antonio blay relajacion y energia

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  • 8/6/2019 Antonio Blay Relajacion Y Energia

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    Antonio Blay

    RELAJACIN Y ENERGA

    Antonio Blay fue investigador de la naturaleza humana y del desarrollo de su potencial interior No fuesolamente un terico, sino que practic ampliamente las diversas tcnicas que enseaba, ya que nunca habl oescribi sobre algo que no conociera o no hubiera experimentado por s mismo.

    El autor, Intendente Mercantil por la Escuela de Altos Estudios Mercantiles de Barcelona, Diplomado enPsicologa y Psicotecnia por la Universidad de Madrid y Miembro de la Sociedad Espaola de Psicologa, seespecializ en el estudio de tcnicas y procedimientos tanto orientales como occidentales para influirvoluntariamente en los estados de conciencia y conseguir un desarrollo superior de la personalidad.

    Fue un precursor en nuestro pas de la psicologa transpersonal y durante ms de veinte aos escribi eimparti cursos y seminarios de psicologa de la Autorrealizacin en Barcelona, Madrid, Bilbao, SanSebastin y Valencia.

    Antonio Blay nos dej el 15 de Agosto de 1985 a los 61 aos de edad, en plena actividad docente. Hadejado una importante obra escrita sobre diversas tcnicas y caminos de realizacin personal, en la lnea de loque ms amaba: La unidad de conciencia.

    _____________________

    Primera edicin: Julio 1988_____________________

    DEDICATORIAAl marqus de Castelldosrius, con afectuosa admiracin y respeto.

    El Autor.

    PRLOGO A LA PRESENTE EDICIN

    Hace varios aos que sali a luz el libro de Antonio Blay Relajacin y Energa con el propsito deayudar a profesionales y profanos en el conocimiento y la prctica de la relajacin consciente. Desdeentonces son varios los libros que se han editado sobre el tema, dado los beneficios que la relajacinproporciona en el campo de la medicina psicosomtica, preparacin al parto y superacin del stress. Sinnegar el valor y funcionalidad de estas obras y de otras muchas que puedan ir apareciendo, en aras delinters del pblico y la toma de conciencia de los propios recursos psquicos, tan en boga hoy en da, vemosla necesidad de esta nueva edicin de Relajacin y Energa, en la cual se ha conservado ntegro el texto de

    la primera -que constituye las dos primeras partes del presente libro- y se ha reunido toda la informacinnueva en la tercera parte. En el Apndice y a peticin de varios mdicos amigos, el autor describi con ciertodetalle la tcnica de la Autorrelajacin concentrativa de J. H. Schultz.

    ... Es nuestro nico deseo que el libro siga prestando ayuda til cuantas personas buscan remedio a lasnumerosas tensiones fsicas y morales que la vida moderna tiende a imponernos cada da ms. ... Estassimples palabras de Antonio Blay que retomamos aqu, son por s solas la mejor presentacin de esta nuevaedicin de Relajacin y Energa.

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    INTRODUCCIN A LA PRIMERA EDICIN

    El arte de descansar bien y con rapidez ha pasado a ser una de las necesidades primordiales del hombrede nuestros das. Atestguanlo, por un lado, las investigaciones de la moderna Medicina Psicosomtica, queno hace sino ir ampliando todos los das el nmero de enfermedades que, atribuidas antes a causasmeramente orgnicas, se comprueba hoy ser causadas o favorecidas por los estados de tensin psquica a losque raramente escapa el hombre que ha de 'desenvolverse en nuestro mundo complejo y apresurado. Por otrolado, lo confirma la excelente acogida que el pblico de todos los pases, especialmente de Amrica del Nortey de Europa Central, dispensa a las obras que ponen a su alcance, el aprendizaje de las tcnicas cientficasde relajacin.

    Este creciente inters est plenamente justificado, y no slo por constituir un excelente medio preventivo yteraputico de muchos trastornos fsicos y psquicos, sino tambin porque la gran calma y tranquilidadinterior que proporciona la prctica de la relajacin consciente, se traduce necesariamente en una mayoreficiencia de la personalidad en todos los aspectos de la vida.

    En los pases de lengua espaola han visto la luz, en pocos aos, varios libros que tratan de este tema(vase Bibliografa). Pero unos son de carcter excesivamente tcnico para el pblico no especializado yotros son demasiado extensos para que las personas muy atareadas, precisamente las que ms lo necesitan,puedan disponer del tiempo necesario para su lectura.

    Por esta razn hemos pensado que sera til publicar un libro muy reducido en el que se expusiera delmodo ms claro posible, pero con las mnimas palabras, todo lo esencial de la relajacin tanto en su aspectoterico como prctico. Hemos querido, adems, incluir aqu algunos aspectos superiores de la relajacinque, por lo general, no son mencionados en las obras de vulgarizacin. Quizs algunas, personas, alpercatarse de que la relajacin integral es algo ms que una tcnica para descansar y recuperarse, sentirnms inters para ahondar en la teora y avanzar en la prctica.

    Damos las gracias a Editorial Iberia, que generosamente nos ha permitido utilizar abundante material denuestro libro HATHA-YOGA. Su tcnica y fundamento. La mayor parte del presente texto la constituyen,en realidad, los dos captulos que en aquella obra dedicamos a la relajacin.

    A. BLAY FONTCUBERTA.

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    PRIMERA PARTE

    NOCIONES TERICASFUNDAMENTALES

    CAPITULO PRIMERO

    GENERALIDADES

    RITMO VITAL DE LA PERSONALIDAD

    Sabemos que toda la vida es movimiento, es actividad inteligente, expresada en forma rtmica. Este ritmoest constituido por dos clases de movimientos: contraccin y dilatacin.

    Este doble movimiento lo encontramos indefectiblemente en toda manifestacin de vida: desde el simpleacto de andar, de hacer un gesto, hasta la vida toda del hombre vista en conjunto, pasando por todos sus actos

    fisiolgicos, emocionales y mentales, todo es constante expresin del mismo ritmo fundamental: movimientocentrpeto, contractivo, de tendencia al interior, al centro, y movimiento centrfugo, expansivo, de dilatacin,de tendencia al exterior, a la expansin y al crecimiento.

    Pero este doble movimiento, esta actividad, alterna a su vez de modo tambin rtmico y necesario con elreposo, con el descanso, con la relajacin.

    Tenemos as, pues, un doble ritmo que constituye el ritmo vital bsico de la Personalidad:

    |contraccinactividad |

    | dilatacin

    reposo

    Tanto forma parte esencial de la vida la actividad como el reposo. Ambos son inseparables: la unadetermina y es preparacin para el otro, y viceversa, formando un ciclo completo e ininterrumpido.

    El hombre est constituido por varios niveles vitales y cada uno de ellos posee su propio ritmo deactividad y descanso, de diferente duracin. Por ejemplo, en el orden fisiolgico tenemos el ciclo vigilia-sueo, el ciclo sexual, el nutritivo, el respiratorio, etctera; en el orden psicolgico, el ciclo pensar-sentir, elpercibir-expresar, etc. El tiempo de cada uno de estos ciclos rtmicos es diferente.

    La mquina humana funciona de tal modo que siempre hay algo en movimiento: cuando un nivel est enreposo, otros estn activos. Con frecuencia, la actividad de unos niveles exige el reposo de otros. As, cuandose est haciendo gran esfuerzo fsico, no se puede pensar con profundidad; cuando se vive un intenso estadoemocional, no es posible descansar fsicamente ni se puede regular el pensamiento reflexivo, etctera.

    El reposo absoluto, desde luego, no existe en la Naturaleza. En el hombre, el reposo de algo significasiempre la puesta en marcha de otra cosa: el reposo de la atencin, la actividad de la imaginacin; el reposoexterior, la actividad interior; el reposo de lo inferior, el trabajo de lo superior...

    LA TENSIN DE LA VIDA MODERNA

    El hombre de nuestras ciudades modernas, empujado por la urgencia de las crecientes necesidades y por lacompleja estructura de nuestra sociedad occidental, se ve obligado a dar ms de s a cada momento, a vivircada vez ms deprisa, a sacar ms rendimiento, a producir y abarcar ms y ms, dejando a un lado lanecesidad de descansar, de distenderse, de equilibrar su ritmo de vida.

    Aumenta as la velocidad de accin y la rapidez de reaccin, pero lo que gana en rapidez lo pierde en

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    profundidad y lo que aumenta en accin lo disminuye en descanso. Altera artificialmente su ciclo natural deactividad-reposo obsesionado por el deseo o la necesidad de una incesante accin, de una continua expansin,con detrimento evidente de los otros aspectos de su ritmo vital: el recogimiento o concentracin y el descanso.

    Despus de esta hiperactividad, el hombre intenta entregarse al descanso, sea permaneciendo despierto,sea sumergindose en el sueo. Cuando descansa estando despierto, casi siempre se pierde en divagacionesintiles o en imaginaciones estriles, productos de la tensin emocional, de modo que si bien queda algoaliviado de cuerpo acaba con mayor cansancio e irritacin mentales que antes de empezar. Si duerme,frecuentemente queda en un estado de ensueo durante el cual emergen extraas pesadillas, reflejo asimismode sus tensiones emocionales no liquidadas. En todo caso, se levanta insatisfecho y con la sensacin de quealgo no marcha bien, de que en cierta manera est perdiendo un tiempo precioso. Aun querindolo, noconsigue nunca descansar por completo, debido a lo cual tarde o temprano se resiente su salud y elrendimiento de su diaria actividad. Ha alterado el mecanismo regulador del descanso por desobedienciacontinua a la ley de uno de sus ciclos fundamentales y sufre las consecuencias de ello. Al alterar de modopersistente el ritmo de uno de los ciclos, se alteran a su vez los dems y toda la personalidad quedadesequilibrada.

    Otra consecuencia de este ritmo acelerado es la superficialidad de la vida psquica, la limitada percepcinde la mente en profundidad. De toda la gama de actividades vitales, todas ellas necesarias y fundamentales, elhombre slo percibe una pequea parte y valora una parte an menor; slo es consciente y aun de una maneramuy superficial, de algunos de sus procesos psicovitales, y de stos, valora como actividad til un solo tipo: la

    accin exterior. No consigue percibir los valores espirituales y la energa creadora dentro de s mismo, demodo directo de primera mano. Lo vive tan slo, de un modo indirecto y fraccionado, a travs de su expresinen los propios movimientos y actividades, fsicos y psquicos, pero cuando ya han perdido su sabor fresco, suespontaneidad, su realidad como energa viva, pura e indiferenciada. Vive las formas ya materializadas y lassensaciones, ms que el impulso directo y la energa espiritual del alma que les da vida.

    Resumiendo, diremos que la falta de un perfecto descanso y relajacin, consecuencia por un lado deldefectuoso desarrollo y funcionamiento interior del hombre, y por otro, del ritmo acelerado de toda la vidamoderna, produce importantes y definidos efectos perjudiciales en el funcionamiento total de la persona.

