wilheim dilthey
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Universidad Autónoma de Chihuahua
Facultad de Filosofía y Letras
Hermenéutica filosófica
Titular: Dr. Cesar Santiesteban
Eduardo Limas García
227652
Wilhelm Dilthey
Contenido
1. Marco referencial
Romanticismo: caída de la idea ilustrada y confrontación con el método naturalista
Positivismo rigidez metodológica y objetivos del movimiento
2. Por una Critica a la razón historia, el deambular por el sentido de la historia y la
temporalidad.
Antigüedad
Medievo
Renacimiento (Vico)
Hegel
Positivismo
Historicismo
3. La hermenéutica como metodología para las ciencias del espíritu (10)
La vivencia
Ruptura objetual
Ruptura metodológica
Introducción
La figura de Kant entre los pensadores de nacionalidad alemana ha sido un eje donde
reposan los planteamientos filosóficos de toda una tradición. Mas allá de representar un
cimiento que unificó los poblados que después formarían la nación alemana, Immanuel
Kant extiende las formulaciones pasadas a él y expande en nuevos problemas. Sintetizada
la filosofía en sus tres preguntas: ¿Qué puedo conocer? ¿Qué tengo que hacer? ¿Qué debo
esperar? Parece un eslabón al que los pensamientos del idealismo alemán siguen adheridos.
Sin embargo, mencionamos a Kant, no por su valor filosófico, sino por ser el epilogo de la
actitud ilustrada, que impulsará en el siguiente siglo. Sus herederos intelectuales, quienes
ineludiblemente no podían escapar a su influencia, suscriben su interés filosófico por
entrañar aquellos temas no elaborados o desarrollados por el filósofo de Kôningsberg.
Por otro lado, la disputa entre distintas concepciones de métodos y presupuestos
metafísicos en la ciencia, tiene un historial caudaloso. Son aporías que conllevan a otras y
entre ellas disponen una preconcepción de la naturaleza y sobre todo de la manera en que se
va a acceder al conocimiento.
Sin embargo, el roce entre dos posturas ante la naturaleza siempre ha estado en fricción, la
aristotélica y la galileana. Clarificando el problema, ha sido ilusorio, dado que hay una
distancia de siglos entre quienes proponen el debate. ¿Pudiésemos imaginar que dentro de
la aporía metodológica sobre lo óntico, repose encapsulada la mirada interior de la
interpretación de índole filosófica?
La hermenéutica ha dejado atrás sus posiciones utilitarias, es decir, su nacimiento se dio en
los oráculos de culturas antiguas, refiriendo las evocaciones de las pitonisas, las cuales se
encontraban bajo un estado alterado de conciencia, lo que hacía difícil la percepción del
contenido divino. Siendo un ejemplo más, las interpretaciones de las escrituras
judeocristianas así como las leyes, la hermenéutica determinaba un instrumento más allá de
las “interpretaciones populares” o el sentido común. La prioridad era rescatar el contenido
expedido pero ¿Cómo saber cuál era el punto que determine la saciedad del contenido?
La hermenéutica en el siglo XVII y XVIII ya no es una subordinación en comparación con
el avance científico, de ella nace la preocupación de una nueva manera de conocimiento,
sobre el humano. Pieza modular es Wilhelm Dilthey que devela a los ojos de la historia,
una expropiación y evasión del conocimiento espiritual tratando de extraerlo por métodos
referidos a la naturaleza. Ya no nos encontramos a distancia de siglos para el debate como
sucedía entre Aristóteles y Galileo, así, el estudio de Dilthey es la búsqueda de una
conciencia histórica y asumiendo el fundamento del tiempo. Martin Heidegger hará ver que
Dilthey ha sido el filosofo al que se asocia con “un fino interprete de la historia del espíritu,
y muy especialmente de la historia de la literatura, que también se esfuerza por trazar los
limites entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias del espíritu, un hombre que atribuye
un papel preponderante a la historia de estas ciencias lo mismo que a la <<psicología>>, y
que deja esfumarse todo esto en una <<filosofía de la vida>> de carácter relativista.
Se podría clasificar esquemáticamente la labor investigadora de Dilthey en tres dominios:
estudios relativos a la teoría de las ciencias del espíritu y a su delimitación frente a las
ciencias del hombre, de la sociedad y del Estado; tentativas para elaborar una psicología
destinada a exponer a “integridad del hecho humano”1
En el presente estudio me dispongo a desarrollar el punto de partida del filósofo alemán
Wilhelm Dilthey quien busca una resolución metodológica hacia la historia, haciendo
distinción entre las ciencias del espíritu y las ciencias de la naturaleza. Por lo que
comenzare por entender la postura de Dilthey ante los problemas de su tiempo, a los cuales
busca poner orden y solución. Los movimientos que determinan el filosofar del historicista
alemán, ya que nadie filosofa de la nada, son herencia de la tradición, refiriéndome
especialmente a la concepción del tiempo a través de la historia de la filosofía: el ultimo
gran sistema filosófico de Friedrich Hegel, el positivismo, el romanticismo, para finalmente
llegar a la morada de Dilthey, el historicismo, con quien simpatiza con una porción de la
tendencia. Para desarrollar su método hermenéutico, propuesto en la Introducción a las
ciencias del espíritu, y establecer la separación y autonomía de las ciencias del espíritu.
Conllevando a determinar la trascendencia sobre la interpretación de Dilthey, en el origen
del pensamiento de Martin Heidegger, Hans Greog Gadamer y Hurgen Habermas.
1Heidegger, Martin, Ser y tiempo, Tr. Jorge Eduardo Rivera. P.378, versión digital.
1. Marco referencial: Herencia de la tradición y época.
El filosofo Wilhelm Dilthey hereda una serie de perspectivas que influirán su pensamiento
y desde luego, se enfrenta a los presupuestos de la época. No es sencillo distinguirlo de
otros pensadores, dado que intuye una gran afluencia de intelectuales en el siglo XIX.
Tomemos como referencia inicial, el nacimiento de la época moderna. En filosofía, se
consideró un giro radical sobre el contenido de lo que se hace filosofía, pues, nos alejamos
de la idea substancial de lo óntico, nos infiltramos cada vez más en aquello a lo cual no
indago la filosofía cristiana, pero que puso un cimiento distinto, la interioridad.
La filosofía no fue la misma desde aquel acontecimiento, la antigüedad se atribuía una
importancia ontológica al proceso de teorizar, de reflexión y contemplación, la superstición
del oráculo de Delfos profesaba “conócete a ti mismo”, entreveía la faceta que se tomara
como el modus vivendi cultural de la época moderna, la razón. Una cualidad arraigada en el
hombre, que se contraponía a los dogmatismos aceptados.
