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Seminario: Antropología, Sexualidades y Contrasexualidades – Prof. Ramiro Fernández Unsain Pascoe, C. J. 2005 ‘Dude, You’re a Fag’: Adolescent Masculinity and the Fag Discourse, Sexualities, 8, 329 Traducción propia para uso interno realizada por Javier Sarubbi (FFyL-UBA; EHESS) en colaboración con Luciano Uzal (FFyL-UBA). Sujeta a revisión. “Nene, sos una marica”: Masculinidad adolescente y el discurso sobre la marica C.J. Pascoe “¡Ahí hay una marica! ¡Ahí hay una marica! ¡Vení, mirá!”, le gritaba Brian, un estudiante de quinto año de River High, a un grupo de chicos de diez años. Siguiéndolo, los chicos salieron corriendo por el pasillo. Al final del pasillo Dan, amigo de Brian, frunció los labios y empezó a hacer gala de grandeza hacia los de diez años. Caminaba de manera amanerada hacia ellos, meneando las caderas exageradamente y agitando sus brazos desordenadamente. A los chicos Brian les gritaba: “¡miren a la marica! ¡Tengan cuidado! ¡Va a atraparlos!” Como respuesta, los chichos de diez años se fueron corriendo por el pasillos gritando asustados.” (Notas de campo de la autora) La relación entre la masculinidad adolescente y la sexualidad está arraigada en el espectro de la marica. La marica representa una masculinidad penetrada en la cual “ser penetrado es abdicar al poder” (Bersani 1987: 212). Los hombres penetrados simbolizan una masculinidad carente de poder la cual, en su contradicción, amenaza tanto al caos simbólico como al social. Es precisamente este espectro de masculinidad penetrada el que funciona como mecanismo regulador de género para los adolescentes estadounidenses varones contemporáneos. Especialistas feministas en masculinidad han registrado la importancia que tienen los insultos homofóbicos en la constitución de la masculinidad (Lehne, 1998; Kimmel, 2001), especialmente en ámbitos escolares (Wood, 1984; Smith, 1998; Burn, 2000; Plummer, 2001; Kimmel, 2003). Los mismos sostienen que las burlas homofóbicas suelen caracterizar a la masculinidad en la adolescencia y temprana adultez, y que los comentarios hirientes sobre lo gay suelen ser dirigidos principalmente hacia otros varones gays. Este artículo se incorpora a las explicaciones sobre vínculos entre homofobia y masculinidad al tiempo que los desafía. La homofobia es, de hecho, el mecanismo central en el desarrollo de la masculinidad contemporánea del adolescente 1 1 of 21

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Nene, sos un marica

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  • Seminario: Antropologa, Sexualidades y Contrasexualidades Prof. Ramiro Fernndez Unsain

    Pascoe, C. J.2005 Dude, Youre a Fag: Adolescent Masculinity and the Fag Discourse, Sexualities, 8, 329

    Traduccin propia para uso interno realizada por Javier Sarubbi (FFyL-UBA; EHESS) en colaboracin con Luciano Uzal (FFyL-UBA). Sujeta a revisin.

    Nene, sos una marica: Masculinidad adolescente y el discurso sobre la marica

    C.J. Pascoe

    Ah hay una marica! Ah hay una marica! Ven, mir!, le gritaba Brian, un estudiante de quinto ao de River High, a un grupo de chicos de diez aos. Siguindolo, los chicos salieron corriendo por el pasillo. Al final del pasillo Dan, amigo de Brian, frunci los labios y empez a hacer gala de grandeza hacia los de diez aos. Caminaba de manera amanerada hacia ellos, meneando las caderas exageradamente y agitando sus brazos desordenadamente. A los chicos Brian les gritaba: miren a la marica! Tengan cuidado! Va a atraparlos! Como respuesta, los chichos de diez aos se fueron corriendo por el pasillos gritando asustados. (Notas de campo de la autora)

    La relacin entre la masculinidad adolescente y la sexualidad est arraigada en el

    espectro de la marica. La marica representa una masculinidad penetrada en la cual ser

    penetrado es abdicar al poder (Bersani 1987: 212). Los hombres penetrados simbolizan

    una masculinidad carente de poder la cual, en su contradiccin, amenaza tanto al caos

    simblico como al social. Es precisamente este espectro de masculinidad penetrada el

    que funciona como mecanismo regulador de gnero para los adolescentes

    estadounidenses varones contemporneos.

    Especialistas feministas en masculinidad han registrado la importancia que tienen los

    insultos homofbicos en la constitucin de la masculinidad (Lehne, 1998; Kimmel,

    2001), especialmente en mbitos escolares (Wood, 1984; Smith, 1998; Burn, 2000;

    Plummer, 2001; Kimmel, 2003). Los mismos sostienen que las burlas homofbicas

    suelen caracterizar a la masculinidad en la adolescencia y temprana adultez, y que los

    comentarios hirientes sobre lo gay suelen ser dirigidos principalmente hacia otros

    varones gays.

    Este artculo se incorpora a las explicaciones sobre vnculos entre homofobia y

    masculinidad al tiempo que los desafa. La homofobia es, de hecho, el mecanismo

    central en el desarrollo de la masculinidad contempornea del adolescente

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    estadounidense. Este artculo critica tanto como se apoya sobre esta conclusin al (1)

    sealar los lmites de un argumento que coloca el foco bsicamente en la homofobia, (2)

    demostrar que la marica no es slo una identidad enlazada a los varones homosexuales1

    sino que tal identidad puede ser temporariamente adherida tambin a varones

    heterosexuales y (3) subraya la naturaleza racializada de la marica en tanto mecanismo

    disciplinario.

    El trmino homofobia es uno muy fcil de usar para describir el despliegue de la

    marica como epteto. En investigaciones anteriores, al referir al uso de la palabra

    marica, la homofobia no permite ver el componente de gnero de los insultos sexuales

    (Plummer, 2001). Invocar la homofobia para describir las formas en que los varones

    bromean agresivamente entre ellos pasa por alto la fuerte relacin entre masculinidad y

    este tipo de insulto. As, parece secundario bajo esta lnea argumentativa que las

    mujeres no se hostiguen entre s ni sean hostigadas de la misma forma que los varones2.

