7718 - cesare pavese - el oficio de vivir

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  • 8/12/2019 7718 - Cesare Pavese - El Oficio de Vivir

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    El oficio de vivirCesare Pavese

    1935

    6 de octubre

    El que alguna de las ltimas poesas sea convincente, no quita importancia al hecho de que las compongo con

    creciente indiferencia y renuencia. Tampoco importa mucho que el goce inventivo me resulte a veces

    sumamente agudo. mbas cosas, unidas, se e!plican por la adquirida desenvoltura m"trica, que priva del

    placer de e!cavar en un material informe, ya un tiempo por intereses mos de vida pr#ctica que agregan una

    e!altaci$n pasional a la meditaci$n sobre ciertas poesas.

    Cuenta en cambio esto% que me parece cada ve& m#s intil e indigno el esfuer&o' y m#s fecunda que la

    insistencia sobre estas cuerdas, la bsqueda, concebida hace tiempo, de nuevas cosas que decir y por lo tanto

    de nuevas formas que for(ar. Porque lo que da tensi$n a la poesa en sus comien&os es el ansia de realidades

    espirituales ignotas, presentidas como posibles. )na ltima defensa contra la mana de violentos intentos

    renovadores la hallo en la convicci$n soberbia de que la aparente monotona y severidad del medio, que ya

    poseo, ha de ser an el me(or filtro de cualquier aventura espiritual ma. Pero los e(emplos hist$ricos *aunqueen materia de creatividad espiritual sea lcito atenerse a los e(emplos de cualquier tipo* est#n todos en contra

    de m.

    +in embargo, hubo un tiempo en el que tena muy vivo en la memoria un acopio pasional y sencillsimo de

    materia, sustancia de mi e!periencia, que haba que reducir a claridad y determinaci$n org#nica al versificar. y

    cada uno de mis intentos se relacionaba, sutil pero inevitablemente, con este fondo y (am#s me pareci$

    desviarme por e!travagante que fuese el ncleo de cada nueva poesa. +enta que compona algo que

    superaba siempre el fragmento del momento- actual-.

    leg$ el da en que el acopio vital qued$ del todo asumido en la obra, y me pareci$ que ya s$lo traba(aba con

    reta&os o que me limitaba a sutili&ar. Tan cierto es esto que *y lo advert me(or cuando quise aclararme en un

    estudio el traba(o reali&ado* disculpaba las ulteriores bsquedas de mi poesa como aplicaciones de una

    t"cnica consciente del estado de #nimo, cuando lo que haca era una poesa* (uego de mi vocaci$n po"tica.

    Esto es, volva a incurrir en el error que, identificado y eludido, haba servido al principio para conservarme

    tan fresca osada creativa, de versificar, y, aunque fuese indirectamente, sobre m como poeta. E!egi

    monumentum...-. esta sensaci$n de involuci$n puedo responder que en vano buscara ahora en m un

    nuevo punto de partida. /esde el da de los 0ares del +ur 1-, cuando por primera ve& me e!pres" a m

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    mismo de forma resuelta y absoluta, comenc" a construir una persona espiritual que nunca podr" ya sustituir

    conscientemente, so pena de negarla y de poner en tela de (uicio cualquier futuro e hipot"tico impulso mo.

    2espondo, pues, a la sensaci$n de inutilidad presente, humill#ndome en la necesidad de interrogar a mi

    espritu s$lo de aquellos modos que hasta ahora le fueron naturales y fructferos, remitiendo cualquier

    descubrimiento a la fecundidad de cada caso en particular. Pues la poesa sale a la lu& intent#ndola y no

    formul#ndola.

    Pero 3por qu", al igual que hasta ahora me he limitado como por capricho s$lo a la poesa en verso, no

    intento otro g"nero4 a respuesta es una sola y acaso insuficiente% por ra&ones de cultura, de sentimiento, de

    h#bito ya y no por capricho, no s" salir de ese sendero, y me parecera de aficionado el anto(o de cambiar la

    forma para renovar la sustancia.

    5 de octubre

    Todo poeta se ha angustiado, se ha asombrado y ha go&ado. a admiraci$n por un gran pasa(e de poesa no se

    dirige nunca a su pasmosa habilidad, sino a la novedad del descubrimiento que contiene. ncluso cuando

    sentimos un latido de alegra al encontrar un ad(etivo acoplado con felicidad a un sustantivo, que nunca se

    vieron (untos, no es el estupor por la elegancia de la cosa, por la prontitud del ingenio, por la habilidad

    t"cnica del poeta lo que nos impresiona, sino la maravilla ante la nueva realidad sacada a la lu&.

    Es digna de meditaci$n la gran potencia de im#genes como las de las grullas, la serpiente o las cigarras' o las

    del (ardn, la meretri& y el viento' las del buey, del perro, de Trivia, etc. nte todo, est#n hechas para obras de

    vasta construcci$n, pues representan la o(eada echada a las cosas e!ternas en el curso de la atenta narraci$n

    de hechos de importancia humana. +on como un suspiro de alivio, una mirada por la ventana. Con ese

    aspecto suyo de detalles decorativos que han brotado variopintos de un duro tronco, prueban la inconsciente

    austeridad del creador. E!igen una natural incapacidad para los sentimientos paisa(sticos. )tili&an clara y

    honestamente la naturale&a como un medio, como algo inferior a la sustancia del relato. Como una

    distracci$n. 7 esto ha de entenderse hist$ricamente, pues mi idea de las im#genes como sustancia del relato

    lo niega. 3Por qu"4 Porque nosotros hacemos poemas breves. Porque aferramos y martilleamos en unsignificado un nico estado de #nimo, que es principio y fin en s mismo. 7 no nos est# permitido por tanto

    hermosear el ritmo de nuestro condensado relato con desahogos 8- naturalistas, que seran remilgos, sino que

    debemos, preocupados por otra cosa, o bien ignorar la naturale&a vivero de im#genes, o e!presar (ustamente

    un estado de #nimo naturalista, en el que la mirada por la ventana es la sustancia de toda la construcci$n. Por

    lo dem#s, basta con pensar en alguna obra moderna de vasta construcci$n *en novelas, pienso* y he aqu que

    encontramos en ella, a trav"s de una mara9a de filtraciones paisa(sticas debidas a nuestra insuprimible

    cultura rom#ntica, ntidos e(emplos de imaginismo*distracci$n.

    +upremo entre los antiguos y los modernos *entre la imagen*distracci$n y la imagen*relato* es +ha:espeare,

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    que construye con vastedad y al tiempo es toda una mirada por la ventana' surge en una imagen reto9ante de

    un tronco austero de humanidad y al tiempo construye la escena, el play ;pie&a de teatro< entero, como

    interpretaci$n imaginista del estado de #nimo. Esto debe nacer de la felicsima t"cnica dram#tica, para la cual

    todo es humanidad *la naturale&a, inferior*, pero tambi"n todo, en el lengua(e imaginativo de sus persona(es,

    es naturale&a.

    0ane(a fragmentos de lrica, con los que hace una estructura s$lida. =arra, en suma, y canta

    indisolublemente, nico en el mundo.

    1> de octubre

    un admitiendo que yo haya alcan&ado la nueva t"cnica que trato de e!plicarme, es evidente empero que

    diseminados aqu y all# se encuentran rasgos filtrados a trav"s de larvas de otras t"cnicas. Esto me impide ver

    con claridad la esencia de mi estilo digamos con cautela, en contra de ?audelaire, que en poesa no todo es

    previsible y al componer se eligen a veces formas no por ra&ones claras, sino por instinto' y se crea, sin saber

    con definida claridad c$mo-. Es cierto que yo tiendo a sustituir el desarrollo ob(etivo de la trama por la

    calculada ley fant#stica de la imagen, porque as lo pretendo' pero hasta d$nde llega ese c#lculo, qu"

    importancia tiene una ley fant#stica, y d$nde acaba la imagen y comien&a la l$gica, son problemillas de no

    escasa monta.

    Esta noche, ba(o las lunares rocas rolas, pensaba en qu" gran poesa sera la que mostrase al dios encarnado en

    este lugar, con todas las alusiones de im#genes que seme(ante trato consentira. l punto me sorprendi$ la

    conciencia de que ese dios no e!iste, de que yo lo s", estoy convencido de ello, y por lo tanto otros podran

    hacer esa poesa, pero no yo. /e ah pas" a pensar cu#n alusivo y all*pervading ;que la impregna todo< ha de

    ser cualquier futuro tema mo, del mismo modo que deba ser alusiva y all*pervading la fe en el dios

    encarnado en las rocas ro(as, si un poeta se hubiera servido de ella.

    3Por qu" no puedo tratar yo de las lunares rocas ro(as4 Pues porque no refle(an nada mo, salvo una

    descarnada turbaci$n paisa(stica, que nunca debiera (ustificar una poesa. +i estas rocas estuvieran en el

    Piamonte, sabra perfectamente, empero, absorberlas en una imagen y darles un significado. o cual equivale

    a decir que el primer fundamento de la poesa es la oscura conciencia del valor de las relaciones, incluso las

    biol$gicas, que viven ya con una larval vida de im#genes en la conciencia prepo"tica.

    +eguramente debe ser posible, incluso para m, hacer poesa sobre una materia de fondo no piamontesa. /ebe

    serlo, pero hasta ahora no lo ha sido casi nunca. Esto significa que an no he salido de la simple reelaboraci$n

    de la imagen representada materialmente por mis la&os originarios con el ambiente' que, en otras palabras, en

    mi laboreo po"tico hay un punto muerto, gratuito, un material subyacente del que no logro prescindir. Pero3se trata en verdad de un residuo ob(etivo o de sangre indispensable4

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    1@ de octubre

    Aabiendo recomen&ado esta ma9ana y terminado el poema de la liebre, del cual, (ustamente por culpa de la

    liebre, desesperaba, siento cierta osada para perseverar en el oscuro esfuer&o. 0e parece haber conquistado

    de veras tal instinto t"cnico que, sin pensar deliberadamente en ellas, mis fantasas me brotan ya imaginadas

    de acuerdo con esa fant#stica ley que mencionaba ello de octubre. 7 mucho me temo que eso significa que

    ya es hora de cambiar de msica, o al menos de instrumento. +i no, llego a un punto en que, antes aun de

    componer la poesa, esbo&o un ensayo crtico. 7 la cosa se convierte en un asunto tan burlesco como el

    echo de Procusto B-.

    Ae aqu la f$rmula hallada para el futuro% si anta9o me torturaba por crear una me&cla de mis lirismos

    apreciados por su ardor pasional- y de mi estilo epistolar apreciable por el control l$gico e imaginativo- y el

    resultado fueron los 0ares del +ur con toda su coda, ahora debo encontrar el secreto para fundir la fant#sticay sentenciosa vena de Traba(ar cansa con la otra, burlona y realistamente entonada a un pblico, de la

    pornoteca. 7 es indudable que eso e!igir# la prosa.

    Porque s$lo una cosa entre tantas- me parece insoportable para el artista% no sentirse ya en los comien&os.

    8 de octubre

    a poesa comien&a cuando un necio dice del mar% DParece aceiteD. =o se trata, en absoluto, de una m#se!acta descripci$n de la bonan&a, sino del placer de haber descubierto la seme(an&a, del cosquilleo de una

    misteriosa relaci$n, de la necesidad de gritar a los cuatro vientos que se ha notado.

