variaciones interpretativas sobre el juego de pelota chinkultic

7/26/2019 Variaciones Interpretativas Sobre El Juego de Pelota Chinkultic

1/36

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ANTROPOLGICAS

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE MXICO

Anales de

AntropologaVolumen36 2002


2/36

Anales de Antropologa, Vol. 36, 2002,es editada por el Instituto de InvestigacionesAntropolgicas de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico.

Ciudad Universitaria, 04510, Mxico, D.F. ISSN: 0185-1225. Certificado de licitud

de ttulo (en trmite), Certificado de licitud de contenido (en trmite), reserva al ttulo de

Derechos de Autor 04-2002-111910213800-102.

Se termin de imprimir en julio de 2003, en Compuformas, Paf, S.A. de C.V., Av. Coyoacn

nm. 1031, C.P. 03100, Mxico, D.F. La edicin consta de 500 ejemplares en papel cultural de 90g;

responsable de la obra: Rosa Mara Ramos; su composicin se hizo en el IIApor Martha Elba

Gonzlez y Ada Ligia Torres; en ella se emplearon tipos Tiasco y Futura de 8, 9, 11 y 12 puntos.

Realizaron la correccin Adriana Inchustegui y Mercedes Meja; la edicin estuvo al cuidado de

Ada Ligia Torres y Karla Snchez. Diseo de portada: Francisco Villanueva. Realizacin: MarthaGonzlez. Fotografa de portada: detalle de huipil de Comalapa, Guatemala. Adquisicin

de ejemplares: librera del Instituto de Investigaciones Antropolgicas, UNAM,

Circuito Exterior s/n, Ciudad Universitaria, C.P. 04510, Mxico, D.F., tel. 5622 9654,

e-mail: [email protected].

Anales de Antropologa

FUNDADORJUAN COMAS

CONSEJOEDITORIAL

Lyle Campbell,Universidad de Canterbury

Milka Castro, Universidad de Chile

Mercedes Fernndez-Martorell, Universidad de Barcelona

Santiago Genovs,Universidad Nacional Autnoma de Mxico

David Grove,Universidad de Illinois, Universidad de Florida

Jane Hill, Universidad de Arizona

Kenneth Hirth,Universidad Estatal de PennsylvaniaAlfredo Lpez Austin, Universidad Nacional Autnoma de Mxico

Carlos Navarrete, Universidad Nacional Autnoma de Mxico

Claudine Sauvain-Dugerdil, Universidad de Ginebra

Gian Franco De Stefano,Universidad de Roma

Cosimo Zene,Universidad de Londres

EDITORESASOCIADOS

Ann Cyphers,Universidad Nacional Autnoma de MxicoYolanda Lastra,Universidad Nacional Autnoma de Mxico

Rafael Prez-Taylor,Universidad Nacional Autnoma de Mxico

Carlos Serrano Snchez,Universidad Nacional Autnoma de Mxico

EDITORA

Rosa Mara Ramos, Universidad Nacional Autnoma de Mxico


3/36

ARTCULOS


4/36


5/36

An. Antrop., 3636363636 (2002), 11-41, ISSN: 0185-1225

VARIACIONES INTERPRETATIVAS SOBRE EL JUEGODE PELOTA DE CHINKULTIC, CHIAPAS

Carlos Navarrete CceresInstituto de Investigaciones Antropolgicas, UNAM

Roco Hernndez JurezEscuela Nacional Antropologa e Historia

Resumen: Esta es una descripcin de la cancha del Juego de Pelota de Chinkultic que des-taca su ubicacin espacial, las caractersticas formales atpicas, su funcin religioso-deportiva y de otra clase de actividades pblicas. Se intenta explicar el funcionamientodel espacio de la cancha y de la plaza en la que se ubica, a travs de la lectura de las escenas

representadas en los monumentos esculpidos asociados, en los que se identifican animalesamaestrados, decapitacin y cabezas trofeo, ventriloquismo y oficiantes de elite.

Palabras clave: Chinkultic, juego de pelota maya, iconografa, representaciones escnicas,animales amaestrados.

Abstract: This description of the ball game court in Chinkultic details its spatial loca-tion, typical characteristics, and function as a religious building used for events such assports an other public activities. The function of the court and of the plaza is explainedby viewing the scenes represented in associated sculptures where tame animals are

pictured as well as human beheading, the use of trophy heads and ventriloquism andhigh class people at worship.

Keywords: Chinkultic, maya ball game, ballcourt, iconography, scenic representations, tameanimals.

Por qu razn dar a conocer una cancha ms delPok-ta-pokmaya, si de suyoson numerosas las descripciones mesoamericanas publicadas, tanto en artculos

y notas como en tratados de sntesis? Ejemplos de bibliografa moderna sonlos estudios de Blom (1932), Taladoire (1981), Scarborough y Wilcox (1991),Van Busselet al.(1991), Federico (1972), Uriarte (1992), Leyennar y Parsons(1988).


