unidas por la sangre

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UNIDAS POR LA SANGRE 8 MARZO 2011

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Ebook del grupo Unidas por la sangre realizado para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.

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Page 1: Unidas por la sangre

UNIDAS POR LA SANGRE

8 MARZO 2011

Page 2: Unidas por la sangre

UNIDAS POR LA SANGRE

VARIOS AUTORES

Coordinadora: María Rosa Rodríguez

Imagen de la portada: DamasArt

Diseño y maquetación: Nat Gaete

Todos los derechos reservados

2011

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UNIDAS POR LA SANGRE

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PRÓLOGO

Somos “UNIDAS POR LA SANGRE” un grupo de Facebook,

conformados por escritoras y artistas visuales de distintas nacio-

nalidades, que nos unimos con un solo objetivo: realizar un libro

virtual que tratara el tema del femicidio y la discriminación de

género en los distintos ámbitos de la sociedad. Es así que crea-

mos textos, donde el hablante lírico va contando sus penurias

dentro de la relación de pareja y otros, donde tratan

“desapariciones ” de luchadoras sociales en las distintas dicta-

duras que asolaron a Latinoamérica, como es el caso de

“MARIPOSAS” ,que nombra a las hermanas Mirabal en la dicta-

dura de Rafael Leónidas Trujillo y “A GABRIELA ARREDONDO

ANDRADE” y “LULA”, en la dictadura de Augusto Pino-

chet Ugarte.

Aunque inicialmente la idea era que fuésemos sólo

mujeres en este proyecto, se fue dando natural y es-

pontáneamente la incorporación valiosa de dos her-

manos en el pensamiento, sentimiento y letras: Teo Re-

vil la y Jordi Matamoros Sánchez .

En la imagen digital se conformó un equipo de lujo,

integrado por las destacadas artistas visuales Andrea

Arco Blanco, DamasArt, AnnaLabrysmoom.

Todo esto para conmemorar, porque nuestras hermanas,

amigas y compañeras caídas en la lucha y bajo la violencia de

un hombre, lo merecen, pues han dado su sangre por ello… el

martes 8 de marzo: El Día Internacional de la Mujer Trabajadora o

también Día Internacional de la Mujer

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Page 6: Unidas por la sangre

Grupo Unidas por la sangre

Administradoras

María Rosa Rodríguez Araya

Mónica Flores Farías

Autores participantes:

Alejandrina Arias

Alina Galliano

Ana María Sancho Biesa

Claudia Loayza

Graciela Barbas Contratt i

Karyn Huberman Rodríguez

Laura Zyanya Bastida

Libertad Manque

Magda Lluna

María Rosa Rodríguez Araya

Marianela Méndez

Mónica Flores Farías

Mónica Mucci

Natalia Gaete

Nelly Lemus Vi l la

Norma Aristeguy.

Sandra Gutiérrez Álvez

Vanessa Crist ina Díaz Marín

Ximena Gautier Greve

Artistas visuales participantes:

DamasArt

Andrea Arco Blanco

Anna Labrysmoom

Invitados especiales:

Jordi Matamoros Sánchez

Teo Revil la Bravo

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Page 7: Unidas por la sangre

AGRADECIMIENTOS

Quiero dejar explícito mis reconocimientos de gratitud a ca-

da uno de los integrantes del grupo “UNIDAS POR LA SANGRE”,

quienes reaccionaron con su solidaria creatividad ante la impo-

tencia de saber que había muerto otra dirigente social en Méxi-

co: Susana Chávez. Poetisa, activista social y autora de la expre-

sión “Ni una muerta más” y que, entregaron magnánimamente

todo su arte, inspirándose en un tema tan doloroso y que nos lle-

ga, como una paliza al alma: el femicidio y la violencia de

género.

A Nat Gaete que, generosamente, ofreció su tiempo y ex-

perticia para diseñar el e-book.

A mi nuera Johana López Hurtado, quien con una paciencia

de santa, me ayudó a compilar todos los materiales, ordenarlos y

darles un mismo formato para enviárselo a Nat.

A Elsy Alpire Vaca, Alicia Aída Sol y Sandra Taragán , inte-

grantes del grupo, que incentivaban con sus comentarios y

aportes de artículos y videos de la web.

A las distintas páginas y grupos de mujeres que están lu-

chando por una sociedad más equitativa y respetuosa de la vi-

da; especialmente a http://alainet.org donde está el artículo

que se anexa más adelante “Violencia y muerte para mujeres

que luchan por la vida” de Carmen Cariño Trujillo, hermana de

Bety Cariño.

María Rosa Rodríguez Araya

Administradora del grupo

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Page 8: Unidas por la sangre

Antecedentes históricos

Violencia y muerte para mujeres que luchan por la vida

Carmen Cariño Trujillo

Mujeres que suspiran, mujeres que cantan

Que transitan entre cactus y mezquites

Danzan con matachines y toros de 11

Evocan el cuarto viernes y

El 23 de julio.

¡Libertad, Libertad… Libertad… ¡

Ah mujeres que caminan los miércoles

Entre puestos que no venderán

Mujeres que amamantan

Ávidas, ávidas

De ver sus renuevos que algún día…

Algún día no se irán.

Bety Cariño (1973-2010)

Dime, con qué pasión se ensordeció

Dándole corporeidad a lo que me hace renegar de la muerte,

Pero, pobre la muerte.

Cuando escucha de ti solloza en un temblor,

Porque has dejado preñada a la eternidad de tu existencia.

Susana Chávez (1974-2011)

El 27 de abril de 2010, hace nueve meses, una Caravana huma-

nitaria conformada por periodistas, profesor@s de la Sección XXII

de la CNTE y defensor@s de Derechos Humanos, salían rumbo a

la región triqui del Estado de Oaxaca, con la finalidad

de recoger los testimonios sobre la situación, que desde meses

atrás, las autoridades del Municipio Autónomo de San Juan Co-

pala (MASJC) denunciaban sobre el cerco paramilitar que la Uni-

dad para el Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort) y el Mo-

vimiento de Unificación y Lucha Triqui- Partido Unidad Popular

(MULT-PUP) tendían a mujeres y hombres, niñ@s, joven@s, an-

cian@s integrantes del MASJC. A escasos kilómetros para llegar a

su destino, en la comunidad La Sabana, la Caravana fue embos-

cada, en medio de una lluvia de balas de alto calibre, algunos

de los integrantes del convoy humanitario lograron escapar,

otros permanecieron heridos y escondidos en el monte por más

de 72 horas, lamentablemente dos jóvenes defensores de Dere-6

Page 9: Unidas por la sangre

chos Humanos Jyri Antero Jaakola y Bety Cariño Trujillo perdieron

la vida. Esta noticia no sólo desgarró los corazones de sus fami-

lias, amigos y compañeros de lucha, marcó también un terrible

precedente en la historia de nuestro país, al ser emboscada una

Caravana pacífica que proporcionaría ayuda humanitaria a las

aproximadamente 700 personas que desde hacía cinco meses

se encontraban bajo el acecho de las balas, sin alimentos, asis-

tencia médica, educación, libre tránsito, seguridad.

Ocho meses después, el 16 de diciembre de 2010, Marisela Esco-

bedo Ortíz, madre de una joven ultimada por su pareja, fue ase-

sinada frente al palacio de gobierno de Chihuahua, cuando co-

locaba una manta exigiendo justicia en el homicidio de su hija

Rubí Marisol Frayre. Marisela luchó incansablemente por que el

asesino confeso fuera castigado.

Al comenzar el 2011, el asesinato en contra de otra defensora de

Derechos Humanos cimbró nuestros corazones: Susana Chávez,

incansable luchadora en contra de los feminicidios en Ciudad

Juárez, es ultimada. “Ni una muerta más” fue la consigna que

gritó por calles y plazas.

En este país desde hace muchos años, pero sobre todo durante

el gobierno de Felipe Calderón, las mujeres y en específico las

activistas, defensoras de Derechos Humanos, locutoras, periodis-

tas, estudiantes, trabajadoras del campo y la ciudad, mujeres

que levantan la voz y exigen respeto a los Derechos Humanos, a

expresarse, a la justicia; son señaladas, amenazadas, víctimas

de desplazamientos forzados, de violencia sexual, torturas, des-

apariciones, asesinatos.

En el México de hoy, defender la vida es una tarea que pone en

grave riesgo la vida misma e integridad de esas mujeres aguerri-

das, que con el corazón en la mano luchan por construir un mun-

do con justicia y dignidad.

El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, ha registra-

do que en los últimos tres años se han cometido dos mil 50 asesi-

natos de mujeres y niñas, en 18 estados del país. Lamentable-

mente Los asesinatos de Bety, Marisela, Susana y muchas otras

mujeres en este país, se dan en un contexto de inseguridad y

violencia generalizadas, pero sobre todo de impunidad, lo que

significa que el Estado es corresponsable de la violencia que

quebranta la vida de las mujeres, en tanto que no cumple con su

obligación de proteger los derechos de l@s ciudadan@s, y el de

investigar y castigar los crímenes. Esta impunidad, generalizada

en el sistema judicial mexicano, es alarmante, pues se dejan im- 7

Page 10: Unidas por la sangre

impunes graves violaciones a los derechos humanos.

Hablar de impunidad en el caso de las activistas asesinadas, no

significa señalar al Estado mexicano sólo por omisión, porque no

hace nada por acabar con esta situación y castigar a los culpa-

bles, sino de una acción directa por parte del mismo Estado ya

que obstaculiza la justicia, discrimina los casos de las mujeres

defensoras, negando su trabajo y desechando de antemano que

su asesinato se deba a su trabajo humanitario. Peor aún su ac-

ción va más allá, al no realizar las averiguaciones correspon-

dientes, a desechar o desaparecer pruebas o al manipular los

datos.

La situación de violencia e impunidad que se vive hoy en nuestro

país, posiblemente no tenga precedentes, por lo que nos toca

impulsar, soñar y construir con muchas más fuerzas la esperanza

por un México donde ser mujer, ser joven y defender la vida no

sea nunca más motivo de muerte. Que estas mujeres sigan sien-

do semillas de vida, que multipliquen la esperanza.

¡Ni una más!

¡En la medida que ellos sigan apostando por la muerte, nosotras

seguiremos apostando por la vida!

http://alainet.org

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“Soy mujer.

Y un entrañable calor me abriga

cuando el mundo me golpea.

Es el calor de las otras mujeres,

de aquellas que no conocí,

pero que forjaron un suelo común,

de aquellas que amé aunque no

me amaron,

de aquellas (vosotras las modernas) que hicieron ( hacéis) de la

vida

este rincón sensible, luchador,

de piel suave y tierno corazón guerrero”

(Alejandra Pizarnik)

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Alejandrina Arias

De nacionalidad mexicana. tiene publicaciones virtuales en dis-

tintas redes literarias. Ha recibido el reconocimiento internacio-

nal “VATE DEL AMOR 2011” con su poema “La caricia de la re-

conciliación” en la ocasión de conmemorar el día de San Va-

lentín por el Portal Literario Unión Hispanoamericana de Escritores

-UHE de la República Bolivariana de Venezuela, febrero del 2011.

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Page 17: Unidas por la sangre

CRÓNICA DE UN ABUSO SEXUAL

(Este relato me lo contó alguien muy allegado a mí, es tanta la

emoción que me causó, que no pude concentrarme en estructu-

rarlo)

A veces quisiera enterrar todo en el pasado...

A veces quisiera desaparecer ya:

¡Me dijo que soy una prostituta!