    Este recorte naturaliza la relacin entre masculinidad y homofobia, sin dejar ver, por

    tanto, la centralidad de tal hostigamiento en la formacin de una identidad de gnero

    para los varones de un modo que no lo es para las mujeres.

    Marica no es necesariamente una identidad esttica sujeta a un varn (homosexual)

    en particular. Conversaciones sobre la marica e imitaciones de la marica sirven como un

    discurso con el cual los varones se disciplinan a s mismos y entre ellos a travs de

    bromas que son parte de su forma de relacionarse3. Cualquier varn puede devenir

    temporariamente marica en un espacio social dado o ante una interaccin. Lo antedicho

    est muy lejos de querer decir que aquellos varones que se identifican como

    homosexuales o que sean percibidos como tales no sean vctimas de hostigamiento.

    Pero devenir marica tiene tanto que ver con no cumplir con los atributos masculinos de

    capacidad, proezas heterosexuales y fuerza o con dejar asomar debilidad o feminidad,

    como lo tiene con la identidad sexual. Esta fluidez de la identidad de la marica es lo que

    convierte al espectro de lo marica en un poderoso mecanismo de disciplinamiento. ste

    1 Por ms que el trmino homosexual est cargado de significado mdico y normalizador, prefiero usarlo, en lugar de gay, porque gay, en el mundo de River High, tiene mltiples significados adems de referir a prcticas sexuales o a la identidad.2 Las mujeres emplean insultos cuyo significado de base es sexual. Pero en mi propia investigacin, encontr que mujeres y varones no hostigan a las mujeres de este modo con la misma frecuencia que los varones se hostigan entre s, es decir, involucrndose en chistes sobre la marica.3 Utilizo la idea de discurso en el sentido foucaultiano, para describir la verdad que produce prcticas, no slo texto o habla (Foucault, 1978).

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    es lo suficientemente fluido como para que los varones vigilen la mayora de sus

    comportamientos debido al miedo de tener una identidad de marica adherida

    permanentemente. Es adems, suficientemente fuerte como para que los varones

    reconozcan comportamientos de maricas y se esfuercen por rechazarlos.

    El discurso de la marica es racializado. Lo invocan diferencialmente los varones

    blancos y es invocado diferencialmente en relacin a cuerpos de varones blancos o

    afroamericanos. Mientras algunos comportamientos dejan a todos los varones bajo

    riesgo de devenir maricas temporariamente, otros pueden ser representados por varones

    afroamericanos sin colocarlos en riesgo de recibir la etiqueta. Los significados raciales

    del discurso de la marica sugieren que algo ms que simple homofobia est en juego en

    este tipo de interacciones. El anlisis del despliegue que los varones hacen del espectro

    de la marica debiera abarcar tambin las maneras en que el poder de gnero trabaja a

    travs de sujetos racializados. No queremos decir que la homofobia de gnero no exista

    en las comunidades afroamericanas. De hecho, burlarse de la negra marica parece ser

    un rito de pasaje entre los raperos y cineastas hombres negros contemporneos (Riggs,

    1991: 253). Sin embargo, el hecho de que hombres y mujeres blancos, heterosexuales y

    gays tengan debates culturales colonizados sobre la representacin sexual (Julien y

    Mercer, 1991: 167) minimiza la presencia de sistemas variados de significados sexuales

    en torno a diferentes grupos tnicos racializados (Almaguer, 1991; King, 2004).

    Marco terico

    La sociologa de la masculinidad supone un estudio critico de los hombres, sus

    comportamientos, prcticas, valores y perspectivas (Whitehead y Barrett, 2001: 14).

    Estudios recientes sobre los hombres enfatizan la multiplicidad de masculinidades

    (Connell, 1995) detallando las maneras en que diferentes configuraciones de practicas

    de gnero son promovidas, desafiadas o reforzadas en situaciones sociales dadas. Las

    investigaciones sobre cmo los varones producen masculinidades han explorado las

    prcticas de gnero en una amplia variedad de instituciones sociales como ser las

    familias (Coltrane, 2001), las escuelas (Skelton, 1996; Parker, 1996; Mac an Ghaill,

    1996; Francis y Skelton, 2001), los mbitos de trabajo (Cooper, 2000), en los medios de

    comunicacin (Craig, 1992), y en los deportes (Messner, 1989; Edly y Wetherel, 1997;

    Curry, 2004). Muchos de estos estudios han desarrollado tipologas especficas de

    masculinidades: gay, negra, chicana, clase trabajadora, clase media, asitica, gay negra,

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    gay chicana, clase trabajadora blanca, militar, empresaria transnacional, metrosexual,

    flexible, []4, slo por nombrar algunas (Messner, 2004). En esta especie de modelo el

    maricn puede ser (y generalmente lo ha sido) enmarcado como un tipo subordinado de

    masculinidad sujeta a los cuerpos de los varones homosexuales adolescentes.

    Si prestamos atencin a la advertencia de Timothy Carrigan segn la cual un

    anlisis de la masculinidad necesita ser relacionado tambin con otras corrientes del

    feminismo (Carrigan et al., 1987: 64), en este artculo integro los aportes de la teora

    queer sobre las relaciones entre gnero, sexualidad, identidades y poder con la atencin

    puesta en los hombres propia a la literatura sobre masculinidades. Al igual que la

    sociologa de gnero, la teora queer desestabiliza la asumida naturalidad del orden

    social (Lemert, 1996). La teora queer es una conceptualizacin que ve el poder sexual

    como arraigado en diferentes niveles de la vida social y la misma interroga reas del

    mundo social que suelen pasar inadvertidas, como la sexualidad (Stein y Plummer,

    1994). En este sentido, la teora queer busca que la sexualidad sea pensada no slo

    como un mbito diferenciado de prcticas sexuales e identidades, sino tambin como un

    elemento constitutivo de la vida social (Warner, 1993; Epstein, 1996).