Un presupuesto al que se enfrenta Dilthey, es a la propiedad conjeturada del hombre por
obtener una certeza inamovible. Después de la figura de Hegel, un sinfín de problemáticas
se destapó a través de la crítica a su sistema dialectico.
La época que personifica lleva una inercia de múltiples eventos históricos, políticos,
científicos e intelectuales. Dilthey se encuentra en una época en crisis, o mejor dicho en
transición, el impulso que apuesta por acelerar la realidad. No podemos dejar de hacer
referencia al ultimo gran sistema de la época, Hegel, quien no solo determino un sendero
del pensamiento, la naturaleza era atribuida como una concreta manifestación del
pensamiento, reflejado entre un sistema tripartida, tesis, antítesis y síntesis, los eventos
históricos se resolvían con el esquema tripartidario.
El cuestionamiento por el que gira la mirada de Dilthey sobre la realidad, es una
concepción metafísica sobre el sentido de la historia. “Dilthey coincide con el positivismo y
con el neokantismo en su negación de la posibilidad de conocimiento metafísico, pero le
separa de ellos su oposición al naturalismo triunfante de su tiempo”2
El primer evento es el romanticismo, identificado con Goethe, es una reacción ante el
anhelo de la población por instaurar un orden. Se han derrumbado los tótems dogmaticos,
religión y monarquía, ahora el hombre se enfrenta a su realidad, una realidad cultural,
donde germinarán nuevas visiones de la vida, el mundo y la existencia al por mayor. El
2 Ferrater Mora, José, Diccionario Filosófico, p.313, versión digital.
inicio de la autoconciencia histórica se ha accionado, ahora el humano puede discernir entre
las posibilidades de raciocinio que tiene y la libertad de ideas y culto.
Más aun, la confianza inspirada por la idea ilustrada, constipara una indigestión y distorsión
del movimiento. Con una ingenuidad colectiva, la sociedad ilustrada se convertirá en el
cazador cazado, o mejor dicho el liberador esclavizado.
Romanticismo caída de la idea ilustrada y confrontación con el método
naturalista
“La ilustración es la liberación del hombre de su culpable
incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad de
servirse de su inteligencia sin la guía de otro. Esta
incapacidad es culpable porque su causa no reside en la falta
de inteligencia, sino de decisión y valor para servirse a si
mismo de ella sin la tutela de otro. ¡Sapere aude¡ ¡Ten el
valor de servirte de tu propia razón! He aquí el lema de la
ilustración”3
Aun con la inercia de la revolución francesa, la sociedad se encuentra dual, pues aun
continúan los postulados ilustrados, conducidos por la idea kantiana del Sapere Aude. El
florecimiento del intento humano de insertarse en la realidad con una ventaja instintiva
como la razón, según la visión ilustrada, aun conllevaba la idea de solidaridad y justicia,
permanentes en los postulados de la revolución francesa, la cual rechazaba innatismos y
propiedades dictatoriales de la clase feudal, quien con la revuelta de la toma de la Bastilla
se despojo de tal grillete, dejando al hombre frente al mundo y sentado junto a la razón. Sin
saberlo, la confianza depositada en aquella facultad, la racionalidad, el hombre haría su
siguiente tótem, como lo fue el anterior: el vitalismo, la monarquía, el absolutismo… cierto
es, que los resultados arrojados por el uso e instrumentación de la racionalidad,
representado en los avances científico-matemáticos vinieron a expandir la idea de mundo y
el rol que encarna el hombre en el.
“La racionalidad” impulsó una época fructífera, y evidencio facetas culturales que nunca se
habían mostrado, es decir, gracias a esta conciencia intelectual, emergieron relaciones
sociales inesperadas.
Hubo fisuras en el movimiento ilustrado, a tan arraigada confianza de los participantes,
sucedió un giro colateral. En 1789 se dio la revolución francesa promulgando la volición de
la monarquía y gestando el nacimiento de la republica consumado en 1792.
3 Immanuelle Kant, Filosofía de la historia, FCE, p. 25 (¿qué es la ilustración?)
Las ideas de libertad y justicia, que fueron el eje, llegaron a ser subyugadas por el poder y
el apego excesivo a la facultad racional. La representatividad del terror fue la guillotina, la
protagonista de abolir directamente la monarquía, con la ejecución de María Antonieta y
Luis XVI. La barbarie comenzaba, el mismo instrumento que participo en la liberación del
movimiento histórico, fue utilizado para desconfigurar los ideales, poco a poco la
guillotina ejecuto a las mentes brillantes del movimiento. A su vez, Napoleón comenzaba
un nuevo imperio, con su campaña de libertad. Concretamente, su campaña no fue de
liberación humana, sino de una inminente necrofilia, avasallando cuanta vida humana
succionara su conquista. Estos eventos proclamaron una insuficiencia emotiva, reflejado en
un desencantamiento de la razón, quienes confiaron en los caminos por los que ella guiaba
se vieron cómplices de sus resultados. El mismo F. Hegel fue participe de aquella reacción,
siendo que al ver entrar a Napoleón triunfante, el mismo aplaudió y afirmo que él
imperialista francés era la representación (síntesis) del espíritu absoluto, tiempo después se
arrepentiría de haberlo tomado así. Tal como Hegel, el pesimismo y la apatía se vio
reflejado en la época. Con todo ello detrás, se gesto el romanticismo.
El resurgir de naturaleza como una fuerza omnipotente, es el eje mismo de la ideación
romántica. Aquella faceta que perdió la naturaleza como una representación y parte de la
admiración, es rescatada por estos ideales. La vehemencia con que la naturaleza
resplandece ubica al humano y lo delimita en su grandiosidad. Con la estructuración
ontológica de la modernidad, por ejemplo Descartes, el individuo es el inicio y elemento
modular para la realidad, pues desde ahí comienza, es el conocido problema en el filósofo
francés de las otras mentes y la justificación ontológica de lo que esta fuera de la
conciencia. Es valido pensar que ante tal solipsismo cartesiano, el exterior se nos difumina
en aras de un egocentrismo intelectual. Teniendo como propósitos “resurgir del instinto y
de la emoción”4.
Y mas, con las frases hegemónicas del fundamento científico-matemático, de Galileo “Las
matemáticas son el alfabeto con el cual Dios ha escrito el Universo.” y de Newton “La
unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo”. La
naturaleza es predecible y cabe dentro de la cabeza humana. La posición de científico
italiano es mas mesurada, pero el científico ingles, es voraz, ya que su intención no es un
descubrimiento de los principios naturales implicados en propiedades naturales, sino
Newton tenía una motivación teológica, encontrar lo que Dios manifiesta detrás de lo
aparente.