Pero yo nunca he vendido mi cuerpo

No lo soy, aunque me lo diga siempre

Aunque lleno de dolor y rabia me quiera humillar

Pero ¿qué le he hecho?

¿Por qué me grita de esa manera?

¿Será porque abusaron de mí cuando niña?

Pero ¿Por qué se exalta tanto?

Si yo no lo busqué... yo no lo quise.

¡Era un ser inocente!

Ni siquiera sabía lo que era el sexo

Mi teclado está empañado de tantas lágrimas derramadas

Él me dice que soy una…… mujer de lo peor…

Pero ¿por qué?

Si sólo tenía 7 años, cuando en diferentes ocasiones abuso de mí,

Tocó mi cuerpo y me obligó a tocarlo

¡SÒLO TENÌA 7 AÑOS!

Yo no lo busqué, ni siquiera sabía de lo que se trataba

Solo sé que me obligó a hacer actos descomunales y asquerosos

Mis lágrimas tienen ya manchas de sangre;

Crecí sin una guía que me dijera qué hacer

Crecí sin un amparo de mi dolorido corazón

Sola y sin ningún apoyo…

Por fin llegué a la edad de 17 años

Mi padre se dio cuenta de todo

Y en lugar de apoyarme al negarme a enfrentarlo

Me gritó:

¡ERES UNA PROSTITUTA! ERES UNA…. DE LO PEOR….

He tardado años en recuperarme….

Ya van más de 10, desde aquella fecha

Y aún hoy…. Lo recuerdo y:

No puedo dejar de llorar

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Page 18: Unidas por la sangre

TÚ YA NO EXISTES

Tú ya no existes

¡No en mi vida¡

Fuiste ventana

Amor sin corpiño

Te alejaste,

Y me quedé

Sin nada…

Mas hoy es ahora

Recuperé

El oro perdido

¿Volverás?

Eso pretenderás

Tal vez mañana

Arcoíris sin cadenas

Gavilán vivirás

En la f lor del olvido

Hoy y siempre

Las cosas así serán

Tú y yo

Lugar y t iempo

Metáforas y lágrimas

Olvido y recuerdo

Amor y desamor

¿Quién ganara?

¡En tu juego ya no caeré!

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Page 19: Unidas por la sangre

¿REALMENTE HABLÉ?

Parece que no supe hablar

La paloma salió gavilán

Y el cuerpo cayó en pedazos

Así no tiene caso

A la lingüística se le fue la voz

Tú ves la “Z” yo veo la “A”

Y ante dos corazones despedazados

La palabra rosa salió violeta

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Page 21: Unidas por la sangre

Alina Galliano

Escritora y poeta radicada en New York, NY, Estados

Unidos. Posee un Bachelor Degree en Sicología (Mercy

College, Dobbs Ferry, New York, 1979) y una Maestría

en Trabajo Social (Fordham University, New York, 1981).

Libros de poemas publicados:

“Entre el párpado y la mejil la”, Bogotá 1980.

“Hasta el presente (poesía casi completa)”, Editorial

Betanía, Madrid, 1989

“La geometría de lo incandescente (en f i ja residen-

cia)”, Universidad de Miami, Florida, 1992

“En el vientre del trópico”, Serena Bay Books, New York

1994

“Otro fuego a l iturgia”, Editorial Betanía, Madrid, 2007

Premios:

Primera Bienal de Barcelona (Primer f inalista), 1979

Premio Federico García Lorca del Queens College y el

Consulado de España en Nueva York, 1984.

Premio “Letras de Oro” por su l ibro “La geometría de lo

incandescente (en f i ja residencia), 1990-1991.

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Page 22: Unidas por la sangre

AQUÍ SE VIVE...

VI

Aquí se vive con un ojo alerta,

el otro sombra de tiburón

bordea el silencio,

la claridad total donde

no existe la clemencia;

el espacio donde

lo cotidiano inesperadamente

podría convertirse

en la antesala de la angustia,

transformando los rostros

en una mueca de traición,

definiendo la inevitable

dimensión del pánico,

haciendo de un simple gesto

una acción clandestina,

un instante de furia

donde se puede a dentelladas

desmembrar el juego incandescente y macabro

de la más seductora latitud del Caribe.

Cómo se puede entonces

atravesar la circunstancia,

dormir serenamente el cansancio, sin recordar,

la indolente sodomía del color

invitando tus sentidos,

doblando tus rodillas

en un acto de posesión;

reinventando sin tregua

la palabra inconfesada,

llenando de sabores

el laberinto del paladar, 20

Page 23: Unidas por la sangre

hasta tocar de nuevo

el envés de los pétalos.

Del libro En el vientre del trópico

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Page 24: Unidas por la sangre

NO PUEDO HABLAR DE...

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No puedo hablar de guerras

las he vivido a tope,

tampoco puedo hablar de genocidio

los he vivido en grande,

no puedo hablar de muertes o de hambres

me he muerto muchas veces

y otras más he mascado el vacío

de mi estómago a contra dientes

y sin saber que hacerme con las ganas.

No quiero caminar el mismo espacio

ni repetirme por piedad o culpa

pues no entiendo la culpa

y la piedad sólo produce máscaras.

Sé que el planeta siempre se recicla

por encima del hombre, de los árboles

por encima de todo lo creado

y lo de creación que aún le queda.

Más allá de cualquiera profecía

la vida siempre me convoca en firme

para quererme y querer a otros

sin diplomacia y con cerebro libre

de explicaciones y mareos.

No me interesa reafirmar

el mismo patrón de lo que me enseñaron

porque a mis padres le dieron a comer

la misma historia de asesinos y víctimas.

Prefiero hablar del viento y de las aguas

del amor, del deseo de probabilidades

y de estructuras que me queden por ver,

por ser vividas.

Del libro Los días que ahora tengo 22

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Andrea Arco Blanco

Pintora española, desta-

cada participante de co-

munidades de internet.

Su obra destaca por su co-

lorido y fuerza de trazo.

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Page 26: Unidas por la sangre

Andrea Arco Blanco

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Page 27: Unidas por la sangre

Ana María Sancho Biesa

Escritora, artista visual y comunicadora social catalana. Ha cola-

borado a la difusión de internet como instrumento de difusión

artística y cultural mediante innumerables sitios que ha creado y

su permanente acción creativa.

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Page 29: Unidas por la sangre

FANTASMAS EN LA OSCURIDAD

Son de carne y hueso.

No son diferentes al vecino de enfrente.

Ahogan sus lamentos, arrancando gritos.

...Desamparadas víctimas se sienten.

Ojos opacos que no reclaman miradas hermanas.

Tristes sus miradas.

Abusadores de almas inocentes.

Castradores de vidas presentes.

Se arrastran entre la gente.

No pactes ni olvides.

Revive para liberar tu alma.

Controla los pasos que pisoteando se cruzan.

Arranca con rabia si así lo sientes.

No seas complaciente.

Es posible que ultrajadas seamos todas hermanas.

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Page 31: Unidas por la sangre

Claudia Loayza

De profesión ganarse la vida como venga, chilena con sospecha

de otras tierras, arropada en Suecia desde hace muchas estacio-

nes, palabrera de ratos libres, alegre, transgresora y provocado-

ra. Con anhelos profundos y la certeza de nunca dejar de escribir

lo que me dicta la vida.

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Page 32: Unidas por la sangre

PENSÉ…

Pensé que jamás te entregaría mis labios

para que los amordazaras

los despoblaras

de la dulce tarea de besar

menos imaginé mis manos

en otra ternura que no fuera

la caricia cotidiana

que ahora sin huellas

no sabe a quién tocar

ah y mis ojos acostumbrados

a explorar el silencio

de tu cuerpo

son sólo dos sombras

amoratadas y desiertas

sin embargo mi pecho

aunque desangrado

aunque mutilado

sigue palpitando

esta mañana

la primera brisa

de mi libertad.

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Page 33: Unidas por la sangre

REGRESA

Dos órbitas huecas

girando a ninguna parte

denso mundo de niebla

que penetra, que invade

que flota en el vacío.

Y ¿a dónde el futuro

si los pies no avanzan?

Ni siquiera el dolor.

El tiempo espera,

lentamente el sol espanta al grito

gestos con rostros te levantan.

De tu mirada muerta

nace una lágrima

te la bebes

y avanzas.

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Page 34: Unidas por la sangre

RECUÉRDAME…

Recuérdame en el daño

recuérdame en la espina

recuérdame en el grito,

no lo olvides amor

anótalo en tu agenda.

Desde hoy te desheredo,

te destierro

ya eres isla

náufrago

olvido.

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Page 35: Unidas por la sangre

VUELO

El tiempo recupera sus horas

con la aurora

las noches cenicientas y muertas

se mudan a un silencio.

Levantando el frágil sustento

de tus manos rotas

tocas la boca justo donde

el dolor nunca golpeó.

La palabra siempre solidaria

te recuerda la libertad

de volver a decir sin miedo.

Un sueño vuela a tu orilla,

en el no cabe el maltrato.

Disfrazado de mentira,

se desterró a otra herida.

Te preguntas si sigues viva

una mano pequeñita

acaricia tus errores,

se abrazan

caminan.

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DamasArt

Artista visual española.

Ha hecho de la interven-

ción digital su instrumento

creativo, logrando con ella

trabajos destacados.

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Page 38: Unidas por la sangre

DamasArt

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Page 39: Unidas por la sangre

Graciela Barbas Contratti

Casada. Nació el 13 de septiembre de 1956. Realiza micro rela-

tos. Pertenece a diferentes grupos artísticos. Es partícipe de talle-

res literarios virtuales.

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Page 41: Unidas por la sangre

INFIERNO

Mi propio infierno, igual que el que describían nuestras abuelas

las que lo habían padecido.

Eso es lo que vivía, junto a mi marido; él sólo tomaba hasta que

quedaba desmayado, el infierno para mí comenzaba cuando se

despertaba, ahí me insultaba, pegaba con lo que tenía en la

mano.

Hasta que un día el mayor de mis hijos, le dio un tiro en el medio

de la frente.

Ahora vivo el infierno de tener un hijo en la cárcel por culpa de

un desgraciado, el cual yo equivocadamente elegí como mari-

do.

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Page 42: Unidas por la sangre

EL AVISO

En una ciudad, en todos los negocios se terminaba todo tipo de

líquidos inflamables; lo curioso era que los compradores eran

hombres. Cuando murió la primera mujer víctima de quemadu-

ras, las mujeres del pueblo agotaron el stock de matafuegos de

l o s c o m e r c i o s e n d o n d e l o s v e n d í a n .

Por supuesto este relato es irónico y quise hacer una reflexión de

lo que está pasando con esta nueva modalidad del sexo mascu-

lino hacia nosotras para hacernos daño.

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Page 43: Unidas por la sangre

¡CÓMO DUELE EL AMOR!

Hay amor, ¡cómo dueles!

mi corazón estaba dormido.

Tú lo despertaste.

¿Para qué lo hiciste

si después lo lastimarías tanto?

Sueño despierta, recordándote.

Qué terrible es aceptar que te has ido.

Me dejaste con la angustia del que amó

y no fue correspondido.

Tan grande fue el desengaño,

por tus mentiras,

que mi corazón volvió a dormirse para siempre.

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Page 44: Unidas por la sangre

ROMPER LAS CADENAS

Estaba ciega y sumisa por tu amor,

todo te lo daba y nada recibía

sólo maltrato y desamor, humillantes palabras.

