7. analiza el primer parrafo · sucedido a su país natal, ratilandia. una vez allí contó lo que...
TRANSCRIPT
LECTURA 1
Desde hace muchos años el hombre se ha dedicado a cazar ballenas
para aprovechar su grasa.
Antiguamente los balleneros después de buscarlas en los mares, se
acercaban con sus embarcaciones y daban caza a estos enormes animales
con sus arpones lanzados con fuerza.
Hoy en día las ballenas se buscan con radar y los arpones son
disparados con potentes cañones que alcanzan mayores distancias.
Este tipo de caza ha supuesto casi la desaparición de las ballenas.
Algunas especies de ballenas están casi al borde de la extinción; es
decir, que si no se deja de perseguirlas y matarlas, desaparecerán para
siempre de los mares.
Afortunadamente muchos países han firmado unos acuerdos en los
que se prohíbe su caza durante varios años para evitar su desaparición.
Pero otros siguen aún matándolas.
1. ¿Por qué se cazan las ballenas?
2. ¿Cómo se cazaban antiguamente las ballenas?
3. ¿Cómo se buscan actualmente las ballenas?
4. ¿ Por qué- se utilizarán los cañones ?
5. Al utilizar cañones y radar, ¿qué ha ocurrido con la ballenas?
6. ¿Cómo titularías esta lectura?
7. Analiza el primer parrafo
8. Copia dos oraciones de la lectura y señala el sujeto y el
predicado.
LECTURA 2
La cima del Everest, la montaña más alta del mundo, con
8.848 metros, recibió por primera vez la visita de los alpinistas españoles.
El Everest fue conquistado por primera vez en 1953 por Hillary, un australiano. Pero todavía ninguna expedición española había conseguido subir a la cumbre.
El primero en pisar la cima fue el vasco Martín Zabaleta, el 14 de mayo de 1980.
El 28 de agosto de 1985, tras dos expediciones anteriores que no pudieron alcanzarla, tres catalanes llegaron a la cima del Everest: Óscar Cadiach, Antoni Sors y Carles Vallés coronaron la montaña.
A su regreso, los alpinistas tuvieron un recibimiento espectacular, al igual que sucedió con Zabaleta.
1.- ¿Quién fue el primer hombre que subió al Everest?
2.- ¿Cuántos metros tiene el Everest?
3.- ¿Quién fue el primer español que subió a la cumbre del Everest?
4.- ¿De dónde era Hillary?
5.- ¿Cómo titularías esta noticia?
6. Analiza el primer párrafo
7. Copia dos oraciones de la lectura y señala el sujeto y el
predicado.
LECTURA 3
Juan José Gisbert, alcalde de Penáguila, pueblo alicantino de cuatro-
cientos habitantes, ha padecido durante quince días el alboroto que un
mono de cuatro años provocaba en la localidad. El mono, que se había
escapado de un “safari” cercano, se entretuvo saltando por los tejados,
tirando tejas a la calle y columpiándose en las antenas de la
televisión. Sin embargo, el número que alcanzó mayor popularidad fue el
protagonizado cuando interrumpió en la iglesia por una cristalera del
campanario mientras se celebraba la misa. Ante el asombro de los
asistentes, el mono se subió en las lámparas y recorrió el pasillo dando
volteretas. Por fin, una vez abiertas las puertas de la iglesia, escapó
tranquilamente a la calle. Los cuidadores del “safari” después de
capturarlo, declararon que el mono y habría regresado antes si los habitante
del pueblo no le hubieran dado plátanos y madalenas durante su visita.
1. ¿Recuerdas el nombre del pueblo donde estuvo escapado el mono?
2. ¿De dónde venía el mono?
3. ¿Por dónde entró el mono en la iglesia?
4. ¿Qué hacía en los tejados?
5. ¿Por qué no volvió antes al "safari"?
6. ¿Cómo podría titularse esta lectura?..................................................
8. Analiza hasta el primer punto.
9. Copia dos oraciones de la lectura y señala el sujeto y el
predicado.
LECTURA 4
Los pescadores acostumbran a medir las distancias en brazas. Para.
medir la profundidad del mar, tiraban una cuerda con una piedra en la
punta. Luego iban recogiendo la cuerda y midiendo las veces que podían
extender los brazos. Así un marinero decía que el fondo del mar estaba a
cinco brazas porque había tenido que recoger la cuerda en cinco ocasiones.
Era una forma de medir porque las brazas eran parecidas de un marinero a
otro. Pero nunca iguales. Dependía de que el marinero fuese grande o
pequeño para que la braza fuera mayor o menor. Existían también otras
medidas. Cada pueblo tenía unas medidas diferentes y era difícil
entenderse. Por ello se pensó en una medida común para todos: el metro. El
metro es la unidad que utilizan casi todos los países. Así las medidas que se
hacen en un país son iguales a las que se hacen en otro.
1. ¿Cómo median los pescadores?
2. ¿Cómo se media una braza?
3. ¿Todas las brazas eran iguales ?
4. ¿Qué medida utilizan muchos países para medir?
5. Dibuja un metro.
7. Analiza el primer parrafo
8. Copia dos oraciones de la lectura y señala el sujeto y el
predicado.
Lectura 5
EL FLAUTISTA DE HAMELÍN
Había una vez... ...Una pequeña ciudad al norte de Alemania, llamada
Hamelín. Su paisaje era placentero y su belleza era exaltada por las riberas de un río ancho y profundo que
surcaba por allí. Y sus habitantes se enorgullecían de vivir en un lugar tan apacible y pintoresco.
Pero... un día, la ciudad se vio atacada por una terrible plaga: ¡Hamelin estaba lleno de ratas!
Había tantas y tantas que se atrevían a desafiar a los perros, perseguían a los gatos, sus enemigos de toda la
vida; se subían a las cunas para morder a los niños allí
dormidos y hasta robaban enteros los quesos de las despensas para luego comérselos, sin dejar una miguita.
¡Ah!, y además... Metían los hocicos en todas las comidas, husmeaban en los cucharones de los guisos que estaban
preparando los cocineros, roían las ropas domingueras de la gente, practicaban agujeros en los costales de harina y
en los barriles de sardinas saladas, y hasta pretendían trepas por las anchas faldas de las charlatanas mujeres
reunidas en la plaza, ahogando las voces de las pobres asustadas con sus agudos y desafinados chillidos.
¡La vida en Hamelin se estaba tornando insoportable! ...Pero llegó un día en que el pueblo se hartó de esta
situación. Y todos, en masa, fueron a congregarse frente al Ayuntamiento.
¡Qué exaltados estaban todos!
No hubo manera de calmar los ánimos de los allí reunidos. -¡Abajo el alcalde! -gritaban unos.
-¡Ese hombre es un pelele! -decían otros.
-¡Que los del Ayuntamiento nos den una solución! -exigían los de más allá.
Con las mujeres la cosa era peor. -Pero, ¿qué se creen? -vociferaban-.
¡Busquen el modo de librarnos de la plaga de las ratas! ¡O hallan el remedio de terminar con
esta situación o los arrastraremos por las calles! ¡Así lo haremos, como hay Dios!
Al oír tales amenazas, el alcalde y los concejales quedaron consternados y temblando de miedo.
¿Qué hacer?
Una larga hora estuvieron sentados en el salón de la
alcaldía discurriendo en la forma de lograr atacar a las ratas. Se sentían tan preocupados, que no encontraban
ideas para lograr una buena solución contra la plaga.
Por fin, el alcalde se puso de pie para exclamar: -¡Lo que yo daría por una buena ratonera!
Apenas se hubo extinguido el eco de la última palabra, cuando todos los reunidos oyeron algo inesperado. En la
puerta del Concejo Municipal sonaba un ligero repiqueteo. -¡Dios nos ampare! -gritó el alcalde, lleno de pánico-.
Parece que se oye el roer de una rata. ¿Me habrán oído? Los ediles no respondieron, pero el repiqueteo siguió
oyéndose. -¡Pase adelante el que llama! -vociferó el alcalde, con voz
temblorosa y dominando su terror. Y entonces entró en la sala el más extraño personaje que
se puedan imaginar. Llevaba una rara capa que le cubría del cuello a los pies y
que estaba formada por recuadros negros, rojos y
amarillos. Su portador era un hombre alto, delgado y con agudos ojos azules, pequeños como cabezas de alfiler. El
pelo le caía lacio y era de un amarillo claro, en contraste con la piel del rostro que aparecía tostada, ennegrecida
por las inclemencias del tiempo. Su cara era lisa, sin bigotes ni barbas; sus labios se contraían en una sonrisa
que dirigía a unos y otros, como si se hallara entre grandes amigos.
Alcalde y concejales le contemplaron boquiabiertos, pasmados ante su alta figura
y cautivados, a la vez, por su estrambótico atractivo.
