nfasis exclusivos de un determina-do sector social. Algunos privilegian la necesidad de que la escuela discipline,regule y ponga lmites a los jvenes, que los forme en valores humanos,en el sentido de familia, que estn controlados

    Por otra parte, los padres que optan o priorizan los espacios de libertaden las escuelas rescatan la buena relacin con los docentes, el acompaa-miento que hacen de sus hijos, la posibilidad de que les abran la cabeza,que se generen espacios de cuestionamiento sin elementos coercitivostambin valoran la libertad de pensamiento. Quienes sostienen esta vi-sin priorizan instituciones que potencian las capacidades de los chicos (elestudio, la creatividad, la expresin, etctera). La opcin por escuelas p-blicas contenedoras y con buena formacin tambin puede agregarse aesta opcin por espacios que privilegian la forma de estar en la escuela enel marco de tradiciones prestigiadas.

    Otro conjunto de padres valora establecimientos que proponen la li-bre eleccin en otro sentido, a travs de la existencia de un gran men, demanera que todos puedan elegir algo que les gusta (idiomas, msica, tea-

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    Trayectorias educativas de estudiantes de nivel medio: Argentina a comienzos del siglo XXI

    tro, computacin, etctera). Las actividades extracurriculares no slo ofrecenvariedad sino tambin la posibilidad de ocupar la agenda de los jvenes yde generarles de esta manera compromisos que les permiten un disciplinamientopor otras vas.

    Para la mayora de los adolescentes que asisten a escuelas de sectoresmedios y altos, la primera opcin al terminar el nivel secundario es con-tinuar con el universitario. Es una decisin fuerte en la mayora de loscasos, se trata de estudiar s o s, lo que vara de acuerdo con los estable-cimientos es el tipo de carreras elegidas. Quienes van a los tradicionalesoptan por ingeniera, medicina o abogaca. En las escuelas a las que asis-ten los sectores medios son mucho ms heterogneas las opciones dispo-nibles: desde ciencias de la educacin hasta diseo, pasando por cine oveterinaria o letras.

    En muy pocos casos los jvenes muestran dudas sobre las carreras aseguir. Aparecen ms en escuelas a las que asisten sectores medios bajos,sin demasiadas expectativas (o presin) para definir su recorrido. Las du-das que se plantean muestran menor estructuracin del futuro que otroschicos pero, a la vez, da la impresin de que el propio deseo se pone fuer-temente en juego:

    [] Por el momento tengo decidido estudiar biologa, en realidad no s bien

    qu rama, no s si zoologa o algo relacionado con veterinariapero no de

    animales domsticos, sino salvajes [] me gustara ser guardaparque [] (alumnaescuela privada sectores medios).

    En algunos casos la indecisin va acompaada por otros procedimientosque ayudaran a definir la orientacin: test, charlas informativas, seguiraveriguando, siempre con el respaldo y apoyo de los padres. Tambin enestas escuelas aparece el trabajo como un recorrido necesario, no men-cionado en las escuelas de sectores altos, donde claramente aparece lafigura de las pasantas como coadyuvando la decisin respecto de la ca-rrera a elegir.

    Quienes han tenido durante la escuela secundaria una fuerte presin enrelacin con la exigencia acadmica y pertenecen a sectores medios, sea-lan la posibilidad de realizar dos carreras universitarias, una les permitiruna salida laboral y otra, ser fieles a su deseo, a su vocacin. En estoscasos aparece la necesidad de garantizar los recursos para gestionar su vida

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    tanto como la necesidad de no postergar o claudicar en sus gustos. Slopara pocos aparece la opcin de realizar estudios fuera del pas o la posibi-lidad de tomarse un ao libre para tomar decisiones y viajar.

    Hay muchas que dicen: bueno, estudio ac y despus me voy a hacer un mster,o una especializacin afuera y eso s lo veo como una posibilidadyo lo veo

    como un ao, dos aos, irme y volver [] Es otra experiencia, relacionarte con

    otra clase de gente, otro lugar, otra cultura, lo veo brbaro [] (alumna colegiobilinge, sectores altos).