Yo siempre callada y asintiendo todo lo que

hasta que un día. Rebelándose mi cuerpo y mi mente

decidí romper las cadenas, que yo misma había puesto

entre vos y yo

y me sentí libre de ataduras hechas por ti,

descubriendo así mi capacidad de vivir una vida digna,

que todas las mujeres merecemos vivir…

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Page 45: Unidas por la sangre

Jordi Matamoros Sánchez

Jordi Matamoros Sánchez, nacido en 1967 en Barcelo-

na (España), donde actualmente reside, este autodi-

dacta y l ibrepensador está casado y t iene tres hijas.

Empezó a escribir copiosamente en blogs y páginas

online en las que participa, hasta que consiguió com-

poner en un recopilatorio, la mayor parte de sus textos,

sentencias y microrrelatos, l lamados por él como

"delir ios". Su l ibro "El Gran Cult ivador” será pronto pu-

blicado. Jo

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Page 46: Unidas por la sangre

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Page 47: Unidas por la sangre

De pequeño crees en el Hombre Lobo, en Drácula, en la Mo-

mia…, en definitiva, en monstruos. Tus educadores te convencen

de que los monstruos no existen y cuando creces te das cuenta

de que es falso, de que en realidad los monstruos existen sólo

que no son tan “llamativos” . En ocasiones sólo los puedes detec-

tar por la cantidad de veces...que sus mujeres acuden al médico

con lesiones.

QUIZÁS MAÑANA

Era de noche. La carretera secundaria estaba mal iluminada,

quizás fue por eso o quizás por la excesiva velocidad de aquel

auto, pero lo cierto es que el conductor no llegó a ver el camino

de tierra que se adentraba en el bosque....El camino estaba me-

dio sepultado por la vegetación y únicamente era transitable a

pie. No tendría más de 200 metros e iba a parar a una solitaria

casa de madera. A primera vista parecía abandonada, solo la

débil luz de una vela a través de una ventana indicaba que allí

vivía alguien. Tres años antes, cuando la compró aquel matrimo-

nio huyendo de la ciudad para iniciar una nueva vida, el aspec-

to era muy diferente, pero las cosas, a veces, no son como las

esperamos y ella no se adaptó bien al lugar: - Juan, no sé si me

adaptaré, dijiste cuando la compramos, y lo dijiste cada día du-

rante todo el primer año. Juan, volvamos a la ciudad; Juan, aquí

no puedo vivir; Juan, me ahogo aquí sola; Juan, necesito ver

gente; Juan, me deprimo…. así todo el puñetero año. Parece

mentira como han cambiado las cosas. El primer año me insi-

nuaste varias veces la posibilidad de dejarme , supongo que

después de aquella discusión tan fuerte te calmaste, pero me

desilusionaste tanto qué, desde entonces, cada día me digo lo

mismo : “ quizás mañana te deje abandonada”. Tú ya ni me mi-

ras, ni me hablas… Eso me entristece porque, en el fondo, aún te

quiero. “Quizás mañana te deje”, pero no sé si soportaría no ver-

te más, no sé si soportaría no volver a oler tu presencia, quizás

mañana te deje…Diciendo esto, Juan, como cada noche desde

hacía 2 años, volvió a cerrar el baúl donde había metido el

cadáver de su mujer, después de degollarla.

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Anna María Sancho Biesa

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Karin Huberman

Chile, 1960.

Escritora, pintora y fotógrafa autodidacta. Actualmente reside en

Barcelona, España.

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Page 53: Unidas por la sangre

RAMO DE FLORES

Abrieron la puerta. Ya en el pasillo que llevaba a la cocina, se

podían ver flores de hermosos c olores tiradas por el suelo, crista-

les rotos y agua que se confundía con la sangre de un cuerpo de

mujer que yacía muerta en el frío piso cerámico. En su mano de-

recha, oprimía arrugada, una boleta que indicaba que aquel día

había comprado un ramo de flores.

Él no le creyó...

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PAISAJE INTERIOR

Quería que comprendieras que mi amor era solo tuyo, pero tu

inseguridad, tus celos, no te dejaban vivir ni a mí. Tus constantes

llamadas no eran para saludarme y ver como había ido mi día,

eran para saber si estaba donde debía estar a esa hora. Nuestra

relación se ahogó en tu obsesión y ese amor tan grande que te

tenía se desvaneció en el tiempo y comprendí que nada te haría

cambiar, que solamente yo podía hacerlo distanciándome de ti.

Viajé entonces a mi paisaje interior, a ese que jamás tocaste, a

ese al que no podías ya llegar. Me interné en él y dejé que las

olas me hablaran de libertad, que la suavidad de la arena me

acariciara junto a la brisa que liberó mis sueños.

Ahí me quedé sola conmigo misma, lloré tu incomprensión, no

puedo negarlo, pero me rehíce de la nada que dejaste de mi.

Me volví viento, brisa y olas que en bello juego con la arena di-

bujaron mi nuevo cuerpo, mis nuevos pensamientos. Creció el

amor por mi misma...volví a nacer lejos de ti.

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Page 55: Unidas por la sangre

Laura Zyanya Bastida

Ejecutiva de ventas mexicana, residente en Acapulco, México,

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Page 57: Unidas por la sangre

NO ME HIERAS…

-¿Desconoces acaso el dolor que tu actitud me causa?

-¿No miras las huellas que surgen donde ya no son caricias sino

garras?

He perdido la fe, voy a oscuras, mí doblegada alma se asoma a

la locura,

El dolor se traspira por los poros y el miedo anida donde el amor

tuvo un templo.

Dime,-¿Por qué tu descontento?-¿de dónde surge el ser violento?

Cada huella en mi piel, graba una más profunda y dolorosa en

mi alma,

Y esta, la que te amo, a la que amabas, hoy es despojo silencio-

so de la que era.

Ya no brilla la luz en mi mirada, el rubor en mis mejillas es historia

inexistente,

Hoy la cubren los golpes de tu puño, lo he recibido sin conocer la

causa.

¿Por qué el amor se escapo de tus manos y se vistió de furia?

-¿Dónde quedaron aquellas que amorosas me cobijaban, las

que en caricia febril

Me desnudaban el cuerpo y el ser? este ser que es un guiñapo

de heridas aun sangrantes,

Cortaste mis alas y me encadenaste, hoy lloro impotente….¡¡y

deseo matarte!!

Zyanya@

Lau

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Page 58: Unidas por la sangre

HUIR

Yo no quería herirlo… ¡Deseaba matarlo!

Una y otra vez tras insultos y golpes me preguntaba la causa de

tanto dolor y angustia,-¿Por qué me arrojo a los abismos?-¿Por

qué se desató el infierno ante nuestros ojos sin poder detenerlo?

-¿Dónde se quedó la risa que compartíamos? Todos los besos

que nos desnudaban el cuerpo y nos vestían el alma hoy son gri-

tos y reclamos. Son huellas imborrables más allá de la carne; la-

cerando el alma se adormece el sentimiento de unión y queda

este fuego que arrasa con todo, estas ganas de detener su mano

y golpearle con ella como lo hace conmigo.

Quiero dejar de vivir a medias, de amar un segundo para odiar

una hora…

Quiero no tener que esperar que se borren las huellas que me

obligan a esconder el rostro, a vivir como sombra silenciosa,

¡tantas veces prometí que ni una vez más! Pero luego su llanto, su

promesa rota mil veces, diciendo que ya no pasaría…Y yo, creía,

creí. Hoy ya no puedo, se me murió la fe de tanto darla; entre los

golpes y los insultos se me desgastó el alma y este cuerpo me

dice que no tolera ni un golpe más, ni un solo grito.

¡Huyo! sí, corro tan lejos como mis pasos logran aún sostenerme,

y lo hago no por falta de amor como algunos piensan, es porque

me sobra rabia…Y si me quedo una noche más, alguien ya no

verá la luz del día.

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Andrea Arco Blanco

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Andrea Arco Blanco

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Libertad Manque

Poeta, tallerista literaria, gestora cultural.

Miembro de la SECH Sociedad de Escritores de Chile N°2014, de

la Mesa Literaria Regional Consejo Regional de la Cultura y las

Artes de Valparaíso, de la Red de Mediadores de la Lectura del

Plan Nacional del Fomento a la Lectura Lee Chile Lee y de la

Asociación para la Educación y Salud intercultural de los Pueblos

Originarios de Valparaíso.

Publicaciones: - Antologada en 25 Peldaños de Poesía de la

Agrupación de Poetas Itinerantes Rubén Darío de Valparaíso,

poemario publicado por CNCA. Las Mariposas de la libertad,

poemario publicado por el Gobierno Regional de Valparaíso a

través de las Iniciativas Culturales 2009. Antología Abriendo Nue-

vos Horizontes, poemario que agrupa los trabajos de las internas

del CPF (Centro Penitenciario Femenino de Valparaíso) publica-

do por el Consejo Regional de la Cultura y las Artes de Valparaí-

so, como resultado del Taller Derribando Muros.

Ha participado también como jurado de concursos literarios

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Page 63: Unidas por la sangre

LA INFIEL

Tropieza la sangre y el deseo

en el muelle de esta noche sin retorno,

desde el hambre hasta la espiga

las brasas no se extinguen,

sacuden y desgajan

olvidando la sombra, el secreto y la mordaza.

Lamas corren rio abajo,

como boa tras su presa

y desde las bastillas irrumpe

esta sed que al pecho hace cenizas.

La tregua acabó.

Y se yergue tu lengua

soberbia

fecunda,

tirana.

Indomable

penetra, azuzando

las vertientes de toda mi gana

empujándome a ser una gota en tu mar.

Entonces, me sumerjo en el cauce de la demencia

que turbulento arrasa con las fronteras

no más miedo, no más final.

Hundiéndote en mi todo

por fin,

eres la playa de mi mar.

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Page 64: Unidas por la sangre

A EMPUJONES

Mustias quedan mis añosas promesas

se ahogan con la sangre

que corre a empujones

por las avenidas de mi atardecer.

Sin final construí mi primavera

engendrando lunas,

di a luz mil soles

y hoy amanecen cicatrices en el alma

se ha desplomado mi cielo.

Los labios que te besaron con dicha

hoy saben a amargura,

apozan ríos que empapan

todos los rincones

sofocando las esperanzas.

Casi no puedo ver

a tientas me cubro, me escondo

lo que ayer fue tu caricia

hoy es golpe

mis ojos deformados ya no lloran gimen

y mi corazón hecho trizas aún te ama

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Page 65: Unidas por la sangre

MUJERES

Aunque quieran callarnos

nuestro grito se oirá

por cañaverales y riscos

porque desde la misma tierra se levanta

la furia de la gloriosa mujer.

Podrán escondernos,

o mutilarnos tal vez.

Encadenar nuestro pie

pero jamás nos podrán detener

el vuelo de nuestro newen.

Mujeres

todos los vientres del mundo

pariendo el nuevo amanecer

En sus ojos la raza, el brío, el mañana.

Mujer

no podrán atajar el eco de tu voz

que perpetua e insolente

grita desde las entrañas

¡¡¡LIBERTAD!!! Li

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Page 67: Unidas por la sangre

Magda Lluna

De Barcelona, España, nació el 28 de julio de 1965.

Geriatría de profesión.

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Page 69: Unidas por la sangre

El sueño se convierte en pesadilla

De niña sueñas con tu príncipe azul. Pasan los años y te tropiezas

con un proyecto de algo, que te lía y te enamoras ciegamente:

el estúpido de la flecha y los ojos vendados da de pleno en tu

corazón.

En esos momentos crees ser feliz, nada ni nadie pueden enturbiar

esos tiempos, pero no te imaginas que con los años, azul serás tú.

La vida que te dibujaron de color rosa, acaba siendo morada.

