v. i. lenin la guerra de guerrillas

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  • 8/14/2019 V. I. LENIN La Guerra de Guerrillas

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    V. I. LENIN: La guerra de guerrillas

    Autor Vladimir LeninFriday, 13 de June de 2008Modificado el Friday, 13 de June de 2008

    Vladimir Ilich Lenin Ulianov "Guerra de Guerrillas" La guerra de guerrillas Por: V. I. Lenin Primera publicacin: EnProletari, nm. 5, 30 de septiembre de 1906.Fuente: Biblioteca de Textos Marxistas.Preparado para el MIA: Juan R. Fajardo, abril de 2000. La cuestin de la accin guerrillera es de sumo inters paranuestro Partido y para las masas obreras. Ya nos hemos referido de paso a ella ms de una vez, y ahora, tal como lohabamos prometido, nos proponemos ofrecer una exposicin ms completa de nuestras ideas al respecto.I Comencemos por el principio. Cules son las exigencias fundamentales que todo marxista debe presentar para el

    anlisis de la cuestin de las formas de lucha? En primer lugar, el marxismo se distingue de todas las formas primitivasdel socialismo pues no liga el movimiento a una sola forma determinada de lucha. El marxismo admite las formas msdiversas de lucha; adems, no las "inventa", sino que generaliza, organiza y hace conscientes las formas de lucha delas clases revolucionarias que aparecen por s mismas en el curso del movimiento. El marxismo, totalmente hostil atodas las frmulas abstractas, a todas las recetas doctrinas, exige que se preste mucha atencin a la lucha de masas encurso que, con el desarrollo del movimiento, el crecimiento de la conciencia de las masas y la agudizacin de las crisiseconmicas y polticas, engendra constantemente nuevos y cada vez ms diversos mtodos de defensa y ataque. Poresto, el marxismo no rechaza categricamente ninguna forma de lucha El marxismo no se limita, en ningn caso, a lasformas de lucha posibles y existentes slo en un momento dado, admitiendo la aparicin inevitable de formas de luchanuevas, desconocidas de los militantes de un perodo dado, al cambiar la coyuntura social. El marxismo, en este sentido,aprende, si puede decirse as, de la prctica de las masas, lejos de pretender ensear a las masas formas de luchainventadas por "sistematizadores" de gabinete. Sabemos -- deca, por ejemplo, Kautsky, al examinar las formas de larevolucin social -- que la prxima crisis nos traer nuevas formas de lucha que no podemos prever ahora. En segundolugar, el marxismo exige que la cuestin de las formas de lucha sea enfocada histricamente. Plantear esta cuestin fuerade la situacin histrica concreta significa no comprender el abec del materialismo dialctico. En los diversos momentosde la evolucin econmica, segn las diferentes condiciones polticas, cultural-nacionales, costumbrales, etc., aparecen enprimer plano distintas formas de lucha, y se convierten en las formas de lucha principales; y, en relacin con esto, semodifican a su vez las formas de lucha secundarias, accesorias. Querer responder s o no a propsito de un determinadoprocedimiento de lucha, sin examinar en detalle la situacin concreta de un movimiento dado, la fase dada de sudesenvolvimiento, significa abandonar completarnente la posicin del marxismo. Estos son los dos principios tericosfundamentales que deben guiarnos. La historia del marxismo en Europa Occidental nos suministra innumerablesejemplos que confirman lo dicho. La socialdemocracia europea considera, en el momento actual, el parlamentarismo y el

    movimiento sindical como las principales formas de lucha; en el pasado reconoca la insurreccin y est plenamentedispuesta a reconocerla en el porvenir si la situacin cambia, pese a la opinin de los liberales burgueses, como loskadetes1 y los bezzaglavtsi2 rusos. La socialdemocracia negaba la huelga general en la dcada del 70 como panaceasocial, como medio para derribar de golpe a la burguesa por la va no poltica, pero admite plenamente la huelga polticade masa (sobre todo, despus de la experiencia rusa de 1905) como uno de los procedimientos de lucha, indispensableen ciertas condiciones. La socialdemocracia, que admita la lucha de barricadas en la dcada del 40 del siglo XIX, y larechazaba, basndose en datos concretos, a fines del siglo XIX, se ha declarado plenamente dispuesta a revisar estaltima opinin y a reconocer la conveniencia de la lucha de barricadas despus de la experiencia de Mosc, que hainiciado segn las palabras de Kautsky, una nueva tctica de las barricadas. II Establecidos los principios generalesdel marxismo, pasemos a la revolucin rusa. Recordemos el desarrollo histrico de las formas de lucha que ha hechoaparecer. Primero, las huelgas econmicas de los obreros (1896-1900), despus, las manifestaciones polticas deobreros y estudiantes (1901-1902), las revueltas campesinas (1902), el principio de las huelgas polticas de masascombinadas de diversos modos con las manifestaciones (Rostov 1902, las huelgas del verano de 1903, el 9 de enero de

