xi seminario de redmuni: “repensando la agenda local” 18 y...
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XI Seminario de RedMuni:
“Repensando la Agenda Local”
18 y 19 de octubre de 2012.
Universidad Nacional Arturo Jauretche.
“Generación de Proyectos Productivos desde lo Local:
el modelo de los Centros de Producción y Consumo Justo según
El Arca Productores + Consumidores”
Carolina Nievas ([email protected])
Emmanuel Lanza ([email protected])
Lic. Mauricio A. Menardi ([email protected])
Universidad Nacional de Villa María
Asociación Civil El Arca Córdoba, Productores más Consumidores
2
Introducción
El presente trabajo se basa en la experiencia de Economía Social desarrollada por un
modelo de Centro de Producción y Consumo Justo: Asociación Civil El Arca Productores +
Consumidores, en las ciudades de Mendoza y Córdoba. La misma es una organización sin
ánimo de lucro -aunque sí de sostenibilidad- que vincula social y comercialmente a
pequeños productores con consumidores responsables, promoviendo su protagonismo
comunitario como medio para la integración intersectorial con equidad.
Luego de 7 años de funcionamiento, los Centros de Producción y Consumo Justo
aparecen como una experiencia de economía social que no sólo trabaja en la generación de
capacidades de autoempleo y producción de comunidades empobrecidas, sino también y
fundamentalmente, actúa en la generación de un contexto favorable para el encuentro
virtuoso entre productores y consumidores que propicia el desarrollo local. Estas cualidades
aportan soluciones a los nuevos desafíos que deben enfrentar los gobiernos locales.
Por esto, esbozaremos de manera sintética el surgimiento y algunas de las
implicancias de estos nuevos desafíos, para luego poder exponer las características
esenciales del modelo Arca1. Finalmente, y a partir de la experiencia práctica de esta
institución, animar algunas reflexiones en cuanto al rol que debieran ocupar los municipios
frente a este tipo de proyectos.
1 Para ello utilizaremos como base el documento “Construyendo conocimiento desde las Prácticas:
Comunidad Prosumidora”, elaborado por la Asociación Civil El Arca, Productores + Consumidores.
3
Los municipios y el desarrollo local
En nuestro país en la década de 1990, el Estado nacional sufrió un proceso de
reforma administrativa, que a su vez estuvo acompañado de grandes cambios en la
economía, basados en políticas de apertura y desregulación. En su desarrollo pueden
diferenciarse dos etapas. La primera, llevada a cabo entre 1989 y 1995, tuvo como
principales instrumentos la desregulación, la privatización y la descentralización, y se
realizó en el marco de las Leyes de Reforma del Estado (Ley Nº 23.696) y de Emergencia
Económica (Ley Nº 23.697). Y la segunda etapa de la reforma se realizó entre 1996 y 1999,
ya en otro contexto político y social (aumento de la pobreza, la desocupación y un déficit
fiscal creciente) y sus principales objetivos fueron reducir el déficit fiscal, flexibilizar el
mercado laboral y rediseñar el aparato estatal (Ley N° 24.629). Este proceso tuvo
consecuencias nefastas en la historia Argentina, ya que los niveles de pobreza y
desocupación llegaron a índices históricos a finales de esa década. En lo que respecta al
Estado, las consecuencias se manifestaron en un Estado ausente, ya que “resignó muchos
de los instrumentos de los que disponía para intervenir, tanto para orientar el desarrollo
en una determinada dirección como para incidir en la distribución del ingreso y la
riqueza” (Villar, 2007:66).
La reforma del Estado, las políticas neoliberales y la globalización generaron más
tareas a asumir por los gobiernos locales; nuevos desafíos para encarar lo político,
económico y lo social y obligaron a los municipios a efectuar un replanteo de su
organización, misiones y funciones, así como de su autonomía. “Estos procesos
comenzaron a desplazar el anterior modelo municipal tradicional, de carácter autárquico,
administrativo clientelar y que en los hechos configuraba una suerte de administración de
la ciudad sobre el ABL -alumbrado, barrido y limpieza-” (CORMICK, 1997). De esta
manera, algunos municipios, ante la falta de responsabilidades del gobierno nacional,
comenzaron a promover iniciativas de desarrollo local. Estas iniciativas, originadas en la
década del ’90, poseían una dualidad. Por un lado, representaban prácticas de intervención
estatal en las economías locales contrarias al paradigma reinante del neoliberalismo, pero a
su vez servían como paliativos a la crisis que estaba viviendo nuestro país, por lo cual el
4
gobierno nacional y los organismos multilaterales alentaron su implementación. Pero la
incorporación de nuevos temas en las agendas de los gobiernos locales ha sido realizada
mediante un proceso más reactivo que estratégico, sin una visión a mediano plazo del rol de
los municipios y territorios en la construcción del desarrollo local.
A inicios del Siglo XXI Argentina ha virado su “modelo económico” desde uno
desregulado y financiero, hacia otro cuyas prioridades se basan en la producción de
materias primas y productos industriales y en la inclusión social, a partir de la generación
de empleo registrado, con mejora paulatina en los ingresos y la distribución de los mismos.
Éste es un modelo mucho más propicio para el desarrollo local. Ahora bien, ¿qué rol están
jugando los municipios en este nuevo modelo?