Las promesas serán palabras mal interpretadas: te ofrecen la lu-

na, pero en realidad te tiran la galaxia encima. Lo que parece un

paraíso, es el mismo infierno, con un demonio, en lugar del ángel

que esperabas. El cariño que te regalaba, a manos llenas, se

transforma en rabia sin un por qué. Las palabras tiernas, ahora

son hirientes: ya no eres la más bonita. Cualquiera que pasa cer-

ca de él es motivo de admiración y comparación despectiva

hacia ti. Tú sólo mereces humillaciones… intentar saber el por

qué de todo eso, en el mejor de los casos, te dirán que todo fue

un error… que fuiste sólo algo pasajero, que se le fue de las ma-

nos y aquí estáis, en el peor: la explicación será un repentino

golpe y una ración de insultos. Son años mal gastados que jamás

se recuperan, media vida al traste, por estar en el lugar equivo-

cado y mirar hacia donde no debías. Sólo queda empezar de

nuevo, tarea difícil y llena de obstáculos, pues hay mucho que

superar, aunque se mire hacia adelante, intentando olvidar, en

los recodos del camino siempre te tropiezas con algún recuerdo

de la pesadilla que intentas dejar atrás.

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Page 70: Unidas por la sangre

Esto se va a acabar...

Un portazo, ya está aquí,

el miedo te recorre,

pasos, se acerca.

Un empujón por saludo,

busca en la nevera,

se acabaron las cervezas.

La mira furioso,

¡estúpida mujer¡

le tira del pelo, la golpea en el vientre.

¡No por favor!,

es el comienzo,

te tiene acorralada.

Lluvia de puñetazos, patadas,

tú en el suelo llorando,

el gritando palabras hirientes.

La violencia despertó su libido,

arranca tu ropa,

te penetra como un animal rabioso.

Al acabar irónicamente dice 'te quiero',

tú, humillada, dolorida, ahogada en llanto,

no puedes más.

Esto se va a acabar,

desnuda, cuchillo en mano, vas tras él,

que más da lo que pueda pasar.

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Page 71: Unidas por la sangre

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Page 72: Unidas por la sangre

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Page 73: Unidas por la sangre

María Rosa Rodríguez

Mi nombre es MARÍA ROSA RODRÍGUEZ ARAYA. Soy chilena, naci-

da en María Elena, oficina salitrera dependiente de la comuna

de Tocopilla. Vivo actualmente en Antofagasta. Soy profesora de

Lenguaje y Comunicación. Después de trabajar más de 28 años

en la docencia jubilé por enfermedades diversas y ahí, recién,

pude dedicarme a la creación de micro poemas y relatos cortos.

Reviviendo, con esta acción, mi amor a la literatura. He realizado

talleres literarios en poblaciones, de mi ciudad, intervenidas so-

cioculturalmente. Pertenezco al grupo ASEN (Asociación de Es-

critores del Norte) donde he participado en el evento “24 horas

de poesía” y en “tertulias poéticas”. Tengo el blog http://

vestaldelosandes.blogspot.com/, donde produzco virtualmente.

También lo replico en distintos ning literarios.

Obra publicada: El mayor porcentaje de mis creaciones son vir-

tuales, exceptuando la “Antología Poética cerca de ti”, publica-

da por L&R Editores el 09 de septiembre del 2010.

Premio Obtenido: La Sociedad venezolana de Arte internacional

me otorga el Turpial de Mirra en el concurso internacional “el

amor en palabras “en la conmemoración del día de san Valentín

con el poema “Hombre de arena”. República Bolivariana de Ve-

nezuela, febrero del 2011.

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Page 75: Unidas por la sangre

MARIPOSAS

Las voces de libertad

se aplacan,

con tormentos,

corrupciones e

impiedad.

La noche se viste

de muerte en la

morada de los Mirabal:

Patria, Minerva y Teresa,

espíritus libres,

ya no están…

cuentan los vecinos

de siempre,

que las tienen cautivas

en algún lugar…

y que cuando

hieren sus carnes

mariposas

emergen

y se escapan

a la inmensidad.

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Page 76: Unidas por la sangre

ALAS ROTAS

Tras un hombre

Impetuoso

fui volando,

plena de ilusión;

mas la pasión inicial,

que él me entregó,

siguió tortuosos caminos y

marrulleramente…

en feroz violencia mudó.

El hada alegre que otrora fui

en charcos de ignominia quedó:

con golpes y malos tratos

sus alas rotas… perdieron su fulgor

y se fue convenciendo

que jamás voló…

hasta que un ... buen día el sol

se condolió de mi sufrimiento

y esparció rayos de vida y dignidad,

desde el firmamento.

Desde ese mismo día volé

Más ágil que el viento y

me alejé raudamente

del cruel dueño de mis

horribles tormentos.

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Page 77: Unidas por la sangre

LULA

"Aunque los pasos toquen mil años este sitio,

no borrarán la sangre de los que aquí cayeron".

"Siempre" de Pablo Neruda.

Ya han pasado casi 38 años y todavía tu recuerdo me acom-

paña. Siempre me hago la misma pregunta: -¿qué será de

Neskito?

Su nombre era Elizabeth del Carmen Cabrera Balarriz de 23 años.

Asistente social de profesión, Mirista de corazón. Mujer de pelo

corto, de color castaño, delgada y sencilla. Casada con Nesko

de 24 años; un grandulón de barba tupida que la adoraba… to-

dos los estudiantes la conocimos, porque era la Jefa del Depar-

tamento de Bienestar de la Universidad del Norte, que junto a

otros asistentes sociales, nos daban la bienvenida, recibían y

evaluaban para obtener la beca alimenticia, entre otros benefi-

cios que necesitábamos para sobrevivir; pero no sólo la conocí

en ese plano, pues también coincidíamos, aunque en distintos

frentes, en las actividades del movimiento.

“La Lula”, como le decíamos cariñosamente, había logrado el

Premio Universidad de Concepción de su promoción. Era toda

orden, método, inteligencia. Donde hubiese caos, con su presen-

cia, la tranquilidad se imponía; “El Nesko”, en cambio, era extro-

vertido, grandilocuente, de gran vozarrón, teatrero por excelen-

cia: ambos simbolizaban humanamente el ying y el yang: com-

plemento absoluto. En la época en que los conocí, abril de 1973,

ya tenían a su pequeño hijo.

Y así fue transcurriendo mi vida universitaria, entre clases, huel-

gas, tomas, cordones industriales, conflictos políticos y marchas;

pues estaba toda la efervescencia de la oposición al gobierno

de Salvador Allende Gossens y así nos fuimos acercando, con

pasos agigantados, al mes de septiembre, cuando estábamos en

plena toma de la Universidad. Me acuerdo que dormíamos allí

por turnos, porque estábamos exigiendo , un grupo de estudi-

antes de distintas carreras, que aumentaran los cupos de las be-

cas alimenticias y la capacidad de alojamiento para algunos

compañeros que no tenían casa, ni pensiones ni capacidad

económica para sustentarlo …y Lula dio la orden, cual ángel de

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Page 78: Unidas por la sangre

la guarda, que el casino siguiera funcionando, a pesar de la to-

ma, y que se dieran las cuatro raciones diarias: desayuno, al-

muerzo, once y comida . Recuerdo perfectamente , que fueron

las comidas más ricas y contundentes que tuvimos en toda nues-

tra vida universitaria… hasta que llegó la mañana del 11 de

septiembre.. tengo reminiscencia que estábamos durmiendo en

los altos del casino, a un costado, en unas oficinas que habíamos

tomado y transformado en dormitorios. Ahí teníamos una radio a

tubos, que todavía funcionaba y la encendíamos para saber la

hora. A mi hermana y a mí nos llamó la atención que sólo se es-

cuchaban marchas militares. Nos cambiamos ropa para ir a cla-

ses y en ese intertanto nos avisaron que se había concretado el

golpe militar, que tanto temíamos; que Allende estaba cercado;

que habían bombardeado e incendiado la moneda y que se es-

taban acercando a la universidad tanquetas para cercarla y de-

tener a estudiantes y funcionarios de izquierda. Desde ese mo-

mento empezó la desbandada…todos fuimos, con el corazón en

la mano, recogiendo nuestras pertenencias y yéndonos a casas

de familiares o amigos para llegar antes del toque de queda,

que se había instaurado a las dos de la tarde…todo fue sobrevi-

vir, andar escondiéndose, temerle hasta la sombra y no saber

nada ni de nadie…empezaron los famosos bandos con listados

de personas, que según el régimen imperante, eran criminales

peligrosos, subversivos, vende patrias. Antofagasta se transformó

en un lugar de delaciones: nadie confiaba en nadie. Después del

toque de queda empezaban los allanamientos a las distintas ca-

sas, y la nuestra, donde habíamos más de 11 estudiantes no fue

la excepción .Una noche a mediados de septiembre, irrumpie-

ron, abriendo a patadas la puerta, revisando y volcando todo, so

pretexto de las armas que se suponía teníamos guardadas. Des-

pués de varias retenciones, en distintas instancias, nos dejaron,

torturadas, vivas y en relativa paz…pero no pasó lo mismo con

Lula y Nesko. Escuchamos en la radio, con el infaltable bando

castrense, que el 15 de septiembre de 1973, en el camino entre

Antofagasta y la Base Aérea de Cerro Moreno “el vehículo don-

de eran trasportados Elizabeth del Carmen Cabrera Balarriz de 23

años, Asistente Social, Jefa del Departamento de Bienestar de la

Universidad del Norte, militante del Movimiento de Izquierda Re-

volucionaria (MIR) , Nesko Nenad Teodorovic Sertic, 24 años ,

austríaco, estudiante de la Universidad del Norte, militante del 76

Page 79: Unidas por la sangre

Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y Luis Muñoz Bra-

vo, 28 años, estudiante de la Universidad del Norte, militante del

Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). … sufrió una aver-

ía eléctrica, situación, que aprovecharon estos extremistas... am-

parados por la sombra de la noche... para tratar de escapar,

obligando a los uniformados a disparar”. ..En palabras simples, la

habían asesinado a mansalva, junto a su esposo y al otro com-

pañero, pues estaban completamente indefensos, como se

constató posteriormente, con el informe Retigg.

Después de mucho averiguar, supe que unos compañeros, los

más cercanos, rescataron su cuerpo de la morgue...constataron

huellas de fuertes torturas en todo su cuerpo y encontraron en su

mano izquierda, fuertemente cerrada, una cadena con su crucifi-

jo: Lula estaba embarazada de 4 meses…trato de imaginarme,

inútilmente mientras me ruedan con abundancia las lágrimas: -

¿qué pensó en esos instantes? Pienso que, por su forma de ser, su

último pensamiento se lo dedicó a su pequeño Nesko, rogando

por su integridad (eso lo confirma su mano, empuñando el pe-

queño crucifijo) ,que visionariamente dejó con Luisa, una vecina

de confianza; para ir a comprar algunos artículos al Supermerca-

do con su eterno compañero y enamorado. Unidos hasta el final:

hasta la tortura, hasta la muerte…hasta la eternidad.

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Mariela Méndez

Nació en Colonia del Sacramento Uruguay, reside en Argentina.

Tiene 51 años, dos hijos a quienes ha criado y educado sola.

Después de treinta años sin escribir se reencuentra con el arte y

la escritura, labor a la que se dedica actualmente.

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Page 83: Unidas por la sangre

EL FÓSFORO

Amaneció con las manos ensangrentadas, abrió los ojos y en el

techo clavó su mirada. Lo soñó tantas veces, lo planeó tantas

otras, que nunca podía haber fallado.

