ajardinada al dominio del asfalto y aparcamiento de vehículos. · poblado celta, romano o incluso...

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Edificio y plaza del Ayuntamiento que ha sufrido a lo largo del último siglo multitud de reformas. Se pasa de una plazaajardinada al dominio del asfalto y aparcamiento de vehículos.

La ciudad de Ponferrada protagoniza en este siglocambios tan profundos que pasa de simple villa

tradicional a ciudad de relevancia en la región. Laindustria fue hasta mediados de los años sesenta la basede su crecimiento y transformación pero desde entoncesremite su peso para iniciarse un proceso de crecimiento y

diversificación de los servicios aún no concluído.Su reciente historia es, en parte, la vertiente más vital y

dinámica del potencial económico de las tierras delBierzo.

74 - LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS

Ponferrada en lahistoria y la villa preindustrial

La calle del Reloj reúne el conjunto arquito ' aleo mejor conservado del casco histórico. Su torre se construye a mediadosdel s. XVI sobre la Puerta de las Eras.

Existe el unánime criterio desituar el origen de Ponferrada afinales del siglo XI. No obstan-te, se ha dado cierta polémica entorno a los antecedentes históri-cos de la ciudad. En primer lu-gar, se trata de aclarar si antesde 1082 existió o no en el solarque ocupará Ponferrada algúnpoblado celta, romano o inclusovisigodo; y, en segundo lugar, enel supuesto de aceptar el postu-lado anterior, si la ciudad roma-na de «Interamnium Flavium»se ubicaba o no donde hoy se le-vanta Ponferrada. Con o sin

asentamiento anterior, lo ciertoes que la decisión del obispo Os-mundo de construir un «puenteferrado» sobre el río Sil, pocosmetros antes de recibir las aguasdel Boeza, significó el origen dePonferrada y de su nombre.

Son dos los factores que ex-plican la aparición y posteriorconsolidación del núcleo: el mo-mento histórico de gran fervorhacia el apóstol Santiago y laestratégica situación geográficade su emplazamiento. En efecto,en torno al hecho religioso se de-sarrolla a lo largo de la Ruta Ja-

cobea una floreciente actividadcomercial y militar que junto ahospederías y hospitales, dan alos núcleos beneficiados comoPonferrada una base económicay social mucho más variada y ri-ca que la agraria. Son los bur-gos, auténticas ciudades a veces,que en el caso de Ponferrada seve reforzado por el papel defen-sivo que le dará la instalación dela fortaleza templaria al amparodel promontorio labrado por losríos Sil y Boeza. Desde allí, laobservación y control del corre-dor berciano era cómoda para

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los monjes-guerreros, presentesen la villa desde 1178 hasta co-mienzos del siglo XIV.

La supresión del Temple y eldeclive del fervor jacobeo agra-va la difícil situación local ya enel s. XIV. A falta de informa-ción que permita documentar lapoblación y actividades de la vi-lla bajomedieval, el croquis ad-junto del recinto amurallado enel s. XV (se tiende a fijar suconstrucción en el reinado deJuan II - 1406/1454) permite,con las lógicas reservas, hacerseidea de la capacidad poblacionalexistente. El barrio de La Pue-bla, al otro lado del Sil, queda-ba fuera del recinto amurallado.

Cuando los Reyes Católicosincorporan definitivamentePonferrada a la Corona, debíaser un pálido reflejo del burgoactivo que crecía a la sombra dela ruta Jacobea. La actividadagraria es ahora la principal.Fue el siglo XVI una centuria derecuperación y crecimiento, co-mo atestigua la informaciónexistente sobre la población y lapropia actividad constructivadesplegada; Hospital de la Rei-na (1498), Torre del Reloj(1518/1556), Cárcel del Partido(contemporánea de la Torre).Junto algunas casas particulares

de cierto porte arquitectónicocomo ha puesto de relieve JoséMaría Luengo.

La crisis demográfica y el es-tancamiento de la villa pareceniniciarse a finales del propio si-glo XVI para ser un rasgo carac-terístico de la centuria siguiente.En términos socioeconómicoslos siglos XVII-XVIII apenasvan a introducir cambios de in-terés en la villa. Sin embargohan legado un conjunto cons-truído complementado con pla-zas aportaladas como la de laEncina y del Ayuntamiento, queforman un espacio urbano desingular imagen y belleza.

La recuperación demográficay económica se produce en el si-glo XVIII. A mediados del mis-mo, según el catastro de Ensena-da, Ponferrada se acerca a los2.000 habitantes, que vivían pre-ferentemente de la agricultura,la artesanía y el comercio. El vi-no seguía en primer lugar entrelos productos del campo; la ga-nadería era muy débil y, entrelos artesanos, llama la atenciónla falta de los dedicados a la ela-boración de tejidos en una épo-ca en que los llamados «lienzosde El Bierzo» proliferaban.

La inestable política españoladel siglo XIX deparó al Bierzo

algunas ilusiones y perspectivasde mejora, especialmente en elsector industrial.