En la mayoría de las ciudades y regiones del país, el crecimiento económico se
produce independientemente de las acciones y estrategias de los municipios, ya que éstos
no cuentan con recursos económicos y equipos técnicos que les permitan definir líneas de
inversión y sectores estratégicos desde donde desencadenar procesos de innovación
productiva y desarrollo. “Si bien esta „vuelta al desarrollo‟ supone un mayor crecimiento
en lo local, éste todavía es más producto de la macro productiva del nivel nacional que de
los esfuerzos endógenos: es más „inercial‟ que protagónico” (CASALIS y GARCÍA
DELGADO, 2006: 7).
Para poder asumir el rol que le compete a un municipio en el desarrollo local en el
marco del actual modelo productivo y de desarrollo nacional, es importante considerar al
Municipio desde un enfoque tridimensional. La primera dimensión es la territorial, que
define el espacio en el que tiene competencia el municipio. La segunda tiene que ver con el
rol estatal que cumple, como el nivel gubernamental más cercano a los ciudadanos y como
asignador de recursos. Por último comprende una tercera dimensión como sociedad local,
formada por ciudadanos, actores y agentes con los cuales interactúa en la construcción de la
ciudad. Por lo tanto, el municipio es “una sociedad que se autogobierna, limitada por los
márgenes que impone la pertenencia a una comunidad mayor –la nación–y la estructura
jurídico-institucional que la regula” (VILLAR, 2007: 20).
5
Desde esta mirada y en el actual contexto, el Municipio aparece como el principal
agente que puede impulsar el desarrollo de una ciudad/región. “En las estrategias de
desarrollo local juega un papel clave el gobierno local, como actor político fundamental,
en la medida que encarna el rol de promotor y concertador de ideas, intereses y acciones.
(…) el potencial del desarrollo local, planteado desde los gobiernos locales, implica la
reconversión de los mismos y sus estructuras en verdaderos líderes productivos y
comunitarios, facilitadores, potenciadores y articuladores de las iniciativas locales”
(ALTSCHULER en VILLAR, 2007: 113).
Esta reconversión de municipios prestadores de servicios a líderes y facilitadores del
desarrollo implica nuevas funciones y formas de encarar el gobierno de una ciudad,
buscando: a) mejorar el funcionamiento de la burocracia, sobre todo en lo que hace al
ingreso y carrera de los funcionarios públicos y empleados, promoviendo el ingreso y
ocupación de los puestos de trabajo de acuerdo a los perfiles profesionales requeridos; b)
establecer indicadores de metas y resultados en los proyectos y políticas, para poder medir
el impacto y conocer si las actividades que se plantean contribuyen al mejoramiento de la
situación prexistente; c) promover la transparencia en el uso de los recursos públicos,
garantizando el acceso a la información pública para que todos los ciudadanos conozcan lo
que sucede dentro del municipio; d) construir agendas locales comunes de manera
participativa, tanto en lo económico como en lo social, que orienten el desarrollo local; e)
mejorar la captación de recursos, que le permitan al municipio ampliar su capacidad de
intervención en la comunidad; f) promover las inversiones locales, tanto de los empresarios
que habitan el territorio y que permiten retener la renta local, como así también de
empresarios de otras latitudes, generando una captación de renta externa.
Todas estas nuevas funciones se enmarcan en una concepción del desarrollo local
como un proceso político de ampliación de las capacidades de una comunidad que habita
un territorio determinado, para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y de las
generaciones futuras2. Por lo tanto, desde esta mirada, un municipio genera desarrollo
cuando co-construye lo público.
2 De esta definición se desprenden diversos puntos a considerar. En primera instancia es necesario identificar
al espacio local como un ámbito en donde las personas pueden generar relaciones a escala humana y
6
Vale la pena profundizar sobre qué se entiende por lo público. Dicho concepto hace
referencia a aquello que es -o debiese ser- accesible a cualquier ciudadano para la
satisfacción de necesidades comunes e indispensables. Son los temas que interesan a toda, o
gran parte, de la comunidad. “Es lo que conviene a todos, de la misma manera, para su
dignidad” (TORO, 2004: 20). Así, pueden ser considerados como bienes públicos,
servicios y espacios, como por ejemplo: la educación, la salud, la vivienda, la justicia, los
servicios domiciliarios (agua, luz, gas, saneamiento, etc.), los parques y plazas, etc.3. En
definitiva, lo público es aquello que trasciende la esfera privada, lo que compartimos con
otros para el beneficio de todos(as)4.
La construcción del desarrollo en el marco de lo público lo determina como un
hecho político5; porque es en estos procesos donde los ciudadanos, actores (económicos-
empresariales, político-administrativos, socio-territoriales) y agentes dialogan, discuten,
debaten, conciertan, sobre los cambios necesarios a introducir en la sociedad con la
participar de manera efectiva en organizaciones de base, en movimientos sociales, emprendimientos
productivos; en definitiva, un espacio donde se puede transformar la realidad cercana, próxima a la vida de
cada sujeto y de un colectivo. Lo local representa un punto de encuentro, donde los actores territoriales
adquieren la capacidad de fijar el rumbo, de “construir” desarrollo (MADOERY, 2003). Un desarrollo que es
un proceso promovido, pensado, planeado o inducido por grupos humanos, o sea actores locales y, por ende,
político. Que implica la ampliación de las capacidades locales a partir de la “dinamización de las
potencialidades” de un territorio y grupo humano, a través de procesos de aprendizaje colectivo que buscan la
mejoría de la calidad de vida de la población. Tomando a este último concepto no desde una perspectiva de
“tener más”, sino de la satisfacción de las necesidades humanas de una población, desde aquellas más básicas
y fundamentales, como alimentación, salud, vivienda y educación, hasta las de protección, entendimiento,
participación, ocio-recreación, creación, identidad, libertad y trascendencia. “De esta forma el desarrollo
deviene de una fuerte dimensión social e histórica, al colocar al ser humano en el centro del objetivo del
desarrollo” (ORGULLOSO MARTÍNEZ, s.f.). Y todo esto en un marco de sostenibilidad necesario para
asegurar la vida de las generaciones futuras, donde el modelo socio-económico esté en armonía con el medio
natural en el cual se encuentra inserto.
