3 4 20 - repositorio.unibague.edu.co

36
Árbol de Tinta, abril de 2015 Año XXVIII Nº 209 Abril de 2015 ISSN 1900-592X Especial Región Agenda de competitividad Mangostino de Oro 20 4 Visión Tolima 2025 3

Upload: others

Post on 16-Oct-2021

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Árbol de Tinta, abril de 2015

Año

XX

VIII

209

Abr

il de

201

5 IS

SN 1

900-

592X

Especial Región

Agenda de competitividad

Mangostinode Oro

204Visión

Tolima 2025

3

Situación económicadel Tolima 6

Árbol de Tinta, abril de 2015

Sumario

¿Plan de desarrollo oPlan de gobierno?8

Ejercicio de autoridad en la ejecución del pgar12

Nicanor Velásquez Ortiz

La Universidaddel siglo XXI

18

29

Los proyectos de Paz y Región y el concepto de

desarrollo

El arte en movimiento

9

22

Presidente delConsejo Superior

Eduardo Aldana Valdés

Rector Alfonso Reyes Alvarado

Comité Editorial Amparo Celis Triana

Nidia Chaparro CuervoFranciny Espinosa Osorio Humberto Galindo Palma

Martha Myriam Paéz MoralesJaime Eduardo Reyes Martínez

Fadhia Sánchez Marroquín

DirectoraFadhia Sánchez Marroquín

Redactora Franciny Espinosa Osorio

Corrección de textosGloria Molano Devia

DiagramadoraDiana Forero Meneses

Foto portadaIlustración de Pedro Nel Cabrera,

realizada originalmente para el libro Río y Pampa,

de Ediciones Unibagué.

PublicidadAmparo Celis Triana

Impresión León Gráficas

Contacto Carrera 22 calle 67 barrio Ambalá

Teléfono 2709432 ext. 419www.unibague.edu.co

Una mirada a la Región

El presente número de Árbol de Tinta se ocupa del desarrollo regional, y para ello se invitó a distintos profesores y expertos en dicho tema a reflexionar desde sus disciplinas, con el fin de presentar un contenido

que desborda el paradigma tradicional de comprender el desarrollo desde la ciencia económica. Así pues, aunque se podrán leer artículos relacionados con los avances económicos de la Región, el lector encontrará también temáticas analizadas desde una perspectiva de las ciencias sociales y, en particular, de la cultura.

La revista presenta cómo en el Tolima existe un legado cultural de mucha valía gracias a personajes como Nicanor Velásquez, los maestros de la plásti­ca retratados en la videoteca de artistas tolimenses, o el festival nacional de música Mangostino de Oro, los cuales muestran cómo la historia de educa­dores, artistas, críticos hoy son parte vital del patrimonio artístico del Depar­tamento, y construyen aquella región que conocemos como el Tolima.

Además, los interesados en la economía podrán enterarse de la situación económica del Tolima, las preocupaciones ambientales y los avances sobre el ejercicio de la autoridad en la ejecución del Plan de gestión ambiental regio­nal, pgar 2013–2023. También, la revista aborda la próxima fase de la Visión Tolima 2025, el desafío de fortalecer la agenda de competitividad del Depar­tamento, el análisis sobre los planes de desarrollo y los planes de gobierno, y la intervención que sobre la Región está adelantando el Programa de Paz y Región de la Universidad de Ibagué.

Finalmente, en este número el lector encontrará la reflexión sobre la necesidad de definir qué es Región en función del bienestar social y el debate sobre la impor­tancia de revaluarla en función de las necesidades humanas, sociales, políticas y económicas, y a partir de allí, y con carácter teleológico, (re)construirla.

* * * * *

Árbol de Tinta, abril de 2015 3

Durante la revisión de la Visión Tolima 2025 se hizo evidente la necesidad de diseñar una estrategia para su seguimiento y evaluación. La propuesta

plan teada por el colectivo de la Visión combinó distintas metodologías conocidas en la región, como lo son el Ob­servatorio económico del Caribe y los programas Cómo vamos, encargados de diseñar indicadores y adelantar in­vestigaciones sobre el desarrollo regional y la calidad de vida. La propuesta para la fase siguiente de la Visión pro­puesta por el equipo de trabajo contempla los siguientes elementos:

Estructura organizacional

Desde el trabajo de la revisión de la Visión Tolima 2025 se determinó que “Para realizar el seguimiento adecuado a la Visión es necesario separar las funciones relacionadas con la ejecución de aquellas que tienen que ver con la eva­luación” con el fin mantener la imparcialidad y la transpa­rencia facilitando hacer los ajustes necesarios, cuando se advierta que no se están alcanzando los resultados pro­puestos por la visión.

Se propone que la instancia de ejecución sea delegada a la Secretaría de Planeación departamental. Una acción importante para la instancia de ejecución será la de esta­blecer la línea base y las metas a alcanzar en el 2025 para cada uno de los signos vitales.

La instancia de evaluación deberá realizarse sistemáti­camente por lo que se propone que esta sea integrada por las universidades de la Región.

Metodología de seguimiento y evaluación

La metodología de seguimiento y evaluación tendrá dos componentes así:

Como quiera que la Visión Tolima 2025 debe mate­rializarse en la ejecución de proyectos sectoriales se

utilizarán indicadores de producto y de ejecución; “Unos que den cuenta precisamente del avance de cada uno de los proyectos priorizados y otro grupo de indicadores que permitan evaluar el avance en los fines definidos por la Visión (reducción de la pobreza, la equidad y el creci­miento económico)”

También es importante continuar con la realización de foros, talleres, entre otras metodologías que permitan conocer y discutir los logros y retos planteados en la eje­cución de aquellas tareas propuestas desde la Visión.

La estrategia de evaluación deberá ser complementa­da con una estrategia de comunicación que le permita a la comunidad tolimense apropiarse de la ejecución de la Visión Tolima 2025. Aquí surge la necesidad de empo­derar la Visión en todos los municipios del Departamento.

Una aproximación a la redacción de la Visión Tolima 2025 después del ejercicio de la revisión y actualización podría plantear una ligera modificación a la redactada en el 2005 en los siguientes términos:

El Tolima será el punto de encuentro de las posibilidades de Colombia; para el año 2025, el Departamento deberá haber disminuido sus niveles de pobreza e inequidad por debajo de la media nacional, y logrado además, niveles de crecimiento económico constantes y por encima del pro­medio nacional. Esto será posible gracias al impulso que las ideas fuerza de agroindustria de alto valor agregado, turismo e industria cultural y centro logístico le darán a las apuestas productivas líderes en el territorio. La ciencia y la tecnología deberán convertirse en una idea fuerza trans­versal que potencialice las ventajas comparativas del De­partamento aumentando la competitividad departamental a un nivel muy alto. El desarrollo del Tolima se fundará en los principios del desarrollo sostenible, de una equilibra­da relación entre lo urbano y lo rural, y el desa rrollo cen­trado en las personas. Además, se espera que la sociedad tolimense se cohesione gracias a los valores de ciudadanía, solidaridad e iniciativa empresarial. De otra parte, la trans­formación productiva se establecerá en cua tro nodos o polos de desarrollo subregional. Finalmente, la Visión Toli­ma 2025, aunque reconoce a Bogotá como el mayor aliado estratégico y como el mercado potencial más importante para el intercambio económico del Departamento, encuen­tra en los mercados internacionales grandes oportunidades para el crecimiento y fortale cimiento de nuevos sectores productivos.

Como siempre, la Visión Tolima 2025 sigue en cons­trucción compartida por parte de los tolimenses.

*Profesor de Economía del Desarrollo Universidad de Ibagué[email protected]

Próxima fase de laVisión Tolima 2025

Por: Jaime Eduardo Reyes*

Estrategia de seguimiento y evaluación de la Visión

Tolima 2025

Estrategia de evaluación

Estrategia de comunicación

Un desafío de todosPor: Guillermo Alberto González*

Hoy por hoy, resulta impres­cindible abordar el asunto de la competitividad desde una

perspectiva regional, y es por esto que el Gobierno nacional ha buscado e implementado instrumentos para darle más protagonismo a las re­giones y sea desde allí donde los de­partamentos definan su ruta a seguir.

En el índice del Consejo privado de competitividad1, el cual pretende facilitar la priorización y construc­ción de las políticas de desarrollo productivo, y brindar información

relevante para la toma de decisiones en los departamentos, observamos que en la medición del año 2014 el Tolima ocupó el puesto 17, entre 22, con un puntaje de 3,70 sobre 10, una posición no muy alentadora.

Este índice mide tres factores (condiciones básicas, eficiencia y sofisticación en innovaciones); y cada factor mide unos pilares. En el caso de las condiciones básicas estas son: instituciones, infraestructura, edu­cación básica y media, salud y medio ambiente; para el caso de eficiencia

se miden los pilares de educación su­perior y capacitación, y eficiencia de los mercados; en sofisticación e innovación se analizan los pilares de diversificación e innovación en la dinámica empresarial.

Si miramos con mayor detalle los puntajes que tuvo el Tolima encon­tramos que en condiciones básicas ocupó el puesto 14 con un puntaje de 4,99; en eficiencia, igualmente el puesto 14 con un puntaje de 3,24; y en sofisticación e innovación el pues­to 16 con un puntaje de 1,66.

Agenda de competitividaddel Departamento:

Foto: Margareth Bonilla

Árbol de Tinta, abril de 2015 5Si bien el Tolima no ha tenido un

puntaje satisfactorio en el índice de competitividad, sí ha realizado avances importantes y ha articulado programas a través del Gobierno na­cional; por ello enfatizaremos en tres instrumentos contemplados en el Sistema Nacional de Competitividad en el desarrollo competitivo.

Comisión regional de competitividad del Tolima

Es el espacio de encuentro donde el gobierno local, el sector privado, los trabajadores, las universidades y los gremios, se reúnen a diseñar el plan regional de competitividad, el curso

de acciones a seguir y el mecanismo para asegurar su cumplimiento y per­manencia en el tiempo.

Si bien el Tolima ya tiene una Comisión Regional de Competiti­vidad, establecida por decreto, y en donde a partir del año 2013 algunas entidades como la Gobernación del Tolima, la Alcaldía de Ibagué y la Cá­mara de Comercio de Ibagué inyec­taron unos recursos para su sosteni­bilidad, las diferentes fuerzas vivas del departamento deben dar mayor relevancia a la Comisión puesto que

en el proyecto de ley del Plan nacio­nal de desarrollo (2014­2018) se le da importancia a las comisiones re­gionales de competitividad.

Otro importante rol de la Comisión es realizar un monitoreo permanente a los diferentes factores y pilares del índice de competitividad, para garan­tizar que la información se entregue oportuna y correctamente, y retroali­mentar a los actores que conforma el sistema regional de competitividad, con el fin de que se implementen ac­ciones en pro de mejorar estos índices.

Agencia de promoción de inversión del Tolima

Según procolombia (antiguo Pro­export) la inversión extranjera direc­ta ha aumentado más de nueve veces en los últimos diez años, y aunque en el último año dicha inversión recibida por Colombia disminuyó en un 4,8%, en comparación con lo registrado en el 2013, se evidencia un incremento en sectores diferentes a petróleo y minas: manufacturas, turismo, servi­cios). Para el Ministerio de Comercio, industria y turismo esta inversión es motor del desarrollo productivo y competitivo del país.

Con estos antecedentes, el Toli­ma —con el impulso de la Gober­nación y la Cámara de Comercio de Ibagué— creó en el año 2013 la Agencia de Promoción de Inversión, la cual tiene tres líneas estratégicas: mercadeo territorial, promoción y facilitación de la inversión, y mejora del clima de inversión.