En el terreno de la organiza-ción político-administrativa delterritorio español, la personali-dad diferenciada de El Bierzoera reconocida con su declara-ción de provincia durante elTrienio Liberal. La capitalidadrecaía en Villafranca y Ponferra-da no supo resignarse.

Un tercer factor de la políticadel país que tiene fuerte repercu-sión en El Bierzo va a ser el de-sarrollo de las comunicacionesmodernas en la segunda mitaddel siglo; en concreto, la culmi-nación de la línea férrea que unea Galicia con el resto del país.Ahora quien se beneficia es Pon-ferrada mientras Villafrancaqueda apartada de la línea prin-cipal. La posterior evolución delas dos villas tiene en las comu-nicaciones, tal vez, el primer fac-tor de explicación.

Todavía en sus postrimerías elsiglo XIX dio al Bierzo y a Pon-ferrada en particular otra exce-lente ilusión: el descubrimientopor Julio Lazúrtegui de los yaci-mientos férricos. Y como datode interés formal en la villapreindustrial hay que reseñar elhonorífico paso dado en 1908 en

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El antiguo caseríodel arrabal de LaPuebla esprogresivamentesustituido poredificios en altura,'ntre ellos laentral telefónicalue ocupa el solarlue fue de laIglesia de SanPedro, donde «muypronto al amparode esta iglesiasurgieron casas devecindad yhospitales deperegrinos» dice A.Quintana.

que se le reconoce la categoría deciudad. Seguirá anclada en laeconomía y la sociedad tradicio-nales hasta la llegada de «Mine-ro Siderúrgica de Ponferrada»(MSP) en 1918.

Al concluir el s. XIX apenashabía algunas actividades mo-dernas, de cierto matiz indus-trial. La fábrica de curtidos«Matinot», la fábrica de luz«Gómez y Cía», dos fábricas dechocolate, una de harina, otrade jabón, tres destilerías deaguardiente y... nada más.

Las ferias y mercados eranconcurridos. Las primeras cre-cen notablemente en número alfilo del cambio de siglo. Comer-cio y servicios mantienen la rele-vancia del pasado. Es un comer-cio de ámbito a veces comarcaly los servicios también tienen esaescala, por ejemplo el hospital,la casa cuna, la administraciónde justicia, el Instituto de segun-da enseñanza (1880). Funcionatambién un balneario, el deFuente del Azufre. En fin, unaserie de funciones terciarias queunidas a las profesiones liberalesreflejan cierta renovación y me-jora de funciones.

El estancamiento demográfi-co de la primera mitad del sigloda paso en la segunda a un sua-ve crecimiento. El Censo de po-blación (1857) totaliza 2.379 ha-

bitantes. En algo más de un si-glo —desde el Catastro de Ense-nada— la población apenas au-mentó en 400 personas. El sos-tenido crecimiento humano de lasegunda mitad del siglo se rom-pe en los años 90 a causa de lacrisis de subsistencia-destruccióndel viñedo por la filoxera que lle-va a muchos jóvenes a la emigra-ción. Es una coyuntura que seprolongará hasta el estallido dela Primera Guerra Mundial. En1887 la población era sólo deunos 3.000 habitantes, cantidadque aproximadamente se man-tiene hasta la llegada de M.S.P.

El conjunto urbano barrocosigue siendo el núcleo central dela urbe y tiene su contrapunto enlos barrios pobres de San Andrésal Sur, La Puebla al otro ladodel Sil y Santas Martas al Nores-te de la villa. El Campo de laCruz se va habitando por las cla-ses bajas durante la segunda mi-tad del XIX mientras que la es-tación de tren convierte a lacarretera de Orense, desde laGlorieta de la Puebla, en el lugarpreferido por las nuevas edifi-caciones.

Ponferrada organiza su espa-cio físico en torno a dos plazas,la de La Encina y la del Ayun-tamiento, algunas plazuelas, ca-lles y paseos como el del Espo-lón y sobre todo el Plantío. Una

red viaria que articula un case-río de unos 850 edificios que sue-len ofrecer dos/tres plantas en laurbe y una planta en los arraba-les. Son cinco los templos exis-tentes y la Basílica la principal.El castillo-fortaleza Templarioestaba en buenas condicionesdurante el primer tercio del siglopasando luego a estado ruinosohasta ser cantera frecuentadapor quienes construyen nuevascasas. La céntrica calle del Relojdomicilia los dos casinos existen-tes y, al igual que las demás ca-lles importantes de los arrabales:las actas de los plenos municipa-les recogen frecuentes quejas porel mal estado de las calles.Situada entre dos ríos, entonces

de aguas abundantes y limpias,carece Ponferrada de agua a do-micilio hasta 1927. Existe en ba-se al acarreo diario de agua unelevado contingente de criados ycriadas. Pero también hay agua-dores de oficio que por módicoprecio llevan a lomos de burrosel agua a domicilio. Gran avan-ce supuso la instalación de la fá-brica de luz «Gómez y Cía» quesacaba a la villa de las tinieblas.Mejora también a tener en cuen-ta es la introducción en 1883 deun rudimentario servicio de lim-pieza. Como hemos adelantadomejoras puntuales que en pocoalteran la fisonomía de la villa.