El desconocido avanzó con gran simpatía y dijo:
-Perdonen, señores, que me haya atrevido a
interrumpir su importante reunión, pero es que he venido a ayudarlos. Yo soy capaz,
mediante un encanto secreto que poseo, de atraer hacia mi persona a todos los seres que viven bajo el sol. Lo
mismo da si se arrastran sobre el suelo que si nadan en el agua, que si vuelan por el aire o corran sobre la tierra.
Todos ellos me siguen, como ustedes no pueden imaginárselo. Principalmente, uso de mi poder mágico con
los animales que más daño hacen en los pueblos, ya sean topos o sapos, víboras o lagartijas. Las gentes me conocen
como el Flautista Mágico. En tanto lo escuchaban, el alcalde y los concejales se
dieron cuenta que en torno al cuello lucía una corbata roja con rayas amarillas, de la que pendía una flauta. También
observaron que los dedos del extraño visitante se movían
inquietos, al compás de sus palabras, como si sintieran impaciencia por alcanzar y tañer el instrumento que
colgaba sobre sus raras vestiduras.
El flautista continuó hablando así: -Tengan en cuenta, sin embargo, que soy hombre pobre. Por eso cobro por mi
trabajo. El año pasado libré a los habitantes de una aldea inglesa, de una monstruosa invasión de murciélagos, y a
una ciudad asiática le saqué una plaga de mosquitos que los mantenía a todos enloquecidos por las picaduras.
Ahora bien, si los libro de la preocupación que los molesta, ¿me darían un millar de florines?
-¿Un millar de florines? ¡Cincuenta millares!- respondieron a una el asombrado alcalde y el concejo entero.
Poco después bajaba el flautista por la calle principal de Hamelin. Llevaba una fina sonrisa en sus labios, pues
estaba seguro del gran poder que dormía en el alma de su mágico instrumento.
De pronto se paró. Tomó la flauta y se puso a soplarla, al
mismo tiempo que guiñaba sus ojos de color azul verdoso. Chispeaban como cuando se espolvorea sal sobre una
llama. Arrancó tres vivísimas notas de la flauta.
Al momento se oyó un rumor. Pareció a todas las gentes de Hamelin como si lo hubiese producido todo un ejército
que despertase a un tiempo. Luego el murmullo se transformó en ruido y, finalmente, éste creció hasta
convertirse en algo estruendoso. ¿Y saben lo que pasaba? Pues que de todas las casas
empezaron a salir ratas. Salían a torrentes. Lo mismo las ratas grandes que los ratones chiquitos; igual los roedores
flacuchos que los gordinflones. Padres, madres, tías y primos ratoniles, con sus tiesas colas y sus punzantes
bigotes. Familias enteras de tales bichos se lanzaron en
pos del flautista, sin reparar en charcos ni hoyos. Y el flautista seguía tocando sin cesar, mientras recorría
calle tras calle. Y en pos iba todo el ejército ratonil danzando sin poder contenerse. Y así bailando, bailando
llegaron las ratas al río, en donde fueron cayendo todas, ahogándose por completo.
Sólo una rata logró escapar. Era una rata muy fuerte que nadó contra la corriente y pudo llegar a la otra orilla.
Corriendo sin parar fue a llevar la triste nueva de lo sucedido a su país natal, Ratilandia.
Una vez allí contó lo que había sucedido. -Igual les hubiera sucedido a todas ustedes. En cuanto
llegaron a mis oídos las primeras notas de aquella flauta no pude resistir el deseo de seguir su música. Era como si
ofreciesen todas las golosinas que encandilan a una rata.
Imaginaba tener al alcance todos los mejores bocados; me parecía una voz que me invitaba a comer a dos carrillos, a
roer cuanto quería, a pasarme noche y día en eterno
banquete, y que me incitaba dulcemente, diciéndome: "¡Anda, atrévete!" Cuando recuperé la noción de la
realidad estaba en el río y a punto de ahogarme como las demás. ¡Gracias a mi fortaleza me he salvado!
Esto asustó mucho a las ratas que se apresuraron a esconderse en sus agujeros. Y, desde luego, no volvieron
más a Hamelin. ¡Había que ver a las gentes de Hamelin!
Cuando comprobaron que se habían librado de la plaga que tanto les había molestado, echaron al vuelo las
campanas de todas las iglesias, hasta el punto de hacer retemblar los campanarios.
El alcalde, que ya no temía que le arrastraran, parecía un jefe dando órdenes a los vecinos:
-¡Vamos! ¡Busquen palos y ramas! ¡Hurguen en los nidos
de las ratas y cierren luego las entradas! ¡Llamen a carpinteros y albañiles y procuren entre todos que no
quede el menor rastro de las ratas! Así estaba hablando el alcalde, muy ufano y satisfecho.
Hasta que, de pronto, al volver la cabeza, se encontró cara a cara con el flautista mágico, cuya arrogante y extraña
figura se destacaba en la plaza-mercado de Hamelin. El flautista interrumpió sus órdenes al decirle:
-Creo, señor alcalde, que ha llegado el momento de darme mis mil florines.
¡Mil florines! ¡Qué se pensaba! ¡Mil florines! El alcalde miró hoscamente al tipo extravagante que se los
pedía. Y lo mismo hicieron sus compañeros de corporación, que le habían estado rodeando mientras
mandoteaba.
¿Quién pensaba en pagar a semejante vagabundo de la capa coloreada?
-¿Mil florines... ?-dijo el alcalde-. ¿Por qué? -Por haber ahogado las ratas -respondió el flautista.
-¿Que tú has ahogado las ratas? -exclamó con fingido asombro la primera autoridad de Hamelin, haciendo un
guiño a sus concejales-. Ten muy en cuenta que nosotros trabajamos siempre a la orilla del río, y allí hemos visto,
con nuestros propios ojos, cómo se ahogaba aquella plaga. Y, según creo, lo que está bien muerto no vuelve a la vida.
No vamos a regatearte un trago de vino para celebrar lo ocurrido y también te daremos algún dinero para rellenar
tu bolsa. Pero eso de los mil florines, como te puedes figurar, lo dijimos en broma. Además, con la plaga hemos
sufrido muchas pérdidas... ¡Mil florines! ¡Vamos, vamos...!
Toma cincuenta. El flautista, a medida que iba escuchando las palabras del
alcalde, iba poniendo un rostro muy serio. No le gustaba
que lo engañaran con palabras más o menos melosas y menos con que se cambiase el sentido de las cosas.
-¡No diga más tonterías, alcalde! -exclamó-. No me gusta discutir. Hizo un pacto conmigo, ¡cúmplalo!
-¿Yo? ¿Yo, un pacto contigo? -dijo el alcalde, fingiendo sorpresa y actuando sin ningún remordimiento pese a que
había engañado y estafado al flautista. Sus compañeros de corporación declararon también que
tal cosa no era cierta. El flautista advirtió muy serio:
-¡Cuidado! No sigan excitando mi cólera porque darán lugar a que toque mi flauta de modo muy diferente.
Tales palabras enfurecieron al alcalde. -¿Cómo se entiende? -bramó-. ¿Piensas que voy a tolerar
tus amenazas? ¿Que voy a consentir en ser tratado peor
que un cocinero? ¿Te olvidas que soy el alcalde de Hamelin? ¿Qué te has creído?
El hombre quería ocultar su falta de formalidad a fuerza de gritos, como siempre ocurre con los que obran de este
modo. Así que siguió vociferando:
-¡A mí no me insulta ningún vago como tú, aunque tenga una flauta mágica y unos ropajes como los que tú luces!
-¡Se arrepentirán! -¿Aun sigues amenazando, pícaro vagabundo?- aulló el
alcalde, mostrando el puño a su interlocutor-. ¡Haz lo que te parezca, y sopla la flauta hasta que revientes!
El flautista dio media vuelta y se marchó de la plaza. Empezó a andar por una calle abajo y entonces se llevó a
los labios la larga y bruñida caña de su instrumento, del
que sacó tres notas. Tres notas tan dulces, tan melodiosas, como jamás músico alguno, ni el más hábil, había
conseguido hacer sonar. Eran arrebatadoras, encandilaban al que las oía.
Se despertó un murmullo en Hamelin. Un susurro que pronto pareció un alboroto y que era producido por alegres
grupos que se precipitaban hacia el flautista, atropellándose en su apresuramiento.
Numerosos piececitos corrían batiendo el suelo, menudos zuecos repiqueteaban sobre las losas, muchas
manitas palmoteaban y el bullicio iba en aumento. Y como pollos en un gran gallinero, cuando ven llegar al que les
trae su ración de cebada, así salieron corriendo de casas y palacios, todos los niños, todos los muchachos y las
jovencitas que los habitaban, con sus rosadas mejillas y
sus rizos de oro, sus chispeantes ojitos y sus dientecitos semejantes a perlas. Iban tropezando y saltando,
corriendo gozosamente tras del maravilloso músico, al que
acompañaban con su vocerío y sus carcajadas. El alcalde enmudeció de asombro y los concejales también.