3 “Cuando los bienes o servicios públicos se construyen en función de intereses particulares (de grupos o
sectores sociales) y las decisiones sobre el acceso o el uso del bien o servicio están determinadas por motivos
distintos al bien común, ese bien público es excluyente o inequitativo. Es lo que se entiende como
corporativizar lo público” (TORO, 2004.: 20).
4 “Lo público es más amplio y rebasa ampliamente lo estatal, sin que esto signifique desconocer que las
instituciones públicas por excelencia deben ser el Estado y las leyes” (TORO, 2004: 20).
5 Hay tres conceptos fundamentales al momento de pensar la construcción política del desarrollo local. El
ciudadano hace referencia a la pertenencia a una comunidad, el actor, a su vez, incide en la producción y
reproducción de la ciudad que habita, y el agente, suma a su incidencia un sentido que tiene que ver el
mejoramiento de la calidad de vida y la realización de los derechos humanos. El desarrollo local supone
negociación e interacción entre ciudadanos, actores, agentes y el escenario en donde esto se realiza es el
espacio público.
7
finalidad de mejorar la calidad de vida de la misma. “El desarrollo es visto como resultado
del esfuerzo organizativo e innovador del conjunto de la sociedad y no sólo del correcto
desempeño de los mercados” (MADOERY, 2006: 7). Desde esta mirada del desarrollo, el
municipio juega un rol fundamental en el trabajo formativo de los ciudadanos, actores y
agentes de una sociedad para propiciar el desarrollo local, tanto a nivel formal pero sobre
todo informal, a través de favorecer prácticas democráticas, participativas, compartir las
decisiones, etc.
Una de las variables más importantes que tienen los municipios para promover
procesos de desarrollo local es la económica. Interpretando a la economía, como lo hace el
Desarrollo a Escala Humana6, desde su variable social y política, o sea, como una forma de
relacionamiento que poseen las personas que habitan un territorio, orientado hacia el
desarrollo de las mismas y no del capital. Su principal postulado es que la economía debe
estar para servir a las personas, y no las personas a la economía7.
Existen muchas formas de construir procesos de desarrollo económico local, pero
para los objetivos del presente trabajo nos centraremos en una experiencia de generación de
empleo, empleabilidad y nuevos emprendimientos productivos, desde una óptica del
Desarrollo a Escala Humana orientado hacia el Bien Vivir8. A partir de la misma, sus
6 “Necesidades humanas, autodependencia y articulaciónes orgánicas, son los pilares fundamentales que
sustentan el Desarrollo a Escala Humana. Pero para servir su propósito sustentador deben, a su vez,
apoyarse sobre una base sólida. Esa base se construye a partir del protagonismo real de las personas, como
consecuencia de privilegiar tanto la diversidad como la autonomía de espacios en que el protagonismo sea
realmente posible. Lograr la transformación de la persona-objeto en persona-sujeto del desarrollo es, entre
otras cosas, un problema de escala; porque no hay protagonismo posible en sistemas gigantísticos
organizados jerárquicamente desde arriba hacia abajo. (…) Tal desarrollo se concentra y sustenta en la
satisfacción de las necesidades humanas fundamentales, en la generación de niveles crecientes de auto
dependencia y en la articulación orgánica de los seres humanos con la naturaleza y la tecnología, de los
procesos globales con los comportamientos locales, de lo personal con lo social, de la planificación con la
autonomía y de la sociedad civil con el Estado” (Max-Neef, 1986)
7 Una economía centrada en las personas, su desarrollo integral y el fomento de prácticas de cooperación y
solidaridad en sus comunidades. Promoviendo la dignificación de las personas mediante el trabajo, teniendo
en cuenta dimensiones socioculturales, políticas y medioambientales. Se basa en toma de decisiones
democráticas y participativas sobre las modalidades de producción, distribución y comercialización, de los
bienes y servicios producidos para la satisfacción de las necesidades colectivas e individuales. En la práctica,
esto se da a través de asociaciones libres de trabajadores, fomentadas en desde el espacio local, con lo
cotidiano; ello es lo que permite superar la alienación que implica la concentración de poder en un Estado
Nacional.
8 Cosmovisión de los pueblos indígenas originarios de Latinoamérica, basa en la vida en armonía y el
equilibrio con el entorno. En dicha cosmovisión “toda relación económica no es con el fin de acumular el
8
resultados y re-ediciones, intentaremos dar cuenta del rol que pueden ocupar los municipios
para fomentar y potenciar procesos de desarrollo económico local de este tipo.
capital por el capital, sino esencialmente para preservar la vida. Por lo tanto, toda relación económica no
sólo debe estar enmarcada en leyes económicas de interés humano, sino también en leyes naturales que
cuiden la vida, la Madre Tierra, la comunidad y la familia” (Huanacuni Mamani, 2010: 36).
