© Francisco Javier Clavero Champsaurjclavero@javierclavero.comwww.javierclavero.com Miembro de la Asociación de Escritores de Madridwww.asociacionescritores.com Edita: Asociación de Escritores de Madrid Gestión editorial: info@editorum.esVector portada: freepik.com Cualquier forma de reproducción, distribución,comunicación pública o transformación de esta obra solopuede ser realizada con la autorización de sus titulares,salvo excepción prevista por la ley.

Agradezco y dedico las siguientespáginas a todos aquellos que con sus

comentarios, ideas y conversaciones meenseñan día a día cuál es el verdaderocamino hacia el triunfo y la felicidad.

¡Gracias!

Puede ser un héroe el que triunfa, tantocomo el que sucumbe, pero jamás el queabandona.

Thomas Carlyle Nunca te detengasLa piel se arruga,el pelo se vuelve blanco,los días se convierten en años... Pero lo importante no cambia;tu fuerza y tu convicción no tienen

edad,tu espíritu es el plumero de cualquier

tela de araña.Detrás de cada logro, hay otro desafío.Mientras estés vivo, siéntete vivo.Si extrañas lo que hacías, vuelve a

hacerlo.No vivas de fotos amarillas...

Sigue aunque todos esperen queabandones.

No dejes que se oxide el hierro que hayen ti.

Haz que en vez de lástima, te tenganrespeto.

Cuando por los años no puedas correr,

trota.Cuando no puedas trotar, camina.Pero ¡¡Nunca te detengas!!

Teresa de Calcuta

Prólogo

Saben, desde que empezamos a teneruso de razón pasamos la vida buscandonuestro lugar en el mundo. Como seresracionales sentimos la necesidad de llenarnosinteriormente, buscar una razón para existir ysobre todo un impulso por el cuallevantarnos cada mañana. Nos movemos porilusiones, sentimientos, emoción de algonuevo que aprender o en ocasionesúnicamente por obligación. Sin embargo,debemos encontrar “algo” que nos mantengavivos y orgullosos de nosotros mismos.

De inicio lo anteriormente comentadopuede parecer una tarea fácil de asumir, peropersonalmente creo que no es así. Sin serplenamente conscientes de ello, estamoscondicionados a factores internos y externos

que influyen directamente en conseguirnuestras metas y objetivos a corto o largoplazo.

Como muy bien sabemos, en lostiempos que corren nos encontramos conmuchas trabas en nuestro camino, que hacenque todo sea aún más difícil, más complejo ysi me lo permiten, más desilusionante queantes. Tanto, que es capaz de hacer quenosotros mismos no valoremos nuestrosesfuerzos e incluso que abandonemosobjetivos e ilusiones. En ese momento sólosomos capaces de ver el aspecto negativo ycomo consecuencia entramos en un estadode desgana, desmotivación y en resumen, lapérdida de la confianza en uno mismo.

JAMAS ABANDONES influyedirectamente en este punto, en ese momentotan complicado en la vida personal, laboral,amorosa o incluso deportiva (se lo digo porexperiencia propia).

Es justamente ahí, donde Javier Claverofocaliza toda la fuerza de este libro. Logrademostrarnos que un fracaso cobrara laimportancia que nosotros le demos y queuna derrota es solo una enseñanza más quenos enriquece de cara al futuro y que noshace más fuertes de lo que ya somos.Logrará contagiarte su gran motivaciónpersonal y espiritual que tantas veces le hanayudado a reflotar.

No pretendan encontrar una guíadidáctica de cómo solucionar los problemas:como hemos comentado anteriormente cadaser humano y entorno son totalmentediferentes. No nos da soluciones, porquecréanme que ese libro no existe. Lo que síque nos da son las claves y herramientas quepodemos utilizar para reconducirnos alcamino que desemboque en aquel objetivo,aquella meta, que por causas dispares sehabía dado por pérdida.

El autor utiliza palabras como

motivación, superación, acción o triunfo.Escuchadas por nosotros en cualquier ámbitode la vida cotidiana, pero que seguro encontadas ocasiones nos hemos parado apensar si realmente las entendemos y lo másimportante, si somos capaces de utilizarlascorrectamente.

Como entrenador de fútbol, profesión ala cual le he dedicado y le dedico muchotiempo, es vital trabajar diariamente lasuperación del equipo. Debo definirclaramente los objetivos y utilizar las derrotaso fracasos para encontrar la motivaciónpersonal y trasladarla posteriormente a losque me rodean. Nunca abandonar y siempreintentar mejorar para seguir hacia delante esalgo demasiado importante como para noponerlo en práctica.

Mediante este manual he podidocomprender que el fracaso y la victoria seencuentran separados por una delgada línea,inapreciable en ocasiones. Cuando aún nos

lamentamos por la última derrota (pase maldado, gol encajado o una mala actuación) enpocos días tienes una nueva batalla donde elrival que se deja llevar, el que abandona, elque no busca las herramientas técnicas,físicas, psicológicas para sobreponerse alfallo y sorprender al contrario, ya estáderrotado antes de comenzar.

Por ello he comprendido que dependede mí mismo encontrar caminos que meconduzcan a mis metas profesionales ypersonales. Puedo allanar el terreno dejuego, mejorar nuestra forma física, llegar ala portería contraria, marcar y obtener elTRIUNFO.

David Ortiz QuintanaTécnico Electrónico y vinculado al

mundo del deporte como Entrenador deFútbol por la RFEF, en equipos como RCD

Espanyol, UE Cornella, UFB Jabac i Terrassa

Y CF Mollet U.E.

Introducción a las reflexiones

Están escritas para hacernos pensar yreflexionar sobre algunos temas alrededor dela motivación, con el ánimo de que seanfuente de inspiración en un momentodeterminado. Que sea un lugar al quepodamos acudir o recurrir de vez en cuando,para que alguna de las ideas que aparecenpuedan suponer un modesto impulso.Impulso al fin y al cabo que nos ayude aseguir adelante, con el estado de ánimo y elespíritu necesario para alcanzar el ansiadotriunfo. Esté donde esté y lo definamos comolo definamos.

Todas las reflexiones vienen a serpensamientos, puestas negro sobre blanco,para que nos permitan profundizar a cadauno de nosotros, ampliar, rebatir, perfilar o

simplemente asumirlas tal cual aparecen.Teniendo en cuenta que su objetivo principales darnos pistas de cómo podemos localizary potenciar aquellas “cosas” que nos motivany que nos mantienen entusiasmados,independientemente de lo que ocurra anuestro alrededor. Intentando realizarlodesde un prisma razonado y razonable, conla actitud positiva necesaria, pero evitandotambién los mundos fantasiosos y fanáticosde... Aunque a veces las fronteras puedan sertremendamente delgadas, relativas y sobretodo subjetivas.

En cualquiera de los casos, todas ellaspueden ser leídas y aprovechadas por todaslas personas que tengan interés porsuperarse, especialmente en una época comola que nos está tocando vivir. Donde elsistema laboral y empresarial está cambiandode manera vertiginosa y ya no debemosesperar un puesto de trabajo al uso,tradicional, sino más bien generar las

oportunidades, las situaciones y los entornospara que seamos nosotros mismos quienescreemos nuestro propio puesto de trabajo,dando el impulso que necesita a la economíay a la sociedad.

Podemos decidir leerlas todas encontinuo, como un libro, o acudir a ellas deforma aleatoria, cuando sintamos quenecesitamos recibir ese “pellizco” demotivación que nos vuelva a situar en elcamino de la superación y el éxito. Mientrastomamos café o nos vamos a dormir; y aligual que es mi misión, el divulgar lamotivación como un recurso de la mente quenos empuja hacia delante, me gustaría queÉsta fuera contagiosa y se propagara como lapólvora, así que os animo a compartirlas contodos aquellos que se acerquen a vosotros.

Y aunque aparecerá a lo largo de lasreflexiones, vamos a definir qué es:

TRIUNFAR: Es la perfecta adaptación al

entorno y a las circunstancias que nosrodean, sean cuales fueran éstas, con tal dealcanzar nuestros sueños y objetivos.

EL TRIUNFO: No siempre lo consigueaquel que está más preparado o es másfuerte, pero sin duda, siempre, quien loalcanza y gana es aquél que cree en suactitud y poder interior, se pone en acción,actúa, y por ello ¡JAMÁS ABANDONA!

Y estas definiciones sirven para alguienque se ha propuesto:

- Dirigir una gran Multinacional.- Regentar una pequeña casa rural en un

lugar paradisíaco.- Cumplir con sus obligaciones diarias

personales y profesionales.- Emprender un negocio, una aventura...

Todos y cada uno de vosotros podéisencontrar un camino de éxito y de felicidaden estas páginas. La decisión es vuestra...

¡Encuentra tu camino!

La Motivación comoherramienta

En la actualidad, donde estamosatravesando momentos de cambios en loeconómico, los valores, la educación, lascreencias, la identidad, los objetivos; de notener nada claro, ya no el futuro, sino inclusoel presente y siendo el pasado como unespejismo en el que pensamos que todo fuemejor, o nos deja una sensación de haberperdido el tiempo o incluso algo más...Produciéndonos desasosiego e inclusoansiedad y en las más de las ocasiones,donde se nos han escapado leccionesimprescindibles para superar nuestrasderrotas temporales -que no fracasos- yencarar este presente a veces apasionante, aveces correoso. En el que no tenemos metas

definidas, ni modos ni maneras de vivirarmoniosamente el ahora y planificando elfuturo, que silenciosamente se convierte enpresente antes de que nos demos cuenta.

Y donde nuestros jóvenes o estánaltamente preparados académicamente o son“ninis” (ni trabajan ni estudian) o se estánesforzando por ser buenos profesionales.Amén de nuestros mayores y no tanmayores, excelentes profesionales en todoslos ámbitos, o no tan excelentesprofesionales pero tan presentes como losprimeros para la sociedad.

LA MOTIVACIÓN se convierte en unaherramienta ya no deseablemente útil, sinodefinitivamente imprescindible parasuperarnos. Primero como seres humanos,entes individuales que somos, y segundo,como colectivo que forma parte de unasociedad que tiene la obligación moral decrecer y desarrollarse para conseguir elequilibrio en todas las áreas (laboral, técnica,

social, cultural, ética, asistencial, etc.).Deberíamos tener el deseo de hacer que

nuestros padres estuvieran orgullosos denosotros, pero sobre todo la obligación dehacer que nuestros hijos (lo más preciadoque tenemos y por lo que lucharíamos hastamorir), reciban un mundo mejor poco apoco, paso a paso, con objetivos comunes entodos los ámbitos en los quedesgraciadamente en estos momentosestamos en crisis. No desesperemos. ¿Y sifuera un buen momento para empezar acambiar y mejorar? Como seguro que lasituación ideal no la vamos a encontrar,empecemos ya y con lo que tenemos amano: vamos a empezar a ver las cosas conuna actitud mental positiva. Ya que sicambiamos la manera en que percibimos lascosas que creemos que son “grises” yempezamos a verlas “blancas” y llenas de luz,inmediatamente esas cosas que antes eran“grises” ahora serán “blancas” y luminosas...

¿Magia? No, no en modo alguno;simplemente: MOTIVACIÓN.

LA MOTIVACIÓN es un recurso de lamente para impulsarse hacia delantesalvando obstáculos y con el objetivo deconseguir logros trazados y organizados ennuestra mente por el pensamiento, del quese dice que es la forma de energía mássofisticada y potente conocida, cuyos límitesno se conocen.

LA MOTIVACIÓN es un camino seguroen las encrucijadas de la vida donde siemprepodemos elegir, y la búsqueda de armonía,equilibrio y paz para nuestro cuerpo, mente yespíritu debe ser una deliciosa obligación. Yel secreto no debe ser encontrarlas, sino eldisfrutarlas en su misma búsqueda, duranteel camino, viviendo el ahora presente.

Mucho hay escrito sobre motivación,desde los primeros filósofos de la antigüedadhasta los gurús de la motivación de los

últimos 150 años; pasando por las filosofíasde otras culturas, como la oriental, dondeexisten verdaderos tratados sobre la vida ycómo vivirla bajo un prisma diferente deloccidental. Que al final nos motivan yalimentan para coexistir armoniosamentebuscando el equilibrio.

Ocurre con todo ello que mientrastenemos en nuestras manos el material sobreMotivación, leyéndolo, visualizándolo,escuchándolo… todos empatizamos almáximo, pero después lo pasamos a labiblioteca del más excelso “olvido”. Tan solorecuperándolo temporalmente para exhibirlocomo trofeo ante nuestros allegados, paracomentar triunfalmente que por supuestotenemos ese libro, vídeo o CD. A nadie se leocurre mencionar si lo seguimos o no.¡Parece no importar!

Debemos elegir cuidadosamente elmétodo de motivación que despierterealmente el genio y la gran personalidad

que todos, sin duda, somos: trabajando,desmenuzando, desarrollando y poniéndoloen práctica. Recordemos que todoconocimiento organizado, si no se pone enacción, sólo es conocimiento; únicamente,combinado con la acción se convierte enpoder.

Elijamos pues nuestro material deMotivación (camino), el que nos llene mentaly espiritualmente, trabajemosenconadamente en ello. Sabiendo que nosomos nosotros los que sacamos algo de loslibros o cursos de formación sino que sonellos los que sacan lo mejor que tenemos ennuestro interior. De ese trabajo y susresultados depende ya no nuestro presente,sino el futuro más inmediato de todosnosotros como personas, pertenecientes auna sociedad de la que formamos parte másde lo que pensamos.

Vamos a trabajar nuestra propiaMotivación para que se extienda como la

pólvora y el resultado sea:“Mejores personas, una mejor sociedad

y un mejor mundo... Siendo personas útiles,prósperas y felices.”

En su justa medida

Curiosamente estos días estoy andandoalgo más que de costumbre por mi barrio ypor algún otro aledaño. Por esos azares de lavida he podido comprobar la gran cantidadde comercios existentes que cuidan nuestroexterior tales como peluquerías; las que hay,incluyendo las que se mantienen, las queabren y las que cierran, pero su número totalyo diría que se está incrementando. Entreellos los centros de depilación, manicura…franquicias que se instalan con tanta rapidezque casi no se pueden contar. Y por últimolas pequeñas -y no tan pequeñas- consultasde estética que también están proliferando,las cuales tienen una clientela fiel con tal deestar guapos/as.

Amén de gimnasios, pseudo-gimnasios,

centros de actividades deportivas, todos ellosen cantidad suficiente para que la mayoría dela población esté en una muy buena formafísica. Con una apariencia externa atractiva yenvidiable,, y por supuesto bien alimentadosa base de dietas adecuadas y personalizadaspero...

Parece que siempre hay un pero a lascosas, y éste lo que está claro, muy claro, asíhay que manifestarlo y en ningún caso esexcluyente, en absoluto, ya que lo anteriordebemos entenderlo no solo como unadecisión de placer o de gustos sino quedebería ser algo de obligado cumplimiento,es decir considerarlo como una asignaturaperpetua y permanente.

Estar bien por “fuera” debe impulsarnosa estar bien por dentro y viceversa, y abuscar los medios para encontrar esa justamedida entre las cosas, tan difícil de hallar aveces.

Dicho esto vamos con el “pero” anteriory este no es otro que cuidamos nuestraforma exterior pero descuidamos nuestrocontenido interior.

Respecto a ese contenido interior,parece que existe la creencia generalizada deque sabemos lo que sabemos y que los quenos rodean saben menos de lo que enrealidad saben, y además nos da ciertavergüenza reconocer que sabemos menos delo que creemos saber. Creamos una barreraque nos impide reconocer que debemosseguir creciendo interiormente a base deaprender formándonos, estudiando, teniendocuriosidad por las cosas de la cultura, pordescubrir cosas que nos enriquezcan,leyendo. Una asignatura pendiente en grancantidad de personas con un potencial quepodría dispararse a cotas muy elevadas, si sedecidieran a leer y aprender.

Ya lo dijo Galileo: “No se le puedeenseñar nada a nadie, sólo se lo puede

ayudar a que lo encuentre dentro de sí”.En resumen, no somos asiduos a los

centros o actividades que nos hacen crecerinteriormente. Al igual que al espíritu, alalma, al cual también tenemos bastante, porno decir muy abandonado.

Incidiendo en el mundo de los libros,estos nos permiten acercarnos a multitud demundos, sociedades, vidas y situaciones quenos sería imposible enumerar, cuánto másvivirlas. Estas experiencias son una fuente deenseñanzas a través de vivencias de terceros,que nos aportan la posibilidad de quenuestras elecciones del día a día sean muchomás consecuentes con la vida que deseamos.

Existen un sinfín de géneros literariosque nos pueden dar justo lo que necesitamoso queremos en cada momento.

Al hilo de esta última frase es de justiciamencionar un género que cada día tiene másadeptos y es más amplio, porque a su vez

sus temas se amplían con el paso del tiempo,y no es otro que el que trata sobre temas delconocimiento humano, la motivación y lasuperación para alcanzar el triunfo y lafelicidad tanto personal comoprofesionalmente. En una época en la quemultitud de jóvenes están sobradamentepreparados, pero quizás carecen de otrashabilidades y capacidades que no se enseñanen el mundo académico, siendo las que nosacercan a ese triunfo personal y profesionalque todos ansiamos.

También este tipo de literatura estotalmente válido para personas con escasapreparación académica o que ya tienen unosaños y están en la madurez. Las enseñanzasque nos aportan estos libros son ilimitadas;pensemos que la gran mayoría de los autoresson profesionales expertos en muy variadasdisciplinas y todos ellos transmiten su granpasión por la lectura. Ostentan una grancultura sobre los filósofos clásicos lo cual se

palpa en sus escritos, incluso mezclandoalgunos de ellos sus amplios conocimientossobre otras culturas y tradiciones como laoriental. Lo cual da unos textos de grancalado que son verdaderas joyas literarias.

Para ello podemos pasar desde comprarel libro tradicional, de toda la vida, al libroelectrónico, pasando por visitar lasbibliotecas o utilizar otros canales como elintercambio de libros ya leídos y usados.

Pienso, sinceramente, que deberíancrearse más iniciativas populares para que lagente, sobre todo los jóvenes, desdetemprana edad se aficionaran a la lectura;amén de recuperar a personas de cierta edadque sin duda se reencontrarían con unaactividad placentera y enriquecedora.

También, afortunadamente, cada vezexisten más centros y escuelas de tradicionesorientales como el Tai Chi, Yoga, Meditación,que son excelentes para darle al espíritu un

magnífico alimento que no es otro que latranquilidad, el sosiego y el control; todasestas actividades y disciplinas combinan eldominio de la mente, el cuerpo y el espíritu,aportando esa armonía y paz interior quenecesitamos para estar equilibrados.

Sabemos, pues, que nosotros podemosdividirnos en cuerpo, mente y espíritu; paraque seamos personas saludables los tresdeben tratarse con el mismo interés, atencióny dedicación por nuestra parte. Si queremosobtener armonía paz y equilibrio, entoncesesas tres “partes”, cuerpo, mente y espíritu,se convierten en uno, ayudándose cada unade ellas a sí misma y al resto cuando hay unfactor que trata de debilitarlas a una o variasde ellas.

Pongamos un ejemplo clásico y típicode estas épocas...

Supongamos una persona que haceregularmente deporte de fin de semana

sábado y domingo, dos o tres horas en total,en el que un día va a correr y el otro prácticaun deporte de equipo con pelota, tenis porejemplo.

Esta persona está preparada físicamentepara soportar presión, correr, saltar, pelearuna pelota; es decir, está habituado aesfuerzos físicos elevados durante undeterminado tiempo que más bien es corto, ysu mente lo soporta de buen grado.

Traspasemos esta situación al trabajomás o menos sedentario que tenemos lamayoría; en momentos de estrés,dificultades, porque el trabajo no sale o nosale como nos gustaría a nosotros o anuestros superiores. En ese momento lamente se pone en alerta y en tensión, pero alo que está acostumbrada es que cuandoentra en tensión es cuando estamosrealizando un esfuerzo físico y en este casoprobablemente estamos incluso sentados,pero no corriendo ni saltando. En ese preciso

momento la mente se pone nerviosa,entramos en estado de ansiedad, estrés, nossube la tensión arterial y el desastre está unpaso más cerca.

Cuando estas situaciones se repiten, eldesequilibrio se ha instalado en nosotrosprovocando enfermedades difíciles de curar ocuanto menos a las que hay que prestar unagran atención.

En este ejemplo ni siquiera hemoshablado del espíritu, ese gran desconocidopara nuestro mundo actual y que cuando setrabaja y desarrolla adecuadamente es unperfecto regulador entre mente y cuerpo,ayudándolo a mantener el control, latranquilidad y el equilibrio.

No queda más que insistir en labúsqueda de la justa medida de las “cosas”en todos los ámbitos de nuestra existencia,sólo así estaremos más cerca de disfrutar dela vida momento a momento, lo cual ya es

un gran triunfo.Como continuación a lo escrito se me

ocurre que podrían existir más iniciativassimilares a los conocidos y tan visitadoscentros comerciales o parques de atracciones.En este caso dedicados principalmente aldesarrollo del cuerpo, la mente y el espíritu,donde se pudiera encontrar en un mismoedificio; es decir, un centro comercialtemático, gimnasios para la práctica demultitud de deportes individuales ycolectivos, artes marciales, yoga, Tai Chi,escuelas de idiomas, cursos de formaciónvariada, conferencias, seminarios, librerías,bibliotecas, restaurantes, bares, centros deestética y del cuidado externo de nuestrocuerpo, zona de entretenimiento paraactividades como por ejemplo elsubmarinismo, la montaña u otros.

En definitiva lugares donde podamosponernos guapos por fuera y por dentro,para tener una vida más plena y saludable.

Nunca me he encontrado con unainiciativa así, y esta es sólo una idea que porsupuesto podría combinarse con parte de lostradicionales centros comerciales. Todo elloademás debería pensarse con áreas yespecializaciones para todas las edades, esdecir, sin olvidarse de los más pequeños, queserían los usuarios del futuro y por ello hayque cuidarlos. Ni de los más mayores, quetan sólo por el respeto que merecendebemos darles las oportunidades de quepuedan seguir formando parte de estasiniciativas. Y, como no, de la franja de edadmás amplia, usuaria habitual, a la que hayque cuidar y dar todas las alternativasposibles no sólo para fidelizarlos sino paraque cada vez atraigan más gente a estesaludable estilo de vida.

El que siembra… recoge

EPÍCTETO advirtió hace diecinuevesiglos que recogemos lo que sembramos y

que de alguna forma el destino nos hacepagar siempre el mal que hemos hecho. Y

dijo: “A la larga, todo hombre sufre elcastigo de sus malas acciones”.

El hombre que recuerde esto no seenfurecerá con nadie, no humillará a nadie,

no ofenderá a nadie, no odiará a nadie.

Existen muchas proclamas y la mayoríason tan válidas como ésta o incluso más sicabe; ésta está muy cerca de la ley de laatracción. Tan traída y llevada en los últimosaños en la literatura de motivación, con ungran número de libros y puntos de vistaalrededor de ella; muchos de ellos

interesantes y otros verdaderamente muyinteresantes por la forma en que lo abordanacercándonos a lo que R. W. Emersondescribió en su ensayo sobre la“Compensación”.

Entonces, podemos ver y comprobarque hay Leyes, Principios y Preceptos queexisten desde el inicio de los tiempos, y locurioso es que el ser humano ya se dieracuenta hace no muchos años, sino muchossiglos de estos.

Y resulta chocante cuando se reflexionasobre ello, que con lo fácil que es hacer elbien y lo bien que nos sienta, valga laredundancia, cuando lo hacemos a nuestrossemejantes, por qué no se hace más amenudo y de forma sistemática. Ya que dehecho, podemos estar totalmenteconvencidos de que si sembráramos el bien,aunque de manera un tanto egoísta, tan sólopara recoger el bien, podríamos darle lavuelta a la sociedad y al mundo, pongamos

por ejemplo, en una generación. Elcomportamiento de las personas, el hambre,las guerras, los conflictos, las desigualdades(las grandes) cesarían, se equilibrarían lasdiversas situaciones, los países con susparticulares idiosincrasias, costumbres,podrían ayudarse unos a otros con tal dealcanzar el objetivo de vivir en paz, equilibrioy armonía.

También resulta extraño el no encontrar,y no se sabe, si es porque no hay o porqueson pequeñas y desconocidas organizaciones,asociaciones, partidos, clubs u otrasformaciones similares, cuyo objetivo sea elpredicar en mayúsculas la buena educación,el hacer el bien, la cultura, ayudar al prójimo,dar oportunidades para que la gente seforme, se culturice y cultive en pro de sussemejantes, en proyectos para favorecer a losmás desfavorecidos. Sin pelear además entreellas por los “laureles”.

Alguien podrá pensar inmediatamente

que ya existen formaciones de ese tipo ysobre todo las religiones que con su fe tratande ayudar, sí, pero éstas están más ocupadasy preocupadas de ampliar su número deseguidores intentando quitárselos a la de allado o enfrente, y no siempre con la limpiezay métodos ortodoxos. Véanse todas lasguerras a lo largo de la historia, y la mayoríatenían como fin el adoctrinamiento a unasupuesta fe que detentaba la ansiada ybuscada “verdad”. De los partidos políticosmejor no hablamos ya que hay mucha gentevirtuosa, pero son incapaces de echar aquienes su comportamiento demuestra locontrario día si día también.

La instauración de las virtudes como lahonestidad, honradez, laboriosidad,compasión, humildad, paciencia, coraje,honor, valor, disciplina, autocontrol, sencillez,generosidad entre otras; y el desbancamientode las contrarias como la falta de honradez,deshonestidad, ociosidad, debilidad,

egotismo, egoísmo, falsedad, codicia,avaricia, indisciplina, parece tarea difícil, perono imposible.

Quizás si realizáramos una reflexiónmás profunda nos daría miedo, a la sociedaden general, el vivir en un permanente estadode bien, aunque sólo sea por aquello de quelas cosas tienen que estar equilibradas. Paraque exista el bien tenemos que haberconocido el mal, con qué compararlo. Paraque haya ricos tiene que haber pobres conlos que compararse; la sensación de calor nopuede identificarse sin su opuesta lasensación de frío… La dualidad del yin y elyang descrita por los orientales se ajusta a laperfección con todo esto.

Debemos ser conscientes y asumir quecomo esto tiene que ser así vamos a dejarque cada cual se posicione donde quiera,pueda o le dejen; pero tratando de que elimpacto e influencia que tenga sobrenosotros y nuestra conducta sea el menor

posible, de forma que sepamos siempredónde estamos y adonde queremos ir.

En cualquiera de los casos, como pareceque las cosas, para que cambien, tenemosque cambiar la forma en que las vemos,percibimos, entendemos, en definitiva comolas vivimos, vamos a hacerlo cuanto antespara disponernos a recoger lo quesembremos cada uno de los días quevivimos.

DALAI LAMA dijo:“Cada uno de nosotros tenemos una

misión: la de amarnos los unos a los otros”.Y si no somos capaces de hacerlo, al menosdebemos tratar de no hacernos daño losunos a los otros.

La “pequeña” vocación

Son las siete treinta y cinco de lamañana, me encuentro desayunando en unbar restaurante de Alcalá de Henares, dondeaprovecho entre las siete y las ocho u ocho ymedia de la mañana, para amén dedesayunar, leer y también por supuesto paraescribir, que es lo que estoy haciendo en estepreciso momento.

Cada vez que acudo a este lugar u otrosde corte similar en otras poblaciones, meencuentro tan a gusto que es como empezarel día con el pie derecho. Permitidme que oslo describa:

Tiene varias zonas, donde las paredesson de obra vista, ladrillos de color teja claro,con arcos que dan paso de unas estancias aotras. Al igual que ventanales en forma de

arcos con vitrales, es decir, decorados conmotivos coloristas. En las paredes hay fotosantiguas de fábricas de cerveza o gentebebiendo cerveza. El suelo es de gres entonos tierra que le dan calidez, asimismo lasmesas, que son de mármol blanco veteadoen tonos grises, como antaño, y sillas demadera de las de toda la vida.

Por separado nada del otro jueves; enconjunto, se crea un ambiente de ciertaelegancia, acogedor y que invita a sentarse ya consumir unas cervezas en buenacompañía, o como es mi caso, desayunar enun estado de tranquilidad suprema.

Todo lo anterior está bien, no cabeduda, pero si además sumamos un buenservicio, perdón, excelente servicio queríadecir, es entonces un ejemplo decomportamiento y estilo. Debiendo sernorma de la casa, porque ya me hanatendido varios camareros en los dos añoslargos que llevo acudiendo a este magno

lugar, en fin, me vais a dejar que os loexplique, porque sienta cátedra....

Los camareros y camareras llevanuniforme en perfectas condiciones de revistay lo llevan como deben llevarse losuniformes, con la gracia y la elegancia querequiere el lugar en cuestión.

Su disposición a atender a los clientes ya mí en particular es envidiable; ya todossaben lo que desayuno y cómo lo quiero, quees lo que debería ser normal, pero yasabemos que en la sociedad en que vivimosmuchas veces la normalidad se convierte enanormalidad y viceversa. Pues lugares hay,que después de mil veces de acudir, tienesque explicar lo que quieresconcienzudamente y aún así, hacen todo locontrario de lo que les pides, qué le vamos ahacer!

En definitiva su comportamiento y suactitud son exquisitos, su trato es el justo y

adecuado, ni se pasan ni se quedan cortos enel intercambio de frases, sonrisas, incluso losmovimientos son proporcionados.

Cuando te acercas a la barra ya te estánbuscando con la mirada para atenderte... Mepregunto si es producto de la casualidaddisponer de un elenco de profesionales así, otienen una escuela y normas internas paraseleccionarlos, o quizás quien selecciona alpersonal es un lince, o tal vez simplementelos astros se confabulan para que los mejoresempleados acaben en este local, no sé, no sé(?)

Que es cierto, que conozco másestablecimientos como este, ejemplos aseguir, pero también conozco de los otros(sin comentarios).

Mi debilidad por desayunar desde lasseis hasta la ocho horas y dedicar al menosuna hora a leer o escribir hace que conozcaun buen número de locales alrededor de toda

España, por mi trabajo, porque lo mismopuedo desayunar en Vitoria que en Jerez dela Frontera que en Valencia que en Mérida.

Pues bien, todas y cada una de lasveces que acudo a este local me aflora mi“pequeña” vocación de hostelero, por la quesería capaz de venderme al diablo. Siobtuviera un local igual (bueno, quizás máspequeño e íntimo) y disfrutar de un personalprofesional que a la fin y a la postre, atraeríatambién a una clientela selecta, a la que daríasatisfacción servir y estar a su disposiciónpara brindarles un lugar entrañable.

No deja de ser cierto que queda muchopor delante y nunca se sabe si ésta u otrasvocaciones que aparecen y desaparecen undía deciden quedarse para dirigir mismovimientos a regentar un pequeño yacogedor local de hostelería; entre tanto lespido que por favor no cambien; les doy lasgracias porque con los profesionales hay queser además de respetuoso, agradecido.

Para que sientan la debida motivación,para que todos sintamos esa motivación quenos lleva por el camino de la excelencia en lo

que hacemos.

Networking y cooperación

En fechas como las que nos acontecen ysituaciones económicas como las que nosatenazan, es cuestión de que la pequeña ymediana empresa le eche imaginación.Mucha imaginación, no sólo para salir haciadelante, sino para abrir nuevas vías denegocio más eficaces y competitivas.

Y esto tradicionalmente en el mercadoEspañol se ha hecho en solitario, sobre todoen el sector del pequeño y pequeñísimoempresario y emprendedor. Aunque enmuchas ocasiones estos han triunfado,cuando han venido mal dadas no hancontado ni con la formación, ni con losrecursos para sortear las dificultades yobstáculos que se interponían entre ellos, elmercado, la financiación y los clientes

principalmente.Parece, según opinión de cada vez más

expertos y entendidos en la materia, quedebe comenzar una época de sinergias ycolaboraciones entre empresas. Como nuncaantes había sido necesaria, ni posible, graciasa las nuevas tecnologías y la verdaderanecesidad de subsistir.

El Networking se está extendiendo amarchas forzadas y con viento a favor; yaque da la oportunidad de que distintasempresas y empresarios se den a conocer, nosólo en el intercambio de tarjetas y posiblesservicios y productos, sino que los mismosempresarios y directivos, se conozcan comopersonas que son, creando sinergias.

Lo que Napoleón Hill llamaba la “MenteMaestra”, que viene a decir que cuando variaspersonas se reúnen y alían de forma conjuntay armoniosa con tal de alcanzar un objetivoclaramente definido, se genera una mente

común que es superior a lo que sería la sumade las mentes por separado… Dando lugar ageneración de ideas y desarrollo de planescomo si “algo”, una “fuente externa”, sabia einteligente, las estuviera dictando. Esto esdescrito por los especialistas como trabajo engrupo o mente grupal.

El Networking teje una red de contactosque puede multiplicarse hasta el infinito, yaque una de sus premisas más importantes esla realización de reuniones periódicas,eventos, presentaciones, talleres. Endefinitiva, reuniones donde la gente seconoce creando sus propias redes decontactos (profesionales).

Además de este nuevo (o no tan nuevo)sistema de “ventas en caliente” no dejemosde lado que nuestro fin, y también elprincipio, no es otro que vender, hacernegocio; no nos olvidemos nunca que lasventas son a la empresa como el aire al serhumano. Si no hay aire el ser humano no

puede sobrevivir, perece; al igual que laempresa, si no hay ventas, muereirremisiblemente.

Por ello ha llegado el momento de tenermuy claro y comenzar alianzas de diversotipo, con la competencia, con los de enfrente,con quien haga cosas diferentes, con quientenga de lo que nosotros carezcamos, de losque hagan lo mismo que nosotros; decompartir oficinas, locales, naves lugares detrabajo, de encuentro... De apoyarnos losunos a los otros y en los otros (que es muydistinto de aprovecharse los unos de losotros) ya no sólo en el mantenimiento yproyección de los negocios existentes sino enla creación de nuevos negocios. Ayudando aemprendedores, personas que hayan sufridoalguna derrota temporal y quieran seguiradelante… El resultado de todo esto nopuede ser otro que la creación de nuevasempresas, de empleo, siendo lacompetitividad y la eficacia el objetivo y el

resultado final.Ha llegado el momento de que

organizaciones de todo calibre se pongan eltraje de faena (de campaña), dejen suslujosas sedes y sus opulentas formas de vida(quienes las tengan); bajen a la arena y searremanguen, para llevar el peso de estarevolución-rebelión empresarial quenecesitamos, y esto sólo lo conseguiremos sisomos capaces de organizarnos y cooperaren mayúsculas. Sin complejos y con el firmecompromiso de ir hacia delante, y para ellonecesitamos concentrar nuestros esfuerzos enobjetivos comunes y bien desarrollados.

Tener un alto sentido de la cooperaciónentre todos los actores presentes en estaobra y por supuesto la necesariacoordinación para que se creen sinergias.Evitando que determinadas energías al seropuestas se contrarresten y desaparezcan,todas ellas son necesarias ahora y porsiempre.

Un último alegato acude a mi mente yes que si somos perseverantes y pacientes, elentusiasmo estará afincado en nosotros; noexistiendo ningún obstáculo que sea capaz dedetenernos.

Cualquier cosa que deseemos en estavida tan sólo la conseguiremos, primero, sicreemos que podemos hacerlo y segundo, sitrabajamos enconadamente para obtenerla.

Suerte a todos, y pensar que unganador nunca abandona y quien abandona

nunca gana.

Gracias por permitirmereflexionar

El otro día escuchando un programa deradio, sobre el mediodía, en una emisoraeminentemente ec..., perdón fin..., quetampoco hay que dar pistas, ¿o sí?

En el susodicho programa uncontertulio, colaborador o invitado expertoen la materia en cuestión, comentaba acercade lo importante que es la manera en quevemos las cosas para que estas empiecen acambiar. Vamos, lo de ver el vaso mediolleno o medio vacío, ni más ni menos; y queese es de los primeros pasos para cambiarnuestra actitud ante las cosas.

En eso estaba el caballero-invitado-contertulio poniendo todo su empeño,

mientras el presentador, al que he dereconocer he visto alguna vez por televisión yalguna vez más lo he escuchado, y siempreme ha parecido un excelente profesional,culto, de excelente presencia, de éxito entresus iguales.

Esto ya son conjeturas, pero puedoimaginármelo, Profesor de alguna Facultad,¿quizás de Ciencias de la Información?Admirado por todos y todas, dado el poderde atracción (magnetismo) que ejerce y alque él no da importancia. Alguien a quien nosólo le gusta presentar sino dirigir y llevar labatuta en el “concierto” (lo que hace todolíder-triunfador).

Digo supongo, que entre otras cosas,me encantaría conocerlo, porque sin dudaestoy equivocado y nada más lejos de miintención, que esto pueda parecer que estoyjuzgando. Pero me sirve para poner enantecedentes al personal que me sigue,amable y pacientemente.

Bien vamos al “lio” que nosperdemos....

Mientras el contertulio o invitadodefendía sus tesis, el presentador se enrocóuna y otra vez en la diatriba de que si larealidad es la que es. Ahora es indudable quemás que mala es peor, según él; ¿cómopuede el común de los mortales ver lasituación de otra manera, bajo otroprisma?... ¡Imposible!

Y al final el resto de contertulios y/oinvitados, siguieron la opinión del jefe,perdón presentador. Con lo cual el defensorde las pautas de que el cambio decomportamiento nace en nuestro interior yno tiene nada que ver con las circunstanciasexternas “macro” que nos rodean... se quedósin palabras y sin tiempo para podercontraargumentar a sus compañeros.

Con lo que dio la sensación, al otro ladode las ondas, que unos habían ganado sobre

el otro (impresión personal del que escribe).Pero yo si tengo palabras y tiempo para

contestar y argumentar... Con todo el cariñoy humildad del mundo:

“Vamos a ver machote”: en esta vida oeres parte del problema o parte de lasolución, tú, yo, él , nosotros, vosotros,ellos, todos, tooodos.

El mundo, la sociedad, es lo que es,está como está y nosotros, seres individuales,no podemos cambiarlo, pero sí podemoscambiar nosotros, en nuestro interior.Empezar a ver las cosas desde otraperspectiva, mediante un cambio de nuestraactitud ante la vida; así y sólo así, si somosunos cuantos, seremos capaces de mejorar elmundo en que vivimos y nos movemos.

¡Cómo somos!, ¡cómo nos vemos!,¡cómo nos sentimos! Y ¡cómo vivimos! Es unadecisión sólo nuestra. Es una actitud.Recordemos que sólo se frustran aquellos

que dejan de ver la parte positiva de susresultados y de la vida.

Creo que es fácil entender y defender apoco que apliquemos la lógica y el sentidocomún; máxime -y esto sí es crítica(constructiva espero...)-: alguien que está enun sillón, cómodo, en una plataforma comola televisión o la radio, posiblementerazonablemente remunerado y considerado,un privilegiado de y por la sociedad, en unentorno y ambiente perfectos (según losmodelos de éxito que nos acompañan)…

Primero, no puede habérsele olvidadotodo lo que ha luchado en su vida por estardonde está, porque seguro que lo ha hecho,y mucho y bien a tenor de los resultados. Abuen seguro, en multitud de ocasiones acontracorriente o en circunstancias nadapropicias. Pero con seguridad tenía unosobjetivos y eso era lo importante, no si hacíafrío o calor alrededor suyo (perdona lasconfianzas...).

Segundo, porque desde esa plataformay situación confortable uno no puede decir,confirmar y defender que para quecambiemos nosotros tienen que cambiar lascircunstancias que nos rodean, ¡no, no ynooo!

Tercero, y aunque tuviese toda la razóndel mundo, porque si los que han llegado oestán, no animan y empujan a los quedesafortunadamente no han llegado, nuncallegarán. Y ya sabemos y hemos oído enalguna ocasión que cada vez más de menos ymenos de más al final es todo de nada ynada de todo (¿?).

Pongo un ejemplo y termino:Si esperamos que la administración

incentive con ayudas a los emprendedores ensus “emprendimientos” y estos tienen queesperar primero a ver los incentivos paraponer su mente a trabajar, es posible que alos emprendedores, mientras esperan, se les

olviden o congelen las ideas que tenían;obteniendo decepción y frustración, si por elcontrario...

El que tenga una idea trata de ponerlaen marcha, trata de convertir sus sueños enrealidad, emprende y si somos muchos yhacemos el “ruido” necesario (eso sí contrabajo-trabajo-trabajo) en las plataformasadecuadas, sin duda, la administración sólotendrá un camino...

Facilitar a los emprendedores sus“emprendimientos” caso de que no ocurra loesperado, con seguridad los emprendedoreshabrán adquirido fuerza, resistencia y másimaginación. Con lo cual muchos de ellosverán que sus “emprendimientos” ya están enmarcha sin la ayuda que esperaban, pero síhabrán llegado por otras fuentes... ¡Querer espoder! ¡Suerte, emprendedores!

Lo siento tocayo, probablemente tuintención era hacer de abogado del diablo, y

tan bien has hecho tu trabajo que me hasalido una reflexión haciendo de abogado delos ángeles... ¡Gracias por darme laoportunidad!

(Caso de conocernos personalmente, yoinvito al primer café).

Frases para que cambiemos nuestraactitud:

Un ganador nunca abandona y quienabandona nunca gana.

Todos podemos empezar, pero sólo losanimosos terminarán.Nadie te ha dado nunca una

oportunidad, te has planteado alguna vezcrearlas para ti.

No le digas al mundo de lo que erescapaz... ¡Demuéstraselo!

Una gran mayoría de personas triunfacuando las circunstancias le son propicias,

unos pocos alcanzan el triunfo a pesar delinfierno. ¡Tú eliges!

Criterio vs Opinión

Por lo general -y por lo particular-solemos tener múltiples opiniones y muypoco criterio tanto en lo personal como en loprofesional; por supuesto que hayexcepciones, y muchas. Aunque sean“muchas” no es lo que prolifera en nuestrasociedad y alrededor nuestro.

Opinión: juicio formado sobre cosasopinables, concepto.

Criterio: pauta, norma, regla paraconocer la verdad, juicio, discernimiento.

Eso pone en el diccionario y parece nosólo razonable, sino que deja patente ladiferencia entre criterio y opinión.