    Mientras la literatura sobre masculinidades subraya correctamente las muchas y muy

    reales desigualdades entre varones gays y hteros (ver, por ejemplo, Connel, 1995), este

    nfasis en la sexualidad como inherente a identidades estticas sujetas a cuerpos

    masculinos, en vez de organizar fundamentalmente los principios de la vida social

    (Sedgwick, 1990), limita la capacidad de anlisis de los investigadores en lo que refiere

    a la mirada de maneras en que la sexualidad, en parte, constituye el gnero. Este

    artculo no busca establecer que hay varones homosexuales y varones heterosexuales y

    que los homosexuales son los marginalizados. Muy por el contrario, este artculo

    explora lo que sucede con las teoras de gnero si miramos a un discurso de identidades

    sexuales adems de focalizarnos en categoras identitarias aparentemente estticas que

    son propias a los hombres. Esto no quiere decir que el gnero se reduce slo a la

    sexualidad; de hecho, especialistas feministas han demostrado que el gnero est

    arraigado en y es constitutivo de una multitud de estructuras sociales- la economa, los

    mbitos de trabajo, las familias, las escuelas. En la tradicin de los tericos feministas

    post estructuralistas de la raza y el gnero, quienes atienden los casos lmite que

    4 NdT - Se han eliminado trminos de difcil traduccin: versatile, healthy, toxic, counter, and cool masculinites.

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    hacen estallar los binarismos dados por sentado de raza y gnero (Smith, 1994), la teora

    queer es otra herramienta que permite un anlisis integral de sexualidad, gnero y raza.

    Como los especialistas en gnero lo han demostrado, ste es logrado a travs de

    interacciones diarias (Fine, 1987; Hochschild, 1989; West y Zimmerman, 1991; Thorne,

    1993). En este sentido, el gnero es la actividad de controlar la conducta situada a la

    luz de concepciones normativas sobre las actitudes y actividades apropiadas a la propia

    categora de sexo (West y Zimmerman, 1991: 127). Del mismo modo, la terica queer

    Judith Butler argumenta que el gnero se logra en las interacciones a travs de una

    sucesin de acciones repetidas dentro de un marco regulador muy estricto que se

    inmoviliza con el tiempo para crear la apariencia de sustancia, de una especie natural de

    ser (Butler, 1999: 43). Ella especifica en su argumento que el gnero de los sujetos es

    creado a travs de procesos de citacin y rechazo de un afuera constitutivo (Butler,

    1999: 3) en el cual est contenido todo aquello que es expulsado de una categora de

    gnero reconocible. El exterior constitutivo est habitado por identidades abyectas,

    sujetos cuyos gneros son irreconocibles e inaceptables. En el modelo butleriano, la

    obtencin del gnero a travs de las interacciones consiste, en parte, en la continua

    iteracin y rechazo de esta identidad abyecta. El gnero es, en este sentido, constituido

    a travs de la fuerza de exclusin y abyeccin sobre la cual se produce un exterior

    constitutivo al sujeto; un exterior constitutivo que est presente, en definitiva, dentro

    del sujeto como su rechazo fundador (Butler, 1993: 3). Este rechazo crea y reafirma la

    amenaza del espectro (Butler, 1993: 3) de un gnero fallado e irreconocible cuya

    existencia debe ser continuamente repudiada a travs de procesos de interaccin.

    Postulo que la posicin de la marica es un abyecto y que, como tal, es un

    espectro amenazante que constituye la masculinidad del adolescente estadounidense

    contemporneo. El discurso sobre la marica es el proceso de interacciones a travs del

    cual los varones llaman y repudian esta identidad abyecta. En lugar de analizar la

    marica como una identidad para varones homosexuales, examino los usos del discurso

    que implican que cualquier varn puede devenir marica independientemente de su deseo

    actual u orientacin sexual autopercibida. La amenaza de la posicin abyecta infunde a

    la marica de poder regulatorio. Este artculo proporciona informacin emprica para

    ilustrar el enfoque de Butler sobre el gnero y propone ser un aporte til a la literatura

    sociolgica sobre masculinidades al subrayar una de las maneras en que una identidad

    de gnero masculina es lograda a travs de la interaccin.

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    Mtodo

    Lugar de la investigacin

    Realic el trabajo de campo en una escuela secundaria suburbana en el sector norte

    de la parte central de California a la que nombro River High5. River High es una escuela

    de 50 aos de antigedad, de contexto suburbano, concurrida por clases trabajadoras y

    est ubicada en una ciudad llamado Riverton. Con la excepcin del ingreso medio por

    casa y la diversidad racial (ambos son elevados debido a la ubicacin de Riverton en

    California), la ciudad espeja los promedios nacionales de porcentajes de trabajadores de

    cuello blanco, la tasa de escolaridad y matrimonios, y composicin etaria (de acuerdo al

    censo del ao 2000). La comunidad es moderada a conservadora en lo poltico, adems

    de religiosa. La mayora de los padres de los estudiantes viajan a diario a ciudades

    vecinas para trabajar.

    Riverton es, en su mayora, una comunidad de clase media. No obstante, los

    estudiantes de River usualmente hacen referencias a la propia ciudad como si fueran dos

    comunidades: el viejo Riverton y el nuevo Riverton. Una ruta muy transitada y las

    vas del ferrocarril bisecan la ciudad en estas dos secciones. River High est literalmente

    del lado equivocado, en el viejo Riverton. Al salir de la autopista en direccin norte

    hacia el viejo Riverton, uno encuentra una serie de mezcla de casas tipo finca de la

    dcada de 1950, algunas tienen el pasto cuidadosamente cortado y prolijos jardines, en

    otras en los jardines se ven desparramadas partes de autos, sillas de jardn y

    electrodomsticos. El viejo Riverton est visualmente envuelto de fbricas humeantes.

    Del otro lado de la autopista el nuevo Riverton se caracteriza por sus calles con amplias

    veredas y nuevas urbanizaciones cerradas. All, lo que le se levanta majestuosamente en

    el fondo no son chimeneas sino montaas forestadas contiguas a un parque provincial.

    Los adolescentes que viven de este lado asisten a Hillside High, la escuela rival de

    River.