    CONSECUENCIAS DE LA FALTA DE DESCANSO

    He aqu algunas de ellas:

    1. Impide o dificulta el sueo eficazmente reparador.2. Altera la salud, favoreciendo en especial: los trastornos nerviosos, las enfermedades orgnicas de tipofuncional (la clsica lcera de estmago, la constipacin intestinal crnica, trastornos cardacos yrespiratorios, etctera), y predispone a los accidentes y traumatismos.

    3. Aumenta la urgencia del descanso y disminuye el rendimiento en general.4. Aumenta las tensiones emocionales, dando por resultado un aumento de los estados psquicos

    negativos: irritabilidad, inseguridad, miedo, inestabilidad, resentimiento, agresividad, etc., dificultando, porconsiguiente, el poder establecer armnico contacto social y correctas relaciones humanas.

    5. Aumenta la inquietud de la mente y disminuye su capacidad de rendimiento, produciendo comoconsecuencia: agitacin, incapacidad de concentrarse, de profundizar; favorece eventualmente la eclosin deideas obsesivas, fobias y filias, etc.

    6. Disminuye la eficacia de la voluntad, por lo que a pesar del mucho esfuerzo no consigue superar laspropias dificultades.

    7. Dificulta la productividad psquica de orden superior: reflexin serena y profunda, creacin artstica eintelectual, investigacin, etc.8. Dificulta el desarrollo de una fecunda vida espiritual.

    Frente a este cuadro un poco fuerte, pero cierto, de los perjuicios causados por la prolongada falta desuficiente y adecuado descanso, est el hecho de que es perfectamente posible aprender a redescubrir elpropio ciclo natural de actividad-reposo y a sujetarse a su ritmo. Esto, lejos de disminuir el rendimientoexterno, como algunos quiz podran suponer, permite realmente aumentar la calidad y la eficiencia de todaclase de actividades, puesto que no se trata de trabajar y descansar siguiendo el capricho ms o menosequivocado de los impulsos superficiales, sino de adquirir el dominio de los mecanismos internos para

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    manejarlos diestramente a voluntad, a la vez que se consigue percibir con claridad la voz profunda delinstinto, expresin clara de las necesidades de nuestra naturaleza. Se consigue entonces actuar siguiendo elritmo profundo de la naturaleza, lo que equivale a decir que toda la fuerza de la ley natural se convierte ennuestro auxiliar ms precioso cuando aprendemos a reconocerla y a respetarla debidamente.

    FORMAS CORRECTAS DE DESCANSO

    Hay tres formas correctas de descanso:

    1. Sustitucin de una actividad por otra.2. Sueo profundo.3. Relajacin general consciente.

    1. Sustitucin de una actividad por otra. - Es el descanso parcial. Se basa en el hecho del ritmo alterno dela actividad de los diversos niveles que hemos mencionado antes. Esta forma de descanso es la que se hace ose intenta hacer, habitualmente, cuando en el transcurso del da al estar cansados de hacer algo pasamos ahacer otra cosa: despus de leer o de estudiar durante mucho rato nos ponemos a pasear, despus de muchoandar nos sentamos para descansar y reflexionar, etc.

    Aunque esta clase de descanso puede adoptar muchas variantes, stas pueden agruparse en tres tipos,

    segn el nivel que predomine:a) Sustitucin de la actividad mental por otra de tipo emocional o fsico. Descanso de la mente.b) Sustitucin de la actividad emocional-afectiva por otra de tipo fsico o mental. Descanso de la

    sensibilidad.c) Sustitucin de la actividad fsica por otra de tipo afectivo o mental. Descanso del cuerpo.

    La primera forma la utilizamos cuando despus de intenso trabajo intelectual buscamos distraccinplacentera en charlas o bromas con amigos, o en estados afectivos ms elevados: msica, pintura, poesa,oracin, etc. O tambin en ejercicios fsicos: paseos, deportes, gimnasia, etc.

    La segunda, cuando despus de un prolongado estado afectivo o emocional: alegra o tristeza, amor otemor, experimentamos la necesidad de hacer algo, sea pensando, sea movindonos fsicamente.

    Y la tercera, cuando, despus de una intensa actividad fsica, tendemos a descansar el cuerpo y a ocupar lamente en reflexiones, estudio o proyectos. O tambin en una actividad emotiva ms o menos elevada.

    Pero para que este descanso sea correcto, esto es, de la mxima utilidad, es preciso que la mente est losuficientemente educada para que sea ella la que dirija el proceso, a voluntad, sin dejar que se mezclen con lanueva actividad recuerdos o imgenes de lo que se acaba de dejar debido al estado de agitacin o de cansanciomental. As, por ejemplo, si acabo de tener una entrevista difcil y agitada, no he de permitir que la mentesiga, a pesar mo, dando vueltas alrededor de las incidencias pasadas imaginando lo que hubiera podido deciro hacer en tal o cual momento, sino que dando por terminado de momento el asunto, hacer que la mente seentreguepor completo a la labor que deba hacer a continuacin, sin perjuicio de que despus, cuando yo lodecida claramente, repase serena y objetivamente las circunstancias o consecuencias de dicha entrevista.

    No hay que permitir que en ningn momento se interfieran, sin yo quererlo, dos tipos de actividades.Hacer en cada momento lo que tenga que hacer, del todo, sin dejar que se mezclen en ello otros asuntos ni

    aun mentalmente: si decido leer el diario, leerlo y nada ms; si decido descansar un momento, durante estemomento no permitirme hacer absolutamente nada, ni con el cuerpo ni con la mente, sino tan slo esto:descansar a plena conciencia. Y as, con todas las cosas.

    2.' Sueo profundo. - El sueo profundo, cuando realmente lo es, produce excelentes resultados derecuperacin general, como es ya bien sabido por todos.

    Las condiciones necesarias para que el sueo sea tranquilo, profundo y reparador, pueden resumirse en lastres siguientes:

    1. Buen estado de salud.2: No tenerpendientes de solucin interiorfuertes conflictos emocionales, afectivos o mentales.3. Haber hecho suficiente ejercicio fsico durante el da.

    En el caso de no reunir la segunda condicin, que es la causa ms frecuente de insomnio o de sueo

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    agitado, la prctica previa de las primeras etapas de la relajacin, tal como se aprender ms adelante,constituye la medicina ms eficaz e inofensiva que existe para poderse sumir en pocos minutos en un sueorealmente profundo, tranquillo y reparador.

    3.' Relajacin general consciente. - Por ser ste el tema especial del presente libro y para tratarlo con ladebida extensin, le dedicaremos ntegramente el siguiente captulo.

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    CAPITULO II

    RELAJACIN GENERAL CONSCIENTE

    PRINCIPIOS BSICOS

    La relajacin es la contraparte de la accin. Toda accin es una descarga de energa; la relajacin es elmedio natural para la reposicin de la energa. A ms accin le corresponde necesariamente ms relajacin.Cuanto mejor se haga la relajacin consciente ms energa se acumular dentro del psiquismo en menostiempo. Cuanta ms energa psquica posea una persona, mayor capacidad de accin tendr.

    Toda contraccin muscular, sea consciente o inconsciente, es un gasto de energa. Por consiguiente, todacontraccin muscular que no responda a una finalidad til significa una prdida intil de energa.

    Toda la vida nos estamos entrenando para la accin correcta. Bueno ser, pues, que tambin nosentrenemos para una relajacin correcta. Slo cuando la capacidad actualizada de tensin y relajacin seancompletas e iguales, alcanzar el hombre el equilibrio, la plenitud, la serenidad y la paz.

    Es un hecho adquirido por la moderna Psicofisiologa que toda tensin emocional se traduce en unacontraccin muscular. Y que toda represin psquica mantenida dentro de la mente, se expresa en elorganismo en forma de una contractura muscular permanente. Esta contractura muscular, que por ser habitual

    pasa casi siempre inadvertida, produce inevitablemente una alteracin ms o menos grave de las funcionesfisiolgicas: respiracin, digestin, eliminacin, equilibrio endocrino, metabolismo, circulacin, etc. Losconflictos psquicos se expresan as a travs del cuerpo, lo mismo que se expresan a travs de la mente,perturbando su funcionamiento normal.

    Mediante la relajacin muscular consciente se consigue deshacer todas estas contracturas, aun lasinconscientes, de modo lento pero seguro. Y al mismo tiempo que se van soltando estas contracturas vandesapareciendo a su vez las correspondientes tensiones emocionales, y los incesantes problemas que alterabanla mente pierden ahora, en su mayor parte, toda su urgencia e importancia.

    El cuerpo recobra el normal funcionamiento; la salud en general mejora notablemente gracias a una mayorproduccin de energa y a su mejor circulacin por todo el organismo.

    La vida afectiva deja de estar pendiente de los mil estmulos y cambios superficiales, y adquiere unaprofunda estabilidad como nunca haba conocido.

    La mente no slo consigue liberarse de su febril hiperactividad pasando a un estado de calma y serenidad,

    sino que adquiere un extraordinario vigor, claridad y penetracin en todos sus procesos.La relajacin general consciente se convierte en uno de los medios ms eficaces para el cultivo de la vidainterior, considerada sta como la contraparte viva y fecundante de la vida exterior.

    REQUISITOS ESENCIALES

    La relajacin, para llegar a ser correcta y total, ha de reunir necesariamente estas condiciones bsicas:1. Progresiva distensin de todos los msculos, superficiales y profundos.2. Total tranquilizacin emocional.3. Cese de todo movimiento mental, o sea de todo pensamiento, imagen o idea.4. En ningn momento se ha de perder la conciencia. Actitud positiva de la atencin-voluntad que

    constantemente dirige el proceso de relajacin progresiva a lo largo de toda su duracin, y que cuando se

    alcanzan las fases adelantadas se convierte en conciencia-testigo o atencin central.

    Es posible que algunas personas al leer estos requisitos se asusten y se descorazonen, creyndolosimposibles de conseguir, quizs por haber intentado ya en alguna ocasin obtener de algn modo estedescanso perfecto sin haber conseguido otra cosa que ponerse ms nerviosos o quedarse dormidos. Es muynatural que cualquier persona que inicie la relajacin sin otra preparacin que su buena voluntad, fracase unay otra vez en su intento de apaciguar la mente.

    Esto que parece tan difcil, si no imposible, se convierte, no obstante, en algo relativamente fcil si sesaben utilizar adecuadamente los siguientes principios:

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    1. Aflojar todas las contracturas musculares conscientes.2. Convertir en conscientes las contracturas inconscientes, para as poderlas soltar voluntariamente. Esto

    se consigue mediante una prolongada prctica del punto anterior, o, muchsimo ms rpido, mediante laejecucin correcta de algunas posturas bsicas del hatha-yoga: sarvangasana, sirshasana,paschimottanasana, etctera.