Hoy en día ya es mucho lo que se ha avanzado y con la consolidación de la Agencia, ya el departamento se encuentra en el radar de procolom­bia, lo que quiere decir que cuando algún inversionista extranjero sitúa los ojos en Colombia, ya el Tolima está en el abanico de opciones, pues así se han realizado asesorías y acer­camiento a empresas brasileras, portuguesas, holandesas, francesas, canadienses y españolas y se han concretado cierres de negocio con fruandes empresa agroindustrial con gran potencial de crecimiento y almaviva, empresa de servicios bpo (Business Process Outsourcing). En estas agencias las universidades jue­gan un rol fundamental pues princi­pal petición de las empresas son las

potencialidades de capital humano disponible en la región y la posibili­dad de realizar alianzas en temas de investigación.

Programa rutas competitivas

Este es uno de los programas ban­dera del Ministerio de Comercio industria y turismo, la idea es que a través de innpulsa Colombia1 se fo­mente el desarrollo de cluster en las regiones, a través de una reflexión estratégica que permita a las em­presas de un determinado sector ser competitivas en el re­diseño de su ca­dena de valor.

Este programa estuvo acompaña­do por la firma Competitiveness, que ha replicado una metodología exitosa en el mundo entero y se fundamen­ta en teorías de las mejores escuelas de negocio del mundo. En pertinen­cia, actualmente el Tolima cuenta con tres planes estratégicos de rutas competitivas: cafés especiales, turis­mo de naturaleza y textil confección.

Es importante resaltar que el De­partamento ha hecho esfuerzos en materia de competitividad; sin embar­go, estamos muy lejos de lo deseado. Se debe replicar el programa de rutas competitivas y conformar diferentes cluster como mecanismo de desarro­llo que potencialice a los empresarios, fomente la innovación y el empren­dimiento. No hay necesidad de in­ventar nada, solo mirar casos exitosos, incluso en el país.

*Coordinador Prospectiva Universidad de Ibagué[email protected]

Referencias1 Índice que mide las condiciones competitivas

de los departamento de Colombia, realizado por Consejo privado de competitividad, Universidad del Rosario, a través del centro de pensamiento en estrategias competitivas (ceep)

2 Unidad de innovación de Bancóldex (Banco de segundo piso adscrito al Ministerio de comercio, industria y turismo.

Durante el 2014 la economía del Tolima mantuvo su tradicio­nal comportamiento. Creció

por debajo del promedio nacional y su contribución al Producto Interno Bruto (pib) nacional, escasamente superó el 2%. Los índices de pobreza disminuyeron, pero continuaron siendo superiores a los promedios nacionales, especialmente en el sector rural, en donde cerca del 45% de su población es pobre. El desempleo departamental se sostuvo en un dígito (9,7%), pero la informalidad, la baja formación del recurso humano y la reducida inversión en tecnología, siguen afectando la productividad y la capacidad competitiva en los mercados globales.

Caracterización departamental

El Departamento también ha sufrido los efectos de la disminución de la in­versión en el sector de la minería y los bajos precios del petróleo. Su efecto se aprecia en la pérdida de participación de las exportaciones de petróleo en el total regional. En el 2014, las exporta­ciones departamentales ascendieron a 212 millones de dólares, 100 millones menos que en el 2013. Las exporta­ciones de petróleo disminuyeron en 146 millones, por efecto de los descen­sos en la producción y la reducción de los precios. Este menor valor no fue compensado con las exportaciones de café, que crecieron en 50 millones de dólares, con respecto del año anterior. Las exportaciones de bienes indus­triales disminuyeron en un 10,5%, es­pecialmente en alimentos y bebidas.

La estructura económica del De­partamento no muestra cambios sustantivos. Sigue siendo el pro­ducto de sus ventajas comparativas por ubicación, disponibilidad de re­cursos naturales y de mano de obra barata no calificada, que se traduce en una economía basada en la pro­ducción de bienes primarios sin va­lor agregado, de lento crecimiento, bajos niveles de inversión y poco

Por: José Ignacio Amórtegui*

Situación económica del Tolima

Foto: César Núñez Torres

Árbol de Tinta, abril de 2015 7

Situación económica del Tolimapreparada para aprovechar las opor­tunidades y las tendencias de de­sarrollo que se están generando en el entorno nacional e internacional. Este escenario tendencial debe ser modificado mediante hechos o ac­ciones que contribuyan a explorar nuevas actividades económicas que contribuyan a obtener mejores re­sultados económicos y sociales a mediano y largo plazo.

Inversión 2014-2015

Las inversiones realizadas en el Tolima, según el informe del De­partamento Nacional de Planeación (dnp) presentado durante el Foro de perspectivas económicas para Ibagué y el Tolima, da cuenta de que el incremento total de una vigencia a la otra fue del 20%, pasando de una inversión en 2014 de 2.397.302 mi­llones de pesos a 2.881.587 millones

de pesos, en 2015. La variación por­centual positiva más importante se presentó en el presupuesto general de la Nación pasando de 1.185.540 millones de pesos a 1.688.134 mi­llones de pesos, con un incremento del 42%. Opuesto a esto, la variación negativa más importante se dio en el sistema general, pasando en 2014 de 210.423 millones de pesos a 146.733 millones en 2015, y el Sistema ge­neral de participaciones tuvo un in­cremento del 5% debido a que de 1.001.339 millones de pesos se pasó a 1.046.720 millones de pesos.

Sistema estratégico de transporte público

Con la operación del Sistema es­tratégico de transporte público se espera alcanzar una cobertura del 100% y atender una deman­da de 220.152 pasajeros al día. El proyecto construiría 15 paraderos con espacio público, 13 patio­ta­lleres, ca rriles preferenciales, tres intercam biadores viales, rehabi­litación vial y el sistema de gestión y control de flota. La inversión esti­mada sería de 286 mil millones, de los cuales la Nación aportaría 197

mil mi llones y el municipio de Ibagué 89 mil millones.

Nuevas concesiones

Las nuevas concesiones que involu­cran el territorio tolimense según la Agencia Nacional de Infraestructura y discutidos en el Plan Nacional de Desarrollo son:

· Girardot–Honda–Puerto Salgar: longitud: 195 km, inversión capex: $0,95 billones y aportes de la Nación $1,5 billones.

· Neiva–Girardot: longitud: 190 km, inversión capex: $1,3 billones y aportes Nación estimados $3 bi­llones.

· Mariquita–Chinchiná: longitud: 136 km, inversión capex: $0,7 bi llones.

· Girardot–Cajamarca: iniciati­va privada. Estudios de factibilidad aprobados. Longitud: 225 km, in­versión capex: $1,02 billones.

· Honda–Villeta: Iniciativa privada. En pre­factibilidad, longitud: 90 km, inversión capex: $0,3 billones.

*Director Asociación para el Desarrollo del Tolima, adt

Foto: Margareth Bonilla

Para quienes se interesan en abordar el tema del desarrollo regional y también el desarro­

llo nacional, es importante recalcar la diferencia entre un plan de gobier­no y un plan de desarrollo, puesto que el primero es considerado como una hoja de ruta que el gobierno de turno presenta a manera de pro­puesta sobre un diagnóstico que juiciosamente se hizo y sobre el cual, dado la escasez presupuestal, debe priorizarse el gasto.

El segundo, es decir, el plan de desarrollo obedece a criterios de mayor alcance. Cuando se habla de políticas económicas, hay algu­nas que forman parte del plan de

gobierno porque son consideradas para el corto plazo, para la inme­diatez, pero sobre todo, para co­rregir desequilibrios que se van pre­sentando en la economía y que en sentido estricto es lo que se llama la coyuntura, el corto plazo o medidas de crecimiento.

Así mismo, hay políticas de ma­yor alcance como son la política indus trial, la política de desarrollo, la política de cambio estructural, la política educativa, la política de reformas en temas de impacto nacional.

En Colombia es difícil creer que logremos el desarrollo así como van las cosas, formulando planes de

Por: Héctor Javier Castro Torres*

gobierno cada cuatro años, sumado a la falta de visión a largo plazo de quienes hacen la política, la vincu­lación de actores para hacer la políti­ca, la dinámica en que los ciudadanos participan en control político, la bre­cha entre la academia y la industria y, finalmente, la política de desarro­llo queda en manos de unos pocos, como si se tratara de algo ajeno a todos.

Debe revisarse entonces, que el desarrollo inclusivo abarca temas de ciudadanía, de industria generadora de capacidades locales, sobre for­mación en valores, de inversión, de seguridad y percepción ciudadana positiva, ambientales, de movi lidad, de educación, de desigualdad, de superación de la pobreza, de mayor participación en política y algo para terminar que me parece que falta mucho, es el interés de los estudian­tes universitarios en los problemas nacio nales que enfrentaran el día que ge rencien empresas propias o ajenas.

Por eso el desarrollo debe jalonarse desde las propuestas de la academia; la investigación en amplias temáticas del desarrollo deben ir permeando la sociedad hasta llegar a los actores que toman decisiones; la puesta en marcha de programas de desarrollo son las que seguramente sirven de base para la toma de decisiones.

*Director del programa de Economí[email protected]

¿Plan de desarrollo o Plan de gobierno?

Foto: César Núñez Torres

Árbol de Tinta, abril de 2015 9

En Paz y Región los proyectos se enmarcan dentro del con­cepto de desarrollo local, en­

tendido este como un proceso en el cual inciden de manera especial factores relacionados no solamente con el contexto territorial, sino con las condiciones particulares de las instituciones en las que se eje­cutan los proyectos y sus recursos disponibles. El desarrollo local es multidimensional, en él intervienen aspectos económicos y sociales, ambientales, políticos y culturales, y la dinámica entre ellos.

Según el tipo de proyecto, uno de estos aspectos puede ser domi­nante o característico, impri­miendo entonces particularidades que determinan no solo la identi­ficación de estrategias y metodo­logías específicas, sino el recono­cimiento de los diferentes actores

involucrados y su relevancia dentro del proceso.

La contribución de los proyectos al desarrollo local se convierte en el mar­co de referencia para su ejecución, toda vez que deben al mejoramien­to de las condiciones del entorno, en términos cuantitativos y cualitativos (rasgos sociales, culturales y territo­riales), a partir del aprovechamiento de los recursos propios de la región y del reconocimiento del contexto del departamento y de los municipios del Tolima.

Tales proyectos implican un pro­ceso permanente de planeación flexible, a fin de realizar ajustes sobre los cambios sociales pro pios del contexto en el que se desa­rrollan. Así mismo, deben partir de la concertación con los diver­sos actores del territorio, ya que la participación de estos es la base

Paz y Región y elconcepto de desarrollo

Por: Adriana Lucía Prada Tamayo*

Foto

s su

min

istr

adas

Lo local no se concibe como una

división político administrativa, sino como un concepto

en permanente construcción, dinámico y en

relación directa con el territorio.

sólida para su desarrollo. En una aproximación a la definición de lo local, el concepto se puede consi­derar como un ámbito territorial en el que confluyen diferentes pro­cesos, con sus propias limitantes en el que interactúan diversos actores cuyas acciones inciden en las dife­rentes dinámicas de desarrollo por regiones y sectores.

Desde esta perspectiva, los mo­delos de crecimiento endógeno que se posicionaron a partir de 1990, y que reconsideran los pos­tulados relacionados con el libre juego de las fuerzas del mercado articulados a la disponibilidad de los recursos físicos, humanos y tec­nológicos disponibles, permiten una mejor aproximación al análisis de los procesos de crecimiento, a nivel diferenciado de territorios, entendiendo que tales procesos están ligados a la mirada de los ac­tores territoriales, quienes deciden sobre las dinámicas de inversión.