Quedaron inmóviles como tarugos, sin saber qué hacer ante lo que estaban viendo. Es más, se sentían incapaces
de dar un solo paso ni de lanzar el menor grito que impidiese aquella escapatoria de los niños.
No se les ocurrió otra cosa que seguir con la mirada, es decir, contemplar con muda estupidez, la gozosa multitud
que se iba en pos del flautista. Sin embargo, el alcalde salió de su pasmo y lo mismo les
pasó a los concejales cuando vieron que el mágico músico se internaba por la calle Alta camino del río.
¡Precisamente por la calle donde vivían sus propios hijos e hijas!
Por fortuna, el flautista no parecía querer ahogar a los
niños. En vez de ir hacia el río, se encaminó hacia el sur, dirigiendo sus pasos hacia la alta montaña, que se alzaba
próxima. Tras él siguió, cada vez más presurosa, la menuda tropa.
Semejante ruta hizo que la esperanza levantara los oprimidos pechos de los padres.
-¡Nunca podrá cruzar esa intrincada cumbre! -se dijeron las personas mayores-. Además, el cansancio le hará soltar
la flauta y nuestros hijos dejarán de seguirlo. Mas he aquí que, apenas empezó el flautista a subir la
falda de la montaña, las tierras se agrietaron y se abrió un ancho y maravilloso portalón. Pareció como si alguna
potente y misteriosa mano hubiese excavado repentinamente una enorme gruta.
Por allí penetró el flautista, seguido de la turba de
chiquillos. Y así que el último de ellos hubo entrado, la fantástica puerta desapareció en un abrir y cerrar de ojos,
quedando la montaña igual que como estaba. Sólo quedó fuera uno de los niños. Era cojo y no pudo
acompañar a los otros en sus bailes y corridas. A él acudieron el alcalde, los concejales y los vecinos,
cuando se les pasó el susto ante lo ocurrido. Y lo hallaron triste y cariacontecido.
Como le reprocharon que no se sintiera contento por haberse salvado de la suerte de sus compañeros, replicó:
-¿Contento? ¡Al contrario! Me he perdido todas las cosas bonitas con que ahora se estarán recreando. También a mí
me las prometió el flautista con su música, si le seguía; pero no pude.
-¿Y qué les prometía? -preguntó su padre, curioso.
-Dijo que nos llevaría a todos a una tierra feliz, cerca de esta ciudad donde abundan los manantiales cristalinos y
se multiplican los árboles frutales, donde las flores se
colorean con matices más bellos, y todo es extraño y nunca visto. Allí los gorriones brillan con colores más
hermosos que los de nuestros pavos reales; los perros corren más que los gamos de por aquí. Y las abejas no
tienen aguijón, por lo que no hay miedo que nos hieran al arrebatarles la miel. Hasta los caballos son
extraordinarios: nacen con alas de águila. -Entonces, si tanto te cautivaba, ¿por qué no lo seguiste?
-No pude, por mi pierna enferma- se dolió el niño-. Cesó la música y me quedé inmóvil. Cuando me di cuenta que esto
me pasaba, vi que los demás habían desaparecido por la colina, dejándome solo contra mi deseo.
¡Pobre ciudad de Hamelin! ¡Cara pagaba su avaricia! El alcalde mandó gentes a todas partes con orden de
ofrecer al flautista plata y oro con qué rellenar sus
bolsillos, a cambio de que volviese trayendo los niños. Cuando se convencieron de que perdían el tiempo y de que
el flautista y los niños habían partido para siempre, ¡cuánto dolor experimentaron las gentes! ¡Cuántas
lamentaciones y lágrimas! ¡Y todo por no cumplir con el pacto establecido!
Para que todos recordasen lo sucedido, el lugar donde vieron desaparecer a los niños lo titularon Calle del
Flautista Mágico. Además, el alcalde ordenó que todo aquel que se atreviese a tocar en Hamelin una flauta o un
tamboril, perdiera su ocupación para siempre. Prohibió, también, a cualquier hostería o mesón que en tal calle se
instalase, profanar con fiestas o algazaras la solemnidad del sitio.
Luego fue grabada la historia en una columna y la pintaron
también en el gran ventanal de la iglesia para que todo el mundo la conociese y recordasen cómo se habían perdido
aquellos niños de Hamelin.
1. Lee el cuento
1. Haz un resumen.
LECTURA 6
SEÑOR DIRECTOR: La decisión del alcalde de acabar con todas las palomas de la
ciudad me ha causado un gran disgusto. Soy un hombre ya mayor y jubilado. La ausencia de estos
animales representaría una pérdida inestimable. Es uno de los pocos placeres que me quedan en la vida. La compañía de las palomas, a quienes les doy miguitas de pan o algún puñado de granos siempre que el tiempo y mi salud me permiten disfrutar del aire libre en cualquier banco del paseo. Comprendo que existen motivos de salud pública por los muchos excrementos que van soltando mientras vuelan. No me atreveré a protestar de que les elimine: pero sí sugiero con el debido respeto a las autoridades: ¿acaso no debería aplicarse primero exterminando las ratas que, en cantidad aterradora, pueblan nuestras alcantarillas, y cuya presencia me resisto a creer menos nociva para la población humana que la de mis amigas las habitantes de los tejados y jardines. Atentamente suyo.
(Francisco Ayala) 1.¿ Quién quiere acabar con las palomas?
2. ¿Por qué -quieren matar las palomas'?
3. ¿Que ocurre a veces cuando las palomas vuelan por encima de la
gente?
4. ¿Qué propone a cambio?
5. Exterminarlas ratas, ¿que significará?
6. Escribe el nombre que le darías a esta lectura:
8. Analiza el primer parrafo
9. Copia dos oraciones de la lectura y señala el sujeto y el
predicado.
LECTURA 7
Un día el canario verde, no sé cómo ni por qué, voló de su
jaula. Era un canario viejo al que no había dado libertad por
miedo a que se muriera de hambre o de frío, o de que se lo
comieran los gatos. Estuvo volando toda la mañana entre los
árboles del huerto, en el pino de la puerta, por las lilas. Los niños
estuvieron toda la mañana también, sentados en la galería, viendo
los breves vuelos del pajarillo amarillento. Libre revoloteaba
junto a los rosales, jugando con una mariposa.
A la tarde, el canario se vino al tejado de la casa grande, y
allí se quedó largo tiempo. De pronto, y sin saber nadie ni por
qué, apareció en la jaula, otra vez alegre. ¡Qué alegría en el
jardín! Los niños saltaban, tocaban las palmas; Diana, loca, le
seguía, ladrándole; Platero, igual que un chiquillo, daba vueltas
sobre sus patas, como bailando, y poniéndose en las manos daba
coces al aire.
(Juan Ramón Jiménez) 1 - ¿ Qué le pasó al canario ?
2. ¿Cómo era el canario?
3. ¿Por qué no lo habían dejado libre?
4. ¿Qué pasó con el canario ?
5. ¿Qué hacia Diana?
6. ¿Cómo titularías esta lectura?
8. Analiza el primer parrafo
9. Copia dos oraciones de la lectura y señala el sujeto y el
predicado.
LECTURA 8
Entre los indios del Perú, los correos llevaban sus mensajes
corriendo por los caminos de las montañas. Cuando llegaba a un lugar, el
correo pasaba el mensaje a otro. El nuevo correo continuaba corriendo. El
mensaje se pasaba de un correo a otro hasta llegar a su destino.
En China y Roma se usaba el caballo como medio más rápido. Al
final de cada trecho había una estación de posta en donde se cambiaba de
caballo. El mensaje se trasladaba con mucha rapidez.
Los árabes utilizaron un eficaz servicio mediante una red de torres.
Cuando una torre recibía un mensaje, encendía una lumbre y hacía unas
señas. Los árabes podían hacer que un mensaje fuera de una ciudad a otra o
atravesar España en un solo día.
El servicio postal moderno nació en Inglaterra en 1840. Allí se
inventó también el sello de correos. Las cartas son transportadas en tren,
automóvil, barco o avión. Este sistema permite una gran rapidez para el
envío de cartas o paquetes de una ciudad a otra.
1. ¿Cómo enviaban sus mensajes los indios peruanos?
2. ¿Por qué los chinos utilizaban el caballo?
3. ¿Quiénes utilizaban las señales de humos desde unas torres ?
4. ¿Dónde se inventó el sello de correos?
5. ¿Por qué es ahora más rápido el servicio de correos?.