    3. Aprovechar el efecto sedante de la respiracin abdominal, en particular del tiempo de espiracin.4. Creacin previa de una clara imagen mental del estado a conseguir.5. Prctica suficiente para que se empiece a actualizar la conciencia-testigo o atencin central.

    EFECTOS DE LA RELAJACIN

    Como ya hemos dicho antes, toda contraccin de un msculo implica siempre la presencia, consciente ono, de energa y mente sobre este msculo. Toda contractura o contraccin permanente constituye, pues, ungasto constante y estril de ambas, energa y mente. Al soltar la contraccin se libera la energa que lamantena, y asimismo la mente se libera de su concentracin ms o menos inconsciente, sobre dichacontraccin.

    Por lo tanto, a medida que progresa el estado de relajacin consciente, se produce un sucesivodesprendimiento (liberacin) de la mente (conciencia) de los niveles superficiales, as como un automticodespertar o toma de conciencia de los profundos (interiorizacin).

    Desde el punto de vista de la energa,podemos ver que la relajacin produce los siguientes efectos:

    1. Cese de gasto. En efecto, el consumo de energa para el sostenimiento fsico y psquico se reduce almnimo durante todo el ejercicio de distensin.

    2. Liberacin de energa del inconsciente. La liberacin de la energa implicada en la contracturainconsciente, disminuye la carga energtica de la resistencia (tensin del inconsciente) y se incorpora al yoconsciente, todo lo cual se registra como una verdadera liberacin y fortalecimiento general de lapersonalidad, que se mantienen ya para siempre.

    3. Creacin de nueva energa. Mediante la liberacin de la reprimida y mediante la constante respiracinrtmica.

    4. Acumulacin. Es el resultado de los tres puntos anteriores.

    El cese del gasto favorece todo el proceso de recuperacin y revitalizacin orgnica. La liberacin de la

    energa del inconsciente disminuye la resistencia orgnica y psquica al buen funcionamiento. La creacin denueva energa incrementa la vitalidad general de la persona. Y en fin, la acumulacin resultante permiteaplicarla, sin gran esfuerzo y con gran eficacia, a una mayor actividad, profundidad o elevacin.

    Si se ha ido entendiendo bien todo lo que antecede, no extraar al lector los, al parecer, asombrososresultados que se atribuyen a una relajacin consciente bien hecha. He aqu algunos de ellos:

    1. Perfecto descanso del cuerpo.2. Recuperacin extraordinariamente rpida de toda clase de fatiga.3. Mejora el funcionamiento del cuerpo en general y curacin de los trastornos originados por

    hiperactividad orgnica o por tensin.4. Aumenta la energa fsica, psquica y mental.5. Tranquiliza, aclara y profundiza la vida afectiva.6. Descanso de la mente, a voluntad.

    7. Aumenta la energa, claridad y penetracin de los procesos mentales.8. Desarrolla nuevas facultades de percepcin de tipo superior: intuicin, sentimientos estticos, etc.9. Se descubren nuevos estados subjetivos de interiorizacin.10. Facilita, debido a quitar los obstculos, la eclosin de una conciencia espiritual: elevacin.

    FASES O GRADOS DE RELAJACIN

    Aun cuando la forma detallada de aprender a relajarse se explicar en la Parte Prctica de este librito,bueno ser que nos hagamos desde ahora una idea de los varios grados o fases de la relajacin y de los medios

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    que se emplean para conseguirlos. Todas estas explicaciones que , a algunos les parecer quiz teora intil,son, sin embargo, de mucha utilidad prctica, puesto que a medida que se va comprendiendo mejor larelajacin en todas sus fases y aspectos, se va formando un cuadro o imagen mental que, a la hora de laprctica efectiva del ejercicio, predispone para su ejecucin automtica y a la vez ahorra al sujeto que lapractica muchos tanteos intiles, errores e incluso algn que otro sobresalto.

    Las fases o grados de la relajacin pueden ser considerados objetiva y subjetivamente, es decir,describiendo qu es lo que ocurre en el sujeto que se relaja, y qu es lo que experimenta el propio sujetomientras se va relajando.

    Siguiendo la tcnica que describiremos ms adelante, la relajacin consciente consta, objetivamente, de lassiguientes fases o grados:

    1. Muscular superficial.2. Emocional superficial.3. Mental superficial.4. Muscular profunda.5. Emocional profunda.6. Mental profunda.

    Subjetivamente, durante la relajacin consciente se pasa por las siguientes fases:

    1. Conciencia fsica perifrica.2. Conciencia de hormigueo o de vibracin.3. Sensacin de placidez, de bienestar general.4. Descanso mental. Silencio.5. Conciencia de obscuridad, de vaco.6. Conciencia de luminosidad, de plenitud.

    La primera fase es ya conocida de todos. Es lo que se experimenta cuando al estar muy cansado de muchoejercicio fsico, puede uno, por fin, tenderse en la cama. Junto con la sensacin general de descanso se percibede modo global todo el cuerpo. Es meramente la conciencia fsica.

    La segunda fase se percibe cuando durante el descanso fsico se mantiene la conciencia despierta ytranquila. Entonces se percibe una sensacin general de hormigueo o de ligera vibracin y de calor dentro detodo el cuerpo, que empieza casi siempre en las extremidades, pero que con la prctica se va extendiendo por

    todo el cuerpo. Es lo que en la terminologa del yoga hind se conoce por concienciaprnica.La tercera, viene automticamente, si se persiste en el abandono progresivo, pero siempre consciente, detodo el cuerpo. Una sensacin de extraordinario bienestar invade la conciencia, primero de modo apenasperceptible, pero que se va afianzando poco a poco, hasta que, despus de un tiempo ms o menos largo deprctica, se puede lograr casi instantneamente. Corresponde a la autoconciencia sensitivoemotiva.

    En la cuarta fase se consigue que la mente deje de dar vueltas y, sin necesidad de esfuerzo alguno, setranquilice y se calle. Esto se obtiene dirigiendo suavemente la atencin hacia el propio proceso de pensar, sinquerer cambiarlo ni suprimirlo, sino tan slo mirndolo, con tranquilidad e imparcialidad. Nada ms. Se haceel silencio por s solo. Silencio que tiene algo muy especial, que est hecho de algo, silencio que estangible, extenso e inteligente. Esta fase corresponde a la autoconciencia mental.

    La quinta fase se inicia cuando el estudiante se da cuenta de que puede aflojarse y abandonarse todavams. Es frecuente que en este momento las primeras veces se detenga la experiencia, porque el principianteexperimenta casi siempre un sobresalto. Siente que se hunde hacia algo oscuro y desconocido que le hace

    reaccionar instintivamente. Esta experiencia es slo el resultado de aflojar el gesto o contractura bsicamental, que estamos manteniendo siempre, inconscientemente, mientras nos encontramos en concienciaviglica, y no hay en ella el menor peligro, aunque es natural que, al principio, el sujeto se asuste. Hemos deadvertir una vez ms, no obstante, que es del todo necesario que la mente (la atencin) se mantenga en todomomento bien despierta, serena, en estado positivo, dominando la situacin y siendo capaz de hacerla cesarcuando quiera.

    Despus, cuando al fin logra trascender la etapa anterior, el experimentador perseverante pasa a un estadocompletamente nuevo que escapa a todo intento de descripcin. La conciencia de plenitud y la luminosidadque experimenta es de un orden totalmente diferente de lo que ha experimentado en la tercera fase.Renunciamos a describirlo, pero nos permitimos encarecer al verdadero aspirante de vida interior que no se

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    desanime por las dificultades que pueda encontrar a lo largo de todo este proceso de autodescubrimiento,hasta llegar a esta fase final.

    Las dos ltimas fases que acabamos de describir someramente, no son indispensables para conseguir losbeneficios fsicos y psquicos que la mayor parte de las personas buscan en la relajacin. Las tres primerasfases bastan para obtener los resultados enunciados en los nmeros 1 al 5, de las pginas 16-17. La cuarta fasede la relajacin conduce a los resultados de los nmeros 6 y 7. Y las fases 5 y 6 abren las puertas de loindicado en los nmeros restantes y aun de otros estados y experiencias que por lo alejados que quedan delestado de conciencia normal del hombre agitado de nuestra cultura occidental, no es necesario ni til,quizs, exponer aqu..

    ACTITUD POSITIVA DE LA MENTE

    La actitud mental que permite esta relajacin progresiva es la de ir soltando con la mente-voluntad todoesfuerzo, de cualquier clase que sea, y mantener la atencin (no el pensamiento) siempre clara, despierta,alerta.

    Se observar que el mejor modo de ir soltando toda contraccin es sincronizar los actos de la mentevoluntad con el movimiento de cada espiracin.

    La atencin sigue un proceso de transformacin muy caracterstico. Al principio, es como la usual que seemplea al mirar cualquier situacin exterior con inters. Poco a poco se va acostumbrando a dirigirse y

    centrarse en las sensaciones internas del cuerpo al tener que registrar el estado de contraccin o de distensinde cada miembro o regin: es ahora una atencin interior pero particular, pues tiene que ir enfocando cadamiembro o regin para registrar su estado. Con la prctica, est atencin se hace ms general, siendo capazentonces de registrar de un modo instantneo el estado global del tono muscular del cuerpo a la vez que elestado mental que le acompaa. Al estar conectada activamente con todas las vas de sensibilidad interior a lavez, la atencin se centraliza, se fija, se hace estable, inmvil aunque despierta; no mira, ve, contempla.

    Esta interiorizacin de la mente, como es natural, presenta su dificultad para el principiante. La mente, enefecto, al no tener imgenes en las que agarrarse y al fallar todo estmulo de la atencin superficial, se resistevivamente a dejar. su sede habitual de actividad y si, al fin, la suelta de golpe, cae en la inconsciencia, sesumerge en el sueo. Por esto, tanto para ir como para volver del estado de relajacin profunda esindispensable usar en todo momento del mximo discernimiento y suavidad, evitando en absoluto todoesfuerzo y violencia.

    En la parte prctica daremos, desde luego, la descripcin detallada de cmo debe efectuarse cada una de

    las fases de la relajacin con la actitud y estado mental que les acompaan.

    LOS IMPEDIMENTOS

    Los factores que dificultan o impiden la prctica correcta de la relajacin son de tres tipos: de origenfsico, de origen emocional y de origen mental.

    1. De origen fsico. - Cualquier malestar o enfermedad dificulta la relajacin superficial e impide, si no sedominan por completo las cuatro primeras fases de la relajacin, los estadios profundos. A medida que lasalud mejora, aumenta la facilidad para la relajacin, y viceversa, a medida que se progresa en la relajacinmejora paralelamente el estado de salud en general.