La, o las, opiniones bien trabajadas,razonadas, acaban convirtiéndose en

criterios; por ello debemos tener sumocuidado con las opiniones que vertemos. Yaque si estas son importantes, porque nosconducen a formarnos un criterio, ésteinfluye ya en nuestra personalidad ydetermina muchas de las actuaciones quetenemos en nuestra vida.

Cuando opinamos con criterio estamosrealizando un ejercicio mental constructivocoherente con nosotros mismos y connuestra filosofía de vida.

Cuando se ve y no se mira, es lo mismoque opinar sin ningún tipo de criterio; y alcontrario, cuando además de ver miramos,nos fijamos con detalle, es lo mismo queopinar con criterio, es decir, tener un criteriodefinido, sólido sobre “algo”.

Y si nuestro criterio está medido y escomedido probablemente seremos personasequilibradas, que es lo que demanda la actualsituación. Personas con equilibrio y criterio,

que actúen como impulsores y líderes entodos los ámbitos, personal, profesional,político, social y de base.

Para que todo lo que hay que hacer sehaga con un criterio razonable, coherente ylleno de sentido común, de manera que lasociedad sea más próspera, más útil, y porqué no, más feliz.

Por supuesto que existen opinionesmaledicentes, deshonestas, nada honradas yque, cómo no, pueden llegar a formarcriterios igualmente nefastos para uno mismoy para los que le rodean. Es con estasopiniones y criterios contra los que hay quetener cuidado; se me ocurre que unaherramienta eficaz (probablemente no sea laúnica ni la mejor) y fácil de adquirir, deutilizar es la actitud. ¡Sí, la actitud!, puedeparecer banal, e incluso una trampa retóricaya que alguien podría preguntarse: ¿Qué eseso de la actitud, realmente?... ”Querrmeloxpliken, porfa”

La respuesta tendremos que buscarlacada uno de nosotros en nuestro interior yhacerlo de manera sencilla y profunda. Loque descubriremos la mayoría de nosotros esque cuando nuestra actitud cambia, digamosque a positivo nuestras opiniones se hacentambién mucho más positivas. Si esto es así,parece obvio que nuestros criterios “de vida”por simpatía y analogía o atracción (queahora está de moda la susodicha ley), serán,cómo no, más positivos; en definitiva,nuestra vida será más positiva de lo que loera con anterioridad.

Pido disculpas por tanta repetición, queno sé si es falta de vocabulario o si realmentees a propósito, para recalcar lo que hequerido exponer sin ambages.

Y esto puede parecer filosofía de todo acien o entelequias; pero es matemática puray dura aplicada al día a día...

El cómo somos, lo que somos, lo que

queremos ser; el cómo nos vemos, el cómonos ve el mundo, el cómo vemos los demásal mundo… es ante todo una cuestión deactitud ante la vida, y ésta gira en torno aopiniones y criterios de lo que nos rodea.

Y las opiniones que se convierten encriterios deben ser y estar acorde connuestros objetivos, con el espacio y el lugarque deseamos ocupar en el momento quenos ha tocado vivir.

Yo por lo menos voy a tener cuidadocon mis opiniones a partir de hoy, para quemis criterios me respalden en todo lo quehago tanto como en lo que soy. Mi actitudante la vida y mis semejantes, estésecundada por unos sólidos criteriosfundados en opiniones trabajadas.

Aunque sólo sea de pasada y paraterminar, citar que no sólo la actitud es muyimportante, sino que para mantener laactitud acorde con nuestros sueños y metas

(opiniones y criterios) es de capitalimportancia confirmar y certificar que nuestroentorno y el ambiente en el que nosmovemos es sinérgico y suma energíaspositivas. Nunca al contrario, es decir, queabsorba nuestras energías, dejándonoshuérfanos de criterios y opiniones. Y las quetengamos se muevan sobre arenasmovedizas, anulando nuestra actitud positiva.

“Cuidadín, cuidadín”

Un ganador nunca abandonay quien abandona nunca

gana

Esta frase, cuando se lee un par deveces, se da uno cuenta que no sólo es dePerogrullo, sino que es difícil hilvanar unareflexión alrededor de ella. Ya que por sísola, sin más, encierra toda una filosofía devida. Bueno, vamos a dejarlo en una actitudante la vida, que ni es poco ni baladí.

Estaremos de acuerdo que la actitud esuna cualidad muy importante en nuestrasvidas y ésta siempre precede al adjetivo queen realidad acaba por definirnos. Ésta es unaelección que está en nuestras manos y nuncajamás debemos dejarla al azar o permitir quesean otros los que influyan en nuestra actitud

ante la vida.Desde muy temprana edad, el cómo

somos, cómo nos vemos, cómo nos ven losdemás, lo que queremos ser, nuestrocomportamiento ante el mundo y el ejemploque damos, es una cuestión de voluntad,actitud y acción.

Sobre la actitud se ha escrito ydesarrollado un sinfín de literatura yformación de MOTIVACIÓN y Superación,que cada vez se están haciendo máscomplejas. Que intentan facilitar más y máslas cosas al personal, pero soslayando aveces que somos nosotros, y sólo nosotros,los que debemos realizar el esfuerzo. Si nosdan las cosas masticadas, hechas puré, casidigeridas, cuando nos encontremos converdaderos obstáculos y debamos“masticarlos”, desmenuzarlos y digerirlos,quizás -y escribo quizás, porque nada en estavida es categórico y todo depende del cristalcon que se mira- no seremos capaces de

hacerlo adecuadamente, ya que tendremosmucha teoría pero poca práctica....No bastacon saber, hay que saber y hacer.

Pensemos que para triunfar debemosresistir y la resistencia nace, se forma ydesarrolla a través de los esfuerzos porsuperarnos día a día. Sobre todo de superarlas adversidades y obstáculos que la vida,con mal o buen criterio, nos pone pordelante para ponernos a prueba, pulirnos,hacernos mejores; en definitiva, darnos laoportunidad de saber de lo que estamoshechos.

Y aunque parezca difícil, no lo es tanto:podemos elegir ser duros e inflexibles comoel vidrio y rompernos a las primeras decambio o...

...Podemos elegir ser como el agua quese adapta constantemente a cualquiersuperficie o recipiente que la contenga. Fluyecon el medio, su adaptación al entorno es

perfecta, sean cuales sean las circunstanciasque la rodeen; puede ser dócil, suave,placentera en una ducha, una bañera; nos dala vida cuando la ingerimos y pasa a formarparte de nosotros, los seres vivos (noolvidemos que el 70% de lo que estamoshechos es agua). También con la mismafacilidad puede convertirse en el mayor delos elementos destructores de vidas yconstrucciones cuando se enfurece y pierde elcontrol.

Vaya, sin proponerlo acabamos de daruna definición sencilla pero contundente delo que se debería entender por triunfar, teneréxito:

“Es la perfecta adaptación al entorno y alas circunstancias que nos rodean, seancuales sean éstas, con tal de alcanzarnuestros sueños, objetivos y propósitos”...(Razonables y razonables).

Un matiz: adaptarse al entorno significa

fundirse con él, ser uno con él. Sólo asítendremos sensación de triunfo y no sóloalcanzaremos la felicidad, sino que seremosfelices durante el camino de la vida (¡ah! Ysólo tenemos una vida, así que vamos aaprovecharla).

Aunque cada uno puede buscar suspropios recursos para no abandonar y ganar,vamos a dar algunas claves que nos ayudenen nuestro paseo o carrera a la meta... ¡Túdecides si quieres ganar, desde el primerpaso!

- Debemos convertirnos en personaspacientes: desarrollar la paciencia, fluircon los acontecimientos, nuncasoportarlos, porque esto suena a llevaruna pesada carga y no se trata de eso.

- Organizar los conocimientos yhabilidades (capacidades) que tenemoso los que necesitamos incorporar, paraalcanzar nuestros objetivos. Que porsupuesto, tendremos muy claros y

definidos en planes escritos, comomapas del tesoro. Bien ¿Ya está?¿Seguro?, bueno, pues ahora hay queponerlos en acción, recordar que elmovimiento se demuestra andandomejor que hablando, escribiendo opensando. Por lo tanto hemos deactuar: acción, mucha acciónorganizada, nos hace falta.

- Y por último y no menos importante, laperseverancia, la constancia, sin ellanunca jamás ganaremos, nidisfrutaremos del camino. No esnecesario insistir en la bondad de laperseverancia, todas las biografías delos grandes personajes de la historianos indican, que sutil peroindefectiblemente todos ellos y ellaseran personas pacientes, de organizadaacción y perseverantes, gracias a ellosestamos donde estamos...

¡Gracias a ellos!¡éxito a vosotros!

Autoconocimiento

“Conjunto de creencias y deexperiencias que alguien tiene de sí mismo yde su mundo”

Existen, imagino, diversas definiciones,pero ésta nos viene bien no sólo por lo quedice, sino por cómo lo quiere decir.

Habitualmente, cuando hablamos deautoconocimiento o incluso pensamos en él,quizás lo primero que nos viene a la cabezaes una recopilación de datos superficial einteresada de nosotros mismos, en la queacentuamos las virtudes, capacidades yhabilidades de que disponemos, y diluimos oquitamos importancia a las contrarias, esdecir, a nuestros defectos y debilidades. Einsisto: siempre de manera superficial.

Pongamos, por ejemplo que alguien,

como habitualmente tiene trato personal conla gente y es amistoso, piensa: “meconsidero un tipo muy simpático agradable y“dicharachero”... O un ejemplo del ladocontrario: como alguien resulta que es unvago redomado y no se pone en marcha “ni atiros”, pero cuando se define a sí mismo dice:“Bueno, soy un poco vaguete, pero en elfondo, cuando me pongo y caliento motoressoy una máquina...”

Bien, estupendo, colega. Busca manerasde “calentar motores” más a menudo, quizásnecesites un poco de motivación biendirigida.

Dejemos los ejemplos y vamos almeollo de la cuestión. La primera frase nosdice que el conjunto de creencias yexperiencias que uno tiene de sí mismo;realmente quiere decir que debemosconocernos de manera profunda, sincera eíntima, de manera que sepamos dóndeestamos y dónde queremos ir (objetivos). Y

sería una buena cosa tener una lista devirtudes, capacidades y habilidades lo másextensa posible, o cuanto menos, las queseamos capaces de practicar y aplicar ennuestro día a día.

Ahí va una pequeña guía :Laboriosidad - Compasión – Humildad

– Paciencia – Coraje – Honestidad – Honor –Valor – Disciplina – Sencillez – Generosidad -Seguridad en uno mismo – Iniciativa –Imaginación – Entusiasmo – Autocontrol –Amabilidad – Concentración – Colaboración– Tolerancia - Etc.

Y con este listado, dedicarle un ratopara saber primero quiénes somos, segundoquiénes queremos ser y cuáles de esascapacidades debemos mantener. Cuálesdebemos incorporar a nuestra personalidadpara ser quienes queremos ser, y cómoqueremos que nos vean los demás.

Al igual que haremos con los defectos o

debilidades, sólo que en este caso no se tratade eliminarlos porque sí; es mucho másefectivo potenciar la fortalezacomplementaria a la debilidad que queremoseliminar.

Ejemplo: Si somos egoístas, no se tratade darle vueltas al tema para dejar de seregoístas, sino que debemos potenciar y tratarde ser generosos siempre que podamos, paraconstruir un nuevo hábito que cuanto másregular sea en nuestra vida, más disminuirásu complementario e indeseable egoísmo, eneste caso.

Las creencias, los valores y lospropósitos que tengamos en nuestra vida ypara nuestra vida deben ser sólidos, firmes ybrindarnos la oportunidad de ser felices, devivir cómodamente dentro de nuestra piel elaquí y ahora.

Y que a su vez las experiencias, es decir,las vivencias que tenemos en nuestro día a

día, fortalezcan la creencias que tenemos, ytodo ello aderezado con un pellizco deflexibilidad. Ya que lo que acontece a nuestroalrededor es siempre dinámico, lleno decambios, nunca estático, por lo tanto eladaptarse al entorno y las circunstancias quenos rodean nos da la oportunidad no sólo desobrevivir a los cambios, sino de vivir bien yen plenitud con lo que nos ocurre día a día.

Hasta ahora sabemos dónde estamos,sabemos dónde queremos ir; nos hemosdado un repaso, analizando seriamentequiénes somos y quiénes queremos ser.Vamos entonces a salir fuera de nosotrosmismos y echarle un vistazo al mundo quenos influye, pero a su vez es influido porcada uno de nosotros.

Es una cuestión importante saber quéconocimientos necesitamos adquirir paraalcanzar nuestros sueños y nuestrospropósitos en la vida. Pensemos que todoconocimiento per se no sirve de nada,

primero si no está organizadoadecuadamente y segundo si no se pone enacción. Muchos de los grandes nombres de lahistoria eran personas con unosconocimientos limitados cuando empezaron,pero, los conocimientos de que disponían lostenían tremendamente organizados. Susobjetivos eran claros y muy bien definidos,así como los planes para alcanzarlos. Porsupuesto eran todos ellos y ellas personas deacción, y ser una persona de acción suponeactuar, con todas las consecuencias.

Y respecto a las experiencias quetenemos del mundo, las que nos lleganconstantemente, solemos insistentementeresistirnos a ellas, cuando quizás deberíamosasumir que no somos responsables delhecho, del acto en sí y que resistiéndonos aél no vamos a arreglar nada. Es mucho máscoherente comportarnos como sabemos quedebemos comportarnos, para que la suma decomportamientos correctos cree una sinergia

de cambio, empezando por nosotrosmismos, y no esperando que sean los demáslos que empiecen a cambiar. Si somoscapaces, que no es fácil -nadie dice que losea-, pero también dicen que todo es difícilantes de ser fácil...

Como digo, si somos capaces degenerar un autoconocimiento rico encontenido, creencias y experiencias, tanto lasque tenemos de nosotros mismos como lasque nos llegan del mundo, así como las quelanzamos al mundo, probablemente -perdón,casi con total seguridad- entraremos en elcamino de alcanzar nuestros sueños yobjetivos por derecho propio. Y lo másimportante: cuando uno sabe lo que hace ysiente que lo que hace es correcto se sientebien y en plenitud.

No sé si esto podría considerarsecaminar en pos del triunfo siendo felices...

¿Por qué? Y ¿por qué no?.

La actitud positiva es unaopción

En todos y cada uno de los seminarios ycharlas que doy sobre Motivación Personal yDesarrollo Profesional, giran en torno a tresejes: la voluntad, la actitud y la acción. Conel objetivo, el ánimo, la intención de adoptaruna serie de capacidades y habilidadespositivas y aplicarlas a nuestra vida diaria. Detal forma que estas nos propulsen hacia lasmetas que deseamos conseguir; que eseviaje hacia el éxito y la felicidad sea no sólollevadero sino placentero, y por supuesto,sepamos cuál es el verdadero camino quenos acerque a ese ansiado triunfo.

Y la definición de éxito debería estar enblanco, y de esa forma cada uno de nosotros

ser los que escribamos nuestra propiadefinición y descripción de lo queconsideramos por alcanzar el éxito, vivir eléxito.

Expongamos de manera breve lasdieciséis lecciones con las que Napoleón Hilldesarrolló la Filosofía de los Logros a travésde su obra LAS LEYES DEL ÉXITO y de laque impartimos algunos de los seminarios ycharlas:

1.- LA MENTE MAESTRA: Se forma através de la reunión de dos o más personascon un objetivo común; siendo el resultadouna mente superior, más inteligente,imaginativa, etc. que la suma individual dementes.

2.-UN CLARO OBJETIVO PRINCIPAL:Es necesario e imprescindible tener y definirmuy claramente los objetivos y metas paraalcanzar el éxito; saber dónde estamos, adónde queremos ir y sobre todo cómo

queremos “ir”.3.-LA SEGURIDAD EN UNO MISMO: Si

desarrollamos y potenciamos la seguridad ennosotros mismos seremos capaces desuperar esos miedos que muchas veces nosparalizan y de esta forma afrontar,adaptándonos, los retos que la vida nos ponepor delante día a día.

4.-EL HÁBITO DE AHORRAR: Todapersona que tiene el hábito de ahorrardesarrolla a su vez unas cuantas habilidadespositivas que pueden ayudarle a conseguir laindependencia económica.

5.-INICIATIVA Y LIDERAZGO: Lainiciativa es hacer lo que tenemos que hacercuando tenemos que hacerlo, y además sinque nadie nos diga que tenemos que hacerlo.El liderazgo consigue que los demás crean ennosotros y se pongan a nuestra disposición,es esencial para triunfar.

6.-IMAGINACIÓN: Es el taller de la

mente humana donde las viejas y nuevasideas se organizan y reorganizan en planespara convertirlas en realidad. Todo lo quevemos y podemos “tocar”, primero fuecreado en la mente de alguien.

7.-ENTUSIASMO: Es la fuerzamotivadora que nos propulsa hacia delante,que hace que los obstáculos no sólo no nosdetengan, sino que si nos caemos nosempuje a levantarnos inmediatamente.

8.-AUTOCONTROL: Dirige y redirigenuestro entusiasmo a fines constructivos,acercándonos a nuestros objetivos. Elautocontrol consigue que seamos capaces deser más receptivos a las oportunidades quese nos presentan.

9.-EL HÁBITO DE HACER MÁS DEAQUÉLLO PARA LO QUE NOS PAGAN: Y alpoco nos convertiremos en maestros ennuestras tareas; y a quien alcanza laexcelencia, muy pronto acabarán pagándole

más que por aquello que hace realmente.10.-UNA PERSONALIDAD

AGRADABLE: Es obvio que una personalidadatractiva es una excelente tarjeta depresentación, y si además somos capaces deinteresarnos de manera sincera y verdaderasobre los asuntos de los demás, nuestrapersonalidad será irresistible.

11.-PENSAMIENTO CORRECTO: Siseparamos los datos de la mera informacióny los priorizamos en importantes y pocoimportantes, seremos conscientes de elegirlos pensamientos que albergará nuestramente en cada momento...

12.- CONCENTRACIÓN: Es la clavepara alcanzar y desarrollar cualquiercapacidad o habilidad que deseemosincorporar. Buda quiso alcanzar el paraíso ylo hizo a través de la concentración.

13.-COOPERACIÓN: Tengamospresente que nadie alcanza el triunfo, ni la

felicidad, sin la ayuda y colaboración de losque tiene alrededor. ¡Ojo! Pues con losentornos y ambientes en los que nosmovemos y de los que “absorbemos” susinfluencias.

La concentración y la cooperación son labase misma de la mente maestra.

14.-BENEFICIARSE DEL FRACASO:Todo fracaso no es más que una derrotatemporal en la mente entusiasta de unapersona con objetivos y la suficienteseguridad en sí misma. Considerándola unaprofesora, que nos imparte una lecciónnecesaria y redirige nuestros esfuerzos haciafines y objetivos que armonizan más connosotros mismos.

15.-LA TOLERANCIA: Es tan obvio, queno voy a realizar comentario alguno, y en lasiguiente lección se entenderá.

16.-LA REGLA DE ORO: No sólodebemos tratar a los demás como nos

gustaría que los demás nos trataran si lasposiciones estuvieran invertidas, sino quedebemos pensar de los demás como nosgustaría que los demás pensaran denosotros.

Si cada uno de nosotros practicara laregla de oro de forma habitual (fuera unhábito), en poco tiempo el efecto de susresultados se dejaría ver y sentir en lasociedad y en el mundo..

¿NO?.... Y ¿POR QUÉ NO?.....¡HAGAMOS LA PRUEBA!

Si tenemos la voluntad de adoptar, laactitud de desarrollar cualquiera de estasdieciséis capacidades (lecciones) y lasaplicamos, es decir, las ponemos en acción,sin duda mejoraremos, pero si lo hacemosen su totalidad como un sistema sinérgico,seguramente las opciones de alcanzarnuestros objetivos y ser quiénes queremosser o en quién nos queremos convertir

crecerán exponencialmente. Estaremos,entonces, mucho más cerca que si nohacemos “nada” y le echamos la culpa almundo de todo lo malo que nos pasa.

La actitud positiva es una opción quenosotros elegimos de manera libre ylegítima, con deseo de “Mejorar”. Realmentenadie garantiza el éxito en su aplicación, perosin duda, desde la objetividad y larazonabilidad, el porcentaje de opciones deganar viviendo el triunfo y la felicidad seránmayores teniendo una actitud positiva, que sitenemos una actitud negativa de todo y detodos.

Pensemos que cualquier deportista deélite se prepara para la competición no sóloentrenando, y en muchas ocasiones más deuna disciplina. Su nutrición es la adecuada encantidad y calidad, su mente estáconcentrada permanentemente en lacompetición y en ganar ésta. Lo hace porqueha desarrollado una serie de capacidades y

habilidades para conseguir lo que se hapropuesto; la casualidad y la suerte tienenpoco o nada que ver con sus triunfos.

Si admiramos a los que triunfan, porqué no hacemos lo mismo que ellos paratriunfar nosotros, adoptando y practicando laactitud positiva. Podría ser un primer paso:“Puedes hacerlo si crees que puedes”

Y a buen seguro que esas capacidades yactitudes positivas nos ayudarán a enfrentar,a afrontar, a vivir la vida con un mayornúmero de opciones. Confiando en que nosólo lo vamos a conseguir, sino que loestamos consiguiendo día a día.

Y la elección de ser personas con unaactitud positiva ante la vida, es nuestra y sólonuestra...

¡TÚ DECIDES!

Los propósitos de una vida

Todos sabemos y tenemos claro que sinobjetivos, sin metas, sin deseos, sin sueñosque cumplir, es complicado transitar por lavida. Ya que si no sabemos dónde vamos,difícilmente nuestras elecciones tendrán unsentido, sea cual sea éste.

Es primordial para darle sentido anuestra existencia tener planes paraconseguir que esos sueños se conviertan enmetas a corto y medio plazo y objetivos alargo plazo. Vamos a intentar vivir elpresente, disfrutando de ese camino hacia elcumplimiento de un objetivo. Una vezalcanzado podríamos considerar que hemosconseguido triunfar; y si el camino ha sido eladecuado, nos ha dado sinsabores ytropezones, por supuesto; nadie ha dicho

que sea fácil, pero al fin, las satisfaccioneshan sido más y mejores. En definitiva, cadavez que nos hemos caído hemos aprendido alevantarnos una vez más y mejor.

Y sí, somos triunfadores desde elminuto uno, lo cual nos hará tener ciertasensación de satisfacción, verificandonormalmente lo felices que hemos sido en elpasado. Pero nos olvidamos de lo felices quesomos aquí y ahora, por lo difícil que resultavivir el presente para el común de losmortales. Y todo ello sucede por variosmotivos, pero vamos a exponer sólo algunode ellos; nos consideramos triunfadores yfelices...

Primero, cuando somos capaces deadaptarnos al entorno y circunstancias quenos rodean, con tal de alcanzar nuestrossueños, objetivos; si aceptamos y fluimoscon los imponderables, es decir, como elagua que adopta la forma de cualquierrecipiente, sin perder sus características, su

esencia…Aprovechamos esos imponderables en

nuestro beneficio no sólo mediante laadaptación a ellos, sino que los cambiamospoco a poco, como el fluir del agua en losmeandros que, con el tiempo, la paciencia yla perseverancia, cambian su fisionomía enuna constante adaptación. No habrá entonceslucha sin resistencia; toda acción nos acerca alos cambios, y si el trabajo ha sido eladecuado estos cambios, son a mejor.

O también, ahora sí, luchando contralos ponderables para tocar nuestras metas,cumplir nuestros sueños. Una vez más, elagua, como elemento, es el ejemplo de lafuerza y el poder que pueden ejercer cuandose encolerizan: todo lo destruye, todo locambia, no hay nada que se le resista.

Me doy cuenta que expresado así podríaparecer que el fin justifica los medios. Nadamás lejos de mi intención y actitud. Nadie

puede ser feliz y triunfar si no le acompañanvirtudes y valores, o sea, si su vida no tienealgo más que objetivos, y a esto lo vamos allamar propósitos.

Entonces nuestra fuerza y poder pasana “construir” evitando “destruir”; sin darnoscuenta, hemos caído en el segundo motivode por qué podemos, además de triunfar, serfelices...Los propósitos:

¿Qué son los propósitos?Los propósitos son lo que envuelve a

las metas y objetivos dándoles un sentido, unsignificado. Si nuestros objetivos no son másque eso, objetivos, será posible que noscansemos si no los conseguimos en el tiempoque estimemos oportuno, o cuando losalcancemos, nos quede un vacío provocadopor el ¿y ahora qué? Momento peligroso enque muchas personas han perdido todo loque tenían, por una mala gestión yadministración del triunfo. Casos mil hay;

que cada uno reflexione sobre los que conocey tiene alrededor.

Si queremos revestir nuestra vida depropósitos, tan sólo nos tenemos que haceruna serie de preguntas que nos haganreflexionar sobre nuestros objetivos:

¿Por qué quiero alcanzar esa meta? ¿Enqué me va a ayudar como ser humano quesoy y que vive en la sociedad en que vive?¿Para qué lo quiero conseguir? ¿Me convierteen quien quiero ser? ¿Qué tengo quesacrificar para conseguir ese objetivo?¿Cómo tengo que prepararme paraconseguirlo? ¿Me compensa? ¿Cuando hayallegado, qué? ¿Cuáles son los pasos, etapaspor las que tengo que pasar? ¿Estoypreparado para las dificultades que secruzarán en mi camino? ¿Daré un servicio útila mis semejantes, a la sociedad?

Cuando todas estas preguntas y otrasmás que se nos ocurran tengan su justa y

satisfactoria respuesta, entonces podemosconsiderar que tenemos objetivos, perosobre todo tenemos propósitos a nuestravida.

Los propósitos hacen que nuestra vidatenga una dirección y un sentido, aportandovalores como la honestidad, la gratitud, elagradecimiento por lo que hemos tenido,tenemos y tendremos. Perdón, mejor dicho,por lo que hemos sido, somos y seremos;además del servicio a los demás, brindar unservicio útil a nuestros semejantes, a lasociedad… Es todo un propósito de vida.

Hace que tengamos la fuerza y laresistencia necesarias para no desfallecercuando las cosas vienen torcidas. Seamos,pues, personas de bien, que no sólo seadaptan a los acontecimientos. Con uncomportamiento ejemplar que haga que lasociedad y los individuos que en ellahabitamos cambiemos a mejor.

Hacer, hacer... Acción

“Es maravilloso lo mucho que se puedehacer si siempre estamos haciendo algo.”

“Tú éxito en la vida estará enproporción directa a lo que hagas después de

hacer lo que se espera que hagas.”“Haga usted algo a lo que tenga miedoy la muerte de ese miedo se producirá.”

Existe un principio que debe regirnuestras vidas y es el de saber y hacer;ambos van unidos y son inseparables siqueremos alcanzar el éxito, cumplir nuestrossueños o conseguir los objetivos que noshemos propuesto.

No sólo es bueno saber, tenerconocimientos, sino que estos son

imprescindibles para hacer; en muchasocasiones nos centramos en saber. Tratamosde adquirir tantos conocimientos que llega unpunto en el que no sabemos qué hacer conellos y esa sensación es la que nos frena a lahora de hacer. Incluso se pueden llegar agenerar excusas para seguir ampliandoconocimientos que retrasan de manerasubconsciente el pasar al segundo paso, quees el de hacer, que no es otra cosa que pasara la acción, ¡Actuar!

El diccionario dice que acción es elresultado de hacer.

Si nos centramos en saber y hacer,sobre todo hacer sabiendo, entonces nuestraexistencia se vuelve dinámica. Con lo que eseentrenamiento y práctica en hacer nos da lacapacidad de hacer más. Cuando eso sucedeestamos más cerca de alcanzar nuestrossueños y objetivos.

Pensemos y echemos un vistazo

alrededor, a nuestro entorno, con totalseguridad identificaremos personas que:

- Que saben poco y hacen muchosabiendo lo que hacen y triunfan.

- Que saben mucho y hacen poco onada (porque no quieren o porque no sabenhacer) y no triunfan, las oportunidadesparece que no se cruzan en su camino.

No saber y sólo hacer hace queperdamos fuerzas y energías en no saberhacia dónde vamos ni lo que queremos.

Ni saber ni hacer, ni querer saber nihacer, tan sólo podemos desearles suerte...mucha suerte, la van a necesitar.

Obviamente saber mucho y hacermucho sabiendo lo que se hace, nos lleva aunas cotas de éxito como pocas personasalcanzan.

Esta última reflexión nos acerca a otroprincipio que también se cumple

invariablemente (temprano o tarde); este esel secreto por el que debemos serentusiastas, pacientes y perseverantes, paraque:

Cuando hacemos más de aquello que seespera que hagamos, el éxito estará enproporción directa a ese compromiso nuestrode hacer.

Y se dice, y muchas personas puedencorroborarlo, que cuando uno hace untrabajo mayor en cantidad y calidad de aquélpara el que le pagan, al final el mundo acabapor premiarle pagándole más que poraquello que hace.

¿Garantías?... Ninguna.Pero si hacemos lo contrario, sí que

tenemos la garantía de que no habrápremios, ni éxito, ni objetivos conseguidos:sólo habrá decepción y frustración.

Sin embargo cuando hacemos más delo que se espera que hagamos, no sólo

nuestra capacidad de hacer más aumenta (dela maestría y la excelencia hablaremos enotras páginas). Nos da un pasaporte que nosbrinda la oportunidad de buscar y encontrarel lugar que queremos y merecemos(temprano o tarde con entusiasmo, pacienciay perseverancia).

Por lo contrario, si esperamos, aencontrar el lugar, el puesto de trabajo idealpara empezar a hacer más de lo que seespera que hagamos, tal vez y digo tal vez,por no decir con total seguridad, estaremos“oxidados”. Al final quizás no seamos capacesde hacer ni el mínimo exigible, para mediomalvivir... ejemplos “ailos” por doquier.

Ahora vamos con los temores y miedoscotidianos, que en muchas ocasiones nosretrasan, nos crean dudas; en definitiva nosparalizan y no nos dejan hacer, entrar enacción.

Cuando estos miedos son razonables y

son los que todos experimentamos ennuestra existencia, primero debemosreconocerlos como algo natural, normal,inherente al ser humano; nos dan prudencia,eliminan o controlan la temeridad. Estos nosdejan la valentía y la seguridad en unomismo en su justa medida. Pues bien,cuando los hemos reconocido ya los tenemosmedio vencidos.

Segundo, es una verdad “como untemplo” que la mayoría de temores ypreocupaciones que nos asaltan a diario nosretrasan, no nos dejan hacer y despistan denuestros objetivos. Podemos confirmar, sobretodo por propia experiencia, la de todos, queestos ni han sucedido, ni suceden, niprobablemente sucederán. Entonces puesvamos a preocuparnos de lo que acontece yno de lo que no sucede, que probablementeno sucederá ¿Estamos de acuerdo?

Y tercero, esas cosas que tenemos quehacer pero generalmente nos da miedo

hacerlas, enfrentarnos a ellas. El mejorcamino es hacerlas con total consciencia ycuando veamos que no pasa nada, e inclusocuando las repetimos, tendremos ciertasatisfacción por comprobar que sigue sinpasar nada; entonces, ese miedo habrámuerto, desaparecido.

Si el saber y el conocimiento sonnecesarios, el hacer, el pasar a la acción,actuar es imprescindible para triunfar yalcanzar nuestros sueños y objetivos.

¿Parte del problema?...¡Mejor parte de la solución!

Cuando tenemos un problema, unadificultad, una adversidad -y no digamos si aese problema lo consideramos un fracaso-solemos, sin darnos excesiva cuenta,alinearnos con el problema; es decir, nosconvertimos en parte del problema,alejándonos de esa forma de ser parte de lasolución.

Generamos un círculo vicioso en el quelas malas consecuencias del problema no nosdejan ver con claridad lo que tenemos entremanos. A cada posible y tenue solución quese nos ocurre -casi antes de haberlaplanteado, ni tan siquiera definido-, yahemos creado las suficientes excusas como

para desechar esas posibles salidas osoluciones. Volvemos de esta forma a unaespiral de pesimismo y apatía (junto con laansiedad y el estrés que todo ello nosprovoca).

Cuando es alguien quien trata deayudarnos, brindando ideas y cosas parahacer, incluso nos resulta más fácilrechazarlas y crear las excusas másingeniosas en explicaciones y argumentospara volver a rechazarlas. Y así seguir sinhacer nada de nada, lamentándonos pornuestra mala suerte.

El quid de la cuestión está en un cambiode actitud y centrarse en la palabra“hacer”....Hacer es pasar a la acción, acciónes el resultado de hacer, según el diccionario(ya lo hemos comentado).

Cuando entramos en acción, hacemosalgo, lo que sea, pero tendente a buscar yaplicar no basta con buscar posibles

soluciones. Hay que ponerlas en práctica,aplicarlas: eso es “hacer” y podemos empezara “hacer” a partir de un cambio de actitud ennuestra mente y en nuestra conducta.

Alguien puede preguntar ¿cómo se haceeso del cambio de actitud? Vamos asimplificarlo al máximo: lo hacemos porquequeremos hacerlo, sin más. Una vez quequeremos hacerlo y estamos convencidos deque lo vamos a hacer, si necesitamos ayudala buscamos, y tanto si la necesitamos comosi no, actuamos.

Todos sabemos, y algunos por propiaexperiencia, que para dejar de fumar loprimero que tenemos que hacer es estarplenamente convencidos, sólo entoncessomos capaces de dejarlo. Esto es cierto quelleva un tiempo, es decir, un proceso más omenos largo dependiendo de cada uno; unossin ayuda y otros con ayuda de terceros. Quese lo pregunten a alguien a quien el médicole ha asustado diciendo: o dejas de fumar o

te mueres “en menos que canta un gallo”...(siento la licencia, pero es lo suficientementeclara para que se entienda a la perfección,eso es hacerlo porque uno quiere hacerlo).

Entonces, y sólo entonces nos estamosconvirtiendo en parte de la solución, y eso eslo que queremos, ¿verdad?

El resultado de “No puedo hacer nada”,“esto se escapa de mis manos”, “si no hubierahecho esto o lo otro...”, “si pasara esto oaquello...” Siempre condicionales. ¿Y dehacer, de pasar a la acción, cuandohablamos?

Porque las cosas no se hacen solas,¿alguien tendrá que hacerlas? Y si elproblema es nuestro, lo más lógico es queseamos nosotros los que hagamos algo.

Obviamente, para cada persona elproblema más difícil de resolver es el quenos acucia a cada uno de nosotros; y del queademás estamos convencidos que el resto de

nuestro entorno no acaba de entender y noes tan fácil de solucionar como ellos piensan.Y cómo no, si eso es lo que creemos,tenemos toda la razón del mundo. Nuestrosproblemas son difíciles de resolver porquetienen muchos matices y vericuetos; al igualque los problemas de los demás no son tancomplicados. Ya que a cada problema quenos cuentan podríamos dar como cinco, seis,siete consejos “perfectos” para solucionarlos.

Luego entonces, vamos a entrar enacción, a hacer un ejercicio de seriedad ycompromiso con la ayuda de un cambio deactitud para que los consejos que damos alos demás nos los apliquemos y pongamosen práctica (hacer) nosotros mismos. Siresultan, genial y si no, seguimos haciendo,buscando posibles soluciones... Al fin y alcabo, ¿no se nos ocurren y damos consejos alos demás?

Cuando nos hemos cambiado de bandoy hemos dejado de ser parte del problema y

pasamos a ser parte de la solución (a travésde un cambio de actitud), nuestra menteutiliza la imaginación, pone en marcha unaserie de mecanismos y busca los recursostanto en nuestro interior --como elentusiasmo, por ejemplo-, como en elexterior, la cooperación con otras personasque armonizan con nosotros, es decir, sonparte de la solución, que es ahora nuestronuevo bando.

Pensemos lo pernicioso que puede serformar parte del problema y atraer gente quetambién pase a ser parte del problema conactitudes como: “que maaala suerte”,“cuaaanto lo siento... si yooo pudieraayudarte”, etc.

De aquí también podemos deducir laimportancia de buscar y encontrar losentornos que sintonicen con nuestrosobjetivos, porque estos reforzarán nuestrapersonalidad aportando muchas “cosas”,visiones, experiencias, puntos de vista que de

otra manera nos sería imposible adquirir,tener, disfrutar. Y que sin duda nosenriquecen a la hora de vivir y siempre,siempre siendo parte de la solución.

Los compromisos y susconsecuencias

“Una persona comprometida a largoplazo, se convierte en aquello que cree,

transformando su actitud hacia todo lo quehace y como lo hace”.

“La persona que cree en suscompromisos y los mantiene en el tiempo ve

transformada su actitud, convirtiéndose enquien quiere ser”.

Todos tenemos claro qué significan loscompromisos, al menos en teoría; llevarlos ala práctica y mantenerlos en el tiempo, ya esotra cosa. ¿Quién no se ha comprometido,en Fin de Año, con hacer deporte, dejar defumar, perder peso, estudiar aquello que

siempre posponemos, o ser más generosos ysolidarios con quienes lo necesitan?

Habitualmente solemoscomprometernos con uno, dos o tres temas yrealmente empezamos de manera animosa ycomprometida. El primer mecanismo deacción se ha activado en nuestra mente, pero-siempre hay un pero- a las primeras decambio empiezan a aparecer los síntomas dedesánimo. El proceso, entonces se invierte; lamente empieza a buscar excusas paradeshacer ese compromiso y hacerlo demanera no traumática. Lo hace de forma queno parezca una rendición, cuando al final loes, nos guste o no, y las excusas yjustificaciones que nos inventamos suelen serdel calibre:

- No tengo tiempo, cuando realmente essólo cuestión de organización.

- Esto es muy difícil y complicado, mejorlo dejo para más adelante.Quizás lo vemos tan fácil y obtengamos

resultados de manera prematura, bajamos laguardia y al poco ya ni nos acordamos denuestro compromiso.

Simplemente nos comprometemos conalgo de manera voluntariosa, pero como nosabemos realmente cómo hacerlo o notenemos la información para trazar un planpara cumplir nuestro compromiso, loabandonamos.

El resultado es que, al poco, ese o esoscompromisos se han diluido, se han quedadoen nada. Y lo peor es que tenemos, hemoscreado las excusas y las justificacionesperfectas para no tener que echarnos nada encara.

Bien, perfecto, consideremos estasituación como un trampolín: vamos a ver enqué hemos fallado, para corregir o evitar esasituación nuevamente. Sobre todo vamos aperdonarnos por errar, vamos a darnos laoportunidad de crear renovados

compromisos más férreos, con la voluntad yactitud de cumplirlos en el tiempo, pasando ala acción.

Y si nuestra actitud es positiva al final loconseguiremos; gran cantidad de personashan intentado, por ejemplo, dejar de fumaren varias ocasiones, una, dos, cinco, siete omás y al final lo han conseguido. Los medios,las maneras son muchas y muy variadas peroen origen hay un primer propósito ocompromiso para dejar de fumar, latente ennuestra mente. Luego un objetivo másespecífico de dejar de fumar, que es el quenos impulsa a la acción más concreta. Estecompromiso de dejar de fumar de tal o cualmanera es el que habitualmente falla, por noestar lo suficientemente arraigado o creerque lo vamos a conseguir.

Bueno nada es perfecto y todo es difícilantes de ser fácil; este compromiso fallidonos debe servir como base para perfeccionary reforzar el siguiente. Entonces, el final no

puede ser otro que conseguir cumplir connuestro compromiso; esto incluye, o no,buscar la ayuda que podamos necesitar,cuando la necesitemos... Esto es iniciativa yliderazgo interior, los compromisos lasnecesitan para poder llevarse a cabo.

El ejemplo de dejar de fumar puedesustituirse por hacer deporte, perder peso,estudiar, ser generosos o adoptar cualquiercapacidad o habilidad que necesitemos paraalcanzar nuestros sueños y objetivos, previocompromiso por nuestra parte con aquelloque queremos conseguir.

Como podemos comprobar lasconsecuencias de cumplir nuestroscompromisos es convertirnos en quienesqueremos ser. Vivir nuestra vida comoqueremos vivirla, y esto lo vamos a hacerprimero porque queremos hacerlo y segundoporque nos hemos ocupado y preocupado desaber cómo hacerlo.

Hay una cita de Confucio que quisieratraer a este atril:

“¿Me preguntan por qué compro arroz yflores?

Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir”

Vamos a dotar a nuestros compromisosde dos visiones, de dos razones, trato debuscar la palabra exacta, la expresión quemás se ajuste, pero no la encuentro; en fin,vamos al meollo de la cuestión...

Nuestros compromisos deben tener unarazón y es la de vivir (compro arroz paravivir) y los límites los ponemos nosotros,siendo conscientes de lo que necesitamospara vivir y vivir mejor. Un matiz es que lasnecesidades son unas, los deseos suelen serbastantes más y más superfluos que lo querealmente necesitamos, de lo que sonnuestras necesidades.

La otra razón, más sutil que la anterior,

debe darnos motivos, razones importantespara nosotros, por los que vivir (comproflores para tener algo por lo que vivir).

El equilibrio entre estas dos razones denuestros compromisos, mantenidas en eltiempo, nos dan la paz y la armonía quenuestra mente y espíritu necesita. Asítendremos una vida plena, triunfante y feliz,que es en lo que todos sin excepción nosqueremos convertir, en personas exitosas a lapar que felices.

Pero, por si acaso, huyamos de ciertosestereotipos, ya que la definición de triunfo yfelicidad debe acuñarla cada uno de nosotros.Nos encontraremos tantas definiciones comoformas de alcanzarla y vivirla, como sereshumanos habitamos el planeta.

Una última indicación que no me resistoa dejar de mencionar: nuestros compromisoscuanto más claros y sencillos sean más fácilnos será aferrarnos a ellos. Sólo así nos

convertiremos en quienes queremos ser,alcanzando el éxito y la felicidad en nuestrodía a día.

La importancia de laspequeñas cosas

En más ocasiones de las recomendablesy por defecto ponemos nuestra atención einterés en las grandes cosas, desdeñando,dejando de lado las pequeñas cosas. Como siéstas no tuvieran la más mínima importancia;a veces como si ni siquiera fueran necesarias,incluso un estorbo para poder centrarnos enlas grandes cosas, que es lo que pareceimportar a la mayoría.