6. ¿Cómo podría titularse esta lectura?
7. Analiza el primer parrafo
8. Copia dos oraciones de la lectura y señala el sujeto y el
predicado.
LECTURA 9
ENANITOS
Cuando está la luna
sobre el horizonte,
muchos enanitos
juegan en el monte.
A las esquinitas
y a la rueda, rueda,
juegan los enanos
bajo la arboleda.
Muy blanca la barba,
muy rojo el vestido,
los enanos juegan
sin hacer ruido.
Y así, como blandos
ovillos de lana,
por el monte corren
hacia la montaña.
Germán Berdiales.
Responde;
1. ¿Dónde juegan los enanitos por la noche?
2. ¿Dónde juegan los enanitos a la rueda, rueda?
3. ¿De qué color son las ropas de los enanitos?
4. ¿A qué se parecen los enanitos cuando corren?
5. Escribe dos oraciones del texto. Señala el sujeto y el predicado.
6. Analiza el primer párrafo.
LECTURA 10
Los desiertos son enormes extensiones de arena y piedras sin
agua y calcinadas por el sol. En estos lugares en los que la vida parece
imposible, vive el camello. Para poder vivir acumula en el vientre
grandes cantidades de agua. Sus jorobas son una reserva de alimentos
que le permite ir de un lugar a otro del desierto, en donde no hay más
que arena, sin necesidad de comer. Este animal tan bien adaptado a
terrenos muy grandes sin hierba ni agua, puede soportar una semana
sin beber y un largo viaje sin apenas comer. Junto a ello, estos
animales son capaces de descubrir agua a más de cincuenta kilómetros
de distancia.
Los camellos se han utilizado durante siglos para transportar,
cargar y atravesar en caravana el desierto. El hombre del desierto ha
podido sobrevivir y encontrar agua gracias a estos animales. El
camello le ha dado carne, leche, pieles y pelo para tejer.
Hoy en día las largas caravanas de camellos van siendo
sustituidas por los rápidos camiones que hacen los mismos recorridos
que antes realizaban los camellos. 1.- ¿Dónde viven los camellos?
2.- ¿Qué alimentos consigue el hombre del camello?
3.- ¿Cuántos días puede pasar sin comer ni beber?
4.- ¿A qué distancia dice la lectura que pueden saber que hay agua?
5.- ¿Qué está sustituyendo al camello en los desiertos?
6.- ¿Cómo podríamos titular esta lectura ?
7. Analiza el primer parrafo
8. Copia dos oraciones de la lectura y señala el sujeto y el predicado.
LECTURA 11
El 21 de mayo de 1978 más de 8.000 personas se inscribieron en la
primera Maratón Popular de Madrid. Por aquel entonces, Nueva York andaba en
los 7.000 participantes. Correr es ahora una de las actividades más practicadas.
Pero aunque la simple carrera ha sido la estrella de este movimiento, también ha
crecido el número de ciudadanos que consumen algunas horas semanales en el
gimnasio y las prácticas del esquí.
Madrid ya no tiene 8.000 participantes en su maratón. La explicación es
que los corredores de toda España ya no tienen necesidad de acudir a la capital
para correr. Barcelona, San Sebastián, Valencia y Sevilla también cuentan por
millares el número de corredores para sus maratones. Bilbao, Valladolid,
Mallorca, Granada y Lorca tienen también altas participaciones. Esto, sin contar
las carreras de menor distancia que se celebran en todas las ciudades.
No es fácil el cálculo de las personas que corren en España. Sólo se
pueden contar el de las que participan regularmente en carreras. No menos de
100.000. Sólo en Barcelona se inscribieron en 1985 para una prueba de 10
kilómetros 55.000 personas, más que en ninguna otra carrera europea.
1 ¿ En qué ciudad llegaron a inscribirse 55. 000 personas para hacer una
carrera ?
2. ¿Cuántos corredores se calcula que puede haber en España?
3. ¿ En qué Maratón Popular han participado más corredores?
4. ¿Qué otros deportes practican muchos españoles según esta noticia?
5. ¿Cómo podría titularse esta noticia?
6. Analiza el primer parrafo
7. Copia dos oraciones de la lectura y señala el sujeto y el predicado.
LECTURA 12
Viajar en avión exige una buena organización. En primer lugar el viajero
ha de acercarse a una oficina de la compañía aérea y comprar su billete de vuelo.
Ya en el aeropuerto, el pasajero ha de pasar-por unos mostrado- res para dejar
las maletas y recoger la tarjeta de embarque. Unos altavoces indican que el
avión está preparado en la pista de despegue. Pero antes de embarcar el viajero
tiene que pasar un control de la policía para que nadie pueda pasar armas ni
explosivos. Después se pasa a la sala de espera. Una azafata anuncia el próximo
despegue. Los pasajeros suben a un autobús que les acercarán hasta la escalerilla
de¡ avión. Las azafatas les indican el asiento. Para que el viaje sea más
agradable, pueden ofrecer desde leer periódicos, escuchar música o ver una
película de vídeo. Cuando es la hora de la comida, unos camareros acercan
bandejas con comida. Mientras comes tranquilamente el piloto se va acercando
al punto de destino. Puedes mirar la tierra por la ventanilla; el paisaje está solo a
unos diez kilómetros por debajo de ti. Las casas parecen de juguete y en las
carreteras apenas si se pueden ver los coches. A veces atraviesas una nube y
dejas de ver el suelo. Antes de aterrizar te indican que hay que abrocharse los
cinturones de seguridad, y por fin el avión toma tierra.
1.- ¿ Qué es lo primero que debes hacer para viajar en avión?
2.- ¿Puedes subir al avión cargado de maletas?
3.- ¿Para qué está el control de la policía ?
4.- ¿Qué pueden ofrecerle cuando se acerca la hora de la comida?
5. ¿Cómo se ven las casas desde la ventanilla del avión?
6. ¿Cómo titularías esta lectura?
7. Analiza el primer parrafo
8. Copia dos oraciones de la lectura y señala el sujeto y el predicado.
Lectura 13
EN LAS MAÑANICAS
En las mañanicas
del mes de mayo
cantan los ruiseñores,
retumba el campo.
En las mañanicas,
como son frescas,
cubren los ruiseñores
las alamedas.
Ríense las fuentes
tirando perlas
a las florecillas
que están más cerca.
Vístense las plantas
de varias sedas
que sacar colores
poco les cuesta.
Los campos alegran
tapetes varios,
cantan los ruiseñores,
retumba el campo.
Lope de Vega.
PRUEBA DE COMPRENSIÓN
¿Qué aves se oyen cantar en las mañanas de mayo?
¿Cómo son las mañanas de mayo?
¿Qué son las perlas que tiran las fuentes?
¿Qué significa que las plantas se visten de varias sedas?
a) Las plantas se cubren de telarañas.
b) Las cubren con toldos de colores para protegerlas.
c) Adquieren coloraciones muy hermosas.
¿Qué son los tapetes que alegran los campos?
a) Montones de piedras que han recogido los labradores.
b) La hierba y las flores que brotan en primavera.
c) Las hierbas secas que quedan del año anterior.
8. Copia dos oraciones de la lectura y señala el sujeto y el predicado.
9. Analiza el primer versículo.
LECTURA Nº 14
La serpiente de cascabel es el animal más temido de los que habitan en el
desierto. El "cascabel" se forma en la parte posterior de. su cola por las mudas
de piel que se van acumulando año tras año. Al agitar estos residuos produce un
sonido parecido a un cascabel.
El ruido que hace es un aviso ante la presencia de una visita inoportuna,
un toque de atención para indicar el peligro si alguien se acerca. Todos los
animales del desierto saben muy bien que el sonido de la serpiente de cascabel
indica una muerte segura. Y como lo han aprendido, procuran huir para salvar su
vida.
La serpiente de cascabel caza al acecho. Cuando un animal está a su
alcance, se lanza rápidamente sobre él y le muerde. La dentellada es mortal y el
animal caerá muerto muy cerca por el veneno que le ha inyectado. La serpiente
seguirá las huellas dejadas por su víctima mediante unos órganos que le sirven
para oler el rastro de cualquier animal. Esto le permite seguir las huellas del
animal al que le ha dejado su veneno y encontrarlo en plena oscuridad. Sin embargo, la serpiente de cascabel tiene enemigos. Otras serpientes pueden atacarla y
servirle de alimento.
1. ¿Porqué tienen las serpientes un cascabel en la cola?
(Para que huyan los animales - Para indicar peligro - Como adorno)
2. ¿Cómo se le forma el cascabel?
3. ¿Cómo caza la serpiente de cascabel?
4. ¿Por qué mueren los animales que muerde?
5. ¿Cómo consigue encontrar los animales que ha matado?
6. ¿Cómo titularías estas lectura ?
