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Dia de muertos

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El Sol de Zacatecas

Zacatecas, Zac.- En Zacatecas prevalece la costumbre de celebrar el Día de Muertos de una forma más sobria que en el sur del país, donde florecieron las grandes civilizaciones que habitaron Mesoamérica.

Los altares de muerto en los hogares, escuelas, oficinas de gobierno y algunas empresas privadas son mudos testimonios de una tradición que no se ha perdido, manteniéndose junto a la manifestación creciente del Halloween.

La convivencia de las calaveritas de azúcar y las calabazas labradas con caras amenazantes, se ejemplifica con el tianguis de día de muertos. Cada año, una semana antes del 2 de noviembre, frente a los panteones de La Purísima y De Herrera (los más grandes del estado) se colocan cientos de puestos con mercancías autóctonas e importadas.

Mientras que unos comerciantes ofrecen camote, ramos de cempasúchil, papel picado y las mencionadas calaveritas dulces, otros venden disfraces de Chuky (también conocido como el muñeco diabólico), colmillos plásticos de vampiro, cedés piratas (tanto de música como de películas subtituladas), juguetes y lentes de sol (también piratas).

VALIOSA HERENCIA

El día de muertos fue declarado por la UNESCO "Obra Maestra e Intangible de la Humanidad" en el año de 2003. 

El cronista del estado de Zacatecas, Manuel González Ramírez, destacó que en ninguna otra parte del mundo se festeja a la muerte con tal alegría; debido a que nuestros ancestros veían a la muerte como una extensión de la vida, a diferencia de los europeos, cuyo imaginario del "mas allá" era terrible: el purgatorio o el infierno provocaba pavor ante lo que viene después de este mundo.

González Ramírez manifestó su preocupación por la amenaza de perder esta y otras costumbres que dotan de identidad a México: "El primer peligro es la ignorancia desde mi particular punto de vista, porque nunca vamos a defender lo que no amamos y no vamos a amar algo que no conocemos".

Se refirió a la manera con que vive en Zacatecas esa festividad: "Aquí ha prevalecido el sentimiento religioso de celebrar el día de muertos que fue instituido en la época virreinal y que ha sido muy sobrio y sencillo. Sin embargo

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hemos ido adaptando a esa costumbre los elementos de la celebración que tienen lugar en el sur de la república, donde florecieron las grandes civilizaciones prehispánicas".

LOS ALTARES Y LA CAPILLA ARDIENTE

El altar de muertos actual es un sincretismo de lo que fue la capilla ardiente (monumento mortuorio español) y los antiguos altares indígenas que originalmente no se dedicaban a una persona en específico. Zacatecas, como una de las principales ciudades del periodo, fue sitio destacado para esta mezcla de costumbres.

La primera capilla ardiente que se llevó a cabo en Zacatecas ocurrió en el año de 1582 y, según los indicios historiográficos disponibles, la última que se hizo fue en 1789. 

José Luis Núñez Villagrana, arqueólogo supervisor del museo de sitio de La Quemada, explicó que las capillas ardientes requerían una inversión grande, dado que para su elaboración se conjuntaba la arquitectura, la escultura, la poesía, la oratoria, la música y el teatro.

Las exequias podían durar hasta tres meses en honor a personajes destacados como Felipe II, Carlos V y Ana María de Austria. Tras la llegada de los españoles al nuevo continente, en Zacatecas también se utilizaron estos elementos dedicados a la memoria de quienes ostentaron una elevada importancia social: corregidores, alcaldes mayores, curas, obispos, cardenales.

La capilla ardiente era una construcción de alabastro, de mármol o de cantera; tenía tocados en oro y en plata. Se le anexaba una composición poética o biográfica del personaje fallecido. Se acompañaba con una representación teatral biográfica del fallecido.

DIFICIL CONSERVACIÓN DE LOS PANTEONES 

Separados sólo por una pequeña avenida, en la capital de Zacatecas están los dos panteones más grandes estado: el "De Herrera" y "La Purísima" fundados a finales del siglo XIX.