9
El Arca, Productores + Consumidores
Historia
La crisis Política, Social y Económica de 2001 trajo entre sus diversas
consecuencias el aumento de la pobreza y la desocupación. “Casi diez años de
neoliberalismo dejaban como consecuencias, en lo económico, la desestructuración del
tejido productivo, un sistema financiero en crisis y un endeudamiento sideral que provocó
el default de la deuda. En lo social, el deshilachamiento del tejido social con cuatro
millones de desocupados y 18 millones de pobres; el incremento de la desigualdad social;
así como la precarización y la vulnerabilidad de los más débiles. En lo político, una crisis
de representación y legitimidad de la clase política y un Estado endeudado y debilitado”
(VILLAR, 2006: 238).
Esta situación agudizó sus efectos en los sectores más desfavorecidos. Fruto de estas
necesidades surge en la ciudad de Mendoza, una experiencia llamada Escuela de
Emprendedores (promovida por la Asociación Emprender Mendoza: ASEM), la cual a
través de una experiencia de educación fue concretando emprendimientos productivos, que
demandaban espacios de comercialización con justicia y estrategias de integración
económica.
A raíz de estas necesidades de comercialización, lugares de trabajo, financiamiento
inicial, comunicaciones, control de calidad, formalización de los espacios y los productos,
estrategia tributaria y búsqueda de consumidores para los citados emprendimientos
productivos, nace en mayo 2005 El Arca Productores + Consumidores.
La Organización
El Arca Productores + Consumidores es entonces una iniciativa de un grupo de
productores de base, microemprendedores, cooperativas de trabajo, organizaciones de
apoyo, organismos públicos y empresas, interesados en construir un espacio de encuentro
10
virtuoso entre pequeños productores y consumidores responsables. La promoción de este
espacio de encuentro se basa en convencimiento de dos situaciones:
a) la comercialización es el punto débil al que se enfrentan la mayoría de los
emprendimientos de economía social;
b) el trabajo colaborativo y articulado es una de las principales forma de resolver
problemas complejos como el de la comercialización.
Constituyéndose como una especie de “comercializadora de la economía social”, El
Arca trabaja para contactar productores con consumidores, ayudando en la venta de los
productos de los primeros. Así cada vez que El Arca vende un producto o servicio deja el
15 % de su valor de venta, constituyendo un fondo de auto sostenibilidad.
Una vez logrado el punto de equilibrio debe reinvertir los excedentes en proyectos
sociales en las mismas comunidades participantes. Este sistema tiende a generar renta y
distribuirla entre pequeños productores con menos oportunidades, a la vez que reconstruye
el tejido social ciudadano en torno del consumo consciente y el comercio con justicia. Todo
esto se encuentra expresado en la misión de la organización:
Construir y desarrollar un sistema innovador y sustentable, que vincule social y
comercialmente a pequeños productores con consumidores responsables.
Este proceso promueve protagonismo comunitario de los que han vuelto a creer en
el esfuerzo, el trabajo y el consumo responsable, como medio para la integración
intersectorial con equidad.
Productores
Un pilar fundamental de la organización son los productores, ya que la misma nace
justamente para dar respuesta a las necesidades de pequeños productores en situación de
vulnerabilidad.
Esta organización tiene la vocación de transformar una situación de injusticia que se
manifiesta en aquellas personas que por una situación determinada – socioeconómica, de
11
salud, de edades u otra- no pueden acceder al mercado laboral o necesitan concretar
trabajos complementarios que les permita vivir con dignidad. Utilizando como herramienta
el trabajo, busca el desarrollo integral de la persona, en un proceso que genera valor
económico acompañado de valor social y cuidado del ambiente.
Así se busca que paulatinamente los productores vayan adquiriendo capacidades de
conducción de la organización y que con ellas comiencen a sentirse parte, involucrarse,
tomar decisiones, defender sus derechos, gestionar por sí mismos y participar en las
estrategias de la organización.
Hay dos tipos de vínculos entre El Arca y productores:
- Productores Asociados Directos: son aquellos que utilizan un lugar de producción
provisto por El Arca y acompañados en estos procesos por el equipo técnico. Como
contrapartida, se comprometen a priorizar las demandas de El Arca,
independientemente de que también puedan vender sus productos por canales
externos. Ellos son quienes garantizan el volumen mínimo requerido para alcanzar
el punto de equilibrio de El Arca.
- Productores Asociados Adherentes: son aquellos que producen en forma
independiente de la organización y utilizan el poder de comercialización de El
Arca. Después de dos años de relación con la organización pasan a ser considerados
asociados directos.
Consumidores
La toma de conciencia sobre el impacto de nuestro consumo no resulta a veces el
común denominador de la sociedad, por lo que, desde El Arca se dice que
fundamentalmente se vincula con “Consumidores Responsables”9.
9 Entendemos por consumidor responsable a una persona u organización informada y consciente del poder
que tiene el consumo -poder de compra- para cambiar la realidad en sus aspectos más injustos socialmente y
negativos ambientalmente. A modo de complemento, podemos agregar la definición que toma la organización
Ecodes agrega: “es la elección de los productos y servicios no sólo en base a su calidad y precio, sino
también por su impacto ambiental y social, y por la conducta de las empresas que los elaboran”.
12
Desde la Organización Amartya, postulan que tres de las mayores trabas para
ejercitar un consumo responsable suelen ser:
1. Información social y ambiental de los productos (trazabilidad) para poder analizar
las implicancias del consumo de un determinado producto.