    Pero resulta igualmente necio detenerse aqu. niciada as la poesa, es preciso acabarla y componer un rico

    relato de relaciones que equivalga h#bil* mente a un (uicio de valor.

    Esta sera la poesa tpica, la idea. Pero normalmente las obras est#n hechas de sentimiento *la e!acta

    descripci$n de la bonan&a* que a ratos espumea en descubrimientos de relaciones. Puede ocurrir que la poesa

    tpica sea irreal y *al igual que vivimos tambi"n de microbios* lo que se ha hecho hasta ahora conste de meros

    tro&os mim"ticos sentimiento-, de pensamientos l$gica- y de relaciones a la buena de /ios poesa-. )na

    combinaci$n m#s absoluta qui sera irrespirable y necia.

    1 de noviembre

    Es interesante la idea de que el sentimiento en arte sea el puro tro&o mim"tico, la e!acta descripci$n de la

    bonan&a. Esto es, una descripci$n hecha con t"rminos propios, sin descubrimientos de relaciones imaginativas

    y sin intrusiones l$gicas.

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    Pero, si es concebible una descripci$n que no cuente im#genes que qui la misma naturale&a del lengua(e

    niega-, 3puede e!istir una descripci$n al margen del pensamiento l$gico4 3=o es ya e!presi$n de (uicio

    observar que el #rbol es verde4 , si pare* ce ridculo encontrar un pensamiento en seme(ante trivialidad,

    3d$nde acaba la trivialidad y comien&a el verdadero (uicio l$gico4 2emito a me(or fil$sofo el segundo p#rrafo.

    +in embargo, me parece e!acto que el sentimiento consiste en describir con propiedad. )tili&ar las

    emociones para descubrir en ellas relaciones es, en efecto, elaborar ya racionalmente estas e!periencias.

    37 c$mo es que la naturale&a del lengua(e niega la posibilidad de usar im#genes4 El que verde se derive de vis,

    y aluda a la fuer&a de la vegetaci$n, es una relaci$n hermosa e indiscutible' pero tambi"n es indiscutible la

    sencille& actual de esta palabra y su remitirse de inmediato a una idea nica. El que arribar significase anta9o

    abordar, y al principio fuera hacer una imagen n#utica decir que el invierno arribaba, no priva de absoluta

    ob(etividad a la misma observaci$n hecha lneas antes. 0i par"ntesis era, pues, estpido. 7 no le demos m#s

    vueltas.

    5 de noviembre

    a bsqueda de una renovaci$n est# ligada al af#n constructivo. 7a he negado valor po"tico de con(unto al

    cancionero que aspire a poema, y sin embargo, sigo pensando en c$mo disponer mis poemillas, para

    multiplicar y completar su significado. Fuelve a parecerme que no hago sino presentar estados de #nimo.

    Fuelve a faltarme el (uicio de valor, la revisi$n del mundo.Cierto es que la colocaci$n calculada de las poesas en el cancionero*poema no responde sino a una

    complacencia decorativa y refle(a. Esto es, dadas las poesas de as Glores del 0al, el hecho de que est"n

    dispuestas as o as#, puede ser elegante y es* clarecedor, e incluso crtico, pero nada m#s. /adas las poesas

    como ya compuestas, pero el hecho de que ?audelaire las haya compuesto as una a una, convincentes y

    cautivadoras en con(unto como un relato, 3no podra derivarse de la concepci6n moral, (u&gadora, e!haustiva

    de su totalidad4 3caso una p#gina de la /ivina Comedia pierde su valor intrnseco de nota de un todo si la

    arrancamos del poema o la despla&amos4

    Pero, de(ando para me(or momento el an#lisis de la unidad de la Comedia, 3es posible atribuir un valor de

    pertenencia*a*un*con(unto a una poesa concebida en s, segn el aleteo de una inspiraci$n 4 dem#s, me

    parece inverosmil que ?audelaire no concibiera una poesa en s, sino que la pensara engranada con las otras.

    7 an hay m#s. /ado que una poesa no est# clara para su autor, en su significado m#s profundo, hasta que

    est# terminada, 3 c$mo es posible que aqu"l construyera su libro sino refle!ionando sobre las poesas ya

    hechas4 El cancionero*poema es, pues, siempre un afterthought ;refle!i$n a posteriori

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    realista persistencia del persona(e, del desarrollo naturalista de los hechos, que al producirse en una

    conciencia no frvola pierde su materialidad y adquiere significado espiritual, se convierte en estado de #nimo.

    1> de noviembre

    3Por qu" pido siempre a mis poesas un contenido e!haustivo, moral, (u&gador4 3 7o, a quien no le convence

    que el hombre (u&gue al hombre4 0i pretensi$n no es sino un vulgar deseo de echar mi cuarto a espadas. o

    cual dista mucho de la administraci$n de la (usticia. 3Aago yo (usticia en mi vida4 30e importa algo la (usticia

    en las humanas cosas4 y entonces, 3por qu" la pretendo pronunciada en las po"ticas4

    +i hay algn smbolo en mis poesas, es el smbolo del que ha escapado de casa y regresa con alegra al

    pueblecito, tras haberlas pasado de todos los colores y siempre pintorescas, con poqusimas ganas de traba(ar,

    disfrutando mucho con cosas sencillsimas. siempre generoso y bonach$n y franco en sus (uicios, incapa& de

    sufrir a fondo, contento de seguir a la naturale&a y go&ar a una mu(er, pero tambi"n contento de sentirse solo

    y sin compromisos, dispuesto a recomen&ar cada ma9ana% los 0ares del +ur en suma.

    18 de noviembre

    o que precede puede ser una generali&aci$n. +era preciso hacer el inventario de las poesas del libro, cu#les

    no entran en el cuadro tra&ado. Es evidente que los grupos no se diferenciar#n por una divergencia de

    vicisitudes, tanto m#s cuanto que mi protagonista Dlas pasa de todos los coloresD, sino por divergencia en el

    sentir, por e(emplo% capacidad de sufrir a fondo, incapacidad de soledad, descontento ante la naturale&a,

    cautela y malignidad. a nica de estas actitudes propuestas que encuentro e!cepcionalmente ya reali&ada es

    la impaciencia ante la soledad en el aspecto se!ual 0aternidad y Paternidad-. Pero presiento que la nueva

    va no estar# ni en la direcci$n ya recorrida a lo largo ya lo ancho ni en los diversos DnoD imaginados por

    oposici$n' sino en el aprovechamiento de algn modo lateral que, conservando el persona(e ya reali&ado,

    desplace insensiblemente sus intereses y su e!periencia. Esto ocurri$ en la "poca de )na estaci$n, cuando,

    interes#ndome por la vida carnal hasta entonces desde9ada, conquist" un nuevo mundo de formas salto de

    los 0ares del +ur al /ios*cabro -. En suma, es est"ril la bsqueda de un nuevo persona(e, y fecundo el inter"s

    humano del vie(o persona(e por nuevas actividades.

    16 de noviembre

  • 8/12/2019 7718 - Cesare Pavese - El Oficio de Vivir

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    El problema est"tico, mo y de mis tiempos, m#s urgente es sin duda el de la unidad de una obra de poesa. +i

    deberemos contentarnos con la emprica liga&$n aceptada en el pasado, o e!plicar esta liga&$n como una

    transfiguraci$n de materia en espritu po"tico, o buscar un nuevo principio ordenador de la sustancia po"tica.

    Aan percibido este problema y han negado los tres puntos antedichos los pulveri&adores actuales de la poesa,

    los poetas de la precisi$n. Es preciso volver a la poesa de situaci$n. 3ceptando tal cual las situaciones del

    pasado o dando una nueva manera espiritual de situar los hechos4

    a nueva manera que yo crea haber puesto en pr#ctica *la imagen*relato* me parece hoy que no vale m#s

    que cualquier medio ret$rico helenstico. Es decir, un simple halla&go, del g"nero de la repetici$n o del in

    medias res, que tiene una gran eficacia ocasional, pero que no basta para constituir un enfoque suficiente.

    @ de diciembre

    Aa de profundi&arse la afirmaci$n de que el secreto de mucho gran arte estriba en los impedimentos que, en

    forma de reglas, impone el gusto contempor#neo. as reglas del arte, proponiendo un ideal definido que hay

    que alcan&ar, dan al artista una meta que impide el laboreo en el vaco del ingenio. Pero es preciso agregar

    que (am#s el valor de las obras est# para nosotros en las reglas observadas, sino *en vista de la heterogeneidad

    de los fines* en estructuras crecidas, ba(o la mano del artista durante su bsqueda de lo que la regla *el gusto*

    e!ige. El ingenio recalentado por un (uego racional, como es el intento de alcan&ar ciertos resultados tenidos

    por valiosos, supera el abstracto valor de convenci$n de esos DgustosD y crea arrebatadamente nuevasarquitecturas. +in saberlo' y esto es l$gico, si se piensa que el secreto de una estructura artstica se le escapa a

    su creador hasta que, esclareci"ndosela, "l mismo le quite inter"s. s resuelvo la necesidad de DinteligenciaD

    en arte% e!iste aplicaci$n consciente de "sta, pero s$lo a aquellas metas contempor#neas que, v#lidas para el

    artista y para su tiempo, se funden despu"s en la erupci$n de poesa nacida del recalentamiento del ingenio.

    El artista traba(a con su cerebro para llegar a metas que perder#n valor ante la posteridad' pero, al obrar as,

    su DcerebroD crea precrticamente nuevas realidades intelectuales% E(emplo% la mana del conceit ;noci$n o

    e!presi$n imaginativa, ingeniosa o aguda< entre los isabelinos y el resultado sha:espeariano de la imagen*

    relato. a afici$n al e(emplo con* creto del mundo cientfico cl#sico y la resultante visi$n c$smica de

    ucrecio.

    1H de diciembre

    En cuanto a m, la composici$n de una poesa se produce de un modo que *de no mostr#rmelo la

    e!periencia* (am#s hubiera credo. 0ovi"ndome en torno a una informe situaci$n sugerente, gimoteo para m

    mismo una idea, encarnada en un ritmo abierto, siempre el mismo. as diversas palabras y los diversos ne!os

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    colorean la nueva concentraci$n musical, identific#ndola. y lo m#s importante est# hecho. +$lo queda

    entonces volver sobre esos dos, tres, cuatro versos, casi siempre ya en este estadio definitivos e iniciales, y

    atormentarlos, interrogar* los, adaptar sus variados desarrollos, hasta que doy con el (usto. a poesa ha de

    e!traerse toda del ncleo que he dicho. y cada verso que se a9ade lo determina cada ve& me(or y e!cluye un

    nmero cada ve& mayor de errores fant#sticos. Aasta que las posibilidades intrnsecas del punto de partida

    est#n todas identificadas y desarrolladas en la medida de mis fuer&as' poco a poco se han ido formando ba(o la

    pluma nuevos ncleos rtmicos, identificables en las diversas Dim#genesD singulares del relato' y llego,

    desganadamente porque el inter"s se est# ya acabando, al ltimo verso conclusivo, casi siempre amplio y

    reposado y ligado con el comien&o y recapitulaci$n alusiva de los diversos nucleos. 3 +er# esto la cristali&aci$n

    de +tendhal4 Tengo ante m un con(unto rtmico *lleno de colores, de pasa(es, de impulsos y de distensiones*

    donde los distintos momentos de descubrimiento, de avance *los ncleos, en suma* se intercambian, se

    iluminan, perennemente activados por la sangre rtmica que corre por doquier. 0e enco(o de hombros depensar en otra cosa, pero sonro estimulado por el secreto.