Las tumbas más antiguas que aún tienen inscripciones legibles son anteriores a 1900. Ya nadie las visita,y ocasionalmente sirven como bancas para descansar mientras se visita a otros difuntos más recientes.

Se desconoce el número de restos humanos que tienen en sus 15 hectáreas, ya que los registros se perdieron durante una inundación; no obstante, se

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calcula la existencia de casi 40 mil fosas.

"Tenemos la desgracia de que, como son muy amplios, entran algunas personas y se esconden haciendo sus fechorías, desgraciadamente no tenemos mucho personal, sólo tenemos a un velador" comentó el administrador de los panteones municipales, René Medina.

El funcionario señala que "algunos drogadictos llegan y graffitean", lo que se ha convertido en una acostumbrada falta de respeto a un lugar que es sagrado para gran parte de la población.

La lluvia de este año provocó el crecimiento excesivo de hierba, dificultando los trabajos para tener en mejores condiciones los panteones en vísperas del día de muertos, fecha en que se rebasa la cifra de 15 mil visitantes.

Tan sólo durante este mes, una cuadrilla de 20 trabajadores del ayuntamiento ha recogido 16 toneladas de basura y hierba. A este trabajo se sumará en los próximos días, obras de pintura y rehabilitación de los andadores, en lo que el gobierno municipal invertirá cerca de 400 mil pesos.

Ambos panteones ya no cuentan con espacio disponible. Debido a ello, el 1 de noviembre del 2006 se puso en funcionamiento el nuevo cementerio "Jardines del Recuerdo" ubicado al norte de la capital. 

LA FE EN LA VIDA POSTMORTEM

Según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), el 94 por ciento de los habitantes de Zacatecas profesan la religión católica. De ello podemos deducir que casi ningún zacatecano piensa que el término de la vida terrenal es el fin de la existencia. 

Implícitamente se expresa esta fe mediante cada una de las costumbres del día de muertos. Las lápidas, las esculturas, los arreglos florales, los altares, los cantos, el tamborazo al pie de la tumba... son ejemplos de esta cultura que no asocia la muerte exclusivamente con el dolor.

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Día de Muertos, reciente tradición en Zacatecas

       

  

 

'El muerto quiere camote, sino se le cae el bigote. La bruja quiere una ayuda, para su pobre criatura', este es el estribillo que miles de niñas y niños cantan aquí el 2 de noviembre, Día de Muertos, costumbre que hace apenas 40 años comenzó a arraigarse en Zacatecas y que aún no 'prende'.

Sin embargo, esta fiesta mexicana, que desde el 2003 fue inscrita en la lista del Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad, se consolida en Zacatecas cada año, a tal grado que en tres días unas 60 mil personas visitan los tres panteones existentes en esta capital.

Para los infantes la fiesta se celebra con disfraces de muertos, brujas, calaveras, diablos, catrinas y hasta de superhéroes.

Tocan de puerta en puerta para solicitar los dulces, que si les son entregados, en medio de la algarabía, cantan 'esta casa esta bendita porque si nos dieron comidita'.

Pero hay de aquellos pobres mortales que no les den dulces a los pequeños fantasmas que merodean durante la noche, porque su sentencia es irreversible 'esta casa esta maldita, porque no nos dieron comidita'.

El cronista de Zacatecas, Manuel González Ramírez, cuenta que la celebración del Día de Muertos en este estado es relativamente reciente, pese a que es una tradición de la época prehispánica en México.

Sin embargo, reconoce que a esta entidad no llegó con la misma intensidad que tenía en el occidente de México desde tiempos inmemorables. 'Es algo que aún no prende bien en Zacatecas'.

La costumbre de celebrar el Día de Muertos, dijo, 'se ha adoptado en las últimas cuatro décadas con el montaje de los famosos altares de muerto, que la mayoría hace más bien como una tradición de corte cultural, que como resultado de una identidad'.

No obstante, ya es un motivo de fiesta en las instituciones escolares y centros de trabajo, donde se organizan convivios, concursos de altares, disfraces y

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calaveras, que contribuyen a defender la celebración del Día de Muertos de los embates del Halloween.

