NÚMERO 6 / JUNIO 2015

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Editorial

INDICE

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/RevistaVolleyAttack @VolleyAttackOK

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Alianza Jesún María, campeón de la Liga A2

Algunos potros viven galopando

Foto: Prensa Alianza JM

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La noche del sábado 28 de marzo de 2015 no fue una más, Alianza Jesús María logró el objetivo que se

había impuesto al comienzo de la temporada. Lograr el ascenso a la Liga Argentina de vóley. El camino

hacia el titulo fue extenso pero los dirigidos por Cristian Ventura supieron vencer cada de uno de los

obstáculos y así gritar campeón.

Los Potros, disputaron una Liga A2 histórica con 18 equipos. Divididos en tres zonas de seis equipos cada

una en los que se enfrentaron todos contra todos, en formato ida y vuelta. Allí, los tres mejores de cada

una de ellas continuaron en carrera por el título. En la siguiente instancia, se disputaron tres nuevos

triangulares en los que clasificaron los dos primeros y ahí, los seis equipos fueron repartidos en dos

triangulares en donde los primeros de cada zona, resultaron finalistas de la A2.

Para el equipo cordobés, la zona sorteada fue la A y quedó conformada de la siguiente manera: Paraná

Rowing, Echagüe, Rosario Sonder, Rivadavia Villa María y UVT San Juan. En cuanto a la formación del

equipo, los cordobeses contaron con una base sólida, más los refuerzos de jerarquía que harían la

diferencia a lo largo del certamen.

El opuesto carlospacense Gustavo Scholtis, de 32 años, y tras haberse coronado campeón de la Liga A1

de Chile con Linares, regresó para formar parte del equipo en busca del ascenso a la máxima división del

vóley argentino. Otra incorporación fue Simón Guerra, central chileno y único extranjero en el plantel. Dos

jugadores de experiencia que se incorporaron a una gran base formada por Mario Picat (capitán), Lucas

Echeverría, Abel Rojas, Matías Montalbán y Mauricio Viller entre otros.

El primer weekend fue muy satisfactorio para Los Potros, ya que lograron obtener los dos triunfos como

visitante frente a Echague en Paraná (3-0) y a Rowing (3-1). El equipo continuo por la senda ganadora de

local frente a Rosario Sonder y su capitán se convertía en una de las figuras como máximo anotador. En

su visita a San Juan para enfrentarse a UVT (Unión Vecinal de Trinidad) obtendría su quinta victoria al hilo

para confirmar la sospecha de muchos, al equipo sólo le importaba el ascenso.

De local fueron imbatibles y fue el turno de jugar frente a Echagüe y Rowing, victoria por 3-0 a ambos

equipos, invicto en el torneo y una gran firmeza en el juego. El golpe lo dio Rivadavia de Villa María,

primera derrota 3-2 antes de viajar a Rosario para enfrentarse a Sonder. Difícil obstáculo tenían por

delante, los rosarinos era fuertes de local y favoritos pero, Alianza sacó todo su poderío y determinación;

Scholtis y Picat por los extremos le dieron un gran triunfo a los cordobeses 3-2.

Clasificado primero en su zona, aguardaba por los rivales de turno para disputar el triangular de cuartos de

final. Estudiantes de La Plata era el próximo objetivo y la semifinal estaba a la vuelta de la esquina, 3-0 a

los platenses. Frente a Ateneo Mariano Moreno Vóley, los de Jesús María dieron otra vez cátedra de valor,

coraje y juego, 3-1 y pase a la siguiente ronda para definir de local todo lo que quedaba del torneo.

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Las semifinales fueron tan competitivas como todo el torneo, pero Alianza no se iba a dar por vencido sin

luchar. La gran experiencia de Gustavo Scholtis, su capitán Mariano Picat, Mauricio Viller como receptor-

punta, los centrales Abel Rojas y Simón Guerra y el líbero Matías Montalbán, dirigidos por Cristian Ventura

dieron una vez más el salto de calidad necesario para llegar a la final, 3-0 frente a Deportivo Morón y 3-1 a

Club de Amigos para lograr la tan esperada final.

En la vereda de enfrente esperaba River Plate y también todo el peso de su historia en la Liga Argentina,

sin embargo Alianza no se detuvo a pensar en nada y salió a jugar el primer partido, de local, con la

jerarquía que lo caracterizó durante todo el torneo. El conjunto cordobés ganó el primer encuentro, al

mejor de tres, por 3-1 frente a los millonarios. Una semana después se volvían a ver las caras, esta vez en

Núñez. En un estadio colmado, no faltaron las emociones, cuando parecía que el partido estaba liquidado,

River levantó un 0-2 llevando el cotejo a tie break. Los Potros no titubearon, retomaron el volumen de

juego y sentenciaron la final con un dramático 3-2.

La noche del

28 de marzo

de 2015 no

fue una más,

Alianza

Jesús María,

no sólo

consiguió el

ascenso,

ratifico una

forma de

trabajo, de

compromiso

por parte de

sus

jugadores,

cuerpo técnico y dirigentes, quienes apostaron por un proyecto serio de compromiso y trabajo. Esto

sumado a las grandes actuaciones de sus figuras y a un incansable entrenador que nunca bajo los brazos,

Los Potros fueron al galope por lo que tanto desearon, devolver a Córdoba a la Liga Argentina.

