agenda educativa 02

Agenda Educativa 02 Dossier sobre educación

Este segundo número compartimos los artículos “Una Nueva Carrera Magisterial” de David Calderón, “ENLACE, calidad y exclusión” de Carlos Ornelas, “Insatisfacción” de Leticia Juárez González y un comunicado de la Coalición Ciudadana por la Educación

2011

27 05 11

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Índice

Presentación 3

Una Nueva Carrera Magisterial 5

David Calderón

ENLACE, calidad y exclusión 9

Carlos Ornelas

Insastifacción 13

Leticia Juárez González

Postura sobre la Carrera Magisterial 23

Coalición Ciudadana por la Educación


3

Presentación

En este nuestro segundo número de Agenda Educativa, les

compartimos tres interesantes artículos y un comunicado de

prensa sobre la Carrera Magisterial:

- Una Nueva Carrera Magisterial. David Calderón, quien es

Director de Mexicanos Primero, se plantea como prioritario que

el aprendizaje de los alumnos sea decisivo en la reforma de la

Carrera Magisterial.

- ENLACE, calidad y exclusión. Carlos Ornelas, académico de la

UAM, plantea el debate entre los defensores de ENLACE como

forma de medición de la calidad educativa y los detractores que

hacen énfasis en el tema de la equidad educativa.

- Insatisfacción. Leticia Juárez González, profesora-investigadora

de la UAM-Azcapotzalco realiza un interesante estudio de

opinión pública sobre la percepción ciudadana de la educación

en México.

- Postura sobre la Carrera Magisterial. La Coalición Ciudadana por la

Educación emitió un comunicado de prensa el 26 de mayo de

2011 en donde plantea que la reforma planteada por el

Ejecutivo federal a la Carrera Magisterial es producto de la

exigencia y presión ciudadana que pone en el centro de las aulas

los criterios académicos por encima de los políticos.

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5

Una nueva Carrera Magisterial

Por: David Calderón*

Fuente: Reforma 25 05 11

La Carrera Magisterial vigente en México es un programa de

"escalafón horizontal", una forma de promoción diferenciada de

los docentes que conlleva un sobresueldo. Es un sistema

graduado de estímulo que va definiendo cinco niveles sucesivos

(del "A" hasta el "E") y con ello pauta la trayectoria profesional

del maestro. La inscripción es voluntaria, y para determinar si se

ingresa o se puede promover, el profesor debe cumplir con una

serie de requisitos; es una forma de evaluación docente.

El Día del Maestro trajo el compromiso de reforma a Carrera

Magisterial. Una reforma no sólo es deseable, sino imperativa,

cuando la trayectoria de una institución o práctica ha perdido su

filo, su identidad, su meta. Se necesita urgentemente la reforma,

pero no de cualquier manera. El programa es costoso: si

dividimos el monto entre el número de docentes de educación

básica (el estimado oficial; recuerde usted que no sabemos

dónde está mi maestro), se podría entregar un bono anual de 50

mil pesos a cada quien. Si sumamos el tiempo y los gastos que

implica a los propios maestros participar, se trata de una

inversión social intensiva en capital.

Cuesta mucho; ¿y lo vale? Con suficiente evidencia las

evaluaciones del programa permiten decir que a) ha sido un

excelente medio para evitar el deterioro salarial de los maestros,

b) es un proceso tortuoso para aprovechar oportunidades de

formación y c) genera un magro y errático resultado en términos

del aprendizaje en los alumnos.


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Se espera de la acción del maestro muchas cosas, pero la

ineludible es que sus alumnos aprendan. Por años, en Carrera

Magisterial ese factor se determinó a través de una evaluación ad

hoc; hoy se usa la prueba ENLACE, pero sólo cuenta por un 20

por ciento del puntaje a considerar para recibir el estímulo.