La ciudad de Zacatecas cuenta con tres panteones: Jardines del Recuerdo, De Los Herrera y La Purísima, que en estos días son visitados por un aproximado de 60 mil personas, que acuden a limpiar las lápidas y convivir con sus familiares que se les adelantaron en el camino y que una vez al año regresan del más allá.

Debido a esta milenaria tradición, el Ayuntamiento de Zacatecas efectúa un operativo de seguridad, que en este 2011 estaría integrado por 30 elementos en los panteones de Herrera y La Purísima, y cinco agentes para Jardines del Recuerdo, todos ellos comunicados por radio, con patrulla, motocicletas y tres trimotos.

Para el cronista zacatecano, es mediante las instituciones educativas como se logrará consolidar en el estado esta celebración que por ningún motivo debemos dejar morir.

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Día de muertos -Especial-

La tradición de Día de Muertos en México, está conformada a través de una rica variedad de celebraciones en la mayor parte del país.

"Según la creencia de la civilización mexicana antigua, cuando el individuo muere su espíritu continúa viviendo en Mictlán, lugar de residencia de las almas que han dejado la vida terrenal.

Dioses benevolentes crearon este recinto ideal que nada tiene de tenebroso y es más bien tranquilo y agradable, donde las almas reposan plácidamente hasta el día, designado por la costumbre, en que retornan a sus antiguos hogares para visitar a sus parientes. Aunque durante esa visita no se ven entre sí, mutuamente ellos se sienten.

El calendario ritual señala dos ocasiones para la llegada de los muertos. Cada una de ellas es una fiesta de alegría y evocación. Llanto o dolor no existen, pues no es motivo de tristeza la visita cordial de los difuntos. La exagerada hospitalidad de los mexicanos es proverbial. Ésta se manifiesta a la menor provocación, aún más si los visitantes son sus parientes ya fallecidos.

Hay quedeleitarlos y dejarlos satisfechos con todo aquello que es de su mayor agrado y asombro: la comida.Desde remotas épocas hasta la actualidad, el “banquete mortuorio”, resplandece en todas las moradas nacionales, desde los humildes jacales o casas rústicas, hasta los palacios y mansiones.La comida ritual se efectúa en un ambiente regiamente aderezado en el que vivos y muertos se hacen compañía.

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Cada pueblo y región ofrece variados diseños e ideas para este evento, pero todos con la misma finalidad: recibir y alimentar a los invitados, y convivir (o tal vez “conmorir”), con ellos”.

Ahora les platicaré una parte de la celebración del día de muertos en Zacatecas.

En Zacatecas...

Cada año, en la Avenida México y en la calle Julio Ruelas, en el límite entre Guadalupe y Zacatecas, se instala el tradicional tianguis de Día de Muertos; ahí es posible conseguir lo necesario para instalar un altar de muertos, para el arreglo de las tumbas este día de muertos.

En el cruce de dichas vialidades inicia el recorrido; a cada paso uno se interna en un lugar donde la muerte nos rodea. Este camino nos lleva a los panteones de Zacatecas, el de Herrera y el de la Purísima.

A lo largo del recorrido se pueden observar una gran cantidad de objetos, como calaveritas de azúcar, ataúdes de alfeñique, coronas fúnebres, altares de muerto miniaturas o las flores de cempasúchil, entre otros objetos; todos ellos, a través de sus vistosos colores, nos recuerdan que nos llegará en algún momento la muerte.

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La mayor parte de las tradiciones permanecen intactas, pues las calaveras aún las fabrican de azúcar, chocolate, alfeñique o de cartón; sin embargo, se empiezan a ver algunos cambios, pues ahora hacen cráneos de resina y las mascaras de Halloween se van expandiendo en todos los puestos del lugar.

Resalta a la entrada una tradición que es ajena al estado, pues Hermelinda Saucedo trae cada año sus calaveras de barro negro; ella, del 28 de octubre al 2 de noviembre visita la ciudad capital, sólo para que los zacatecanos se lleven uno sus productos oaxaqueños.