LECTURA Nº 15
En otoño los árboles pierden sus hojas. Las hojas caen al suelo y forman
una capa vegetal. Entre las hojas secas viven muchos animales: hormigas,
escarabajos, lombrices, ratones, etc. Estos animales se alimentan de los restos
vegetales que caen al suelo: hojas, frutos, cortezas y ramas. Junto a estos
animalillos están los hongos y las bacterias que con la humedad del suelo
descomponen los restos vegetales. Las hojas se transforman de este modo en
sustancias útiles para las plantas. Estos abonos son absorbidos por las raíces y
sirven para que el árbol siga creciendo. De esta forma las hojas van a servir para
que puedan vivir en el bosque insectos y lombrices.
En el bosque podemos encontrar pajarillos. Muchos pajarillos se
alimentan de los frutos del árbol o de los insectos que viven de las plantas. De
las hojas de los árboles' o de la hierba que crece a su alrededor se alimentan
otros animales como los conejos, las ardillas o las cabras. Y todos ellos
alimentan a su vez a otros animales como los búhos, águilas, zorros o lobos.
Pero cuando estos animales mueren también sirven de alimento. Sus restos son
comidos por los gusanos y transformados por las bacterias y los hongos en
abono para los árboles. De esta forma las raíces de los árboles vuelven a sacar de
la tierra los alimentos para formar nuevas hojas. Y estas hojas, como hemos
visto, de nuevo servirán de alimento a otros animales.
1.- Las hojas de los árboles sirve de alimento a................................
2.- Las lombrices sirven de alimento a .....................................
3.- Los pajarillos pueden servir de alimento a.................................
4.- Cuando los zorros mueren, sirven de alimento a otros animales. Y los restos
son transformados en ................................................
5.- Los abonos sirven para que .............................................
6.- Esta lectura podría titularse
7. Copia dos oraciones de la lectura y señala el sujeto y el predicado.
8. Analiza el primer párrafo.
Lectura 16
Clara entró en el cuarto de su abuela, que estaba todavía completamente dormida.
- Buenos días, abuela –saludó Clara en voz bastante alta. - ¿Uuuuhhh? –gruñó la abuela- ¿Qué te ocurre?
- Nada, no me pasa nada. - ¿Nada? ¿Estás segura? Me alegro –dijo la abuela- Me habías asustado. - ¿Sabes, abuela? Hoy es mi cumpleaños –dijo Clara.
- ¡Ah, es verdad! ¡Muchas felicidades! Luego te compraré un regalo. - ¿Qué me vas a regalar?
En el calorcito de la cama, la abuela estaba ya empezando a sentirse adormilada.
- Pues... te puedo regalar libros... o un jersey... o... Bueno, lo que tú quieras.
Pero ahora déjame dormir. - Lo que yo quiero es un caimán.
- ¡Un qué...?
La abuela se sentó en la cama, despierta y completamente horrorizada. - ¡No puedes tener un caimán en casa!
- Es sólo una cría. Es pequeño; así de pequeño –dijo Clara. Y marcó el tamaño con los dedos.
- ¿Qué van a decir tus padres?
- No van a decir nada, estoy segura –dijo Clara-. El caimán vivirá en una pecera grande en mi cuarto y yo lo cuidaré. Será muy fácil. Me ha dicho el chico de la
tienda que un caimán come de todo... ¿Me lo comprarás? Di, abuela, me lo comprarás, ¿eh?.
La abuela lo pensó un momento. Luego volvió a escurrirse entre las sábanas:
- Bueno, si eso es lo que quieres... Pero ya veremos qué dicen tus padres. María Puncel
1) ¿Cómo estaba la abuela cuando entró Clara?
2) ¿Qué dijo Clara a su abuela?
3) ¿Qué quería Clara?
4) ¿Qué come el caimán?
5. Copia dos oraciones de la lectura y señala el sujeto y el predicado.
6. Analiza el primer párrafo.
LECTURA 18 No hace mucho tiempo paseaba por la ciudad un hombre que llevaba puesta sobre
su cabeza una gorra de color marrón. Al llegar a la estación de ferrocarril, el
hombre se metió en el vestíbulo y se detuvo a contemplar a la gente que entraba y salía
cargada con sus maletas, sus bolsas y sus carteras. En esas estaba cuando, de pronto,
exclamó con voz alta: -¡Vaya, vaya! A continuación abandonó la estación precipitadamente y siguió paseando. Poco después, el hombre de la gorra marrón llegó a un paso subterráneo.
Observó detenidamente la entrada del túnel y se introdujo en él caminando por una
acera estrecha, que estaba separada de la calzada por una pequeña valla. Y cuando
se encontraba en medio del túnel, se detuvo a ver cómo los coches pasaban a toda
velocidad en una y otra dirección. Poco después gritó: -¡Vaya, vaya! Inmediatamente el hombre continuó su camino mientras el eco de sus palabras se
confundía con el rumor de los coches. A la salida del túnel había un edificio muy alto con grandes ventanales oscuros.
Tenía todas las ventanas cerradas y desde fuera no podía verse lo que la gente hacía en
el interior puesto que los cristales hacían el efecto de un espejo en el que se reflejaban el
cielo y las nubes. El hombre de la gorra marrón se detuvo frente al edificio y esperó a
ver si alguien abría alguna de aquellas ventanas. Pasó el tiempo y las ventanas
permanecían cerradas. Entonces nuestro hombre dijo casi gritando: -¡Vaya, vaya! Y volvió a esperar a que ocurriera algo. Cuando vio que todas las ventanas continuaban carradas a cal y canto, gritó de nuevo,
y esta vez con mucha más fuerza: -¡Vaya, vaya! Y tras esto, continuó satisfecho su camino. Pasado un rato, el hombre de la gorra marrón llegó a un parque muy bonito en el
que había un pequeño lago. La gente paseaba plácidamente por la orilla y se sentaba de
vez en cuando en unos bancos pintados de rojo a contemplar cómo paseaban los
demás. También había muchas madres y abuelos que empujaban sillitas de bebé,
ancianas que echaban miguitas de pan a las palomas, niños que corrían hacia ellas para
asustarlas y verlas salir volando, gente de todas las edades que corría, saltaba y hacía
deporte... Y, a la orilla del lago, había un empedrado donde se habían sentado parejas
de enamorados y grupos de jóvenes que tocaban la guitarra. Justo en el centro de aquel parque se alzaba una escultura en la que se representaba
a un joven desnudo y frente a él un ave de rapiña. El joven señalaba con su mano
derecha al ave y elevaba la otra mano hacia el cielo. El hombre de la gorra marrón se detuvo ante aquella estatua. Luego miró en
derredor y estuvo contemplando un buen rato a la gente. Y, de repente, volvió a gritar
a pleno pulmón: -¡Vaya, vaya! Algunas personas que paseaban por el parque se pararon curiosas y se quedaron
esperando a ver si aquel hombre decía o hacía algo más. Pero él se limitó a emprender
de nuevo su camino sin añadir ni media palabra. Y andando, andando, el hombre de la gorra marrón llegó a un gran edificio gris que
estaba situado en una amplia avenida. Delante del edificio había muchos coches de
policía aparcados. El hombrecillo se detuvo ante la puerta y gritó en tono decidido: -¡Vaya, vaya! Al instante salieron precipitadamente de aquel edificio algunos policías, arrestaron
al hombre de la gorra marrón y le introdujeron en la comisaría. Allí le cachearon para
ver si llevaba armas y le interrogaron a fondo. Después de comprobar que el hombre
de la gorra marrón no pretendía nada malo, le sacaron de la comisaría y le dijeron: -A nosotros no nos hace ninguna gracia que usted vaya gritando por todas partes
"¡Vaya, vaya!". Pero como no hay ninguna ley escrita que prohíba decir por la calle
"¡Vaya, vaya!", tenemos que dejarlo en libertad.
Y ¿sabéis lo que en aquel mismo momento respondió el hombre de la gorra
marrón? Sí, exactamente eso. Franz Hohler
PRUEBA DE COMPRENSIÓN 1.- El hombre de la gorra marrón solía decir:
2.- En la estación de ferrocarril le gustaba:
3.- En el paso subterráneo el hombre observaba:
4.- El eco de sus palabras se confundía con:
5.- ¿Por qué no se podía ver el interior del gran edificio?
6.- ¿Qué había en el parque?
7.- En el parque, el joven de la estatua señalaba con su mano derecha:
8.- ¿Por qué los policías arrestaron a este hombre?
9.- ¿Para qué cachearon al hombre?
10.- ¿Por qué soltaron al hombre de la gorra marrón?
11. Escribe dos oraciones del texto.
12. Analiza el primer párrafo
LECTURA 19
CANCIÓN DE CUNA
La cuna de mi hijo
se mece sola
como en el campo verde
las amapolas.