6/36

C. NAVARRETE CCERES Y R. HERNNDEZ JUREZ12

En el caso de Chinkultic es pertinente hacerlo por varios motivos: la ubica-

cin espacial de la construccin, las caractersticas arquitectnicas atpicas queofrece, y la posibilidad de que la cancha, aparte de su inherente funcin religiosa-deportiva, acogiera otra clase de actividades pblicas, como parecen indicarlo lasrepresentaciones de los monumentos esculpidos erigidos en el lugar.

Habremos de tomar en cuenta el razonamiento de Taladoire (2000) en unreciente resumen tipolgico, en el que hace ver cmo el juego rebasa su papelde rito o deporte y que su larga trayectoria temporal y el vasto territorio queabarca, sugieren que el juego no tuvo siempre la misma importancia y sig-

nificado, lo que se refleja en la morfologa de las canchas y en las variacionesde las reglas que normaban la prctica, as como en la iconografa asociadacuyo simbolismo cubre una amplia gama de expresiones.

En otro trabajo (Navarrete, 2000), mencionamos la capacidad que tuvoChinkultic para recibir numerosos visitantes, aparte de soportar la cargademogrfica local, como lo indica la disposicin de los edificios en ampliasplazas abiertas, una de ellas formando un espacio escnico, caracterstico de laarquitectura del rea Maya (Garca Gutirrez, 1985). Es ms, los constructo-res sabiamente adaptaron los conjuntos arquitectnicos al terreno flanquea-do por dos lagos, un ro que atraviesa el sitio, un grupo de cerros donde aflorala roca caliza y un cenote, convertido en el punto medular del ceremonial; enlos alrededores hay suficientes tierras llanas, adecuadas para los asentamientoshabitacionales y los campos de cultivo. En lo religioso lograron una perfectaintegracin de smbolos con el entorno, en forma tal que la circulacin huma-na se condujo a travs de pasos obligados de visita como sucede en nuestrosdas en los santuarios y centros de peregrinacin, que impactan al visitante vi-sual e ideolgicamente por medio de la arquitectura, los monumentos escul-

pidos y el paisaje.La plaza del Grupo C y el Juego de Pelota Estructura 22 eran el primer

conjunto importante que el viajero visitaba, quiz detenindose frente a lasestelas enfiladas. Habr que agregar la impresionante presencia de la granplataforma Estructura 23, elevacin natural recubierta de construcciones,al pie de la cual se adosa la cancha (figura 1).

El punto inicial aproximado de uno de los principales caminos si es quefunciona la lgica moderna en relacin con el pasado estara situado entre

los 700-850 m de la carretera a Montebello, antes del entronque a Chinkultic.Aqu se encuentra un conjunto de montculos dispuestos en cuadrngulo, desdeel cual se divisa dominante el Grupo C, a unos 1 200 m de distancia con rumboN.26 E. El terreno desciende suavemente conformando una planada extensa


7/36

13VARIACIONES INTERPRETATIVAS SOBRE EL JUEGO DE PELOTA

Figura 1.Plano general de Chinkultic con la Estructura 22 o Juego de Pelota remarcado.

Chinkultic

Municipio de Trinitaria

Unidades citadas

E-1E-17 (espacio escnico)E-21E-22 (juego de pelota)E-23 (gran plataforma)E-24E-25E-26

EstelasPosible acceso

LagunaBalamtetic

LagunaChanujabab

CenoteAgua Azul

Ro

Yubnaranjo

RanchoEl Rincn

N

0 100 m

Grupo A

E-1

Grupo B

E-17

E-23

E-26

E-25

E-21E-22

Grupo C

E-24


8/36


que llega al pie del centro ceremonial, interrumpida por montculos aislados

y un pequeo conjunto asentado sobre una loma baja. Quiz constituy unpunto intermedio de parada. Es rea habitacional, pero debieron de existirsenderos adecuados para el trnsito hacia las escalinatas de acceso. Otro camino,hasta hace poco el ms directo para ir de Chinkultic-El Rincn a Comitn,segua las mrgenes del Ro Grande; vendra del oeste y tambin entrarapor la plaza del Grupo C, toda vez que los viajeros se vean obligados a rodearla laguna de Tepancuapan, en ese tiempo llena.

Muy destruidos por las siembras, en 1969 se vean sillares alineados de los

escalones que ascendan al que consideramos el nivel regular del sitio, acce-diendo inmediatamente a la plaza del Grupo C, en terrenos colindantes de laColonia Hidalgo y la finca El Rincn. El grupo mide 93 m de largo entre lasestructuras 21 y 25, por 63.70 m de ancho entre el Juego de Pelota y la Estruc-tura 24. En medio, como basamento de ceremonias, se levanta la Estructura26. Volveremos a tratar de esta plaza al referirnos a los monumentos asociados,cuyo conjunto es el ms numeroso del sitio.

La Estructura 22 est formada por tres plataformas que delimitan los cos-tados norte, oeste y sur, mientras el este se logr mediante el revestimiento delprimer nivel de la elevacin que soporta la Estructura 23, hasta una altura de5.50 m sobre la cota de la plaza. La orientacin general del conjunto es 29oeste respecto al norte magntico (figura 2).

Figura 2.Plano del juego de Pelota. Vase la diferencia de tamao de los cabezales.