Los precios de las cosas que se venden varían, pero es posible encontrar calaveritas de azúcar desde 5 hasta 150 pesos, estas últimas son las más grandes.

No olvidemos el camote, uno de los vegetales que ya había sido domesticado y bien recibido entre las costumbres gastronómicas de los habitantes ancestrales de Latinoamérica, además de un elemento importante en el altar, y que dio pie al dicho de “el muerto quiere camote, si no se lo dan, se le cae el bigote”.

Al igual que este alimento, se vende el dulce de calabaza, biznaga o chilacayote. También hay calabazas, las cuales son usadas para decorar las puertas de las casas, mediante el corte de unos ojos, de boca y de retirar el relleno, para posteriormente ponerle una vela.

Hay otra cosa que resalta en el lugar. Aunque aún se fabrican las coronas fúnebres con materiales naturales, ya han cambiado las tradiciones, pues, a

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decir de uno de los vendedores, la gente las prefiere con materiales sintéticos, como listón y hoja encerada, “porque duran más en una lápida”.

El ambiente siempre es festivo, pero es más notorio los días 1 y 2 de noviembre. Según versiones de varios de los vendedores, el 2 es el día en que llega más gente al tianguis y a visitar a sus muertos a los panteones.

Así, en el marco del Día de Muertos, el folclor, el cotorreo, el color y el recuerdo de los seres queridos se conjugan en un ambiente festivo único en el año y característico de todos los zacatecanos.

Otra a tradición Zacatecana en día de Muertos:

Callejoneada de disfraces

Sin duda alguna, una de las tradiciones más encantadoras de nuestra ciudad la conforman las callejoneadas, y qué mejor que celebrar el día de muertos al estilo zacatecano con una callejoneada de disfraces.

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Para quienes no conocen las callejoneadas, les explicaré brevemente que consiste en la reunión de varias personas, ya sea cordialmente invitadas o, simplemente, "coladas" (también se vale) en una tarde o noche, en compañía del son de un tamborazo; en conjunto van recorriendo plazas y jardines principales en el centro histórico de la ciudad. Comúnmente, y a manera de bienvenida, a los asistentes se les reparte un jarrito de barro con un listón que se cuelgan en el cuello, y el cual pueden servirse de un delicioso mezcal típico de la región.

De manera que, las callejoneadas de disfraces consiste en acudir a la tradicional callejoneada; pero disfrazados, por supuesto.

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El Día de Muertos es una celebración mexicana que enaltece a los ancestros durante el 2 de noviembre, esta festividad se celebra alegremente en un ambiente relajado honrando las vidas de los difuntos. Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México (celebrado en un principio en el mes de agosto), pueden ser trazados hasta la época de los indígenas de Mesoamérica, tales como los Aztecas, Mayas, Purépechas, Nahuas y Totonacas. Los rituales que celebran las vidas de los ancestros se realizaron por estas civilizaciones por lo menos durante los últimos 3,000 años. En la era prehispánica era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento. Cuando los conquistadores españoles llegaron a América en el siglo XV, ellos estuvieron aterrados por las practicas paganas de los indígenas, y en un intento de convertir a los nativos americanos al catolicismo movieron el festival hacia fechas en el inicio de noviembre para que coincidiesen con las festividades católicas del Día de todos los Santos y Todas las Almas. Es costumbre agasajar a los fieles difuntos colocando ofrendas, que pueden ser platillos de comida, el pan de muertos, vasos de agua, mezcal, tequila, pulque

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o atole, e incluso juguetes para las almas de los niños, junto a retratos de los difuntos rodeados de veladoras sobre sus tumbas previamente limpiadas y decoradas con coloridas coronas de flores (de rosas, girasoles, etc.), las cuales se cree atraen las almas de los muertos. Cuando no es posible visitar las tumbas de los fallecidos, ya sea por encontrarse lejos de ella o se desconoce su ubicación, se elaboran detallados altares en las casas, donde se ponen las ofrendas. Los símbolos más comunes y representativos del día de muertos son: 

Las calacas; son cráneos que los celebrantes representan con máscaras.