2. Difícil acceso a aquellos productos que puedan estar certificados
3. La competitividad en los precios
El Arca como organización genera herramientas para contrarrestar esas trabas, y
además propone un rol activo para el consumidor, promoviendo la cercanía con el
productor, lo que permite un aumento de la empatía por parte de ambos y favorece a un
diálogo superador de los mismos como órbitas aisladas. Se espera que con el tiempo, y la
profundización de estas relaciones, los consumidores incorporen variables como el sentido
social y el consumo consciente como herramienta de integración comunitaria, además de la
variable precio.
Una masa crítica diversificada de consumidores (familias, empresas, organizaciones
de la sociedad civil e instituciones estatales) resulta necesaria para lograr la sustentabilidad
política y económica del sistema: cuantos más consumidores comprometidos con su
territorio se involucren en El Arca, más sentido cobrará el sistema y más cerca estará de
cumplir con su misión.
Comunidad Prosumidora
Por todo esto, en El Arca se busca que los productores y consumidores se vean a si
mismos como “prosumidores”; que en palabras de Echavarri (2004:89) “significa a
hombres y mujeres que son al mismo tiempo productores y consumidores, que no persiguen
la obtención de lucro y acumulación sino solo satisfacer sus necesidades bajo intercambios
justos y equitativos”10
.
10
Concepto proveniente del libro “La Tercera Ola” de Alvin Toffler (1979).
13
El Sistema Arca promueve una comunidad prosumidora, un espacio en donde
productores y consumidores satisfacen sus necesidades legítimas individuales, familiares y
comunitarias en una relación conveniente para ambos. A la vez encuentran un sentido
compartido que apuesta a mejorar la calidad de vida del territorio en el que viven. Es una
relación opuesta a la que se da en la economía tradicional, en la cual los intereses de los
productores y los intereses de los consumidores siempre están en una pugna, que las leyes
del mercado supuestamente equilibran11
.
Todas las personas / instituciones son a la vez potenciales consumidores y
productores. Esto es parte esencial de la estrategia de El Arca. Por ejemplo, una empresa
que compra uniformes, es a la vez proveedora de camiones para la logística del sistema, o
un productor de salsa de tomates consume la bolsa semanal de verduras, o un consumidor
de espectáculos culturales descubre que puede ser un educador ofreciendo sus
conocimientos de matemática o inglés. Este doble rol va desdibujando las barreras
tradicionales entre consumidores y productores y facilita el acuerdo que se necesita para
hacer crecer a la comunidad prosumidora. Un nuevo actor social y económico en marcha.
Esta relación entre consumidores y productores no está basada solamente en el
intercambio de un producto, sino en valores compartidos con sentido. Aquí el acto de
consumir se convierte en un ejercicio de ciudadanía. Es un sistema transformador de la
realidad.
El Arca Córdoba
Hacia fines del mes de Mayo de 2009 en la ciudad de Córdoba, un grupo de
organizaciones sociales, estatales y empresarias, decidió conocer las opiniones de
productores, consumidores y organizaciones público-privadas sobre la idea de crear una
institución similar para la ciudad y la región.
11
Pasar de los intereses en pugna hacia relaciones más armónicas entre productores y consumidores, implica
un esfuerzo por parte de los productores y los consumidores que El Arca intenta apoyar.
14
En este contexto nace El Arca Córdoba12
, con la finalidad de construir una
organización sin ánimo de lucro, autosostenida, que vincule a hombres y mujeres
productores con familias, empresas, organizaciones de la sociedad civil, vecinos e
instituciones estatales que deciden ser parte de un
comercio con justicia.
Los productores nucleados en El Arca
Córdoba desarrollan sus actividades en la ciudad de
Córdoba y en el norte de la provincia (Capilla del
Monte, Villa Giardino, Deán Funes y Copacabana).
La mayoría de ellos no poseen empleos formales pero
a la vez cuentan con una capacidad emprendedora
desarrollada para asegurar su supervivencia.
Todo este trabajo ha sido acompañado por
organismos técnicos y empresas del medio, quienes han contribuido al desarrollo del
espacio a través del fortalecimiento y la capacitación indispensable para la constitución
legal y el funcionamiento en los primeros tiempos13
.
Con la solidez del modelo Mendocino, y los primeros pasos de la reedición
Cordobesa, se vio la necesidad de pensar en alguna especie de principios rectores que
pudieran servir como difusores y a su vez como guía para futuras re-ediciones14
. Es así que
a principios de 2012 se conforma una Comisión intersectorial Promotora de los Centros de
12
A partir de ahora, diferenciaremos entre “El Arca Mendoza” (por la cual haremos referencia al modelo
original) y “El Arca Córdoba” (primer re-edición del sistema Arca). Es menester aclarar que ambas son
asociaciones civiles distintas y autónomas.
13
Han apoyado esta iniciativa: Fundación INCIDE, Fundación AVINA, Transportadora de Gas del Norte
S.A., el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y El Arca Mendoza.
14
En la actualidad hay por lo menos 3 intentos de reedición. Uno de ellos, en la ciudad de Neuquén ha
recibido ya su carta constitutiva como Asociación Civil.
15
Producción y Consumo Justo (CPyCJ)15
, que luego de un trabajo sistemático elaboró una
Carta de Principios.
Principios de los Centros de Producción y Consumo Justo
A continuación explicaremos los mismos, ya que de esta manera termina de
comprenderse el modelo Arca.