Sería un “pequeño detalle” queequilibraría la balanza si asumiéramos yentendiéramos que para que se puedan hacerunas cuantas grandes cosas se tienen quehacer infinidad de cosas pequeñas, y no pocobien hechas. Algunas de ellas deben rozar la

excelencia, para que luego esos grandestalentos sean capaces de hacer grandes cosasy el resultado, por supuesto, sea larealización de algo grande, como suma deinfinidad de cosas pequeñas bien hechas. Asíha sido a lo largo de la historia. Las enormesconstrucciones urbanas, los perfectos mediosde transporte, los avances científicos, todaslas grandes iniciativas industriales ycomerciales... se han iniciado a través de larealización de pequeñas cosas, y la suma deellas ha dado el resultado que todos vemoscomo algo “grande y perfecto”.

Todas ellas han necesitado de un grantalento para su creación y culminación, peronadie negará que también han requerido demuchos pequeños talentos para surealización, y sin ellos la consecución de losobjetivos se hubiera vuelto más que dudosa.

Al final esos pequeños puestos son, nosólo necesarios sino útiles en los grandesproyectos, a pesar de que no nos demos

cuenta y haya mucha gente que en suspropias empresas o administracionesdesprecian sus tareas. Ellos mismos lasdesmerecen, pensando que lo hacen tan sóloa cambio de un sueldo, para correr con susgastos y pagar las facturas, pero que elresultado de su trabajo les importa un“pepino”.

Craso error, si todos aplicáramos lamáxima:

“Si no puedes hacer grandes cosas,recuerda que puedes hacer pequeñas

cosas con grandeza”.Si creemos en esto y además lo

ponemos en práctica podemos descubrir todoun mundo nuevo de sensaciones ysentimientos hacia nuestro puesto de trabajoy todo lo que lo rodea. Averiguaremos yconfirmaremos, entonces, que un trabajo esmucho más importante de lo que se puedepensar y los límites de su grandeza los

ponemos cada uno de nosotros.Pensemos en un puesto de trabajo que

tradicionalmente se ha considerado pequeñoy veamos cuán grande puede resultar paraalguien que tiene una visión amplia de lo querepresenta su trabajo:

Alguien encargado de la limpieza deldespacho del presidente de una grancompañía. Si esta persona encara su trabajocon desgana, rapidez y premura por terminar,aún a costa de la calidad del trabajo. Ademásde envidiar al que ocupa ese gran despachoque limpia, es antipático y esquivo cuando secruza con el directivo en cuestión. Llegafrustrado a casa porque en el fondo sabeque, aunque cumple con su trabajo, lo hacede manera tan escueta, que jamás recibe unafelicitación y cuando se sienta en el sofá desu casa tan sólo tiene interés por hacerzapping, evadirse de la realidad (realidad queél mismo ha construido, nadie se la haimpuesto). Esperará que el siguiente día

acabe pronto, ya que las oportunidades soncosas que les ocurren a los demás, no a él,que parece que alguien le ha echado “mal deojo”.

Su ejecutivo, cuando debería estardispuesto a trabajar en sus grandes cosas, sesiente incómodo en un despacho limpio amedias. Donde le han cambiado algunascosas de sitio, papeles que han caído al sueloy los ha ordenado “desordenadamente”. Conlo que el día suele empezar luchando a lacontra, y cuando se cruza con la persona quelimpia, ésta lo mira como si fuera el culpablede todos sus males (mala suerte), cuando enrealidad es la persona que le da laoportunidad de trabajar, que no es poco enestos días, y además no quiere despedirlo,por lo difícil que le resultaría encontrartrabajo.

Veamos qué ocurre cuando la personaencargada de la limpieza piensa y actúa deforma totalmente diferente a nuestro primer

ejemplo. Ésta piensa que su labor esimprescindible para la empresa dondetrabaja, ya que la gente tiene que sentirsecómoda en un sitio limpio, en el que todopermanece ordenado. Al que además, demotu proprio, aplica ambientador para quehasta el olor sea algo motivador y sugestivo.Cuando se cruza con otros compañeros(porque son compañeros si él los consideracompañeros) su personalidad agradable ysimpatía le hacen alguien cercano; esasescasas frases que comparten hacen que secree un buen ambiente entre gente que tienedistintas tareas, y todas ellas importantes ynecesarias.

Además se encarga de que en eldespacho del presidente siempre estén lasmacetas con las plantas bien regadas ycuidadas. Tiene la iniciativa de poner unasflores cuando sabe que habrá una reuniónimportante, todo está perfecto; piensa, endefinitiva, que su trabajo es importante, muy

importante. Que el futuro de la compañíaestá en manos de la gente que trabaja en losdespachos, pero también en manos dequienes no tienen despacho. ¿O no?

¿Qué pensaría un corredor de Fórmula1 si sus mecánicos hicieran un trabajomediocre a sabiendas de que lo es...?

Y cuando llega a su casa, nuestroprotagonista, como está contento, satisfechocon su trabajo, no está excesivamentefatigado. Y como se siente parte integrantede su empresa ha decidido saber más y estáestudiando para ser administrativo comercialen un futuro no muy lejano; espera mejorarsuperándose, con todo el ánimo del mundo.

El presidente de la compañía,agradecido por el resultado de su trabajo sesiente a gusto y parapetado en su limpio einmaculado despacho. Siempre que se cruzantrata de ser amable y cortés con la personaque, no le limpia el despacho, es la persona

que le facilita el que cuando llega a su lugarde trabajo, se sienta predispuesto a trabajary hacerlo no sólo bien sino excelente.

Y como en una de esas cortas peroagradables conversaciones se ha enterado deque está estudiando... Le ha prometido unaoportunidad, y sin duda se la brindará.

Por lo que además, y colofón, podemosdeterminar que el espacio que ocupamos y laautoridad que ejercitamos, se pueden medircon exactitud matemática por el servicio queofrecemos.

Recordemos que la grandeza opequeñez de lo que hacemos es una elecciónenteramente nuestra. Sólo nosotrosdecidimos si lo que hacemos es “pequeño oGRANDE” dependiendo de la pasión,entusiasmo, ilusión, alegría, dedicación conque lo hagamos, lo ejecutemos.

La inacción lleva a la atrofia

¿No es extraño que lo que mástememos es aquello que nunca ocurre?¿Por qué destruimos nuestra iniciativa

por miedo al fracaso, cuando en realidad, elfracaso es un tónico de lo más útil y debería

ser aceptado como tal?

En reflexiones anteriores hemosmencionado y tratado el “hacer”, el pasar a laacción como un paso previo e inexcusablepara alcanzar nuestros objetivos y triunfar. Enésta vamos a centrarnos en su opuesta (y sinembargo complementaria) la inacción,algunas de sus causas y las consecuencias,con algunos ejemplos realmente explícitos.

Tener miedos y temores es algo, no

sólo humano sino necesario para convertirnuestra temeridad en valentía y actuar:

Considerar las opciones, Evaluar las consecuencias y Tomar decisiones, actuar.

Este sería el proceso normal de hacer(actuar), pero en muchas ocasiones nossentimos paralizados, nos faltan arrestos.Buscamos mil y una excusas para justificar elque destruyamos y anulemos nuestrasiniciativas, por miedo al fracaso y a lasderrotas. Cuando esto nos ocurre, en lamayoría de los casos son una buena lecciónpara redirigir nuestros esfuerzos hacia laconsecución de los objetivos que noshabíamos trazado. Así deberíamos considerarcada uno de los obstáculos y derrotas quenos encontramos: lecciones impagables.

Ésta es una forma de “antídoto” que nosinmuniza contra los fracasos... y laconsecuencia lógica es que el fracaso ni

existe ni lo sufren quienes lo viven de estamanera. Insistimos, como una importantelección y experiencia que aporta una serie deconocimientos que de otra forma no podríanadquirirse.

Un pequeño detalle que tendría queempujarnos hacia delante y aventurarnosmás a la acción de hacer es que la mayoríade “cosas malas” que pensamos nos puedanocurrir, ni han ocurrido, ni ocurren, niprobablemente ocurrirán en el futuro. Es unapena que dediquemos más tiempo apreocuparnos de lo que podría pasar que aocuparnos de lo que ocurre realmente anuestro alrededor y sobre lo que sí podemosaspirar a tener un control.

Esto sucede principalmente por falta deseguridad en uno mismo y el entusiasmo quenos empujen a tomar decisiones y actuar.Cuando uno está carente de la suficientemotivación, su seguridad en sí mismo sereduce; esta disminución de la seguridad está

acompañada del regodeo en los problemas,en lugar de en las soluciones. Al final seconvierte en un círculo vicioso, o mejordicho, una espiral decreciente que nos llevapoco a poco a la inacción. Caemos en la faltade acción, de hacer lo que tenemos quehacer, por miedo, por falta de seguridad ennosotros mismos. Y cuando hemos alcanzadoel estado de inacción, debido a los temores,es tremendamente difícil romper esadinámica y ponernos en movimiento.

Un coche parado requiere mucha másenergía, esfuerzo (motivación) para ponerloen movimiento empujándolo, que cuando yaestá en movimiento: mantenerlo así requiereun esfuerzo menor.

La inacción hace que seamos personasen las que la dilación y la indecisión estén tanafincadas que nos impiden ponernos enmovimiento, creando una situación que esmuy perjudicial para nuestros objetivospersonales y profesionales e incluso para

todo aquél que se mueve alrededor nuestro,nuestro entorno.

La inacción nos lleva a la pérdida de lasalud física, mental y espiritual. Veamoscómo podemos romper esa dinámica siemprey cuando creamos que somos capaces dehacerlo....viendo las consecuencias depermanecer en la inacción:

Cuando alguien quiere fortalecer uno desus brazos, ¿lué hace?, ¿Lo deja inactivo,quieto, pegado a su cuerpo para que no semueva (no se “gaste”) y así conseguirobtener una mayor fortaleza...? Si no lo“gastamos”, ¿siempre estará más “nuevo”para usarlo cuando lo necesitemos?

O por el contrario, de una manerarudimentaria, como los antiguos herreros,utilizando el brazo con perseverancia paraforjar, usando el martillo sobre el yunque; atodos nos viene a la mente el poderoso brazodel herrero de la fragua de Vulcano. Y eso

sólo lo consigue mediante el uso, ejercitandoconstantemente el brazo. La fuerza viene dela resistencia; la resistencia se desarrolla conel entrenamiento la práctica y el uso.

¿Ha mantenido el brazo inactivo... o enacción?

En el primer caso no sólo perderemosmasa muscular y fuerza, sino posiblementemovilidad y con el tiempo puede llegar aconvertirse en un apéndice molesto, inútil einservible.

En el segundo caso nuestro brazo, conel entrenamiento y el uso adecuado, puedellevarnos a conseguir aquello que nospropongamos. Justo ahora me viene a lamente nuestro mejor tenista, RafaNadal...Qué le pregunten si el entrenamientole ha servido para triunfar y estar donde está.

Si pasamos este ejemplo de inacción yacción al terreno de la mente yreflexionamos, durante un solo día, sobre las

ventajas y desventajas de lo que podemosalcanzar o de lo que podemos perder osimplemente dejar de obtener, creo quetodos estaremos de acuerdo en que valdrá lapena intentar dejar de lado la inacción (aveces cómoda y segura) y pasar a la acción.Aunque como en todo entrenamiento,empecemos poco a poco, subiendo laintensidad y complejidad de nuestrasacciones, teniendo objetivos claros ydefinidos.

Ahí va otro símil, que no me resisto aplasmar aunque de forma breve y quetambién deja muy claro cuál es la decisiónque debemos tomar:

Si el agua queda estancada, inactiva, nofluye; la vida tiende a complicarse para losorganismos que en ella viven; la putrefacciónaparece y todo signo vital acaba por sereliminado. En cambio, cuando el agua fluyeen un estanque a través de una entrada ysalida, renovándose constantemente, es decir,

está en acción, se mueve, esa agua contendráel suficiente oxígeno y nutrientes para darvida a gran cantidad de organismos y seresvivos que de otra manera perecerían,incluyendo al ser humano.

¡Inacción o acción... Tú eliges!

La seguridad en uno mismo

“La seguridad en uno mismo comienzacon la eliminación de ese demonio llamadomiedo que se sienta sobre el hombro de las

personas y les susurra al oído:No puedes hacerlo.

Tienes miedo de intentarlo.Tienes miedo de la opinión

pública.Tienes miedo de fracasar.

Tienes miedo de no tener lacapacidad de hacerlo”.

LAS LEYES DEL ÉXITONapoleón Hill

Para conseguir estar motivados,

teniendo unas buenas dosis de entusiasmo,una de las capacidades que tenemos quedesarrollar con más ahínco y dedicación es laseguridad en uno mismo. Napoleón Hill, ensu libro Las Leyes del Éxito, ya nos indicaque debemos ser capaces de eliminar esosmiedos que todos tenemos, por ser naturalese inherentes al ser humano, y que en tantasocasiones nos paralizan; haciendo queperdamos gran cantidad de oportunidadespor ese miedo a intentarlo.

Un detalle interesante es que cuandoempezamos a reconocer que estos temoresexisten, los padecemos y que en realidad sonbuenos, son saludables ya que nos obligan aevaluar las consecuencias de lo que tenemosque hacer, en ese momento es cuandoempezamos a tenerlos controlados; evitandoque pasemos del temor a la temeridad, queal final son dos extremos que no convienen siqueremos ser personas centradas yequilibradas.

Cada uno de esos miedos que tienden aminar nuestra seguridad tiene un aspectobeneficioso, que puede aportarnos ventajas sisabemos mejorarlo con cierta habilidad;empecemos por la que dice:

No puedes hacerlo. Excesivamentecategórica y que en muchas ocasiones vieneprovocada por nuestro entorno y la creenciaque tenemos sobre nosotros mismos. Enmuchas de las ocasiones nos subestimamos,asumiendo nosotros ese rol de no poderhacerlo. Quizás si fuéramos capaces de saberel por qué queremos hacerlo, el cuándo, eldónde y saber sobre todo el cómo lo vamosa realizar, entonces el “no puedes hacerlo” seconvertiría en un reto, en un objetivo claro ydefinido que si podríamos hacer, ya quetendríamos la confianza y la seguridadsuficiente.

Tienes miedo de intentarlo. Ya lohemos comentado, pero es bueno reiterarlo,que cuando el temor nos atenaza y el miedo

a intentarlo se instaura en nosotros, esmomento de sacar su complementario. No esni más ni menos que la cantidad deoportunidades que dejamos pasar yperdemos si no entramos en acción. Lasoportunidades, como todos sabemos porpropia experiencia, cuando pasan, se vanpara no volver; todos hemos oído hasta lasaciedad que: “Es mejor arrepentirse dehacer algo que de no hacerlo”. Por lo tantovamos a intentarlo sí o sí.

Tienes miedo de la opiniónpública. En muchas más veces de las quedeberíamos escuchamos a nuestro entorno,cuando este desconoce en profundidad loque queremos hacer, o simplemente no lesimporta. Vierte, además, opiniones negativasy tendentes a quitarnos de la cabeza losplanes que queremos llevar a cabo,introduciendo sugestiones negativas que alfinal acaban por hacer mella en nuestrosplanes y objetivos.

La consecuencia no es otra quequedarnos como estamos (en la zona deconfort y falsa seguridad); de ahí laimportancia de buscar entornos adecuados yque empaticen con nuestros objetivos.Obviamente, las opiniones razonadas yrazonables emitidas por quien nos tieneaprecio deben ser atendidas con el mayor denuestros intereses.

Tienes miedo de fracasar. Estemiedo está entroncado con el miedo aintentarlo; vamos más allá y directamenteantes de empezar ya estamos anticipando unfinal nefasto, es decir “que vamos a fracasar”.

Pensemos que es una cuestión deopciones. Si cualquier deportista de élite seentrenara todos los días pensando que va aperder, sus opciones de ganar serían pocas,poquísimas, casi ninguna. Es razonable estarpreparado para el fracaso, ya que puedeocurrir, pero vamos a intentarlo esperando yqueriendo triunfar: seguro que de esta forma

tendremos bastantes más opciones deconseguirlo que si hacemos todo lo contrario.

Tienes miedo de no tener lacapacidad de hacerlo. Volvemos una vezmás al tema de subestimar las fuerzas ycapacidades que tenemos para afrontar losretos que la vida nos pone por delante, asícomo los objetivos que tenemos o que noshemos trazado. Si somos capaces de analizarel cómo podemos alcanzar nuestros objetivosy tener un proyecto de vida con propósitosbien definidos, habremos recorrido un largotrecho hacia su realización.

La seguridad en uno mismo puededesarrollarse, al igual que somos capaces dedesarrollar la fuerza o la resistencia encualquier músculo de nuestro cuerpo,mediante su perfecto conocimiento, elentrenamiento y la puesta en práctica. De esaforma adquiriremos la suficiente seguridaden nosotros mismos y como siempre,pasando al modo “hacer”, es decir a la acción,

usándola y entrenándola a diario en todas lassituaciones que lo requieran. Sin duda, sisomos capaces de movernos por el mundocon seguridad en todo aquello que hagamos,nuestros depósitos y baterías de motivaciónestarán siempre “a tope”, para reconocer yaprovechar cualquier oportunidad que secruce en nuestro camino.

Seguro que hoy capturamos una buenaoportunidad. ¡suerte!

Espíritu.......¿eso qué es loque es?

El otro día, un buen amigo, después deleer una mis reflexiones, en las quemencionaba la importancia de cultivarcuerpo, mente y espíritu con tal de alcanzarel equilibrio, la paz y la armonía interior, mecomentaba que lo de cuerpo y mente, bien,que lo entendía y que estaba claro, lo que yano tenía tan claro era lo del espíritu (yo creoque sí lo tiene claro y a la perfección, ya queél mismo tiene uno bien grande y lo cultiva,aunque no se dé cuenta de que lo hace).Total, que lo que quiere es que escriba algomás sobre eso que llamamos espíritu, elalma, según mis rudimentariosconocimientos.

Y eso voy a hacer, pero esta vez no voyplasmar ni lo que dice el diccionario, ni voy arevisar mis notas, ni escritos, ni tan siquieravoy a pensar demasiado en ello, voy aempezar a escribir y veamos qué obtenemos.

Todos tenemos claro lo de cuidarnosfísicamente, llevando una vida sana,realizando deporte moderado, para los queno vivimos de ello. Eso incluye una serie dehábitos saludables en cuanto a horariosequilibrados de trabajo, ocio y descanso.Respecto a la alimentación, la dieta a seguirpor el común de los mortales pasa por comercasi de todo con moderación, sabiendoescuchar a nuestro cuerpo, que en muchasocasiones nos da indicios de qué caminotomar, hacer cuatro o cinco comidas, cenarpoco, etc., etc.

Hasta aquí, entendido; otra cosa es quelo sigamos o no, pero sin duda el que tengaestos hábitos podrá hablarnos de lasbondades de este tipo de vida. Podemos,

además, llevarlo al punto que queramos deperfección y dedicación; la decisión esnuestra, siendo sus ventajas pronto visibles anuestros ojos y a los ojos de los demás.Antes de que se me olvide, los pequeñosexcesos y las excepciones, en su justa yescasa medida nos ayudan a confirmar laregla (nuestros buenos hábitos).

Si damos una vuelta de tuerca en labúsqueda de la salud, encontraremos quecultivar la mente nos hace y nos convierte enpersonas muy saludables y equilibradasmental y físicamente. Esto significa ni más nimenos que dar aliento a la mente, y en estecaso, los caminos también son infinitos, contal de que seamos conscientes de que loestamos haciendo; de esta formaincrementamos las ventajas y beneficios.Estas vías pueden ser entre otras leer,estudiar, aprender de nuestras experiencias (yde las de los demás), las relacionesenriquecedoras, visitas culturales (varias y

variadas), la música, el teatro, el cine...El cultivo de la mente está muy dejado

de lado (y no me refiero a todo el mundo,lógicamente; generalizar no es bueno), por eltipo de sociedad en la que vivimos, en la queunos pocos intentan dirigir nuestrosmovimientos. Lo hacen a través deespectáculos de masas sin sentido; de losprogramas de TV de más audiencia mejor nicomentamos, ¿verdad?... Se intenta que nopensemos, hay muchos pequeños ejemplosen los que los que están “arriba” tienenmiedo de que el pueblo no sólo piense, sinoque tenga una mente saludable concapacidad de razonar razonablemente...Dejemos este camino que no nos conduce anada bueno, volvamos a nuestra senda...

Es un derecho que tenemos y unaobligación que debemos imponernos elbuscar fuentes de conocimiento quealimenten nuestra mente. Un pequeño detallepara la reflexión: existe un gran porcentaje

de personas que llegan a mayores, son muymuy longevos y todas ellas han cultivado ydesarrollado profundamente su mente demuy diferentes maneras, escritores,científicos... gente, en definitiva, de una grancultura, y por qué no decirlo, sabiduría.

Bueno, después de “tropecientas”palabras y líneas aún no ha aparecido elespíritu, a ver si al final resulta que mi amigotiene razón y esto del espíritu es unaentelequia inventada por algunos que estánaburridos.

En realidad esa es una de las grandezasdel espíritu: parece que no está, pero estápresente en todo y todo lo inunda. Enrealidad ya hemos hablado de él durantetoda la reflexión; podríamos considerar quenuestro espíritu es esa caja donde se recogennuestros sentimientos, sensaciones yemociones, estados de ánimo; ese tipo de“cosas” que la mente y el cuerpo no puedenregir, aunque se manifiestan a través de ellos.

Si no, cómo podemos explicar los momentosde “subidón” y motivación frente a los de“bajón”, y en muchas ocasiones la mismacausa puede provocarnos una u otra reaccióndependiendo de nuestro estado de ánimo yactitud.

La voluntad y la actitud que sonimprescindibles para “funcionarequilibradamente” deben forjarse en elespíritu, para que el cuerpo y la mentepuedan, posteriormente, adueñarse de ellos yponerlos a trabajar para pasar a la acción.

Por todo ello, cultivando el cuerpo y lamente, estamos cultivando el espíritu a lavez, pero lo hacemos de una maneraespontánea, poco estructurada ydesordenada. Lo que nos lleva en muchasocasiones a no ser capaces de controlaradecuadamente nuestras sensaciones,sentimientos, emociones... en definitiva,nuestros estados de ánimo.

Vamos, pues, a cultivar nuestro espíritude una manera estructurada y ordenada parasacarle el máximo partido, ¿Cómo podemoshacerlo? Podemos empezar por cosassencillas como controlar la respiración y lospensamientos a través de métodos derelajación, promover actitudes positivas y deserenidad desde nuestro interior. Existenlecturas, para todo ello hay infinidad; al igualque un sinfín de técnicas como el Tai Chi,Yoga, Chi Kung, meditación, la conexión conla naturaleza. Todas ellas nos acercan alcontrol del cuerpo y la mente a través de esoque llamamos espíritu, el alma en definitiva.

Cuando cultivamos cuerpo, mente yespíritu siendo conscientes, podemos hacerlorealizando cualquier cosa que hagamos,porque entonces encontraremos que ese“cultivo” está en todo lo que hacemos,hallando la serenidad que ansiamos para viviren plenitud.

Cuando trabajamos y desarrollamos los

tres en su justa proporción el resultado esvivir en paz, con armonía y de formaequilibrada con nosotros mismos y sobretodo con nuestro entorno... ”Be water myfriend”, conseguimos adaptarnos (nuncajamás conformarnos) a las circunstancias quenos rodean y eso ya es una manera de hallarla felicidad y el triunfo.

Imagino que hay muchas másdefiniciones y explicaciones de eso quellaman espíritu y más acertadas que esta,pero esta aunque espartana es la mía y asíqueda plasmada... ¡Un abrazo, amigo!

Adaptarnos al entorno... ¿ypor qué?

“El hombre razonable se adapta almundo; el hombre poco razonable se

empeña en intentar que el mundo se adaptea él.

“Así pues, el progreso depende delhombre poco razonable”

George Bernard Shaw“El anhelo de comodidad mata la pasión

del alma”Kahlil Gibran en su libro El Profeta

El otro día dando una charla sobreMotivación en un instituto, mientras intentabaexplicar que el triunfo es la perfecta

adaptación al entorno y a las circunstancias,con tal de alcanzar nuestros sueños yobjetivos, lo hacía con ejemplos y poniendotoda la maestría de la que soy capaz, en loque hago.

Un chico avispado y despierto mepreguntó lo siguiente, con cierta sorna ysabiendo que me había metido un gol por laescuadra:

—Sí, pero si tanto nos adaptamos alentorno, ¿no es una postura de conformismoante la vida y ante lo que nos ocurre?

Y efectivamente tiene toda la razón delmundo, y realmente lo de la adaptación alentorno requiere una exhaustiva y clarísimaexplicación, para que se entienda en toda suacepción y sea todo lo contrario alconformismo.

De entrada vamos a empezar a jugarcon ventaja y digamos que conformismo oadaptación es una cuestión de voluntad y

actitud mental. Si tenemos que elegir una uotra para que nos ayude a motivarnos, parasuperarnos y triunfar, creo que la opción estáclara, vamos a darle una vuelta de tuerca aesto...

Cuando nuestra voluntad y actitud noslleva al acto de conformarnos, estamoseliminando toda posibilidad de acción y dereacción positiva. Cuando uno se instala en elconformismo, esa espiral en la que estácentrándose constantemente, lo posiciona enlo “malo” que le ocurre. Se conforma con undestino que él no ha elegido pero queasume, lo padece y lo sufre; es incapaz deromper esa dinámica y uno acaba frustrado yparalizado. Bueno, parece obvio que loúltimo que debemos hacer es conformarnoso ser conformistas per se.

La otra postura es la adaptación alentorno y circunstancias que nos rodean;aquí la voluntad y la actitud inicialmente nosindica dónde estamos, quiénes somos. Ello

no significa conformarse, significa adaptarsea lo que hay de manera que podamosconocernos y saber en el más amplio sentidode la palabra a dónde queremos ir(objetivos) y en quiénes nos queremosconvertir. En ese preciso momento estamosutilizando la adaptación como un trampolín,como un punto de apoyo; entoncessentiremos una motivación interior que nospropulsará hacia delante, es decir hacia lasuperación, camino del triunfo.

Después de esto podemos ver que laadaptación no sólo no es conformismo sinoque es todo lo contrario: es resistencia, eslucha, es acción. Cuando uno pasa a laacción, actúa, ocurren cosas y esas cosassiempre son “buenas o malas” tambiénúnicamente bajo la interpretación quedeseemos darles, cuestión de actitud.

Debemos ser conscientes de que el hiloentre decidir si nos conformamos o nosadaptamos a veces es tremendamente fino,

de manera que nuestra voluntad y actitudmental nos lleva a estarnos quietos(conformismo) o a la acción, actuar(adaptación).

Una vez que hemos dejado elconformismo atrás, nos hemos adaptado alentorno y circunstancias de manerarazonable. Podemos pasar a la siguiente fasey empezar a dejar de ser “razonables” paraque el mundo empiece a adaptarse anosotros, como decía G. B. Shaw. Sólo asíhabrá progreso, con gente inconformista quelucha por mejorar el mundo. Por supuestoque hay gente que nace así, inconformistasde pro y mueven el mundo sí o sí. El restodel común de los mortales tenemos queayudar en esta tarea, pasando por la fase delno quiero conformarme, a la adaptación y deésta, con la motivación suficiente, pasar a laacción, por mejorar y hacer progresar elmundo y la sociedad en la que vivimos.

Hay otra visión que también mata las

ansias de avanzar y progresar: es labúsqueda y el apalancamiento en lacomodidad, con el deliberado intento depermanecer en ella de por vida una vez quese alcanza. Lo cual, como dice K. Gibran,mata la pasión del alma, es decir, eliminacualquier motivación que nos impulse haciadelante. No parece demasiado halagüeño, yaque si nuestra vida fuera, estuviera, en unterreno plano, sin ángulos, quizás podríamosoptar por quedarnos como estamos. Peromás bien parece que estamos en un caminocon cierta inclinación a la subida, lasencrucijadas y los baches, por lo que sólotenemos dos opciones: o avanzar oretroceder. Si nos paramos empieza un lentopero inexorable retroceso, un camino haciaatrás; pensemos que el mundo quehabitamos es dinámico y está inmerso encambios constantes. Es nuestra eleccióngestionar esos cambios para mejorar lasociedad, el mundo y por supuesto a

nosotros mismos.

Solo o acompañado

Otra de esas dicotomías que sepresentan cuando se tratan temas sobre lamotivación, la superación y el triunfo es la deir solos o acompañados en este apasionantecamino. Vamos a explicarlo e intentar que seentienda lo mejor posible.

Inicialmente, cuando empezamos aestructurar nuestra motivación, basadaprincipalmente en capacidades y habilidades,que serán nuestras herramientas, unas ya lasposeemos, las hemos heredado, debemospracticarlas, y otras nuevas, que serán lasque necesitamos adoptar, desarrollar yentrenar. Éstas, puestas en práctica, junto conlas anteriores, se convertirán en un sistemade herramientas, que en conjunto nospropulsará hacia delante.

Éste es un camino que debe nacer ennuestro interior y que en su inicio debemosafrontar solos. Solos no significa en soledad,lo que quiero decir es que si no somosnosotros los que creamos la motivación ennuestro interior, es muy difícil que los demáslo hagan. Y cuando lo hacen es de manerapasajera y temporal; aunque no cabe dudaque puede ser una gran ayuda, si somoscapaces de entender y aprender losmecanismos que hacen que una persona semotive. A partir de ese punto, insisto, eltrabajo es interior, de uno mismo consigomismo (siento la redundancia).

Una vez que nuestro embrión demotivación se ha gestado en nuestro interiory somos conscientes de ello, debemosdesarrollarlo con toda la ayuda queestimemos oportuna. Podemos utilizar paraello libros, cursos, personas que desborden ytransmitan energía, la música, el deporte,todo vale (todo no, casi todo, no hay que

exagerar). Así podemos encontrar lasrazones que nos motiven, desarrollarlas ysobre todo mantenerlas en el espacio-tiempopara conseguir los resultados esperados ypor los que luchamos.

Bien, ya hemos recorrido un largotrecho hasta aquí, y si estamos motivados esque tenemos intención de superarnos. Estasuperación entraña el que tengamosobjetivos claros y definidos; ahora es muyimportante rodearnos de un entornoadecuado, que nos ayude a alcanzarlos y nonos frene o ponga zancadillas que nosdesmotiven constantemente.

Y eso, queramos o no, es un viaje queno es posible hacer solos, necesitamos deotras personas que nos acompañen. Nadieque haya triunfado lo ha hecho solo;cualquier proyecto en el que nosembarquemos necesita, requiere, de otrostalentos diferentes al nuestro. Pongamos unejemplo: toda empresa necesita de alguien

que sepa comercializar sus productos oservicios, que los ponga en manos de losclientes, que los venda; otro talento debesaber comprar y negociar las mejorescondiciones para sacarle el máximo beneficioposible, y por último alguien que maneje lasfinanzas, el dinero que entra y el que salepara que el negocio sea viable y asípodríamos continuar a través de talentoscomo el técnico, el innovador, el investigador,etc., aquí las sinergias casi se pueden “tocar”.

Estaremos de acuerdo que es difícil quetodos estos talentos se den en una solapersona, y todos desarrollados en cantidad ycalidad para afrontar cualquier reto oproyecto.

Si traspasamos el asunto al terreno dela motivación, ocurre lo mismo: podemosnecesitar de otras personas (o en este caso“elementos”), que nos proporcionenentusiasmo, autocontrol, imaginación,seguridad en nosotros mismos, iniciativa,

concentración, etc.Todos tenemos fuentes o debemos

hallarlas para que nuestra motivación esté enniveles elevados. Si lo hacemos en compañía,las ventajas son palpables, frente al ir soloso, lo que es peor, estar y sentirse solo. Locierto y verdad es que sentirse en soledad essaludable en determinados momentos, parareencontrarnos con nosotros mismos, perono es bueno tener ese sentimiento, esasensación de manera permanente.

Pensemos incluso que en muchasocasiones podemos sentirnos solos y ensoledad cuando estamos rodeados de gente,debido a la falta de sintonía entre laspersonas que los ocupan, lo cual es peor sicabe.

En definitiva debemos empezar solos,porque es una elección enteramente nuestra.Una vez superada esta primera fase, lo ideales ir acompañado en el camino de la

motivación hacia la superación y el triunfo,en nuestros proyectos profesionales y devida.

Y la implicación de los que nosacompañen la decidimos nosotros, no esnecesario tener decenas de socios para todo.Uno puede buscar el grado de relación queen cada caso estime oportuno, amigos,consultores, socios, etc.

Sin olvidarnos que, periódicamente,necesitamos momentos de soledad, ensilencio, aislados del mundanal ruido y lavorágine de sociedad en que vivimos paranuestro desarrollo interior y personal.

La motivación, elementoindispensable para perderpeso de forma saludable

Vamos a presentar una serie de basespara que nadie se lleve a error, ni con el títuloni con el desarrollo del mismo en estareflexión. Primero dispongo de unosconocimientos rudimentarios, de cómofunciona el metabolismo en el ámbito de lanutrición y el deporte. Por una parte llevopracticando deportes y actividades desdehace más de treinta y cinco años, y por otrolado siempre he tratado de saber cómo vaesto de la alimentación, a base de libros detodo tipo (y pelaje). Ya que soy un gran“comedor” así como un empedernido lector ycuanto más deporte hago (en intensidad y

duración), más ganas de comer me produce,siendo la consecuencia lógica el aumento depeso (que no siempre de masa muscular).

Y si los conocimientos no se ponen enpráctica, en acción, no sirven de nada; esdecir, todos sabemos lo que hay que comer ycuando comerlo, otra cosa muy distinta esque lo sigamos o no.

Como todo hijo de vecino he probado yhecho un sinfín de dietas, muchas de ellasavaladas por gran cantidad de estudioscientíficos y estadísticas de resultados entre lapoblación. Y debo decir que la mayoría de lasque tenían el sentido común comoprerrogativa me han ido bien y heconseguido ese control de peso que deseaba.

Con los años, la experiencia y porsupuesto el sentido común he diseñado mipropia forma de comer y, sobre todo,escuchando a mi cuerpo. Siendo paciente yperseverante con los resultados en el tiempo,

y esto incluye el tipo de ejercicios, laintensidad y la duración de los mismos.

Sentando las bases de la reflexión mehe metido de lleno en ella y de momento nohemos hablado del “cómo hacerlo”, y eso selo dejo a cada uno de mis lectores, queseguro, saben lo suficiente para ponerse enmarcha. Alcanzar ese peso y forma física quedesean, si realmente eso es lo que quieren yse lo exigen con una suave disciplina y unosbuenos hábitos.

También es justo, llegados a este punto,mencionar que el control del sobrepeso enpersonas obesas puede pasar por patologíasque requieran de supervisión médica. Sirvaésta como declaración que cualquier temaque influye directamente en nuestra saluddebe ser tratado por un médico que se hagaresponsable de las directrices que vayamos aseguir.

En estos últimos días he oído que dejar

de fumar no engorda sino que el fumaradelgaza (según la noticia, se han hecho losestudios pertinentes, con semejantesresultados).

También he oído que hacer el amor, nosé cuantas veces, sirve para quemar no sécuantas calorías, con lo cual tambiénadelgazamos. Al final va a resultar que casitodo adelgaza y nosotros sin saberlo, porqueen general cada día nos cuesta más controlarel peso.

Dicho lo cual vamos a mi teoría. Es unsecreto a voces puesto que todos losabemos, sin saberlo ni utilizarlo de maneraconsciente: el secreto para perder esos kilosde más y que nos ayudará a estar en formano es otro que la MOTIVACIÓN. Sí, sí, estarmotivados de manera consciente, tambiénadelgaza. ¿No? ¿Y por qué no?

La Motivación obra milagros invisibles yvisibles a la par; pongamos por caso que

tenemos la voluntad de hacer deporte, queno es poco, con la de cosas que tenemos quehacer, ¿verdad?

Y cuanto más deporte hacemos, másapetito tenemos y más comemos, sinmiramiento ni mesura; con la excusa de quelo “quemamos o lo quemaremos” haciendodeporte. Al final ganamos peso, aunque sí escierto que nuestras “carnes” están másprietas y nos sentimos mejor. Bien, bueno,avancemos...

En este caso tenemos la voluntad, peronos falta la actitud de comer lo que tenemosque comer cuando tenemos que comerlo.Fácil de explicar, fácil de entender, fácil dehacer. ¿Por qué no lo hacemos entonces?...No busquemos complejidades, es simple:nos falta la actitud. Cuando desarrollamos lavoluntad y la actitud de hacerlo, estaremosmotivados para conseguir aquello que nospropongamos, incluido el perder peso.

Un camino para desarrollar la voluntady la actitud, es decir, tener la motivaciónsuficiente para tener un peso adecuado yestar en forma, es plantearnos una serie depreguntas:

¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cuándo?¿Dónde? ¿Cuánto? Y sobre todo, ¿cómo lovamos a conseguir? Esto incluye tener unosobjetivos claros, definidos y mejor si son porescrito (cada uno los suyos, en muchasocasiones los objetivos no sonintercambiables, ni compartibles con otraspersonas). Lo organizaremos en un plan y loseguiremos. Primero porque queremoshacerlo y segundo porque creemos que eseplan nos va a llevar hasta donde queremosllegar (la autosugestión, la disciplina y elhábito son importantes e imprescindibles enesta fase).

Entonces estaremos motivados, ycuando lo estamos nuestro estado de ánimonos mantiene en una actitud positiva. Esto

nos lleva al dinamismo y esto de por sí yagasta calorías.

Insistamos en que el secreto está en esecambio del estado de ánimo, combinado conla voluntad de hacer deporte, con la actitudde comer adecuadamente; entonces pasamosa la acción y cuando se pasa a la acción todoes posible.

Desde mi humilde plataforma, os reto ahacer ese cambio de “chip”; los beneficiospueden ser muchos y muy variados.Recordemos que inicialmente la motivaciónnace en nuestro interior, y luego podemosdesarrollarla a través de múltiplesherramientas, como las que aparecen enestas páginas.

¡Ánimo, y jamas abandonéis!

Si has construido castillos enel aire...

¿No va siendo hora de que pongaslos cimientos?

Y así cumplir tus sueños y objetivos,esos que siempre has tenido y nunca te hasatrevido a poner en marcha. Quizás hayallegado la hora de tirar la toalla que protegetu nuca y seca tu sudor después de calentar.Deja de ver el partido desde el banquillo ysalta al terreno de juego; ya sabemos que esimprescindible entrenar, pero si sóloentrenamos y ni practicamos, ni jugamos,finalmente siempre estaremos esperando esaoportunidad, que además, cuando pase no laveremos o seremos incapaces de levantarnosdel banquillo. Nos habremos quedado

pegados en el susodicho, como eternosreservas.

Recuerdo que después de casi treslustros trabajando en y para la mismaempresa, cuando alguien me hizo una ofertaque no pude rechazar, a uno de losresponsables, sólo se le ocurrió decir que erauna pena, porque (yo) era una apuesta parael futuro... Me pregunto qué futuro, despuésde todo ese tiempo preparándome paraasumir mayores retos... Dejemos el temapersonal y vayamos al meollo de la cuestión.

Es una buena idea empezar a pensarque es factible que nuestro mundo, elentorno y las circunstancias mejoren, peroexiste una condición, un pequeño detalle: esque previamente debemos mejorar nosotrosmismos y ese es un proceso que comienza ennuestro interior. Ese “interruptor” que activaesa mejora, ese cambio, por pequeño quesea, es nuestra tarea localizarlo y activarlo.Lo podemos llamar como mejor nos parezca:

motivación, ilusión, entusiasmo, alegría,pasión... Bueno, si sabemos cómo llamarlo ysomos capaces de definirlo, nos será másfácil mencionarlo por su “nombre” y al finencontrarlo y activarlo.

También deberíamos pensar -perdón,mejor creer- que cualquier cosa, sueño,objetivo en el que creamos con verdaderosentimiento acabará por hacerse realidad. Aligual que acabamos convirtiéndonos enaquello que pensamos constantemente, ypara que todo ello suceda lo tenemos queponer en marcha, a través de la voluntad.

Bien, ya sabemos qué queremos, ahoravamos a desarrollar la actitud: el estado deánimo que nos impulsa hacia delante.Podríamos decir que ya hemos entrenado eincluso estamos calentando en la banda;estamos ansiosos por salir a jugar, peromuchas veces el miedo, esos temores alfracaso, a no saber hacerlo adecuadamente, alas críticas de la gente, al ridículo, etc. nos

atenazan y nos dejan paralizados.En el caso de los deportes es fácil: el

entrenador te da la orden de salir a jugar,sales a jugar y se acaban las “tonterías”;juegas, das lo mejor de ti, e incluso puedestriunfar. Ah, y si te caes, te vuelves a levantary sigues jugando... Puedo seguir con ladescripción, pero no creo que sea necesario.

En la vida real podemos pasarnosentrenando y calentando toda una vida, yaque no hay nadie que nos empuje haciadelante salvo nosotros, (no hay entrenadorque nos dé la orden de saltar al terreno dejuego). Por todo ello nuestra misión, una vezque tenemos la voluntad y la actitud, espasar a la acción, actuar; no basta con saber,hay que saber y hacer, es decir, hacersabiendo (esto nos suena de algo, ¿verdad?).

Todo este juego de palabras, si somoscapaces de encajarlo en nuestra organizaciónmental, no sólo nos ayudará a alcanzar

nuestros sueños y objetivos, sino quepodremos disfrutar de un camino hacia ellosplacentero y lleno de felicidad.

Ahora alguien dirá: “Bueno, y losproblemas, derrotas y adversidades, ¿qué, noexisten, no les hacemos caso?” Vamos asentar la premisa, y tenerla muy presente,que cuando uno ha decidido lo que quiere ysobre todo cómo lo quiere -vamos, que tieneclarísimos sus objetivos y actúa como si fueraimposible errar- está jugando el partido desu vida, entonces tiene claro que cadaproblema, derrota a la que se enfrenta tienesolución o no existe ninguna solución. Si haysolución la busca y la aplica y si no la hay, loasume y redirige sus esfuerzos; sabe que lasadversidades y las derrotas deben tomarsecomo lecciones maestras que nos imparte lavida; que de otra manera sería imposiblerecibir.

Y para que todo lo anterior “funcione” yno sean palabras huecas; más que un

derecho es una obligación utilizar laimaginación como una herramienta, unacapacidad de la que somos enteramente losdueños y señores de ella. Para sacarle elmáximo partido no sólo hay que entrenarla,sino ponerla en práctica a través de pasar a laacción. Sólo así seremos capaces dedesarrollar una imaginación potente ypoderosa, que le ponga cimientos profundosy sólidos; para que nuestros castillos(sueños) dejen de estar en el aire y pasen aconvertirse en realidades tangibles quepuedan verse, tocarse y sobre todo sentirse.