 

Las calaveras de dulce, tienen inscritos los nombres de los difuntos (o en algunos casos de personas vivas en forma de bromas) en la frente, y que son consumidas por parientes o amigos.

 

Pan de Muertos, un panecillo dulce hecho a base de huevo que se hornea en diferentes figuras, desde simples formas redondas, cráneos y conejos.

 

Calaveras; litografías que constan de versos donde la Catrina (la muerte) bromea con personajes de la vida real, haciendo alusión sobre alguna característica peculiar de la persona en cuestión, y finalizando con frases donde se expone que se lo llevara a la tumba.

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Con originales altares todo Zacatecas recuerda a sus muertos

JULIA AMADOR

 

01 NOVIEMBRE 2010

ZACATECAS

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Aunque para algunos el Día de Muertos puede llegar a ser uno de los días más nostálgicos del año, para otros es una fecha digna de celebrarse al tratar de conservar una de las tradiciones más antiguas del país: los altares de muertos.

Entre el vaivén de las calles del Centro Histórico se puede percibir que su gente ya prepara una celebración especial para sus difuntos, pues en las casas, escuelas, guarderías, comercios y dependencias estatales están montando o ya tienen colocado su altar.

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La forma de decorarlo no importa; ya sea con flores, papel de colores, comida, dulces o hasta la ropa preferida del difunto, lo que es admirable es la intención de preservar esta tradición mexicana.

Un rico atole, unos cigarros, un pan recién horneado y su tequila preferido son algunos de los gustitos con los que se da la bienvenida a los familiares, héroes mexicanos y hasta personajes queridos de la televisión.

Una tradición prehispánicaEl Día de Muertos tuvo su origen en el México prehispánico y esta tradición llegó hasta nuestros días en los que se honra a los difuntos los días 1 y 2 de noviembre, fechas en que la religión católica celebra el Día de Todos los Santos y Día de los Fieles Difuntos, respectivamente.

Siendo esta una de las tradiciones más entrañables del país la Organización de las Naciones Unidas Para la Educación, la Ciencia y la Tecnología, por sus siglas en inglés (UNESCO) en el 2003 declaró esta festividad como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

La creencia del regreso de las almasDesde antaño, las familias elaboran los altares de muertos con el propósito de recibir la visita de las almas de los seres queridos que ya fallecieron.

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Se cree que las ánimas de los niños regresan con sus familias el 1 de noviembre, mientras que las de los adultos lo ha

n el día 2, motivo por el cual se les da la bienvenida con un altar.Un original altar de muertos debe de incluir tres niveles de altura, que representan la tierra, el cielo y el purgatorio, además de la imagen del difunto, la cruz (que representa el catolicismo), así co

copal o incienso, que se utiliza para guiar al difunto a la tierra.Tambié debe tener un arco en la cúspide, que simboliza la entrada del mundo de los muertos, un vaso de agua que significa la pureza del alma, además de objetos personales el difunto, su comida favo

ta y adornos que pueden ser de papel picao o flores de cempasúchil.En toda la ciudad se honra a los difuntosYa se siente está tradición en cada uno de los rincones de la ciudad; muestra de ello son algunas dependencias como los Servicios de Salud d

Zacatecas (SSZ) donde rinden tributo al doctor Carlos Medina Zavala.En el Mercado González Ortega se instaló una muestra de Altares de Muertos de las Guarderías Participativas del IMSS, que homenajean a personajes famosos como An

nio Aguilar, Frida Khalo, Pancho Villa y José María Morelos y Pavón.En el caso de la guardería “El Gato con Botas” se recuerda al pequeño Jesús Alberto de la Cruz Flores, quien formó parte de la institución hace algun

meses y que a causa de un accidente automovilístico perdió la vida.

