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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL
CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL
COMUNICACIÓN Y DISCURSO: ANÁLISIS DE
INFORMACIÓN Y OPINIÓN EN LOS DIARIOS EL
TELÉGRAFO Y EL COMERCIO SOBRE LA FIGURA
DE MAURICIO RODAS DESPUÉS DE LAS ELECCIONES
SECCIONALES DEL 23 DE FEBRERO HASTA EL 23 DE
MARZO DE 2014
Proyecto de investigación previo a la obtención del título de
Comunicador Social con énfasis en Educomunicación, Arte y Cultura
Edison Cristóbal Lalangui Campoverde
TUTOR: Mgst. Miguel Ángel Soto Sandoval
Quito, abril 2017
ii
DEDICATORIA
A Silvia, perfección como ser humano.
A mis padres, Luzmila y Cristóbal, imborrables.
A la Candy, incansable.
A compañeros y amigos.
A mis ojos.
iii
AGRADECIMIENTOS
A la Facultad de Comunicación Social, refugio anticonvencional.
A Miguel Ángel Soto, por la contribución académica de forma horizontal.
A Christian Arteaga, por ser el punto de partida.
A Milena Almeida y Adrián Tarín, gentiles lectores.
A Dayana y Patricia por el apoyo subterráneo.
iv
AUTORIZACIÓN DE LA AUTORÍA INTELECTUAL
Yo, Edison Cristóbal Lalangui Campoverde en calidad de autor del proyecto de investigación
realizado sobre “Comunicación y discurso: análisis de información y opinión en los diarios El
Telégrafo y El Comercio sobre la figura de Mauricio Rodas después de las elecciones seccionales
del 23 de febrero hasta el 23 marzo de 2014”, por la presente, autorizo a la UNIVERSIDAD
CENTRAL DEL ECUADOR, hacer uso de todos los contenidos que me pertenecen o de parte de
los que contiene esta obra, con fines estrictamente académicos de investigación.
Los derechos que como autor me corresponden, con excepción de la presente autorización,
seguirán vigentes a mi favor, de conformidad con lo establecido en los artículos 5, 6, 8, 19 y demás
pertinentes de la Ley de Propiedad Intelectual y su Reglamento.
Quito, 13 de abril del 2017
Edison Cristóbal Lalangui Campoverde
C.I 1721949491
Telf. 0987020435
E-mail: [email protected]
v
ÍNDICE DE CONTENIDO
Dedicatoria ii
Agradecimientos iii
Autorización de la autoría intelectual iv
Índice de contenido v
Índice de anexos vi
Índice de tablas vi
Índice de gráficos vi
Índice de fotografías vi
Resumen vii
Abstract viii
Introducción 1
Metodología 4
CAPÍTULO I
DISCURSO Y REPRESENTACIÓN
1.1 Discurso: Los entrecruces del sentido lingüístico, semiótico, social y filosófico 5
1.2 Representación: Lo representable en lo irrepresentable 19
CAPÍTULO II
OPINIÓN PÚBLICA Y COMUNICACIÓN
2.1 Opinión pública: ¿Una unidad de lo abstracto? 24
2.2 Comunicación: ¿Ciencia o teoría? 33
CAPÍTULO III
ANÁLISIS DISCURSIVO: EL COMERCIO VS EL TELÉGRAFO
3.1 Contexto y objetivos de la investigación 43
3.2 Antecedentes y contexto nacional mediático 46
3.3 Aplicación o análisis discursivo en los diarios seleccionados 51
CAPÍTULO IV
CONSIDERACIONES FINALES
vi
4.1 Conclusiones 76
BIBLIOGRAFÍA 82
ÍNDICE DE ANEXOS
Anexo 1. Entrevista al Mgst. Hernán Reyes 85
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla N° 1. Estructura del corpus 52
ÍNDICE DE GRÁFICOS
Gráfico N° 1. Porcentaje de noticias sobre actores en El Comercio 52
Gráfico N° 2. Porcentaje de noticias sobre actores en El Telégrafo 58
Gráfico N° 3. Resultado de editoriales sobre actores en El Comercio 63
Gráfico N° 4. Resultado de editoriales sobre actores en El Telégrafo 66
Gráfico N° 5. Desenlace de artículos de opinión sobre actores en El Comercio 69
Gráfico N° 6. Desenlace de artículos de opinión sobre actores en El Telégrafo 72
ÍNDICE DE FOTOGRAFÍAS
Foto N° 1. Noticia publicada 23 de febrero de 2014 por El Comercio 53
Foto N° 2. Noticia publicada 24 de febrero de 2014 por El Comercio 56
Foto N° 3. Noticia publicada 24 de febrero de 2014 por El Telégrafo 59
Foto N° 4. Noticia publicada 3 de marzo de 2014 por El Telégrafo 61
Foto N° 5. Editorial publicado 6 de marzo 2014 por El Comercio 64
Foto N° 6. Editorial publicado 7 de marzo 2014 por El Telégrafo 67
Foto N° 7. Opinión publicada 1 de marzo de 2014 por El Comercio 70
Foto N° 8. Opinión publicada 27 de febrero de 2014 por El Telégrafo 73
vii
TEMA: “Comunicación y discurso: análisis de información y opinión en los diarios El Telégrafo
y El Comercio sobre la figura de Mauricio Rodas después de las elecciones seccionales del 23 de
febrero hasta el 23 marzo de 2014”
Autor: Edison Cristóbal Lalangui Campoverde
Tutor: Mgst. Miguel Ángel Soto Sandoval
RESUMEN
El objetivo de la presente investigación es analizar la producción discursiva de los diarios El
Comercio y el Telégrafo sobre la figura de Mauricio Rodas, actual alcalde de Quito. Para ello, el
tiempo de estudio fue de 23 de febrero a 23 de marzo de 2014. Contiene un recorrido sobre lo que
significa el discurso, la representación, la opinión pública y la comunicación. Así, con estas cuatro
categorías, se amplifica el escenario discursivo de la prensa nacional. A lo anterior, se suman y
conjugan el análisis crítico del discurso (ACD), lo semiológico y el (post)estructuralismo. Soportes
teóricos que van más allá de la cuantificación de noticias o artículos de opinión. Por último, se
reflexiona la forma antagónica y distinta de reproducir sentidos sociales por parte de la prensa
seleccionada.
PALABRAS CLAVE: ANÁLISIS DEL DISCURSO / REPRESENTACIÓN / OPINIÓN PÚBLICA /
COMUNICACIÓN / EL COMERCIO / EL TELÉGRAFO
viii
TITLE: “Communication and speech: analysis on information and opinion published by El
Telégrafo and El Comercio journals on Mauricio Rodas’ character, after sectional elections from
February 23 to March 23, 2014”
Author: Edison Cristóbal Lalangui Campoverde
Tutor: Mgst. Miguel Ángel Soto Sandoval
ABSTRACT
The purpose of the current investigation is analyzing speech used by El Telégrafo and El Comercio
on Mauricio Rodas’s figure, the current mayor of Quito city. For that purpose, surveys were
applied from February 23 to March 23, 2014. There is a narration journey on what the speech
means, representation, public opinion and communication. Hence, with those four categories,
speech scenario of the national press was expanded. To the foregoing, the speech critical analysis
(SCA) was added and mixed, as well as the semiological aspect and post-structuralism. Such
theoretical supports go beyond quantification of news or opinion articles. Finally, consideration
was given to the antagonistic and different way of reproducing social senses by referred press.
KEYWORDS: SPEECH ANALYSIS / REPRESENTATION / PUBLIC OPINION / COMMUNICATION /
EL COMERCIO / EL TELÉGRAFO
1
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, no se puede pensar la comunicación como un dispositivo individual que solo
produce información y reproduce opinión, sino como un elemento colectivo que establece nuevos
sentidos socioculturales. Al mismo tiempo, es el uso y la apropiación del ejercicio comunicativo el
que interviene en la construcción de nuevos espacios de participación. Además, su reconocimiento
como espacio de interacción, extiende la posibilidad de exploración en otros campos que se
correlacionan con el mundo social.
Justamente, para abordar la diversidad de esos campos, la comunicación ingresa en el diálogo
interdisciplinario con la semiología, la lingüística, la antropología y la sociología. Lo anterior, no
quiere decir que su relación sea exclusivamente con estas disciplinas. A la vez, la nueva noción de
la comunicación, permite la interacción y relación entre la dimensión social y los medios de
comunicación, lo que conlleva a mirar nuevas transacciones culturales.
De manera que la relación de carácter interdisciplinario que mantiene la comunicación, abre a
la posibilidad de examinar y amplificar la construcción social. Para ello, utiliza el terreno
discursivo. Esto quiere decir que la comunicación encuentra en el discurso la configuración de
nuevos sentidos sociales. Así que pretender reflejar cómo el discurso se acopla a condiciones de
producción, circulación o reconocimiento, significa lograr diferenciar entre la comunicación y el
discurso los distintos campos productivos de sentido.
Por consiguiente, el orden del discurso presenta a la comunicación, procedimientos que
influyen en el dominio de los sujetos, a partir de una convergencia discursiva. De ahí que estos
mecanismos consoliden esquemas de legitimación. Mismos que pertenecen a una formación
discursiva, pero, diferentes en la producción y reproducción de sentidos sociales. Con lo señalado
hasta aquí, a manera de ilustración está la prensa nacional.
De modo que, la producción de los medios escritos se aleja de su función instrumental,
entendida en su origen como la difusión de mensajes. En el momento actual, la lectura está
orientada a los mensajes ideológicos de aquellos medios. Por consiguiente, el periodismo será
cuestionado por su carencia de orientador en el campo de la opinión pública y de la inclusión
ciudadana. En definitiva, frente a hechos particulares o generales, los sentidos ideológicos que la
prensa produce y reproduce difieren en el campo cognitivo de los lectores.
Por lo expuesto, la pregunta que guía la presente investigación es ¿qué producción discursiva
de sentidos construyen los diarios El Comercio y el Telégrafo sobre la figura de Mauricio Rodas, a
partir de las elecciones seccionales del 23 de febrero de 2014? De manera que con las respuestas, se
2
pueda identificar conceptual y discursivamente las características, condiciones e intencionalidades
de los medios seleccionados.
Para ello, esta disertación adquiere un posicionamiento desde el análisis crítico del discurso,
semiológico y (post)estructuralista.1 La razón tiene que ver con el hecho de explicar y entender el
campo conceptual de los discursos, para eso, el eje temático no solo implica describir los procesos
de significantes que se han desarrollado, sino entender que la producción de sentido, depende de las
condiciones sociales. En tal medida, analizar las producciones discursivas implica interpretar y
reflexionar de forma crítica, las condiciones de esos procesos sociales. Por consiguiente, cada
vertiente de pensamiento, entiende que la sociedad no es una unidad estática y que la comunicación
no solo puede ser analiza en el campo de los medios masivos.
Simultáneamente, se considera que la segunda forma de complementar o contestar lo anterior,
tiene que ver con la utilización y conjugación de cuatro categorías. Ellas son; discurso,
representación, opinión pública y comunicación. Estas macroproposicones en el marco de su
relación-diferenciación, permiten detectar cómo la prensa nacional tiene el poder de construir,
legitimar, clasificar la información y opinión sobre un determinado suceso. Además, con estas
categorías se logra amplificar el análisis tradicional sobre la prensa, que habitualmente se
caracteriza por la cuantificación de noticias u opiniones. En suma, cada categoría está orientada a
identificar, analizar y debatir las intencionalidades de legitimación discursiva inherentes a los
diarios El Comercio y El Telégrafo, en relación a la figura del actual alcalde de Quito.
Por estas circunstancias, en el primer capítulo, se aborda la relación entre discurso y
representación. El discurso entendido como ese espacio de deseo para enfrentarse. Donde uno de
los que integra la controversia, se convierte en oposición a la creación de sentidos que el otro
genera. Por consiguiente, será esta producción de sentidos periodísticos los que lleguen al escenario
social y adquieran una nueva significación como parte constitutiva de la sociedad. De tal modo, en
ese horizonte, la producción de significantes y condiciones son los que permiten encontrar otros
discursos en la estructura informativa y de opinión. En cuanto a la representación, esta categoría
consiste en la apropiación, el uso y la interpretación social a partir de los discursos. Por ende, se la
ubica en un espacio de diálogo con lo irrepresentable. De manera que lo irrepresentable cuestione
lo representable y así, dibujar las condiciones sociales de las opiniones y noticias, como parte de un
trabajo que obedece al campo de selección y clasificación.
En lo que concierne al segundo capítulo, se hace referencia a la opinión pública y la
comunicación. En el caso de la opinión pública, se la entiende como una entidad abstracta, 2 que
1 Corrientes o teorías que más adelante son profundizas y explicadas.
2 Aspecto que se lo explica de mejor manera en el segundo capítulo.
3
utiliza medios escritos para la legitimar su práctica periodística o acción comunicativa. En síntesis,
las miradas por parte de la prensa sobre un determinado hecho, es una forma de construir y
reproducir un discurso, que en nuestro caso3 servirá para explicar su relación con el poder político.
Y la comunicación, como cuarta categoría, no es más que una práctica o trama (in)visible de
socialidad. Es decir, la comunicación es un espacio de significados que teje las relaciones
cotidianas con los procesos de identificación y constitución sociocultural.
Mientras que en el tercer capítulo, a más de aplicar el análisis crítico del discurso, se suma el
enfoque semiológico y (post)estructuralista, con el objetivo de analizar la estructura informativa y
de opinión de los diarios El Comercio y El Telégrafo sobre la figura de Mauricio Rodas. Para esto,
se propone como período de análisis del 23 de febrero a 23 de marzo de 2014. Así, se expande el
tejido y sentido social que la prensa escrita produce.
Y en la parte final, se comparte con el lector, las consideraciones o conclusiones definitivas
respecto a las cuatro categorías antes mencionadas. De otro lado, los diferentes procedimientos que
se utilizan en la presente investigación sirven para mejorar y problematizar el análisis sobre la
convergencia discursiva de la prensa nacional. De manera que la conjetura final, sea un espejo en el
que se miren los medios y la sociedad.
3 Se analiza la figura de Mauricio Rodas como vocero oficial, personaje público y actor político.
4
METODOLOGÍA
El abordaje metodológico de la presente investigación es cualitativo. Dado que el análisis
sobre la producción de sentidos periodísticos en El Telégrafo y El Comercio, no puede estar alejado
de la convergencia entre discurso y comunicación. Por consiguiente, el enfoque que se utiliza en
esta investigación es de carácter descriptivo, interpretativo y analítico, en la medida que permite
explicar y reflexionar sobre cómo la prensa nacional construye sentidos sociales.
De otro lado, en vista de que el presente enfoque necesita articular y garantizar el estudio, el
soporte será textual. Teniendo presente que es en este campo donde la actividad periodística
(re)presenta la realidad. Para ello, los elementos de observación son exclusivamente noticias y
artículos de opinión.4 De modo que la utilización de estos elementos mejore la comprensión sobre
la línea discursiva que la prensa nacional presenta.
Se agrega a lo anterior, como técnicas de investigación la bibliografía, para detectar las
condiciones y características de estos diarios. De la misma forma, la entrevista complementa la
mirada de la academia en relación al rol de la prensa nacional. Para esto, la delimitación sobre el
análisis de El Comercio (medio privado) y El Telégrafo (medio público) comprende desde 23 de
febrero hasta 23 marzo de 2014. Tiempo en el que es posible analizar la forma de (re)presentar
mediáticamente la figura de Mauricio Rodas.
4 Se suman a las opiniones, los editoriales.
5
CAPÍTULO I
DISCURSO Y REPRESENTACIÓN
En el presente capítulo, se ofrece un recorrido o ejercicio hermenéutico sobre el discurso. La
idea es trazar diferentes líneas argumentativas que posibiliten dibujar el mejor horizonte sobre el
discurso y su aplicación. Luego, el segundo aspecto tiene que ver con lo representable e
irrepresentable. Todo con el propósito de articular las categorías en mención y abrir los diferentes
espacios que cubren o traspasan la dimensión social.
DISCURSO: LOS ENTRECRUCES DEL SENTIDO LINGÜÍSTICO,
SEMIÓTICO, FILOSÓFICO Y SOCIAL
Pensar en una palabra que encierra la producción de sentido y que se genera desde los
espacios convencionales y no convencionales, detenernos en un espacio de tiempo que limite y
delimite lo que es autorizado y no, sin duda, equivale a mirar las dinámicas que se establecen a
partir del discurso. En tal medida, caminar sobre los circuitos o teorías discursivas, implica
detenernos en aquellos intelectuales5 que han realizado sus contribuciones desde por lo menos tres
campos de estudio. Por consiguiente, convergen de forma interdisciplinaria o transdisciplinaria.
El primer escenario tiene que ver con el discurso como enunciado social o discurso social. Así
que resulta clave realizar un recorrido histórico sobre las principales propuestas a nivel discursivo.
Con Valentín Volóshinov (1895-1936)6 quizás tenemos el primer intelectual en mirar el discurso
como enunciado sociológico. Pero antes, no se puede olvidar la noción del lingüista suizo
Ferdinand de Saussure (1857-1913), quien antes del autor ruso, ya pretendía renovar los métodos
del estudio de la gramática comparada. No obstante, serán en los primeros años del siglo XX,
cuando a través de sus cursos de lingüística entiende que la semiología es el estudio de la vida de
los signos en la esfera de la vida social.7 De forma simultánea, tampoco se puede desconocer la
contribución de Charles Sanders (1839-1914).8 Para este filósofo y lógico norteamericano, la
semiótica será la doctrina formal de los signos.
5 Para Antonio Gramsci las dos categorías de intelectuales más importantes tienen que ver con el empresario
capitalista que representa un producto social superior. Y la segunda categoría en el marco de este grupo son
los eclesiásticos. No interesa entender y proponer los intelectuales como productores de sentido
sociocultural. 6 Volóshinov, Valentín (2009). El marxismo y la filosofía del lenguaje. Capitulo II y III.
7 Sercovich, Armando (1974). La ciencia de la semiótica: Charles Sanders Peirce. Nueva Visión.
8 Se recomienda leer Seis semiólogos en busca del lector: Saussure, Peirce, Barthes, Greimas, Eco, Verón
de Victorino Zecchetto y Osvaldo Alfredo Dallera. Buenos Aires: La Crujía. 2012
6
Ahora bien, lo que resulta llamativo con Sanders (1974) es que para observar los signos se lo
debe hacer a través de un proceso que denomina abstracción u observación abstractiva. Esto es
imaginar que lo vemos es una especie de bosquejo o una cosa hipotética porque con aquel
razonamiento matemático, se puede llegar a conclusiones sobre los signos que vemos o
imaginamos. Partiendo de esa premisa, se puede entender el signo como: “algo que, para alguien,
representa o se refiere a algo en algún aspecto o carácter” (Sanders, 1974:22).
Por otro lado, para que el signo exista es porque fue creado desde el interpretante, lo que
quiere decir que el signo ocupa el lugar del objeto que su creador imagina. Sobre cuántos objetos el
signo puede representar, Sanders deja abierta la reflexión a partir de la oración: “Caín mató a
Abel”.9 Esta oración es un signo triple porque representa a tres objetos Caín, Abel y la acción de
matar. Sin embargo, el interés de Sanders es considerar que cada signo se relaciona con un solo
objeto. Asimilando que el objeto es una cosa singular que existe, existió o puede existir. Por
consiguiente, aquello implicaría que el signo juega en el umbral de lo imaginable e inimaginable.
Con respecto a Volóshinov (2009), su crítica y análisis se direcciona hacia el objetivismo
abstracto y subjetivismo individualista, corrientes de pensamiento filosófico-lingüístico. En
relación a la primera corriente, considera que ninguno de estos representantes o defensores,
atribuyen al sistema de la lengua una realidad material, sino que este sistema aparece para cualquier
conciencia individual como un hecho externo y objetivo que es independiente de esta conciencia
(Volóshinov, 2003).
No obstante, Volóshinov considera que la lengua como sistema solo existe para la conciencia
subjetiva de los individuos que pertenecen a un colectivo regido por normas. Es decir, para que las
normas morales, de derecho o de cualquier otra clase coexistan en las conciencias subjetivas, es
indispensable la legitimación de las mismas en un colectivo. En otras palabras, para que la lengua
como sistema de normas sea viable necesita crear un puente de normas entre la conciencia
subjetiva y la conciencia colectiva.
Aspecto que, de cierta manera, lo comparte el ensayista y semiólogo francés Roland Barthes
(1915-1980), sobre todo cuando propone que la lengua es un contrato social. La razón está en
considerar que el individuo por sí solo, no puede modificar ni crear la lengua como sistema. Cosa
que no es posible, porque el habla es un acto individual que depende de los elementos que
constituyen la lengua. Entre ellos están las normas, leyes o reglamentos (Barthes, 1993).
9 Sanders, Charles (1974). La ciencia de la semiótica. Nueva Visión. p. 23
7
A manera de ejemplo, Barthes (1993) propone la moda como sistema de signos presentes en la
ropa,10
cuya funcionalidad es convertirse en el lenguaje regulador del acto individual y colectivo.
Aquellos signos que se mezclan como objetos de la vida social y el lenguaje, serán para el
semiólogo francés parte de su estudio translingüístico. A su vez, en el caso de la ropa y de la moda,
el uso real de las prendas de vestir se supone debería determinar la compra, pero es el sistema de
signos (moda) lo que termina condicionando y regulando dicho aspecto llamado habla (Toussaint,
1997).11
Ahora, para debatir esta parte, regresemos a Volóshinov. De acuerdo a este autor, la lengua se
configura como un sistema de normas en la conciencia subjetiva del hablante, sin que ello
signifique que estas formas sean idénticas para los colectivos inmersos en este proceso normativo.
Lo considera así, porque todo sistema, en este caso la lengua, es una abstracción que se obtiene de
la reflexión sobre el lenguaje. Lo anterior no quiere decir que la abstracción se lleva a cabo en la
conciencia del hablante nativo de una lengua con el objetivo inmediato de hablar (Volóshinov,
2003).
Hay que mencionar que para el filósofo ruso, el propósito del hablante no solo debe consistir
en producir un enunciado concreto que se relacione con un determinado contexto y una forma
lingüística que le permita ser escuchado y entendido, sino que esa forma lingüística en lo posible se
aleje del reconocimiento y llegue al campo de la comprensión. Circunstancia que no
necesariamente la comparte Barthes, por la carencia de creación que tiene el individuo en el ámbito
de las normas y del reconocimiento. Esto a pesar de que el idiolecto, lo asimila como el lenguaje
hablado por un solo individuo, pero como lenguaje ese idiolecto pertenece a una comunidad
lingüística o grupo de personas (Toussaint, 1997).
Entonces, si a un individuo se le presenta de forma externa un objeto, aquel sujeto por su
carencia de creación, primero necesitará el reconocimiento colectivo, para luego familiarizarse con
el objeto. A manera de ejemplo, las señales de tránsito son enunciados lingüísticos que forman
parte de un contrato social, difícilmente, el individuo que quiera modificarlos podría hacerlo de
forma independiente. Necesitaría la aceptación de los integrantes que forman el colectivo.
Sobre este aspecto, Volóshinov considera que el reconocimiento solo abarcaría una posibilidad
de identificarse con un determinado contexto, y la comprensión tendría que ver con la posibilidad
de interiorizar la novedad presente en un signo: “Solo un signo se comprende, una señal se
reconoce. Una señal representa una cosa unitaria internamente inamovible que en la realidad no
sustituye nada, sino que aparece como un medio para indicar la presencia de uno u otro objeto”
10
Objetos que existen o pueden existir en los imaginamos según Sanders. 11
Compilador que se lo utiliza en el segundo capítulo.
8
(Volóshinov, 2003:109). Todo esto parece confirmar, que el signo como forma lingüística
representa en su esencia una variabilidad específica, que se caracteriza por la posibilidad de crear,
más no, de orientar.
Entonces, si queremos determinar los elementos lingüísticos de la conciencia discursiva que
tienen los hablantes, es fundamental explorar el contexto de enunciaciones ideológicas. Lo
ideológico, relacionado con la vida real significa que jamás pronunciamos, ni oímos palabras, sino
enunciaciones relacionadas con la verdad o mentira, lo agradable y lo desagradable (Volóshinov,
2003). Aquello es porque en el momento de interactuar entre hablantes, la palabra siempre aparece
llena de significación ideológica.12
De hecho, la ausencia de este análisis para el objetivismo
abstracto, será la reflexión crítica que propone el autor ruso en el momento de pretender articular la
lengua y su capacidad ideológica. Mejor dicho, la lengua como proceso de abstracción se compone
de enunciaciones que permiten la dinamización del flujo discursivo-ideológico. Frente a esto,
Barthes establece que en el proceso del habla, el significado aparece como una representación
psíquica de la cosa y el significante como una imagen acústica.
Para resumir, Volóshinov detecta que el objetivismo abstracto entiende que la lengua es una
cosa acabada que se trasmite de una generación a otra. Y que siempre se va a presentar como algo
externo a la conciencia individual. Asimismo, señala que el momento de proyectar una palabra es
porque ha existido una croncretización de la palabra en un contexto histórico real. Entonces, sería
el aspecto histórico el que posibilita la trasmisión de la lengua como un proceso continuo que no es
interrumpido.
Por añadidura, los hablantes no reciben una lengua terminada, ellos ingresan por primera vez
en esta producción discursiva que les permitirá despertar su conciencia subjetiva e individual. Es
más, el error del objetivismo abstracto es no reconocer la generación individual de enunciados
como acto discursivo y sociológico. Error que lo supera Barthes cuando piensa que la semiología es
un modo de organización colectiva mediante significados y significantes o enunciados, que regulan
y condicionan el comportamiento humano (Barthes, 1993).
