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1
UNIVERSIDAD PRIVADA NORBERT WIENER
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE ODONTOLOGÍA
“ESTUDIO COMPARATIVO DE LA RESISTENCIA A LA
FRACTURA DE PIEZAS DENTARIAS CON ESPIGOS DE FIBRA
DE VIDRIO Y COLADOS. ESTUDIO IN VITRO. LIMA 2010.”
TESIS PARA OPTAR EL TÍTULO DE CIRUJANO DENTISTA
Presentado por:
Bachiller: CASTILLO ESTRADA, SALVADOR
LIMA – PERÚ
2011
2
DEDICATORIA
A mis padres y a mi hermano por su apoyo durante mi formación
profesional.
3
AGRADECIMIENTOS
Al Mg. Gerardo Rubén Ayala de la Vega por su asesoría en la realización
del presente estudio de investigación.
4
ÍNDICE
Pág. CAPÍTULO I: EL PROBLEMA 8 1.1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 9 1.2. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA 10 1.3. JUSTIFICACIÓN 10 1.4. OBJETIVOS 11 1.4.1. OBJETIVOS GENERALES 11 1.4.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS 11 CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO 12 2.1. ANTECEDENTES 13 2.2. BASE TEÓRICA 28 2.3. HIPÓTESIS 37 2.4. VARIABLES 37 2.5. DEFINICIÓN OPERACIONAL DE TÉRMINOS 38 CAPÍTULO III: DISEÑO METODOLÓGICO 40 3.1. TIPO Y MÉTODO DE LA INVESTIGACIÓN 41 3.2. ÁMBITO DE INVESTIGACIÓN 41 3.3. POBLACIÓN Y MUESTRA 41 3.4. TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE DATOS 42 3.5. PROCESAMIENTO DE DATOS Y ANÁLISIS ESTADÍSTICO 48 3.6. ASPECTOS ÉTICOS 48 CAPÍTULO IV: RESULTADOS Y DISCUSIÓN 49 4.1. RESULTADOS 50 4.2. DISCUSIÓN 53 CAPÍTULO V: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 56 5.1. CONCLUSIONES 57 5.2. RECOMENDACIONES 58 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 59 ANEXOS 65
5
ÍNDICE DE TABLAS / GRÁFICOS Pág.
TABLA Nº 01: Medidas de tendencia central y dispersión de la
resistencia a la fractura de las piezas dentarias
tratadas endodónticamente cuyas porciones
radiculares han sido rehabilitadas con espigos de
fibra de vidrio.
50
TABLA Nº 02: Medidas de tendencia central y dispersión de la
resistencia a la fractura de las piezas dentarias
tratadas endodónticamente cuyas porciones
radiculares han sido rehabilitadas con espigos
colados.
51
TABLA Nº 03: Comparación de la resistencia a la fractura
(media) de piezas dentarias tratadas
endodónticamente, cuyas porciones radiculares
han sido rehabilitadas con espigos de fibra de
vidrio y espigos colados.
51
GRÁFICO Nº 01: Comparación de la resistencia a la fractura
(media) de piezas dentarias tratadas
endodónticamente, cuyas porciones radiculares
han sido rehabilitadas con espigos de fibra de
vidrio y espigos colados.
52
6
RESUMEN
El presente estudio fue realizado con el propósito de comparar la
resistencia a la fractura de piezas dentarias con espigos de fibra de vidrio
y colados.
La muestra estuvo conformada por 20 primeros premolares inferiores; los
dientes fueron divididos en dos grupos de 10 cada uno, se realizaron los
tratamientos de conducto de todas las piezas; la porción coronal de cada
diente fue amputada, seguidamente se cementó 10 espigos colados y 10
espigos de fibra de vidrio respectivamente. Las fuerzas compresivas
fueron aplicadas axialmente con una máquina de tracción, finalmente se
registraron los resultados.
Las piezas dentarias restauradas con espigos de fibra de vidrio se
fracturaron a una fuerza máxima de 89 Kg/cm2 y una fuerza mínima de 55
Kg/cm2 Las piezas dentarias restauradas con espigo colado se fracturaron
a una fuerza máxima de 305 Kg/cm2 y una fuerza mínima de 110 Kg/cm2.
Se concluye que la resistencia a la fractura de las piezas dentarias
tratadas endodónticamente, cuyas porciones radiculares han sido
rehabilitadas con espigos de fibra de vidrio fue menor que las
rehabilitadas con espigos colados. Diferencia que fue estadísticamente
significativa según t - de Student (p<0,05).
Las piezas dentarias restauradas con espigo de fibra de vidrio poseen
menor resistencia a la fractura que aquellos dientes restaurados con
espigo colado.
Palabras Claves: Resistencia, fractura, espigo colado, espigo de fibra de
vidrio.
7
SUMMARY
This study was conducted with the aim to compare the fracture resistance
of teeth with glass fiber and cast posts.
The sample consisted of 20 mandibular first premolars, the teeth were
divided in two groups of 10 each, were performed root canals on all teeth,
the coronal portion of each tooth was amputated, then was cemented 10
cast posts and 10 glass fiber posts respectively. The axial compressive
forces were applied with a traction machine, the results finally reported.
The teeth restored with glass fiber posts were fractured at a maximum
strength of 89 Kg/cm2 and a minimum strength of 55 Kg/cm2 The teeth
restored with cast post fractured at a maximum strength of 305 Kg/cm2
and a minimum strength of 110 Kg/cm2. We conclude that the fracture
resistance of endodontically treated teeth, root portions which have been
rehabilitated with glass fiber posts was less than the rehabilitated with cast
posts. This difference was statistically significant according to t – Student
(p<0,05)
The teeth restored with glass fiber post have lower fracture toughness
than those teeth restored with cast post.
Keywords: Resistance, fracture, cast post, glass fiber post.
8
CAPÍTULO I: EL PROBLEMA
9
1.1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Muchos dientes, debido a fractura o caries con compromiso pulpar, son
tratados endodónticamente. Además, se observa que estos dientes
presentan pérdida considerable de estructura coronal, lo cual imposibilita
que sean reconstruidos de manera similar a aquellos dientes con lesión
cariosa mínima. Generalmente, la restauración definitiva de estos dientes
se lleva a cabo con coronas protésicas, lo cual no se puede realizar sin
previa elaboración o construcción de un muñón; por ese motivo, es
necesaria la instalación de espigos intraradiculares (1).
Existen diferentes tipos de espigos, entre los que se encuentran los
prefabricados, los cuales, dependiendo del material con que son
elaborados, pueden ser metálicos o de resina, reforzados con fibras de
vidrio, zirconio o carbono. Asimismo, un segundo tipo corresponde a los
espigos colados de aleaciones metálicas, que son fabricados en el
laboratorio de prótesis dental a partir de una impresión del conducto
radicular (2).
El espigo colado se utiliza desde mediados de la década del 50 (durante
el siglo XX) hasta nuestros días; sin embargo, todo indica que su alta
resistencia a la compresión, tracción y deformación (elevado módulo de
elasticidad) aumenta la probabilidad de que ocasionen fracturas
radiculares, generalmente catastróficas o no restaurables, lo cual torna
inevitable la exodoncia de la pieza dentaria. Estos espigos, durante el
proceso masticatorio, concentran tensiones en determinadas áreas del
diente, especialmente en el tercio apical (3, 4).
Por otro lado, los espigos reforzados con fibras de carbono, vidrio y
cuarzo poseen módulos de elasticidad similares a la dentina (5). Aquello
permite absorber, disipar y distribuir mejor las fuerzas aplicadas sobre la
raíz del diente e incrementar aún más la resistencia a la fatiga y fractura
radicular (6).
10
En la presente investigación, se evaluará si los dientes con espigo de fibra
de vidrio son más resistentes a la fractura, ante fuerzas compresivas de
orientación vertical, que los dientes con espigo colado.
1.2. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA
¿Cuál será la resistencia a la fractura de piezas dentarias con
espigos de fibra de vidrio y espigos colados. Estudio in vitro. Lima
2010?
1.3. JUSTIFICACIÓN
La elección del tipo de espigo por parte del profesional depende de
un correcto diagnóstico que permita ofrecer al paciente un buen
tratamiento, en el cual se utilice el espigo que sea más resistente a
la fractura en la pieza rehabilitada endodónticamente.
En la actualidad, los espigos más utilizados son los prefabricados.
La literatura existente afirma que estos poseen, en algunos casos,
similar módulo de elasticidad que la dentina. Por otra parte,
muchos odontólogos optarían por el uso de un espigo colado, el
cual posee un módulo de elasticidad mayor al de la dentina, lo cual
podría provocar consecuencias negativas en el resultado final de la
rehabilitación; además, estos espigos requieren un manejo más
cuidadoso en su elaboración.
La presente investigación permitirá implementar de mejor modo el
curso de Endodoncia y Prótesis Fija en nuestra Institución,
pudiéndose tomar en cuenta el efecto zuncho o abrazadera, el cual
se obtiene preservando como mínimo 1 mm de tejido remanente
coronal, de manera que la línea de terminación para la corona
protésica definitiva se oriente por debajo de la interfase muñón-
remanente, justo en la línea de la unión cemento-esmalte.
11
1.4. OBJETIVOS
1.4.1. OBJETIVOS GENERALES
Evaluar la resistencia a la fractura de piezas dentarias tratadas
endodónticamente, cuyas porciones radiculares han sido
rehabilitadas con espigos colados o espigos de fibra de vidrio.