Foto: Prensa Alianza JM

Lavalle 168 - Buenos Aires

011 4314-2072

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EDUARDO RODRIGUEZ

“Soy un profesional que pudo desarrollarse a

través de este hermoso deporte”

Ex jugador de vóley, psicólogo, actual Manager de Boca Juniors y presidente de la

Asociación de Clubes Liga Argentina de Voleibol. Un hombre que nació en un mundo

deportivo y actualmente se desarrolla en el ámbito político y organizativo. ¿De quién

hablamos? De Eduardo Rodríguez, que en una charla con Volley Attack!, nos contó su

trayectoria como jugador, los defectos y virtudes que se encontró en su carrera, además de

sus aspiraciones tanto personales como deportivas.

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Foto: Prensa ACLAV

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¿Cómo fueron tus primeros pasos por el vóley? Cuando empecé a jugar al vóley, no sabía lo que era el deporte. A los 10 años, vieron que mi altura era la apropiada y me captaron en el Club Estudiantil Porteño. Algunos me aconsejaban sobre el básquet, pero nunca terminé de engancharme. En cambio, con el vóley tuve un primer encuentro. Iba a los entrenamientos, pero es muy aburrido aprender a jugarlo, entonces dejé. Al tiempo, un amigo que iba a las clases me dijo: “Volvé, ahora están más entretenidas”. Le hice caso y retomé las prácticas. Primero jugué en Estudiantil Porteño, en Club Italiano y luego estuve muchos años en Vélez. Después jugué en el Málaga y en Puerto Rico. Los últimos dos años, previos a mi retiro, jugué en Sholem y en Bolívar, con los que salí campeón. La transición de jugador a manager deportivo, ¿fue por decisión propia o una recomendación? Mirá, cuando Daniel Castellani me llama en 2002 para ir a Bolívar, yo estaba dejando el deporte de lado. Era un equipo conformado por ex amigos del seleccionado argentino, entonces me entusiasmaba la idea que me proponía. Además, teniendo a Castellani de técnico siempre se aprenden cosas nuevas. Para el año siguiente, surge la posibilidad de seguir en club pero como Manager. Y a eso se le suma la idea que venía madurando: retirarme como jugador. Entonces decidí que formar parte de la organización del club era lo correcto. Además de formar parte del mundo deportivo, te graduaste de Psicólogo, ¿cómo combinaste ambas facetas? Antes de irme a jugar a España, en el año 1997 abandoné la carrera de Profesorado en Educación Física. Pero cuando volví al país empecé a estudiar Psicología en la UBA. Mientras jugaba las Ligas, estudiaba. En 2003, cuando me retiré me quedaban dos años y los terminé mientras trabajaba de Manager en Bolívar. ¿Qué relación podes establecer entre la psicología y el deporte? La psicología, la formación psicoanalítica y la práctica clínica que hice me dieron un cierto entrenamiento que favorece la escucha. En sí, tiene que ver con la capacidad de escuchar y entender lo que quiere decir

la otra persona. Además tenés el saber necesario para ir a fondo o poner la contención necesaria para determinadas situaciones. En realidad, el rol de Manager se va construyendo a partir de los errores, sumando la experiencia que te haber transitado por el deporte. ¿Cómo fue tu llegada a Boca Juniors? A Boca llegué en el 2009. Venía de armar una experiencia para el equipo de Entre Ríos Vóley, donde nos fue bien en lo deportivo pero mal económicamente. Entonces la provincia vecina, tenía el ánimo de seguir continuando con el deporte pero

Foto: somosvoley.com

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no sosteniendo un equipo solo. Ahí surgió la posibilidad de hacer un entrecruzamiento entre Boca y Entre Ríos. De alguna manera, fui el nexo entre los dos equipos, y después terminé siendo el Manager del equipo. Y ahí arrancamos, siendo locales en Paraná en la Liga 2009/2010. Después ingresó como sponsor oficial del equipo Río Uruguay Seguros, que está ubicado en Concepción del Uruguay. Entonces mudamos la localía allí donde jugamos por dos años. Fueron experiencias hermosas; la de Paraná fue increíble y en la de Concepción ya nos sentíamos más locales. Para el cuarto año del equipo, las ligas las jugamos acá en Buenos Aires. ¿Qué está pasando en la actualidad del vóley boquense? ¿A qué se debe la baja de la Liga? Hay una comisión de finanzas que está, hace más de un año, fiscalizando los presupuestos de cada departamento. Boca es un club grande con una estructura pesada y también es muy complejo a la hora de hacer reducciones. Entonces identificaron que se estaba invirtiendo determinados recursos en el voleibol que evidentemente no tenían “mucho sentido hacerlo”. En un principio se volcó en no presentar el equipo, pero eso está cambiando. Tuvimos algunas conversaciones para tratar de reflotarla. Pero entonces, ¿qué va a suceder en el futuro deportivo? Espero que podamos jugar la Liga, tenemos un visto bueno del club con varias condiciones que logramos después de conversaciones. Lo que falta es una cantidad de recursos que completen los gastos que requiere jugar en la Liga. Estamos hablando de sponsors y de una gestión puntual que estoy haciendo con la Universidad de La Matanza para lograr una fusión. Trataremos de lograr algo parecido a lo que hicimos hace seis ligas, donde Boca se hizo cargo de los honorarios de los jugadores y la provincia de Entre Ríos se hizo cargo de los costos de la logística. Aspiro que esto suceda, pero de otro punto de vista: del trabajo mancomunado. La Universidad tiene una estructura deportiva y un nivel bastante desarrollados. La idea es fusionar los equipos con jugadores y cuerpos técnico, para hacer un trabajo completo de ambas partes. Pasando al otro plano, como presidente de la ACLAV, ¿sentís que estás haciendo las cosas bien?

