39 - messineo et. al- 2009. ediciones incuapa olavarria.-libre

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14 3 Introducción El poblamiento temprano del continente ame- ricano y la coexistencia de los seres humanos con los grandes mamíferos pleistocénicos extiguidos han sido algunos de los temas que atrajeron la atención de los investigadores desde los comien- zos de la disciplina. En la región pampeana fue Florentino Ameghino quien a fines del siglo XIX y principios del XX marcó el inicio de las investiga- ciones sistemáticas sobre el proceso de pobla- miento indígena. A pesar de que su hipótesis sobre el origen sudamericano y pampeano de la huma- nidad fue posteriormente refutada, sus aportes a las investigaciones sobre la ocupación humana del continente fueron relevantes. Sus desafiantes plan- teos motivaron discusiones a nivel mundial. Algu- nas de sus ideas pioneras, tales como la conviven- cia de los seres humanos con los grandes mamí- feros extinguidos, se confirmaron por investigacio- nes posteriores, a pesar de la demoledora crítica que el antropólogo Aleš Hrdlicka le hiciera en 1912. Las investigaciones arqueológicas desarrolla- das en las últimas décadas permiten afirmar que el poblamiento humano de la región pampeana habría ocurrido hacia los 12.200 años radiocar- bónicos antes del presente (AP.) y, entre este momento y los 8.000-7.500 años AP., se regis- tran las evidencias del período de ocupación ini- cial de los ambientes pampeanos (Politis et al. 2004). Los restos materiales recuperados en varios de los sitios arqueológicos de la región han sido de gran importancia para interpretar el pro- ceso de poblamiento inicial. Además, las investi- gaciones han generado información para discutir algunos de los modelos planteados a nivel conti- Capítulo 7 Las primeras poblaciones indígenas de la región Pablo G. Messineo, María A. Gutiérrez y Gustavo G. Politis nental sobre temas relevantes como, por ejemplo, cuándo y cómo se produjo el poblamiento inicial de América; cuáles fueron las estrategias de explo- tación de los recursos faunísticos y la tecnología lítica utilizada por los primeros pobladores y qué rol desempeñaron los grupos cazadores-recolec- tores en la extinción de la fauna pleistocénica (Bayón et al. 2006; Cione et al. 2001; Flegen- heimer 1986-1987; Flegenheimer y Bayón 1999; Gutiérrez y Martínez 2007; Martínez y Gutiérrez 2004; Mazzanti 1997; Politis 1984; Politis et al. 1995, 2004, entre otros). En el centro de la provincia de Buenos Aires, en las cuencas de los arroyos Azul y Tapalqué, se han registrado dos sitios arqueológicos llamados La Moderna y Campo Laborde (Figura 1) que apor- tan información valiosa para discutir algunos de los temas anteriormente mencionados sobre los gru- pos cazadores-recolectores que poblaron la región pampeana. Ambos sitios, que presentan historias de investigación muy diferentes, se resumen y dis- cuten en este capítulo. El primero de ellos, La Moderna, fue descubierto en 1972 y excavado en varias oportunidades por distintos equipos de inves- tigación hasta 1984 (Figura 2) (Palanca et al. 1972, 1973; Palanca y Politis 1979; Politis 1984). En años recientes y debido a los resulta- dos controvertidos de las dataciones radiocarbóni- cas sobre restos óseos de megamamífero, se obtu- vieron muestras de sedimento del sitio para reali- zar nuevos fechados sobre materia orgánica (Poli- tis et al. 2003). Los análisis del sitio La Moderna han sido abundantes y los resultados están publi- cados en su totalidad (Palanca et al. 1972; Palan- ca et al. 1973; Palanca y Politis 1979; Politis 1984; Politis y Gutiérrez 1998; Politis et al. 2003; .07 š

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    Introduccin

    El poblamiento temprano del continente ame-ricano y la coexistencia de los seres humanos conlos grandes mamferos pleistocnicos extiguidoshan sido algunos de los temas que atrajeron laatencin de los investigadores desde los comien-zos de la disciplina. En la regin pampeana fueFlorentino Ameghino quien a fines del siglo XIX yprincipios del XX marc el inicio de las investiga-ciones sistemticas sobre el proceso de pobla-miento indgena. A pesar de que su hiptesis sobreel origen sudamericano y pampeano de la huma-nidad fue posteriormente refutada, sus aportes alas investigaciones sobre la ocupacin humana delcontinente fueron relevantes. Sus desafiantes plan-teos motivaron discusiones a nivel mundial. Algu-nas de sus ideas pioneras, tales como la conviven-cia de los seres humanos con los grandes mam-feros extinguidos, se confirmaron por investigacio-nes posteriores, a pesar de la demoledora crticaque el antroplogo Ale Hrdlicka le hiciera en1912.

    Las investigaciones arqueolgicas desarrolla-das en las ltimas dcadas permiten afirmar queel poblamiento humano de la regin pampeanahabra ocurrido hacia los 12.200 aos radiocar-bnicos antes del presente (AP.) y, entre estemomento y los 8.000-7.500 aos AP., se regis-tran las evidencias del perodo de ocupacin ini-cial de los ambientes pampeanos (Politis et al.2004). Los restos materiales recuperados envarios de los sitios arqueolgicos de la regin hansido de gran importancia para interpretar el pro-ceso de poblamiento inicial. Adems, las investi-gaciones han generado informacin para discutiralgunos de los modelos planteados a nivel conti-

    Captu lo 7

    Las primeras poblaciones indgenasde la regin

    Pablo G. Messineo, Mara A. Gutirrez y Gustavo G. Politis

    nental sobre temas relevantes como, por ejemplo,cundo y cmo se produjo el poblamiento inicialde Amrica; cules fueron las estrategias de explo-tacin de los recursos faunsticos y la tecnologaltica utilizada por los primeros pobladores y qurol desempearon los grupos cazadores-recolec-tores en la extincin de la fauna pleistocnica(Bayn et al. 2006; Cione et al. 2001; Flegen-heimer 1986-1987; Flegenheimer y Bayn 1999;Gutirrez y Martnez 2007; Martnez y Gutirrez2004; Mazzanti 1997; Politis 1984; Politis et al.1995, 2004, entre otros).

    En el centro de la provincia de Buenos Aires,en las cuencas de los arroyos Azul y Tapalqu, sehan registrado dos sitios arqueolgicos llamadosLa Moderna y Campo Laborde (Figura 1) que apor-tan informacin valiosa para discutir algunos de lostemas anteriormente mencionados sobre los gru-pos cazadores-recolectores que poblaron la reginpampeana. Ambos sitios, que presentan historiasde investigacin muy diferentes, se resumen y dis-cuten en este captulo. El primero de ellos, LaModerna, fue descubierto en 1972 y excavado envarias oportunidades por distintos equipos de inves-tigacin hasta 1984 (Figura 2) (Palanca et al.1972, 1973; Palanca y Politis 1979; Politis1984). En aos recientes y debido a los resulta-dos controvertidos de las dataciones radiocarbni-cas sobre restos seos de megamamfero, se obtu-vieron muestras de sedimento del sitio para reali-zar nuevos fechados sobre materia orgnica (Poli-tis et al. 2003). Los anlisis del sitio La Modernahan sido abundantes y los resultados estn publi-cados en su totalidad (Palanca et al. 1972; Palan-ca et al. 1973; Palanca y Politis 1979; Politis1984; Politis y Gutirrez 1998; Politis et al. 2003;

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  • entre otros). Por el contrario, el segundo sitio,Campo Laborde fue descubierto en el 2000 y seencuentra an en pleno proceso de investigacin.Sin embargo, los trabajos de campo y laboratorioya realizados han permitido obtener gran cantidadde informacin que ha sido presentada en congre-sos y se encuentra en etapa de publicacin (Messi-neo y Politis en prensa; Politis y Messineo 2008).

    Este trabajo tiene como objetivo presentar losresultados obtenidos hasta el momento en lasinvestigaciones arqueolgicas que se realizaron enambos sitios con el fin de caracterizar la ocupacin

    humana temprana de las llanuras adyacentes alsector noroccidental del Sistema Serrano de Tan-dilia. Para ello, se resumen las interpretacionessobre varios aspectos vinculados a las conductasde los cazadores-recolectores tempranos talescomo las estrategias tecnolgicas y de subsisten-cia, la antigedad y la funcionalidad de los sitiosarqueolgicos, la movilidad y el uso de los distin-tos ambientes pampeanos. Por ltimo, se combi-nan con la informacin generada en otros sitiosarqueolgicos a fin de caracterizar la forma de vidade las sociedades cazadoras-recolectoras tempra-nas de la regin pampeana.

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    Patrimonio, ciencia y comunidad

    Figura 2. Excavacin del sitio La Moderna durante la dcada del '70, a cargo del Lic. Floreal Palanca.

    Figura 1. Ubicacin de los sitios arqueolgicos La Moderna y Campo Laborde.