Por otro lado, en lo relacionado a la segunda corriente de pensamiento filosófico, Volóshinov
establece que no se puede pensar el subjetivismo individualista sin los cimientos y aportes teóricos
de los románticos.13
Más aún, cuando el romanticismo se caracterizó por intentar mantener y
demostrar que la lengua materna sería el espacio de mediación en el proceso de conciencia y
generación del pensamiento lingüístico.
12
Sobre lo ideológico, en el tercer capítulo se plantea la mirada de Slavoj Zizek. Ideología: Un mapa de la
cuestión. México: Fondo de Cultura Económica. 2003. 13
Sobre esta corriente, también se hace referencia en el tercer capítulo, pero relacionado con la concepción
sobre el pueblo.
9
Seguido a lo anterior, la expresión como sinónimo del enunciado será para el escritor ruso, el
elemento más importante para conocer el punto de partida de la interacción discursiva. No está
pensado en el discurso como producción de sentidos sociales, sino en el enunciado como espacio
Finalmente, será en la década de los setenta, cuando aparece el concepto de discurso. La
consolidación o ventaja de esta nueva palabra, tuvo que ver con el alejamiento de la lingüística y la
semiología (Verón, 1993). Lo que implica, que el discurso ocasionará una ruptura con el campo de
la lingüística. Sin embargo, lo anterior no quiere decir que el saber lingüístico no sea indispensable
para la teoría de los discursos sociales. Es más, Verón (1993) considera que el campo de lo social
es donde se analiza de manera más específica el comportamiento del sentido. Dicho de otra
manera, su propuesta tiene que ver con la semiosis social como el campo de estudiar los fenómenos
sociales o discursos, en tanto, procesos de producción de sentido (Verón, 1993).
En esta misma línea de reflexión crítica, aparece Marc Angenot (2012),15
investigador que
entiende el discurso social como todo aquello que organiza lo decible. Casi de la misma manera
que Verón, propone que la idea es tomar la totalidad de producción social del sentido y la
representación del mundo. En consecuencia, la totalidad de los discursos se reflejan en hechos
sociales o históricos, que funcionan independientemente de los usos que cada individuo les atribuye
(Angenot, 2012).
A pesar del distanciamiento temporal entre Volóshinov y Angenot, el autor canadiense mira el
discurso como un enunciado concreto que descubre algo evaluado o envuelto por otros, como una
especie de espacio metalingüístico. Esto es, el discurso social como dispositivo que describe un
signo, compuesto por subsistemas interactivos y que se relacionan con tendencias hegemónicas
(Angenot, 2012).
En suma, para llegar a esta conjetura, Angenot realiza un recorrido interdiscursivo sobre las
estrategias que se enuncian en la vida social, como en la música, medios de comunicación,
14
La semiosis social: Fragmentos de una teoría de la discursividad. Editorial Gedisa. 1993. 15
Leer El discurso social: Los límites históricos de lo pensable y lo decible. Siglo Veintiuno. 2012.
discursivo y mediador del quehacer social. Igualmente, Eliseo Verón (1934-2014)14
reflexiona pero
desde el ámbito semiocrítico los sentidos sociales. En breve, para llegar a la propuesta de los
sentidos o discursos sociales, el autor argentino-francés reflexiona sobre dos corrientes históricas
en el campo de la lingüística. La una, tiene que ver con la herencia saussureanna, donde el signo
obedece a un modelo binario (significado y significante). La otra corriente es la de Peirce o
de la significación. “La primera corriente es la del surgimiento de la lingüística como ciencia
de la lengua; la segunda permanece ajena al desarrollo de la lingüística, prolongándose bajo la
forma empirista, de una cierta semiótica anglosajona” (Verón, 1993:121).
10
militares y otras instituciones. No en vano, complementa a lo anterior diciendo que: “el discurso
social, como unidad global, es el resultante de estas estrategias múltiples, aunque no aleatorias”
(Angenot. 2012:25).
Conviene destacar que las tendencias hegemónicas visibles de forma intrínseca en el discurso
social, también están en la reflexión que hace Volóshinov, sobre todo con el subjetivismo
individualista, como corriente de pensamiento filosófico. Pero antes de ello, vale la pena
detenernos en los discursos sociales que se entrecruzan alrededor de lo que significa la
hegemonía.16
En el caso de Angenot, estará influenciado por la conceptualización que realiza el
italiano Antonio Gramsci (1891-1937), así, el investigador canadiense dirá que la hegemonía está
presente en el campo de las dominaciones interdiscursivas de los estilos, opiniones, maneras de
conocer y representar aquello que regula y trasciende la dimensión social.
De tal forma, la hegemonía es para Angenot, la que establece un discurso social a partir del
lenguaje oral o escrito, y de otro lado, la hegemonía no abarca toda la cultura porque es un conjunto
de reglas que confieren a determinadas producciones discursivas el estatus y prestigio (Angenot,
2012). Frente a esto, Raymond Williams (1921-1988)17
señala que el concepto de hegemonía tiene
un nicho más grande que el concepto de cultura. Incluso, la explicación parte desde el
reconocimiento a Gramsci, quien estableció las diferencias entre cultura, dominio, ideología y
hegemonía.
A pesar de las diferencias entre las anteriores categorías, Williams (2009) de forma particular,
entiende la hegemonía siempre como un proceso total de las prácticas y experiencias que son
inherentes a la vida. Mientras que Angenot visualiza la hegemonía como un instrumento de control
social que restringe y legitima ciertos pensamientos como grandes pensamientos. En síntesis,
Williams coincide en que la hegemonía se correlaciona con lo social porque produce
discursivamente a la sociedad en su totalidad. Pero lo anterior no quiere decir que su reflexión se
aleje de la esfera de dominación favorable a la clase que tiene el poder (Williams, 2009).
16
No específicamente como la supremacía de un grupo social mediante la dominación o la dirección
intelectual y moral con el propósito de construir consenso según Antonio Gramsci. Quien desarrolla este
concepto desde la cárcel entre 1927 y 1935. Elizundía, Alicia (2015). La construcción simbólica del
discurso en el programa radial Aló Presidente: hacia la gestación de una nueva hegemonía en Venezuela.
Textos y Contextos. 17
Marxismo y literatura. Las Cuarentena. 2009.
Ahora, para recapitular sobre el subjetivismo individualista, el filósofo ruso rescata la
propuesta de la expresión por dos aspectos; lo expresado como lo interno y la objetivación en los
demás como un campo externo. Es decir, la expresión se caracteriza por lo expresado, cuyo rasgo
es empezar existiendo en una forma anterior a la expresión y luego cuando se pretenda exteriorizar
hacia los demás, la configuración de lo anterior, se unirá a la forma de la expresión. La expresión
11
tiene que ver con la vivencia discursiva. Esto es el escenario de lo expresado y la objetivación
externa, donde se convierte en: “el centro organizativo y formativo que no se encuentra en el
interior, sino afuera. No es la vivencia la que organiza la expresión, sino por el contrario es la
expresión la que organiza la vivencia” (Volóshinov, 2003:136).
Por añadidura, la forma lingüística que se utilizará para socializar determinadas vivencias
serán las palabras, aquel espacio vacío que debe ser llenado y compartido por las vivencias entre el
hablante y el interlocutor. En este campo de intercambio, el hablante utiliza la palabra como signo
social y más tarde, el enunciado que formule el hablante determinará cuál es su orientación social.
En definitiva, el enunciado será un elemento de la hegemonía discursiva proporcional o funcional a
la condición social de los actores inmersos, el hablante-interlocutor.
Al mismo tiempo, la expresión o enunciado externo es el resultado de una producción interna
que busca el espacio social para demostrar su vivencia. Dos son las categorías que plantea
Volóshinov sobre la vivencia social; “vivencia-yo” y “vivencia nosotros”. Este tipo de vivencias
junto con la situación social son los que determinan el contexto de valoración y espacio social que
experimenta un individuo o un colectivo. En cuanto a la primera, si una persona tiene hambre en un
grupo con hambre, la experiencia de este individuo como de los otros puede terminar en
resignación. Pero si en la “vivencia-nosotros” esta persona forma parte de un colectivo organizado
donde el hambre no es causal, sino grupal, la vivencia de hambre dependerá de la situación
económica de cada persona (Volóshinov, 2003).
Para concluir su análisis sobre el subjetivismo individual, el autor ruso considera que los
enunciados a través de las vivencias son los que permiten una interacción social y discursiva.
Recordemos que para Angenot, es la lengua (sistema) la que determina al enunciador aceptable.
Todo esto ratifica que es en la interacción discursiva donde el lenguaje acompaña los actos
sociales, y no solo en el proceso de abstracción que moldea la psique de los hablantes.
De manera que es en la creación discursiva, donde existe una participación ideológica en la
que hablantes e interlocutores responden, rechazan o comparten las enunciaciones que se presentan
a partir de una figura llamada diálogo. Por tal motivo, el enunciado en la interacción discursiva se
presenta como un elemento que continua en permanente movimiento, ya que su estructura es de
carácter sociológico. Con lo expuesto, equivale decir que el lenguaje es un proceso continuo de
generación discursiva a nivel social e histórico por parte de los individuos hablantes.
Antes de cerrar este primer campo teórico, vale señalar que un relato también es sinónimo del
habla. De acuerdo a Barthes,18
un texto es un habla o tejidos que remiten a una lengua a través de
18
La aventura semilógica. Ediciones Paidós. 1985.
12
un mensaje que tiene un código. Lo que está proponiendo este autor es ver un texto o relato como
un performance19
y no tanto como un espacio de contenido. La forma, es lo que le interesa a
Barthes para relacionarla con el sentido como punto de partida de los mensajes (códigos).
Aspectos que para Volóshinov, también influyen en el momento de pensar el discurso, pero
no como un objeto deseo, ya que la generación de enunciados para él, obedecen a hechos históricos
y sociales por parte de los hablantes y no de las instituciones, como lo veremos más adelante. En
definitiva, está pensando que la práctica discursiva depende exclusivamente de la generación de
enunciados por parte de los interlocutores. ¿Cuál es el objetivo de actualizar el horizonte discursivo
que mira Volóshinov y en el que caminan Barthes, Ivanovic, Angenot, Verón? ¿No resultaría
irrespetuoso desplazarlos sí que queremos llegar al horizonte del análisis crítico del discurso
(ACD)?
Las líneas que se presentan a continuación, dan una repuesta a lo planteado. Pero antes,
conviene subrayar que las miradas discursivas ya expuestas son el camino que permiten llegar a un
espacio más concreto y de interés para esta disertación. Aquel sendero específico es el análisis
crítico del discurso. Y para explicarlo se utiliza la propuesta de Teun van Dijk,23
quien menciona
que el análisis crítico del discurso (ACD)24
nace como área transdisciplinaria a mediados de los
años sesenta y setenta.25
Sin olvidar que se aplica a disciplinas como la antropología, la retórica, la
lingüística y otras. Lo que supone que el ACD se mueva en espacios complejos: “no es fácil
delimitar con precisión los principios, prácticas, teorías y métodos especiales del ACD” (van Dijk,
1997:5).
19
Es decir, buscar formas y no contenidos. 20
Nació en 1947, en Tulcea, Rumanía. Actualmente enseña Literatura Española en la Universidad de
Salónica y Traductología en la Universidad de Atenas. 21
Publicado en la revista La Bufanda del Sol. Editores La Palabra. 2011. 22
Alejados de la parte literal. 23
Teun A. van Dijk nació en 1943 en Naaldwijk, Países Bajos. Catedrático de Estudios del Discurso en la
Universidad de Ámsterdam hasta 2004. Profesor en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona desde 1999. 24
Obra escrita en 1997 25
Recordemos que Eliseo Verón considera que se habla del discurso desde los setenta.
De manera paralela al semiólogo francés, Víctor Ivanovici20
en su ensayo Por una teoría del
texto,21
cuestiona el tema de la homologación por parte de las Ciencias Científicas sobre los relatos
o textos.22
Para ello, su propuesta está en que la creación literaria es un acto humano creador, lo que
significa que este proceso de creación convierte una realidad-naturaleza en una realidad-cultura.
Aquello, implica que el creador depende de la lengua y el estilo. Sobre estos dos elementos,
Ivanovici (2011) parte de las conceptualizaciones de Barthes, en especial, sobre el estilo, al
comprenderlo como el lenguaje fundado en la mitología personal. Lo que significa en la
producción discursiva, que los hablantes también están presentes en los textos como hechos
históricos.
13
En tal sentido, las características del ACD resultan claves para un estudio oposicional a las
estructuras, modelos, estrategias del discurso elitista y sus consecuencias cognitivas o sociales.26
En
síntesis, para este autor, el análisis crítico del discurso estudia el rol del discurso en la sociedad,
esto significa analizar las relaciones de poder, dominación y desigualdad, así como la reproducción
de los participantes en la producción del texto y habla. Es decir, el ACD va más allá de la
observación descriptiva y explicativa (van Dijk, 1977).
Así pues, la aplicación del ACD para una mejor comprensión por parte del lector, se
evidenciará a partir del tercer capítulo. De este modo, es posible pensar cómo se expresan,
interpretan, legitiman y cómo se reproducen los discursos mediáticos. Ahora, queremos profundizar
sobre la siguiente entrada teórica relacionada con el discurso. Y para ello, nos vamos a detener en
la propuesta del (pos)estructuralismo y más adelante, de la hermenéutica.
El discurso no se detiene
Considerar que los discursos se pueden detener en momentos históricos es deslegitimar sus
capacidades de producción y reproducción. De tal modo, para seguir en la línea de reflexión sobre
el discurso, se utiliza la propuesta del filósofo francés Michel Foucault (1924-1984),27
quien
considera que las producciones de los discursos en las sociedades de occidente están controladas,
seleccionadas y distribuidas por procedimientos de exclusión. Sobre este punto, Foucault (1973)
propone la palabra prohibida28
como un primer artefacto de segregación. Sobre este, explica que
no se puede hablar de todo o hablar de cualquier cosa. Serán en los campos de la región, lo sexual y
político donde triunfe este primer procedimiento. La razón para el autor francés está en que el
discurso encuentra una vinculación con el deseo y el poder. “Es el discurso objeto de deseo por el
cual voy a enfrentarme y el medio en el que voy a obtener mi poder” (Foucault, 1973:15).
Un segundo elemento de exclusión para el filósofo francés es la locura. Sobre esta, hace notar
que desde la Edad Media, el discurso del loco no podía formar parte del circuito oficial, ya que su
palabra carecía de credibilidad. Sin embargo, se creía a personas que supuestamente podían
predecir el futuro. Por consiguiente, las palabras de médicos o psicoanalistas adquirían el valor
legítimo de ser escuchadas, mientras que las palabras de los locos se quedaban en la otra vereda.
De tal modo, la censura dibuja el rostro de la separación: “Pero, si fuese el caso de que el médico
tenga solo que escuchar dichas palabras, la escucha se ejercerá siempre manteniendo la censura”
(Foucault, 1973:18).
26
Aspecto que lo menciona Marc Angenot desde la hegemonía discursiva. 27
Para este segundo enfoque sobre el discurso se analiza el libro El orden del Discurso de Michel Foucault,
producto de la lección inaugural pronunciada en el Collège de France el 2 de diciembre de 1970. 28
Este será para Foucault un procedimiento de exclusión. El orden del discurso. Edición 1973. p. 14.
14
Un tercer elemento, y al parecer el más importante para Foucault es la voluntad de verdad.
Este procedimiento no se caracteriza por ubicarse en la separación entre lo verdadero y lo falso,
sino en adoptar una posición que la historia presenta como verdadera y real. En el mismo horizonte
de pensamiento, pero con otro enfoque, se destaca la propuesta del sociólogo francés Pierre
Bourdieu (1930-2002).29
Para Bourdieu (2005), la idea de ampliar las marcas o exclusiones sociales tiene que ver con el
poder simbólico y la producción discursiva, capaces de generar sentidos de prohibición. Para ello,
la integración social dependerá de los símbolos como instrumentos o mecanismos inherentes al
conocimiento y la comunicación. Esto es sistemas simbólicos como el arte, la religión, la ciencia y
la lengua que: “cumplen la función política de instrumentos de imposición o de legitimación de la
dominación, que contribuye a asegurar la dominación de una clase sobre otra” (Bourdieu,
2005:69).
Con lo dicho hasta aquí, se supone que la voluntad de verdad no es más que un sistema
simbólico enunciado por instituciones o saberes, cuyo objetivo es imponer y consolidar una
práctica en el campo religioso, lingüístico, político, artístico, etc. De ahí que las instituciones
científicas, médicas y cualquier otra voluntad de verdad, se legitiman desde el campo “decir”. Por
ello, ejercen sobre otros discursos de presión y poder de coacción (Foucault, 1973).
Además, la voluntad de verdad ha logrado institucionalizar el sistema penal, a partir de una
teoría del derecho, presente en siglo XIX. Es así que este procedimiento ingresa y se correlaciona
con el campo de la psiquiatría. No en vano, Foucault hablará de forma amplia y profunda sobre un
sistema de justicia francés, que excluye sujetos por rasgos psicológicos en base a informes
exclusivamente psiquiátricos.30
Hay que decir, que estos tres procedimientos de control y delimitación no son los únicos que
utiliza el discurso. Los otros procedimientos son a nivel interno como el comentario, que representa
un espacio donde las cosas que se dicen conservan una sospecha de secreto o riqueza. Las palabras
que conforman un comentario permanecen como dichos y son palabras que serán exteriorizadas a
futuro. En este sentido, el autor francés plantea como ejemplo de comentarios, los textos religiosos,
29
Bourdieu, Pierre (2005). Intelectuales, política y poder. Buenos Aires: Eudeba. 30
Foucault, Michel (2011). Los anormales. Curso en el Collège de France (1974-1975).
En resumen, los sistemas simbólicos funcionan porque existe un grupo que los crea y los
utiliza. Además, otro que los cree y permite su utilización. En consecuencia, son sentidos sobre la
realidad. No necesitan la utilización de la violencia porque se presentan como sistemas o formas
simbólicas. En palabras de este autor, el poder simbólico no reside en los sistemas simbólicos, sino
en relación de quienes ejercen el poder y los que sufren (Bourdieu, 2005).
15
jurídicos y científicos. En suma, el principio del comentario, no se define en lo que nuevo que
supuestamente estamos diciendo con nuestras palabras, sino en el acontecimiento de su regreso.
Las palabras en los comentarios que para nosotros son nuevas, no son más que la tautología
presente en la recitación discursiva (Foucault, 1973).
anteponga su nombre en el texto. A manera de ilustración, tenemos a Ai Lijima (1972-2008),31
quien terminó legitimando su principio como autora, después de su fallecimiento.
El tercer elemento de carácter interno son las disciplinas. Este principio es opuesto al
comentario y autor. La explicación tiene que ver con el hecho de que las disciplinas se orientan por
un método y técnicas para estar al servicio de quien lo desee. Por otra parte, las disciplinas a nivel
de proposiciones no son reiterativas o repetitivas como el comentario. Es más, para que una
proposición pueda formar parte de una disciplina, Foucault considera que: “debe poder inscribirse
en cierto tipo de horizonte teórico […] para hacer caer no importa qué discurso en la ensoñación,
en la pura y simple monstruosidad lingüística” (Foucault, 1973:35).
O sea, el interior discursivo de cada disciplina se fundamenta en la medida de que reconoce
cuáles deben ser las proposiciones verdaderas. Para ello, las proposiciones de una teoría deben
caminar en el horizonte de la verdad que la disciplina necesita. Las disciplinas son las que imponen
las reglas o fijan los límites que una proposición debe obedecer. Así, logra mantener y reactualizar
el juego de identidad una disciplina.
Para concluir, el tercer grupo de procedimientos que están presentes como una forma de
control discursivo para Foucault tienen que ver con la ritualidad, el secreto técnico y la educación.
En lo referente al ritual, se lo debe entender como la cualificación que deben poseer los individuos
que hablan. Esto es como el espacio que define gestos, comportamientos y signos que van de la
mano con el discurso. En tal medida, es el ritual el que determina si los sujetos a través de sus
aspectos singulares y convencionales, ingresarán en el circuito social.
De su parte, el secreto técnico se relaciona con las doctrinas religiosas, políticas y filosóficas.
Para ello, considera que la doctrina tiende a la masificación desde la puesta en escena de un
31
Su verdadero nombre fue Matsue Okubo. Platonisex. España: Editorial Planeta. 2004.
Otro principio de control que guarda relación con el comentario es el autor. Este principio, no
debe ser entendido como el autor que habla a un individuo o que ha escrito un texto. El principio de
autor significa la agrupación de un determinado discurso en forma de unidad y origen de
significaciones (Foucault, 1973). Históricamente, este principio formó parte de la Edad Media
como indicador de veracidad. Y a partir del siglo XVII, funcionó para legitimar el discurso
científico. Lo plantea así, para hacer notar que en la actualidad se pide o exige que el autor
16
discurso que será el común denominador de o para las personas. Con esto se quiere decir, que la
doctrina representa el signo que cuestiona los enunciados de los hablantes y así, poder ingresar
como enunciados seleccionados en los individuos y vincularlos en el terreno de la reciprocidad y
correspondencia doctrinal (Foucault, 1973).
El último elemento en este régimen es la educación, procedimiento que representa la
adecuación social del discurso. Esto no solo porque el auto francés entiende que la educación es el
instrumento con el cual todo individuo independientemente de las distancias o luchas sociales,
puede ingresar a cualquier tipo de discurso, sino porque la educación: “es un sistema político que
mantiene o modifica la adecuación de los discursos, saberes y poderes que están relacionados
entre sí” (Foucault, 1973:45).
Una vez claro el espectro de los mecanismos de exclusión y control que utiliza el discurso,
Foucault propone la anulación de la configuración discursiva a través del replanteamiento de la
voluntad de verdad, la restitución del discurso como acontecimiento y el borramiento del
significante como soberano del discurso. Brevemente, plantea cuatro principios metodológicos. El
primero lo llama trastocamiento. Este principio tiene como objetivo reconocer el juego negativo en
los procedimientos de control que utiliza el discurso como la voluntad de verdad, la disciplina y el
autor. Más adelante, dirá que el conjunto crítico que utiliza el principio de trastocamiento es:
“pretender cercar las formas de exclusión, de delimitación, de apropiación a las que aludía
anteriormente; muestra cómo se han formado, para responder a qué necesidades.” (Foucault,
1973:59).
Al segundo punto lo denomina disconinuidad. Ya que el propósito es tratar a los discursos
como prácticas discontinuas que se cruzan o yuxtaponen, sin olvidar que los discursos también se
excluyen o ignoran entre sí. El tercer elemento metodológico lo llama especificidad. Su objetivo
será no buscar respuestas discursivas en el juego de las significaciones previas, sino como una
práctica o saber que se ejerce con violencia sobre las cosas. Y la cuarta regla es la exterioridad. La
característica de este principio no será ir al núcleo del discurso, la función será dirigirse hacia el
punto de aparecimiento y las condiciones externas del discurso.
Con estas cuatro nociones o reglas a nivel metodológico, el autor francés propone un principio
regulador del análisis discursivo en el campo de la oposición. O sea, de la creación al
acontecimiento, de la originalidad a la regularidad, de la significación a la condición de posibilidad.
Tanto la creación, originalidad y la significación son los mecanismos que han dominado el mundo
de las ideas, mediante un mutuo acuerdo sobre la creación, la unidad de la obra, la época, el sello
original en la supuesta individualidad y el mundo de las significaciones (Foucault, 1973).
17
Para cerrar, además de lo señalado anteriormente, el autor también explora en los procesos de
rarefacción32
que construye el discurso. No es una propuesta metodológica en abstracto, ya que está
pensando en un estudio de los discursos que se construyen en el espacio literario, religioso,
biológico, médico, jurídico y hasta sexual.33
Ahora, si queremos ponerlo en términos semióticos, el
autor francés está proponiendo que las diferentes luchas se realizan en espacios de signos. Aspecto
que lo propone Diego Lizarazu,34
al decir que los signos dibujan el horizonte interpretativo y de
lucha, para luego imponer los sentidos. Lo que significa que Foucault desconfié de la
hermenéutica, por su alejamiento de los signos. Circunstancia que no la comparte Paul Ricoeur
(1913-2005), porque su reflexión tiene que ver con el diálogo entre la semiótica, como esa forma
lógica y sistemática de explicar los signos, y la hermenéutica como ese sentido inseparable de la
experiencia humana (Lizarazu, 2009).
La hermenéutica como sentido social
En lo que sigue, se analiza el mundo de la hermética, como otra propuesta de campo
discursivo para la presente disertación. Por lo tanto, vale la pena retomar las propuestas del filósofo
francés Paul Ricoeur,35
quien está pensado en el lenguaje ontológico, en el ser, no en lo
genealógico. Para llegar al ser, plantea la contribución del lenguaje a la filosofía de la acción, como
sistema de tensiones. Este autor, realiza una mirada histórica sobre la filosofía práctica de
Aristóteles, quien se refiere a la ética, entendida como decir es hacer.
Según Ricoeur (1988), en lo conceptual elaboramos nociones sobre la intención, elección,
motivo y el deseo. De tal modo, son los conceptos que nos llevan a la observación, la explicación y
la comprensión en un campo de experiencia o de acción. Lo que implicaría que la enunciación sea
comprensible en la medida de lo que se hace. Es así, que el acto del habla no es un acontecimiento
o algo que sucede. Por otra parte, el hacer y suceder son las formas que permiten que el lenguaje se
mueva.
Sobre esta parte, el filósofo francés lo ejemplifica de la siguiente manera: “los músculos del
brazo se concentran; él alza el brazo; al alzar el brazo hace señal de que va a darse la vuelta”
(Ricoeur, 1988:30). Solamente el primer enunciado se refiere a un acontecimiento que se sitúa en la
realidad. Los otros dos, designan una acción, uno al nombrarla y el otro al explicarla por su
intencionalidad.