1.4.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Determinar la resistencia a la fractura de piezas
dentarias tratadas endodónticamente, cuyas porciones
radiculares han sido rehabilitadas con espigos de fibra
de vidrio.
Determinar la resistencia a la fractura de piezas
dentarias tratadas endodónticamente, cuyas porciones
radiculares han sido rehabilitadas con espigos colados.
Comparar la resistencia a la fractura de piezas
dentarias tratadas endodónticamente, cuyas porciones
radiculares han sido rehabilitadas con espigos de fibra
de vidrio y espigos colados.
12
CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO
13
2.1. ANTECEDENTES
Dorriz H, Alikhasi M, Mirfazaelion A. y Hooshmand T. (2009)
llevaron a cabo un estudio in vitro con el propósito de comparar la
resistencia a la fractura de dientes tratados endodónticamente,
restaurados con espigos colados y espigos de fibra de vidrio. La
muestra estuvo conformada por 50 premolares inferiores, divididos
en cinco grupos de 10 cada uno, los cuales fueron seccionados a
nivel de la unión cemento esmalte (U.C.E.); excepto el primer
grupo, cuyos dientes fueron seccionados a 1 mm de la U.C.E., en
dirección coronal, con el propósito de crear el efecto ferrule
(zuncho o abrazadera). Asimismo, se colocó espigos colados en
los cuatro primeros grupos. En las superficies radiculares del tercer
grupo, se aplicó una capa de opacador de porcelana y en las del
cuarto grupo se aplicó Alloy Primer®. Los espigos de fibra de vidrio
fueron colocados en el quinto grupo.
La investigación concluye que el efecto ferrule, en el primer grupo,
y la capa de opacador de porcelana, en el tercer grupo,
incrementaron la resistencia a la fractura.
El grupo restaurado con espigo de fibra de vidrio mostró la
resistencia más baja a la fractura, aunque sí el mayor porcentaje de
fracturas restaurables o fracturas favorables (18).
Kaiser O, Bonfante G, Pegoraro L, Kaizer R. y Reis K. (2009)
efectuaron un estudio in vitro con el objetivo de evaluar la
resistencia y el patrón de fractura de raíces con diferentes grados
de espesura dentinaria. La muestra estuvo conformada por 4
grupos de 15 caninos superiores, tratados endodónticamente y
reconstruidos con espigos de fibra de polietileno y espigos
biológicos. Se elaboraron 15 espigos con cintas de fibra de
polietileno de 2 mm de ancho que fueron condensadas al interior
14
de los conductos radiculares del primer grupo, los cuales,
previamente, habían recibido aplicaciones de cemento resinoso de
curado dual después de haber sido preparados
convencionalmente.
En el segundo, tercer y cuarto grupos, se cementaron espigos
biológicos con cemento resinoso, los cuales habían sido
confeccionados a partir de caninos inferiores saludables,
seccionados axialmente y adaptados a los conductos radiculares.
La diferencia entre los tres últimos grupos consistió en la
preparación de los conductos radiculares: convencional,
medianamente ensanchados y ampliamente ensanchados,
respectivamente.
Los resultados mostraron que el tercer grupo ofreció mayor
resistencia a la fractura. Además, se encontró diferencias
estadísticamente significativas con respecto al primer grupo. Las
muestras que ofrecieron menor resistencia a la fractura fueron las
del primer grupo, restauradas con cintas de polietileno; sin
embargo, presentaron el mayor porcentaje de muestras con fallas
favorables o restaurables. Los investigadores concluyeron que los
espigos biológicos reforzarían a los dientes tratados
endodónticamente y estructuralmente debilitados (19).
Fukui Y, Komada W, Yoshida K, Otake S, Okada D. y Miura H.
(2009) realizaron un estudio in vitro con el propósito de evaluar la
resistencia a la fractura y el modo de fracaso de dientes
estructuralmente comprometidos, restaurados con 4 diferentes
tipos de espigo.
La muestra estuvo conformada por 32 incisivos inferiores de
bovinos, divididos en 4 grupos de 8 piezas dentarias cada uno.
15
Se efectuó el ensanchamiento de las paredes del conducto
radicular de todos los dientes para simular debilitamiento
estructural.
Los espigos colados fueron cementados en el primer grupo. El
segundo grupo fue reconstruido con resina compuesta de curado
dual mediante inyección dentro del conducto; se prosiguió con la
elaboración de los muñones con la misma resina. En el tercer
grupo, se cementaron espigos de fibra de vidrio después de
reconstruir las paredes ensanchadas del conducto con resina
compuesta de curado dual; la elaboración de los muñones se
realizó con la misma resina. En el cuarto grupo, se cementaron
espigos colados de menor diámetro después de reconstruir las
paredes ensanchadas del conducto con una capa gruesa de resina
compuesta de curado dual.
Los investigadores concluyeron que los dientes estructuralmente
comprometidos, al ser reconstruidos internamente con resina
compuesta y reforzados mediante espigo-muñón colado, ofrecieron
la más alta resistencia a la fractura. Pero, una vez producida la
fractura, se incrementó el riesgo de extraer el diente, porque la
línea de fractura se extendió hacia el área infraósea (20).
Hajizadeh H, Namazikhah M, Moghaddas M, Ghavamnasiri M. y
Majidinia S. (2009) desarrollaron un estudio in vitro con el propósito
de evaluar la resistencia a la fractura en 60 premolares superiores
monoradiculares sin presencia de caries. Las piezas dentarias
seleccionadas fueron asignadas al azar en cuatro grupos de 15
piezas cada uno; al primer grupo se le denominó grupo control. Las
45 piezas dentarias restantes recibieron tratamiento endodóntico y
preparación de cavidades mesio-ocluso-distales. El segundo grupo
fue restaurado únicamente con resina; el tercero fue rehabilitado
con espigos prefabricados de fibra de cuarzo y restaurados con
16
resina; el cuarto, con espigos prefabricados metálicos y
restaurados con resina. El estudio concluye que las piezas
dentarias intactas y las piezas dentarias restauradas con resina y
reforzamiento de espigos de fibra de cuarzo tuvieron similar
resistencia a la fractura. Las piezas rehabilitadas con espigos
metálicos y las restauradas únicamente con resina tuvieron baja
resistencia a la fractura (21).
Torabi K. y Fattahi F. (2009) realizaron un estudio in vitro con el
propósito de comparar la resistencia a la fractura en 50 primeros
premolares inferiores tratados endodónticamente, restaurados con
espigos colados y diferentes tipos de espigos prefabricados
(espigos de fibra de polietileno, espigos de fibra de vidrio, espigos
de fibra de carbono y espigos de fibra de cuarzo).
Los resultados mostraron que el grupo de dientes restaurados con
espigo-muñón colado presentó la más alta resistencia a la fractura,
pero casi todos los dientes del grupo presentaban fractura radicular
catastrófica o no restaurable, a diferencia de las piezas dentarias
restauradas con espigos prefabricados, muchas de las cuales
mostraban fracturas restaurables (22).
Pereira J, Valle A, Shiratori F, Ghizoni J. y Melo M. (2009), quienes
llevaron a cabo un estudio in vitro con el objetivo de comparar la
resistencia a la fractura de dientes tratados endodónticamente,
rehabilitados con diferentes tipos de espigos y diferentes tamaños
de remanente dentario. La muestra estuvo conformada por 60
caninos divididos en 6 grupos de 10 dientes cada uno. Los tres
primeros grupos fueron amputados a nivel de la unión cemento
esmalte (sin remanente coronal) y los tres últimos grupos a 3 mm
de la línea de unión cemento esmalte (con remanente coronal),
además, se realizó el tallado de los 3 mm de estructura coronal con
17
la finalidad de proporcionar el efecto abrazadera. Se cementaron
espigos colados y espigos prefabricados metálicos, tanto en grupos
de dientes con remanente y sin remanente coronal. En los grupos
restantes (con o sin remanente coronal), se realizó restauración de
los conductos radiculares usando espigos translúcidos.
Los resultados mostraron que los tres grupos con remanente
coronal ofrecieron mayor resistencia a la fractura, aunque no se
encontró diferencias estadísticamente significativas entre estos tres
grupos. La presencia de zuncho o abrazadera aumenta
significativamente la resistencia a la fractura de dientes tratados
endodónticamente (23).
Adanir N. y Belli S. (2008) elaboraron un estudio in vitro con el
propósito de evaluar la influencia de diferentes longitudes de
espigos de fibra de vidrio, en cuanto a la resistencia a la fractura de
piezas dentarias tratadas endodónticamente.
La muestra estuvo conformada por 78 incisivos superiores
asignados al azar en 6 grupos de 13 cada uno. Se usó cemento
Panavia F Luting® en los 3 primeros grupos y cemento Super-
Bond C&B® en los 3 últimos grupos. Se cementaron espigos de 6
mm, 9 mm y 12 mm, tanto en los tres primeros y tres últimos
grupos. Se observó que los grupos restaurados con espigos de 6
mm de longitud exhibieron la resistencia más baja a la fractura. Se
debe evitar el uso de un espigo de menor longitud que la corona
clínica. Finalmente, no se hallaron diferencias estadísticamente
significativas entre los dos tipos de cemento usados en el estudio
(24).