Nada ni nadie puedeproporcionarte el éxito

excepto tú mismo

Antes de empezar cualquierplanificación o trabajo organizado parasuperarnos, buscar la maestría y la excelenciaen lo que hacemos alcanzando el triunfo ysiendo felices durante ese camino (vaya fraselarga, casi me quedo sin aire); en fin, lo quedigo es que debemos tener claro que nada ninadie puede darnos el triunfo salvo nosotrosmismos; tenemos que empezar a creerciegamente en nuestros objetivos, en lo quehacemos y en cómo lo hacemos. Y comotambién sabemos que nadie va a alcanzar eltriunfo de manera solitaria, será necesarioque los demás, nuestro entorno y el mundo

crea en nosotros y en lo que hacemos.Con lo cual será más fácil y lógico, por

otra parte, que los demás crean en nosotros,si primero nosotros creemos en nuestrasposibilidades y en los demás. Pido disculpaspor las redundancias, pero todo esto acabapor sugestionar y programar nuestra menteno sólo a entenderlo, sino para asumirlo y loque es mejor para ponerlo en práctica.

Creer en uno mismo y hacerlociegamente no significa en absoluto quenuestro egotismo se dispare unos enteroshasta convertirnos en seres prepotentes;momento en el que uno empieza a utilizar lafalsa modestia para excusar sucomportamiento petulante y arrogante. Esoes algo que quien lo pone en práctica no lopuede ocultar, lo lleva escrito con luces deneón en la frente, así que mejor quizás nopreocuparse, pero sí ocuparse de manteneralejados y bajo control las posturasprepotentes, arrogantes y de falsa modestia.

De esta forma tendremos presente que lahumildad y con ella la honestidad en todoaquello que llevamos a cabo son lasprecursoras, los puentes hacia el éxito enmayúsculas.

Una actitud que podemos emplearcomo uno de los principios de nuestraconducta: es creer siempre en nosotros, perosin decirle al mundo de lo que somoscapaces... es preferible demostrárselo.Entonces el mundo no tendrá dudas en creeren nosotros, hasta nos convertirá en líderes,porque nuestra iniciativa les habrá llevado aconfiar en lo que hacemos y como lohacemos.

Una ventaja -y no pequeñaprecisamente-, cuando le demostramos almundo de lo que somos capaces, en lugar dehablar, hablar y no hacer, es que podemosevitarnos el que los prepotentes de párrafosanteriores, traten de “chafarnos, arruinarnos”los planes cuando se lo contamos. Y para ello

suelen utilizar palabras como “imposible, nocreo, yo sé de quién se ha estrellado, etc.”Sugestiones por otra parte que debemosevitar a toda costa, ya que muchas de ellasacaban convirtiéndose en autosugestionesdemoledoras, por lo que inventamos ydesarrollamos entonces todo tipo de excusasy pretextos para hacer caso a todas esasnefastas y malintencionadas sugestiones; quenos derrotan y dejan paralizados antessiquiera de salir “al ruedo a torear nuestrosproyectos”.

Al margen de buscar entornos que nosanimen desde la objetividad y crean ennuestros proyectos, un buen escudo podríaser esta pregunta:

¿Quién dice que no puede hacerse?¿Y qué gran logro puede atribuirse esa

persona que la autorice a utilizar la palabra“imposible” con tanta libertad y ligereza?

También me gustaría hacer mención de

otro principio que marca la diferencia, aveces incluso sutil, que separa a un líder coniniciativa de un parásito de la sociedadtambién con iniciativa: que uno siempretoma, siempre quiere recoger sin siquierasembrar (pretende darle la vuelta a losprincipios de la agricultura, quiere recoger,cosechar antes de sembrar o, lo que es peor,sin sembrar). El otro piensa en dar, ensembrar y en la misma grandeza del actoestá ya cosechando, empezando por supropia mente y actitud, que se ve reforzadapor estos actos y que a su vez se ve atraído asituaciones y personas como las que él seocupa y preocupa de crear y potenciar.

De manera que no podemos terminarde otra manera, que aseverando que la únicaforma de tener felicidad es brindándola a losdemás. Sólo así conseguiremos vivir deforma exitosa todos los días de nuestra vida,y ese camino comienza en nuestro propiointerior, por eso nada ni nadie puede darnos

el triunfo, excepto nosotros mismos.

Viaje a la superación

Un principio Taoista viene a decir quetodo camino, por largo que sea, empieza conun primer paso, y podemos constatar queese paso siempre será hacia delante. Lo de irhacia atrás para tomar impulso en realidad esir hacia delante.

Desde aquí recomiendo a todos unaobra maestra como es el TAO TE KING deLao Tse, escrito hace unos cuantos siglos yque, a pesar de su larga vida, cada díaresultan más vigentes y necesarias susenseñanzas.

Ese viaje hacia delante nos lleva a lasuperación, nos acerca al triunfo y todo estocomienza con un único y a veces solitariopaso hacia delante. Por ello es muyimportante tener objetivos y que estos sean

claros y definidos. Pero hoy no toca hablarsobre objetivos, metas y propósitos, que lohemos hecho con anterioridad y sin duda loharemos.

Ese paso que ya hemos mencionado,como un primer paso hacia delante, nosindica y aboca a algo que generalmente nossuele gustar mucho a todos y es la acción.Pero que no pocas veces no somos capacesde pasar de la inacción a la acción, y paraque entremos en el mundo de la acción, seríabueno que recordemos, una vez más, quehay que saber y hacer, es decir, actuar.

Y para dar el primer paso, que a veceses el más difícil, pero que cuando lo damosya nadie nos detiene y nunca cejamos hastaalcanzar nuestros sueños. Bueno; entonces,será cuestión de dar ese primer paso condecisión, ¿verdad? En otros casos nos serámás fácil dar los primeros pasos, pero porcontra, al primer o segundo tropiezo caemosy abandonamos, volvemos a la inacción.

Eso que hace que demos un pasodelante de otro no es ni más ni menos que lamotivación, y ésta, entonces, hace que cadavez que tropezamos y nos caemos noslevantemos. Cuando caemos, nos vuelve aempujar a levantarnos mejor, más deprisa yesto que llamamos motivación no se aprendeni se tiene. Si uno no quiere aprender adesarrollarla, podríamos estar hasta el fin delos tiempos yendo a cursos de motivación,leyendo libros de ídem, incluso escuchando agente que nos da instrucciones y consejospara que seamos capaces de motivarnos... ymorir de viejos y de aburrimiento sin habersentido las más mínima motivación, eso escierto...

Pero también es cierto que si no labuscamos jamás la encontraremos. Ese es elfin último de estas páginas, que en alguna deellas “nazca tu embrión de motivación”. Quehaga que dejes de fumar, que pierdas peso,que te prepares para una maratón, dejar tu

antigua y aburrida empresa, emprendas tuaventura como empresario, que comiences aestudiar de nuevo. Que, en definitiva,encuentres el camino para convertirte enquien realmente quieres ser.

Ese embrión de motivación nace demanera espontanea, no consciente, pero síbuscada, trabajada y entrenada; sóloentonces aparece y toma las riendas delcamino y nos empuja a conquistar nuestrossueños más ansiados.

¿Quién no ha querido dejar de fumarmil veces? Y a la mil y una lo ha conseguidoy va camino de los veinte años sin fumar niuna calada en este tiempo; después defumarse tres paquetes de tabaco negro al día,este es mi caso particular. Se creó lamotivación en mi interior de formaespontanea un día, después de haberlointentado en un sinfín de ocasiones. Supeentonces que esa era la buena, que esa era la“ola” que me llevaría a la cima, la aproveché

y disfruté de ese camino, el dejar de fumarpara siempre. Al año, como recompensa, mehice submarinista; he llegado a ver fondosmarinos maravillosos y conocer gentetremendamente interesante; siempre siendoconsciente de que fue gracias a dejar defumar (hoy sigo sin fumar).

Y como hay que predicar con elejemplo, en mi vida he intentado hacer lomismo con el control de peso, el aspecto ytrato personal con los demás. Al igual quecon el deporte, estando en forma, cultivandoel espíritu con técnicas de respiraciónsencillas, practicando Tai Chi en distintasépocas de mi vida. Y sobre todo,alimentando mi mente con libros, muchoslibros y relaciones que me enriquecen y a lasque trato de enriquecer.

Como sabéis no suelo hablar de mí,pero creo que en este caso viene al hiloporque alguien puede pensar, tantopreconizar la motivación y sus virtudes en la

consecución de objetivos, bien y tú, ¿qué?Siempre trato de dar ejemplo a través de micomportamiento y eso incluye que cuandodigo que no es suficiente saber, hay quesaber y hacer. Lo digo desde el ejemplo, esdecir, que yo soy y me he impuesto ser unhombre de acción; por ello, también comosabéis, el título del libro es:

¿Abandonas? ¡Jamás abandones!

Brindar un servicio útil a lasociedad

Cuando alguien trabaja realizando unservicio útil a la sociedad y se ve rodeadotanto por sentimientos como por situacionesque lo desgastan emocionalmente, éstaspueden llegar a desbordarle impidiéndole oretrasándole la posibilidad de alimentar esoque llamamos la motivación, para seguiradelante con su trabajo.

Al igual que el saber desconectar,cuando uno deja de trabajar es uno de losfactores más importantes para mantener lasalud y el equilibrio emocional en este tipode trabajos.

La motivación para mantenernos “al piedel cañón”, así como la felicidad, no son

presa a la que tengamos que dar caza, sinouna sensación, un sentimiento que habita ennuestro interior. Podría ser por ejemplo, laserenidad que nos brinda paz, armonía yequilibrio pudiendo denominarla como másnos acomode. Lo importante es que “la o lo”tengamos y seamos conscientes de suexistencia y seamos capaces de usarlo ennuestro beneficio, que al final es también enel de los demás.

La capacidad de elección es sumamenteimportante, porque todas esas decisionesllevan unas consecuencias aparejadas; cadadecisión que tomamos nos traerá unresultado. Las opciones están en nuestrasmanos, para elegir adecuadamente, y contrabajos que desgastan nuestros sentimientosy nos generan estrés, es tremendamentedifícil desconectar, tener una vida digamos“plena”. Cuando durante el quehacer diario seviven situaciones dramáticas, historias depenas que romperían el corazón más duro y

frío, es sin duda una elección importante ydeterminante el saber desconectar.

También cuando ocurre lo contrario, esdecir, tenemos una jornada plena desatisfacciones, podemos tener tendencia allevarnos esa alegría a nuestra vida personaly saborearla en exceso, lógicamente esbueno. Esto no es demasiado recomendable;los antiguos orientales tenían una visión delas emociones muy particular, hacían elsiguiente símil: un lago en el que cuando lasemociones, acuden a nosotros por exceso odefecto el lago se desborda o se seca. Y un“mucho”, tanto de bueno como de malo, nospuede perjudicar; agua en cantidad puedeprovocar inundaciones y desolación al igualque la falta de ella, provoca sequía y tambiéndesolación. Nuestro “lago” de las emocionesdebe permanecer en el mismo nivel (o casi),para que nuestras emociones no se veanalteradas por nuestras experiencias vividas nipor exceso ni por defecto.

Pero también es cierto que es unaelección, que debemos imponernos, el tenerdos compartimentos estancos para mantenerel equilibrio así como la salud, y que cuandotrabajemos “ayudando a los demás” asuperar sus dificultades lo hagamos con lasbaterías de la motivación cargadas, muycargadas. Sólo así tendremos una vida“privada-personal” plena, feliz, totalmenteaislada del compartimento del trabajo. Esaseparación de vidas, personal y profesional,puede ayudarnos a cargar las baterías de lamotivación, para dar lo mejor de nosotros alos demás que es lo que de veras queremos.

Salud y bienestar: la salud no bastapara garantizar el bienestar; tratamos cuerpo,mente y espíritu de manera y por caminosdiferentes, cuando deben trabajarse ydesarrollarse de manera conjunta, paraconseguir que el equilibrio entre los tres nosdé no sólo la salud, sino el bienestar quenecesitamos para vivir en plenitud nuestra

vida profesional y por supuesto personal.Cuando uno se dedica profesionalmente

a los demás dándoles lo mejor de sí mismo(interior y exteriormente) necesita parcelaspara restablecer su propia salud física, mentaly espiritual otorgándoles el alimento quecada una de ellas necesita.

Debemos asumir que lo que ocurre anuestro alrededor es consecuencia directa delas decisiones de la sociedad y nosotrospertenecemos a la sociedad, pero nipodemos ni debemos hacernos responsablespor todos y cada uno de los actos queocurren a nuestro alrededor. Debemos asumir(permitir) que sucedan sin resistirnos, sinluchar contra ellos, ya que no estádirectamente en nuestras manos; la posturaes adaptarse a ellos para ocuparnos de todoaquello que este en nuestra mano.Adaptación en ningún caso es conformismo osumisión; adaptación es: “Be water myfriend”.

Si nuestra misión es hacer el bien a losdemás, a través de un servicio útil a lasociedad, éste, como estamos viendo, sueleprovocar un desgaste, generalmente mental,que arrastra a su vez al cansancio físico, yespiritual que es al que prestamos menoratención, pero es básico para mantener unasalud equilibrada.

Este desequilibrio nos resta la armoníay la paz tan necesarias para estar motivados.Quizás si reforzamos nuestra salud física ynuestra salud espiritual, por simpatía nuestrasalud mental se verá reforzada. En estepunto, si somos conscientes, podemosreforzar unos u otros (cuerpo-mente-espíritu)según nuestras necesidades particulares ypeculiares.

Las opciones hoy en día para desarrollary reforzar el cuerpo, mente y espíritu, através de actividades como el deporte al airelibre, la lectura, el estudio, la meditación,prácticas como el Tai Chi y el Yoga... la lista

puede alargarse tanto como queramos.También hay otra manera de

mantenernos motivados y en forma: no esotra que trabajando las capacidades yhabilidades que todos tenemos. Unasheredadas; otras las tenemos que adoptar,desarrollar y entrenar, para al fin ponerlastodas ellas en práctica; de forma que sean lasherramientas que nos ayuden a superarnospersonal y profesionalmente.

Veamos algunas de ellas (nuevamente):- Tener objetivos claros y definidos,

personal y profesionalmente, en losámbitos más importantes de nuestravida.

- La seguridad en uno mismo, y enaquello que se hace.

- Entusiasmo, iniciativa, autocontrol.- Concentración, cooperación.- La tolerancia, beneficiarse de las

derrotas.

- La búsqueda de la maestría a través dellíder interior que tenemos.Cada uno de nosotros debe buscar sus

actividades estrella, esas que recargan las“pilas” de la motivación. Los caminos son tanamplios como queramos: para unos seráhacer deporte, para otros disfrutar de lafamilia, escuchar música, leer, meditar,SOÑAR... Así la salud y el bienestar estaráninstalados en nosotros.

Lo auténtico prevalece,siempre

Voy a mostraros lo que para mí es unpequeño truco que nunca me falla, cuandono logro enchufarme a mis fuentes habitualesde motivación e incluso mis herramientas,esas capacidades y habilidades queconscientemente trato de desarrollar y de lasque he hablado ya en varias ocasiones(objetivos claros, seguridad en uno mismo...)fallan o están bajo mínimos. Entonces es elmomento de poner en marcha un planalternativo; perdonar, permitidme hacer uninciso...

En una de mis películas favoritas y en laúltima que aparece Desmond Llewelyn comoel conocido “Q”: le decía a James Bond

desapareciendo de su vista:—Siempre he tratado de enseñarte dos

cosas, 007. La primera es que nadie te veasangrar (herido, débil), y la segunda siempreten planes alternativos...

Pues eso, mi plan alternativo para estarmotivado es conectarme a la autenticidad ytratar de ser todo lo auténtico que puedo,tanto en lo que hago como con quien trato;buscando situaciones que sean auténticas,vividas por personas auténticas. Estas sepueden encontrar a nuestro alrededor o hayque buscarlas allá por donde nos movamos;tan solo hay un peaje que tenemos quepagar y es el de tratar de ser, también porsupuesto, auténticos, si es que queremosatraer autenticidad a nuestras vidas.

No vale querer relacionarse con genteauténtica y comportarse con mediocridad. Sisomos capaces de relacionarnos conpersonas de ese calibre nuestra motivación se

disparará, nos sentiremos llenos de poder yenergía para poder afrontar todo aquello quenos propongamos.

Ah, por si alguien está pensando queesto de la autenticidad está pensado para lapasta, el glamour y las altas esferas, seequivoca, craso error. Lo auténtico se puedeencontrar en cualquier sitio, y cuando digocualquier sitio, me refiero a que estotalmente independiente; si uno tiene losojos abiertos y el “imán enchufado” puedeatraer autenticidad en todas y cada una de lasesferas y estamentos de la vida por donde semueve. Búscalas en tu entorno, encuéntralasen ambientes diferentes y dispares, estatealerta; lo que se puede llegar a aprender dela gente auténtica no se paga con dinero, nien la mejor universidad del mundo.

En muchas ocasiones también podemospensar en lo auténtico como algo cercano altriunfo, según el estándar que marca lasociedad en que vivimos: mucho dinero, una

casa lujosa, un deportivo, “fashion” por todoslados.

Lo auténtico está latente en los éxitos yen las derrotas por igual, en la lucha por lasupervivencia y por la existencia; en laperfecta adaptación al entorno y lascircunstancias que nos rodean. Y siempresiendo uno mismo, sin ambages ni paliativos,con la cabeza alta y los valores sólidamenteafincados sobre los hombros.

Ahora, precisamente, pienso en unsinfín de amigos con historias de triunfos,derrotas y supervivencia, pero sobre todo deautenticidad; personas auténticas que heconocido, van por vosotros estas letras,amigos, sois grandes donde los haya. (Algúndía pondremos negro sobre blanco vuestrasaventuras y desventuras).

Y siguiendo con la autenticidad, ésta nosiempre es acción o lo que entendemos poracción per se. He descubierto otra persona de

esas que te cargan las baterías de unplumazo escuchándola. Es un escritor denovela histórica afincado y profesor en uninstituto de una población cercana a Madrid.Lo escuché en unas jornadas literarias en lasusodicha población; comenzamos bien, supresencia era esmeradamente pulcra,perfectamente afeitado y peinado. Su aspectoera impecable sin necesidad del típico trajeclásico y corbata, vestía informal pero llevabala elegancia plasmada en el porte. Eso megusta, son puntos a favor; en los últimostiempos la gente puede presentar un libro, ira una reunión o pedir la mano a su parejacomo si viniera de una travesía por eldesierto de cinco jornadas sin descanso. Yeso no me place: las primeras impresionesson importantes, no sólo por los demás sinopor uno mismo (alguien dijo una vez: “nosólo visto bien para causar una buenaimpresión en los demás, principalmente lohago para causármela yo mismo”).

Vamos al lío: cuando este caballeroempezó sus cuarenta y cinco minutos deconferencia, utilizó la pasión, el entusiasmo,la imaginación, sus extensos conocimientos.Dejó cautivada a la audiencia y a mí enparticular, porque es un tipo auténtico al fin yal cabo. Ya estoy “maquinando” conocerlo ycon la excusa de que me firme una de susobras, tener una conversación con él, a ver sise me pega algo de esa autenticidad quetanto me gusta atraer y por supuesto tener. Yconozco quien me lo va a presentar, que porsupuesto es otra persona auténtica, muyauténtica, que he conocido en los últimostiempos por motivos profesionales.

La verdad es que podría plasmar unsinfín de historias de gente auténtica, peroesta es reciente, y la verdad es que a buenseguro cada uno de nosotros tiene las suyas.A partir de ahora quizá sea una misiónimperativa el buscar y encontrar personas ysituaciones auténticas.

Rodéate de autenticidad. Sé auténtico.

Controversia en lasexpectativas

Dándole vueltas a algunas cosas de lasque escribo sobre objetivos claros, definidosy decididos, al igual que frases como: “Teconviertes en aquello que piensas y sientes lamayor parte del tiempo”, no sólo están bien,sino que son necesarias para modelar nuestraexistencia presente y futura; desde un prismapositivo y tendente a la consecución deaquello que nos propongamos tanto en el ser,como en el hacer, en y con nuestra vida.

También es cierto que con posturasnegativas, derrotistas y contrarias a loexpuesto, sí, tenemos claro que nollegaremos a ninguna parte. Es lógica pura ydura.

Esta reflexión la podemos utilizar parael día que tenemos por delante, tanto comopara el resto de nuestros días y además en laproporción que estimemos oportuna.Empecemos pues.

Es una tendencia natural y saludable delas personas con una voluntad y una actitudpositiva el proyectar y esperar todo lo“bueno” que nos va a ocurrir. Comodecíamos, para el día que tenemos pordelante o para que el futuro se convierta enla realidad que queremos que sea, todo estonos da cierto dominio sobre las situaciones.Ya que de esta forma lo que hacemos esredireccionar y empujar los acontecimientosa nuestro favor. Y aquí interviene algo de loque todos, cada día, estamos de acuerdo,incluso pensadores y científicos es: que la leyde la Atracción y la Compensación, llamadapor otros Sincronicidad, existen, ya que todoestá conectado y al final todos somos actoresprotagonistas de una obra que se está

representando ahora y no es otra que nuestrapropia vida.

Aquí no me estoy refiriendo a la versión“light” de la atracción, que viene a decir quesi estiras el brazo, directamente consiguesaquello que quieres; a la que me refieronecesita intención, trabajo, esfuerzo,desarrollo, autosugestión, disciplina, buenoshábitos, pasión, paciencia y perseveranciaentre otras. Entonces, y únicamente a partirde esa base, puede uno alargar la mano yatraer aquello que se desea (atraer nosiempre es conseguir). Cuando ocurre, esgenial, maravilloso, estamos dentro delproceso de la consecución de los logros, dealcanzar el triunfo personal, sea cual sea este.

Pero todo este trabajo y este despliegueque hemos puesto en marcha, a veces no dalos resultados que esperamos cuandonosotros esperamos que lleguen. El espacio-tiempo son niveles que la atracción ycompensación no contemplan; ésta se mueve

en otra dimensión que no es fácil de explicarpara la mayoría, inclusive los expertos enestos temas.

Entonces suele suceder que como anuestras expectativas, si las posicionamos enuna dimensión espacio-tiempo, cuando no selogran pueden provocarnos frustración,desánimo, desmotivación, estrés, ansiedad,en sus estados más agudos; es decir, elabandono de nuestros sueños. El causante deestos estados es una escasa o mal activadamotivación o no adecuada a nuestrosintereses e intenciones.

Existe una visión que como en otroscasos viene de Oriente y perfectamenteexplicada en el libro de Lou Marinoff: “ElPoder del Tao” de Ediciones B (querecomiendo). Donde habla del bloqueintacto, en el que para no extenderme,explica la otra posibilidad: la de dejar que eldía o el futuro nos sorprenda, vamos a dejarque las cosas se modelen por sí solas. Si

partimos de un bloque intacto, no modelado,nuestra misión es ser conscientes del ahora,disfrutar poniendo toda la intención(Voluntad + Actitud) en lo que acontece, enel aquí y ahora.

Verdaderamente, si no tenemos unaproyección sobre lo que tiene que suceder,pase lo que pase no deberíamos sentirfrustración por aquello que tiene que pasar.Si dejamos que el día y el futuro vayantallando su propia forma, lo dejamos fluir,vemos qué pasa y nos adaptamos, como elagua lo hace a su paso por los meandros,nuestras expectativas se verán colmadascontinuamente, por estar viviendo el precisoinstante en el que estamos, no el pasado, noel futuro: el más rabioso ahora.

Yo me pregunto ¿Y si fuéramos capacesde combinar ambas visiones? Estoycompletamente seguro de que lasposibilidades de éxito aumentaríanexponencialmente, principalmente porque

siempre tendríamos la motivación alta ycargada independientemente de lo quesucediera a nuestro alrededor, de manera quebuscando, y estar preparados para lo mejor(o lo peor), esperaríamos lo mejor, o lo peor.Si sucede lo primero bien, y si sucede lootro, resulta que es una buena lección paraseguir viviendo y tener nuevas expectativasde seguir en pos de los sueños y propósitosque nos mueven todos los días con laconfianza de alcanzarlos.

Sensaciones, sentimientos yemociones

Cuando hablamos acerca de lo que nossucede o incluso cuando lo hacemos sobrenosotros mismos, tenemos la tendencia engeneral (aunque nunca es del todo bueno elgeneralizar...) de hacerlo a través de lossentimientos. Estos son quienes dirigen losestados de ánimo y a su vez nos dan, mejordicho, aclaran o clarifican el poder de elegir ydecidir acorde con ellos, entre las distintasopciones que se nos presentan.

Veamos con un ejemplo lo que quierodecir. En el caso de tener un sentimiento deplenitud porque has recibido un correoelectrónico felicitándote por algo que hashecho, y esa persona no solo te confirma que

lo has hecho bien, sino que le recuerdas auno de los grandes en esa materia,inmediatamente tu estado de ánimo sevuelve más positivo, te sientes motivado; enese momento tu capacidad de decisión, deelegir entre distintas opciones, está instigadapor ese sentimiento “positivo”. Tuselecciones, sin duda, serán positivas y másacertadas, ya que estarán tomadas desde unaperspectiva motivadora. Por lógica, lasposibilidades de triunfo siempre serán más ymejores que si se hace desde una actitudnegativa, provocada por sentimientos nadaconstructivos.

A tenor de lo anterior, si fuéramoscapaces de controlar los sentimientos,estaríamos más cerca de tener la motivaciónnecesaria para conseguir nuestros sueños yobjetivos. Pero como no estamosacostumbrados a trabajar sobre lossentimientos para desarrollarlosadecuadamente, nuestros intereses, en

muchas ocasiones, se comportan como uncaballo desbocado y al galope difícil de“serenar, reconducir y controlar”.

Intentemos buscar caminos, pues, paracontrolar nuestros sentimientos, que no tienenada que ver con reprimirlos, frenarlos oanularlos, y para ello podemos utilizar elmundo de las sensaciones. Éstas son unestadio previo a los sentimientos, con lo queson más fáciles de generar, inventar ydesarrollar desde el taller de la imaginación,en nuestra mente, utilizando la concentracióncomo herramienta.

Si las sensaciones dan paso a lossentimientos y éstas están donde queremosque estén, es decir, en un estado de ánimopositivo, porque hemos prestado atención ala intención de una manera consciente, nosserá mucho más fácil tener buenos ypositivos sentimientos de lo que nossucederá, independientemente de lo que nossucediera o sucediese.

Vale, vale, hay hechos que nos pasan,que no podemos trabajarlos o asumirloscomo buenos en el momento que ocurren.Como por ejemplo cualquier pérdida quetengamos del puesto de trabajo, un amigo,etc. Pero también desde actitudes positivasquizás nos sea más fácil asimilar después delduelo necesario, para salir reforzados de lasituación que la vida nos ha puesto pordelante. Podemos entonces tomarla comouna enseñanza o experiencia vital, que nosconforma y nos hace más fuertes yresistentes.

En un párrafo anterior hemosmencionado la palabra “intención” y ésta aligual que la palabra “interés”. Pueden serpalabras de mero compromiso, hacia algo oalguien para la realización de una empresa.Éstas al final, se diluyen a las primeras decambio, a veces ni tan siquiera por sudificultad, acaban por desvanecerse poraburrimiento sin más...

Sin embargo, si revestimos la palabraintención e interés de la importancia querealmente tienen y se asume el compromisode manera consciente, ellas llevan aparejadasy de manera indisoluble la voluntad de hacer:lo hacemos porque queremos hacerlo. Laactitud es el estado de ánimo adecuado paraentrar en acción, entonces podemos darle lagrandeza que merece a la intención o elinterés pasando a ser la fuerza, la energíaque nos mueve hacia delante.

Después de dar unas pinceladas sobresensaciones y sentimientos, vamos a hacerlosobre las emociones que pueden generarsede forma espontánea, directa e intensa.Provocadas por las sensaciones, por lossentimientos, o como en muchas ocasiones,como reacción y respuesta súbita a algo quenos acontece; ya sea aprobar un examen, serpadres, una discusión, una pérdida.

Entre otras muchas, y para tratar demantenerlas bajo control, a base de altas

dosis de una de las habilidades más difícilesde desarrollar que no es otra que elautocontrol. Éste mantiene a las emocionesen caminos equilibrados, si éstas son y estándonde deben estar. Si se gestionanadecuadamente, son, sin duda, uncombustible de alto octanaje para que lamotivación entre y se instale en niveles muy,muy elevados.

Los pensamientos nos ayudan a teneremociones, al igual que las emocionesgeneran pensamientos que nos impulsan, porlo que debería ser casi una obligación elgenerar emociones que nos creen lamotivación suficiente para superarnos.Siempre que se mantengan dentro de unorden equilibrado para evitar los llamados“subidones y bajones”.

La pasión es una excelente emociónpara sentirnos motivados.

Límites, limitaciones... Sinlímites

Dentro del universo de la motivacióndebemos considerar los límites como labarrera de lo infranqueable; aquello que nopodemos traspasar con las herramientas ocapacidades de que disponemos. Si tenemosen cuenta que las limitaciones somosnosotros quienes nos las imponemos omarcamos en nuestra propia mente, la líneaque separa los límites de las limitaciones esmuy fina, tremendamente delgada y del todopunto relativa, tanto como subjetiva.

Empecemos por decir que si trabajamosde una manera razonada y razonable, dospalabras cuya base es la razón (no esnecesario dar ninguna definición ya que

todos sabemos lo que dice el diccionario),seremos, además de honestos, conscientesde que a veces la verdad, el saber dóndeestamos y quiénes somos puede provocarnosdolor, temor y paralizar nuestro desarrollo.Debemos aplicar el antídoto de pensar que sila verdad nos duele, la fantasía (que no tienenada que ver con los sueños) puedeenloquecernos y dejarnos en un mundo defantasía irreal y limitado, por lo tantotrabajemos siempre con la verdad aunqueduela.

Pensar que algo tiene limitaciones te dapie a superarlas; pensar que algo tienelímites te da pie a adaptarte a esos límites entu beneficio. Pensar en que algo es limitadote genera ansiedad, frustración y te da pie ala resignación y el conformismo. Las trestienen la misma raíz, pero en nuestra menteactúan de manera totalmente diferente, ¡túeliges!

Bueno, ahora ya sabemos que nuestra

única limitación (razonada y razonable), esaquella que establecemos en nuestra propiamente. Vamos pues a trabajar, adquirir,desarrollar, entrenando y practicando, esascapacidades y habilidades que van a hacerque nuestras limitaciones sean cada vezmenos y más fáciles de eliminar. Que amplíennuestros límites, mejor dicho amplíennuestras fronteras, posibilidades yoportunidades.

Oportunidad, qué gran palabra, siconsideramos que cada vez que damos unpaso, cada vez que respiramos, se estáncreando nuevas oportunidades de crecer ytocar nuestros sueños.

Cuando una persona empieza a superarsus limitaciones con el entusiasmo y lamotivación de superarse, podemos aventurarsin error a equivocarnos que los fracasos tansólo serán derrotas temporales quereafirmarán cuál es el verdadero caminohacia la consecución de nuestros logros y

triunfar.Y para que nuestra mente siempre dé lo

mejor de sí misma, tiene que estar entrenadapara aplicar el pensamiento perfecto.Trabajar con la realidad de los datos,evitando las meras informaciones yhabladurías; separando estos en importantesy poco importantes, urgentes y no urgentes asu vez. Es nuestra misión nutrir la mente conel mejor de los alimentos, ayudando a ésta amaterializar los sueños que tenemos.

Cualquier logro que consigamos serásiempre, consecuencia del esfuerzo -y enalgunos casos del sacrificio- que tengamosque realizar para tocar los sueños y objetivosque nos hemos propuesto alcanzar. Enningún caso serán casualidad, de la suerte, ode un simple deseo fugaz y temporal.

Sólo entonces estaremos entrando enun universo sin límites. No todo el mundopuede alcanzarlo, a pesar de su preparación

o fortaleza. Quien lo hace, sin duda, es aquélque está convencido, decidido; cree en supoder y fortaleza interior. Además de creer, escapaz de crear; entonces alcanza la excelenciay maestría en aquello que hace. Podemosdecirlo de otra manera: es un triunfador, ypor ello triunfa sin límites.

El arte de concentrarse

Sólo aquellos que sean capaces deenfocar su mente, mediante la intención y laatención en un pensamiento, ya sea un sueñoo un objetivo, con la intensidad necesaria, loconvertirán en realidad.

La concentración, para que sea un arteademás de una herramienta no solo útil sinoinfalible, requiere del uso de una serie decapacidades y habilidades. Que deben serutilizadas como un sistema, para que suefectividad sea máxima. Ya hemos habladode algunas de ellas como la intención, quedecíamos en anteriores reflexiones, que essumar a la voluntad de desear algo, laactitud, que es el estado de ánimo que nosimpulsa hacia adelante.

La atención no deja de ser el enfocarnos

en algo de manera consciente, viviendo esemomento como único, aislados e ignorantes(en cierta manera) del pasado y del futuro;sólo existe el presente, el ahora.

Y con la voluntad y la actitud tan sólonos queda pasar a la acción, sí, sí a laacción... Habrá alguien incluso que pensará yestará convencido de que la concentración notiene nada que ver con la acción, craso error.Podríamos pasarnos la vida con una voluntady actitud hacia la concentración “super-mega”estupendas y desarrolladas; sin empezar aconcentrarnos jamás de los jamases. Pasar ala acción es, en este caso, coger el “toro porlos cuernos” y empezar a concentrarnos pocoa poco, paso a paso: eso es, ni más nimenos, lo que en este caso significa pasar ala acción.

Por ello podemos afirmar que laconcentración es el acto de enfocar la menteen un determinado deseo hasta que loscaminos y los medios para su realización han

sido elaborados y puestos en funcionamientocon éxito.

Para enfocar la mente con éxito enaquello que deseamos, necesitamos creer enaquello en lo que vamos a centrar nuestrospensamientos. Para ello podemos utilizar unaherramienta altamente efectiva, laautosugestión, de ahí la importancia delentorno en el que nos movemoshabitualmente. Tanto como la necesidad detener periodos de soledad donde crear lassugestiones adecuadas, que alimentennuestra mente de pensamientos que nosconduzcan a la consecución de nuestrossueños y objetivos.

Después de la autosugestión esimprescindible la disciplina en la creación denuevos y buenos hábitos. Sobre la disciplinatodos sabemos cuán beneficiosa es en lacreación de esos hábitos que necesitamospara que la concentración se convierta en esoque queremos que sea: un arte que nos

aporta muchas, buenas y variadas “cosas”.Imposibles de alcanzar sin ella.

Vamos a por otras dos habilidadesnecesarias para conseguir que laconcentración sea un arte, además deacercarnos a aquello que queremos.

El ser humano no ha creado nada queno haya sido creado primero en suimaginación, a través del deseo, y luegoconvertido en realidad mediante laconcentración utilizando la paciencia y laperseverancia para ello.

Sobre la paciencia y la perseverancia¿Qué podemos decir? ¿Cuántas veces noshemos quedado a las puertas de alcanzaralgo, lo que sea, y por falta de paciencia yperseverancia hemos cejado en nuestrosintentos abandonando antes de “ganar”?

Sin duda, más de las que nos gustaría,y en otras quizás nos hemos quedado a laspuertas, en el último esfuerzo por alargar la

mano y conseguir aquello que deseábamos;sin siquiera ser conscientes de ello.

Vamos, pues, a ser los amos de nuestrodestino y los capitanes de nuestros actos,porque controlamos nuestros propiospensamientos. Con la ayuda de estos y laconcentración en toda su acepción, podemoscrear cualquier cosa que nos propongamos.Buda quiso entrar en el paraíso y lo hizo, nimás ni menos, que a través de laconcentración.

Puede parecer complicado, con tantas“capacidades” que se necesitan, pero no loes; tan sólo debemos ponernos en marcha,pasar a la acción. Estoy seguro que todo elque lea esta reflexión sabrá cómo empezar aconcentrarse, y hay muchos textos, sobretodo de origen Oriental, donde se explicandiferentes procesos a la perfección. Aquíhemos pretendido dar algunas de lasherramientas que se necesitan para poner elarte de la concentración en marcha, vamos a

resumirlas...La intención que nos dan la voluntad y

la actitud, nos ayudan a que la atención deenfocarnos en nuestros deseos seanmáximos. Asimismo necesitamosautosugestiones, para que mediante ladisciplina creemos y mantengamos el hábitode la concentración. Una vez que tenemos elhábito creado nos queda mantener lapaciencia y la perseverancia necesarias; paraque nuestra concentración se convierta enacción y esta nos acerque a nuestros deseos,sueños y objetivos.

¡Incluye la concentración en tu vida!

Enfocarse en el presente

Sabemos, porque nos lo han dicho, lohemos leído -además de intuirlo y porsupuesto experimentarlo- que cuando nosdedicamos a aquello que nos apasiona ymientras estamos en ello, nos olvidamos detodo lo demás. No existe el pasado, el futuro,incluso nos olvidamos de nosotros mismos;estamos centrados únicamente en nuestratarea, somos plenamente conscientes delahora, de lo que tenemos entre las manos.

Entonces ocurre algo que ya estáexplicado en diversos textos como la teoríade Flujo y es que nos convertimos en UNOcon lo que hacemos. Nuestra energía esmayor, parece que no pasa el tiempo, nosentimos cansancio y el tiempo se relativiza,podemos pasar horas en ese estado sin

darnos cuenta.El aprender a vivir el momento es algo

que no es sencillo, por el tipo de vida quenos acompaña; tiene que ser un ejerciciopremeditado, consciente. Una vez más,tenemos que aplicar esas capacidades yhabilidades que siempre aparecen, y que porotra parte, son imprescindibles parasuperarnos y triunfar: intención, voluntad,actitud, pasar a la acción, atención,autosugestión, disciplina, buenos hábitos,pasión, entusiasmo, paciencia yperseverancia (entre otras muchas).

Cuando somos capaces de vivir elahora, el presente, o sea, justo lo quetenemos por delante, nos sentimos a gusto ydisfrutamos de lo que hacemos. Esto sepuede aplicar a cualquier cosa que hagamos,ya sea un hobby, deporte o el trabajo querealizamos para ganarnos la vida. Es en éstedonde muchas personas tienen problemaspara que simplemente les guste y lo hagan

con un mínimo de “alegría y entusiasmo”.Pensemos y asumamos que la grandeza opequeñez de cualquier trabajo la ponemosúnicamente con nuestra actitud hacia lo quehacemos y el servicio útil que, consideramos,prestamos a la sociedad.

Hemos corroborado que la mejormanera de vivir, acercándonos a lo másparecido a la felicidad y al triunfo, es vivir demanera consciente el presente. Pero tambiénnos han dicho que para modelar el futurotenemos que proyectarlo, visualizarlo; tenerel tipo de pensamientos adecuados anuestros intereses y objetivos.

Esto, que puede parecer unacontradicción, vamos a encajarlo en su justamedida. Sí es cierto que la mayor parte deldía debemos estar enfocados de lleno en loque hacemos. Hemos de buscardeterminados espacios de tiempo a lo largodel día para sentirnos aislados, tranquilos yen soledad para realizar unas respiraciones

profundas y tranquilas. Intentar vaciar lamente de pensamientos que van y vienen;podemos hacerlo siendo conscientes de losmovimientos de la respiración, en lainhalación y la exhalación, intentandovisualizar los movimientos de esta, en esemomento la mente esta aquietada o tiende aestarlo.

Una vez que hemos hecho este trabajode serenar cuerpo, mente y espíritu, aunquesea de manera rudimentaria, empezamos aconectarnos con nuestros sueños y objetivos,visualizándolos con la imaginación,materializándolos en la mente de maneraclara, nítida. Tenemos que hacerlo desde laserenidad, pensando que todo está conectadoy con el convencimiento de que vamos aconseguir todo aquello que nospropongamos. En ese instante los sueños yobjetivos pasan a dirigir calladamentenuestros movimientos para ser alcanzados.

Cuando con el entrenamiento y la

práctica consigamos cierta maestría endiseñar la vida que queremos, veremos quehay muy pocas cosas que no puedanalcanzarse (dentro de lo razonado yrazonable que uno se proponga). Para ellotambién es imprescindible cumplimentar esatarea, vamos a llamarla de “Relajación-Proyección” intangible, con un trabajo muchomás tangible como es el de sentarse, trazarplanes escritos, claros, definidos y decididos.Digamos que todo esto de “meditar yproyectar” el futuro está bien, muy bien, perohay que pasar a la acción: tenemos que“hacer”.

Estos periodos de tiempo pueden ser deentre cinco y veinte minutos, una, dos,incluso tres veces al día; cada uno denosotros puede personalizarlo según susapetencias y necesidades. Lo ideal es alcanzarun estado de relajación importante, para quela mente consiga serenidad y claridad; lopodemos realizar en la cama, sentados, en el

coche (estando parados), en un parque, etc.Y para terminar el ejercicio, podemosdejarnos vencer por un ligero y reparadorsueño de unos minutos.

Luego vamos a vivir el presente, siendoconscientes de lo maravillosos que es “estar”y fluir con la existencia presente. Si dejamosque la mente subconsciente dirija nuestrospasos hacia aquello que nos hemospropuesto y sin duda vamos a conseguir,disfrutando el presente: Carpe diem.

Tiempos difíciles... Estado de oportunidades

Cuando nos vemos inmersos en unaépoca llena de dificultades, habitualmentellamada crisis, ya sea internacional, nacional,local o personal; sobre todo en el ámbito delo económico, tendemos a rodearnos depensamientos negativos. Más que arodearnos, estos pensamientos negativos yde escasez se afincan en nuestra mente, demanera que pasamos de pensar en elpasado, momento en que la abundancia y laprosperidad nos acompañaban (osimplemente consideramos que eranmomentos mejores que los actuales), aproyectar el futuro con pensamientos deescasez, sólidamente instalados. Tan sólo nosviene un buen pensamiento al que acudimos

y nos agarramos; como comprar un billetede lotería, pensando que es una últimaocasión de abandonar nuestra situación decrisis y entrar en la abundancia.