    1936

    8B de febrero

    Cuanto m#s lo pienso, m#s notable me parece el hecho hom"rico del libro*unidad. En un estadio que todoinclinara a suponer proclive a la uniformidad, se revela en cambio el gusto por el tapi& circunscrito y

    abigarrado, el estudio de la unidad diferenciada. Es, en realidad, un escritor de relatos diversamente

    condicionados el amor, la pasi$n heroica, la aventura, la guerra, el idilio, el regreso, el mundo epicreo, el

    gusto social, la vengan&a, la ira, etc"tera-. En esto es como sus allegados /ante y +ha:espeare% poderosos.

    fabulosos constructores que se deleitan con el detalle, sentido hasta el revoloteo, que respiran toda la vida con

    regulares y perfectas respiraciones cotidianas. +obre todo, no son hombres de grito repentino y mon$tono,

    que irrumpe de la e!periencia y la sobreentiende y unifica en una sensaci$n' sino vates casti&os, impregnados

    de cosas, tranquilos e impasibles suscitadores de la variedad, socarrones de la e!periencia, a la que tallan en

    figuras como por (uego, acabando por sustituirla, astutsimos. Carecen sobre todo de ingenuidad.

    Entendidos as, los creadores aparecen bien acondicionados para ese traba(o de grandiosa y sutilsima

    habilidad, astucia, que se requiere para cumplir el papel de puente entre relato y poesa. +on admirables en el

    compromiso, en el arte enteramente social y prudencial de la e!periencia. En lugar de derivar una grande&a

    de la violencia de los sentimientos, la derivan del arte de saber vivir. Esta base biogr#fica es la nica cosa que

    tienen en comn los lricos y los creadores. Pero mientras que para los lricos todo se e!tingue en esta

    violencia, para ellos, para los maestros, el saber vivir es un arte que simplemente sirve para tornear el

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    material humano, entregado a s mismo, pulido, ultimado% puesto a disposici$n de todos. s ellos

    desaparecen en la obra, mientras que los lricos se desfiguran en ella.

    1> de abril

    Cuando un hombre est# en mi situaci$n s$lo le queda hacer e!amen de conciencia.

    =o tengo motivos para recha&ar mi idea fi(a de que cuanto le ocurre a un hombre est# condicionado por todo

    su pasado' en suma, es merecido. Evidentemente, buenas las he hecho para encontrarme en este punto.

    nte todo, ligere&a moral. 30e he planteado nunca en serio el problema de lo que debo hacer en conciencia4

    Ae seguido siempre impulsos sentimentales, hedonistas. =o caben dudas sobre esto. Aasta mi misoginia

    15B>*15BI- era un principio superfluo% no quera incordios y me complaca esa pose. uego se ha visto hasta

    qu" punto esa pose era invertebrada. y tambi"n en la cuesti$n del traba(o, 3he sido alguna ve& m#s que un

    hedonista 4 0e complaca en el traba(o febril ya saltos, ba(o la inspiraci$n de la ambici$n, pero tena miedo,

    miedo de ligarme. =unca he traba(ado de veras y en realidad no s" ningn oficio. y se ve con claridad

    tambi"n otra lacra. Jam#s he sido un simple inconsciente, que go&a con sus satisfacciones y se le da un ardite

    de lo dem#s. +oy demasiado cobarde para eso. 0e he acunado siempre con la ilusi$n de sentir la vida moral,

    pasando instantes deliciosos *es la palabra e!acta* al plantearme casos de conciencia, sin la decisi$n de

    resolverlos en la acci$n. 7eso si no quiero desenterrar la complacencia que anta9o e!perimentaba en el

    envilecimiento moral con finalidad est"tica, esper#ndome de eso una carrera de genio. 7 esa "poca no la hesuperado an.

    las pruebas. hora que he alcan&ado la plena abyecci$n moral, 3en qu" pienso4 Pienso en lo hermoso que

    sera si esa abyecci$n fuese tambi"n material, si tuviera por e(emplo los &apatos rotos.

    +$lo as se e!plica mi actual vida de suicida. 7 s" que estoy condenado para siempre a pensar en el suicidio

    ante cualquier molestia o dolor. Esto es lo que me aterra% mi principio es el suicidio, nunca consumado, que

    no consumar" nunca, pero que acaricia mi sensibilidad.

    o terrible es que todo cuanto me resta ahora no basta para endere&arme, porque en id"ntica situaci$n

    *aparte las traiciones* me encontr" en el pasado y tampoco entonces encontr" ninguna salvaci$n moral. =i

    siquiera me endurecer" esta ve&, est#

    claro.

    7 sin embargo *puede que la infatuaci$n me enga9e, pero no lo creo*, haba encontrado el camino de

    salvaci$n. 7 con toda la debilidad que en m haba, esa persona saba su(etarme a una disciplina, a un

    sacrificio, con el simple don de s misma. 7 no creo que eso fuese una bobada, porque el don de ella me

    elevaba a la intuici$n de nuevos deberes, les daba cuerpo ante m. Porque abandonado a m mismo, ya he

    hecho la e!periencia, estoy seguro de no tener "!ito. Aecho una carne y un destino con ella, habra triunfado,

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    estoy igualmente seguro. causa tambi"n de mi propia cobarda% habra sido un imperativo a mi lado.

    7 en cambio, Kqu" ha hechoL Mui ella no sepa, o si no sabe no le importa. 7 es (usto porque ella es ella y

    tiene su pasado que le tra&a su futuro.

    Pero ha hecho esto. 7o he tenido una aventura, durante la cual se me ha (u&gado y se me ha declarado

    indigno de continuar. nte este golpe de gracia no es ya absolutamente nada el lamento del amante, que sin

    embargo es tan atro&, o el derrumbe de la posici$n, que tambi"n es grave.

    +e confunde, el sentido de este golpe de gracia con el martilla&o que en 15BI haba cesado de golpearme%

    Kfuera

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    =o es s$lo una similitud el paralelo entre una vida de abandono voluptuoso y el hacer poesas aisladas,

    peque9as, una de ve& en cuando, sin responsabilidad de con(unto. Eso habita a vivir a saltos, sin desarrollo y

    sin principios.

    a lecci$n es "sta% construir en arte y construir en la vida, proscribir lo voluptuoso tanto en el arte como en la

    vida, ser tr#gicamente. Eso no veda, claro, hacer el cerdo de ve& en cuando, o un sonetillo y un relato' m#s

    an, es preciso hacerlo. +olamente, acordarse de que, para componer un cuento o una velada, no es preciso

    alborotar cielo y tierra.-

    E!plicado y suscrito esto, es humano de(ar desahogar y meditar en que (am#s nadie me ha hecho agravio m#s

    grande. =o por la cuesti$n del amor *estamos hasta los co(ones del amor*, sino por esa otra ra&$n de que

    precisamente esta ve& yo estaba intentando pagar, responder, ligarme y limitarme, tragici&ar lo voluptuoso, en

    suma. Conviene que me haya ocurrido lo contrario% as probar# si mi virilidad puede recobrarse. Conviene,

    conviene, pero ha sido una gran canallada. 7 bien pensado, e!cluyendo de buen grado toda voluptuosaenso9aci$n y pasi$n, 3qui"n puede decir que mi tortura no nace (ustamente de eso *de que me han hecho

    una cosa in(usta*, una mala acci$n4 37 no se encuentra tambi"n aqu una lecci$n de t"cnica una po"tica4

    8I de abril

    Es preciso haber sentido la mana de la autodestrucci$n. =o hablo del suicidio% gente como nosotros,

    enamorada de la vida, de lo imprevisto, del placer de DcontarlaD, s$lo puede llegar al suicidio porimprudencia. 7 adem#s, el suicidio aparece ya como uno de esos herosmos mticos, de esas fabulosas

    afirmaciones de una dignidad del hombre ante el destino, que interesan estatuariamente, pero que nos de(an

    abandonados a nosotros mismos.

    El autodestructor es un tipo m#s desesperado y utilitario al tiempo. El autodestructor se esfuer&a por

    descubrir en su interior cualquier lacra, cualquier cobarda, y por favorecer estas disposiciones a la anulaci$n,

    busc#ndolas, embriag#ndose con ellas, disfrut#ndolas. El autodestructor est# en definitiva m#s seguro de s

    que cualquier vencedor del pasado, sabe que el hilo del apego al ma9ana, a lo posible, al prodigioso futuro, es

    un cable m#s fuerte *trat#ndose del ltimo empu($n* que no s" cu#l fe o integridad.

    El autodestructor es sobre todo un comediante y un due9o de s. =o desperdicia ninguna oportunidad de

    sentirse y de probarse. Es un optimista. o espera todo de la vida, y se va afinando para producir ba(o las

    manos del caso futuro los sonidos m#s agudos o significativos.

    El autodestructor no puede soportar la soledad. Pero vive en un continuo peligro% que lo sorprenda una mana

    de construcci$n, de ordenaci$n, un imperativo moral. Entonces sufre sin remisi$n, y podra incluso matarse.

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    Es preciso observar bien esto% en nuestros tiempos el suicidio es un modo de desaparecer, se comete

    tmidamente, silenciosamente, chatamente. =o es ya un hacer, es un padecer.

    3Mui"n sabe si volver# an al mundo el suicidio optimista4

    E!presar en forma de arte, con finalidad cat#rtica, una tragedia interior, s$lo puede hacerlo el artista que a

    trav"s de la tragedia vivida estaba ya tendiendo sutilmente sus hilos constructivos, desarrollaba una

    incubaci$n creadora, en suma. =o e!iste la tempestad sufrida locamente y despu"s liberaci$n a trav"s de la

    obra, so pena de suicidio. Tan cierto es esto que los artistas que se han matado de veras por sus tr#gicos casos,

    suelen ser ligeros cantores, aficionados a sensaciones, que nada insinuaron (am#s en sus cancioneros del

    profundo c#ncer que los roa. /e lo cual se aprende que el nico modo de huir del abismo es mirarlo y

    medirlo y sondearlo y ba(ar a "l.

    Es de una desolaci$n tonificante *como una ma9ana invernal* el padecer una in(usticia. Eso hace reto9ar,

    segn nuestros m#s celosos deseos, la fascinaci$n de la vida' devuelve el sentido de nuestro valor frente a las

    cosas' adula. 0ientras que sufrir por puro a&ar, por una desgracia, es envilecedor. o he probado, y quisiera

    que la in(usticia que la ingratitud hubieran sido mayores. Esto llama vivir y, a los veintiocho a9os, no ser

    precoces.

    Para la humildad. Es tan raro, sin embargo, sufrir una hermosa y total in(usticia. +on tan tortuosos nuestros

    actos. En general, siempre encontramos que un poco de culpa la tenemos tambi"n nosotros, y adi$s ma9anainvernal.

