belleza y libre afirmación de nuestro ser

BELLEZA Y LIBRE AFIRMACIÓN DE

NUESTRO SER

Dra. A. García de Bertolacci

La Belleza y el Bien:Sus desafíos en la cultura contemporánea

XXXIV Semana Tomista Buenos Aires, 7 al 11 de septiembre 2009

Basílica de los Santos Ambrosio y Carlos.

CúpulaSignos y símbolos comunican, indican y mueven al hombre a lo invisible. Desde lo creado a Dios, su Creador

BELLEZA Y LIBRE AFIRMACIÓN DE NUESTRO SER | Dra. A. García de Bertolacci

Vista internaBasílica





Altar MayorGloria de los Santos Ambrosio y Carlos



Nave CentralLa Caída de los Ángeles Rebeldes

Verdad y Belleza

Ángeles con color de luz entre nubes, sol radiante, que revela y permite conocer, y manto blanco. Dios es la Verdad por excelencia. La verdad humana es un reflejo. La Verdad es bella en sí misma. Verdad y arte: talento y esfuerzo



Eternidad, Esperanza y Tiempo

La esperanza, contemplando la eternidad, vence el transcurrir del tiempoDesnudez de la eternidad es símbolo de su pura simplicidad. El manto amarillo, como los rayos del sol son símbolo de la eternidad. Alas y reloj, porque el tiempo corre velozmente

Lo bello es real y no se reduce a la experiencia estética

Lo bello en cualquier realidad nos abre y nos mueve hacia lo que ella es, su verdad; esto supone no limitarse a la estética de la cuestión.

Dice siempre una presencia, genera sorpresa y maravilla, nos pone en la presencia de otro, hombre o Dios.

La belleza resplandece en cada realidad como Ser. Y nosotros, venidos de ella la descubrimos con la más clara sensación, en cuanto resplandece de modo luminoso. Sin embargo, solamente la belleza tiene esta posibilidad: ser lo que es más manifiesto y más amable.

Platón, Fedro

La Belleza arquetípica es la fuente de las bellezas participadas.

Platón, El Banquete



La experiencia estética es el primer estadio en el camino de la vida

Sören Kierkegaard (1813-1855) El esteta no es un gozador vulgar sino el hedonista refinado y sutil, que sólo obedece

a su arbitrio, vuelto al pasado y buscando cambiar el presente; también buscando cambiar a sí mismo, en busca del placer. Pero como todo es imaginación y fantasía, su vida se convierte en desesperación, tedio y melancolía.

Es el primer estadio en el camino de la vida que es preciso superar para acceder a la vida ética y a la vida religiosa. La desesperación a la que se llega puede despertar la conciencia y romper el círculo de lo finito.

Rasgos propios de la vida sensitiva en la experiencia estética: “inmediatez” e “indiferencia”.

…la sensualidad asume esta figura, es lo demoníaco en la indiferencia estética… Don Juan es, por tanto, la experiencia de lo demoníaco determinado como lo sensual.

SS. Benedicto XVI Esta búsqueda aparente y superficial no tendría una inspiración universal, sino que

resultaría del todo subjetiva, individualista, para terminar en incomunicabilidad.

24-11-2008


La esencia de la belleza, participación y trascendentalidad

Santo Tomás de Aquino

La belleza es una de las propiedades trascendentales del ente, lo cual no impide la experiencia subjetiva y el placer estético. Lo bello es lo que aprehendido agrada.Bello y bueno se identifican y se fundan en la cosa.

La Belleza es una implicación del Bien (Luz, Belleza, Amor), que es la plenitud del Ser; es lo que llamamos Dios, es celebrado como Amor y Amado, es del orden de la gratuidad.

Es el principio de todas las cosas en cuanto es la causa eficiente, la causa final y la causa ejemplar. Como fuente inagotable se participa a todos los seres según la medida de cada uno; es causa de la armonía, “consonantia” y del esplendor “claritas” de todas las cosas.

Dionisio Areopagita, De Divinis Nominibus, 4, 7El esplendor pertenece propiamente a la belleza, pero es en la forma a través de la cual una cosa tiene el ser en lo que consiste la participación al esplendor divino… de lo que resulta que el ser deriva de la belleza divina… por motivo de lo bello divino existe la concordia de todas las criaturas racionales… y amicitiae, y comuniones,… cuanta unión posean todas las criaturas ellas la reciben en virtud de la belleza.

In librum beati Dionysii de divinis nominibus expositio, 5, 4


El caso particular de la bondad y la belleza en el hombre y en su hábitat esencial

La relación de participación liga a todas las criaturas a Dios, pero especialmente al hombre, intrínsecamente determinado en cuanto “tiene” la perfección o semejanza, “pulchritudo”. La semejanza de algo, “es ese algo mismo determinado a una medida: es otro algo”.

Padre Ignacio Andereggen

Como existente concreto, único, con su propia consistencia y dignidad, el hombre en comunión recíproca con las creaturas manifiesta y comunica la Belleza divina, dinámicamente ordenados a Dios, el fin último.