Moosavi H, Maleknejad F. y Kimyai S. (2008) desarrollaron un
estudio in vitro con el propósito de comparar la resistencia a la
fractura en dientes anteriores tratados endodónticamente, mediante
18
la evaluación de los efectos de diferentes métodos de
reforzamiento radicular. La muestra estuvo conformada por 40
incisivos centrales superiores, asignados al azar en 4 grupos de 10
cada uno; asimismo, se realizaron ensanchamientos del diámetro
de conductos en los 3 primeros grupos. En el primer grupo,
previamente a la cementación de espigos prefabricados de fibra de
cuarzo, reconstruyeron con resina las paredes internas de los
conductos. En el segundo grupo, el espigo prefabricado fue
reforzado con 2 pines de fibra de vidrio. En el tercer y cuarto
grupos, los espigos fueron cementados sin reforzamiento adicional.
Asimismo, aplicaron cemento resinoso para la cementación de los
espigos de fibra de cuarzo en todos los grupos.
Los resultados mostraron que los dientes del cuarto grupo, cuyos
conductos no habían sido ensanchados, presentaron la mayor
resistencia a la fractura. Al parecer, el ensanchamiento de
conductos para insertar espigos debilitaría la superficie radicular
interna de los dientes (25).
El-Ela O, Atta O. y El-Mowafy O. (2008) llevaron a cabo un estudio
in vitro en 56 dientes anteriores tratados endodónticamente, con el
propósito de determinar la resistencia a la fractura. La muestra fue
divida en 7 grupos de 8 dientes cada uno. Se cementaron
diferentes tipos de espigos en combinación con diferentes tipos de
adhesivos de autograbado:
COMBINACIÓN ESPIGO – ADHESIVO – CEMENTO
1.- Espigo metálico prefabricado y cemento de ionómero de vidrio
(grupo control).
2.- Espigo de fibra de cuarzo, adhesivo de autograbado de dos
pasos y cemento resinoso de curado dual.
3.- Espigo de fibra de cuarzo, adhesivo de autograbado de un paso
y cemento resinoso.
19
4.- Espigo de fibra de vidrio, adhesivo de autograbado de dos
pasos y cemento resinoso de curado dual.
5.- Espigos de fibra de vidrio, adhesivo de autograbado de un paso
y cemento resinoso.
6.- Espigos de fibra de vidrio EverStickPost® (espigos
impregnados de resina no polimerizada), adhesivo de
autograbado de dos pasos y cemento resinoso de curado dual.
7.- Espigos EverStickPost®, adhesivo de autograbado de un paso
y cemento resinoso.
La mayor resistencia a la fractura se observó en el séptimo grupo,
sin embargo, no hubo diferencias significativas con los grupos 4 y
6. La resistencia más baja se observó en el primer grupo,
restaurado con espigos metálicos y cemento de ionómero de vidrio
(26).
Villaca L, Pereira J, Lins A, Alves J. y Pegoraro L. (2008) realizaron
un estudio in vitro con el propósito de evaluar la resistencia a la
fractura de raíces dentarias debilitadas y tratadas
endodónticamente, restauradas con espigos de fibra de vidrio y
muñones de resina compuesta. La muestra estuvo conformada por
30 caninos superiores asignados al azar en 3 grupos de 10 cada
uno. El primer grupo fue denominado «grupo control». El segundo y
el tercero fueron preparados internamente para simular
debilitamiento radicular. El segundo grupo fue denominado
«parcialmente debilitado» y el tercer grupo «ampliamente
debilitado». Ambos fueron reconstruidos internamente con resina
compuesta. Todas las piezas dentarias fueron restauradas con
espigos de fibra de vidrio y sometidas a fatiga mecánica generada
por un simulador de masticación. Las piezas dentarias que aún
quedaban intactas fueron sometidas a carga estática en una
máquina universal de ensayos. Los resultados demostraron que la
20
mayor espesura de paredes dentinarias aumenta significativamente
la resistencia a la fractura de dientes tratados endodónticamente
(27).
Darabi F. y Namazi L. (2008) desarrollaron un estudio in vitro con el
propósito de comparar la resistencia a la fractura y el modo de
fracaso de dientes tratados endodónticamente, rehabilitados con
espigos-muñón colado y espigos de fibra de cuarzo.
La muestra estuvo conformada por 45 caninos humanos. Los
dientes seleccionados fueron asignados al azar en dos grupos de
20 dientes cada uno. A continuación, se seccionaron las coronas a
2 mm de la línea de unión cemento esmalte en sentido coronal; a
ese nivel se preparó un bisel en todos los dientes. Luego, se
cementaron espigos de fibra de cuarzo y espigos colados en el
primer y segundo grupo, respectivamente.
Los investigadores concluyeron que el grupo de dientes
restaurados con espigos colados ofrecieron mayor resistencia a la
fractura. El modo de fractura favorable se observó más en el grupo
de dientes restaurados con espigos de fibra de cuarzo (28).
Suese K. y Kawazoe T. (2008) realizaron un estudio in vitro con la
finalidad de evaluar la resistencia a la fractura de dientes tratados
endodónticamente, rehabilitados con espigos de fibra de vidrio y
espigos metálicos prefabricados. La muestra estuvo conformada
por incisivos laterales superiores, los cuales fueron seccionados a
1mm de la línea de unión cemento esmalte en dirección incisal. Se
cementaron espigos de fibra de vidrio en un grupo de dientes y
espigos metálicos prefabricados en otro grupo; los muñones de
ambos grupos se elaboraron con resina compuesta.
Los investigadores concluyeron que las piezas dentarias
restauradas con espigos de fibra de vidrio ofrecieron baja
resistencia a la fractura, en comparación con los dientes
21
restaurados con espigos metálicos. También se observó que la
fractura en dientes con espigos metálicos se produjo cerca del
ápice radicular, a diferencia de los dientes restaurados con espigos
de fibra de vidrio, los cuales no presentaban fracturas a nivel de las
raíces (29).
Preethi G. y Kala M. (2008) llevaron a cabo una evaluación clínica
comparativa, durante un año, del espigo de fibra de carbono y el
espigo de fibra de vidrio con el espigo-muñón colado. La muestra
estuvo conformada por 30 dientes anteriores tratados
endodónticamente en 25 pacientes, los cuales fueron divididos en 3
grupos de 10 dientes cada uno. Los dientes del primer grupo fueron
restaurados con espigo-muñón colado. El segundo grupo fue
restaurado con espigos de fibra de carbono y muñones de resina
compuesta, y el tercero, con espigos de fibra de vidrio y muñones
de resina compuesta. Todas las muestras recibieron restauración
final con coronas metalo-cerámicas.
Todos los pacientes fueron evaluados en el intervalo de una
semana, tres meses, seis meses y un año. Los resultados del
estudio mostraron desadaptación marginal de la corona bajo
presión digital en una muestra restaurada con espigo-muñón
colado y en una muestra restaurada con espigo de fibra de
carbono. Los investigadores concluyeron que el uso de espigos de
fibra de vidrio con muñones de resina compuesta en dientes
monoradiculares tratados endodónticamente ofrecería resultados
satisfactorios (30).
Kivanc B. y Görgül G. (2008) realizaron un estudio in vitro con el
propósito de comprobar la resistencia a la fractura en 63 incisivos
centrales superiores tratados endodónticamente y restaurados con
espigos de titanio, fibra de vidrio y zirconio. La muestra se dividió
en 3 grupos de 21 piezas dentarias cada uno. Para cada grupo,
22
utilizaron diferentes tipos de adhesivos: Single Bond®, Clearfil SE
Bond® (adhesivo de autograbado) y Prompt L Pop® (adhesivo
de autograbado). Todos los espigos fueron cementados con
cemento resinoso de curado dual.
El estudio concluye que los dientes anteriores restaurados con
espigos de fibra de vidrio mostraron mayor resistencia a la fractura
que aquellos dientes restaurados con espigos de titanio y zirconio.
De acuerdo a ello, los adhesivos de autograbado serían la mejor
alternativa durante la cementación de los espigos (31).
Sendhilnathan D. y Nayar S. (2008) desarrollaron un estudio in vitro
con el propósito de evaluar la resistencia a la fractura de piezas
dentarias tratadas endodónticamente, restauradas con espigo-
muñón colado, espigo prefabricado de titanio con muñones de
resina compuesta y coronas metalo-cerámicas. La muestra estuvo
conformada por 60 incisivos centrales superiores divididos en seis
grupos de 10 cada uno. Algunos grupos recibieron preparación de
hombros para proporcionales el efecto zuncho o abrazadera.
Los resultados del estudio mostraron que los dientes restaurados
con espigo-muñón colado resistieron mejor a la fractura que los
dientes restaurados con espigo de titanio y muñones de resina
compuesta. En consecuencia, el efecto zuncho sería más
importante en el espigo colado que en el espigo prefabricado (32).
Valle A, Pereira J, Shiratori F, Pegoraro L, Bonfante G. (2007)
llevaron a cabo un estudio in vitro con el propósito de evaluar la
resistencia a la fractura de dientes tratados endodónticamente y
restaurados con espigos de diferentes longitudes. La muestra
estuvo conformada por 30 caninos superiores asignados al azar en
3 grupos de 10 dientes cada uno. Todas las piezas dentarias fueron
restauradas con espigos metálicos prefabricados y muñones de
23
resina compuesta. El primer grupo fue restaurado con espigos de
5mm de longitud; el segundo grupo, con espigos de 7,5mm, y el
tercer grupo, con espigos de 10 mm. No se hallaron diferencias
estadísticamente significativas en cuanto a la resistencia a la
fractura entre los 3 grupos.