    1- El poema que abre el volumen avorare +tanca DTraba(ar cansaD-, =ota del editor italiano.-

    8- En el manuscrito se lee% svaghiOdistracciones' sfoghiOdesahogos. =. del E. .-

    B- Procusto *o Procustes* era un bandido del tica que e!tenda a los via(eros sobre una cama y los estiraba

    o mutilaba hasta que coincidieran con las medidas del lecho. Teseo lo mat$ tras infligirle su propio suplicio.

    = de la T.-

    25 de abril

    Aoy, nada.

    26 de abril

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    E!iste tambi"n el tipo que, cuanto m#s ba(o cae y cuando debera pensar s$lo en levantarse, m#s piensa en

    volar y m#s se e!alta. Es ante todo el gusto por los contrastes y el h#bito de contemplarse. =adie que no

    tenga el vicio de mirarse a s mismo como si fuera otro *un importantsimo otro* puede durante el dolor o la

    preocupaci$n e!altarse en cambio con el placer y la ibertad.

    )n hombre que ha vivido doce a9os con un ideal *tanto mas si es inconfesado*, cuando despierta se

    encuentra inevitablemente comprometido con su car#cter y ya no huye del habito de aquel ideal. hora bien,

    entre las muchas cosas monstruosas, el h#bito de un ideal es fesimo. 7 uno se corrige de todo, pero no de

    eso. Podr# tratar de cambiar la direcci$n de su ideal, pero nada m#s.

    Por fortuna entre todos los h#bitos espirituales *pasiones, deformaciones, complacencia, serenidad, etc"tera*,

    el nico que sobrevive a los das es la calma. Folver#.

    Aay que andarse con cuidado al comunicar los descubrimientos psicol$gicos de poderosas perversidades aquien ignoraba ser as' porque la primera vctima ser# el descubridor verdico. a vie(a historia del toro de

    Perilo.

    Muien revela a una mu(er el ser potencial de ella, ser# el primer cornudo.

    Es matem#tico. Eso es, matemtico.

    3Mu" m"todo me(or para una mu(er que quiere (oder a un hombre que llevarlo a un ambiente que no es el

    suyo, vestirlo de modo ridculo, e!ponerlo a cosas en las que es ine!perto, y *en cuanto a ella* tener mientras

    tanto otras cosas que hacer, incluso esas mismas que el hombre no sabe hacer4 =o s$lo lo (ode delante delmundo, sino *importante para una mu(er, que es el animal mas racional que e!iste* lo convence de que esta

    (odido, conserva la buena conciencia. Porque con habilidad y e!periencia se llega a esta cosa increble%

    preparar las cosas y los hechos *las cadenas de causalidad*, de modo que, cuanto se desea, se produ&ca sin

    ofender los propios principios de comportamiento "tico.

    27 de abril

    Cuenta%

    )n da me di(o c$mo me tratara. Era en aquella "poca ansiosa en la que nada haba ocurrido, pero deba

    producirse. a hacia hablar de su pasado, con el af#n de conocer cuanto mas pudiera de ella, y tener un

    motivo para mi enso9aci$n.

    Aablaba de un (oven&uelo ingenuo que la haba abordado en el tren. o describa como decidido y normal.

    =o le cost$ mucho traba(o infatuarlo. Con palabras y gestos. Tambi"n conmigo hi&o un via(e.- 7 despu"s

    termin$ d#ndole un nombre falso.Q7 el (oven&uelo le haba escrito pidi"ndola en matrimonio.Q

  • 8/12/2019 7718 - Cesare Pavese - El Oficio de Vivir

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    28 de abril

    Mue al se9or le agraden las cosas claras, me parece muy bien por su buen gusto. Pero refle!ione el se9or que

    las cosas claras se digieren en seguida, y luego vuelve el apetito. 0ucho me(or roer en le difcil, darse ma9a en

    la bsqueda de lo peque9o hacer durar mas la esperan&a, en suma.Q

    3Por que tom#rselo tan a pecho4 Aemos vuelto al 85. Compuse poemas ociosos, sufr por la incapacidad de

    traba(ar, s$lo y contrito en medio de la vida, vagabundo irritado ante el espect#culo pblico. 3Mue es lo que

    falta4 3os siete a9os transcurridos4

    Pero ya basta% 3ha importado alguna ve& la (uventud en mi oficio4 7 si los siete a9os no faltaran, si hubieran

    acabado todos bien, es decir, si hubiera compuesto poemas perdurables, encontrado un traba(o satisfactorio,

    estuviera acoplado y agradecido a la vida, casado y alegre con el espect#culo pblico' si todo hubiera salido

    as, 3tendra algo m#s4 3Aabra valido la pena4 3Estara sentado ante esta mesa con m#s go&o4

    7, si respondiera que me encantara estar ligado, tener deberes, 3no estara diciendo algo intil, dado que

    deberes siempre los tiene uno, con tal de que quiera4

    7 entonces, entonces, 3+$lo la echo de menos a ella4 3 ella, que me ha (odido4 Pero, si todo lo dem#s sigue

    inalterable, 3que representa ella sino una trivial desilusi$n sentimental4

    nimo, (oven, ni siquiera es lcito hundirse en un gran fracaso' no e!iste el fracaso' estamos como antes,

    hemos quemado siete a9os, nos han ocurrido cosas amables' recomencemos, pero sin gritar, y tengamospresente que no hay ra&$n alguna para que dentro de otros siete a9os no volvamos a repetir el mismo

    discurso. 7 luego tambi"n, y luego tambi"n. Pues 3quien ha dicho que la vida es para go&arla4 Chico, tenemos

    aun las ilusiones (uveniles.

    Pero, si es cierto que a todos les ocurre lo mismo, 3c$mo es que los vie(os no tienen todos caras turbadas.

    endemoniadas, torturadas, rotas, y son en cambio tan tranquilos4

    a nica cosa clara es por que los muertos se pudren. Con todo ese veneno en el cuerpo.

    1 de mayo

    El que la poesa na&ca de la privaci$n, lo apoya el hecho de que la poesa griega sobre los h"roes se reali&a

    cuando los epgonos son e!pulsados de las patrias donde est#n las tumbas de los h"roes.

    5 de mayo

  • 8/12/2019 7718 - Cesare Pavese - El Oficio de Vivir

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    El pecado no es una acci$n en ve& de otra, sino toda una e!istencia mal trabada. Aay quien peca y quien no.

    as mismas cosas odiar, (oder, holga&anear, maltratar, humillarse, ensoberbecerse- en uno son pecados, en

    otros no.

    Aaber pecado significa quedar convencido de que esa acci$n es, de un modo misterioso, creadora de

    infelicidad propia para el futuro, que ha quebrantado alguna ley misteriosa de armona y que no es sino un

    eslab$n de una cadena de inarmonas precedentes y futuras. Fivir es como hacer una larga suma, en la cual

    basta con haber equivocado el total de los dos primeros sumandos para que ya no salga. Muiere decir

    engranarse en una cadena dentada, etc.

    9 de mayo

    3Tambi"n el consuela de humillarse incurre en las voluptuosidades de costumbre o es un principio valido4

    3Es decir, 3uno se humilla como para aprovechar un embate de la e!periencia convirti"ndolo en prete!to de

    un autoespect#culo gratuito sin compromisos morales- o para e!cavar un fil$n de conducta "tica, para

    buscar en suma un plan concien&udo de deberes4

    Es un hecho que e!iste complacencia en la propia humillaci$n. Parece imposible distinguir si se go&a

    voluptuosa tr#gicamente.

    En el fondo, como no he encontrado otro reproche a la voluptuosidad que el de arruinar a quien la e(ercehacerlo sufrir intilmenteQ-, bastara con ac1arar si la autohumillaci$n hace sufrir intilmente o no. 7 en mi

    caso,cmo salir de la habitual directriz de comprobar la legitimidad de mi estado mediante su fecundidad o

    esterilidad creadora?Porque seguramente esta directri& es falsa, o al menos insuficiente, ya que no todos

    practican el oficio de creadores. a utilidad o la inutilidad del sufrimiento se determinaran con relaci$n a toda

    una e!istencia 7 el que el interesado sea adem#s un creador, nada tiene que ver con la conciencia. +e trata en

    este caso de e!igencias que afectan a los cimientos, al margen del oficio, de la clase y de la naci$n. Pero quita

    eso, quita aquello, 3qu" es lo que queda al hacer de esclavo de los deberes4 Es preciso, pues, no e!cluir mi

    condici$n de creador para ba(ar al s$tano a buscar la piedra angular, sino considera simplemente que, amen

    de creador, soy tambi"n u hombre y un desocupado y un apoltico y un muchacho y otras cosas que se me

    escapan. Es un bonito traba(o e!aminar el efecto de la autohumillaci$n sobre todas estas condiciones y

    encontrar el m#!imo comn divisor. 7 no s$lo en el presente, sino, todo mi pasado. Porque, no lo olvidemos,

    el pecado no es una acci$n en ve& de otra, sino toda la e!istencia mal trabada.

    3Es un pecado, pues, mi autohumillaci$n4

    )na idea. l igual que solo he sabido ra&onar sobre est"tica cuando he tenido ante mi un rebano de poesas

    mas, donde he desentra9ado el problema y visto como haba que volver a empe&ar por el principio-, heaqu que deber" ponerme ante un numero de acciones "ticas mas y meditarlas y decidir cu#les podr" recoger

  • 8/12/2019 7718 - Cesare Pavese - El Oficio de Vivir

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    y cu#les no, cu#les son los motivos constantes si los hay sin duda-, y todo lo dem#s. a dificultad estriba en

    aislar esas acciones, para mane(arlas, como mane(o cada una de mis poesas. 7 despu"s de todo no es una

    novedad. 7a he hecho a menudo este traba(illo.

    16 de mayo

    Es indudable que para la producci$n de una obra se necesita un pblico. Pero hay muchas obras que han

    nacido sin ese aparente crculo ansioso, turbulento y desordenado, que hace surgir el gran arte. Pero el

    pblico no faltaba. +implemente, el autor se lo haba imaginado, lo haba creado lo cual significa% definido,

    elegido y amado-. En general los antiguos, hasta el romanticismo, tuvieron el circulo materialmente

    entendido' los modernos son diferentes en la falta de el y revelan ante todo su grande&a como los antiguos la

    revelaron en la instintiva comprensi$n del verdadero pblico, al margen de los pedantes- en la elecci$n y

    creaci$n que saben hacer de sus lectores.

    bservo, empero, que es falso creer en la posibilidad de una progresiva creaci$n de un pblicopropio por

    parte de un escritor. s se crea el publico material, si acaso, el del editor. Pero el pblico verdaderodebe de

    estar supuesto desde la primera obra.

    6 de septiembre

    Ae descubierto, pues, un tipo de hombre que toma tr#gicamente en serio los deberes morales. Piensa en

    seguida que un principio moral ha de sostenerse incluso frente a la prisi$n, la muerte, tormento, etc.' y,

    aterrado por tama9a obligaci$n no se atreve a resolverse a definir y servir su principio moral. Este tal vive

    voluptuosamente y no tiene principios. En el fondo se trata de noble&a de sentimientos.