    A River High concurren 2000 estudiantes. El desglose racial/tnico de River High se

    aproxima al de la totalidad de California: 50% blancos, 9% afroamericanos, 28% latinos

    y 6% asiticos (comparado con las cifras californianas: 46%, 6%, 32%, y 11%

    respectivamente, de acuerdo a data censual y registros escolares). Los estudiantes de

    River High pertenecen principalmente a familias de clase trabajadora.

    Investigacin

    5 Los nombres de los lugares y personas referidas han sido cambiados.

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    Obtuve informacin usando el mtodo cualitativo de la investigacin etnogrfica.

    Pas un ao y medio haciendo observaciones, entrevist formalmente a 49 estudiantes

    de River High (36 varones y 13 mujeres), a un estudiante varn de Hillside High, y

    realic innumerables entrevistas informales a estudiantes, cuerpo docente y directivos.

    Me concentr en una escuela para explorarla en detalle en vez de trabajar con una

    amplitud de casos (para otros ejemplos de este mtodo ver Willis, 1981; MacLeod,

    1987; Eder et al., 1995; Ferguson, 2000).

    Los estudiantes que participaron en las entrevistas se acercaron ya que me present

    en una variedad de clases y porque daba vueltas en las horas de almuerzo, entrada y

    salida, as como lo hice en varios eventos donde pude contarles a diferentes grupos de

    estudiantes sobre mi investigacin de la que dije estar escribiendo un libro sobre

    gente. Las entrevistas generalmente tenan lugar en la escuela, a menos que el

    estudiante tuviera un auto, por lo que l o ella me encontraba en alguno de los

    restoranes locales de comida rpida donde los invitaba a una comida. Las entrevistas

    duraron entre media hora y dos horas.

    Las primeras entrevistas que conduje me ayudaron a mapear la geografa sexual y de

    gnero de la escuela, a partir de lo cual eleg mis lugares de observacin. Observ en un

    lugar neutral una clase de cvica de quinto ao, donde los significados sexuales eran

    tenues. Observ tres lugares que los estudiantes marcaban como mbitos de

    maricones dos cursos de teatro y la Asociacin Gay/Htero. Tambin observ dos

    lugares normativamente masculinos mecnica y levantamiento de pesas6. Tom

    notas de campo diariamente concentrndome en cmo los estudiantes, el cuerpo docente

    y los directivos negociaban, regulaban y resistan determinados significados de gnero y

    sexualidad. Presenci importantes rituales escolares como el Baile de Invierno,

    manifestaciones, obras de teatro, fiestas y almuerzos. Acompa ocasionalmente,

    adems, al seor Johnson, el guardia de seguridad de la escuela, en su carrito de golf a

    batera para ver qu estudiantes eran sancionados, cmo y dnde. La informacin de las

    observaciones me permiti comprender mejor que en las entrevistas el proceso de

    interaccin de la masculinidad. Si me hubiera basado simplemente en la informacin

    obtenida de las entrevistas me habra perdido el proceso de interaccin de la

    masculinidad que es central al discurso sobre la marica.

    6 Mecnica era una clase en la que los estudiantes aprendan a armar y reparar autos. Muchos de los estudiantes en esta clase pensaban dedicarse a tareas afines.

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    Dada la importancia de la apariencia en la escuela secundaria, estuve preocupada

    sobre cmo me presentara, y decid tanto mezclarme como distanciarme de los

    estudiantes. Con el fin de mezclarme, us mi vestimenta convencional de estudiante

    graduada cmodos y sueltos pantalones cargo, una remera negra o pulver y

    zapatillas. Para distanciarme llev un morral en vez de una mochila, no us maquillaje,

    y hablaba ligeramente diferente a los estudiantes: haca uso de un poco de lenguaje

    coloquial pero me abstuve de proferir el omnipresente che, boludo.

    Los varones estaban fascinados por el hecho de que una chica blanca treintaera (sus

    palabras) estuviera interesada en estudiarlos. Pese a que al principio muchos hicieran

    comentarios sexistas sobre mi vida amorosa o dijeran que se iban a tirar el lance

    conmigo, pareci como si eventualmente comenzaran a olvidarme como una posible

    compaera sexual /romntica. Una de las razones fue, creo, mi conocimiento sobre

    cosas de pibes. Por ejemplo, levanto pesas regularmente y por ello el entrenador de

    levantamiento de pesas me present como una levantadora de pesas de la Universidad

    de California en Berkeley, dicindole a los estudiantes que deberan pedirme consejos

    sobre tal actividad. Adems, mi gusto por pelculas y programas de televisin coincida

    frecuentemente con el de ellos. Soy una ferviente admiradora de pelculas como

    Jackass y El club de la pelea, las cuales contienen, ambas, altos niveles de violencia

    y humor escatolgico. Finalmente, cosech muchos puntos entre los varones porque

    vivo a cierta distancia de una calle peligrosa en una ciudad cercana que es famosa por el

    trfico de drogas, las peleas de pandillas y los frecuentes tiroteos.

    Qu es una marica?

    Desde que eras un nenito te dijeron: che, no hagas esa mariconada, explicaba

    Darnell, un jugador afroamericano de ftbol americano, mientras nos sentbamos en un

    banco al lado del campo de juego. De hecho, tanto los varones como las mujeres que

    entrevist me contaron que marica era el peor epteto que un chico poda proferirle a

    otro. Jeff, un estudiante de segundo ao delgado y blanco, me explic que los chicos se

    llaman uno a otro marica porque la gente gay no es muy querida por ac, y bueno,

    nada. Jeremy, un latino de tercer ao me dijo que este insulto reduce a un varn en

    literalmente nada. Decirle a alguien gay o marica es lo ms bajo que le pods decir.

    Porque es como decirte que no sos nada.

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    La mayora de los chicos explicaron su disgusto o el de otros hacia las maricas

    proclamando que la homofobia simplemente es parte de lo que significa ser un varn.