Los resultados mostraron que la mayor longitud del espigo
prefabricado no incrementa la resistencia a la fractura de dientes
tratados endodónticamente (33).
Correa A, Westphalen G, Ccahuana V. (2007) realizaron una
revisión bibliográfica con el propósito de estudiar las características
clínicas, propiedades físico-mecánicas, ventajas y limitaciones de
los sistemas de espigos estéticos reforzados (prefabricados).
Analizaron, asimismo, diversas propiedades como estética,
resistencia a la fractura y módulo de elasticidad. Estos
investigadores concluyeron que los espigos intraradiculares
metálicos y cerámicos concentran tensiones en determinadas áreas
que pueden provocar la fractura del remanente dentario; en
cambio, los espigos de fibra de carbono y de vidrio son capaces de
absorber la fuerza proveniente de la masticación y distribuirla
homogéneamente. Además, el espigo de fibra de vidrio brinda
mejor estética, ya que se fusiona químicamente a los sistemas
adhesivos y cementos resinosos (34).
Dikbas I, Tanalp J, Ozel E, Koksal T. y Ersoy M. (2007)
desarrollaron un estudio in vitro con el propósito de evaluar la
resistencia a la fractura en piezas dentarias tratadas
endodónticamente y restauradas con espigos de fibra de cuarzo. La
muestra estuvo conformada por 60 incisivos centrales superiores,
divididos en 6 grupos de 10 cada uno. Al primer grupo se le
denominó «grupo control». Por otro lado, los grupos 2, 3, 4 y 5
recibieron diferentes diseños de preparación cervical del remanente
24
dentario, dejado a propósito para proporcionarles el efecto zuncho
(2 mm de la línea de U.C.E.). Por haber sido seccionados a nivel de
la U.C.E., los dientes del sexto grupo carecían del efecto zuncho.
En todos, excepto el grupo control, se colocaron espigos.
El estudio concluye que los diseños para proporcionar el efecto
zuncho no tienen ninguna influencia sobre la resistencia a la
fractura de dientes tratados con espigos de fibra de cuarzo. El
espigo tuvo un comportamiento similar, independientemente del
diseño de hombro en el remanente dentario (35).
Liang B, Chen Y, Wu X, Yip K. y Smales R. (2007) efectuaron un
estudio in vitro para evaluar la resistencia a la fractura de raíces
con paredes delgadas, restauradas con una capa intermedia de
resina compuesta, colocada entre la dentina y el espigo colado. La
muestra estuvo conformada por 12 incisivos centrales superiores, a
los cuales se les practicó el ensanchamiento de los conductos con
la finalidad de adelgazar la estructura dentinaria, para simular, de
este modo, debilitamiento estructural de las piezas dentarias. En el
primer grupo, se cementaron espigos colados con cemento
resinoso de autocurado. En el segundo grupo, antes de cementar
los espigos colados, se efectuó la reconstrucción de las paredes
del conducto con una capa de resina compuesta de curado dual.
Todas las piezas dentarias fueron restauradas con coronas metalo-
cerámicas; las piezas del segundo grupo mostraron la mayor
resistencia a la fractura.
El estudio concluye que la reconstrucción con resina compuesta de
las paredes de los conductos radiculares de dientes con
debilitamiento estructural incrementaría significativamente la
resistencia a la fractura (36).
Saatian S. (2006) elaboró un estudio in vitro con la finalidad de
evaluar la resistencia a la fractura de piezas dentarias tratadas
25
endodónticamente. La muestra estuvo conformada por 30 incisivos
centrales superiores, divididos en dos grupos. Los dientes fueron
amputados a 2mm de la línea de unión cemento esmalte, en
sentido incisal, para proporcionar el efecto zuncho o abrazadera. El
primer y el segundo grupo de dientes fueron rehabilitados con
espigos de fibra de vidrio y espigos colados, respectivamente. El
ensayo consistió en la aplicación de las fuerzas compresivas en
una angulación de 135º. Ante esto, los dientes con espigos colados
mostraron mayor resistencia a la fractura. En los dientes con
espigos de fibra de vidrio, se observó fracturas restaurables; a
diferencia de los dientes con espigos colados, en los cuales se
apreció fracturas catastróficas.
Los investigadores concluyeron que los espigos de fibra de vidrio
pueden ser usados en dientes anteriores en oclusión normal con
tallado de hombros, para proporcionar el efecto abrazadera. Este
procedimiento restaurativo podría ser usado en pacientes sin
ninguna actividad parafuncional (37).
Sadeghi M. (2006), otro investigador, realizó un estudio in vitro con
el propósito de comparar la resistencia a la fractura y el modo de
fracaso de dientes tratados endodónticamente, restaurados con
diferentes tipos de espigos. La muestra estuvo conformada por 36
caninos superiores que fueron asignados al azar en 3 grupos de 12
dientes cada uno. El primer grupo fue restaurado con espigo-
muñón colado; el segundo grupo, con espigos de fibra de zirconio,
y el tercer grupo, con espigos de fibra de cuarzo.
Los resultados mostraron que el grupo de dientes restaurado con
espigo-muñón colado (primer grupo) ofreció la mayor resistencia a
la fractura. Además, los dientes restaurados con espigos de fibra
de zirconio y espigo de fibra de cuarzo presentaron fracturas a nivel
del muñón. En cambio, las muestras que fueron restauradas con
26
espigo-muñón colado mostraron fractura de la estructura dentaria.
Se afirmó, entonces, que el modo más favorable de falla o fracaso
se observó en los dientes restaurados con espigos de fibra de
zirconio y fibra de cuarzo (38).
Espíndola J, Martínez I, Pech D, Perafán M. y Sánchez B. (2006)
elaboraron un estudio experimental in vitro empleando 10 dientes
naturales uniradiculares. (6 anteriores y 4 posteriores), los cuales
fueron rehabilitados con 3 espigos de fibra de vidrio, 3 espigos
metálicos dorados y 4 espigos metálicos plateados. Se practicó
tratamiento de conductos con la finalidad de realizar la preparación
para los espigos. En seguida, mediante un simulador que
reproducía las fuerzas de la masticación, se registró la resistencia a
la fractura.
El estudio concluyó que las piezas dentarias rehabilitadas con
espigos de fibra de vidrio son más resistentes que los espigos
metálicos, lo cual permite una mayor conservación del tejido
dentinario (39).
Quintana M, Castilla M. y Matta C. (2005) realizaron un estudio
experimental in vitro para determinar la resistencia a la fractura
frente a carga estática transversal en piezas dentarias tratadas
endodónticamente. El estudio se realizó en 30 premolares
inferiores monoradiculares, las mismas que fueron asignados al
azar en 3 grupos de 10 piezas dentarias cada uno. Luego fueron
rehabilitados con 10 espigos de fibra de carbono, 10 espigos
prefabricados de titanio, y 10 espigos colados, respectivamente. El
estudio reportó que las piezas dentarias rehabilitadas con espigos
colados ofrecieron mayor resistencia a la fractura que las piezas
dentarias rehabilitadas con espigos de fibra de carbono y espigos
prefabricados de titanio. La adaptación íntima del espigo colado,
además de dejar dos milímetros de dentina por encima del hombro
27
para proveer el efecto zuncho, contribuiría a distribuir
correctamente las fuerzas a través del eje dentario. De esta forma,
la preservación de dentina aumentaría la resistencia a la fractura
radicular (6).
Sánchez R. (2003) desarrolló un estudio experimental in vitro para
determinar la resistencia a la fractura, empleando 30 premolares
divididos en 3 grupos de 10 piezas dentarias cada uno, y
rehabilitados con espigos prefabricados con diferentes materiales:
10 espigos de fibra de carbono, 10 espigos de fibra de vidrio y 10
espigos de titanio. Tras el sometimiento a fuerzas compresivas
verticales hasta el momento de la fractura, Sánchez concluyó que
las piezas dentarias rehabilitadas con espigos de fibra de carbono
presentaron mejor resistencia a la compresión, aunque las
diferencias entre los tres grupos no alcanzaron a ser
estadísticamente significativas (40).
Chávez N. (2002) llevó a cabo un estudio experimental in vitro con
el propósito de comparar la resistencia a la fractura de piezas
dentarias tratadas endodónticamente y rehabilitadas con espigos
de fibras de carbono y espigos colados. Los resultados mostraron
que los dientes restaurados con espigos de fibra de carbono
resistieron mejor a la fractura que los dientes restaurados con
espigos colados; aunque no se halló diferencias estadísticamente
significativas entre ambos grupos (41).
28
2.2. BASE TEÓRICA
ASPECTOS GENERALES DE LOS DIENTES DESVITALIZADOS
Toda restauración tiene como objetivo la recuperación de la
resistencia física del diente fragilizado, como es el caso de piezas
dentarias restauradas endodónticamente que van a ser
rehabilitadas con espigo y corona protésica.
El órgano dental posee estructuras mineralizadas tales como el
esmalte, la dentina y el cemento, los cuales presentan
comportamientos físicos diferentes cuando son sometidos a la
acción de una carga (7).
Gutmann describió al diente intacto como una estructura laminada
y hueca que se deforma bajo una presión. La estructura laminada
puede acortarse y tener una recuperación elástica completa luego
de soportar cargas fisiológicas. Sin embargo, cargas excesivas o
sostenidas pueden producir en el diente una deformación
permanente. En estos casos, el diente actúa como una estructura
laminar pretensada y puede resistir mayores cargas, ya que es
capaz de flexionarse variando el grado de angulación de la carga.