A mi parecer estamos haciendo una buena gestión. El presidente de la Asociación es quien asume esa función de ser articulador y facilitador de ciertas cuestiones. En sí, consiste en llevar a cabo determinadas políticas que hagan crecer a la Liga. Mi objetivo está orientado a lograr una Liga más genuina, ganar espacios en los medios de comunicación, cosa que habíamos perdido. Pero la mirada está centrada en lograr una liga sustentable, eso quiere decir que los equipos que juegan en la Liga tengan asegurado otro año de participación en ella. Se quiere reducir el riesgo de que los equipos se caigan por falta de presupuestos. Con recursos, políticas inteligentes y la iniciativa de proyectos en el tiempo, esto se puede lograr. Es una visión puesta en el camino, en el proceso, en el futuro del club y de la Liga. En tu gestión, ¿qué fue con lo más difícil que te encontraste? Mirá… en realidad lo que al principio me afectó eran los desacuerdos que había a la hora de determinar distintas decisiones. Después de un consenso, siempre hay alguien que está en desacuerdo, y ahí aparece la crítica fácil. Me llamó la atención que en las redes sociales, se pueda hacer daño tan rápidamente. Así como tienen esa ventaja del aquí y ahora, de poder expresar algo y que lo vean millones de personas, también tienen esa posibilidad de denigrar a alguien instantáneamente. Me impactaron las críticas y las frases con cierta ironía de gente que conozco hace muchos años, personas con las que tranquilamente se podría tomar un café y conversar. La verdad, puedo decir que siempre estuve abierto a la conversación. Me parece más productivo tratar las cosas de las puertas para adentro, antes que escribir frases que pueden ocasionar ruido y daño. ¿Esa fue la única traba con la que te cruzaste en este camino como Presidente o hubo otras cuestiones más difíciles de superar? Tanto para la Asociación como para mí, fue duro haber recibido la nota de la FeVA donde nos notificaban que a partir de la pasada temporada ellos iban a organizar la Liga A2 y la femenina, cuando nosotros las estábamos administrando con un contrato vigente. Fue difícil de atravesar porque nos colocó en una situación donde una de las posibilidades era llevar al voleibol a una nueva crisis institucional y los que tenemos muchos años en esto las hemos sufrido. Muchas veces esas crisis en nuestro

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deporte tenían que ver con una mala praxis dirigencial. Entonces, esto me hizo recordar aquellos momentos en los que era jugador, y la Federación Metropolitana y la Confederación Argentina habían roto relaciones, por ello tenías que elegir entre jugar en la Selección Nacional o en la Liga. Los dirigentes de ese momento, no pensaban en el daño que le estaban haciendo a un grupo de jóvenes que representaban al país. Esta situación me dejó muy marcado, por eso siempre apuesto al diálogo para resolver la situación.

Volviendo a lo más reciente, fue como una renuncia narcisista y no nos fue grato la forma en que nos arrebataron todo lo que veníamos trabajando desde hace tiempo. En medio de esta crisis dirigencial, ¿hubo algo positivo? Surgió algo positivo que fue el acuerdo a largo plazo para administrar la Liga A1. Salió a la luz algo que se

Foto: Prensa ACLAV

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hablaba en los pasillos. Esto de que la FeVA iba por la Liga A1, la A2, la femenina y más. Entonces por lo pronto quedó claro que el interés institucional era administrar la A2 y la femenina, y que ellos se muestran satisfechos con la forma de llevar adelante la Liga A1 por parte de la ACLAV. Personalmente, ¿sentís que estás haciendo las cosas bien? ¿O sos una persona autocrítica que puede reconocer sus propios errores? Siento que mi gestión está basada en el consenso y el diálogo con los otros equipos. Si no, no tendría sentido. En las dos temporadas que pasaron, estuve liderando en la Liga y tuve mis iniciativas que fueron acompañadas con el consejo de mis colegas. Me genera satisfacción ver que ellos apoyan iniciativas o el modo de gestionar las negociaciones. No tengo un perfil de hombre de política, sino un perfil más técnico. Soy un profesional que pudo desarrollarse a través de este hermoso deporte. Pero la falta de política hizo que en algunas cuestiones me haya quedado corto. Hoy en día tengo la suerte y el orgullo de ocupar este lugar, y lo estoy haciendo de la mejor manera. ¿Qué proyectos personales tenés? Mi proyecto a corto plazo es terminar de levantar a Boca en la Liga porque me duele mucho pensar que no podamos jugarla. Este es un club maravilloso que está repleto de oportunidades y me dolería que el trabajo de mucho tiempo se derrumbe. Nosotros nos manejamos con objetivos claros, cuidamos la manera en que invertimos el dinero y demás. Con ese mismo estilo, trataremos de conseguir la otra pata que nos queda para jugar la Liga. En cuanto a proyectos a largo plazo, apunto a la gestión deportiva en alguna institución o en forma privada. Me veo vinculado a esto porque me parece que es una de las actividades más hermosas que existen. Estar vinculado al deporte, es estar relacionado a una realidad cambiante. Un lugar muy difícil, plagado de desafíos. Me parece que tengo para aportar en esa área, siempre con una lectura llana de las cosas.