La llegada de la economía moderna y la primeraexpansión de la ciudad

La vida de Ponferrada cambiaradicalmente en 1918. La activi-dad económica se ve multiplica-da tanto en volumen y variedadde actividades como en dimen-sión espacial con la llegada de laindustria moderna a través deMSP. Su presencia provoca ycondiciona la posterior evolu-ción de la ciudad.

Los efectos inmediatos no se-rán sólo en la actividad indus-trial y el crecimiento humano.Este reclama una oferta comer-cial más amplia y variada que enel pasado. Además, Ponferradapasa definitivamente en El Bier-zo a ser el primer centro de ac-tividad y en población. Es aho-ra cuando empieza a desempe-

ñar de manera clara e indiscuti-da el papel de capital funcionalde la Cuenca del Sil Leonesa.

Paralelamente se va amplian-do en la ciudad el peso de la bur-guesía engrosada por hacenda-dos, profesiones liberales, indus-triales, comerciantes, técnicos,que fijan aquí su residencia. Losintereses casi exclusivamenteagrarios y comerciales de la mi-noría pudiente del pasado, des-de 1918, comienzan a diversifi-carse y a ampliar su radio de ac-ción por El Bierzo. La simplecomparación de la estructura so-cioprofesional local en fechasanteriores y posteriores a 1918ilustran perfectamente los cam-bios que se registran.

MSP llega a Laciana, al Bier-zo y a Ponferrada. O sea, no esempresa de ámbito local, sinocomarcal en sus instalaciones.Es empresa de la órbita del ca-pital expansivo español que sebeneficia de la coyuntura propi-ciada por la Primera GuerraMundial. Despertó enormes ex-pectativas en buena medida frus-tradas con el tiempo. Se instalaen Ponferrada poseyendo el Co-to férrico Wagner y los criade-ros de la cuenca hullera de Villa-blino. Como el nombre indica,persigue la explotación minera(hierro y carbón), así como laconstrucción de plantas siderúr-gicas. Más de 270 Has. de terre-nos compró en la ciudad para

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Crecimiento de la población de Ponferrada y sumunicipio

Año Ponferrada Indice Municipio Indice1900 2.962 100 7.188 1001910 2.932 99 7.448 1631920 5.031 170 9.829 1361930 5.696 192 10.785 1501940 7.790 263 13.008 1811950 16.877 570 23.773 3301960 29.222 986 37.057 5151970 36.963 1.248 45.257 6291975 41.772 1.410 49.915 6941981 43.459 1.467 53.116 7381986 50.300 1.699 58.542 814

Fuente: Censos de población y Padrones. Elaboración propia.

realizar sus ambiciosos planes.Pero como ha dicho su propiopresidente, no existía decididavoluntad de hacer la planta siderúrgica. Y nunca se hizo. Los in-tereses de la empresa —ligada alos bancos Central, Santander yPastor— no han coincidido conlos de El Bierzo.

Ciertamente, Lazúrtegui ha-bía documentado la viabilidadde la actividad siderúrgica enPonferrada. El título de su obraes elocuente: UNA NUEVAVIZCAYA A CREAR EN ELBIERZO. ALTOS HORNOS YACERERIA EN PONFERRA-DA. Pero no consigue interesara los rectores de la empresa y laopción siderúrgica se esfuma.En cambio, la empresa se vuel-va en la minería del carbón. Laextracción del mismo de la cuen-ca de Villablino exige comunica-ciones modernas: en apenas 10meses se construyó el ferrocarrilde vía estrecha de Ponferrada aVillablino. Todo un record queentraña la concentración de unelevado número de trabajado-res: Unos 4.800 fue el máximo.Paralelamente se trabaja en elarreglo de la carretera y en dis-tintas obras tanto en Villablinocomo en Ponferrada. Quedadesbordada la capacidad laboraldel Bierzo y aparece la inmigra-ción como alternativa. Pon-ferrada será el lugar donde seasientan mayoritariamente.

También se convierte en re-ceptor de todos los bienes indus-triales que llegan y expide el car-bón que empieza a salir de lasminas bercianas. MSP completasu complejo industrial en la ciu-dad con estación de ferrocarril,central térmica, fábrica de aglo-merados y ovoides, lavaderos ycargaderos de carbón, talleresmecánicos, oficinas, etcétera...La central térmica es renovadaen 1929 y pasa a generar electri-cidad no sólo para la empresacomo antes sino también para elmercado. Se trata de un grancentro industrial con base en elcarbón aunque pudo apoyarsetambién en la siderúrgia.