Principio N° 1: Intersectorialidad
Los CPyCJ promueven el encuentro de los sectores que componen una comunidad:
familias, organizaciones sociales, culturales y religiosas, empresas, escuelas,
institutos tecnológicos, universidades, instituciones públicas, etc. En particular
alientan el encuentro de productores y consumidores, conformando una comunidad
prosumidora (productora y consumidora a la vez), que genere un diálogo superador
desde lo diverso, que posibilite alianzas necesarias y convenientes, que estimule la
lógica de la reciprocidad y del sentido trascendente como medio para satisfacer sus
propias necesidades legítimas16
.
Principio n°2: Organización - Auto sostenibilidad
La organización de CPyCJ implica la creación de un Nuevo Actor Económico,
concretamente una empresa de gestión social17
: democrática, autónoma, con
participación protagónica de los productores y consumidores en los órganos de
15
La Comisión utiliza la denominación de Centros de Producción y Consumo Justo, a partir del sistema El
Arca Productores + Consumidores; para brindar una base más amplia a la hora de pensar en futuras y posibles
re-ediciones.
16
El sistema plantea en su esencia una nueva forma de interactuar en la economía, volviendo a las relaciones
humanas, a la generación de confianza, a la producción artesanal con calidad generando trabajo genuino, a
una distribución equitativa de los beneficios, en definitiva, a una apuesta sustentable de vida (co-creando
valor económico, social y ambientalmente responsable).
17
Este nuevo actor económico permite desarrollar canales de comercialización que tengan por resultado
beneficios equitativos para todas las partes involucradas. Resuelve las formalidades impositivas (Responsable
inscripto, Exento en Ganancias). Implementa mecanismos efectivos de transferencia de poder hacia los
pequeños productores y los consumidores responsables: genera espacios de construcción de liderazgo, de
apropiación y de participación en órganos de decisión de la organización.
16
decisión política (la Asamblea y la Comisión Directiva) y con esquema de
delegación de confianza en el equipo operativo, encargado de la operatoria
cotidiana. Este Nuevo actor se convierte en un intermediario que genera riqueza y
no la acumula, sino que la reparte y se auto sostiene. Cuando sobrepasa el punto de
auto sostenibilidad económica debe reinvertir socialmente sus excedentes en la
misma comunidad, por decisión de los participantes.
Principio n°3: Promoción del trabajo local
Los CPyCJ tienen un foco preferencial en la promoción de trabajo digno y útil,
reconocido en condiciones justas, impactando positivamente en las zonas de
incidencia y especialmente en aquellas familias con menos oportunidades.
Principio n°4: Comercio Justo.
Los CPyCJ deben practicar los principios del comercio con justicia18
, del consumo
consciente y responsable y del cuidado del ambiente. Y asignan con equidad de
género, a la persona humana un rol activo en los procesos de producción,
transformación, comercialización y tratamiento de los deshechos.
Principio N° 5: Calidad Social
Los CPyCJ deben aplicar procesos y procedimientos, internos y externos que
cumplan con la ética del cuidado, de la suficiencia y de la preservación del
ambiente, logrando hacer las cosas bien en beneficio de todos. Implica encontrar el
punto de consenso sobre calidad, entre los productores y consumidores o sea en la
comunidad prosumidora.
Principio n°6: Gestión social
18
Según la Organización Mundial de Comercio Justo (2009) “el Comercio Justo es una relación de
intercambio comercial basada en el diálogo, la transparencia y el respeto que busca una mayor equidad en el
comercio internacional. Contribuye al desarrollo sostenible ofreciendo mejores condiciones comerciales y
asegurando los derechos de los pequeños productores y trabajadores marginados, especialmente del Sur.”
Para ver el listado de los 10 principios del Comercio justo: http://comerciojusto.org/que-es-el-comercio-
justo/definicion/los-10-principios-internacionales/
17
Al ser los CPyCJ organizaciones con reglas consensuadas, transparentes y abiertas,
están sujetos a evaluaciones periódicas, a certificaciones, a auditorías sociales y a
rendiciones de cuentas pública.
Principio N° 7: Responsabilidad Comunitaria
Las actividades del CPyCJ deben buscar el Bien Vivir, para ello orientan sus
prácticas y el hacer, para responder a las necesidades y problemática de la
comunidad en el presente y futuro. En este marco el crecimiento propuesto es a
escala humana, consiguiendo ampliar el impacto como suma de las interacciones a
tamaños comunitarios.
Principio N° 8: Formación Permanente hacia el Bien Vivir
La formación permanente y la promoción del cambio cultural hacia el Bien Vivir
son esenciales a todos los participantes utilizando alternativas formales y no
formales de educación. Los CPyCJ se convierten en una comunidad de aprendizaje
donde todos pueden enseñar y aprender, en la construcción de conocimientos
apropiados y apropiables.
Principio n°9: Incidencia en política pública
Los CPyCJ deben ser espacios atentos a la conformación de escenarios positivos
para su desarrollo, aportando aprendizajes para el impacto en los sistemas
educativos, en las legislaciones y reglamentaciones vigentes y en la constitución de
políticas socio económicas afines.
18
Resultados y Experiencias
A modo de ejemplo, mencionaremos 3 experiencias concretas y diversas que
materializan muchos de los objetivos del modelo Arca, además de dar cuenta de su riqueza
y potencialidad.