    1905), la huelga poltica en toda Rusia con casos locales de combates de barricadas (octubre de 1905), la lucha masivade barricadas y la insurreccin armada (diciembre de 1905), la lucha parlamentaria pacfica (abril-junio de 1906), losalzamientos militares parciales (junio de 1905-julio de 1906), las sublevaciones parciales de campesinos (otoo de1905-otoo de 1906). Tal es el estado de cosas en el otoo de 1906, desde el punto de vista de las formas de lucha engeneral. La forma de lucha con que la autocracia "contesta" es el pogromo de las centurias negras, comenzando por elde Kishiniov en la primavera de 1903, y terminando por el de Siedlce en el otoo de 1906. Durante todo este perodo laorganizacin de pogromos por las centurias negras y las matanzas de judos, estudiantes, revolucionarios, obrerosconscientes han ido constantemente en aumento y se han ido perfeccionando, unindose la violencia de la chusmasobornada a la violencia de las tropas centurionegristas, llegando hasta utilizar la artillera en aldeas y ciudades, encombinacin con expediciones punitivas, trenes de represin, etc. Tal es el fondo esencial del cuadro. Sobre este fondose dibuja -- evidentemente como algo particular, secundario, accesorio -- el fenmeno a cuyo estudio y apreciacin estconsagrado el presente artculo. En qu consiste este fenmeno? Cules son sus formas? y cules sus causas?Cundo surgi y hasta dnde se ha extendido? Cul su significacin en la marcha general de la revolucin? Cules

    son sus relaciones con la lucha de la clase obrera, organizada y dirigida por la socialdemocracia? Estas son lascuestiones que debemos abordar ahora, despus de haber bosquejado el fondo general del cuadro. El fenmeno quenos interesa es la lucha armada. Sostienen esta lucha individuos aislados y pequeos grupos. Unos pertenecen a lasorganizaciones revolucionarias otros (la mayora, en cierta parte de Rusia) no pertenecen a ninguna organizacinrevolucionaria. La lucha armada persigue dos fines diferentes, que es preciso distinguir rigurosamente : en primer lugar,

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    esta lucha se propone la ejecucin de personas aisladas, de los jefes y subalternos de la polica y del ejrcito; ensegundo lugar, la confiscacin de fondos pertenecientes tanto al gobierno como a particulares. Parte de las sumasconfiscadas va al partido, parte est consagrada especialmente al armamento y a la preparacin de la insurreccin, partea la manutencin de los que sostienen la lucha que caracterizamos. Las grandes expropiaciones (la del Cucaso, dems de 200.000 rublos; la de Mosc, de 875.000 rubios) estaban destinadas precisamente a los partidosrevolucionarios ante todo; las pequeas expropiaciones sirven en primer lugar, e incluso a veces enteramente, alsostenimiento de los "expropiadores". Esta forma de lucha ha tomado un amplio desarrollo y extensin, indudablemente,tan slo en 1906, es decir, despus de la insurreccin de diciembre. La agudizacin de la crisis poltica hasta llegar a la

    lucha armada y, sobre todo, la agravacin de la miseria, del hambre y del paro en las aldeas y en las ciudades handesempeado un importante papel entre las causas que han originado la lucha de que tratamos. El mundo de losvagabundos, el "lumpenproletariat" y los grupos anarquistas han adoptado esta forma de lucha como la forma principal yhasta exclusiva de lucha social. Como forma de lucha empleada en "respuesta" por la autocracia, hay que considerar: elestado de guerra, la movilizacin de nuevas tropas, los pogromos de las centurias negras (Siedlce) y los consejos deguerra. III El juicio habitual sobre la lucha que estamos describiendo, se reduce a lo siguiente: esto es anarquismo,blanquismo, el antiguo terrorismo, actos de individuos aislados de las masas que desmoralizan a los obreros, queapartan de ellos a los amplios crculos de la poblacin, desorganizan el movimiento y perjudican a la revolucin. En loshechos comunicados todos los das por los peridicos se encuentran, sin dificultad, ejemplos para confirmar este juicio.Pero son convincentes estos ejemplos? Para comprobarlo tomemos el hogar en que esta forma de lucha est msdesarrollada: la regin de Letonia. He aqu en qu trminos se lamenta Nvoie Vremia3 (del 9 y del 12 de septiembre), dela actividad de la socialdemocracia letona. El Partido Obrero Socialdemcrata Letn (seccin del POSDR) publicaregularmente 30.000 ejemplares de su peridico; en las columnas de anuncios de ste se publican listas de confidentes