A quien se deje envolver por estaespiral le resultará complicado romperla yllenarse de motivación positiva para superarlo que él considera su crisis... Ya sé yentiendo que es más fácil escribirlo queponerlo en práctica, pero también es ciertoque la única manera de romper esa dinámicaes entrenar entrenando y practicarpracticando. Desterrando la palabra crisis contodo lo que conlleva, por la palabraoportunidad con todas sus connotacionespositivas, y podemos hacerlo porquequeremos hacerlo.

Si vivimos y hablamos de un estado deoportunidad, nuestros movimientos nosllevarán a estudiar, a prepararnos, a estaralerta para descubrir y aprovechar esasoportunidades que realmente existen. Sólo

tenemos que buscarlas, encontrarlas yatrevernos a subirnos en ellas y esperar paraver dónde nos llevan. Cierto es que, enmuchas ocasiones, tenemos que superardeterminados temores y desarrollar laseguridad en nosotros mismos, de la quecarecemos muchos de nosotros, en laproporción adecuada, aún sin ser conscientesde ello. Así seremos capaces de subirnos acaballo de las oportunidades, y dejar que noslleven galopando camino de la superación yel triunfo.

Si instalamos la palabra y el estado deoportunidad en nuestra imaginación, ésta nosproporcionará un entusiasmo y actitudabierta. ¡Veamos qué sucede a nuestroalrededor! Sin contar con que estos estadosprovocan sensaciones, sentimientos yemociones positivas, motivadoras, que lo quehacen, es empujarnos hacia delante.

Nadie dice que sea fácil, ni siquierarápido, pero si no cambiamos la forma en

que vemos las “cosas” éstas no cambiaránnunca. Si por el contrario cambiamos laforma en que las vemos, éstas setransformarán en algo cercano a comohemos decidido verlas, o en aquello quequeremos que sean. ¿Por qué? ¿Y Por quéNO? También es cierto y verdad que si nuncadamos ese primer paso, será complicado quelleguemos al lugar, o al estado donde nosgustaría estar. Todos los caminos comienzancon un primer paso, no lo olvidemos, yquienes decidimos o no dar ese primer paso,somos únicamente nosotros.

Otra de las cosas que nos han contadoy muchos de nosotros hemos podidocomprobar en carne propia y ajena es quecuantas más adversidades se cruzan en elcamino de una persona, mejor acaba siendola respuesta a ellas. Dándoles la vuelta,buscando la oportunidad donde otros sóloven crisis. Aquello de que “cuando uno estáentre la espada y la pared es cuando saca lo

mejor que tiene dentro”; cuando parece quetodo está perdido, nada hay que perder ymucho que ganar.

Cada uno de nosotros puede articular eltema como mejor le parezca y le motive, demanera que se convierta en un trampolíndesde el que impulsarse. Un detalle: lostrampolines son artilugios desde los cualesuno se propulsa. Pero luego estos se quedanen el suelo y nosotros avanzamos; no sirvede nada llevarse a cuestas el trampolín, yaque puede ser un peso, que después delprimer impulso nos arrastre al suelo... (¿?)

Me explico. Excusas, justificaciones,argumentaciones sobre el pasado puedenutilizarse como un trampolín motivador, perouna vez en el aire hay que soltar lastre.Entonces pasamos a centrarnos en aquelloque nos hemos propuesto, con escasasataduras al pasado, esperando lo mejor y loinesperado, que también puede ser bueno yenriquecedor.

Ah, y en todas estas circunstancias, ycomo siempre, es deseable muchaadaptación, para ejercer la mínima resistenciaa los acontecimientos que tenemos que vivir.Esta es la forma de evitar, cerrar, definir enexceso el futuro que esperamos (ya que ésteno existe, tan sólo está en nuestraimaginación), y disfrutando el presente y susya desde ahora momentos de oportunidadesque estamos viviendo.

¡Buena suerte y oportunidades!

¿Y por qué?... ¿y por quéno?

Las dudas nos generan inseguridad yésta es un terreno perfectamente abonadopara los temores, que nos suelen frenar pocoa poco hasta que nos paralizan y nos dejanestancados en la inacción y la atrofia. Yasabemos lo perjudicial que es ésta paranuestro cuerpo, mente y espíritu, no vamos ainsistir nuevamente en ello.

Las dudas que nos asaltan a la hora deemprender cualquier cosa, ya sea unnegocio, estudiar, perder peso o cambiarcualquier hábito por uno mejor y mássaludable, nos crean inseguridad a base deinventar en nuestra mente excusas yjustificaciones, momento en el cual los

temores crecen. Éstos se afincan y se anclana nosotros, y lo peor es que la mayoría de lasveces no los vemos ni los percibimos; sonsutiles, su comportamiento es taimado y casisubliminal. De manera que cuando queremosdarnos cuenta ya nos han “chafado”; su pesoes tan grande que ya es difícil deshacerse deellos, y hay que volver a trazar planes paralograr desembarazarse de ellos y conseguireso que nos hemos propuesto.

En cualquiera de los casos es una luchaque vale la pena emprender, nunca nossentiremos tan a gusto y realizados comocuando seamos capaces de liberarnos de esostemores que nos acompañan, ya sea lainseguridad en nosotros mismos, el miedo alfracaso, el temor a lo que puedan decir losdemás, etc. Hay muchos, y cada uno denosotros tiene tendencia a llevar a uno o másde uno sobre los hombros. Lo peor del casoes que unos temores atraen a otros, con loque se puede generar una espiral creciente

nada deseable. Así que vamos a empezar adarle la vuelta e ir eliminándolos uno a uno ypoco a poco.

Comenzábamos con la pregunta ¿Y porqué?, que es la que desata todo tipo deexcusas y justificaciones para no intentarlo,total que la pregunta puede encerrar unarespuesta contundente y claramentenegativa: Bueno, y tú que has hecho paramerecerlo, no serás capaz, todo te sale mal,en lugar de tener estrella, eres unestrellado...

Es sin duda mucho mejor pensar,cuando tengamos un sueño que realizar: ¿Ypor qué No? Ya que acto seguido nos obligaa imaginar todos los por qué lo vamos aconseguir. Mentalmente nos ayuda a enfocarnuestra mente y energías en su consecución,no como en el primer caso, en el que noscentramos en todos los argumentos para noalcanzar nuestros objetivos.

Al igual que cuando hablamos ypensamos bajo los parámetros de crisisvemos todas las puertas de alrededorcerradas a cal y canto, cuando lo hacemosbajo los auspicios de las oportunidades,vemos las puertas entreabiertas y nosenfocamos en encontrar esa puerta que senos abra a esa oportunidad que estamosbuscando. Cuestión de elección, crisis uoportunidad, tú decides ¿Y por qué? ¿Y porqué No?

Aviso a navegantes: ya hemos aclaradolas dudas, eliminando los temores yalimentando nuestros sueños; el entusiasmonos invade y ya estamos a la tarea de ir enpos de los objetivos. Bien, perfecto; eso esde lo que se trata, pero vamos a dosificarnos,que los viajes suelen ser largos y los caminosllenos de obstáculos. Todo lo que se empiezacon un ánimo desmedido, si no tiene unabase firme, sólida, puede terminar antes delo que sería deseable.

Pongamos un ejemplo con algo que nosha pasado a casi todos y seguro que en másde una ocasión. Hemos decidido que vamosa estudiar una materia, la que sea, duranteun año, y lo empezamos con toda la pasióndel mundo. Pensamos que no vamos a podervivir sin esos conocimientos, son “La PiedraRoseta” que nos abrirá la puerta de todas lasansiadas oportunidades...

Al tercer mes, la pasión se nos haagotado y tras un periodo de días de nosaber por qué este curso despertó nuestrapasión, decidimos que es interesante y quetan sólo vamos a aprovecharlo...

Al sexto mes, ya se ha convertido enalgo tedioso y aburrido, ya no le vemosutilidad; ni siquiera recordamos por quédiantres nos apuntamos a semejante curso,que con mucho nos servirá para colgar undiploma en la pared.

Como nuestra convicción no era real,

estudiada y organizada, las dudas, aunquetarde, han aparecido. Y están empezando aponernos por delante excusas yjustificaciones para no perder el tiempo, eneso que llaman curso...

Y entre el mes siete y el nueve ¿Sabéislo que ocurre con el curso? Lo abandonamos,ha vuelto a ganar el ¿Y por qué?

Hemos hablado de un curso, peropodíamos haberlo hecho sobre perder peso,dejar de fumar, cambiar de entorno, dejarnuestra vieja y aburrida empresa paraemprender proyectos nuevos, etc., etc.

Así que yo personalmente he decididoque al lado de mis sueños y objetivos irá poruna parte la palabra: OPORTUNIDAD y porla otra la pregunta:

¿Y por qué no?

Coaching, motivación... No coach/sí coach

Desde que me dedico a divulgar laMotivación como un recurso de la mente, unaherramienta que nos ayuda a superarnos yalcanzar el triunfo, teniendo cada uno denosotros claro lo que significa y lo que nossupone de dedicación en nuestro día a día,he tenido la grata sorpresa de comprobarque hay mucha gente que se dedica a estostemas y algunos de ellos lo llaman con untérmino inglés que es: “Coaching”, elorientador, el entrenador que aplica diversastécnicas y conocimientos para elentrenamiento de personas y plantillas deempresas. Tienen el objetivo de mejorar susresultados personal y profesionalmente, entoda la acepción de la palabra.

Y digo grata sorpresa por variascircunstancias. La primera es que la mayoríade ellos son personas con una gran cultura yun sinfín de vivencias vitales que les dan unaexperiencia sin igual. Son personas cercanas,de fácil trato y excelente conversación; queya desde la primera palabra, o mejor dicho,desde el primer contacto visual y sonrisaincluida, uno ya tiene la profunda impresiónde que va a ser una charla enriquecedora ypor supuesto motivadora.

También he podido detectar que sonpersonas con una excelente formaciónacadémica en muy variadas disciplinas. A lamayoría de ellos les apasiona la lectura,como no podía ser de otra manera, perfectosoidores y expertos escuchantes, que sabencuándo y cómo hablar dirigiéndose a su osus interlocutores.

En definitiva un ejército de “CaballerosBlancos” dispuestos a ayudar a sussemejantes a que encuentren sus propósitos

en la vida y cómo alcanzarlos. Sin olvidarnosde que debemos transitar de manera feliz yserena por este mundo y existencia, que nodeja de ser un soplo en la inmensidad quenos cubre.

La Motivación, su entrenamiento ypráctica debería ser una asignatura desde lamás temprana infancia. Es un compromisode responsabilidad y honestidad, como sereshumanos que somos, el tratar de ser mejorespersonas, para tener una mejor sociedadpara nuestros hijos. La pena es que muchagente cree que ya lo sabe todo y no necesitaque nadie le diga nada, y menos lo quedeberían desterrar, por lo que deberíanasumir para mejorar personal yprofesionalmente.

La labor del Coaching y del Motivadores explicar, enseñar, convencer seduciendo, ypor supuesto con la debida sutileza, a todoaquel que se cruce en su camino, de lasgrandes posibilidades de aprender a ser

mejores.También es ciertamente triste que hay

gran cantidad de personas que se acercan aeste tipo de “Filosofías” a través deseminarios, cursos, libros, etc... y tan prontohan terminado, se han olvidado de todo loque se ha dicho. En este caso hay dosresponsables: uno mismo, que no siente lamotivación suficiente para mejorar, o se leacaba el entusiasmo en un breve espacio detiempo y no sabe cómo generarlo. El otroresponsable es el que imparte losconocimientos, que no puede o no sabetransmitir lo suficiente, debidoprincipalmente a la creación de grandesexpectativas y logros, que a la fin y a lapostre no se cumplen...

O porque el susodicho tiene el título de“Sobrao Master” y vende una “burra”invendible, diciendo cosas del calibre:

- Justo cuando le habían ascendido a la

dirección general de la super-megamultinacional más chachi-piruli de susector, decidió dar un giro a su vida...

- Que lo sabe todo (todo, todo y todo). Yque como es muy bueno (casi unsanto), quiere compartirlo con el restodel mundo (que son unos ignorantesredomados).

- Que su relación con el dinero es tanexcelente que los ceros se salen de suscasillas, y lo dice sin pudor.

- Durante su exposición las fechas de susgrandes fantasías (y no creíbles logros)no concuerdan, por ejemplo echascuentas y descubres que ya era directorcon trece años (¿?)

- Se enroca en que tiene el secreto, y quenos va despojar de nuestra ignorancia(insiste en lo de la ignorancia) a modode perdonarnos la vida.

- Dice que no triunfamos por culpa denuestro ego y que él nos va a despojar

del ego; pero el problema es que él sequeda con el ego de todos los queacuden a sus charlas... Con lo cual esdifícil respirar en su presencia ya quenecesita todo el aire presente.

- Su nombre en grande es precedido desu título de “Sobrao-Master” certificadopor ”xyz” y preside todo lo que hace.

- Todo lo que cuesta o necesita esfuerzono sirve, hay que dejarlo: las cosasvienen solas sin trabajo y por reacciónespontanea.

- Le quita importancia a la gente que estáen su presencia diciendo: Yo sé lo quetú no sabes, hazme caso y tu vidacambiará, yo puedo hacerte mejorporque he sido como tú...Con lo que al final, cuando acudo a

estos eventos, me reafirmo en que elverdadero motivador y Coaching es aquélque pone sobre la mesa las herramientaspara que intentemos ser mejores personal y

profesionalmente, pero seamos nosotrosquienes cojamos “el toro por los cuernos” ynos pongamos a la tarea, utilizando esasherramientas con voluntad, actitud, saber yhacer, pasión, paciencia, perseverancia,autosugestión, disciplina y buenos hábitos yeso, amigos, requiere esfuerzo, trabajo,dedicación, es decir, mucha acción. Otra cosaes como interioricemos todo ello en nuestramente, si como un sacrificio o como algoplacentero y sereno, que nos acerca anuestros sueños y objetivos.

Por todo ello hay veces que me danganas de poner bajo mi nombre el título de“no coach”; pero prevalece el sentido comúny el que hay mucha más gente noble, que sededica a estos magnos temas, que“pajariteros, engreídos y soplagaitas” quedistorsionan la realidad.

Alentemos para que la motivación seextienda como la pólvora y que mejorandocada uno de nosotros desde el interior;

estaremos ayudando a mejorar la sociedad yel mundo en definitiva.

Posdata: Dicho por un sabio Maestrotaoista hace muchos siglos, sin títulos nicertificados, tan solo la experiencia de vivirde verdad, de manera auténtica:

“Los grandes maestros señalan elcamino,

Pero es uno mismo quien tiene querecorrerlo”

Esfuerzo más pasión igual adedicación

Estamos acostumbrados, y degeneración en generación se transmite, sediría que lo llevamos en los genes; es normaen nuestra sociedad, el que para alcanzarcualquier logro, hemos de vernos imbuidosen un tremebundo esfuerzo. Cuanto másqueremos, más esfuerzo y si va acompañadode sufrimiento, mejor, así nos convertimos enresistentes y duros.

Si no, que se lo digan a los Legionariosque tienen en su Credo el Espíritu deSufrimiento y Dureza: “No se quejará defatiga, ni de dolor, ni de hambre, ni de sed,ni de sueño; hará todos los trabajos; cavará,arrastrará cañones, carros; estará destacado,

hará convoyes, trabajará en lo que lemanden” (salvando las distancias ya que elTercio de la Legión se fundó en 1920 unveinte de Septiembre, es decir, camino de loscien años).

Y también podemos plasmar dichos yrefranes de toda la vida (pelín) másllevaderos:

- El que peces quiere, el trasero tiene quemojarse.

- El que algo quiere, algo le cuesta.- Esto me va a costar sangre, sudor y

lágrimas.- La letra con sangre entra.- Todo esfuerzo tiene su recompensa.- Deporte de élite = a sufrimiento.

... y todo esto, nos guste o no, creamoso no, lo llevamos en nuestras señas deidentidad; en muchas ocasiones nos sale lavena del esfuerzo de manera espontanea,casi sin darnos cuenta y sin pensar en ello.Cada vez que alguien consigue algo, alguien

a quien admiramos, pensamosindefectiblemente en su esfuerzo porconseguir ese logro alcanzado y loadmiramos por el esfuerzo que le hasupuesto.

Y al contrario, cuando alguien consiguealgo, pero que para nosotros no haentrañado esfuerzo, nuestra admiración bajaunos cuantos enteros y como no lo hahabido, o nosotros no lo percibimos,decidimos que lo que ha tenido es suerte,simple y llanamente suerte. Quizás en elsegundo caso ese esfuerzo ha idoacompañado de la pasión, con lo que se haconvertido en una dedicación que los demásno vemos como un esfuerzo.

Y ahora, vamos al presente paracontrarrestar esto del esfuerzo y hacernos lavida más placentera. Existe una corriente quedice que debemos abandonar todo aquelloque nos supone esfuerzo. Que el esfuerzo esinútil, que cuando quieres algo, si lo quieres

de verdad lo consigues sin más, ¡no hayesfuerzo! Si no lo consigues es que no loquieres con la suficiente intensidad, claro queel que vende estas “motos” se ofrece comoun mesías que lo ha conseguido todo, todo ysólo quiere ayudar al prójimo a cambio demucho dinero. El personal, que suele ser más“largo que corto”, pronto se da cuenta de lafarsa y se hace reflexiones tales como:

- Hay cosas incontrovertibles, que nopueden cambiarse tan sólo con nuestrosdeseos, volar sin alas por ejemplo (yasé que es un poco radical pero es paradejarlo nítido).

- Quiero volar: Tendré que construir unasalas o aparato que haga las veces dealas y que además funcione, para nomatarme cuando salte al vacio (si estono lleva un esfuerzo aparejado, quemeloxpliken).

- Me compro un artilugio para volar,necesito el dinero para comprarlo y

aprender a manejarlo adecuadamente,para no matarme ni matar a nadie (másesfuerzo ¿O no?).

- Me siento y espero que me crezcan lasalas a la espalda, no hay esfuerzo, esgenial, y es cierto... Cuando uno pasa amejor vida, de tanto esperar, deja ésta,nuestra presente existencia “volando”camino del cielo o del infierno, segúnlas obras hechas en el mundo terrenal.Perdón por el tono sarcástico, pero esimportante tener los pies en el suelopara poder soñar...Estas posturas son extremas y

realmente distorsionan la realidad, veamosque visión existe desde la Motivación: todoaquello que nos propongamos conseguir,lleva aparejado un esfuerzo y un sacrificio.Cuanto más queremos más esfuerzo y mássacrificio, esto es así y es inamovible, otracosa es como nosotros lo percibamos.

Cuando una persona tiene objetivos,

propósitos claros, perfectamente definidos,planificados y está decidida a conseguirlos;cuando a ese esfuerzo que tiene que realizarle mete, le inyecta pasión, mucha pasión,entonces el esfuerzo desaparece y seconvierte en DEDICACIÓN. Cuando uno sededica a lo que más le gusta, no sienteesfuerzo, no siente cansancio, está pleno deenergía, parece que las cosas las consigue sinmás y el resto del mundo acuña: ¡Qué suertetiene el jodío...!

Esto es lo que hay que decir: que nohay logro sin esfuerzo, la diferencia está en silo hacemos obligados, desmotivados o lorealizamos con pasión, entusiasmo, alegría yactitud mental positiva.

Yo ya he elegido: me apasiona lo quehago... ¿y tú?

Triunfar en tiempos difíciles

Vamos a abordar una serie de clavesprácticas, sencillas y eficaces, que nosacerquen al triunfo en tiempos crisis (deoportunidades).

I.- ACTITUD MENTAL POSITIVA:Cambiar el modo en que vemos lo queocurre a nuestro alrededor y lo que nos pasapersonalmente. Si cambiamos la forma dever las cosas, las cosas cambiarán; no es lomismo plantearse cómo sobrevivir entiempos de crisis, que cómo triunfar entiempos de oportunidades. La situación es lamisma, porque es algo que no está ennuestras manos cambiar con un chasquido delos dedos; pero la sensación, el sentimiento ylas emociones que nos despierta una u otra

visión de la situación es muy diferente. Comodiferentes serán la actitud, el estado deánimo con que encararemos una u otra.

II.- VOLUNTAD DE HACER: “Querer espoder y Puedes hacerlo si crees y quiereshacerlo”. Quién no ha escuchado estamáximas decenas de veces a sus mayores yal final han acabado siendo palabras baldías,porque ni creíamos ni queríamos realmente.

Vamos a darle la vuelta y pensar: ¿Ypor qué no pueden ser ciertas? Si creemos ennosotros mismos y queremos hacerlo, esdecir, estamos convencidos, estaremossentando las bases para que aquello que nospropongamos, se convierta en realidad tardeo temprano, a través de la voluntad dequerer hacer.

III.-SABER Y HACER: Tenemosobjetivos y propósitos en la vida claros,

definidos. Recordemos que “El propósito deuna vida es una vida con Propósito”; y losobjetivos se transforman en propósitoscuando somos capaces de argumentarlos,sustentarlos y desarrollarlos dandorespuestas a estas preguntas: ¿Qué quiero,por qué, para qué, cuándo, cuánto, dónde ysobre todo cómo lo voy a conseguir?

Para ello tenemos que saber; conocer elentorno donde nos movemos, si es el másadecuado o no, qué conocimientos yexperiencias necesitamos para conseguiraquello que nos hemos propuesto, ni más nimenos. Conocernos a nosotros mismos escrucial para saber tanto dónde estamos comoa dónde queremos llegar y en quién nosqueremos convertir. Para ello debemoscultivar, alimentar y cuidar nuestra mente,cuerpo y espíritu, como un sistema en el quelos tres estén conectados. Podemostrabajarlos a través de actividades como lasfísicas, los deportes, las intelectuales, ya sea

estudiar, leer libros... y desarrollar nuestraespiritualidad, ya sea través de la relajación,meditación, Tai Chi, yoga, entre otros, quenos proporcionan la posibilidad de conectarcon nuestro interior.

El cultivo de la mente, el cuerpo y elespíritu, si se hacen con la conscienciasuficiente, consiguen aumentar nuestropotencial para alcanzar aquello que noshallamos propuesto. Y ya podemos imaginarque con todo esto no nos queda más quepasar a la acción, actuar. Por ello no bastacon saber, hay que saber y hacer paratriunfar: “El movimiento se demuestraandando”.

IV.- CENTRARSE SIENDOCONSCIENTES: Ya sabemos cuál es nuestro“norte”, nuestros objetivos y propósitos,tenemos la voluntad y la actitud paraalcanzarlos. Hemos creado con ello la

intención, que es la suma de la voluntad y laactitud. Ésta a su vez hace que prestemosatención, a aquello que deseamos conseguir,pasando de esa manera a la acción,actuando. La fase del hacer es ineludible: sino hacemos, no conseguimos. Tenemos queser conscientes, además, de vivir el momentopresente, centrados en lo que hacemos encada momento, evitando que el pasado y elfuturo nos abrumen con pensamientos quenos distraen de nuestros objetivos.

V.- LAS TRÍADAS:¿A qué podemos “agarrarnos” para

triunfar?¿Qué necesitamos como trampolín para

triunfar?1ª Triada: Entusiasmo por lo que

hacemos, que nos llevará a serperseverantes en nuestros propósitos, y laperseverancia sólo se alcanza con la

paciencia.2ª Triada: La autosugestión de creer

y querer alcanzar nuestros sueños ypropósitos; la disciplina necesaria paracrear los buenos hábitos que nos acerquena nuestros objetivos.

VI.- APRENDER DE LOS FRACASOS YDERROTAS: Y como todo lo anterior no noslo puede garantizar nadie, héte aquí queaparecen los problemas, los fracasos y conellos las frustraciones. El mundo real nosiempre es una balsa de aceite donde uno lotiene todo controlado; si fuera así, estemundo sería muy previsible, aburrido. Ycomo uno, además, siempre acaba deseandoaquello que no tiene; en un mundo detranquilidad, y de seguridad, acabaríamosbuscando y creando inseguridades yproblemas para hacerlo más emocionante (elser humano es contradictorio por naturaleza).

El primer paso para manejar un fracasoes verlo y sentirlo como una derrotatemporal, una lección que la vida nos manda.Nos enseña algo que no podríamos haberaprendido de otra manera. Si pensamos queun problema es tan sólo una dificultad,quizás nos ayude más a convertirnos en partede la solución, que a anclarnos siendo partede esa adversidad; que entonces sí setransforma en un problema de difícilresolución, que agota nuestras energíasparalizando las iniciativas que podamos tener.

Por ello la mejor manera de afrontaruna dificultad, o derrota es adaptarse a ella.Para asumir lo que no se puede cambiar yser determinantes para cambiar todo aquelloque pueda cambiarse y nos acerque al triunfopersonal y profesional.

VII.- Antes de finalizar, confirmar quesí, que efectivamente, todo absolutamentetodo conlleva un esfuerzo: nada es gratis,todo tiene su compensación. Para cosechar

primero hay que sembrar, por lo que siacometemos nuestras tareas con el debidoentusiasmo, el resultado solo puede ser uno:

Ver y aprovechar las oportunidades paratriunfar.

Y por ello un triunfador jamásabandona.

Motivación en vena paradesesperados

Nota: Esta reflexión puede herir lasmentes susceptibles y correctas. También es

cierto que puede darnos una sacudida quenos haga conscientes y reaccionemos. Tú

eliges si la lees o no.

Me vais a permitir dejar de serpolíticamente correcto, en las próximas líneasy para ello me voy a poner el “Chapiri”Legionario para ser, por un rato, un VeteranoLegionario, chusquero de experiencias,vicisitudes y “tiros pegados”...

Todos hemos vivido -o peor, vivimos-situaciones, que o son desesperadas o nos loparecen (por cierto, si nos lo parecen, es que

lo son y punto). Los consejitos y lasmonsergas de los meapilas, que hacen verque lo saben todo (bueno, eso no se lo creenni borrachos), no sólo nos resbalan sino quenos hunden más en la puta miseria. Con laíntima sensación de que el imbécil delconsejo, ni nos entiende, ni se pone ennuestro lugar, más bien nos inspeccionacomo si fuéramos gilipollas. A buen seguro,ni siquiera ha vivido algo parecido, paratrasladar sentimientos, experiencia yconocimientos.

Tan solo ha leído un capítulo, quizás unlibro, hasta es posible que haya aprobado unexamen y lo hayan “Certificao”... Y sólo poreso piensa que ya puede ser alguien a quiense le consulte (consultor), a quien se le pidaconsejo (consejero). No digo que no tengalos conocimientos y la buena intención, queesa, como el valor, la vamos a presuponer(Nota: el valor, para los que no habéis hechola Mili, era algo que aparecía en nuestra

Cartilla Militar y exponía: “Valor: Se lesupone...” Que es mucho presuponer).

Pero claro, a cuantos de vosotros osgustaría tener un profesor de submarinismoque no supiera nadar y mucho menos nohubiera buceado, o un instructor de vueloque sólo tuviera horas de vuelo en unsimulador de ídem. Sin duda en ambos casoses posible tener buenos conocimientos(teóricos), y mejor voluntad; otra cosa esque sean convincentes y nos creamos lo quenos cuentan, yo por lo menos ¡NO!...

...A todo esto sigo estando jodidamentedesesperado, mi situación es angustiosa,además llegados a este punto estoyconvencido de que todo lo que me cuentenme lo voy a pasar por el arco del triunfo.Porque no va conmigo y las películas deTarzán ya las he visto todas, y no me tragoque el menda pueda con un caimán de cincometros de eslora, ¿vale?

Me siento como si estuviera en el rincónde una habitación en penumbra, se oye ruidode vida cotidiana en la lejanía, coches, gentíoparloteando. Vida cotidiana, pienso: unamierda, es el jodido sufrimiento del día a día,que nunca acaba y que cada vez que te traealgo, ese “algo” es peor que el anterior “algo”(qué fino soy cuando quiero). Ese ruido seme antoja lejano, porque no tiene nada quever conmigo.

Estoy herido por dentro, me duele, meestoy quedando sin fuerzas y lo peor es quecomo la herida no es física, no la puedo ver;no sé como cerrarla, curarla en definitiva.Para seguir mendigando el aire que respiro;malviviendo en este mundo, un estercolerodonde priman los vicios y los pecados porencima de las virtudes y la bondad: ¿Es así oyo lo veo así?... qué más da. Mi voluntad yactitud están rotas, casi han desaparecido,me siento como una mierda pinchada en unpalo. Acuden a mi mente pasajes del pasado,

joder, parece que todo tiempo pasado fuemejor. Del futuro, estos son reiterativos ybabosos porque pienso en lo que podría sery no será; mezclados con lo que tambiénpodía haber sido y no ha sido, vaya que nohan sido, así estoy de jodido...

Estoy mal, muy mal, casi prefiero y sinel casi, quiero desaparecer; pero ni para esotengo huevos, agallas. Me sigue doliendo,estoy lacio y recostado hacia un lado en lapared, sentado en el suelo, con la cabezaladeada. En mi interior me siento como siestuviera en posición fetal, de recogimiento,protegiéndome del mundo... He lloradocomo un niño perdido entre una multituddesconocida y amenazadora, desesperadopor encontrar a sus progenitores. Pero ahorani lloro, ya no sé, o no tengo lágrimas paratanta desesperación y amargura.

Pasan por mi mente todas esas cosasque me han dicho sobre lo de sobreponersea las adversidades, me hace gracia y me toca

las pelotas, en el fondo quizás tengan razón.Quizás en otro momento, en otro lugarpodrían haberme servido de algo, seguro quesí. Hoy no, hoy me cago en los muertos demi puta vida, vaya para esto sí que tengofuerzas, y para lamentarme de mi malasuerte también, quizá no esté tan jodidocomo parece y pienso: No, jodido no estoy,me encuentro “requetejodido”, el mundo meha dado por detrás, la suerte me ha dado laespalda. A mí, que he trabajadohonestamente y decididamente siempre...

Me fui de mi empresa sin pretenderindemnización pensando en la aventura deemprender; he pagado mis impuestos, sigosiendo emprendedor y siempre desde cero. Ylos de los hijos de puta que se pasan la vidachoriceando miserias y luego se las dan deprogresistas, encima te miran riéndose en tucara, pero por detrás. Si tuvieran cojones semearían en tu cara, pero son cobardes hastacuando uno está más “pallá que pacá”...

Me sigue doliendo dentro, muy dentro;hay momentos que la respiración no me llegay me dan escalofríos, aunque estoy sudando,tengo miedo; no, terror, no sé lo que me va apasar, pero sin duda no será nada bueno, lopresiento. Se huele en el ambiente... ¿Porqué tenía que pasarme esto a mí?... Megustaría acostarme y no levantarme, estoyacabado, esto es el finnn...

Y cuando el dolor es más intenso y seha tocado fondo, o uno cree que lo ha tocado(porque lo de tocar fondo es subjetivo yrelativo, ni objetivo ni absoluto como lasciencias exactas)...

¿Qué significa tocar fondo?... Ahora nolo sé, no puedo explicarlo, pero sí sé que hetocado mi fondo particular, he visto elinfierno y punto. Sabré yo cual es mi fondoen este preciso momento, o algún petimetrea lo mejor tiene agallas y se acerca aexplicármelo; esto huele demasiado mal paraque un chupatintas “chuflagaitas” lo haga, lo

mismo se mancha y no quedaría demasiadobien en su CV.

En este preciso instante está naciendoalgo dentro de mí y no sé lo que es, pero esalgo que me sube desde las cavernas, en elfondo de mis tripas, es caliente y no puedodominarlo. Sí ya sé que es: es la rabia, rabiay no precisamente contenida; está desatada,incontenida, llega hasta mi cabeza. Tambiénse extiende por todo mi cuerpo, piernas,tronco, brazos, manos... Me pregunto quécarajo pinta la rabia aquí, pero no medesagrada, son instantes mágicos, siento micuerpo caliente y con una energía que le llegay lo atraviesa. Creo que me estoy conectandoal mundo de los vivos, joder, no estoymuerto.

Acabo de recibir un mazazo, el pequeñoSargento Legionario motivador que algunosllevamos dentro, el que tiene mala ostia (queahora no se si va con “h” o sin ella, meimporta un pepino, en este preciso momento

y además no pienso averiguarlo)... El golpeha sido en el pecho, un puñetazo en todaregla y con toda la fuerza de la que creo soycapaz de soportar. El sargento me ha miradoa los ojos, a un dedo de mi cara, puedopercibir su mal aliento, su sudor, su rudeza einsensibilidad con la debilidad ajena, o no,no lo sé. Lo que sí sé, es que transmiteexperiencia y disciplina a la vez... Y me hadicho clavando su voz enérgica ydesmesuradamente elevada en miatormentada mente:

—Hay quien triunfa cuando todo estáa favor, y hay quien alcanza el éxitosobreponiéndose a todas las adversidades yderrotas que la vida le arroja... Es decir, ¡apesar del infierno, tú eliges!

—Joder, tú eliges, tú eliges, tú eliges...Y sigue resonando en mi interior,

recorriéndolo e inundándolo todo, cada vezmás fuerte. La rabia me está atravesando la

herida, esa herida que me tiene postrado,casi “pegado al suelo”, que no me deja moverni actuar. Vamos, en definitiva, me tienehecho una piltrafa, sí, hecho una mierda,vale, entendido. ¿Qué pasa, que tú nunca hasestado hecho una mierda?... Pues o mienteso no sabes lo que te pierdes, averigua el porqué... En realidad no atraviesa la herida, laestá cauterizando, para mi sorpresa; ¡esosignifica que la está cerrando, o eso creo!

Mi cuerpo reacciona, la tensión seacrecienta y lo vislumbro en el cierre de lospuños, hasta que aprieto y me duelen detanto apretar, otra vez... El sargentomotivador, me ha soltado otro obús en elpecho, esta vez más fuerte incluso; joder, quefui Legionario, pero de eso hace casi treintaaños. Ahora no tengo yo pecho para estasandanadas, y me grita, despeinándome: ¡Unganador jamás abandona, ¿loentiendes? Un ganador jamásabandona y quien abandona nunca

gana, nunca y además está jodido y puedeacabar jodiendo a los de alrededor sinquererlo ni desearlo, “capichi”, Do you know?

El golpe ha dejado de doler, sólo tengouna imagen, una voz que se hace cada vezmás grande y envuelve el ambiente y missentidos presentes: ¡Jamás abandones! Sientouna descarga eléctrica de origen desconocido(que leches desconocido, la he originado yoporque aún tengo pelotas para revivir ytriunfar).

Los puños siguen cerrados y acude aellos una fuerza y un poder desmedido,increíble e impensable en momentos comoestos. Donde antes había laxitud, apatía eindolencia, la energía fluye por todo micuerpo, éste recobra nuevas fuerzas. Meincorporo dejando la posición de mediosentado y hecho polvo en la que meencontraba; reconozco que he estado herido,aún rezumo sudor, sangre y lágrimas. Laadrenalina me rebosa por todos los poros de

la piel, la huelo, casi se puede cortar concuchillo en el ambiente. Pero eso es elpasado y no importa ni mucho, ni poco ninada; mi mirada se ha convertido en la de un“conseguidor” sí o sí, caiga quien caiga.

Ahora estoy de pie, erguido y mirohacia delante con la sana intención, y cuandodigo “intención” quiero decir que tengo laférrea e inquebrantable voluntad y la actitud.Voy a pasar a la acción y hacer lo que tengoque hacer cuando tenga que hacerlo que esya; no dentro de un rato, no: ya... Entendidoy sobre todo cómo tenga que hacerlo, de lamejor manera posible; no hay otraposibilidad, y con decisión y determinacióncastrense. Sí, sí castrense, si es menester queno es pecado, amigos y amigas.

Ahora me importa un carajo lo que fuey lo que podía haber sido y no fue, no esimportante, se ha vuelto algo insignificantepara mí. Me miro en un espejo y comienzo asonreír con una expresión socarrona, en la

que atisbo la aparición de la semilla de laseguridad en mí mismo: no sólo no estoyacabado, sino que voy a alcanzar mis sueños.Ladeo la cabeza hacia la parte superior delespejo. Desde allí el Sargento LegionarioMotivador me mira con una expresión dura,pero a la vez cómplice, de saber que hacumplido con su misión de despertar en mí lamotivación, que ha hecho que me levante delmismo infierno, siendo capaz de resurgir demis propias cenizas como el ave fénix (estoes cursi que te cagas).

Cuando estés desesperado, busca y nopares hasta que encuentres a tu Sargento,ese que te motivará y te levantará de un gritoo de un golpe según tus necesidades.Despertará la rabia que tenemos; porhundidos que estemos, elige, decide ponerloa trabajar para ti; te hará caso sin dudarlo, essu vocación la de ayudar a los demás.Aunque a veces utilice métodos expeditivos ypoco aceptados por los meapilas de turno.

Cuidado, puedes tener uno detrás de ti, alacecho, para evitar que te hundas en la putamiseria; si es así, aprovéchalo.

Sólo los mediocres aspiran a sertocados por la suerte. Persigue con todas laspelotas y ovarios de que dispongas, luchapor alcanzar tus sueños y objetivos porderecho propio. Te aventuro que lasatisfacción y serenidad que sentirás no sepaga con dinero. Y esto no es una amenaza:es predicción.

“Cada uno es lo que es, quiere lo quequiere,

Hace lo que hace y debe obrar enconsecuencia”

Mi reconocimiento y admiración al Tercio de laLegión EL GRAN CAPITÁN de Melilla, donde serví y

aprendí unas cuantas cosas de las que se deben hacer yunas pocas de las que no se deben hacer...

Para los muy motivados, paralos poco motivados

Después de la anterior reflexión, laverdad es que tengo la sensación de habermequitado un peso; cuando uno pasa por esetipo de situaciones, averigua y confirma de lamateria prima de la que está hecho. Sabe sies de porcelana, que por cara que sea serompe al final, por su fragilidad y no soportalos golpes (de la vida). O por el contrario,está “fabricado” como el bambú, flexible yadaptable a cualquier situación climatológica;aguanta por igual el frío y el calor, se doblaante tempestades, huracanes y cuando hancesado vuelve a su posición erguida, inclusomajestuosa, imperturbable.

Como no soy médico, desconozco el

mecanismo biológico preciso, pero creo quelo que describí anteriormente es un “subidón”de adrenalina en vena. Esto, cuando vieneprovocado por una situación ajena anosotros, en la que vemos peligrar nuestravida o la de los nuestros, es fácil que ocurra,ya que la adrenalina “acude” sin que lallamemos y nos pone en órbita. Lo complejoes que desde nuestro interior le demos al“interruptor” para recibir la dosis deadrenalina correspondiente que nos levantedel sillón de la comodidad, el miedo y la putamiseria (perdón, esta es la última expresiónsoez que utilizo).

La reflexión avanza y aún no la hecentrado, vamos a ello... A estas alturasespero que el que no tenga la motivación deorigen, de fábrica, todo lo anterior le hayaservido de algo. Supongamos que sí, con locual como todo el mundo ya está motivado omuy motivado voy a pediros ayuda, porqueestoy seguro que tenéis familiares, amigos,

compañeros, vecinos, conocidos... que quizásno tienen demasiado claro cómo funcionaeso del entusiasmo y por ello su motivaciónestá por los suelos. Algunos de ellos puedenestar en paro, no tener un trabajo que lesagrade, haber terminado de estudiar y nosaber qué camino tomar; esto va por ellos ypara ellos. Vuestra misión -y por supuesto lamía- es divulgar el uso de las herramientas(capacidades y habilidades), para que todosseamos capaces de estar motivados yalcanzar esos sueños y objetivos quedeseamos. Este proceso no tiene nada demágico, más bien empieza por algomecánico, que es el esfuerzo que durante elcamino se volverá mágico, nos envolverá,empujándonos a conseguir aquello que noshayamos propuesto (propuesto tiene lamisma raíz que propósitos... ¿?).

Como decían los sabios Maestrostaoístas, muestra el camino y deja que cadauno lo recorra según sus recursos e

intenciones.Ayudar a los vuestros a que entiendan

la máxima “Puedes hacerlo si crees y quiereshacerlo”, recordarles que un largo viajesiempre comienza con un primer paso y éstenace inicialmente con la intención, en lamente de cada uno de nosotros, en nuestrointerior.

Comience pues la aventura, la misiónde buscar a los desmotivados ydesorientados para echarles una manoVeamos cómo podemos averiguar quiénesson y cómo se comportan.

Primera premisa, quien piense quetriunfar es cuestión tan sólo de suerte, fuerzao inteligencia se equivoca; hay algún “detalle”más, para agregar en la ecuación paraalcanzar el éxito:

- SÍ.- No tienen objetivos definidos demanera clara o simplemente no sabencómo alcanzarlos.

- SÍ.- Debido a la falta de seguridad en símismos, piensan que no siempre estána la altura de las circunstancias y lostemores son más fuertes que ellos.

- SÍ.- Su relación con la riqueza, laabundancia y la prosperidad no esbuena; vaya, que el tema del dinero yellos no se complementan. Quizás secentran más en lo que no tienen que enlo que sí tienen.

- SÍ.- No saben que el secreto para ser unbuen líder de sí mismo y de los demáspasa por practicar la iniciativa. Ésta eshacer lo que hay que hacer, cuando hayque hacerlo y como hay que hacerlo.Ah, y sin que nadie diga ni cómo nicuándo hay que hacerlo.

- SÍ.- No usan, aprovechan e inclusoexprimen su imaginación. Recordemosque ésta es el taller de la mente dondese crean los pensamientos, se organizanen ideas y éstas pueden convertirse en

planes y objetivos.- SÍ.- Su entusiasmo habitualmente está

bajo mínimos y no saben cómo renovarsu pasión y actitud mental positiva enaquello que hacen, o no tienen la ilusiónpara hacer aquello que quieren hacer, ono se atreven.

- SÍ.- Carecen de la suficiente paciencia yperseverancia para hacer gala de unperfecto autocontrol que les facilite elcamino a las oportunidades.

- SÍ.- Su personalidad no esexcesivamente agradable y seductorapara los demás, o no saben interesarsepor las cosas de los que les rodean.

- SÍ.- No tienen demasiado claro que pararecoger hay primero que sembrar, o nosaben que para que el mundo lesrecompense primero deben hacer másde aquello que se espera que hagan.Quizás desconocen que siempre hay quehacer un “kilómetro extra”.

- SÍ.- No utilizan y aplican el pensamientocorrecto para potenciar la fuerza y elpoder de la mente, con la intención dealcanzar la plenitud en aquello quehacen y en la consecución de sus sueñosy objetivos.