De esta manera, lo local no se concibe como una división político administrativa, sino como un con­cepto en permanente construc­ción, dinámico y en relación directa con el territorio, de tal suerte que el desarrollo es el resultado de un proceso propio de la región. Por ello integra un sentido más amplio de territorialidad, en el que coexis­ten múltiples elementos construi­dos por la sociedad a través del tiempo, y se involucran diversi­dad de situaciones provocadas de mane ra intencional o no, por ac­tores socialmente organizados que construyen su realidad.

Por otra parte, el concepto de desarrollo abordado, se relaciona con una dinámica cambiante en procura del mejoramiento de las condiciones de vida de las perso­nas, que no se relaciona de mane­ra exclusiva con el incremento de condiciones económicamente competitivas, sino que involucra las diferentes dimensiones del ser hu­mano. En este punto resulta perti­nente la definición elaborada por la cepal y gtz, que hacen referencia al desarrollo local como:

Un proceso de crecimiento y cambio estructural que mediante la utilización del potencial de de­sarrollo existente en el territorio

conduce a la mejora del bienestar de la población de una localidad o una región. Cuando la comu­nidad local es capaz de liderar el proceso de cambio estructural, la forma de desarrollo se puede con­venir en denominarla desarrollo local endógeno (Van Hemelryck, 2013).

Independientemente de la ma­nera como históricamente se ha abordado el tema del desarrollo local, y más allá del discurso ideo­lógico, parece existir consenso

sobre al menos cuatro puntos re­levantes (Rodríguez, 2007):

El desarrollo local no es sinó­nimo de desarrollo pequeño. No se limita a territorios acotados (cuencas, valles, provincias u otro tipo de micro­región), opera con territorios en escalas pertinentes –pueden ser regiones grandes y diversas– que dependen de los propósitos y de las acciones que se vayan a ejecutar. Tampoco se limita a actividades económicas marginales, por el contrario, se considera que debe apuntar a la

conformación de un aparato pro­ductivo, propuesta que incluye necesariamente a la industria, in­cluso a aquella tecnológicamente más desarrollada.

El desarrollo local es una mane­ra nueva y diferente de concebir y hacer desarrollo, que no debe limitarse sólo a las acciones y re­sultados de pequeños proyectos locales, por más efectividad que estos pudieran demostrar. Debe ser comprendido como parte sustancial de las estrategias de

desarrollo nacional y operado a partir de políticas específica­mente diseñadas para superar los factores responsables de los dese­quilibrios económicos, políticos y territo riales que impiden el des­pliegue de las potencialidades de las sociedades locales.

El desarrollo local excede con mucho sus manifestaciones en lo económico y productivo, para in­tegrar lo político, institucional, cul­tural y ecológico. Esta mirada mul­tidimensional es coherente con la complejidad propia de la realidad

Estudiantes de Paz y Región en el municipio de Palocabildo.

Árbol de Tinta, abril de 2015 11nacional y con las necesidades de in­tervención en los espacios locales, al margen de sus particularidades.

En términos de estrategia, se sostiene que para hacer desa rrollo local es necesario fortalecer la ins­titucionalidad local y las capaci­dades de la gente, involucrar a distintos actores sociales en lógi­cas de cooperación, negociación e incidencia, y definir un proyecto común que integre los diversos in­tereses locales. Desde ese punto de vista, las acciones del desarrollo lo­

cal juegan en el plano político tanto o más que en el plano económico.

Alcance de los proyectos

Teniendo en cuenta la diversidad implícita en los diferentes munici­pios de intervención, no se pueden definir acciones homogéneas en diferentes contextos, aun cuando la esencia del proyecto sea la mis­ma. Por tanto, desde la planeación efectuada por Paz y Región, se reconocen como eje central del proceso, los diferentes actores

que intervienen en él, y de manera concertada se definen las meto­dologías y sus alcances. Se busca la participación y motivación de los beneficiarios a fin de promo ver la construcción de capital social en, y la apropiación y transferen­cia de nuevo conocimiento en los municipios. Es conveniente pre­cisar que en la formulación de los proyectos intervienen aspectos de diverso nivel sistémico.

Es claro que no se puede des­conocer la existencia de un marco

institucional nacional que puede favorecer o no los procesos de desarrollo local. Es así como se pueden identificar situaciones en las cuales las políticas del gobierno central guardan enormes distan­cias con las realidades institucio­nales y la disponibilidad de recur­sos en el ámbito local. Por otra parte, si bien es cierto que también se generan marcos favorables a procesos de desarrollo con recur­sos de todo tipo, el acceso a ellos y su aprovechamiento, depende de la capacidad institucional local

para hacerse visible y lograr arti­culación.

A nivel micro, los proyectos se enmarcan dentro de la visión es­tratégica concebida en los planes de desarrollo municipal, y con­sideran acciones colectivas que emergen de los actores de base y se fortalecen con la alianza públi­co–privada establecida entre las instituciones y la Universidad.

Es necesario el reconocimien­to de las dinámicas propias de los muni cipios en todas sus dimen­siones, ya que se han identificado diferencias en aspectos tales como recursos ins titucionales, capital físico, infraestructura, proceso de articulación con otras zonas del departamento, acceso a recursos, etc., a partir de lo cual se promue­va la creación de un entorno local favorable para el desarrollo del proyecto, entendiendo que el logro de los objetivos dependerá más de los actores locales privados y públi­cos que de actores externos.

De igual manera, en la formu­lación de los proyectos que se ade­lantan en el marco del semestre de Paz y Región, es necesaria la con­textualización de las condiciones y características particulares de la entidad de intervención, ya que de acuerdo a ellas es posible encontrar fortalezas u obstáculos con respec­to a su desarrollo.

Es de anotar que la entidad que define y ejecuta los proyectos, está condicionada por el contexto ins­titucional local, que imprime una dinámica propia, coherente con las necesidades de la institución y de las comunidades beneficiarias. Con base en este reconocimiento, se promueve en dichas comuni­dades la adecuada comprensión del proyecto, la apropiación de su rol principal en la ejecución de las ac­tividades y la incorporación al pro­ceso de Paz y Región, siendo este un indudable factor de éxito en el logro de objetivos.

*Docente Programa Economía y Coor-dinadora Proyectos Semestre Paz y Regió[email protected]

En el año 2012 fruto de un pro­ceso de participación ciudadana e institucional consagrada en el

Decreto 1200 de 2004 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, se formuló el Plan de Gestión Am­biental Regional como un instrumen­to de planeación para direccionar en un marco de diez años las acciones en torno a la gestión de los recursos naturales del Departamento, aproba­do mediante Acuerdo 019 del 3 de diciembre de 2012 del Consejo Di­rectivo de la Corporación Autónoma Regional del Tolima­cortolima.

La formulación del Plan se rea­lizó bajo un enfoque participativo a partir del liderazgo de cada uno de los actores de nuestra región, lo que permitió la generación de propuestas cercanas a la reali­dad de los territo rios. El apoyo metodológico en el proceso de construcción del documento estu­vo a cargo de la Asociación de Cor­poraciones Autónomas Regio nales cuando se realizaron once mesas

de trabajo1 donde partici paron más de 800 personas.

En dicho evento se recolectaron las inquietudes sobre las problemáti­cas ambientales y se recibieron las propuestas por el desarrollo sosteni­ble del patrimonio ambiental del Toli­ma. Por tal razón, las metas son de carácter regional para todos los ac­tores y no solo para Cortolima. Para

garantizar este propósito el Plan de Gestión Ambiental Regional fue tam­bién adoptado como Política Pública Departamental mediante la Orde­nanza 06 del 07 de mayo 2013, por parte de la Asamblea Departamental del Tolima.

Más allá de contar con el cumpli­miento de las 114 metas, 14 progra­mas y siete líneas estratégicas que estableció la Corporación en su Plan de Acción Institucional 2012–2015 para el desarrollo de los objetivos del Plan con una inversión que supera los $41.245.278, se quiere destacar el ejercicio de la autoridad ambien­tal que ha desarrollado la adminis­tración Cortolima Visible, entendida no como una actividad meramente sancionatoria, sino por el contrario buscando generar una conciencia y gobernanza ambiental sobre todo el territorio tolimense.

Para realizar el ejercicio de la auto­ridad ambiental es necesario conocer el territorio, “no se puede ejercer con­trol sobre lo que no se conoce”. Para

Por: Jorge Enrique Cardoso Rodríguez*

Plan de GestiónAmbiental Regional

Foto: Margareth Bonilla

No se puede ejercer control sobre lo que

no se conoce.

Árbol de Tinta, abril de 2015 13ello, en materia de los cinco recursos naturales —agua, suelo, aire, flora y fauna— que cortolima administra en el Departamento, se obtuvieron importantes logros. Uno de los más destacados fue la caracterización del acuífero fluviovolcánico del abanico de Ibagué, Alvarado y Piedras, donde se invirtieron 499 millones de pesos, de los cuales la Alcaldía de Ibagué aportó 200 mi llones de pesos, el ibal 100 mi­llones de pesos y cortolima aportó 199 mi llones de pesos.

Los resultados de esta investi­gación permitieron desmitificar todo lo que se especulaba sobre el acuífe­ro; ahora, esta administración y todas las venideras, cuentan con una valio­sa información sobre el tamaño, ca­pacidad, potencialidad y calidad del acuífero como una fuente alternati­va de recurso hídrico y una precia da joya ambiental.

Así mismo, la Autoridad Ambiental no es solo el número de operativos, decomisos y cierres; es también la posibilidad de avanzar en empoderar como vigías a los diferentes actores y grupos de interés. Para ello, uno de los avances más significativos estu­vo en el fortalecimiento del Sistema Departamental de Áreas Protegi­das, Tolima, cuando como resultado del trabajo realizado se aprobó por parte del Consejo Directivo de Cor­tolima, la propuesta para consolidar la Reserva Forestal Protectora “Alto Combeima”, la cual incluye predios adquiridos por las Alcaldías de Espinal e Ibagué, ibal y Asocombeima, gene­rando para el Tolima un área prote­gida con una extensión de 7.356.61 hectáreas formalmente declaradas mediante Acuerdo de Consejo Direc­tivo 06 de mayo 23 de 2014.

Otra tarea que se emprende en el marco del plan a través de la Autori­dad Ambiental es la promoción hacia el ejercicio legal de las actividades extractivas. De hecho, el resultado exitoso de este propósito fue el rea­lizado en el marco de la fase II del pro­ceso de formalización minera, donde se realizaron diferentes brigadas de trabajo en los once municipios bene­ficiados con el proceso: Anzoátegui, Cajamarca, Ibagué, Coello, Espinal, Saldaña, San Luis, Valle de San Juan, Ataco, Chaparral y Coyaima.

En efecto, esta labor que contó con el apoyo del Ministerio de Minas y la

Gobernación del Tolima, logró que un total de 609 pequeños mineros fueran caracterizados y a quienes se les entregará su identificación que los reconoce y formaliza para ejercer legalmente su actividad productiva. Producto de este esfuerzo se garan­tizó por parte del Gobierno nacional la caracterización integral de todo el Departamento en el programa de formalización de pequeños mineros y artesanales; actividad que se adelan­tará en las vigencias 2015 y 2016.

Uno de los principales propósitos de la administración Cortolima Visi-ble en el rol de autoridad ambiental es generar mayores vínculos de con­fianza con la institución. Para ello, se busca que los proyectos se ejecuten directamente con las comunidades o en el caso de los procesos de selec­ción se conformen auditores visibles2. Por ejemplo, en la vigencia 2014 se conformaron 30 auditores visibles provenientes de comunidades en los municipios de Ibagué, Fresno, Ortega, Natagaima, San Antonio, Cajamarca, Prado, Purificación, Cunday, Cha­parral, Melgar y Coyaima realizando

seguimiento a 21 contratos que su­man una cifra superior a los 2.600 millones de pesos, entre los que se en­cuentran seguimiento a plantaciones, reservorios, colectores y demás obras contratadas en esta vigencia.