    cuya supresin constituye un deber para cada hombre honrado; los que ayudan a la polica son declarados "enemigos dela revolucin" y deben ser ejecutados, y, adems, confiscados sus bienes; se llama a la poblacin a no dar dinero para elPartido Socialdemcrata ms que contra recibo sellado; en la ltima rendicin de cuentas del Partido figuran, entre los48.000 rublos de ingreso del ao, 5.600 rublos de la seccin de Libava para la compra de armas, procurados medianteexpropiaciones. Como es natural, Nvoie Vremia lanza rayos y centellas contra esta "legislacin revolucionaria", contraeste "gobierno de terror". Nadie se atrever a calificar de anarquismo, de blanquismo, de terrorismo, estas accionesde los socialdemcratas letones. Pero, por qu? Porque en este caso es evidente la relacin de la nueva forma de luchacon la insurreccin que estall en diciembre y que madura de nuevo. En lo que concierne a toda Rusia, esta relacin no estan perceptible, pero existe. La extensin de la lucha de "guerrillas", precisamente despus de diciembre, su relacin conla agravacin de la crisis no slo econmica, sino tambin poltica, son innegables. El viejo terrorismo ruso era obra delintelectual conspirador; ahora, la lucha de guerrillas la mantiene, por regla general, el obrero combatiente o simplementeel obrero sin trabajo. Blanquismo y anarquismo se les ocurren fcilmente a gentes que gustan de los clichs, pero en laatmsfera de insurreccin, que de un modo tan evidente existe en la regin de Letonia, es indudable que estas etiquetas

    aprendidas de memoria no tienen ningn valor. El ejemplo de los letones demuestra perfectamente que el mtodo,tan comn entre nosotros, de analizar la guerra de guerrillas al margen de las condiciones de una insurreccin, esincorrecto, anticientfico y antihistrico. Hay que tener en cuenta esta atmsfera insurreccional, reflexionar sobre lasparticularidades del perodo transitorio entre los grandes actos de la insurreccin, comprender qu formas de luchasurgen necesariamente como consecuencia de ello y no salir del paso con un surtido de palabras aprendidas dememoria, que son empleadas lo mismo por los kadetes y por la gente de Nvoie Vremia : anarquismo, pillaje, rufianismo!Las operaciones de guerrillas, se dice, desorganizan nuestro trabajo. Apliquemos este razonamiento a la situacin

    creada despus de diciembre de 1905, a la poca de los pogromos de las centurias negras y de la ley marcial. Ques lo que desorganiza ms el movimiento en dicha poca: la falta de resistencia o bien la lucha organizada de losguerrilleros? Comparad la Rusia Central con sus confines del Oeste, con Polonia y la regin de Letonia. La lucha deguerrillas ha adquirido indudablemente mucha ms difusin y desarrollo en esos confines occidentales. Y es no menosinnegable que el movimiento revolucionario en general y el movimiento socialdemcrata en particular, estn msdesorgenizados en la Rusia Central que en las regiones del Oeste. Evidentemente, ni siquiera se nos ocurre la idea de