- SÍ.- No saben que la concentración es lallave que abre la puerta de todas lascapacidades que están latentes ennuestro interior. No, no fuera denosotros: dentro de nosotros. Budabuscaba el paraíso y a través de laconcentración lo encontró (ya sé que lohe repetido varias veces, lo hago apropósito).

- SÍ.- Piensan que para triunfar nonecesitan de los demás, y que elentorno tiene poca importancia en sucamino al éxito...

- SÍ.- Desconocen que todos los fracasosno son más que derrotas temporales,que redirigen sus esfuerzos hacia

mejores vías de conseguir sus sueños.Dándoles lecciones que no sería posibleaprender por otros caminos.

- SÍ.- No son tolerantes con lo que lesocurre y con las personas que se cruzancon ellos.

- SÍ.- No saben ni aplican la Regla deOro.Terminemos reflexionando sobre lo fácil

que es entender cuáles son las Claves delÉxito, las que nos llevan a la cima más alta.Pero lo difícil que es desarrollarlas y ponerlasen práctica de forma continuada como unsistema. Ahí radica el secreto del triunfo, enconvertirlas en nuestro pequeño ejército alservicio de nuestros objetivos, así lo hanhecho todas las personas tocadas por eltriunfo desde siempre.

El éxito en una entrevista detrabajo

Generalizar tiene un riesgo: que cadauno de nosotros somos diferentes, por elloparticulares y no siempre generalizables.Pero también tiene una ventaja: es que alpartir de una base común, debemosesforzarnos (nosotros) por trabajar ydesarrollar los aspectos como individuosúnicos que somos.

Veamos cómo podemos llegar a unaentrevista de trabajo motivados, creyendo yqueriendo conseguir ese puesto de trabajo,ya sea la primera entrevista o la enésima. Ahy si es la enésima, estaremos más cerca deconseguirlo; en definitiva podemos elegir ircomo “ovejas” (que comen y viven según el

mandato del pastor) o decidir presentarnoscomo “tigres” (que deciden, por instinto,cuándo, dónde comen y viven):

1º.- La grandeza de lo que se hace:Todo puesto de trabajo al que

aspiremos (o nos ofrezcan) es importante ynecesario para la sociedad; todos los trabajosson dignos debiendo ser respetados porquienes los realizan y por quienes disfrutandel resultado de que hayan sido hechos conmaestría.

Todos los trabajos deberían hacersecomo Miguel Ángel pintó la Capilla Sixtina oCervantes escribió el Quijote; por lo tanto lagrandeza o pequeñez del puesto de trabajo alque optamos sólo la decidimos nosotros.Aquello que hacemos a diario, ya sea en lavida personal o profesional, es pequeño ogrande, poco o muy importante,dependiendo de nuestra voluntad, actitud y

dedicación hacia ello.

2º.- Saber-Investigar-Averiguar:Es necesario realizar una mínima labor

de investigación averiguando:2.1.- Acerca del puesto de

trabajo que nos ofrecen, sus características,qué conocimientos y experiencia se requierenpara satisfacer las necesidades de la empresa,etc.

2.2.- Conocer algo sobre laempresa, su historia, lo que fabrica y vende,si tienen delegaciones o están en otrospaíses. A buen seguro al entrevistador legustará saber que el candidato conoce o seha interesado por la empresa a la que élrepresenta (esto supone entre diez y veinteminutos ante un ordenador visitando la webde la empresa).

2.3.- Presentar un CurrículumVitae inmaculado (limpio, estructurado,

conciso, sin faltas), adaptando los contenidosa las necesidades del puesto de trabajoconcreto y mostrando tanto nuestrascapacidades y experiencia, como ladisposición a aprender todo lo necesario paradesempeñar nuestro trabajo adecuadamente.

3º.- Una personalidad agradable:Un comportamiento y una actitud

agradable nos abrirán infinitas puertas (de locontrario las “puertas” no se abrirán jamás,ni aún intentando derribarlas con todasnuestras fuerzas).

3.1.- El aspecto más atractivo deuna personalidad, radica en la capacidad deinteresarnos en las cosas de los demás; nosólo oyendo lo que dicen, sino escuchando yteniendo la empatía suficiente con ellos paraque se sientan importantes, cuanto menosrespetados.

3.2.- Las buenas maneras y la

educación son imprescindibles, ya no paraaspirar a un puesto de trabajo, sino paraconducirnos por la vida. ¡No hay puerta queno se abra con un Por Favor y un Gracias!

3.3.- Ya sabemos que en muchasocasiones las primeras impresiones engañan;pero una vestimenta adecuada a lascircunstancias sin duda nos ayudará a romperesa barrera que es la primera impresión dequien nos recibe. De esta forma le estamosdiciendo con nuestra forma de vestir, que esimportante, que nos hemos “arreglado” así,para causarle buena impresión. Y ennosotros, porque sin duda un “buen aspecto”aumenta la seguridad en nosotros mismos ala hora de ponernos delante de alguien quetiene la potestad de darnos un puesto detrabajo.

Se sobrentiende que la vestimenta debeestar perfectamente limpia, planchada eincluso debemos saber llevarla con ciertaelegancia. Por último es obvio que el aspecto

debe ser aseado y cuidado al detalle (pelo,manos, uñas).

4º.- Mentalización: Si piensas que erescapaz, serás capaz...

Cualquier entrevista de trabajo a la queacudamos con el propósito de conseguir unempleo debe convertirse, en los días previos,en un objetivo prioritario. Debemosprepararla en el terreno de lo físico, comohemos visto hasta ahora, pero tambiénmentalmente; debemos usar nuestra mente,imaginación y actitud para proyectarimágenes positivas, que aumenten laseguridad en nosotros mismos y sobre todoel entusiasmo, que hará que seamos uncandidato difícil de rechazar.

No es necesario hacerlo durante todo eldía; a modo de tratamiento y entrenamientopodemos dedicar dos o tres veces al día avisualizar todo lo bueno que va a ocurrir en

la entrevista. Materializar en nuestra mente loque queremos que ocurra, de una manera nodemasiado forzada, dejando margen para losimprevistos, objeciones, preguntas quepuedan surgir y cómo podemos darles lavuelta para usarlas en nuestro beneficio.

5º.- Hablar en la entrevista:Afrontar una entrevista de trabajo

requiere una serie de técnicas o habilidadespara realizarla con ciertas garantías de éxito.Vamos a ver algunas de ellas de maneraescueta:

5.1.- Haber dormido lo suficiente para irdescansado y con los cinco sentidos al cienpor cien. No parece muy lógico aparecer asolicitar un trabajo con “resaca”, ojeras, lavoz pastosa y los pelos mirando cada uno deellos a un punto cardinal.

5.2.- La manera de sentarnos parahablar y escuchar es: ni echados hacia

delante o tumbados como en el sofá de casa.Mostraremos atención, interés y tranquilidad,evitando posturas de excesiva familiaridad oarrogancia. Al igual que los gestos al hablar yal escuchar deben ser comedidos, para queayuden a la comunicación no verbal, sin quese conviertan en esperpénticos.

5.3.- El lenguaje debe adaptarse alentrevistador, siendo claro, conciso y sinextenderse demasiado, en explicaciones queno vienen al caso o no son necesarias.Trataremos de evitar muletillas como: “eh”,“tu-mentiendes”, “yo-yo-yo” y el querer saberde todo absolutamente todo, por quedar biencon el empleador. Recordemos que lasensación que recibimos de alguien que sabede todo y ha hecho de todo es que endefinitiva lo sabe todo de nada y nada detodo, es decir, deja un sentimientosospechoso y contradictorio.

5.4.- Previa a la entrevista, comidaligera, no copiosa evitando bebidas

alcohólicas (la mala impresión que da unaliento a alcohol es aplastante), así comobebidas excitantes como el café ocarbonatadas, frutos secos y similares, todoello dificulta el habla en una entrevista,donde uno ha puesto sus expectativas defuturo.

6º.- La disposición de hacer más deaquello para lo que nos pagan:

Napoleón Hill lo describió como realizarsiempre una “milla extra” en aquello quehacemos. Todo aquél que triunfa y tiene éxitoen sus profesiones tiene la máxima de hacermás de aquello que se espera que haga. Y enla mayor parte de los casos, al final sus jefesy el mundo estarán dispuestos, a pagarlespor más de lo que hacen, lo reconocen yrecompensan.

Ruego que reflexionemos sobre esto, yaque es una de las claves más importantespara triunfar en esta sociedad competitiva,

que demanda gente productiva y eficaz. Lacapacidad de hacer más y mejor escontagiosa y creciente, no tiene límites,buscar ejemplos y estudiarlos...

Ah, y sí, es cierto que en muchasocasiones quien está por encima de nosotrosno valorará ni recompensará nuestrosesfuerzos, incluso tratará de aprovecharse denosotros. Bien; si esa situación no puedereconducirse, siempre estaremos mejorpreparados para encontrar otro trabajo quesea una mejor oportunidad para nosotros.Con total seguridad y desde siempre se diceque “Por sus actos los reconoceréis” a losunos y los otros: cada uno decide dondeestá.

También es totalmente seguro que sihacemos menos de lo que debemos,esperando reconocimiento y recompensaspara entonces hacer más de lo que debemos,no llegaremos a ninguna parte... y ejemplos“haberlos ailos”.

7º.- Agradecimiento:Tenemos que dar una imagen de

agradecimiento sincero, no fingido, porquenos permite situarnos en una posiciónventajosa. Las personas agradecidas son bienrecibidas donde quiera que vayan, y lasoportunidades suelen cruzarse en su caminollamando a su puerta.

No quisiera terminar sin mencionar queno existe ninguna garantía de conseguir unpuesto de trabajo si seguimos estas u otrasclaves; pero si las preparamos como de unexamen final se tratara, lo que sí se puedegarantizar es que quien vaya muy bienpreparado a una entrevista o reunión nosentirá frustración por no conseguir elpuesto. Su comportamiento habrá sido el deltigre, al que se le ha escapado una presa,pero no por ello abandona: se repone, tomaaliento, localiza otra presa y va a por ella.

Heródoto ya dijo, hace muchos siglos,que no sólo hay que juzgar a las personaspor los resultados que obtienen, sino por losvalores que las movieron a ponerse enacción; porque lo primero depende en granmedida de la fortuna y lo segundo dependede la voluntad y la actitud de cada uno denosotros, y este es el antídoto perfecto parareponerse a las adversidades que se cruzanen nuestro camino.

En el otro caso, el de la oveja que va ala entrevista, a ver qué pasa, y hasta conmucha de eso que llaman suerte, espera leden un trabajo. El resultado está claro y nohace falta exponerlo detalladamente. Aquí síque hay frustración.

No es lo mismo ir a que te “den” untrabajo que ir a “conseguir” un trabajo. Alfinal todos sabemos quien domina en lasociedad y en la selva: ¿Las ovejas o lostigres?

Enfocarse en lo que unoquiere

En multitud de ocasiones nos ocurreque no sólo tenemos objetivos y propósitosbien definidos y establecidos; con fechastanto como planes de actuación organizadosy algunos de ellos puestos incluso en acción.

La cuestión es que solemos tener tantosobjetivos puestos al mismo nivel y que notienen nada que ver unos con otros, quesomos incapaces de dar prioridades ycentrarnos en lo que nos es realmenteimportante. Veamos un ejemplo típico:

“Quiero y me he propuesto conseguir:Montar una empresa que me dé beneficios,comprar una casa más grande, cambiar micoche por un mejor modelo de XXX, hacer un

curso de cómo hablar en público para quemis presentaciones sean muy profesionales,aprender submarinismo, llevar a mis hijos aDisney, tener dinero para llevar una vidaholgada, comprarle ese magnífico regalo ami mujer que lleva tanto tiempo esperando,etc., etc.”

Al final nuestra mente es como unalmacén de todo a euro en el que cabe todo,hasta podemos tenerlo por escrito en dos,tres o cuatro páginas perfectamenteredactadas. Además de leídas dos veces aldía, todo perfecto; nuestros sueños esperanser cumplidos y alcanzados, algún día...

Pero llega un momento en que tenemostantas cosas en la cabeza que pueden ocurrirtres cosas: la primera es que nos explote, loque es harto imposible. La segunda es quenos estresemos, nos entre ansiedad por tenertantos “fuegos abiertos” (objetivos) a los queacudir y no saber cuál de ellos apagar. Y latercera y más probable, es que se diluyan o

escapen como el agua, que rebosa en unrecipiente al que no se para de echar agua. Elproblema es que, con seguridad, losobjetivos que se nos van a ir por el desagüeson los más importantes y prioritarios.Generalmente los que necesitan mayorintención y atención son los que másdescuidamos y posponemos ¿Por qué?

El resultado será que debemos empezarde nuevo, si es que nos quedan ganas yfuerzas, es decir, motivación. ¿Cómopodemos evitarlo? Hay dos noticias, unabuena y otra mala, la mala es que no sepuede evitar o es tremendamente difícil; a noser que tomemos realmente cartas en elasunto. La buena es que podemos aprender acontrolar ese proceso. ¿Cómo?

Por como somos los seres humanos,estamos en cierta manera programados paratener multitud de pensamientos, ideas,deseos en nuestra mente que ocupan un granespacio. Además de dedicarles tiempo, y ésta

es una conducta heredada de generación engeneración, que envuelve a los entornos enlos que nos movemos, con lo cual seconvierte en algo normal, común. Y cuandonos cruzamos con alguien que tiene uncomportamiento diferente a éste, nos pareceun tanto extraño; total que si no se tienen“veinte o más deseos” al final no eres nadie.Cumplirlos o no es otra “canción”.

Todo esto no deja de ser un hábito muyintegrado en nuestro interior, máxime cuandonos viene heredado y llevamos practicándolodesde que tenemos uso de razón.

Ya sé, ya sé que los hábitos no serompen y eliminan porque sí. Que se lodigan a los fumadores que quieren dejarlo yno pueden o no saben cómo hacerlo, sin irmás lejos. Pero si somos capaces de crear,con ayuda de las autosugestiones necesariasy adecuadas, mediante la disciplina del uso yla práctica, ir integrando nuevos y máseficaces hábitos, veremos que poco a poco

avanzaremos y desarrollaremos el proceso decontrolar los pensamientos, que dirigennuestras acciones hacia la consecución denuestros objetivos enfocándonos ycentrándonos en lo que realmente nosimporta, ¿Qué es de las primeras cosas quetenemos que hacer?

Está bien y es lícito tener cuantosobjetivos nos apetezcan; pero ¿no será máslógico y eficaz empezar por el principio? Esdecir, por lo prioritario, y centrarnos en ello:pensar en ello, comer con ello, trabajar conello, dormir con ello, vamos como si nosfuese la vida en ello. ¿No es así como encaraun campeón su próximo torneo o partido?Cuántas veces hemos escuchado en lasnoticias a los jugadores de cualquier deportedecir que su partido o torneo másimportante, su objetivo es ganar el siguiente,no “los siguientes” o el que harán dentro deun año.

Tienen un gran objetivo, que ocupa la

mayor parte del espacio de su mente y al que dedican, también, la mayor parte del tiempo y cómo no, de sus esfuerzos. Todo el resto de objetivos menores acompañan y refuerzan al objetivo principal.

Si adoptamos este hábito de centrarnosen nuestro objetivo principal, estaremosdándole instrucciones claras a la menteacerca de aquello en lo que tiene que pensary actuar. Entonces, por la ley de la atracción,aquello en lo que nos enfocamos es aquelloque atraemos a nuestras vidas. Por lo tanto,vamos a tratar de ganar la liga, partido apartido, y cuando llegue el momento, yaprepararemos la final, que es convertir lossueños y propósitos en realidades.Recordemos que cada partido es, en realidad,una final que nos está acercando a la meta.

La valoración del esfuerzo y lossacrificios que hay que realizar paraconseguir aquello que nos hemos propuesto,depende exclusivamente de cada uno de

nosotros. Cuando decidimos tomar uncamino y estamos llegando al final delmismo, puede, entonces, ser tarde paraarrepentirse de aquello, que a veces se nosescapa por la boca:

-“Si lo hubiera sabido, hubiera hecho...”-“Podía haber escogido este camino,

entonces...”Y como remate, un propósito en sí

mismo: es el casar objetivos personales yprofesionales, de esta forma nuestroambiente y entorno nos apoyarán y darán lasenergías necesarias para que cada paso estémás cerca que el anterior de la meta.

No permitas que la vida suceda,Haz que la vida suceda

Superarse

No debemos olvidarnos, mejor dicho,debemos ser conscientes y tenermeridianamente claro, que la motivación porsí misma probablemente no sirve para nada.Para que ese entusiasmo que nos mueve seaproductivo, tiene que estar orientado a lasuperación. Ésta nos llevará a triunfar y cadauno de nosotros puede y debe ponerle supropia definición (como ya sabemos deanteriores reflexiones).

Y para que esa superación sea uncamino hacia el triunfo (y el triunfo seatambién el camino), tenemos que tenerclaros cuáles son nuestros objetivos. Sobreestos, que no es la primera vez que aparecenen estas páginas, los abordaremos desdedistintos prismas. Así seremos más

conscientes de nuestra situación, conrespecto a nuestras metas y propósitos. Porello puede suceder que:

- Estemos y seamos personas animosas,con una motivación fácil de crear ennuestro interior. Pero que lamalgastemos por no tener unosobjetivos definidos, o tener muchos ocambiarlos cada poco tiempo pordiferentes causas...

- O por el contrario, podemos tener unosobjetivos claros y definidos e inclusotener planes organizados paraalcanzarlos. Pero a la hora de ponernosen movimiento, eso que llaman pasar ala acción, nos falta la motivación y elentusiasmo necesarios que nos ponganen marcha y nos mantenga en el caminode superarnos día a día para alcanzarnuestros sueños.Por ello, siempre que nos sintamos

motivados, busquemos esas fuentes donde

nos motivamos, o tratamos de aprendercómo motivarnos, debemos,inmediatamente, pensar y actuar siendoconscientes de que el propósito de lamotivación es superarnos. Ese enlace entreambas hará que nuestros pensamientos yacciones se muevan permanentemente por elsendero que nos lleva a la consecución denuestros objetivos.

La superación es algo que se puedelograr con una dedicación que entrañeimplicación y compromiso con aquello que sehace. Comprometerse con algo es implicarse,dedicarse sin reservas ni ambigüedades; asíconseguiremos estar atentos a eso quehacemos, nuestro trabajo, tarea, labor. Laatención entonces nos llevará a un fuertedeseo; más que a querer, a exigirnosconseguir aquello que nos hemos propuesto,con el equipaje (capacidades y habilidades)que tenemos. No nos quedará más que pasara la acción, y lo haremos de manera

automática sin peros, excusas, justificacionesque nos retrasen o desvíen de nuestro “viaje”.

Cuando pensemos en superarnos, no louniremos al esfuerzo y al sacrificio, sino a ladedicación. Lograremos ser uno con lo quehacemos, fundirnos con nuestra labor y esoya en sí mismo es un éxito. Entoncesencontraremos que, sea lo que sea lo quehacemos, será grande e importante, porquelo hacemos con pasión y dedicación. Éstasnos llevarán a la maestría, éste es el mejorcamino para la superación.

Cuando ocurra esto, seremos capacesde ver las “cosas” de forma distinta, y yasabemos que cuando cambiamos la maneraen que vemos las “cosas”, las “cosas”cambian. Las percibimos de distinta manera;en lugar de crisis, podemos veroportunidades; en lugar de fracasos, derrotastemporales; y en lugar de problemas,adversidades.

Y como no todo va a ser mental, demosun pequeño secreto. Todos lo sabemos, lohemos practicado en multitud de ocasiones.Lo hacemos cuando queremos causar unabuena impresión a nuestro interlocutor, yasea éste un superior, un amigo, una pareja ala que queremos seducir o un banquero alque queremos convencer de que nos dé unpréstamo para nuestro negocio... Mantener elcuerpo erguido, la cabeza alta y mirando alfrente (no hacia arriba), los hombrosligeramente elevados y hacia atrás, buscandoun eje vertical imaginario que nos de unapostura de equilibrio, en la que es más fácilsonreir. Mantener la serenidad y la seguridaden uno mismo, para fluir y enfrentarse a losacontecimientos, de manera creíble para losdemás, pero sobre todo para nosotrosmismos. Es imposible sentirse inseguro,temeroso o tener una actitud “depre” conestas posturas: se ve la luz, el horizonte, elcielo y las oportunidades.

Lo contrario, con la postura de cabeza“gacha” hombros alicaídos, pies arrastrados,es imposible física y mentalmente tener unaactitud como la anterior. No existe sonrisa, elsemblante es triste, de miedo e inseguridad.Así es fácil caer en estados perjudiciales parala salud, que nos hacen ver las puertascerradas, y lo dura que es la vida sin ver laluz... de las oportunidades.

Haced la prueba y recordar que sielegimos levantar la cabeza (sin exagerar),un mundo de oportunidades se abrirá antenosotros.

Así podemos comenzar el viaje a lasuperación y el triunfo con pequeños pasosque nos acerquen al éxito y la felicidad...

¡Convirtamos el éxito y la felicidad en elcamino!

Brindar un servicio útil a lasociedad II

En una primera reflexión, lo abordamosdesde la perspectiva de los que se dedican abrindar un servicio útil a la sociedad, deforma profesional a través de su trabajo, suvocación o dedicación, cómo podíanmantener su motivación alta. Ofrecíamosunas pautas, que por supuesto no son fácilesde seguir y menos de desarrollar, pero que abuen seguro aportan un sistema no complejoy que ofrece buenos resultados a medioplazo.

Otra cosa muy distinta es el resto de losmortales, que no nos dedicamosprofesionalmente a ayudar a los demás ¿o sí?¿No ofrece nuestro trabajo un servicio a la

sociedad? Yo creo que sí. Y si loconsideráramos de esta forma...

Nuestro trabajo, sea el que sea, brindaun servicio útil a la sociedad. Si somosconscientes de ello lograremos darle muchamás importancia y empaque a lo quehacemos. En ese momento habremos dejadode trabajar solamente a cambio de dinero, ylo estaremos haciendo desde la perspectivade que nuestro trabajo es necesario para lasociedad, lo valora (sí, sí, lo valora, porquepor atracción y compensación, si tú valorastu trabajo, valorarás el trabajo de los demásy los demás acabarán por valorar tutrabajo... Es más fácil de asumir que deescribir). Si valoran lo que hacemosacabaremos satisfechos, orgullosos ytenderemos a dar lo mejor de nosotrosmismos en aquello que hagamos. Insisto, sealo que sea a lo que nos dediquemos.

Y si el intercambio monetario, el dineroque percibimos, pasa a un segundo plano -

que en ningún caso quiere decir que no seaimportante; lo es y mucho, porque es el quenos permite vivir según las expectativas yexigencias que tenemos de nuestra existenciay del que hablaremos en una próximareflexión-; bien, cuando lo más importante esla labor que hacemos, y no nos fijamos en eldinero como sólo aquello que buscamos, nospasa algo similar a lo que les ocurría a losArqueros Zen de hace unos cuantos siglos,en el antiguo Oriente. Veréis:

De entrada, se convertían en uno con loque hacían, se fundían literalmente con sumisión; ésta era realizar el disparo perfecto, ypara ello el arco, las flechas, la diana, eincluso la montura (el caballo) pasaban aformar parte de una misma unidad.Practicaban no sólo el disparo, sino otrasactividades como la escritura, caligrafía, lajardinería o la pintura, que aparentementenada tenían que ver con su trabajo de serarquero. Pero mentalmente les daba una

visión y sensibilidad mucho más amplia deltodo y las partes, que no se puede conseguirrealizando una sola disciplina, por intensidady pericia con que se realicen.

Con todo esto, cuando el arquerorealizaba el disparo perfecto, repito el disparoperfecto, sólo había una consecuencia: dar enla diana; en realidad no buscaba dar en ella,buscaba el disparo perfecto. Si únicamente secentraba en la diana era mucho más difícilacertar en ella.

Al igual que en nuestros días, si sólobuscamos un buen salario, es difícilconseguirlo, y más realizar un trabajo bienhecho (perfecto). Por el contrario sirealizamos un buen trabajo, la consecuenciano será otra que obtener un buen salario;estaremos dando un servicio útil a lasociedad y por compensación, como nosdecía R. W. Emerson, la sociedad y el mundonos compensará...

Y si nos movemos de esta forma por lavida, surgirá en nosotros un agradecimientoespontaneo, que generará el interés en hacerel bien y brindar un servicio útil a esa partede la sociedad que necesita ayuda pordistintos motivos. En definitiva, si somoscapaces, en lugar de darles “peces”,enseñarles a “pescar”, sobre todo con elejemplo y la dedicación propias, esto tendráun doble efecto: el que estaremos haciendolo que tenemos que hacer, el orgullo deayudar; recordar que la manera más fácil deser feliz, es hacer felices a los demás,probadlo. Haced feliz a alguien, aunque seacon un detalle, y veréis que la felicidad deesa persona es contagiosa, volviendo avosotros multiplicada (eso es atracción ycompensación).

No debe haber reglas ni pautas a seguir,sólo nuestro interior debe guiarnos; a vecesun pequeño gesto de compasión ocomplicidad pueden hacer mucho bien a

quien los recibe. Y al contrario, un mal gesto,una palabra fuera de tono o una broncapuede llegar a hundir a alguien, que necesitetoda una eternidad para sobreponerse.

La generosidad es un ejercicio que noshace grandes y nos abre las puertas dedeterminados conocimientos que seríaimposible adquirir por otras vías.Efectivamente hay cosas que se puedenaprender en los libros, pero luego hay quepracticarlas en “carnes propias”. Lasexperiencias derivadas de ser generosos connuestros semejantes nos ayudan a tener unavisión más amplia de este mundo en el quevivimos y de sus posibilidades. En muchasocasiones bastan pequeños gestos decompasión, más que de generosidad, paraabrir el espíritu de alguien que se cruza connosotros y tiene una historia desesperadaque contar. Ese gesto que quizás haga felizpor un momento a esa persona nos afectadirectamente a nosotros, es contagioso a la

par que beneficioso.Al igual que se estructuran fechas para

apagar todas las luces de los grandesedificios una vez al año, para conseguir quela gente sea consciente del consumo y ahorrode energía, porque las fuentes actualesdonde se genera son limitadas, desde lasgrandes instancias debería articularse un díaal mes para propagar la generosidad entrelas personas y ofrecer un servicio útil a lasociedad en la medida de las posibilidades decada uno de nosotros... El resultado seguroque podría llegar a palparse en el ambienteen un breve espacio de tiempo.

El poder del entorno

Una vez que hemos tomado lainestimable decisión de lanzarnos a pornuestros sueños y objetivos con todas lasconsecuencias, ya tenemos la voluntad, laactitud, es decir, la intención de ponernos enacción, porque ya sabemos que elmovimiento se demuestra andando. Y sinuestros sueños, objetivos no vienen anosotros tendremos que ir a por ellosdecididamente, ¿verdad?

Si hemos llegado hasta aquí,probablemente se ha creado en nuestramente el entorno adecuado que nos impulsea estar motivados para superarnos.Probablemente también hemos sido capacesde crear las autosugestiones necesarias, paragenerar pensamientos positivos, tendentes a

la consecución de nuestros objetivos.Las sugestiones son tremendamente

importantes porque programan ycondicionan los pensamientos, las ideas yestas generan sentimientos, emociones,estados de ánimo que nos llevan a la acción.Y si las acciones son el efecto de las causas,vamos a decir adecuadas, los resultadosserán los correctos y, por qué no, losesperados.

Si somos disciplinados con nuestroshábitos para programar y condicionar nuestramente para que tanto consciente comosubconscientemente nos dirijan a nuestrossueños y metas, habremos sentado las bases,los conocimientos de manera sólida, eficaz yduradera para que el desánimo no puedaarañar ni un ápice de nuestra motivaciónhacia la superación.

Para programar o reprogramar, según elcaso, nuestra mente hacia actitudes positivas

permanentes (cuanto menos muymayoritarias), es cuestión de sentarsetranquilamente con papel, lápiz y estudiarnosen el momento presente y sobre todo cuál hasido nuestra actitud en el pasado antedeterminados hechos y situaciones quehemos vivido. Si nuestra respuesta ha sido laque debería haber sido, si esas actuacioneshan salido de nosotros mismos, de unadecisión propia y consciente, o han estadoinfluidas, dirigidas por nuestro subconscientey los condicionamientos familiares quehemos heredado, las creencias que lasociedad ha ido inculcándonos sutil ysubliminalmente poco a poco. Y que hanalterado nuestra capacidad de elegirsoberanamente, para elegir lo más adecuadoa las circunstancias y no lo que se espera(por parte de todos) que hagamos ydecidamos...

Pensemos que nuestra mente ya tienelos “muebles” adecuados: ahora usémoslos,

disfrutemos de ellos. Y para que nuestroentorno mental sea siempre el que queremosque sea, debemos estudiar si el entornoexterior, el ambiente en el que nos movemos,es el adecuado a nuestros intereses ocontrario a ellos. Este paso es de vitalimportancia para nuestro futuro, pero sobretodo para el presente, que en definitiva es elque avala y proporciona el mencionadofuturo. Si somos capaces de asumirlo en todasu magnitud, comprenderemos que sólo sialienamos nuestros objetivos, nuestrascapacidades y nuestro entornoconseguiremos aquello que nos hayamospropuesto.

Cuando nos rodeamos de personas connuestra misma energía vital, hacia lo quehacen y cómo lo hacen se genera lo queNapoleón Hill denominó La Mente Maestra,que viene a decirnos que cuando dos o máspersonas se alían con un objetivo común secrea una mente conjunta superior en

resultados a la suma individual de lasmentes. Este es el entorno que debemosbuscar a toda costa.

Y sí, al final no deja de ser un tema dedisciplina, de saber dónde estamos y haciadónde queremos llegar, en quiénes somos yen quienes queremos ser, también con ciertacarga egoísta, que también es necesaria paraque la sociedad y el mundo avancen. Si nonos rodeamos de las circunstanciasadecuadas es como remar hacia la meta acontracorriente.

Por lo tanto cuando el entorno es eladecuado, tanto en cuanto a circunstancias serefiere, ambiente en el que nos movemos ylas personas con las que nos relacionamos,nuestra energía y motivación son altas,podemos convertir los problemas endificultades; los fracasos en derrotastemporales. Siempre veremos un rayo deesperanza y la posible oportunidad que pasapor nuestro lado. La relación con gente

positiva, proactiva, con energía vital generanun poder y una fuerza imparable. No digoque sea fácil de explicar, pero lo que sí esfácil es de percibir y palpar; (vamos que secorta con cuchillo en el ambiente, cuando secrea).

La pregunta del millón. Y ahora, ¿cómohago para crear y estar en el entornoadecuado?... Porque eso del entornoadecuado queda muy bien sobre el papel,pero ¿qué es exactamente?... Cada uno denosotros tiene que pensarlo, reflexionarlo ydecidir. A veces pequeños detalles nospueden ayudar tremendamente, veamosalgunos ejemplos:

- ¿Qué tipo de conversaciones tienes contus familiares, amigos, compañeros,vecinos, etc.? ¿Se habla de crisis... o deoportunidades?

- ¿Qué tipo de actividades realizas y conquién las realizas?

- ¿Dónde vives?, ¿es quizás un

apartamento en una zona en la que sepalpa cierta prosperidad, o prefieresalgo de mayor tamaño, pero en unbarrio en el que cada vez que entras ysales ves gente sentada desempleada,inactiva, viendo pasar las horas? (Séque esto es un poco drástico y que unono siempre está o vive donde quiere,pero si somos conscientes, ese es elprimer paso para el cambio).

- Cuando te tomas la cervecita con tushabituales ¿De qué habláis? ¿Regresas acasa con ganas de comerte el mundo ode tirarte a un pozo sin fondo?

- Vamos más lejos: es tu familia directa,con la que vives sobre todo, perotambién la otra; proactiva, positivos,entienden que estás en el camino de lasuperación y ese camino (tan extrañoque mucha gente no sabe que existe,porque en lugar de mirar hacia arriba yver la luz solo miran hacia el suelo y ven

penumbra y oscuridad, esperando ungolpe de suerte...). Como digo, esecamino necesita de ciertos apoyosfirmes e incondicionales; porque no haynadie que haya triunfado que lo hayahecho solo.

- El aspecto físico, aseo, vestimenta,forma de movernos, hablar,comportarnos, nuestro estado de formafísica, mental, espiritual, incluso lo quecomemos puede ayudarnos a sentirnosbien o mal; lo que leemos, escuchamos,vemos, la pulcritud que nos rodea...Podríamos seguir, pero nos queda algo

muy importante que abordar. ¿Qué hacemoscon toda esa gente que nos come y absorbela energía positiva, devolviéndonoslaconvertida en energía negativa; vaya,porquería tóxica que además es contagiosa?Insisto: ¿Qué hacemos?

La respuesta es fácil: evitarlos, darles laoportunidad de que se reciclen y

reprogramen o eliminarlos de la lista de“amigos” y pasarlos a simples conocidos. Sino se les puede evitar, como en el caso de lafamilia, limitarlos al mínimo o pedirlescortésmente que no nos arrastren al mundode las penas y las críticas. No sólo cada vezque realizamos un acto, sino también cuandotenemos pensamientos negativos y críticosestos acaban por condicionar nuestraconducta. Con lo cual hay que tener muchocuidado a la hora de relacionarse.

Tampoco hay que obsesionarse conquerer cambiar a todo el que no tenga una“actitud positiva”; la mejor enseñanza es elcomportamiento ejemplar, ya que tambiénéste es contagioso. En cualquier casodebemos asumir que cada uno es como es, yque no somos responsables tanto delcomportamiento como de las actitudes de losque nos rodean. Ese ejemplo que brindamoses la mejor forma que tenemos de indicarlescuál es el camino.

Se podría pensar que con todo loanterior estamos insinuando y aconsejandoque nos alejemos de toda situación nofavorable o desgraciada, de penalidades,penurias, de gente que realmente lo estápasando mal, tiene necesidades y carencias.Más bien todo lo contrario... Sí tú estás bien,podrás ayudar a los demás; sólo si estás bientendrás la fuerza y el estado de ánimo paracolaborar con quien lo necesita.

Si tú estás mal por haber errado con tuentorno, no podrás ayudarte ni a ti ni anadie. No tiene nada que ver que tomandoun café alguien te extraiga hasta el últimohálito de energía positiva, intoxicándote consu negatividad, que es nefasto para tu salud,que ayudar en un comedor social, o darapoyo de forma solidaria y altruista a quieneslo necesiten.

No, no es lo mismo, lo segundo nos

reafirma que estamos en el camino correcto.Y devolvemos a la sociedad una parte de lo

que ella primero ha tenido a bienobsequiarnos.

Serendipia

Para darle toda la importancia que tieney merece, comenzaremos diciendo que AlbertEinstein reconocía en algunos de susdescubrimientos esta cualidad comodetonante de los mismos.

Su origen se enmarca en un cuentotradicional titulado: “Los tres Príncipes deSerendipia”. Serendipia es el nombre enárabe de la antigua isla de Ceilán(actualmente Sri Lanka). Cuenta la historia detres príncipes que solucionaban susproblemas a través de increíbles einesperadas casualidades y coincidencias.

El término “Chiripa” puede considerarsesinónimo de Serendipia; con esto yapodemos saber qué significado tiene, noobstante, vamos a dar una definición de las

que circulan habitualmente por distintoscanales:

“Es un hallazgo, incluso undescubrimiento afortunado, debido a lasuerte e inesperado, que sucede cuando seestá buscando e investigando algo distinto alo que se obtiene”.

Cuando un individuo reconoce haberhecho un importante descubrimiento que notiene relación con el trabajo que estabarealizando; de forma general se puededenominar así también a la casualidad,coincidencia o cuando algo sucede poraccidente.

La idea es asociar la serendipia a lasuerte, a lo que nos envía el universo, lafuente de lo que todo emana, Dios. Cada unopuede elegir la que más se identifique consus creencias.

Después de tanto escribir sobre comodiseñar nuestro presente, planificando con

cierta medida el futuro a base deconocimientos, experiencias, es decir, desaber y hacer de forma organizada. Y ahorahablamos de la suerte, de la serendipia... ¿Ypor qué no? No todo debe estar sujeto a lasleyes matemáticas y universales de causa yefecto. Una parte de nosotros tiene que estarreceptiva a recibir aquello que no espera, yquizás para lo que cree que ni siquiera estápreparado. En el mejor de los casos, cuandorecibimos algo inesperado, por suerte ochiripa, tendemos a pensar, que tan sólo seha producido por casualidad y así debe ser.Pero también es patente que la serendipiasólo se produce, cuando nuestra mente estáabierta y preparada a recibir, en su másamplia acepción. Sólo así seremos capaces dever esas oportunidades que las coincidenciasnos ponen por delante.

La casualidad y las coincidencias nosponen por delante personas yacontecimientos que acaban por influirnos de

tal manera que podemos realizar cambiossustanciales en nuestra vida personal yprofesional. Que no estaban previstos, y que-puede, que por vías no contempladas, niestudiadas, ni esperadas por nosotros- nosacerque tanto,a los propósitos que realmentedeseamos como al lugar que queremosocupar en este mundo. Al igual que laimpronta y el legado que queremos dejar operpetuar. Y aún alcanzando nuestrospropósitos más íntimos, quizás lo hayamoshecho consiguiendo objetivos sensiblementediferentes a los que teníamos inicialmente.

Abiertos y alerta debemos estar parareconocer todas las señales que nos arriban,para en cada momento de nuestra existenciapoder elegir las opciones que nos acerquen aesos propósitos. Y la serendipia -o la chiripa-como tal, tienen mucho que ver con losresultados.

Según vamos avanzando,comprobamos que también desde nuestra

voluntad, actitud y acciones podemos influir,incluso provocar determinadas coincidencias,que de otra manera sería harto imposible. Unejemplo gráfico: conoces a una persona enun evento acerca de emprendedores, con laque acabas colaborando ya que la empatía esmucha y las posibilidades profesionales seamplían en gran medida. Y piensas: ¡quésuerte la mía, vaya casualidad!

Sí, es cierto, pero antes... Has hecho unesfuerzo para ir, porque es a las ocho de lanoche y a esa hora ya estás cansado. Hassalido ante el público a presentar tu empresa,cosa que le ha dado la oportunidad a esapersona de escucharte y luego acercarse paraestablecer relación. Ah, y nunca salesvoluntario a presentar en público y menos enprimer lugar... Te has hecho miembro de esaasociación unos meses antes esperando ybuscando... ¿Qué? No sabes qué, pero laserendipia se ha cruzado en tu camino.

Y si pensamos que la serendipia puede

provocarse estando alerta a todo cuanto nosocurre, dejando nuestra mente abierta... Deesta forma cuando nos surge un problema odificultad, un fracaso o derrota, lógicamentepodemos y debemos tratar de franquear ysuperarlas. Podemos asumir que el destino,la casualidad, la suerte nos envía una señal,para redirigir nuestras vidas por otrosderroteros. La serendipia puede actuar enestos casos como una ayuda inestimable, quenos descubre posibilidades nuevas que quizáscon anterioridad no habíamos visto niprevisto. Y que ahora se nos muestran demanera nítida, de forma que nuestrasopciones de elegir sean más y mejores.

¡Dejemos que la vida nos sorprenda!

Día... a día

Esta reflexión está pensada para queseamos capaces de encajar las piezas delpuzle Es cierto que con todo lo que tenemosque pensar, en lo que tenemos que enfocarnuestros esfuerzos, en los objetivos y metas,así como lo que hay que aprender, lo quetenemos que cultivar, véase cuerpo, mente yespíritu, lo que tenemos que organizar,planificar, leer... Ah, y por si acaso, para noestar escasos aprender un poco más, porqueel saber no ocupa lugar. En definitiva, ya sesabe hay que estar preparado... (¡Suerte!,que sólo nos centramos en lo importante).

Todo esto, ya de por sí, requiere muchaacción en cantidad y calidad, que es lo quevenimos preconizando y auspiciando desdelos escritos iniciales. Ahora, hay algo mucho

más importante que no se nos puede olvidary es vivir. Sí, VIVIR (en mayúsculas). Estopuede parecer fácil, difícil; a veces sí, a vecesno, dependerá de cada uno de nosotros ¿Ycómo se hace? Pues realmente se hace comolo hacemos habitualmente, o deberíamoshacerlo. Día a día, momento a momento.

Esto significa que todos los días hemosde levantarnos con las expectativas de tenerun gran día; pero también dejando unamplio margen para que ese día nos traiga ynos aporte experiencias y momentosinolvidables. Y, por supuesto,enriquecedoras, tanto en las situacionescomo respecto a las personas con las que noscrucemos y nos relacionemos de formainesperada: acordémonos de la serendipia.

Debemos ser capaces de trasladar todoeso, que ya hemos plasmado al inicio -aprender, enfocarse en los objetivos, etc.- enla mente consciente, y pasarlo a la mentesubconsciente a través de la autosugestión.

Dejando que ésta trabaje para conseguirlo,de manera independiente a nuestraconsciencia.

El proceso podría ser similar a cuandole damos la orden a nuestra menteconsciente para que nos despierte a una horadeterminada. Y cuando esa hora, que hemosgrabado en la parte subconsciente por mediode la autosugestión llega, hete aquí que nosdespertamos (como por arte de magia); nosabemos qué mecanismo ha sido capaz dedespertarnos, pero el resultado es que noshemos despertado, que es lo importante.(Recomiendo el capítulo sobre “ElPensamiento Correcto” del libro LAS LEYESDEL ÉXITO de Napoleón Hill; ed. Obelisco).

Luego, entonces, intentemos utilizar ydesarrollar este mecanismo, para que nuestramente subconsciente trabaje a nuestro favory en nuestro beneficio. mientras la menteconsciente, el yo del ahora, de este justoinstante, se dedique a vivir y disfrutar de “ser

y estar”. Cada momento es único eirrepetible; si se va no siendo conscientes deél, se crea un vacío, y sobre ese vacío notenemos control. Tan sólo podemos controlarlos instantes en los que somos conscientes;así es como podemos hacernos dueños denuestra vida, de nuestras experiencias, denuestros actos, de nuestros pensamientos.

De esta forma podríamos decir que nohay un camino hacia la felicidad y el éxito: lafelicidad y el éxito son el camino, ya que sivivimos los momentos presentes con plenitudy consciencia, ya estamos saboreandoambas, la felicidad y el éxito. No teniendo laansiedad de alcanzarlos en un futuro, dejaránde ser una expectativa para ser una realidad.Y serán independientes del alcance yvolumen de nuestros logros, que por otraparte siempre serán relativos y subjetivos.