Estelas

Estelas con columna-escenarioRelleno consolidado

Afloramientos naturales

M1?M18

M7?

M17

M20

M23

N

0 5 10 m


9/36


Exteriormente la fachada mide 71 m de largo (figura 3:ayb). Presenta

varios cambios de orientacin debido a que se construy por etapas. De laltima edificacin quedan pocos vestigios, tramos bajos de escalones, alfardasy arranques de cuerpos. La fisonoma actual la da la penltima poca, cuyoprincipal acceso es una doble escalinata abalaustrada (figura 4 a) de la queparte hacia el noroeste un largo gradero y un descanso, flanqueado por dosalfardas-tribunas. Antes de llegar a la esquina hay otra escalinata ms antigua,interrumpida arriba por el material de relleno (figura 5:ay b).

Las alfardas-tribunas, en cuya parte superior se encontraron restos de pi-

sos de estuco y pretiles bajos, pudieron haber servido en ceremonias pblicas.Un buen ejemplo de tribuna se encuentra en la penltima poca, cerca de la es-quina suroeste, en la que est empotrada la base de una estela, quiz per-teneciente al monumento 39 (figura 4b).

El interior del cabezal norte est delimitado al oeste por un paramentoinclinado dividido por un acceso que, a la vez, cubri otra escalinata anterior,cuya relacin arquitectnica con la fachada exterior es arqueolgicamenteproblemtica. En la esquina con el costado de la plataforma central oeste subeuna angosta escalinata a los cuerpos superiores (figura 6a).

La plataforma norte del cabezal sostiene un basamento largo an notrabajado. Mide 24 m de largo por aproximadamente 8 m de ancho. El ladointerno del cuerpo inferior se interrumpe al frente por cuatro escalones ade-lantados dentro del campo de juego, armados de grandes sillares (figura 7a).Hay aqu un problema de superposicin an no definida, agravada por laconsolidacin llevada a cabo en la temporada de 1970, puesto que el ltimoescaln desemboca en un muro alto, cuando debera conducir a un descanso yluego continuar a la parte superior del basamento piramidal. Cabe la posibilidad

de que hubiese existido algn recinto o templete, posteriormente rellenado ycubierto para elevar este lado del cabezal, cuyo proceso de construccin quedinconcluso. Respecto a una pieza escultrica monumento 32 (figura 8), alparecer del Preclsico tardo, colocada en el centro del escaln inferior, espreciso aclarar que fue encontrada entre el escombro del punto donde hacengulo el costado oeste y la banqueta de la cancha, seguramente rodada de laparte alta en donde formaba parte del material de construccin; de all, sindarse cuenta de sus relieves, fue trasladada a dicho escaln para sustituir un

sillar faltante (Navarrete, 1984: 38-39). El cuerpo inferior que sigue hacia eleste combina un ancho talud con una seccin de gradas (figura 7b).El lado este del cabezal est conformado por una escalinata corrida, de

unos 2 m de altura, de la que se han restaurado cuatro gradas. El extremo que


10/36


Figura 3.Fachada exterior: a) vista norte-sur de la Estructura 22;b) vista desde el extremo opuesto.

a

b


11/36


Figura 4.Fachada exterior: a) principal acceso con doble escalinata abalaustrada;b) tribuna sobresaliente de la penltima poca; sostena una estela.

a

b


12/36


Figura 5.Fachada exterior: a) escalinata y alfardas-tribunas;b) superposicin de escalinatas.

a

b


13/36


Figura 6. Cabezal mayor: a) esquina de la plataforma y la pequea escalera oeste;b) plataforma restaurada y costado este.

a

b


14/36


Figura 7. Cabezal norte: a) escalones adelantados, en un crculo el monumento 32;b) combinacin de talud y gradas, esquina con el costado oeste.

a

b


15/36


toca la plataforma de la cancha cambia a sillares de mayor tamao y menorcalidad de talla (figuras 6b; 7b).

El cabezal opuesto, en su lado oeste, consta de tres cuerpos sobrepuestos(figura 9a). En cambio los lados sur y este son escalinatas corridas, la primera

con tres ampliaciones constructivas de la misma poca, con variaciones tantoen orientacin como en dimensiones. Estas gradas tienen dos funciones: el ex-tremo suroeste con siete escalones se une con la escalinata exterior, hoy enda el acceso ms directo al interior de la cancha (figura 10a); el otro extremoconduce a un descanso, especie de corredor que lleva al nivel superior de unaestructura alargada de cuatro cuerpos Estructura 27 y a un amplio espaciointermedio, especie de terraza entre sta y la gran plataforma (figura 9b). Delcostado este se han trabajado hasta el momento ocho escalones, pero continan

hasta tocar dicho espacio, punto donde quiz se organizaran las tandas devisitantes para subir la escalinata monumental.La plataforma central de la cancha muestra frontalmente dos momentos

constructivos con ampliaciones menores en los costados. El primero formado

Figura 8.Monumento 32, posiblemente preclsico.