El romanticismo figurara e identificara a la facultad de quedar absorto y la creatividad del
individuo, como la fuerza originaria, y tanto las figuras como Goethe, Herder y Jacobi, 4 REALE, Giovanni, Historia del pensamiento científico y filosófico, tomo III, p.33, Herder, 1983
estructuran las tesis de tal movimiento. Bien comentara Baugh “el adjetivo romántico
aparece como primera vz en la literatura inglesa a mediados del siglo XVII, para indicar
algo fabuloso, extravagante, fantástico e irreal.”5
Existe una propensión a rescatar la particularidad de los eventos, ante la universalidad que
presentaba los dogmas religiosos del Medievo y los preceptos científicos de las ciencias
naturales.
La preocupación y la necesidad de un nuevo orden social comienza a tener gran peso en los
intereses ciudadanos de la centuria del 1800. Los sutiles pero avasalladores inventos
técnicos y formales, demandaban un desconocimiento de disciplinas nuevas y aun por
explorar, lo que apuntaba a la creencia a ciegas en los métodos que seguían las ciencias
naturales. Los ideales de la ilustración permanecieron en herencia a demás
Positivismo rigidez metodológica y objetivos del movimiento
Como es posible ver, la historia, así como demás ciencias que comienzan a condensarse en
la época, la sociología y la psicología toman la cabeza entre las disciplinas emergentes. Mas
el conflicto no es determinado durante el siglo XIX, pues un movimiento de corte
científico, que intuye descifrar la naturaleza y sus contenidos. Descendiendo de las ideas
del empirismo ingles y francés, y propenso a apoyarse en los principios racionalistas de la
filosofía moderna, tales como la de Spinoza, Descartes y Leibniz, configuran un sistema
que en nuestros días, es obsoleto y extinto, pero algunas de sus tesis principales siguen
vigentes.
El auge de las ciencias relacionadas a la naturaleza, fue in crecendo, pues las metodologías
datan desde el año 300 Ac con las indagaciones de Aristóteles sobre la physis. Sin
embargo, el siglo XVIII y el XIX, florecieron avances distintivos de las ciencias naturales,
y por sentido común, se confió con fervor sobre los paradigmas que disponían la fuerza
explicativa de las teorías científicas.
Entrever lo que subyace en aquellos momentos históricos, proviene de los ideales de la
ilustración, quienes los intelectuales nos invitaban a pensar por si mismos, usar a la razón
como aquella propiedad que conduzca (ciegamente) a la humanidad a un estadio inalterable
y justo, rechazando los dogmatismos provenientes de la irracionalidad, fuera de definir un
movimientos oposicionista, era una impulso intelectual liberador, no por nada tenemos los
sistemas legislativos y democráticos que se remontan a aquellos siglos. En su filosofía de la
historia, Immanuelle Kant instaura un ensayo corto del cual se desprenderán los ideales
ilustrados, a realizarse en cuanto disciplina pueda.
5 Giovani Reale, Historia del pensamiento científico y filosófico, Herder, p. 345
Las autoridades científicas se cimentaron bajo las sombras de Galileo y Newton, quienes
consideraban a la naturaleza como un recipiente del cual se pueden conocer y predecir los
movimientos que suceden dentro del contenedor. El tiempo es una propiedad que transcurre
para cualquier objeto dentro del “depósito óntico”. Y cuando hago referencia en abarca o
transcurre a todo objeto, en ello se considera los sujetos, quienes también pueden ser
objetos. Es la primera vez que se hace alusión a la misma categoría de ente, para los objetos
y los sujetos. Que nos deposita en una doble concepción del nuevo problema que se nos
revela históricamente. 1) los individuos son figuras que pueden llegar a ser conocidas y 2)
los individuos pueden ser considerados como objetos, lo que infiere que el método con el
cual se extraen conocimientos, en su caso, explicaciones, es el aplicado a la naturaleza.
Tendremos que determinar como se ha intentado acercarse a la naturaleza. Hacer distinción
entre la explicación y la descripción y sus propósitos. La explicación busca dejar a la vista
el proceso de un mecanismo y arrojar causas o justificaciones de porque “lo estudiado” se
comporta de tal manera. La descripción intenta proporcionar las características o cualidades
de un objeto, es menos invasiva que la explicación, su modestia es la captura de datos y no
la aprehensión del sujeto.
El valor predictivo de la ciencia natural recorto las motivaciones de los científicos, a seguir
lemas como los de Francis Bacon. Demostrando que el positivismo fue un movimiento
ebrio por la objetividad del mundo y su aprehensión.
“El canon de las ciencias del espíritu permanecerá atrapado en el marco de un horizonte
positivista.”6 En el año de 1840, se encuentra consolidado un movimiento crucial, no solo
identificado con Comte, pues tuvo sus representantes en toda la Europa continental.
Con la inercia de la revolución industrial y el empuje de la maduración de las ciencias de la
naturaleza, en marcada expansión, el climax de eventos históricos dentro de esa época,
apostaba por ser una época pletórica, donde no podía verse algún conflicto, por la seguridad
que aparentaba tales aspectos positivos
Los presupuestos que maneja el positivismo son de índole reduccionista y apuntan a una
exacerbación de la objetividad. Afirmando como eje, que solo podemos conocer aquello
que nos permite conocer las ciencias y el único método para el conocimiento es el propio de
las ciencias naturales, la relación sujeto-objeto, se mantiene a pesar de la emergente
apropiación de un nuevo esquema para el conocimiento, que deja ver una nueva realidad,
ya que nos encontramos ante una relación sujeto-sujeto.
Tesis positivistas
6 REALE, Giovanni, Historia del pensamiento científico y filosófico, Herder, 1983.
1) Solo conocemos aquello que nos permite conocer las ciencias y el único método de
conocimiento es el propio de las ciencias naturales.
2) Los fenómenos se caracterizan por su explicación de elementos causales.
3) Idea de progreso, optimismo.
4) Relación con el romanticismo por el germen ilustrado.
5) Combate lo espiritualista y lo idealista de la realidad.
6) Confianza acrítica, sin obstáculos, de la ciencia.
7) Ciencia y racionalidad, como ideología de la burguesía.7
7 REALE, Giovanni, Historia del pensamiento científico y filosófico, Herder, 1983
2. Por una Critica a la razón historia, el deambular por el sentido de la historia y
la temporalidad.
Anteriormente hicimos alusión a la poderosa figura de Kant sobre sus sucesores
intelectuales. La historia de la filosofía podría decirnos qué autores mantienen un
paralelismo con el oriundo de Kôningsberg y quienes interactúan con su pensamiento.