    deducir que si los movimientos socialdemcratas polaco y letn estn menos desorganizados es gracias a la guerra deguerrillas. No. La nica conclusin que se desprende de ello es que no puede imputarse a la guerra de guerrillas elestado de desorganizacin del movimiento obrero socialdemcrata en la Rusia de 1906. Se invocan frecuentemente lasparticularidades de las condiciones nacionales, lo cual revela manifiestamente la debilidad de la argumentacin corriente.Si se trata de las condiciones nacionales, es que no se trata de anarquismo, de blanquismo, de terrorismo -- pecadoscomunes a toda Rusia e incluso especficamente rusos --, sino de algo diferente. Analizad este algo diferente de unmodo concreto, seores! Veris entonces que la opresin o el antagonismo nacionales no explican nada, pues siemprehan existido en los confines occidentales, mientras que la lucha de guerrillas ha sido engendrada solamente por elperodo histrico actual. Hay muchos sitios en que existen la opresin y el antagonismo nacionales, pero no la lucha deguerrillas, que se desarrolla a veces sin que se d la opresin nacional. Un anlisis concreto de la cuestin muestra queno es del yugo nacional de lo que se trata, sino de las condiciones de la insurreccin. La lucha de guerrillas es una formainevitable de lucha en un momento en que el movimiento de masas ha llegado ya realmente a la insurreccin y en que seproducen intervalos ms o menos considerables entre "grandes batallas" de la guerra civil. No son las acciones deguerrillas las que desorganizan el movimiento, sino la debilidad del Partido, que no sabe tomar en sus manos talesacciones. Por eso, entre nosotros, los rusos, los anatemas lanzados habitualmente contra las acciones de guerrillas,coinciden con acciones de guerrillas clandestinas, accidentales, no organizadas, que realmente desorganizan al Partido.Incapaces de comprender cules son las condiciones histricas que engendran esta lucha, somos igualmenteincapaces de contrarrestar sus aspectos perjudiciales. La lucha no por eso deja de continuarse, pues la provocan

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    potentes factores econmicos y polticos. No tenemos fuerza para suprimir estos factorcs ni esta lucha. Nuestras quejascontra la lucha de guerrillas son quejas contra la debilidad de nuestro Partido en materia de insurreccin. Lo que hemosdicho de la desorganizacin se aplica tambin a la desmoralizacin. No es la guerra de guerrillas lo que desmoraliza, sinoel carcter inorganizado, desordenado, sin partido de las acciones de guerrillas. De esta evidentsima desmoralizacin nonos salvaremos ni un pice condenando o maldiciendo las acciones de guerrillas; pues estas condenaciones ymaldiciones son absolutamente impotentes para detener un fenmeno provocado por causas econmicas y polticasprofundas. Se nos objetar que si somos incapaces de detener un fenmeno anormal y desmoralizador, esto no es raznpara que el Partido adopte procedimientos de lucha anormales y desmoralizadores. Pero tal objecin sera puramente

    liberal-burguesa y no marxista, pues un marxista no puede considerar en general anormales y desmoralizadoras laguerra civil o la guerra de guerrillas, como una de sus formas. Un marxista se basa en la lucha de clases y no en la pazsocial. En ciertos perodos de crisis econmicas y polticas agudas, la lucha de clases, al desenvolverse, se transforma enguerra civil abierta, es decir, en lucha armada entre dos partes del pueblo. En tales perodos, el marxista est obligado atomar posicin por la guerra civil. Toda condenacin moral de sta es completamente inadmisible desde el punto de vistadel marxismo. En una poca de guerra civil, el ideal del Partido del proletariado es un partido de combate. Esto esabsolutamente incontrovertible. Estamos completamente dispuestos a conceder que, desde el punto de vista de laguerra civil se puede demostrar, y se demuestra, la inconveniencia de unas u otras formas de guerra civil en uno u otromomento. Admitimos plenamente la crtica de las diversas formas de guerra civil desde el punto de vista de laconveniencia militar y estamos incondicionalmente de acuerdo en que, en esta cuestin, el voto decisivo corresponde alos militantes activos socialdemcratas de cada localidad. Pero, en nombre de los principios del marxismo, exigimosabsolutamente que nadie intente sustraerse al anlisis de las condiciones de la guerra civil con frases triviales yrutinarias sobre el anarquismo, el blanquismo y el terrorismo; que no se haga de los procedimientos insensatos