Día a día es como se recorren loscaminos, y como hemos dicho, la meta esuno de nuestros objetivos, pero no debe ser

el único; ya que si centramos en exceso laexpectativas sobre los “hombros” de loslogros futuros, es posible que cuando sealcancen se cree un vacío, que nos impulse apensar: ¿Y ahora qué?

Si además de esas expectativas defelicidad y triunfo obtenidos al conseguirnuestras metas en el futuro somos capacesde hacer el “camino” admirando el “paisaje”,saboreando cada momento como único, perotambién somos conscientes de que todocamino tiene tropiezos, bifurcaciones,subidas y bajadas, donde a veces se ve todooscuro, está nublado y otras luce el sol y seve claramente el horizonte... El resultado seráinstantáneo, ya que realmente estaremosviviendo con plenitud; la motivación serápermanente, en cada minuto de nuestraexistencia nos superaremos. Estaremossuperándonos a nosotros mismos: aquí nohay competición, no competimos contranadie; cuando lo hacemos estamos limitando

nuestras posibilidades, ya que centramosparte de nuestros esfuerzos en aquello quehacen los demás. La superación es un caminointerior, que nos ayuda a conquistar terrenospoco explorados y escasamente explotadosde nosotros mismos.

¡La suerte es para los que compiten, eléxito es para los que se superan!

Valores

Llevamos muchas reflexiones -y porende páginas-, pero no hemos hablado, si noes de pasada, de algo que no sólo es muyimportante, sino imprescindible para alcanzarun éxito sólido y duradero en el tiempo. Loque nos acarreará una abundante felicidad,cuanto menos, satisfacción por lo quehacemos y cómo lo hacemos. Esa clase detriunfos que te acompañan hasta el más allá:vamos, a la tumba, por decirlo claramente ysin rodeos.

Esta clase de triunfo, ya sea en lopersonal o en lo profesional se forjandespacio, con dedicación, mucha dedicacióny pasión. La base principal donde se asientanson los VALORES, esos que todos sabemosque existen, incluso que creemos que los

practicamos más y mejor que nuestrossemejantes. Y cuando nos damos cuenta deque no lo hacemos, nos justificamos diciendoque si no lo hacen los demás, por qué lovamos a hacer nosotros, etc., etc.

Por eso, en definitiva, muchos de loséxitos con los que nos encontramos, inclusolos que nos ganamos a pulso y con muchoesfuerzo, ni los saboreamos, ni son sólidos niduraderos. Porque no hemos sido capaces deasentarlos sobre una base firme que no sedesmorone con las primeras dificultades. Queestos no se conviertan en arenas movedizasque nos absorben y nos devuelven a la tristerealidad de las derrotas y adversidades, delas que cuesta un triunfo salir; vaya, que salirya es en sí mismo un éxito. O la base denuestros éxitos se abre, como una de lastrampas que suele sortear Indiana Jones ensus fantásticas aventuras, y el vacío nos tragay ya nunca más somos capaces derehacernos, salir a la superficie, o ya nunca

más se supo de nosotros ni nuestrosansiados sueños.

Pero tenemos la opción, y es unaelección enteramente nuestra, la de actuarbajo el paraguas de los valores. Cuando unolos utiliza y los practica habitualmente demanera consciente (y también de manerainconsciente, espontáneamente), entonces losvalores apuntalan nuestra vida. Ésta puedesufrir vaivenes, temblores; pero cuandoterminan, seguimos: fuertes, tranquilos,dispuestos a seguir el camino hacia nuestrossueños. Y si caemos en arenas movedizas,nuestros valores siempre están para echarnosun cabo ayudándonos a salir y remontar esasdificultades. Por último, si el vacío se hace anuestros pies, éste es temporal y de pocaaltura; con lo cual al caer nos levantamos,nos sacudimos el polvo de la caída,sonreímos y, como Indiana Jones,continuamos hasta alcanzar ese tesorollamado éxito y felicidad.

Bueno, ¡hablemos de una vez de losvalores! Estos se heredan de nuestrosprogenitores y familiares más cercanos, conlos que convivimos en la infancia. El entornode amigos, compañeros hacen quedefinamos los primeros contactos con losvalores También nuestras circunstanciasayudan a reforzarlos o debilitarlos; sobretodo teniendo en cuenta si estos han sidoafirmados correctamente en nuestrapersonalidad. Si es así, estos condicionan loscomportamientos y muestran la clase depersonas que somos; la materia prima de laque estamos hechos.

En cualquiera de los casos, cuando unocumple una determinada edad, sabe lo queestá bien y lo que está mal. Es una elecciónque está en nuestro poder: adquirirlos si nolos tenemos, y desarrollarlos para ponerlosen práctica. Con seguridad podemos afirmarque todos tenemos unos cuantos de fábrica(de origen).

El hecho es que hay tantos que vamos acitar alguno, sin que medie definición de pormedio ya que todos los conocemossobradamente. Empecemos: laboriosidad,compasión, humildad, coraje, paciencia,honestidad, honor, valor, disciplina, sencillez,generosidad, perseverancia, honradez,simpatía, amabilidad, empatía... y muchosmás.

Por favor, que cada uno añada lossuyos, y sí, algunos más que valores sonvirtudes, qué más da; al final se trata de sercomo hay que ser y hacer lo que hay quehacer. El límite entre lo que sí y lo que no,creo que todos lo tenemos claro; al margende las circunstancias, de las excusas yjustificaciones que seamos capaces deargumentar, para salirnos del camino de losvalores y las virtudes que siempre deberíanacompañarnos.

Si nos mantenemos en ellos de manerafirme y sólida, seremos capaces de sentirnos

motivados, sean las que sean lascircunstancias por las que debamos pasar. Lollamado “bueno” se convertirá enenriquecedoras experiencias, y lo llamado“malo” se volverán esclarecedoras leccionesque nos empujarán a superarnos. Endefinitiva, nos enseñarán a vivir mejor ymejor significa: MEJOR en mayúsculas.

¡Y si vivimos mejor, posiblementepodamos vivir más!

Nuestros hijos

Hemos visto lo importante que es elentorno en la consecución de nuestrossueños; aún más a estas alturas, sabemosque muchas creencias que tenemos y losresultados que obtenemos provienen decondicionamientos creados por nuestrosprogenitores, amén del ambiente y lascircunstancias en las que nos hemos hechoadultos. Así conformamos nuestrapersonalidad y casi nuestro futuro poradelantado. Es cierto que no es cuestión deagarrarnos a las justificaciones y excusaspara explicar “dónde estamos”, pero sídebemos tener meridianamente claro dedónde provienen nuestros resultadosactuales.

Incluso el que hace todo lo contrario de

lo que le han enseñado, ha visto y haaprendido, también está influido por esosmismos condicionamientos, o mejor dicho larebeldía de hacer lo contrario de lo que suscondicionamientos le dictan.

Si todo esto es de suma importanciapara nosotros, la pregunta sería: ¿de quémanera estamos asentando creencias ycondicionamientos de éxito, felicidad, inclusoserenidad en la mente de nuestros hijos?

Si tenemos claro que la mejor manerade ayudar a un hijo es ayudarle a que seayude a sí mismo (disculpas por lasredundancias)... Luego, entonces, tendremosque trabajar acompañándoles en el desarrollode aptitudes, valores y sobre todo actitudesante la vida. De forma que les ayuden aconvertirse en quienes realmente quieran serellos, y no en lo que quisiéramos que fueran;según nuestras apetencias. La capacidad deelegir tendría que ser algo consciente enellos; que sean capaces de diseñar su propia

vida, su presente y su futuro. A aprender quelas caídas muchas veces nos hacen másfuertes y nos enseñan a levantarnos mejor ymás rápido.

Y para ello, el mejor recurso y apoyodel que podemos valernos es el ejemplo: uncomportamiento ejemplar que les enseñe avivir día a día y que los enriquezca desde sumás tierna infancia. Dejando que ellosmismos vayan forjando su propiapersonalidad y eso incluye “carta blanca”,asesorada. Carta blanca, en definitiva, paraque tengan la capacidad de elegir sus sueñosy objetivos. Con todo lo que ello supone deconocimientos acerca de su propio yo(autoconocimiento), del entorno, de lascircunstancias; de los esfuerzos y sacrificiosque tendrán que realizar para alcanzar suspropósitos.

Al mismo tiempo, es una tarea deextrema importancia inculcarles la motivaciónnecesaria para que les empuje hacia delante,

sean las que sean las adversidades por lasque tengan que pasar. Y aunque lamotivación como tal debemos crearla cadauno de nosotros en nuestro interior, noolvidemos que es contagiosa. Luegoentonces, nuestras enseñanzas, pero sobretodo nuestro comportamiento ejemplar, es elque hará que nuestros hijos se contagien deese entusiasmo y motivación que esnecesaria para superarnos y triunfar en lavida. Al igual que debemos “venderles” laidea, que ya hemos expresado unas cuantasveces en estas páginas, de que en realidad noexiste un camino para alcanzar la felicidad yel triunfo: ser feliz y triunfar en aquello quehacemos es el camino; que son dos cosasmuy diferentes y en determinados momentosantagónicas.

Darles las herramientas para que sehagan personas adultas de provecho es algoque está en nuestras manos, y lógicamentetodos vamos a tratar de hacerlo lo mejor

posible, sabiendo que -como decían nuestrosmayores el “arbolito hay que enderezarlo yguiar su crecimiento desde pequeñito”. Comono podía ser de otra forma también existe elfactor suerte; que hace que la vida nosiempre sea una ecuación de fácil resolución,por lo que vamos a tratar de confiar tambiénen ella y que las casualidades, coincidencias yla chiripa, se pongan de nuestra parte ¿Y porqué no?

Por otro lado, sean los que seannuestros afanes e ilusiones, hemos dedejarles un amplio margen para que ellosmismos experimenten, vayan definiendo ymoldeando su personalidad. Sin demasiadoscondicionamientos, para que puedan llegar aser ellos mismos y no una copia de bajacalidad, ni iguales, ni tan siquiera una copiamejorada y de alta calidad de nosotrosmismos. Quizás algún día descubran que, alcopiarnos, esos condicionamientos que lesatan son los que les hacen ser en cierta

medida infelices y sentirse en una jaula decondicionamientos y creencias de la que esmuy difícil salir, incluso aunque te abran lapuerta y te empujen hacia fuera.

De aquí viene la gran importancia dedejar que nuestros hijos sean ellos mismos.Ah, y por si acaso esta frase confunde,diremos que no tiene que ver la libertad conel libertinaje de ir por la vida haciendo lo quea uno le da la gana para encontrar su caminoy personalidad... Allá cada uno con susprocedimientos.

Para finalizar, decir que en ningún casoestas líneas pretenden dar lecciones;simplemente son una reflexión acerca denuestros hijos, lo importante que son paratodos y la responsabilidad que tenemos de:

Ayudarles a que se ayuden a sí mismos.

Críticas y malospensamientos

Cada vez que tenemos un malpensamiento hacia una situación o persona,realizamos una crítica, sea la que sea y sobretodo destructiva, conseguimos que como unbumerang vuelvan hacia nosotros, y cuantopeor calibre tengan más rápidamente tiendena volver y clavarse en lo más hondo denuestro ser.

Es cierto que muchos ocasiones esospensamientos y críticas que realizamos loshacemos de manera inconsciente, casi sinpensar. Cuando queremos darnos cuenta, yahan sido pensados o echados por la boca, yuna vez que se han vertido, ya no tienenvuelta atrás. Lo más que uno puede hacer es

disculparse, pedir perdón, pero quizás el malya esté hecho y no baste con palabras paradeshacer esa situación.

Ese daño que podemos infligir a losdemás, más pronto que tarde acabarávolviendo a nosotros, en el mismo tipo depensamientos o críticas que los demástengan hacia nosotros. Y todos sabemos porpropia experiencia que en muchas ocasionessomos capaces no sólo de percibir críticasencubiertas, sino los malos pensamientosque otras personas tienen sobre nosotros.Por lo que, por lógica, las personas sobre lasque tenemos malos pensamientos, tambiénpodrán percibir los nuestros sobre ellos.

Y ya sabemos lo que dice la ley de laatracción: que aquello en lo nos enfocamos,lo queramos o no, es lo que atraemos.

La verdad es que un cúmulo de malospensamientos, yendo y viniendo por todaspartes, no es la situación más motivadora e

inspiradora en la que podemos o deberíamosmovernos si deseamos triunfar en nuestrasvidas. Estoy seguro, que no hay nadie quealcance el éxito. Además de mantenerlo conaltas dosis de satisfacción y felicidad, queesté permanentemente, ni siquieraperiódicamente, con malos pensamientos ycríticas hacia situaciones o personas. Másbien, puedo confirmar, estarán pendientes delo bueno y lo mejorable; incluso a través delos pensamientos, por pequeños y rápidosque estos puedan ser.

Otro aspecto que suelen tener los malospensamientos y las críticas es el de proyectaren los demás nuestras propias carencias ydefectos. Las más de las veces solemos veren los demás aquello en lo que nosotrostambién andamos “flojos”, cargando lastintas; como si eso fuera a exculparnos opaliar nuestras culpas y remordimientos porser tal o cual cosa.

Parece que algunos encuentran cierto

placer (incluso se relamen), ya no sólo enpensar mal de los demás, sino en criticarlesferoz y sarcásticamente, sin darse cuenta deque en muchas ocasiones se están retratandoa ellos mismos con todo lujo de detalles. Ylos demás, como en otras ocasiones, no sólono se sienten ofendidos; sino que se dancuenta de que nuestras críticas son unaperfecta fotografía sobre nosotros mismos.

Cuando seamos capaces de controlarnuestros pensamientos y nuestras críticas, esdecir, practicar un estricto autocontrol,seremos los auténticos dueños de nuestrospensamientos. Podremos entoncescentrarnos de lleno en aquello que nosimporta realmente, y no en lo que no tieneimportancia y en definitiva ocupamos lamayor parte de nuestro tiempo, sin darnosapenas cuenta.

A su vez, los beneficios que podemosobtener de mantener nuestra mente vacía decríticas y malos pensamientos no soy yo

quien pueda definirlos. Sin duda, un expertoDoctor en Medicina, Psicología e inclusoPsiquiatría, podría darnos una lista losuficientemente extensa como para dejarnossorprendidos y perplejos.

Todo aquel que quiera alcanzar lamaestría en aquello que hace deberá tener sumente limpia de críticas y malospensamientos. Llenándola, a través de laimaginación, de los pensamientos y las ideasque le acerquen a sus sueños y objetivos.

Las críticas y los malos pensamientosgeneran entornos y circunstancias en los quetodos acaban por centrarse en los problemas,las dificultades. Los fracasos, que parece, seconfabulan para no dejarnos avanzar ymantenernos en el agujero. Deberíamos serconscientes de que no hay situación niagujero que sea capaz de detener a unhombre que está decidido, tiene claro lo quequiere, y su tiempo no lo empleaprecisamente en criticar o pensar mal de los

demás.¡Vale! Sí, estoy de acuerdo que a veces,

nos es imposible no criticar o no pensar malde alguien o de algo, bien, perfecto... Si lamontaña no se mueve, hazlo tú: muévete,vete, aléjate de esas personas y situacionesque generan ese tipo de reacciones. Busca lasque merezcan tu interés y aprobación, seguroque te sentirás mejor.

Los ángeles que nosacompañan

Todos conocemos, tenemos a nuestroalrededor personas con ángel, y todossabemos lo que significa sin necesidad dedarle una definición demasiado correcta oencorsetada. También reciben otrasdenominaciones; en cualquier caso, a mí megustan los ángeles, y llamarlos así los hace sicabe más mágicos.

Hay varios tipos de ángeles: todospodemos y de hecho lo somos en unas uotras circunstancias de manera consciente,pero sobre todo de forma inconsciente.Empecemos por los que podríamosconsiderar ángeles de la guarda y quegeneralmente suelen ser nuestros mayores:

padres, abuelos, tíos, hermanos mayores,esposas, maridos, hijos y personas allegadas.Todos ellos nos tienen un especial aprecio;por eso mismo, porque para ellos somosespeciales, en muchas ocasiones sentimos supresencia. Incluso estoy seguro que os hapasado en más de una ocasión que,conduciendo por ejemplo, nos hemos giradohacia atrás instintivamente, como si alguiennos estuviera acompañando. Y si pensamosque es el ángel, tanto de los que están comode los que se han ido, que nos acompaña(gran palabra acompañar y con gran cantidadde significados y todos ellos positivos)...

También nosotros, a su vez, somosángeles de la guarda: de nuestros pequeños,o simplemente de los que consideramos“nuestros” en general. Ese sentimiento deacompañar, guiar protegiendo (proteger en elmejor sentido de la acepción y no en elrestrictivo y limitante), hace que nossintamos bien e inundemos la atmósfera de

vibraciones y sentimientos positivos. Estos, asu vez, son inspiradores y motivadores; apesar de que no puedan verse por los mediostradicionales, sí pueden palparse en muchasocasiones. Y no sólo son una ayuda, sino untrampolín desde el que superarnos y lucharpor nuestros sueños y objetivos.

Ser un ángel es una granresponsabilidad, y por ello es muyimportante entender que no sólo están paraevitar que caigamos, sino para dejarnos caerpor nuestros errores, pero tambiénayudarnos y enseñarnos a levantarnos. Yatodos sabemos que caer está permitido, perolevantarse es obligatorio. El papel del ángeldebe entenderse y ejecutarse a la perfecciónya que las líneas hacia el proteccionismo“ñoño” y obsesivo pueden dar el resultadocontrario al esperado: personas flojas deespíritu y acción, que esperan que todo eltrabajo lo hagan sus ángeles; en este casoúnicamente la “suerte”.

Otro tipo de ángeles -y que quizástienen mayor influencia sobre nosotros,aunque durante menos tiempo que losanteriores- son los que pueden proceder deamigos, compañeros y gente que se cruza ennuestra vida, de forma periódica, esporádica,o tan sólo una vez pero de forma intensa.

Al contrario que las relacionesfamiliares, que nos vienen heredadas eimpuestas por la fortuna y debemosmantenerlas y por supuesto cuidarlas, lasotras, la de los amigos, compañeros, siemprehe pensado que son para cuando se tienen,porque el espacio y el tiempo es uno y haceque esas relaciones existan. Cuando elespacio y el tiempo cambian, tambiéncambiamos nosotros al igual que lasrelaciones, y no hay que forzarlas; hay quedejar que fluyan tanto para mantenerlascomo para dejar que sigan su caminoalejados del nuestro.

¿Quién no se ha visto con amigos al

cabo de los años y ya no existe ese ángel queexistía entre ambas relaciones? Y muchas deellas nos parecían no sólo extraordinarias,sino imprescindibles para nuestra existencia yefectivamente lo eran. Ahora no, no lo son;la vida es algo dinámico, que se mueve ycambia, incluidos nosotros y nuestrapercepción sobre las cosas.

Esos ángeles con los que nos cruzamosson de los que, cuando te ven, percibes ensus ojos la alegría, la empatía, el afecto, lasintonía, etc. Su imagen y rostro nos lo dice.Sólo tenemos que estar un poco atentos y enlas primeras conversaciones se crea unvínculo especial, que Napoleón Hilldenominaba “La Mente Maestra”, que no dejade ser el ángel que se crea entre dos o máspersonas que están en total sintonía yarmonía.

Al igual que cuando te despides de unode tus ángeles, pueden decirte ¡Cuídate!, perocomo si realmente estuvieran diciendo:

Tranquilo, mi ángel y energía cuidarán de ti;o utilizan frases parecidas, o las que empleanson dichas con la magia suficiente como paraque nos acompañen.

También es cierto que no todos losángeles son iguales, ni somos capaces dereconocer a nuestros ángeles siempre que lostenemos delante. Yo por mi parte puedoconsiderarme afortunado: siempre, siempretengo varios de ellos que me acompañan. Ala vez que yo intento corresponder con todami energía y poder de acompañamiento,cuando la intensidad de éstas cede, sedebilita, no trato que permanezcan demanera forzada. Dejo simplemente quefluyan...

Si actuamos así, dejaremos que pasenun sinfín de ángeles por nuestra vida, que laharán una experiencia salvajementeenriquecedora, e incluso divina en muchasocasiones. Con algunos de ellos podemostener tan sólo un contacto breve, pero

definitivo, que nos marque durante muchotiempo.

Cuando un ángel te acompaña sientessu fuerza, su poder sobre muchas de lascosas que te ocurren; de ahí la importanciade tener una personalidad agradable, no sólopara que los demás se interesen pornosotros, sino para que seamos nosotros losque nos interesemos por los demás. De esaforma los demás se interesarán por nosotros,una vez más, la ley de la atracción actúa anuestro favor; atrayendo esos ángeles quetodos necesitamos en nuestra vida.

Cuando termino esta reflexión acudenvarios de mis ángeles a mi mente, al igualque las personas para las que yo meconsidero un ángel, y me encuentro pleno desatisfacción por sentirme acompañado yacompañar...

¿Ficción o realidad?... ¡tú decides!

Inspiración, la mejormotivación

Hemos indicado que la motivación esun recurso de la mente que nos empuja haciadelante, con tal de superarnos y triunfar. Unrecurso de la mente no deja de ser, al fin y alcabo, una herramienta que podamos utilizarcuando la necesitamos, si hemos sidocapaces de entrenarla y practicarla losuficiente. Eso sólo lo sabremos siconseguimos generar esa motivación cuandola necesitemos; sobre todo, en esas horasbajas en las que uno está de “bajón” y crearun “subidón”. Esto es más fácil decirlo yexplicarlo que generarlo de manera eficaz.

En algunos momentos incluso puederesultar que esto de crear la motivación en la

mente, a través de la imaginación, laautosugestión y la concentración, puederesultar un tanto ficticio y forzado. Demanera que si no se consigue, o no sealcanza en el grado que uno espera, puedeconfundirnos y llevarnos a situaciones deansiedad y estrés, que no nos dejen avanzar.

Al igual que si generamos esamotivación en grado superlativo, puederesultar beneficioso durante un corto periodode tiempo. Y ya sabemos que cuanto másalto subimos, peor es la caída; esto no dejade ser una ley física de las llamadasinmutables. Con lo cual vamos aautocontrolar el grado de motivación, paraevitar vernos sumidos en una desmotivaciónque nos vacíe del entusiasmo necesario paraperseguir nuestros sueños y objetivos.

Hay un elemento que enriquece lassituaciones de motivación: la inspiración, éstano sólo nos impulsa hacia delante, sino quesaca lo mejor de nosotros y lo hace de una

manera equilibrada, incluso con ciertaserenidad.

También podemos considerar que lainspiración, aunque nos llegue desde lamente a través de la imaginación, se crea ennuestro interior más profundo, que es elespíritu, el alma; da lo mismo cómo lollamemos, el caso es que está allí en nuestrasprofundidades. Y sólo se manifiesta cuandose cultiva... Profundidades, manifiesta, cultiva¿Difícil de explicar? O no.

El espíritu se puede cultivar y alimentarcon prácticas como el Tai Chi, el Yoga, laMeditación, los rezos, o de manera mássencilla y también efectiva: sentándonos,controlando la respiración y tratando de dejarnuestra mente vacía de pensamientos de esosque nos asaltan, invaden y no dejan queseamos nosotros mismos.

Cuando uno pasa ratos de serenidadconsigo mismo, en un estado de tranquilidad

absoluta, suele sentirse iluminado, ver lascosas mucho más claramente y de maneramás razonable. Con lo cual uno se sienterealmente inspirado, y cuando la inspiraciónnutre a la motivación, no sólo nos sentimosmotivados. Nos sentimos con la fuerzasuficiente para emprender grandes empresas,y además sabemos cómo hacerlo. Toda esainformación acude a nosotros y se confabulaa nuestro favor para ayudarnos.

Todos podemos imaginar que MiguelÁngel, cuando pintó la Capilla Sixtina, nosólo tenía una enorme motivación, ademásde sentir una tremenda inspiración, que lellevó a hacer lo que hizo. Una gran obramaestra que ha trascendido a lo largo de lossiglos. Al igual que si hablamos de Cervantescon su Don Quijote, hombres de cienciacomo Edison, Madame Curie, etc.

Podemos comprobar que la motivaciónera el motor que los impulsaba, sin ningunaduda. Pero el combustible que hacía que ese

motor funcionara era la inspiración; una graninspiración nacida sobre todo del amor por loque hacían, su trabajo. Y porque podemosestar seguros que todos ellos estabanconvencidos de que estaban brindando unservicio útil a la sociedad; ya sea medianteobras de arte o avances científicos.

Ya tenemos otros dos elementos quenos inspiran y mantienen motivados; estosson, estar convencidos de que lo quehacemos sirve a la sociedad, es un bien paraella. Es decir, si hacemos algo, lo que sea,por los demás, les estamos dando una partede lo mejor que tenemos dentro de nosotros.El otro factor es amar lo que uno hace:cuando uno disfruta con su tarea o trabajono se siente cansado, sus energías siempreestán a flor de piel, mejora en lo que haceconstantemente; en definitiva, está inspirado.

La inspiración es un vehículo que noslleva a la maestría y cuanto mejor hacemosalgo, más motivación sentimos para seguir

buscando la excelencia.

¡La inspiración es la madre de lamotivación!

Crecimiento personal haciala plenitud

El crecimiento personal debe ser unobjetivo silencioso en nuestra vida, debemosalcanzarlo de manera colateral, sin buscarlo;siendo la consecuencia inequívoca de que,entonces, estamos en posesión de la plenitudy la serenidad.

Sería interesante dar algunas pautassobre el crecimiento personal, al igual quetratar de dar significado a eso de la plenitudy serenidad; la verdad, es que no me atrevoa hacerlo,... Quizás no tenga palabras paradescribirlo, lo que sí puedo es confirmar queyo, personalmente, por ejemplo, siento quecuando escribo crezco personalmente, ycuando lo hago desde lo más hondo de mi

ser, siento una plenitud y una serenidad queprovienen de ser yo mismo. Soy conscientedel momento, sin prisa; no soy sólo yo, hayuna fusión total con lo que hago y esasensación de tranquilidad, de sosiego,deviene precisamente de quedarmetotalmente vacío de pasados y futuros, haceque precisamente mi sentimiento sea deplenitud.

Ya sabemos todos, porque lo hemosvisto, leído o nos lo han contado, que todotiene una dualidad, que las milenariasculturas llamaron el yin y el yang de lascosas. El uno contiene al otro y cuando unoalcanza su zenit se convierte en el otro; paraque exista la sensación de calor, tiene queexistir la sensación de frío, la una sin la otrano tiene sentido. Al igual que la belleza o lafealdad: si estudiamos Arte vemos que elllamado abstracto podría considerarse lafealdad por oposición (o falta deentendimiento) a la belleza, Velázquez,

Miguel Ángel (o no, ¿quién sabe?). Pero enun determinado punto, lo abstracto pasa aser bello y de lo más cotizado... hay miles,millones de ejemplos de que el yin no podríaexistir sin su opuesto el yang y viceversa.

Sigamos. Por lo tanto, cuanto másvacíos estemos en un instante, más plenitudsentimos, y cuanto más plenos estamos(llenos de pasados, futuros, problemas,condicionamientos, ambigüedades), másvacío experimentamos, acompañado desensación de vértigo, ansiedad y noprecisamente por lo que pasa ahora en estemomento, sino por lo que pasará en unfuturo próximo. Que además, en definitiva,no sabemos si pasará o no, pero ya estamossufriendo los efectos... Eso crea vacíos,instantes en los que no estamos en lo quedeberíamos estar; es decir, en el presente contodas sus consecuencias.

Podríamos poner el ejemplo delArquero Zen, que no sólo entrena y practica

el tiro con arco, sino otras disciplinas que leayudan mental, física y espiritualmente arealizar el disparo perfecto. La consecuenciaes dar en la diana; asimismo nosotrosdebemos cultivarnos como personas, tanamplia y profundamente como podamos.Con tal de alcanzar o sentirnos en plenitudcomo una consecuencia de nuestros actos, nopor ser un objetivo definido y organizado. Lasabiduría es inalcanzable cuando uno labusca como tal o quiere conseguirla; en esemomento, la sabiduría se transforma ensimple conocimiento; es algo, podríamosdecir, físico, tangible (a pesar de serrealmente intangible), se tiene o no se tiene.

La sabiduría es otra cosa. Se alcanza através de la plenitud; se produce cuando losconocimientos, las experiencias, pasan aformar parte de nosotros en una unidad.Existe una total comprensión y entendimientoque da la serenidad y la sencillez de sentirseen plenitud, a través del vacío que supone

ser uno mismo en cada momento (no lo quecreemos que somos, o lo que los demáscreen que somos).

Si quieres ser listo adquiereconocimientos, aprende algo nuevo cada día;si te interesa la sabiduría, cuando hayasalcanzado un grado de conocimiento elevado,desaprende algo cada día hasta quedartevacío. Entonces es posible acercarse a lasabiduría y sentirse en plenitud tanto comoen completa serenidad.

Y una vez más todo lo mostrado es tansólo una pincelada y una muestra de que laelección es nuestra, y opciones siempre hay.Éste, además, es un camino que uno deberecorrer interiormente; obviamenteacompañado por todo lo que le rodea, y nohay ni grados, ni títulos, ni siquiera quién tepueda examinar. Y cuando nos cruzamos conalguien que realmente nos puede enseñar yexaminar (en el término estricto de lapalabra), será alguien que tan sólo pondrá

interés en mostrarnos el camino. Nosotrosdeberemos ser quienes pongamos atención,el deseo y la acción de recorrerlo; porqueademás cada viajero y cada viaje sondistintos. Como distintos somos cada uno denosotros, a cada momento que pasa. Yo nosoy quien era ayer o quien seré mañana.

...Huir, no; no huyáis, mejor dejarlopasar, agradeciendo sus conocimientos -queno sabiduría- a quien os muestre su camino yquiera hacerlo con vosotros o por vosotros, acambio de una suculenta suma de dinero.Los viajes los debemos hacer desde nuestrointerior sin miedo a caernos; si alguien evitaque caigamos a menudo, nos impediráaprender a levantarnos y sólo así unoconsigue superarse y triunfar. El crecimientopersonal no es más que superarse (de uno,consigo mismo, no existe competición conotros), y triunfar, en definitiva, es alcanzar laplenitud y la serenidad que todos ansiamos,pero que en ocasiones no sabemos ni tan

siquiera que existen o son alcanzables.

¡No la busques, encuéntrala!

Riqueza, abundancia yprosperidad

Muchas personas tienen vastosconocimientos acerca del dinero, incluso decómo ganarlo en abundancia. Otras muchasobservan a quienes lo hacen y tratan dehacer lo mismo; unas lo consiguen, otras noy se preguntan: ¿por qué? Y otras tantaspiensan, que al fin y al cabo el dinero no estan importante para vivir “bien”, y conviertenesto en un principio, un valor o una virtud,cuando en realidad tan sólo es una excusapara justificar la incapacidad de ganar dinero.

Ni siquiera deberíamos centrarnos en eldinero exclusivamente, ya que esto no esmás que papel, monedas o un apuntecontable en una libreta bancaria (ah, que

conste que esto no es una justificación paraquitarle importancia). Vamos a encuadrarloen la tríada que suponen la riqueza, laabundancia y la prosperidad, que englobanmuchos más aspectos que tan sólo el dinero.

Una vez más, el dinero tiene que ser tansólo una consecuencia de hacer las cosasbien hechas, como se deben hacer. Elresultado será tener dinero, debiendoaprender a no centrar la atención en él sinoen la riqueza que nos supone, y no sólo lamaterial, sino la intangible. La que no se vepero se percibe por uno mismo, y los demásla constatan con su comportamiento hacianosotros.

Esta llamada riqueza nos proporciona laoportunidad de hacer “cosas de bien”, si esque nuestro éxito lo hemos asentado sobreuna serie de valores que sustentan y guíannuestros comportamientos. Por lo queademás la misma riqueza se retroalimenta,pudiendo aumentar indefinidamente (y digo

pudiendo, que garantizar, nadie puedegarantizar nada en estas lides...). Encualquiera de los casos, cuando una personaconsigue vivir en un estado de riquezapermanente -que, por otra parte, es unestado subjetivo y relativo más que unasituación objetiva-. Cada uno de nosotrosdecidimos, cuando entramos en esa etapa yque es independiente de las cantidadesacumuladas; entramos en un mundo, en unafase que podemos denominar de abundancia.

Esta es una etapa en la que todas laspersonas que se hallan en ella tienensentimientos de plenitud y cierto equilibrio;su mente y sus pensamientos trascienden depensar en el dinero como tal, lo hacen comoun medio para conseguir realizar sus sueños.Cuando una persona que sustenta sustriunfos y felicidad en determinados valores,esa abundancia le lleva de manera irremisiblea ayudar a sus semejantes. Y no sólo a losque tiene alrededor, sino a los que pasan por

situaciones muy delicadas, tanto económicacomo anímicamente, a los que están al otrolado del mundo y necesitan de todo porqueno tienen de nada.

Esto hay infinidad de formas de hacerlo.A veces basta con mostrar un sentimiento decompasión, de solidaridad, y lo hacemosporque queremos hacerlo. A partir de esepunto, cada vez hay más gente que colaboraactivamente con los necesitados de manerapermanente. Incluso se dan casos demultimillonarios que han cedido toda o partede su fortuna a causas y organizacionesdedicadas a ayudar a los demás. Como unaparte más de la forma en que la sociedad lesbrinda la oportunidad de ganar dinero, ellosle devuelven a la sociedad una parte de loque consideran que la sociedad les ha dado.

Este tipo de abundancia, que ademáscrea justicia social y equilibra la sociedad, esalgo que debería formar parte de todosnosotros, independientemente de lo que

tengamos o seamos capaces de ganar.Recordemos frases como sólo el que siembrapodrá cosechar, sólo dando seremos capacesde recibir, etc. Y la abundancia, tambiéntodos sabemos que trae más abundancia.

Cuando vivimos con un sentimiento deriqueza y abundancia, creado a nuestraimagen y semejanza, tanto en lo personalcomo en lo profesional, tanto a nivel físicocomo mental y espiritual, la consecuencia nopuede ser otra que adoptar un estado deprosperidad, que nos lleva a vivir de formaconsciente todo lo que hacemos y cómo lohacemos.

Nuestros propósitos cobran una fuerzainusitada, lo que nos lleva a crecerinteriormente, y ese crecimiento puedeconvertirse en una espiral en la que lariqueza, la abundancia y la prosperidadaumentan exponencialmente, no existiendolímites. Sólo tendremos limitaciones y éstasestán dentro de nosotros; si las eliminamos,

seremos prósperos, independientemente delas situaciones y circunstancias que nosrodeen, o por las que tengamos transitar.

Salta del avión y tira de laanilla

Esta es una metáfora en la que muchosde nosotros pensamos cuando tenemossueños o trazamos planes para conseguirnuestros objetivos. Nuestra mente es rápiday ágil; al poco de que un pensamiento seconvierta en una idea, ya nos vemossaboreando las mieles del éxito. Nos vemossaltando del avión y esto nos ocurre no pocasveces en nuestro deambular por la vida. Perohete aquí que cuando nuestra mente piensaen un pequeño detalle, nimio tal vez peroimprescindible cuando uno salta enparacaídas en caída libre: no es ni más nimenos que tirar de la anilla, aquí es cuandonos acuden las inseguridades, los temores,muchos de ellos infundados, nuestros

condicionamientos, creencias yautosugestiones de los que “todo lo saben...”

Todo ello hace que no sólo no tiremosde la anilla, sino que cuando estamos en elportón del avión viendo el vacio y elhorizonte casi mezclados, siendo uno...decidimos cerrar la puerta; anulamos el salto,buscamos magníficas excusas yjustificaciones para esa decisión que al finalresulta ser la más coherente, ya que todadecisión arriesgada necesita prudencia,preparación, etc... ¿Verdad?: ¡Patrañas!

De esta forma nos pasaremos la vida alpie de la pista de despegue, ni tan siquierasubiendo al avión; eso sí, veremos desoslayo cómo otros suben al avión, saltan ytiran de la anilla, se les abre el paracaídas,tienen un vuelo y aterrizaje perfecto que leshace grandes, llenándoles de satisfacción.Pero nosotros pensaremos más en los que nisiquiera se levantan del sofá y confirmaremosque somos más valientes que ellos; y sí, es

posible que sea verdad, pero llegaremos almismo sitio que ellos: a ninguna parte, peromás cansados por haber ido hasta elaeródromo.

Todo el que quiere cambiar en su vidaestá obligado a generarlos y motivarlos (loscambios). Estos se pueden producir por“combustión espontanea” (pero son lasmenos de las veces); lo mismo cuando seproduzcan, ya no somos capaces demovernos del sillón y cambiar. Así queprovoquemos esos cambios: la mayoría denosotros sabemos cómo hacerlo y no es otraque asumiendo riesgos.

Es cierto que todo riesgo debe asumirsecon un mínimo de preparación y prudencia;es decir, todo el que quiera saltar de un aviónen caída libre tiene que haber hecho uncurso, estar templado mentalmente ypreparado físicamente. Esto lleva el tiempoque lleva y no más, se sube al avión con elequipo adecuado, ajustado y cuando llega el

momento uno salta sin pensar en si se abreel paracaídas o no. Disfruta entonces delvuelo en caída libre y cuando llega elmomento, la anilla está donde debe estar:tiramos de ella, se abre y el resto deldescenso es placentero, disfrutando hasta delmismísimo aterrizaje. Instante en quenuestros pies tocan suelo, que es cuando eléxito del salto y del vuelo ha llegado a suzenit, ¿vale? También hay descensos, pelínarriesgados por vientos racheados, aterrizajesforzosos por el golpe que nos llevamos yhasta puede que en alguna ocasión nos toquetirar del paracaídas de emergencia, ¡que paraalgo está!

Pero ¿y lo que disfrutamos luegopensando en lo bien que ha salido todo,cuando lo compartimos con los mortales quenos rodean? Y si es alrededor de una mesacomiendo y bebiendo (moderadamente)podemos alcanzar el clímax de la satisfacciónpor la superación, y conquista del logro de

poner los pies en el suelo: “enteros ycompuestos”... ¡Misión imposible no, misióncumplida!

El salto y vuelo perfectos se disfrutanhasta el último segundo, y la consecuencia esel aterrizaje sano y salvo.

Tanto hablar de saltar del avión, saltos,vuelos y aterrizaje; no olvidemos quesimplemente es una metáfora de lo que nossucede en nuestras vidas, ya sea cuandoqueremos montar una empresa, atravesamosdificultades o simplemente VIVIMOS...

Sigamos con la metáfora: imaginemosque los cordinos (cuerdas de los paracaídas yparapentes) se enredan por un golpe deviento y lo que era un descenso agradable seconvierte en una caída directa al suelo, vayaque vamos directos a convertirnos en papilla.¿Alguien imagina al “prota” llorando ylamentándose de su mala suerte...? ¡No!Seguro que se movería, lucharía con todas

sus fuerzas, imaginación y recursos paradesenredarlos y volver a una situación decierta normalidad. ¿Apostamos? ¡Casisiempre se consigue, el estabilizar el vuelo!¿Garantías? Ninguna, pero si no lointentamos, tenemos la certeza de que no loconseguiremos.

Para los que tengan vértigo quepiensen, que también la cometa se elevacontra el viento, nunca a favor del viento...¡suerte con la anilla!

¡Dedicado a mis compañeros desubmarinismo y vuelo en parapente!

No dejes escapar tus sueños

No dejes escapar tus SUEÑOS; bueno,si lo repito un par de veces parecerá que esmás creíble. No obstante esta frase es deesas que nos dicen los demás o leemos yencima, suena como si además de ser verdadse lo creyeran. La verdadera cuestión es sinos la creemos nosotros, más allá delsignificado superficial; así que vamos ameterle algo de profundidad al tema.

Si perseguimos nuestros sueños,recordemos que un ganador nunca abandona(¿os suena de algo?), y por si acaso se nosocurre pensar en abandonar, ya sabemos: noganaremos, no alcanzaremos nuestrossueños. También es cierto que perseguir lossueños y no abandonar hasta alcanzarlostiene un peligro, un hándicap, y es que

realmente podemos ser capaces de tocarlos ymaterializarlos y eso a veces nos da miedo(vértigo)...

Si pensamos seria y detenidamente,muchas veces tenemos sueños, e inclusocuando de manera superficial pensamos en laposibilidad de alcanzarlos no somosconscientes del compromiso que suponen, elesfuerzo y los sacrificios que representan, nitan siquiera los posible obstáculos quetendremos que sortear. Amén de lasencrucijadas que deberemos desentrañarpara que esos sueños sean materializados enrealidades tangibles, y podamos decir unavez más aquello de: ¿Misión imposible? Nihablar, ¡misión conseguida!

Podemos soñar como el que hacezapping practicando “sofing” y acomodarnospensando que la suerte es algo queacompaña a los demás. Soñar y no hacer esperfectamente loable y legítimo por nuestraparte; ya no lo es tanto lamentarse del

resultado -o del no resultado- queobtendremos. Sin embargo, soñar y hacernos puede llevar, de hecho nos lleva, porsenderos por los que por largos, sinuosos yllenos de obstáculos que estén, nos acercan aesos sueños que anhelamos conseguir.

También es cierto que en muchasocasiones, la adaptación de la que tenemosque hacer gala ante realidades que están ahíy son difíciles de cambiar. Hemos entonces deoptar por la decisión de no abandonarnuestros sueños, pero sí adaptarlos a lascircunstancias. Esta opción demostrará quesomos personas razonables, con sentidocomún, flexibles y adaptativos. Pensemosque los seres que mejor se adaptan al medioson los que más y mejor sobreviven (¿Teoríade la Evolución de las Especies?... Que cadauno decida por sí mismo).

En cualquier caso un sueño es algomaravilloso, grande, hay que alimentarlo ydarle la importancia que merece, incluso

visualizarlo. Pero sobre todo, vivir el presentede manera consciente, evitando lo quemuchas veces nos sucede: que idealizamosese sueño, ese objetivo de manera quecuando lo hemos conseguido, en lugar deuna alegría duradera nos aborda la ansiedady un vacío, a veces difícil de explicar yexplicarnos. No reconocemos eso que hemosalcanzado como el sueño que teníamos; lassensaciones, sentimientos y emociones quevivimos no tienen nada que ver con lo quenosotros esperábamos experimentar.