Johann Fichte, por ejemplo, acentúa su interés por una extensión de la estética, para resaltar
la relación con la naturaleza. Se ha entendido que su trabajo es una extensión de la “Critica
a la razón práctica” y a la “Critica a la razón pura”, aumentando el campo kantiano a una
“Critica a la revelación o lo sagrado”. Uno de los rasgos característicos que refiere ser
kantiano o neokantiano es el rechazo a el materialismo y al escepticismo, que en
contraposición a un sistema abierto y que no sigue un fundamento tal que inscriba una
partícula filosófica como eje, es decir, con Kant no podemos distinguir de una propiedad
elemental que funcione como una manivela, tal como lo fue la razón para los franceses y
los sentidos/experiencia para los ingleses. En Kant, se apropia la postura criticista, denotar
una limitación de la razón es un rasgo, hay lugares a los cuales no se puede acceder, partes
que no pueden tener una aplicación.
Dilthey se invoca en una búsqueda y un desarrollo del trabajo de Kant. Pudiésemos decir
algo muy aventurado, pero el trabajo de Dilthey es una “crítica a la razón histórica”
además de una nueva epistemológica basada en un holísmo psicológico puntual.
La historia y sus diferentes concepciones, se sintetizan por la visión del tiempo. Antes de
reafirmar el conflicto por el cual pasa vida humana ante el tiempo, nos es ineludible
postergar el análisis cronológico que amerita la idea de historia, para sutilmente evidenciar
la propiedad temporal de la existencia del ser humano, propuesta por Wilhelm Dilthey.
Nuestro objetivo es emerger el problema de lo histórico, y como Dilthey lo aporta a la
existencia humana y su nexo con la verdad (interpretación/hermenéutica). Para ello el
propósito es tripular un análisis de la concepción del tiempo y sus problemáticas,
mostrando el horizonte de donde es originario.
Antigüedad; la irrelevante cuestión de la temporalidad.
Cualquier cuestionamiento que subyace en la esencia de nuestra cultura occidental, es
originaria de la civilización matriz, donde la indagación de la verdad recae en los mástiles
del Partenón, los helenos conllevan al rasgo distintivo y apelan al escrutinio cultural para
justiciar nuestro conocimiento, es decir, todo aquel cuestionamiento actual tiene su génesis
en la Grecia antigua. La temporalidad no es un problema para el griego antiguo. Esto, no
exime al griego de tener una temporalidad, ya que están inmersos en un inicio y fin, sujetos
a la vejez y a la muerte, reflejado en el telos de la existencia, el destino8.
Más en un segundo nivel, el filosófico, el tiempo es inexistente para el heleno. Determinar
esto, propone llegar a la referencia inmediata, la cosmogonía antigua. Pues ningún sistema,
ni los superiores como el de Platón o el sistema de Aristóteles de Estagira, configuran o
estudian el tiempo como tal, sino se envuelve en algo insípido. Su peso ontológico es
superfluo, debido a que la filosofía griega asume como realidad única a la naturaleza, y
aquella se nos devela por sus propiedades, el estudio presocrático por la physis, es un
intento de averiguar el esqueleto ontológico de las propiedades del entorno. “!$!. El griego
es inmune a cualquier estado alterado provocado por la temporalidad, su contacto es
inmediato con su entorno, y se sabe parte de el. Los grandes sistemas clásicos de la Grecia
hegemónica, Platón y Aristóteles designan la representación del concepto del tiempo que
caracteriza a la época antigua.
1) En Platón encontramos una tajante eliminación del problema de la temporalidad, siendo
por la omisión de ella a través del arquetípico mundo del Topos Uranos, conformados por
entidades a-temporales, carentes de transformación, culminando a la postre la universalidad
y suministrando de particularidad (superfluo) al mundo de las cosas. Rescatando las figuras
retoricas y religiosas, por decir la imagen de Cronos, el brillante discípulo de Sócrates,
manifiesta un quiebre, una petición ontológica, de lo óntico (imperfecto) a lo trascendental.
La vida del griego está encaminada a “el paso” de un lugar a otro, inhibiendo la
preocupación sobre lo venidero o lo vivido.
2) El Estagirita, proporciona una imagen completa del cosmos. En su tratado, Sobre el
cielo, obra que sintetiza la forma del cosmos. El éter, sustancia asociada con lo perfecto o
ideal que se ubica en el mundo supra-lunar, es el candado ontológico del sistema
aristotélico. Sus características es el movimiento circular, sin embargo, engloba la fluidez
con las que las esferas supralunares mantienen un movimiento circular y errante. Durante
ese tiempo, fue Aristóteles quien afirmo que las esferas planetarias eran cuerpos perfectos,
es decir, sin ninguna fisura o irregularidad mórfica. La quinta sustancia, tiene por
característica ser inalterable e incorruptible, pues se sigue que un movimiento circular no
puede determinarse su inicio y su final, más al estar dentro del éter y poseer la forma
perfecta, la esfera, se afirma que el movimiento circular es eterno. El cosmos aristotélico
siempre ha estado. Dado a su categoría eterna e inalterable, encapsula todas las
8 Es importante denotar la característica que tiene la participación de la tragedia y la comedia en el pueblo griego antiguo. La tragedia denotaba un héroe y una situación a la cual no podría escapar, el destino. El determinismo griego sobre la vida es un elemento temporal cerrado. Por lo que no instaura mayor importancia en un futuro (ya que está dado) y un pasado que es irrelevante para la resolución de la vida.
manifestaciones de cambio y corrupción del mundo sublunar, y de ello se infiere un orden
(causa final), el telos aristotélico.
Si afirmamos que el mundo sublunar está suscrito al movimiento del mundo supralunar, y
dado a su encapsulamiento es eterno; se sigue que al ser eterno se encuentra fuera de la
categoría del tiempo (pote).
En su tratado “sobre el alma” y en “la política”, Aristóteles afirma que es la naturaleza
quien dota de todo lo necesario a los organismos para subsistir (de nuevo la causa final), el
animal herbívoro nace en un ambiente vegetal, el carnívoro habita un ecosistema que
confabula al herbívoro y su alimento. Tanto porque el hombre es un animal político, es
decir, gregario, y en él hay fuerzas que lo “activan”, el alma. Entendiéndolo como un
principio rector, el estudio del alma es comprendido por 3 clases distintas, la vegetativa, la
animal y la humana. El alma vegetativa se guía por el principio de crecimiento, la animal
por el principio de la procreación y la humana por la actividad contemplativa.
