Un zoolgico muy extrao Fernando de Vedia

Villa Estropajo era un pueblo muy pobre, pero el intendente Buzarda estaba decidido a

construir un zoolgico.

- Debemos darles una alegra a los chicos deca en sus discursos en la plaza principal-. Y el contacto con los animales los hace felices

- Vivaaaa! festejaba la gente del pueblo, aunque no saban cmo poda volverse realidad aquella idea. El proyecto era carsimo: traer especies de distintas partes del mundo y mantenerlas sanas y saludables requera mucho dinero. Pero Buzarda lo tena todo pensado.

En el mayor de los secretos reuni a un grupo de mujeres a quienes pidi que cosieran disfraces de elefantes, cebras, leones, tigres, monos, hipoptamos, jirafas y rinocerontes. Otras se dedicaron a hacer peces y aves. Ningn chico deba enterarse de lo que estaban tramando.

Los hombres, por su parte, iniciaron la construccin de las instalaciones en las afueras del pueblo; con cemento, hierro y madera levantaron grandes jaulas y caminos, y hasta cavaron un enorme pozo que luego llenaron con agua y transformaron en laguna. Mientras tanto, otros vecinos que fueron elegidos para usar los disfraces se pusieron a practicar los ruidos y los movimientos de cada animal.

El plan marchaba de maravilla, y el Zoolgico de Villa Estropajo se inaugur con una fiesta para el da del nio.

Fue una hermosa sorpresa y los chicos del pueblo no salan de su asombro: era la primera vez que vean tantos animales de la selva y disfrutaron mucho. Aunque se notaban las costuras de los disfraces, con el entusiasmo ni se imaginaron que dentro del elefante estaban escondidos don Mario, el verdulero, y su ayudante. O que el tigre era Gonzlez el peluquero; la jirafa, la seo Rita que enseaba en primer grado; y el mono, don Ramrez que atenda el almacn. Tampoco les llam la atencin que el tiburn, a cargo de Esteban el dueo del hotel, sala desesperado a cada rato a respirar fuera del agua; o que el pelcano, que interpretaba Cosme

el polica, se estrellaba contra las rocas cuando intentaba volar.

La noticia del nuevo zoolgico corri de boca en boca y comenzaron a acercarse visitantes de otros pueblos. Y despus de las ciudades cercanas. Con el tiempo el lugar se convirti en un xito, la recaudacin creca y las instalaciones no daban abasto.

Una noche, tras una larga y agotadora jornada, el intendente Buzarda entr a la jaula del len, que desde el primer da haca Tito, el bombero. El zoolgico acababa de cerrar sus puertas y la gente se retiraba a descansar.

- Hola Tito le dijo Buzarda, dndole una palmada antes de sentarse a su lado-. Hoy el zoolgico cumple seis meses y quiero organizar una fiesta para celebrar. Estoy recorriendo las jaulas para invitar a todos y me gustara contar tambin con tu presencia. Qu te parece?

Le llam la atencin que Tito no le contestara. Permaneca en silencio dentro de su disfraz, con la cabeza gacha.

- Qu pasa? volvi a preguntarle Buzarda, dndole una nueva palmada en la espalda, esta vez con ms fuerza-. Te comieron la lengua los ratones?

En ese momento, apareci Garca, el administrador del zoolgico, y se asom entre los barrotes.

- S seor Bu Buzarda murmur con cara de espanto.

- Qu quiere Garca? No ve que estoy hablando con Tito? Por qu me interrumpe?

- Es que el zoolgico se hizo tan conocido se apresur a explicarle-, que nos han donado varios animales de verdad, seor. Y el primero que trajimos es el len!

De nada sirvi decirle que todo haba sido una broma, que no haba ningn animal de verdad: Buzarda no los oy y sali corriendo, agitando los brazos y a los gritos. Trep a la punta ms alta del rbol ms alto de Villa Estropajo y hace una semana que se niega a bajar. Como si fuera poco, los vecinos avisaron a los bomberos para que lo ayudaran y acudi Tito; pero olvid sacarse el disfraz de len y Buzarda casi se muere dos veces del susto.

Qu animal!