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    Captulo 7. Las primeras poblaciones indgenas de la regin

    un nutrido grupo de arquelogos y adscriptos alInstituto (I). Desafortunadamente, casi la totalidaddel material recuperado durante los trabajos decampo iniciales se perdi debido a la combina-cin de dos circunstancias desafortunadas: el pre-cipitado exilio del Lic. Floreal Palanca y las inun-daciones que cubrieron la ciudad de Olavarra y elMuseo Municipal Dmaso Arce en 1979 y1980. Posteriormente, nuevas excavaciones yanlisis (e.g. faunsticos, tafonmicos, tecnolgi-cos y dataciones de Carbono 14) permitieron unamejor caracterizacin de la ocupacin humana yde la antigedad de los restos arqueolgicos (Poli-tis y Gutirrez 1998; Politis et al. 2003) (II).

    Durante las distintas etapas de investigacinse excav una superficie de 51 m2 (Figura 3) y serecuper una gran cantidad de materiales arqueo-lgicos que llevaron a la identificacin de dos even-tos de ocupacin humana (denominados compo-nentes culturales). El Componente Inferior, el cualse presenta en este captulo, est relacionado conla ocupacin ms antigua del rea, es el que haaportado los datos ms significativos y el que hasido investigado en profundidad. Dicho componen-

    Los sitios arqueolgicos msantiguos del centro de la provinciade Buenos Aires

    Sitio La Moderna

    La Moderna, ubicado en el partido de Azul,fue el primer sitio arqueolgico registrado de laregin pampeana donde la asociacin estratigr-fica entre artefactos lticos y fauna extinguida fueconfirmada (Palanca et al. 1972, 1973; Palan-ca y Politis 1979). El nombre del sitio deriva delantiguo nombre de la estancia El Colorado, pro-piedad de la Familia Miretzky. Fue precisamenteun empleado de la estancia, el Sr. Carlos Ledo,quien descubri los primeros hallazgos y se locomunic al dueo del establecimiento, el Ing.Bernardo Miretzky, quien a su vez llev al MuseoMunicipal Dmaso Arce de Olavarra los restosarqueolgicos hallados. Esto motiv las primerasexcavaciones sistemticas que fueron llevadas acabo entre 1972 y 1973, bajo la direccin del Lic.Floreal Palanca, en ese momento Director delMuseo y del Instituto de Investigaciones Antro-polgicas de Olavarra (IIAO), y la colaboracin de

    Figura 3. Planta de la excavacin del sitio La Moderna en donde se observa las distintas etapas de investigacin.

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    Patrimonio, ciencia y comunidad

    afloramiento de esta materia prima se localizaa menos de 1 km del sitio y, por lo tanto, esta-ba fcilmente accesible para los cazadores-reco-lectores que carnearon al gliptodonte a orillas delpantano. Por otro lado, se recuperaron unospocos instrumentos confeccionados sobre dolo-ma silicificada y cuarcita. La exigua representa-cin de estas rocas se debe a que los afloramien-tos se hallan a distancias mayores (aproximada-mente a 30 y 100 km, respectivamente -ver lalocalizacin de fuentes de aprovisionamiento dedistintas rocas en el Captulo 8) y, en consecuen-cia, los instrumentos de estas materias primasdebieron ser transportados muchos kilmetros yhaber sido usados en reiteradas oportunidadesantes de ser finalmente descartados en el sitio.

    Los anlisis faunsticos permiten proponerque el gliptodonte (Doedicurus clavicaudatus)fue posiblemente cazado o carroado y luegodespostado en las orillas del antiguo pantano.Las partes esqueletarias recuperadas en las exca-vaciones son slo aquellas pertenecientes alesqueleto axial (vrtebras y costillas) y placasseas del caparazn (Figura 4). Por el contra-rio, no fueron halladas en el sitio las unidadesanatmicas superiores de los miembros traserosy delanteros (e.g. hmero, fmur, tibia, etc.), lascuales son ricas en carne y grasa, de rpido pro-cesamiento en los sitios de caza y fciles detransportar. Estos resultados indican que los hue-sos faltantes en La Moderna pudieron ser trans-portados hacia otros lugares como son los cam-pamentos residenciales o sitios de actividadesmltiples, mientras que los restos seos aban-donados en el sitio fueron aquellos que no pose-an altos rindes de carne (ver Los megamam-feros explotados, Figura III).

    Los estudios sobre los efectos tafonmicosrealizados sealan que la composicin del con-junto seo y la acumulacin de huesos de Doe-dicurus clavicaudatus no son el resultado de ladinmica fluvial en el pasado. O sea, no son laconsecuencia de la acumulacin de elementosdispersos (y originalmente desconectados) acausa del curso de agua. En consecuencia, lasevidencias disponibles indican que la asociacinde huesos de Doedicurus clavicaudatus y de losmateriales lticos en la unidad transicional (a)fue un evento producido como resultado de laactividad humana intencional como es la caza ocarroeo y el despostamiento de una presa (Poli-tis y Gutirrez 1998).

    te est ubicado en una unidad geolgica transi-cional (a) entre los Miembros Guerrero y ro Sala-do de la Formacin Lujn (ver Geologa y estra-tigrafa de los sitios), y se halla integrada porsedimentos correspondientes a las orillas de unantiguo pantano (paleopantano). En estos sedi-mentos se hallaron en estrecha asociacin abun-dantes restos lticos de distintas materias primasy huesos de un armadillo gigante extinguido ogliptodonte (Doedicurus clavicaudatus). Las dis-tintas dataciones radiocarbnicas efectuadassobre huesos de esta especie ubican a este even-to de ocupacin en el Holoceno temprano (verCronologa de las ocupaciones tempranas).

    El conjunto ltico est compuesto aproxima-damente por 2.000 desechos de talla y 16 ins-trumentos de cuarzo cristalino que presentan evi-dencias de retalla y/o retoque unifacial. Adems,se hall una lasca de cuarcita y tres instrumen-tos confeccionados en cuarcita y doloma silici-ficada (Palanca et al. 1973; Politis 1984; Poli-tis y Gutirrez 1998). Los estudios realizadossobre los filos de los instrumentos (anlisis fun-cionales con microscopios de altos aumentos)sugieren que los mismos fueron utilizados enactividades de corte y en el raspado de sustan-cias duras (Politis y Olmo 1986; Politis y Guti-rrez 1998).

    Las materias primas de los artefactos lticoshallados en el Componente Inferior de La Moder-na provienen de distintos afloramiento rocososdel Sistema Serrano de Tandilia. En primer lugar,hay una alta densidad de desechos de talla sobrecuarzo cristalino, lo que es esperable ya que el

    Figura 4. Placas seas de distintos gneros de armadillos gigantes extingui-dos hallados en los sitios La Moderna y Campo Laborde (dibujos tomados deMelndez 1990).

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    Captulo 7. Las primeras poblaciones indgenas de la regin

    Geologa y estratigrafa de los sitios

    La zona donde se localiza el sitio La Moderna presenta suaves ondulaciones en donde afloran la rocade base o sedimentos asignables al Pleistoceno superior. Los estudios geolgicos del sitio fueron rea-lizados por Zetti, Tonni y Fidalgo (1972). En el sector donde se llevaron a cabo las excavaciones se reco-nocieron tres unidades litoestratigrficas (UL) que apoyan sobre la UL (a), definida regionalmentecomo sedimentos de planicie de inundacin correspondientes al Miembro Guerrero de la FormacinLujn (ver glosario de definiciones geolgicas en el Captulo 4). El Componente Inferior del sitio LaModerna, relacionado con la ocupacin inicial del rea, se halla ubicado en una unidad transicional(a) entre la UL (a) y la UL (b), y su distribucin espacial est restringida al sector de las excavaciones(Figura I). Esta unidad, compuesta por sedi-mentos areno-limosos y limo-arcillosos, esta-ra representando los bordes de un antiguopantano ubicado en el Holoceno temprano(ver Cronologa de las ocupaciones).La UL (b) constituida por sedimentos limo-arcillosos y limo-arenosos que presentanconcentracin de materia orgnica y abun-dantes moluscos de agua dulce (Biompha-laria y Littoridina) corresponde al Miem-bro Ro Salado de la Formacin Lujn. En laparte media de esta unidad se ha identifica-do el Componente Superior del sitio LaModerna (posiblemente Holoceno medio oinicios del tardo), el cual se halla constitui-do por restos seos de guanaco (Lama gua-nicoe), and (Rhea americana), posible-mente perro (Canis) e instrumentos lticosconfeccionados en cuarcita y cuarzo (Poli-tis 1984). Por ltimo, la UL (c) est formadapor sedimentos elicos asignados a la partereciente de la Formacin La Postrera, sobrela cual se desarroll el suelo actual (Zetti etal. 1972).Durante los estudios geolgicos llevados acabo en el sitio Campo Laborde se han reco-nocido las unidades estratigrficas tpicas delPleistoceno tardo y Holoceno de la reginpampeana, mostrando similitudes con aque-llas observadas en el sitio La Moderna. En laparte inferior del perfil estudiado se hallanexpuestos los sedimentos lacustres asignables al Miembro Guerrero de la Formacin Lujn, ubica-do cronolgicamente en el Pleistoceno final (anterior a los 10.000 aos AP.). Por encima de esta uni-dad se encuentra representado el contexto arqueolgico del sitio Campo Laborde, el cual se ubica ensedimentos asignables a un antiguo pantano ubicado en la base del Miembro Ro Salado de la For-macin Lujn (Figura II). Este paleopantano, ubicado en el Holoceno temprano, se hallara en lamisma posicin estratigrfica que la unidad transicional (a) del sitio La Moderna.Por encima de la unidad que contiene los materiales arqueolgicos se produjo la formacin de unpaleosuelo, que se habra desarrollado a expensas del antiguo pantano. Por ltimo, se depositaronlos sedimentos elicos correspondientes a la Formacin La Postrera sobre los cuales se form el sueloactual. En estos niveles superiores y en el Miembro Guerrero no fueron recuperados materialesarqueolgicos (Figura II).