Seamos pues, cuidadosos con lo quesoñamos y sobre todo la manera en que losoñamos, adaptándonos a las circunstanciasde manera que lo que obtengamos nos llenede satisfacción, alegría y nunca defrustración:

¡No dejes de perseguir tus sueños!

Mi nombre es constancia

Esta es una de las claves que debemosllevar grabadas en nuestra personalidad paranunca abandonar nuestros sueños yobjetivos; si forma parte de nosotros, nohabrá nada dentro de lo razonable (cada unotiene la capacidad de decidir qué entiendepor razonable) que no seamos capaces deconseguir. El desánimo no existirá paranosotros; por supuesto, cada obstáculo quetengamos que salvar nos hará más fuertes.Al igual que cada vez que caigamos noslevantaremos con una lección aprendida;seguramente de incalculable valor, y que porlo general nos resultaría imposible aprenderpor otros medios (consejos, cursos,posgrado, máster, etc.).

Para que la constancia forme parte de

nuestro ADN, debe generarse a través deotras dos capacidades, en inicio y que laacompañan dándole solidez y firmeza. Laprimera es la paciencia, herramienta queaunque se forma de manera reflexiva ennuestra mente, sobre todo manejando el aquíy ahora, evitando centrarse en el pasado o enel futuro, es también una cualidad que nosmantiene en la acción, en movimiento hacianuestros sueños; de manera que si tenemosy ejercemos la paciencia cada una denuestras acciones se situaran en el presente.Y ya sabemos que para vivir intensamente elaquí y ahora es lo más importante, inclusomás que las expectativas del logro denuestros objetivos, ya que estos se pueden ono conseguir dependiendo de infinidad devariables.

Aquí es cuando tenemos que serconscientes de que a veces los resultados noestán en nuestras manos directamente. Loque sí está en nuestras manos y en nuestra

mente son las intenciones, la voluntad y laactitud, junto con los valores que nosmueven a la acción en un sentido o en otro:“Por sus actos los reconoceréis”.

Esto en definitiva es lo importante, loque hace que no sólo el lograr los objetivos,sino el camino que nos lleva a ellos, sea deverdadera importancia, y eso se consigue conla paciencia necesaria para que nuestraconstancia no decaiga nunca, nunca.

Para que la tríada de la paciencia y laconstancia esté completa, nos falta unacualidad que es el detonante de adquirir lasotras dos: el entusiasmo. Y dentro de éstapodemos englobar la pasión, la actitudmental positiva, la alegría e incluso la ilusión.Todas ellas provocan el nacimiento y eldesarrollo de la motivación en nuestrointerior, empujándonos hacia delante en laconsecución de nuestros sueños y objetivos.

El entusiasmo es una fuerza, un poder

que puede originarse exteriormente, lo quesupone que siempre será pasajero ydependerá de nuestro entorno, incluidas laspersonas, cursos y libros que lleguen hastanosotros. Esto es excelente, porque suponeun primer paso para crearla en nuestrointerior si es que no estamos muy “duchos”en estas labores. Pero en un momentodeterminado, tenemos que dar el paso paraser capaces de crearla y mantenerla pornosotros mismos en el tiempo, de maneraque sea un recurso, una herramienta quedominemos y utilicemos a voluntad.

Para ello se requiere, primero, untrabajo personal y un compromiso, es decir,dedicarse sin ambigüedades, dudas eindecisiones; sólo así conseguiremos quenuestro entusiasmo se convierta en unamotivación, un motor que nos mueva a laacción. Y todo motor, por lo menos hastaahora, necesita de un combustible de calidadque lo mantenga en movimiento, además de

cuidarlo. Cada uno tiene la capacidad deelegir ese combustible en cantidad y calidad,debiendo averiguar cuál o cuáles son a travésde nuestro autoconocimiento.

Así conseguiremos que nuestroentusiasmo sea duradero en el tiempo,porque somos nosotros quienes lo creamos avoluntad. Ya que genera la actitud adecuadaen nosotros, acorde con los propósitos quenos hemos trazado y la forma de vida quenos acompaña.

Ya tenemos una tríada que nos ayudadía a día a ser quienes queremos ser e irhacia donde queremos ir, el entusiasmo nosproveerá de la paciencia necesaria para serperseverantes y que podamos decir eso demi nombre es constancia. Sobre todo cuandoarrecien las tormentas y hagan que nuestroviaje se desvíe, se retrase o incluso puedavenirse al traste; por ello recordemos:

¡Entusiasmo, paciencia y constancia!

Adrenalina

Explicado de forma sencilla, llana y nocientífica, ya que para ello ya existen losprofesionales adecuados, quienes sin duda loharán muchísimo mejor que yo y con el lujode detalles técnicos necesarios.

En nuestro caso lo que nos importa essaber que cuando alguien en un momentodeterminado se siente en peligro,amenazado, dando lo mismo la situación, yasea ésta un inminente accidente de coche, laagresión de un desconocido, algo que se nosviene encima... de forma inmediata eso quellaman una descarga de adrenalina nosimpulsa, es decir, nos motivainstantáneamente a reaccionar, a pasar a laacción. Y eso, que todos sabemos quetenemos, que son los “reflejos”, actúan. Y en

la mayoría de los casos salvamos o paliamosla situación, gracias a ese instinto desupervivencia que afortunadamente aúntenemos. Aunque como sigamos por el malcamino, también acabará por atrofiarse ydesaparecer (bueno no seamos negativos,que no nos conduce a nada, ¿verdad? Ymenos en un libro que habla sobre lamotivación).

Ese instinto de supervivencia que haceque tengamos unos reflejos, unas reaccionesque en muchos casos nos parecensorprendentes, tanto por su magnitud comopor sus resultados, son provocados por esoque llaman una descarga de adrenalina; es,en realidad, la creación de una motivacióncreada de forma inconsciente y que nos llevaa una acción refleja e instantánea.

La cuestión sería preguntarse si no esposible utilizar esa adrenalina, esa motivaciónde una forma menos intensa y explosiva,pero más duradera en el tiempo, de manera

que nos lleve a la acción de alcanzar nuestrossueños y objetivos sin cejar en el empeño,creándola y dosificándola para sacarle unprovecho fuera de lo normal, casi mágico,¿Por qué? ¿Y por qué no?

Os propongo un método ya explicadoen algunos textos de Napoleón Hill; aquívamos a tratar de llevarlo al área de lacreación de la motivación: el entusiasmocomo un recurso de la mente, creado demanera subconsciente, pero utilizado demanera consciente.

Si a través de la autosugestión, con lafirme y sólida creencia de que somos capacesde hacerlo (¡querer es poder!) somos capacesde crear de manera consciente esamotivación en nuestra mente, apoyada yreforzada en la forma que cada uno creaconveniente, desde hacer deporte hasta leerlibros de superación, y darnos la orden deque vaya a nuestra parte subconsciente,entonces cuando la necesitemos, la

motivación, el entusiasmo, acudirán anosotros cada vez que los necesitemos; esmás, de manera no consciente, centraremosnuestra atención en todo aquello que nosmotive; ya que habremos creado el embriónde la motivación en nuestra mente.

Pongamos un ejemplo: cuando uno serompe un brazo, es lógico que esa situaciónque no es normal esté afincada en nuestrosubconsciente, de tal manera que nos pareceque mucha gente que vemos tiene el brazoroto. La realidad es que probablementeveamos la misma gente con el brazo roto quesiempre, sólo que en este caso nuestrosubconsciente nos guía a fijarnos en quienestienen la misma situación que nosotros. Lomismo ocurre cuando una pareja espera unbebé, parece que “todo el mundo” espera unbebé y encima para las mismas fechas quenosotros.

Si esto es así, y todos lo hemosconstatado, podemos adivinar que cuando

creemos el embrión de la motivación ennuestro interior éste no sólo nos ayudarácuando lo necesitemos, manifestándose en lamayor parte de las ocasiones como un actoreflejo que nos empuje hacia delante con laactitud y la intención de superarnos. Además,estaremos fijando nuestro interés y atenciónen aquellos que armonizan y están enequilibrio con nosotros. Sin duda, muchos deellos también se verán atraídos hacianosotros y nuestra motivada personalidad ala vez que motivadora a su vez.

Me gusta pensar en darle este usotambién a la adrenalina; quizás no sea muycientífico, pero a mí me vale, y en cualquiercaso, las cosas en pequeñas dosis siempreson más efectivas en el tiempo. Por cierto, esla hora de mi dosis de adrenalinamotivadora, os invito a que probéis...

Puede que bien, puede quemal... ¿quién sabe?

Empezaré contando una historia, parasustentar la reflexión que he leído en nomenos de tres o cuatro libros y escuchado almenos el doble de veces, por lo quedesconozco su verdadero origen. Sí pareceestar claro que nos viene del lejano Oriente yde hace unos cuantos siglos:

Un campesino tenía un caballo que leayudaba a trabajar los campos, ya que eransu único sustento.

Un día el caballo escapó, quedando elcampesino desamparado en la ayuda que leproporcionaba el caballo. Un vecino, alenterarse, le dijo:

—Qué mala suerte has tenido.—Puede que sí, puede que no. ¿Quién

sabe? –contestó el campesino.Al poco apareció su caballo, seguido

por otros cuantos que le acompañaban. Porlo que decidió usarlos a todos ellos para lastareas de labranza de sus tierras, en laesperanza de poder hacerlo más y mejor delo que lo hacía con un solo caballo.

—Qué buena suerte has tenido —le dijosu vecino.

—Puede que sí, puede que no. ¿Quiénsabe? –contestó de nuevo el campesino.

Como necesitaba personal para loscaballos, decidió que su hijo, que ya estabaen edad de trabajar, le ayudara en laslabores. Ocurriendo que el primer día delabranza, cayó del caballo y se rompió unapierna.

Su vecino no tardo en acercarse y

decirle:—Qué mala suerte has tenido.—Puede que sí, puede que no. ¿Quién

sabe? –contestó el campesino por terceravez.

Al cabo de unos días aparecieron losemisarios del emperador reclutando a todoslos jóvenes en edad de trabajar y luchar, yaque la región había entrado en guerra. Elmuchacho, al estar lisiado temporalmentecon la pierna rota, no pudo ser reclutado.

El comentario del susodicho vecino nose hizo esperar:

—Qué buena suerte has tenido.La respuesta del campesino ya sabemos

cuál fue:—Puede que sí, puede que no. ¿Quién

sabe?

Y así podríamos estar hasta el infinito y

mucho más...Esta historia, que a priori puede parecer

peculiar en un texto de motivación, ya quepodría interpretarse como ir un paso más alláde la adaptación y casi caer en elconformismo. Esa, sin duda, sería una visiónsimplista y carente de todo sentido.

Tenemos bastante claro que parasentirnos motivados en el propósito desuperarnos, vamos a decir que somosnosotros los que tenemos que empujar a la“vida” hacia delante y no dejar que la vidanos empuje a nosotros. También es ciertoque no tenemos la “varita mágica” paracontrolar todo lo que ocurre a nuestroalrededor; de ahí que dejemos siempre unmargen, para después de hacer todo lo queestá en nuestras manos esperemos loimpredecible, con la atención de lo nuevoque nos acontece, modelando yadaptándonos según ocurre.

Y eso que ocurre, y queríamos o no, oesperábamos o no que ocurriese, para queno desborde nuestras emociones, siemprepodemos utilizar el recurso del campesino:Puede que ocurra para bien o para mal¿Quién lo sabe?

Nuestra vida es una constante sorpresay a veces eso “malo” que nos ocurre y tiendea desmotivarnos o chafarnos (o todo locontrario) puede haber sido enviado por eldestino para redirigir nuestros pasos hacianuestro verdadero camino. O simplementepara que estemos alerta, atentos, que es lamejor manera de vivir estando presentes enel aquí y el ahora. Entonces cuanto nos pasepodemos considerarlo que ocurre para bien opara mal ¿Quién sabe? En cierta manera esuna forma de mantener nuestra vidaequilibrada, y al final de nuestra existencia,ésta será un cúmulo de experiencias: unas enprimera instancia las consideraremospositivas y otras negativas. Quizás con el

tiempo nuestra visión sobre ellas puedacambiar y lo que parecía malo se conviertaen bueno y lo bueno, quizás en no tanbueno... ¿Quién sabe?

Y por último esta postura nos evita elcaer en estados de ansiedad, estrés y otrosmás delicados; puesto que siempreestaremos abiertos a las nuevas experienciasesperando lo mejor de ellas. Éstas, al final,no dejan de ser lecciones que nos da eldestino, empujones que seguramente nosacercan a nuestros sueños y objetivos...¿Quién sabe?

El legado

Cuando uno piensa en el legado y lohace detenidamente, observando qué es loque “han dejado” los que le rodeaban, losque conocía y los que no conocía pero cuyolegado ha trascendido a todos, puedeocurrirnos que nos entren las prisas y elinterés porque nuestro legado, lo que hemossido y lo que hemos hecho para nosotros ylos que nos rodeaban. E incluso algunosotros aspiran a que su legado trascienda desu entorno, y sea conocido y reconocidotambién por los que ni siquiera llegaron aconocerle: ¡ideal!

Pero hay un tema importante, y es queno sólo de deseos viven las personas, aunquepor supuesto estos son importantes y enmuchas ocasiones son el detonante que nos

empuja del desear al querer y de éste aexigirnos conseguir aquello que nos hemospropuesto.

Por lo que respecta al legado, bajo mipunto de vista, es que debería formar partede nuestros objetivos y propósitos para estavida y para la eternidad, que suele estar máscerca de lo que pensamos y queremos. Paraello debemos elegir concienzudamente cuáles el legado que nos gustaría dejar; tambiénes cierto que debe ser razonable y razonadoen cuanto a los esfuerzos y sacrificios queestamos dispuestos a realizar para que eselegado se materialice trascendiendo.

También, y esto debe quedar muy claro,ya que posiblemente determinará si nuestrolegado será percibido por los otros. Esaprovechando de manera exhaustiva nuestrascapacidades y herramientas interiores, quecuando se desarrollan en un elevado grado,si las aplicamos adecuadamente, nosdiferencian de nuestros semejantes, haciendo

que lo que realizamos cobre relevancia ytrascendencia.

En este punto es cuando uno decidecuál es ese legado; pensando que no esnecesario hacer grandes cosas, se puedenhacer pequeñas cosas con grandeza y quepor ello se nos recordará. Hay que evitar yhuir de la mediocridad, sea lo que sea lo quehagamos: este es uno de los secretos paradejar un legado sólido, perceptible por y paralos demás.

Claro, no nos vamos a engañar, y uncientífico de renombre, cuyosdescubrimientos han salvado muchas vidas,dejará un legado “más grande” que unempresario que partió de la nada y creó unimperio mundial, pongamos textil porejemplo; o que a su vez un señor que barríalas calles como Miguel Ángel pintaba oCervantes escribía.

Estos legados serán sin duda diferentes,

pero todos ellos importantes por necesarios,desde el primero hasta el último. Cada unode ellos, como seres únicos que son, lo quebuscaron era la maestría y la excelencia. Alconseguirla, se alejaron de la mediocridad yalejándose de la mediocridad, convirtieronsus tareas en legados que pudieron dejar almundo; unos de forma material y otros demanera intangible...

Pensemos incluso en una personaextremadamente bondadosa, cuya banderaes estar veinticuatro horas al día, siete días ala semana. El día que deja el mundo terrenalsu bondad se esparce y llega a ser conocida yapreciada, incluso por quienes jamás sehabían cruzado con él.

Este tipo de legados son los auténticosy los que deberían formar parte tanto denuestras pretensiones como de exigencias ala vida para trascender. Pensemos que estetipo de legados hay que trabajárselos; el quetodo lo da y todo lo quita, no está por la

labor de dar nada que previamente no sehaya sembrado con el empeño suficiente.

Hay otro tipo de legados, son losmateriales, y a uno se la va la menterápidamente a la palabra herencia; esta abote pronto presupone dinero, propiedadesinmobiliarias, industriales, comerciales. Y porsupuesto que son buenas, además denecesarias; el que los tangibles se perpetúenes perfecto: para mejorarlos, cambiarlos osimplemente gestionarlos. Pero para que lasherencias se conviertan en legados, debensustentarse a lo descrito anteriormente;entonces esa base será sólida, firme ymostrará la grandeza de su creador.

Crear riqueza y distribuirlagestionándola adecuadamente es algo que nose enseña, ni siquiera se aprende. En muchoscasos hacen falta décadas de triunfos yderrotas para aprender a manejar el dineroadecuadamente y que nuestro legadotambién lleve aparejada una herencia de

peso.En cualquier caso no son excluyentes,

son totalmente complementarias ycompatibles; el dinero ese tan denostado queno da la felicidad (según algunos). Sinembargo, bien gestionado, hace mucho bienya que devuelve a la sociedad parte de lo queella tiene a bien obsequiarnos. Ejemploscomo Bill Gates y Warren Buffet, que hancreado fundaciones de ayuda e investigaciónpara los sectores más necesitados, sonejemplo de legados económicos de grancalado y amplia responsabilidad social.

Nosotros, los simples mortales, nosadaptaremos a legados más a medida connuestros talentos, pero nunca más pequeñosen grandeza.

Los detalles, las pequeñascosas

Cuando nos dedicamos sin reservas aalgo, estamos comprometidos con el objetivoy con el camino, podríamos decir queestamos en comunión con aquello quehacemos. Vamos un poquito más allá, nosfundimos con la tarea, una de las vías paraconseguirlo y quizás sea una de las que másse disfruta, no sólo por la expectativa delresultado esperado, sino porque conllevadisfrutar de ese viaje.

Pues sí, son los detalles, el esmero enlas pequeñas cosas. Todo triunfo llevaaparejado un cúmulo de pequeñas cosas bajocontrol, realizadas con el gusto y el tactonecesarios. Como si quienes los fuéramos a

recibir, fuéramos nosotros mismos o nuestrosseres más queridos.

A todos nos gusta comer en unrestaurante en el que hasta el más nimiodetalle está pensado por y para los clientes.¿O no? Cuando alguien te recibe en sudespacho y nos atiende como si fuéramos un“Rey” a pesar de que ni lo somos, ni seespera que lo seamos en un futuro próximo;estando pendiente de esas pequeñas grandescosas que marcan la diferencia, como:levantarse, saludar educadamente, estandoatento a lo que se dice, ofreciendo café, etc.,utilizando maneras corteses y sinceras,adecuando la voz a la situación, ofreciendohonestamente los servicios o productos queuno tiene, buscando el beneficio mutuo.

En definitiva, ofreciendo un ramo deflores a quienes tenemos enfrente; porsupuesto, ofrecer flores no significa “darvaselina” o prometer hasta meter y una vezmetido nada de lo prometido (perdón, que

después de unas cuantas reflexionespolíticamente correctas, el lado oscuro mellama...)

Si tratamos de analizar cualquier granobra de éxito, desde una novela histórica, undiscurso, un vehículo, una construcción, unaempresa o actividad comercial de renombre,avances científicos o simplemente el trato conun amigo, familiar, compañero, cliente,vecino... Comprobaremos sin lugar a dudasque la gran diferencia con el resto, lo quesepara a la mediocridad de la excelencia, esponer el acento sobre los pequeños detalles.Esos que la gente común soslaya y eliminapor no ser importantes, porque piensan quelas personas no van a darse cuenta y suresultado va a ser el mismo más o menos.

Y en este más o menos, quizás seencuentre el principio del fin. Todos tenemosen mente alguna de las iniciativascomerciales más importantes que ha habidoen este país, en el que hace veinte o treinta

años todos los dependientes eranprofesionales de la venta, el trato eraexquisito, eran consultores. Incluso cuandouno quería comprarse un (simple) pantalón;el caso es que no hay un pantalón simple, sise quiere atender a alguien para que vuelvasí o sí... Ahora no; bueno, si tienes suerte yte toca un buen dependiente, sí; depende dela diosa fortuna, y eso que no me gustademasiado invocarla.

La obsesión medida (no desmedida yenfermiza) hace que nos diferenciemos denuestros semejantes y competidores en elmundo de la actividad empresarial ycomercial, además de la emprendedora, tannecesaria en estos tiempos de crisis yoportunidades. Bueno, necesaria eimportante en todos los tiempos, porque sinel emprendimiento, imagino que la ruedaseguiría siendo cuadrada y llevaríamostaparrabos.

Ese centrarse en los detalles puede

hacer que nuestras iniciativas, a pesar de serbásicamente iguales a otras, sean totalmentediferentes. Y quienes las reciben, las percibenasí, precisamente por esas pequeñas cosasque las diferencian y las acercan a laexcelencia. Ejemplos mil hay por doquier.

También para cualquiera de nosotrosserá más fácil acabar dando en la diana deltriunfo si avanzamos poco a poco dominandolos detalles, paso a paso. Con el interés y laatención centradas en cada uno de ellos, paraque se conviertan en mágicos, en la puertaque da al pasadizo de la maestría.

Para terminar comentaré algo que enmuchas ocasiones nos ofrece unasoportunidades sin igual: es el contestar anuestros contactos, responder, quizásagradecer sus correos o mensajes de maneraeducada y sincera. Recordemos que nuestrapersonalidad no sólo será agradable, sinoarrolladora cuando nos interesemos por lascosas de los demás (parece baladí, pero es

una puerta a las oportunidades...)

“En el rocío de las cosas pequeñas, elcorazón encuentra su alborada y se refresca”

Khalil Gibran

Aprender, enseñar

Todas las personas con una actitudmental positiva y que están motivadas -mejordicho, tienen una motivación, un objetivo yun propósito en la vida- son personas ávidasde aprender, porque cada vez que adquierenun nuevo conocimiento están consiguiendoacercarse a sus sueños y cumpliendo con suspropósitos. Ya sabemos que tan importantees la consecución del logro como el caminoen sí mismo.

Este aprendizaje, cuando es conscientey perseguido, puede realizarse a través demúltiples vías y todas pasan por lasexperiencias vitales que tenemos. Ya sean através de estudios y cursos al uso, de los quehay infinidad y todos son buenos o malosdependiendo del aprovechamiento que

seamos capaces de hacer y poner en acción.Acumular conocimientos por placer o comoparapeto y excusa para no ponernos enmovimiento no tiene mucho sentido; ademásde no ser nada pragmático a la hora decumplir nuestros sueños y metas.

Una vía que es tremendamente efectiva,aunque dolorosa (a veces), es la de verseinmerso en problemas, adversidades,fracasos y/o derrotas; estas sí que sonlecciones grabadas a fuego lento, por logeneral. A pesar de que a ninguno nosgustan, es cierto, que cuando se hansuperado son las mejores lecciones querecibimos. Y si somos conscientes, estamosatentos, con seguridad sacaremos unprovecho sin igual; un aprendizaje que esimposible recibir por cualquier otro medio: niconsejos, ni libros, nada hace queaprendamos como de los fracasos. Sólo asísomos capaces de convertirlos en derrotastemporales; esa es la manera por derecho de

seguir nuestro camino: “caiga quien caiga”(no es literal, es una forma de hablar).

Rumi decía que si tememos al másmínimo roce, ¿cómo vamos a pulirnosentonces?

Otra forma de aprender, menosexpeditiva, pero tan intensa como la anterior;si somos capaces de realizarlasadecuadamente: tener la voluntad y la actitudde aprender de cada una de las cosas,experiencias que nos ocurren día a día, ennuestro devenir existencial. Para ello,debemos tener la intención y sobre todoponer la atención en el presente, en el aquí yahora. Lo que está ocurriendo en este precisomomento, ser conscientes: ¿dónde estás?,¿qué haces?, ¿qué emoción te embargaahora?...etc. Evitando los devaneos entrepasado y futuro que nos alejan del presente,viviendo intensamente lo que nos ocurre encada instante de nuestra vida.

Digamos que las vías por las que unopuede aprender no tienen límite y cada unopuede decidir en cada momento en cuál deellas puede poner el acento. La cuestión, alfinal, no deja de estar en nuestras manos. Elsecreto para estar siempre presto alaprendizaje es, pues, la motivación que nosmueve hacia delante y que no deja de seruna actitud, además de una postura ante lavida.

Y cuando uno lleva un periodo de años“aprendiendo” sucede algo de manera casiautomática; y es que en muchas ocasiones,sin que uno sea demasiado consciente, naceel deseo de enseñar lo que uno haaprendido... Enseñar lo que hemosaprendido: esta frase no es ni somera nibaladí; entraña una gran responsabilidad yun tremendo compromiso. Dedicarse encuerpo y alma a esa tarea, eso es lo quesignifica compromiso. En ese momento,cuando pasamos de la fase de aprendizaje a

la de enseñanza, es conveniente hacer elcambio, de no sólo estar motivados, sinopasar a estar inspirados. Y aunque debemosseguir aprendiendo en mayúsculas, cuandouno pasa a la fase de enseñanza, esimportante aligerar el equipaje relativo alego, al egocentrismo y que en este casoestán relacionados, quizás, con lo mucho quehemos aprendido, e incluso el éxito que nosha proporcionado, instante en el quenuestras enseñanzas no serán absorbidas pornuestros pupilos, incluso serán rechazadas deplano y hasta tildadas de “fantasmadas”... Poreso mismo la siguiente máxima cobra unsentido especial y premonitorio:

“Si quieres ser listo aprende algo nuevocada día, si quieres alcanzar la sabiduría

desaprende todos los días algo, elimina elego”

Y ya sabemos quiénes son los mejoresmaestros: los que enseñan el camino ynosotros lo recorremos por nosotros

mismos. Razón de más por la que todo elque se dedique a la enseñanza debería tenerno sólo competencias técnicas, elconocimiento, sino las experienciassuficientes para que aquello que enseñecobre sentido, verosimilitud y cale en elinterior de quienes reciben las enseñanzas.

Sólo así esta se vuelve sublime eilumina nuestro interior, asimilándola comotal y mostrando el camino. Camino quetransitaremos con nuestras propiasexperiencias y peculiaridades.

¡Qué pena! que no haya más “ViejosSabios” maestros que nos muestren elcamino para viajar por nuestra existencia.Quizá sea porque llega un punto en el quelas personas pensamos, que ya no esnecesario aprender más; porque lo sabemostodo de nada y nada de todo...

Desde aquí abogo por el aprender sinreservas, y enseñar cuando nos llegue el

momento también sin reservas...

La espera

Cuando uno se siente motivado, porquetiene sueños y objetivos que cumplir viviendointensamente el día a día, por aquello quehemos repetido hasta la saciedad de que: elcamino es lo importante (y si llegamos alfinal, ¡ya es la leche!... perdón), podemosdecir que la espera no se percibe comonormalmente lo hacemos, es decir, el espaciode tiempo en el que nuestros pensamientos ypor ende la mente está centrada enexpectativas futuras, cercanas en el tiempo ono.

Este tipo de espera, en muchasocasiones, consigue debilitarnos y conseguirque nos quedemos paralizados. En elmomento en que paramos, las dudas eindecisiones comienzan a asaltarnos y con

seguridad acaban por conquistarnos. Y esteproceso puede convertirse en un círculovicioso, muy difícil de romper e invertir.

Nadie propone que estemospermanentemente en acción, sin ningúnsentimiento de espera por lo que esperamosque suceda. Seríamos poco reflexivos si lohiciéramos; tan sólo se trata de poner a laespera en su justo lugar, y que por supuestotiene su importancia en nuestro vivir diario.

La espera bien evaluada y equilibradanos provee, también, de buenas dosis demotivación y entusiasmo en nuestro día adía. Ya que tener presente las cosas que sedesean y esperar que sucedan, e incluso estarconvencidos de que éstas van a acontecer, esuna postura que juega en nuestro favor. Si esasí, es una posición inteligente por nuestraparte.

También podríamos considerar laespera como una situación abierta en la que

estaremos alerta y con la atención bienconectada para disfrutar hasta el más mínimodetalle de lo que nos acontezca: esta es unaforma de vacunarse contra lo inesperado. Siesto no es de nuestro agrado, ya que al noesperar cosas demasiado concretas podemosadaptarnos a aquello que nos sucede parautilizarlo a nuestro favor. Nos acercaremosasí, paso a paso a nuestros sueños yobjetivos; esta es una situación que evita quenos frustremos con aquello que la vida nosenvía. De manera que nos será más fácilsacar provecho de aquello que inicialmenteno esperábamos, o lo esperábamos de unaforma diferente a la que ha sucedido, onosotros entendemos que nos ha llegado enun formato no esperado.

Otra forma de afrontar la espera esestar preparado para lo peor y esperar queocurra lo mejor; esta es una condición queaunque simplista nos da una fuerzamotivadora muy relevante. Ya que, sean los

que sean los resultados, siempre serán almenos un poco mejor que “estar preparadopara lo peor”. Si este método nos seducedebemos tener cuidado con centrarnos condemasiada fuerza en la primera parte, la deestar preparados para lo peor, vaya a ser quesea eso lo que atraigamos y de manerainconsciente sea lo que busquemos y al finalencontremos. Por el contrario vamos aesperar lo mejor y centrarnos en buscar,incluso provocarlo, siendo conscientes yconocedores de cómo se suele decir:

“Los caminos del Señor soninescrutables”

En cualquier caso, todas las personascon un cierto grado de motivación recorrensu camino de manera equilibrada. Tratandode compensar las expectativas por el logroque se desea alcanzar, con la adaptación queel camino y la vida nos hace en cada instante.Momento en el que somos conscientes deque lo estamos viviendo aquí y ahora.

Y por último, la mejor manera deesperar que suceda lo que queremos quesuceda, no es ni más ni menos que ser

personas de acción que utilizan la espera,precisamente como un motor que los empujahacia delante para vivir sus sueños y por ello:

¡Jamás desesperan!

Pues yo no estoy de acuerdo

Fenomenal, posiblemente yo tampoco;bueno, sí, se supone que he sido yo quien loha escrito; lo que sucede es que cada vez quelo releo, veo matices. Hay cosas querealmente no sé de dónde han salido y cómoy por qué las he escrito de una determinadamanera. Y si dejara pasar un tiempo, conmucha posibilidad cambiaría parte de loescrito, aunque al final me temo que acabaríadiciendo lo mismo.

Al fin y al cabo somos dinámicos yvivimos en un mundo cambiante al quetenemos que adaptarnos para sobrevivir. Esaadaptación hace que hoy seamos diferentesde cómo éramos ayer, y que con totalseguridad mañana habremos cambiado.

Sí, ya sé que hay cosas que no cambian

y que son iguales o nosotros interpretamosque son iguales; otras que cambian tan pocoa poco que no nos damos cuenta hasta queya son totalmente distintas. Y si esto es asípara mí con respecto a estos textos queacabáis de leer, puedo imaginar que paravosotros ocurrirá más de lo mismo. Habéispasado por reflexiones con las que estaréisde acuerdo, otras parcialmente de acuerdo yotras muchas que pensaréis que ni estáis deacuerdo ni son acertadas. Esas,precisamente, son las más interesantes parahacernos reflexionar sobre nosotros mismosy lo que nos rodea.

Recordemos que nadie está en posesiónde la verdad absoluta, ya que aunque asífuera, por cambiante, en un segundo se nosescurriría de las manos y podríamos novolver a encontrarla. Por lo tanto todo loescrito tiene la pretensión de poner algunostemas sobre la mesa y que cada uno denosotros seamos los que los utilicemos según

nuestro criterio. Siendo conscientes de queuno de los secretos para estar motivados, estener la conciencia perfectamente clara deadaptarnos a aquello que nos ocurre,tratando de llevarlo a nuestro terreno. Creoque a esto lo podríamos llamar Triunfar,sobre todo personalmente, es decir,interiormente.

Al final, que estemos o no de acuerdono es importante; lo realmente inspirador esque nuestras sensaciones, sentimientos yemociones creen los pensamientosadecuados para que vivamos la vida quequeremos vivir. Y nunca la que nos quieranimponer; eso es una cuestión interna denuestro yo más íntimo, una decisión que sinduda siempre estará en nuestras manos.

Serenidad y equilibrio... Lamotivación del alma

Estamos llegando al final del presentelibro y tal como se han desarrollado einfluido en mí, matizo, influido en mi interior.Y se ha producido porque, en definitiva, ennuestro interior es donde todo se genera: lopositivo, lo negativo, la fuerza que nosempuja, la debilidad que nos paraliza,¿Continúo?... No. Mejor seguimosavanzando.

Esto es fácil escribirlo y no te quierocontar decirlo con palabras; estamossaturados de que nos lo cuenten, deescucharlo. Además nos lo dicen como sitodos supiéramos cómo se hace; es más,como si hubiéramos nacido con un

interruptor que está al alcance de nuestrasmanos. Nos conecta con eso que algunosllaman el interior de las personas, quizás elespíritu, el alma. Todo esto suena pelíngrandilocuente, místico y apartado de lacruda realidad que vivimos en nuestro día adía, y digo cruda porque no está cocinada,no está tratada, es como es y punto. Otrotema es cómo la percibamos: eso ya sídepende exclusivamente de nosotros, yseremos nosotros los que tomemos la opciónde ver amenazas y crisis a nuestro alrededoro por el contrario oportunidades y nuevoscaminos de superación hacia el triunfo.

Sólo cuando aprendemos a mirar demanera sincera en nuestro interior somoscapaces de buscar y encontrar la serenidad yel equilibrio necesarios para que lamotivación del alma coja las riendas denuestra vida y nos propulse, entonces, acotas antes nunca soñadas. ¿Qué? Creo quealguna de las pocas neuronas que tengo han

reventado después de esta parrafada,pensaréis. Pero no, esto tiene todo el sentidodel mundo y debería ser una de las cosas quetodos necesitamos, tanto de base, como deequipaje para desarrollarnos y crecerinteriormente (¡Que pesado con el interior atodas horas!).

Bueno vamos al lío del interior. Enmuchas ocasiones se piensa que paraconseguir cosas, que pensamos sonexteriores y tangibles como el dinero, mejortrabajo, buena posición social, casa, coche atono con nuestros gustos, etc., sólo hay que“trabajar”, más y mejor de lo que lohacemos, para conseguirlo (aprovechar másy mejor nuestro tiempo entre otras cosas).

Y sí, por supuesto, antes de... hay quesentarse con tranquilidad y en un sitio ídem;realizar ejercicios de respiración, deconcentración, de recogimiento. De estaforma empezaremos a entrar en un estado deserenidad y equilibrio, poco a poco

comenzaremos a estar con nosotros mismos.Nos alejaremos del exterior, que nos influye,condiciona, y cómo no, también de loscondicionamientos y creencias presentes ypasadas al igual que de las excesivasexpectativas que tenemos sobre el futuro.

Ser conscientes de nuestro cuerpo através de la respiración, de las realessensaciones que nos invaden en ese precisomomento, hace que nuestra mente repose ylos pensamientos se ralenticen. Con lapráctica podemos controlarlos llegando a eseestado de serenidad y equilibrio quecomentábamos; pudiendo convertirse en unapotente recarga de baterías que nos propulsehacia nuestros sueños y objetivos, si así lodecidimos.

Vamos a puntualizar que con lo quehemos contado hasta ahora nadie puedeconseguir un estado de concentraciónelevado. Es tarea de cada uno buscar esasmínimas enseñanzas a través de libros,

talleres, centros, cursos de respiración,relajación, meditación, yoga, Tai Chi, losrezos; las opciones son muchas y variadas.Aunque a priori pueda parecer difícil, no loes tanto: recordemos que todo es difícil antesde ser fácil, y tanto con la paciencia comocon la perseverancia seremos capaces deconseguir todo aquello que nospropongamos.

La motivación del alma tiene que seruna actitud que nos provea de un estado deserenidad y equilibrio capaces de hacernossentir felices. Si somos parte de todo aquelloque nos rodea, esto en sí mismo ya deberíaconsiderarse un importante triunfo. Este noshará tener sentimientos y emociones deplenitud que, por otra parte, deberemostratar de buscar, encontrar y mantener paracrecer interiormente; la forma de conseguirloes tan amplia como seres humanos poblamosla tierra.

En muchas ocasiones tratan de darnos

manuales de instrucciones para conseguirlo,lo cual para determinadas cosas puede serinteresante e incluso necesario inicialmente.Pero sólo nosotros seremos capaces dealcanzar esa motivación del almadiseñándola, creándola, entrenándola y sobretodo poniéndola en práctica, todos y cadauno de los días que tenemos el privilegio deexistir aquí y ahora, el honor de ser... Habráquien pueda hacerlo a través de la lectura delibros, del deporte, participar en actividadesvarias (ya mencionadas en múltiplesocasiones), ayudar a los demás, estudiando;o combinación de ellos.

Cada “cosa” que hacemos tiene unasconsecuencias, así que tratemos de darlesentido a todo aquello que hacemos; porsupuesto sin obsesionarse, y como decíamose insistimos nuevamente, buscando laserenidad y el equilibrio que todos tenemosel derecho de buscar y el privilegio dedisfrutar.

¡Me gusta pensar que todos estamos unpaso más cerca!

Epílogo

Hemos llegado al final del presentelibro. Nos han acompañado un buen númerode reflexiones sobre la motivación. Tambiénpara la inspiración en y sobre distintosámbitos de la vida; ya sea en lo personalcomo en lo profesional, desde nuestrointerior, como en el entorno que nos rodea.

Todas ellas están escritas desde elconvencimiento y la puesta en acción, paraque este viaje que llamamos existencia sea lomás exitoso y feliz posible. Una vez más, laelección siempre va a estar en nuestrasmanos, mente y corazón.

También me gustaría dar un aviso anavegantes lectores: desde una perspectivasimplista, todo lo escrito no dejan de serfrases. Muchas de ellas obvias, algunas

incluso grandilocuentes y por ellosuperficiales, aunque su visión pueda resultarciertamente romántica.

Los planteamientos y desarrollospueden llegar a rozar la pseudo-filosofía fácilde escribir, fácil de leer, carente de lasuficiente profundidad, como paramotivarnos, superarnos día a día de formaconsciente y realista. Si no es con el trabajo,la dedicación y sobre todo con elcompromiso de liderar nuestra propia vida.Por ello, de entrada, uno no debe creersenada de lo que le cuenten, hasta verificar ycomprobar en propias carnes la veracidad yla aplicabilidad, ya que será distinta paracada uno de nosotros. De eso se trata: deaplicar adaptando, de entrar en acción.

Sin ánimo de sentar cátedra, pero sí conla intención, recordemos que la voluntad másla actitud, o sea la intención de empujar yayudarnos para pasar a la acción. Cadareflexión plantea un acercamiento a la

motivación con el objetivo de triunfar siendofelices. Aparecen una serie de herramientasque aunque pueden llegar a convertirse en“automáticas”, en inicio son “manuales”, estánen nuestro interior. Y seremos cada uno denosotros quienes debemos cogerlas, empezara manipularlas, con la intención, la atención yel deseo de triunfar. De forma que cuando lascosas no vayan según lo previsto, mires a tuinterior y te preguntes:

¿ABANDONAS?Y la respuesta que recibas sea:

¡JAMÁS ABANDONES!

JavierClavero

Nace en 1963 en Barcelona. Después detrabajar para otros decide crear su propia

empresa, con notable éxito y tambiénfracasos que le hacen levantarse y

reinventarse dedicándose, actualmente, almundo del Crecimiento Personal. Su paso

por la Legión, la Escuela Naval de la MarinaMercante, sus aficiones como el

Submarinismo, el Vuelo en Parapente, lasArtes Marciales como el Kárate o el Tai-chi, ysu empedernida pasión a los libros hace que

una conocimiento y experiencia,convirtiéndolas en Acción y Resultados.

Empresario, Escritor y Experto en Motivacióny Superación Personal/Profesional imparte

formaciones de muy diverso calado enEmpresas, Centros de Negocio, Master,

Escuelas, Clubs Deportivos, AsociacionesSociales y contra las adicciones, Ong,

Instituciones Penitenciarias, además decolaborar con diversos Medios de

Comunicación.

Desde su plataforma ofrece Cursos, Guías,Ponencias y Mentoring. Cuenta en su haber

con cinco libros.

www.javierclavero.com

Índice

Prólogo 7Introducción a las reflexiones 13La Motivación como herramienta 18En su justa medida 25El que siembra… recoge 36La “pequeña” vocación 42Networking y cooperación 48Gracias por permitirme reflexionar 54Criterio vs Opinión 63Un ganador nunca abandona y quienabandona nunca gana 69

Autoconocimiento 76La actitud positiva es una opción 84Los propósitos de una vida 93

Hacer, hacer... Acción 100¿Parte del problema?... ¡Mejor partede la solución! 107

Los compromisos y susconsecuencias 114

La importancia de las pequeñas cosas 122La inacción lleva a la atrofia 130La seguridad en uno mismo 138Espíritu.......¿eso qué es lo que es? 145Adaptarnos al entorno... ¿y por qué? 153Solo o acompañado 160La motivación, elementoindispensable para perder peso deforma saludable

166

Si has construido castillos en el aire... 173Nada ni nadie puede proporcionarte eléxito excepto tú mismo 179

Viaje a la superación 185Brindar un servicio útil a la sociedad 191Lo auténtico prevalece, siempre 199Controversia en las expectativas 206Sensaciones, sentimientos yemociones 212

Límites, limitaciones... Sin límites 219El arte de concentrarse 224Enfocarse en el presente 230Tiempos difíciles... Estado deoportunidades 236

¿Y por qué?... ¿y por qué no? 242Coaching, motivación... No coach/sícoach 248

Esfuerzo más pasión igual adedicación 256

Triunfar en tiempos difíciles 262Motivación en vena paradesesperados 270

Para los muy motivados, para lospoco motivados 285

El éxito en una entrevista de trabajo 293Enfocarse en lo que uno quiere 306Superarse 313Brindar un servicio útil a la sociedadII 319

El poder del entorno 326Serendipia 337Día... a día 343Valores 349Nuestros hijos 355Críticas y malos pensamientos 361Los ángeles que nos acompañan 367

Inspiración, la mejor motivación 375Crecimiento personal hacia la plenitud 381Riqueza, abundancia y prosperidad 388Salta del avión y tira de la anilla 394No dejes escapar tus sueños 400Mi nombre es constancia 404Adrenalina 410Puede que bien, puede que mal...¿quién sabe? 415

El legado 421Los detalles, las pequeñas cosas 427Aprender, enseñar 433La espera 440Pues yo no estoy de acuerdo 445Serenidad y equilibrio... Lamotivación del alma 448

Epílogo 455