La preparación de la cámara pulpar durante el acceso endodóntico
afectaría el estado pretensional de la dentina, liberando la tensión y
provocando que el diente se deforme en una mayor extensión, todo
lo cual incrementa la posibilidad de sufrir fractura (8). Es así como
el esmalte sin soporte dentinario es más susceptible a la fractura,
ya que la dentina actúa como amortiguador debido a su elasticidad
y capacidad para absorber parte de la carga aplicada,
transmitiendo la parte restante hacia el cemento, ligamento
periodontal y tejido óseo adyacente.
Las mujeres tienen una fuerza máxima de mordida de 44,9 kg y los
varones de 64,4 kg. Las fuerzas normales durante la masticación y
la deglución representan el 40% de la carga oclusal máxima.
29
A pesar de estar preparado para recibir cargas fisiológicas, el
diente se puede fracturar si la dentina entra en fatiga como
consecuencia de patologías tales como bruxismo, lesiones
cariosas, abfracción y abrasión.
Según Mezzomo, una cavidad mesio-ocluso-distal provoca una
reducción del 50% al 60% de dureza de la estructura dentaria. De
manera que la causa de fractura dentaria es la pérdida de
estructura mineralizada. La pérdida de crestas marginales,
vertientes trituradoras de las cúspides y la reducción de la dentina
disminuyen la capacidad de resistencia que posee la corona dental
para soportar las cargas ejercidas durante el proceso masticatorio.
Consecuentemente, el diente propende a sufrir fractura, ya que la
cantidad de carga aplicada sigue siendo igual (7, 9).
Por otro lado, el diente no vital presenta disminución de la
sensibilidad a la presión, porque carece de mecanoreceptores
provenientes del tejido pulpar, con lo cual el mecanismo de
defensa frente a fuerzas excesivas se limita a la respuesta de los
mecanoreceptores provenientes del ligamento periodontal. Estos
dientes, para responder igual que los dientes vitales, deben ser
sometidos a mayores cantidades de carga de lo habitual, lo cual
incrementa el riesgo de sufrir fractura (7).
Asimismo, la dentina de un diente despulpado presenta menor
humedad si se le compara con un diente vital, debido a la pérdida
de irrigación sanguínea. La reducción de la humedad alcanzaría
alrededor de 9% a 14%, lo cual no influye en la dureza de la
dentina. Sin embargo, queda más quebradiza y con menor
capacidad de flexión, absorción y disipación de cargas; por ello,
entra en fatiga ante menores cantidades de carga en comparación
con un diente vital. Además, el diente despulpado presenta
reducción en la cantidad de colágeno; y este tiene influencia en la
efectividad de los sistemas adhesivos (7, 10).
30
La disminución de la resistencia de piezas dentarias tratadas
endodónticamente se debe a la pérdida de estructuras
mineralizadas del diente combinada con la pérdida de humedad,
mas no al tratamiento de conductos propiamente dicho (7).
El diente despulpado se ve estéticamente desfavorecido debido a
una inadecuada remoción de restos de tejido pulpar, alteraciones
bioquímicas que experimenta la dentina y al hecho de dejar
material de obturación endodóntica por encima de la entrada del
conducto radicular (3).
Se debe efectuar la evaluación de la pieza dentaria que va ser
rehabilitada con espigo y determinar si es restaurable, no
restaurable o restaurable tras un tratamiento previo. Por lo tanto, el
tratamiento endodóntico debe tener buen pronóstico. La
persistencia de radiolucidez periapical puede deberse a las
siguientes razones:
Persistencia de un granuloma periapical de origen
bacteriano o fúngico, intraradicular o extraradicular
Persistencia de un quiste
Lesión de origen extraendodóntico
Para la resolución de estos problemas, se debe recurrir a la cirugía
y posponer la rehabilitación con espigo (9, 3).
Además, es de vital importancia que la pieza dentaria que se
restaura tenga un mínimo de 1 a 2 mm de estructura coronal
remanente. Si no existiese suficiente estructura coronal, se debe
realizar tracción ortodóntica o tratamiento quirúrgico de resección
(el cual consiste en una gingivectomía) para lograr aumento de la
corona clínica (3).
31
Asimismo, toda patología endoperiodontal debe ser tratada antes
de llevar a cabo el tratamiento rehabilitador de la pieza dentaria.
Es importante considerar, por otro lado, la morfología radicular, ya
que es necesario contar con una raíz recta y gruesa. En una raíz
curva, no se puede colocar la suficiente longitud de espigo (3).
En la actualidad, existe la tendencia a realizar rehabilitaciones
odontológicas más conservadoras. Por ello, muchas piezas
dentarias desvitalizadas y tratadas endodónticamente pueden ser
rehabilitadas mediante el uso de espigos.
No toda pieza dentaria sometida a tratamiento de conductos
necesita la colocación de un espigo, por ejemplo, dientes anteriores
que recibieron tratamiento debido a una necrosis pulpar como
consecuencia de una lesión traumática. La restauración de estas
piezas dentarias se limita a la cavidad de acceso para el
tratamiento de conductos (9, 11, 12).
Es necesario recordar que el espigo no refuerza al diente. Se
coloca en piezas dentarias tratadas endodónticamente que van a
ser usadas como pilares de prótesis y para favorecer la retención
de la restauración coronal protésica, debido a la gran pérdida de
estructuras que conforman la corona dental. De no ser así, la
retención de una corona protésica se obtendría de la estructura
dentaria coronaria remanente (4, 12, 13, 14, 15).
Por lo tanto, si una pieza dentaria presenta tejido insuficiente para
la retención de la restauración final, existe la necesidad de mejorar
dicho déficit. Debido a lo anteriormente mencionado, se opta por la
colocación de un espigo (9, 11).
32
INDICACIONES PARA LA COLOCACIÓN DE ESPIGOS EN
PIEZAS CON TRATAMIENTO DE CONDUCTOS
La utilización de espigos está indicada en las siguientes
situaciones: (3, 11, 12, 17, 16)
Dientes anteriores con lesión coronal moderada o media
(40% a 60% de destrucción de corona clínica) pueden
ser restaurados, conservadoramente, con composite o
con cobertura completa y/o espigo muñón.
En los casos de dientes anteriores con lesión coronaria
importante, que presentan afectación de los rebordes,
fractura corono-radicular, problemas estéticos que
requieren ser rehabilitados con espigo-muñón y
cobertura coronaria completa.
Cuando existen dientes posteriores con lesión coronaria
moderada (hasta 70% de destrucción de corona clínica).
En este caso, existe la pérdida de dos a tres cúspides y
la pieza dentaria se puede rehabilitar con una
reconstrucción-corona o con un espigo-muñón-corona.
En casos de dientes posteriores con lesión coronaria
importante. Estos son los que presentan más del 70%
de destrucción de la corona clínica, con pérdida de todas
las cúspides y fuerzas oclusales intensas. Estas piezas
dentarias se pueden restaurar con espigo-muñón colado
o prefabricado y con corona.
En piezas dentarias que van a ser utilizadas como pilar
de prótesis.
Asimismo, se puede utilizar espigo-muñón metálico para realizar
traccionamiento de dientes como una alternativa para la
33
reconstitución de la unión dentogingival transgredida por caries,
fracturas, perforaciones iatrogénicas y preparaciones
supraextendidas. Esta forma de tratamiento es considerada más
conservadora y menos mutilante en comparación con la cirugía de
resección. Se realiza con la intención de exponer un área radicular
saludable.
ESPIGO
El espigo propiamente dicho es solamente la parte que se instala
dentro de la raíz del diente desvitalizado. Recibe diversas
denominaciones tales como: perno, anclaje intraradicular, tornillo o
espiga. (12)
MUÑÓN REMANENTE Y MUÑÓN ARTIFICIAL
El muñón remanente es la parte del diente que abarca desde la
línea de terminación hasta la parte más coronal. Por otra parte, el
muñón artificial es elaborado a partir de resina, ionómero de vidrio,
amalgama o metal colado, y se utiliza cuando el muñón remanente
resulta insuficiente (12).
FUNCIONES DEL ESPIGO
El espigo cumple las siguientes funciones (5):
Retener el muñón y la corona artificial.
Resistir cierta flexión bajo carga.
Quedar retenido a la estructura radicular.
34
Distribuir el estrés de forma uniforme, a lo largo de la
raíz, y trasladar la superficie de soporte a zonas de
contacto con el hueso.
TIPOS DE ESPIGO
Existen diferentes tipos de espigo (12) y se clasifican según los
siguientes criterios.
Según los métodos de elaboración.
A. Espigo muñón colado
B. Espigos prefabricados
Según los materiales utilizados para su elaboración.
A. Metálicos:
Prefabricado: Espigo de titanio
Colado: Aleación níquel-cromo
B. No metálicos:
Zirconio
Resina reforzada con fibra de vidrio
Resina reforzada con fibra de carbono
Los espigos prefabricados, clasificados por su forma, son los
siguientes:
Cónicos
Paralelos
35
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS ESPIGOS
Los espigos metálicos poseen elevado módulo de elasticidad, lo
cual incrementa el riesgo de que se produzcan fracturas
radiculares. En cambio, los espigos de fibra de carbono y fibra de
vidrio poseen módulos más parecidos al de la dentina, lo que
resulta en menores probabilidades de fracturas radiculares (12).