32
Término que utiliza Foucault para referirse a los procedimientos internos de control que utiliza el discurso. 33
Recordemos todo el trabajo que realiza en Los anormales, donde su análisis de forma concreta, tiene que
ver con la relación entre la psiquiatría y el sistema de justicia francés. Buenos Aires: Fondo de Cultura
Económica. 2011. 34
En su texto Íconos, figuraciones, sueños: Hermenéuticas de las imágenes. Siglo XXI Editores. 2004. 35
El discurso de la acción. Ediciones Cátedra. 1988.
18
Por último, propone la estructuración del conocimiento como una forma lógica de lo mediato,
más no de lo inmediato. Puesto que el conocimiento mediato es el que lleva a un conocimiento
inmediato o directo. Por ejemplo, cuando decimos aquí existe un trozo de papel es porque lo veo.
De tal modo, la transferencia del conocimiento a la acción, cruza entre ser verdad y hacer verdad.
(Ricoeur, 1988).
Simultáneamente a lo anterior, es fundamental, retomar el ejercicio hermenéutico que realiza
Diego Lizarazo36
sobre los principales exponentes de este escenario. El autor mexicano (2009),
menciona que Wilhelm Dilthey (1833-1911)37
considera que la hermenéutica representa una
metodología histórica y teórica para las Ciencias Sociales. De ahí que llegar a la experiencia total,
es llegar a toda la realidad. Lo que configura que la continuidad entre la vida o la historia, merecen
una explicación, pero la realidad exige comprensión. Dejando como resultado una dualidad
metodológica que divide las Ciencias Naturales y las Ciencias Sociales o del Espíritu. En el caso
del enfoque natural, el resultado se basa en causa-efecto. Las Ciencias Sociales buscan la
comprensión de los hechos o textos por parte del intérprete. Lo que lleva pensar a Dilthey que el
sujeto no va a tener una conciencia pura o neutra, sino que su conciencia estará afectada por la
experiencia histórica, donde este escenario le proporcionará la experiencia de vida que es lo que
une al autor o el texto con el intérprete (Lizarazu, 2009).
Siguiendo esta línea, según el escritor mexicano, Dilthey señala que comprender al otro, exige
adentrarse en el mundo histórico y social, donde los signos que se exhibe están dotados de
significado. Esto deriva en que comprendemos quienes somos porque comprendemos a los otros.
Para el filósofo alemán, comprender es encontrar vínculos desde la propia experiencia vital del yo y
las manifestaciones simbólicas de los otros.
Mientras tanto, sobre la mirada metodológica de la hermenéutica, Lizarazo establece que el
aporte de Hans-Georg Gadamer (1900-2002)38
va más allá del proceso metodológico. Tanto es así,
que para Gadamer, la comprensión es un principio ontológico de la vida humana, considerando que
nuestra necesidad es comprender. Dado que una adecuada comprensión te aleja de los errores
porque no se puede tener una comprensión incorrecta durante mucho tiempo, sobre todo, cuando se
entiende la opinión del otro. Entonces, asimilar un texto significa escuchar lo que nos quiere decir.
En síntesis, la clave para una adecuada comprensión está en el desconocimiento, no en los
prejuicios. De modo que para Lizarazo, el texto e intérprete son el mismo asunto. O en palabras de
Gadamer, comprender el texto implica entenderse a sí mismo y entender la opinión del otro, ya que
el conocimiento previo garantiza la interpretación (Lizarazo, 2009).
36
Maestro y Doctor en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México. 37
Filósofo alemán y estudioso de la hermenéutica. 38
Filósofo alemán. En 1960 publicó Verdad y método. Elementos de una hermenéutica filosófica. En este
trabajo establece que el mundo no existe, sino diversas acepciones históricas de mundo.
19
Como resultado de lo antes expuesto, en la dinámica del texto-intérprete, será la situación
histórica la que determina esta relación. Mientras que la compresión por parte del intérprete no es
una reconstrucción, sino una producción. Lo que deja como resultado final, que para Gadamer,
intérprete y texto (autor) existen en el mismo escenario que es el diálogo. Dicho de otra manera, la
categoría de la finitud representa que la comprensión es histórica, en vista de que no hay la
posibilidad de superar el tiempo del que surgimos o del cual nos elevamos (Lizarazo, 2009).
Con este viaje hermenéutico y continuo del discurso que se acaba de proponer, se pretende
ampliar el espectro discursivo presente en el lenguaje social y en las interacciones culturales,
estéticas, literarias, políticas y sexuales. A continuación, y para cerrar este primer capítulo, se hace
referencia a la representación como una macroproposición que juega entre lo representable e
irrepresentable desde la producción y reproducción de sentidos sociales o periodísticos.
REPRESENTACIÓN: LO REPRESENTABLE EN LO IRREPRESENTABLE
Pensar que solo lo representable es lo que existe, no significa que lo irrepresentable no exista.
Pero para llegar a lo segundo, resulta fundamental proponer una noción sobre la representación. Lo
que sigue, tiene como punto de partida el enfoque de Roger Chartier.39
El aporte de este autor
(2005) aparece a finales del siglo XX. Su trabajo titulado El mundo como representación,40
surge
como pedido de la revista francesa Annales a los historiadores, sobre la crisis general de las
Ciencias Sociales. Para 1988, la historia sigue siendo una disciplina que goza de buena salud, a
pesar de la inestabilidad que ha tenido con los modos de inteligibilidad, como la geografía,
etnología y la propia sociología.
Sobre esta línea, Chartier retoma y explora la mirada de la revista Annales en relación a las
disciplinas que en la década de los sesenta y setenta fueron fundamentales para la consolidación y
legitimación de la historia. Entre ellas; la lingüística, la sociología y la etnología. El análisis por
parte de los Annales es eufemístico para el historiador francés, en la medida de que no es suficiente
con considerar que la Ciencias Sociales están en crisis: “el reflujo del marxismo y del
estructuralismo no significa en sí la crisis de la sociología y de la etnología ya que, las
investigaciones francesas se construyeron a distancia de esas dos teorías” (Chartier, 2005:48).
Teniendo en cuenta lo anterior, el autor propone analizar tres momentos de ruptura que no se
relacionan con la crisis general de las Ciencias Sociales como lo sostiene la revista Annales, sino
por la distancia de investigación en los procedimientos de la actividad historiográfica. Como primer
punto, está el hecho de no haber podido contar con un proyecto de historia global que articule la
totalidad del espacio social. Segundo, la delimitación de los objetos de investigación para la
39
Historiador de la cuarta generación de la Escuela de Annales. 40
Barcelona: Editorial Gedisa. 2005.
20
recolección de datos exigidos por la historia global. Finalmente, no recordar la importancia
descriptiva de la división social para la comprensión de las diferencias culturales. Estos tres
elementos para Chartier, permiten descifrar los sentidos que generan los individuos y los grupos
sobre el mundo que les pertenece a través de las representaciones o contradicciones presentes en
una práctica o relación social.
Simultáneamente, el historiador francés profundiza en aspectos de la construcción de sentido
social. Para lo cual, aborda la relación entre el mundo del texto y el mundo del lector a partir de una
triple reflexión metodológica e histórica. En primera instancia, plantea el estudio crítico sobre
textos ordinarios, literarios o canónicos. En la segunda, considera que es clave explorar la historia
de los libros y objetos comunicativos desde lo escrito. Por último, analiza las prácticas que generan
los usos y significaciones a través de las apropiaciones en los bienes simbólicos. Con estos tres
aspectos, reflexiona sobre: “las formas producen sentido y que un texto estable en su escritura,
está investido de una significación y de un estatuto inédito cuando cambian los dispositivos del
objeto tipográfico que propone su lectura” (Chartier, 2005:51).
Seguido a esto, el autor francés considera que la representación es la apropiación, el uso y la
interpretación social a partir de los textos o discursos. Será esto lo que condiciona a los individuos
de cómo se van a inscribir en una determinada práctica social. Asimismo, los acontecimientos entre
el mundo del texto y el mundo del lector construyen nuevos sentidos, sobre todo, a partir del siglo
XVI, donde el escenario de lo impreso modificó las formas de representación en la sociedad y las
relaciones con el poder.
Por tal motivo, la construcción de sentido que genera la lectura como una práctica relacionada
con las costumbres es lo que determinó un nuevo proceso histórico, donde las representaciones
dependerían del espacio temporal, geográfico y de las comunidades. Dichas representaciones,
abarcarán contrastes en el campo cognitivo y cultural porque no todos estarán al mismo nivel de
leer. Lo que arroja como resultado, desigualdad y diferenciación cognitiva (Chartier, 2005).
Tal es así, que la lectura para este autor será una práctica que aglutin gestos, costumbres. Así
que, la lectura es una historia de representación que sirve como dispositivo para distinguir la
dinámica entre los lectores y las tradiciones de las lecturas. De igual forma, la lectura se convierte
en un procedimiento de exclusión entre alfabetizados y analfabetos. Ya que todos aquellos que
están en la capacidad de leer los textos, nos los leen de la misma forma, por lo tanto, el lector que
no es letrado tiene como reto oralizar lo que lee para poderlo comprender (Chartier, 2005).
A su vez, es en este espacio de representación, donde se articulan y desligan las diferencias
sociales. Produciendo así, la división de la historia. Y si queremos ubicarlo en el contexto de esta
investigación o como forma de ilustrar al lector, tenemos el discurso periodístico como responsable
21
de aquella fragmentación de los sentidos sociales. En vista de que, los mecanismos que cumplen
con este rol son las opiniones y noticias que se emiten a través de la prensa. Misma estructura que
obedece a un trabajo de clasificación y desglose sobre el mundo social. Aquellas modalidades de
división y relación que el historiador francés menciona, se producen bajo: “las configuraciones
intelectuales por las cuales la realidad está contradictoriamente construida por los distintos
grupos que componen la sociedad” (Chartier, 2005:57).
Con lo dicho hasta aquí, la relación entre el mundo social y la prensa es la que permite una
identidad social, a partir de presentar y reproducir una noticia u opinión. Por ello, Chartier
considera que la representación se encarga de exhibir una manera propia de ser o establecer estatus
en el mundo. Lo que significa para efectos de este trabajo, que la producción de sentido
periodístico tiene que ver con las formas institucionalizadas y objetivadas que utilizan los diarios
seleccionados como representantes de colectivos o individuos. En definitiva, son intenciones de
subrayar la forma visible o perpetuada, la existencia del grupo, de la comunidad o de la clase a la
cual pertenecen (Chartier, 2005).
¿Y lo irrepresentable?
En lo que tiene que ver con lo irrepresentable se hará referencia a la propuesta de Jacques
Rancière,41
quien señala que esta palabra la utiliza Jean-Luc en el libro El arte y la memoria de los
campos en el año 2001. La reflexión de Rancière gira en torno la ausencia de lo irrepresentable en
el campo intolerante al concepto. Por eso empieza preguntando en su texto “El destino de las
imágenes”42
¿cuáles son las condiciones que determinan que los acontecimientos sean
irrepresentables?
Ante lo expuesto, un primer acercamiento estaría en la representación como régimen de
pensamiento para el arte. Lo que significaría según Rancière (2009) una imposibilidad o
impotencia del arte. Cosa parecida sucede con la representación de América, donde las imágenes de
este continente, no surgen de una forma auténtica mostrando a los habitantes americanos, sino solo
se proyecta los aspectos fragmentados de una supuesta representación social. Lo que implica, una
adjudicación de la imagen que se caracteriza por la sedimentación de tópicos, emblemas, alegorías,
caricaturas, estereotipos característicos de la retórica colonial.43
Una siguiente forma que se propone para ilustrar lo irrepresentable, tiene que ver la
antropofagia,44
entendida desde el plano cultural, como ese espacio que incorpora elementos ajenos
41
Filósofo de Argelia. Nació en 1940. 42
Obra publicada por Prometeo libros en 2009. 43
Leer Miguel Rojas. América imaginada. 1992. 44
Se recomienda leer Apropiación del discurso antropófago: un motor en los procesos de investigación /
creación. Por Marian Carolina Gómez. PDF.
22
a su ser, de manera crítica y creativa. En breve, sería aquella plataforma crítica la que abrió el
camino en Brasil durante la década de 1920, como un nuevo movimiento artístico que ese entonces
estaba fuera del campo de la representación oficial. Con lo anterior se quiere decir que en el campo
del arte, la antropofagia era lo irrepresentable en vista de que los artistas obedecían a lo establecido
por el circuito icónico. Sin embargo, ahora las instituciones obedecen a la globalización del arte.45
A pesar de esto, la propuesta inicial en lo cultural por parte de la antropofagia, supuso una
resistencia intelectual a lo representable.
La segunda razón, para que algo adquiera el estatus de irrepresentable tiene que ver con la
antropofagia en la medida que son los medios del arte los que naturalizan la representación
artística. Con esto, Rancière se refiere a que dentro del campo artístico, hay características que no
se puede borrar. Entre ellas, si algo tiene exceso de presencia es porque está siendo rebelde a la
sensibilidad integral de la representación. Por otra parte, la saturación de presencia significaría para
la producción artística espacio de irrealidad. Estos serían los motivos para hablar de lo
irrepresentable. Como resultado, el desplazamiento estructural del campo artístico que busca ser
representado en el circuito oficial, peleará en los modos de producción del sentido y el significado
cultural.
Lo anterior, lleva a pensar que el problema de la representación oficial está en no considerar
que los actos materiales y abstractos son los que elaboran medios de intervenir en el mundo. No
vemos simplemente lo que está ante nosotros, más bien, las formas específicas como vemos son las
que determinan cómo actuamos y creamos el mundo (Poole, 2002).46
Lo que evidencia entonces,
que la representación camina paralelamente con lo irrepresentable a través de redes históricamente
sociales.
Asimismo, para Rancière la representación es una dependencia dicotómica, en la medida de
que lo visible es proporcional a la palabra. De este modo, la palabra es hacer ver y ordenar lo
visible a través de dos operaciones. Una operación de sustitución, ubicar debajo de los ojos y una
operación de manifestación, hacer ver lo que está oculto a la vista (Rancière, 2009). En este punto,
nos encontramos con la paradoja de que hacer ver, representa lo que está de forma subterránea. De
inmediato, la cuestión se complica en la medida que lo que nos harán ver puede carecer de verdad.
En resumen, el filósofo francés considera que la representación es lo que se puede ver y lo
irrepresentable está en lo que luego se oculta.
Por tal razón, tener presente la forma de representación mediática, permite ver el horizonte
desde el cual se están generando sus propios espacios de apropiación y legitimación. De otro lado,
45
Sobre esto, leer a Gerardo Mosquera Contra el arte latino americano. PDF 46
Poole, Deborah (2002). Visión, raza y modernidad: Una introducción al mundo andino de las imágenes.
23
entender lo irrepresentable no como lo inexistente, sino como lo que no se quiere mostrar porque
carece de un estatus establecido. Todo esto, nos llevará en el tercer capítulo a visibilizar y desvelar
las condiciones representativas e irrepresentables que son inherentes a la prensa.
24
CAPÍTULO II
OPINIÓN PÚBLICA Y COMUNICACIÓN
En las siguientes líneas, se intentará contestar dos interrogantes. La primera se plantea de la
siguiente manera: ¿Se puede decir que en la actualidad la esfera pública nos pertenece a todos?
Para responder, se lo hará desde dos ejes. El primer elemento tiene que ver con la esfera pública
que analiza o propone Jurgen Habermas47
y las consideraciones de Nancy Fraser48
frente a lo dicho
por el escritor alemán. Finalmente, se cierra la reflexión de lo público con Ana María Miralles.49
OPINIÓN PÚBLICA: ¿UNA UNIDAD DE LO ABSTRACTO?
Por lo antes mencionado, resulta fundamental hacer un breve recorrido en retrospectiva sobre
el espacio de enunciación que ha tenido o tiene lo público. Por añadidura, se parte desde la
propuesta de Jurguen Habermas (1981) sobre la opinión pública. Según este autor, lo público debe
ser identificado desde la mirada política tradicional. Esto quiere decir, desde la publicidad burguesa
entendida como la vida social pública o lo que ahora se conoce como opinión pública. En esta
medida, el sociólogo y filósofo alemán considera que lo público tiene que ver en un primer
momento con lo que es accesible a todos. En esta dimensión, a manera de ejemplos estarían las
plazas o los parques.
Un segundo momento de lo público, tiene que ver con la administración pública o el Estado.
En esta misma línea de conjugación, nos encontramos con lo que representaría una audiencia
pública e incluso con la idea del personaje público. Para el autor alemán, lo público se mueve en
estos espacios. Cada uno de ellos con sus propias particularidades, pero cobijados con el paraguas
de la esfera pública.
Sin embardo, la crítica y actualización de Nancy Fraser (1999) frente a esta esfera pública, se
caracteriza no solo por reconocimiento, sino por develar aspectos que para el autor alemán no eran
47
Habermas, Júrgen (1981). Historia y crítica de la opinión pública. España: Editorial Gustavo Gili. S.A.
2da Edición. 48
Fraser, Nancy (1999). Repensando la esfera pública: Una contribución a la crítica de la democracia
actualmente existente. Ecuador debate. 49
Miralles, Ana (2001). Periodismo, opinión pública y agenda ciudadana. Editorial Norma.
Articular los tres aspectos antes mencionados, servirán para reflexionar sobre el origen del
espacio público y la (re)significación en el momento actual. De otro lado, la segunda inquietud se
la presenta así: ¿Puede la comunicación ser una ciencia? La respuesta se la analizará mediante una
línea de tiempo, entre expositores de las teorías y las ciencias de la comunicación. Con ello, se
debatirá sobre el rol que actualmente está jugando la comunicación.
25
parte de su estudio. El objetivo de Habermas, según Fraser fue identificar las condiciones que
hicieron posible este tipo de esfera pública y dibujar el desarrollo de ellas. Siguiendo a esta autora,
la idea de una esfera pública que está pensando el filósofo alemán es la de un grupo reunidos para
discutir cuestiones de preocupación pública o de interés común. Estos públicos, se supone serán los
que buscarán mediar entre la sociedad y el Estado.
De tal forma, para la escritora norteamericana hay dos momentos en los que Habermas
conceptualiza la esfera pública. En el primer momento, la esfera significó la demanda de hacer
accesible la información referente a las funciones del Estado. Posteriormente, la esfera se convirtió
en el puente de transmisión (hacia el Estado) sobre lo que consideraba como el interés general de la
sociedad burguesa mediante la garantía de formas legales de libertad de expresión, de prensa, de
asamblea y con el tiempo, a través de las instituciones parlamentarias de un gobierno
representativo. De manera que ya no se está pensando en la accesibilidad colectiva (Fraser, 1999).
Pero antes de llegar a estas dos reflexiones, existió un proceso que tiene que ver con la
delimitación de la frontera entre lo privado y público. Lo que quiere decir, que no se puede pensar
la esfera pública alejada de lo privado. Siguiendo al autor alemán, en la Edad Media europea, no
existía una contraposición entre la publicidad y la esfera privada. La razón es porque: “La
publicidad representativa no se constituye como un ámbito social, como una esfera de la
publicidad […] La representación sólo puede darse en la esfera de la publicidad, no hay
representación que pudiera considerarse asunto privado” (Habermas, 1981:46).
Será la evolución de esta publicidad, la que para finales del siglo XVII e inicios del XVIII
permita considerar lo contrario. De modo que, la nueva representatividad en la dimensión pública
será a partir de lo privado. A esta publicidad, el filósofo alemán la denomina como publicidad
burguesa liberal. A diferencia de la primera, esta surge en el contexto de nuevas relaciones. Es
decir, gracias al tráfico de mercancías y noticias.
Lo anterior significa que las economías nacionales y territoriales se estructuran de forma
paralela al Estado moderno. Como consecuencia, lo público se desvincula de la corte
representativa, donde una persona estaba dotada de autoridad, ahora, la nueva dinámica es legitimar
la utilización de la violencia. El dominio señorial se transforma así en policía. Lo que significa que
las personas subordinadas a este nuevo régimen, serán los destinatarios o el público de esa
violencia pública (Habermas, 1981).
Frente a ello, aparecerán sectores que desde el espacio privado pondrán en tela de juicio el
poder público. Sobre esto, el sociólogo alemán considerará que es desde la dimensión privada que
se construye la opinión pública para cuestionar el poder público. Ahora, resulta llamativo que de un
momento histórico o de una publicidad, donde no era posible pensar en un espacio contestatario al
26
poder, se pase a un espacio que sí está en esa posibilidad. Por tal razón, es trascendental detenerse
en las características de la esfera pública burguesa liberal que propuso el filósofo alemán. Y así,
demostrar que en el momento actual ya no tienen vigencia o por lo menos han dejado de ser tan
visibles.
El primer elemento que se explora, tiene que ver con la igualdad entre hombres burgueses al
interior de la esfera. De acuerdo Habermas, la autocomprensión del razonamiento público está
específicamente guiada por esas experiencias privadas procedentes de la subjetividad familiar. Esto
da como resultado, que el elemento fundamental de la publicidad burguesa en el siglo XVIII tiene
que ver con proponer un nuevo ámbito universal y social. Sobre esto, Fraser señala que el autor
alemán no solo idealiza a la esfera pública burguesa, sino que no examina otras esferas que son
rivales a la esfera burguesa.50
Lo que está diciendo esta autora es que no desconoce el aporte o el trabajo de Habermas, todo
lo contrario. Abre las puertas para decir que el análisis sobre la esfera pública, se puede enriquecer
con esos otros espacios, que no necesariamente están en las relaciones de poder o cuyos actores,
son justamente, el poder público y la publicidad burguesa. Lo que implica que pensar en una
universalidad social a partir de la publicidad burguesa, no es posible porque no es la única esfera a
nivel social que está contra el poder público. Por otra parte, el resultado de esta universalidad sería
una clara distinción y separación de los representantes de esta publicidad con los sectores populares
que también generaron opinión pública, pero desde otros circuitos que no necesariamente están en
la intimidad familiar, sino, en gremios, asociaciones, comités pro mejoras etc.
Como segundo elemento que actualmente no está vigente en la configuración de la opinión
pública es la exclusión de la mujer. Para esto, se propone la ubicación fugaz en lo que
representaron las primeras décadas del siglo XVIII. Según el autor en mención, Londres contaba
con 3000 cafés exclusivamente para clientes que eran parte del circuito de la alcurnia. Los clientes
que iban a ser admitidos en estos lugares para la discusión y la imposición del raciocinio, eran
exclusivamente varones. La casa de café abrió sus puertas no sólo a los círculos decisivos, sino que
llegó a albergar, sobre todo, a las más nutridas capas medias, incluso a artesanos y tenderos
(Habermas, 1981).
Mientras que, en Francia, el salón mantenía el monopolio de la primera publicación, incluido
el musical. En el caso de Alemania, la opinión pública no es tan efectiva en casas de café y salones.
Las casas de café están excluidas de la práctica política, pero no en su totalidad los salones, esto
50
La autora plantea esta reflexión a pesar de que Jürguen Habermas, delimita o explica en su libro que
hablará exclusivamente de la publicidad burguesa liberal.
27
porque se recluta entre personas privadas que mantengan un trabajo productivo y activo
(Habermas, 1981).
Con lo expuesto anteriormente, la participación de la mujer en la producción de sentido
político es nula. Pero eso no quiere decir que en otras esferas públicas, la mujer no haya tenido
activo su espacio de resistencia o enfrentamiento. En otras palabras, no porque el filósofo alemán
analiza la publicidad representativa o burguesa y la configuración de la esfera pública, quiere decir
que la mujer no haya estado presente en otros espacios o esferas alternativas. Y más aún, cuando el
discurso y comportamiento público formó parte de un estilo racional y varonil. En consecuencia, se
marcó un escenario de hombres burgueses como una clase universal (Fraser, 1999).
Con lo anterior se quiere decir que crearon un conjunto de dispositivos para separarse de dos
sectores. Por una parte, de las élites aristocráticas, y por otro; de las capas populares, a quienes
esperaban gobernar (Fraser, 1999). Con ello, el terreno de nuevas normas de género terminó
naturalizando o más bien, domesticando el espacio de la mujer. A pesar de que algunas mujeres, de
menores privilegios, en su lucha por el acceso a la vida pública lograron su participación, pero
siempre dominadas por hombres. En tal sentido, es determinante retomar el estudio de Mary Ryan,
mencionado por Nancy Fraser.51
De acuerdo a Ryan, existieron mujeres norteamericanas que, siendo segregadas de la esfera
oficial, construyeron caminos para llegar a la vida política pública. Por consiguiente, se entiende
que la exclusión de la mujer tanto en Europa y Estados Unidos, estuvo presente en las casas de
café, salones y, más tarde, en la incorporación formal de no poder votar. En esta medida, pensar de
la misma forma en la actualidad, sería irrespetar el accionar político de estas mujeres. A manera de
ilustración, en el momento actual, tenemos lo que representa La Marcha de las Putas52
en Ecuador
y otros países. Con este tipo de marchas existe una incidencia y apropiación política de la mujer en
la esfera pública.
Con lo dicho hasta aquí, las mujeres de todas las clases y etnicidades fueron excluidas de una
participación política oficial en base a su género. Por tal motivo, la autora estadounidense está
pensando en sociedades igualitarias donde no haya división laboral por género o etnia. De tal
modo, las esferas públicas no deben ser escenarios para la formación de una opinión discursiva,
51
p. 146. 52
La Marcha de las Putas "es una revolución callejera que nació en 2011 en Canadá, como respuesta a los
comentarios machistas del policía canadiense, Michael Sanguinetti, quien en una conferencia sobre
seguridad civil aseguró que las mujeres deberían evitar vestirse "como putas" si no quieren ser víctimas de
violencia sexual. Un grupo de mujeres reaccionó con indignación e iniciaron las marchas que se extendieron
rápidamente en Estados Unidos, Reino Unido, Australia, India, México, Argentina, Colombia, Costa Rica,
Perú y Uruguay. La Marcha de las Putas Ecuador busca liberar a las mujeres en el campo sexual, afectivo y
de derechos". Por Dayana Vinueza, publicado 20 de marzo 2015. Diario El Comercio (consultada 25
de enero de 2017).