Como conclusión, el mensaje para nuestros lectores es que en materia ambiental los resultados dependen del grado de compromiso no solo de la autoridad ambiental, sino de todos los actores involucrados. En ese sen­tido, vamos a cumplir las metas del Plan de Gestión Ambiental solo si, “¡Todos Somos Vigías!”.

*Director General cortolima

Referencias1 Las 11 mesas de trabajo se conformaron

de la siguiente manera: medios de comuni­cación, academia – instituciones, gremios y sector productivo, comunidades indígenas, municipios sede centro, organizaciones no gubernamentales y comunidades religiosas, municipios sede Norte, municipios sede Sur, municipios sede Oriente, municipios sede Suroriente y comunidad en general.

2 Los auditores visibles realizan un seguimien­to adicional al conferido por la ley.

Foto: César Núñez Torres

Es inevitable comprender el fu­turo incierto de nuestros genes; por eso, la siguiente situación

compleja no es ajena a nuestro país y al modelo actual de los mercados. Es el caso de La Oroya, en el Perú, que no es lejano a la realidad colombiana, ni a las situaciones similares que se viven a diario en toda Latinoamérica, originadas por las grandes transna­cionales mineras.

El hecho de enfrentarnos a una catástrofe nos obliga a tener tanto un conocimiento intelectual como un conocimiento emocional. El primero es posible de lograr gracias al mo­delo tecnológico actual, acorde con las exigencias del mercado actual, me diante el cual accedemos a herra­mientas informativas que nos per­miten de cierto modo superar este percance. En cuanto al conocimien­to emocio nal, consideramos que es, quizá, el más difícil de alcanzar ya que nuestros seres queridos, incluyendo nuestros hijos, están condenados a la inseguridad, la miseria y el sufrimien­to en el transcurso de pocas décadas (El mito del progreso, 1988).

Asumir emocionalmente el de­sastre que nos aguarda, lograr comprender a un nivel visceral que la élite en el poder no responderá racionalmente ante la devastación del ecosistema, es tan difícil como la acepta ción de nuestra propia muerte. Y, por ello, están conde­nados, no solo, los habitantes de La Oroya en el Perú, sino los más de cientos de miles de pobladores en regiones devastadas por el desa­rraigo y olvido gubernamental.

Para muchos países suramericanos la intervención extranjera es sinóni­mo de progreso. Lamentablemente, para La Oroya no fue así, ya pues esta zona que desde 1922 comenzó la

Exportadores netosde capital natural

Por: Erika Alejandra Patiño Moreno*

Ya somos el olvido que seremos. El polvo elemental que nos ignora y que fue el rojo Adán y que es ahora

todos los hombres y los que seremos (...)

J. Borges

Foto: Margareth Bonilla

Árbol de Tinta, abril de 2015 15explotación de níquel pasó en 1997 a ser una planta extractora de plo­mo, cuando un misterioso magnate norteamericano la adquirió por un precio irrisorio y con ello a más de un centenar de familias incluidas en el paquete o modelo económico por el que se mueve la locomotora peruana. Familias que no tuvieron otra manera de subsistir más que la que les ofreció la multinacional.

Innumerables casos como el de La Oroya nos lleva a afirmar que los gobiernos, a pesar de conocer cuál es su capacidad de explotación ambien­tal máxima y mínima, venden su país para lograr mayor beneficio inmedia­to sin identificar las consecuencias ambientales que los mercados mine­ros traen y las repercusiones que acarrean para nuestro planeta.

Colombia no escapa de este fenómeno especulativo, pues mien­tras que en el año 1996 la inversión extranjera en minería era del 2,2% del total, en 2001 ya era el 26%1 (Banco de la República, 2009) y en 2009 la inversión extranjera directa en los sectores de hidrocarburos y minería fue el 90% del total2 (aemc 2009). En efecto, en nuestro país, a partir del 2005, el auge minero experimentó el crecimiento más alto de su histo­ria. Para el 2010 el pib aumentó en un 12%, mientras que la economía creció al ritmo del 4,5% la minería lo hizo al 15%, a costa del desenfrena­do deterioro de la rica biodiversidad colombiana. Entre el 2002 y el 2009 en Colombia, la inversión extranjera en los sectores extractivos aumentó en un 500% (Le Monde, 2010). Más grave aún, por cada 0.93 dólares que entró al país, salió un dólar.

Así que Colombia antes que re­ceptor de capital extranjero, está convertida en un exportador neto de capitales, que arrastra una fiebre minera que no ha hecho más que hacernos creer a todos que económi­camente es viable cuando no lo es.

Hoy nuestro país tiene aprobados cerca de 15.000 títulos mineros, de los cuales el 72% están adjudicados a multinacionales extranjeras (Le Monde, 2010). Parece banal pero estamos ante a un panorama que amenaza con destruir uno de los ecosistemas más prístinos del mun­do, la Cordillera central de los An­des. Mientras que en el Perú ya se ha

devastado más del 60% de sus áreas de protección de ecosistemas impor­tantes como los páramos, de acuerdo al estudio realizado por el Instituto Instituto Alexander Von Humboldt3 (iavh, 2002). Colombia, como el Perú, discute una política minera, en disputa globalmente, entre las po­tencias del mundo y los países emer­gentes, que aspira a controlar los mercados y los recursos naturales; por la posesión física y material del suelo, el subsuelo y la atmosfera.

Esta contienda les impone a los países dependientes unas reformas

regresivas en sus legislaciones al modificar las constituciones, los códigos mineros y firmar tratados de libre comercio en apariencia de­mocráticos. En realidad, la región de La Oroya en el Perú no es el caso de un país que ve oportunidad de cambio en los modelos de mercados emergentes actuales; aquí hay bene­ficio para unos pocos.

Es aquí donde el tema ambiental se convierte en interés público, como uno de los elementos fundamen­tales de bienestar humano y desarro­llo universal. Nosotros no restamos ajenos al tema ambiental y reque­rimos urgentemente una formación adecuada y responsable en este tema para poder tomar las decisiones que afectan nuestro futuro.

*Directora del programa de [email protected]

Referencias1 Banco de la República, Sugerencias de

Estudios Económicos y departamento de cambios internacionales. Flujos de inversión extranjera en Colombia según actividad económica – balanza de pagos. 1994. Primer trimestre 2009.

2 Anuario Estadístico Minero Colombiano. Ministerio de Minas y Energía 2009.

3 Paramos de Sur América. Instituto Alexander von Humboldt. 2009. Revista web.

Asumir emocionalmente

el desastre que nos aguarda, lograr

comprender a un nivel visceral que la élite en el poder no responderá

racionalmente ante la devastación del ecosistema, es tan

difícil como la acepta-ción de nuestra propia

muerte.

Foto: Margareth Bonilla

Hitos en la historia

En 1982 se creó el Instituto de Lenguas con el fin de prestar servicios de enseñanza de idiomas extranjeros a la comuni­dad estudiantil, profesoral, a los funcionarios de Coruniver­sitaria, y a la comunidad en general. Los objetivos iniciales fueron: Lograr el manejo oral del idioma inglés en actividades laborales en los campos administrativo, contable, financiero, de mercadeo e ingeniería, y ofrecer programas complemen­tarios de adiestramiento en la lectura e interpretación de textos. Se ofrecieron programas de supervivencia en inglés, y cursos de conversación avanzada y de nivelación.

Adicionalmente se diseñó el programa de español como lengua extranjera para quienes los requirieran por razones de intercambio de estudios o trabajo en la ciudad. El primer cur­so en este programa fue vinculado a un plan de intercambio con la ciudad de Fort Mayer.

El Plan Trienal de Desarrollo de 1983 fue el primer ejercicio de planeación que realizó Coruniversitaria. Para llevar a cabo esta tarea se conformó un comité que inició con una autoevaluación, enfocada en dos dimensiones: Diagnóstico del contexto socio­econó­mico en el que actúa Coruniversitaria y Diagnóstico y evaluación institucional en las tres áreas: Académi­ca: Para conocer de qué manera cumple Coruniversi­taria su razón fundamental de ser. Administración y servicios: Para conocer de qué manera los procesos administrativos, los recursos humanos y físicos y los servicios vigentes apo yan las gestiones académicas y administrativas. Económica­Financiera: Para conocer si las estructuras y políticas de ingresos y gastos, apoyan las gestiones académicas y administrativas.

El propósito de Coruniversita ria no era solamente formar a los jóvenes tolimenses para el cambio genera­cional en el sector empresarial, sino influir decididamente en el desarrollo de la región.

Por esta razón, no solamente se pensó en los jóvenes bachilleres que egresaban de los colegios, sino en los profesionales residentes en Ibagué y en el Tolima. Así, en 1982, luego de un año de labores académicas de la Institución,

Creación del Instituto de Lenguas

Primer Plan de Desarrollo Institucional

de la Universidad de Ibagué

6

7

Primer programa de especialización: Finanzas8

En desarrollo de la política establecida por la Ins­titución en relación con la enseñanza de los idiomas, en 1996 se fortaleció la infraestructura física, adminis­trativa y académica del Instituto de Lenguas, que pos­teriormente se consolidó como el Centro de Idiomas.

Se adelantaron tareas de búsqueda de referentes en otros centros universitarios de amplia trayectoria; análisis de la corta experiencia de Coruniversitaria en los prime­ros semestres de funcionamiento; y revisión del estudio de factibilidad que precedió a la creación de la Institución.

Para lo concerniente a información del contexto, se adelantaron consultas en diferentes ins tituciones y se recogieron los análisis y recomendaciones del “Plan de desarrollo agroindustrial del Departamento” y del foro denominado “Presente y Futuro de Ibagué”.

Segunda parte

se formalizó la aper tura del pri mer pro­grama de posgrado en el Tolima: un programa de especia lización en finan­zas mediante convenio con la primera Universidad que apoyó el surgimiento de Coruniversitaria: eafit de Medellín.

Una gran acogida tuvo esta oferta académica por su alta calidad y perti­nencia regional.

Árbol de Tinta, abril de 2015 1717

La recopilación de los hitos se hizo mediante consultas en documentos institucionales como: Informes a Fundadores, publicaciones en fechas con­memorativas y escritos de fundadores. Igualmente, se ha recurrido a textos de archivos y entrevistas.

La terrible tragedia sufrida por el municipio de Arme­ro el 13 de noviembre de 1985, al hacer erupción el cráter Arenas del nevado del Ruiz, dejó más de veinte mil muertes, y la desaparición de ese importante muni­cipio del Tolima.

Coruniversitaria se hizo cargo de administrar algunos de los fondos que se constituyeron con este fin. Entre estos convenios están los siguientes:• Fundación para la Educación Superior-fes-Resur-

gir-Coruniversitaria. Coruniversitaria asumió el mane­jo administrativo y acadé mico de un fondo para ayu­das edu cativas a estu diantes damnificados en Tolima y Caldas, y para reparaciones locativas de las escuelas. Se evaluaron las escuelas de los sectores rural y urbano de la zona afectada del norte del Tolima y Caldas, y se estableció la necesidad de dotarlas de muebles, material didáctico y bibliotecas, bajo la metodología de Escuela Nueva. En algunas escuelas se identificó la necesidad de mejorar su planta física por notables deterioros. En

Coruniversitaria: actor protagónico en Armero 9

Primer órgano de divulgación de la Universidad10

En abril de 1986 nació el Boletín Informativo, primer órgano de divul­gación de la Universidad. Luego de veinte años, este órgano se convirtió en el actual Árbol de Tinta. El cambio de nombre y de formato ocurrió en el 2005, en el marco de la celebración de los 25 años de la Universidad, lue­go de un concurso ampliamente par­ticipativo.

