lucía manchitas

L A E S C A L E R AAnnie M. G. Schmidt

& Fiep Westendorp

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Annie M. G. Schmidt

& Fiep Westendorp

Lucía Manchitas La escalera

L A E S CA L E R A

L A E S CA L E R A

Había una vez una niña llamada Lucía Manchitas porque siempre se ensuciaba y acababa llena de manchas. Solo se la veía limpia recién salida del baño, y nunca aguantaba así ni media hora. Por eso, cada dos por tres, Lucía Manchitas tenía que meterse en la bañera junto con su perrito Pegotes que, como ella, andaba siempre hecho un desastre.

Una tarde, cuando Lucía acababa de salir del baño, su madre le dijo:—Dentro de media hora llegarán invitados. Como sé que es imposible tenerte limpia tanto tiempo, te encerraré en tu cuarto. ¿Verdad que te parece bien? —¡No, no me parece nada bien! —gritó Lucía Manchitas. Pero su madre la llevó a su habitación y le ordenó que se quedara allí con su perrito Pegotes.

Y allí estaban los dos, en el cuarto de arriba, aburriéndose un montón.

Lucía Manchitas se acercó a la ventana con aire triste. Entonces vio que llegaba un pintor. El pintor apoyó su escalera contra la casa y empezó a subir con dos grandes botes de pintura. Pasó por delante de la ventana de Lucía Manchitas, y siguió subiendo hasta llegar al tejado, donde se puso a pintar.—Vamos, Pegotes —dijo Lucía—. Nos escaparemos por la escalera.Abrió la ventana, salió con el perrito en brazos y se subió a la escalera.

Ahora gira el libro.

No aguanta limpia ni media hora

Un clásico de la literatura infantil

ISB

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