    13 de setiembre

    Entre las se9ales que me advierten de que acabo la (uventud, la suprema es darme cuenta que la literatura no

    me interesa ya de veras. Muiero decir que no abro ya los libros con aquella viva ansiosa esperan&a de cosas

    espirituales que, pese a todo, senta anta9o. eo y me gustara leer cada ve& m#s, pero no recibo ya como

    anta9o las diversas e!periencias con entusiasmo, no las fundo ya en sereno tumulto prepo"tico. o mismo me

    ocurre pasear por Turn' ya no siento la ciudad como agui($n sentimental y simb$lico para la creaci$n. 7a

    est# hecho, se me ocurre responder cada ve&. Teniendo en la debida cuenta las diversas magulladuras y

    berrinches y cansancios y barbechos queda claro que ya no siento la vida como un descubrimiento y mucho

  • 8/12/2019 7718 - Cesare Pavese - El Oficio de Vivir

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    menos por ende la poesa *sino m#s bien como un fro material de especulaci$n y an#lisis y deberes. En esto

    late ahora mi vida% la poltica, la pr#ctica, cosas todas que se favorece con los libros, pero los libros no aman

    como en cambio lo hace la esperan&a de creaci$n.

    hora bien, tambi"n de (oven me organi&aba "ticamente% hallada la posici$n del impasible investigador, la

    viva y la aprovechaba en la creaci$n. hora que he de(ado en serio de aprovecharla en la creaci$n, advierto

    que ni siquiera me basta para vivir.

    Es un dilema grave% 3he perdido el tiempo hasta ahora apostando por la poesa o bien la situaci$n actual es

    premisa de una mas profunda y vital creaci$n4

    14 de setiembre

    /e acuerdo con ?ergson en que tanto el racismo como la bondad natural del hombre son mitos polticos que

    han de (u&garse por sus reali&aciones, pero es deshonesto disculpar la reconocida debilidad filos$fica del

    racismo por el hecho de que ahora se ha reconocido filos$ficamente d"bil tambi"n la bondad natural. Porque

    un mito, para ser hist$ricamente legitime, ha de ser credo en su tiempo, y debe ser la ultima palabra de la

    crtica de su tiempo. Tal era la bondad natural en el siglo RF, tal no es el racismo en el RR.

    a mismo ocurre con las estructuras de la poesa en las diversas "pocas. Es indiscutible que para nosotros las

    f#bulas del pasado son mitos, pero para hacer gran poesa el poeta ha debido creer en sus f#bulas, creerlas,

    esto es, la ultima palabra de la crtica de su tiempo.

    15 de setiembre

    +i intento un balance de mi obra po"tica, no le encuentro ya todas aquellas venta(as. /e(ando de lado la gloria

    o el deshonor *me e!amine como si no hubiera publicado*, opino que el mundo ha perdido ahora para m

    todo su aspecto encantado, pues muchas cosas que me gustaban y contentaban se han apagado ahora en la

    p#gina escrita que las inciner$. 2evel#ndome a m mismo, con su reali&aci$n, la naturale&a totalmente

    fant#stica de mis transportes e impulsos y amores y apegos, los he vuelto ahora, por el propio hecho de la

    reali&aci$n consumada, vacos e intiles. claro% no me atormenta el amor a la novedad por ambici$n' tengo

    muy claro que aquellos descubrimientos no tenan sino un significado prepo"tico y por ello *una ve&

    poeti&ado* han cumplido su misi$n.

    Esta era la ra&$n por la cual sostena que genio po"tico debe ser fecundsimo y durar toda vida. +u espritu no

    debe (am#s cesar de producir descubrimientos, para usarlos en poesa, porque, se detiene, revela con eso que

    los pocos ya hechos no provenan de un temperamento nacido para d cubrir, sino que eran veleidades

    sentimentales acci$n tomadas por descubrimientos prepo"ticos.

  • 8/12/2019 7718 - Cesare Pavese - El Oficio de Vivir

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    7o no s" an si soy un poeta o un sentimental pero con seguridad estos meses atroces son la prueba decisiva.

    +i, como espero, hasta los mayores descubridores han pasado meses seme(antes, entonces el go&o de

    componer no es barato. a vida se venga, y bien, si alguien le roba el oficio. =o es nada preocupaci$n del

    componer *el famoso tormento* ante la de haber compuesto y no saber luego qu" hacer.

    E libro de "vy*?ruhl, Mitologa Primitiva, permite suponer que, al pensar la mentalidad primitiva la

    realidad como continuo intercambio de cualidad y esencias, como flu(o perenne en el cual el hombre puede

    convertirse en pl#tano o arco o lobo y viceversa pero no el arco convertirse en lobo, por e(emplo-, la poesa

    im#genes- nace como simple descripci$n de esa realidad el dios no se pareceal tibur$n, pero estibur$n- y

    como inter"s antropoc"ntrico.

    En suma, las im#genes Kesto me interesaL- no serian (uego e!presivo, sino positiva descripci$n. En sus

    orgenes, se entiende. En cuanto al antropocentrismo, no dudaba de "l.

    2 de octubre

    Por fin algo positivo. quel horror por el bullicio pblico, aquel asco por los gestos me&quinos de los otros,

    aquel remordimiento de las vacilaciones e indignidades formales mas, son prueba de una suficiencia ma, de

    un sentido de mi conducta, que no carecen de dignidad. Aasta mi bsqueda de poesa ob(etiva significaba eso.

    Aoy, sin embargo, estoy desolado por haber descuidado siempre hasta ahora las formas, los modales, por nohaber elaborado un estilo de comportamiento, sino obrado siempre al acaso fi#ndome de mi gusto desde9oso

    y cometiendo as infinitas inconveniencias rom#nticas.

    3Por qu" las mu(eres en general tienen me(ores modales que los hombres4 Porque deben esperarlo todo de su

    efecto formal, mientras que los hombres actanopiensan. Es preciso volverse m#s mu(er.

    28 de diciembre

    +e podra ver lo real des de aba(o, rec1uido, donde no quede sino un meditabundo hundirse y dilatarse en el

    agua. a compa9a no sera sino el irreductible resto de la sociedad, comparable con la blusa y con el h#bito

    de los sentidos *ver un muro, or una vo&, respirar el cielo. El sustrato de la vida de cualquier hombre hecho

    presente, y penetrado con firme&a, puesto que cualquiera puede llegar a ese lugar y alguien hay siempre,

    aunque sea otro' y la vida no consiste sino en adornar variablemente esta eterna realidad. El esfuer&o

    consistira en alcan&ar al punto la adaptaci$n sin residuos de baba. +e descubre as que en la vida casi todo es

    pasatiempo, de ah el prop$sito que se hara el prisionero de vivir, si es que sale, como el ermita9o, chupando

    su pasatiempo, sac#ndole la medula. o cual se proponen todos los prisioneros. 7 la vida pasada resultara

  • 8/12/2019 7718 - Cesare Pavese - El Oficio de Vivir

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    despreocupada y febril, por las desordenadas pretensiones que la han viciado. qu el pensamiento reducido a

    superfluidad, revela cuan estramb$tico es en la vida vivir par propia cuenta luchando y proyectando. =o

    olvidar nunca que, deba(o de todo, el hombre esta desnudo. Aay un caso en el cual uno se desnuda y se

    muestra% y es para hacer la cosa menos razonabley m#s vergon&osa de la vida.

    os puntos son% que lo real es rec1usi$n donde (ustamente se vegeta y siempre se vegetara' y que todo lo

    dem#s, el pensamiento, la acci$n, es pasatiempo, tanto dentro como fuera. mporta, pues, poseer bien este

    real, prescindiendo de todo lo dem#s. Tambi"n a causa de que, si no e!istiese la compa9aa, como ocurri6 en

    un tiempo, ni siquiera se aprovechara el pasatiempo pensamiento*palabra, sino que se estaria como un

    tronco, viviendo. h est# repito- el drama% hablar mal del pensamiento*palabra, y por lo tanto de la vida*

    pasatiempo, a9orandoo en silencio todo lo dem#s y e!altando por rabia lo real, siempre posible en cualquiera

    como segregaci$n entera.

    1937

    8 de enero

    os errores son siempre iniciales.

    13 de enero

    os vie(os y los ($venes de uigi Pirandello, =. del E. .- es una novela a frustrada porque, atestada de

    antecedentes y e!plicaciones sociales y polticas que deberan convertirla en un poema moral de ideas con

    organi&aci$n y desarrollo dram#tico, se fragmenta, en cambio, en persona(es que tienen como ley interna la

    soledad y terminan todos *con la l$gica de la soledad* en la locura, el embrutecimiento, el suicidio o la

    muerte sin herosmo. Todos est#n deformados en un capricho, en un habito interno, que tiende a e!presarse

    o en mon$logo o en caricatura.

    El relato carece de un ritmo de alternancia de prosa dilatada y de di#logo' y no e!iste laformade la soledad

    salvo para cada persona(e por su lado' falta la epopeya del mundo de solitarios. 0as an, cada persona(e por

    separado est# construido desde el e!terior por antecedentes, an#lisis, salidas, que no tienen un ritmo' se nota

    que el autor acumula con c#lculo l$gico muchas cosas para (ustificar los momentos en que el solitario culmina

    y se e!presa, a veces con mucha eficacia.

  • 8/12/2019 7718 - Cesare Pavese - El Oficio de Vivir

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    a prueba de esa esencial composici$n en fro es el estilo, lucido, vtreo, aunque coloreado de ve& en cuando

    por arranques pasionales. Estos son calculados, ra&onados, tambi"n.

    17 de enero

    Cuanto m#s se enreda un hombre en una pasi$n, m#s dolor e provocan hechos en s indiferentes'

    desilusionando, precisamente por su indiferencia, su tensa avide&. )n ambicioso sufrir# por la fallida muestra

    de reconocimiento por parte de un hombre c"lebre' el cual inferir# a un evang"lico que bus que su

    conversaci$n escrpulos de tentaci$n' que a su ve& despechar#n a un individualista, asalt#ndolo a su pesar. a

    envidia, ambici$n invertida, est# en la base de toda angustia sufrida. =o se puede tolerar que una cosa se

    produ&ca indiferentemente, por a&ar, al margen de nuestra impronta.

    Cualquier tipo de fervor lleva consigo una tendencia a percibir una prefi(ada ley en la vida, que castiga a

    quien abusa del fervor o lo descuida. )n estado de pasi$n *aunque fuese la ebriedad de la absoluta

    autodeterminaci$n* organi&a y anima el universo de modo tal que cada rev"s parece luego causado por una

    ruptura del vital equilibrio de esa difusa pasi$n, que as se defiende como un cuerpo vivo. 7 segn el

    temperamento, parecer# haber abusado o haberse mostrado inferior% en cualquier caso, uno se sentir#

    orgnicamente castigado por la ley de la propia pasi$n y del universo. o cual equivale a decir que todo fervor

    eva consigo un supersticioso convencimiento de tener que a(ustar cuentas con la propia l$gica de las cosas.

    Aasta el fervor de ,quien no cree en la transcendencia de una ley.

    28 de enero

    Cualquier desventura, o nos hemos equivocado y no es una desventura, o nace de alguna culpable

    insuficiencia nuestra. 7 como si nos equivocamos la culpa es nuestra, as no debemos culpar a otros, sino a

    nosotros, de cualquier desventura. Conque consu"late.

