DOSSIER DE PRENSA

OBRA PONTIFICIA DE SAN PEDRO APÓSTOL 2011

VOCACIONES NATIVAS

“… llamadas a las misión”

SAN PEDRO APÓSTOL

La mayor institución destinada al sostenimiento de vocaciones en la Iglesia

La Obra de San Pedro Apóstol

La Obra Pontificia de San Pedro Apóstol contribuye al crecimiento del clero local en los países de misión y ayuda a la formación de los sacerdotes y de las religiosas y religiosos, de forma que ninguna vocación se pierda por falta de medios materiales. Fundada Juana y Estefanía Bigard, en 1888, esta iniciativa de ayuda a las vocaciones se implantó en España en 1922.

Actúa mediante la concesión de subsidios ordinarios anuales en favor de seminarios para contribuir al mantenimiento de los seminaristas. Y, por otro lado, con subsidios extraordinarios, para la construcción, ampliación y reestructuración de seminarios. Actúa de igual forma con los novicios y novicias religiosos y sus centros de formación. Ayudas Económicas desde las Obras Misionales Pontificias de España

San Pedro Apóstol envió 34.704.732,13 euros a seminarios y noviciados de los cinco continentes. La aportación de España, 2.395.167,89 euros, se distribuyó a los siguientes países: Continente País Euros País Euros ÁFRICA Benín 265.678,69 Liberia 1.618,85

Camerún 64.000,00 Mozambique 13.762,40Chad 50.000,00 Nigeria 532.502,43 Costa de Marfil 160.000,00 Sudán 39.849,00Etiopía 8.093,30 Tanzania 145.619,57

Kenya 321.822,85 Uganda 406.303,70 Total África: 2.009.251,70 Euros.

Colombia 32.801,42 Guatemala 6.149,85AMÉRICA Ecuador 4.028,90 Nicaragua 19.706,75

Total África: 62.686,92 Euros. ASIA Vietnam 323.229,27 Total Asia: 323.229,27 Euros. Total general: 2.395.167,89 Euros.

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Las vocaciones en África Más de 50.000 seminaristas

Seminaristas ayudados en África Nº seminarios Nº seminaristas Dólares Mayores 134 14.236 7.329.523 Propedéuticos 89 2.739 1.094.231 Menores 234 37.495 3.397.600

TOTAL 457 54.470 11.821.047 Seminario Mayor Abbé Ngidi de Boma, R. D. del Congo

Este seminario ha acogido, desde su apertura en 1977, jóvenes seminaristas de la mima Boma, y de Kisantu y Matadi, además de seminaristas procedentes de la vecina República del Congo y de Angola. Los 120.000 dólares destinados como subsidio extraordinario a su re-construcción y ampliación apoyan el decidido aumen-to de vocaciones en esta diócesis. De hecho este seminario, deteriorado por el paso de los años y de los acontecimientos vivi-dos en el país, está dedi-cado al Abbé Ngidi, cono-cido sacerdote del clero local, en proceso de beati-ficación por su testimonio sacerdotal.

Las muchas vocaciones en este gran país de África – los seminaristas mayores son 1.553 – expresan la vitalidad de una Iglesia que ya es africana. Paul Massolo, rector del seminario nacional de Santa María de Ggaba, Uganda.

“Aunque nuestros estudiantes contribuyen con algo de dinero, en razón de sus gastos, sin su colaboración no podríamos afrontarlo. Muchas gracias por ayudarnos a sobrevivir y a llevar adelante esta noble tarea de formar a futuros sacerdotes”.

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Las vocaciones en América Una Iglesia profundamente misionera

Seminaristas ayudados en América Nº seminarios Nº seminaristas Dólares Mayores 31 724 232.363 Propedéuticos 5 53 18.292 Menores 9 338 39.246

TOTAL 45 1.115 289.901 Seminario Intermisional San Luis Beltrán, Bogotá, Colombia

Esta institución acoge seminaristas de los más de 10 territorios de misión de Colombia. Se trata de vicariatos apostólicos del interior, como Inírida, o de

la costa sur del Pacífico, como Guapi.

Este seminario misionero, atendido por formadores y sacerdotes de la diócesis colombiana de Sosón-Río Negro, se creó en 1959. La Obra de San Pedro Apóstol no ha dejado de apoyarlo desde entonces.

Son numerosos los sacerdotes que se han formado en San Luis Beltrán, incluidos 5 obispos. Hoy más de 80 jóvenes se forman en esta

institución para el servicio, no solo de los vicariatos apostólicos de Colombia, sino también para algunas diócesis, sobre todo de la parte central del país. Luis Eduardo Guzmán, sacerdote de Soacha, Colombia

“En cada plegaria, en cada Eucaristía, tendré presente a aquellos hombres y mujeres que, en la distancia, ayudaron y acrecentaron esta vocación”.

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Las vocaciones en Asia Crecimiento en católicos y en vocaciones…

Seminaristas y ayudas Nº seminarios Nº seminaristas Dólares Mayores 90 7.139 3.057.635 Propedéuticos 22 581 203.646 Menores 188 13.394 1.457.174

TOTAL 300 21.114 4.718.456 Seminario Mayor Saint Joseph de Xuan Loc, Vietnam

En Xuan Loc, las vocaciones son muy abundantes. Sólo para el primer año se han acep-tado a un centenar de seminaristas.