Para cerrar, ¿cómo ves la evolución del vóley tanto a nivel deportivo cómo institucional? Creo que nuestro deporte atravesó por muchas etapas, cada una de ellas aportó algo. Sería un error pararse en uno de esos momentos para hacer una lectura de ellos. El otro día estaba en un almuerzo y se decía que el vóley perdió identidad, que los jugadores no duran mucho en un club. Lo cual es cierto, estamos en una época donde hay mayor dinamismo en la rotación de clubes pero va acorde a la vida que llevamos hoy en día. Hay una cultura relacionada al esfuerzo que esta bastardeada, donde el trabajo está más alivianado. Me parece que las reglas de nuestro deporte colaboraron para sostener cierto tipo de discurso, por ejemplo la reducción de entrenamientos. Entonces, el vóley evoluciona de la manera que puede. Nuestro deporte sigue vivo por la gente que lo ama. A nivel deportivo, pienso que tenemos una Liga muy linda y muy pareja. Hay una competencia interna, muy interesante, donde se juega bien al vóley. La Liga que viene será la numero 20, eso habla de que pudimos tener una cierta continuidad y que la experiencia te da la posibilidad de ver cosas. Hay un aprendizaje y perfeccionamiento profesional de lado de los cuerpos técnicos, de los técnicos, de los jugadores y preparadores físicos. Hay que pensar a largo plazo y valorar todos los clubes que pasaron por la Liga porque gracias a ellos continuó como institución. Igualmente se debe seguir trabajando para el perfeccionamiento y la excelencia. Por el lado del Seleccionado, estamos bien posicionados, pero la mirada argentina dice que si no somos primero no existimos. Pero el rendimiento de nuestra Selección es meritorio, estamos entre los diez mejores del mundo. Ojalá algún día accedamos a un puesto mejor. Creo que el vóley está atravesando un buen momento pero debemos seguir en busca de nuestra identidad como deporte argentino. Y sobre todas las cosas, pensar al vóley como un deporte del cual participamos varias instituciones y tener la generosidad de respetar a nuestro rival. Renunciar a cierto egocentrismo para brindarse al bien común, de esta forma podremos progresar.

Foto: Prensa ACLAV

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Mimi Sosa

“El vóley ha sido mi medio de vida, pero terminó siendo mi pasión en un 100%.”

Algunas deportistas tienen una historia de vida muy interesante, la mayoría se va de su casa muy jóvenes, dejando

atrás, entre otras cosas, familia, amigos y costumbres. Esta historia es muy especial: habla lenguaje de señas, estudio

para chef, toca la guitarra, canta y hace fútbol Freestyle. Una jugadora multifacética que se crio en Lote Uno,

comunidad aborigen situada a 300 km de Las Lomitas, Formosa, que se mudó a Córdoba con su sueño de jugar al

fútbol y que terminó jugando al vóley continuando en Buenos Aires para transformarse en una Pantera.

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Foto: Victoria Zabala

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¿Cómo llegó el deporte a la vida

de Mimi Sosa?

Mi papá era jugador de fútbol y

somos una familia futbolera. Mi

hermana es arquera en Belgrano,

yo también jugué en Belgrano al

fútbol, pero el vóley recién

apareció en la familia hasta que

yo me fui a jugar al vóley.

¿Qué fue lo que te llevó a

mudarte a Córdoba para jugar al

fútbol?

Nuestra familia no tenía “un

lugar” establecido. Mi familia

siempre vivió en Lomitas hasta

que yo cumplí 8 años. Después

nos fuimos a “Lote uno” que es

una comunidad aborigen y ahí

estuve 6 años hasta que volvimos

a Lomitas, como que no tenía un

lugar, entonces cuando me

ofrecieron ir a jugar a Córdoba

para mí era como volver a

mudarme pero sin mi familia. Fui

a probar y mi hermana al tiempo

también se enganchó entonces

ya éramos 2 y nos fue más fácil.

Me dije a mi misma que si no

resultaba me volvía con mi

familia y acá estoy.

¿En qué momento se cruzan

Mimi Sosa y el vóley?

A los 13 años fui a ver jugar al

vóley a mi hermana y la

profesora como me veía flaquita

y alta para la edad me llamaba

para que vaya a jugar, pero yo

estaba viviendo todavía en “Lote

uno”, entonces mi papá pidió el

pase para Las Lomitas y empecé a

jugar en la Escuela de Comercio;

ahí jugué 2 o 3 provinciales en la

escuela pero a su vez seguía

jugando al fútbol. Y cuando me

fui a Córdoba como a mi mamá

no le gustaba que jugara al fútbol

me pasé al vóley que también me

empezó a gustar, entonces

digamos que empecé a jugar ya

de grande.

¿Cuándo te diste cuenta que el

vóley iba a ser tu modo de vida?

Nunca me di cuenta porque en

realidad yo salí de una

comunidad donde vivían unas

200 personas de las cuales nadie

se dedicó al deporte entonces yo

no lo creía, porque nunca tuve

una referencia de que se podía

vivir del vóley. Cuando llegué a

Córdoba me empezaron a dar

becas con la cual me pude pagar

los estudios, pero cuando vine a

jugar Buenos Aires a Boca ya

empecé a ganar mejor y ahí dije

“bueno dejo de depender de mi

familia y me las arreglo sola”. Al

tiempo empecé a ganar un poco

más y me di cuenta que si me

esforzaba y llego a un mejor nivel

podía realmente vivir de lo que

me apasionaba.