COEFICIENTE DE ELASTICIDAD
Se denomina coeficiente de elasticidad a la relación entre la fatiga
unitaria y la deformación correspondiente unitaria en un material
sometido a un esfuerzo que está por debajo del límite de
elasticidad del material. Se le conoce también como módulo de
elasticidad, módulo elástico o módulo de Young (17).
MÓDULO DE ELASTICIDAD DE VARIOS TIPOS DE ESPIGOS
MATERIAL MÓDULO DE ELASTICIDAD
(GPa)
DENTINA 20
TITANIO 140
ALEACIÓN NO NOBLE 210
ALEACIÓN NOBLE 80 - 100
ACERO INOXIDABLE 190 - 200
FIBRA DE CARBONO 20 - 40
CUARZO 46
FIBRA DE VIDRIO 40
ZIRCONIO 170
La tabla muestra el módulo de elasticidad de la dentina y varios
tipos de espigo (5).
FACTORES DE RETENCIÓN DEL ESPIGO
El espigo debe igualar o superar la longitud de la corona clínica, es
decir, dos tercios de la extensión longitudinal total del remanente
dental. En dientes que presentan pérdida ósea, lo más
36
recomendable es que el espigo abarque la longitud equivalente a la
mitad del soporte óseo de la raíz que va a ser rehabilitada. La
longitud adecuada del espigo dentro del conducto radicular
proporciona una distribución más uniforme de las fuerzas oclusales
a lo largo de toda la superficie radicular, lo cual disminuye la
posibilidad de presentar concentración de estrés en determinadas
áreas; en consecuencia, disminuye también la posibilidad de que
ocurra una fractura radicular (9, 14).
La longitud adecuada del espigo se determina en la radiografía
periapical de la pieza endodonciada. Se recomienda dejar como
mínimo 4 mm de obturación endodóntica en la zona apical para
garantizar un buen sellado.
En raíces multiradiculares, se debe preparar el conducto más
voluminoso. En dicho conducto, se coloca el espigo y en los demás
conductos solo una parte del espigo; aquello le confiere mayor
estabilidad (14). La preparación debe ser la siguiente:
En molares superiores (conducto palatino) y uno de los
vestibulares, se debe preparar los tres conductos solo en
ausencia total del remanente coronario (14).
En los molares inferiores, generalmente, se prepara la raíz distal
(10, 11).
En los premolares superiores, se debe preparar el conducto
vestibular (15).
ESPIGOS PREFABRICADOS
Estos espigos se pueden colocar en una sola sesión y requieren un
manejo sencillo; pero, debe haber corona clínica remanente. Los
37
espigos metálicos poseen superficies lisas y aserradas; y, de
acuerdo a su instalación, se clasifican en pasivos y activos (4):
PASIVOS.- Son los que se cementan dentro del conducto
radicular.
ACTIVOS.- Son los que se enroscan dentro del conducto
radicular.
CONFIGURACIÓN SUPERFICIAL DEL ESPIGO
Los espigos poseen diferentes tipos de superficies (lisa, rugosa,
dentada o roscada). La característica de la superficie del espigo
influye en el asentamiento y la retención. La superficie rugosa, por
ejemplo, potencia la retención.
La que presenta mayor retención es la superficie roscada; sin
embargo, también es la que genera mayor tensión, la cual aumenta
al cargar el espigo, es decir, cuando incide sobre él una fuerza
resultante del proceso masticatorio (9).
2.3. HIPÓTESIS
Los dientes tratados endodónticamente y rehabilitados con espigos
de fibra de vidrio tienen mayor resistencia a la fractura que los
dientes rehabilitados con espigos colados.
2.4. VARIABLES E INDICADORES
2.4.1. VARIABLE INDEPENDIENTE
Tipo de espigo
2.4.2. VARIABLE DEPENDIENTE
Resistencia a la fractura
38
CUADRO DE OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES
VARIABLE
TIPO
ESCALA
INDICADOR
VALOR
Tipo de
espigo
Independiente
cualitativo Nominal
Espigo colado
Espigo de fibra
de vidrio
No presenta
No presenta
Resistencia
a la
fractura
Dependiente
cuantitativo De razón
Fuerza de
compresión
vertical
55 - 305
kg/cm2
2.5. DEFINICIÓN OPERACIONAL DE TÉRMINOS
o ESPIGO DE FIBRA DE VIDRIO
Hizo su aparición como una alternativa al uso del espigo de fibra de
carbono, por un criterio estético, cuando se usan coronas
totalmente cerámicas. Se comercializa en diámetros de 1,0; 1,25 y
1,5 mm. Posee un módulo de elasticidad muy similar al de la
dentina y están formados por una matriz de resina que contiene
fibras de vidrio de diferentes composiciones químicas: fibras de
sílice y otros óxidos tales como calcio, boro, sodio, entre otros. La
matriz de resina está constituida por una resina epoxi, cuya
característica es la de unirse mediante radicales libres comunes a
la resina BIS-GMA; esta última predomina en los sistemas de
cementado adhesivo.
39
o ESPIGO COLADO
Este es producido en el laboratorio dental en oro tipo III, IV y
aleación níquel-cromo. Se debe evitar el uso de la aleación cobre-
aluminio y plata-paladio, porque se oxidan en la boca y pueden
pigmentar la raíz y los tejidos gingivales. Estos espigos tienen alta
resistencia a la tracción, compresión y deformación; por eso, se
afirma que poseen alto módulo de elasticidad. Para su confección,
se pueden emplear dos técnicas:
DIRECTA.- Esta técnica consiste en copiar el conducto,
elaborar y tallar el muñón directamente en la boca. Luego,
se obtiene un patrón en resina acrílica que se envía al
laboratorio dental para su procesamiento.
INDIRECTA.- Esta técnica consiste en copiar el conducto y
la porción coronaria remanente con elastómero. De este
modo, se obtiene un modelo sobre el cual se elabora el
espigo en el laboratorio dental. Conviene realizar esta
técnica cuando se trata de preparar varios espigos en la
misma arcada dentaria.
o RESISTENCIA A LA FRACTURA
Se define así a la capacidad que poseen algunas estructuras (en
este caso, los espigos y las piezas dentarias tratadas
endodónticamente) de resistir hasta momentos antes de fracturarse
debido a la intensidad de una fuerza o acción que supera la
elasticidad de dichas estructuras.
40
CAPÍTULO III: DISEÑO METODOLÓGICO
41
3.1. TIPO Y MÉTODO DE INVESTIGACIÓN
Según la Sociedad Peruana de Bioestadística, el presente estudio
es de tipo experimental, analítico, prospectivo, transversal y
pertenece al nivel aplicativo.
3.2. ÁMBITO DE INVESTIGACIÓN
El tratamiento endodóntico y la restauración con espigos de fibra
de vidrio y espigos colados fueron realizados en un consultorio
dental particular. El experimento se realizó en el Laboratorio de
Ingeniería Mecánica de la Universidad Nacional de Ingeniería, en
piezas dentarias tratadas endodónticamente, cuyas porciones
radiculares fueron rehabilitadas con espigos de fibra de vidrio y
colados, entre los meses de marzo y agosto del 2010.
3.3. POBLACIÓN Y MUESTRA
3.3.1. POBLACIÓN
La población está constituida por piezas dentarias uniradiculares
(premolares inferiores) recientemente extraídas por motivos
ortodónticos.
3.3.2. MUESTRA
El tamaño muestral se determinó por muestreo no probabilístico de
juicio. La muestra estuvo conformada por 20 dientes divididos en 2
grupos, los cuales fueron tratados endodónticamente, las porciones
radiculares de 10 dientes fueron rehabilitadas con espigos de fibra
de vidrio, y las porciones radiculares de los 10 dientes restantes
fueron rehabilitadas con espigos colados.
Se decidió realizar el estudio con 20 dientes porque la falta de
financiamiento impidió que se trabaje con una muestra de mayor
tamaño, aquello motivó que la selección de la muestra sea por
42
muestreo no probabilístico de juicio, lo cual nos permitió decidir que
la muestra sea conformada por 20 dientes.
3.4. TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE
DATOS
Se elaboró una ficha de recolección de datos (ver Anexo Nº 02), en
la cual se registró el tipo de espigo y el valor de resistencia a la
fractura de la pieza dentaria.
La muestra estuvo conformada por 20 premolares inferiores
monoradiculares (ver Anexo Nº 04), extraídos recientemente por
motivos ortodónticos, los que fueron divididos en dos grupos de 10
piezas dentarias cada uno. Cada diente fue examinado
minuciosamente para descartar la presencia de lesiones cariosas y
fracturas. Todos los premolares eran de similar tamaño y fueron
sometidos a toma radiográfica de orientación vestibular para la
conductometría, conometría, obturación y adaptación de los
espigos en los conductos, colocando el cono del cabezal del equipo
de Rayos X siempre a la misma distancia del objetivo (ver Anexo
Nº 07).
Todas las piezas dentarias seleccionadas fueron almacenadas a
temperatura ambiente en una solución de cloruro de sodio al 0,9%
(ver Anexo Nº 04).
Se procedió a la preparación biomecánica mediante la técnica de
retroceso con limas tipo K y H, asimismo, se lavó los conductos con
hipoclorito de sodio al 2,5% después de cada instrumentación. La
instrumentación con limas tipo K abarcó hasta la lima N° 45 (ver
Anexo Nº 05).