    Dentro de un orden menor de dificultades, hay que mencionar las incomodidades. La relajacin completaexige que el cuerpo pueda olvidarse por completo, y, para ello, sobre todo al principio, es preciso que las

    sensaciones fsicas procedentes de la propia postura, ruidos, temperatura, etc., sean las ms favorables.Estos son obstculos fsicos que podramos decir dificultan directamente el aprendizaje de la relajacin.Despus, al tratar de las dificultades de la mente, veremos que tambin indirectamente perturban la marcha delos ejercicios.

    2. De origen emocional. - Como ya hemos dicho anteriormente, toda tensin emocional, tanto conscientecomo inconsciente, dificulta o impide la relajacin. Pero tambin, a medida que la relajacin progresa,desaparecen de modo natural y automtico todas las tensiones y problemas emocionales, aunque para algunasde ellas se requiere, desde luego, bastante tiempo de perseverante ejercitacin.

    El estado emocional que ms entorpece el progreso en la relajacin, como tambin en cualquier otraactividad es, sin duda alguna, el miedo. No el miedo a los ejercicios, sino el miedo en general, resultado de la

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    cristalizacin de la inseguridad que ha sentido y siente el individuo dentro de s mismo ante la vida. Estemiedo, que tiene mltiples ramificaciones y usa mltiples disfraces, se interpone de continuo en todo cuanto lapersona emprende y, en especial, en aquellas actividades o actitudes que tienden a afrontarlo o a quererloeliminar.

    Y es aqu donde ms aparatoso es el xito de la relajacin, la que, inteligentemente combinada con larespiracin integral y con algunas posturas o asanas yguicos, consigue en tiempo relativamente muy breveun cambio radical, muy difcil de conseguir con cualquier otro sistema o tratamiento.

    3. De origen mental. - Es un hecho de todos conocido la enorme dificultad que representa el tranquilizar ydescansar la mente. Y si la mente no consigue estar relajada, silenciosa, no puede haber total relajacin fsicay emocional. Pero la mayor parte de la actividad de la mente que no puede ser dominada no procededirectamente de la misma mente, sino de otras fuentes.

    En trminos generales, podemos establecer que la mente recibe estmulos para su actividad automtica delos siguientes niveles

    a) Cuerpo fsico. - Las percepciones a travs de los cinco sentidos ponen en movimiento incesante todoslos contenidas subjetivos del yo con la consiguiente movilizacin de la mente. En segundo lugar, lassensaciones procedentes del estado somtico, en especial en los casos de existir malestares, incomodidades otrastornos orgnicos, dificultan igualmente la tranquilizacin mental. Un ejemplo particular de esto lotenemos en los casos en que por existir un trastorno de las vas respiratorias o del corazn la respiracin saleforzada, rpida o irregular; entonces, la mente es empujada tambin, automticamente, a una actividad

    forzada, rpida o irregular, lo que imposibilita su descanso. Hay siempre, en efecto, un estrecho paralelismoentre el ritmo respiratorio y el ritmo de la actividad mental.

    b) Estados emocionales. - Son, en general, el mayor estmulo de la actividad automtica de la mente. Casiel 90 % de los pensamientos y el 100 % de las imaginaciones tienen por verdadero motor los estadosemocionales que la persona, de modo ms o menos inconsciente, mantiene de continuo: deseo, miedo,ambicin, etc. Cuando los estados emocionales se tranquilizan de verdad, entonces es ya muy fcil regular avoluntad la actividad mental. Pero persistiendo las emociones, durante los ejercicios, todo lo ms que sepuede conseguir es paralizar, inmovilizar por unos instantes la mente, pero no hacerla descansar de un modonatural y tranquilo, que es lo que verdaderamente interesa.

    c) De la misma mente. - En primer lugar est la inercia mental, por la cual la mente tiende a unmovimiento continuo, automtico. Esto, no obstante, no constituye una gran dificultad, puesto que mediantela relajacin acompaada de una respiracin ms lenta y profunda, la mente se tranquiliza por s misma,siguiendo como encantada, fascinada, el ritmo respiratorio. Pero para que esta tranquilizacin sea efectiva hay

    que haber solucionado previamente los estmulos procedentes de los niveles fsico y emocional de los quehemos hablado antes. El orden, en efecto, que hay que seguir en la tranquilizacin general es siempre:primero, lo fsico; segundo, lo emocional, y por ltimo, la mente.

    Otra dificultad que puede surgir del propio nivel mental, es la de los problemas especficamente mentalesque la persona necesita resolver, problemas objetivos que exigen solucin concreta y definida. Mientras estasolucin no se ha encontrado existir en la mente una tensin que habr de dificultar las fases adelantadas dela relajacin. Estos problemas deben solucionarse aparte de toda tcnica psicofisiolgica. Pero, como hemossealado antes, los problemas de naturaleza exclusivamente mental, son en realidad muy pocos en la mayorparte de personas; aunque los problemas se planteen siempre enforma intelectual, y esto haga pensar al sujetoque son de naturaleza mental, lo que casi siempre da la fuerza e importancia al problema, son, en realidad,pulsiones procedentes del nivel instintivo o afectivo, de modo que al solucionar estos niveles, el problemadesaparece o pierde toda su fuerza.

    Estos diversos factores que hemos mencionado como fuentes de estmulos para la actividad mental, como

    puede fcilmente comprenderse, no son independientes unos de los otros, sino que constituyen una triplemanifestacin del mismo y nico fenmeno del existir humano en el plano superficial de su personalidad.

    CONTRAINDICACIONES DE LA RELAJACIN

    Aunque la relajacin general consciente es una prctica que conviene en general a todo el mundo, dado elestado de tensin con que habitualmente se vive, hay algunos casos en los que la relajacin est ms biencontraindicada, a no ser que se haga bajo experta direccin mdica. He aqu los principales:

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    1. Las personas cuya tendencia habitual es la de huir de las situaciones concretas de la vida.2. Aquellas que presentan sntomas crnicos de atona o pereza fisiolgica, fsica y mental.3. Las personas cuyo psiquismo muestra clara tendencia a la disgregacin, a la dispersin.4. Los afectos de trastornos psquicos graves.

    En algunos de estos casos la relajacin puede tambin ser muy til pero a condicin de ir acompaada deejercicios de otra clase o de un tratamiento mdico especfico. Por esta razn las personas que estn incluidasen algunos de los grupos indicados harn bien en no iniciar por su cuenta los ejercicios de relajacin yponerse en manos de un buen especialista.

    VENTAJAS DE LA RELAJACIN SOBRE OTRAS FORMAS DE DESCANSO

    La relajacin total consciente tiene algunas notables ventajas sobre las otras formas de descanso, incluidala del sueo profundo:

    La primera es que la recuperacin fsica es mucha ms rpida en un estado de relajacin bien logrado queen el sueo.

    La segunda, que mediante la relajacin consciente existe verdadera resolucin de los conflictosemocionales inconscientes, esto es, es una verdadera psicoterapia de profundidad, cosa que el sueo normalno puede hacer sino a base de gran duracin y en el supuesto de que no se aadieran nuevos factores al

    problema.La tercera, y quiz la ms notable, es que al conservar en todo momento un estado de conciencia positivo,

    con la mente perfectamente despierta, da por resultado:

    a)No slo una recuperacin, sino un aumento efectivo de la energa mental.b) Un progresivo self-insight o autocomprensin.c) Una toma de conciencia de niveles ms profundos y superiores de la personalidad.

    FACTORES QUE FACILITAN LA RELAJACIN

    Los factores que ms facilitan el llegar con rapidez a una buena relajacin consciente, son los siguientes:

    1. El esfuerzo consciente. - Cuanto ms consciente es una contraccin, ms fcil es relajarlavoluntariamente. Convertir la contractura de inconsciente en consciente para poderla aflojar despus avoluntad, es uno de los efectos que producen los asanas yguicos. Por esto la prctica del hatha-yoga es unade las mejores preparaciones para hacer la relajacin con rpido xito.

    2. La respiracin consciente. - Es el medio ms fcil para profundizar el grado de relajacin. Unarespiracin abdominal lenta y profunda, seguida con calma por la mente, conduce por s sola a las fasesadelantadas de relajacin. El momento ptimo para soltar es el de cada espiracin, que ha de ser muy lentay completa.

    3. La mente controlada y la atencin central. - Primero, aprender a focalizar la mente en el estado internosomtico y psquico, para registrar el estado de contraccin o relajacin y ver lo que debe corregirse omejorarse, es decir, para dirigir sobre la marcha todo el ejercicio de relajacin. Segundo, aprender el acto de ir

    aumentando la profundizacin del estado, acto que consiste en un ver y querer simultneo, sin dialcticaalguna, sin discurso, slo con un acto de la mente-voluntad que, desde el interior, ordena con suavidad perocon seguridad, soltar y profundizar constantemente ms y ms. Y tercero, llegar a poderse mantener despiertoy tranquilo, sin pensar, como espectador atento que contempla, interesado, el proceso que est teniendo lugardentro de l, como se dir con ms detalle en la Parte Prctica.

    Todas stas son actitudes nuevas para la mente, que tienen que aprenderse desde el principio, a base dehabilidad y perseverancia, y no a base de nerviosismo ni impaciencia. Por estas razones, cuanto ms dominioreal se tenga sobre la mente, ms fcil resultar el nuevo aprendizaje.

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    LA RELAJACIN EN LA VIDA DIARIA

    Un poco de auto-observacin en el transcurso del da permitir ver en seguida la enorme cantidad deenerga que se consume a diario con las tensiones musculares, perfectamente intiles, que se estn haciendo acada momento. Estas contracciones musculares parsitas, son siempre producto de un malestar fsico, detensiones emocionales o de preocupaciones mentales. Esta actitud viciada, adems de la fatiga intil debido alconstante esfuerzo nervioso y muscular que requiere, dificulta la elasticidad y agilidad de las funcionesfisiolgicas y de los movimientos fsicos, y entorpece asimismo la fluidez psquica del pensar, del sentir y delreaccionar.

    La prctica sistemtica de la relajacin como ejercicio especial, dar el dominio suficiente para evitar porcompleto, tambin durante el da, todas estas tensiones, permitiendo corregirlas instantneamente en el casode que se produzcan debido a una momentnea situacin de alarma o de esfuerzo.

    Con esto damos por terminadas las nociones tericas de la Relajacin, y pasamos a continuacin adescribir el aspecto prctico del aprendizaje.

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    SEGUNDA PARTE

    PRCTICA DE LA RELAJACIN

    CAPTULO PRIMERO

    PRELIMINARES

    Vamos a exponer a continuacin toda una serie de detalles de carcter prctico que son las condicionesprevias ideales para la mejor ejecucin de las prcticas de aprendizaje de la relajacin. Pero stas son slo,como decimos, las condiciones ideales. Las circunstancias particulares de algunas personas pueden impedirque se renan estas condiciones, pero no por ello se han de considerar imposibilitadas para el aprendizaje de larelajacin. Todas las condiciones que se indican lo son slo a ttulo de orientacin y cada cual ha deadaptarlas, en lo posible, a su caso personal.