16/36


Figura 9. Cabezal sur: a) costado oeste y plataforma central; b) escalones corridosy corredor a la plataforma superior.

a

b


17/36


Figura 10. Cabezal menor: a) Estructura 27, el extremo derecho conduce al exterior;b) afloramiento rocoso integrado al gradero.

a

b


18/36


por un talud alto de rebote de 2.10 m, inclinado 132, con las esquinas per-

fectamente ensambladas con bloques bien cortados y restos de aplanado deestuco. La seccin superior de esta etapa antigua fue cubierta por seiscuerpos escalonados con evidencias del recubrimiento. El talud de la ltimapoca est destruido. Se alzaba desde un reborde bajo de tres hiladas depiedra, hasta alcanzar 1.80 m de alto con inclinacin aproximada de 152(figura 11a). De las banquetas no hay evidencias, a no ser esas tres hiladas.Llama la atencin que en el punto en donde debiera estar la banqueta deltalud antiguo, la superficie sea irregular debido a la presencia de afloramien-

tos rocosos (figura 11b). En el costado norte se rescat un importante frag-mento de estela, componente del material de construccin y testimonio delabandono de un estilo de representaciones jerrquicas e inicio de una nuevaetapa arquitectnica (figura 12:a yb).

En cuanto a la tcnica constructiva, contrastan dos calidades de albaile-ra: una de buena calidad, como puede verse en algunas secciones del cabezalmayor y en el gran talud de rebote de la banqueta; en otras partes se haceevidente la pobreza del trabajo, al grado de no haber podido solucionar elproblema de algunos afloramientos rocosos, vindose forzados a integrarlosa cuerpos y gradas (figura 10b). No creemos que fueran rocas de culto, comosucede en la religin mesoamericana (Navarrete, 1991), simplemente se debea problemas de albailera presentes en otras partes del sitio, por ejemplo enla esquina suroeste de la plaza del Grupo B. Esto es diferente al uso de rocaslabradas burdamente, dejadas en su forma natural, empleadas como altares.Ejemplos de ello son los monumentos 33 y 34, situados en el cabezal norte yen una alfarda de la escalinata exterior (figura 13:ayb).

La cancha propiamente mide 59 m de largo por 5 m de ancho en su par-

te angosta, encontrndose en los extremos diferencias sustanciales: mien-tras el cabezal norte ocupa un espacio de 23 m por 25 m, el sur cubre unrea de 10 por 20 m. No es falta de clculo de los arquitectos o una me-dida errnea de parte del maestro de obra. Tampoco se trata, como cre-mos al principio, de un proceso interrumpido de ampliacin o reduccinde las dimensiones de la cancha. No, en algn momento el juego de pelo-ta tena lugar en una cancha construidaexprofesocon los cabezales desi-guales.

Frans Blom, durante su primera y breve visita, no tuvo posibilidad deapreciar la diferencia, y eso queda claro en su entusiasta descripcin y en elplano esquemtico que dej (Blom y La Farge, 1926-27: 431; Blom y Duby,1957: 51). Empero, en una visita posterior anot (Blom, 1965):


19/36


Figura 11.Plataforma central este: a) talud restaurado de la penltima poca;b) superposiciones y afloramientos rocosos.

a

b


20/36


Figura 12. Cabezal mayor: a) plataforma central en proceso de excavacin, el crculo seala elfragmento de estela empleado como material de construccin; b) el monumento liberado.


21/36


Figura 13.Altares burdos: a) Monumento 33, adosado a la escalinata del cabezal mayor;b) Monumento 34 en la base de una alfarda exterior, al frente de la ltima poca un altar

con el Monumento 29 reciclado.

a

b


22/36


Tuve la mala suerte de encontrar Chinkultic lleno de zarzas y monte alto, cerrado, ms

all de los potreros y corrales que irrumpen en las ruinas. Volv acompaado de miamigo Evon Vogt, estudioso de las tierras altas. El propietario del rancho vecino, hijo delseor Albores que nos acogi en 1925, haba despejado la cancha del Juego de Pelota yle haba prendido fuego a toda la vegetacin con todo y estelas para hacer un corral parael ganado. Sub a la gigantesca estructura principal y vi hacia abajo el permetro to-talmente ennegrecido a causa del fuego, contrastando con la caliza del edificio. Notalgo curioso: uno de los extremos es de mayor tamao que el opuesto. Sera posible quela prctica del pok-ta-pok se jugara aqu de manera diferente, con reglas tales en lasque un equipo atacara mientras el otro defendiera sus puntos? En ese caso, de qu lado iranunos u otros? Imaginaciones nada ms, ante un caso nico, pues no sabemos de otra cancha

semejante. No es que de un lado se hubiera acumulado ms escombro y llenara mayorespacio, se ve igual en todo el contorno.

Aos ms tarde, Stephan de Borhegyi (1968) no percibi la diferenciaentre los cabezales, pese a trazar un croquis y permanecer en Chinkultic unatemporada larga (figura 14a). No fue sino hasta que Eric Taladoire (1981) loincluy dentro del tipo VIIIde su clasificacin, junto con los de Tenam Puentey Ojo de Agua, que el caso se hizo notorio (figura 15a,b,d).