Sólo se trataba de entrar en su casa en puntas de pie, llegar a su

cama, encontrarlo dormido roncando su ácido, transpirando su

alcohol... Derramar la nafta, encender el fósforo y dejarlo caer.

Después correr, quemando un pasado en el chasquido de esas

llamaradas, que le pondrían fin al infierno de mujer torturada, so-

metida, humillada.

Sólo debía encender un fósforo, de eso se trataba. ¿Qué hacía

en esa cama? Sus manos debían quedar limpias, en su plan no

existía un arma.

Moja sus labios, con espesa saliva... la puerta lentamente se

abre. Aparece ese hombre con una bolsa de hielo en las manos

y se sienta a su lado. Entonces tiembla… Recuerda...y siente el

dolor de su nariz por tercera vez fracturada.

Solo había sido una pesadilla, después de caer inerte al suelo

por el golpe en el medio del rostro.

Tenía que sacudir su vida…pensar claramente.

Miró sus hijos que jugaban en la sala sin preguntar. Ellos merecen

lo mejor.

Ella pretende existir, como persona, como madre, como mujer.

Es tiempo de volver a empezar, de aliviar las heridas sobre todo,

las del alma.

En medio de tanto desasosiego debía escapar.

Se levantó, hizo como cada noche la cena, sabía que era la últi-

ma.

A la mañana siguiente, como un día normal, él se marchó a tra-

bajar…

Vistió a los niños de prisa, sacó el dinero que escondía dentro de

un libro, guardó los documentos en la cartera y cerró esa maldita

puerta.

El miedo le hacía ver fantasmas, el terror le estrangulaba la pan-

za…pero solo se permitió escuchar la voz interior que gritaba:¡

Libertad!

La ciudad era muy pequeña, iba en el taxi medio agazapada, el

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viaje de quince cuadras, se convirtió en una milla.

A la mañana siguiente, como un día normal, él se marchó a tra-

bajar…

Vistió a los niños de prisa, sacó el dinero que escondía dentro de

un libro, guardó los documentos en la cartera y cerró esa maldita

puerta.

El miedo le hacía ver fantasmas, el terror le estrangulaba la pan-

za…pero solo se permitió escuchar la voz interior que gritaba:¡

Libertad!

La ciudad era muy pequeña, iba en el taxi medio agazapada, el

viaje de quince cuadras, se convirtió en una milla.

Cuando el barco levó anclas y encendió los motores…se abrazó

a sus dos hermosas esperanzas.

Estaba floreciendo. Soltó una lágrima.

Esta vez sí, prendió el fósforo y lo dejó caer…quemando para

siempre un pasado.

Una nueva vida comenzó…habíamos perdido todo, los niños sus

juguetes, yo mis amados libros.

Todo quedó en aquella casa. Un pedazo de nuestra historia. La

mía, la de mis hijos.

Empezamos de nuevo y todo fue muy duro. La primera noche

dormimos en el suelo los tres abrazados.

Habíamos escapado del infierno, de la bestia. Estábamos a salvo

en la casa de mis padres.

Veía sombras por donde caminaba, cualquier ruido desconoci-

do me sobresaltaba.

Tenía miedo. Aún tenía miedo.

Pero salimos adelante, la vida retomó su marcha y giramos con

ella.

Un día el psicópata se presentó, dijo que estaba en tratamiento

psicológico…que había cambiado.

Se lo notaba diferente, calmo, relajado…así comenzaron las visi-

tas a sus hijos.

Viajando una vez por mes para verlos, llevarlos a pasear.

Al despedirse siempre la frase final, “yo te amo volvamos a estar

juntos”.

Es un trabajo de hormiguita que van haciendo y no nos damos

cuenta.

Jamás se ocupó de pasarnos un centavo…aún así, los entendi-

dos en psiquis de niños, recomiendan que sigan teniendo con-

tacto.

Si pudiera volver atrás, juro que no lo verían nunca más.

Una vez perdió el barco y se quedó. Por la noche se me aba-

lanzó. Obtuvo mi rechazo. Forcejeamos, me soltó y se fue a dor-

mir.

A la mañana siguiente estaba como muerto en el sofá. En la me-

sa de luz ya no estaba la caja de tranquilizantes. 82

Page 85: Unidas por la sangre

Otra vez el mediocre pretendía con su “intento de suicidio”, gol-

pearme, dejarme marcas.

Pasaron algunos años, de paz permitida…Y otros avatares impo-

sibles de describir.

Quiero llegar al punto donde este animal me da la estocada

final, cuando me da el golpe mortal.

Metió a mi hijo, su hijo en el mundo de las drogas solo con quin-

ce años. Era un niño aún.

Luchamos mucho, ganó la batalla. Mi corazón se volvió una roca

que resistía los embates.

Fui su escudo, su faro, su mano, su espada.

La fiera siempre está agazapada. Tuvo sus recaídas. Sus idas y

venidas. Hoy está a punto de cumplir 25 años y el sol brilla en sus

ojos. Yo Lo llamo el guerrero de la luz.

Aún tengo pesadillas donde enciendo un fósforo.

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Page 86: Unidas por la sangre

LA LLAMADA

Es ahora cuando vuelves a nacer…Te miro en silencio y temblan-

do espero, apenas una débil palabra. Has cortado el teléfono,

con una sonrisa estampada en la cara. La lluvia, es la única que

tararea una sinfonía en la ventana. Vuelvo a mirarte paralizada,

estás a tantos kilómetros de distancia. Desvías la mirada. Encien-

des un cigarrillo y en cada bocanada de humo haces una pau-

sa. El almohadón del sillón cada vez se hunde más con el peso

muerto de mi cuerpo, quisiera evaporarme como esos charcos

cuando salga el sol. Mientras tomas el paraguas del perchero,

giras tu cabeza hacia mi gris desconcierto...abres la puerta y te

dignas a dibujarme una frase: No me esperes esta noche...Por fin

ha salido el divorcio.

Reflexiones y consejos: Este mensaje es para nuestras jóvenes

*El psicópata nos da señales…nunca piensen que podrán

cambiarlo.

*Al contrario…cada día que vaya pasando, como vampiro de

tu mente y tu cuerpo se irá apoderando.

*Ojos bien abiertos, oídos alertas…detrás de un golpe de

puerta hay una bofetada, después una trompada, después

puños y patadas.

*Sepamos ver, escuchar…se delatan y aunque desgarre el

alma, comienza a caminar o a correr hacia el lado contra-

rio♥

Basta. Esta es la palabra y el punto final.

Es difícil, pero hay que pedir ayuda. Siempre hablar con alguien;

están los que hacen de cuenta que nunca escucharon, pero un

día alguien, si eres constante y no te dejas abatir, te tomará de la

mano y te ayudará a salir del pozo.

Yo sentía mucha vergüenza de decirle a mi madre, sentía que no

lo iban a entender, porque estos sujetos son tan amables con to- 84

Page 87: Unidas por la sangre

do el mundo…yo estaba en Uruguay viviendo con él y mis niños

de 3 y 4… me escapé, junté el dinero y huí. Antes de subir al bar-

co pedí que alguien me hiciera una llamada a Buenos Aires en el

puerto, para que mi madre fuera por mí…cuando íbamos rumbo

a casa, en el tren, vio los moretones en mis piernas y no pre-

guntó: me cobijó y de nuevo me trajo a la vida.

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PROCLAMA

Levantemos nuestras voces por las que no pueden gritar.

Por las que el miedo las vence y se dejan doblegar.

Amiga, que estás allí en algún rincón,

Te pido un segundo: escucha tu corazón

Aún está vivo…¡¡por Dios!!

Rompe tus cadenas…él no es amo ni señor.

Que el golpe no te desvanezca;

Al contrario, que te infle de valor…

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Page 89: Unidas por la sangre

CONTANDO MI HISTORIA…

Es difícil contar la historia…cuando hay sangre en las manos: tu

sangre…es difícil rasgar las vestiduras…nunca he sentido ver-

güenza de haber sido víctima de la violencia ni sentiré piedad al

ir abriendo mi corazón… seguramente cada recuerdo amargo,

que pueda ir desmenuzando ,será una nueva luz para el año que

viene marchando. Tengo mucho para contar y es mi deber

hacerlo, si con eso, al menos puedo ayudar a una, en un millón.

Yo fui víctima de la violencia más feroz… escapé con dos hijos

pequeños… esto es lo más feo de mi pasado y no lo archivaré en

mi memoria… cuanto más lejos pueda arrojarlo; mejor… a mis

hijos les digo, que respeten y serán respetados… que siempre

hay una mano amiga que se extiende, que aprendamos a pedir

ayuda, sin apocamiento y que con el tiempo iremos olvidando

hasta el miedo de cuando se golpea una puerta.

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Mónica Flores Farías

Escritora de Antofagasta, Chile. Miembro de la Asociación de Es-

critores del Norte [ASEN]. Ha participado en diversos concursos

de poesía, obteniendo un premio en España. Una de sus obras ha

sido impresa en una Antología de la Editorial Dunken de Buenos

Aires, Argentina.

Participante de comunidades de internet dedicadas a la poesía.

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Page 95: Unidas por la sangre

QUE NO HAYA NADA

Esa carta absurda que te envié un día

júntala con las demás y destrúyelas

que no queden hoy

palabras absurdas

detenidas junto a tu fantasía.

Esas palabras inmensas

que rodaron de mi boca a tu oído

bórralas

que no haya en tu cuerpo un eco

de lo que nos unió un día.

Y abre el otro oído

quizás un pájaro, lea bien tu alegría.

Que no haya nada

ni de mi cuerpo

ni de mi alma

que lo poco que tengo

lo quiero todo

para empezar de nuevo.

Un juramento

dicho al calor de una caricia

no vale ahora con tanta soledad

tanto abandono

tanta distancia.

Y las palabras se quedan

donde nace la vida

que quiere volver a llenar

el cántaro de mi aventura.

Deja todo de lado

la flor que me diste

está marchita

marchita está también mi caricia.

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Page 96: Unidas por la sangre

REFLEXIONES

“Femicidio es el asesinato de mujeres como resultado extremo

de la violencia de género, que ocurre tanto en el ámbito privado

como público y, comprende aquellas muertes de mujeres a ma-

nos de sus parejas, ex parejas o familiares, asesinadas por aco-

sadores, agresores sexuales y/o violadores, así como aquellas

que trataron de evitar la muerte de otra mujer y quedaron atra-

padas en la acción femicida”.

Con estas palabras, la ONU define al femicidio, una situación que

partió como algo aislado para la gran mayoría, pero con el au-

mento de casos de femicidio se convirtió en algo conocido y un

tema recurrente en los medios de comunicación, que nos daban

a conocer dramáticas realidades de familias en donde el enten-

dimiento que todos los humanos debemos tener en nuestras rela-

ciones se olvidaba y se remplazaba por la violencia. Un acto cu-

yas víctimas son las mujeres y los hijos, seres inocentes que de la

noche a la mañana pierden a sus papás, ya que la madre está

muerta y el progenitor detenido. Un drama que no da tregua y

que ha cobrado muchas víctimas.

Limbana Araya Torrealba, orientadora y homeópata de Ranca-

gua, hizo un poema al respecto titulado “Déjame Vivir”, el que

quiere compartir con todos ustedes:

Déjame Vivir

que nos unimos

ante Dios

en un día hermoso

donde nos juramos

Amor eterno

Déjame vivir

nuestro amor

nos dio frutos hermosos

que con su inocencia

y travesuras nos hacen reír,

recuerdo aquel día

que nos llamaron

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Page 97: Unidas por la sangre

mamá y papá.