    18 de junio

    1 Nentu&a * +acerdote * Charlas Tarde-

    8 En fuga * Camino * +ilbido Crepsculo-

    B nvestigaci$n * +acerdote re&ando

    I 0u(er y "l =oche avan&ada-

    H 0a9ana- nvestidura * 2egreso 1-.

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    31 de octubre

    +e de(a de ser ($venes cuando se comprende que decir un dolor no altera la situaci$n.

    6 de noviembre

    El mayor error del suicida no es matarse, sino pensar en ello y no hacerlo. =ada hay m#s abyecto que el

    estado de desintegraci$n moral al que lleva la idea *el h#bito de la idea* del suicidio. 2esponsabilidad,

    conciencia, fuer&a, todo flota a la deriva sobre ese mar muerto, y se hunde y reaflora ftilmente, para escarnio

    de cualquier estmulo.

    El verdadero rat ;fracasado< no es el que no tiene "!ito en las grandes cosas *3qui"n lo ha tenido nunca4* sino

    en las peque9as. =o llegar a construirse una casa, no conservar a un amigo, no contentar a una mu(er% no

    ganarse la vida como todo el mundo. Ese es el rat m#s triste.

    9 de noviembre

    a repetici$n en las nuevas poesas no tiene una ra&$n musical, sino constructiva. bs"rvese c$mo las frases*clave est#n en ellas siempre en presente, y c$mo las otras convergen hacia "l aunque est"n en pasado. Muiero

    decir que en estas poesas me sucede que aferro una realidad actual, no narrativa sino evocativa, donde le

    ocurre algo a una imagen le ocurre ahora en cuanto la imagen es ahora elaborada por el pensamiento y se la

    ve obrar y hundir sus races en la realidad.

    a palabra o frase repetida no es sino el nervio de esa imagen, construido de cabo a rabo como un andamia(e,

    el e(e por el cual la fantasa gira sobre s misma y se sostiene (ustamente como un giroscopio que e!iste s$lo

    en el presente en acci$n, y luego cae y se convierte en un hierro cualquiera.

    13 de noviembre

    los pequeiios grandes hombres les llega siempre un momento en el que les hacen pagar su grande&a

    dici"ndoles% Eres grande, y (ustamente por eso no me arriesgo a confiarte mi vida.Q

    )n hombre no a9ora por amor a quien lo ha traicionado, sino por el envilecimiento de no haber merecido

    confian&a.

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    16 de noviembre

    3=o esta ya claro todo su destino en un ni9o de tres a9os que, mientras lo visten, piensa inquieto en como se

    las arreglar# para vestirse de mayor, "l, que no sabe4

    Paraposeer algo o a alguien, es preciso no abandonarse a "l, no perder la cabe&a, en suma, seguir siendo

    superior. Pero es ley de vida que se goza s$lo aquello a lo que nos abandonamos. +i que fueron listos los

    inventores del amor de /ios% no e!iste otra cosa que a la ve& puedaposeerse ! gozarse.

    17 de noviembre

    Toda mu(er desea #vidamente un amigo al que confiarse y con quien llenar el vaco de las horas en que el

    tercero esta le(os' e!ige que ese amigo no le perturbe su amor' se irrita cuando le pide algo que se interfiere

    con su amor' pero si el amigo se encierra en si y mortifica sus miradas y sus palabras con el nico fin de no

    sufrir con ese deseo, al punto la mu(er *toda mu(er* saca de nuevo miradas, u9as y palabras para saber que

    sufre y verlo sufrir. 7 lo hace sin darse cuenta.

    7 sobre todo, recu"rdese que hacer poesas es como hacer el amor% nunca se sabr# si la propia alegra es

    compartida.

    Es increble que la mu(er adorada venga a decirnos que sus das son vacos y angustiados, pero qu" no quiere

    saber nada de nosotros.

    a compensaci$n de haber sufrido tanto es que despu"s morimos como perros.

    os grandes poetas son tan raros como los grandes amantes. =o bastan las veleidades, las furias y los sue9os'

    se necesita algo m#s% co(ones duros. Mue se llaman tambi"n mirada olmpica.

    20 de noviembre

    Todo cuanto yo poda conceder a la poesa puraQ es el resultado de la unificaci$n est#tica de cada poesa en

    el instante contemplativo. Galta la oratoria, al faltar el pensamiento encadenado. Todo se resolver# en una

    ardiente iluminaci$n de los diversos pensamientos y de las sensaciones entrela&adas. a imagen*relato era

    esto. +$lo que era un relato hecho con un solo verbo 0at$ S Gum$ S ?ebi$ S No&$ S etc.-.El problema es

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    c$mo salir de la simple proposici$n y escribir perodos. 3+er# como en la novela actual4 3+ustituir los hechos

    concatenados por un paisa(e interior4 3Folver a la idea de dar el pensamiento en movimiento4

    El modo m#s ordinario y trivial de narrar el pensamiento es plantear una figura que va construy"ndose con el

    propio pasado y el futuro. El vie(ecito de "implicidad. El dios*hombre de Mito. a puta de la Puta campesina

    8-. El m"todo de estas poesas es un compromiso entre la posici$n del persona(e y la l$gica fant#stica de la

    materia que 1> construye. =o cuento solamente su esencia y no cuento solamente mi fantasear. Es siempre

    ambiguo si ellos piensan o yo los pienso. 0e interesan a la ve& sus e!periencias y mi l$gica fant#stica. Pero

    seamos claros% mi l$gica es un medio, un modo de ser de sus e!periencias. El descubrimiento de relaciones

    que es en si argumento de mi narrarQ pareceda pues una quimera.

    +eamos claros% at the bac# of m! head ;en el fondo de mi mente< no tolero que el argumento sea el

    descubrimiento de relaciones. =i siquiera en el "!tasis el medio es el fin. En la pr#ctica nadie puede contar suestilo% el estilo es por definici$n algo que se utii&a para un fin.

    Cuando el estilo se convierta en un fin, se convertir# en algo ob(etivo, una situaci$n, y no se ve por qu" deba

    tener mayor dignidad que cualquier otro mundo narrativo.

    /el primo de los Mares del "ur deca que haca esto y aquello, mientras que de la puta campesina digo que

    por la ma9ana vuelve a sentir, sugerido por el ambiente olores, sol, miembros, cama-, el con(unto de su

    infancia y con este prop$sito se piensa el sentencioso final.

    Tambi"n del ermita9o del Paisa$e % deca que haca esto y aquello y la novedad respecto a los Mares consista

    en que aquellos hechos tenan relaciones fant#sticas ob(etivas. +olamente con el yoQde &ente desarraigada

    empie&o a decir que se piensa un con(unto fant#stico, y este pensar es materia de relato.

    =ace pues del yo*persona(e la imagen*relato cfr. tambi"n el yo adolescente de los Mares que en su peque9e&

    es ya persona de la cual se dice menos lo que hace que lo que piensa-. Este es el punto% el yo escondido del

    'ios(cabro el yo de Mana de soledad el yo de Pensamientos de 'ina lo confirman% el yo que narra su pensar

    ha creado el m"todo de las sucesivas poesas en tercera persona donde el argumento ya no es lo que hace el

    persona(e, sino lo que piensa. a poesa a partir de entonces e!presa el con(unto fant#stico interno del

    persona(e. 7 no tiene importancia especfica el que el seco pensar se haya convertido, a partir del ermita9o,en e!uberancia de sensaciones.

    0e equivocaba en el )ficio del poeta al afirmar que con el ermita9o he hecho de la imagen el argumento del

    relato% con el ermita9o he aprovechado por ve& primera las sensaciones y sus relaciones, pero los argumentos

    seguan siendo los hechos.

    s, entrevisto el momento evolutivo, esta claro por qu" me pareca que deba hablar de un compromiso. +i

    la imagen*relato naci$ empricamente de la situaci$n de un yo que cuenta sus asuntos en forma de

    pensamientos O im#genes-, las poesas ob(etivas, en tercera persona, son una normal transposici$n a tercera

    persona de la secular t"cnica introspectiva. Por aguda o pasmosa que sea la evocaci$n de los diversos

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    con(untos fant#sticos las im#genes*relato-, he aqu que se aclara c$mo el tema no es el proceso lgico(

    fantstico de una mente, sino que sigue siendo lo *ue esa mente piensa ! sien te. =o el estilo, sino el

    contenido. o cual es una conclusi$n tan normal, que parece estpida.

    +eamos clarsimos% para obtener un verdadero relato del pensar debera evocar el comple(o interior de alguien

    que me dite sobre sus propios modos de pensar. o cual no parece un gran tema.

    a verdad del lema% 2enunciad a la tierra y la tierra os ser# dada por a9adiduraQ consiste en esto% que al haber

    renunciado a todo, se agigantan las peque9as cosas que an nos quedan. Es un modo, en suma, de sacarle el

    (ugo a las cosas mnimas habitualmente descuidadas.

    7 adem#s hay esto% para los otros, el valor de las cosas que ellos mismos nos niegan, est# marcada en gran

    parte por nuestra avide& de poseerlas. +i miramos hacia otra parte, al punto los propietarios de las cosas las

    ver#n desmerecerse entre sus manos, y nos las arro(ar#n.Esto para la sabidura mundana. Pero como la sentencia pretende tener una referencia mstica, de ella se sigue

    un gran da9o para el misticismo. 3Aasta /ios dar# un valor a sus creaciones segn nosotros las deseemos o

    no4 )n /ios con comple(o de inferioridad, Kqui"n lo diraL

    21 de noviembre

    +i es cierto que nos acostumbramos al dolor, 3c$mo es que con el paso de los a9os sufrimos cada ve& m#s4

    =o, no son locos esa gente que se divierte, que disfruta, que via(a, que (ode, que combate *no son locos, y eso

    es tan cierto que quisi"ramos hacerlo tambi"n nosotros.

    +i en todas las cosas triunfa el martilleo, 3por que no tambi"n en "sta4

    Pensar que ese cuerpo tiene un pensamiento, un despertar, un reposo, una languide&, una duraci$n cotidiana,

    y que si yo fuese ese hombre tendra de veras todo eso, en la habitaci$n contigua o ante los o(os. El da

    terminara en ella% eso, eso he perdido. 7 no hay fuer&a humana que pueda devolv"rmela. 7 todo eso ha sido

    desperdiciado sin amor. 7 no es un delito, no es un pecado, no es siquiera una incorrecci$n% es una cosita que

    se hace' que no remuerde, como aplastar un mosquito.

    nmate, hay una ley moral.

    !"#$%

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    1- Presumiblemente, primeras notas para el cuento +arogni DCarro9asD-, escrito durante los siguientes das y

    publicado p$stumo en el volumen ,otte di festa D=oche de fiestaD- y despu"s en la colecci$n de -acconti.

    =. del E, .-

    8-Poesas incluidas en raba$ar cansa al igual que los otros ttulos citados lneas despu"s =. del E. .-

    23 de noviembre

    a nica alegra en el mundo es comen&ar. Es hermoso vivir porque vivir es comen&ar, siempre, a cada

    instante. Cuando falta esta sensaci$n *prisi$n, enfermedad, h#bito, estupide&* uno quisiera morir .