Ahora que ya sabes que podes

vivir del vóley, ¿tenés algún

lugar donde te gustaría llegar?

Ahora estoy viviendo uno de mis

sueños que era jugar en la

Superliga brasilera. Yo creí que

hasta ahí podía llegar y después

lograr mantenerme. Este año

jugué en el equipo que salió

noveno y voy a seguir ahí una

temporada más. También me

gustaría jugar en uno de los

equipos fuertes de arriba pero sé

que tengo que seguir mejorando

mi nivel. Los desafíos y metas van

apareciendo cada vez que logro

uno me pongo uno nuevo. Pero

el más importante es el objetivo

de estar con la Selección en los

Juegos Olímpicos de Río que es el

sueño de mi vida.

Nombraste a Las Panteras,

¿cuáles fueron tus sensaciones

cuando recibiste tu primer

convocatoria a la Selección?

La primera vez fue en la Sub 23 y

no lo podía creer porque yo

siempre las veía a las jugadoras

de Banco o mismo de Boca que

eran estrellas. Yo ni pensaba que

me iban a llamar y lo veía lejano,

pero un día me llegó la

convocatoria de Eduardo

(Guillaume) para una

concentración casi me muero,

estaba loca así que llamé a toda

mi familia, era una emoción muy

grande. De ahí empecé a

entrenar con la mayor y creo que

la primera vez que tenían que dar

la lista para un viaje fue la vez

que más nervios sentí en mi vida.

¿Qué pasó por tu cabeza que

podías llegar a ponerte la celeste

y blanca?

Siempre soñaba con ponerme la

celeste y blanca, pero la de fútbol

(risas). Yo veía fútbol, los

jugadores y soñaba con

representar a mi país alguna vez

así que cuando tuve la suerte de

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vestirla en el vóley y en torneos

tan importantes como el

Preolímpico, Grand Prix o el

Mundial, cantar el himno con la

camiseta puesta y que se te

ponga la piel de gallina fue lo

mejor que me pasó. Es un orgullo

muy grande.

Ya jugaste en 2 países, jugaste

Champions League y con la

Selección en los torneos más

importantes, ¿cuál es la

dificultad más grande que deben

pasar Las Panteras para seguir

progresando?

Creo que la diferencia más

importante que tenemos es de

infraestructura y de organización.

Ahora que estoy jugando en

Brasil, hasta los clubes más chicos

tienen mejor infraestructura que

nosotros en la Selección. Por eso

la mayoría de las chicas buscan

irse afuera para seguir creciendo

porque no estamos al nivel de

una selección de primer nivel.

Desde hace unos años para acá

la cantidad y calidad de

competencia para Las Panteras

fue creciendo. ¿Cómo se vivió

ese cambio de nivel desde

adentro del equipo?

Tener tantos partidos y torneos

importantes por año hizo que

nosotras intentemos llegar a los

mejores niveles. Yo veo que

estamos más sueltas,

progresamos más rápido. Al

medirnos más veces con buenos

equipos hace que no nos

quedemos en un solo aspecto

técnico. Tenemos que ir

mejorando, buscando variantes

técnicas y tácticas, crecer

físicamente para poder

evolucionar y jugar de igual a

igual con los equipos buenos.

También la rapidez del juego,

cuando empecé hace 6 años

jugábamos muy lento y ahora es

mucho más rápido pero eso te lo

da el ver y competir con los

mejores equipos.

¿Qué necesitaría el equipo para

dar un salto de calidad con vistas

a lo que viene?

Seguir aprovechando los partidos

para subir el nivel y afianzarnos

como equipo para jugarle mano a

mano con los mejores.

¿Cuál fue el equipo que más te

impactó cuando lo enfrentaste y

cuál fue el que más te costó

enfrentar?

Uff, todos (risas). A los

americanos ya los conocíamos de

la Copa Panamericana. Croacia

me sorprendió porque no

pensábamos que tenían

jugadoras tan altas y fuertes y

nunca habíamos jugado contra

Foto: Victoria Zabala

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ellas. Alemania también me

sorprendió porque ya le

habíamos jugado y ganado en el

Grand Prix pero en el Mundial

nos pasó por encima y nosotras

jugamos más o menos porque no

bajó el nivel ni un segundo.

¿Qué jugadora fue la que más te

sorprendió de enfrentarlas?

Gamova fue la jugadora que más

me sorprendió porque la ves

jugar y te da la sensación de ser

lenta, pero cuando jugué contra

ella en Rusia atacaba 30 cm por

arriba de mi bloqueo y fue guau

nunca vi atacar una jugadora tan

alto.

Si te dieran a elegir para

compartir equipo, ¿Qué

jugadoras elegirías?

Mmm, un montón (risas). Me

gustaría cruzarme algún día con

una Akinradewo (USA), ver como

entrena una central de ese nivel.

Ella y Adenizia o Jucieli (Brasil)

porque si bien no son muy altas,

son muy rápidas y fuertes y me

gustaría compartir para aprender

de ellas.

Si tendrías que definirte como

jugadora, ¿cómo lo harías?