Recuerda IZC a Ramón López Velarde

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Por otra parte, el Patronato Estatal de Promotores Voluntarios del Gobierno del Estado, con el afán de preservar y fortalecer las tradiciones del día de muertos, convocó al concurso de “Altares Típicos de Muertos”, en el que participan dependencias estatales.

Una de ellas es el Instituto Zacatecano de Cultura (IZC), que  rindió una ofrenda al poeta José Ramón Modesto López Velarde Berumen, con un altar de origen azteca, con los elementos antes citados.

El investigador y escritor zacatecano Veremundo Carrillo Trujillo leyó la biografía de López Velarde, y compartió datos interesantes y desconocidos del poeta, como el que asegura que nació en la ciudad de Zacatecas y no en Jerez, u otro que señala que fue en Tepetongo, de acuerdo a la nieta de la partera

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que lo ayudó a nacer.

Honra Ideaz al artesano Javier Buendía

El Instituto de Desarrollo Artesanal (Ideaz) instaló un altar en una de las salas temporales dedicado al fallecido maestro artesano Javier Buendía Díaz de León.

Nacido en Villa Hidalgo en 1942, vivió sus últimos años en Ojocaliente, donde desarrolló gran parte de su obra con la elaboración de figuras con papel china, principalmente con motivos religiosos.

En este montaje se muestran elementos típicos de los altares, con un significado profundamente incrustado en la idiosincrasia de todos los mexicanos.

Acompañan a esta exhibición fotografías de la obra de Buendía, en las que quedó inmortalizada la personalidad del artesano; un hombre alegre con la vida, simpático, siempre con buenos consejos para sus semejantes, pulcro, honesto y dedicado a su trabajo.

Montan altar zacatecano en el ZócaloAdemás de este altar montado en la capital del estado, el Ideaz fue

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seleccionado para montar una ofrenda fúnebre en el Zócalo de la ciudad de México, en el que se incluyan los elementos más representativos de Zacatecas.

Zacatecas participa en esta exposición de Día de Muertos, junto con otros estados; el invitado especial es Egipto, para dar muestra de la veneración a la muerte en diferentes culturas en todo el mundo.

La exposición en el Zócalo se montó con magueyes, nopales, tierra colorada, maíz, frijol, colorines y garbanzos, así como cestería hecha en Jiménez del Téul, cartonería de Guadalupe, entre una variedad de elementos distintivos.

Concursan centros sociales de la capitalEn la presidencia de  Zacatecas se realizó un concurso de Altares de Muertos, en el que participaron los Centros Sociales de la capital.

Las autoridades municipales, encabezadas por el alcalde Arnoldo Rodríguez Reyes, premiaron el esfuerzo y creatividad de los participantes de los Centros Sociales CNOP, Vellavista, Lázaro Cárdenas, La Pinta, Lomas de la Pimienta,

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Buenavista y Felipe Ángeles, con sus respectivos reconocimientos.

En tanto, los Centros Sociales de las colonias CTM, Cinco Señores y Alma Obrera, que ocuparon el primer, segundo y tercer lugar, respectivamente, recibieron recursos en efectivo para la compra de materiales que serán utilizados en los diferentes talleres que se imparten en dichos sitios.

Clubes de la tercera edad compiten por tener el mejor altarA su vez, en Guadalupe participaron 26 clubes de la tercera edad en la exposición y el concurso de los altares del Día de Muerto en las 23 comunidades y colonias de este municipio.

Solo se espera el consenso del jurado para otorgar los premios a los cinco primeros lugares, y los diplomas de reconocimientos a todos los clubes participantes, que a través de esta actividad buscan continuar con las tradiciones culturales autóctonas y trasmitir estos conocimientos populares a las nuevas generaciones.

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Entre las comunidades que participaron en dicho concurso, se encuentran: Santa Mónica, Zóquite, Tacoaleche, Cieneguitas, Bañuelos, La Cocinera, La luz, Los Rancheros, Casa Blanca Viboritas, Laguna Honda San Ramón, La Zacatecana y las colonias la Victoria, Camilo Torres, Loretito, y Ojo de Agua de la Palma.

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