Figura 14. Canchas regionales: a) Chinkultic (segn Borhegyi);b) La Laguna; c) Pijij iapan (segn Navarrete).

A A

A A

a b c

N

N

N

0 20 m 0 20 m 0 2 m


23/36


Figura 15. Canchas regionales: a) Chinkultic; b) Tenam Puente (segn Taladoire);c) Yerba Buena (segn Culbert); d) Ojo de Agua.

c d

a

b

0 10 m

0 10 m

N

N

N

N


24/36


Para imprimir mayor regionalidad al rasgo, agregaremos el patio de pe-

lota del Cerro Najlem en Las Margaritas (figura 16) publicado por Carloslvarez (2000), y otras canchas de Tenam Puente y de la recientementereportada en el ejido Ojo de Agua, municipio de La Independencia, de las queopina Gabriel Lal (2001: 5): Si bien la forma que presentan no muestraclaramente cabezales desiguales como el de Chinkultic, si se observa ciertadesproporcin en los mismos. Los Altos de Chiapas aportan dos claros ejem-plos en Yerba Buena (figura 15 c) y San Gregorio, publicados por Culbert(1965: 8, 16). A un da de camino de Chinkultic, en el sitio La Laguna, mu-

nicipio de Nentn, Guatemala (figura 14b), se encuentra una pequea canchacon un cabezal normal y el otro abierto en demasa, delimitado por una bardabaja (Navarrete, 1980).

Figura 16.Juego de Pelota de Cerro Najlm, Las Margaritas (segn lvarez).

N

0 15m


25/36


Significativa es la cancha descrita por Ledyard Smith (1955: 57; 1961) en

Chijolom, Alta Verapaz, Guatemala, en la que vemos semejanzas constructivasa base de sillares cortados, ensamblados con igual tcnica que en Chinkultic;tambin aparece un afloramiento rocoso sobresaliente de los alineamientosde la escalinata (figuras 17, 18).

Presentamos por ltimo un ejemplo comparativo ms: la pequea ysencilla cancha de la regin de Pijijiapan, costa de Chiapas, situada enmediode un rea extensa de cimientos habitacionales, al parecer del Clsico tardo. Elcontorno est delineado por una hilada de piedras grandes, ligeramente

careadas, con algunos tramos formados de lajas encimadas (figura 14c). Laaltura alcanz apenas 30 cm. Tiene 15.50 m de largo, el cabezal menor 7.30m por 3.50 m y el mayor 9 m por 5 m; la anchura de la calle central es de 5 m.Podra hablarse de una cancha rural, reducida a los mnimos elementos nohay evidencias de taludes, con los requerimientos bsicos para cumplir unafuncin de entretenimiento (Navarrete, 1971).

Figura 17. Cancha de pelota de Chijolm, Alta Verapaz, Guatemala (segn Smith).

N

0 8m


26/36


La cronologa de estos conjuntos data del Clsico tardo. En Chinkulticel anlisis de los materiales cermicos est en proceso, las excavaciones enel interior de la cancha proporcionaron numerosos ejemplares de los gruposde bao naranja y moldeados, pertenecientes a dicha poca, de acuerdo conla tipologa propuesta por Ball (1980).

El ltimo aspecto tiene que ver con un detalle presente en algunas estelaserigidas en la plaza frontal y en las plataformas de la propia cancha. Se trata delos monumentos 1, 7, 17, 18, 20 y 23, cuya escena bsica muestra a un jerarcade pie y a un individuo de menor categora prosternado enfrente. Los hermanaun elemento comn: una especie de mesita angosta columna-escenario, lehemos llamado (Navarrete, 1984: 58-60) sobre la cual reposan algunosanimales, monos en su mayora y un ave, posiblemente halcn (figura 19ay

b). Los animales juegan con un objeto, portan una especie de bastn y el ave

parece estar sujeta. Son seis ejemplares, de los cuales ilustramos cuatro en undibujo esquemtico (figura 20).Las estelas formaban parte del conjunto de la plaza: la 23 hace esquina en

el lmite de la primer terraza, la 7 perteneci a la plataforma exterior de la

Figura 18.Dibujo reconstructivo de la cancha de Chijolom,segn Smith, 1995.


27/36

Figura 19.Animales amaestrados sobre columna-escenario: a) Monumento 7, b) M

a b


28/36


cancha, y las 18 y 20 estuvieron arriba de la plataforma central este, ahora cadas

en el interior. Todas en relacin contextual de acuerdo con el siguiente cuadro:

Monumento Ubicacin Animal Actitud Observaciones

1 Posiblemente Mono De pieen la plaza

7 Plataforma Mono Sentado, Fechadacentral este jugando con en 780 dCEstructura 22 un objeto

17 Plaza, Mono De pie, Personaje con

Grupo C porta un atributos debastn sacrificador

18 Plataforma Halcn Sujeto con Mueco decentral una banda ventrlocuoexterior sujeto por jerarca

20 Plataforma Mono De piecentral A

23 Esquina Grupo C Mono De pie La estela tambinprimer terraza est esquinada

Figura 20. Columna-escenario y animales amaestrados: a) Monumento 7;b) Monumento 18; c) Monumento 17; d) Monumento 23.