¡Le pongo mucha garra! Sé que

mi físico no es como el de las

jugadoras de nivel internacional

en mi posición entonces le tengo

que meter muchísimo en los

entrenamientos y en los partidos.

Me caracterizo por ser gritona,

poner huevo como dirían los

hinchas y a mí me encanta jugar

así.

Cada vez que bloqueas haces un

gesto que ya es marca patentada

tuya. ¿De dónde nació?

De una amiga. Cuando era

chiquita ella y jugaba en sub 12

creo, un día la fuimos a ver

porque era la hermana de mi

mejor amiga. Me había regalado

una pulserita y ella tenía la

misma. Cuando llegamos a la

cancha le dije que me dedique un

punto y cuando bloqueó me lo

dedicó así. No sé por qué se le

ocurrió eso ni jamás se lo

pregunté. Cuando fue mi primer

televisado en Argentina jugando

en Freyre contra River, me

escribió y me dijo que le dedique

un punto y cuando bloqueé lo

hice y ahí quedó que cada vez

que me televisaban como la

familia de mi amiga me veía yo se

los dedicaba y ahí quedó.

¿Ahora lo patentaste en Brasil

también?

Me mandan fotos desde Brasil

haciendo el gesto y no lo puedo

creer. Cuando entré a recibir el

premio en la final de la Superliga

(fue mejor sacadora de la

Superliga), la veo a Fofao

haciéndole el gesto a todas las

chicas llevándose el brazo a la

frente y todas se prendieron.

Cuando recibí el premio lo

hicieron para la cámara y la

verdad fue un gesto de

campeonas realmente porque ni

sabía que me registraban y fue

algo muy lindo.

Hasta ahora hablamos de tu

visión para el resto de los

equipos y las jugadoras, pero

hoy Las Panteras ya empiezan a

ser reconocidas en Argentina,

¿cómo se vive ese cambió?

Todavía es como un poco raro

porque hasta ahora en Argentina

era casi imposible y ya me pasó

de ir vestida en Buenos Aires de

civil digamos y que la gente me

salude y años atrás era imposible.

En otros países donde el vóley se

vive más, en la Brasil por

ejemplo, vaya vestida normal o

con ropa deportiva en la ciudad

donde vivía todo el mundo me

conoce y me saludaban y eso te

da mucha más fuerzas para

seguir entrenándome y

devolverle el cariño a la gente

que sé que ellos disfrutan vernos

jugar dentro de la cancha y

recibir tanto cariño es muy lindo

y que te da mucha pila.

Hoy hay muchas jugadoras que

ya las toman cómo modelo y eso

se reflejó en las clínicas que

empezaron a hacer con Yael.

¿Qué sienten ver tan interesadas

a 40, 50 “futuras jugadoras”

queriendo ser como ustedes?

En el momento se disfruta mucho

porque es algo que nunca lo

imaginé. Me preguntan cosas o

saben cosas de mi vida que yo

ahora me pongo a pensar y digo

“cuando fue que pasó que todo

el mundo sabe mi historia”.

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Saben que soy de Formosa, me

preguntan de los aborígenes y es

muy fuerte. Después cuando

llego a casa y me pongo a pensar

y me acuerdo del cariño de las

chiquitas, el reconocimiento de

los clubes a nuestro trabajo es

algo muy lindo que nos da

fuerzas para seguir.

¿De las culturas que conociste

por jugar en el extranjero que

fue lo que más te llamó la

atención?

De Rumania me llamó la atención

la cantidad que comen. Hace

tanto frío y comen muchísimo. En

Navidad por ejemplo desde las 12

del mediodía hasta las 9 de la

noche sentados en la mesa

comiendo. Al estudiar

gastronomía, me interesa mucho

las comidas de cada país y me

Foto: Victoria Zabala

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gusta aprender a cocinarlas. Me

gusta probar lo típico. En

Tailandia lo típico era una sopa

de camarón y la probé pero era

muy picante y casi me muero. En

general me gusta conocer todas

las costumbres de cada lugar, la

música. Intento aprender

canciones de cada lugar, ya

aprendí en rumano y en

portugués y como toco varios

instrumentos es lindo.

¿Es verdad que en cada país

compras un instrumento?

¡Sí! ¡Tengo 5 guitarras! Ahora le

regalé una a mi hermano y estoy

mandando las otras a mi casa

porque en Formosa vamos a

armar una peña y poner una

guitarra en cada mesa como en

las peñas de acá para que el que

quiera pueda tocar. Pero yo

tengo una personal que es más

chiquita y es la que llevo a todos

lados.

¿Cómo ves a Mimi Sosa cuando

deje de jugar al vóley?

Todavía no me puse a pensar en

eso pero siempre dije que si

tengo que trabajar de algo o

hacer otra cosa me gustaría

invertir (ahora que puedo) y me

gustaría ponerme un restaurante

y dedicarme sólo a eso y también

me gustaría que si me acompaña

poder hacerlo con mi abuela. No

me veo estar todo el día adentro

de un gimnasio así que me

gustaría hacer otra cosa que no

sea ahí.

Entre 2015 y 2016 tienen una

chance histórica de clasificar a

Las Panteras por primera vez a

los Juegos Olímpicos, ¿cómo se

encuentra el equipo al estar tan

cerca de este desafío?