    LUGAR. - El lugar elegido para practicar la relajacin ha de ser tranquilo, bien ventilado y a salvo deinterrupciones inoportunas. Aunque la relajacin profunda se hace mucho mejor sobre una base dura, como elsuelo, nuestros hbitos comodones occidentales nos permiten hacerla sobre la cama o un divn, a condicinde que no sean excesivamente blandos.

    La temperatura de la habitacin ha de ser tal, que en caso de quedar dormido no exista posibilidad deenfriarse. En invierno, por lo tanto, ser conveniente cubrirse con una o dos mantas; cuando la temperatura estemplada, con una sbana, etc.

    En realidad, no se trata de prevenir la posibilidad de quedarse dormido, aunque esto tambin puede ocurriral principio. Es que durante la relajacin profunda, el cuerpo queda en una condicin similar a la del estado desueo: disminuye la temperatura interna, la frecuencia cardaca, la respiracin se hace ms lenta y profunda,etc.

    Evite toda corriente de aire durante las prcticas, incluso en verano.En cuanto a la tranquilidaddel lugar, si no puede conseguirse un silencio completo, cosa bien difcil en

    nuestras ciudades, puede tambin hacerla donde los ruidos le sean ya muy familiares, con tal de que est bienseguro de que durante el tiempo del ejercicio nada ni nadie vendr a interrumpir las prcticas.La luz que mejor conviene es una suave penumbra.

    ROPA. - Si las prcticas se efectan durante el da, como que se ir vestido, no hace falta quitarse ropa,especialmente cuando el tiempo es fresco. Lo que s es imprescindible es que la ropa no cause la menormolestia al cuerpo, por lo que se tendr mucho cuidado en aflojar aquellas prendas que produzcan algunapresin: cinturn, corbata, cuello de la camisa, zapatos, etc. Tngase en cuenta que estas prendas pueden nomolestar estando de pie, pero al cambiar de posicin, es decir, al extenderse horizontalmente y aflojar lamusculatura consciente, pueden dificultar entonces la libre respiracin y la circulacin de la sangre.

    HORA. - Al escoger una hora determinada del da para las prcticas, ha de tomar en consideracin algunosfactores que dependen de usted; momento del da en que ms fcilmente pueda disponer de una media horalibre de obligaciones, momento en que pueda estar seguro de que nadie vendr a importunarle, cuando hayms tranquilidad en el lugar elegido para el ejercicio, etc.

    En general y aparte de las circunstancias particulares de cada uno, ha de tener en cuenta que:Si practica la relajacin al despertarse por la maana, puede encontrarse con que la mente no est lo

    suficientemente despejada y a los pocos momentos vuelva a quedarse dormido.Lo mismo puede ocurrir, an ms fcilmente, si hace las prcticas de relajacin por la noche antes de

    dormirse: el cansancio del da puede impedir que se mantenga la mente tan clara y despejada como es dedesear.

    Si lo hace despus de comer, puede ciertamente facilitarle la digestin, pero el torpor mental queacostumbra a acompaar al proceso digestivo, no es el mejor estado para que la mente pueda aprender a

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    dirigir la distensin o aflojamiento sistemtico de los msculos.A nuestro entender, los mejores momentos del da para el aprendizaje de la relajacin consciente son a

    media maana, a media tarde, poco antes de la comida y poco antes de la cena.Cuando se hace el ejercicio antes de la comida o de la cena es conveniente que antes de ponerse a comer

    se haga unos momentos de ejercicio suave, como andar, arreglar las cosas, etc., para que el cuerpo est mejorentonado para ingerir la comida.

    Una vez elegida la hora que mejor rena las condiciones deseadas, mantngala todos los das. No lacambie, a no ser por un motivo plenamente justificado. Su cuerpo y su mente se acostumbrarn a este ritmo yobedecern con ms facilidad.

    DURACIN DEL EJERCICIO. - Los primeros quince das, lo mejor es dedicar al entrenamiento dossesiones de quince o veinte minutos, una a media maana o antes de comer, y otra a media tarde o antes decenar. Despus, a medida que se vayan dominando las fases preliminares, puede alargarse el tiempo de cadasesin hasta media hora, lo que se har con gusto debido al bienestar que se acostumbra a experimentar.

    Cuando se llegue a dominar por completo la tcnica, entonces ya estar uno mismo en condiciones deapreciar intuitivamente la duracin y frecuencia convenientes.

    POSICIN. - Para el aprendizaje de la relajacin general, la posicin consiste en estar en decbito supino,o sea, extendido de espaldas, boca arriba, los pies algo separados entre s, en posicin perfectamente natural,los brazos a los lados del tronco con las palmas de las manos hacia arriba y los dedos un poco doblados con

    naturalidad. En el yoga hind, se denomina a esta postura con el nombre de shavasana opostura del cadver,debido a que realmente todo el cuerpo ha de reposar extendido en el suelo como si estuviera muerto.

    Algunas personas aconsejan poner almohadas debajo de las rodillas, de los riones, de la nuca, de losantebrazos, etc. Nosotros hemos podido comprobar en la gran mayora de las personas a quienes hemosenseado estos ejercicios, que se puede conseguir una perfecta relajacin sin necesidad de almohada alguna,ni siquiera debajo de la cabeza. Por esta razn aconsejamos al principiante que se acostumbre ya desde losprimeros das al entrenamiento sencillamente extendido sobre la cama o divn, de modo que el cuerpo quedelo ms horizontal posible, y prescindiendo, salvo necesidad muy personal, de todo aparato o artificiosuplementario.

    La boca se mantiene naturalmente cerrada, aunque la mandbula inferior, al relajar los msculos de la cara,queda siempre algo descendida.

    Los ojos se mantendrn semicerrados o cerrados del todo. En la fase elemental del entrenamiento,aconsejamos el tenerlos semicerrados para contrarrestar la tendencia del principiante a quedarse dormido.

    Hay unos pequeos detalles que conviene cuidar para llegar ms rpidamente al resultado final. Uno deellos es el que la columna vertebral est lo ms plana posible, es decir, que es conveniente que toquen al sueloel mayor nmero de vrtebras posible. Nos referimos, claro est, a la regin lumbar que conviene est en lnearecta con las restantes vrtebras, reduciendo al mnimo la natural curvatura o lordosis lumbar. Un poco deprctica har posible conseguirlo con comodidad en la mayora de las personas. La seal de que esto estconseguido es que la respiracin surge de un modo espontneo en la forma abdominal, con sensacin delibertad, comodidad y amplitud.

    Otro detalle que la prctica demuestra ser de importancia, es la exacta posicin de la cabeza. En efecto,una pequea variacin en la inclinacin de la cabeza hacia arriba o hacia abajo puede entorpecer o facilitar larelajacin. Hay una posicin exacta en la cual la cabeza queda ptimamente colocada para que la sangrecircule sin obstculo alguno y para que la respiracin pueda proseguir su curso sin la menor dificultad aunquese prolongue el ejercicio. Cada cual ha de buscar por s mismo esta posicin exacta, que a menudo requieretan slo una variacin de unos pocos milmetros respecto a la que se haba adoptado en el primer momento.

    En los comienzos de la relajacin, es experiencia muy frecuente que a los pocos minutos de permanecer enla posicin indicada, se sienta una imperiosa necesidad de moverse. Esta necesidad, que es psicolgica y nofsica, conviene resistirla y dominarla hasta que desaparezca. No obstante, si antes se ha hecho suficienteejercicio o esfuerzo, esta necesidad de moverse no se presentar. Entonces, el descanso es la continuacinnatural del ejercicio.

    Observaciones importantes: 1. Al empezar la relajacin haga siempre dos o tres respiraciones completasy profundas. Al terminar el ejercicio o si tiene que interrumpirlo por algo imprevisto, haga siempre dos o tresrespiraciones profundas antes de intentar moverse.

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    2. No interrumpa nunca bruscamente la relajacin, pues podra causarle algn perjuicio en el sistemanervioso. El alejamiento o acercamiento consciente del cuerpo se hace siempre mediante estos dos elementos:mente y respiracin, y su accin ha de ser en todo momento suave y gradual. Por lo tanto, si ha de interrumpirla relajacin sbitamente, en vez de intentar moverse o de hablar en seguida,piense primero que ahora dejareste estado y volver al estado normal; entonces respire profundamente un par de veces y abra los ojos; hagaotra respiracin completa y contracture los msculos, especialmente los de los brazos y piernas, como si sedesperezara por la maana al despertarse. A continuacin ya podr moverse sin el menor inconveniente.

    RESPIRACIN. - Al empezar la sesin haga siempre dos o tres respiraciones lentas y completas, como yahemos dicho. Despus, pase a hacer respiracin natural abdominal, sin forzarla. Mantenga esta respiracin alo largo de todo el ejercicio, que se ir haciendo por s misma ms lenta y profunda a medida que seprofundice el estado de relajacin, y viceversa, volver a ser ms ligera cuando el estado sea tambin mssuperficial. Al terminar, no se olvide nunca de hacer las dos o tres respiraciones lentas y profundasacompaadas de la idea de volver al estado normal y seguidas de la contractura como se ha iniciado al final dela 2 observacin; antes de ponerse en pie.

    ACTITUD MENTAL. - La actitud mental es el eje de todo el aprendizaje de la correcta relajacin. Lamente consciente ha de llegar a ser el elemento dinmico y rector de todo cuanto est por debajo de ellacuerpo fsico y sus sensaciones, sentimientos, imaginaciones y pensamientos.

    La actitud mental que se ha de tener indispensablemente durante todas las fases de la relajacin, consiste

    en mantener la atencin perfectamente despierta y tranquila de modo que pueda dirigir, desde el principiohasta el fin, todo el proceso psico-fisiolgico como se indicar en su lugar. Esta atencin al principio serintermitente por la habitual interferencia de pensamientos, imgenes y recuerdos, pero poco a poco, gracias ala prctica constante y al esfuerzo dirigido, la mente se ir estabilizando y el foco mental de la atencin podrdirigirse y mantenerse a voluntad durante todo el tiempo necesario sobre los puntos requeridos. Los estadosmentales se irn transformando a medida que se progrese, hasta llegar al punto en que la mente podrmantenerse completamente despierta aparte de toda operacin mental, esto es, se mantendr completamentetranquila y despierta sin pensamiento alguno: es el estado que denominamos conciencia-testigo o atencincentral. Es la fase final de la relajacin en su aspecto mental y cuando se llega a alcanzar, aunque slo sea porbreves instantes, produce una transformacin profunda de toda la personalidad.

    Ahora, pues, solucionados los preliminares externos e internos, extendido ya cmodamente sobre la cama,envuelto en una suave penumbra que invita al silencio y al recogimiento, entremos propiamente en el

    aprendizaje de la relajacin.