Dado que los cuerpos pertenecientes al cosmos están regidos por fuerzas, de las cuales no
pueden escapar y a su vez no son arbitrarias (terminan en un lugar) Aristóteles está en
contra de la generación ex nihilo, suponer eso (además de su contradicción aparente)
sometería a un sinfín de fuerzas y concluiría en un indeterminismo y el caos.
Aristóteles afirma un mundo dado y que siempre ha sido (ha estado). Lo que nos aporta una
postura circular del movimiento eterno. En un movimiento recto es posible determinar el
lugar en que esta una cosa, pero mientras el movimiento es circular (como las esferas
planetarias) es indeterminado. A ello remite la supremacía ontológica sobre el acto ante la
potencia, donde Aristóteles concuerda con el evento que está siendo (circulo) una.
Es claro, la determinación concreta del griego sobre lo eterno, siendo enfático en ello. La
visión circular de la historia apostra el llamado “eterno retorno” del mundo griego. Lo que
el heleno busca es la eternidad. Inalterado por la idea del pasado y futuro, la Grecia antigua
proporciona una omisión de la historia, no es necesaria.
Fuera de la concepción de la naturaleza como la única realidad y la negación del tiempo,
existe, además, una concepción de lo estático o fijo como aparente, es decir, como lo que se
me es mostrado. El hombre griego, era el logos de la naturaleza, se encontraba inserto en
ella.
La tradición oral es un ejemplo más por el desdén al pasado, los filósofos antiguos
pertenecientes a Grecia, no tuvieron el interés por dejar registro de sus palabras en
documentos. Sus razones, son las condiciones económicas, pues un libro era identificable
en las zonas culmen de la sociedad.
El griego no se percata del tiempo, es circular y determinista, configurado por el destino y
sus deidades.
“Desde un punto de vista histórico, cabe señalar que esa preocupación por uno mismo
siempre fue una especie de campo que se apartó de las grandes doctrinas filosóficas. Estas
últimas versan más bien sobre la realidad del mundo, del pensamiento o del ser, una
realidad que condiciona al individuo, por oposición a una actividad vinculada a la
singularidad de un ser específico, que se considera menos noble y prosaica. Incluso la
filosofía existencial, que propugna los conceptos de identidad y de proyecto personal, se
preocupa más por la universalidad que por la singularidad.”9
El griego se mueve en la naturaleza como la cosa más sublime (logos), el momento es
eternidad.
Agustín de Hipona
Hasta este momento, no podemos decir que nos hemos enfrentado al problema de la
temporalidad. Quien es el descubridor de la historia y el sentido que precede de ella, es
Agustín de Hipona. La figura circular del tiempo griego, es deformada en una línea, con un
inicio y con un final. El fundamento axiológico agustiniano es la sincronía entre la
aportación a occidente de Grecia, la razón, y los contenidos étnicos de los judíos, reflejados
en la Fé. Así pues, Fé y razón conviven y se alimentan una de otra, “comprendo para creer,
creo para comprender” dicta el isomorfismo que encara el primer conflicto hermenéutico,
es decir, nos habla de otro tipo de naturaleza, que no es opositora a la que se encuentra en el
exterior. Agustín afirma dos mundos, uno interno y uno externo. Aquí se manifiesta el
primer problema de interpretación ¿Cómo se vinculan las propiedades internas con las de la
naturaleza que se encuentran fuera de mí? ¿Qué valor tiene la vida como propiedad
individual de los hombres?
Agustín de Hipona realiza un nuevo sentido de la historia, un sentido teológico, donde la
necesidad de reflexión es inherente al emergente problema de la época medieval. La
historia es algo que precede el nacimiento del individuo, la expulsión del paraíso y el
pecado adherido a la posición humana, demarca la existencia del hombre al considerarse
no-divino antes de su creación. La historia cristiana es una aporía entre el rompimiento de
9 Filosofía una escuela para la libertad, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Tecnología.(UNESCO), 2004, versión digital, p. 154
lo eterno. Gracias a esta presencia del error o falta humana, es permisible la historia, pues
genera el inicio del proyecto de humanidad, “la historia es un drama con inicio, nudo y
desenlace,”
La naturaleza pierde un papel axiomático, es depurado por la perdida y búsqueda de lo
trascendente, mientras aquella refleja, volvemos a un antropocentrismo donde la physis no
es misterio sino revelación, por ser creación.
Si pudiésemos hacer un diagrama de la concepción histórica de san Agustín, tendríamos
como principio la voluntad y acto de amor de Dios, para con ello crear lo existente, y con
ello viene el tiempo, que nace como una categoría que demarca lo que se manifiesta.
Luego, proviene el mundo y finalmente el hombre. El cual también se ve inmerso en la
posibilidad de un reencuentro entre lo divino, el trágico final para el pecador como tan
revelador para el justo. La historia comienza a tener un sentido, el de la verdad. El hombre
se vuelve un actor de aquel tratamiento teatral de estructura cuasi-literaria.
La eternidad es merecida por el historial que demuestra el creyente judeocristiano. El
pasado comienza a cobrar importancia, no solo como un mero evento de la memoria, sino
es un recuento de la congruencia existencial del sujeto, en cuanto a lo vivido se devela el
lugar entre lo divino.
La sutil desagrado por la repetición de los sucesos, pues, en Platón o Aristóteles, el
equilibrio (logos) podría generarse ininterrumpidamente, es decir, los sucesos seguirían
dándose tal y como se conocen. Repitiendo el esquema por excelencia de la cosmogonía
griega, la perfección representada en lo eterno. Por el contrario
Finalmente, Agustín no queda solo en haber descubierto la historia y a su vez esos dos
mundos del hombre, que muestran un desfase, el interior y el exterior.
Vico
El primer movimiento historicista es la profunda inserción renacentista en el
reconocimiento de la historia como una ciencia. Vico se pregunta ¿Qué tipo de ciencia es la
historia? ¿Cuáles son los fundamentos de verdad que tiene esta? ¿De que verdad hablamos?
Las ciencias del renacimiento se centraron sobre la naturaleza, una vez mas, decantando
más que la atención, sino una serie de procedimientos metodológicos que podrían ser
explicados. ¿Es la historia una disciplina la cual este sujeta a experimentación y
evocaciones objetuales sin vernos involucrados?