    Figura I. Perfil estratigrfico del sitio La Moderna.

    Figura II. Perfil estratigrfico del sitio CampoLaborde.

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    Patrimonio, ciencia y comunidad

    Adems de los restos seos de Doedicurus cla-vicaudatus (la especie ms representada en el sitio)se recuperaron huesos que correspondan a otrasespecies, tanto extinguidas como actuales. Entrelas primeras, se encuentran una vrtebra y pla-cas de dos de los gliptodontes que habitaban laregin pampeana: Neosclerocalyptus sp. yGlyptodon sp. Tambin se recuperaron algunoshuesos drmicos de un milodontino (un perezo-so gigante extinguido). Entre las especies actua-les se hallaron tres fragmentos de hueso deLama guanicoe (guanaco), cuatro de Myocastorcoypus (coypo), un tibiotarso de Rhea sp. (posi-blemente and) y tres huesos de Holochilusbrasiliensis (rata nutria). Sin embargo, a excep-cin de Doedicurus clavicaudatus no existenevidencias claras de que las otras especieshayan sido explotadas o consumidas por loscazadores-recolectores de La Moderna y es pro-bable que los huesos de estas especies se hayanincorporado al sitio por causas naturales.

    Sitio Campo Laborde

    El sitio Campo Laborde se encuentra ubi-cado en la cuenca superior del arroyo Tapalqu

    en el partido de Olavarra. El sitio fue descu-bierto por casualidad por el dueo del campo,el Sr. Walter Laborde en el ao 2000, quienhall huesos de megaterio aflorando desde labarranca de uno de los caadones que formanparte del arroyo Tapalqu (Figura 5). En esaoportunidad la alumna de arqueologa de laFACSO Mara Ins Rivas y la Lic. Julieta Son-cini visitaron el lugar y realizaron las tareas desalvataje de los huesos que estaban expuestos.Posteriormente, se llevaron a cabo tres campa-as de excavacin sistemtica (2001, 2002 y2003) durante las cuales se excav una super-ficie aproximada de 28 m2 (Figuras 6 y 7).

    La totalidad de los materiales arqueolgicos(e.g. restos seos y material ltico) se hallaron ensedimentos asignables a un antiguo pantano ubi-cado en la base del Miembro Ro Salado de la For-macin Lujn (ver Geologa y estratigrafa de lossitios). Este paleopantano, ubicado en el Holoce-no temprano, estaba en la misma posicin estra-tigrfica que la unidad transicional (a) del sitio LaModerna (ver Cronologa de las ocupaciones tem-pranas). Los resultados del anlisis paleoclimti-co desarrollado por la Lic. Pamela Steffan (2006)a partir del estudio de los gasterpodos terrestresindican la persistencia en el paleopantano de unambiente con caractersticas palustres. Estascaractersticas permiten inferir la presencia de con-diciones favorables para el establecimiento dedepresiones pantanosas o lagunares durante per-odos de tiempo prolongados (ver El ambientedurante el poblamiento inicial).

    Los estudios faunsticos realizados sobre losmateriales seos permitieron determinar la pre-sencia de varias especies de megamamferosextinguidos y de fauna actual. Entre los prime-ros se registraron Megatherium americanum(megaterio, un perezoso gigante extinguido),Neosclerocalyptus sp. y Doedicurus sp. (ambosgliptodontes) y, entre las especies actuales, seidentificaron Rheidae (ave), Lagostomus maxi-mus (vizcacha), Dolichotis patagonum (liebrepatagnica), Tayassu sp. (pecar) y Artiodacty-la (posiblemente guanaco). Adems, se regis-tr un diente de carnvoro (posiblemente unzorro) y restos seos de varias especies demamferos pequeos y medianos que se hallanen proceso de anlisis.

    Es interesante mencionar que existe una grandiferencia en la representacin de los restos seos

    Figura 5. Huesos de megamamferos (Megatheriumamericanum) sobre la barranca del canal que desem-boca en el arroyo Tapalqu.

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    Captulo 7. Las primeras poblaciones indgenas de la regin

    para las diferentes especies. Por un lado, Mega-therium americanum es el que presenta lamayor cantidad de huesos correspondientes alas distintas partes anatmicas del esqueleto(79 huesos completos o casi completos). Deesta especie se hallaron costillas, vrtebras (cer-vicales, torxicas y lumbares), un fragmento depelvis, huesos largos de los miembros (tibia,fmur y radio), huesos del carpo y tarso, meta-carpos, metatarsos y falanges (ver Los megama-mferos explotados: Figura IV). Hasta el momen-to no se han encontrado elementos seos delcrneo y slo se recuperaron dos fragmentos dediente y huesos del hioides. Para las otras espe-cies de megamamferos slo se hallaron el extre-mo distal de un hmero perteneciente a un glip-todonte (Neoslerocalytus sp.) y parte de la di-fisis y del extremo distal del fmur de otro gip-todonte (Doedicurus sp). Adems, se hallaron142 huesos drmicos que podran corresponderal megaterio. Con respecto a las especies demenor tamao, las partes anatmicas presen-tes son muy escasas (slo 14). Todas las espe-cies se encuentran representadas por un nicoindividuo.

    Figura 6. Planta de la excavacin del sitio Campo Laborde.

    Figura 7. Imgenes donde se observa la distribucinde la gran cantidad de huesos de megamamferos.

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    Patrimonio, ciencia y comunidad

    Cronologa de las ocupaciones

    Las dataciones radiocarbnicas realizadas mediante el mtodo de Carbono 14 permiten obtenerla antigedad de los materiales orgnicos que se hallan en la naturaleza (e.g. hueso, madera,carbn, semillas, etc.), los cuales, en muchos casos, son hallados en los sitios arqueolgicos. Dadoque el Carbono 14 es un istopo inestable que se encuentra en un organismo, su concentracininicial del 100% Carbono Orgnico (pCM), comienza a disminuir (desintegracin radioactiva) enfuncin del tiempo transcurrido desde su muerte, mediante una constante fsica que es de 5.568aos. Es decir, la concentracin inicial del 100 pCM en el organismo se reduce a 50 pCM cuan-do pasan 5.568 aos (perodo de semidesintegracin del C-14), y as sucesivamente. De esta forma,midiendo la concentracin de Carbono 14 que queda en la muestra enviada a datar, podemos cal-cular la edad de la muerte de ese organismo (Figini 2004).Dos mtodos son utilizados para realizar dataciones radiocarbnicas: Standard y AMS. El primermtodo mide el nmero de emisiones beta y es necesaria una muestra que posea un mnimo de4 g de carbono. El segundo mide el nmero de tomos de C-14 y solo se necesitan unos miligra-mos de carbono. Entre los problemas que presenta la utilizacin de este mtodo podemos men-cionar: a) contaminacin de la muestra a datar por la incorporacin de carbono alctono y de dife-rente edad, lo cual implica un error en la determinacin de la edad C-14 verdadera; b) el efectoreservorio que poseen algunos componentes en la naturaleza y, en algunos casos, la muestra adatar puede tener un reservorio de cientos de aos y c) no pueden estimarse cronologas de mate-riales orgnicos que poseen ms de 40.000 aos (Figini 2004).Las edades estn expresadas en aos radiocarbnicos antes del presente, tal como son informa-dos por los laboratorios de dataciones de C-14 de todo el mundo. Sin embargo, los aos radio-carbnicos no coinciden exactamente con los aos calendricos y a medida que tenemos edadesms antiguas, esta diferencia se hace mayor. Esto es porque se ha observado una diferencia entreambos aos debido a que la concentracin de C-14 en la atmsfera no ha sido siempre la mismay esto ha afectado la cantidad de C-14 que absorbe un organismo, lo que a la postre es lo que semide y se traduce en aos antes del presente (AP.). Para los fines de este trabajo, dejaremos losaos radiocarbnicos como unidad de medida tal como ha sido informado por los laboratoriosque hicieron las dataciones, pero hay que tener en cuenta que la edad real (o sea, aquella expre-sada en aos calendricos) es un poco ms antigua. Aproximadamente esta diferencia es de 2.000aos cuando estamos en los 10.000 aos radiocarbnicos antes del presente.La cronologa del sitio La Moderna ha sido siempre problemtica y controversial debido a las dis-crepancias obtenidas de los fechados radiocarbnicos (Carbono 14). Por estas razones, se han rea-lizados mltiples dataciones, primero sobre colgeno obtenido de los restos seos de Doedicurusclavicaudatus y, posteriormente, sobre materia orgnica de los sedimentos extrados del Com-ponente Inferior. Problemas similares han surgido con los fechados sobre colgeno de los restosseos de Megatherium am ericanum obtenidos del sitio Campo Laborde. Se han realizado tam-bin otro tipo de dataciones (OCR) para determinar cundo se produjo el evento de ocupacindel sitio (ver Tabla I).En el sitio La Moderna, el primer resultado radiocarbnico sobre un hueso de Doedicurus clavi-caudatus fue un fechado standard que produjo una edad de 6.550 160 aos antes del presen-te (AP.), la cual fue considerada demasiado joven ya que los sitios que presentaban asociacionesentre restos seos de megamamferos y desechos de piedra se ubicaban cronolgicamente en latransicin Pleistoceno-Holoceno (ca. 10.000 aos AP.). Posteriormente, se obtuvo un segundofechado mediante AMS que dio una edad mucho ms antigua, de 12.350 370 aos AP. Con elobjetivo de resolver la gran discrepancia entre ambas dataciones, se hicieron dos nuevos fecha-dos adicionales sobre la ltima muestra sea, pero con un pretratamiento de laboratorio ms deta-llado para tratar de identificar posibles contaminantes durante la extraccin del colgeno. Estasdataciones, tambin realizadas en AMS, produjeron edades de 7.010 100 aos AP. y 7.510 370 aos AP. Por ltimo, una nueva datacin sobre una tercera muestra de colgeno de Doedi-