El impacto sobre la estancaday tranquila Ponferrada iba a sertremendo. Al menos entre 1918y 1921 hay una fértil actividad yla población casi se duplica.Otras actividades industrialescomo la construcción se ven des-bordadas; algo similar ocurrecon el comercio y los escasos ser-vicios existentes. En los años si-guientes nuevas empresas mine-ras que operan en la cuenca Fa-bero-Toreno van instalando suscargaderos en Ponferrada, jun-to a la línea férrea. Sin embar-go, desde 1921 se deja sentir lacrisis del mercado del carbón ydescienden los empleos. La emi-gración reaparece incluso paralos propios habitantes de la ciu-dad. Ello no paraliza el creci-miento humano ni cierta diversi-ficación de las actividades eco-nómicas. Para 1930 son varioslos bancos instalados y ha surgi-do algún hotel. En 1934 se cons-truye un teatro.

Y en el capítulo negativo hayque apuntar en 1925 el primercierre de la histórica fábrica decurtidos «Matinot». También seconstatan en las crónicas y lostestimonios orales duras condi-ciones de trabajo y muy bajossalarios para los obreros de lasmineras. Establecida la jornadalaboral desde 1919 en 8 horas,los obreros del carbón trabaja-ban más de 10 horas y, en oca-siones, de sol a sol. El panora-ma mejoró en los pocos añosque duró la República pues la

acción sindical se desarrolla conmás fuerza.

De unos 3.000 habitantes an-tes de 1918 la población pasa aalgo más de 5.000 en 1920 paraluego crecer lentamente hasta si-tuarse para 1930 en los 5.700 ha-bitantes. La década de los 20 enrealidad entraña un saldo emi-gratorio de 270 personas. Latendencia se invierte durante laRepública que ofrece un saldoinmigratorio relevante. Hastalos años 20, el comportamientodemográfico de la población res-ponde a las pautas del antiguorégimen: Tasas muy altas de na-talidad y mortalidad con bajocrecimiento vegetativo y esporá-dica aparición de años «negros»en los que las defunciones supe-ran a los nacimentos. Es lo queocurre en Ponferrada precisa-mente en 1918 al desencadenar-se en octubre «el mal de moda»(la gripe).

La juventud de la poblaciónserá muy acusada tras la ola in-migratoria: Un 40% de los habi-tantes en 1930 no superan los 15años y sólo el 3,2% ha superadolos 65. A nivel de activo laboralen esa fecha ha desaparecido elelevado porcentaje de trabaja-dores del campo y son los obre-ros industriales sus sucesores.Lo más llamativo es, sin embar-go, que el 64% de los habitantesde Ponferrada no han nacido ensu municipio. Son inmigrados.Dato revelador de las profundastransformaciones humanas re-

LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS - 79

Cuatrovientos. Lamarginación deCuatrovientos seha paliado en losúltimos años con elasfaltado de callesy la traída de agua.

gistradas en muy pocos años.También son evidentes los

cambios en el espacio físico de laciudad. La presión sobre el sue-lo disponible para edificar esfuerte y genera su encarecimien-to. La ciudad crece de forma rá-pida en poco tiempo y ha cogi-do al Ayuntamiento sin instru-mentos técnico-jurídicos ade-cuados para encauzar la expan-sión: Los hechos van por delan-te y el crecimiento es desordena-do. Especialmente grave para elfuturo crecimiento físico de laciudad será el estratégico cercoque los terrenos de MSP hantendido a La Puebla. Precisa-mente la parte de la ciudad lla-mada a acoger el futuro aumen-to del hábitat. Aquí se materia-liza básicamente la primera ex-pansión urbana: En base a la ini-ciativa privada se construye encalles estrechas y rectas que secortan perpendicularmente sinformar chaflanes, sin dejar espa-cios libres —plazas y jardines—.La edificación es de malos ma-teriales, en manzana cerrada ysin gusto ni estética. Los fineseran resolver las urgentes necesi-dades de una demanda abundan-

te y sin exigencias. Lucro ex-haustivo y máximo aprovecha-miento del espacio disponible se-rán las máximas de los propie-tarios.

Cuando al fin se aprueba elPlan de Ensanche de la ciudaden 1933 (ya en 1918 se plantea suurgencia), Ponferrada ha reali-

zado su expansión física de for-ma casi improvisada. Concreta-mente el plano de La Puebla ac-tual es la mala herencia de losaños 20. Calles como AntolínLópez Peláez, Luciana Fernán-dez, Sierra Pambley, Juan deLama, Fueros de León, surgíanen esos años.

80 - LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS

Plaza deLazúrtegui, centro

funcional porexcelencia y nudo

gordiano de lasvías de

comunicación enPonferrada.