    Por ejemplo, Keith, un jugador de ftbol, blanco, de quinto ao, explicaba pienso que

    los varones simplemente son homofbicos. No obstante, no es slo homofobia, es una

    homofobia de gnero. Muchos estudiantes me dijeron que estos insultos homofbicos se

    aplican slo a los varones, no a las mujeres. Por ejemplo, al tiempo que Jake, un

    estudiante de quinto ao blanco y atractivo me dijo que no le gustaban las personas

    gays, l rpidamente agreg: las lesbianas, so est bueno. Del mismo modo, Cathy,

    una porrista popular blanca, me dijo ser lesbiana es aceptado porque los chicos

    piensan: uy, qu copado. Darnell, despus de haberme dicho que a los chicos se les

    dice que no sean maricones, me dijo sobre las lesbianas: no hay problemas con las

    chicas. Cuando dos chicos puaj! En este sentido, hablando con propiedad no

    podemos decir que es homofobia sino una homofobia de gnero que constituye la

    masculinidad adolescente en la cultura de esta escuela. De todos modos, es claro que,

    siguiendo estos comentarios, las lesbianas son copadas por su lugar en la fantasa

    masculina heterosexual; no necesariamente por una propuesta progresista sobre las

    relaciones entre personas del mismo sexo. Evidentemente, el empleo del trmino

    homofobia para describir el uso repetido que los varones hacen de la palabra marica

    podra ser un poco simplista y una mala interpretacin.

    Por otro lado, las mujeres en River High rara vez hacen uso de la palabra marica y

    nunca fueron llamadas maricas. Registr mujeres que profirieron marica slo tres

    veces durante mi investigacin. En una ocasin, ngela, una porrista latina, se burl de

    Jeremy, un muy querido estudiante blanco del ltimo ao involucrado en el gobierno

    escolar, por no haber salido con ella, no lo hiciste porque sos una marica. Sin

    embargo, las mujeres no usaban esta palabra como una parte de su lxico regular. El

    tipo de homofobia de gnero que constituye la masculinidad adolescente no constituye

    la feminidad adolescente. Las mujeres no eran llamadas tortas o lesbianas de ningn

    modo regular o sistemtico. Los estudiantes me dijeron que puta era lo peor que se le

    poda decir a una mujer. Es de destacar que segn lo que indican mis notas de campo, la

    palabra puta (o su sinnimo perra) aparece una vez por cada ocho que aparece

    marica. Incluso cuando aparece, puta es rara vez utilizado como un insulto directo

    hacia alguien.

    Al poner de relieve la diferencia entre el uso de gay o marica como insultos,

    colocamos en el centro de nuestra atencin la naturaleza de gnero de esta homofobia.

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    Para los varones y las mujeres de River High gay es un sinnimo bastante comn para

    decir estpido. Mientras esta palabra comparte los orgenes sexuales de marica, no

    tiene, consistentemente, el sesgo de un significado cargado de gnero. Los varones y las

    mujeres usan frecuentemente gay como adjetivo refirindose a objetos inanimados,

    personas masculinas o femeninas, mientras usan marica como sustantivo que denota

    hombres no masculinos. Los estudiantes usan gay para describir cualquier cosa desde

    la ropa de alguien a una nueva regla escolar que no es de su agrado, como en el

    siguiente encuentro:

    En mecnica, Arnie sac una vieja versin de computadora laptop, grande y negra, y la apoy sobre el escritorio. Detrs de l Nick dijo: esa es una laptop gay! Tiene un grosor de cinco pulgadas!

    Una laptop puede ser gay, una pelcula puede ser gay o un grupo de personas puede

    ser gay. Los varones usaban gay y marica intercambiablemente cuando se refieren a

    otros varones, pero no tiene los atributos carentes de gnero que gay a veces invoca.

    Pese a que sus significados no sean los mismos que gay, marica tiene mltiples

    significados que no necesariamente reemplazan sus connotaciones como un desprecio

    homofbico, por lo que existen a la par. Algunos varones se preocupan por decir que

    marica no tiene que ver con la sexualidad. Darnell me dijo: ni siquiera tiene algo que

    ver con ser gay. J.L., estudiante blanco de segundo ao en Hillside High (la rival de

    River del otro lado de la ciudad) dej en claro: marica, de verdad, no tiene nada que

    ver con las preferencias sexuales, para nada. Podras estar dicindole a alguien que es un

    idiota, sabs?. Le pregunt a Ben, un estudiante de segundo ao, callado, que llevaba

    remeras de heavy metal a todas las clases de mecnica: por qu cosas un varn es

    llamado marica?. Ben contest: por nada literalmente por nada. Pods estar girando

    una llave inglesa hacia el otro lado y nene, sos una marica. Lo mismo si un trozo de

    carne se sale de tu sndwich, vos, marica!. Cada vez que Ben dijo marica su voz

    se haca ms grave como si estuviera imitando a un varn ms masculino. Por ms que

    Ben pueda realmente sentir que un chico puede ser llamado marica por nada

    literalmente nada, existen, de hecho, comportamientos especficos los cuales,

    representados por varones, pueden volverlos ms vulnerable a un epteto de marica.

    Ahora bien, los comentarios de Ben subrayan el uso de marica como un insulto

    genrico para la falta de habilidad, lo que es central a la identidad masculinidad en el

    mundo de River High. Un varn puede ser llamado marica por demostrar cualquier tipo

    de comportamiento definido como no masculino (no tienen que ser necesariamente

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    comportamientos considerados femeninos) en el mundo de River High: ser estpido, no

    tener habilidad, que le guste bailar, preocuparse demasiado por la ropa, emocionarse

    fcilmente, o manifestar inters (sexual o platnico) en otros varones. Sin embargo,

    dado el alcance de su uso y el detallado listado de comportamientos que pueden meter a

    un varn en problemas, no es para nada sorprendente que Ben dijera que un varn puede

    ser llamado marica por nada.

    Un tercio (13) de los varones entrevistados me dijeron que pese a que podan

    libremente insultarse entre ellos haciendo uso del trmino, no se lo dirigiran a un

    compaero homosexual. Jabes, un estudiante filipino del ltimo ao, me dijo:

    De hecho lo digo mucho [marica], excepto cuando estoy en compaa de una persona que es realmente homosexual. En ese momento intento no usarlo para nada. Pero cuando estoy boludeando con mis amigos digo cosas como callate, no quiero escucharte ms, marica estpida.