    7 por eso cuando una situaci$n dolorosa se reproduce id"ntica *parece id"ntica* nada vence su horror.

    El principio antedicho no es en modo alguno de un viveur. Porque hay m#s h#bito en la e!periencia a todacosta cfr. el feo via(ar a toda costaQ -, que en los carriles normales aceptados debidamente y vividos con

    transporte e inteligencia. Estoy convencido de que hay m#s h#bito en las aventuras que en un buen

    matrimonio. Porque lo propio de la aventura es conservar una reserva mental de defensa' por lo cual no

    e!isten buenas aventuras. Es buena la aventura a la cual uno se abandona% el matrimonio, en suma, incluso los

    hechos en el cielo.

    Muien no siente el perenne recomen&ar que vivifica una e!istencia normal y conyugal es, en el fondo, un

    necio que, por mucho que diga, tampoco siente un verdadero recome.n&ar en cada aventura.

    a lecci$n es siempre una sola% lan&arse de cabe&a y saber aguantar el castigo. Es me(or sufrir por haberse

    atrevido a obrar en serio, que to shrin: ;retroceder< 3o to shir:4 ;esquivar, eludir

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    Entonces, ya basta de virtuosa indignaci$n. /e haber tenido dientes y astucia habra cogido yo la presa.

    Pero esto no quita que la cru& del desilusionado, del fracasado, del vencido *de m* sea atro& de llevar.

    /espu"s de todo el m#s famoso crucificado era un dios% ni desilusionado ni fracasado ni vencido. y sin

    embargo, con todo su poder, grit$ EliQ. Pero despu"s se recobr$, y triunf$, y ya lo saba antes. este precio,

    3qui"n no querra la crucifi!i$n4

    0uchos han muerto desesperados. y "sos han sufrido m#s que Cristo.

    Pero lo grande, la tremenda verdad es "sta% sufrir no sirve de nada.

    Todos los hombres tienen un c#ncer que los roe, un e!cremento diario, un mal a pla&o fi(o% su insatisfaccin'

    el punto de choque entre su ser real, esquel"tico, y la infinita comple(idad de la vida. y todos tarde o

    temprano lo advierten. En cada uno habr# que indagar, imaginar, el lento advertirlo o el fulmneo intuir. Casi

    todos *parece* rastrean en la infancia los signos del horror adulto. ndagar en este vivero de descubrimientosretrospectivos, de pavores, en este angustioso hallarse prefigurados en gestos y palabras irreparables de la

    infancia. as Glorecillas del /iablo. Contemplar sin tregua este horror% lo que ha sido, ser#.

    29 de noviembre

    3=o deber# sorprendenne, en alguna ma9ana de niebla y de sol, el pensamiento de que cuanto he tenido ha

    sido un don, un gran don4 3Mue de la nada de mis padres, de aquella nada hostil, he brotado y crecido yo solo,

    con todas mis cobardas y mis glorias, y con traba(o y dure&a, evitando toda suerte de peligros, he llegado a

    este hoy, robusto y concreto, encontr#ndola a ella sola, otro milagro de la nada y del a&ar4 3y que cuanto he

    go&ado y sufrido con ella, no ha sido sino un don, un gran don4

    1 de diciembre

    0i felicidad sera perfecta de no ser por la huidi&a angustia de hurgar en su secreto para volverla a hallar

    ma9ana y ,siempre. Pero qui me confundo% mi felicidad est# en esa angustia. y una ve& m#s retorna la

    esperan&a de que acaso ma9ana bastar# el recuerdo.

    2 de diciembre

    Aoy has hablado demasiado.

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    4 de diciembre

    Tienen sentido del humor quienes tienen sentido pr#ctico. Muien descuida la vida arrobado en su ingenua

    contemplaci$n y todas las contemplaciones son ingenuas-, no ve las cosas apartadas de s mismo, dotadas de

    libre y comple(o y contrastante movimiento, lo cual constituye la esencia de su comicidad. o propio de la

    contemplaci$n consiste en cambio en detenerse en el sentimiento difuso y viva& que surge en nosotros al

    contacto con las cosas. h est# la e!cusa de los contemplativos% viven en contacto con las cosas, y no sienten

    necesariamente su singularidad y sus propiedades, sino que solamente las sienten. os pr#cticos *parado(a*

    viven apartados de las cosas, no las sienten, sino que comprenden sus mecanismos. y s$lo se re de una cosa

    quien est# apartado de ella. qu est# implcita una tragedia% conseguimos pr#ctica de una cosa apart#ndonos

    de ella, es decir, perdiendo el inter"s por ella. /e ah, la afanosa carrera.=aturalmente, de ordinario nadie es contemplativo o pr#ctico de modo total, pero como todo no se puede

    vivir, a los m#s duchos les queda un sentimiento de algo.

    Aas confiado tu vida a un cabello% no te debatas, pues de lo contrario lo arrancar#s.

    a ingenuidad tiene una astuci# propia que proviene (ustamente de su insouciance ;despreocupaci$n

  • 8/12/2019 7718 - Cesare Pavese - El Oficio de Vivir

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    mismo vale para las cosas del arte. a ra&$n est# en que arte y vida se!ual nacen del mismo tronco.

    +in embargo, al igual que es grande el artista que construye amoralmente un s$lido mundo moral, gran

    amante es quien aporta una e!traordinaria intensidad moral a cada uno de sus universos er$ticos. El artista es

    siempre sincero consigo mismo, so pena de fracasar en su obra. El gran amante, dem cfr .8H de febrero

    *primeros de mar&o del BI-% so pena de no sentir su amor.

    17 de diciembre

    Primer amor% cuando seamos mayores, de estas cosas podremos hablar con las mu(eresQ.

    25 de diciembre

    Con amor o con odio, pero siempre con violencia.

    r al confinamiento no es nada' regresar de all# es atro&.

    El hombre de masa no debera ser el calle(ero, sino el disciplinado. =osotros no somos ni el uno ni el otro.

    Aay algo m#s triste que enve(ecer, y es seguir siendo ni9o.

    +i el follar no fuese la cosa m#s importante de la vida, el N"nesis no empe&ara por ah.

    =aturalmente, todos te dicen% 3Mu" importa4 Eso no lo es todo. a vida es varia. El hombre vale para otra

    cosaQ, pero nadie *ni siquiera los hombres* te echa un vista&o si no tienes esa potencia que irradia. y las

    mu(eres te dicen% 3Mu" importa4, etc"teraQ, pero se casan con otro. y casarse significa construir una vida. y t

    no te la construir#s nunca. Eso significa haber sido ni9o demasiado tiempo% eso.

    +i te ha ido mal con ella, que era todo tu sue9o, 3con qui"n te podr# ir bien nunca4 3 2ecuerdas c$mo se

    aniquilaron para siempre el 5 de abril tus sue9os de casas obreras y lmpidas, tus avenidas arboladas que

    daban a un prado, tu ciudad fra ba(o las monta9as, los anuncios de ne$n ro(o frente a la pla&a de las

    monta9as, los domingos errantes hacia esa pla&a, por el empedrado, y adem#s tu desgarrador sue9o de

    compa9as piamontesas internacionales, de muchachas que viven solas y traba(an, de plebeya elegancia y

    serenidad, y adem#s todas tus poesas del primer a9o4 3=o est# toda tu (uventud en el cine yen la pla&a

  • 8/12/2019 7718 - Cesare Pavese - El Oficio de Vivir

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    +tatuto4 30uerta, totalmente muerta4

    32ecuerdas c$mo pensabas en ?rancaleone en la pla&a +tatuto4

    Precisamente a ti tena que pasarte el concentrar toda la vida sobre un punto, para descubrir luego que

    puedes hacer cualquier cosa menos vivir ese punto.

    /espu"s de todo hoy es 8H. 7 ella est# en la monta9a. Aubo un 8H que no fue. 3/e veras4

    3Mu" importa vivir con los otros, cuando a cada cual se le da un ardite de todas las cosas verdaderamente

    importantes para uno4

    Para agradar a los hombres es preciso profesar lo que cada uno de esos hombres en su vida secreta recha&a yodia.

    +inceramente. Preferira morir yo, que recibir esa noticia de ella. /e veras, quisiera creer en /ios para

    rog#rselo. Mue no muera. Mue no le ocurra nada. Mue todo esto sea un sue9o. Mue perdure un ma9ana. Mue

    m#s bien desapare&ca yo.

    Ense9a m#s una sola criatura que cien.

    1938

    16 de enero

    Muisiera estar siempre *como estoy esta ma9ana* seguro de que, al estar la voluntad del adulto condicionada

    por las cien mil decisiones tomadas sucesivamente por el ni9o en estado de irresponsabilidad, resulta ridculo

    hablar de libre albedro en el adulto. =os encontrarnos poco a poco caracteri&ados a los 16, a los 1, a los 8>,

    a los 88, etc.- sin saber siquiera c$mo hemos llegado a eso, y es indudable que segn los diversos caracteres

    obraremos de un modo u otro% 3 en qu" queda el libre y consciente albedro4

    3Es concebible que se mate a una persona para contar en su vida4 Pues entonces es concebible que nos

    matemos para contar en la nuestra.

  • 8/12/2019 7718 - Cesare Pavese - El Oficio de Vivir

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    a dificultad de suicidarse est# en esto% es un acto de ambici$n que s$lo se puede cometer cuando se ha

    superado toda ambici$n.

    as ilusionesQ de eopardi han vuelto a ba(ar a la tierra.

    21 de enero

    una mu(er le interesa saber despertar el deseo del hombre, pero la horrori&a que se cono&ca esta capacidad

    suya.

    El hecho de que la poesa decadente francesa y por tanto europea se haya formado y consolidado sobre lae!periencia secular del song ingl"s y especialmente sobre Poe, 3no valdra para probar que gran parte de su

    afici$n a los efectos f$nicos y de sus investigaciones sobre el valor esencial, m#gico, de las palabras, nace de la

    frecuentaci$n de una poesa e!tran(era siempre y s$lo semientendida y por lo tanto saboreada esencialmente

    como sonido y como sugesti$n m#gica de slabas misteriosas4

    22 de enero

    Es concebible un individuo que haci"ndose peque9ito, desapareciendo, decolor#ndose, atraviese con una

    compa9era los me(ores a9os de su vida, intacto de desventura. =o es concebible un triunfador, un ruidoso, un

    er$tico, que escape a la irona de la vida.

    3Mui"n hubiera pensado nunca que tras haber aspirado de todas las maneras al aislamiento se!ual, a la

    autarquaQ, iba a descubrir en mi propia piel que deseaba casarme esencialmente como prueba de confian&a

    por parte de la mu(er4 3y por serenidad se!ual4

    +i nacieras otra ve& deberas andarte con cuidado incluso al apegarte a tu madre. +$lo saldras perdiendo.

    +uya-

    Para entender que tener celos carnales es una tontera, es preciso haber sido libertinoQV

    1 de febrero

    Es f#cil ser buenos cuando no estamos enamorados.

  • 8/12/2019 7718 - Cesare Pavese - El Oficio de Vivir

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    2 de febrero

    as mu(eres m#s e!igentes en materia de capitales del pretendiente son aquellas que desprecian el dineroQ.