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    Captulo 7. Las primeras poblaciones indgenas de la regin

    curus clavicaudatus dio un resultado de 7.460 80 aos AP. (Politis 1984; Politis y Gutirrez1998).Finalmente, como parte de un acercamiento geocronolgco de los sitios tempranos pampeanos,se dataron dos muestras de materia orgnica de sedimentos tomadas de la unidad transicional(a) sobre el perfil norte de la cuadrcula 8 del sitio (ver Geologa y Estratigrafa de los sitios). Unade las muestras dio una edad de 8.284 63 aos AP. La segunda muestra extrada de los sedi-mentos asociados directamente con el nivel arqueolgico (dos microlascas de cuarzo cristalinofueron recuperadas de esta unidad durante la realizacin del muestreo) arroj una edad de 7.417 107 aos AP. (Tabla I). En consecuencia, la serie de fechados radiocarbnicos conseguidos sobredistintos tipos de materiales (huesos y sedimentos) ha permitido plantear que la cronologa delComponente Inferior del sitio La Moderna se encontrara entre los 7.000 y 7.500 aos AP. (Poli-tis et al. 2003).Por su parte, del sitio Campo Laborde se enviaron, en diferentes etapas, once muestras de hue-sos de megamamfero extinguido para realizar dataciones radiocarbnicas mediante AMS. Cincode las muestras no posean suficiente colgeno y fallaron en obtener una edad absoluta, mientrasque las seis restantes s produjeron dataciones radiocarbnicas. Los dos primeros fechados fue-ron realizados sobre dos costillas distintas de Megatherium americanum . Una de las costillas diouna edad de 7.750 250 aos AP. y la otra 8.080 200 aos AP. Una tercera datacin obtenidasobre un hueso largo de un megamamfero, que no pudo ser determinado taxonmicamente,arroj una edad de 8.720 190 aos AP. (Tabla I) (Messineo y Politis en prensa).Posteriormente, tres nuevas dataciones fueron realizadas sobre un metapodio, un tercer meta-carpo y una falange de Megatherium am ericanum . Los fechados obtenidos sobre el colgeno deestos huesos dieron edades de 9.730 290 aos AP., 7.630 460 aos AP. y 6.740 480 aosAP., respectivamente (Tabla I). Aunque este amplio rango cronolgico necesita ser reevaluado enel contexto de nuevas dataciones radiocarbnicas sobre diferentes huesos y realizadas en otroslaboratorios, este grupo de edades ubica al componente arqueolgico del sitio Campo Laborde enel Holoceno temprano (entre 9.700 y 6.700 aos AP.). Este rango cronolgico est en concordan-cia con la edad esperada en base a los estudios geolgicos y a la posicin estratigrfica de dichocomponente (Messineo y Politis en prensa).

    LM-1

    LM-2-4 *

    LM-2-4

    LM-2-4

    LM-1-4

    C-MQ8-1

    C-MQ8-2

    Doedicurus clavicaudatus

    Doedicurus clavicaudatus

    Doedicurus clavicaudatus

    Doedicurus clavicaudatus

    Doedicurus clavicaudatus

    Materia orgnica

    Materia orgnica

    Beta-7824

    TO-1507

    TO-1507-1

    TO-1507-2

    TO-2610

    DRI-3012

    DRI-3013

    6.555 160

    12.350 370

    7.010 100

    7.510 370

    7.460 80

    8.356 65

    7.448 109

    FCS.CLA.28

    FCS.CLA.99

    FCS.CLA.100

    FCS.CLA.154

    FCS.CLA.211

    FCS.CLA.1979

    Megatherium americanum

    Megatherium americanum

    Megamamfero indet.

    Megatherium americanum

    Megatherium americanum

    Megatherium americanum

    AA-55117

    AA-55118

    AA-55119

    AA-71665

    AA-71666

    AA-71667

    7.750 250

    8.080 200

    8.720 190

    9.730 290

    7.630 460

    6.740 480

    Tabla I. Fechados obtenidos para los sitios La Moderna y Campo Laborde.

    * Fechado cuestionado por ser el nico que muestra grandes discrepancias con el resto de las datacionesde Carbono 14 del sitio.

    La M

    odern

    a

    Com

    ponente

    Infe

    rior

    Sitio Muestra Material Fechado N de Laboratorio Edad 14C AP

    Cam

    po

    Labord

    e

  • 152

    Patrimonio, ciencia y comunidad

    Los anlisis realizados indican que slo algunoshuesos de megaterio y liebre patagnica muestranevidencias de modificaciones humanas. Por un lado,una costilla de megaterio posee varias huellas de corte(Figura 8) y dos fragmentos de costillas han sido inter-pretados como instrumentos expeditivos los cualesexhiben en el borde de la fractura un redondeado ypulido producto de su uso (Figura 9). Adems, algu-nos huesos de este perezoso extinguido poseen unpatrn de fractura helicoidal, que pudo ser el resul-tado de un impacto intencional con algn percutor

    de piedra cuando los huesos se hallaban en estadofresco, o sea cuando el animal estaba recin muer-to. La causa de estas fracturas puede vincularse a laextraccin de la mdula sea de los huesos (tuta-no) o a la confeccin de los instrumentos. Por otrolado, una tibia correspondiente a la liebre patagni-ca presenta huellas de corte en la parte media delhueso producida por un instrumento de piedra.

    En el sitio Campo Laborde se recuperaron 131restos lticos, de los cuales dos son instrumentosy los dems corresponden a los desechos de tallaproducidos durante la confeccin y la reactivacinde los instrumentos (la mayora son microdese-chos menores a 1 cm). La roca ms abundantees la cuarcita (casi el 50%) proveniente del estra-to superior del Grupo Sierras Bayas del SistemaSerrano de Tandilia. Las otras materias primas pre-sentes son la ftanita (25,95%) y la doloma sili-cificada (17,56%). Ambas rocas afloran tambinen el mismo sistema serrano. En muy bajos por-centajes se hallaron el cuarzo y otras rocas que nopudieron ser an determinadas.

    Los dos instrumentos hallados durante la exca-vacin estaban en estrecha asociacin con los hue-sos de megaterio (Figura 10). Ambos artefactosestaban confeccionados sobre cuarcita y habransido descartados en el sitio porque se rompieron(posiblemente la fractura se produjo cuando losinstrumentos estaban siendo utilizados en el pro-cesamiento de la presa cazada). Uno de los ins-trumentos ha sido interpretado como la base deuna punta de proyectil lanceolada que fue realiza-da mediante retoques bifaciales y, el otro, comouna raedera confeccionada sobre una lascamediante retoques unifaciales (Figura 11).

    Qu sucedi en estos dos sitios?

    Tanto La Moderna como Campo Laborde, brin-dan algunas claves para tratar de reconstruir algu-nos aspectos de la vida de los antiguos grupos ind-genas de la regin pampeana. La Moderna ha sidointerpretado como un sitio donde un gliptodonte(Doedicurus clavicaudatus) fue despostado y car-neado durante un nico evento en el borde de loque fue un antiguo pantano en el Holoceno tem-prano. Sin embargo, no es posible determinar si lapresa fue cazada o carroada. Esta ltima estrate-gia habra consistido en el aprovechamiento opor-tunstico de un animal que podra haber muerto enel pantano por causas naturales. La ausencia dearmas de piedra en el sitio, como por ejemplo, pun-

    Figura 8. Marcas de corte sobre una costilla de Megathe-rium americanum del sitio Campo Laborde.