    En la mayora de los casos, excepto en el grupo ms tradicional de lossectores de lite y en algunos de los medios altos intelectuales, el deseo y lasatisfaccin se asocian discursivamente tanto con la carrera a seguir comocon trabajo futuro. Al respecto, siguiendo a Bauman (2003) podra leerseque estas expectativas se vinculan con lo que denomina esttica del con-sumo contraponindolo a la tica del trabajo ms asociada con pocasde industrializacin y posibilidades de empleo. La esttica del consumo serelaciona con la satisfaccin de los deseos, con la bsqueda de placer en lasactividades que se realizan. Esta posicin se desarrolla, segn el autor, enun contexto incierto en el que tambin ha perdido sentido la valoracindel esfuerzo actual tendiendo a la consecucin de metas. Otros autores8

    muestran la misma tendencia en los comportamientos juveniles actuales,describiendo la oscilacin, por un lado, entre la satisfaccin inmediata delos deseos y necesidades y, por otro, la ausencia de una promesa de futuropara los jvenes.

    Respecto de los estudiantes de nuestra investigacin puede pensarse queson justamente los grupos ms tradicionales los que ponen menos en juego(por lo menos discursivamente) el deseo y la satisfaccin al planificar susrecorridos. Es posible que sean ellos los que cuentan o esperan tener conposibilidades de insercin ms prometedoras y seguras en relacin con sufuturo. En cambio, los otros grupos mencionan ms frecuentemente la in-certidumbre como un elemento de su horizonte de expectativas.

    En todas las escuelas es importante la presencia de la universidad p-blica (especialmente la Universidad de Buenos Aires) como garante de for-macin y de preparacin para la autogestin. Estudiantes pertenecientes aescuelas de lite sugieren incluso que asistir a una institucin estatal lespermitir salir de la burbuja, dejar la comunidad y aprender a buscar

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    solos, dando la pauta de que toda su escolarizacin ha sido tan ordena-da que no pueden resolver dificultades por ellos mismos. Para los sectoresmedios la eleccin de la universidad pblica es ideolgica o est asociadacon sus propias creencias o la de sus padres. No es una opcin la privadaque, adems, aparece inalcanzable por las limitaciones econmicas paragarantizar su pago.

    CUADRO 1

    Total pas. Poblacin de 13 a 17 aos.Tasa de cobertura neta* del nivel medio y asistencia por quintilde ingreso per cpita del hogar, segn sector del establecimiento al que asisten

    Sector del Tasa neta Quintil de ingreso per cpita del hogarestablecimiento

    1 2 3 4 5

    Total 89.7 79.3 88.9 93.1 97.4 98.8

    Estatal 67.8 70.9 77.0 67.1 63.7 39.4

    Privado 21.9 8.4 11.9 25.0 33.7 59.4

    * Relaciona la poblacin que asiste al nivel medio que tiene entre 13 y 18 aos con la poblacintotal de ese grupo de edad.

    Fuente: Encuesta Condiciones de vida, 2001, SIEMPRO.

    La incorporacin al trabajo para los sectores medios aparece sin alternati-va en el horizonte inmediato, aunque todava existe la idea de que mien-tras los padres puedan mantenerlos estudiaran sin trabajar. En algunos, laopcin empieza laborando los fines de semana, en vacaciones o de mediotiempo para ahorrar o financiar sus estudios. En general, las posibilida-des de puestos estn vinculadas con el comercio (mensajera, secretaria, repositoro cajera en supermercado, mesera, camarera). En todos los casos el trabajoes visualizado como el primer paso hasta poder acceder al ttulo de nivelsuperior y, una vez logrado, laborar en aquello para lo que estudiaron.

    Algunos adolescentes de sectores medios expresan tambin la necesidadde tener su propio dinero como sinnimo de poder manejarse ms libre-mente y ayudar en el mbito familiar, al menos cubriendo los gastos pro-pios (ropa, libros, salidas). Es evidente la alianza entre padres e hijos pararespetar sus decisiones y apoyar sus bsquedas, de parte de los jvenes,

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    Montes y Sendn

    tambin est la certeza del esfuerzo de sus padres para apoyar su escolari-dad, sus opciones. La ilusin es conseguir un trabajo en mbitos que lespermitan leer o seguir estudiando (en una biblioteca, preceptora, de maestraparticular).

    En sectores medios ms acomodados, que pueden y eligen pagar escue-las privadas, el trabajo es visualizado como algo que en algn momentohay que empezar a hacer (ya sea para contribuir a la propia independen-cia o para vivir solo) al mismo tiempo que tiene una connotacin negati-va, ya que implicara no tener tiempo para uno mismo, llegar exhausto,no tendra que complicar los estudios. Aqu la familia aparece tambinacompaando una primera insercin en un consultorio, un estudio de abogaca.