28
sino deben ser vistos como campos de formación y expresión de identidades sociales (Fraser,
1999).
Consideración que tampoco estuvo presente en la esfera pública oficial, más bien, la
sectorización o desigualdad social estuvo presente a través de la publicidad política y su íntima
relación con la publicidad literaria. En breve, la autocomprensión de la publicidad política, se
expresa como eje central de la norma legal. Lo que quiere decir, que este tipo de publicidad es
mediada por la consciencia institucionalizada de la publicidad literaria. Dicho de otra manera,
ambas formas de publicidad construyen lo inter y lo intrapúblico,53
o las dos publicidades sirven
para mediar la opinión pública entre el Estado y la sociedad. Además, el círculo de personas que
configuran tanto la publicidad literaria y política que mira Habermas, se caracteriza por la
estratificación de la condición sexo-genérica: “Las mujeres y los económicamente dependientes
están fáctica y jurídicamente excluidos de la publicidad política […] mientras que el público lector
femenino, tiene a menudo participación en la publicidad literaria” (Habermas, 1981:29).
Con lo expuesto, se llega a la conclusión de que el tercer elemento de análisis, permite
visualizar como todo lo que se escribe actualmente, no necesariamente representa una publicidad
política o literaria. En nuestras sociedades, esta íntima relación ya no tiene vigencia. Sin que ello,
signifique que no haya literatura política o que algún actor político no produzca literatura. La
publicidad política que ahora se tiene, se basa en actores que consideran representar a un sector
social, movimiento o partido político.
Además, en las dos formas de publicidad no están presentes los contrapúblicos. Entendidos
como grupos sociales subordinados, entre ellos; mujeres, trabajadores, gente de color, colectivos
LGBTI. La propuesta que plantea Fraser en este sentido, tiene que ver con lo que denomina
contrapúblicos subalternos, sobre los que señala que se tratan de escenarios discursivos paralelos,
en que los miembros de los grupos sociales subordinados, crean y hacen circular contradiscursos,
para formular interpretaciones o apropiaciones sobre sus identidades (Fraser, 1999).
Seguidamente, estos actores emergen como una respuesta a exclusiones en los públicos
dominantes, los cuales ayudan a expandir el espacio discursivo. Y esto ocurre porque en las
sociedades estratificadas, los contrapúblicos subalternos tienen un carácter dual. De acuerdo a la
filósofa estadounidense, en un primer momento funcionan como espacios de retiro y de
reagrupamiento; en un segundo instante, funcionan como bases y sitios de entrenamiento para
actividades de agitación dirigidas hacia públicos más amplios. Es decir, la proliferación de los
53
Entendido lo interpúblico como públicos diferentes. Y lo intra como lo interior de la esfera que se
constituye por los límites apropiados de la esfera pública.
29
contrapúblicos subalternos, significa una ampliación de la contestación discursiva en las sociedades
estratificadas.
De tal manera, todas estas observaciones en retrospectiva, permiten conocer la evolución de la
opinión pública, sobre todo, a partir de los siglos XVII o XVIII. Ahora, es clave preguntarnos ¿en
qué momento se encuentra la opinión pública que la prensa produce? O si se permite ¿es la opinión
pública de la prensa la que se debe leer y reproducir? En las siguientes líneas, se propone intentar
contestar estas inquietudes.
La opinión en el periodismo
A diferencia de las propuestas y análisis de Habermas y Fraser sobre la opinión pública, la
reflexión que continua se centra en problematizar el trabajo del periodismo. Para ello, encontrar
articulaciones entre el pasado y el momento actual de estos actores, serán determinantes sí se quiere
explorar de forma inteligible el quehacer sociocultural que la prensa construye. En tal sentido,
mirar el pasado evolutivo de la prensa, implica ubicarnos en el capitalismo que para Habermas
empieza en el siglo XIII.
El nuevo orden que se empezará a gestar, tendrá como característica las relaciones
estamentales de dominio, cuyos elementos serán el tráfico de mercancías y noticias producto del
comercio. La nueva dinámica de los comerciantes dará como resultado que la información sobre
los otros comerciantes sea más frecuente. Convirtiendo por medio de estas transacciones a las
ciudades en tráfico de noticias. Produciendo así, un nuevo ámbito en la comunicación, ya que hasta
entonces, se hablaba de correo cuando llegaba a las personas en general. No se podía hablar de
prensa, en vista de que no formaba parte de la dimensión pública. Tanto el correo, como la prensa
llegan al público a finales del siglo XVII. Una vez consolidadas las relaciones de poder y dominio
en el nuevo orden político, social y mercantil, se desarrolla la prensa. De modo que la producción
de noticias será de forma diaria a partir del siglo XVII (Habermas, 1981).
Al mismo tiempo, el sentido periodístico será sobre acontecimientos bélicos, impuestos,
tráfico comercial etc. Posteriormente, las noticias se convirtieron en mercancías para las
autoridades. Lo que significó que la noticia dejó de ser un dispositivo de información y pasó a ser
un instrumento de publicidad sobre las órdenes que imponían las autoridades. Con aquello, se
establecía por primera vez que las noticias deben ser públicas y no de los sectores comerciales. Si
bien es cierto, los actores cambiaron en esta interacción periodística y de poder, más no la
funcionalidad. El punto es que los mensajes que circulaban por la prensa, tenían como destinatarios
a las capas ilustradas, los juristas, profesores, médicos, curas, entre otros. Estableciendo así, una
sociedad estratificada desde la información (Habermas, 1981).
30
Para finales del siglo XVII, los periódicos fueron revistas, entendidas como instrucciones
pedagógicas. Posteriormente, en inicios del siglo XVIII, los profesores estaban en la posibilidad de
publicar un artículo. Aspecto que dependía de la jerarquía social. Además de aquello, la
proliferación en el mismo siglo continuó a través de pequeños periódicos, gacetas y hojas
informativas sobre asuntos públicos del poder absolutista.
Sobre lo anterior, Ana María Miralles (2001)54
retoma lo planteado por el autor alemán,
cuando dice que el siglo XVIII, coincidieron en el espacio público burgués los intereses del
parlamento y los de una naciente prensa privada. Lo que implicaría una relación muy estrecha entre
periodismo y política. El objetivo de plantear esta relación por parte de la periodista colombiana,
tiene que ver con dejar claro que su propuesta llamada periodismo público, constituye una especie
de revitalización de las funciones asignadas al periodismo desde la filosofía liberal. De modo que
Miralles está pensando en un diálogo social o ciudadano, propio de este modelo55
que pretende la
participación de forma horizontal.
En la misma línea argumentativa, Miralles es crítica sobre la filosofía que tuvo el periodismo
liberal, en el aspecto de dar respuestas a ciertas demandas, que en el campo informativo se
tradujeron inicialmente en la libertad de pensamiento y de opinión. De tal forma, podemos ahora
entender porque la prensa cobija su trabajo con la libertad de expresión. Para ejemplificar lo
anterior, en el caso ecuatoriano según Hernán Reyes (2010),56
la regulación de la comunicación
masiva a través de una Ley Orgánica de Comunicación57
trastocó el ámbito de lo público, desde el
Estado y la relación entre gobierno, medios privados y ciudadanía. Todo esto, abrió el debate sobre
los derechos de los ciudadanos a la comunicación, las responsabilidades de los periodistas y qué
representa la regulación estatal.58
Con lo antes dicho, Reyes teje dos panoramas. Por una parte, medios privados que utilizaron
como paraguas el eslogan de prensa independiente y libre en el momento de analizar el proyecto de
Ley, catalogándolo como proyecto totalitario y fascista. Y del otro lado, un gobierno que piensa en
la democratización de la comunicación, teniendo presente el informe de la Comisión Auditora de
Frecuencias,59
donde se expresa que al menos cuatro concesionarios controlan canales de VHF en
todo el país.
54
Periodista y profesora-investigadora de la Universidad Pontificia Bolivariana en Colombia. 55
Periodismo Público 56
Texto Pos-Neoliberalismo y luchas por la hegemonía en Ecuador: Los entrecruces entre la política y la
comunicación. en Susana Sel, Políticas de comunicación en el capitalismo contemporáneo, Buenos Aires,
CLACSO, 2010. p 153-182. 57
Ley aprobada en Ecuador durante el año 2014. 58
Aspecto que nos servirá en el tercer capítulo para plantear nuestra hipótesis sobre la polarización entre
medios privados y públicos. 59
Comisión constituida por decreto presidencial en noviembre de 2008.
31
Ante este tipo de acontecimientos, que son muy similares en América Latina, la propuesta
particular o concreta de Miralles, tiene que ver con el periodismo cívico o periodismo público,
mismo que se pensó a finales de los noventa como experimento en Estados Unidos. Este tipo de
periodismo se diferencia del comunitario, en la medida que está direccionado bajo el accionar
ciudadano. Entre las características del periodismo público está que la opinión pública debe ser
autónoma. No es construir comunidad, sino trabajar sobre el conjunto de la ciudad. Además, se
nutre de la diversidad urbana. Y en escenario del debate público, la agenda se establece desde el
ciudadano.
Sobre esto, simultáneamente, Reyes propone que la sociedad debe ser capaz de apropiarse del
proceso de ciudadanizar la comunicación. Es decir, no solo ser consumidores de la
espectacularidad o del sesgo informativo de los grandes medios, sino sintonizar con las urgencias
de cambio que el país requiere. En este punto, tanto Miralles como Reyes, no aclaran si las
personas del espacio rural deben estar inmersas en este proceso comunicativo. Lo que lleva a
suponer que los dos autores entienden la palabra ciudadano como aquello que traspasa la dimensión
urbana. O puede que estén considerando que el rol de la inclusión rural, corresponde a los medios o
periodistas comunitarios.
Si no fuese así, el proceso de ciudadanizar corre el riesgo de formar parte de la frontera
étnica60
o frontera mediática. En breve, Andrés Guerrero (1999) reactualiza el término de frontera
étnica, desde el campo de Pierre Bourdieu, y la matriz binaria (de orden dicotómico) de Judith
Butler.61
Para Guerrero, la frontera étnica explica dos momentos. Primero, las formas de
dominación62
en el sistema de ciudadanía en el Estado ecuatoriano. Y segundo, la experiencia de
vida en la frontera étnica.
Por tal motivo, la propuesta de Guerrero es cuestionar el papel del Estado nación republicano a
partir de la invisibilización de los sectores indígenas. Para ello, utiliza tres aristas. Primero,
entender que la violencia simbólica de la frontera es la que dinamiza un esquema binario entre
quienes son considerados ciudadanos y los otros como sujetos anónimos. Como segundo elemento,
está presente la reconstrucción del sujeto indígena siempre en una significación desigual. Y por
último, la legitimación del ciudadano ecuatoriano en un proceso de dominación.
Frente a lo anterior, la crítica que plantea Miralles, no está alejada de la frontera mediática. Si
bien es cierto, la instancia en la que fue pensada la frontera étnica se correlaciona con los sectores
indígenas. También es cierto, que la misma matriz de exclusión se puede pensar a nivel de género.
60
De acuerdo a Andrés Guerrero, este término, en primera instancia fue utilizado por el sociólogo Frederik
Barth. Leer Ciudadanía, frontera étnica y compulsión binaria. Quito, Ecuador Debate. 1998. 61
Pensadora norteamericana. 62
Dominación entendida como estrategia estructural de poder presente en un espacio histórico.
32
En tal sentido, cuando el periodismo63
dice supuestamente representar los intereses de las
audiencias, lo que en realidad está haciendo es alejarse de los públicos. La explicación está en que
las preocupaciones ciudadanas, pasan a segundo plano, cuando reproducen lo que dicen los
expertos y la otra agenda dominante que, para la profesora e investigadora, son los políticos o los
funcionarios públicos (Miralles, 2001).
Siguiendo a la autora colombiana, el modelo liberal, en la producción y reproducción de la
información establece que la prensa debe ser la encargada de revelar actos de fiscalización y
criticar el poder político. Tanto es así, que la prensa escrita para la periodista colombiana en años
recientes se ha dedicado a perseguir sistemáticamente la corrupción como una manera de no
quedarse atrás frente a la producción televisiva. Así, la credibilidad y objetividad de la prensa
seguirá vigente. Consideraciones o lecturas que no todos los periodistas lo comparten en su
totalidad.
A manera de contraste, la mayoría de operadores semánticos64
o periodistas parten de un
horizonte referencial que son las fuentes. Sobre estas, consideran que son las que representan la
realidad de una sociedad, en la medida que las fuentes irrumpen en el orden establecido. Dado que
una fuente es la que produce una noticia, siendo el periodista el reproductor de la misma y el lector
el consumidor. Lo que implica que la noticia es un género periodístico que se basa en la
determinación subjetiva del periodista. Siendo esta subjetividad funcional al medio para el que
trabaja. Pero también, hay periodistas que consideran una fuente de información a lo que
exclusivamente produce novedad. Siendo la noticia, el argumento del hecho informativo y no el
medio o la institución (Benítez, 2001).
Pero el problema no estaría en visualizar la fuente del periodista, sino en explorar la
autonomía del periodista. Según Paul Bonilla65
la independencia de los periodistas va a depender de
la posición entre polo comercial, polo intelectual y las jerarquías profesionales. El Director del
Medio es el que dispone orientaciones a los editores y estos a los periodistas según Bonilla (2014),
de esa manera se explican los conflictos. En tal sentido, el periodismo jugaría entre el periodismo
público y el periodismo tradicional. En consecuencia, el rol que ahora deben jugar los medios de
comunicación y la prensa en particular, tiene que ver con abrir nuevos espacios para los públicos.
La inclusión de los sectores sociales o capas subalternas a las prácticas deliberativas en la
producción discursiva de la prensa, es lo que todavía no se refleja en el escenario de la opinión
pública.
63
Puede ser privado o público. 64
Concepto propuesto por el periodista español, Enrique de Aguinaga. Hacia un nuevo concepto de
redacción periodística. Revista Contextos Nro. 29. 2003 65
Profesor de la Facultad de Comunicación Social. UCE. Medios de comunicación, periodistas y
representación de la realidad social. Artículo publicado en la revista Textos y Contexto. Nro. 14. Quito.
2014.
33
COMUNICACIÓN: ¿CIENCIA O TEORÍA?
La reflexión sobre la comunicación ganó incidencia durante el siglo XX. Sin que ello
signifique que antes no se la haya estudiado. Más, cuando desde las diferentes vertientes, se
establecen postulados o referentes con el objetivo de amplificar el horizonte de un campo inherente
a los seres humanos. De forma consecuente, en el siglo presente, se aglutina, redefine y propone
nuevos paradigmas que, de forma paralela caminan con los cambios históricos, sociales y
culturales. A continuación, se procede a ubicar escenarios teóricos que marcaron la comunicación,
y a la vez, reflexionar desde la actualidad sobre este proceso que no es independiente o que no
solamente está presente en los medios masivos, sino es complementario a las prácticas sociales.
Las teorías de la comunicación
En el texto, Crítica a la información de masas66
se realiza una reseña como introducción a las
proposiciones más relevantes sobre el proceso de la comunicación. Para ello, se establecen dos
criterios de elección, el primero, tiene que ver con la accesibilidad a las teorías y la otra, que dichos
escenarios teóricos permitan en corto plazo analizar los medios y sus mensajes. Lo que implica,
tener un acercamiento sobre dicho soporte, y así, plantear en esta disertación, las corrientes más
importantes de las ciencias sociales como; el funcionalismo, el estructuralismo y el materialismo-
histórico.
Funcionalismo
En cuanto al primer modelo, según Florence Toussaint (1997), el método funcionalista hace
presencia a finales del siglo XIX con autores relacionados con la sociología, entre ellos; Stuart
Mill, Emilio Durkheim y otros. Siendo esta, la primera vez en la historia que la corriente
sociológica se preocupará por estudiar los medios de masas y sus efectos sobre el público. A partir
de ahí, en Estados Unidos se realizan las primeras investigaciones sociológicas. Para efectos de
aquello, se estructuran metodológicamente 5 preguntas: ¿Quién dice? ¿Qué dice? ¿En qué canal?
¿A quién lo dice? ¿Con qué efecto? Sobre esta parte, se los considera pioneros a Harld Laswell y
Paul Lazarsfeld porque son ellos, el punto de partida para los posteriores estudios funcionalistas
(Toussaint, 1997).
En breve, la propuesta de Lazarsfeld, se relaciona con las funciones y disfunciones de los
medios de comunicación. Sobre las funciones, establece que una de ellas es la de conferir prestigio
o estatus social. La segunda, tiene que ver con el hecho de reforzar las normas sociales como
normas únicas. Y en cuanto a la disfunción, este autor considera que los medios conocen los
66
Toussaint, Florence (1997). Compilador. Editorial. Trillas.
34
problemas, pero no actúan para resolverlos. Arrojando como resultado que los medios representan
un nuevo tipo de control social y que son los causantes del conformismo de las masas.
Otro de los autores que destaca Toussaint en el modelo funcionalista es Wilbur Schramm,
según este investigador norteamericano, la comunicación es interpersonal. Lo que significa que
existe una fuente o emisor, un mensaje y un receptor o descifrador. En la misma línea
paradigmática, se destaca Bernard Berelson como especialista en la comunicación colectiva. El
aporte más significativo de este autor es que va a pensar la comunicación desde el análisis de
contenido, entendido como una técnica de investigación que sirve para describir objetiva,
sistemática y cuantitativamente el contenido manifestado en la comunicación (Toussaint, 1997).
Estructuralismo
Continuando con los campos teóricos. Ahora nos detenemos en el modelo estructuralista que
analizará los mensajes visivo-verbales en los medios de comunicación. Nótese que hasta el
momento, se sigue pensando en la comunicación como el campo exclusivamente de los medios de
masas. De acuerdo a Toussaint, el método estructuralista tiene su fuente de estudio en Ferdinand de
Saussure. Así mismo, lo comparte Armand Mattelar67
en su libro Historias de las teorías de la
comunicación, en el cual indica que el estructuralismo se cobija con otras disciplinas como la
antropología, literatura, historia y el psicoanálisis.
Entre los autores que se destacan para Toussaint en este campo, están Abraham Moles
(1973),68
pensador que considera la comunicación como la acción que permite al individuo o a un
organismo, participar con el medio ambiente de otro individuo a través de estímulos y experiencias
situados en otra época o en otro lugar. Lo que significa que este actor está pensando la
comunicación como un campo de recepción que determinará las acciones del receptor
independientemente de si el emisor está físicamente con el receptor.
Otro de los autores que destacan tanto Toussaint como Mattelart69
es Umberto Eco, autor que
propone un método nuevo para la interpretación de mensajes visuales. La novedad con Eco será en
que va más allá de analizar la comunicación como signos (postulado implícito en Saussure), lo que
implica considerar que el campo semiológico se relaciona también con la cibernética y la música.
De este modo, el semiólogo italiano está proponiendo que la comunicación debe ser vista como una
estructura, o sea, como un modelo construido en virtud de operaciones que simplifican y unifican la
diversidad de los fenómenos bajo un solo punto de vista. Aspecto que lo problematiza en 1964 con
67
Sociólogo belga. Es co-autor junto a Ariel Dorfman del texto Para leer al Pato Donald. 68
Escribe La comunicación en planeación y desarrollo. Alpha, México, 1973. 69
En el caso de este autor, su libro no es tanto una reseña sobre las teorías de la comunicación, sino una
propuesta crítica de aspectos que marcaron el ámbito de la comunicación. A manera de ejemplo, Toussaint
no hace referencia sobre la industria cultural, Mattelart sí.
35
apocalípticos e integrados sobre la cultura de masas. Del lado de los apocalípticos, son los que
representan y consideran que este nuevo fenómeno ocasionará la crisis para la cultura y la
democracia. Del otro lado, los integrados consideran que será la cultura de masas la que permita a
millones de personas ingresar en la cultura del ocio.
Avanzando con este modelo, nos encontramos con Roland Barthes, del cual se habló en el
primer capítulo. Sin embargo, se hace una pequeña referencia sobre lo que no se profundizó en
dicho capítulo. Y esto tiene que ver con los tres códigos visuales. El primero es el lenguaje
lingüístico o literal, que está presente en las imágenes como el título, artículo de prensa o como
diálogo en una película. Lo que significa que el lenguaje lingüístico tiene dos funciones. La
primera es de anclaje, donde se hace que el observador escoja una de las múltiples miradas. Y la
segunda es de relevo, en esta, el mismo observador es motivado por el mensaje para que ignore
otros códigos.70
El segundo elemento visual es el mensaje denotativo o denotado. Entendiéndose como la
descripción verbal sin la amplificación de nuevas significaciones o simbolismos. Ya que su función
es la descripción de los objetos o signos presentes en un mensaje visual. Para concluir, Barthes hará
referencia al mensaje connotado, el cual abarcará todos los significados del contenido. En otras
palabras, es la interpretación de los elementos presentes en la imagen (Toussaint, 1997).
Para cerrar con este breve transitar teórico,71
nos ubicamos en la relación existente entre
marxismo72
y comunicación. Donde la tesis central de este modelo es que la comunicación
representa un hecho social que se desarrolla en el mundo de las ideas o la superestructura y en el
orden económico e histórico. De ahí su etiqueta, materialismo histórico. El común denominador de
los representantes de esta corriente es que el mensaje no es más que una mercancía. Lo que
significa que los medios de comunicación sean vistos como empresas. Al respecto, Toussaint
propone que los principales exponentes son; Hund, Enzensberger, Matterlart, Morin.
En lo relacionado a Hund Wulf, expresa que la noticia es una mercancía porque se la genera
de acuerdo al interés del productor y no, al valor del uso del mensaje. Como consecuencia, el
control de la clase dominante no se limita al contenido de las noticias, sino a la manipulación de los
medios. El objetivo es conservar y reforzar su poder sobre las clases dominadas. El siguiente autor
es Hans Enzensberger,73
su posición se destacará en considerar que los medios de comunicación
son producto del desarrollo industrial y su producción se explica por la propia necesidad del ámbito
70
Recordemos que para Barthes, los códigos son la acumulación de mensajes. 71
Teniendo presente que en cada teórica de la comunicación existen más autores a destacar. 72
Según Toussaint, no existe una teoría marxista de la comunicación, pero sí, una posición marxista sobre la
comunicación. 73
Toussaint extrae el pensamiento de Enzensberger a partir del libro Detalles e Integrantes de una teoría de
los medios masivos de comunicación.
36
industrial. Lo que evidencia para este autor, que los medios crecen en la medida en que lo hace el
sistema capitalista. Sobre la manipulación que planteaba Wulf, la explica como el tratamiento
tecnológico de un material proveniente de un objetivo en particular. Todo esto, arrojará como
resultado que la industria de la manipulación, busque imponer ciertas formas de pensar y anular la
noción de que están siendo explotados o dominados.
Del lado de Edgar Morín, su propuesta se establece en considerar que la cultura de masas no
sea una cultura, sino una diversión, un opio para el pueblo o un espacio de ocio como lo plantean
los integrados de Humberto Eco. Para llegar a esta conjetura -dice Toussaint- el recorrido que hace
Morín se destaca por mostrar el surgimiento histórico de los medios de masas. Viendo como
escenario de análisis al capitalismo, sistema que en sus primeras etapas desplaza el tiempo de las
personas.
Si se permite, la breve explicación sobre el capitalismo la encontramos con Ruy Mauro Marini
(1932-1997),74
quien siguiendo a Karl Marx (1818-1883), señala que para incrementar la masa de
valor producida, el capitalismo debe aumentar la explotación del trabajo, y con ello, el ascenso de
su intensidad. Generando así, un intercambio que encubre la explotación del trabajo. Son tres
mecanismos que encuentra Marini sobre la reflexión que realiza Marx en El Capital. Ellos son; la
intensificación del trabajo, la prolongación de la jornada de trabajo y la expropiación del trabajo.
Con lo anterior, el economista y sociólogo brasileño considera que la producción crea al
consumidor, como efecto, la producción no solamente crea un objeto para el sujeto, sino un sujeto
para el objeto. En palabras del campo comunicativo, la producción cultural produce un público
universal o la cultura de masas, se presenta como producto dialéctico entre producción y consumo.
El marxismo en la comunicación
Ya en la parte final sobre la relación entre marxismo y comunicación, encontramos a Armand
Mattelart,75
para quien la comunicación es un proceso fetichizante, donde los hombres se vuelven
cosas y las cosas adquieren vida. Para ilustrar, este autor hace referencia a la publicidad, donde las
mujeres adquieren la figura de ornamento. De tal modo, la ideología aparece como una reserva de
signos para imponer ideas en una sociedad. Sobre esta circunstancia, tres aspectos son consecutivos
para Mattelart.
74
Su propuesta es analizar cada momento que ha vivido Latinoamérica. Marini identifica seis elementos. El
primero tiene que ver con la integración al mercado mundial. Segundo, intercambio desigual. Tercero,
superexplotación del trabajo. Cuarto elemento, ciclo del capital en la economía dependiente. El penúltimo
representa el proceso de industrialización. Este entendido como un proceso sustitutivo de importaciones.
Finalmente, el autor identifica el nuevo anillo de la espiral cuya reflexión tiene que ver con la resurrección
en América Latina del modelo de la vieja economía exportadora. Dialéctica de la dependencia. CLACSO,
Consejo latinoamericano de Ciencias Sociales. 2008. 75
Sociólogo belga nacido en 1936.