Este niño pequeño
no tiene cuna;
su padre es carpintero
y le hará una.
En la cuna bonita
mi niño duerme,
dulces le dará un ángel
cuando despierte.
Duerme, vidita mía,
duerme sin pena,
porque al pie de la cuna
tu madre vela.
Pajarito que cantas
en la laguna:
no despiertes al niño
que está en la cuna.
Estrellita del cielo,
rayo de luna:
alumbrad a mi niño
que está en la cuna.
G. Mistral
PRUEBA DE COMPRENSIÓN
¿Quién mece la cuna del niño?
¿Con qué material trabaja el padre del niño?
¿Qué le dará el ángel al niño?
¿Quién cuida al niño mientras duerme?
¿Dónde canta el pájaro mientras duerme el niño?
¿A quién manda la madre que alumbre a su niño?
- Copia dos oraciones del texto
- Analiza el primer versículo
LECTURA Nº 9
La gente que vive en el desierto habla de
un animal llamado mantícora.
El mantícora es un animal que tiene tres
filas de dientes que se entrelazan entre sí
como los de un peine; la cara y las orejas
son como las de un hombre; los ojos son
azules, el cuerpo es parecido a un león y la
cola termina en un aguijón, como la de los
alacranes. Es muy aficionado a cazar
hombres. Corre con mucha rapidez,
apoyándose en unas uñas muy retorcidas.
Cuando sopla por sus narices se oye el ruido
desde muy lejos. Si es atacado, mueve con
fuerza su cola y dispara unas púas, como
flechas envenenadas, que son capaces de
matar un hombre. Vive en el desierto, y
cuando los ejércitos quieren cruzarlo, ataca
a los soldados que pueden ser comidos por
el mantícora.
1.- ¿Dónde vive el mantícora?
(En la selva – En las montañas – En el
desierto)
2.- ¿Cómo es su cara?
(Parecida a un león – Como la de un hombre
– Igual que un alacrán)
3.- ¿A qué animal se parece el mantícora?
(A un león – A un hombre – A un peine)
4.- ¿Qué les gusta cazar?
(Leones – Alacranes – Hombres)
5.- ¿Cómo dice la leyenda que puede matar a
un hombre?
(Soplando por sus narices – Moviendo su
cola – Clavándole el aguijón)
6.- ¿Cómo titularías esta lectura?
7.- Dibuja un mantícora con cuerpo de león,
cara de hombre, etc.
LECTURA Nº 8
Las ballenas son unos enormes animales que pueden alcanzar los veinte metros de largo. A pesar de su tamaño se alimentan de plancton. El plancton está formado por pequeños animales que viven en la superficie del mar. Lo forman millones de larvas que cuando se hacen grandes se transforman en cangrejos, gambas, etc.
La ballena para comerlos, abre la boca y traga una gran cantidad de agua. El agua es filtrada y devuelta al mar. El plancton queda atrapado en una especie de filtro y le sirve de alimento. Luego vuelve a tragar otra gran cantidad de agua y así muchas veces. De esta forma el animal más grande de la tierra se alimenta de unos animalitos tan pequeños que es difícil verlos a simple vista.
1.- ¿Cuál es el animal más grande la tierra?
(El elefante – El plancton – La ballena)
2.- ¿Cuánto puede medir una ballena de largo?
(Veinte metros – Treinta – Cuarenta metros)
3.- ¿De qué se alimenta la ballena?
(De peces muy grandes – De cangrejos – De plancton)
4.- ¿Qué es el plancton?
(Larvas de cangrejos o gambas – Peces pequeños – Peces muy grandes)
5.- ¿Cómo la ballena coge el plancton)
(Pescándolo – Con una especie de filtro – Masticándolo)
6.- ¿Cómo podría titularse esta lectura?
7.- Dibuja una ballena
LECTURA Nº 6
Guillermo, de seis años, y Blanca, de siete, son dos niños de Colombia
que salvaron la vida después del desastre del Nevado del Ruiz, un volcán que
cubrió de barro el pueblo de Armero en el año 1985 y causó la muerte de miles
de personas. Guillermo fue descubierto agarrado a un tronco por encima del
barro, dos días después de que las aguas destruyeran el pueblo.
Blanca estuvo cerca de tres días con otras cinco personas hasta que la salvaron.
Ninguno de los dos recordaba después nada de lo que sucedió en aquellos días.
1.- ¿Cuántos años tenía Guillermo cuando sucedió este desastre?
(Siete años – Seis años – 1985)
2.- ¿De qué pueblo era Blanca?
(Colombia – Nevado del Ruiz – Armero)
3.- ¿Cuántos días estuvo Guillermo agarrado al tronco?
(Dos días – Cinco días – Tres días)
4.- ¿Cuántas personas murieron en el pueblo?
(Varias personas – Cinco personas – Miles)
5.- ¿Recordaba algo Guillermo de los días que estuvo sólo agarrado al tronco?
(Sí, se acordaba de todo – No recordaba nada – No se sabe)
6.- ¿Cómo titularías esta lectura?
7.- Dibuja a Guillermo agarrado a un tronco sobre el barro.
LECTURA Nº 12
Sobre el olivar, la quiso espantar, se vio a la lechuza al ver que bebía volar y volar. del velón de aceite
de Santa Maria. Campo, campo, campo.
Entre los olivos, La Virgen habló:
cortijos blancos. Déjala que beba,
San Cristobalón.
Y la encina negra,
a medio camino, ***
de Úbeda y Baeza.
Sobre el olivar,
*** se vio a la lechuza
volar y volar.
Por un ventanal
entró la lechuza A Santa María
en la catedral. un ramito verde
San Cristobalón volando traía.
(A. Machado)
1. ¿Por dónde volaba la lechuza?
(Sobre la iglesia - Sobre los olivos - Sobre el ventanal)
2. ¿Qué había entre los olivos?
(Una iglesia - Cortijos - Una catedral)
3. ¿Qué había en el camino de Úbeda a Baeza? (Una encina - Un olivar - Una catedral)
4. ¿Por qué quisieron espantarla?
(Se llevaba las olivas -Se bebía el aceite - Se llevaba la ramita verde)
5. ¿Qué traía la lechuza en el pico?
(Aceite - Un ramito verde - Una oliva)
6. ¿Cómo podría titularse esta poesía?
7. Dibuja una lechuza volando entre los olivos.
LECTURA Nº 23
Los Yinn son animales que viven en el aire. Su cuerpo es
transparente y son capaces de tomar muchas formas. Al principio
aparecen como nubes; luego, según su voluntad, toman la figura de un
hombre, un lobo, de un león o de una culebra. Pueden atravesar un
muro o volar por los aires o hacerse invisibles. A menudo llegan al
cielo y sorprenden las conversaciones de los ángeles sobre lo que va a
pasar; luego se lo cuentan a los magos y adivinos para que puedan
adivinar el futuro. Ciertos sabios dicen que ellos construyeron las
Pirámides de Egipto y el Templo de Jerusalén. Desde las terrazas o los
balcones les gusta tirar piedras a las gentes. También les gusta vivir en
la ruinas, en las casas deshabitadas, los pozos, los ríos o los desiertos.
Los egipcios afirman que cuando se enfadan lanzan tormentas de
arena y piensan que las estrellas fugaces que podemos ver por las
noches de verano en el cielo son dardos que lanzas los Yinn contra sus
enemigos cuando se enfadan.
1 - ¿Qué. son los Yinn ?
(Animales transparentes - Hombres disfrazados - Unos magos)
2. ¿En qué pueden transformarse?
(En un lobo - En cualquier cosa - En un pozo).
3. ¿Dónde les gusta vivir?
(En los tejados - En casas deshabitadas - En las montañas)
4. ¿Porqué tiran piedras desde los tejados?
(Porque les gusta - Para dejarse ver - Porque se enfadan)
5. ¿Qué dicen algunos sabios de los Yinn ?
(Que lanzan dardos - Que son invisibles - Que construyeron las Pirámides)
6. ¿Cómo podría titularse esta lectura?
7. Dibuja un Yinn atravesando un muro
LECTURA Nº 26
Una zorra encontró a un erizo que bajaba lentamente la cuesta de una montaña.
-Buenos días, -le dijo la zorra con burla-. ¿Adónde vas con ese
paso tan rápido?
-No muy lejos. Al jardín que ves allá abajo -le contestó el erizo.
-Bueno, te acompañaré, pero con la condición de que no vayas
demasiado de prisa.
-¿Y si llego primero al jardín? -preguntó el erizo.
La zorra lo miró y, pensando que llegaría corriendo mucho antes
que él, le dijo:
-Si me adelantas, te prometo que te llevaré todas las tardes tu
comida.
-Vamos, pues.