    Figura 9. Instrumento expeditivo confeccionado sobre unfragmento de costilla de Megatherium americanum.

  • 153

    Captulo 7. Las primeras poblaciones indgenas de la regin

    tas de proyectil o boleadoras, apoyaran la segun-da opcin.

    Para llevar a cabo el procesamiento del ani-mal (descarne, desarticulacin de los huesos, etc.)para su consumo y su posterior traslado a otrossitios, se utilizaron instrumentos poco elabora-dos de cuarzo cristalino (es decir instrumentosinformales) y algunos pocos instrumentos de cuar-cita y doloma silicificada que tenan evidenciasde haber sido ya usados anteriormente (instru-mentos formales que posiblemente llevaban losindgenas de un lado a otro para ser usados envarias tareas) (Politis y Gutirrez 1998). Como yase expres, el cuarzo cristalino es una materiaprima que aparece en las inmediaciones y que porlo tanto estaba disponible para afrontar la tareade carnear a un gliptodonte, una actividad queseguramente requiri de abundantes filos frescosque poda proveer el cuarzo.

    La ausencia de una gran cantidad de unidadesanatmicas que poseen altos rindes econmicos,tanto en grasa como en carne, sugieren que lasmismas fueron transportadas hacia otros sitioscomo los campamentos residenciales, donde seencontrara quizs el resto del grupo. Por su parte,el abandono en el sitio de restos seos sin proce-sar tales como la mandbula, la columna vertebraly parte del caparazn se debe a que estas unida-

    des son muy difciles de transportar por su peso ypor ser de poco rendimiento en carne y grasa.

    Por otro lado, los estudios llevados a cabo enCampo Laborde, sugieren que en el sitio se habracazado y procesado un megaterio, tambin a ori-llas de un antiguo pantano. El fragmento de basede la punta de proyectil podra ser una de las armasutilizadas para cazar a este animal, que fue des-cartada en el sitio porque se fractur cuando, posi-blemente, se estaba dando muerte a la presa.

    Los anlisis tecnolgicos de los materiales lti-cos (e.g. tipos de lascas y los tamaos de los micro-desechos) indican que en el sitio se llevaron a cabolas ltimas etapas de la fabricacin de los instru-mentos lticos y la reactivacin de los filos de lasherramientas que habran sido utilizados para pro-cesar al animal cazado. Cabe destacar que los ins-trumentos recuperados estn exclusivamente con-feccionados sobre cuarcita, los cuales probable-mente fueron abandonados porque se hallabanfracturados y ya habran cumplido su ciclo de vidatil. La ausencia de instrumentos confeccionadossobre otras rocas tales como la ftanita y la dolomasilicificada (rocas que aparecen representadas enlos microdesechos) permite plantear que estos ind-genas emplearon una estrategia conservada, porla cual los instrumentos utilizados para procesar almegaterio fueron transportados hacia otros sitios.Lo que qued en Campo Laborde fueron las lascasproducidas, durante el procesamiento de la presa,cuando se iban embotando los filos de los instru-mentos y estos deban ser reactivados, o sea, reto-cados para generar un nuevo filo cortante.

    Figura 10. Asociacin entre el instrumento depiedra y los restos seos de Megatherium ame-ricanum.

    Figura 11. Instrumentos hallados en el sitioCampo Laborde.

    B: Fragmento de puntade proyectil (la zona depuntos en gris repre-sentara la forma de laotra parte ausente de lapunta).

    A: Artefacto formatiza-do con retoques margi-nales confeccionadosobre una lasca decuarcita.

  • 154

    Patrimonio, ciencia y comunidad

    Los megamamferos explotados en los sitios

    Los m eg a m a m feros hallados en la regin pampeana corresponden a algunos representan-tes nativos que se originaron y desarrollaron por decenas de millones de aos en Sudamricacomo, por ejemplo, los perezosos gigantes (megaterio, milodon y glosoterio), los gliptodontes(lejanos parientes de los armadillos actuales), los toxodontes (un mamfero parecido al hipo-ptamo) y la macrauquenia (un gran herbvoro con ciertas similitudes con los camlidos aun-que de una familia faunstica totalmente distinta). Junto a estos coexistan otros mamferos degran porte provenientes de Amrica del Norte como, por ejemplo, los mastodontes, los caba-llos americanos, un camlido ms grande que los representantes actuales (Hemiauchenia), eltigre diente de sable y el ciervo. Estos inmigrantes ingresaron al continente durante el GranIntercambio Bitico Americano como consecuencia de la formacin del Istmo de Panam haceaproximadamente dos millones de aos (Pasquali y Tonni 2004; Tonni y Pascuali 1998; Cap-tulo 6).Entre las especies de m eg a m a m fer os que presentan evidencias de haber sido explotadasen los sitios arqueolgicos La Moderna y Campo Laborde encontramos a un gliptodonte (Doe-dicurus clavicaudatus) y un megaterio (Megatherium am ericanum , un perezoso gigante).Ambas especies son recuperadas frecuentemente en los sedimentos del Pleistoceno tardo dela Regin Pampeana. Asimismo, se han hallado restos de estas especies en otras regiones delterritorio argentino y en pases limtrofes (e.g. Uruguay y Brasil).

    Doed icur us cla v ica ud a tus: Este mamferocorrespondiente a la Familia Glyptodontidae fueuna de las especies acorazadas de mayor tama-o, cuya longitud total se estima cercana a los 4m y su altura mxima en 1,5 m (Figura III). Estu-dios alomtricos permitieron estimar su peso en1.468 kg (1,4 toneladas) (Faria et al. 1998).Como todos los gliptodontes, esta especie pre-senta un esqueleto externo compuesto por unenorme caparazn ms o menos esfrico (dime-tro superior a los 2 m), formado por placas deformas rectangulares a hexagonales (Figura 4).La regin caudal, tambin protegida por un

    esqueleto externo, est formada por un tubo rgido de 1,10 1,30 m de largo, precedido porvarios anillos compuesto por placas. La parte posterior del tubo caudal con forma de clava(ensanchado y comprimido) posee una serie de depresiones para la insercin de espinas cr-neas, las cuales sirvieron probablemente para la defensa. Los estudios sobre las preferenciasalimenticias de gran parte de los gliptodontes indican que los mismos posean hbitos pasta-dores, sugiriendo que la especie Doedicurus clavicaudatus estaba adaptada a ambientes abier-tos y ridos.

    Mega ther ium am ericanum : Este perezoso gigante cuyo nombre significa Bestia Grande,correspondiente a la Familia Megatheriidae, fue la especie de mayor tamao conocida del Pleisto-ceno sudamericano, cuya longitud super los 5 m (Figura IV). Estudios alomtricos permitieron esti-mar su peso en 6.073 kg (6 toneladas) (Faria et al. 1998). Sus miembros terminaban en fuertesgarras y posea una cola con poderosas implantaciones musculares lo cual llev a postular a los inves-tigadores que dicho animal poda caminar en posicin erguida o bpeda, utilizando la cola comoapoyo. Esta adaptacin al bipedismo implica que los miembros delanteros quedaban libres para rea-lizar otras actividades no relacionadas con la locomocin como, por ejemplo, el uso agresivo de lasenormes garras que posea. El megaterio era un animal herbvoro y posiblemente de hbitos solita-rios, aunque ltimamente se ha planteado que podra ser ocasionalmente un comedor de carroa

    Figura III. Esqueleto deDoedicurus clavicauda-

    tus (los huesos en grisson los hallados en el

    sitio La Moderna).

  • En el sitio Campo Laborde se encontr repre-sentado una gran proporcin del esqueleto delmegaterio, tanto de los huesos del esqueleto apen-dicular (miembros) como axial (vrtebras). Estaalta representacin de unidades en el sitio de cazay procesamiento sugiere que los indgenas trans-portaron a los campamentos residenciales prin-cipalmente tejidos blandos (carne y grasa), aban-donando en el lugar los pesados huesos ya des-carnados.

    Las evidencias obtenidas en La Moderna yCampo Laborde son similares en varios aspectos:la antigedad de las ocupaciones de los sitios escoincidente (Holoceno temprano), poseen casi lamisma situacin topogrfica y ubicacin en el pai-saje (paleopantanos o ambientes lagunares), unasecuencia estratigrfica equivalente y una asocia-cin faunstica comparable. Ambos sitios seran elresultado del uso de lugares pantanosos (los cua-les se ubicaban en las cabeceras de lo que hoyson los arroyos Azul y Tapalqu) como lugares dematanza o carroeo de grandes mamferos pleis-tocnicos. Los mismos parecen corresponder a unnico evento. En base a la posicin estratigrficay a las dataciones radiocarbnicas, los contextosarqueolgicos de los sitios se ubican cronolgica-mente en el Holoceno temprano, con posteriori-dad a la extincin de gran parte de la fauna pleis-tocnica, indicando la supervivencia de algunasde estas especies ms all del lmite Pleistoceno-Holoceno (ca. 10.000 aos AP.).