Déjame vivir,

no me maltrates

con tus palabras y golpes

no me quites la vida

mis hijos me necesitan

están tan pequeñitos

Déjame vivir.

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Mónica Mucci

Buenos Aires, Argentina.

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Page 101: Unidas por la sangre

UNA EXPERIENCIA VIVIDA

LA PAZ QUE YO TENGO AHORA.....

NO SE NEGOCIA. NO LA CAMBIO POR NADA, Y CADA VEZ

QUE VEO

LA SONRISA DE MI HIJA NO ME ARREPIENTO DE HABER

CRUZADO

ESE CÌRCULO ENFERMO.

Por eso les digo, amigas mías, que el miedo te paraliza, te hunde,

no te deja.

Pensar, no te deja ser, porque para ser sujeto, se necesita tiem-

po, después de

Haber estado mucho tiempo...siendo un objeto.

Pero nada es imposible, nada, todo lo que uno se propone lo lo-

gra, siempre

Pensando que lo que nos espera no es nada fácil, pero siiiiiii es

muchísimo

Mejor, aunque a veces la plata no alcance, cuando tengamos

que trabajar de algo

Que no nos guste, porque después de todo, aquí en la vida esta-

mos de paso,

Y nosotros debemos tomar las riendas, debemos decidir, como

queremos vivir.

Porque nos merecemos una vida, sin violencia, porque nos mere-

cemos que nos

Valoren, que nuestros hijos nos respeten y sean felices, y el día

de mañana no

repitan historias.

Por nuestros hijos, por nosotras, por la vida, por la paz, por la li-

bertad, por el aire que entra en

el pecho, sin dolores de estómago, por nuestra salud mental

espiritual y física, por todo eso, estamos en marcha, para erradi-

car la violencia.

De cualquier tipo, ya sea golpes, violencia social, económica,

sexual, verbal.

El tiempo de paz tiene que empezar, por eso hay que ponerse de

pie, y empezar a caminar, poco a poco, hasta poder correr, le-

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Page 102: Unidas por la sangre

jos de todo ese mal.

Por eso, mujeres, a toda aquella que está viviendo, este tipo de

maltrato, ya

Sea físico, social, económico, sexual o psicológico. No se sientan

culpables

Porque esa es la finalidad del manipulador, van desgastando tu

mente, van tomando tu parte violenta, y se genera un gran pan-

demónium, y ahí se entra en

Ese círculo del cual es tan difícil salir.

No te pueden sacar a tus hijos,

Tienen la obligación de pasarles alimento y pagarles el colegio o

lo que ellos necesiten

Nosotras tenemos derechos, no somos objetos, somos sujetos,

somos esos seres

humanos que desean vivir, una vida mejor,

No creen que la merecemos?

Ya que toda la vida se va tan rápido, porque no vivirla de la me-

jor manera posible.

Piensen, aunque el miedo las invada, aunque se sientan desam-

paradas, piensen,

Por favor, tienen que darse cuenta, que esa vida no es normal.

Que Uds., como yo lo estuve. También están enfermas, y deben

tomar una determinación curarse para salvar también a sus hijos.

Cuéntenles a todas las personas lo que les está pasando.

Hagan una red, de vecinos, amigos, o familiares, para que estén

atentos

A los sucesos, que van pasando, y no dejen de hacer exposicio-

nes civiles

Cada vez que les ocurra algo, eso las va a ayudar, para poder

vencer, al que

Se cree más fuerte, y que en realidad, es una persona insegura y

débil.

Asesórense,. Acudan a cualquier medio para poder tener infor-

mación, segura

Y sentirse también un poco protegidas.

POR EL BIEN DE TODAS.

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Page 103: Unidas por la sangre

Nat Gaete

Chile, 1962

Publicista (Universidad de Santiago de Chile), diplomada en Di-

rección Profesional de Proyectos Culturales y Sociales.

Fundadora de Haz rodar una poesía, acción de intervención cul-

tural para difundir la poesía y que se consolida a nivel iberoame-

ricano el año 2008 con GiraPoema, poemario anual dedicado a

celebrar el Día Mundial de la Poesía. Gestora y directora de la

red de difusión artística LetrasKiltras, asociación cultural de artis-

tas emergentes. Integrante del movimiento Los puños de la Palo-

ma. Participante en exposiciones plásticas de fotografía, recita-

les poéticos en Carlisle (U.S.A.), Madrid y Barcelona (España),

Santiago de Chile (Chile).

Ha sido antologada en España, Israel, Chile, U.S.A., Argentina.

Na

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Page 105: Unidas por la sangre

DE LUTO LOS DIAS

Busco tres motivos para vivir

uno

dos

tres

marchan fúnebre los días

cae mi carne humil lada

cierro los ojos

amortajo mi espíritu

camino sobre huellas ya raídas

de golpes

de insultos

de maltrato

entonces

vuelvo a caer

y la noche

me abraza

para vestirme con el traje violáceo

de la agonía

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Page 109: Unidas por la sangre

Nelly Lemus Villa

Profesora normalista, investigadora incansable de los bailes pro-

mesantes del norte chileno, prolífica poetisa del paisaje humano

del desierto y las alturas andinas. Militante comunista, primero

por herencia y luego por consecuencia y amor al pueblo dolori-

do. Animadora sociocultural, madre y padre a la vez, y por so-

bretodo una representante poderosa de su género, libertaria y

creadora. Publicó La Pacarisca, Copiapó, Sociedad Editora Norte

Grande, 1995.

Recibió un homenaje en vida el 15 de octubre del 2010 en el

Teatro Municipal de Antofagasta, donde en la ocasión, el con-

junto Illapu ofreció, junto a la Orquesta Sinfónica de Antofagas-

ta, diez poemas escritos por Nelly Lemus; muchos de ellos con-

vertidos en éxitos por el conjunto nacional, quienes recibieron

desde sus inicios la instrucción y colaboración de la maestra.

Asimismo, el taller de danza pampina, que es dirigido por ella,

realizó interpretaciones a través de bailes folclóricos.

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Page 111: Unidas por la sangre

POR UN PEDAZO DE PAN

Caminaba la mujer con sus tres hijas colgándole de la pollera. Se

habían llevado

a su compañero a Pisagua y ella salía a buscar trabajo en ese

pequeño puerto.

Tenía que alimentar a sus hijas. Las niñas se paralizaron cuando

escucharon el sollozo de la mamá, la escucharon decir:

¡¡Abusivos de mierda!!

Recorrió el universo buscando hasta que alguien le dio un traba-

jo. Recibía una miseria que alcanzaba para una tacita de té o

hierbas y algunas pastillas para endulzar.

Le quitaron su máquina de coser porque no alcanzó a pagar los

"fiado" en la libreta.

Lloró como anudada en un rincón y esas niñas en esos momen-

tos, ahí mismo perdieron la razón de su infancia y apretaron con

más fuerza las modestas polleras de la mamá.

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Page 112: Unidas por la sangre

BANDADA DE AMOR

Para Naroa Lemus,

para que sus t ristezas

se hagan más pequeñas

porque ella es una maestra gigante.

¿Has pensado

en tu ruta cotidiana

que todas las mujeres

son siempre al mediodía

una enorme

bandada de guajaches

que buscan al imentos

para aquellos

que esperan a la mesa?,

cuántas veces hermana

la bolsa humilde

se ha devuelto

vacía,

¡ah! si los hombres

fueran como el mar

el pan tendría

sabor de igualdad

como los peces

que cargan

los guajaches

después de cada zambullida.

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Page 113: Unidas por la sangre

Norma Aristeguy

Nacida en la Capital Federal, Argentina.

Profesora de Inglés en escuelas del Mar del Plata. Sus trabajos

han sido publicados en el diario de la Capital de esa ciudad, en

sitios de Internet de Venezuela y Valencia.

Con una mención en el IV certamen de “Almiar”. Participa en

seis antologías de la editorial Nuevo Ser, y en un proyecto Multi-

media 2008 y 2009 con la misma editorial. Y en la antología

“Palabras de amor” editorial Letras Nuevas. Tiene algunas publi-

caciones en blogs de Sevilla. Participante activa de comunida-

des literarias de internet.

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La im ag e n pe r te ne ce a l a a r t i s ta p l á s t i ca M ir ta Pg a no . ( Ól e o so br e te l a co n ma nip u l ac i ó n d ig i ta l )

Po r l o q u e he m os da do e n l l ama r a e s t a pu b l i ca c ió n: “ Tra ba j a n do j u n ta s ”

EL CERBERO

El hombre saludaba a los vecinos de manera simpáti-

ca. Endulzaba siempre a los pequeños con alguna go-

losina y tenía una palabra de aliento, para el que

hubiere perdido a algún familiar, el trabajo, o lo que le

sucediera.

Después de los temporales, sin mucho por hacer, se

encargaba de quitar las hojas de las veredas cerca-

nas, o levantar los troncos y residuos que estorbaran el

paso.

Si bien tenía algunas rarezas, ya que no recibía visitas,

ni permitía a nadie acercarse a la puerta de entrada ni

a las ventanas, todas franqueadas por hermosas y pro-

li jas rejas blancas, era un vecino amable y servicial.

En el l ímite con la vereda, también cerraba la visión,

un alto paredón pintado con un fondo marfi l , y al que

había permitido que los jóvenes del lugar le pintaran

bellís imos frescos, con una temática de mitos griegos.

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Page 116: Unidas por la sangre

En su juventud había sido médico en hospitales leja-

nos , se había venido a la Capital cuando se jubiló.

En realidad ante la curiosidad de la gente que lo ro-

deaba, se había visto obligado a revelar esos pocos

datos. Frente a otras preguntas, desviaba la vista y el

tema, haciendo sentirse mal a aquél que le preguntara

sobre su privacidad.

Solía sentarse fuera de su puerta de entrada en las no-

ches de verano, evitando las conversaciones prolon-

gadas, con una pequeña radio y un par de audífonos.

Permanecía all í hasta que el aire se tornaba un poco

más respirable, cuando la brisa comenzaba su refres-

cante recreo, él entraba su sil la, aseguraba las cerra-

duras e inmediatamente se apagaban las luces de la

casa.

Menuda fue la sorpresa de todos, cuando al levantarse

una mañana de invierno, fr ía, todavía con restos de

agua del chaparrón de la madrugada, vieron frente a

la casa del vecino, dos coches de la policía estacio-

nados.

Salieron y se encontraron todos rodeando la entrada,

su preocupación era que algo le hubiese sucedido. Es-

peraron entre comentarios: “Ya no se está seguro en

ninguna parte”, “Parece mentira, pobre hombre tan

bueno”, “¿Cómo puede ser que no escucháramos na-

da?”

Después de un t iempo que a todos se les hizo eterno,

se abrió la puerta y aparecieron algunos hombres de

uniforme pidiendo que dejaran paso a las dos personas

que saldrían con ellos. “¿Dos personas?” “Y…el delin-

cuente, seguro.”

Con gran estupor colectivo vieron salir de all í al veci-

no, con las esposas cerrándole las manos por delante

y a una mujer envuelta en una frazada, tomada por

una mujer policía que la abrazaba por los hombros

ayudándola a caminar, como si aquella no supiera

hacerlo o lo hubiese olvidado. Su cabeza se apoyaba

sobre su propio pecho, Los cabellos grises cubriéndole

la cara parecían no haber sido peinados durante años.

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Page 117: Unidas por la sangre

Llevaba puestas un par de zapatil las viejas con el talón

doblado, como en chancletas. Arrastraba lentamente

los pies. Ni una sola vez hizo esfuerzo alguno por mirar,

dejaba caer los cabellos como una cortina que la de-

fendía de la curiosidad ajena.