    empleadGs en la guerra de guerrillas en un cierto momento por cierta organizacin del Partido Socialista Polaco, unespantajo en la cuestin de la participacin de la socialdemocracia en la guerra de guerrillas en general. El argumento deque la guerra de guerrillas desorganiza el movimiento debe ser apreciado de manera crtica. Toda forma nueva de lucha,que trae aparejada consigo nuevos peligros y nuevos sacrificios, "desorganiza", indefectiblemente, las organizacionesno preparadas para esta nueva forma de lucha. Nuestros antiguos crculos de propagandistas se desorganizaron alrecurrir a los mtodos de agitacin. Nuestros comits se desorganizaron al recurrir a las demostraciones. En todaguerra, cualquier operacin lleva un cierto desorden a las filas de los combatientes. De esto no puede deducirse que nohay que combatir. De esto es preciso deducir que hay que aprender a combatir. Y nada ms. Cuando veo asocialdemcratas que declaran arrogante y presuntuosamente: nosotros no somos anarquistas, ni ladrones, ni bandidos;estamos por encima de todo eso, rechazamos la guerra de guerrillas, me pregunto: comprenden esas gentes lo quedicen? En todo el pas se libran encuentros armados y choques entre el gobierno centurionegrista y la poblacin. Es unfenmeno absolutamente inevitable en la fase actual de desarrollo de la revolucin. Espontneamente, sin organizacin --y, precisamente por eso, en formas a menudo poco afortunadas y malas --, la poblacin reacciona tambin mediante

    colisiones y ataques armados. Estoy de acuerdo en que, a causa de la debilidad o de la falta de preparacin de nuestraorganizacin, podemos renunciar, en una localidad y en un momento dado, a colocar esta lucha espontnea bajo ladireccin del Partido. Estoy de acuerdo en que esta cuestin debe ser resuelta por los militantes locales activos, en que noes cosa fcil reajustar el trabajo de organizaciones dbiles y no preparadas. Pero cuando veo que un terico o que unpublicista de la socialdemocracia, no lamenta esta falta de preparacin, sino que repite con orgullosa suficiencia yentusiasmo narcisista las frases aprendidas en su primera juventud sobre el anarquismo, el blanquismo y el terrorismo,me causa una gran pena el ver rebajar as la doctrina ms revolucionaria del mundo. Se dice que la guerra deguerrillas aproxima al proletariado consciente a la categora de los vagabundos borrachines y degradados. Es cierto.Pero de esto slo se desprende que el partido del proletariado no puede nunca considerar la guerra de guerrillas como elnico, ni siquiera como el principal procedimiento de lucha; que este procedimiento debe estar subordinado a los otros,debe ser proporcionado a los procedimientos esenciales de lucha, ennoblecido por la influencia educadora yorganizadora del socialismo. Sin esta ltima condicin, todos, absolutamente todos los procedimientos de lucha, en lasociedad burguesa, aproximan al proletariado a las diversas capas no proletarias, situadas por encima o por debajo de

    l, y, abandonados al curso espontneo de los acontecimientos, se desgastan, se pervierten, se prostituyen. Lashuelgas, abandonadas al censo espontneo de los acontecimientos, degeneran en Alliances, en acuerdos entreobreros y patronos contra los consumidores. El parlamento degenera en un burdel, donde una banda de politicastrosburgueses comercia al por mayor y al por menor con la "libertad popular", el "liberalismo", la "democracia", elrepublicanismo, el anticlericalismo, el socialismo y dems mercancas de fcil colocacin. La prensa se transforma enalcahueta barata, en instrumento de corrupcin de las masas, de adulacin grosera de los bajos instintos de lamuchedumbre, etc., etc. La socialdemocracia no conoce procedimientos de lucha universales que separen alproletariado con una muralla china de las capas situadas un poco ms arriba o un poco ms abajo de l. Lasocialdemocracia emplea, en diversas pocas, diversos procedimientos, rodeando siempre su aplicacin de condicionesideolgicas y de organizacin rigurosamente determinadas*. IV Las formas de lucha de la revolucin rusa, comparadascon las revoluciones burguesas de Europa, se distinguen por su extraordinaria variedad. Kautsky lo haba previsto enparte cuando deca en 1902 que la futura revolucin (tal vez con excepcin de Rusia, aada) sera no tanto una lucha delpueblo contra el gobierno, como una lucha entre dos partes del pueblo. En Rusia vemos que esta segunda lucha tomaindudablemente un desarrollo ms extenso que en las revoluciones burguesas de Occidente. Los enemigos de nuestrarevolucin son poco numerosos entre el pueblo, pero se organizan ms y ms a medida que la lucha se agudiza yreciben apoyo de las capas reaccionarias de la burguesa. Es, pues, completamente natural e inevitable que en unapoca semejante, en una poca de huelgas polticas en escala nacional, la insurreccin no puede adoptar la antiguaforma de actos aislados, limitados a un lapso de tiempo muy breve y a una zona muy reducida. Es completamente