37
El primer aspecto es la objetividad, la cual ha hecho creer que los juicios de valor, la ideología
y la lucha de clases no interfieren en la relación y trasmisión de la información. Autoritarismo es el
segundo elemento, donde el medio de comunicación obedece a una dirección o un grupo de
especialistas que imponen mensajes. En última instancia, la manipulación será la que divide el
mundo en esferas de buenos y malos (Toussaint, 1997).
Con esta rápida reflexión sobre la forma de concebir la comunicación en el siglo pasado,
apreciamos que cada expositor o corriente, reduce el campo comunicativo a los medios de
comunicación. Quizás, esa sea la razón para que en la actualidad, las sociedades, sigan pensando
que este campo tiene que ver exclusivamente con los medios masivos. A nuestro parecer, como lo
intentaremos mostrar a continuación, la comunicación está más allá de las prácticas mediáticas. De
tal modo, las siguientes líneas son un ejercicio de carácter interpretativo, que difícilmente tendrán
una conjetura final, en vista de que la comunicación es un proceso en constante socialidad, relación
y movimiento.
La acción comunicativa y el ethos barroco
Para profundizar lo anterior, partiremos de una teoría que no está pensando el espacio de la
comunicación a través de los medios masivos, sino en el mundo de la vida que abarca los mundos
objetivo, social y subjetivo. Nos referimos a la Teoría de la Acción Comunicativa76
de Jürgen
Habermas. En esta obra, el autor alemán critica la conciencia del sujeto para proponer una
intersubjetividad comunicativa o inteligible. Y para llegar a esa instancia, la acción debe estar
moldeada por el consenso. Lo antes expuesto, lleva a pensar que la propuesta de Habermas, no
necesariamente es un espacio contrario al proyecto de la modernidad, sino de rescate, en la medida
que propone reconstruir una racionalidad hermenéutica mediante el consenso en el mundo de la
vida. Asimilando lo último como el contexto para los procesos de entendimiento entre hablantes y
oyentes (Moncada, 2013).
De acuerdo a Raúl Moncada,77
el mundo de la vida que plantea Habermas es la provisión de
autoevidencias culturales para construir el consenso, mismo que se constituye por la interacción
lingüística de diferentes significados y contextos que produce el ser humano. De este mundo de la
vida, se deriva como se lo mencionó anteriormente, el mundo objetivo que es el ambiente exterior
de los actores, donde existen entidades sobre las que son posibles los enunciados verdaderos
(Moncada, 2013).
76
Obra escrita en 1987. 77
Utiliza la Teoría de la Acción Comunicativa, propuesta por Jürgen Habermas para analizar la construcción
discursiva de los editoriales de diario El Tiempo. Imprenta Somos Punto y Línea. 2013.
38
En lo relacionado con el mundo social, la realidad que se presenta es intersubjetiva, lo que
quiere decir que las relaciones de los actores son interpersonales. Por último, el mundo subjetivo es
la realidad interna que viven los individuos o en las palabras de Moncada, es la totalidad de
vivencias del hablante a las que este tiene un acceso privilegiado. Sobre la parte del método, el
mundo de la vida propone tres ejes o racionalidades que pueden obedecer a lo instrumental o
estratégico. La primera acción es la teleológica,78
donde el actor elige y aplica una situación
particular a los medios que la complementan, más aún, si hay un fin. Lo que dará como
consecuencia, que esta acción sea estratégica por la intervención de otro actor.
La acción regulada por normas es el segundo campo de acción, de esta, se desprenden los
valores que van a ser el común denominador para los integrantes del mundo objetivo y social. Lo
interesante es que estas normas primero atravesarán por la aceptación de cada actor. Para ello, los
agentes de dicho grupo entenderán el lenguaje como un espacio de valores culturales. La última
acción es la dramatúrgica, definida como la expresión del mundo subjetivo. Cuyo objetivo es
persuadir o convencer al otro a través de la teatralización (Moncada, 2013).
Hasta aquí, la propuesta de Habermas sobre la acción como comunicación, abre dos aristas.
De un lado, considerar que el consenso en el mundo de la vida, si sería un instrumento o una
racionalidad que redefina el proyecto de la modernidad. Por otro, pensar la reflexión de Bolívar
Echeverría (1941-2010)79
con el Ethos Barroco.80
El filósofo ecuatoriano en su texto “La
modernidad de lo barroco”81
empieza haciendo referencia sobre el contexto histórico en el cual
hay que ubicar al período barroco.
Así pues, propone que lo barroco se desarrolla o presenta en la época moderna del siglo XVII.
La característica que identifica Echeverría sobre lo barroco se diferencia con la dinámica artística
de la Edad Media. Esa distinción de acuerdo con el autor ecuatoriano está en el descentramiento
imaginario de las cosas, que implica desrealización de la vida cotidiana. Esto porque el arte cede su
nombre a esta época que la llama ethos histórico o barroco. El ethos como ese espacio histórico y
sociocultural que no se compromete o relaciona con el proyecto civilizatorio de la modernidad
capitalista. Es decir, el ethos es una alteración de la modernidad.
La alteración que se mencionó es el tiempo. Elemento que está atravesado por lo continuo y
discontinuo. Frente a esta dicotomía temporal, el tiempo continuo es el tiempo ordinario o el
78
Habermas plantea que la teleología se la pensó desde Aristóteles y en su evolución histórica ha terminado
representando una especio de juego, donde los jugadores establecen reglas y estrategias. 79
Sobre la modernidad entiende que “sería esta respuesta positiva de la vida civilizada a un hecho antes
desconocido que la práctica productiva reconoce cuando “percibe” en la práctica, que la clave de la
productividad del trabajo humano ha dejado de estar en el mejoramiento o uso inventivo de la tecnología
heredada y ha pasado a centrarse en la invención de nuevas tecnologías. Echeverría. 1998. p. 10. 80
Leer “La modernidad de lo barroco: El ethos barroco y la estetización de la vida cotidiana”. 81
Obra de 1998.
39
tiempo de la producción. El tiempo de la rutina y de la autoridad que no permite la autorreflexión.
Sobre el otro integrante temporal que es el tiempo discontinuo o extraordinario, lo enmarca como
aquel que cuestiona lo social y que anula la identidad. Aquí, el código de lo humano dice
Echeverría, es reformulado o reconfigurado en la práctica. En definitiva, en este tiempo se aprecia
la vida como un proceso comunicativo. En tal sentido, la vida cotidiana o el ethos de los seres
humanos se constituye a través de la coexistencia del tiempo extraordinario y ordinario
(Echeverría, 1998).
No hay otra forma de entender la temporalidad real de la condición humana. Otro elemento
que destaca es el valor de la cultura popular, como ese espacio improductivo que aleja la vida
social de la productividad. Consecuentemente, si la alta cultura hace presencia será esta la que
determine que es productivo o no. Dimensión que no la menciona Habermas, cuando hace
referencia a la acción normativa. En el caso de Echeverría, el valor de la cultura va a estar
determinada por las condiciones históricas y sociales. Lo que significa que la vida cotidiana se
caracteriza por formar parte de una existencia en ruptura (Echeverría, 1998).
Para este cometido, en la vida cotidiana se utilizarán las figuras del juego, la fiesta y el arte
como mecanismos de quiebre existencial. Si se quiere, en términos de Habermas, racionalidades de
ruptura temporal. Cada uno de estos instrumentos,82
son los que destruyen y reconstruyen la
naturalidad de lo humano. Según Echeverría, con el juego por ejemplo se invierten los papeles del
azar. El juego establece la duda en el orden natural de las cosas. Por su parte, con la fiesta, no solo
existe o crea la duda en ese orden, sino un involucramiento del código o del ser. La fiesta destruye
y reconstruye todo el valor establecido en el tiempo continuo. En el caso del arte o lo artístico,
ocurre lo contrario con las dos figuras anteriores. Con esta experiencia imaginaria lo que hace el ser
humano es llevarla a la conciencia objetiva u ordinaria. Es decir, transfigurar los elementos de la
vida ordinaria o del tiempo continuo (Echeverría, 1998).
En la misma línea, lo que pretende la civilización moderna para Echeverría es depurar y
repartir. Se lo evidencia con la transacción entre el valor de uso y el valor económico de la
modernidad. Frente a esto, el ethos se distanció, optó por otro tipo de socialidad en la que no
reconocía el enfrentamiento entre lo civil y eclesial. El ethos barroco en la modernidad, no acepta
el valor de uso porque se resiste al tiempo productivo y se aleja del improductivo propuesto por la
religiosidad (Echeverría, 1998).
Sobre esto, Habermas no está pensando en el tiempo o a lo mejor sí, sobre todo cuando mira
en el consenso una nueva práctica o racionalidad de sociabilidad. En lo tradicional, el tiempo es
continuo, por eso la socialidad es un significante vacío. A esto suma el autor alemán, la idea de
82
Palabra que se utiliza para no alejarnos de la propuesta de Habermas (instrumentos).
40
fundar un lenguaje que sea respetado por los interlocutores. Será este reconocimiento intersubjetivo
la clave para la comunicación, en vista que esta se la debe pensar entre iguales (Moncada, 2013).
Por su parte, el filósofo ecuatoriano, considera que la sabiduría del ethos barroco es metafórica.
Nomina lo innominado. Le da un lugar a lo excluido o inexistente. Con esto, queda abierta la puerta
de la reflexión si preguntamos ¿es el ethos barroco una nueva forma de acción comunicativa?
Las ciencias de la comunicación
A propósito de la socialidad -antes expuesta, como resultado de la acción comunicativa o de la
comunicación como práctica- queremos cerrar este capítulo con dos autores que igual a Habermas,
no necesariamente están pensando la comunicación como el espacio de los medios masivos. La
comunicación según Jesús Martín Barbero (2001)83
es la que distingue o teje las relaciones
cotidianas con los procesos de identificación y constitución social. En este sentido, la
comunicación no solo establece los medios, sino los fines, sobre todo, si en el mundo de la vida se
inserta y opera a través de la praxis comunicativa84
(Martín Barbero, 2001).
De lo mencionado anteriormente, vale la pena retomar el contexto de la palabra práctica si
queremos intentar responder si la comunicación sigue siendo una teoría o más bien; juega en el
umbral de la ciencia. Una primera respuesta85
del lado de las ciencias de la comunicación, la
encontramos con Eduardo Vizer86
cuando en su texto La trama (in)visible de la vida social:
Comunicación, sentido y realidad87
considera que las ciencias de la comunicación pueden realizar
un aporte más significativo a la comprensión, diagnóstico e intervención social. Pero para lograrlo,
deben asumir el desafío de producir un saber transdisciplinario que sea de fácil acceso a las
personas.
De otra manera, las ciencias88
que cobijan o mantienen una íntima relación con la
comunicación, deben pensar en un método que esté asociado a la práctica de la intervención. Con
ese alcance, desde la mirada de Martín Barbero es posible que sumen las propuestas provenientes
de la etnometodología, fenomenología y la sociología que ya estaban presentes en la práctica
comunicativa. De ahí, cobra sentido el esbozo sobre las cuatro categorías que según él, se
correlacionan con las disciplinas antes mencionadas.
83
Nacido en Ávila, España en el año 1937. Semiólogo, antropólogo, filósofo y experto en comunicaciones y
medios. 84
No entendida como la acción comunicativa de Jürgen Habermas. 85
Con esto, proponemos recordar que, en los párrafos iniciales de este capítulo, se piensa la comunicación a
partir de las teorías. 86
Sociólogo. 87
Escrito en 2003. 88
Sobre esta parte, se refiere a las Ciencia Sociales como las que producen y legitiman saberes disciplinarios
construyendo objetos de estudio.
41
La primera categoría, tiene que ver con la mirada que Habermas ya propone en la acción
comunicativa, así por lo menos lo entendemos. En el caso de Martín Barbero, la socialidad es
aquello que nombra la trama de relaciones cotidianas, siendo su concepto similar al que Vizer
(2003) formula cuando entiende que la comunicación es la trama (in)visible de la vida social. Lo
que lleva a pensar, que la comunicación para estos dos o tres autores tiene que ver con lo social y
no tanto, con lo mediático.89
Regresando a la socialidad, al ser la trama de los sujetos, se está
proponiendo que representa el espacio de lo primario, donde los individuos están en la capacidad
de interpretar y constituir sus propias identidades. Desde la perspectiva de Martín Barbero, en la
socialidad, se afirma y recrea la multiplicidad o la polisemia de modos, sentidos inherentes a la
interacción social.
La segunda categoría que está presente en la mediación entre comunicación y sociedad es la
ritualidad. Entendiéndola el autor español como la reconstrucción del nexo simbólico, que
intercambia, repite e innova las reglas de la significación a través de una porción mínima de
gramaticalidad. De modo que la ritualidad, construye gramáticas de la acción, por ejemplo: mirar,
escuchar, leer son gramáticas de regular la interacción entre los espacios o tiempos de la vida
cotidiana y los espacios externos a los sujetos.
En tal medida, las ritualidades son realidades construidas o reproducidas en conjunto por
individuos, instituciones o medios de comunicación que cubren las dimensiones de lo simbólico y
cultural. Será sobre esa ritualidad que Vizer propone que la comunicación debe ser una práctica de
la intervención, de la construcción de sentidos y significaciones, si quiere hablarse de las Ciencias
de la Comunicación.
Por su parte, la institucionalidad como penúltimo elemento que propone Martín Barbero, va a
representar en el tejido de la comunicación dos aspectos llenos de polarización. De un polo, la
propuesta del Estado sobre la configuración de los medios de comunicación como servicio público.
Del otro, ver la libertad de expresión en proporción con el libre comercio. Lo que significa que la
institucionalidad presente en estos dos polos contrapuestos, genere como resultado final, la
afectación en la regulación de los discursos por parte del Estado. Por consiguiente, los discursos
públicos en los medios estarán cobijados por la hegemonía de los intereses privados90
(Martín
Barbero, 2001).
Para concluir, la tecnicidad será la categoría de mediación a nivel social y comunicativo. Para
su explicación, parte diciendo que esta herramienta es un instrumento de orden. Además de ser un
89
Pero esto no significa que estén ausentes de los medios de comunicación. 90
Este enunciado de Martín Barbero, se lo profundizará de mejor manera en el capítulo III. Entendemos que
la postura de este autor es hacia la institucionalidad estatal y mediática. Sin embargo, en el próximo capítulo,
intentaremos demostrar como la polarización discursiva en lugar de cerrar, abre la brecha entre el Estado, lo
público, privado y el distanciando con los públicos.
42
dispositivo que ha condicionado los saberes y las prácticas sociales. Lo que lleva a pensar que la
tecnicidad presente en los diferentes aparatos industriales o tecnológicos, más que promover el
desarrollo social, en realidad lo que ha hecho es generar nuevos diseños de prácticas sociales. “No
se puede confundir la comunicación con las técnicas, porque estos instrumentos son los accesorios
de la comunicación” (Martín Barbero, 20012:78).
Son entonces estas cuatro categorías, las que permiten entender que en el proceso de la
comunicación, nuestras prácticas se (re)configuran en la medida que elaboramos, definimos y
diferenciamos nuestros sentidos sociales. De igual forma, aquellos sentidos son para Vizer, los que
aseguran el mundo de la vida en la sociedad. Por eso, para Vizer es indispensable que los
científicos sociales -de donde para él, provienen las Ciencias de la Comunicación- establezcan
puentes que mejoren el lenguaje o la trama (in)visible de la comunicación, mismo que dejó de
utilizarse por el otro que se creó entre el poder terrenal y celestial. Ahora, el puente que se ha
construido por parte de los arquitectos e ingenieros de la modernidad o de la ciencia y la
tecnología, continúa transformando nuestras prácticas, provocando así, una crisis de sentido o
desencanto (Vizer, 2003).
Lo que lleva a pensar que el abordaje de los universos de sentidos sociales, son los que desde
la comunicación se deben construir y reconstruir entre personas, instituciones, naturaleza y sobre
todo con la cultura. Frente a lo anterior, Vizer dice que la cultura es comunicación. En la medida
que la comunicación es la principal razón de las transformaciones sociales. Muestra de ello, son las
Tecnologías de la Información y Comunicación.91
Mientras que en el caso de la cultura, este autor
la entiende como un conjunto de prácticas sociales, conjunto de sentidos que en un contexto
determinado permiten entender y transformar la realidad social. Entonces, ambos conceptos para
Vizer se convierten en componentes liberadores y críticos.
Como se ha visto, hablar de la comunicación significa conjugar dos escenarios que se
legitiman en tramas históricos, que no necesariamente, siguen en disputa sobre si la comunicación
se la debe estudiar a partir de sus teorías o de las Ciencias Sociales. La presente propuesta o
trabajo, no pretende deslegitimar las dos o más posturas que puedan hablar sobre la comunicación,
más bien, la idea es utilizar todo campo reflexivo sobre este proceso que está en constante
movimiento interdisciplinario, con el objetivo de seguir amplificando el umbral del conocimiento y
el debate.
91
Si pensamos en tecnología como instrumento de mediación podríamos decir que este proceso tiene su
punto de partida con la imprenta. Posteriormente, en el siglo XIX, con la creación del telégrafo y el teléfono.
Teniendo su albor en la década de los setenta. López, Ignacio (1997). Radialistas apasionados. Quito.
43
CAPÍTULO III
ANÁLISIS DISCURSIVO: EL COMERCIO VS EL TELÉGRAFO
CONTEXTO DE LA INVESTIGACIÓN
A lo largo de este capítulo, se propone al lector realizar un análisis discursivo sobre la
información y los artículos de opinión92
de los diarios El Comercio y El Telégrafo, en relación a la
figura de Mauricio Rodas. El período comprende desde 23 de febrero hasta 23 de marzo de 2014.
Para ello, se utiliza tres soportes o enfoques teóricos; el análisis crítico del discurso (ACD),93
lo
semiológico94
y el enfoque (pos)estructuralista.95
Objetivos
Se pensó como objetivo general:
Analizar la producción discursiva que construyeron los diarios El Comercio y el Telégrafo
sobre la figura de Mauricio Rodas, a partir de las elecciones seccionales del 23 de febrero hasta el
23 de marzo de 2014.
En lo relacionado a los objetivos específicos, se establecieron los siguientes:
a) Reconocer el sentido ideológico de los diarios El Comercio y El Telégrafo sobre Mauricio
Rodas como personaje público.
b) Comparar los rasgos predominantes o característicos en la producción de noticias y
opiniones, posterior a la victoria de Mauricio Rodas.
c) Indagar las condiciones e intencionalidades discursivas que la prensa seleccionada
reprodujo en relación al nuevo alcalde de Quito.
92
Incluso los editoriales de los diarios en mención. 93
Propuesta de Teun A. van Dijk en Racismo y análisis crítico de los medios. Barcelona: Ediciones Paidós
Ibérica, S.A. 1997. 94
En este campo, utilizamos a Rholand Barthes en La aventura semiológica (1997) y Eliseo Verón con La
semiosis social (1993). 95
Conjugamos la mirada de Michel Foucault a partir de El orden del discurso (1973) e Irene Vasilachis de
Galindo, Discurso político y prensa escrita: Un análisis sociológico, jurídico y lingüístico. Barcelona:
Editorial Gedisa. (1997).
44
Reseña de los elementos a estudiar
El Comercio
Diario El Comercio se creó en enero de 1906 en la ciudad de Quito. Sus fundadores fueron
Carlos Mantilla Jácome y César Mantilla Jácome. Este medio es de circulación nacional y se edita
todos los días. La edición impresa de El Comercio tiene secciones como: Información General.
Política. Economía y Negocios. Quito. Seguridad y Justicia. Cultura. Sociedad. Ecuador. Deportes.
Construir. Mundo. Lunes Deportivo. Tecnología y Espectáculos. En el grupo El Comercio, también
están diario Últimas Noticias, Radio Quito, Radio Platinum y la cadena de noticias Ecuadoradio.
Hasta 1985 formó parte del Grupo El Comercio la Televisora Nacional Canal 8 que fue vendida a
Ecuavisa (Albán, 2015).
Por otra parte, Diario El Comercio es miembro de la Asociación Ecuatoriana de Editores de
Periódicos, de la Sociedad Interamericana de Prensa y del Grupo de Diarios de América. A inicios
del 2015 se confirmó oficialmente la venta del 94.4% de acciones de diario El Comercio y su
versión digital. La empresa propietaria de casi la totalidad del medio de comunicación es
Telglovisión S.A.96
De ahí, la misión y visión se estableció así:97
Visión. Llegar a ser el mejor medio de comunicación del país, para lo cual la
institución se basa en los siguientes objetivos estratégicos:
Diversificación: Lograr que una cuarta parte de los ingresos de la empresa
provengan de los negocios digitales, de impresión comercial, optativos y nuevos
proyectos.
Portafolio: Reinventar los productos actuales y crear nuevos para aumentar de
forma sostenible la audiencia de periódicos y revistas.
Productividad: Elevar continuamente la productividad en todas las áreas y aplicar
procesos periodísticos de vanguardia para modernizar las redacciones.
Valor patrimonial: Cuidar las marcas, asegurar los resultados financieros y cumplir
las normas de buen gobierno corporativo.
Misión. Contribuir directamente al desarrollo de un Ecuador libre, democrático y
solidario, mediante contenidos de valor para las distintas audiencias y soluciones
de comunicación para los anunciantes.
96
Información que se detalla de mejor manera por diario El Telégrafo, “El Comercio habría sido adquirido
por el magnate mexicano Remigio Ángel González,”
http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/politica/2/magnate-mexicano-habria-comprado-el-68-de-las-
acciones-de-el-comercio (consultada el 1 de febrero 2017). 97
Aspectos presentes en la rendición de cuentas de 2014. No existe en su portal web la rendición de cuentas
del año 2015 y 2016. Por eso, se utiliza la última rendición. Circunstancia que se fija en los artículos 90 y 95
de la Ley Orgánica de Participación Ciudadana y Control Social.
45
El Telégrafo
Este medio es de circulación nacional y se edita todos los días. Su fundación fue el 16 de
febrero en Guayaquil de 1884 por Juan Murillo Miró. La razón para llevar el nombre de El
Telégrafo es en homenaje al servicio telegráfico que se instaló en Ecuador en 1884. De otro lado,
fue el primer periódico ecuatoriano en utilizar este invento. Además, en 1940 Santiago Castillo y
Castillo asumen la dirección de El Telégrafo. Ya en la nueva administración, este medio se
convierte en el primer periódico en adquirir los servicios de agencias de noticias extranjeras y es el
primero en publicar fotografías aéreas del país. Finalmente, de acuerdo a la rendición de cuentas
del año 2015 por Decreto Ejecutivo No. 545, el 14 de enero de 2015 Editores Nacionales Gráficos
Editogran S.A. pasó a ser la Empresa Pública El Telégrafo. En tal razón, la misión y visión es:
Misión. Somos una empresa pública de comunicación, artes gráficas y unidades de
negocio relacionadas, que busca la excelencia en sus productos y servicios, e
impulsa la cultura, la libertad de expresión y la participación ciudadana.
Visión. Ser la empresa líder en el país en el desarrollo e innovación de servicios de
comunicación y artes gráficas, autosustentable y con el mayor nivel de credibilidad
en la opinión pública.
Además de lo anterior, de acuerdo a su organigrama, el Gerente Editorial es Xavier Lasso.
Subdirector es Xavier Letamendi y uno de los Editores Jefe es Henry Andrade.98
Sobre las
secciones que destaca este medio, tenemos: Política. Economía. Ecuador. Sociedad. Justicia.
Fanático. Cultura. Mundo. Opinión. Y en lo relacionado a sus productos se tiene: Cartón Piedra.
Séptimo Día. Epaper. Multimedias y Galerías.
Mauricio Rodas
Mauricio Rodas Espinel nació el 15 de abril de 1975 en la ciudad de Quito. Estudió en el
Colegio Intisana y en la Unidad Educativa Tomás Moro de Quito. A nivel superior es doctor en
Jurisprudencia por la Universidad Católica del Ecuador en Quito. Y tiene dos maestrías en la
Universidad de Pensilvania. La primera en Administración de Gobierno y, la otra, en Ciencia
Políticas. A nivel internacional, fue fundador de la fundación o agencia de investigación Ethos. De
otro lado, ha colaborado como analista para algunos medios de comunicación internacionales
como: CNN en Español. Televisa. TV Azteca. Diario Reforma. Y las revistas Foreign Policy.
Poder. Letras Libres y BBC Mundo.
98
Se puede leer de forma más amplia el organigrama en Diario El Telégrafo, “Rendición de cuentas,”
http://www.eltelegrafo.com.ec/organigrama-de-redaccion (consultada 1 de febrero de 2017).
46
En el año 2012 regresó a Ecuador y se convierte en el fundador y presidente del Movimiento
Sociedad Unidad Más Acción (SUMA). Su primera participación en elecciones fue en el 2013
como candidato a la presidencia. Como consecuencia, obtuvo el 3,90% de los votos. Con ese
porcentaje quedó en cuarto puesto. Para febrero de 2014, se presentó como candidato a la alcaldía,
donde venció a Augusto Barrera.99
ANTECEDENTES Y CONTEXTO NACIONAL MEDIÁTICO
A manera de una breve introducción, en el 2013 se realizan las elecciones para Presidente y la
Asamblea Nacional. Resultando como ganadores los integrantes del movimiento Alianza País
(AP). En el caso de presidente y vicepresidente llegaron al 57,79 % y en asambleístas nacionales
52,17 %.100
Posterior a este escenario, en febrero de 2014, el movimiento oficialista (AP) decide
postular a Augusto Barrea, candidato-alcalde,101
quien había ganado las elecciones locales de 2009.
En el mismo campo, pero desde la oposición,102
Mauricio Rodas (SUMA) se presenta como el rival
de Barrera. En definitiva, el 23 de febrero de 2014 SUMA triunfa como partido político en Quito y
otras ciudades. Como consecuencia, la producción discursiva del sector mediático sobre este
suceso, amplificó y trastocó los sentidos sociales.