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    CAPTULO II

    APRENDIZAJE PROGRESIVO DE LA RELAJACINGENERAL CONSCIENTE PRIMERA Y SEGUNDA FASES

    PRIMERA Y SEGUNDA FASES

    Primera semana

    Una vez colocado en la postura y dems condiciones indicadas en el captulo anterior, proceda, con calma,del modo siguiente:

    1 Haga tres respiraciones lentas y profundas, por la nariz y con la boca cerrada.2 Piense que va ahora a relajar todo el cuerpo porque usted as lo desea.3 A continuacin afloje de golpe todos los msculos de los cuales sea consciente, con un gesto interior

    global de soltar, de aflojar, de dejar ir.4 Haga ahora diez respiraciones normales, pero algo ms lentas, repitiendo a cada espiracin, esto es, al

    sacar el aire por la nariz, este gesto de aflojamiento general, que es el mismo que seguramente habr hecho enmuchas ocasiones, cuando estando muy fatigado, ha podido al fin tenderse en la cama y, suspirando, se deja

    caerdel todo en ella. Mantenga clara en la mente esta idea de aflojar, soltar y relajar todo el cuerpo y repitauna y otra vez el gesto a cada nueva espiracin.

    5 Descanse unos momentos, uno o dos minutos, y aprovchelos para mirar mentalmente el estado en quese encuentra el cuerpo, es decir, para tomar clara conciencia de la sensacin que le viene del cuerpo mientrasest en este estado de reposo.

    6 Piense que ahora va a poner fin a este estado de relajacin y que va a volver al estado viglico normal.7 Haga tres respiraciones, siempre por la nariz, aumentando a cada una el volumen de la inspiracin.8 Despus de la tercera respiracin mueva los dedos de las manos y de los pies y contracture unos

    instantes los msculos de los brazos y de las piernas. Acto seguido ya puede ponerse en pie, dando porterminado el ejercicio.

    La ejecucin de este ejercicio durar en conjunto tan slo unos diez minutos, pero para los primeros dases suficiente. Recurdese lo que hemos dicho referente a la duracin y frecuencia de la relajacin en la parteterica y, en consecuencia, procrense hacer dos de estas sesiones de entrenamiento cada da.

    Es evidente que la relajacin conseguida por ahora ser todava bastante imperfecta, pero si cumpleestrictamente estas instrucciones habr empezado a acostumbrarse a manejar todos los elementos que leasegurarn ms adelante una relajacin perfecta. Por favor, insistimos, no descuide ninguna de lasindicaciones que le damos: todas ellas son esenciales y es importante aprender desde el principio su correctaejecucin: le facilitarn enormemente el conseguir con la mxima rapidez y perfeccin las fases msadelantadas y difciles.

    Segunda semana

    1 Haga tres respiraciones lentas y profundas, por la nariz.2 Piense que va ahora a relajar todo el cuerpo.3 A continuacin afloje de golpe todos los msculos de los cuales sea usted consciente, con un gesto

    interior global de soltar, de aflojar, de dejar ir.

    4 Haga ahora cinco respiraciones normales, pero algo ms lentas, repitiendo a cada espiracin - este gestode aflojamiento general.50 Ponga ahora la atencin en los pies y las piernas,sintalos, y durante otras cinco espiraciones dedquese

    a aflojarlos de un modo especial y suplementario. As es que, manteniendo el cuerpo en el mismo estado delnmero 4, dirija suavemente la atencin a la sensacin interior de las piernas, piense con claridad que ahoralas va a aflojar ms y ms y repita el gesto interno de relajarlas durante cada una de las cinco espiraciones.Aun cuando usted tenga la impresin de que estn ya bien relajadas y que no puede conseguirse ms, noimporta, insista. Precisamente en este esfuerzo suplementario y aparentemente intil reside uno de los secretosdel xito en la relajacin profunda.

    60 Haga lo mismo del punto anterior con los brazos y las manos, durante otras cinco respiraciones.

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    70 Descanse unos momentos, uno o dos minutos, y aprovchelos para registrar el estado interno del cuerpoen general y de las extremidades en particular.

    8 Piense que ahora va a poner fin a este estado de relajacin y que va a volver al estado viglico normal.9 Haga tres respiraciones, siempre por la nariz, aumentando a cada una el volumen de la inspiracin.10. Despus de la tercera respiracin mueva los dedos de las manos y de los pies y contracture unos

    instantes los msculos de los brazos y de las piernas. Acto seguido ya puede ponerse en pie, dando porterminado el ejercicio.

    Tercera semana

    1 Haga tres respiraciones lentas y profundas, por la nariz.2 Piense que va ahora a relajar todo el cuerpo.3 A continuacin afloje de golpe todos los msculos de los cuales sea usted consciente, con un gesto

    interior global de soltar, de aflojar, de dejar ir.4 Haga ahora cinco respiraciones normales, pero algo ms lentas, repitiendo a cada espiracin el gesto de

    aflojamiento general, incluyendo adems la relajacin especial de piernas y brazos.5 Ponga ahora la atencin en el plexo solar, esto es, en la boca del estmago, sienta interiormente esta

    regin, y durante otras cinco espiraciones dedquese a aflojar de un modo especial y suplementario,extendiendo la relajacin a toda la regin del vientre.

    6 Haga lo mismo con la regin del pecho, durante otras cinco respiraciones.

    7 Descanse unos momentos, uno o dos minutos, y aprovchelos para registrar el estado interno del cuerpoen general y de las extremidades y tronco en particular.

    8 Piense que ahora va a poner fin a este estado de relajacin y que va a volver al estado viglico normal.9 Haga tres respiraciones, por la nariz, aumentando a cada una el volumen de la inspiracin.10 Despus de la tercera respiracin mueva los dedos de las manos y de los pies y contracture unos

    instantes los msculos de los brazos y de las piernas. Acto seguido ya puede ponerse en pie, dando porterminado el ejercicio.

    Cuarta semana

    1 Haga tres respiraciones lentas y profundas, por la nariz.2Piense que va ahora a relajar todo el cuerpo.3 A continuacin afloje de golpe todos los msculos de los cuales sea usted consciente, con un gesto

    interior global de soltar, de aflojar, de dejar ir.4 Haga ahora cinco respiraciones normales, pero algo ms lentas, repitiendo a cada espiracin el gesto deaflojamiento general, incluyendo adems, la relajacin especial de las extremidades y el tronco.

    5 Ponga ahora la atencin en la nuca, sienta interiormente esta regin y durante otras cinco espiracionesdedquese a aflojarla de un modo especial y suplementario, extendiendo la relajacin a toda la regin delcuello.

    6 Haga lo mismo con los msculos de la cara, frente, maxilar inferior, lengua, etc., durante otras cincorespiraciones.

    7 Descanse unos momentos, uno o dos minutos, y aprovchelos para registrar el estado interno del cuerpoen general y de la cabeza y cuello en particular.

    8 Piense que ahora va a poner fin a este estado de relajacin y que va a volver al estado viglico normal.9 Haga tres respiraciones, por la nariz, aumentando a cada una el volumen de la inspiracin.10 Despus de la tercera respiracin, mueva los dedos de las manos y de los pies y contracture unos

    instantes los msculos de los brazos y de las piernas. Acto seguido ya puede ponerse en pie, dando porterminado el ejercicio.

    Quinta semana

    1 Haga tres respiraciones lentas y profundas, por la nariz.2Piense que va ahora a relajar todo el cuerpo.3 A continuacin afloje de golpe todos los msculos de los cuales sea usted consciente, con un gesto

    interior global de soltar, de aflojar, de dejar ir.4 Haga diez respiraciones normales, que ahora tendrn ya que salir espontneamente del tipo abdominal,

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    haciendo en el momento de cada espiracin un acto general de aflojamiento de todo el cuerpo. En el gradoactual de prctica, ha de poder conseguir esta distensin muscular con mucha mayor rapidez y profundidad.

    5 Durante cuatro o cinco minutos, dedquese a descansar mentalmente y observe de vez en cuando siexiste la ms mnima tensin en alguna parte del cuerpo, y de ser as, afljela suavemente. Sienta todo elcuerpo descansando.

    6 Piense que ahora va a poner fin a este estado de relajacin y que va a volver al estado viglico normal.7 Haga tres respiraciones, por la nariz, aumentando a cada una el volumen de la inspiracin.8 Despus de la tercera respiracin, mueva los dedos de las manos y de los pies y contracture unos

    instantes los msculos de los brazos y de las piernas. Acto seguido ya puede ponerse en pie, dando porterminado el ejercicio.

    Con esto pueden darse por bien completadas las dos primeras fases de la relajacin que hemos descrito enla Parte Terica. Aunque es frecuente que aparezcan rasgos o caractersticas que corresponden a un estado ofase ulterior, sin haber conseguido realizar del todo la fase preliminar, al llegar al final de esta quinta semanaha de ser capaz de dominar con relativa facilidad y bastante perfeccin la relajacin general de la musculaturaconsciente. Esto lleva consigo el experimentar la conciencia global perifrica del cuerpo, la sensacin generalde hormigueo y calor, apunta ya de un modo ms o menos claro la conciencia de un bienestar fsico, quecorresponde propiamente a la tercera fase.

    TERCERA FASE O GRADO DE RELAJACIN

    Sexta semana

    1 2 y 3, como en las semanas anteriores.4 Una vez conseguido el estado de aflojamiento general aprendido en la ltima semana, dirija su atencin

    hacia el movimiento respiratorio. Respire del modo ms natural posible, y sin pretender modificar para nadaesta respiracin, dedquese a observarla tranquilamente. Primero, siga con la mente el movimiento fsico deldiafragma y del pecho; al cabo de un rato dirija la atencin a la sensacin interna del impulso respiratorio.Nada ms. No quiera modificar en ningn sentido la respiracin que surge de un modo espontneo y natural.Tan slo mirar y sentir, esto es, contemplar. Prolongue este ejercicio hasta unos 15 minutos.

    Cuando la mente se aleje de esta atencin por aparecer imgenes o pensamientos extraos al ejercicio,vulvala de nuevo, suavemente, hacia la respiracin.

    Y esto cuantas veces sean precisas, sin impaciencias ni violencia de clase alguna. Si ha seguido

    puntualmente las instrucciones de las semanas precedentes observar que el control de la mente no resultaahora tan difcil como se imaginaba al principio.5, 6 y 7,como los tres ltimos puntos de las semanas anteriores.

    Sptima semana

    1,2 y 3,como en las semanas anteriores.4 Como resultado de la observacin sobre la respiracin seguida durante la semana anterior, habr

    comprobado seguramente que la respiracin sale de un modo desigual, irregular y arrtmica. Se trata ahora deconseguir su regularidad, esto es, que la inspiracin y la espiracin tengan la misma duracin y que sufrecuencia sea regular, constante. No se trata de modificar el volumen, sino tan slo el ritmo. Porconsiguiente, corrija, siempre sin violencias, los dos movimientos respiratorios alargando un poco el que seams corto y acortando un poco el que sea ms prolongado, hasta que consiga que el ritmo se mantenga de un

    modo regular. Haga este ejercicio durante unos quince minutos.5, 6 y 7, como los tres ltimos puntos de las semanas anteriores.