    Del mismo modo, J.L. compar la homosexualidad con una discapacidad, diciendo

    que de ninguna manera llamara marica a un varn gay porque:

    Hay personas con discapacidades mentales, personas con las que nadie quiere ser asociado. Voy a ser tan bueno con ellos y odio cuando la gente se burla de ellos. Es como: che, no te das cuenta que no tienen la culpa de ser as? Y tambin hay gente gay. Nacieron as.

    Segn este grupo de varones, la identidad gay es socialmente legtima pese a su

    marginalidad. Si un hombre es gay, existe la posibilidad de que sea considerado

    masculino por otros hombres (Connell, 1995). David, un atractivo estudiante blanco del

    ltimo ao del secundario vestido elegantemente con pantalones color kaki y una

    remera blanca abotonada, dijo ser gay es un estilo de vida. Es alguien con quien elegs

    irte a dormir. Pods incluso jugar a la pelota y ser gay. En otras palabras, hay una

    posibilidad, por mnima que sea, de que un chico pueda ser gay y masculino. Ser marica

    es, por definicin, lo opuesto a masculino, independientemente de que la palabra sea o

    no utilizada con significados sexuales. Cuando Jamaal, un estudiante de tercer ao

    afroamerciano intentaba explicarme lo anterior, cit la explicacin de famoso artista

    rapero, Eminem:

    Aunque no me gusta Eminem, l tena una buena definicin de esto. Es como sacarle el ttulo. En una entrevista decan algo as como: ests todo el da gastando a los gays pero despus vas y cants con Elton John. Y l dijo: hablo de gays, no de los gays.

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    Lo anterior es lo que Riki Wilchins llama la excepcin de Eminem. Eminem explica

    que l no llama a la gente marica por su orientacin sexual sino porque son dbiles y

    no son masculinos (Wilchins, 2003). Precisamente es as como emplean ese trmino el

    grupo de varones de River High. Aunque ser gay no es necesariamente aceptado, un

    hombre puede hacer cosas masculinas que, por lo menos, lo hagan masculinamente

    aceptable. Un maricn, por la mismsima definicin indicada a partir del uso que hacen

    los estudiantes de River High, no puede ser masculino. Esta distincin entre marica

    como una identidad no masculina y problemtica y gay como una posibilidad de

    masculinidad, aunque marginalizada, no es exclusiva del lxico adolescente sobre las

    identidades sexuales sino que es reflejada tanto en los discursos psicolgicos

    (Sedgwick, 1995) como en el activismo gay-lsbico.

    Devenir marica

    La omnipresencia de la palabra marica habla del alcance de su capacidad

    desacreditadora (Corbett, 2001: 4). Es como si los varones no pudieran sino gritarlo

    regularmente - en los pasillos, en clase, a travs del campus como un saludo, o como un

    chiste. En mi trabajo de campo me asombraba la manera en que la palabra pareca saltar

    incontrolablemente desde las bocas de los varones en todo tipo de situacin. Para citar

    slo una de estas tantas oportunidades que registr en mis notas de campo:

    Dos varones salan del vestuario de educacin fsica y uno grita: maricn de mierda! a nadie en particular.

    El grito espontneo de una variacin de la palabra marica sin ningn motivo aparente

    sucedi reiteradas veces entre los varones y a lo largo de la escuela.

    El discurso sobre la marica es central al ida y vuelta de chistes entre los varones.

    Hacer chistes consolida las relaciones entre los varones (Kehily y Nayak, 1997; Lyman,

    1998) y ayuda a lidiar con la ansiedad y del inconformismo (Freud, 1905). Los varones

    invocaron el espectro de la marica de dos maneras: a travs de imitaciones humorsticas

    y lanzndose uno a otro el epteto. Los varones de River High imitaban a la marica ya

    sea representando una feminidad exagerada, y/o pretendiendo desear sexualmente a

    otros varones.

    Como lo indica la pequea descripcin introductoria en la cual una marica predadora

    amenaza a los ms chiquitos, los varones de River High vinculan esos escenarios

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    performativos con la identidad de la marica. Ellos se lanzan el epteto de marica entre s

    como si fuera un juego verbal de pelota caliente: cada uno est atento a desviar el

    insulto rpido y arrojarlo a un otro. Estos juegos e imitaciones crean un discurso sobre

    la marica resaltando que marica no es una identidad esttica sino fluida, que los varones

    luchan constantemente para evitarla.

    En las performances imitativas, el discurso sobre la marica funciona como una

    constante reiteracin de la existencia de la marica, al afirmar que hay una marica ah

    afuera: en cualquier momento un varn puede devenir marica. Adems, estas

    performances demuestran que el varn que invoca a la marica, no lo es. El hecho de

    invocarla regularmente les recuerda que en cualquier momento ellos mismos pueden

    devenir maricas si no son suficientemente masculinos.

    Mr McNally, molesto por el ruido que vena de afuera del aula, se acerc a la puerta abierta y dijo: vamos a cerrar sto a menos que alguien realmente quiera ver a varones sudorosos jugando al bsket. Emir, un chico alto y flaco, cece: yo quiero verlos jugar. El resto de la clase solt una carcajada frente a su imitacin.

    A travs de la imitacin de la marica, los varones les aseguran a otros que ellos no lo

    son, y devienen inmediatamente masculinos despus de la performance. Se burlan de

    sus performadas feminidad y/o deseos homoerticos asegurndose, a s mismos y a los

    otros, que tal identidad merece ser objeto de la risa y la burla. La identidad de la marica

    es en este caso fluida, est separada del cuerpo de Emir. l puede entrar y salir de la

    esfera de lo abyecto mientras que, simultneamente, afirma su posicin como sujeto.

    Los varones intentan consistentemente, adems, poner a otro en la posicin de la

    marica al lanzarle el epteto a otro.

    Cuando estbamos en la clase de mecnica, de entre partes de autos Jay se asom y pregunt: dnde estn Craig y Brian? Neil le contest: creo que estn por all, sealando, y sacando la cadera y moviendo los brazos hacia atrs para indicar que Craig y Brian podran estar teniendo relaciones sexuales. Los varones que lo rodeaban se rieron.