En el año 2012, el periódico cambió su diseño y su identidad en busca de mayor agilidad, aunque conserva el mismo concepto del árbol, depurado

con un grafismo más limpio y fácil de recordar, con mejor aprovechamien­to del espacio. A partir de la edición del mes de agosto de 2012 (191, año xxv), pasa a impresión total a color.

Su distribución siempre ha sido gra­tuita. Inicialmente el principal grupo objetivo fueron los estudiantes de la Universidad, profesores de planta y catedráticos, funcionarios adminis­trativos, egresados, periodistas de la región y las bibliotecas de colegios y universidades del Tolima y del país.

En abril del 2013, Árbol de Tinta

cambió su imagen y formato al pasar de periódico a revista. Se presenta como un medio de comunicación más actual y visualmente más im­pactante. Con este nuevo formato se propone exponer un nuevo con­tenido de interés no solo para la co­munidad de la Universidad sino para reflexionar y aportar al debate sobre la realidad regional, las problemáticas de orden nacional y eventos o acon­tecimientos globales.

cuanto a las ayudas económicas directas definidas para es­tudiantes de los niveles secundario y universitario, se hizo la preinscripción para identificar los be neficiarios.

• Resurgir-ibm-Instituto ser-fes–Coruniversitaria. La fir­ma ibm donó a Resurgir microcomputadores e impre­soras para ser ubicadas en algunas escuelas urbanas y rurales del nivel primario. Coruniversitaria asumió la eje­cución de esta donación. De este modo, niños y niñas de primaria de escuelas de Lérida, Guayabal y Ambalema se iniciaron en el manejo del computador.

• fes/Washington–Coruniversitaria. La oficina de fes/Washington recolectó donaciones para afectados. Coru­niversitaria coordinó acciones con el sena y la Se cretaría Departamental de Educación para ejecutar programas de educación no formal. El sena instaló ta lleres de electrome­cánica y carpintería en Lérida y Guayabal, y la Secretaría atendió la formación en economía doméstica, costura, primeros auxi lios, preparación de alimentos, entre otros. Los beneficiarios fueron personas identificadas como de­sertoras del sistema escolar. Coruniversitaria asumió la ase­soría y evaluación de las famiempresas beneficiarias con dos grupos pluridisciplinarios de sus tecnólogos.

• Coruniversitaria–actuar. Consistió en la capa­citación y asesoría a los beneficiarios de créditos otor­gados por actuar.

Con el sol abrasador1 que iden­tifica el clima de nuestra región —entrecruzada por el río Mag­

dalena— inician las letras del Bunde tolimense, obra cumbre que glorifica el sentir de las gentes del Tolima y fue declarado himno oficial mediante Or­denanza de la Asamblea Departamen­tal. Esta inconfundible pieza musical fue compuesta por el maestro Alberto Cas­tilla Buenaventura, el 10 de septiembre de 1914, en el municipio de El Espinal. Precisamente, el año anterior se con­memoraron los cien años de creación de esta obra maestra, con la realización de diversas actividades culturales y mu­sicales, y se develó una placa alusiva al centenario.

La letra del Bunde fue escrita poste­riormente —en los años cuarenta— por el compositor Nicanor Velásquez Ortiz, oriundo de Ambalema (Tolima), quien nació el 14 de mayo de 1900, en el hogar formado por Carmen Ortiz Or­tiz y Nicanor Velásquez León. Aunque los primeros años de infancia transcu­rrieron en su tierra natal, donde cursó sus dos únicos años de escuela, la preo­cupación de la madre de ver a sus hijos embelesados con la vida cotidiana de los pescadores alrededor del río Mag­dalena hizo que la familia se trasladase a Bogotá cuando el joven Nicanor tenía alrededor de catorce años.

En la capital del país laboró como mensajero interno del periódico El Tiempo, pero cuando rondaba los 18 años se fue a trabajar como guardián de seguridad en la colonia penal de Acacías (Meta). Allí afloró su inclinación por las letras y el periodismo, por lo cual creó un periódico escrito a mano, en papel oficio doble, que alcanzó a ver la luz en tres ediciones. Sin embargo, como el mundo penitenciario no era de su interés, pronto abandonó este oficio y regresó a Bogotá.

Corrían los albores de los años veinte cuando salió hacia la región del Tolima. En su paso por Girardot, se encontró

con un antiguo reo de la colonia penal, quien lo auxilió porque ya venía con sín­tomas de paludismo, una enfermedad mortal en aquel tiempo. Por lo mismo, siguió hacia el Hospital San Rafael de Ibagué (hoy, Clínica Tolima) donde estuvo internado para ser tratado por este padecimiento.

Una vez recuperado, estableció con­tactos con Maximiliano Neira, jefe del partido conservador del Tolima, quien lo acogió, lo vinculó laboralmente en la Imprenta Departamental y lo relacionó con Floro Saavedra, director del perió­dico El Derecho. También, por aque­lla época, contrajo matrimonio con la joven ibaguereña Belén León Segura, con quien tuvo cuatro hijos: Guillermo, Hugo, Maximiliano y Carmen Julia.

El Derecho fue un periódico orien­tado por un grupo de dirigentes con­servadores de Ibagué donde el maestro Nicanor empezó a escribir las Crónicas de Timoleón, que se convertirían en una de sus actividades de mayor reconoci­miento público y a través de las cuales se relacionó con los líderes de la políti­ca local del momento; incluso, llegó a desempeñarse como secretario de la Asamblea Departamental. Pero el periodismo cultural seguía siendo su pasión. Fundó el radio­periódico Toli­ma Grande, un programa literario que buscaba enaltecer aspectos folclóricos del Tolima y del Huila. La primera eta­pa de este programa radial comprendió los años de 1941 a 1942 y se transmitió a través de la emisora Ondas de Ibagué.

De igual forma, desarrolló su produc­ción escrita y la composición poética. Precisamente, en una de las tantas madrugadas de bohemia en El Espinal, acompañado por el dueto de los her­manos Montaña surgieron las estrofas del original Bunde tolimense. Sin em­bargo, otro poeta, el maestro Cesáreo Rocha también le había escrito rimas a la pieza musical del maestro Casti lla, las cuales fueron admitidas como la letra oficial ejecutada por los coros del Con­servatorio del Tolima.

Por: Fadhia Sánchez Marroquín*

“Nacer, vivir, morir, amando el Magdalena”

“Soy vaquero tolimensey en el pecho llevo espumas;va mi potro entre las brumascon cocuyos en la frente”.

Nicanor Velásquez Ortiz

Fotos suminstradas por la familia Velásquez León

Árbol de Tinta, abril de 2015 19

En aquel entonces, en los años cuarenta, empezaba a ganar popu­laridad entre el público colombiano el dueto integrado por Darío Garzón y Eduardo Collazos —llamado Garzón y Collazos— que interpretaba música fol­clórica colombiana y tenía acogida por el romanticismo de sus canciones. En sus presentaciones, el dueto decidió in­corporar el Bunde tolimense pero con la letra compuesta por Nicanor Velásquez Ortiz. Fue así como la interpretación magistral y el reconocimiento del due­to inmortalizaron en el pueblo esta creación poética e hicieron, que con los años, se convirtiera en el himno oficial que llena de orgullo a los tolimenses.

Pero también es muy destacada otra de sus composiciones difundida por este dueto: Las lavanderas, un pasillo al cual el maestro Darío Garzón le creó la música. Los integrantes del dueto se convirtieron en sus grandes amigos, en especial Eduardo Collazos, su «papá espiritual». También cultivó una gran amistad con Adolfo «el Pote» Lara, quien era poeta e interpretaba la ban­dola de forma espléndida. Juntos vivie­ron grandes momentos de aguardiente y verso, y en una de esas noches de bo­hemia escribió El Boga, un homenaje a los pescadores del río Magdalena.

En 1944, a raíz del intento de golpe de Estado al presidente Alfonso López Pumarejo, se desencadenó una crisis en el país y el ambiente político en la ciudad de Ibagué se volvió hostil debi­do a las disputas entre liberales y con­servadores. Por eso en 1945, el maes­tro Nicanor se radicó con su familia en Bogotá, aunque nunca perdió contac­to con el Tolima. Allí dirigió la segun­da etapa de programa radial Tolima Grande, que se emitía semanalmente por la Radio Continental entre 1951 y 1956. Debido a la censura del gobierno del general Rojas Pinilla, los guiones y el texto del programa debían ser revisa­dos y autorizados para su difusión.

Posteriormente, fue elegido nota rio

en El Espinal donde alternaba sus la­bores con la producción poética. En aquel tiempo escribió Los jardines ocul-tos o cien canciones de amor y una del olvido, obra que se editó de manera póstuma. También quedaron trazados algunos textos de otra producción li­teraria llamada Acuarelas del Tolima, sobre cuadros costumbristas como la lechona, los tamales, el folclor y alrede­dor de personajes míticos de la región, pero este libro quedó en proceso. Un nefasto cáncer en el hígado resquebra­jaba poco a poco su vigor.

A pesar de sus quebrantos de salud y casi como un mensaje de despedida, compuso —en 1964— las Letanías de amor al Tolima:

Si el nevado entrecana tu cabezaY te brindas olímpico y severo,¡Oh! Tolima, Tolima, mi Tolima

¡Por ti muero! (...)

El 19 de diciembre de ese mismo año participó en el acto que se convertiría en su último evento público: el Gobier­no del Tolima lo condecoró por su obra literaria, reconocimiento que estuvo a cargo de su amigo Darío Echandía. Sin embargo, de nuevo fue internado en el Hospital San Rafael, lugar adonde había llegado cuando joven y el 17 de febrero de 1965, Nicanor Velásquez Ortiz fa lleció en Bogotá rodeado de su familia. Hace cincuenta años, su pér­dida enlutó el folclor tolimense pero su legado se perpetúa cada vez que se entonan las letras del Bunde tolimense.

*Directora de Árbol de [email protected]

1En la letra oficial de la Ordenanza del 21 de junio de 2001 aparece la palabra abraza. Sin embargo, consultadas varias fuentes con fiables, como el libro Raíces de mi terruño escrito por la maestra Blanca Álvarez, la pal abra original del texto hace referencia al sol abrasador del Tolima.

nota: Este texto es un extracto de la presen­tación escrita para el libro Río y Pampa, de Ediciones Unibagué.

“Nacer, vivir, morir, amando el Magdalena”

En el municipio de Mariquita Tolima desde el año de 1996 se viene desarrollando el Festi­

val Nacional de la Música Mangos­tino de Oro, evento liderado por la Corporación para el Desarrollo Cul­tural y Artístico de San Sebastián de Mariquita­corarte. El festival cuenta con varias actividades que le han permitido consolidarse y estar dentro de los certámenes de músi­ca andina colombiana con mayor impacto en la nación.

Bladimiro Molina Vergel, presi­dente de la Corporación y director del festival, comenta que el concur­so de duetos nace como respuesta a un Encuentro Libre de Bellas Ar­tes, desarrollado durante la Sema­na Santa a principio de los noventa, organizado inicialmente por la fun­dación codecar. Así mismo, afirma que el nombre del festival se debe a la fruta exótica cultivada en este bello municipio.

El Mangostino de Oro y su transformación como festival

Desde sus inicios hasta la actua­lidad el Mangostino de Oro se ha

caracterizado por ser el concurso de duetos tradicionales de la región andina colombiana. Con el pasar de los años el evento ha construido una serie de actividades musicales repre­sentativas y únicas en su estilo. Así mismo, es importante resaltar este espacio musical como un aporte al arte y la cultura del departamento del Tolima.