    Octava semana

    1, 2 y 3 ,como en las semanas anteriores.4 Manteniendo la atencin sobre el ritmo respiratorio como en la ltima semana, procure ahora aumentar

    de modo muy suave su profundidad, su volumen. En ningn momento hay que forzar nada. La respiracin hade surgir tan lenta y suavemente como antes, slo el volumen se ampla un poco; la inspiracin algo msprofunda y la espiracin tambin. Mantenga esta prctica durante veinte o veinticinco minutos.

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    5, 6 y 7,como los tres ltimos puntos de las semanas anteriores.

    Hemos conseguido ahora, plenamente, la tercera fase o grado de relajacin general consciente. Ha deexperimentar una gran sensacin de placidez y de bienestar durante el ejercicio. La mente, asimismo, notarque queda muy calmada, aunque no silenciosa del todo, lo que corresponde a la fase siguiente.

    La persona que haya seguido sistemticamente las prcticas tal como se han recomendado hasta aqu, tieneasegurados los resultados que se indican en los cinco primeros nmeros de las pginas 16-17 [CAPTULOPRIMERO; apartado: CONSECUENCIAS DE LA FALTA DE DESCANSO] lo que constituye ya, por smismo, una esplndida realizacin.

    HACIA LA CUARTA FASE

    Es la fase de la autoconciencia mental. Una vez se consigue con facilidad el estado de placidez y debienestar general propio de la tercera fase de la relajacin consciente, puede emprenderse con xito esta etapasuperior, que consiste en la relajacin mental o dominio del pensamiento. Intentar abordar esta fase sin haberconseguido sobrepasar las anteriores es someterse a un esfuerzo tan penoso como intil. Pero si se emprendeel control de la mente despus de haber dominado los dems niveles, sorprender la facilidad con que seconsigue este dominio sobre el propio proceso de pensar, que tan difcil, si no imposible, parece alprincipiante.

    Veamos en qu consiste la prctica:

    1, 2 y 3,como de costumbre.4 Durante unos cinco minutos contine con la mente centrada en el ritmo respiratorio, como en la fase

    anterior. A continuacin, dirija suavemente la atencin hacia sus propios pensamientos. Del mismo modo queen la tercera fase miraba tranquilamente el ritmo respiratorio, mire ahora su propia actividad mental, sin hacernada ms, sin querer cambiarla ni suprimirla, slo como espectador pasivo que asiste al espectculo de unasideas o imgenes que vienen y se van, sin intervenir para nada en ellas, ni siquiera para valorarlas ni juzgarlas.

    Cuando esta actitud de espectador est bien establecida, lo que puede conseguirse a los diez o quince dasde iniciada esta cuarta fase de relajacin, d orden a la mente, desde el fondo, de que guarde silencio. Quiera,sencillamente, que todo se tranquilice, que la mente quede limpia, tranquila y silenciosa. Repita dos o tresveces, muy sutil pero claramente, la orden: silencio, ms silencio, silencio profundo, silencio...

    Despus de media hora, termine el ejercicio con los tres puntos de costumbre.Es casi seguro que al principio encontrar dificultad en mantener la mente en la actitud espectadorasealada al principio. Ayudar el fijar la atencin primero durante unos momentos, en el punto medio o puntode partida del impulso respiratorio. En efecto, al mirar fijamente el punto central e inmvil alrededor del cualgira el vaivn respiratorio, se produce un doble efecto en la mente: se estabiliza y se profundiza. Sabemos queesto resultar ininteligible para el lector ocasional de estas lneas, pero todo aquel que haya seguidoescrupulosamente las instrucciones dadas hasta aqu, estar en condiciones de comprender bien a qu nosreferimos. As, pues, una vez centrados mentalmente durante unos momentos en el centro del impulsorespiratorio, se dirige de nuevo la mirada mental hacia la pantalla de la mente para contemplar cuantospensamientos e imgenes persistan todava en aparecer, y que ahora sern ya muy pocos.

    Al cabo de unos cuantos das de prctica, conseguir que la mente quede, por lo menos durante un rato,tranquila y quieta, sin necesidad de forzar ni violentar ningn mecanismo mental. Es ya el silencio de lamente.

    Este silencio es efecto de una profundizacin real de la conciencia y no de una inmovilizacin artificial yforzada de la mente. Cuando se experimente este silencio mental en el estado de perfecta lucidez que requierela relajacin consciente, un nuevo nivel de conciencia emerger del fondo de su personalidad. Una de lasnotables impresiones que se experimentan al conseguir efectivamente este silencio mental consciente, es la desentirse inmensamente libre, o quizs sera ms adecuado decir que uno se siente a s mismo como liberado.Al mismo tiempo, se tiene la evidencia tambin de estar en contacto con algo ms grande, algo inmenso, vivoy poderoso que dilata la mente y la vivifica de un modo extraordinario.

    Es evidente que para lograr la perfeccin de esta cuarta fase y, por consiguiente, estos estados deconciencia que hemos mencionado, se requiere un trabajo perseverante de varias semanas. Pero aunque slose perciba esta experiencia profunda durante unos breves instantes en los primeros quince das de iniciada esta

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    etapa, ser ello compensacin ms que suficiente de los esfuerzos realizados, a la vez que estmulo para seguiradelante con la prctica,

    Con la prctica, este estado se podr renovar una y otra vez hasta que, muy lentamente ahora, se irafianzando en el trasfondo de la conciencia viglica. Empieza aqu a funcionar la atencin central oconciencia-testigo en el propio nivel mental. A partir de este momento, deja de dependerse de la propiaactividad mental: se empieza a ser consciente de un nivel de la propia realidad ms all del pequeo mundo delas formas mentales de tipo personal (que son las nicas que nos causan preocupaciones), y estas formaspueden empezar a manejarse a voluntad. El dominio realdel pensamiento comienza a ser un hecho en todoslos momentos del da, y esto transforma por completo toda la personalidad.

    No se puede fijar el tiempo requerido para dominar esta fase de la relajacin por completo, variando,como es natural, en cada caso particular. Como plazo general, puede sealarse el de uno o dos meses.

    QUINTA FASE

    A partir de la cuarta etapa, o fase de la relajacin, todo trabajo de profundizacin se ha de hacerexclusivamente en la mente. Los estados conseguidos en las tres primeras etapas son la preparacin necesariae indispensable para que la mente pueda abstraerse de los niveles superficiales e inferiores de su propia esfera,penetrando entonces con plena conciencia en los niveles profundos y superiores del plano mental.

    Esta quinta fase o grado, que es el de la conciencia de obscuridad, de vaco, es tan slo el efecto de la

    prolongacin de la fase anterior y es el punto de transicin para llegar a la fase final, a la conciencia positivade plenitud. Por lo general esta fase es de muy corta duracin, unos das, pero hemos querido sealarla por sucarcter distintivo de aparente negatividad. Vamos a tratar de describirla brevemente.

    Cuando la quietud mental de la fase 4 a se prolonga, la impresin de silencio se transforma, por s sola, enla percepcin de una oscuridad creciente y de un vaco cada vez ms activo. La gran fuerza viviente que seempez a sentir en la cuarta fase, adquiere aqu un extrao vigor, aparentemente negativo. Es, en efecto, algoque parece negar toda nocin de vida, tal como la conocemos: es grande e inmenso y, sin embargo, vaco yoscuro; es vivo y poderoso y, no obstante, inaprehensible; es inteligente y, a pesar de esto, ininteligible en sunaturaleza.

    La mente tiende a agarrarse a las viejas experiencias y a los estados habituales, pero no obstante, siente laurgente necesidad de ir adelante, de soltar todo cuanto est an retenido y de penetrar, sea como sea, en estenuevo mundo misterioso y desconocido. Cuando la mente afloja un poco ms se tiene la impresin de que seest cayendo en un abismo negro y sin fondo. Evidentemente, se trata tan slo de un estado subjetivo,

    consecuencia de aflojar por unos momentos las fuertes identificaciones de la conciencia en sus estratosprofundos con las viejas experiencias de la vida corriente y elemental.No hay peligro alguno en este descenso a lo interior, si la mente permanece firmemente centrada en su

    propio nivel mental, es decir, si se consigue mantener la atencin central como ncleo consistente y bsico a lolargo de toda la experiencia. Es muy difcil describir adecuadamente estos estados y experiencias, peroaquellas personas que lleguen o estn en sus proximidades comprendern de qu se trata. A las dems, no hayforma posible de comunicarlo. Decamos que no hay peligro alguno en estas experiencias, si se logramantener una perfecta cohesin mental o punto integrado de atencin. Es este punto integrado de atencin elque hace posible que en cualquier momento se pueda retroceder en la experiencia. Es el que nos permitedominar por completo la situacin. Si esta unidad de atencin no est presente debe renunciarse por completoa esta clase de experiencias y estados: significa que la personalidad no est suficientemente integrada en elnivel de la mente y, por consiguiente, en vez de intentar penetrar de modo prematuro en estos nivelesprofundos necesita reforzar, coordinar e integrar la mente en sus niveles superficiales mediante otras tcnicas

    adecuadas.

    SEXTA Y LTIMA FASE DE LA RELAJACIN

    Poco podemos decir de esta fase, aparte de afirmar su existencia. Incluso si decimos que es la ltima, esslo porque es la ms elevada que, de algn modo, conocemos. Pero de la misma manera que a la noche sigueel da, de las tinieblas interiores surge la luz interior del alma. Este estado subjetivo, aunque dentro de unorden perfectamente natural, parece corresponder a la experiencia del s mismo, a la evidencia inmediata,como sujeto, de la realidad espiritual del alma. No podemos decir ms. Aadiremos tan slo que despus, al

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    encajarse de nuevo en la mente y dems estructuras psquicas normales, se da uno cuenta, con asombro, de laextraa limitacin en que habitualmente vive dentro del minsculo y enmaraado mundo de los propiospensamientos y deseos personales.

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    CAPTULO III

    OBSERVACIONES COMPLEMENTARIAS

    ALGUNOS FENMENOS QUE PUEDEN PRESENTARSE DURANTE LA RELAJACIN

    La experiencia propia y ajena nos ha enseado que durante la prctica de la relajacin general conscientepueden presentarse algunos fenmenos que, si bien no suelen tener consecuencias, de momento no dejan deasustar o desconcertar al principiante.

    Veamos los ms frecuentes:1. Pequeas sacudidas en las extremidades. - Ocurre alguna vez, al principio, sentir como si una pierna o

    un brazo dieran de pronto un salto como consecuencia de una sacudida nerviosa. Este fenmeno no tieneimportancia alguna. Es debido a la sbita descarga de corrientes nerviosas que circulaban defectuosamente. Almejorar sta, gracias a la relajacin, se normaliza el sistema nervioso, por lo que dejan de presentarse al cabode unas pocas sesiones.