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    natural e inevitable que la insurreccin tome formas ms elevadas y complejas de una guerra civil prolongada y queabarca a todo el pas, es decir, de una lucha armada entre dos partes del pueblo. Semejante guerra no puede concebirsems que como una serie de pocas grandes batallas, separadas unas de otras por intervalos relativamenteconsiderables y una gran cantidad de pequeos encuentros librados durante estos intervalos. Si esto es as -- y lo es sinduda --, la socialdemocracia debe sin falta plantearse la tarea de constituir organizaciones que sean lo ms aptasposibles para dirigir a las masas en estas grandes batallas y, en lo posible, en estos pequeos encuentros. Lasocialdemocracia debe proponerse, en la poca en que la lucha de clases se agudiza hasta llegar a la guerra civil, nosolamente tomar parte en esta guerra civil, sino tambin desempear la funcin dirigente en ella. La socialdemocracia

    debe educar y preparar a sus organizaciones para que realmente sean capaces de actuar como una parte beligerante,no dejando pasar ninguna ocasin de asestar un golpe a las fuerzas del adversario. Esta es -- no es posible negarlo --una tarea difcil, que no se puede resolver de golpe. Lo mismo que todo el pueblo se reeduca y se instruye en la lucha enel curso de la guerra civil, nuestras organizaciones deben ser educadas, deben ser reorganizadas sobre la base de loque ensea la experiencia, a fin de estar a la altura de su misin. No tenemos la menor pretensin de imponer a losmilitantes activos una forma de lucha cualquiera inventada por nosotros, ni siquiera resolver, desde nuestro gabinete, lacuestin del papel que una u otra forma de guerra de guerrillas puede desempear en el curso general de la guerra civilen Rusia. Lejos de nosotros la idea de ver en la apreciacin concreta hecha de una u otra accin de guerrillas una cuestinde tendencia en la socialdemocracia. Pero consideramos que constituye para nosotros un deber contribuir en la medidade nuestras fuerzas a la justa apreciacin terica de las formas nuevas de lucha que la vida hace aparecer; que debemoscombatir sin cuartel la rutina y los prejuicios que impiden a los obreros conscientes plantear como conviene esta nueva ydifcil cuestin y abordar como es debido su solucin. _________ * Se acusa frecuentemente a los socialdemcratasbolcheviques de asumir una actitud irreflexiva y parcial frente a las acciones de guerrillas. Por esto no ser superfluo

    recoldar que en el proyecto de resolucin sobre las acciones de guerrillas (N 2 de Partinie Izvestia4 e informe deLenin acerca del Congreso5) el sector de bolcheviques que las defiende ha puesto las condiciones siguientes para suaprobacin: no son toleradas en absoluto las "expropiacioncs" de bienes privados; las "expropiacioncs" de bienes delEstado no son recomendadas; slo son toleradas a condicin de que se hagan bajo el control del Partido y de que losrecursos sean destinados a las necesidades de la insurreccin. Las acciones de guerrillas que revisten la forma de actosterroristas son recomendadas contra los opresores gubernamentales y los elementos activos de las "centurias negras",pero con las condiciones siguientes: 1) tener en cuenta el estado de nimo de las grandes masas; 2) tomar enconsideracin las condiciones del movimiento obrero local; 3) preocuparse de no gastar intilmente las fuerzas delproletariado. La diferencia prctica entre este proyecto y la resolucin adoptada en el Congreso de Unificacin6 consiste,exclusivamente, en que las "expropiaciones" de bienes del Estado no han sido admitidas. NOTAS 1 Kadetes ("Losdemcratas constitucionalistas"): principal partido burgus de Rusia; partido de la burguesa monrquica liberal, seconstituy en octubre de 1905. Su lider fue P. Miliukov. Encubrindose con falsas apariencias de democratismo, sellamaron a s mismo el partido de la "libertad del pueblo", se esforzaban por atraer a su lado a los campeshlos. Aspiraban