a b

c d


29/36


La ubicacin de las estelas hace obvia la relacin: las escenas mostradas

corresponden a eventos que, en la realidad, habran tenido como escenario al-gn lugar de la plaza, encima de las plataformas e incluso en el interior de lacancha, tal como sucede en nuestros das con los festivales musicales, reli-giosos y polticos que ocupan estadios y gimnasios. Lugares con amplitud sufi-ciente para celebrar espectculos pblicos hay suficientes en Chinkultic, puessi algo sobra son graderos y cuerpos escalonados que podran haber servidode tribunas. Esta tnica se aprecia en los escalonamientos interiores y exterioresdel juego de pelota, combinados espacialmente con los graderos de las dems

estructuras de la plaza y con la impresionante escalinata de la Estructura 23a la que el recinto del deporte-rito se integra.

RECAPITULACIN

Conviene comenzar recordando algunos significados que conforman el uni-verso simblico del juego de pelota, haciendo mencin de la carga ideolgicaque conlleva, de las respuestas que se obtenan de la prctica del juego y de laimagen que la gente se formaba del patio. Segn estudiosos como Leyenaar(1997; 1998) y Uriarte (2000), en el Ullamaliztlise conjugaban: ritos propicia-torios de fertilidad al finalizar la temporada seca, el significado astral quesealaba el paso del Sol la pelota sobre la tierra, al mismo tiempo que se leconsideraba un recinto-abertura para penetrar al inframundo; se relaciona-ba con la Luna, Venus, los calendarios y el mantenimiento del orden csmico.En el juego de los equipos contrarios y en los colores de los campos opuestosde la cancha, se manifestaba el espritu dual de la naturaleza y de los cuatro

rumbos del Mundo, enlazados a travs del vuelo cruzado de la pelota. En elritualismo se acuda a las plantas alucingenas que facilitan el trnsito: nin-feas y datura. Polticamente implicaba responsabilidad de los mandatariosdentro del marco del ciclo del tiempo; era parte de la manifestacin de un ritode ascensin al poder, y medio para dirimir conflictos sociales y territoriales;en el ceremonial de la guerra era una alegora de la misma. Incide en el de-venir conducindolo a travs de la extraccin del corazn, la decapitacin yla mutilacin: la muerte por sacrificio perpeta la vida. Se asocia con diversos

animales cercanos al medio acutico: serpientes (terrestres por naturaleza),sapos, tortugas, caracoles, moluscos, mariposas, jaguares y, en el caso de Chin-kutic, monos y aves. Y, si no olvidamos que los espectadores y jugadores eranseres de carne y hueso, finalmente cumpla funciones de deporte y entre-


30/36


tenimiento colectivo, motivo para lucir habilidades y cruzar apuestas. Para

Daneels Verriest (2002), el juego pudo haber funcionado como elemento decohesin regional en comunidades de organizacin social dispersa, aspecto enel que abundan Hill y Clark (2001: 331-345) en su interpretacin de la canchadel Preclsico temprano de Paso de la Amada, Chiapas. En relacin con esteaspecto, Pierre Agrinier (1993) ha encontrado para la poca clsica relacio-nes de orientacin astronmica entre el sitio de Tenam Rosario y otros de laregin, lo que ayudara a confirmar la cohesin territorial a travs del juegode pelota.

Al ingresar los peregrinos al centro sagrado, el primer conjunto al queaccedan era la plaza del Grupo C. Aqu se imbuan del mensaje que las es-telas transmitan: retratos de sacerdotes y jerarcas monumentos 2, 38, 40 (Na-varrete, 1999), escenas de decapitacin y simbolizacin de la misma en el uso decabezas-trofeo monumentos 3, 8, 17; en la ltima, el sacerdote sacrificador esel personaje central y representaciones del pequeo escenario con animalesamaestrados. Cabe indicar que este objeto escenogrfico es nico en la plsticamaya consultada (Maudslay, 1883; Maler, 1976; Ruppert y Denison, 1943;Graham, 1986).

Las ceremonias pblicas habran ocurrido en el mismo conjunto, quizen el montculo 26, el central. Y, por qu no, en las instalaciones interiores dela cancha con mejor visibilidad y acstica, como lo prueban las tres estelas allencontradas. A este atractivo pblico se agrega otro: el monumento 18 (figura19b), en donde est el halcn sobre la mesita escenario, retrata a un personajehincado, en actitud as descrita (Navarrete, 1984: 58-60):

[...] mira verdaderamente absorto el mueco que cuelga del brazo del sacerdote. De su

boca salen los que llamaramos glifos de la palabra. Si se usan animales adiestrados enel oficio de controlar masas tendra de raro que tambin entrara en ello la ventriloqua?,porque no hay duda que la atencin la tiene el mueco que habla, sea de ventrlocuo oguiol.