Sistema Inversol
El sistema Inversol (Inversión Solidaria) nace basado en la confianza, como un
sistema muy simple e innovador a la vez. Consiste en concretar una inversión ($ 230,00) a
través de la cual un inversor solidario “compra un surco de tomate”.
Esto implica aportar el capital de trabajo para que ese surco sea operable: compra de
semillas, abono, derecho al agua, etc. Esta inversión permite que se puedan producir los
plantines en el emprendimiento de invernadero, posteriormente el laboreo en la chacra,
luego la cosecha, la elaboración de salsa de tomate envasada y finalmente la venta a los
consumidores. Al cabo de 6 meses, se reintegra al socio Inversol su inversión inicial más 3
botellas de tomate envasado como beneficio de su aporte.
Este es un sistema donde se persigue obtener capital de trabajo para poder operar en
los emprendimientos, pero a la vez, es un mecanismo importantísimo de generación de
confianza entre sectores que habitualmente no la tienen. Un socio inversol al que se le ha
cumplido con los compromisos pactados, queda disponible para mucho más que para
invertir $ 230, confía que hay formas de generar trabajo genuino a través de pequeñas
inversiones. Es muy fuerte cuando al final del proceso se encuentran los chacareros, los
cosechadores, los fleteros, las familias envasadoras, los consumidores, etc y constatan que
es posible montar esta cadena productiva a partir de una inversión que trae trabajo y no
especulación financiera.
19
Salsa de Tomate en Botella
Otro ejemplo de interacción de El Arca con familias se da en la venta de salsa de
tomate en botellas de El Arca Mendoza. Aquí el consumidor recibe un producto, artesanal,
sin ningún tipo de conservantes, a un precio semejante al de otras marcas industriales, de
muy inferior calidad, vendidos en hipermercados.
Esto es posible gracias a los lazos creados con los consumidores que devuelven el
envase de vidrio (el cual representa aproximadamente el 35% del precio). Esta acción, que
trae un trabajo al consumidor, no solo permite la sustentabilidad económica del
emprendimiento sino también genera el reutilizado del envase para futuras producciones, lo
que produce valor ambiental y social.
Reconocimiento SGI
En el año 2012, fruto de procesos internos de su Sistema de Gestión Integral, desde
RRHH de la empresa Arcor tenían la necesidad de entregar reconocimiento a algunos
operarios por haber realizado propuestas innovadoras en su sistema de Mejora Continua.
Para materializar los valores y el mensaje que la empresa necesitaba expresar, con el
premio se ideó un producto de manera articulada con la Universidad Empresarial Siglo
XXI, puntualmente con la carrera de Diseño Industrial. Para su desarrollo se organizó el
evento “24hs de diseño” a la que asistieron alrededor de 100 personas entre estudiantes,
docentes, miembros de El Arca y de Arcor.
Fruto de las jornadas se idearon 10 proyectos o posibles productos; cada uno
diseñado por grupos de estudiantes de la carrera, atentos a las necesidades manifestadas por
la empresa, y partiendo de las tecnologías, saberes y posibilidades de los productores de El
Arca.
20
A raíz de la calidad y originalidad de la propuesta, la empresa decidió avanzar con
la producción (a cargo de El Arca) de 3 de esos proyectos, para diferentes tipos de
reconocimientos. A la organización le implicó una venta por $ 50.840,0019
.
Este es un claro ejemplo de las posibilidades de articulación e innovación del
modelo Arca, donde todos los actores involucrados pudieron verse beneficiados del trabajo
conjunto: la empresa obtuvo productos diseñados a medida de su necesidad, y con una gran
carga emotiva y de valores, al poder entregar productos diseñados por estudiantes de
Diseño Industrial y producidos por productores en situación de vulnerabilidad; la
Universidad tuvo la posibilidad de vincularse con una empresa de las dimensiones de Arcor
-la más grande productora de golosinas de América Latina- y enriquecer su formación con
una simulación de trabajo; y la organización además del impacto económico antes
mencionado, pudo estrechar lazos entre sus mismos productores, que tuvieron que trabajar
de manera coordinada para poder elaborar los productos seleccionados.
19
A modo de referencia, las ventas de la organización del año 2011 fueron de un $ 45.765,62 y durante el año
2012 (hasta el mes de octubre) de $ 89.347 sin contar esta venta.
21
Rol del Estado Local
Hoy en día, tras el paso del Neoliberalismo, se ha hecho evidente el carácter
estructural de la cuestión social propia del Capitalismo. La exclusión masiva del empleo, de
la erosión de los salarios y derechos sociales, la concentración de la riqueza y la liberación
de un mercado globalizado en el que no todos pueden competir, junto a la expansión del
sector privado y la competencia salvaje (Coraggio, 2011).
Aquí es cuando el Estado, debe reconocer un sistema que genera fracturas en la
sociedad, debilitándola. Ello, implica que la política debe superar su vaciamiento y
recuperar su sentido transformador. ¿Qué hacer ante ello?, ¿Pueden los actores excluidos
del sistema económico producir, las mismas bases materiales y políticas para otra sociedad
generadora de una Nueva Economía?, estás son las preguntas que se plantea Coraggio20
para definir cuál debería ser el rol del Estado dentro de los cambios sociales que están
ocurriendo.