Autarquía y explosión urbana

Tras la Guerra Civil, la polí-tica económica que se practicapone el énfasis en la explotaciónde los recursos naturales pro-pios. El Bierzo ofrecía inaprecia-bles recursos y Ponferrada vuel-ve a ser el centro que capitalizalos mayores beneficios de tal co-yuntura. Otros núcleos mineroscomo Fabero, Villablino, Tore-no o Bembibre experimentan, asu vez, un notable crecimiento.Sólo Ponferrada se consolidacomo centro funcional urbano.' En apenas 20 años (mediadosde los 40 a mediados de los 60)se desarrollan extraordinaria-mente la minería del carbón ytambién la del hierro, esporádi-camente se extraerá el Wolfram,la producción eléctrica —hidroe-léctrica y térmica de carbón— yla ansiada puesta en regadío dela rica hoya berciana se hace rea-lidad. Todo ello exige un esfuer-zo inversor notable, en especial,de la administración pública. Seconstruyen embalses, sifones y

trasvases, canales, puentes y ca-minos que llegan a desbordar, enocasiones, la capacidad de sumi-nistro de la industria cementera.

El aumento de la producciónde carbón hace que la vía deferrocarril a Villablino funcionea tope en los años 50 mientrasque la flota camionera comien-za al final de esos años a formar-se compitiendo posteriormentecon éxito en el transporte delcarbón. Toda la gran actividadexistente en el área berciana re-percute favorablemente en Pon-ferrada. RENFE ve superada sucapacidad de transporte y ha deintroducir mejoras importantesen la línea férrea y en sus insta-laciones de Ponferrada. Tam-bién las empresas mineras hande actualizar sus instalaciones enla ciudad comenzando por sureinstalación más al Oeste, entrelos barrios de Cuatrovientos yLa Placa, y siempre junto alferrocarril. La estación de REN-FE en San Miguel de las Dueñas

pasa desde mediados de los 50 atener instalaciones de embarquede mineral de hierro: Los cotosWagner y Vivaldi entran en pro-ducción.

La ciudad se ve durante la au-tarquía desbordada en su capa-cidad de alojamiento y serviciosbásicos. La inmigración vuelve aser el principal factor de creci-miento. Nada menos que el 58%de los residentes en 1950 habíannacido fuera de su municipio.Ponferrada es la ciudad españo-la que más rápidamente crece de1940 a 1960. En la otra cara dela moneda se encuentran la mi-seria, el hacinamiento, la espe-culación y la explotación paramiles de jornaleros y sus fa-milias.

La ciudad crece físicamenteen desorden y lo que se preveíarespecto de los terrenos de MSPse confirma ahora: La Pueblachoca en su expansión con el cer-co que le tienden. Se agrava laoferta de suelo edificable, que se

encarece rápidamente. La claseobrera baja, mayoritaria enton-ces, se ve excluída de la ciudad.Ocupará el espacio marginal, ru-ral, al otro lado del cinturón queforman los terrenos de MSP:Surgen así los barrios de Floresdel Sil, Cuatrovientos y La Pla-ca, separados de la ciudad y en-tre ellos mismos, bien situadosrespecto a las carreteras deOrense y La Coruña los dos pri-meros, pésimamente comunica-do el de La Placa. La construc-ción del poblado de ENDESA,al Norte de Ponferrada y de losterrenos infrautilizados de MSP,da vida por 1950 al cuarto apén-dice o barriada surgida en tornoa la ciudad.

ACTIVIDADECONOMICA Y PROCESOINDUSTRIAL

La gran demanda de produc-tos minerales y energéticos du-rante la autarquía convierte aPonferrada en un centro espe-cializado en minería, electrici-dad y en transporte. Simultanea-mente, la apertura de las minasde hierro renueva las esperanzasde realización del proyecto side-rúrgico que, de nuevo frustrado,dejará en el desarrollo de ciertasindustrias siderometalúrgicas undébil sustituto. La industria dela construcción se potencia es-pectacularmente viéndose des-bordada incialmente por la grandemanda existente tanto enobras públicas como en edifi-cación.

En cambio, el comercio y losservicios arrastran hasta bien en-trados los años 60 un manifiestodesfase respecto de las necesida-des básicas existentes que, no loolvidemos, son de forma cre-ciente a escala de área de in-fluencia y no sólo de la ciudad.Las malas comunicaciones intra-bercianas, especialmente con lospueblos y aldeas de montaña,agravan el problema.

Las industrias tradicionalesdel pasado como la de alimenta-ción, maderas y curtidos no son

capaces de evolucionar en estaépoca. Siguen siendo de marca-do carácter artesanal. La de cur-tidos tiene en la reapertura de lafábrica de «Matinot» (1942) unloable ejemplo de moderniza-ción y preservación de una largatradición. Pero la apertura de laeconomía española al mercadointernacional desde el Plan deEstabilización (1959) desbordala capacidad de la empresa quecierra definitivamente en 1963.