    En las escuelas tradicionales se prioriza el estudio sobre el trabajo, porlo menos en los primeros aos de la universidad. En todos los casos labsqueda de empleo est asociada con la disponibilidad de contactos, pa-res y familiares que les permitira acceder al primer trabajo para ayudarcon tareas menores (ser mensajeros, archivar papeles), nada que impliqueun compromiso fuerte en trminos horarios ni laborales. En las escuelasde lite est diferido para el momento de finalizar la carrera universitaria,incluso una opcin es estudiar fuera del pas, aunque no hay mucho con-vencimiento en los chicos para esta posibilidad.

    Respecto de la forma de insercin laboral, en la mayora de los casosy en todos los sectores aparece el capital social como medio de bsque-da. En algunos casos, la escuela cumple un papel importante al respecto,como en los grupos ms modernos de la lite donde se organizan pasantasde alta calidad que tambin amplan el capital social. Mientras que en elresto, la insercin laboral se intentara por medio de parientes o conoci-dos ms o menos cercanos a la familia con poca o nula incidencia de laescuela. En este sentido, puede sostenerse que, como sealan estudiosrecientes (Filmus, 2001), el capital social adquiere un rol fundamental ala hora de la insercin laboral mientras que la educacin pierde su papelde garante de la misma. Para ciertos grupos hay estrategias explcitas enlos que la escuela opera como facilitadora de las inserciones laboral yeducativa. Esto se constata en establecimientos donde la calidad de laenseanza es muy prestigiosa, incluyen una formacin integral y, a la vez,el formato institucional permite un vnculo fuerte con otras escuelas desu propio contexto, lo que se convierte, en este sentido, en un criteriofuertemente fragmentador.

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    Trayectorias educativas de estudiantes de nivel medio: Argentina a comienzos del siglo XXI

    A modo de cierreComo hemos desarrollado, la pertenencia a un mismo sector social reco-nocido como tal por la disponibilidad de capitales econmicos, sociales,culturales y simblicos no permite anticipar ni predecir que, al interiordel mismo, se encuentren las mismas pautas en las trayectorias educativasde los jvenes que pertenecen a l.

    En los sectores altos ya sean los tradicionales o los ms dinmicos seobservan estrategias de cierre social, los diferentes grupos tienden a cerrarseen s mismos configurando fragmentos que no se articulan entre s. La so-cializacin de los jvenes se realiza en mbitos acotados y gran parte de ellaest vinculada a jornadas extensas asociadas con la escuela debido a la de-manda de estudio y de otras actividades. En un caso, las entrevistas mues-tran que discursivamente se hace referencia a valores que se privilegia sustentenlas instituciones, las amistades y relaciones de sus hijos (valores cristianosen el caso de escuelas catlicas). En otro caso, el cierre se da por el lado deestablecimientos ms dinmicos donde stos refieren a la competencia, eldesarrollo de capacidades de liderazgo, de motivacin de s y de grupos,actitudes que sirvan para desenvolverse en el mundo de hoy, especialmenteen el de los negocios. En otro caso, si bien las estrategias de cierre social noson tan explcitas, se observa que el recorrido de los estudiantes est bastan-te controlado, especialmente a travs de expectativas altas compartidas porlos padres, la institucin y los propios alumnos.

    Este comportamiento se contrapone con el de los sectores medios. Enestos grupos se observa mayor apertura en las estrategias de socializacinde los hijos y no existen mecanismos fuertes de cierre social. Por el contra-rio, parecen considerarse posibilidades diferentes en relacin con las tra-yectorias, como estudiar carreras nuevas ligadas con los gustos personaleso mudarse al campo y cambiar el estilo de vida.

    El tipo de institucin en que se forman los alumnos es diferente enestos dos sectores. Las escuelas de lite ligadas con demandas familiaresse acercan ms a instituciones totales, con pautas fuertes de conducta,con valores y normas ms estticos, aunque no todas en el mismo grado.Las trayectorias imaginadas y proyectadas por los estudiantes son ms ho-mogneas vinculndose con el perfil de alumno que privilegia cada cultu-ra institucional.

    En la mayora de las escuelas de sectores medios aunque con maticesno se observan pautas de comportamiento tan rgidas, las expectativas son

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    Montes y Sendn

    ms variadas, se habla ms sobre la incertidumbre del futuro, se pruebanopciones diferentes. En este sentido, podra pensarse, siguiendo a Lahire(2004), que estos alumnos estn en condiciones de producir (y a la vezrecurrir a) un stock de disposiciones ms amplio por transitar espacios msabiertos. Esto se verifica en las trayectorias que imaginan, ms variadas yen muchos casos vinculadas con carreras novedosas.