En dicha amplificación, sin duda se destacan los medios seleccionados como elementos claves
para esta investigación. Pero antes de ello, vale la pena recordar la confrontación en el campo
audiovisual, como parte de los antecedentes. Para este propósito, hacemos uso del análisis de José
Villamarín,103
académico que a su vez retoma la tesis de maestría de Paulina Moya Álvarez,
titulada “El fenómeno televisivo en el Ecuador: caso Ecuavisa-TV Televisión”.
La controversia mediática empezaría a partir del 15 de junio de 2000, entre los accionistas de
los canales mencionados. La causa según Moya (2000) fue porque a los propietarios y hermanos de
TC Televisión, Roberto y William Isaías, se los involucró con la quiebra del Banco Filanbanco.
Mientras que a Xavier Alvarado Roca, dueño de Ecuavisa, se lo acusó de vulnerar convenios con
una telefónica estatal, en vista de que se le culpaba de enriquecimiento ilícito con los directivos de
Univisa. Esta entidad formaba parte del consorcio integrado por diario El Universo y Editores
Nacionales ENSA, editora de la revista Vistazo.
99
Cristina Albán Quirola, “Política y comunicación: la producción de la agenda como decisión de los
medios. Estudio comparativo del tratamiento informativo del diario El Comercio, durante los primeros cien
días de las administraciones municipales de Augusto Barrera (2009) y Mauricio Rodas (2014) (tesis de
licenciatura, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, 2014), 36-38. 100
Consejo Nacional Electoral 2013. 101
Entendido como alcalde en funciones y que iba por la reelección. 102
Por la participación a la presidencia en las elecciones de 2013 y por mostrarse discusivamente como un
actor político de centro. 103
Profesor universitario del cual hablaremos más adelante sobre la confrontación entre los diarios El
Comercio y El Telégrafo.
47
A lo anterior, se suma un nuevo enfrentamiento entre medios televisivos de 2004 a 2006. En
ese entonces, los canales utilizaron sus programaciones para engrandecer dicho enfrentamiento. Lo
medios involucrados fueron Gamavisión (ahora GamaTV) y TC Televisión104
en contra de
Teleamazonas.105
Aquel conflicto inter-mediático lo retoma y analiza Hernán Reyes (2010), a
partir de lo que dijo Cesar Ricaurte:
Dos medios pueden distanciarse porque posiblemente son competidores directos,
con en el objeto de tener más público o publicidad […] Estamos ante un
enfrentamiento entre dos grupos económicos poderosos. La diferencia se marca
en que esta lucha involucra a medios de comunicación, con el inconveniente de
que se ha reducido a campos de batalla y arsenales que se apuntan en contra de
los rivales.106
El Comercio vs El Telégrafo
Posterior a dichas confrontaciones, en junio de 2011 también se dio una nueva guerra de
medios (escritos), pero ahora, entre el sector privado y público. De acuerdo a Villamarín, el choque
textual empezó con una denuncia de El Universo (diario privado) en contra de El Telégrafo (diario
público). El motivo sería porque El Universo habría perdido 3 millones de dólares, a raíz de la
entrega gratuita de 13 millones de ejemplares entre 2007 y 2009 por parte de El Telégrafo.
¿Pero en el caso de diario el Comercio y El Telégrafo, esta lucha discursiva continua por las
mismas razones o hay otras que van más allá de las ventas? Hay algunos elementos que nos pueden
ayudar, de cierta manera, a contestar esta interrogante. De un lado, tenemos la presencia de Rafael
Correa, como actor político modificó la lógica y dinámica de la prensa escrita y los medios en
general.107
Lo que significa que no solo es la parte comercial lo que interesa a la prensa, sino que
sus contenidos se producen o reproducen en función a los actores políticos, como se mostrará más
adelante. En breve, después de haber ganado las elecciones Rafael Correa, su discurso y accionar
político ingresa en el espacio del enfrentamiento con los medios privados. “La interlocución
tradicional con los medios fue por formas de comunicación directa a través de encuentros
semanales, cubiertos por medios del Estado y medios incautados” (Fajardo, 2013:8).
Así pues, ese punto de partida antagónico sería en marzo de 2007, cuando Diario La Hora
publica un editorial titulado “Vandalismo oficial”. En este artículo de opinión se hace referencia a
la disputa entre el ejecutivo y el congreso -ahora asamblea- por la destitución de 57 diputados de la
oposición como sanción emitida por el Tribunal Supremo Electoral, hoy CNE (Reyes, 2010). En
consecuencia, el presidente Correa acusa a este medio de mentiroso por tergiversar los hechos. Más
104
Medios en ese entonces de los Hermanos Isaías, ex dueños del Banco Filanbanco. 105
Canal de Fidel Egas, representante legal del Banco Pichincha. 106
Reyes, Hernán. Pos-Neoliberalismo y luchas por la hegemonía en Ecuador: Los entrecruces entre la
política y la comunicación. Buenos Aires: CLACSO, 2010, p. 162 107
En este caso nos interesa de los medios escritos.
48
tarde, en un enlace ciudadano, Rafael Correa expulsó a Emilio Palacio, periodista de Diario El
Universo por haberle dicho: “en dónde estaba durante la lucha de los periodistas contra la
partidocracia” (Reyes, 2010:166).
Lo anterior, permite indicar que los roces entre el gobierno y los medios de comunicación
continúan en el campo de la confrontación. O sea, Rafael Correa y su movimiento Alianza País
terminaron dividiendo los sentidos ideológicos de los medios públicos, privados, actores políticos,
académicos y la ciudadanía en general. Lo que ha llevado a que cada agente social, incline su
ideología,108
a favor o en contra de la producción de sentido que presenta Correa.
Un segundo elemento que nos permite dar una respuesta, tiene que ver con los tres proyectos
de comunicación que se presentaron después de aprobarse la Constitución del 2008. En esta, se
exige a la Asamblea Nacional la aprobación de una Ley de Comunicación. Rápidamente, ninguno
de los tres proyectos de acurdo a Reyes (2010) fue aprobado porque las críticas de los distintos
actores y sectores alrededor del proyecto de Ley, no llegaron a una dinámica de consenso.
De tal modo, la polarización sobre la Ley de Comunicación se amplió entre medios privados y
públicos. Los primeros, consideraban que esta estructura jurídica iba a ser una mordaza o iba a
restringir la libertad de expresión. Mientras que los medios públicos, consideraban que esta Ley era
necesaria para diversificar y democratizar la comunicación. Todo esto, llevaría a que el sector
mediático esté a favor o en contra de dicha Ley que incluso estaba impulsada por el presidente
Correa. Es decir, sería el ejecutivo el que determine la agenda de estos bloques comunicativos.
Como consecuencia, los medios públicos legitimaron el accionar del ejecutivo y los medios
privados lo deslegitimaron.109
Y un tercer elemento de contestación, al parecer, sigue relacionado con el tema comercial.
Para esto, se procede a dibujar de mejor manera, el panorama antagónico por el cual los ciudadanos
como relato periodístico, son desplazados o vistos como consumidores. “Las noticias sólo van a
leer lo que hace el poder […] Y porque en las noticias los ciudadanos rara vez salen como
protagonistas y en su lugar se convierte al poder, en espectáculo” (Miralles, 2001:24).
En las siguientes líneas, el lector encontrará aquel desplazamiento ciudadano y la batalla en el
campo intertextual por parte de los diarios El Comercio (Quito) y El Telégrafo (Guayaquil).
“Cada vez y cuando, los medios abandonan su papel de mediadores para erigirse en
108
En esta parte, se entiende por ideología la matriz que regula la relación entre lo visible y lo no visible o
entre lo representable o irrepresentable del filósofo, sociólogo, psicoanalista y crítico cultural esloveno
Slavoj Zizek. 109
Aspecto que no ocurrió con los actores políticos de oposición, quienes criticaban la propuesta del
ejecutivo. Es decir, la legitimación del accionar político de actores de oposición sincronizó con las
demandas o pedidos de los medios privados.
49
protagonistas. Ellos ya no buscan la noticia, son la noticia. De investigadores pasaron a
investigados. […]”110
Así, empieza el artículo de José Villamarín,111
publicado originalmente en el
periódico electrónico Mediaciones de Ciespal112
con el objetivo de contextualizar y criticar el
espacio de polarización entre los diarios El Comercio y el Telégrafo. La razón fue por la
publicación que presentó El Telégrafo el 20 de julio de 2012:
Así informa El Comercio a sus lectores: con sesgo y poca responsabilidad:
El catedrático José Villamarín Carrasco realiza un análisis sobre una nota de
diario El Comercio. La crítica del docente de la Facultad de Comunicación
Social de la Universidad Central, con el encabezado “Títulos mentirosos: pan
para hoy, hambre para mañana”, se publicó en el blog Mediaciones, de Ciespal.
Villamarín publicó en el periódico electrónico de Ciespal un artículo criticando
la forma.113
Aspecto que serviría como detonante para que el profesor universitario nuevamente publique
en el periódico electrónico de Ciespal: ¿Una nueva versión de la “guerra de medios”? Dicho
artículo, también lo reproduce en su totalidad El Telégrafo, pero con una diferencia, no hay un
titular interpretativo y tampoco la parte introductoria como en el artículo anterior. Y esto, se
supone es por como cierra Villamarín su trabajo:
Como secuela de la última “guerra de medios”, El Telégrafo ha sacado otras
notas en contra de El Comercio, como aquella en portada (17/07/12) titulada “El
Comercio sí se regala en las estaciones de la Metrovía”, en clara alusión al tema
que desató el anterior enfrentamiento entre El Universo y El Telégrafo. Y está
también el manejo político que hizo el mismo diario El Telégrafo, este viernes
20 de julio, cuando reproduce en una página interior, en un sitio destacado (con
letras más grandes de las usuales), un artículo suscrito por el autor de esta nota,
publicado en el periódico electrónico Mediaciones, de Ciespal, y que es
utilizado por el diario guayaquileño con el fin de desprestigiar al diario El
Comercio. El mismo título de la nota donde se reproduce el artículo citado
denuncia esa intencionalidad: El Comercio a sus lectores: con sesgo y poca
responsabilidad. Aprovecho la ocasión para rechazar el uso que hace El
Telégrafo de este artículo de mi autoría, pues mis pretensiones son estrictamente
pedagógicas y no políticas, como son las que animan el rotativo guayaquileño.
Yo no tengo por qué verme involucrado en una “guerra” que, como aquí lo he
mencionado, no es ni ética ni profesional, por lo que desautorizo la publicación
que en este sentido puedan hacer medios públicos o privados, de mis artículos
de análisis de medios que se vienen publicando en Mediaciones, el periódico
electrónico de Ciespal.114
110
José Villamarín, “¿Una nueva versión de la “guerra de medios”?,” El Telégrafo,
http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/medios/1/una-nueva-version-de-la-guerra-de-medios (consultada el
10 de febrero de 2017). 111
Periodista y docente universitario de la Facultad de Comunicación Social (Universidad Central del
Ecuador). 112
Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina. Artículo que retoma
diario el Telégrafo, para posteriormente publicarlo el 29 de julio de 2012. 113
Titular y sumario de El Telégrafo, “Así informa El Comercio a sus lectores: con sesgo y poca
responsabilidad,”
http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/informacion-general/1/asi-informa-el-comercio-a-sus-lectores-con-
sesgo-y-poca-responsabilidad-2 (consultada 15 de febrero de 2017). 114
Artículo electrónico en José Villamarín, “¿Una nueva versión de la “guerra de medios”?,” El Telégrafo,
http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/medios/1/una-nueva-version-de-la-guerra-de-medios
50
Lo antes señalado, evidencia por segunda vez la confrontación que se presenta entre un medio
público y privado. Los otros choques -como ya se mencionó- fueron entre medios privados. A
continuación, detallamos lo que ocurrió entre los diarios El Telégrafo y El Comercio. Según
Villamarín, esta nueva versión llamada guerra de medios, se suscitó entre el 8 y el 12 de julio de
2012.
Diario El Comercio, sería el medio que empezó con una serie de tres entregas, en las que
mencionaba la supuesta disminución de lectoría y publicidad de El Telégrafo. Por su parte, el
rotativo guayaquileño respondió con una entrevista a José Orús,115
asesor general de la empresa
Editores Nacionales Gráficos (Editogran), a la cual pertenecía El Telégrafo. Aquella entrevista,
según el docente universitario no tuvo otro objetivo que responder a los señalamientos críticos de
El Comercio y de acuerdo a la conveniencia del diario guayaquileño. En seguida, se comparte de
forma textual extractos de dicha confrontación:
El Comercio:
Titular: El Telégrafo busca apuntalar su circulación en el aparato estatal
El diario El Telégrafo, aplica una nueva receta de mercadeo: sus vendedores lo
promocionan como el periódico que tiene la “prensa más moderna de
Latinoamérica y del Ecuador, que permite la impresión diaria de 80 000
ejemplares” […] Según Infomedia, la inversión de publicidad en El Telégrafo se
redujo en los primeros cinco meses de este año, en relación al mismo período
del 2011. Así, entre enero y mayo del año pasado, El Telégrafo recibió por
publicidad (sin sumar sus autoanuncios) USD 1,8 millones, mientras que, en ese
mismo lapso de este año, la cifra llegó a USD 1,2 millones (también sin contar
los autoanuncios). Es decir, recibió un 31% menos (ver tabulados); su principal
cliente es el Gobierno. Esto se explica por la disposición gubernamental de que
todas las entidades del Estado pauten en este diario guayaquileño, a pesar de que
las cifras de venta y lectoría no son óptimas, comercialmente hablando, según
reportes internos de ese periódico.116
El Telégrafo:
Titular: El Comercio ataca porque bajan sus ventas y pierde credibilidad
Pregunta Diario El Telégrafo
¿Qué opinión le merecen los ataques de Diario El Comercio en contra de Diario
El Telégrafo?
José Orús:
Cuando se vierte información falsa o distorsionada usted tiene dos escenarios:
A, ignorancia; o B, mala fe, porque desde los tiempos del general Eloy Alfaro
están acostumbrados a decidir sobre los asuntos del estado, desprestigiando a
presidentes e incluso incitando a la violencia para tumbarlos.
El Telégrafo:
¿Pero por qué hacen esto, por ignorancia o simplemente por mala fe?
José Orús:
Dicen que estamos en condiciones de imprimir 80 mil ejemplares diarios –ver
página 2 de El Comercio del domingo 8 de julio de 2012- Es tan torpe y de poca
profundidad esa Unidad de Investigación que no dice que la máquina puede
(consultada el 10 de febrero de 2017). 115
Dejó de trabajar para Editores Nacionales Gráficos en 2013. 116
Noticia publicada en diario el Comercio, “El Telégrafo busca apuntalar su circulación en el aparato
estatal,” http://www.elcomercio.com/actualidad/politica/telegrafo-busca-apuntalar-circulacion-aparato.html
(consultada el 10 de febrero de 2017).
51
imprimir 75 mil ejemplares, pero por hora, no por día. El resto del día, 23 horas,
la maquinaria está dedicada a imprimir libros, revistas, guías telefónicas y
mantenimiento. No esta ociosa como pretende hacer creer El Comercio.117
Sobre esta pugna a nivel intertextual, Villamarín señala que “los dos medios dijeron verdades
a medias, datos falsos, uno que otro insulto y otras estrategias más, que pueden ser propias de la
guerra, pero no del periodismo”. Cabe agregar, son estos antecedentes entre el poder
intermediático los que nos permiten llegar a la siguiente interrogante ¿esta producción de sentido
periodístico de qué manera influye en la recepción social?
APLICACIÓN O ANÁLISIS DISCURSIVO EN LOS DIARIOS
SELECCIONADOS
Conociendo la parte de los antecedentes y los contextos inherentes a los objetos de estudio en
el marco de esta investigación, se pensó la selección en dos diarios de carácter nacional por efectos
de contraste y recepción. De tal manera, se consideró que los medios escritos deben ser públicos y
privados. Así, el análisis sobre las producciones discursivas que la prensa estudiada brinde,
amplifica la reflexión y el debate sobre la forma como se representan y reproducen los sentidos
sociales. De otro lado, las noticias y artículos de opinión tienen que ver con aspectos posteriores al
23 de febrero, fecha en la que Mauricio Rodas gana la alcaldía de Quito. Con lo anterior, queremos
decir que de todos los textos seleccionados para la estructura del corpus, se escogieron los que
mejor permitían la aplicación de los soportes teóricos antes mencionados.118
El corpus
Para la presente investigación, se determinó la recolección de 26 noticias, 6 editoriales y 10
artículos de opinión119
relacionados exclusivamente con la presencia de Mauricio Rodas, como eje
central del relato periodístico o como personaje secundario. Además, la selección estuvo atravesada
por la relación o participación que tuvo con el alcalde saliente120
y el Gobierno Central.121
El
período comprende de 23 de febrero a 23 de marzo de 2014. De esta manera, nuestro corpus quedó
constituido así:
117
Redacción actualidad, “El Comercio ataca porque bajan sus ventas y pierde credibilidad,” El Telégrafo,
12 de julio de 2012, sección Actualidad. p. 8-9. 118
Nos referimos en esta parte a la segmentación que plantea Barthes, donde la selección es una de
cuadriculación del texto que proporciona los fragmentos del enunciado que se va a trabajar. Para nuestro
caso, serán las noticias, editoriales y artículos de opinión. 119
Fueron todos los textos que se pudo recolectar durante la investigación establecida. Pero eso no quiere
decir, que se descarte las noticias y artículos de opinión anterior o posterior a la fecha de estudio
determinada. 120
Nos referimos al alcalde saliente, Augusto Barrera quien estuvo presente en la transición con el nuevo
alcalde. Siendo este un hecho novedoso para la prensa escrita. 121
Representado por la figura de Rafael Correa.
52
Tabla N° 1. Estructura del Corpus
Diario Noticias Editoriales Opinión
El Comercio 13 3 6
El Telégrafo 13 3 4
Noticias relacionadas con actores políticos
Gráfico 1. Porcentaje de noticias sobre actores
En el presente gráfico, se indica de forma cuantitativa el porcentaje de las 13 noticias que
diario El Comercio publicó sobre actores políticos entre el 23 de febrero y el 23 de marzo. A pesar
que nuestra intencionalidad fue evidenciar el tratamiento de este medio sobre la figura de Mauricio
Rodas, el resultado como lo indica el gráfico 1, tiene que ver con otros actores como Augusto
Barrera y Rafael Correa. Razón por la cual, se optó por analizar dos noticias. La primera fue bajo
los objetivos de esta investigación. Mientras que la segunda fue al azar.
Análisis crítico
65%
23%
12%
El Comercio
Mauricio Rodas Augusto Barrera Rafael Correa
53
Género: Noticia.
Foto 1. Diario El Comercio. 23 de febrero de 2014
Para la elaboración de este parágrafo, se parte de los titulares. Entendiendo los titulares como
la parte más importante del relato periodístico. De acuerdo a van Dijk (1997), los titulares son los
54
que definen el tópico más alto de la noticia y son los que expresan de forma subjetiva una
determinada situación. Siguiendo esta línea, los titulares son los que tejen la coherencia del texto en
base a palabras y oraciones. En otras palabras, “los titulares son una categoría obligatoria del
esquema de noticias, que se vinculan con la construcción social de la realidad a través de la
comunicación de masas” (Vasilachis, 1997:34).
De otro lado, los titulares o títulos: “Correa dedicó su sabatina a la capital” o “Rodas
presenta denuncia por campaña sucia”, desde la propuesta de Barthes (1993), son operadores de
marca con doble funcionalidad. El título adopta la función de enunciar y posterior a ello, anuncia lo
que seguirá a continuación. Lo que significa, que el titular adquiera la “función de marcar el inicio
del texto y trasformar el texto en mercancía” (Barthes, 1993:328).
En el caso del titular “Correa dedicó su sabatina a la capital” expuesto en la (foto 1), es solo
a partir de la mitad del contenido noticioso que se relaciona con lo que el titular enuncia. Mientras
que la primera mitad, corresponde al exhorto por parte de Domingo Paredes, presidente del
Consejo Nacional Electoral (CNE) hacia el presidente Correa. Con este primer elemento de
anunciación, diario El Comercio de forma subjetiva e implícita, presenta un presidente que no
respeta el Código de la Democracia, con el fin de utilizar el enlace ciudadano para hacer campaña
sobre Augusto Barrea, alcalde-candidato de Alianza País.122
Como consecuencia, en el segundo
elemento de anunciación que está presente en el contenido de la noticia, se construye un intertexto
para recién conectarlo con el titular principal. Y así ratificar la coherencia textual entre el título y el
contenido.
Mientras que en la notica inferior, el titular “Rodas presenta denuncia por campaña sucia”,
empieza haciendo referencia a lo que Barthes denomina como código onomástico,123
o el apellido
entendido como algo diferenciador o propio de un personaje público para la prensa. De tal modo,
El Comercio no interpreta el accionar de Rodas, sino lo describe. Lo anterior, supone que en el
titular y noticia sobre Correa, podía describírselo así: “Correa realizó o presentó sabatina”. En
suma, la ausencia descriptiva en la noticia superior se evidencia cuando en el tercer párrafo se dice
de forma textual: “El exhorto del presidente del Consejo Nacional (CNE), Domingo Paredes, para
que no se realizará la sabatina quedó en palabra vacía”. ¿Por qué no trasladar aquella
interpretación al ámbito de la opinión o el editorial?
Finalmente, en cuanto a la noticia inferior, la descripción de los sucesos está presente en todo
el relato periodístico. Además, en el contenido y en titular se hace referencia a una campaña sucia
122
Diario El Comercio nunca en la noticia menciona a Augusto Barrera, pero de forma implícita está
presente cuando destaca lo que dice Correa “Lo que se ha hecho, se está haciendo y se hará en la capital
según el Primer Mandatario”. Décimo párrafo. 123
Barthes utiliza este código para referirse a los nombres propios. En la narrativa periodística, el nombre es
desplazado por el apellido. Siendo este el de mayor peso semántico.
55
por parte del oficialismo. Ante esto, para indicar el olvido en el relato periodístico, agregamos de
forma simultánea a lo anterior, lo que Barrera expresó días antes de las elecciones, referente a su
administración:
Lo que hemos hecho el día de ayer, ha sido responder a una campaña infame en
el que la gente cree que se le va a triplicar los impuestos. He tenido que ir al
mercando de Santa Clara en donde han ido a decir que vamos a derrocar y ese
marcado ya no va. A San Francisco, personas que dicen que reciben llamadas del
Municipio, que se acerquen, que tienen multas del 200 por ciento. Es una
campaña infame.124
Cuando esto mencionó Barrera, El Comercio no lo consideró días antes de las elecciones y
tampoco el 23 de febrero de 2014 como un elemento de contraste en la estructura informativa.
Pero sí, hace referencia sobre la denuncia de Mauricio Rodas, como lo refleja la (foto 1).125
A
propósito del debate radial, para mejorar el campo del contexto, en breve se comparte con el lector
el análisis de Gorka Castillo, quien escribió Los debates Barrera-Rodas en la prensa ecuatoriana
en la plataforma digital de Ciespal:126
El diario que ha mantenido una visión más neutra del debate fue El Comercio.
En su editorial del 15 de febrero apela a la cordura de los candidatos y al temple
de sus seguidores en estos términos: Diario EL COMERCIO hace un llamado
para que el nivel de la campaña se eleve, se supriman ataques personales y los
mensajes sucios no se tomen el escenario. El pueblo merece argumentos, planes
y tiempo para sopesar propuestas, más allá de la demagogia y las promesas
vanas. Que se conozca la expresión de la voluntad popular de modo amplio, en
absoluta libertad y sin dudas sobre los resultados y conteos. El Telégrafo, por
otra parte, destaca en su editorial del 15 de febrero la importancia de los debates
para conocer mejor al candidato y lanza un dardo envenenado a quienes actúan
en función de intereses privados. Sobre todo porque una ciudad o una localidad
requieren propuestas claras y no intermediarios (la prensa privada y comercial,
por ejemplo) que distorsionan los hechos a favor de una corriente, partido o
persona en función de sus intereses particulares (É) Y por último: el debate de
ayer puso en claro la potencia de la experiencia, la responsabilidad y la altura
política.127
124
Radio Visión, “Debate Mauricio Rodas-Augusto Barrera,”
http://mx.ivoox.com/es/debate-mauricio-rodas-augusto-barrera-audios-mp3_rf_2833506_1.html (consultada
el 12 de febrero de 2017). 125
El 14 de febrero de 2014, día del debate radial, Rodas denunció lo contrario. 126
Concluye la autora diciendo que: “la prensa es un medio que produce mucho juego en los procesos
electorales. Ninguno ofreció una versión neutral y descriptiva. Por lo tanto, en mayor o menor medida, todos
los medios intentaron crear opinión pública a favor o en contra de los dos principales candidatos a la
alcaldía. La gran diferencia está en que mientras todos los diarios comerciales se alineaban sobre todo con
Rodas, solo el diario público El Telégrafo mostraba cierta simpatía por Barrera”. 127
Gorka, Castillo, “Los debates Barrera-Rodas en la prensa ecuatoriana,”
http://historico.ciespal.org/repositorioOlacom/index.php/97-de-la-prensa/de-la-prensa-nacional/2709-los-
debates-barrera-rodas-en-la-prensa-ecuatoriana (consultada 12 de febrero de 2017).
56
Género: Noticia
Foto 2. Diario El Comercio. 24 de febrero de 2014.