Es la minería del carbón laque vuelve a estar en el centro dela expansión económica. Pro-ducción y empleo no dejan decrecer durante los años 40 y 50en El Bierzo y la provincia. Aho-ra su impacto se multiplica enPonferrada al verse complemen-tado por la industria eléctrica ylas obras públicas. ENDESA,empresa del INI, creada en 1944inicia la construcción de la cen-tral térmica Compostilla I y elembalse con salto hidroeléctricode Fuente de Azufre, sobre elSil, a pocos Kms. de Ponferra-da. El canal Bajo del Bierzo queparte del embalse se inicia a con-

tinuación. El complejo indus-trial de ENDESA se dota ade-más de un flamante poblado. Lasegunda página de la expansióneléctrica se escribe a finales de laautarquía con la construcción dela térmica de Compostilla II másel embalse y salto de Bárcena.De nuevo los regadíos, ahoracon el canal Alto del Bierzo,complementan los planes. Desdeentonces El Bierzo a través de lascentrales de Compostilla pasa aser un punto vital para la red na-cional eléctrica.

La explotación de los recursosnaturales tendrá en la del wol-fram una actividad coyuntural(Segunda Guerra Mundial yGuerra de Corea) y lucrativa.Sin embargo, va a ser al fin elmineral de hierro —base del sue-ño siderúrgico de Lazúrtegui-el que empieza a explotarse amediados de los 50 en el coto deMSP (Wagner) y en el coto Vi-valdi denunciado por los pon-ferradinos Barrios y Garnelo.Fue una década de estudios yproyectos varios para ejecutaren Ponferrada; planta eléctrico-

82 - LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS

La antigua avenidade la Estación quefue el primer lugar

de expansión delcaserío tras la

llegada delferrocarril, es hoyuna céntrica calle

comercial.

siderúrgica por parte de MSP;pequeña planta siderúrgica porel INI; hornos de cuba baja porla Sociedad Siderúrgica del Bier-zo. No se materializan y quedala explotación del mineral comola única vía real. Al calor de es-tas expectativas y apoyándose enla abundancia de electricidadsurge en 1957 «Roldán, S. A.»empresa de cierta relevancia de-dicada a los aceros especiales.Varias empresas metálicas demenor entidad surgirán despuéspara dar a estas actividades cier-ta entidad en la economía local.

ESTRUCTURA URBANAY FUNCIONAL

La actividad industrial reseña-da provoca un rapidísimo creci-miento humano y espacial de laciudad en los 40 y 50. Se da unademanda enorme de viviendassin importar calidad. Los alqui-leres se disparan y también la es-peculación. Hay abusos, males-tar y tensiones sociales. Al con-cluir esta etapa Ponferrada haconsolidado un plano con rasgosfísicos bien definidos. La ParteAlta, vinculada al Casco Anti-guo y con el barrio de los Judíosinsinuándose como zona de ex-pansión a menor nivel altitudi-

nal. La Puebla o Parte Baja, aúncon las huertas del Sacramentoy con la estación de RENFEtrasladada al sur de la líneaférrea que anuncia la nuevabarriada a la que da nombre. Acontinuación los terrenos deMSP y más allá de ellos losbarrios ya citados. Un plano po-linuclear, por cierto, bastante in-sólito. También creció la ciudadsin la adecuada reglamentaciónurbanística. Las simples Orde-nanzas Municipales y la licenciaindividual presiden el período.En 1949 se aprueba el Plan deEnsanche y Reforma Interior dePonferrada que incluye parte deFlores del Sil además del cascourbano. Careció de aplicaciónreal y el Plan General de Orde-nación Urbana aprobado en1963 no tendrá mejor suerte.

La oferta de vivienda es de re-levancia por parte del InstitutoNacional de la Vivienda, Orga-nización Sindical del Hogar,Ayuntamiento e incluso la Igle-sia. La iniciativa privada estabaaún incapacitada para satisfacerun mercado de escasos recursos.ENDESA construía para suspropios empleados, y en SantasMartas (1955) y Flores del Sil,con el poblado obrero de MSP(1958) se localizan las actuacio-

nes más importantes. Sin embar-go, la autoconstrucción y lacompra de «las cuatro paredes»fueron alternativas muy socorri-das para los pobladores de losnuevos barrios.

Se culmina ahora el cambioiniciado en los años 20 en el re-parto espacial de la población ylas actividades terciarias. LaPuebla ofrece un equipamientocomercial muy superior a la Par-te Alta. Igual sucede con el nú-mero de habitantes. Dos terciosde los establecimientos de ali-mentación y hostelería. Dos ter-cios de los establecimientos dealimentación y hostelería en1945 se encuentran en La Pue-bla, algo similar ocurre con losle vestido, calzado, muebles,maquinaria y herramientas, et-cétera... No sucede igual con loscentros financieros, administra-tivos, enseñanza o asistenciales.En los años 40 la parte antiguaaún retenía la función político-institucional. En los años si-guientes también retrocede enestas funciones, especialmentelas financieras. Otra pérdida im-portante será el traslado de losmercados semanales a La Puebladonde funciona desde 1957 elúnico mercado de abastos de laciudad.

LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS - 83

La consolidación de Ponferrada como centrofuncional de El Bierzo

I magen del ambiente existente en un día de mercado.