Una de las primeras transforma­ciones significativas fue a partir de 1999, cuando se institucionalizó el concurso de la canción inédita Prin-cesa Luchima y también el premio al mejor tiplista acompañante Cacique Marquetá; en sus inicios solamente se hacían reconocimientos al mejor intér­prete de tiple acompañante y mejor obra inédita, comenta Molina Vergel.

Encuentro Nacional de Solista de Tiple “El Negro Parra”

El antecedente del Encuentro Nacional de Solista de Tiple se enmarca en 1973 y 1974, años en los que se realizó el Festival Nacio­nal de Solistas de Tiple, certamen apoyado por el alcalde de turno José Ignacio Arciniegas.

La cultura musical en Colombia se ha

venido transformando y desarrollando a

través de festivales, concursos y eventos que permiten integrar todo de tipo de espectador,

logrando así, estimular el afianzamiento, la

divulgación y masificación de la cultura tradicional

colombiana. 

Festival Nacional de MúsicaMangostino de Oro

Por: Oscar Javier Molina Molina*

“Si Ginebra Valle tiene el Mono Núñez, Mariquita tiene el Negro Parra”

Esta frase es la que identifica al en­cuentro nacional de solistas de Tiple El Negro Parra. El Encuentro inicia en el año 2002 bajo la coordinación del maestro Juan Pablo Hernández. Por su parte, los organizadores decidie­ron dar un espacio al instrumento emblemático nacional en homenaje al reconocido tiplista ganador del Mono Núñez Luis Enrique “El Negro Parra”.

Foto

s su

min

istr

adas

por

Jenn

ifer

Var

ón

Árbol de Tinta, abril de 2015 21En el encuentro se despliegan acti­

vidades como el Concierto Dialogado de Solista de Tiple y el Conversatorio Académico, espacio creado para un intercambio erudito de conocimien­tos y experiencias entre tiplistas y partícipes del encuentro. Hoy por hoy, reúne a los mejor intérpretes de tiple del país y tiene la particularidad de llevarse a cabo en la iglesia El Car­men. En la actualidad quien coordina el encuentro es la maestra Jennifer Varón Velásquez, tiplista reconocida con trayectoria a nivel nacional.

Un nuevo espacio para los tríos en Colombia

Es posible que ritmos como el bo­lero, son cubano y ritmos antillanos hayan ingresado al interior del país a través del río Magdalena; esta pro­babilidad se debe al sistema de trans­porte fluvial que manejaba la nación en épocas de colonia. El caso, es que el formato de trío se identifica con este tipo de repertorio y con los géneros musicales de Latinoamérica.

Continuando con la historia del festival, la organización para el año 2006 decide abrir un espacio a los tríos vocales instrumentales del país con la finalidad de dar versatilidad al evento. Cuando comenzó el Concur­so Nacional de Tríos se implementó en las bases que los concursantes de esta modalidad debían interpretar dos bambucos; finalmente, este re­quisito se quitó debido a la poca par­ticipación de los tríos sureños, pues en esta área de Colombia los tríos no acostumbran a interpretar este aire musical, por ende, limitaba la partici­pación de este sector.

El concurso de tríos ha sido un ro­tundo éxito, es lo que comentan los organizadores, y no es para menos, pues la propuesta artística a nivel de trío vocal instrumental es de alta ca­lidad en nuestro país. La finalidad de los organizadores es abrir espacios a tríos de otros países para dar inter­nacionalización al festival.

Los que juzgan

El certamen ha contado con jura­dos de gran trayectoria que por su crite rio y conocimiento musical han servido como fundamento en la con­secución de los festivales. Maestros

como Jorge Villamil, La Negra Grande de Colombia, Gustavo Yepes, Carlos Montaña, entre otros, le han dado credibilidad al festival. El propósi­to es que la terna de jurados esté conformada por un compositor, un instrumentista, y un experto en la parte vocal.

Por otra parte, la corporación corarte ha tenido el respaldo de los maestros Germán Camacho, Juan Pablo Hernández y Rocío Ríos para seleccionar a los duetos, tríos y obras inéditas aspirantes al concurso.

Impacto a la comunidad mariquiteña

Para el municipio de Mariquita el festival se ha convertido en un even­to importante y de trascendencia, es un evento gratuito que une gran parte del poblado en un mismo sitio, promueve turismo en la ciudad, apor­ta de manera indirecta a la economía, conserva la cultura de todo un pue­blo, abre espacio a grupos musicales para realizar conciertos didácticos teniendo como enfoque principal a niños y jóvenes de esta pequeña ciu­dad, además de formar audiencias y diálogo entre músicos y público.

Finalmente, el Festival da pre­mios monetarios en cada una de las modalidades, los premios son:

Dueto Vocal Instrumental, primer lugar Mangostino de Oro, segundo lugar Mangostino de Plata y tercer lugar Mangostino de Bronce.

Trío Vocal Instrumental Mangos­tino de Oro, Mangostino de Plata y Mangostino de Bronce.

Premio Hernán Rueda al mejor requintista y al mejor tiplista (esta­tuilla Cacique Marquetá más instru­mentos de cuerda donados por el luthier Pablo Hernán Rueda).

Obra Inédita primero y segundo lugar más estatuillas Princesa Luchima.

Gran Mangostino de Oro Galardón especial entre las modalidades de Due tos y Tríos.

*Coordinador de Culturade Bienestar [email protected]

nota: Artículo basado en el Breviario histórico Festival Nacional de la Música Man­gostino de Oro en Mariquita­Tolima desde 1996 a 2009. Por Jesús Augusto Castro Turriago y Oscar Javier Molina.

“En el campo de la creatividad el principal aliado es el arte. Re­solver los problemas de un modo

original y armonioso requiere un sen­timiento de lo bello, un sentido del ritmo y del equilibrio, y conciencia de que los procesos deben ser placen­teros”. Con estas palabras del escritor Willian Ospina, en su libro La lámpara maravillosa, registramos la historia que adelanta el Departamento de In­vestigación y Desarrollo Audiovisual del Museo de Arte del Tolima: La Vi-deoteca de artistas tolimenses.

“El objetivo es poder reconocer la trayectoria de los artistas tolimenses más importantes dentro de la plásti­ca, no solo del Tolima sino del país, y que forman parte fundamental de la primera época de la Facultad de Be llas Artes de la Universidad del Tolima”, afirma María Margareth Bo­nilla, directora del Museo de Arte del Tolima, mat. La investigación que se conocerá a través de documentales que recrean la vida y obra de los arti­stas, es un reconocimiento a quienes les entregaron a esta región su crea­tividad e ingenio para el desarrollo de

El arte en movimientoPor: Alexa Bajaire Lamus*

para rescatar el patrimonio artístico, conservarlo y circularlo”, es la tarea de jóvenes como Jaime Barrios, gra­duado en la Escuela de Cine y tv de San Antonio de los Baños (Cuba), o de Adriana Guzmán, productora y Comunicadora Social del mat, entre otros profesionales, que creen en la importancia de salvaguardar las me­morias que hacen parte de la historia artística del Tolima, y en la necesidad de tener registros que van más allá de un simple reportaje. Como sos­tiene Barrios, “este trabajo va con los personajes a los lugares donde nacie ron, estudiaron y se desarro­llaron como artistas. Buscamos que ellos se emocionen y traigan sus re­cuerdos para poder construir su vida y su obra a través de imágenes”. Así mismo, Adriana Guzmán comenta que el proyecto nació “porque al­gunos artistas empezaron a morir y no se tenía la suficiente información para recuperar su trabajo. Existen pocas publicaciones, pero en el sec­tor audiovisual no existe material im­portante sobre los artistas plásticos, y es el trabajo que adelantamos en el

las artes plásticas.Con un equipo de profesionales toli­

menses, la videoteca cuenta hasta el momento con tres trabajos que dan cuenta del movimiento artístico que ha vivido el Tolima en sus últimas déca­das. Tres personajes que buscaron en estas tierras, un espacio para crear sus obras y dejar un legado artístico que merezca ser reconocido e identificado por las futuras generaciones.

“Crear unas memorias audiovi­suales y con un equipo consolidado que pueda cumplir la labor del mat,

El objetivo es poder reconocer

la trayectoriade los artistas

tolimenses másimportantes dentro

de la plástica.

Fotos suministradas por el Museo de Arte del Tolima

Árbol de Tinta, abril de 2015 23museo con el proyecto Videoteca de artistas tolimenses.

Los maestros

“Es en la generosa técnica de la acua rela en la que el maestro con­creta su expresión objetiva, precisa y unívoca de su experiencia como diseñador y como pintor; existe un perfecto matrimonio entre la técnica, en el caso de la acuarela, y su esen­cia como artista”, se dice del maes­tro Carlos Ennio Naranjo, nariñense, quien será recordado como un insigne docente de la antigua Facultad de Be­llas Artes de la Universidad del Tolima, y un artista que plasmó en sus lienzos la belleza del Tolima “y dejó estampa­do en sus óleos y acuarelas no solo la flora de muchos lugares, sino la pre­sencia del hombre y su ambiente”.

“Cuando se realizaban las primeras grabaciones de Naranjo en el 2011, año en que nació el proyecto, el maes­tro murió el 19 de junio. Tuvimos que recrear el documental a partir de la recolección de la información que nos dio su familia, sus amigos, sus pupilos de la universidad”, cuenta Jaime Ba­rrios. Y así, este emblemático docu­mental se convirtió en un homenaje póstumo a su trabajo, que alcanzó a recuperar en vida el sentimiento de este artista “tolimense” de adopción.

El maestro Ricardo Angulo Díaz­Granados, samario, contribuyó

al desarrollo de las artes y la pintura en el Tolima, con su aporte por más de 27 años como docente de la Es­cuela de Artes de la Universidad del Tolima. El folclor tolimense fue una temática que desarrolló con pasión el maestro y ha quedado reflejada en el documental titulado: “Ricardo Angulo Díaz Granados, el costeño que se quedó entre las montañas”. Al maestro Ricardo Angulo pu­dieron acompañarlo a los lugares emblemáticos para su vida como Santa Marta, y recrear su numero­sa producción artística, durante sus 60 años de vida en el Tolima, don­de plasmó problemáticas sociales como la violencia, la reivindicación de la lucha campesina, la corrupción o el machismo.

En la actualidad se realiza el do­cumental del maestro Edilberto Calderón. Nació en Venadillo pero se radicó en Ibagué como pintor no solo de obras en caballete, sino como es­cultor y un extraordinario muralista, obras que se pueden apreciar en una de las paredes exteriores de Arkacen­tro, el Centro Comercial Combeima y la biblioteca Rafael Parga Cortés, de la Universidad del Tolima. Su acom­pañamiento en el proyecto ratifica la importancia de plasmar en imá­genes, la valiosa colección de obras en óleo sobre lienzo, collage, acuare­la, aguatinta, serigrafía y acrílico, que Calderón le ha entregado a la región.

La vida del maestro tolimense Edil­berto Calderón será una de las apa­sionantes historias que se recrearán en estos documentales, para dejar escrito con imágenes, sus más de 50 años de aporte al desarrollo de las ar­tes en el Tolima.

Salvaguardar el patrimonio

Esfuerzos como el del mat se vuelven relevantes para asumir el compromiso de apoyar la industria cinematográfica, que requiere de una formación artística formal para aportar a su ciudad, con historias significativas que suceden donde se hace parte de la vida. Con estos proyectos audiovisuales se apunta hacia el renacimiento de esta indus­tria audiovisual en la región, pues el llamado a que jóvenes hagan parte de estas dinámicas que pretenden recuperar el patrimonio material e inmaterial del Tolima, y busquen a través de sus disciplinas salvaguar­darlo, son voluntades que merecen el apoyo estatal y comunitario.