43
El conducto de cada pieza fue irrigado y secado con conos de
papel, luego se procedió a obturar mediante la técnica de
condensación lateral con conos de gutapercha y cemento
endodóntico Endofill®. Las entradas del conducto fueron selladas
con cemento temporal Coltosol® (ver Anexo Nº 05).
Después de 48 horas, se procedió a desobturar todos los
conductos con fresas Gates Glidden. Se retiró el material obturador
completamente y se dejó 3 a 4 mm de obturación; seguidamente,
se realizó la conformación manual de cada conducto con limas tipo
K hasta el N° 60. Posteriormente, se realizó la limpieza de los
conductos mediante irrigación con cloruro de sodio al 0,9% y, en
seguida, se les secó con conos de papel.
Las coronas anatómicas de cada diente fueron seccionadas a 4
mm coronales de la línea de unión cemento-esmalte con un disco
de carborundum, bajo un chorro de agua como refrigerante.
Los 10 espigos colados fueron preparados mediante la técnica
directa. Asimismo, se utilizó acrílico autopolimerizable Duralay®
con el objetivo de confeccionar el patrón del espigo, para lo cual se
preparó un bastón de resina acrílica y se adaptó al diámetro y
extensión longitudinal del conducto, además, este se extendía 1,5
cm del remanente coronal. Se lubricó el conducto con vaselina,
usando, para ello, una lima tipo K envuelta en algodón. Luego, en
un vaso Dappen, se preparó una mezcla fluida de monómero y
resina acrílica Duralay®; se llenó el conducto con dicha mezcla,
seguidamente, se introdujo el bastón elaborado anteriormente
hasta el fondo. A medida que la resina acrílica iba fraguando, se
realizaron movimientos del bastón hacia arriba y hacia abajo con la
finalidad de que no quede atrapado en el conducto; de esa manera,
se obtuvo un patrón de resina acrílica (ver Anexo Nº 06); luego se
44
cubrió con yeso de revestimiento y, para el colado, se optó por
una aleación de cromo-níquel (ver Anexo Nº 06). Más adelante, los
colados se retiraron del cilindro, se refinaron y se limpiaron con
baño de arenado que incluyó oxido de aluminio de 50 micras, con
la finalidad de crear microretenciones en la superficie del espigo
colado.
Se procedió a seleccionar 10 espigos de fibra de vidrio (ver Anexo
Nº 06), los cuales fueron limpiados con alcohol.
Luego se realizó la limpieza de los conductos radiculares con agua
y conos de papel respectivamente.
Todos los espigos fueron cementados con ionómero de
cementación de autocurado Fuji y se tomaron radiografías de
control.
A continuación, se procedió a elaborar bloques de acrílico de
autocurado en tubos de PVC de 4 cm de altura y 3,5 cm de
diámetro (ver Anexo Nº 08); se colocaron las muestras, a las cuales
se les había aplicado una capa de vaselina, hasta 2 mm por debajo
de la línea de unión cemento esmalte, utilizando, para ello, un
paralelígrafo. Cuando el acrílico comenzó a polimerizar, todos los
bloques fueron sumergidos en agua durante cinco minutos, para
prevenir el sobrecalentamiento; luego se limpió la capa de vaselina
y se colocó cada muestra en su respectivo bloque, inyectando
silicona fluida previamente en todas las cavidades de los bloques.
De ese modo, el bloque de resina funcionó a manera de hueso
alveolar; la cavidad en el bloque, como alveolo, y la capa de
silicona, como ligamento periodontal.
Este experimento se realizó con una máquina de tracción (ver
Anexo Nº 08), utilizada para realizar ensayos, del laboratorio Nº 04
45
de materiales de la Facultad de Ingeniería Mecánica de la
Universidad Nacional de Ingeniería (ver Anexo Nº 09).
El experimento consistió en posicionar cada muestra en un
dispositivo de la máquina (ver Anexo Nº 06), que al ser activada por
una persona que desconocía el tipo de poste que estaba colocado
en cada grupo experimental, hizo descender otro dispositivo que
ejercía presión sobre la muestra hasta el preciso momento en que
se producía la fractura, lo cual era registrado en otro dispositivo
utilizado para la medición de la presión ejercida por dicha máquina.
La información se anotó en la ficha de recolección de datos, en la
que quedó registrada la carga máxima que produjo la fractura de la
pieza radicular, para cada uno de los grupos.
46
INSTRUMENTAL UTILIZADO EN EL ESTUDIO
Limas tipo K
Fresa diamantada redonda (KG Sorensen® Ind. e Com. Ltda., Sao Paulo - SP)
Fresas Gates Glidden (Maillefer®, Dentsply)
Pieza de mano de alta velocidad
Pieza de mano de baja velocidad
Pinza
Mechero
Platina de vidrio
Espátula de cemento
Jeringas de 10 cm3
Espaciadores endodónticos (Maillefer®, Denstply)
Disco de carborundum
Espátula de plástico
Vaso dappen
Tubos de PVC
Máquina de tracción Amsler
47
MATERIAL UTILIZADO EN EL ESTUDIO
Placas radiográficas intraorales (Kodak® Ultra-Speed.
Carestream Health, Inc. Ney York EE.UU.)
Conos de gutapercha (Pearl Dent Co®, Ltd, Korea)
Conos de papel (Meta Biomed CO®, LTD.)
Cemento endodóntico (Endofill® Dentsply Ind. e Com. Ltda., Petrópolis - RJ)
Cemento temporal (Coltosol® Coltène Whaledent Inc., Altstatten Switzerland)
Hipoclorito de sodio (Hisol® Solución Bristol Myers, Guayaquil - Ecuador)
Espigos de fibra de vidrio (WhitepostDC® Dentscare Ltda. Joinville - SC)
Espigos colados (aleación cromo - níquel)
Ionómero de cementación (GC Fuji Plus® GC Corp., Tokyo - Japan)
Cloruro de sodio al 0,9%
Líquido de curado rápido (Vitalloy® Vaicril S.A., Argentina)
Acrílico autopolimerizable (Vitalloy® Vaicril S.A., Argentina)
Resina acrílica Duralay®
Vaselina
Silicona de condensación (Zetaplus® Kit Zhermack, Italy)
48
3.5. PROCESAMIENTO DE DATOS Y ANÁLISIS
ESTADÍSTICO
Para el procesamiento de los datos, se empleó el programa
SPSS 15.0 para Windows y Microsoft Office Excel 2003.
La relación entre las variables se determinó mediante la
prueba t - de Student para muestras independientes a un
nivel de significancia 0,05.
3.6. ASPECTOS ÉTICOS
No existen impedimentos éticos para la realización del
presente estudio.
49
CAPÍTULO IV: RESULTADOS Y DISCUSIÓN
50
4.1. RESULTADOS
1.- La resistencia a la fractura de piezas dentarias tratadas
endodónticamente, cuyas porciones radiculares han sido
rehabilitadas con espigos de fibra de vidrio se presentó hasta una
fuerza de compresión vertical mínima de 55 kg/cm2 y máxima de 89
kg/cm2. Presentando una media de 69,6 kg/cm2.
TABLA N° 01: Medidas de tendencia central y dispersión de la
resistencia a la fractura de las piezas dentarias tratadas
endodónticamente cuyas porciones radiculares han sido
rehabilitadas con espigos de fibra de vidrio.
ESTADÍSTICOS(A) MEDIDA (kg/cm2)
Media 69,6
Mediana 67
Desviación estándar 13,1
Mínimo 55
Máximo 89
2.- La resistencia a la fractura de piezas dentarias tratadas
endodónticamente, cuyas porciones radiculares han sido
rehabilitadas con espigos colados se presentó hasta una fuerza de
compresión vertical mínima de 110 kg/cm2
y máxima de 305
kg/cm2. Presentando una media de 209,8 kg/cm2.
51
TABLA Nº 02: Medidas de tendencia central y dispersión de la
resistencia a la fractura de las piezas dentarias tratadas
endodónticamente cuyas porciones radiculares han sido
rehabilitadas con espigos colados.
ESTADÍSTICOS(A) MEDIDA (kg/cm2)
Media 209,8
Mediana 207,5
Desviación estándar 62,2
Mínimo 110
Máximo 305
3.- La resistencia a la fractura de las piezas dentarias tratadas
endodónticamente, cuyas porciones radiculares han sido
rehabilitadas con espigos de fibra de vidrio (69,6 kg/cm2) fue menor
que las rehabilitadas con espigos colados (209,8 kg/cm2).
Diferencia que fue estadísticamente significativa según t de Student
(p<0,05).
TABLA Nº 03: Comparación de la resistencia a la fractura (media)
de piezas dentarias tratadas endodónticamente, cuyas porciones
radiculares han sido rehabilitadas con espigos de fibra de vidrio y
espigos colados.
TIPO MEDIA (kg/cm2) DS (kg/cm2)
ESPIGOS DE
FIBRA DE VIDRIO 69,6 13,1
ESPIGOS
COLADOS 209,8 62,2
52
PRUEBA t - DE STUDENT
tipo N Media Desviación Típ.
t p
Espigos
de Fibra
de Vidrio
10 69,6 13,1
6,97 0,00*
Espigos
Colados 10 209,8 62,2
*p = 0,000<0,05
Existe diferencia estadísticamente significativa.
GRÁFICO Nº 01: Comparación de la resistencia a la fractura
(media) de piezas dentarias tratadas endodónticamente, cuyas
porciones radiculares han sido rehabilitadas con espigos de fibra de
vidrio y espigos colados.