    Este tipo de chistes etiquetan temporariamente a ambos, Craig y Brian, como

    maricas. Porque el discurso sobre la marica es tan comn y corriente, los otros varones

    inmediatamente entienden que Neil est indicando que Craig y Brian estn teniendo

    sexo. Sus identidades no son, sin embargo, fijas. Nadie piensa realmente Craig y Brain

    sean homosexuales. De hecho, la identidad de lo marica es fluida, es con seguridad una

    identidad que nadie quiere, pero una de la que se puede escapar, generalmente al

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    involucrarse en algn tipo de competencia discusiva para convertir a otro varn en una

    marica. As, marica deviene una pelota caliente que nadie quiere tener por largo rato. En

    el siguiente ejemplo, que ocurri poco despus del chiste sobre las relaciones

    sexuales, Brian lanza el epteto de marica a un otro, desvindolo de s mismo:

    Brian inici una ronda de un juego favorito en mecnica, el juego de la pija. Brian, mirando a Josh dijo tranquilamente: a Josh le gusta la pija, y luego un poco ms alto: a Josh le gusta la pija. Continu as hasta que gritaba A JOSH LE GUSTA LA PIJA!. Los otros varones se rean a carcajadas mientras Josh escapaba: mi pija es ms grande que la de todos ustedes, hijos de puta!

    Estos dos momentos muestran cmo la marica puede ser trazada, momentneamente,

    sobre el cuerpo de uno de los varones y cmo l, en contrapartida, puede hacerlo sobre

    el de otro, desvindola as de s mismo. En el primer caso, Neil se burla de Craig y de

    Brain por estar dando vueltas juntos. En el segundo, Brian pasa de ser una marica a

    hacer que Josh lo sea, a travs del juego de la pija. La marica es transferible. Los

    varones entran y salen de ello al crear discursivamente a la marica en un otro a travs de

    chistes y bromas. Ellos pueden, irnicamente, entrar y salir de la posicin de marica al

    transformarse ellos mismos, temporariamente, en una marica, pero esto tiene el efecto

    de reafirmar su masculinidad cuando retornan a la posicin heterosexual despus de

    imitar a la marica.

    Estos ejemplos demuestran que los varones invocan la marica en una lucha

    discursiva en la cual indican saber qu es una marica y qu no lo es. Estos chistes

    fortalecen los lazos entre los varones mientras se aseguran ellos mismos y a los otros de

    su masculinidad, a travs de repetidos repudios hacia la posicin no masculina de lo

    abyecto.

    Racializando a la marica

    La marica no es desplegada consistentemente o idnticamente a travs de los grupos

    sociales de River High. Diferencias entre los significados atribuidos a la ropa y la danza

    entre varones blancos y afroamericanos revelan modos en que la marica como posicin

    abyecta es racializada.

    La ropa limpia, de talle ms grande y cuidadosamente combinada es central a la

    identidad del hip-hop para los varones afroamericanos que se identifican con la cultura

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    hip hop7. Richard Majors llama a esta presentacin de la persona un yo buena onda, la

    cual consiste de un estilo de comportamiento, modo de hablar, gestualidad, vestimenta,

    peinado, caminata, postura y saludo nico, expresivo y conspicuo, desarrollado por

    hombres afroamericanos como una respuesta simblica ante el racismo

    institucionalizado (Majors, 2001: 211). Los pantalones son generalmente varios talles

    ms grandes, colgando por debajo de la cintura, generalmente revelando los bxers. Las

    remeras y los buzos son grandes tambin, generalmente colgando hasta las rodillas. Las

    etiquetas son generalmente dejadas en las gorras, que se usan ligeramente torcidas desde

    lo alto de la cabeza. Las zapatillas, meticulosamente limpias y desatadas con medias

    estiradas por debajo de la lengeta de la zapatilla completan el tpico conjunto

    hiphopero.

    Tanta atencin y cuidado dados a la vestimenta puede, con seguridad, lanzar a un

    varn blanco que no se identifique con la cultura del hip-hop (es decir, la mayora de los

    varones blancos en River High) a la posicin abyecta de la marica. No debe parecer que

    los varones blancos se preocupan por su ropa o apariencia, porque slo las maricas lo

    hacen. Ben as lo ilustra:

    Ben entr al aula de mecnica desde el estacionamiento donde haba estado trabajando en un motor particularmente aceitoso. Manchas de aceite cubran su jean. Las mir, puso una cara y camin hacia m con las muecas quebradas, rindose y ceceando en una voz aguda y como si cantara: tengo mis lindos pantalones todos sucios.

    Ben recurre a los indicadores de la identidad marica, como ser quebrar las muecas,

    as como lo hacen los varones de la pequea descripcin introductoria, para ilustrar que

    una persona masculina no se preocupara por tener ropa sucia. En este sentido, la

    masculinidad, para los varones blancos, deviene la cuidadosa y trabajada apariencia de

    no preocuparse por la apariencia, especialmente en trminos de limpieza.

    Sin embargo, los varones afroamericanos involucrados en la cultura del hip-hop

    hablan frecuentemente de si sus ropas, especialmente sus zapatillas, estn limpias o no:

    En la clase de teatro, ambos Darnell y Marc comparaban sus zapatillas Adidas blancas. Darnell cargaba a Marc porque rozaduras negras cubran las suyas, y lo increpaba preguntaba insidiosamente: las tuyas tienen una semana de uso y estn sucias, las mas ya tienen un mes y no estn sucias. Ambos rieron.

    7 Por ms que haya muchos varones blancos y latinos en River High que se identifican con el hip-hop, ste es identificado por la mayora de los estudiantes como un estilo cultural afroamericano.

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    Monte, la estrella del equipo de futbol americano de River High, repeta esta

    preocupacin por el calzado sucio cuando al mirar las extravagantes zapatillas rojas que

    le dio a su primo la semana anterior me dijo que estaba frustrado porque despus de que

    su primo las usara, las zapatillas estn hechas un asco. La vestimenta, para estos

    varones, no indica una posicin marica, sino que, al contrario, define membreca en

    determinado grupo cultural y racial (Perry, 2002).