El Estado debería apoyar los cambios sociales que están ocurriendo, abandonar de
una idea de economía asistencialista, reconociendo el valor de una nueva economía surgida
de la mano de la comunidad, de lo popular, centrándolo en un nuevo carácter
20
“Las principales preguntas pendientes son referidas a la política: ¿Qué se debe o puede esperar de la
política cuando la economía de mercado viene imponiendo sus leyes y sus estructuras de poder en el
marco del pragmatismo de los sistemas políticos? ¿Qué nuevos sujetos políticos podrán encarar esa tarea
histórica, con qué Estado reinventado?¿Pueden los actores fragmentados del sistema económico producir
no solo las ideas convocantes sino las mismas bases materiales y políticas para otra sociedad –justa,
en equilibrio con la naturaleza, que garantice la expansión de la libertad de opción para todos– a través
de la lenta construcción de Otra Economía con otra racionalidad? ¿Pueden los movimientos sociales,
nuevos o tradicionales, si no articularse al menos converger en un proyecto de economía donde quepan
todos”. (Coraggio, 2011)
22
socioeconómico y de trabajo autónomo. Desde la política de Estado, se debe atender un
proceso de transición hacia “Otra Economía” como la llama el autor, reconociendo y
acompañando la institucionalización del mismo, de las nuevas prácticas económicas y del
“Buen Vivir” (Coraggio, 2011) 21
.
Se trata de activar las capacidades de todos los ciudadanos excluidos del trabajo, y
propiciar el desarrollo de lazos sociales vinculados a la satisfacción de una amplia variedad
de necesidades materiales, sociales y de la recuperación de los derechos de todos.
La Economía Social, tiene como fin construir estructuras que asuman la
responsabilidad por las necesidades de todos; y generar un espacio público donde todas las
necesidades particulares puedan exponerse y legitimarse democráticamente.
Así es como el Estado debería conceptuar la Economía Social e incluirla en su
agenda. Pero ahora bien, bajando al esquema local y según la organización descripta, ¿Qué
le pediría el Modelo Arca al municipio local?
Podríamos señalar que un primer paso fundamental sería el reconocimiento de este
tipo de emprendimientos. Debido a la gigantesca diferencia de tamaño que hay entre
pequeños productores y sus posibles agrupaciones -donde El Arca representa un ejemplo
más- y el Estado Local (sobretodo teniendo en cuenta Municipios de alrededor de 100.000
habitantes), es necesario una adaptación estatal para poder operar juntos.
Es fundamental para un sistema como El Arca que el Estado actúe como
consumidor consciente y responsable. Esto es muy importante no solamente pensando en
volúmenes de compra, sino –y sobretodo- en las condiciones que permitirán las efectuar
Compras Estatales a pequeños productores. Por otro lado, de esta manera estará también
favoreciendo a asegurar la masa crítica diversificada de consumidores, que como ya se
mencionó, resulta necesaria para lograr la sustentabilidad política y económica de El Arca.
21
Respecto a esto, el autor aclara: “Las formas de gestión participativa a nivel local, las instituciones del
presupuesto participativo o de la planificación estratégica participativa, así como la organización de frentes
de acción colectiva para modificar las políticas del Estado a favor de regular la economía y los mercados
capitalistas, de fomentar la economía social, y de practicar en general la democracia participativa, son
recursos que hacen parte fundamental de una economía social que no se plantea ser anti política sino pro
democracia participativa” (Coraggio, 2011).
23
Seguramente sea necesario en esta línea, revisar legislaciones, que en la mayoría de
los casos no contemplan las condiciones propias de los pequeños productores. El caso de
los mecanismos de pago resulta paradigmático. Una condición casi constituyente de la
vulnerabilidad de los pequeños productores es su incapacidad de financiamiento. Por lo que
sistemas tipo adelanto para insumos y cancelación de pagos una vez entregado el producto
o servicio resulta indispensable.
El municipio, como antes se menciono tiene muchas tareas para con los productores
y consumidores de un comercio justo y solidario, por lo cual, proponemos una serie de
prácticas institucionales en el marco de generar y acompañar los procesos de Economía
Social. Las prácticas de las que hablamos, se plantean básicamente a partir de las
necesidades de las organizaciones que hoy en día están en funcionamiento.
El rol que el Estado debería cumplir en la práctica se propone primero que nada,
dando el ejemplo de ser un “Consumidor Responsable” y a través de ello promoverlo para
que la sociedad lo haga. Para ser un consumidor responsable, debe comprar en los CPyCJ,
pero para que ellos existan, a demás de productores responsables y solidarios, se requiere
tener habilitaciones y certificaciones de producción y venta, como a demás ayudar a
generar certificaciones que tiendan a la trazabilidad, esta es otra de las tareas en las que
podría contribuir el Estado.
Sin ir más allá, el rol articulador con otras instituciones estatales (INTI, INTA, y
con otros niveles, incluso con organismos de educación), es otro de los potenciales que el
municipio podría brindar y de esta manera hacer que se repliquen sus prácticas de consumo.
Llevando a cabo prácticas justas y solidarias en cuestiones como estas, también puede
asegurar leyes y normativas que den vigencia a las actividades realizadas en estos CPyCJ.
Realizando prácticas como estas, el Estado genera y promueve la concientización
del consumo responsable y comercio justo, haciendo que estos espacios se desarrollen y
esta Nueva Economía crezca. Posiblemente estas reflexiones cuenten con el sesgo de partir
de dos experiencias concretas, pero por lo menos sirven de punta de lanza para comenzar la
discusión. Quizá otra de las tantas tareas que deban asumir los gobiernos locales pase por
24
generar espacios donde se den estas y otras discusiones concernientes al tema, para poder
incluirlo y trabajarlo en sus agendas locales.
25
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