Superada la autarquía Pon-ferrada no dispone ya de las ven-tajas de la etapa anterior y des-de mediados de los 60 el ritmode su crecimiento económico,humano y espacial, será lento.

Si la industria deja de ser elmotor del crecimiento, en cam-bio, el sector terciario con eltransporte hacen de Ponferradauna ciudad con base económicamás diversificada y equilibradaque en el pasado. Comercio detodo tipo, servicios financieros,etc., con todo el corolario de tra-siego humano, de vehículos, es-caparates, anuncios, dan unaimagen a la ciudad moderna y

animada. Visión impensable an-tes de los 60.

En la actualidad es manifiestala debilidad del sector industriallocal. Su falta de diversificaciónes un problema importante. Laexcesiva dependencia de la mine-ría del carbón y de la produccióneléctrica puede generar proble-mas muy graves. Una crisis en laproducción carbonífera tendríaefectos desastrosos en la econo-mía berciana y, en buena medi-da, el papel que a ENDESA sele asigne en la futura políticaeléctrica del país puede o no en-sombrecer el futuro de la econo-mía local.

LAS ACTIVIDADESECONOMICAS: LATERCIARIZACION DELAS FUNCIONESURBANAS

Los años 60 ponen de mani-fiesto que las industrias domi-nantes en Ponferrada ya no au-mentan el empleo al intensificarsu producción. La intensifica-ción del capital vía mecanizacióndel trabajo permite producirmás con reducción de empleo.El excedente laboral que se ge-nera no tiene muchas oportuni-dades de empleo en la industria

84 - LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS

Polígono de «LasHuertas». Estaimagen de ampliasavenidas y altosedificios deviviendas selevantan sobre lasantiguas huertasdel Sacramento.

local que desde 1975 entra en cri-sis en sectores como el metálico(«Sicalor» y «Talleres Canal»).Muy grave va a ser el cierre delos dos cotos férricos: Vivaldi(1977) y Wagner (1982). La cri-sis en el sector minero-metálico

afecta con dureza a El Bierzo ya Ponferrada.

La industria del carbón, al di-versificarse las fuentes energéti-cas del país con un petróleo ba-rato, disminuye su producciónaunque no tanto como sus pues-

tos de trabajo. Cambio impor-tante es que pasa a estar muyvinculada a la demanda de lastérmicas de Compostilla. Enefecto, la producción eléctricano deja de aumentar. FinalizadaCompostilla I en 1957 con la en-

Irregularidad en eltrazado y

diversidad detipologías en la

viviendacaracterizan

algunas de lascalles de Flores del

Sil.

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trada en servicio del IV grupo,se pone en marcha el nuevo pro-yecto de térmica: CompostillaII. El grupo I funciona en 1961,el II en 1965 y el III en 1972. Esdecir, ENDESA es un cliente dela industria del carbón en cons-tante expansión. La plantilla dela empresa es relevante y superapara 1972 los 800 puestos fijos.La falta de alicientes que la pro-ducción carbonífera sufre a me-diados de los 70 queda superadacuando por efectos del encareci-miento del petróleo se aumentala potencia instalada de origentérmico.

El resto de las ramas indus-triales tienen una presencia limi-tada y son numerosas las quefaltan o tienen una presencia tes-timonial. Algunos pasos se vie-nen dando en el sector de la ali-mentación. Las expectativas deconstrucción de una planta depelletización (completada o nocon otra de prerreducidos) se es-fuman definitivamente tras elcierre de las minas de hierro.

El espacio físico de Ponferra-da tiene amplia superficie ocu-pada por la industria del carbóny la eléctrica. Hay en Monteare-nas un polígono industrial es-pontáneo que puede considerar-se consolidado. Pero la disper-sión y el picoteo en la periferiaurbana caracterizan la localiza-ción industrial. El municipionunca ha procurado suelo indus-trial acondicionado.

El comercio se ha potenciadoy diversificado en las últimas dé-cadas y sus mercados semanalessiguen muy concurridos, no asílas ferias que han fracasado. EnLa Puebla existe hoy una autén-tica área central en torno a laPlaza de Lazúrtegui y sus radia-les. Pero, en realidad, el comer-cio y las oficinas se desparramanpor todo el casco urbano.

POBLACION,ESTRUCTURA Y PAISAJEURBANO

Sólo en los ochenta parece laciudad adquirir un ritmo de cre-cimiento humano perdido en la

década anterior. Es un colectivoque ya no se distingue, como enel pasado, por la gran juventud.La emigración sería notable en-tre los jóvenes de existir perspec-tivas de empleo fuera de Pon-ferrada. La Puebla es la parteque más población aloja y crecea mayor ritmo que el resto de laciudad. Aquí está el polígono deLas Huertas que acapara granparte del caserío reciente. Losbarrios se han estancando o in-cluso retroceden como el deCompostilla.