Como apoyo se ofrecieron pruebas arqueolgicas, documentales y et-nogrficas, acerca del uso de muecos e dolos parlantes en la cultura Maya.Arqueolgicamente bastar con citar el Monumento 21 de Bilbao, Guatemala(Thompson, 1948: figura 6; Parsons, 1969: 101-102, frontispicio; Navarrete,

1984: figura 95; 1999: figura 21).Respecto a las dimensiones contrapuestas de los cabezales, la unidadconstructiva demuestra que ambas funcionaron con dos campos de distintotamao, mientras las plataformas centrales y sus respectivos taludes y ban-


31/36


quetas son normales. Proponemos que las diferencias formales, de tamao y

de jerarqua de las canchas, implican variantes en la forma de jugar y en elsentido del juego. Estamos de acuerdo con Taladoire (2000), en que una uni-dad morfolgica no implica de ninguna manera una homogeneidad simblica,por lo que puede suponerse que, dentro de su larga tradicin, el juego tuvodiferentes connotaciones para las civilizaciones que lo practicaron.

La cronologa de la cancha de Chinkultic debemos verla en razn de suantigedad mesoamericana a partir del Preclsico inferior en Paso de la Ama-da, costa de Chiapas 1400 aC (Hillet al., 1998: 878-879). Por su antigedad,

hay que mencionar San Mateo y El Vergel en la Depresin Central, rea deLa Angostura, donde hay dos canchas fechadas en la fase Escalera del Pre-clsico tardo 700-500 aC (Lowe, 1977: 225-226). Sobreviene despus undecaimiento constructivo para volver a cobrar auge en el Epiclsico 750-1000 dC; recurdense las 17 canchas en El Tajn, las 24 de Cantona y las 17de Chichn Itz. En este periodo se ubica Chinkultic, poca de gran actividadhabitacional y de construcciones de elite en esta fraccin del territorio maya.Los juegos de pelota clsicos de la regin sobrevivieron por encima de susvecinos de las tierras bajas. Fueron usados por los mayas delplumbate delgrupo Tohil, como solemos decir en plticas de arquelogos.

REFERENCIAS

AGRINIER, PIERRE1993 El juego de pelota prehispnico en el valle El Rosario, municipio de

Trinitaria, Chiapas. C. Navarrete y C. lvarez A., (eds.)Antropologa, his-

toria e imaginativa, en homenaje a Eduardo Martnez Espinosa , Serie An-tropologa, Instituto Chiapaneco de Cultura, Gobierno del Estado deChiapas, Tuxtla Gutirrez: 127-131.

LVAREZASOMOZA, CARLOS2000 El patrn de asentamiento en Las Margaritas, Chiapas. Centro de Estudios

Mayas, Instituto de Investigaciones Filolgicas, Universidad NacionalAutnoma de Mxico, Mxico.

BALL, JOSEPHW.1980 The Archaeological Ceramics of Chinkultic, Chiapas, Mxico. Papers of the

NWAF, num. 43, New World Archaeological Foundation, Brigham YoungUniversity, Provo.


32/36


BORHEGYI, STEPHANF. DE

1968 Archaeological Reconnaissance of Chinkultic, Chiapas, Mxico. Publication26, Middle American Research Institute, Tulane University, New Or-leans: 119-134.

BLOM , FRANS1932 The Maya ball-game,Pok-ta-pok(Called Tlachtliby the Aztec).Middle

American Papers , Middle American Research Series, Pub. 4, Tulane Uni-versity of Lousiana, New Orleans: 485-530.

1965 Comitan-Chinkultic. Ficha de viaje, manuscrito, Archivo Na-Bolom,

San Cristbal de Las Casas, Chiapas.BLOM , FRANSYGERTRUDEDUBY

1957 La selva lacandona: andanzas arqueolgicas. 2 vols., Editorial Cultura, Mxico.

BLOM , FRANSYOLIVERLAFARGE1926-27 Tribes and Temples. American Research Institute, Pub. I, 2 vols., Tulane

University, New Orleans.

CULBERT, T. PATRICK1965 The Ceramic History of the Central Highlands of Chiapas, Mxico. Papers

of the NWAF, num. 19, New World Archaelogical Foundation, Provo.

DANEELSVERRIEST, ANNICKJOELVIRE2002 El patrn de asentamiento del periodo Clsico en la cuenca del Ro Cotaxtla,

centro de Veracruz. Tesis para obtener el grado de doctora en Antropologa,Facultad de Filosofa y Letras, Divisin de Estudios de Posgrado, Univer-sidad Nacional Autnoma de Mxico, Mxico.

FEDERICOARREOLA, TERESA1972 El juego de pelota entre los antiguos mayas. Tesis de licenciatura en

historia, Facultad de Filosofa y Letras, Universidad Nacional Autnomade Mxico, Mxico.

GARCAGUTIRREZ, ARMANDO1985 Los espacios escnicos en Tikal. Cuadernos de Arquitectura Mesoamericana,

nm. 6, Divisin de Estudios de Posgrado, Facultad de Arquitectura,Universidad Nacional Autnoma de Mxico, Mxico: 69-86.

GRAHAM, IAN1986 Corpus of Maya Hieroglyphic Inscriptions. Peabody Museum of Archaeo-

logy and Ethnology, Cambridge, Massachusetts.