Todas las Panteras y los que

están trabajando con nosotras

estamos enfocados y nos

estamos entrenando con ese

objetivo y es el año más

importante de todas nosotras,

sobre todo las que están hace

tanto tiempo, y poder llevar a Las

Panteras por primera vez a los

Juegos es un gran sueño. Ya me

tocó vivir la primera vez de jugar

un Grand Prix, jugar un Mundial,

llevar a la Selección al único

torneo que le falta sería increíble.

Teniendo en cuenta que una vez

clasificadas a los juegos les

tocaría enfrentarse a los mejores

equipos del Mundo, casi todos

por encima del nivel de ustedes.

¿Qué objetivo te pondrías?

A mí cuando me dicen que algo

es imposible me motiva más.

Cuando veo que algo es casi

imposible lo quiero convertir en

posible. Entonces nos motiva

mucho más. Jugar un Grand Prix

por 5° vez ya no es lo mismo que

la 1° vez. La primera vez todos

nos decían que no íbamos a

ganar ni un partido y nos dio

fuerzas, el mismo Alemania

pensó que nos pasaba por

encima y le ganamos 3-2

entonces en el Mundial no se

relajó ni un poquito para

ganarnos. Ver eso que nos

respetan es muy bueno.

En unos meses más vas a vivir la

experiencia por primera vez de

jugar en “tu lugar” con la

selección, ¿cómo lo imaginas?

Yo creo que va a ser una muy

linda experiencia por todo lo que

leo en las redes sociales y creo

que va a ser una linda

experiencia para el vóley

femenino porque si bien en

Formosa hay equipo de Liga y ya

fue varias veces la Selección

Masculina. No sé si vamos a

llenar el estadio pero va a ir

muchísima gente. Muchos

pueblos ya están organizando

para ir. De Las Lomitas, mi pueblo

también, así que creo que se va a

vivir algo muy lindo. Ya había

pasado esa locura en el Grand

Prix del año pasado y que vuelva

a pasar el muy bueno.

¿Qué les dirías a Las Panteritas

que recién empiezan y a todas

aquellas jugadoras que quieren

llegar algún día a jugar como

ustedes en la selección?

Primero que nada que no

piensen sólo en vivir del vóley,

que disfruten y se entrenen al

máximo para poder disfrutarlo

cuando lleguen al máximo nivel.

Yo que ya jugué al máximo nivel

lo que más disfruto es estar

adentro de la cancha y cuando

pasa eso lo económico viene

sólo. Lo principal es que se

pongan metas y luchen para

llegar a esa meta y seguir

superándose para poder llegar,

ese es el único secreto.

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Dicen de ella…

Marina Butron (periodista) “Mimi es una líder positiva para Las Panteras, una jugadora que valora mucho las raíces y que se fue haciendo camino con trabajo y esfuerzo para llegar hasta donde llego, la Selección, el vóley rumano, la Superliga de Brasil (mejor sacadora). No es alta, pero suple esa “falencia” con salto y sobre todo mucha personalidad, actitud y cabeza. Para el grupo es muy importante, no solo porque es una de las que más punto suma, sino por la calidad de persona que es.”

Raquel Stolar (periodista de voleibol peruano) “Es difícil describir en tan pocas líneas a Mimi Sosa. Ella es un claro ejemplo de coraje y humildad y eso es algo que tienen muy pocas personas. Que dichoso es el voleibol, y no solo argentino, sino en general de tener un referente como ella. Que alegría me da que alguien de las cualidades de Mimi este sirviendo de inspiración para nuevas generaciones, porque ella es una persona de 10”

Yael Castiglione (armadora de Las Panteras) “Después de haber compartido una temporada en el exterior con Mimi, sin dejar de mencionar los ocho años que hace que jugamos juntas , entre Boca y la Selección Argentina, puedo decir que la aprecio mucho y que es una muy buena profesional. Es un placer compartir la cancha (en el mismo equipo obviamente) junto a ella”

Foto: Victoria Zabala

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Prof. Andrés Esper

efdeportes.com/aesper

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Artículo de Andrés Esper sobre voleibol de playa publicado por la Revista SdS Nº 100 del Comité Olímpico de Italia.

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La renovada idea de sistematizar

la Educación Física

Ante la necesidad y convicción de sistematizar la

enseñanza deportiva, dotando y estimulando al niño

de la motricidad general a término para un estilo de

vida saludable, inserción deportiva competitiva futura,

promoviendo, socializando la capacitación de los

profesores de cada municipalidad, comuna, región del

país, intercambiando el modo operativo de formación

de deportistas con el despliegue del mayor bagaje de

herramientas y aspectos morales, formativos, motores

y deportistas para toda su vida.

La sistematización a realizar en la población de niños

donde es clave el estímulo de la motricidad de base

anterior al aprendizaje deportivo, integrando desde la

iniciación deportiva el encadenamiento con la

especialización deportiva en particular.

Desde la formación motriz de base, el control y

aprendizaje motor, comprendiendo el desarrollo de

habilidades motoras, perceptivas y coordinativas

aplicadas a todos los deportes individuales y de

conjunto.

La problemática reinante histórica de la educación

física escolar, desde la baja cantidad horaria

asignada, la poca importancia dispensada, la ausencia

de políticas organizadas, coherentes, continuas,

donde se superpone el poco tiempo libre del niño, con obligaciones escolares y el juego electrónico, tecnológico de pantallas, quieto, sedentario, la pregunta que nos hacemos a diario es: ¿cuándo se

mueve?, ¿cuánto se mueve?, en libertad y con

placer de su propia corporeidad en movimiento

intencional y en lo posible en el marco de la

naturaleza.