Finalmente, como expresa Barrios, “Ibagué ha cambiado y en el movi­miento cultural hay una gran semilla que ya hace presencia en el escena­rio cultural, que logrará que en unos años Ibagué se pueda convertir en un centro cultural importante para proponer cosas significativas”. Así lo ven artistas jóvenes que como él, se le midieron a tener largometra­jes filmados con equipo tolimense, y merecedores del Premio al Estímulo del Fondo para el Desarrollo Cine­matográfico de Colombia, como “Paisaje Indeleble”, donde se cuen­ta la historia de un pequeño pueblo, Payandé y sus alrededores, acorrala­dos por la industria del cemento.

La videoteca de artistas tolimenses es la historia de educadores, artistas, críticos; hombres disciplinados que se preocuparon por el aprendizaje de las artes plásticas, y que hoy son parte vital del patrimonio artístico del Tolima. Sus historias cobran vida y movimiento a través de los ojos acuciosos de los jóvenes que creen en el legado artístico para estas y las futuras generaciones.

*Comunicadora de Á[email protected]

De izquierda a derecha Adriana Guzmán Acosta, productora general; Edilberto Calderón, artista plástico; Carlos Pinzón, creador de la Teletón y fundador de la galería Arte inde­pendencia; Gabriel Medina, sonidista; y Jaime Barrios, director.

Árbol de Tinta rinde un home naje al arquitecto Álvaro Gómez Amorocho (q.e.p.d), colaborador permanente de esta pu blicación con sus escritos y fotografías, y quien se desempeñó como director del programa de Arquitectura de la Universidad de Ibagué, docente y coordinador del programa de Patrimonio. Les presentamos un recorrido gráfico realizado en sus visitas a los municipios de Ambalema y Honda.

Homenaje póstumo

Ambalema (Tolima)

Ambalema (Tolima)

Honda (Tolima)

Ambalema (Tolima)

Árbol de Tinta, abril de 2015 25

Ambalema (Tolima)

Ambalema (Tolima)

Honda (Tolima)

Cada vez que escucho la pala­bra “región” en Colombia me imagino muchas cosas. Y más

que imaginar, supongo, porque es difícil tener una noción clara sobre lo que es región cuando hay tantas acepciones como opiniones. Enton­ces, para no suponer tanto, pregun­to, con el fin de tantear si existe un consenso más o menos homogéneo sobre lo que es región. Y no. Entre más pregunto, surgen más inquie­tudes y diferencias y menos respues­tas orientadoras y claras.

Para algunos, región equivale a provincia; para otros, a departa­mento, o bien está determinada por esas cinco regiones geográficas que nos enseñaron en el colegio: Caribe, Andina, Pacífico, Orinoquía y Ama­zonía; y para otros es un etéreo que se usa para diferenciar a los centros urbanos del campo o lo rural. Es de­cir, campo y región son lo mismo.

No me genera ningún tipo de con­troversia que la palabra región no tenga una definición concreta. Eso suele suceder con las palabras en general cuando solo son palabras. El problema es cuando de esa defi­nición concreta dependen tantas co­sas prácticas, operativas y necesarias para poder “intervenir” en la región. Y con intervenir quiero significar esa serie de acciones desde las políticas públicas e iniciativas privadas enca­minadas a contribuir al desarro­llo, progreso y organización de una región en función del bienestar de sus habitantes.

Sin ánimo de particularizar o refe­rirme a una región específica, sí creo que es necesario depurar desde el ni­vel local hasta el nacional (e inclu so in­ternacional), qué significa el término en función de la implemen tación de los planes de desarrollo e iniciativas privadas para hacer más eficientes, efectivos y eficaces los programas de intervención en eso que llamamos tan olímpicamente “región”.

En este orden de ideas, percibo que la costumbre ha sido establecer primero el elemento territorial y lue­go la estrategia de intervención. En otras palabras, se delimita un territo­rio casi que arbitrariamente y luego se traza un plan de acción para ese ter­ritorio, independientemente de los

Región en funcióndel bienestar socialPor Andrés Felipe Giraldo López*

elementos comunes y necesidades confluyentes que pueda te ner ese espacio para acertar con una in­tervención adecuada, coherente y útil para eso que se ha denomi­nado como región. Entonces, las intervenciones sociales, políticas y económicas terminan siendo forza­das por ese elemento territo rial que surge de variables tan incompren­sibles como las que terminaron de­limitando los países en un espacio histórica y culturalmente similar como América Latina o los depar­tamentos en Colombia. De hecho, cuando hablamos de este tipo de

fragmentación, el término emplea­do es “división política”, lo que hace clara referencia a una delimitación basada en criterios políticos tan absurdos como la escisión terri­torial por la adhesión a un partido político de sus habitantes, como sucedió con lo que se conoce como “el viejo Caldas”: un departamento relativamente pequeño dividido en tres microdepartamentos (Caldas, Risaralda y Quindío) casi que por caprichos de los gamonales políti­cos de la época y la coyuntura del Frente Nacional.

Al menos para mí es claro que

Opinión

Árbol de Tinta, abril de 2015 27

estos criterios de regionalización le hacen un flaco favor al crecimiento y progreso de la región, la que sea. No son criterios prácticos y útiles y no facilitan la intervención sino que la di­ficultan. Las regiones surgidas desde la política no responden a las surgidas de elementos más tangibles como la necesidad de bienestar, el desarrollo económico o el progreso social. Por ejemplo, para los habi tantes de la Sie­rra Nevada de Santa Marta poco im­porta si son guajiros, magdalenenses o cesarenses, en tanto las políticas públicas encaminadas a preservar la biodiversidad y pluriculturalidad de la

Sierra les favorezcan y contribuyan al bienestar en ese espacio tangible y real como el entorno natural en el que viven.

Para concretar mi idea, lo que quiero decir es que el término “región” debe desprenderse de su matriz paradigmática fundamental como lo es el territorio y valorar más el sentido de necesidad de una comunidad independientemente de los límites espaciales prestableci­dos y preconcebidos con criterios políticos. En este caso, el territorio debe delimitarse de acuerdo con la necesidad o el conjunto de necesi­dades que pretendan satisfacer por medio de una intervención, ya sea desde las políticas públicas o desde las iniciativas privadas articuladas a dichas políticas públicas.

Así pues, el concepto de región ten­dría un carácter más teleológico que político. Y el concepto mismo no es­taría anclado a preconcepciones ba­sadas en elementos histórico­políti­cos sino en una visión pragmática que busque disolver los problemas más allá de las fronteras, que, como diría José Saramago son “esa línea que solo en los mapas es visible”.

Considero que es hora de romper el paradigma de la región preconce­bida con criterios geopolíticos, para dar paso a la región pragmática, esa

que por sus características comunes relacionadas con una necesidad de­terminada y capacidades compar­tidas, permita una intervención más coherente, ordenada y útil para cu­brir dicha necesidad en función del bienestar de la comunidad que habita dicha región. Esto implica que el con­cepto de región no puede ser rígido sino flexible, no puede ser estático sino dinámico y no puede ser defini­do sino en función de la necesidad que se pretende satisfacer o el pro­blema que se pretende disolver.

Así será mucho más fácil y práctico asumir a la región desde la concep­ción misma de la problemática que la aqueja y prescindir de “regionalis­mos” para construir políticas públi­cas. Quizás esta concepción de región permita al mismo tiempo una apertu­ra ideológica que deconstruya esos límites, que más que geográficos o políticos, son mentales.

Como ya lo he escrito en anteriores oportunidades en Árbol de Tinta, el concepto de Patria me conflictúa y me encarcela. No concibo sin refle­xión crítica que la humanidad esté dividida por algo tan arbitrario como las fronteras que no son más que líneas imaginarias teñidas de sangre y odio. Por eso aún más absurdo me parece que el término “región” esté prestablecido de acuerdo con líneas aún más imaginarias y arbitrarias, como lo pueden ser los departamen­tos para el caso de Colombia.

Por lo anterior, considero, con áni­mo constructivo y deliberante, que el concepto de región hay que reva­luarlo, concebirlo en función de las necesidades humanas sociales, políti­cas y económicas y a partir de allí y con carácter teleológico construir la región. Podremos seguir llamán­donos Colombia, Tolima, Ibagué o lo que sea. Pero mientras eso no sea útil para el bienestar, no serán más que sentimientos patrióticos o regionalis­tas llenos de pobreza y atraso.

*Docente y [email protected]

Es hora de romper el paradigma de la

región preconcebida con criterios

geopolíticos, para dar paso a la región

pragmática.

Foto: Margareth Bonilla

Por: Tatiana Arias Camacho*

Movimiento sinfónicoorquestal del Tolima

Es importante recalcar que a través de la historia musical del Departamento, Ibagué ha sido

galardonada con el más alto regalo que Dios pueda dar a una cultura y es el de hacer música y de la más alta calidad instrumental y vocal, a través de las representaciones artísticas propias de nuestra cultura.

Cuando leemos sobre la historia de la música en el Tolima, nos encon­tramos con que toda manifestación artística inició en grupos pequeños los cuales se reunían después de las largas jornadas laborales. La forma predilecta para articular a las perso­nas en estos grupos, fue a través de nuestras músicas, es decir por me­dio de los cantos populares, coplas y la interpretación de instrumentos idiosincrásicos como el tiple, la ban­dola y la guitarra, instrumentos que se convirtieron gracias a estos gru­pos en acompañantes musicales de nuestra región.

Esto permitió la creación de gru­pos que se han ido consolidando y proyectando en el tiempo, dentro de estos es conveniente recor dar al­gunos como la orquesta sinfónica del Conservatorio del Tolima, la orques­ta sinfónica de la Institución Ami na Melendro de Pulecio y la orquesta sinfónica de la Universidad del Toli­ma, y que hoy en día son exponentes

de las músicas tradicionales, regio­nales, nacionales e internacionales.

Actualmente las instituciones mu­sicales del Departamento que han apoyado dichos grupos se han dado a la tarea de formar músicos interdis­ciplinarios, músicos que transciendan a la esencia de los diferentes géne­ros musicales como los colombianos, latinoamericanos y clásicos, géneros interpretados con la más alta calidad y sensibilidad. Esto ha dado pie para contar con muchas agrupaciones dig nas de representar a la Ciudad y al Departamento en los más altos esce­narios, al igual que tener a muchos de nuestros músicos formando parte de las orquestas más representativas de Colombia y del mundo.

Así mismo, es importante observar lo que está pasando en este momen­to con las diferentes orquestas infan­tiles y juveniles del departamento, las cuales serán en los próximos años abanderadas de la cultura tolimense ante el mundo.Un ejemplo claro es el

de las Orquestas Sinfónica Juvenil del Conservatorio del Tolima y el Liceo Musical SantaCecilia, agrupaciones conformadas por niños y jóvenes amantes de la música, que han repre­sentado al Departamento en grandes escenarios internacionales.

Por eso debemos decir que Iba­gué y el Tolima no solo son ricos por su producción de arroz, maíz y al­godón, sino también por ser esce­narios de músicos de orquesta que han sido reconocidos en diversos escenarios a nivel nacional e inter­nacional. Estamos llamados a par­ticipar de los eventos organi zados por el Conservatorio del Tolima, el cual se ha esmerado por traer músi­cos instrumentistas del más alto ni­vel musical, y eventos con grandes estándares de calidad artística, para que se logre tener una región más culta, en donde la música se reco­nozca como un lenguaje universal que articule lo local y lo extranjero.

Finalmente, como lo expresara Ar­thur Schopenhauer es bello recordar que: “en la música todos los sentimien­tos vuelven a su estado puro y el mun­do no es sino música hecha realidad”.