El grueso de maestros que aplicaron a estos estímulos se

quedaron en los niveles iniciales; por eso, con picardía escolar se

dice que en realidad es una "Barrera Magisterial". Las

oportunidades de formación no están graduadas ni se reparten

equitativamente en el territorio nacional; la pertinencia, el rigor y

hasta el nivel académico de los cursos se arrastró por ocasiones

a niveles peligrosamente cercanos a la academia por

correspondencia, insultando la inteligencia del maestro.

Hay mil anécdotas de tropelía grosera como falsear resultados,

vender exámenes espurios o "perder los papeles" de un

compañero al que se quiere atorar en su trayectoria, tal vez la

peor consecuencia imprevista del programa actual es la

desalineación entre el incentivo y el objetivo. Lo que se buscaba

es que la emulación positiva y la mejora continua se arraigaran

en la profesión; que el mérito individual diferenciara a un

maestro de otro, y que el referente de ese mérito fuese el logro

de propósitos del sistema educativo nacional. Que el maestro

que haga mejor su trabajo gane más. Pero el peligro mayor en el

incentivo es que se pervierta, que se retuerza hasta generar lo

contrario. Un estímulo docente debe llevar al maestro a dar lo

mejor de sí en el aula; en la versión que corre, el riesgo es que

precisamente lo aleje del aula. Una maestra de primaria me

contó hace poco cómo una colega pone a sus alumnos a llenar

páginas y páginas de series numéricas sin sentido, y así


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aprovechar el tiempo para estudiar su guía de Carrera

Magisterial.

¿Y entonces, para dónde? Primero, que el peso del elemento

"aprendizaje de los alumnos" sea decisivo. Segundo, que la

ubicación y avance no sean estáticos. Tercero, que no sólo se

verifique si el maestro conoce el programa, sino si también tiene

dominio suficiente de los contenidos. Cuarto, que se ubique

todo en un marco congruente de evaluación docente general,

para que el maestro no deba "andar pescando" las

oportunidades de desarrollo.

El ideal de una Carrera Magisterial es que el maestro tenga un

sentido de vida y trayectoria profesional. Ocupar un puesto

directivo es una aspiración válida, pero ningún sistema debiera

dar el mensaje que el mejor premio por ser un gran maestro es

dejar de serlo, abandonar el aula. Una reforma significativa del

programa pasa por basarlo centralmente en los resultados del

docente con su grupo real, cómo los llevó a avanzar del inicio

hasta su logro al final del ciclo; no en un promedio, no en una

situación hipotética, sino con esas niñas y niños concretos. Que

el maestro pueda decir a sus alumnos: "Por ti y contigo, soy un

gran maestro".

*Director de Mexicanos Primero


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ENLACE, calidad y exclusión

Por: Carlos Ornelas

Fuente: Excélsior 25 05 11

Quienes abogan por este tipo de exámenes, le ven virtudes que

su carácter instrumental las convierte en herramientas para el

diagnóstico de problemas, identificación de áreas donde las

escuelas, los directivos y los docentes hacen bien sus tareas y

son útiles para la toma de decisiones.

En esta semana, la Secretaría de Educación Pública y las

autoridades de los estados aplican el examen de la Evaluación

Nacional del Logro Académico en Centros Escolares, la

ENLACE. Ésta mide el desempeño de los estudiantes de

educación básica en matemáticas, español y, este año, en

geografía.

La ENLACE y las otras pruebas estandarizadas ya se

transformaron en fetiches. Quienes abogan por este tipo de

exámenes le ven virtudes y señalan, no sin cierta razón, que su

carácter instrumental las convierte en herramientas para el

diagnóstico de problemas, identificación de áreas donde las

escuelas, los directivos y los docentes hacen bien sus tareas y, en

consecuencia, son útiles para la toma de decisiones. Sus críticos

le encuentran todas las perversidades del mundo y apuntan,

también con cierta razón, que las pruebas estandarizadas

discriminan a los pobres y a los diferentes, en especial a los

estudiantes de los pueblos indios.