33/36


HILL , WARREND. YJOHN E. CLARK

2001 Sports, Gambling, and Government: Americas First Social Compact.American Anthropologist, 103 (2): 331-345.

HILL , WARREND., MICHAELBLAKEYJOHN E. CLARK1998 Ball Court Design Dates Back, 3 400 years.Nature, num. 399.

LALJACINTO, GABRIEL2001 Los juegos de pelota en Tenam Puente, Chiapas.XV Simposio de Inves-

tigaciones Arqueolgicas en Guatemala, 2000 , Museo Nacional de Arqueo-

loga y Etnologa, IDAEH-Asociacin Tikal, Guatemala: 637-649.

LEYENAAR, TEDJ. J.1997 Ulama. Muse Olympique, Lausana.1998 El juego de pelota mesoamericano.Anales de la Academia de Geografa e

Historia de Guatemala, LXXIII, AGEH, Guatemala: 105-142.

LEYENAAR, TEDJ. J., LEEA. PARSONS1988 Ulama: The Ballgame of Mayas and Aztecs. Leiden.

LOWE, YARETH1977 The Mixe-Zoque as Competing Neighbord of the Early Lowland Maya.

Richard E.W. Adams (ed.) The Origins of Maya Civilization, Universityof New Mexico, Albuquerque: 197-248.

MALER, TEOBERT1976 Explorations in the Department of Peten, Guatemala. Memoirs of the

Peabody Museum of American Archaeology and Ethnology, vol. V, Harvard

University, New York.

MAUDSLAY, A. D.1883 Explorations in Guatemala, and Examination of the Newly Discovered

Indian Ruins of Quirigua, Tikal and the Usumacinta.Royal GeographicSociety Proceedings and Monthly Record of Geography, vol. IV, London:185-204.

NAVARRETE, CARLOS

1971 Cuaderno de notas del reconocimiento extensivo de la costa de Chiapas(levan-tamiento y anotaciones de Eduardo Martnez E.), Mxico (manuscrito).

1980 Diario de campo de la temporada 1980, Altos Cuchumatanes, Huehuetenango,Guatemala. Manuscrito.


34/36


1984 Gua para el estudio de los monumentos esculpidos de Chinkultic, Chiapas.

Centro de Estudios Mayas-Instituto de Investigaciones Filolgicas, Uni-versidad Nacional Autnoma de Mxico, Mxico.1991 Anotaciones a temas no resueltos: Votn, las columnas de Been y las

rocas-estelas en el sur de Mesoamrica. Anales, vol. LXV , Academia deGeografa e Historia, Guatemala: 9-95.

1999 Anotaciones iconogrficas en Chinkultic, Chiapas, Mxico.Anales , vol.LXXIII, Academia de Geografa e Historia, Guatemala: 7-38.

2000 Chinkultic. Las culturas de Chiapas en el periodo prehispnico , DrdicaSgota (coord.), Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas-

Conaculta, Mxico: 290-301.PARSONS, LEEA.

1969 Bilbao, Guatemala. An Archaeological Study of the Pacific Coast Cotzu-malhuapa Region . vol. 2, Publications in Anthropology, 12, MilwaukeePublic Museum, Wisconsin.

RUPPERT, KARLYJOHN DENISON1943 Archaeological Reconnaissance in Campeche, Quintana Roo and Peten.

Publication num. 543, Carnegie Institution of Washington.

SCARBOROUGH, VERNONYDAVIDR. WILCOX(EDS.)1991 The Mesoamerican Ballgame. The University of Arizona Press, Tucson.

SMITH, A. LEDYARD1955 Archaeological Reconnaissance in Central Guatemala. Publication num.

608, Carnegie Institution, Washington.1961 Types of Ball Courts in the Highlands of Guatemala. (Samuel K. Lothrop

and others).Essays in Pre-Columbian Art and Archaeology, Harvard Uni-versity Press, Cambridge: 100-125.

TALADOIRE, ERIC1981 Les terrains de jeu de balle (Msoamrique et sud-ouest des Etats-Unis) .

tudes Mesoamericaines, Serie II, num. 4, Mission Archeologique etEthnologique Franaise au Mexique, Mxico.

2000 El juego de pelota mesoamericano. Origen y desarrollo. ArqueologaMexicana, VIII (44): 20-27.

THOMPSON, J. ERICS.1948 An Archaeological Reconnaissance in Cotzumalhuapa Region, Guatemala.

Contributions to American Anthropology and History, num. 14, CarnegieInstitution of Washington.


35/36


URIARTE, MARATERESA(ED.)

1992 El juego de pelota en Mesoamrica. Races y supervivencia. Siglo XXI,Mxico-Madrid.2000 Prctica y smbolos del Juego de Pelota. Mariposas, sapos, culebras y

estrellas. Arqueologa Mexicana, VIII (44): 28-35.

VANBUSSELG. W., PAUL L. F. VANDONGENYTEDJ. J. LEYENAAR(EDS.)1991 The Mesoamerican Ballgame. Leiden.


36/36

variaciones interpretativas sobre el juego de pelota chinkultic

Documents