La labor de Vico, es un reconocimiento del objeto de estudio de la historia, pues en la
antigüedad el concepto historia es inexistente, en el Medievo es una aporía teológica y Vico
reconoce que la historia es una ciencia. “el hombre solo puede hacer inteligible su propia
historia.”10
Vico en la Scienza Nuova, “la historia aparece denominada bajo dos ideas centrales: la de
que el hombre es el autor de su propia historia y la de que el hombre no conoce
verdaderamente mas que ello que el hace (Verum et factum convertuntur)”11
Idea hegeliana de la historia y positivismo
Hegel incube a la historia como una series de sucesos contradictorios que asumen una
evento sincrónico de la contradicción expedida. Es una concretización del espíritu puro, el
pensamiento, de una fase totalmente ideal a una inalterable. “La historia universal es la
manifestación del proceso divino absoluto del espíritu en sus mas altas figuras: la marcha
gradual mediante la cual llega a su verdad y toma conciencia de si.”12
La visión del positivismo a la historia, es reduccionista, es fácil entender los objetivos de
este movimiento. Retomando sus tesis principales, ve a la ciencia como el único camino
emancipador, se rige por un estricto método. La distinción de poder y manipulación sobre
el entorno, a través de los resultados técnicos provenientes de la ciencia y la explicación
causal, nos arrojaran una sutil línea del tiempo.
Al igual que Hegel, el positivismo arroja una progresión histórica de lo primitivo a lo
completo, la idea de progreso es un punto común de estas dos posturas. Sin embargo, la
positivista confiere un reduccionismo a la labor humana, pues lo que hace el eje y da
sentido a su temporalidad es la posteridad científica. Este movimiento iniciado con Comte,
indaga tres fases de la historia del hombre, dos de ellas las entiende como algo primitivo y
la ultima como emancipación.
La primera fase es la fase teológica, identificada por el sostenimiento de creencias
animistas y que transitan en el mundo, lo cual anula la explicación de fenómenos. La
segunda, es un estadio metafísico. Y finalmente, el estado positivo, el científico.
Historicismo
Con las conjeturas fundadas en el pensamiento de Hegel y la propuesta evolutiva del
positivismo, la historia se precipita en una búsqueda la cual se intenta dilucidar cual es el
10 .48 11 p.4812 El historicismo ciencia social y filosofía, Manuel Cruz, Montesinos, p.48
significado de la historia. Immanuel Kant destapo la problemática, pero su visión se
encuentra determinada a la posición especial que vivía la Alemania del siglo XVIII, pues
los poblados se caracterizaban por una guerra que parecía no terminar. Kant preocupado
por aquello en su Filosofía de la historia, compilaciones referentes a la situación y estudio
del tiempo, asienta su preocupación de paz en aquellos poblados. Su visión de la historia es
una significación cosmopolita, con que será posicionada la paz de los poblados.
Dejando la problemática abierta, como hemos visto, Hegel y el positivismo no otorgaron
una resolución a la problemática de la temporalidad y como se asume el tiempo para la vida
del hombre. Para Hegel era una cuestión de autoconciencia, el reconocimiento del espíritu
absoluto, reflejado en las manifestaciones culturales como esa “concreticidad” del
pensamiento. Para Comte y Stuart Mill, la historia es solo una sucesión de eventos desde lo
primitivo hacia lo racionalmente hegemónico, hay distinciones entre el pensamiento de
Hegel y Comte, pero ambos tienen puntos de encuentro. Por decir, la idea de progreso y el
rechazo a la enajenación. Ambos instauran caminos diferentes, uno la ciencia a modo de
camino unilateral y mientras el idealismo con el pensamiento para sí. El método y las
instancias son aferentes para una concreción absoluta, y la liberación de la humanidad su
finalidad.
Sin embargo, habrá una corriente de pensamiento de choque a la visión de la historia por
Hegel, Comte y Stuart Mill. En aras de una conciencia histórica, y sobre pasando la
representación de la memoria, la historia se enfrenta por primera vez a una coyuntura, una
encrucijada, puesto que antes el interés científico por la historia no se consideraba un
problema metodológico y objetual, aquí comienza la encrucijada entre Geistwissenschaften
y las ciencias de la naturaleza.
El historicismo engloba la posición neo-criticista, renacentista (Vico) y romántica del
estudio y posición sobre la historia. Historia no es una sucesión de efectos conglomerados
que conllevan a un estadio perfecto, no es universalidad de eventos. Si no es una
reafirmación de la incorporación de la temporalidad a la experiencia del individuo, es
fragmentaria antes de ser absoluta.
La psicología contemporánea podrá dilucidar cómo funciona la memoria y cuáles son las
propiedades que son candidatas a ser recordables. 1) Recordamos lo extraño, lo fuera de la
norma y 2) lo emotivamente significativo. No recordamos lo que tenemos que recordar,
como el positivismo y la idea hegeliana de la historia afirman, sino es una particularidad
más que la universalidad, es lo que al investigador, un ser humano, se ve en alteración.
Fundamento del historicismo es aquella porción psicológica del participante, es decir de
historiador, pues es alguien que se ve afectado y se ve inmerso en la problemática.
La resonancia psicológica, como la empatía, es un trabajo que va a desarrollar Dilthey para
determinar la distinción entre “lo que estudia” las Geistwissenschaften y “lo que no
estudia”. Pietro Rossi comentara “La primer manifestación del movimiento historicista es
Wilhelm Dilthey”. 13
Es claro en este momento a donde apunta el pensamiento de Dilthey, apela a un método
distinto al matemático, y apuesta por uno psicológico. Siendo una oposición a la filosofía
positiva.
El historicismo implica sustituir la consideración generalizadora y abstracta de las fuerzas histórico-humanas por una consideración de sus características individuales. La historia es obra de los hombres, de sus relaciones reciprocas, condicionadas por una pertenencia a un proceso temporal. Aunque coinciden con los positivistas en lo referente a la exigencia de una investigación concreta de los hechos empíricos.
13 Reale Giovanni, Historia del pensamiento científico y filosófico, Herder. P. 354
3. La hermenéutica como metodología para las ciencias del espíritu (10)
La visión de la vida desde la óptica diltheyiana es el parte aguas del método para las
ciencias del espíritu, resaltando la particularidad del sujeto, y su inserción en la vida misma,
aquella que le provocara una emergente propiedad científica, lejana a la visión naturalista,
que reduce al hombre como un simple decorado del entorno natural.
Schleiermacher es una estela más del pensamiento del filosofo de las ciencias del espíritu,
el implícito conflicto que vislumbraba Agustín de Hipona, con la doble morada del hombre,
la interioridad y un mundo exterior, Schleiermacher relativiza el malentendido y lo coloca
dentro de cualquier aspecto de índole humana, haciendo alusión a la omnipotencia del
sentimiento romántico, no basta con la sobre-extensión del malentendido y con ello de la
interpretación, sino, siempre hay un residuo del cual no se puede prescindir.