Gracias a la ayuda directa de la Obra de San Pedro Apóstol de España, que ha tenido el privilegio de enviar 200.000 dólares, será posible am-pliar este seminario que se convertirá así en el más grande del país. Y es que el número de católicos en esta zona del sur del país se ha multiplicado por cuatro en los últimos 20 años, haciendo posible que la manutención del seminario corra a cargo de la misma diócesis. Dominique Nguyen Chu Trinh, Obispo de Xuân Loc

“Que Dios les bendiga a todos por el envío hecho desde España a Expreso mi más sincera gratitud a ustedes y a sus familias por la ayuda económica que han enviado al Seminario del Santo Nombre de María a través de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol. Su apoyo me inspira a mí y a los demás seminaristas a tomarnos muy en serio nuestra formación”.

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Las vocaciones en Europa Territorios de misión en Europa

Seminaristas y ayudas Nº seminarios Nº seminaristas Dólares Mayores 4 170 46.607 Propedéuticos Menores 2 152 11.692

TOTAL 6 694 58.300 Seminario Mater Boni Consilii de Shkodrë, Albania

En Shkodrë (Scutari) se encuentra el Seminario Interdiocesano de toda Albania, en el que se forman, además, seminaristas de Montenegro y Kosovo. El país sigue reponiéndose de decenios de aislamiento y opresión comunista, que persiguió de modo implacable a la Iglesia católica.

Para ayudar a este seminario a mejorar su sistema eléctrico se ha concedido un subsidio extraor-dinario de 8.000 dólares que permitirán tener luz durante todo el año, además de proteger mejor el edificio contra los rayos, muy frecuentes en esta zona rodeada por un lago y las montañas.

Como subsidio ordinario, para el sostenimiento de sus seminaristas, la Obra de San Pedro Apóstol ha destinado 11.000 dólares.

El pasado 29 de junio se ordenaron los primeros cinco sacerdotes albaneses salidos de este seminario. La última ordenación de un sacerdote diocesano albanés tuvo lugar en 1991. Antonio Massafra, OFM, arzobispo de Shkodrë-Pult

“A pesar de los problemas de este país, las ordenaciones demuestran que el anuncio del Evangelio es posible con vocaciones locales. Son un signo de esperanza de cómo está creciendo la Iglesia albanesa tras tantos años de ateísmo de estado y martirio”.

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Las vocaciones en Oceanía Una Iglesia que se afianza

Seminaristas y ayudas Nº seminarios Nº seminaristas Dólares Mayores 10 406 289.130 Propedéuticos 3 75 38.260 Menores 6 213 42.600

TOTAL 19 694 369.990 Seminario del Santo Nombre de María en Honiara, Islas Salomón

El Seminario del Santo Nombre de María de Honiara, en Guadalcanal, en las Islas Salomón, acoge seminaristas de diversos archipiélagos e islas del Pacífico. Este año la Obra de San Pedro Apóstol ha dedicado, para su sostenimiento, como sub-sidio ordinario, la suma de 25.940 dólares.

No obstante, uno de los problemas más acu-ciantes en Oceanía son las distancias que separan las islas. Por eso se ha con-cedido a la diócesis de Auki, en Malatia, otra isla de las Salomón, y a la diócesis de Gizo, en la isla del mismo nombre, el subsidio extraordinario de 14.500 dólares para los gastos de viaje de los seminaristas que estudian en Honiara. Ellison Tau, seminarista de segundo año

“Expreso mi más sincera gratitud a ustedes y a sus familias por la ayuda económica que han enviado al Seminario del Santo Nombre de María a través de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol. Su apoyo me inspira a mí y a los demás seminaristas a tomarnos muy en serio nuestra formación”.

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El Futuro de la Iglesia Ofrecemos a continuación los testimonios de algunos seminaristas del Seminario San Luis Beltrán de Colombia, en Bogotá, dependiente de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, donde estudian los seminaristas de los Vicariatos Apostólicos de Colombia.

“Al concluir este ciclo de formación, manifiesto mi profunda gratitud ante la generosa

ayuda económica y espiritual que hacen a la casa de formación y por ende a mi proceso y al de muchos más hermanos que desean dar una repuesta generosa al llamado del Señor. La ayuda recibida es de vital importancia para que nosotros, jóvenes provenientes de familias pobres y humildes, podamos realizar los estudios requeridos en el camino vocacional. El Señor recompense siempre su generosidad y colme siempre de bendiciones sus vidas y sus familias”.

Luis Emilio Jiménez Chanci, Vicariato Apostólico de S. Vicente-Puerto Leguizamo.

“El Seminario tiene la gran responsabilidad de ‘formar sacerdotes para la misión’, cuya

preocupación es compartida por personas generosas como ustedes, ayudando a que culmine esta etapa de mi formación, en busca de configurar mi vida con la de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, como un humilde Pastor de su Iglesia universal. […] Deseo que el Señor derrame muchas bendiciones sobre sus vidas y los proyectos que emprenden para que lleguen a un buen fin. Cuenten con mis oraciones, espero que me tengan presentes en las suyas”.

Francisco Javier Bolaños Rengifo, Seminarista

“Quiero compartir con ustedes la alegría que me invade al ser elegido por el Señor, ya que hacen parte de este noble propósito, pues con sus diversos aportes, han contribuido a mi formación y han puesto su empeño para que personas con dificultades económicas como yo, puedan llevar a feliz término el sueño de ser discípulos de la Verdad, a ejemplo del Señor Jesús. Mi apostolado lo desempeñaré en el Vicariato Apostólico de Trinidad en el Casanare, lugar donde es necesario, impregnar los valores del Evangelio con gran esfuerzo. Por eso imploro a ustedes, continúen siendo mis benefactores espirituales y que con su oración, la misión que el Señor me encomendó, sea fructífera. A ustedes mil y mil gracias, y el Señor sepa bendecir su gran generosidad, los premie y los bendiga por siempre”.

Héctor Manuel Rincón, diácono del Vicariato Apostólico de Trinidad