Los académicos que tienen como premisas para sus análisis las

ideas de una educación democrática tomar una decisión tajante

sobre ENLACE, un sí o un no rotundos, presenta dilemas. El


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mundo no se divide en blanco y negro, siempre hay arco iris y

tonos grises. Los defensores de ENLACE tienen el argumento

de la calidad; sus detractores, el de la equidad. Ahí la disyuntiva.

Buena parte de los debates respecto a ENLACE y pruebas

similares se dan alrededor de los asuntos técnicos. La parte

sustantiva de las discusiones entre personas que saben de esas

cosas, sin embargo, tiene que ver con su utilidad y los efectos

que causa.

El argumento de peso de los abogados de ENLACE consiste en

que es útil para medir resultados de aprendizaje y cuestiones

aledañas, como la responsabilidad de docentes, directores de

escuelas y funcionarios. Es un artefacto, dicen, que arroja

conocimiento para ayudar a las autoridades, los maestros y los

padres de familia a identificar y resolver problemas. En

consecuencia, colabora para elevar la calidad de la educación.

La crítica de los adversarios, de los conocedores, no de los que

se oponen nada más por la grilla, se enfoca en la equidad. Las

pruebas estandarizadas discriminan a los más pobres y a las

minorías étnicas; representan (y tienden a reproducir) la cultura

urbana, con preguntas que dejan fuera realidades de esas

minorías y palabras cuyo significado les es ajeno. ENLACE y

exámenes parecidos, de acuerdo con esos críticos, violan los

derechos humanos de niños de los pueblos indios, si no en sus

aspectos formales, sí en sus consecuencias.

Pienso que esa prueba tiene la ventaja de ser censal, abarca al

universo de estudiantes de la educación básica (bueno, no a

todos, Oaxaca y Michoacán se autoexcluyen, debido a la

militancia de los miembros de las secciones del SNTE). El


11

cúmulo de conocimiento que arroja es fenomenal, hasta donde

sé, en ningún otro país se hace algo semejante. ¡Envidiable!

A pesar de ello, ni las autoridades y menos sus aliados del

Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación lo utilizan

para lo que se supone lo deben utilizar: tomar decisiones,

promover cambios y asignar tareas. Cierto, hay transparencia,

los datos son públicos al detalle, pero resulta insuficiente; su

costo es inmenso como para contentarse con dar a conocer

resultados. Hay exámenes e información, sí, pero la calidad no

mejora. ENLACE es un fetiche, motivo de adoración.

El problema de la exclusión de minorías antecede a esos

exámenes. La discriminación se da en todo: la economía, la

política y la sociedad. Con todo y cierto progreso que se ha dado

en la educación bilingüe, hoy intercultural, la exclusión de los

niños indígenas continúa. Hay discriminación en textos y

prácticas, en programas y recursos asignados, en la falta de

maestros competentes en sus lenguas y en las condiciones de las

escuelas indígenas. Sus pobres resultados en esas pruebas son la

consecuencia lógica, no su causa. ENLACE es un fetiche,

objeto de repudio.

El desafío para este país es cómo sacar provecho de lo poco que

avanzamos. ENLACE, en otras condiciones, sería un

instrumento maravilloso para atacar la baja calidad e identificar

rasgos de exclusión que pudieran abordarse con otras políticas.

Pero no hoy, no con esos liderazgos en el gobierno, la SEP y el

SNTE.