En la siguiente imagen, los temas que se organizan, obedecen a una superestructura, en el
sentido de que son esquemas abstractos o categorías en función del texto. Para ello, existe una
jerarquización que en primer plano parte de una noticia destacada o novedosa, luego se articula el
titular, contexto y la historia (van Dijk, 1997). En el titular de lado izquierdo, no es una
interpretación de lo que dijo Rodas después de haber ganado las elecciones, sino la estrategia
57
periodística es ubicar de forma textual y verbal lo que expresó el nuevo alcalde. Por consiguiente,
lo que refleja este titular es la carga semántica que posee dicho ítem lexical. Donde el titular o ítem
adquiere la noción dependiente de contexto, en otras palabras, se estructura a partir del contenido
noticioso (Vasilachis, 1997).
Lo antes expuesto, no significa que un titular para que sea dependiente de contexto debe
plasmar de forma verbal y textual lo que dijo el actor central del suceso. Si ese fuera el caso, según
Vasilachis se estaría hablando de la noción independiente del contexto, lo que significa que “no
hay alusiones directas o indirectas al contenido de los ítems lexicales que esa noción abarca”
(Vasilachis, 1997:34). Aspecto que está presente en la (foto 1) sobre Correa, donde el titular con la
estructura noticiosa se aleja en un primer momento. Posteriormente, es en la segunda mitad que se
establece la conexión dependiente entre el ítem lexical llamado titular, y el ítem llamado cuerpo
noticioso.
Por otro lado, cuál es la intencionalidad de ubicar al lector en el sistema cognitivo de
referencia que presenta este titular: “Rodas: es el triunfo de la dignidad de los quiteños” y no de
esta manera: “Rodas dijo que el triunfo es de la dignidad de los quiteños”. ¿Acaso la selección de
aquel ítem no es lo que el medio también quiere decir? ¿Y si utilizaba el segundo titular que
proponemos, podía ser más evidente su intencionalidad cognitiva? Frente a esto, Vasilachis (1997)
considera que el estilo produce y reproduce las expectativas del sector social y político al que
pertenecen sus lectores. Lo que lleva a preguntarnos: ¿Diario El Comercio a través de este titular
está reproduciendo su afinidad por Rodas, en vista de las confrontaciones que ha tenido con el
gobierno de Alianza País?
Más adelante, en el contenido de la noticia, se empieza utilizando el calificativo “fogoso” al
discurso de Rodas. Aspecto que desde Barthes (1993) resultaría ambiguo por las connotaciones que
puede tener esta palabra. De un lado, puede inclinarse por haber sido un discurso demasiado vivo y
de otro, por haber sido ardiente.128
Esto, como resultado de los significados que puede tener el
calificativo fogoso. Pero más allá de la ambigüedad ¿por qué tuvo que ser el operador semántico de
esta noticia el que valore la totalidad el discurso a través de una palabra?
Posteriormente, el sentido que se refleja sobre la figura de Mauricio Rodas tiene que ver con
un alcalde que le interesa el diálogo con el Gobierno Central. Además, se lo presenta como el
nuevo alcalde que felicita al candidato que perdió, de mantener cercanía con los ciudadanos, con su
esposa y de pensar en el futuro de la ciudad. ¿Cómo esta producción de sentido periodístico
condiciona la dimensión social? La respuesta quizás la tenemos con Eliseo Verón (1993), cuando
propone que toda producción de sentido es social y que el discurso tiene que ver con la
128
Según la definición de la Real Academia de la Lengua.
58
configuración espacio-temporal de sentido. Lo que significa que si se quiere conocer la forma de
cómo se construye un discurso -en este caso periodístico- la clave está en describir las huellas de
como el autor reproduce su discurso. “Cuando analizan un texto, están necesariamente poniéndola
con relación con algo que no está en el texto, aunque este “algo” no se formule” (Verón,
1993:128).
En síntesis, este algo que no dice en el texto o la noticia, nos lleva pensar que existe una
afinidad entre el operador semántico y Mauricio Rodas por lo que no se dice u oculta. Mientras que
las huellas o relación entre la autora de la noticia “Barrera hará seguimiento de los proyectos que
inició” se aleja de la relación o implicación presente en la noticia del lado izquierdo. En la segunda
noticia, se presenta al sujeto central distante de la ciudadanía, pero muy cercano al poder público.
Por eso, la justificación del relato periodístico, hace referencia a la imposibilidad de acercarse a
Augusto Barrera. En consecuencia, se presenta un candidato-alcalde que reconoce sus errores. Es
decir, la huella periodística en esta noticia es contraria a la primera por el sentido social que
muestra.129
Gráfico 2. Porcentaje de noticias sobre actores
En este gráfico, se refleja la cuantificación de 13 noticias por parte de diario El Telégrafo. A lo
anterior, se agrega que es mayoritaria la presencia de Mauricio Rodas.130
De otro lado, los actores
que son inherentes al relato de este medio, también son Augusto Barrera y Rafael Correa, como
129
No se amplía la reflexión porque el interés de la presente investigación es Mauricio Rodas y no Augusto
Barrera. 130
Es lo que se esperaba o buscaba en relación a lo objetivos diseñados para esta investigación.
59%
18%
23%
El Telégrafo
Mauricio Rodas Augusto Barrera Rafael Correa
59
representante del Gobierno Central. Hasta aquí, se distingue que la producción de sentido
periodístico, posterior al 23 de febrero de 2014, continúa marcada por los actores que se visualizan
en el gráfico 2. De tal modo, el análisis que prosigue cumple los parámetros de selección como en
el primer gráfico.131
Análisis crítico
Género: Noticia.
Foto 3. Diario El Telégrafo. 24 de febrero de 2014.
Sobre esta fotografía, el operador de marca o título, plantea la palabra derecha como código
onomástico. Además, estaría presente la noción de implicación, entendido como el texto implícito
en la información (van Dick, 1997). En otras palabras, las imágenes de los tres ganadores de las
elecciones de febrero, representan los actores políticos del texto o ítem derecha. De modo que esta
palabra es el Tema del Texto, entendido por Vasilachis (1997) como el rema con mayor carga
semántica. Consecuentemente, el rema o derecha adquiere una posición ambigua y arbitraria por su
concepción histórica.
De acuerdo a Víctor Pérez (1999),132
en las primeras sesiones de la Asamblea Constituyente
francesa de 1789, quienes compartían o respaldaban las políticas de la corona o poder absolutista se
131
Esto quiere decir que la primera noticia fue bajo los objetivos de esta investigación. Por su parte, la
segunda fue al azar, con el fin de contrarrestar a la primera, 132
Catedrático de Sociología por la Universidad Complutense de Madrid.
60
ubicaron a la derecha. De su lado, aquellos que optaban por buscar representantes para la corona, se
situaron a la izquierda (Pérez, 1999). Como efecto, si partimos de esta premisa, con la palabra
derecha se estaría orientando a pensar que los actores que ganaron las tres ciudades que menciona
el titular, son afines al ejecutivo. Aspecto que se contradice porque tanto el presidente Correa y
Augusto Barrea se han calificado de izquierda o progresistas. Se debe agregar que en el debate
radial entre Rodas y Barrera, el primero dijo representar el progresismo y la vanguardia.133
A lo
dicho anteriormente, las etiquetas ideológicas o políticas han perdido su funcionalidad. Sin que ello
signifique que “la ideología sea falsa, porque lo que realmente importa no es el contenido
afirmativo, sino el modo como este contenido se relaciona con la posición subjetiva supuesta por
su propio proceso de enunciación” (Zizek, 2003:15).
¿Cuáles son las intencionalidades ideológicas de publicar el texto derecha si como enunciado
no tiene coherencia local del texto?134
¿O el objetivo es que los lectores ubiquen a estos actores
como contrarios al régimen y con ello deslegitimar su accionar político? En definitiva, el titular no
se relaciona en su totalidad con el resumen del contenido, porque el titular anuncia a los ganadores
de tres ciudades, pero no se menciona a los ganadores de Quito y Cuenca, a pesar que con la
imagen son reemplazados.
133
Radio Visión, “Debate Mauricio Rodas-Augusto Barrera,”
http://mx.ivoox.com/es/debate-mauricio-rodas-augusto-barrera-audios-mp3_rf_2833506_1.html (consultada
el 12 de febrero de 2017). 134
Para van Dijk, la coherencia local del texto representa los hechos que estén relacionados por tiempo,
condición, causa y consecuencia.
62
Como se mencionó, el titular mediante una valoración subjetiva está en la capacidad de
producir, orientar y organizar explícita o implícitamente la interpretación de un texto que forma
parte de la noticia. Lo que significa que define y caracteriza a los sujetos, sus relaciones con los
objetos y hechos. Como consecuencia, estos elementos son los que construyen el contexto social en
que debe interpretarse la información (Vasilachis, 1997).
Todo esto nos lleva a pensar, qué contexto social construye el titular “¿Quito será el
trampolín de la derecha?” A diferencia de la (foto 3), en esta, de forma ambigua se vuelve a
utilizar la palabra derecha, pero, como pregunta, dejando en el campo de la recepción o en los
lectores, la respuesta. No es de interés en este momento volver a explicar su ambigüedad, pero sí,
cuestionar la reflexión desde la cognición social y el contexto sociocultural (van Dijk, 1997).
El titular en mención, ubica al lector en un código geográfico llamado Quito, simultáneamente
con Barthes (1993), se denominaría código cultural. Por otra parte, desde Vasilachis (1997) los
titulares se edifican a través de metáforas,135
en este caso, trampolín de la derecha cumpliría con
aquella implicación para el lector. Sin olvidar, que los textos o titulares no tienen significado, sino
son los usuarios del lenguaje los que a través de procesos mentales atribuyen significaos o
sentidos.136
Entonces si queremos descifrar la intención del titular, en el ámbito sociocultural, se debe
tener presente el modelo de acción. Según van Dijk (1997), el modelo es lo que entiende el usuario
del lenguaje, en este caso, el periodista no solo incluye información, sino aspectos que van más allá
del suceso. Lo que implica que el modelo del autor en la nota que produce como trampolín de la
derecha “no se exprese en el texto porque se supone que los lectores ya la conocen, o porque el
periodista lo considera irrelevante” (van Dijk, 1997:38). En suma, el modelo del lenguaje del
periodista, asume que el lector entiende la metáfora utilizada.
¿Pero qué pasa si el modelo de lenguaje que presenta el periodista en la noticia es
sesgado? En la noticia que está en análisis, se evidencia el sesgo por algunas razones. Primero,
nótese como en la parte del sumario o resumen de la noticia se expresa (foto 4): “Analistas e
intelectuales coinciden en que la alcaldía de Mauricio Rodas es para la derecha apenas un primer
paso dentro de un proyecto antipopular de mayor envergadura”. Pero en el desarrollo de la
noticia, el relato periodístico empieza de forma textual con lo que dijo el presidente Correa, actor
político en ningún momento indica que el alcalde electo sea el representante de la nueva derecha.
Es más, señala que el enemigo no es solo una persona, sino el capital nacional y transnacional.
Además, en el sumario se menciona que intelectuales o analistas consideran que Rodas es el
135
Metáfora en el sentido de que son las instituciones las que ocupan el lugar de los individuos. 136
Teniendo presente que los operadores semánticos son el punto de partida en la construcción de noticias.
63
trampolín de la derecha ¿Por qué no se empieza haciendo referencia de forma directa con lo que
dicen los intelectuales?
Por consiguiente, los intelectuales y analistas137
para diario el Telégrafo son Rafael Correa,
Fander Falconí (ex funcionario del gobierno), Galo Mora (secretario de Alianza País, en ese
entonces). Actores que además, son los personajes centrales del relato, sobre todo, el presidente
Correa. Solo al finalizar la noticia, hacen referencia a lo dicho por académicos en un manifiesto
denominado “Contra la política fácil: la batalla de Quito”. Lo que lleva a pensar; la noticia o el
modelo mental del periodista tienen una implicación sesgada porque “contiene características y
opiniones que favorecen una perspectiva ideológica específica sobre un suceso” (van Dijk;
1997:38).
Editoriales sobre actores políticos
Gráfico 3. Resultado de editoriales sobre actores
De acuerdo a este gráfico, el contenido sigue proyectando a los a tres actores políticos antes
mencionados. Que se haga referencia sobre el nuevo alcalde de Quito, evidentemente es lo que se
esperaba por intereses inherentes a esta disertación. Seguidamente, lo que sorprende es que en la
estructura de los editoriales y artículos de opinión, tanto en el presente gráfico como en los que se
mostrará, la dinámica de opinión no incluye a otros actores. Por lo tanto, para analizar uno de los
tres editoriales que publicó diario El Comercio, el mecanismo fue al azar.
137
En un primer momento de la noticia.
50%
30%
20 %
El Comercio
Mauricio Rodas Augusto Barrera Rafael Correa
64
Análisis crítico
Género: Opinión
Foto 5. Diario El Comercio. 6 de marzo 2014.
En el caso del título que presenta este editorial, se entrega por parte del medio, un código
geográfico, llamado Quito. Esto es llevarle al lector a un texto-cultural mediante un conector que
será el ítem transición. Por otro lado, no hay una valoración alejada de la descripción. El titulo o
65
modelo mental: transición en Quito, se supone, será el tema central o la coherencia global (van
Dijk 1997). Y desde la perspectiva de Barthes (1993), este titular cumpliría la función de un código
metalingüístico. En el sentido que “designa un lenguaje que hable en nombre de otro lenguaje”
(Barthes; 1993:298). Por lo que se infiere; no se puede entender el ítem transición, si no se
recuerda las elecciones seccionales del 23 de febrero. Es así que son dos lenguajes conjugados
desde la anunciación del enunciado.
De inmediato, la opinión del medio propone dos códigos históricos. Por una parte, el 14 de
mayo, fecha en la que Mauricio Rodas asumirá la alcaldía. El otro punto tiene que ver con los
sucesos anteriores al 23 de febrero. Sobre lo último, el editorial revive las discrepancias
discursivas entre los dos candidatos por las encuestas que beneficiaban a Rodas al final de la
campaña. Seguidamente a esto, el editorial o el medio propone como noción semántica de
implicación, un texto explícito que indica: En la Municipalidad de Quito no está en juego ni el
bastión de la oposición ni la pervivencia del proyecto político que lidera el presidente Rafael
Correa”.
Y al finalizar, señala que lo que sí está en juego es la seguridad, la movilidad y obras para
Quito. Lo que lleva a pensar que es un comentario cercano a los ciudadanos y no al poder local o
nacional. ¿No es este editorial, un claro ejemplo de la voluntad de verdad? Recordemos que este
procedimiento no se caracteriza por ubicarse en la separación entre lo verdadero y lo falso, sino en
adoptar una posición que la historia presenta como verdadera y real (Foucault, 1973).
Ante lo anterior, cuando el editorial aclara sobre el rol que debe representar la municipalidad
local, lo que está haciendo como institución mediática y simbólica es imponer y consolidar su
modelo cognitivo sobre cómo deben entender los lectores el rol del Municipio de Quito, y por
ende, el papel del presidente Correa. De modo que se utiliza la palabra transición para hacer
referencia al nuevo sentido político y administrativo entre Mauricio Rodas (contrario al proyecto
político de Alianza País) y el Gobierno Central. En otras palabras, la voluntad de verdad por parte
de El Comercio y el principio del comentario, no se definen en lo nuevo que supuestamente se
está diciendo, sino, que las nuevas verdades o comentarios, no son más que acontecimientos en
retrospectiva138
(Foucault, 1973).
138
Se invita al lector, volver a leer la (foto 1) en la que se hace referencia sobre el presidente Correa y su
accionar político en la sabatina o enlace ciudadano. La carga semántica está en el incumplimiento de Correa
sobre el exhorto del presidente Domingo Paredes (CNE). Lo que se dijo en la noticia, en relación al
presidente, ahora, se lo redefine en el editorial.
66
Gráfico 4. Resultado de editoriales sobre actores
Igual que El Comercio, este medio presenta tres editoriales en relación a Mauricio Rodas y los
personajes presentes en el gráfico 3. Los tres editoriales que publicó El Telégrafo entre 23 de
febrero a 23 de marzo sobre la figura de Mauricio Rodas, se caracterizaron por amplificar la
presencia del presidente Correa como indica el gráfico actual. Lo anterior no quiere decir que
Rodas estuvo ausente en los editoriales. Todo lo contario, su presencia contribuyó para que en cada
editorial, se haga referencia sobre la nueva relación de poder entre el Gobierno Central y Local.
Pero para interés de este análisis, no se escogió ningún editorial relacionado con lo expuesto porque
se alejaba de los objetivos presentes en esta investigación. En tal medida, se optó por seleccionar el
editorial que a continuación se presenta, para efectos de contraste con el editorial de El Comercio.
25%
25%
50%
El Telégrafo
Mauricio Rodas Augusto Barrera Rafael Correa
67
Interpretación y análisis
Género: Opinión
Foto 6. El Telégrafo. 7 marzo de 2014.
A diferencia del anterior editorial que hacía referencia a la posesión de nuevas autoridades
seccionales en Quito, la presente opinión, comparte la palabra transición, con la diferencia de que
como operador de marca no solo enuncia el proceso de cambio, sino que asegura rigurosidad en
dicha transformación: “La transición empieza con la transparencia” dejando abierto el modelo
editorial para que el lector se ubique en dos escenarios. El primero, pensar que el alcalde saliente es
transparente con la administración que deja al nuevo alcalde. Y el segundo, creer que Rodas exige
transparencia a Barrera.
Son estas dos proyecciones o una de ellas, las que suponen marcar el contenido del editorial.
No olvidemos que el título en el campo periodístico es el que define la coherencia textual y
aseguran el significado de las palabras y oraciones. Claro que en el caso de los editoriales, la
68
opinión se aleja de la descripción para consolidar la visión o producción ideológica del medio
frente a los sucesos, sujetos y objetos del relato. “De ahí que su visión de la realidad y los
discursos que produce, se confunden con los de la opinión pública o que el medio se considere
representante de un nosotros” (Mocada, 2013:53).
Ya en la parte del contenido, el comentario se centra en dos aspectos. De un lado, la posición
que adopta el medio sobre la transparencia que se ha mostrado por parte del alcalde saliente, y con
ello, el proceso de transición para el medio significa ratificar la democracia y mejorar la
participación ciudadana: “Evidentemente, el acto de ayer -y los que vendrán-, contrariamente lo
que dicen algunos desde ciertas fobias y prejuicios ideológicos, reafirma nuestra democracia y el
proceso de construcción ciudadana para mejorar la calidad de vida”. Lo que nos lleva a pensar,
que la voluntad de verdad del medio está del lado de la democracia y la ciudadanía. Muy similar, a
lo que planteaba El Comercio en la parte final de su editorial: “Sí están en juego el bienestar, la
convivencia, la seguridad, la movilidad y las obras que demanda Quito, cuyos habitantes
seguramente saludan este primer encuentro y la transición ordenada”.
¿Por qué si en los dos editoriales se hace referencia a los ciudadanos o habitantes, el
contenido cuestiona y reconoce dos modelos políticos?139
En el caso de El Telégrafo -de diario El
Comercio ya se respondió- el principio de comentario representa un espacio donde las cosas que
se dicen conservan una sospecha de secreto o riqueza140
(Foucault, 1973). No obstante, la
diferencia con El Telégrafo es que reconoce el proceso de transición como algo contrario a lo que
pensaban sectores políticos de oposición y del presiente Correa: “contrariamente lo que dicen
algunos desde ciertas fobias y prejuicios ideológicos”. Es decir, el principio de comentario de este
diario, agrupado en un determinado discurso como unidad, lo que refleja es respaldo al modelo
político saliente.
139
Se hace referencia a la forma de hacer campaña antes del 23 de febrero por parte de Augusto Barrea,
representante de Alianza País y Mauricio Rodas del movimiento SUMA. Antes de las elecciones, los dos
candidatos a nivel mediático, hicieron referencia a una campaña sucia. Además, Barrera acusó a Rodas de
tener en su equipo personas como Pedro Freire (candidato de SUMA para concejal), abogado que presentaba
juicios en contra del Municipio de Quito por la expropiación de tierras. De su parte, Rodas dijo que Barrera
carecía de liderazgo político por la presencia del presidente Correa en la campaña. Radio Visión, “Debate
Mauricio Rodas-Augusto Barrera,” http://mx.ivoox.com/es/debate-mauricio-rodas-augusto-barrera-audios-
mp3_rf_2833506_1.html (consultada el 12 de febrero de 2017). 140
La misma respuesta sería para El Comercio frente a la pregunta que se plantea.
69
Artículos de opinión sobre personajes
Gráfico 5. Desenlace de opiniones sobre actores
De las seis opiniones que presentó este medio, la producción textual estuvo alejada de la figura
de Mauricio Rodas. Por lo que conviene subrayar que después del 23 de febrero de 2014, los
articulistas de El Comercio mencionan casi superficialmente al nuevo alcalde. Es de interés
colectivo, hacer referencia sobre las causas que condicionaron la pérdida de Alianza País en las
ciudades más grandes de Ecuador. Por tal motivo, la selección de uno de los seis artículos de
opinión fue al azar.
Análisis crítico
33%
11%
56%
El Comercio
Mauricio Rodas Augusto Barrera Rafael Correa
70
Género: Opinión
Foto 7. El Comercio. 1 de marzo de 2014.
Vale empezar diciendo que la opinión como género periodístico se utiliza para dar a conocer
“ideas” y “opiniones” en contraposición con el reflejo de los hechos. En el caso del titular: “Contra
qué votó el pueblo” parte del ítem qué, esto es reemplazar cualquier clase de código onamástico o
sujeto. El qué asume la posición de explicar al lector, las razones por las que sufragó el pueblo.
Mientras que el ítem votó, se convierte en el código accional de la palabra pueblo (Barthes, 1993).
Simultáneamente, el lector en la (foto 8) encontrará que la coherencia global de “Un voto castigo”
tiene que ver con la misma lógica que se plantea en esta imagen. No obstante, la diferencia está en
la coherencia global que el autor menciona a través del ítem qué. Lo antes dicho, lleva a pensar
¿cuál es el horizonte desde donde el autor habla al lector?
71
Frente a lo anterior, la diferencia no solo está en el titular, sino en el sentido textual que
plasma Ayala a partir de la tercera línea. Si Zabala en la (foto 8)141
no critica al presiente Correa, el
autor de esta foto considera que la campaña antes del 23 de febrero: “fue abusiva por la presencia
de Correa, en favor del movimiento Alianza País”.142
La opinión de este autor, generaliza dos
aspectos. Uno, considera que las personas que votaron en contra de Augusto Barrera, fue en
realidad un voto en contra del proyecto político de la “Revolución ciudadana”. Y dos, generaliza o
desconoce la mirada histórica sobre la concepción de pueblo al decir que el “pueblo se cansó y por
eso le dijo basta”.143
Sobre esto, dos respuestas. Sobre la primera generalización, el autor olvida que en la provincia
de Pichincha triunfó Gustavo Baroja144
del movimiento Alianza País.145
Aspecto que permite
discrepar sobre su primera generalización. En cuanto a lo segundo, un breve recorrido sobre la
noción de pueblo. “El pueblo en la concepción de los ilustrados sería la instancia legítima del
gobierno civil y el generador de una nueva soberanía” (Martín Barbero, 1987: p.4). Desde el
enfoque de los ilustrados, el pueblo representa superstición, ignorancia y turbulencia. En tal
medida, el discurso político y económico de los ilustrados se caracteriza por hacer creer que existe
una inclusión de estas voluntades generales, pero desde la praxis está presente la segregación social
(Martín Barbero, 1987).
Una segunda mirada de concebir al pueblo se relaciona con el movimiento de los románticos.
La forma de entender el pueblo por parte de esta corriente, se expresa en la exaltación
revolucionaria. “La nueva apropiación se distingue en que el pueblo representaría una base de
resistencia” (Martín Barbero, 1987:5). Esto es, pensar los cimientos que en el momento actual
representa el nacionalismo. En consecuencia, pensar en el pueblo ecuatoriano (en términos
generales), como elemento de resistencia, es olvidar el apoyo que ha recibido Alianza País en los
diferentes procesos electorales.
Con estas dos respuestas, tenemos un marco más amplio para descifrar las huellas,146
como
asociaciones productivas que hacen variar su discurso (Verón, 1993). Las otras huellas, están
presentes en el reconocimiento que el autor hace sobre el sectarismo, igual que Zabala en la (foto
8). La enorme diferencia está cuando Ayala, casi al finalizar su opinión, expresa que el responsable
141
Como se verá más adelante 142
Se recomienda leer a partir de la quinta línea. 143
Al finalizar el segundo párrafo. 144
No se profundiza sobre este aspecto porque se aleja de los objetivos de la presente disertación. 145
Gustavo Baroja, logró el 58,47% frente al 34,3% de Rodrigo Gómez (CREO).
Resumen Latinoamericano, “La derecha ganó en Quito”.
http://www.resumenlatinoamericano.org/2014/02/24/ecuador-la-derecha-gano-en-quito-guayaquil-y-cuenca-
mientras-alianza-pais-se-alza-con-el-triunfo-en-la-mayoria-de-las-prefecturas/ (consultada el 20 de febrero
de 2017). 146
Término que utiliza Eliseo Verón para referirse a la frontera de la superficie discursiva.
72
de aquel sectarismo es Rafael Correa a través de las sabatinas o enlaces ciudadanos: “Sin siquiera
reflexionar que el sectarismo campea olímpico y aplaudido en las lecciones que imparte en sus
abominables sabatinas cuando predica la división, el odio y la revancha usando imágenes y
palabras insultantes y groseras”. Aquella coherencia local del texto, es en sí, la coherencia global
del autor. Como consecuencia, el resultado de esta opinión juega en el umbral de la suposición o
sugestión (van Dijk, 1997).