El inicio de la labor hermenéutica es la vivencia misma, ya dotado de una historicidad, el
hombre, recordando a Descartes, ¿cuál sería nuestro punto de partida?, si ya contamos con
la propiedad histórica inherente a la vida del hombre. El anclaje intelectual que da inicio al
método hermenéutico de Dilthey, es una posición originaria de la historia, siendo la vida
misma.
Invitación particular a reformular la labor filosófica, y limpiarla de la intelectualmente
primaria faceta que siempre se le caracterizo, desde el inicio de la modernidad, exime una
reforma al cogito cartesiano, pues una negación de lo cognitivo es la petición historicista y
romántica. La petición historicista es una forma de reclamar la faceta particular de la
memoria, es decir, lo que experimenta el sujeto, como particularidad, es una negación de lo
presupuesto por el positivismo, que simplificaba la temporalidad a una conjetura científica,
homogenizando la experiencia vital del ser humano. Por otro lado, el nexo romántico de
Dilthey, atrae una petición mas, la emotiva.
Así, Dilthey nos plasma en el inicio de la apropiación interpretativa, con la intención de no
dejar escapar facultades originarias de la experiencia hermenéutica, evadiendo el postulado
reduccionista positivista y al cognocitivismo de la filosofía moderna.
“Empleo la expresión vida en las ciencias del espíritu limitándola al mundo humano”14
Erlebnis
La vivencia es un modo característico distinto en el que la realidad está ahí para mí. La
vivencia no se me enfrenta como algo percibido o representado; no nos es dada, sino que la
14 Ciencias del espíritu
realidad viven va está ahí para nosotros porque nos percatamos por dentro de ella, porque la
tengo de modo inmediato como perteneciente de mi.
Lo anterior es conferido con el vocablo Erlebnis. Con tres significados distintos, se
enumera, según Ortega y Gasset, “Vivir, presenciar o experimentar”15.
Comienza a desplazar a la fundación cognoscitiva, la forma en cómo se relaciona el hombre
con el mundo, sino, se encuentra insertado en el, no puede conferir teoría antes de
confabular la propiedad vital, por lo que, no se intenta colocar a la cognición y sus
resultados como un elemento necesario para la relación con la naturaleza, aunque no es
negada, en ello inscribe ser originario. Predecesor de la idea, es el mismo acto de vivir.
“La experiencia integral es la vida, el aparato visual que no puede sobrepasar. La vida es
fuente; mana de ella la historia.”16
La vivencia tiene una connotación propositiva, dinámica, en contraposición de la
experiencia entendida inglesamente, no nos referimos a una mera capacidad sensible, pues
la intención de Dilthey es provocar un estudio holístico, donde no escape ningún elemento.
Por lo que es demostrable que le interese mencionar y considerar como voluntad,
emociones e impulsos.
La vivencia se articulan en tres funciones
a) Conocer: nombradas vivencias de captación. Corresponden a la vida representativa,
percibir, imaginar y predicar, la formación de conceptos y juicios, donde se
consuma el transito de lo singular a lo general.
b) Sentir: Las vivencias afectivas. Las cuales desaparece a la referencia a objeto. “los
valores es para mi, lo que yo he vivido en el sentimiento como valioso”
c) Querer. Vivencias volitivas. Son el impulso, la decisión, la aspiración, Se generan
los fines y los bienes, aquello que mi voluntad se propone como alcanzable.
Configurando un realismo volitivo.
La propiedad histórica es inherente a la función de la vivencia. Dilthey no es considerado
un vitalista, dado que no infiere fuerzas externas al hombre, pero sería sutil considerarlo
15 Ortega y Gasset, José,. Kant, Hegel, Dilthey. Ed. Revista de Occidente. España, 1965
16Fernández, Coriolano. Dilthey. Ed. Centro Editor de América Latina. Argentina, 1967.
Pag. 13
como uno por su mirada, a cualquier lugar que se observa esta la historia de un sujeto, es
decir la expresión. La muerte es el fin de la historia.17
Es claro ver hacia donde apunta el filosofo nacido en , con el análisis sobre la temporalidad
y la función implícita en el vivir del ser humano, con tales facultades y el rechazo a las tesis
historicistas, positivistas y hegelianas sobre la historia y su negación de la naturaleza,
Dilthey distingue de la posición de las Geistwissenschaften
La actitud positivista y el racionalismo exacerbado de la ilustración, colocaba al hombre
fuera de un tiempo, mutilando su condición histórica. Pues lo que arrojaba la razón era un
producto “atemporal” y no existía una individualidad de los sujetos, ya que solo aquellos
que pertenecieran al guion establecido por el rigor científico (interpretado como
emancipador) figurarían en la historia.
Dilthey ejemplifica esta búsqueda de ruptura objetual y metodológica con la ciencia
natural, dando autonomía a las ciencias del espíritu sobre las de la naturaleza. Ya que se
comprendían como dos ciencias en una misma, con un método reduccionista
Ruptura objetual
El concepto de Erlebnis, infiere dos tipos de mundo distintos, donde la vida se asocia a un
preceder hermenéutico, por la comentada adhesión de la vivencia, la facultad histórica y el
nexo con el mundo.
Estos dos mundos, preceden de un estudio diferente, pues lo que arroja la naturaleza, el
mundo exterior, son figuraciones objetuales, mas no la interioridad perteneciente al mundo
del espíritu.
Entonces, estamos ante dos mundos distintos, el espiritual y el natural. Dilthey genera un
quiebre tajante, dado que el objeto de estudio de cada ciencia particular, conlleva un campo
de estudio muy distinto y para nada símil. “El conjunto de los hechos (…) suele dividirse
en dos miembros, uno de los cuales se designa con el nombre de ciencia natural; para el
otro no existe, lo que es bastante sorprendente, ninguna denominación universalmente
reconocida. Yo me adhiero al uso terminológico de aquellos pensadores que denominan
ciencias del espíritu a esa otra mitad del globus intellectualis (…) y el nombre elegido aquí
tiene al menos la ventaja de designar adecuadamente el circulo central de hechos, desde el
17 Historicismo relativista: hace del tiempo humano parte dependiente del tiempo total de la
historia humana, ella misma relativa a cada época. Ramón Xirau / Introducción a la historia
de la filosofía, UNAM, México, 19
cual, en realidad, se ha visto la unidad de esta ciencia, se ha trazado su contorno, se ha
llevado a cabo su delimitación frente a las ciencias de la naturaleza.”18
La particularidad de una ciencia como de la otra generan la tajante distinción y el
restablecimiento del campo de estudio espiritual, mas se intenta llevar a cabo una
autonomía propia de estas ciencias para no contaminarla con los ideales instrumentales
propiciados por el positivismo, o por lo menos engendrar un conocimiento fidedigno en el
encuentro con el horizonte espiritual. “las ciencias del espíritu se diferencian de las ciencias
de la naturaleza, en primer lugar, porque estas tienen como objeto suyo hechos que se
presentan en la conciencia dispersos, procedentes de afuera, como fenómenos, mientras que
en las ciencias del espíritu se presentan desde dentro, como realidad, y, originalmente,
como una conexión viva.”19
Dilthey El filosofo alemán, hay una ruptura a un principio positivista, dado que los
fenómenos de la naturaleza, incluso los de los hombres parten de eventos causales. En
rechazo de esto, Dilthey propone una condición suficiente para el estudio en Voluntad y
causalidad
Geistwissenschaften Ciencias de la naturaleza
Significado, fin, valor Causales
No explicativas, por su cualidad de
voluntad.Explicativas
Dinamismo Estático
Altera lo estudiado No modifica las sustancias del objeto
Históricas Fácticas.