    Lo anterior no significa que las trayectorias imaginadas sean homog-neas dentro de cada sector social; por el contrario, se observan divergen-cias importantes en ambas clases. No todos los que pertenecen a gruposaltos siguen carreras tradicionales que en otros tiempos se identificabancon posiciones altas o de ascenso, ya que algunos optan por estudios en elexterior vinculados con sus expectativas, mientras que otros construyen suhorizonte laboral con una mayor vinculacin al territorio nacional.

    En los grupos medios, por otra parte es en donde se visualizan msalternativas, aunque no siempre acompaadas por una garanta de posibi-lidad de bienestar. Aqu, las perspectivas acadmicas y laborales estn fuer-temente atadas al horizonte nacional, incluso algunos expresan unapreocupacin social y poltica. La incertidumbre impregna mucho ms elabanico de opciones, en las que se juega fuertemente el capital social dis-ponible tanto como la propia creatividad y el esfuerzo individual.

    En ambos grupos se observa que las familias (y sus propias trayecto-rias) en su dimensin estructural y subjetiva influyen y condicionan eluniverso de eleccin de los hijos. El elemento diferencial en los gruposes el lugar que ocupan los espacios de libertad de los jvenes para transi-tar otras opciones.

    Notas1 En el marco del rea Educacin de la Fa-

    cultad Latinoamericana de Ciencias Sociales(FLACSO)-Argentina y con financiamiento delFondo Nacional para la Investigacin Cientfi-ca y Tecnolgica (FONCyT) hemos desarrolladoel proyecto de investigacin titulado La nuevaconfiguracin de la discriminacin educativa,dirigido por Guillermina Tiramonti (2001 a 2003)cuyo objetivo principal ha sido caracterizar lasmutaciones recientes de la escuela media en uncontexto de fragmentacin social y educativa. Enese periodo realizamos 614 encuestas a alumnosde 14 escuelas estatales y privadas del rea me-

    tropolitana de Buenos Aires y 150 entrevistas apadres, docentes, directivos y alumnos de dife-rentes sectores sociales.

    2 [] Muchos de los fenmenos que senos presentan no encuentran un referente con-ceptual, y a la inversa, muchos de los concep-tos que utilizbamos habitualmente en nuestrosanlisis carecen de referentes empricos. Cons-trucciones tericas de enorme impacto en eldesarrollo de las ciencias sociales pareceranhaberse transformado en un marco conceptualcon escasa potencialidad explicativa [] (Tira-monti, 2004:15).

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    Trayectorias educativas de estudiantes de nivel medio: Argentina a comienzos del siglo XXI

    3 El trabajo de este autor sobre sectores po-pulares, investigacin realizada en escuelas pri-marias francesas, se organiza en torno a la discusinsobre el xito escolar de nios que, desde variasconcepciones, estaran predestinados al fraca-so. Despliega aqu perfiles de familias que acom-paan la escolaridad de sus hijos aun sin poseercapitales culturales y econmicos, obteniendode todas formas buenos resultados (Lahire, 1997).

    4 No presentaremos aqu la complejidad aso-ciada con la caracterizacin de estos grupos oestratos sociales, que ya ha sido desarrollada en-tre otros, por Ziegler (2004); Svampa, (2001) yMinujn y Anguita (2004).

    5 El autor sostiene que en contextos de cam-bios fuertes es donde mejor puede observarse laeficacia del habitus, ya que el mismo se repro-duce obedeciendo ms al contexto en que se formque a la nueva situacin; ste es el proceso quedenomina histresis.

    6 Este concepto es discutido metodolgica-mente por el autor, ya que sostiene que no pue-de ser observado directamente por el investigadorsino a travs de las descripciones de las prcti-cas, de las situaciones y de los elementos consi-derados importantes por el entrevistado.

    7 En un artculo reciente, Zizeck mencionala situacin de los amish, grupo religioso que seopone al progreso y se encierra (literalmente) ala novedad. Sus hijos, a la edad de 19 aos, tie-nen la posibilidad de conocer el mundo y aban-donar la comunidad. El 90% de ellos vuelve, yaque no tiene recursos para manejarse con otroscdigos. Ver tambin el trabajo de Bauman,Excurso 2. Tradicin y autonoma en el mun-do posmoderno, Bauman (2001).

    8 La revista TodaVa dedica un nmero altema Juventudes (nm. 10, abril, 2005). All soninteresantes los planteos de Hopenhayn y de Urrestisobre esta temtica.

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    Artculo recibido: 1 de noviembre de 2005Dictamen: 20 de febrero de 2006Aceptado: 24 de febrero de 2006