*Académico de la UAM


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Insatisfacción

Por: Leticia Juárez González*

Fuente: Nexos 01 05 11

Este sexenio inició con un compromiso claro por mejorar la

calidad de la educación pública. Como nunca antes, la

evaluación objetiva e independiente de la educación en México

apareció con una transparencia sin precedente. Cada año los

resultados de exámenes estandarizados, como la prueba

ENLACE y los exámenes del Programa Internacional de

Evaluación de los Alumnos (PISA) de la OCDE, han

presentado un panorama desolador: “los estudiantes no

alcanzan el nivel (2) de capacidades básicas PISA y sólo 3% de

los estudiantes mexicanos alcanzó los niveles más altos (5 y 6)

que corresponden a „contar con la capacidad de identificar,

explicar y aplicar conocimientos científicos de manera

consistente en una variedad de situaciones complejas en la vida

cotidiana‟. Este 3% contrasta con el promedio de los países de la

OCDE (19.2%)”.1

La opinión pública del país percibió de inmediato esta

decepcionante realidad sobre la calidad en la educación que se

imparte en las escuelas públicas del país y sus opiniones sobre la

educación cambiaron radicalmente. Mientras que en los sexenios

de Zedillo y Fox la mayoría pensaba que la educación que se

impartía en México era muy buena o buena (42% en promedio),

desde que inició el gobierno de Felipe Calderón, la mayoría de la

población piensa que la educación es muy mala o mala (36% en

promedio) (ver gráfica 1).


14

Estas opiniones son muy similares entre la población en general,

padres de familia que tienen hijos en escuelas públicas y los

mismos maestros que dan clases en nivel básico2 (ver gráfica 2).


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Los padres

Llama la atención que aun cuando dos terceras partes de los

padres de familia piensan que la educación que se imparte es

muy buena, buena o regular, más de la mitad de ellos (54%) se

dice totalmente o bastante satisfecho con la educación que

reciben sus hijos en la primaria, mientras que el 45% está poco o

nada satisfecho (ver gráfica 3).

Las razones de la inconformidad de los padres de familia con la

educación de sus hijos en primaria es diversa, pero se concentra

claramente (49%) en deficiencias en la formación de los

maestros (no están bien capacitados 24%, no enseñan bien 14%,

o bajo nivel educativo 11%) y en su desempeño en general:

faltan mucho 14%, dedican poco tiempo a los alumnos 8% y

porque hay muchos puentes 5% (ver gráfica 4).


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Los maestros

Los maestros reconocen parte de su responsabilidad en esta

debacle. Afirman que para realizar adecuadamente su función es

necesario superar diversos obstáculos. Por un lado, la

irresponsabilidad, el ausentismo, el incumplimiento de los

programas por parte de algunos maestros (25%) y la falta de

capacitación de otros (19%). Sin embargo, también mencionan

la responsabilidad de los padres de familia en el problema.


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Señalan que para avanzar se requiere enfrentar la apatía e

indiferencia de los padres de familia (36%).

Aunque menos, una buena proporción señala a la política

sindical y la falta de apoyo de las autoridades (18%) como parte

del problema (ver gráfica 5).

Los maestros se sienten marginados del diseño de la política

educativa (intervienen poco/nada 80%) y de la actualización de

los programas (intervienen poco/nada 77%) e incluso en la

elección y actualización del material didáctico que usan

regularmente sus alumnos (intervienen poco/nada 57%) (ver

gráfica 6).


18

En este contexto y frente al reclamo de los padres de familia de

la falta de capacitación y actualización, los maestros del nivel

básico que se sienten satisfechos con su desarrollo profesional

reconocen haber recibido diversos cursos, aunque, a la vez,

reconocen que les falta actualizarse, principalmente en

“herramientas pedagógicas y psicológicas para el control de

grupo, tecnologías de la educación y otro idioma (inglés)”..3

Este reconocimiento muestra que la abundante oferta de

actualización y profesionalización de los sistemas educativos

federal y estatales, base de la carrera magisterial, desvirtúa su

objetivo. El valor de la capacitación y el de la actualización para

mejorar la calidad de la educación se distorsiona al convertirse

en un mecanismo de puntaje para obtener mayor ingreso.


19

El SNTE

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)

muestra una fuerza política creciente que se expresa no sólo en

su representación en el Congreso por la vía del PRI, sino a

través de su propio partido, el Panal. Pero se trata de un

sindicato distante a sus bases de representación. La mayoría de

los maestros entrevistados (siete de cada 10) expresa no sentirse

representado por el SNTE (ver gráfica 7).