En este marco que parece ser complicado se adjunta

la especialización precoz, el aprendizaje técnico

desmedido desde la baja edad, la elección de un

deporte a jugar sin tener en cuenta los conocimientos

propios del niño para que libremente él también pueda

elegir.

Cuando me encontraba en formación como alumno

del Instituto de educación física Dr. Romero Brest,

conocimos ese proceso de evolución, transición y

transformación desde la motricidad general a la

motricidad específica, sin urgencias, sin quemar

etapas, permitiendo la consolidación de los

movimientos fundamentales, patrones motores y

esquemas coordinativos generales.

Suelo compartir desde las planificaciones y acciones

de clase con los profesores del equipo de trabajo, que

la síntesis perfecta de un grupo de niños a estimular

por debajo de los 10 años sería:

Diagnóstico previo.

Desarrollo de habilidades motoras generales.

Desarrollo perceptivo motor.

Los aspectos coordinativos.

En un programa de iniciación deportiva las

motricidades globales a desarrollar, formando la

plataforma de las habilidades específicas que

conducen a los gestos y técnicas deportivas, con los

correspondientes ajustes espaciales, temporales,

adecuando un ritmo, una cadencia motriz explorada y

en conocimiento desde las diversas vivencias

presentadas, experimentadas a diario del modo más

diverso.

Las coordinaciones desarrolladas, acentuadas y

adquiridas permitirán el mejor acceso al deporte

específico, desde una base sólida de adaptación al

movimiento conocido o nuevo que fortalecerá el juego

individual o de colectivo que nos lleva indudablemente

al deporte específico.

Jean Le Boulch a lo largo de su obra nos propone

crear propuestas llamadas situaciones-problemas que

el niño deberá resolver de modo natural, libre y

adaptado de acuerdo a su acervo motor y

posibilidades actuales, evolutivas.

Richard Schmidt opone los movimientos constantes

contra los variables, almacenado esquemas generales

de base para ser utilizados cuando el niño los

necesite. Ante una sólida y variable plataforma de motricidad la adquisición del aspecto técnico, táctico, estratégico especial y específico parecería

ser un buen camino para el logro deportivo,

pensando en el movimiento como aspecto de

formación integral, cultural para la vida, desde la

preservación de la salud o en la concreción del alto

rendimiento, la elite.

En reciente jornada de capacitación en la provincia de

Buenos Aires, con mi proyecto de Sistematización de

la motricidad y el deporte, constaté una vez más la

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necesidad imperiosa de los jóvenes en formación, de

arribar a métodos audiovisuales.

Las nuevas tecnologías imperantes hacen del recurso

citado, un valioso aporte al conocimiento, adquisición

de nuevos argumentos sólidos para el desarrollo de la

práctica. Pero también es necesario un marco

estructural teórico, autores, estudiosos que nos guían

en nuestra tarea diaria, en la cual debemos organizar

nuestro plan de aplicación práctico de acuerdo a las

necesidades de nuestros dirigidos, alumnos,

deportistas etc.

Más allá de la importancia del profesorado de

educación física como piedra fundamental, se requiere

de una disciplina del alumno en formación que lea,

relacione, se informe, pruebe, conozca, vivencie de

todos los modos posibles las propuestas de

actividades específicas que promuevan nuevos

estímulos, variaciones de la misma práctica y

variabilidad de las estructuras, conociendo amplios

formatos de exploración, descubrimiento y

consolidación de los patrones motores generales de

base o específicos del deporte.

Observo en parte de mis propios alumnos de nivel

terciario la dificultad para proponer o responde a un

objetivo, ese recorte didáctico donde con un tema

definido propongo las propuestas que incidan en la

modificación de la conducta que establecerán los

futuros aprendizajes.

Que un niño de baja edad y en la etapa primaria escolar “haga de todo” desde lo motor parecería

alentar al logro de una formación motriz de base,

general, global y sólida, a enriquecer un acervo, una

historia motriz del niño.

Dándole mayores argumentos para acceder al deporte

en cuestión, sabiendo inhibir, controlar su propio

cuerpo y motricidad, evidenciando cierta maduración y

control motor a través de las evaluaciones pertinentes,

como así también de como “sostenerse”, apoyarse,

flexionarse, extenderse, agruparse y dispersarse,

girar, frenar, cambiar de ritmo en el marco de una

motricidad rica y expansiva.

Esto que estoy señalando de ninguna manera invalida

la posibilidad del niño de jugar todos los deportes que

se le presenten, pero acorde a sus posibilidades,

momentos y coherencia de oposición.

Sin lugar a duda estos elementos le darían mayor

apertura e inclusión al deporte específico, donde los

aspectos técnicos, tácticos, estratégicos del deporte

serian enseñados con mayor precisión y menor

dificultad ante un niño, alumno, deportista que nada

menos “sepa moverse”, evolucionando de acuerdo a

su potencial y planes adaptados por profesionales

formados, competentes que saben evaluar el contexto

real en el que se desenvuelven.

De este modo nos convertiremos y perpetuaremos el

legado Sanmartiniano escrito en las viejas paredes del

INEF de San Fernando de “ser verdaderos agentes de

cambio”.

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Lic. Carlos Giesenow Psicólogo, especialista en clínica y deportes

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Por Pablomago

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AGRADECIMIENTOS

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