    Adems de las similitudes entre los dos sitiosen cuanto a la funcionalidad, a la explotacin de

    las especies faunsticas y a las rocas utilizadas, seobservan diferencias en las estrategias de obten-cin de las presas y en el tratamiento que se hizode los recursos lticos. Tal como se mencion msarriba, se propone que en La Moderna el consu-mo del gliptodonte habra sido el resultado de unaestrategia de carroeo, posiblemente como partede un encuentro casual con el animal ya muertonaturalmente o moribundo. Las evidencias indi-can que la explotacin del megaterio en CampoLaborde habra sido producto de una estrategia decaza, probablemente con lanzas que posean pun-tas lticas.

    En lo que respecta a las diferencias en el usode los recursos lticos, se puede mencionar que,aunque en los dos sitios se identific el uso de ins-trumentos tallados con mucha elaboracin sobrealgunas de las rocas (e.g. cuarcitas, ftanitas y dolo-mas silicificadas), en La Moderna se reconoci elempleo de una estrategia expeditiva sobre el cuar-zo, debido a que se utilizaron filos naturales e ins-trumentos con escasos retoques (lascas sin estan-darizacin en sus formas) para procesar al glip-todonte y fueron abandonados en el sitio, una vezusados. Es importante mencionar que todas lasmaterias primas halladas en los sitios provienende afloramientos ubicados en el Sistema Serranode Tandilia. Sin embargo, la doloma silicificada yla ftanita corresponden a rocas locales, aflorantesen las Sierras Bayas de Olavarra (ver Captulo 8),distante aproximadamente a unos 20 a 30 km delos sitios, mientras que la cuarcita sera una mate-ria prima no local cuyo afloramiento se encuentraa ms de 100 km.

    155

    Captulo 7. Las primeras poblaciones indgenas de la regin

    (carne). Los estudios relacionados con la dieta indi-can que esta especie fue probablemente un ramo-neador generalizado, es decir que su alimentacinconsista en una mezcla de ramas pequeas, arbus-tos, hojas y frutas, aunque pudo haber sido msselectivo y capaz de consumir carne como un recur-so energtico alternativo (omnvoro) (Bargo 2003).Los anlisis paleoecolgicos sugieren que los mega-terios habitaron ambientes ridos a semiridos mstemplados y abiertos. Algunos estudios realizadosen los ltimos aos indican que estos megamam-feros (megaterios y gliptodontes) tendran metabo-lismos muy bajos y el nmero de individuos serarelativamente escaso debido a la reducida tasa dereproduccin y al prolongado perodo de gestacin.

    Figura IV. Esqueleto deMegatherium america-

    num (los huesos en grisson los hallados en elsitio Campo Laborde).

  • 156

    Patrimonio, ciencia y comunidad

    El poblamiento temprano de laregin

    Existen varios modelos sobre el poblamientode Amrica que abordan el tema de cmo, cun-do y por dnde se produjeron las primeras migra-ciones humanas al nuevo continente. Estos mode-los presentan edades y rutas de acceso diferentesa partir del estudio de distintas lneas de eviden-cia como son los estudios lingsticos, genticos,paleoambientales y arqueolgicos. Si bien los dis-tintos modelos de poblamiento estn en continuodebate y sujetos a nuevos hallazgos, metodologase interpretaciones, es posible remarcar algunastendencias que tienen mayor consenso entre losinvestigadores. En este sentido, el modelo queparece ser ms slido es aquel que propone quelos indgenas americanos provienen de ancestrosdel Este asitico y que llegaron al continenteentrando por el noroeste en algn momento duran-te el Pleistoceno final.

    En lo que respecta a las vas de entrada de lasprimeras migraciones de poblaciones humanas alcontinente americano se ha postulado diferentesaccesos. En trminos generales se propone unaruta costera y otra continental. La primera hipte-sis sostiene que las poblaciones humanas migra-ron a travs de la costa Pacfica y que los sitiosarqueolgicos ms tempranos se encontraranactualmente bajo agua debido a los cambios dela lnea de costa luego del derretimiento de losgrandes glaciares. En segundo lugar, quienes pro-pugnan la ruta continental, postulan al Estrechode Bering como la va de entrada de las distintasoleadas de migraciones humanas. Este estrechose haba transformado en un puente terrestre queuna ambos continentes en gran parte del Pleisto-ceno debido al descenso del nivel del mar duran-te las glaciaciones. Esta ruta es la que presentaactualmente mayor aceptacin por parte de losinvestigadores. Sin embargo, todava no est claroel momento exacto en que se produjeron lasmigraciones iniciales al continente y han sido plan-teadas varias alternativas para explicar el procesode poblamiento. Uno de los modelos postula unallegada muy temprana al continente (ms de100.000 aos atrs), mientras que en el otroextremo, el modelo ms conservador plantea unaentrada muy tarda, hace aproximadamente unos12.000 aos AP. Sin embargo, una gran parte delos investigadores adhieren a un tercer modelointermedio, que propone que el poblamiento seprodujo en los momentos finales del Pleistoceno,

    en algn perodo entre los 20.000 y los 15.000aos AP.

    Los sitios arqueolgicos que presentan evi-dencias que permiten discutir el poblamiento tem-prano de la regin pampeana se hallan localiza-dos en dos reas diferentes de la regin: el Sis-tema Serrano de Tandilia y la llanura adyacente,ubicada entre este sistema serrano y el de Ven-tania (Figura 12). En las serranas de Tandilia lostrabajos de dos equipos de investigacin dirigi-dos por Nora Flegenheimer y Diana Mazzanti hanproducido una gran cantidad de informacinsobre los primeros indgenas que habitaron laregin (ver entre otros Flegenheimer 1986-1987;Flegenheimer y Bayn 1999; Mazzanti 1997,1999; Mazzanti y Quintana 2001, entre otros).La mayora de los sitios descubiertos se localizanen cuevas y aleros (e.g. Cueva Tixi, Cueva El Abra,Abrigo Los Pinos, Cueva Burucuy, Cueva LaBrava, Amalia sitio 2, Los Helechos, Cerro LaChina 1, etc.), aunque algunos han sido registra-dos a cielo abierto (e.g. Cerro La China 2 y 3,Cima del Cerro El Sombrero). Por otra parte, enel rea Interserrana los sitios se han hallado ni-camente a cielo abierto y se localizan prximos alos cuerpos de agua (Arroyo Seco 2, Paso Otero5 y El Guanaco) (ver Bayn et al. 2004; Mart-nez 2001). La antigedad de los sitios ms tem-pranos en el Sistema Serrano de Tandilia estcomprendida entre los ca. 11.150 y 9.500 aosAP. y en el rea Interserrana entre los ca. 12.200y 10.000 aos AP. En este ltimo sector se hanencontrado una menor densidad de sitios aunqueun mayor nmero de especies animales de grantamao cazadas en relacin a los de la sierra(Martnez 2001; Martnez y Gutirrez 2004). Asi-mismo, llama la atencin la ausencia de sitiosarqueolgicos en otros sectores de la regin pam-peana y se ha propuesto tambin que algunos delos sitios ms tempranos podran estar actual-mente bajo el agua debido a que la lnea de costade la provincia de Buenos Aires estaba a dece-nas de kilmetros hacia el Este en el momentoinicial de ocupacin (Figura 12).

    Las evidencias arqueolgicas de este pobla-miento inicial indican que a finales del Pleisto-ceno (ca. 12.000-11.000 aos AP.) las llanuraspampeanas de Argentina estaban ocupadas porbandas de cazadores-recolectores. Estos datosno apoyan el modelo de un poblamiento tardodel continente (o sea de aproximadamente12.000 aos) pero tampoco tiene una antige-

  • para poder confeccionar sus instrumentos. Las fuen-tes de materias primas en la regin pampeana seencuentran heterogneamente distribuidas y los sec-tores en donde se han identificado su explotacin yutilizacin son los sistemas de Tandilia y Ventania,la costa Atlntica y afloramientos menores en el reaInterserrana (ver Captulo 8, Figura 4).

    Se propone que la estrategia de aprovisiona-miento dominante de estas rocas habra consisti-do en el acceso directo a los afloramientos debi-do a la alta movilidad que posean los gruposhumanos y a la suposicin de que durante estasetapas de ocupacin de la regin la densidadhumana habra sido muy baja. Esto implicaba,entre otras cosas, que las bandas de cazadores-recolectores no necesitaban competir entre s paraobtener los recursos necesarios para la subsisten-

    157

    Captulo 7. Las primeras poblaciones indgenas de la regin

    dad muy alta. En consecuencia, las evidenciasarqueolgicas provenientes de la regin pampea-na apoyaran el modelo de poblamiento queplantea que los primeros grupos humanos quearribaron al continente americano debieron lle-gar aproximadamente entre los 20.000 y15.000 aos AP. (Flegenheimer et al. 2006;Politis et al. 2004).