Tanto entre los maestros como entre los padres de familia y la

población general predomina una mala opinión de la actuación

del SNTE y de su líder, Elba Esther Gordillo, en el manejo de

los asuntos de la educación. Juzgan mala y pésima la actuación

del SNTE 49%, y mala o pésima la actuación de Elba Esther

Gordillo el 71% (ver gráficas 8, 9 y 10).


20


21

*Vicepresidenta ejecutiva de BGC, Ulises Beltrán y Asocs., S. C. y

profesora-investigadora de la UAM-Azcapotzalco.

1 Prospectivas OCDE: México, políticas clave para un

desarrollo sustentable, OCDE, octubre 2010, p. 24.

2 La información estadística proviene de las respuestas de

padres de familia, maestros y población general a encuestas con

alcance nacional realizadas por la vía telefónica mediante el

sistema de acopio inmediato de información de la opinión

pública Acontecer Nacional y Opinión Pública ©, BGC,

México, vol. I a X, 2001 a 2010. El tamaño de muestra en los

casos de las opiniones de padres de familia y población general

es de 400 casos, 95% de confianza con un margen de error


22

teórico de +/- 5 puntos. En el caso de los maestros

entrevistados el tamaño de muestra es de 300 casos, 95% de

confianza con un margen de error teórico de +/- 5.4 puntos.

Las opiniones de la población con teléfono en su vivienda

tiende a reflejar más la opinión de la población con mayores

ingresos y escolaridad.

3 Tal reconocimiento se observó desde 2005. Véase: “Lo que

piensan nuestros maestros, Encuesta Nacional sobre Creencias,

Actitudes y Valores entre Maestros y Padres de Familia”

(ENCRAVE), en Este País, vol. 169, abril 2005, pp. 4-16.




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Postura Sobre la Carrera Magisterial

Coalición Ciudadana por la Educación

Comunicado de prensa 003

México, D.F.; 26 de mayo de 2011

Carrera Magisterial, avance que responde a presión ciudadana

Ahora hay que evitar la intromisión de la cúpula del SNTE


24

• El Programa Nacional de Carrera Magisterial anunciado por el

gobierno federal y el SNTE tiene avances evidentes y responde

a la presión ciudadana.

• La gestión de la carrera magisterial no debe hacerse desde la

camarilla del SNTE, sino desde una instancia independiente y

transparente.

La Coalición Ciudadana por la Educación celebra que luego de

lustros sin cambios y a consecuencia de la exigencia ciudadana,

por fin el gobierno planteara y llevara a cabo una reforma a la

Carrera Magisterial. Se trata de un logro ciudadano que ha

buscado poner en el centro de las aulas los criterios académicos

antes que los políticos para determinar los estímulos

económicos para los docentes.

Sin embargo, la Coalición advierte que este esfuerzo debe

modificar esencialmente las reglas escritas y no escritas que

permiten la intromisión abusiva de los líderes del Sindicato

Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en la política

educativa con la complicidad de las autoridades educativas. No

debe ser la cúpula del SNTE la que siga definiendo los ritmos,

los contenidos y hasta los porcentajes en los que se debe evaluar

a los maestros. Ello no es materia de un gremio y mucho menos

de un sindicato, sino una atribución de las autoridades para

cumplir con su obligación de garantizar el derecho a la

educación.

De la propuesta de Carrera Magisterial, la Coalición considera

como positivos varios aspectos. La inclusión de instrumentos

neutros y objetivos como ponderador de la carrera magisterial es

un buen avance, aunque la prueba ENLACE debe aumentar su


25

alcance, las disciplinas que evalúa, mejorar el método y el

respeto a la diversidad cultural para convertirse en una

herramienta eficaz para medir el desempeño de los alumnos. Por

su parte, los nuevos criterios para considerar los cursos de

capacitación que habrán de tomar los maestros, como parte de

la carrera, son un esfuerzo importante que permitirá elevar el

nivel de los cursos y alinearlos a las necesidades docentes.