“Está muy drogada, camina dormida, sosténganla con

fuerza, para que no se caiga”. La voz del policía sonó

imperativa, pero tenía sin embargo un dejo de emo-

ción, de sorpresa, quizás de indignación.

Unos días después todos los medios se hacían cargo

de la noticia.

La mujer había querido separarse del marido, médico

de profesión, unos cuantos años atrás. Hacía t iempo

que no se l levaban bien, y el la había encontrado a

otro hombre con el que deseaba terminar lo que le

quedaba por vivir.

Desde entonces habían desaparecido del barrio donde

vivían. Nadie pensó otra cosa que no fuera el hecho

de que al haberse jubilado el médico, habrían decidi-

do mudarse del lugar.

Ellos eran dueños de sus vidas, ya que no se les conoc-

ía familia.

Lo que jamás se logró saber quién habría hecho la de-

nuncia para ser buscados y sacar así del infierno a esa

mujer.

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Page 118: Unidas por la sangre

La im ag e n q u e a c om pa ña e s te t r aba j o e s t á r e a l i za d a po r l a p i nt or a , Su s y Ma -te o y l a m a nipu l a c ió n d ig i t a l e s de Ezu .

A mbo s a r t i s ta s e s pa ño l e s . J u n tos n os he mos p ro pu e s to e s te re l a to q u e t ra ta d e l a v io l e n cia ps i co l óg i ca .

EL CERBERO II

Me despierto vest ida de amanecer, se escucha el rui-

do del mar, tronando a lo lejos contra los espigones,

como para que el lugar no olvide su presencia.

Abro la ventana hacia mi cerebro y me encuentro con

realidades rojizas, parecen lenguas de fuego, que yo

convierto en azules y violetas tan sólo con el pensa-

miento.

Me espera un largo día y un camino dif icultoso, donde

harán ruido las palabras que oiré, las que diré, las que

callaré, los obstáculos que empujaré desesperada-

mente, las i ronías que desbordarán mis oídos, las mi-

radas que resbalarán por las mías, para ignorar el nu-

do de intenciones partidas por el medio. Una pareja.

Una pareja de sombras partida por un rayo.

Repetiré disculpas que huirán por las puertas que he

de abrir en este día, me bañaré en amarillos violáceos de sol,

que iluminarán la casa a pesar de todo. Vaciaré la cesta azul de

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Page 119: Unidas por la sangre

flores y dejaré que el impedimento se estrelle en mi decisión de

vivir cada minuto. Mi decisión de pasar por la tarde de trabajo y

de merienda, y de llegar hasta lo oscuro de ese día. Tenderé la

mesa, le daré recuerdos de cenar, y le enrostraré el vino tinto y

amargo de la vigilancia.

Hay en mi casa música violeta de todos los lilas posibles cubrien-

do las paredes y el mantel.

El fantasma se abalanzará como siempre a la hora de comer,

dejará su asiento atravesado en el sendero, y volteará una de

sus tres cabezas vigilando el Hades del disimulo, de la imagen,

para dejar que una de las otras se alimente, mientras la que resta

babeará el sillón dormida.

En mi cerebro continúa el ruido del silencio, sin embargo la vo-

luntad impone un manto de esperanza, no será tan mala la jor-

nada.

Decidiré cómo llegar hasta la noche, desoiré la queja muda del

desencanto ajeno, abandonaré las sábanas del calcinado des-

amor, me embriagaré de atrevimiento y desafiaré a la fiera del

control, disfrazado de un amor que nunca ha sido.

Hoy no serviré la mesa, juntaré los vidrios rotos de ajenas perte-

nencias camufladas de lamento. Volveré a poner en su centro la

cesta azul de lo pasado.

Tampoco compraré el pan para el almuerzo. Tenderé la ropa en

el suelo de mis sueños pisoteados, y evitaré diatribas de sober-

bia ingratitud.

Tomaré un baño, me vestiré, y a pesar de mi vulnerabilidad, sor-

tearé la vehemente vigilancia inquisitiva y la obstinada presen-

cia que me acecha. Romperé los grandes ventanales de gestos

con que él tortura lo que aún, me queda de razón, apagaré con

una ola de indiferencia el fuego que ha quedado en el lugar.

Pintaré mi boca con los besos que aún no he dado, vestiré mi

mejor prenda de sutilezas hacia la libertad, arrojaré los incómo-

dos tacones contra el lazo que me ahoga, y saldré de nuevo ai-

rosa, descalzo por la vida y sin quemarme.

No, no será tan mala la jornada.

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Sandra Gutiérrez Álvez

Poeta, artista plástica uruguaya.

“La poesía es mi mundo, un reino entre la belleza y la desespera-

ción por ser libre del sistema...” Sostiene.

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Page 123: Unidas por la sangre

LIBRE

He tenido a la muerte frente a mis ojos, he sido amenazada, gol-

peada e insultada, me echaron en cara cosas que dije o hice en

el pasado, y que vistas desde su propia óptica, son tan censura-

bles que serían dignas de una condena a muerte. Me tomaron

del cabello, mi cabeza iba y venía, mi corazón bombeaba rápi-

do, mis brazos se dejaron golpear, y ...sacudía mi cuerpo, como

asido a las asas de un indefenso jarro. Un palo pasó cerca de mi

cabeza, y fue interceptado por una mano de mi misma carne y

sangre...Gritos, llantos de otros que venían en mi auxilio... pero no

tuve miedo, por primera vez en mi vida no tuve miedo ni a la

muerte, ni a los golpes, ni a los gritos, por que sentí que era mi

momento de liberación de todos mis errores, de mis culpas, de

los dolores que le he causado a otros, muchas veces sin con-

ciencia de ello, y otras tratando de ganar mi lugar en este mun-

do tratando de ser feliz. Pero éste era el momento, estaba lista y

esa fue la mano que me liberó...Sólo pude levantar las manos al

cielo implorando perdón por aquel que arremetió contra mí, ni

siquiera quise defenderme, eso que tengo la fuerza y el entrena-

miento para hacerlo, sólo pude desear que su vida se vista de luz

y salga de ese infierno en el que yo una vez habité, donde hay

rencor, impotencia, furia y oscuridad. Donde no se puede abrir

los ojos porque el brillo de los otros te ciega, y lo ves como una

amenaza, por eso atacas. Es un pobre animal indefenso en un

mundo que apenas conoce... Ni una sola lágrima brotó de mi,

porque fue una situación justa, a mi entender, fue mi liberación y

la necesitaba. Me hizo más fuerte, más poderosa, me dio más luz

aún y más amor, descubrí que puedo amar a mis enemigos y eso

me acerca a Dios...y de Él tomo el poder para seguir. De aquí en

más estoy libre de mis culpas, pasé por otro examen, salvé mi

prueba y sigo mi camino. Y digo ¡Perdónalos padre, no saben lo

que hacen!...

y ahora el que esté libre de culpas que tire la primera piedra...

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Ana María Sancho Biesa

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Ana María Sancho Biesa

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Page 127: Unidas por la sangre

Teo Revilla Bravo

Escritor y pintor nacido en Barruelo de Santullán, Palencia, Espa-

ña. La atmósfera norteña, los colores del campo y de la sierra, la

naturaleza siempre esplendorosa de los contornos cántabros,

unido al ambiente rudamente minero, vidas marcadas entre la

esperanza y la angustia, hicieron brotar en él la sensibilidad que

muy temprano le llevaría a la poesía y a la pintura como forma

de expresión y sentimiento. Más tarde llegaría la posibilidad de

que alguno de esos poemas fueran editados en revistas literarias

y en algunas antologías poéticas. El año 2008 pudo por fin editar

su primer libro de poesías Luces y sombras.

En relación a la literatura en general, fue finalista en el X Concur-

so de Poesía de la Revista bimestral de escritura literaria: “Escribir

y Publicar”, ha sido premiado con la publicación de su poema

“Nada”, en 1999.En cuanto a su obra pictórica podemos decir

que es principalmente figurativa.

Teo

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Page 129: Unidas por la sangre

“Donde no habite el miedo”

“CARTA A MARIO”

Dudaba de si escribir esta nota o no hacerlo, al final me he deci-

dido. Mira, me tiemblan las manos, me tiembla todo el cuerpo,

tengo hasta miedo de que entres súbitamente por la puerta... No

es fácil decirte, Mario, que no me encontrarás cuando llegues -

no te enojes, que te conozco, en realidad un día u otro deberías

esperarlo aunque sé que lo ves inconcebible-, he dejado tu ce-

na preparada en la nevera, con un minuto en el microondas será

suficiente; también dejé preparada la ropa para mañana, está

lista, planchada y colgada como habitualmente la tienes cada

día: toda la casa queda en orden, es la última concesión, el

postrer aliento que me anima. No te niego que pese a todo, aún

resbala una lágrima por mi rostro, no sé si por ti, por mí, o por am-

bos…

¿Dónde me voy, dónde estaré? No intentes buscarme, ya no.

Será inútil. Me voy a un lugar mejor sin duda, a un lugar donde

nadie me gritará ni me golpeará, ni me hablará para achicarme

y anularme a cada momento, donde por fin podré intentar sentir-

Teo

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Page 130: Unidas por la sangre

me como persona y no como propiedad; donde no se me im-

pondrá lo que debo hacer sino que podré escoger y elegir lo

que desee dentro de mis posibilidades. Donde no habite el mie-

do, Mario, donde no habite el miedo. ¿Comprendes lo que signi-

fica eso?

Sabía desde hace tiempo que debía hacerlo, pero me costaba,

me acobardaba, tenía pavor de tu reacción, no estaba segura.

¿Sabes? siempre creí que te quería pese a todo, que un día sería

diferente y cambiarías. Tenía esperanzas engañada como vivía,

hasta que abrí los ojos, me miré por dentro, y sólo vi dolor y des-

esperanza. Me cansé de mirarte con temor, a veces aterrorizada,

siempre desolada de aguantar la mala vida que me dabas, de

sentirme sombra, de ser la empleada de la casa a la que le pa-

gas con un par de bofetadas por semana, me cansé de tus gri-

tos, de tu mal amor, de tu falta de ternura, de verte llegar cada

tarde nervioso y enfurecido. Me cansé de sentirme “nada” a tu

lado, de ser solo un cuerpo en tu cama que satisface tus instintos

más básicos sin importarte para nada mis sentimientos, me agoté

de vivir cansada y acomplejada de todo esto, me quedé sin

fuerzas ni motivo por qué luchar.

¿Dónde quedó aquella primera ilusión?, ¿dónde está el hombre

del que me enamoré? Creo que te imaginé irreal, que te creé y

recreé en un principio, que nunca exististe como tal. Pero des-

graciadamente sí has dejado marcado mi cuerpo y mi alma con

tus golpes, coacciones, menosprecios y palabras. Difícilmente

podré volver a confiar en alguien el resto de mi vida, me transfor-

maste en un ser miedoso y sumiso. ¿Sabes lo que es eso, te lo

puedes imaginar siquiera? Pero lo poco que queda de mí gritó

¡BASTA, YA NO MÁS!, y no me importa si tengo que empezar de

cero para recomponer mi persona y mi relación con los otros.

Obtendré ayuda, y tú deberías hacer lo propio porque también

estás mal, algo no funciona debidamente en ti. Lo que deseo pa-

ra mi vida, lo lograré, o al menos lo intentaré sin presiones reen-

contrándome nuevamente con mi “YO” y, si algo me ha queda-

do claro, muy claro Mario, es que en ese yo -y espero que en el

de ninguna otra mujer- nunca más tendrán cabida seres como

tú.