    El baile es otro mbito que lleva significados marcadamente asociados a la marica

    para los varones blancos y sobre masculinidad para los afroamericanos que participan

    de la cultura del hip-hop. Los varones blancos suelen asociar bailar con ser maricas. J.L.

    me dijo que todos piensan que nSync es gay porque pueden bailar. nSync es un

    conjunto musical masculino y blanco conocido por sus movimientos de baile. En los

    bailes, los varones blancos suelen tomar a sus parejas mujeres firmemente, manteniendo

    las caderas de ambos juntas. Los varones nunca bailan entre s, a menos que estn

    participando en una ronda de pelota caliente. Los varones blancos suelen bailar juntos si

    es en broma, con el fin de avergonzar a otros al hacerlos maricas:

    Lindy bailaba detrs de su pareja, Chris. El amigo de Chris, Matt, apareci y empujo ligeramente a Lindy hacia un costado, imitando sus movimientos de baile que haca detrs de Chris. Como Matt frotaba sus manos a lo largo de la espalda de Chris, ste se dio vuelta y salt asustado al ver a Matt ah en lugar de a Lindy. Matt se rea a carcajadas mientras Chris se pona colorado.

    Sin embargo, el baile no lleva esta especie de significado sexual de gnero para todos

    los varones de River High. Para los afroamericanos varones, bailar demuestra

    membreca en una comunidad cultural (Best, 2000). Los varones afroamericanos

    frecuentemente bailan juntos en grupos de un nico sexo, ensendose los ltimos

    pasitos de baile, mostrando cmo saben hacer algn paso difcil, o rindose con

    movimientos humorsticos. Los estudiantes reconocan a K.J. como el bailarn ms

    talentoso de la escuela. K.J. es un estudiante de segundo ao de ascendencia

    afroamericana y filipina quien participaba en la cultura hip-hop en River High.

    Continuamente usaba la ltima moda hiphopera. K.J. era extremadamente popular. Las

    chicas gritaban su nombre mientras atravesaban el hall y le encajaban velozmente en sus

    manos notitas de amor dobladas en complicados diseos mientras l entraba al aula

    despreocupadamente. Durante los dos ltimos aos K.J. gan el primer premio en el

    campeonato de talentos por su baile. Cuando bailaba en actos, el saln retumbaba en

    cnticos gritados de dale K.J.! Dale K.J.! Dale K.J.! Porque el baile ubica a los

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    varones afroamericanos en una tradicin de masculinidad, no estn en riesgo de devenir

    una marica por esta prctica de gnero. Nadie llamaba marica a K.J. De hecho, en varias

    de mis entrevistas, los varones de mltiple origen racial/tnico hablaban admirando las

    habilidades de baile de K.J.

    Implicancias

    Estos resultados confirman estudios previos sobre masculinidad y sexualidad que

    posicionan a la homofobia como central a las definiciones contemporneas de

    masculinidad adolescente. Adems, aporta a investigaciones anteriores al sacar a la luz

    mltiples niveles de significados que los varones despliegan a travs de su uso

    homofbico del lenguaje y de chistes rituales. Al prestar atencin a estos significados,

    reformulo la discusin como una de un discurso sobre la marica, en vez de simplemente

    etiquetar este comportamiento como homofobia. La marica es una posicin abyecta,

    una posicin fuera de la masculinidad que de hecho constituye la masculinidad. As, la

    masculinidad, en parte deviene el trabajo diario de repudiar el amenazante espectro de

    la marica.

    La marica se extiende ms all de la identidad sexual fija sujeta a un varn gay. Son

    pocos los varones que son permanentemente identificados como maricas, la mayora

    entran y salen de esta posicin. Analizar la marica como discurso y no como una

    identidad fija revela que el trmino puede ser investido de diferentes significados en

    diferentes espacios sociales. Marica puede ser usado como arma con la cual

    temporariamente afirmar la propia masculinidad y negar la de los otros. As marica

    deviene un smbolo alrededor del cual tienen lugar competencias de masculinidad.

    El epteto marica, cuando es lanzado a otros varones, puede o no tener significados

    sexuales explcitos, pero siempre tiene significados de gnero. Cuando un varn llama a

    otro marica, quiere decir que no es un hombre, no necesariamente que es homosexual.

    Los varones en este estudio saben que no deben llamar marica a los homosexuales

    porque eso es mezquino. se ha sido el limitado xito de los movimientos mayoritarios

    por los derechos de los gays. El mensaje absorbido por muchos de estos adolescentes

    varones es que los hombres gays pueden ser masculinos, como uno. En vez de

    desafiar la desigualdad de gnero, este mismo discurso sobre los derechos de los gay lo

    ha reinscrito. As pues, necesitamos empezar a pensar sobre cmo los hombres gays

    pueden estar en una posicin nica para desafiar las normas de gnero y las sexuales.

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    Este estudio indica que los investigadores que analizan la interseccin entre

    sexualidad y masculinidad necesitan prestar atencin a los modos en que identidades

    racializadas pueden afectar cmo marica es utilizado y qu significa en variadas

    situaciones sociales. Pese a que hubo investigadores que se concentraron en las maneras

    en que la identidad masculina es racializada (Connel, 1995; Ross, 1998; Bucholtz, 1999;

    Davis, 1999; Price, 1999; Ferguson, 2000; Majors, 2001), no prestaron igual atencin a

    las maneras en que marica puede ser un epteto racializado. Es importante considerar

    cundo, cmo y con qu significados el marica es utilizado con el fin de lograr

    entender cmo es definida la masculinidad, contestada e investida entre varones

    adolescentes.

    La investigacin muestra que la burla sexual suele llevar a resultados terribles, como

    evidenciado por la serie de masacres escolares en la dcada de 1990 (Kimmel, 2003).

    Claramente, el discurso sobre la marica afecta no slo a homosexuales adolescentes sino

    a todos los varones, gays y hteros. Prximas investigaciones podran indagar estos

    procesos en una variedad de contextos: varias localidades geogrficas, grupos sexuales,

    grupos de clase, religiosos y de edad.

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