Y, apenas había dicho estas palabras, el erizo se hizo una bola y
comenzó a rodar rápidamente por la pendiente.
Cuando la zorra quiso comenzar a correr, el erizo ya habla
llegado al jardín.
-Te perdono tu promesa, -le dijo a la zorra al verla llegar sin
aliento.
Una zorra se encontró con un............... que bajaba por una..................
La.................... quiso burlarse del erizo.
Le dijo que lo acompañaría al...................... si no corría demasiado.
La zorra le................... al erizo que si conseguía llegar .....................
al jardín le llevaría todos los................... su comida.
El erizo se hizo una........................ y comenzó rodar. La................. no
pudo alcanzarlo.
El erizo al ver a la.................... sin aliento le......................la promesa.
Dibuja un erizo hecho una bola.
LECTURA Nº 28
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan muy incomodas. La
posición natural consiste en mantenerte-de pie, los brazos colgados sin esfuerzo, la cabeza levantada
aunque no tanto que los ojos dejen ver los escalones que están por encima del que pisas, y respirando
lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada
abajo a la derecha, cubierta casi siempre por unos zapatos, y que cabe exactamente en el escalón.
Puesta en el peldaño dicha parte, que llamaremos pie, se recoge la otra parte de la izquierda (también
llamada pie, pero que no debe confundirse con el pie que antes habíamos subido) y, llevándola a la
altura del pie, se le hace seguir hasta colocarlo en el segundo escalón, con lo cual en éste descansará el
pie. Los primeros escalones son siempre los más difíciles. La coincidencia de nombres entre el pie y el
pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie.
Llegado en esta forma al segundo escalón, basta repetir los
movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera.
(J. Cortázar)
1. Las escaleras se suben ...
(de costado - de frente - de espaldas)
2. ¿Cómo se llama también el escalón?
(Espalada - Escalera - Peldaño)
3. ¿Qué es lo que tenemos abajo a la derecha?
(La cabeza - El pie - La barriga)
4. ¿Qué es lo que tenemos dentro del zapato? (La mano - Los dedos - El pie)
5. ¿Qué ocurriría si levantamos al mismo tiempo el pie derecho y el pie
izquierdo?
(Que nos caeríamos - Subiríamos la escalera - Bajaríamos)
6. ¿Cómo titularías esta lectura?
7. Dibuja un niño subiendo una escalera
LA TIERRA
La Tierra es redonda
igual que un balón
y da muchas vueltas
en torno del Sol.
La Tierra es redonda
como una naranja
y en dar una vuelta
todo un año tarda.
Los meses del año
yo sé que son doce,
con muchas semanas
y cuatro estaciones.
La Tierra da vueltas
y quieta no está.
De tanto dar vueltas
se va a marear.
Elvira Nogal
PRUEBA DE COMPRENSIÓN
La Tierra gira alrededor del:
a) Balón.
b) Sol.
c) Los planetas.
La Tierra se parece a:
a) Una naranja.
b) Una manzana.
c) Una pera.
¿Cuántos meses tiene un año?
a) Cuatro.
b) Doce.
c) Muchos.
¿Por qué se va a marear la Tierra?
a) Por dar vueltas.
b) Por ser redonda.
c) Por estarse quieta.
LECTURA Nº 34
La serpiente de cascabel es el animal más temido de los que habitan en el
desierto. El "cascabel" se forma en la parte posterior de. su cola por las mudas
de piel que se van acumulando año tras año. Al agitar estos residuos produce un
sonido parecido a un cascabel.
El ruido que hace es un aviso ante la presencia de una visita inoportuna,
un toque de atención para indicar el peligro si alguien se acerca. Todos los
animales del desierto saben muy bien que el sonido de la serpiente de cascabel
indica una muerte segura. Y como lo han aprendido, procuran huir para salvar su
vida.
La serpiente de cascabel caza al acecho. Cuando un animal está a su
alcance, se lanza rápidamente sobre él y le muerde. La dentellada es mortal y el
animal caerá muerto muy cerca por el veneno que le ha inyectado. La serpiente
seguirá las huellas dejadas por su víctima mediante unos órganos que le sirven
para oler el rastro de cualquier animal. Esto le permite seguir las huellas del
animal al que le ha dejado su veneno y encontrarlo en plena oscuridad. Sin embargo, la serpiente de cascabel tiene enemigos. Otras serpientes pueden atacarla y
servirle de alimento.
1. ¿Porqué tienen las serpientes un cascabel en la cola?
(Para que huyan los animales - Para indicar peligro - Como adorno)
2. ¿Cómo se le forma el cascabel?
(Con residuos de piel - Lo tienen siempre - Con unos huesecillos)
3. ¿Cómo caza la serpiente de cascabel?
(Persigue a los animales - Espera que los animales se le acerquen - Caza en las
madrigueras)
4. ¿Por qué mueren los animales que muerde?
(Los mata de una dentellada - Los rodea con su cuerpo - Al morderlos les inyecta veneno)
5. ¿Cómo consigue encontrar los animales que ha matado?
(Puede ver en la oscuridad - Puede seguir los rastros por el olor - Los deja
muertos con el veneno?
6. ¿Cómo titularías estas lectura ?
7. Dibuja una serpiente de cascabel cazando
LECTURA Nº 40
En otoño los árboles pierden sus hojas. Las hojas caen al suelo y forman
una capa vegetal. Entre las hojas secas viven muchos animales: hormigas,
escarabajos, lombrices, ratones, etc. Estos animales se alimentan de los restos
vegetales que caen al suelo: hojas, frutos, cortezas y ramas. Junto a estos
animalillos están los hongos y las bacterias que con la humedad del suelo
descomponen los restos vegetales. Las hojas se transforman de este modo en
sustancias útiles para las plantas. Estos abonos son absorbidos por las raíces y
sirven para que el árbol siga creciendo. De esta forma las hojas van a servir para
que puedan vivir en el bosque insectos y lombrices.
En el bosque podemos encontrar pajarillos. Muchos pajarillos se
alimentan de los frutos del árbol o de los insectos que viven de las plantas. De
las hojas de los árboles' o de la hierba que crece a su alrededor se alimentan
otros animales como los conejos, las ardillas o las cabras. Y todos ellos
alimentan a su vez a otros animales como los búhos, águilas, zorros o lobos.
Pero cuando estos animales mueren también sirven de alimento. Sus restos son
comidos por los gusanos y transformados por las bacterias y los hongos en
abono para los árboles. De esta forma las raíces de los árboles vuelven a sacar de
la tierra los alimentos para formar nuevas. hojas. Y estas hojas, como hemos
visto, de nuevo servirán de alimento a otros animales.
1.- Las hojas de los árboles sirve de alimento a................................
(las águilas - las lombrices - los árboles)
2.- Las lombrices sirven de alimento a .....................................
(los pájaros - las bacterias - los conejos)
3.- Los pajarillos pueden servir de alimento a.................................
(las cabras - los ratones - los zorros)
4.- Cuando los zorros mueren, sirven de alimento a otros animales. Y los restos
son transformados en ................................................
(abono para las plantas cosas que no sirven - alimento para los animales)
5.- Los abonos sirven para que .............................................
(los animales crezcan - las plantas sigan creciendo - no sirven para nada)
6.- Esta lectura podría titularse
7.- Dibuja el bosque con algunos de los animales de la lectura.
LECTURA Nº 43 Entre muchos casos curiosos que se producen en las grandes ciudades hoy debemos hablar de alguien
que, viviendo en la mayor miseria, resultó a su muerte ser dueña de una enorme fortuna. Se trata de la
anciana doña Virtudes Sala, de 67 años de edad, digna de compasión por su gran pobreza. Doña
Virtudes no se trataba con nadie, y apenas si cruzaba el saludo con los demás vecinos de la casa donde
ocupaba una habitación desde hacía treinta y tanto años. Por las mañanas solía salir temprano,
vistiendo siempre ropas muy viejas, y se pasaba varias horas fuera de casa revolviendo los recipientes
de la basura o recogiendo cartones.
Pues bien: en el día de ayer, extrañados sus vecinos de no haberla visto aparecer
durante varios días, dieron aviso a la policía. Como se temía, allí fue hallada la pobre
anciana, que estaba muerta. Probablemente llevaba muerta dos o tres días. Una vez
retirado el cadáver, la autoridad procedió a examinar con cuidado la habitación. En un
armario se almacenaban trapos, sombreros, plumas, velos, todo ello picado de polillas
y con mal olor. En una esquina de la habitación el montón de periódicos y revistas
viejas subía hasta el techo. La cocina tenía una cacerola abollada, una sartén negra, un
plato, y casi nada más. En el cajón de la mesita se guardaban varios papeles. Y entre
esos papeles estaba oculta la gran sorpresa: un resguardo del banco y otros
documentos que indicaban que doña Virtudes poseía una enorme fortuna, cuya cuantía
no ha podido saberse, pero que en todo caso deberá contarse en millones.