    2. Fenmenos sensoriales subjetivos. - A determinadas personas les ocurre que al estar quietos ytranquilos, empiezan de pronto a ver, imaginativamente, caras o paisajes, unas veces conocidos y otras no.

    Este fenmeno siempre es debido, durante la relajacin consciente, a que no se ha conseguido mantener ladebida actitud mental positiva. Cuando la mente est ocupada en hacer algo bien definido, no hay lugar paravisiones de ninguna clase. No recomendamos al estudiante de la relajacin cientfica que se deje llevar poreste tipo de percepciones, a no ser que lo haga con la autorizada supervisin de una persona competente enestas materias. Si procura que la mente est ms activamente despierta, regulando en cada momento lo que seest haciendo, y mantiene a la vez los ojos semiabiertos, estas visiones desaparecern por completo.

    Otras personas perciben voces o msica, y otras incluso sienten intensos y agradables perfumes. Todo estono tiene importancia v, por lo tanto, no hay que darle ninguna. A esta clase de fenmenos es aplicable lomismo que hemos dicho antes sobre los fenmenos visuales.

    Otra cosa son ciertos sonidos que pueden presentarse precisamente cuando ms atento y tranquilo se est.Estos sonidos, que tienen varias modalidades, pueden no ser producto de ninguna actitud errnea, sino quepueden corresponder a la actividad vibratoria de determinados centros superiores, y son bien conocidos porlos practicantes adelantados de yoga y por cuantos se dedican seriamente a la meditacin. Una de las formas

    de saber con certeza si se trata de esta clase de sonidos, es comprobar lo siguiente1 Cuanto ms claro, despierto y tranquilo se est, ms claro tambin se percibe el sonido.2 Cuanto ms claro e intenso se percibe el sonido, se tiende de un modo natural a un mayor recogimiento

    y elevacin de la mente. Si ello no es as, entonces conviene aplicar lo que hemos dicho en el caso de lasvisiones. Si con esto no desaparecen los ruidos conviene dejar la prctica de la relajacin y se debe consultar aun neurlogo. En el caso de que se trate efectivamente de esta clase de sonidos de tipo positivo, entoncespueden utilizarse con provecho como base para fijar la atencin, en los grados 4, 5 y 6 de relajacin, en lugarde utilizar el centro del impulso respiratorio.

    3 Fenmenos de movimientos. - Si debido a que ha dejado de estar bien atento por unos momentosempieza a notar como si el suelo o la cama se balanceara, o como si todo empezara a girar, haga lo siguiente:en primer lugar, no se asuste, compruebe simplemente con toda calma lo que le est ocurriendo; segundo,respire un poco ms profundo alargando la inspiracin una y otra vez y por ltimo, haga una inspiracinprofunda y abra los ojos. El estado habr cesado por completo.

    4 Fenmeno de inmovilizacin. - Si debido tambin a unos momentos de ausencia mental, le pareceencontrarse repentinamente incapaz de poderse mover, an querindolo, haga lo siguiente:1 Tranquilcese y no haga ningn esfuerzo ni violencia de ninguna clase.2 Piense que quiere hacer una inspiracin un poco ms profunda. Repita este pensamiento dos o tres

    veces, sin hacer nada ms en este momento.3 Intente ahora aumentar efectivamente y poco a poco, las sucesivas inspiraciones.4 Haga ahora una respiracin completa, aunque suave. Acto seguido otra respiracin ms profunda y abra

    los ojos.Al cabo de unos cuatro o cinco segundo de permanecer tranquilo habr cesado por completo el estado

    anmalo.

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    NOTA SOBRE LAS FASES SUPERIORES DE LA RELAJACIN

    Algunas personas, ajenas a estos estados, no dejarn de ver en las descripciones que hemos hecho de lasfases avanzadas de la relajacin, peligrosas desviaciones a incluso definidos trastornos de la mente. Creemosque no es ste el sitio adecuado para largas argumentaciones ni discusiones. Diremos aqu solamente queexisten algunas formas bien definidas que permiten apreciar con bastante seguridad si la persona realmenteadelanta o retrocede, si crece o se desva, si alcanza un nivel creador o de desvaro...

    La persona que adelanta, que crece interiormente, presentar siempre, inevitablemente, una mayorcapacidad para comprender, aceptar y comunicar en el mundo de sus semejantes. Vivir interiormente conms paz y alegra, y a la vez, se sentir ms prxima al corazn de su hermano. Se adaptar mejor a cualquiercircunstancia, pero lejos de disminuir su personalidad, se afirmar y aumentar cada vez con ms fuerza, sinproponrselo, su influencia personal y su irradiacin interior. Dejar de depender interiormente de personas ycosas, y no obstante, cada vez se sentir ms unida, ms compenetrada con todo cuanto vive y alienta.Desaparecer de su interior todo temor y toda inseguridad, pero le sustituir un creciente amor y una sincerareligiosidad. Y es que, en efecto, el progresivo dominio y conocimiento interior de s mismo, le conducirindefectiblemente hasta los lmites de su propia realidad, que es tanto como decir hasta los pies de su Creador,ya que segn dice aquel texto clsico, donde acaba el hombre, all empieza Dios.

    BIBLIOGRAFIA

    1. Aboulker, P., y otros. -La Relaxation. Aspects thoriques et pratiques. L'expansion Scientifique Franaise. Pars, 1958.2. Behanan, K. T. - Yoga. A scientific evaluation. Dover Publ. Nueva York, 1959.3. Bernard, T. - Hatha Yoga. Rider. Londres, 1955.4. Blay,A. - La Personalidad creadora. Elicien. Barcelona, 1967.5. Blay,A. - Hatha-Yoga. Su tcnica y fundamentos. Iberia. Barcelona, 1965.6. Blay, A. -La tensin nerviosa y mental. Cedel. Barcelona, 1965.7. Chertok y otros. - La relajacin. Ed. Cientfico-Mdica. Barcelona, 1960.8. Durand de Bousinger, R. - La relajacin. Vergara. Barcelona, 1967.9. Jacobson,E. - You must relax. Wittlesey House, 1942.10. Jacobson,E. - Control de la tensin. Ca. Editorial Continental. Mxico, 1965.11. Kerneiz, C. - Activit et repos. J. Tallandier. Pars, 1945.12. Kerneiz, C. - La Relaxation a la lumire du Yoga. J. Tallandier. Pars, 1956.

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    TERCERA PARTE

    SUGERENCIAS COMPLEMENTARIAS Y APLICACIONES PRCTICAS DELESTADO DE RELAJACIN GENERAL CONSCIENTE

    CAPTULO PRIMERO

    SUGERENCIAS COMPLEMENTARIAS A LA PRCTICA DE LA RELAJACIN

    Vamos a dar a continuacin diversas notas, observaciones y sugerencias que esperamos ayuden anumerosas personas a alcanzar el estado de relajacin con mayor rapidez y profundidad.

    Algunas de estas observaciones son producto de nuestra propia experiencia en la prctica y en laenseanza de la relajacin, otras son resultado de la experiencia personal de nuestros alumnos, y otras, en fin,son recomendaciones hechas por diversos autores bien calificados.

    Nadie debe desconcertarse por leer tantas sugerencias diferentes sobre un mismo tema, ni tampoco debe

    pretender ponerlas en prctica todas ellas de manera inmediata. En sta, como en otras materias similares, elpracticante debe estar dispuesto a experimentar en s mismo, comprobando, despus de repetidos ensayos,cules son los detalles que mejor se adaptan a sus necesidades personales. Y an es mejor que se ejercite pasoa paso en varias modalidades de prcticas, porque constatar en su experimentacin que si bien endeterminadas ocasiones tal procedimiento le resulta sumamente eficaz, en otros momentos, en cambio, sernotras prcticas o detalles los que ms le facilitarn el llegar a un estado de perfecta quietud y tranquilidad.

    1. Nunca se debe intentar la relajacin fsica inmediatamente despus de llevar varias horas de relativainmovilidad: trabajo de oficina, tertulia con amigos, etc. El cuerpo en estas condiciones necesita movimiento,ejercicio, y no es momento propicio para una nueva inmovilizacin.

    Hay que exceptuar tan slo el momento de despertarse por la maana. En efecto, en ese momento, si lascircunstancias exteriores lo permiten -no tener que levantarse apresuradamente por necesidades fisiolgicas ode horario, calma de ambiente, etc.- y si al mismo tiempo uno aprende a mantenerse interiormente bien

    despierto, aunque tranquilo y en silencio, es sumamente aconsejable permanecer unos instantes en relajacinconsciente. Estos instantes son preciosos, tanto para ahondar ms y ms en el estado de relajacin,perfeccionndolo, como para aprovecharlos utilizando ciertas tcnicas de autotransformacin -sugestinprofunda, meditacin, contemplacin-, segn explicaremos ms adelante.

    En el instante de despertar, si el sueo ha sido relativamente tranquilo y profundo, el cuerpo y la mentepermanecen an en el estado de relajacin ideal. El problema reside en conseguir que, sin abandonar para nadaesta placidez, yo est lcido, consciente de m mismo y de mi estado general, pero sin salir al mundo externo-esto es, manteniendo los ojos cerrados- y sin enredarme en ideas, recuerdos, etctera. Slo ha de existirconciencia de m mismo, estado de quietud y silencio. En esta condicin el foco activo de mi mente -miatencin intencional- est en condiciones ptimas tanto para entrar en lo profundo de mi inconsciente,implantando all las ideas positivas que se hayan previamente elegido, como para adentrarse en los nivelessuperiores de la mente -intuicin- o para actualizar ms y ms nuestra unin con Dios, abrindonos a l,siempre presente y activo en el mismo centro de nuestro ser.

    La dificultad de todo esto, salta a la vista, es la tendencia que experimentarn muchas personas a quedarseinmediatamente dormidas de nuevo. Y la solucin nica a esta dificultad es ejercitarse en practicar durantetodo el da el acto de estar autoconsciente -lo que en varios de mis libros se describe como atencin central oatencin intencional-. Esta prctica es la que mejor prepara para poderse mantener lcido en todo momento ysituacin. Y tambin, pues, en el momento de despertarse. Y adems de esto, el requisito indispensable entodo aprendizaje: prctica inteligente, perseverante y con paciencia incansable a toda prueba.

    As, pues, repetimos que salvo el caso del momento del despertar, no es aconsejable la prctica de larelajacin despus de haber estado varias horas inmvil. Por el contrario, la mejor preparacin inmediata parala relajacin es el ejercicio corporal de cierta intensidad: hatha-yoga, gimnasia o intensa actividad fsica.

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    de, descanso, silencio, etc.

    14. -Recordamos que no hay que preten