La Coalición advierte que la propuesta anunciada no establece

con claridad el mecanismo de evaluación de los docentes y el

carácter independiente y plural del Instituto Nacional de

Evaluación Educativa (INEE) ni le da la atribución de organizar

el concurso de ingreso, coordinar el sistema de evaluación y

asegurar el buen desempeño del sistema de estímulos, todo a

partir de criterios relacionados con el mérito, el desempeño

escolar de los alumnos, la capacidad profesional, los

conocimientos, la transparencia y la igualdad de oportunidades.

Por el contrario, se mantiene una carrera controlada por una

comisión mixta en la que interviene el Sindicato. El INEE debe

ser la instancia gestora del conjunto de la carrera magisterial.

Esperamos que en próximos días se corrija esto.

Por otra parte, la Coalición alerta que las actividades

“cocurriculares”, que ahora serán recompensadas

económicamente con un porcentaje excesivamente alto de 20

puntos, es un criterio arbitrario y, sobre todo, imposible de

medir objetivamente tal y como está propuesto, abriendo un

espacio más para la opacidad y el manejo político. La autoridad

debe establecer mecanismos claros y verificables para evitar

abusos y distorsiones, así como dar un mayor peso a los


26

Consejos de Participación Escolar –y por tanto a los padres de

familia– en su definición.

La propuesta gubernamental establece que es voluntaria la

participación de los docentes en el Programa, por lo que 450 mil

maestros quedarán fuera del sistema, sin anunciarse los plazos y

mecanismos para incorporarlos. Si bien plantea una evaluación

obligatoria como requisito para entrar al Programa, ello dista de

una certificación periódica y universal de los conocimientos y

habilidades de todos los maestros y maestras con base en

criterios académicos, de conocimientos y de habilidades

docentes, y tampoco se estableció el criterio de la posible

pérdida de los estímulos si no se ratifican las capacidades.

Además, darle sólo cinco puntos de cien a la evaluación de los

profesores se aleja decisivamente del propósito de ligar las

capacidades, conocimientos y habilidades de los docentes con el

programa de estímulos económicos.

La Coalición lamenta que se mantenga intacto el mecanismo de

concurso de plazas vacantes que permite que actualmente sólo

se concurse el siete por ciento del total de las vacantes, dándole

a los líderes del sindicato un margen discrecional para el reparto

de las plazas a través de herencias o designaciones arbitrarias.

No habrá manera en que la carrera magisterial se universalice si

el mecanismo de entrada permanece acotado tal y como hoy

está.

La propuesta gubernamental no explicita una separación clara y

tajante entre los criterios con los que se fija el salario base y

prestaciones laborales de los profesores (negociados anualmente

por el SNTE) y los estímulos derivados del nuevo sistema


27

magisterial de carrera. Tal es el caso de la antigüedad que

permanece en el Programa y que debería ser materia exclusiva

del salario base.

En suma, el anuncio de la Carrera Magisterial es un avance

importante derivado de la presión de movimientos ciudadanos

como el de “Muévete por la Educación” para mejorar la calidad

educativa en México, pero la autoridad aún debe corregir

aspectos para impedir la intromisión abusiva del SNTE en su

gestión y romper con la complicidad que afecta de raíz la calidad

educativa de nuestro país.

COALICIÓN CIUDADANA POR LA EDUCACIÓN

“La educación en México será mejor cuando se acabe la

complicidadentre los líderes del sindicato de maestros y el

gobierno”

¿Puede alguien que no sabe leer, estar al frente del magisterio

mexicano? (Para ver video da click en la imagen)

http://www.youtube.com/watch?v=GHuEdSwMnDM


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agenda educativa 02

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