Pintura: "Abstracción" y texto: Teo Revilla Bravo.-2008

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Page 131: Unidas por la sangre

Vanessa Cristina Díaz Marín

Antofagasta– Chile

Psicopedagoga y poetisa de la II región, quien también incur-

sionó algunos años en el teatro y en la música, cantando y to-

cando instrumentos tales como la guitarra, el teclado y la percu-

sión. Tuvo una activa participación en grupos musicales y obras

teatrales de la región. Se presentó en obras del género dramáti-

co con narrativa y poesía; en diversos concursos literarios, entre

los que se destacan los convocados por empresas mineras, por

la caja de compensación Los Andes, entre otros. En todos ellos

obtuvo el primer lugar e importantes premios a nivel regional y

nacional. Ha realizado talleres literarios y de animación socio-

cultural para adolescentes en riesgo social. Pertenece al grupo

ASEN (Asociación de Escritores del Norte) donde participó en el

evento “24 horas de poesía” y en “tertulias poéticas”.

Va

ne

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Crist

ina

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Page 133: Unidas por la sangre

Machismo

Mi corazón has condenado

a cadena perpetua,

soy la convicta que vive dentro tuyo…

Mi juez, mi censor,

mi verdugo.

Presa entre tus piernas me siento sola,

no encuentro razones para amarte.

Poseída, dominada, controlada.

Encadenada tras las rejas,

de tu nefasta hombría frenesí.

Bajo la complacencia de mujer pasiva,

Buscas mis tetas

cuando se erecta tu amor…

Y siento asco,

repudio y pavor.

Cada noche entre tus piernas

es un siglo más de condena

a mi femíneo sentir.

Busco incesantes formas de huir,

pero siempre veo tus piernas. V

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FEMICIDIO

Un niño llora,

pide pan y cariño.

Tiene la cara sucia y los mocos colgando.

Sus padres pelean detrás de la puerta,

el abusa alcoholizado y ella,

lo deja…

El pequeño duendecillo,

siente como el sol escupe a la Luna…

Arranca, se esconde.

y al volver…

su madre está muerta.

Su Padre la mató…

No resistió, el castigo de la indiferencia.

El desamor renacido

de los maltratos disimulados.

Pero el duendecillo…

Ayyy, que culpa tiene

el pequeño duendecillo…

Que atascado en su infancia,

crecerá entre arbustos secos y dañados.

Los juguetes

se han de transformar en el refugio

que extenderá su vida.

y el amor perdido de su madre

lo hará crecer a golpes.

No tenía culpa el duendecillo…

que por las noches…

cuando las almas se escabullen entre la oscuridad,

a su madre recuerda…

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Page 135: Unidas por la sangre

AGÓNICA

Ella ya no sangra,

el tour por sus venas se ha estancado,

su dermis ya no brilla junto al sol.

Ella está muerta…

Ella ya no llora,

fenecieron sus lágrimas,

sus ojos ya no parpadean.

Ella está muerta…

Ella ya no sufre,

se agotaron sus fuerzas,

sus labios ya no cantan.

Ella está muerta…

Ella ya no ríe,

se ha sellado su boca,

sus latidos al compás del reloj sólo indican…

que ella está muerta… ¿Muerta?...

Ella ya no cree,

se han acabado sus esperanzas,

su imagen ensimismada sólo refleja…

que ella está muerta…

Ella está muerta sí…

Muerta…

Muerta…

¿Quién la mató?...

Va

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Crist

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Ana María Sancho Biesa

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Page 139: Unidas por la sangre

Ximena Gautier Greve

Poetisa franco-chilena. Libros publicados: 1] 'Poemas de Ruta'

poesía, [1958]. Santiago. Prólogo del poeta chileno JUVENCIO

VALLE. 2] 'Dagaug. [Exaltación de una adolescente], poema en

prosa.[1962] Santiago. Prefacio del crítico literario Juan de Luigi y

en prolegómenos: Artículo del poeta ARMANDO SALAS GAMA-

RRA ['El Sol', Cuzco, Perú]. Comentario de HOMERO BASCUÑAN

[Revista 'Atenea', Santiago]. Exordio de ALFONSO SOLA GONZA-

LEZ, poeta argentino. Varios libros inéditos de poesía: entre los

cuales 'Duerme Pablo', poesías, [1964].Prólogo de JUANA DE

IBARBURU, poetisa uruguaya. Recitales de Poesía en Santiago,

Buenos Aires y Mendoza. Participante en las Ferias de Arte Popu-

lar de Santiago en el Parque Forestal frente a los Tajamares del río

Mapocho, junto con MANUEL ROJAS, PABLO NERUDA, MARIO FE-

RRERO, NICANOR PARRA, JOSE MIGUEL VICUÑA, RAUL MELLADO,

VICTOR MANUEL REINOSO y muchos escritores más.

Exilada en 1973, huyendo la persecución y la barbarie desatada

en Chile por Pinochet, me establezco en Paris, Francia. Mi poesía

antes intimista, expresa entonces el sufrimiento del destierro. El

poeta RAUL MELLADO, antiguo secretario poético de PABLO NE-

RUDA, publica en Chile algunas de mis poesías en 'LA HOJA VER-

DE', panfleto poético que sobrevivió a la dictadura y a la muerte

del tirano. Actualmente continúo el trabajo artístico y poético

junto a mi actividad profesional.

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CUERPO OBJETO

No sé por qué debo ser alta y estilada, anoréxica y sensual.

Y mi apariencia debería excitar al consumo o desbancar la Bol-

sa.

Las anchas latitudes marinas como ancianas pletóricas

de naufragios y proezas, gruesas de olas inmensas

sacuden toneladas espumantes y caníbales ensueños,

refulgentes masas solares plenas, redondas carnes en fuego.

Ígneas corrientes de lava lamen del cráter los labios

y del volcán surge sufriendo profundo el magma.

¡Ay! Cuerpo objeto de mujer, destino aprisionado.

¡Ay! Cuerpo del objetivo económico,

extraviado cuerpo, sensual delito del alma femenina

Solo ser sana para mí misma.

Dulce sonrisa para las crianzas

Palabra y amor para el que amo.

Nada más.

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Page 142: Unidas por la sangre

A GABRIELA ARREDONDO ANDRADE

Nunca me imaginé Gabriela, que me harías llorar un día.

En el Liceo Javiera Carrera de Santiago,

las gradas bajas del Patio de las Camelias

se pueblan de tus pasos.

Las escalas del Bellas Artes, adonde

corrías tras las telas de maestros gloriosos

que tu alegría contagiaba,

murmuran recuerdos tuyos al lado mío.

Tus grandes ojos negros irónicos que

parecían penetrar todas las texturas

de los sentimientos y las cosas,

están fijos sin profundidad ni sombras.

¡Cómo burlarías si te vieras!

No son esos tus trazos a la Kahló,

que marcabas con aquellos pinceles como miradas

untadas en guaches luminosas, témperas baratas

que la yema de los huevos condensaba,

cuando el espíritu del arte depositaba su aliento

en tus dedos manchados como pinceles finos

atravesando sin pena las proporciones ardientes

de los cuatro base colores y del espacio.

Eras fina y esbelta. Y parecía que tenías

una cita permanente con el aire,

tan contenta ibas y venías, llena de luz

como flor repleta de abejas.

Te recuerdo y veo tus rizos alborotados.

Sabías el qué, cómo y adónde

cuando yo apenas lenta surgía

de mi caparazón de molusco tierno.

Y me mirabas sonriendo

condescendiente, como esperando la hora

cuando aquel letargo infantil se disipara.

Jamás imaginé que alguien pudiera hacerte daño. 140

Page 143: Unidas por la sangre

Eras demasiado íntegra y rápida.

Que los militares te llevaron cuentan.

Al Estadio Nacional contaron.

Y ninguna de nosotras supo más de ti.

Solo Elba, y tu padre que murió en silencio

irremediable intuición

del abandono que eterno, espera.

Gabriela desapareció en la repugnante

encrucijada del crimen con el poder:

allí de donde nadie vuelve nunca más

a no ser que nosotros los rescatemos del silencio.

De pronto, la guadaña de los caídos

me resulta más familiar aún.

Paris, 2 Agosto 2010

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© VERSASIS DE LOS AMANTES DESAPARECIDOS

(Siete despedidas)

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Primera despedida.

Ámame...

Como ardientes

lunas manos extraviadas,

oyendo agotadas dolidas gacelas

vociferar las tempestades altivas

maldecir de pasados

y presentes,

amándome ...

Segunda despedida.

Porque

no conozco

ni el nombre

de tus brazos abiertos

de tus labios azules

que descubrí tras

buscarte sin

esperanza.

Tercera despedida.

Apriétame

aún muriendo

aunque hayas muerto

mis recuerdos tus recuerdos

aunque te hayan sacrificado

y vayas partiendo

al alto 142

Page 145: Unidas por la sangre

cielo.

Cuarta despedida.

Sobre

las baldosas

gélidas ocultas putrefactas

voy arqueando el lomo

las miradas del amor

resistiendo al dolor

de tu

desaparición

Quinta despedida. 1. Étoile.

Cuán

altas eran

las corolas azules

de aquella ventana tuya

con sus cretonas almidonadas

noche y día

cabellos como

espuma.

Quinta despedida. 2. Compañero.

Golpeaste

la puerta

de la vecina

esperando eludir los militares

Llegaron con la tarde

aún me besas

y sonríes

cariño.

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Page 146: Unidas por la sangre

Sexta despedida.

¡Ay!

Bésame apriétame!

Abrazadas las llevo

Tus manos tu vida

en mi nocturno sino

suda gritando la luna

la luna desaparece

no estás

más.

Séptima despedida.

Fuiste

amor pasión

de anudada ternura

amor adolescente del alba

turgentes deseos del instinto

penetrando esa angostura,

suave infinito

fuiste...

©Copyright Ximena Gautier Greve. Derechos reservados.

safecreative CC-by-nc-nd code 1101308371546

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ÍNDICE

Prólogo ……………………………………………………………….……....5

Agradecimientos…………………………………………………….……..7

Antecedentes históricos……………………………………………….....8

Alejandrina Arias………………...……………………………………15-20

Alina Galliano………………...……………………………………….19-22

Andrea Arco Blanco………………………………………. 23-24 / 57-58

Ana María Sancho Bielsa…………..26-28-47-48-89-90-123-124-135

Claudia Loayza………………………………………………………..29-34

DamasArt……………………………………………35-36-69-70-105-106

Graciela Barbas Contratti…………………………………………...37-42

Jordi Matamoros Sánchez………………….……………………….43-46

Karin Huberman……………………………………………………….49-52

Laura Zyanya Bastida………………………………………………..53-56

Libertad Manque……………………………………………………...59-64

Magda Lluna…………………………………………...………………65-68

María Rosa Rodríguez…………………………………………..……71-78

Mariela Méndez………………………………………….….………...79-88

Mónica Flores Farías……………………………………..…………...91-96

Mónica Mucci……………………………………………..…………97-100

Nat Gaete…………………………………………………………...101-104

Nelly Lemus Villa…………………………………………………...107-110

Norma Aristeguy……………………………………..…………….111-118

Sandra Gutiérrez Álvez…………………………………………...119-122

Teo Revilla Bravo…………………………………………………...125-128

Vanessa Cristina Díaz Marín……………………………………..129-134

Ximena Gautier Greve……………………………………...…….137-144

Visuales………………………………………………………………145-146

Índice………………………………………………………………….…...147

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UNIDAS POR LA SANGRE

2011