    a conservar el zarismo como una monarqua constitucional. Ms tarde, el partido constitucional demcrata se convirti enun partido burgus del imperialismo. Despus de la victoria de la Revolucin Socialista de Octubre, los kadetesorganizaron complots y sublevaciones contrarrevolucionarias para derrocar la Repblica Sovitica. 2 Bezzaglavtsi :organizadores y colaboradores de la revista Bez Zaglavia ("Sin Titulo"), editada en Petersburgo en 1906 por S. N.Prokopvich, E. D. Kuskova, V. I. Bogucharski y otros. Los Bezzglavtsi se declaraban abiertamente partidarios delrevisionismo, apoyaban a los mencheviques y liberales, y actuaban contra la poltica independiente del proletariado.Lenin llam a los Bezzaglavtsi kadetes tipo menchevique, o sea, mencheviques tipo kadete. 3 Nvoie Vremia ("TiemposNuevos"): diario que se public en Petersburgo desde 1868 hasta 1917. Primero fue liberal moderado, y desde 1876, setrasform en vocero de los circulos reaccionarios de la nobleza y la burocracia, luch no solamente contra el movimientorevolucionario, sino tambin contra el de la burguesa liberal. A partir de 1905 se convirti en rgano de loscenturionegristas. Lenin lo llamaba "modelo de peridico venal". Despus de la Revolucin Democrtico burguesa deFebrero apoy sin reservas la politica contrarrevolucionaria del gobierno provisional burgus y desat una furiosacampaa contra los bolcheviques. Fue clausurado el 8 de noviembre de 1917 por el Comit Militar Revolucionario

    adjunto al Soviet de Petrogrado. 4 Partinie Izvestia ("Noticias del Partido"): peridico clandestino del CC Unificado delPOSDR, se public en Petersburgo en visperas del IV Congreso (de Unificacin) del Partido. Slo aparecieron dosnmeros: el 20 de febrero y el 2 de abril de 1906. La redaccin estaba integrada por los redactores del peridicobolchevique (Proletari) y por igual nmero de redactores de la nueva Iskra menchevique. Representaban a losbolcheviques Lenin, Lunacharski y otros.En Partinie Izvestia se incluyeron dos articulos de Lenin: "La situacin actual en Rusia y la tctica del partido obrero " y"La revolucin rusa y las tareas del proletariado ", con la firma Bolchevique. (V. I. Lenin, Obras Completas, t. X.)Despus del Congreso, Partinie Izvestia dej de aparecer. 5 Se alude al "Informe sobre el Congreio de Unificacin delPOSDR" -- Carta a los obreros de Petersburgo. (V. I. Lenin, Obras Completas, t. X.) 6 El IV Congreso (de Unificacin)del POSDR se realizo en Estocolmo entre el 23 de abril y 8 de mayo de 1906. Asistieron al Congreso 112 delegadoscon derecho a voto, en representacin de 57 organizaciones locales del POSDR, y 22 delegados con voz pero sin voto.Las organizaciones nacionales tambin estuvieron representadas: tres delegados por la socialdemocracia de Polonia yLituania, tres por el Bund, tres por el partido obrero socialdemcrata de Letonia, un delegado del Partido ObreroSocialdemcrata de Ucrania y uno del Partido Obrero de Finlandia. Adems, asisti un representante del Partido ObreroSocialdemcrata de Bulgaria. De los delegados, 46 eran bolcheviques y 62 mencheviques. El Congreso analiz lossiguientes principales problemas: problema agrario; apreciacin de la situacin actual y de las tareas de clase delproletariado; la actitud hacia la Duma del Estado; problema organizativo. La discusin de cada problema provocabaspera lucha entre bolcheviques y mencheviques. Lenin present informes e intervino acerca del problema agrario, de la

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    situacin en ese momento, de la tctica respecto a la eleccin en la Duma, la insurreccin armada y otros problemas. Lasuperioridad numrica de los mencheviques, aunque mezquina, determin el carcter de las resoluciones: con respectoa muchos problemas el Congreso tom resoluciones mencheviques (resoluciones sobre el problema agrario, la actitudhacia la Duma, etc.). En lo que se refiere a los estatutos, el Congreso adopt la formulacin de Lenin para el articulo 1. Seaprob una resolucin sobre la unificacin con la socialdemocracia de Polonia y de Lituania y con el Partido ObreroSocialdemcrata de Letonia, que se incorporaron al POSDR como organizaciones territoriales. Asimismo el Congresoprejuzg la cuestin de Bund de formar parte de POSDR. Integraban el Comit Central, elegido en el Congreso, tresbolcheviques y siete mencheviques. La Redaccin del Organo Central estaba compuesta slo por mencheviques.

    El anlisis detallado de la labor del Congreso aparece en el artculo "Informe sobre el Congreso de Unificacin delPOSDR". (V. I. Lenin, Obras Completes, t. X.) "El momento actual y el Congreso de Unificacin del Partido Obrero" y"Prlogo del autor al primer tomo". (J. Stalin, Obras, t. I.)

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