*Directora Escuela de Músicadel Conservatorio del Tolima

“La música empieza donde se acaba el lenguaje”

Hoffmann

Foto

sum

inis

trad

a

Árbol de Tinta, abril de 2015

Sin pretensiones de arúspice, aunque sí utilizando el método de examinar las entrañas no al

animal sacrificado sino en este caso a la velozmente cambiante sociedad, con una buena dosis de sabiduría ajena y una pizca de imaginación, justifico el atrevimiento de esbozar algunas tendencias indicativas que podrían caracterizar a la universidad de este siglo, advirtiendo que hay quienes anuncian su desaparición o eventualmente la supervivencia de unas pocas. Para comenzar este osa­do ejercicio, agravado por la breve­dad del espacio, es preciso afirmar que la revolución tecnológica digital, de mayor impacto que la produci­da por la imprenta de Gutenberg, uno de los puntos de partida de la modernidad, viene estimulando la creación de conocimiento, el espíritu innovador, la experimentación como método, la cooperación abierta y la participación social, con fuerte inci­dencia en el sistema educativo y en la universidad en particular.

En la era de la sociedad del cono­cimiento pueden apreciarse cambios

fundamentales: de la verdad inamo­vible, a la verdad cambiante; de la enseñanza vertical, a la enseñanza colectiva, el aprendizaje en red; de la educación para preservar las élites, a la educación masiva; de la educación individual, a la educación coope­rativa; del acceso cerrado, al acceso abierto, a la innovación; del currículo único, al personalizado; del ecosiste­ma formal, cerrado –la universidad de ladrillo­, a un ecosistema informal, abierto, social; de la complacencia con el statu quo, a la innovación co­laborativa; del aislamiento individual, a la red global.

Tal confluencia de factores gene­ra sinergias que fomentan: la virtua­lidad ubicua, en cuanto minimiza la distancia, diversifica los tiempos para la acción; la interactividad colectiva que abre nuevos espacios a la colaboración, constitutivos de diversos focos de poder; la reticu­laridad, impulsora de nuevas vías de acceso al conocimiento y a la inno­vación; la movilidad que favorece lo multidisciplinar y lo transdiscipli­nas, propiciando la integración de

La información y el conocimiento se presentan hoy de

forma desordenada. Sin embargo, el

caos, como ciencia, reconoce la conexión

de todo con todo, permitiendo visua-lizar el aprendizaje como un modelo de auto-organización.

29

La universidad del siglo XXIPor: Néstor Hernando Parra Escobar*

Foto

: And

rés

Felip

e C

orre

a

saberes, científicos y humanísticos; y la convergencia digital que inter­naliza el uso de las tecnologías en cuanto se incorporan en los pro­cesos organizacionales, todo lo cual nos transforma estructuralmente sin que ello signifique que la tecnología nos haga más humanos.

Tal como lo reconocen los estudio­sos de la antropología digital, lo digi­tal intensifica la naturaleza dialéctica de la cultura, nos permite entender la naturaleza predigital ­también in­tervenida por diferentes medios de forma interactiva­, el compromiso con el holismo como base de las pers­pectivas antropológicas de la huma­nidad, el relativismo cultural que da voz y visibilidad a quienes están en la periferia, la esencial ambigüedad de la cultura digital, y la materialidad de los mundos digitales –materia­lidad de la infraestructura y las tec­nologías, materialidad del contenido, materialidad del contexto digital­, elementos que se están convirtien­do en parte constitutiva de los que nos hace humanos. Con base en es­tos conceptos y en los avances de las neurociencias, hay quienes formulan nuevas teorías del aprendizaje aplica­bles en la era digital, según las cuales ahora la tecnología y no el individuo manipula muchas de las operaciones cognitivas, tales como el almace­namiento y la disponibilidad de su re­cuperación: el aprendizaje por fuera del cerebro del individuo, en cosas, inclusive en otras personas, los ami­gos, por ejemplo.

La información y el conocimiento se presentan hoy de forma desor­denada. Sin embargo, el caos, como ciencia, reconoce la conexión de todo con todo, permitiendo visua­lizar el aprendizaje como un modelo de auto­organización que propicia el aprendizaje independiente y pone en evidencia la necesidad de un orde­namiento crítico del conocimiento, aporte tradicional de la universidad que también requiere la del siglo xxi, aunque ahora demanda una nueva competencia, la digital, por parte de los educadores. Esta sería la primera tendencia.

La abundancia de recursos y rela­ciones a los que Internet facilita el ac­ceso abierto, estimula el aprendizaje fuera del entorno académico, en la vida real, donde encuentra libertad

para copiar y combinar información y conocimientos, sin barreras al ac­ceso, en colaboración con grupos que interactúan movidos por un in­terés común, con quienes va cons­truyendo su capital relacional. El autoaprendizaje, que se está dando intensivamente desde la infancia, lo realiza el ser humano sin un méto­do, puesto que persigue satisfacer de forma útil una curiosidad, una exigencia, una necesidad. Esta de­manda creciente de información y conocimientos útiles ha alimentado la proliferación de cursos y progra­mas de capacitación laboral cuyas empresas se convierten en “certifi­cadoras” de conocimientos, habili­dades o destrezas, lanzando un reto a las instituciones universitarias al que deben responder aportando el ordenamiento sistémico, humanísti­co, metodológico y pedagógico del conocimiento. Así, aparece una segunda tendencia: ser el la­boratorio de la realidad social y del conocimiento con miras a adoptar un modelo de educación flexible y

eficiente mediante la adopción de sistemas y métodos integradores de aprendizaje que estimulen la inno­vación y la creatividad.

Al reducirse rápidamente el tiem­po de obsolescencia del conoci­miento, su constante renovación implica la necesidad de aprender lo nuevo y desaprender lo obso­leto, instalándonos en la sociedad del aprendizaje que induce a la uni­versidad a experimentar nuevas formas de planeación curricular, introduciendo, por ejemplo, cursos intensivos de estudios generales, comunes a todas las profesiones, en los que se integran ciencia y ar­tes liberales, asignando no más de dos años al estudio de la respectiva profesión, ­como lo viene diseñan­do la Universidad de Ibagué­, com­plementados con programas de educación continua que utilicen múltiples medios de comunicación ubicua, interactiva, instantánea y almacenable, que permitan sa­tisfacer la exigencia de estudiar, aprender y trabajar cuando y desde

Foto: Andrés Felipe Correa

Árbol de Tinta, abril de 2015 31donde uno quiera, en virtud de una apropiada planificación curricu­lar, metodologías experimentales y evaluación continua, y que dé crédito al aprendizaje informal. Así, aparece la tercera tendencia que podría conducir a una matrícula de por vida, novedosa forma de finan­ciamiento sostenible.

Esta doble presión sobre la univer­sidad, la proveniente de los avances en la sociedad del conocimiento y la demanda permanente de potencia­les usuarios/beneficiarios, implica la internacionalización de sus labores investigativas y de acopio de cono­cimientos mediante programas de excelencia académica, en cuanto la dinámica es universal, especializada y diversa, correspondiendo a cada institución convocar/reunir a los me­jores cerebros, de forma presencial y virtual, a fin de brindar la oportunidad de desarrollar al máximo el talento humano, interrelacionando lo univer­sal con lo regional, a fin de enriquecer tanto lo global como lo local, lo que surge como la cuarta tendencia.

En cuanto el conocimiento deja de estar dirigido a incrementar la pro­ductividad, a sustituir el trabajo y a perpetuar la desigualdad en favore­cimiento de unas élites, adquiere un nuevo valor al convertirlo en un bien común a disposición de todos, a ma­nera de una plataforma de inteligen­cia colectiva, utilizable también como objeto de producción tecnológica. De tal manera, conocimiento y tec­nología, que se transmiten y fluyen por las redes sin sujeción a territo­rios, se constituyen en valor esencial de la economía con una dimensión cosmopolita y solidaria que propi­cia la satisfacción de necesidades de consumo básico mediante la produc­ción compartida, la economía cola­borativa, incidiendo en la adopción de un mo delo de educación flexible que incluya metodologías prácticas interactivas y cooperativas a fin de desarrollar el espíritu colaborativo antes que el competitivo, lo que po­dría identificarse como la quinta ten­dencia de la Universidad del siglo xxi.

La actitud positiva ante el cambio, la receptividad al conocimiento abier­to, la creatividad y la innovación se erigen en valores sociales que se ba­san en la aceptación de la cambiante realidad. La cultura digital alienta el

espíritu de libertad, nos predispone al empoderamiento del concep­to de ciudadano ­más allá del de individuo o persona­, al reconoci­miento del otro, a la convivencia, a la paz por cuanto está basada en el intercambio, la conectividad, la comunicación, la colaboración. De esa forma, emerge una última ten­dencia, a manera de un principio misional: avanzar hacia un conoci­miento básico común y creciente para todos, elevar a cada persona a la condición de ciudadano capaz de ejercer el derecho a defender sus derechos fundamentales, a delibe­rar y participar en los asuntos públi­cos, dando así inicio a una democra­cia cognitiva que ha de reemplazar la representativa en plena crisis.

A la Universidad del siglo xxi le corresponde ser orientador del ciu­dadano ya no tras el progreso, sino en procura de su dignidad y su fe­licidad. Educar en este siglo, es “en una gran medida, en una enorme medida, educar personas con corazón, con un sentido profundo de la justicia y un profundo sentido de la gratuidad.”1

Estas grandes tendencias se en­marcan dentro de dos parámetros: la ética del conocimiento al servicio

de todos y la calidad de la educación, propósitos permanentes por los que deben trabajar con ahínco, directivos y profesores, en conjunción con los estudiantes, la comunidad regional y la global, como es el caso de la Uni­versidad de Ibagué.

Cuando hace 35 años un grupo de ciudadanos comprometidos con el desarrollo regional y del ser hu­mano dimos en fundar la Universi­dad de Ibagué­así la bautizamos en los estatutos, una vez cumpliera con los requerimientos de ley­, in­tuimos la profecía de Kalil Gibran:

Puedes abrigar sus cuerpos,Pero no sus almas, porque ellas,Viven en la casa del mañana,Que no puedes visitar,Ni siquiera en tus sueños.2

*Miembro del Consejo de Fundadores de la Universidad de Ibagué.

Referencias1 Cortina Adela. Ética de la razón cordial.

20072 Gibran Kalil. El profeta. Poema: tus hijos

no son tus hijos. www.antorcha.net/biblioteca­virtual.

Foto: Andrés Felipe Correa

El grupo de investigación Modelado y Simulación de Sistemas Sociales Complejos realizó el Workshop Repensar la movilidad, el cual se planteó como un es­pacio para comprender y discutir la movilidad desde perspectivas sistémicas integradoras, para generar vi­siones novedosas sobre esta compleja problemática en las ciudades de Ibagué y Sao José dos campos, (Brasil).

Fue noticia

Don José Ossorio Bedoya, cofundador de la Univer­sidad de Ibagué, fue homenajeado en el evento Exal­tación de los Valores Humanos, organizado por la Institución y la Fundación Musical de Colombia. La pri­mera parte de este acto se realizó en la Sala Alberto Castilla del Conservatorio del Tolima, donde se ofreció un concierto a cargo de la Orquesta Sinfónica Juvenil, dirigida por la maestra Tatiana Cecilia Arias Camacho. El acto académico y de condecoración se realizó en la Universidad de Ibagué.

Como parte de la programación conmemorativa de los 35 años de fundación de la Universidad se realizó la conferencia Liderazgo estratégico, orientada por Car­los Jacks, presidente de cemex Colombia.

El programa de Comunicación Social y Periodismo realizó el lanzamiento oficial de El Anzuelo Medios, portal multimediático  que,  a través de la prensa, la ra­dio y la televisión, presenta narraciones desde diversos formatos periodísticos realizados por estudiantes, en los que la apuesta es la exploración de  otras formas de contar lo que se vive en la ciudad y la región.

www.olimpicastereo.com.co