    Una vez en la regin pampeana, esto es haceaproximadamente 12.000 aos atrs, y luego deun lento proceso de expansin a lo largo y a lo anchodel continente, estos primeros pobladores debieronenfrentar una serie de problemas, muchos de loscuales son propios de una situacin de exploracinde un nuevo territorio. Uno de estos problemas, qui-zs uno de los ms graves, fue el abastecimiento demateria primas, es decir de rocas de buena calidad

    Figura 12. Ubicacin de los sitios tempranos en la Regin Pampeana.

  • 158

    Patrimonio, ciencia y comunidad

    El ambiente durante el poblamiento inicial

    El poblamiento pampeano y su desarrollo posterior han sido discutidos en los ltimos aos enel marco de la evolucin ambiental regional. Numerosas investigaciones multidisciplinariasindican que durante el Pleistoceno final y el Holoceno temprano (entre los 12.000 y 7.000 aosAP.) la Regin Pampeana sufri modificaciones en las condiciones climticas y ambientales,las cuales generaron cambios en la distribucin y en la presencia de las especies de flora y fauna.Dichas transformaciones hicieron que la regin estuviera constituida por una diversidad deambientes con recursos heterogneamente distribuidos, que variaron significativamente enlos distintos momentos de ocupacin.A fines del Pleistoceno (ca. 12.000-10.000 aos AP.) las evidencias paleoambientales obteni-das en el arroyo Tapalqu sugieren que en las llanuras pampeanas primaban condiciones cli-mticas ms fras que las actuales en ambientes semiridos a ridos (Figura V). Los estudiosde polen realizados sobre muestras provenientes de la parte superior del Miembro Guerrerode la Formacin Lujn (ca. 10.700 aos AP.) sugieren el desarrollo de una estepa herbcea concomunidades bajas de interdunas en un clima subhmedo-seco (Prieto 1996). Otros estudiospaleoclimticos realizados sobre anlisis isotpicos de gasterpodos y restos fsiles de verte-brados concuerdan con las evidencias polnicas indicando un incremento en la aridez (climams seco) relacionado a un perodo fro que se desarrollo en el rea (Bonadonna et al. 1995;Tonni et al. 1999). Adems, la lnea de costa actual de la provincia de Buenos Aires estaba des-plazada casi 100 km hacia el Este, debido al descenso del nivel del mar, lo que produjo unamayor superficie continental emergida.

    Los diferentes datos paleoambientalesindican que los grupos cazadores-recolec-tores que ocuparon la regin en pocasmuy tempranas, lo hicieron bajo un climahostil, ms fro y seco que el actual, en uncontinente ms ancho y con una cubiertavegetal totalmente diferente a la que cono-cemos hoy en da.Durante el lmite Pleistoceno-Holoceno(ca. 10.000 aos AP.) se desarroll en laregin el paleosuelo Puesto Callejn Viejoque indica el establecimiento de condicio-nes climticas de mayor humedad simila-res a las actuales. Este suelo ubicado entrelos Miembros Guerrero y Ro Salado puederepresentar un primer momento de mayortemperatura y humedad ligado a la fase dedeglaciacin que se estaba produciendo engran parte del continente americano.

    En los inicios del Holoceno, estratigrficamente ubicado en la parte inferior del Miembro RoSalado de la Formacin Lujn (entre 10.000 y 8.000 aos AP.), se comprob mediante estu-dios de polen, la presencia de una vegetacin caracterstica de lagunas y depresiones pantano-sas, la cual presupone la existencia de un clima subhmedo-hmedo. Hacia los 8.000 aos AP.se produjo un cambio en el polen, indicando el establecimiento de praderas hmedas, dondepredominaron las gramneas (Prieto 1996). Sin embargo, los datos isotpicos de la base delMiembro Ro Salado y la fauna de vertebrados indican un deterioro climtico relacionadocon una fase ms rida, donde domin en algunos sectores la sedimentacin elica que pre-cedi al "Optim un clim tico" o "Hipsiterm al" del Holoceno medio (Bonadonna et al. 1995).

    Figura V. Cambios de la temperatura durante elPleistoceno final y Holoceno (tomado y modifica-do de Carlini y Tonni 2000).

  • 159

    Captulo 7. Las primeras poblaciones indgenas de la regin

    cia: rocas, animales, plantas, etc. La alta movili-dad espacial de estas primeras bandas explica loshallazgos de rocas de diferentes procedencias enlos sitios arqueolgicos. Adems, en algunos sitiosse han recuperado rocas exticas provenientes deUruguay (de distancias mayores a los 500 km)que fueron utilizadas en la confeccin de artefac-tos altamente conservados, mediante una tcni-ca de reduccin bifacial. Esto apoya tambin losamplios rangos de movilidad o intercambio quedebieron tener estos grupos.

    Los cazadores-recolectores tempranos del Conosur americano compartieron entre s una tecnolo-ga ltica similar, cuya particularidad mayor fue laconfeccin y el uso de un modelo particular de puntade proyectil, denominada cola de pescado (Figu-ra 13). Este parece haber sido el tipo de punta exclu-yente en la regin pampeana durante gran parte delperodo inicial de ocupacin (entre 11.000-10.000aos AP.). Este tipo de puntas se encuentra en abun-dancia en los sitios de las serranas de Tandilia comoen algunos de los sitios de la llanura (Paso Otero 5por ejemplo). Con posterioridad, ya en el Holocenotemprano, este modelo de punta es reemplazado porotros que incluyen a las triangulares medianas sinpednculo (halladas en los entierros del sitio Arro-yo Seco 2 y datadas en ca. 7.600 aos AP.) y laslanceoladas, como la que se encontr fracturada enel sitio Campo Laborde (Figura 11).

    Cabe destacar que existen diferencias en cuan-to a la diversidad y frecuencia de artefactos lticosentre los dos sectores de la regin donde se regis-tran evidencias de ocupaciones humanas tempra-nas. En este sentido, en los sitios del SistemaSerrano de Tandilia estn presentes una gran varie-dad de instrumentos y las distintas etapas de pro-duccin de dichos instrumentos. Contrariamente,el registro arqueolgico de los sitios de la llanura

    Interserrana est bsicamente compuesto por unaalta frecuencia de desechos lticos producto de lamanufactura final de los artefactos y la escasa pre-sencia de instrumentos formales, que en su mayo-ra se encuentran fracturados. Esto seguramente

    Figura 13. Puntas de proyectil del tipo "cola de pescado" halladas en distintossectores de la Regin Pampeana. Referencias: 1-2: Cerro La China, Argenti-na (Tomada de Zrate y Flegenheimer 1991), 3: Lobos, Argentina (Tomadade Eugenio 1983), 4: San Cayetano, Argentina (Tomada de Politis 1991) y5-6: puntas fragmentadas (sin pednculo) del sitio Paso Otero 5 (Tomada deArmentano et al. 2007).

    Posteriormente, durante el Holoceno medio (6.500-3.500 aos AP.) se registr paulatinamen-te una tendencia hacia el incremento en la temperatura y la humedad, con niveles del mar msaltos (entre 2 y 2,5 m) que los actuales, cubriendo algunas partes costeras del territorio bonae-rense (Figura V). Durante los ltimos 3.500 aos AP. (Holoceno tardo) las caractersticas vege-tales estn relacionadas a tpicas formas del paisaje de un clima rido-semirido, tales comopaleodunas y zonas bajas y la presencia de especies animales relacionadas con climas secos yridos (Fidalgo et al. 1986; Prieto 1996; Tonni et al. 1999). Estos cambios climticos culmina-ron a fines del Holoceno tardo (ca. 1.000 aos AP.) con el establecimiento de las condicionesclimticas modernas. Actualmente, la zona de estudio posee un clima templado hmedo influen-ciado por el efecto moderador que ejerce el ocano Atlntico. La temperatura media anual esde 14,2C (ver Captulo 8).

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    Patrimonio, ciencia y comunidad

    debi estar relacionado con la disponibilidad enlas sierras de materia prima de calidad en abun-dancia, mientras que en la llanura esta consti-tua un bien escaso.

    El otro gran desafo que debieron enfrentar losprimeros cazadores-recolectores que llegaron a laregin fue el de la obtencin de alimentos, sobretodo los de origen animal, que aparentemente erancentrales en su dieta. En los sitios arqueolgicosse hall una gran diversidad de especies que fue-ron explotadas de diferente manera por estos gru-pos pioneros. Entre las especies explotadas seencuentran en primer orden los grandes mamfe-ros extinguidos, tales como megaterios, gliptodon-tes, caballos americanos y camlidos. Tambin secazaron y consumieron otros animales de menortamao como son el guanaco y el venado de laspampas, la liebre patagnica, los roedores y lasaves, como el and.