53
4.2. DISCUSIÓN
Dorriz H, Alikhasi M, Mirfazaelion A. y Hooshmand T. (2009), Fukui
Y, Komada W, Yoshida K, Otake S, Okada D. y Miura H. (2009),
Pereira J, Valle A, Shiratori F, Ghizoni J. y Melo M. (2009), Moosavi
H, Maleknejad F. y Kimyai S. (2008) son algunos de los
investigadores que asignaron entre 8 y 10 unidades muestrales por
tipo de espigo.
Inicialmente se creía que el espigo reforzaba el diente fragilizado,
sin embargo, posteriormente se comprobó que el espigo sirve de
retención al muñón y distribuye las tensiones a lo largo de la raíz.
Por lo tanto, el espigo más adecuado es aquel que posee un
módulo de elasticidad más parecido o cercano al de la dentina, a
diferencia del espigo rígido, el cual posee mayor módulo de
elasticidad y tiende a no deformarse ante cargas excesivas, a
pesar de que las estructuras adyacentes como la dentina estén
próximas a su límite elástico, lo cual puede producir la fractura del
diente. De acuerdo a ello, el espigo de fibra de vidrio posee un
módulo de elasticidad similar a la dentina.
Durante el estudio, se encontró que las piezas dentarias
rehabilitadas con espigos colados presentaron mayor resistencia a
la fractura que las piezas dentarias rehabilitadas con espigos de
fibra de vidrio ante fuerzas aplicadas verticalmente. Los dientes con
espigos colados fueron fracturados a 305 kg/cm2 de fuerza
máxima, 110 kg/cm2 de fuerza mínima y 209,8 kg/cm2 de fuerza
promedio. Los dientes con espigos de fibra de vidrio fueron
fracturados a 89 kg/cm2 de fuerza máxima, 55 kg/cm2 de fuerza
mínima y 69,6 kg/cm2 de fuerza promedio.
Los resultados obtenidos son similares a los encontrados por
Saatian S. (2006) quien realizó un estudio en 30 incisivos centrales
superiores divididos en dos grupos, los cuales fueron rehabilitados
54
con espigos de fibra de vidrio y espigos colados
correspondientemente. Este investigador encontró que el grupo de
dientes rehabilitado con espigos colados mostró la mayor
resistencia a la fractura. Por su parte, Komada W, Miura H, Okada
D. y Yoshida K. (2006) también encontraron que el grupo de
dientes restaurados con espigos colados ofreció mayor resistencia
a la fractura que el grupo de dientes restaurados con espigos de
fibra de vidrio. De forma similar, Quintana M, Castilla M. y Matta C.
(2005) debido a su estudio, encontraron que las piezas dentarias
rehabilitadas con espigos colados tuvieron mayor resistencia a la
fractura en comparación con las piezas dentarias rehabilitadas con
espigos de fibra de carbono y espigos de titanio. Torabi K. y Fattahi
F. (2009) también encontraron que los dientes restaurados con
espigos colados presentaron mayor resistencia a la fractura que los
dientes restaurados con espigos de fibra de vidrio, fibra de
carbono, fibra de cuarzo y fibra de polietileno. Finalmente Fukui Y,
Komada W, Yoshida K, Otake S, Okada D. y Miura H. (2009)
encontraron que dientes con previa reconstrucción de conductos
con resina compuesta y rehabilitados con espigos colados
ofrecieron mayor resistencia a la fractura que los dientes
restaurados con espigos de fibra de vidrio. Se observó que en las
mencionadas investigaciones la fuerza fue aplicada diagonalmente.
La adaptación íntima del espigo colado al conducto radicular y la
preservación de 1 a 2 mm de tejido coronal remanente para el
efecto zuncho o abrazadera aumenta la resistencia a la fractura
radicular frente a fuerzas compresivas de orientación vertical. Esta
afirmación fue corroborada en nuestra investigación.
Quintana M, Castilla M, Matta C. (2005), Saatian S. (2006),
Komada W, Miura H, Okada D, Yoshida K. (2006), Torabi K, Fattahi
F. (2009), Komada W, Yoshida K, Otake S, Okada D, Miura H.
55
(2009) concluyen que los dientes rehabilitados con espigos colados
ofrecen mayor resistencia a la fractura; mencionan, también, que
las fracturas producidas son catastróficas o no restaurables, lo cual
deja como única alternativa de tratamiento la exodoncia. En
cambio, en los dientes rehabilitados con espigos de fibra de vidrio,
se observan fracturas restaurables, ya que estas se producen a
nivel del muñón.
56
CAPÍTULO V: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
57
5.1. CONCLUSIONES
La resistencia a la fractura de las piezas dentarias tratadas
endodónticamente, cuyas porciones radiculares han sido
rehabilitadas con espigos de fibra de vidrio presentan una
media de 69,6 kg/cm2.
La resistencia a la fractura de las piezas dentarias tratadas
endodónticamente, cuyas porciones radiculares han sido
rehabilitadas con espigos colados presentan una media de
209,8 kg/cm2.
La resistencia a la fractura de las piezas dentarias tratadas
endodónticamente, cuyas porciones radiculares han sido
rehabilitadas con espigos de fibra de vidrio fue menor que
las rehabilitadas con espigos colados.
58
5.2. RECOMENDACIONES
Estos conocimientos son fácilmente aplicables en la
atención de pacientes que requieren tratamiento post-
endodóntico.
Realizar otras investigaciones de seguimiento clínico.
Ejecutar el experimento aplicando carga cíclica, debido a
que la fractura se produciría ante cargas inferiores a las
cargas estáticas que producen la fractura.
Realizar la misma investigación, analizando el modo de
fractura del diente para determinar si la fractura es
restaurable o no restaurable.
Desarrollar el estudio empleando espigos de fibra de cuarzo
y zirconio.
Los resultados de la siguiente investigación servirán para
complementar la enseñanza de asignaturas afines al tema.
59
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titulación). Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos; 2002.
65
ANEXOS
66
ANEXO Nº 01 Ing. SEBASTIAN LAZO OCHOA
Jefe del Laboratorio N° 04 de la Facultad de Ingeniería Mecánica de la Universidad Nacional de Ingeniería.
Yo, Salvador Castillo Estrada, con DNI Nº 10866436, con grado de
Bachiller en Odontología, otorgado por la Universidad Privada Norbert
Wiener, ante Ud., con todo respeto, me presento y digo:
Que, necesitando ejecutar la parte experimental de mi proyecto de
tesis, denominado “Estudio comparativo de la resistencia a la fractura de
piezas dentarias con espigos de fibra de vidrio y colados. Estudio in vitro.
Lima 2010” para optar el Título de Cirujano Dentista, solicito a Ud.,
ingeniero, se digne ordenar que se me autorice realizar el ensayo en el
laboratorio de materiales N° 04 de la Facultad de Ingeniería Mecánica que
usted dirige.
Por tanto:
A Ud., ingeniero, suplico acceder a mi pedido. Lima, 12 de agosto de 2010 .................................................. Salvador Castillo Estrada
67
ANEXO Nº 02
FICHA DE RECOLECCIÓN DE DATOS
ESTUDIO COMPARATIVO DE LA RESISTENCIA A LA FRACTURA DE
PIEZAS DENTARIAS CON ESPIGOS DE FIBRA DE VIDRIO Y
COLADOS. ESTUDIO IN VITRO. LIMA 2010.
Facultad: Ingeniería Mecánica
Laboratorio: N° 04 Ensayo de compresión realizado con una máquina de tracción, marca Amsler. La muestra está conformada por 20 dientes divididos en 2 grupos de 10 piezas dentarias cada uno. El ensayo consiste en medir la resistencia a la fractura de piezas dentarias restauradas con espigos colados o espigos de fibra de vidrio.
Dientes restaurados con espigos
colados Dientes restaurados con espigos de
fibra de vidrio
1. 1.
2. 2.
3. 3.
4. 4.
5. 5.
6. 6.
7. 7.
8. 8.
9. 9.
10. 10.
Lima, 19 de agosto de 2010
68
ANEXO Nº 03
69
70
ANEXO Nº 04
Muestra, primeros premolares inferiores
Premolares sumergidos en cloruro de sodio
71
ANEXO Nº 05
Instrumentos y materiales utilizados en el estudio
Instrumental
Cemento endodóntico
Conos de gutapercha
Conos de papel
Hisol
Cemento endodóntico
Acrílico
Espigos de fibra de vidrio
72
ANEXO Nº 06
Espigos de fibra de vidrio, espigos colados, ionómero de cementación
Espigos de fibra de vidrio
Patrones de espigos colados en acrílico Duralay
Patrones de espigos colados
Espigos colados de aleaciones metálicas Cromo-Niquel
Ionómero de cementación
02 Grupos de dientes con: Espigos colados y espigos de fibra de vidrio cementados. Posicionados en bloques de acrílico.
73
ANEXO Nº 07
Secuencia radiográfica para las muestras
Rx. Inicial
Rx. Conductometría
Rx. Conometría
Rx. Obturación
Rx. Desobturación
Rx. Espigo Cementado
74
ANEXO Nº 08
Ensayo realizado en la universidad nacional de ingeniería
Máquina de Amsler
Colocación de la muestra en el dispositivo de la máquina de ensayos
Muestra colocada en la mordaza superior de la máquina de Amsler
Muestra colocada en la mordaza superior de la máquina de Amsler.
75
ANEXO Nº 09
Universidad Nacional de Ingeniería
Facultad de Ingeniería Mecánica
76
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