Urbanísticamente Ponferradano es un buen ejemplo de ciudaddonde se haya tenido gusto, bus-cando el equilibrio y la estéticamás elemental. Se ha construidomucho en poco espacio y con ex-cesiva altura de los edificios. Loslimitados objetivos de los planesde ordenación urbana se han in-cumplido. El de 1963 apenas de-sarrolla algún Plan Parcial. Laslicencias individuales y las par-

celaciones imperan. En cambio,es el Plan que acaba con las ri-cas huertas de la Ribera del Sa-cramento al transformarlas enun polígono residencial en el quelos servicios educativos y de jus-ticia tienen relevancia. El Plandeclaró los pretendidos terrenosindustriales de MSP como reser-va urbana y es la primera figurade planeamiento que recoge to-dos los barrios de la ciudad.

El sistemático incumplimientodel Plan 63 conducen al caos y ala polarización de intereses yposturas en torno al tema urba-nístico. El ambiente se caldea amediados de los setenta cuandose pone en marcha la elabora-ción de un nuevo plan que esaprobado en 1977 de forma untanto rocambolesca. Nacía unmal plan en un ambiente polari-zado y sus líneas maestras no sedesarrollan. La actual revisiónque del mismo se hace parecemás racional y realista.

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Los problemas urbanísticosde la ciudad acumulados hasta ladécada pasada se han limitadoapenas en aspectos como alum-brado público, servicio deaguas, asfaltado de calles e in-cluso en aumento de parques yjardines. Es decir, las infraes-tructuras y servicios más elemen-tales. Perviven los problemas es-tructurales de una ciudad de alu-vión y hecha de forma improvi-sada. Prosigue la incomunica-ción de los barrios, no hay prin-cipio de red viaria básica quedescongestine el centro. Los ríosSil y Boeza son cloacas a su pa-so por la ciudad y los puentesque los franquean resultan in-suficientes.

La Parte Alta de la ciudad tie-ne en el Casco Histórico el lugarde mayor valor cultural. Pero laszonas residenciales más valora-das se localizan en el Campo dela Cruz o polígono de Las Huer-tas. Hoy la renovación de la vi-vienda es intensa en todo el cas-co urbano y se vive un interesan-te proceso de mejora ambientalde la mano de esta renovación.La mala vivienda de décadas pa-sadas está siendo sustituida in-cluso en los propios barrios, quehan experimentado meritoriasmejoras en su paisaje.

PONFERRADA Y ELBIERZO

A lo largo de las páginas queanteceden hemos ido documen-tando el proceso de crecimientoy evolución de la ciudad. Lo he-mos hecho, a veces, sin diferen-ciar nítidamente entre la econo-mía local y la de El Bierzo. Nosiempre es fácil distinguirlaspues el grado de complementa-riedad que tienen esperamos ha-ya quedado demostrado. Noobstante, al hablar de funciona-lidad o área funcional de Pon-ferrada estamos señalando suprestación de servicios concretosa todos los bercianos y, en otrosentido, la mayor o menor iden-tificación que estos sienten conla imagen de Ponferrada.

Es desde los años 60 para acácuando este papel es más nítido.

Térmica MSP. La vieja térmica de MSP pionera de la industria eléctrica berciana.

La calle del Rañadero tiene en sus escalinatas un claro exponente del fuerte des-nivel que hay que salvar desde el recinto amurallado hasta el puente ferrado hoy

llamado de Cubelos.

El Paseo de San Antonio ocupa el que fue Campo de la Cruz y lugar de celebra-ción de las ferias.

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Según el Atlas. Comercial de Es-paña (1963) el área se diferencianítidamente de las contiguas.Rebasa los límites geográficos deEl Bierzo integrando a Laciana,Cabrera Baja y varios munici-pios de Lugo y Orense. En totalunos 189.000 habitantes bascu-laban sobre Ponferrada. El ais-lamiento y la escasez de carrete-ras intrabercianas han perjudi-cado la integración de las zonasrurales de montaña.

Los grados de relación con

Ponferrada varían claramentede unos núcleos a otros en fun-ción de la distancia geográfica yla facilidad de las comunicacio-nes: desde los que realizan todassus compras y servicios en la ca-pital, hasta los que esperádica-mente acuden a ella, pasandopor los que compran en su lugarlos bienes que ha servido el ma-yorista de Ponferrada.

La percepción de la capitali-dad, su capacidad de símbolo,de transmisión de unos valores

culturales y de consumo, tras-cienden la mera prestación debienes y servicios a la población.

La postergada comarcaliza-ción debería conferir a El Bier-zo y a su centro funcional ma-yor capacidad de decisión en laorganización del territorio y susservicios. Ponferrada gravita so-bre un territorio y una colectivi-dad muy superiores a los del mu-nicipio. Sin embargo, sus com-petencias se acaban en sus lími-tes administrativos.

BIBLIOGRAFIA

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Delineación: Francisco Pelayo Somoano.

Fotografías: José Luis Alonso Santos.

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