Gráfico 6. Desenlace de opiniones sobre actores
La primera diferencia que el lector debe tener presente con este gráfico es que El Telégrafo en
el período de estudio, publicó 4 artículos de opinión. De estos, su producción discursiva no difiere
de la carga semántica que se visualizó en el gráfico anterior. Es más, las cuatro opiniones
seleccionadas en relación a Mauricio Rodas, desplazan desde su contenido textual a este actor. De
otro lado, la presencia de Rafael Correa opaca la presencia de Augusto Barrera. Siendo el
presidente del Ecuador, el contexto global y Rodas el contexto local de las opiniones (van Dijk,
1997). Como el resultado final se alejaba de los parámetros establecidos para este estudio, se optó
por seleccionar un artículo de opinión que sirva de contraste al anterior.
Análisis crítico
20%
0%
80%
El Telégrafo
Mauricio Rodas Augusto Barrera Rafael Correa
73
Género: Opinión
Foto 8. El Telégrafo. 27 de febrero de 2014.
En lo relacionado al artículo de opinión: “Voto castigo”, el titular como operador de marca
enuncia de forma implícita que el análisis será sobre las elecciones de 23 de febrero de 2014. La
carga semántica o mercancía del título no está en la palabra voto, sino en castigo. No olvidemos
que el título es una mercancía textual (Barthes, 1993). O sea, un producto que se quiere hacer
consumir al lector. Para ello, ubicar la palabra castigo, significa dos escenarios de recepción. El
74
primero tiene que ver con la ratificación de la pérdida local por parte del movimiento Alianza País.
Y el segundo, se relaciona con la deslegitimación del primer escenario.
En la parte de la opinión, la lectura que plantea Zabala hace referencia a dos razones generales
para que haya existido el voto castigo por parte de la ciudadanía. El primer momento tiene que ver
con el sectarismo. En este punto, la explicación está sobre la ausencia del diálogo municipal. Y el
segundo motivo es la presencia de la derecha internacional y el sector mediático.147
Siendo la
primera parte la que Zabala profundiza, para luego proponer que el sectarismo debe ser desplazado
de la revolución. A lo anterior se debe pensar en líderes críticos que ocupen el lugar de aquellos
que fracasen.148
Por tal razón, para el autor, los ciudadanos castigaron el sectarismo. Esto nos conlleva a tres
momentos. Uno, Zabala considera que en Ecuador y América existe una revolución en contra del
capital. Lo segundo tiene que ver con la victoria de un desconocido para Quito como Mauricio
Rodas. Por último, su opinión no considera que la presencia del presidente Correa afectó el deseo
de reelección de Augusto Barrera. Tanto en el primer y tercer momento, el autor desplaza el objeto
Augusto Barrea por el sujeto Rafael Correa. Haciendo entender, que la derrota de Barrera fue por el
tema del sectarismo. Y sobre Mauricio Rodas, la opinión del autor olvida otros discursos. “Hay que
comparar siempre discursos sujetos a condiciones productivas diferentes” (Verón, 1993:138).
Es decir, si el autor conjuga discursos alrededor de Barrera, como la propuesta del sectarismo
y la segunda independencia de América, estos sentidos deben ser comparados con otros discursos
subyacentes a Rodas.149
No basta con presentarlo como un ilustre desconocido, y del cual, casi el
90 por ciento de los votantes desconocía su origen. Aquello, significa no pensar en la producción
discursiva que precedió a este actor. En tal sentido, es necesario recalcar y compartir la opinión de
dos personajes que marcaron150
una la línea discursiva que no la está pensando Zabala.151
El
primer actor es Jaime Durán Barba,152
quien en el programa La Hora de Maquiavelo expresó lo
siguiente:
Un chico que casi no conocía Quito, de las mejores familias de la ciudad. Sin
ningún partido. Solito. Enfrentaron a un excelente alcalde. Era tan perfecto que
la gente se cansó. Nadie podía abrir una botella de cerveza en la calle porque
tenía una multa de 50 dólares. En los focos (grupos focales) que salió, era muy
147
El lector lo puede visualizar desde el quinto párrafo. 148
A partir del séptimo párrafo. 149
Desde la propuesta de Verón, no se puede inferir directamente sobre los efectos de un discurso a través
de la descripción, sino mediante las huellas como asociaciones productivas que hacen variar los discursos. 150
Posteriormente a las elecciones seccionales de 23 de febrero de 2014. 151
Si bien es cierto, los dos comentarios que se adjunta fueron después de las elecciones del 23 de febrero de
2014, aquello no significa que la opinión de Zabala no podía hacer referencia a estos personajes. Más aún,
cuando Barba fue su asesor político de Rodas. 152
Publicista, consultor de imagen y asesor político ecuatoriano. Se recomienda leer La política de
la «buena onda» de Franklin Ramírez Gallegos y Valeria Coronel. 2014. PDF.
75
bueno Barrera, pero no somos suizos. Hay que estacionarse mal un ratito. De
eso se agarró Rodas. Hizo una campaña super creativa y pasó de 4 % a 62 %.
Casi sin propaganda, sin dinero. ¿Cómo le ganó este chico? Saliendo la primera
vez, soy candidato, lo que ha hecho el alcalde es perfecto, pero déjenos vivir en
paz […] En vísperas del debate, estuvimos en mi casa y me dice, ahora que
hago. Nada trátale de hermano menor le dije. Él me trata de usted. Vos con toda
confianza, entras y le saludas de Augustito. Le descontrolas para el debate.
Entraron al debate, que para colmo era el día del amor y la amistad. Empezó
Barrera y dijo Quito necesita grandes urbanistas y tengo a tal abogado etc. Y
usted señor Rodas que va hacer. Saco el chocolate y le dijo; vea augustito, vos
no entiendes la vida porque eres amargado, cómete un chocolatito. Son métodos
de comunicación, que lo que pretendes es comunicarte con los electores. Con
esto Rodas le barrió en el debate. Porque cada que le decía algo el alcalde,
Rodas le decía cómete el chocolate. Después del debate, a la tarde fui a un
hospital a sacarme sangre. Soy bastante conocido. Algunos me preguntaron si le
conocía al señor Rodas. Les dije que no. La enfermera que me atendió me dijo,
parece que es un chico maravilloso, le presionó al alcalde con un chocolate. Es
la nueva comunicación.153
Frente a esto, la respuesta de Augusto Barrera,154
en la Televisión Pública fue:
Nos deja algunas lecciones. La primera que a mí me preocupa mucho es que si
fue o no fue. Él ha dicho que la idea del chocolatito fue su idea. El alcalde
actual ha dicho que no. Pero demuestra que hay un tema de carácter ético. Es
probable que unos de los errores en la campaña, haya sido el no colocar el
debate sustantivo sobre la ciudad. Posicioné más la institución que mi figura
política. Pero siempre le dije la verdad a la gente. Hay dos cosas que durante la
entrevista me parecen interesantes. Todavía según su concepto, hay buenas y
malas familias. La segunda cosa que me parece increíble es su apelación al
subdesarrollo cultural. No podemos ser suizos, organizados. Necesitamos unos
mínimos de conveniencia, por ejemplo, que la gente no se pase los semáforos.
Esto puede ser gracioso, decir que no somos suizos hasta que no seas el padre de
la victima de atropellamiento. De esos accidentes, en quito hay 400 al año. […]
La mentira como concepto. Revisando con algunos amigos lo que es plan de
gobierno local y dice que va a evaluar la viabilidad técnica y financiera del
metro. Dice que el metro tal como esta no sirve y que terminara costando 2 mil
millones de dólares y que no puede poner eso sobre los bolsillos. Sin embargo,
acaba de suscribir un convenio por dos mil millones de dólares. Esto no decía en
su campaña.155
Con estos dos comentarios, se intenta debatir y reactualizar las huellas en la opinión de
Zabala. Lo que quiere decir, que una opinión no siempre está pensando en el tejido de sus
condiciones productivas o en las huellas que deja la superficie textual (Verón, 1993). De tal modo,
este autor corre el riesgo de quedarse o no poder traspasar la superficie textual de los sujetos,
objetos y acontecimientos.
153
Entrevistador Diego Dillenberger, “La Hora de Maquiavelo,”
https://www.youtube.com/watch?v=R5dWiAN_l5k (consultada el 20 de febrero de 2017). Minuto 40. 154
Segundo actor que antes de las elecciones subestimó la campaña de Rodas, pero que al final trató de
redefinir estrategias para las elecciones del 23 de febrero de 2014. 155
Entrevistador Carlos Rabascall, “Entrevista a Barrera,” Televisión Pública,
https://www.youtube.com/watch?v=ibLU3w_nSfY (consultada el 20 de febrero de 2017). Minuto 2.
76
CAPÍTULO IV
CONSIDERACIONES FINALES
En el último capítulo, se elabora dos escenarios a nivel de conclusiones. En el primero, se hace
a referencia al rol de las cuatro categorías que guiaron el mapa conceptual de la presente
investigación. Y en el segundo campo, se reflexiona sobre los resultados obtenidos en la
producción discursiva de noticias, editoriales y artículos de opinión presentes en los diarios El
Comercio y El Telégrafo.
CONCLUSIONES
Primer escenario
Discurso
No se puede pensar que el discurso es ajeno al escenario de los signos o que su campo
de estudio no está determinado por el sistema de la lengua o el habla. Son desde estos
espacios, que tanto la consciencia individual y colectiva, crean, articulan y proyectan
su capacidad ideológica para la aceptación o su rechazo.
Para que el discurso llegue a ser social, parte de ser un enunciado que en su proceso de
organizar lo decible o vivencial, genera estrategias aleatorias a la producción de
sentidos sociales provenientes de grandes estructuras cognitivas. Como resultado, no
se puede hablar del discurso en singular, sino en plural.
Sería un error considerar que el discurso, en estricto orden de la palabra, obedece al
campo verbal. En la producción discursiva, los textos son un habla o tejidos que
remiten a una lengua o código. Lo que significa, que los textos o hablantes están
condicionados por el contexto social e histórico. Así, el análisis crítico del discurso
consiste en reflexionar o estudiar las relaciones productivas entre el texto y el habla.
El discurso es el medio que deseo consolidar. Para esto, se utiliza sistemas simbólicos
que contribuyen a la legitimación de los que ejercen el deseo. Lo que da como
resultado, que el discurso se convierta en un dispositivo de saber.
La anulación del discurso tiene que ver con la puesta en escena de prácticas
discontinuas a un orden establecido. Esto significa pensar en replanteamientos y
borramientos de los elementos que han permitido la consolidación discursiva. En tal
sentido, la idea no es pensar el núcleo, sino las periferias del discurso. Es decir, pasar
de la creación al acontecimiento, de la originalidad a la regularidad, de la
significación a la condición de posibilidad.
77
Representación
La representación es una forma histórica que divide los espacios donde los individuos
se inscriben a nivel social. Lo que significa que la apropiación, el uso y la
interpretación social dependen de la práctica discursiva.
Al ser la representación una configuración intelectual de la realidad, obedece a
criterios de clasificación y diferenciación cognitiva. Lo que supone que no se busca
separar la brecha cognitiva entre quien produce una representación y quien la
reproduce, sino de legitimar una manera propia de ver y ser en el mundo.
Si la fuerza de la representación está en los actos materiales, su debilidad se evidencia
en los espacios abstractos. Son estos actos los que elaboran medios y fines de
intervenir en el mundo. De este modo, las palabras o textos se convierten en actos de
hacer ver y ordenar lo visible.
La forma de irrumpir en el régimen representativo tiene que ver con lo irrepresentable.
En la medida que incorpore elementos ajenos a la naturalización de lo representable.
Eso quiere decir, apropiación de forma creativa sobre los modos de producción del
sentido y el significado sociocultural.
La representación en los medios de comunicación tiene que ver con aquellas formas
que ocultan la visibilidad de sentidos irrepresentables. Por consiguiente, aquello que
indico, se convierte en aquello que quiero ocultar.
Opinión pública
Si la opinión pública en su origen tuvo que ver con la vida social pública, en el
momento actual no se la puede reducir simplemente a la opinión que los medios de
comunicación consideran como público.
La opinión pública de los medios de comunicación debe crear nuevas estrategias que
aglutine las diferentes visiones de los interpúblicos, que han permanecido desplazadas
por una opinión que supuestamente decía representarlos.
La opinión pública de la prensa debe revitalizar y redefinir sus funciones con el campo
del poder público. Para ello, debe pensar en proponer el diálogo social o ciudadano
mediante un modelo de opinión que mejore y consolide la participación de forma
horizontal.
No se puede pretender legitimar la libertad de expresión como sinónimo de la opinión
pública. Aquello conlleva una matriz de exclusión en el campo de la recepción.
Seguidamente, el periodismo dice supuestamente representar los intereses de las
audiencias, pero en realidad, lo que está haciendo es alejarse de las preocupaciones
78
ciudadanas, en la medida que su agenda dominante sirve para legitimar sus propias
preocupaciones a nombre de la libertad de expresión.
La opinión pública que el periodista quiera formular, va a depender de los polos que
estructuran su trabajo. Para esto, sus estrategias y operaciones semánticas deben partir
de las opiniones sociales.
Comunicación
Por el carácter interdisciplinario de la comunicación, su accionar encuentra en el
discurso un terreno particular llamado sentido. En tal razón, el discurso muestra a la
comunicación procedimientos que condicionan los procesos sociales. En esta relación,
la comunicación se aleja de su mirada ortodoxa presente en el siglo XX, para adquirir
en la actualidad, una nueva mirada sobre los fenómenos discursivos que son
fenómenos sociales.
El mundo de la comunicación cubre el mundo de la vida social. Lo que supone que la
interacción humana debe ser el texto y contexto de la comunicación. No se puede
alejar de este escenario, porque corre el riesgo de seguir pensado que los mensajes de
los medios masivos son las únicas acciones comunicativas.
Nuestras prácticas se (re)configuran en la medida que la comunicación teje sentidos de
significación y apropiación sobre el mundo de la vida o el mundo social. En suma,
como actores de la comunicación conjugamos los medios y fines para un determinado
objetivo que definimos y diferenciamos en el espacio de la producción y reproducción
de sentidos sociales.
Una acción comunicativa se desprende de racionalidades instrumentales o
estratégicas, donde los que intervienen son vistos como jugadores que establecen sus
propias reglas. Frente a esto, en el proceso de la comunicación se debe proponer
campos horizontales que mejoren las dinámicas de juego entre quienes participan o
quienes van a querer participar.
Para que la comunicación establezca un diagnóstico sobre lo social, debe plantear un
método que intervenga en las prácticas sociales. Esto es interpretar las identidades que
afirman y recrean multiplicidad de sentidos inherentes a la interacción social.
Segundo escenario
Diario El Comercio
En la línea noticiosa, la figura de Mauricio Rodas gana relevancia por la novedad de
sus actos. Presentando así, el relato periodístico como descriptivo. Más aún, si son
79
eventos que aportan a disminuir la credibilidad del Gobierno Nacional y del candidato
oficialista (foto 1).
En las noticias, la forma de presentar la figura de Mauricio Rodas es de forma
explícita. Lo que quiere decir que las condiciones e intencionalidades de sentido
periodístico están guiadas por una racionalidad de informar. Y en el momento de
interpretar o comentar el accionar de Rodas, el contenido noticioso aumenta su carga
semántica a favor del nuevo alcalde (foto 2). Mientras que las noticias sobre Rafael
Correa, conjugan información y opinión de forma implícita. Así, el valor semántico,
problematiza el accionar de Correa (foto 1).
En la estructura de las noticias, los titulares y el desarrollo mantienen una conexión
dependiente en relación a las actividades de Mauricio Rodas (foto 1-2). En
consecuencia, el sistema cognitivo que dibuja El Comercio en el esquema mental del
lector, obedece a legitimar y diferenciar el sentido discursivo entre Rodas, Correa y
Barrera. De su lado, la relación entre los titulares y el contenido noticioso sobre
Correa, representa una línea independiente y dependiente. Siendo la primera línea, el
espacio de duda cognitiva para el lector sobre la figura de Correa (foto 1).
Las huellas periodísticas o noticiosas que publica El Comercio sobre Rodas, son
producto del roce espacio-temporal con el Gobierno Central. En tal sentido, las huellas
implícitas guardan relación con el nuevo alcalde, en la medida que este actor es
proporcional a la reproducción discursiva que este medio propone como producción
de sentidos sociales.
Los editoriales que presenta este medio son valoraciones subjetivas en función de la
interpretación y descripción. De tal modo, en ningún momento destacan la figura de
Rodas como representante de la derecha política. La imagen que se presenta es la del
alcalde electo. De tal modo, la implicación o tendencia periodística que asume el
medio es (a nivel discursivo) defender la institucionalidad municipal y convertirse en
voz de los capitalinos. Lo que significa que el sentido político e ideológico no define
algo nuevo, sino los nuevos sentidos y espacios sociales que son contrarios a los
sentidos políticos de Rafael Correa (foto 5).
Los artículos de opinión respaldan la posición editorial de este medio, pero en el
momento de hacer referencia a los actores (a nivel municipal) que fueron claves antes
y después del 23 de febrero de 2014, el comentario se centra en el rol que cumplió el
presidente Correa. Lo antes dicho, demuestra que el comentario de los articulistas de
El Comercio, no conjuga elementos investigativos que puedan enriquecer el sentido de
sus opiniones (foto 7). En definitiva, el resultado del comentario juega en campo de la
suposición o sugestión.
80
Diario El Telégrafo
La implicación de los titulares sobre Mauricio Rodas, evidencia la intencionalidad de
ubicar en el sistema cognitivo de los lectores más que la imagen del nuevo alcalde, la
figura del actor político (derecha) que ganó las elecciones (foto 1-2).
El relato periodístico de este medio no está interesado en describir las actividades del
nuevo alcalde, sino en informar e interpretar cuál será el mapa político que dibuje la
figura de Rodas (foto 4). Para ello, destacan los comentarios de políticos y
académicos, quienes coinciden discursivamente que las prácticas del nuevo alcalde de
Quito, resultarán antagónicas al proyecto político de Alianza País.
El modelo noticioso que utiliza El Telégrafo, se caracteriza por buscar definir un
sujeto político, en lugar de un suceso coyuntural (foto 2). Para esto, la construcción
noticiosa se basa en palabras de actores políticos como el presidente Correa, quien
para El Telégrafo se convierte en el eje discursivo del medio y además, en ningún
momento se convierte en sujeto de contraste noticioso. En el caso de Rodas, para
efectos de contexto y contrastación, se utilizan diferentes voces o actores políticos
(foto 2-4).
Las huellas que presenta el modelo mental de El Telégrafo, se caracterizan por la
afinidad espacio-temporal con el Gobierno Central. Por tal razón, las huellas
periodísticas en el campo de la producción semántica y social, favorecen una
perspectiva ideológica. En consecuencia, la producción de sentidos periodísticos serán
funcionales a la reproducción discursiva del presidente Correa.
Al igual que El Comercio, el editorial para El Telégrafo representa una connotación
interpretativa y descriptiva. A diferencia de las noticias, la parte de opinión no plantea
una etiqueta sobre la figura de Rodas. Pero sí, sobre el alcalde saliente. Su peso
semántico se ubica desde la democracia y la participación ciudadana (foto 6). Aquello
refleja una unidad periodística y discursiva que respalda la figura de alcalde saliente.
En lo relacionado a los articulistas de El Telégrafo, los comentarios no desplazan la
presencia de Correa. Esto es, considerarlo clave para emitir opiniones sobre el proceso
electoral del pasado 23 de febrero. A diferencia de los comentarios contrarios a Correa
en El Comercio, los articulistas de El Telégrafo (foto 8) apoyan y respaldan las ideas
de este actor. De tal modo, las opiniones que se publican en este medio, no pasan la
superficie textual producida por Correa. Por lo tanto, los comentarios de El Telégrafo
se quedan al margen del sesgo periodístico y político
81
A manera de reflexión final
Nuestra postura desde el origen de la investigación, estuvo marcada por el
distanciamiento ideológico con los diarios seleccionados. Lo anterior no significa que
el interés por estos medios como objetos de estudio haya sido distante. Al contrario, el
ejercicio hermenéutico durante semestres en las aulas, fue el punto de partida o
detonante para problematizar, cómo ante un mismo acontecimiento, la producción de
sentido periodístico en la reproducción social, resulta diferente. De tal modo, el
desenlace que se presenta en el texto y contexto de esta disertación, respalda la brecha
o frontera mediática entre cada diario. Por consiguiente, no es de interés personal
reflejar qué medio realizó (realiza) mejor su trabajo, sino demostrar cómo hacen su
trabajo. En consecuencia, las ideas expuestas en este campo reflexivo son presentadas
desde un horizonte que intenta interpretar, analizar, cuestionar y debatir una realidad
que ha estado (o sigue) presente durante años en Ecuador. Por tal razón, se espera que
esta disertación sea el espejo de aquella problemática y en el reflejo, tanto medios de
comunicación como la sociedad, miren el sentido de la participación ciudadana como
un elemento de inclusión y contrario al antagonismo inter e intratextual.
82
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85
Anexo 1. Entrevista al Mgst. Hernán Reyes
ENTREVISTA156
1.- ¿En términos generales cuál era y es la situación de los medios de comunicación en
Ecuador antes y después de aprobarse en 2014 la Ley Orgánica de Comunicación?
Haber, yo creo que después de la aprobación de la Ley de Comunicación los medios de
comunicación no han variado mucho en lo que son sus prácticas. Quizás habido algunas
modificaciones en cuanto la política editorial. Pero respeto a lo que son las practicas periodísticas,
si es lo que te interesa, no han variado después de la Ley de Comunicación. Todo lo contrario, los
medios ahora están polarizados.
2.- En su texto “Pos-Neoliberalismo y luchas por la hegemonía en Ecuador: Los entrecruces
entre la política y la comunicación” usted menciona que durante los años 2004 y 2006 se
presentó un conflicto inter-mediático entre TC Televisión y Teleamazonas. Y en julio de 2012
el conflicto se presentó entre diario El Comercio y El Telégrafo. ¿En tal sentido, este tipo de
disputas no serían las causas para que la polarización forme parte de los ciudadanos?
No creo, porque eso implicaría que los medios tendrían una incidencia completa en la ciudadanía y
eso es una teoría bastante caduca. Por otra parte, la guerra de los canales significó exclusivamente
intereses económicos. En el caso de los diarios el Comercio y el Telégrafo, la disputa tiene que ver
con el hecho de creer que el Estado es la solución o que los medios privados son la solución a los
problemas del país. Esta disputa forma parte de una dicotomía que se aleja de los derechos de los
ciudadanos. No creo que en el país haya medios que se atreven a esto, aunque los medios públicos
son los que más se acercan a los ciudadanos.
3.- En este artículo, usted propone que la sociedad debe ser capaz de apropiarse del proceso
de ciudadanizar la comunicación. ¿Considera que los diarios El Telégrafo y El Comercio en
las elecciones seccionales o para alcaldes de febrero de 2014 contribuyeron a ciudadanizar la
comunicación?
No recuerdo de forma concreta cuál fue el tratamiento de estos dos periódicos. Pero supongo que la
posición fue antagónica, de acuerdo al proyecto de cada candidato. Ahora desde una mirada más
panorámica, yo creo que los medios de comunicación no aportan desde sus prácticas a ciudadanizar
la sociedad. Entendiéndose por ciudadanizar que la cultura política de la sociedad mejore la
información en los procesos electorales. En cuanto a contenidos, el interés está en presentar
contenidos políticos en términos generales. Esto es insuficiente para que los ciudadanos participen
156
Realizada 10 de febrero de 2017.
86
de los debates que presentan los medios. Es decir, se privilegia la figura del candidato antes que los
contenidos ideológicos. De esta manera, el mapa cognitivo de los ciudadanos no permite justificar
porque vota por un determinado candidato.
4.- El 15 de febrero de 2014 después del debate radial entre Augusto Barrera y Mauricio
Rodas. Diario El Telégrafo en las páginas 4 y 5 publicó “Barrera expuso experiencia y
solvencia”. Y diario el Comercio el 16 de febrero en la página 12 tituló “Rodas y Barrera
cruzan críticas en su único debate antes del 23”. ¿Por qué ante un mismo hecho o
acontecimiento la interpretación de estos diarios es diferente? ¿De qué manera esta
producción de sentido periodístico influye en los lectores?
Solo a partir de una aproximación a los titulares se demuestran varias cosas. Primero que el
mensaje del Telégrafo fue más concreto, aunque no completo. Efectivamente en el debate, Barrera
demostró más solvencia en los temas de Quito que Rodas. Y esto no se dijo en estos medios. Lo
que llevó a la ciudadanía a pensar, que en el debate el tema del chocolate haya sido más
significativo para recordar de forma anecdótica, antes que el propio debate. Por otra parte, el titular
que refleja el Telégrafo tiene un posicionamiento hacia el candidato oficial. Con ello, se reduce la
confianza de los lectores. Y el titular del Comercio resulta ser insustancial porque no dice nada.
Habría que ver con lupa el sesgo ideológico que adoptó cada medio.
5.- ¿Finalmente, en el campo de la comunicación, conocer la intencionalidad discursiva y el
sentido ideológico en la sección informativa y de opinión de los diarios El Comercio y El
Telégrafo sobre la figura de Mauricio Rodas, actual alcalde de Quito, en qué contribuye?
Contribuye a develar la verdadera naturaleza y el verdadero trasfondo de cada contenido. Además
de qué es lo que ocultan todos los medios a nivel ideológico. De otro lado, nos muestra el
posicionamiento diferente de cada medio. En tal sentido, desde el campo académico se debe
mejorar la lectura crítica. Con esto, los medios de comunicación pueden mirarse al espejo. Como
resultado, los medios de comunicación tienen dos posturas, unos se creen o siguen creyendo
neutrales e independientes. Y los otros se autoreconocen como comprometidos con el público.
Quizás no está claro que no deben comprometerse con el estado, sino con los ciudadanos. Y son en
los editoriales donde también se ven las limitaciones de cada medio.