La psicología unifica las Geistwissenschaften
Ruptura metodológica
Verstehen
“Una forma de aprehensión que se refiere a las expresiones del espíritu y que se opone,
como método de la psicología y de las ciencias del espíritu, al método explicativo propio de
la ciencia natural. entiende por comprensión el acto por el cual se aprehende lo psíquico a
través de sus múltiples exteriorizaciones. Lo psíquico, que constituye un reino peculiar y
que posee una forma de realidad distinta de la natural, no puede ser objeto de mera
explicación. Como total y cualitativa, la vida psíquica se resiste a toda aprehensión que no
18 Dilthey, Wilhelm, Introducción a las ciencias del espíritu, pág. 40-4119 Dilthey, Wilhelm, Psicología y Teoría del conocimiento, pág. 147.
apunte al sentido de sus manifestaciones, de su propia estructura. Al exteriorizarse, la vida
psíquica se convierte en expresión o en espíritu objetivo. Este último, que constituye la
parte fundamental y esencial de las ciencias del espíritu propiamente dichas, consiste en
exteriorizaciones relativamente autónomas de la vida psíquica, exteriorizaciones que
poseen en su propia estructura una dirección y un sentido
El método de la comprensión, que es originariamente psicológico, se convierte, pues, para
Dilthey en un procedimiento más amplio, en una hermenéutica encaminada a la
interpretación de las estructuras objetivas en cuanto expresiones de la vida psíquica.
Comprender significa, por lo tanto, pasar de una exteriorización del espíritu a su vivencia
originaria, es decir, al conjunto de actos que producen o han producido bajo las formas más
diversas —gesto, lenguaje, objetos de la cultura, etc.— la mencionada exteriorización.”20
Conclusión: Hermenéutica-Hombre-Historia
La unificación entre ciencias del espíritu y ciencias de la naturaleza es la historia, sobre lo
cual lo espiritual y lo material son una misma cosa. Aquello que es exteriorizado y se ha
hecho capaz de volver sobre si mismo infinitas veces. Concretando la realidad histórico-
social. La historia es un conjunto de singularidades psico-corporales a las cuales es posible
comprenderlas en relación a la totalidad de la realidad. Esta tarea ha sido asignada por
Dilthey a las diversas ciencias del espíritu: la historia, la economía, la política, la ciencia
del derecho y del estado, la ciencia de la religión, el estudio de la literatura… Todas estas
ciencias refieren a una misma realidad; el genero humano. Describen, relatan, enjuician y
forman conceptos y teorías en relación con esta realidad.
Al hombre se le conoce en la historia, tal como Vico lo pronunciaba, que es autor de si
mismo, las ciencias del espíritu estudian la aparición del ser del hombre en la realidad
histórico-social-humana, en la que quedan trabadas las manifestaciones de vida entretejidas
en la sola red del tiempo; la historia. “Dentro del mundo histórico, lo individual concreto
es el objeto ultimo y principal del conocimiento”.21 El desarrollo histórico es comprendido
a través de la unidad psico-fisica como elemento estructural y elemental de la vida. Cada
una de estas ciencias que trata de comprender esta realidad se ve obligada a practicar una
selección de los hechos que a su interés convienen y si de aquí resulta que una de ellas solo
de una manera limitada y relativa alcanza a conocer esta realidad, en este caso no deberá
pasarse por alto la circunstancia de que “la estructuración de estas ciencias, su sano
crecimiento dentro de su particularización, va vinculada a la visión de la relación que
guarda cada una de sus verdades con el todo de la realidad”.22
20 Ferrater Mora, José, Diccionario filosófico, p.313, versión digital21 Imaz Eugenio, El pensamiento de Dilthey, pag. 23222 Dilthey
La postura de Dilthey es una sucesión contradictoria al reduccionismo epistemológico que
se desarrollo en el presente trabajo, instaurando un holísmo del ser humano, donde no se
excluyan los impulsos emociones, representaciones y la voluntad.
Bibliografía
Bibliografía medular:
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España 1966.
Dilthey, Wilhelm, Teoría de la concepción del mundo, Fondo de Cultura Económica,
México, 1978
Dilthey, Wilhelm. Vida y Poesía. Fondo de Cultura Económica, México 1953
Dilthey, Wilhelm. Psicología y teoría del conocimiento. Fondo De Cultura Económica.
México, 1945
Bibliografía de apoyo
Fernández, Coriolano. Dilthey. Ed. Centro Editor de América Latina. Argentina, 1967.
Ferraris, Maurizio. Historia de la Hermenéutica Filosófica, Siglo XXI. Taurus. México
2001.
Ferrater Mora, José,. Diccionario de Filosofía. Alianza Editorial. Espña 1980
Grondin, Jean. Introducción a la Hermenéutica, tr. Angela Ackermann Pilari, Herder
Barcelona 1999
Imaz, Eugenio El pensamiento de Dilthey. Ed. IFCE, Mexico 1978
Ortega y Gasset, José,. Kant, Hegel, Dilthey. Ed. Revista de Occidente. España, 1965
Ferrater Mora, José. Cuatro visiones de la historia universal, Alianza ,Madrid, 1984.
Kant, Immanuelle. Filosofía de la historia, FCE, México, 1941.
Hegel, Friedrich. Lecciones sobre la filosofía de la historia universal, Tecnos, Madrid,
1980.
Cruz, Manuel. El historicismo, Montesinos, Barcelona, 1984,
Xirau, Ramón Introducción a la historia de la filosofía, UNAM, México, 1964
Reale, Giovanni, Historia del pensamiento científico y filosófico Tomo III Herder, España,
1983