    Porque, para despreciar el dinero, es necesario, precisamente, tenerlo, y mucho.

    3Muieres saber en qu" piensa una mu(er cuando le pides que se case contigo4 ee 0oll Glanders.

    16 de mayo

    Aas ho(eado Traba(ar cansa y te ha desalentado% composici$n amplia, carencia de todo momento intenso que(ustificara la poesaQ. as famosas im#genes que seran la propia estructura fant#stica del relato no las has

    visto% 3vala la pena gastar en eso de los 8I a los B> a9os4 En tu lugar, yo me avergon&ara.

    24 de mayo

    Es hermo+o cuando un (oven *dieciocho, veinte a9os* se para a contemplar su agitaci$n e intenta aferrar la

    realidad y aprieta lo+ p)9o+. Pero es menos hermo+o hacerlo a los treinta como si nada hubiera ocurrido. 3 yno te escalofra pensar que lo har#s a los cuarenta, y aun despu"s4

    26 de mayo

    a ra&$n de que los nicos filones ricos en materia que has encontrado sean los a9os de los seis a los quince,

    de los que te llegan historias y poesas maduras y sabrosas, es "sta% en aquellos a9os vivas en el mundo, como

    un obtuso ternero, pero en el mundo. Tu yo influa, s, en todos tus contactos pr#cticos con el mundo, pero

    de(aba intacta la corriente de simpata entre t y las cosas.

    Pasados los quince tu yo sali$ de la brutalidad pr#ctica y comen&$ a erigirse tambi"n en un mundo que hasta

    entonces haba sido el de la contemplaci$n pura. y todo se volvi$ est"ril y turbio y voluntario.

    El problema de salir de la adolescencia treinta9era en que te mueves es "ste% ver los mane(os de la virilidad

    con los mismos o(os pr#cticos con que el ni9o vea los suyos, pero &ambullirte con la misma ingenuidad en la

    corriente de simpata por este asqueroso mundo.

    En el fondo, la nica ra&$n por la que se piensa siempre en el propio yo es porque con nuestro yo debemos

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    estar m#s de continuo que con cualquier otro.

    prop$sito de aquella historia de los filones. Aay que poner de relieve, empero, que de las muchas

    e!periencias de tu infancia elegiste algunas que tienen aire de familia, entre so9ador y brutal, y las elegiste

    (ustamente en la larga elaboraci$n de los a9os adolescentes. 3C$mo queda4

    El caso es que realmente tuyo es s$lo lo que retorna infinitas veces a tu fantasa, y no puedes de(ar de so9ar.

    Problema% 3lo eliges porque tienes gustos ya formados, o es eso lo que te forma el gusto4 a consabida

    respuesta *que nacen (untos* no me parece gran cosa.

    2 de junio

    En las cosas se!uales me parece que el hombre, al satisfacerse, se tranquili&a y ale(a, la mu(er se enciende an

    m#s y se vuelve libidinosa.

    2a&$n "sta del hecho natural de que la mu(er huye, e intenta perennemente de(ar al hombre con el anto(o,

    para ligarlo a s. 0ientras que al hombre de nada le sirve negarse a la mu(er para ligarla a s.

    dem#s la mu(er, que hace al hi(o, encuentra en "ste su pa&' el hombre, si no encontrase la pa& en el simple

    coito, no la encontrara nunca.

    17 de junio

    El efecto del dolor desgracias, sufrimientos, siempre que sean mentales- es crear un alambre espinoso en la

    mente y obligar a los pensamientos a evitar ciertas #reas, para escapar a las angustias que en ellas reinan. En

    este sentido, sufrir limita la eficacia espiritual.

    7 no es tan gloriosamente cierto que, una ve& acabado el dolor, la propia potencia resulte aumentada, ante

    todo porque siempre queda en esa #rea cierto magullamiento, y una tendencia a evitar el mal paso, y adem#s

    porque, si durante la pena no se ha conquistado nada, no se ve c$mo podremos conquistarlo despu"s, en la

    normalidad.

    El hecho es "ste, que se ha conquistado e!periencia% es decir, la cosa m#s abstracta y vana. En cuanto al

    temple, se ha debilitado s$lo. =ingn car#cter posee despu"s de un dolor el temple que posea antes. l igual

    que ningn cuerpo despu"s de una herida tiene la salud de antes, sino un endurecimiento e!acerbado% el

    famoso estado c$rneo.

    Todos esos grandes espiritualistas hablan en el fondo de resultados materiales% nociones sobre s mismo, sobre

    la vida, m#!imas que se nos dan. etc. a eficacia, el temple, la resistencia del puenteQ, cualquiera ve

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    claramente que con el dolor sufre s$lo una limitaci$n de actividad, y cuando vuelve a tener campo libre ni

    siquiera tiene la venta(a de haberse fortalecido con un descanso *dado que sufrir desgasta y lima, aun cuando

    no de(e (ugar libremente.

    13 de julio

    Es pecado lo que inflige remordimiento.

    Es natural que las mismas cosas sean pecado para uno y no para otros H de mayo del B6- % basta con no tener

    remordimientos. 3Mu" hacer4 Aacer lo que dice el 88 de (unio del B. y de momento quitarse de la cabe&a

    que el remordimiento es una realidad absoluta que infaliblemente nos cae encima. o e!perimentan s$lo

    conciencias especialmente educadas. Por lo tanto podemos educarnos para no sentirlo. /icen que sentirlo pormuchas y muchas acciones por las que el ineducado no siente nada, es prenda de finura y de rique&a interior.

    3+er# verdad4 3=o es concebible una rique&a interior que no condu&ca a e!clusi$n de estados de conciencia,

    sino que los acepte todos, incluso esos que suelen dar remordimientos 4 qu hay un sofisma, porque si

    cualquier tipo de estado de conciencia es enriquecimiento, tambi"n el del remordimiento es enriquecimiento,

    y volvemos al punto de partida.

    Pero al hablar de enriquecimiento se habla de goce. /iremos, pues, que hasta el estado de remordimiento es

    bienvenido, no en s mismo pues, como todo dolor *1@ de (unio* es en su actualidad empobrecimiento,

    anquilosamiento, petrificaci$n-, sino como premisa del goce proporcionado por la compunci$n y

    consiguiente elecci$n resuelta de nuevas buenas acciones que no nos den remordimiento.

    Mueda en pie, sin embargo, que esta condici$n s$lo las que no nos den remordimientoQ- parece atarnos de

    pies y manos y por ende empobrecernos.

    Por no decir que, si el remordimiento y la correspondiente compunci$n y resoluci$n de obrar bien son un

    proceso positivo enriquecimiento-, no est# claro por qu" no se debera pecar para recorrer luego esta escala

    de enriquecimiento.

    Conclusi$n% en efecto, es legtimo pecar de modos inauditos, descubridores, que nos provocanremordimientos, y por tanto compungidas resoluciones, nuevas para nosotros Oenriquecimiento-.

    Es pecado s$lo rehacer una acci$n que ya se sabe que provoca remordimiento y por lo tanto una resoluci$n

    enriquecimiento- que ya no nos enriquece, al habernos enriquecido una ve&. 3Est# claro4

    14 de julio

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    Para entender la actitud seria de una mu(er entre muchos (oven&uelos, reservada y desenvuelta y embara&ada

    y compungida. piensa en la tuya, ante cinco o seis putas que te miran y esperan la elecci$n.

    22 de julio

    Estar en guardia con quien nunca se irrita. Cfr. @ de diciembre del B@, F.-

    )na ve& escrita la primera lnea de un relato ya todo est# elegido, el estilo, el tono y el cari& de los hechos.

    /ada la primera lnea, es cuesti$n de paciencia% todo el resto debe y puede salir de ella.

    Tambi"n puede darse que tener en el fondo del cora&$n un remordimiento, la llaga de una villana cometida

    en el pasado, aumente la conciencia que tenemos de nosotros mismos, nos vuelva interesantes para nosotros

    mismos, nos ocupe muchos minutos desolados que de no ser as transcurriran flotando en el vaco.

    Cualquier remordimiento, porque una mala acci$n siempre ha sido una afirmaci$n de pasi$n y por lo tanto

    por un momento nos dio la ilusi$n de tener cierta energa.

    El remordimiento de no haber sido capaces, en cambio, no proporciona ningn consuelo, a menos que se

    logre interpretarlo como una afirmaci$n de energa, de sacrificio, de desinter"s, etc. Pero no siempre es un

    f#cil tric: ;truco, trampa

  • 8/12/2019 7718 - Cesare Pavese - El Oficio de Vivir

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    como se evitan las esquemati&aciones del pasado, se busca el h"roe e!traordinario en lo patol$gico lo

    e!traordinario comn- y se le sigue con indiferente homeliness ;sencille&J 3Gaul:ner4 3U=eill4 3Proust4-.

    7 de a&osto

    El seno verdaderarnente hermoso es el que consiste en todo el pecho, agu&ado en dos, y tiene races por tanto

    hasta las costillas.

    os otros son hermosas cosas a9adidas, pero el pecho e!iste ba(o ellos.

    28 de a&osto

    a sutil fascinaci$n de las convalecencias consiste en esto% tornar a nuestras propias costumbres con la ilusi$n

    de descubrirlas.

    Es preciso transformar en virtudes nuestros propios defectos irreductibles. Confirmado que me gusta

    representar ante m mismo. puedo rescatar esta boba dispersi$n aprendiendo a revestirme de papeles

    desconocidos y verlos as desarrollarse segn su naturale&a. En el fondo es una premisa de poesa.

    19 de setiembre

    os hombres que tienen una tormentosa vida interior y que no buscan desahogo en sus palabras o en sus

    escritos, son simplemente hombres que no tienen una tormentosa vida interior.

    /adle una compa9a al solitario y hablar# m#s que nadie.

    22 de septiembre

    ?asta a veces, en la segunda lnea, una pincelada naturalista Aaca un tiempo fresco, con un poco de

    nieblaQ- para provocar p#ginas y p#ginas de un naturalismo implacable, documentales y no ya narradas, es

    decir, donde cada acontecimiento se sita en el plano de dicha pincelada, neg#ndose a de(arse repensar.

    Estas precisiones iniciales Aaca...Q- sirven s$lo en el caso de un cuento que acaece en un curso breve y muy

    determinado temporalmente =oche de fiesta-, en los cuentos, en suma, que tienen un corte y una evidencia

  • 8/12/2019 7718 - Cesare Pavese - El Oficio de Vivir

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    esc"nica y que podran ser representados. En el escenario, en efecto, todo ocurre documentalmente, y el

    decorado y los gustos corresponden a las descripciones.

    El verdadero relato Primer amor y el Campo de trigo- trata el tiempo como materia y no como lmite y lo

    domina acort#ndolo o haci"ndolo discurrir m#s lentamente y no tolera acotaciones que son el tiempo y la

    visi$n de la vida real' resuelve, m#s bien. en impulso sntesis fundamental o idea generadora- de construcci$n

    distancia de perspectiva o refle!i$n- el ambiente temporal.

    Pasados los treinta, cada cual identifica la (uventud con la tara m#s grave que le parece haber descubierto en

    s. Cfr. B1 de octubre del [email protected]