    Adems, es posible que los recursos vegetales(sobre todo los frutos de los rboles y arbustos deespecies de los bosques del Espinal y del Monte)hayan sido importantes en la dieta. Sin embargo,esta informacin es difcil de contrastar arqueol-gicamente debido a que la regin pampeana noposee condiciones favorables para la preservacinde este tipo de material orgnico. Una de las posi-bles vas para investigar esta cuestin es el estu-dio de los istopos del carbono (13C) y del nitrge-no (15N) en los huesos humanos. Este tipo de an-lisis est empezando a dar algunos resultados inte-resantes para identificar qu parte de la dieta erade origen animal y cul era de origen vegetal. Losresultados obtenidos en esqueletos datados en elHoloceno temprano (ca. 7.800 a 6.300 ao AP.)recuperados en Arroyo Seco 2 estn siendo anprocesados (Politis et al. en prensa).

    Cabe destacar, que las decisiones de los gru-pos humanos en el pasado respecto de qu pre-sas consumir, no dependieron exclusivamente defactores ecolgicos y econmicos. Una ampliagama de cuestiones vinculadas al dominio ideo-lgico y a las prcticas sociales (e.g. preferenciasy tabes alimenticios, creencias, mitos, etc.) debie-ron tambin jugar un rol significativo en las deci-siones de consumo. En este sentido, es sugestivomarcar que tanto en La Moderna como en CampoLaborde se hallaron restos de una especie de gli-podonte (el Neosclerocalyptus) que estaba dispo-nible en la regin probablemente hasta el Holoce-no temprano. Sin embargo, no hay ninguna evi-

    dencia de consumo de este animal en ningn sitiode la regin. Es probable entonces que esta espe-cie no haya formado parte de las presas selec-cionadas para alimento por otras razones diferen-te a lo estrictamente econmico.

    Sea cual fuera la estrategia de obtencin delas presas es probable que la actividad de los pri-meros habitantes del continente haya desencade-nado modificaciones en el medio ambiente de talmagnitud (e.g. incendios de pastizales) que podr-an haber tenido una gran influencia en la extin-cin de los grandes mamferos del Pleistoceno. Eneste sentido, se ha planteado una relacin multi-causal entre los cambios climticos y ambienta-les y la actividad producida por los seres huma-nos para explicar la desaparicin de los grandesmamferos (ver discusin en Politis et al. 1995).

    Comentarios finales

    Como se ha sintetizado y discutido en estecaptulo, la regin pampeana habra sido ocupa-da por los primeros seres humanos hacia el12.200 aos AP., lo que se traducira en aoscalendricos en aproximadamente 14.000 aosatrs. Perecera que estos primeros pobladoresdejaron sus huellas ms visibles en la llanura inter-serrana, en el sitio de Arroyo Seco 2 y, un pocoms tarde, en las cuevas y aleros del sector Sures-te de las serranas de Tandilia. En el centro de laprovincia de Buenos Aires, en la cabeceras de losarroyo Azul y Tapalqu se encuentran los restosde poblaciones posiblemente descendientes de losprimeros pobladores indgenas, quienes, haceunos 8.000 o 7.000 aos atrs, cazaban en lasorillas de los pantanos los ltimos grandes mam-feros que an sobrevivan. Poco tiempo despusla fisonoma de la regin cambiara: estos anima-les pleistocnicos se extinguiran definitivamentey solo quedaron disponibles para la caza anima-les medianos como el guanaco o ms pequeoscon el venado de las pampas, el and y variasespecies de roedores. Sin duda, un men de car-nes mucho menos variado al que estaban acos-tumbrados. Los pastizales pampeanos cambiarontambin como consecuencias de la extincin, yaque no tenan que soportar la presin de consu-mo que ejercan sobre las gramneas los grandesherbvoros que dominaron el Pleistoceno. Paramediados del Holoceno, es decir despus de los7.000 aos AP., la regin pampeana era muy dife-rente a la que haban encontrado los primerospobladores: haba otra composicin faunstica,

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    Captulo 7. Las primeras poblaciones indgenas de la regin

    otra estructura de pastizales y una nueva lneade costa marina. El desafo de estas poblacionesindgenas durante el Holoceno medio fue cmoadaptarse ecolgicamente y socialmente a estenuevo ambiente pampeano y cmo adecuar susnecesidades a esta nueva situacin. Cuando losprimeros espaoles llegaron a la regin, casi 8.000aos despus, la encontraron poblada por gruposcazadores-recolectores que mantenan una formade vida an similar en algunos aspectos a la delos primeros pobladores del Pleistoceno final.Lamentablemente, su capacidad adaptativa, tanexitosa durante ms de 12.000 aos no les sirvipara enfrentar una nueva situacin histrica,impuesta por la conquista europea y con ella se

    perdieron modos de vida ancestrales y legadosculturales singulares, nicos e irrepetibles.

    Nota I. Entre otros se debe mencionar la partici-pacin de Leonardo Daino, Edgardo Benbassat,Delia Irusta, Aldo Pankonin, Liliana Gau, Alejan-dra Perfumo, Joaqun Affonso, Dito Ferreira yCarlos Schroeder.

    Nota II. Las investigaciones efectuadas en el sitioLa Moderna durante 1984 fueron realizadas gra-cias a la inestimable colaboracin del MuseoMunicipal Enrique Squirru de Azul y de Norma yAugusto Mayer, quienes estaban a cargo delmismo.

    Agradecimientos

    A los editores del libro Mara Luz Endere y Jos Luis Prado por la invitacin a participar en este volu-men. Estas investigaciones fueron financiadas por el PICT Nro.04-12777 de la ANPCYT otorgado al Dr.Gustavo Politis y por el subsidio anual otorgado al INCUAPA por la Universidad Nacional del Centro de laProvincia de Buenos Aires.

    Glosario

    Anlisis funcional: es un estudio que se realiza con un microscopio de altos aumentos que permite obser-var en los filos los rastros de uso (micropulidos y estras) que se producen durante las actividades en que fue-ron empleados los instrumentos. A travs de estos estudios se puede determinar si el instrumento fue utili-zado para trabajar madera, hueso, cuero o fibras vegetales; si la actividad se hizo en estado hmedo o secoy si el mismo fue empleado para corta, raspar y/o perforar (es decir los movimientos implicados en su uso).

    Cazadores-recolectores: son bandas formadas por un grupo reducido de individuos que no producen alimen-tos y que obtienen los distintos recursos por medio de la caza de animales grandes y pequeos, como asi-mismo por la recoleccin de otros tipos de productos como, por ejemplo, huevos, vegetales, etc. Estos gru-pos eran considerados altamente mviles (nmades) ya que trasladaban sus campamentos a diferentes zonaspara abastecerse de los recursos necesarios para su subsistencia.

    Efectos tafonmicos: se refieren a las modificaciones que sufren los huesos o los conjuntos de huesos poragentes naturales. Por ejemplo, los carnvoros cuando se alimentan de sus presas suelen dejar marcas deesta actividad en los huesos, siendo el efecto tafonmico ms comn los hoyos realizados con los caninos.

    Estrategias conservadas: se han utilizado cuando las rocas presentes en un determinado ambiente son esca-sas o se hallan distribuidas de forma heterognea en el paisaje. Estas estrategias consisten en no descartaren los sitios los instrumentos confeccionados en esas materias primas mientras puedan seguir siendo utili-zados y transportados hacia otros lugares hasta que sus filos se agoten o se fracturen.

    Estrategias expeditivas: se han empleado cuando las rocas presentes en un determinado ambiente son abun-dantes, de buena calidad y distribuidas homogneamente en el paisaje. En ocasiones, el empleo de estasestrategias ha posibilitado utilizar directamente los filos naturales de las lascas o confeccionar instrumentoscon escasos retoques y sin estandarizacin en sus formas (instrumentos informales). Estos instrumentos fue-ron abandonados enteros (con filos utilizables) en los sitios en que se usaron.

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    Holoceno: perodo de tiempo geolgico ms reciente que se desarroll desde los 10.000 aos AP. hasta laactualidad. Este perodo se caracteriza por condiciones climticas ms benignas (templadas y hmedas) rela-cionadas con la finalizacin de las glaciaciones y ha sido dividido en tres momentos (temprano, medio y tar-do) en relacin a los cambios climticos acontecidos en la regin.

    Instrumentos formales: denominacin de los instrumentos de piedra confeccionados sobre lascas que pre-sentan retoques bien realizados sobre los filos, algunas veces en ambos caras del instrumento (e.g. puntasde flecha). Estos instrumentos estn altamente estandarizados en sus formas y tamaos, implicando una altainversin de trabajo en su fabricacin.

    Instrumentos informales: denominacin de los instrumentos de piedra confeccionados sobre lascas que pre-sentan escasos retoques sobre el filo tallado. Estos instrumentos son realizados sobre distintos tipos de las-cas (no estandarizadas en sus formas y tamaos) y con una baja inversin de trabajo en su fabricacin.

    Pleistoceno: es la primera parte del perodo Cuaternario que ha sido caracterizada como la poca de lasglaciaciones, debido al avance de las grandes masas de hielo sobre los continentes por el descenso de lastemperaturas del planeta. El comienzo de esta poca ha sido estimado en 2 millones de aos, mientras quesu finalizacin habra sido hace 10.000 aos AP.

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