(Francisco Ayala)
1.- ¿Cómo vivía doña Virtudes?
(Como una millonaria - En la miseria - Vivía bien)
2.- ¿Qué hacía todas la mañanas?
(Pedir limosna - Gastarse el dinero - Buscar en las basuras)
3.- ¿Cuántos días llevaba muerta?
(No se sabe - Muchos días - Dos o tres)
4.- ¿Cómo estaba la ropa que guardaba?
(Picada y con malos olores - Muy ordenada - Desordenada)
5.- ¿Qué cosas de estas no tenía en la cocina?
(Una sartén - Un vaso - Un plato)
6.- ¿Esta mendiga era pobre o millonaria?
(No se sabe - Pobre - Millonaria)
7.- ¿Cómo titularías esta lectura?
8.- Dibuja la habitación de la mendiga millonaria
LECTURA Nº 45
El ciego acostumbraba a poner delante un jarro con vino mientras comíamos y yo lo cogía y
calladamente me bebía unos tragos y lo volvía a su lugar. Pero esto me duró poco, pues por
los tragos el ciego conocía que faltaba vino. Desde entonces mientras duraba la comida tenía
el jarro cogido por el asa. Como no podía beber, busqué una pajita larga, la metía dentro del
vino y chupaba hasta no dejarle nada. Pero como el ciego era muy listo, al notar que también
le faltaba el vino, puso la jarra entre las piernas y la tapaba con la mano. Así estaba seguro
que nadie podría quitarle el vino.
Yo estaba acostumbrado a comer bebiendo vino, me moría por él y viendo que la paja
no me servía, pensé en hacerle una agujero al jarro y taparlo con un poco de cera para que no
lo notara.
En el momento de comer, hacía como que tenía mucho frío y me colocaba entre las
piernas del ciego a calentarme en la lumbre que encendía para comer. El calor del fuego
derretía la cera y comenzaba a caerme el vino en la boca. Cuando el ciego quiso beber no
encontró ni una sola gota de vino en el jarro. Al no encontrar nada se asustó de no saber qué
podía ser.
-No dirás que me lo he bebido yo -le decía-, pues no habéis quitado la mano del jarro.
Tantas vueltas dio al jarro que halló el agujero y se dio cuenta del engaño; pero
disimuló como si no se hubiera dado cuenta.
Al otro día, cuando estaba cayéndome el vino en la boca, con la cara hacia el jarro, los
ojos un poco cerrados por gustar mejor del vino, pensó el ciego que era el momento de darme
una lección y con toda su fuerza, alzando con las dos manos el jarro, me lo dejó caer sobre mi
boca y yo pensé que el cielo, con todo lo que en él hay, me había caído encima.
Fue tal el golpecillo que perdí el sentido y el jarrazo tan grande, que los pedazos se
me metieron por la cara, rompiéndomela por muchas partes y me quebró los dientes, sin los
cuales hasta hoy día me quedé.
(Anónimo)
1.- El ciego, todos los días, cuando iban a comer...................
(le ofrecía un trago de vino - no le ofrecía nada - le pegaba)
2.- ¿Cómo le quitó el vino la primera vez?
(Tomaba un trago de la jarra - Usaba una pajita - Hizo un agujero)
3.- Cuando el ciego se dio cuenta que se lo bebía con una pajita, ¿qué hizo?
(Bebérselo - Guardar la jarra entre las piernas - Tapar la jarra con las manos)
4.- ¿Por qué Lázaro tapó el agujero con un poco de cera?
(Porque la cara se derrite - Se quitaba con facilidad - No se notaba)
5.- ¿ Qué hizo el ciego al saber que Lázaro se bebía el vino?
(Darle una paliza - Romperle e¡ jarro en la boca - Comprar otro jarro)
6.- ¿Por qué Lázaro no tenía dientes?
(No se sabe - Se le habían caído - Se los había roto el ciego)
7.- ¿Cómo titularía esta lectura?
8.- Dibuja a Lázaro bebiéndose el vino del ciego
LECTURA Nº 46 Había en la ciudad de El Cairo un hombre cansado de trabajar para ganarse el pan. Tanto había
trabajado que el sueño lo rindió una noche debajo de la higuera de su jardín. En el sueño vio a otro
hombre que se sacaba de la boca una moneda de oro y le decía: “Tu fortuna está en Persia, en la
ciudad de Isfaján; vete a buscarla”. A la mañana siguiente se despertó y emprendió el largo viaje.
Después de muchos días de viaje, llegó al fin a Isfaján, y se tendió a dormir en un patio. Había al lado
una casa en la que entraron a robar unos ladrones. Los vecinos, al ver a los ladrones, comenzaron a
gritar hasta que un capitán acudió con sus soldados y los ladrones huyeron por los tejados. El capitán
mandó registrar los alrededores y se encontraron durmiendo al hombre que venía de El Cairo. Los
guardias pensaron que era uno de los ladrones y comenzaron a pegarle para que hablara. Recibió
tantos azotes con varas de bambú que estuvo cerca de la muerte. A los dos días recobró el sentido en la
cárcel. El capitán lo mandó buscar y le preguntó quién era. El otro contestó: “Soy de la famosa ciudad
de El Cairo y mi nombre es Mohamed”. El capitán le preguntó por qué había venido desde un país tan
lejano. El otro le dijo la verdad: “Un hombre me ordenó en sueños que viniera, porque aquí estaba mi
fortuna. Ya estoy en Isfaján y veo que la fortuna que me prometió deben ser los azotes que tan
generosamente me dieron”.
Ante estas palabras, el capitán se rió y le contó: “Hombre alocado, tres veces he
soñado con una casa en la ciudad de El Cairo en cuyo fondo hay un jardín con una higuera y
una fuente, y bajo la fuente un tesoro. No he creído nunca en esa mentira. Tú, sin embargo,
has ido de ciudad en ciudad por tu sueño. Que no te vuelva a ver en Isfaján. Toma estas
monedas y vete”.
El hombre tomó las monedas y volvió a su casa loco de alegría en busca del tesoro.
Allí estaba el jardín con la higuera y la fuente; debajo de la fuente de su jardín (que era la
fuente del sueño del capitán) comenzó a cavar hasta desenterrar el tesoro.
1.- ¿En qué ciudad vivía Mohamed?
(En El Cairo - En Persia - En Isfaján)
2.- ¿ Qué la dijeron en el sueño?
(Que buscara en su jardín - Que se haría rico - Que fuera a otra ciudad)
3.- ¿En qué ciudad lo confundieron con un ladrón?
(En la ciudad de El Cairo - En Persia - En la ciudad de Isfaján)
4.- ¿ Qué le hicieron los guardias?
(Darle una paliza - La dieron unas monedas - Lo dejaron libre)
5.- ¿Qué sueño había tenido el capitán?
(Que el tesoro estaba en su casa de El Cairo - Que todo era una mentira)
6.- ¿ Qué le dijo el capitán?
(Que buscara el tesoro - Que no hiciera caso de los sueños - Que siguiera en la ciudad)
7.- ¿Quién le dio unas monedas para que pudiera volver a su casa?
(Un guardia - El capitán. – No le dieron nada)
8.- ¿Qué encontró en el jardín de su casa?
(Una fuente - Una higuera - El tesoro que había soñado el capi- tán)
9.- ¿Cómo titularías este cuento de las Mil y Una Noches?
l0.- Dibuja a Mohamed cuando encontró su tesoro
EL PERRO Y EL COCODRILO
Bebiendo un perro en el Nilo
al mismo tiempo corría,
y viéndolo un cocodrilo
muy meloso le decía:
-No seas tan impaciente.
Bebe quieto.
-Es malo andar
y beber; pero peor es esperar
a que me claves el diente.
Aprendamos el sentir
de este docto perro viejo:
Nunca debemos seguir
del enemigo el consejo.
Samaniego.
PRUEBA DE COMPRENSIÓN
¿Dónde estaba bebiendo el perro?
a) En río llamado Nilo.
b) En un manantial.
c) En una balsa de agua sucia.
¿Qué pretendía el cocodrilo?
a) Tranquilizar al perro para que bebiera cómodamente.
b) Poner nervioso al perro para que no bebiera.
c) Atacar al perro y comérselo.
¿Qué respondía el perro?
a) Que no bebía porque no tenía sed.
b) Que no se estaba quieto porque no se fiaba del cocodrilo.
c) Que corría porque tenía frío.
¿Qué enseñanza podemos sacar de la fábula?
a) Que no debemos confiar en nuestros enemigos.
b) Que los amigos siempre nos aconsejan bien.
c) Que cualquier consejo es bueno.