El hombre vive en un permanente trascender intelectual desde su realidad inmediata hacia lo Verdadero, lo Bueno, lo Bello. Es la vida según la recta razón y por la Luz que proviene del Espíritu de Dios, vive según el pensamiento y el designio de Dios .

La bondad y la belleza en la vida humana se van configurando en su ser personal, con la libre afirmación de su naturaleza, mediante el cultivo de las virtudes personales y sociales y por la Gracia; y las va expresando no sólo teoréticamente sino a través del camino del arte, la cultura, la historia, el lenguaje.

Se destacan el arte sagrado, especialmente las imágenes y la música sagrada. Nos conducen al origen y al misterio de nuestro ser y nos mueven a la admiración y contemplación.


La belleza en el ejercicio y en el cultivo de las virtudes

La experiencia humana de la belleza en la conducta libre: como sujeto agente el hombre descubre deberes vinculados a la idea de un legislador moral divino. Cultiva las virtudes teniendo en cuenta la realidad del natural amor a sí mismo y la necesidad de querer la felicidad, o sea el bien en tanto que bien, sin limitación.

La felicidad como fin es una inclinación natural a lo cual tienden nuestras acciones libres. En toda volición se encuentra implícito este querer la felicidad; se trata del gozo o la complacencia con que cabe vivir la propia bondad moral.

La belleza de las acciones virtuosas es el motivo de hacerlas; se identifica con su honestidad o la calidad de lo bueno en sí; nos captan por su propio valor y nos atraen por su dignidad.

Antonio Millán-Puelles

La práctica de la ley está ligada a una complacencia –la complacencia en el bien- y al amor: sorprende y dispone a seguirlo.

El Amor es la más profunda experiencia; la belleza es el móvil del amor.

El arte exterioriza el alma, a través de lo sensible y de la corporeidad del artista.


El valor teológico y litúrgico de la belleza

SS Benedicto XVI

La liturgia como la Revelación cristiana está íntimamente ligada con la belleza, es Veritas splendor.

La belleza de la liturgia es parte del Misterio pascual. Expresa la gloria de Dios, es el Cielo que asoma a la tierra, es Jesús que resplandece como en la transfiguración ante los discípulos.

Jesucristo es la plena manifestación de la Gloria divina; como quien nos enseña la verdad del amor: en el misterio oscuro de la muerte manifestó la luz radiante de la Resurrección. Aquí, la verdadera belleza que se revela es el amor de Dios.

En la Iglesia, los cristianos vivimos este acontecimiento originario; las mediaciones por las cuales nos vinculamos a Él son la Palabra, la Eucaristía y el testimonio.

Vemos la via veritatis y la via pulchritudinis en el camino del arte sagrado, especialmente en la música sagrada y en las imágenes que con su belleza expresan el esplendor de la verdad católica.

Secular y fecunda tradición que despierta en creyentes y no creyentes la admiración y la contemplación del misterio de la Creación y de la Redención.

Conclusión:

La belleza abre y mueve al hombre al ámbito metafísico, ético y religioso, es un elemento constitutivo de su ser y de su actividad; es un atributo de Dios mismo y de su revelación.


Virtudes en símbolos

Juan Pablo II, Carta a los Artistas, 6

El alma del hombre está ligada a lo divino, y esto en todas las culturas.

Cada auténtica intuición artística va más allá de lo que se percibe por los sentidos y, penetrando la

realidad, lleva a interpretar el misterio que allí aparece. Nace en lo profundo del alma humana por la

aspiración a dar un sentido a la propia vida, acompaña a la percepción fugaz de la belleza y de la

misteriosa unidad de las cosas.

El arte sagrado en la Iglesia tiene el poder de hacer llegar al corazón la universalidad del mensaje de Cristo. Éste es el mérito de la estupenda obra “Virtudes en símbolos” en los Frescos de la espléndida Basílica de los Santos Ambrosio y Carlos en la Via del Corso, en Roma. Frescos y pinturas en los que, con símbolos, aparecen las virtudes humanas y cristianas.

Obra sobresaliente del siglo XVII, es como una exposición permanente de arte, historia, cultura, vida, fe, sintetizados como una manifestación de belleza nacida de la contemplación de Cristo, Dios hecho hombre, de la meditación de sus misterios y de su irradiación en la vida de la Virgen María, de los Santos y de los cristianos.

Es un itinerario teológico-catequístico que invade la mente y el corazón con una belleza que invita a la contemplación estética y a la oración.

En esta civilización de la imagen, estos frescos y pinturas tienen el poder de lograr una máxima comunicación del mensaje, en conjunción de pasado y actualidad.

Virtudes en imágenesEl fin de la vida virtuosa consiste en devenir semejante a DiosSan Gregorio de Niza, De Beatitudine, 1


SabiduríaJoven en una noche oscura con el libro de la Sagrada Escritura. Consiste en la contemplación de Dios y en el conocimiento proporcionado de los entes: creación, bondad y belleza, expresados en el más alto grado en la imagen de Dios: varón-mujer y en la experiencia del amor de la que ellos son capaces


Templanza

Modera la atracción de los placeres y hace capaz del equilibrio en el uso de los bienes


Justicia

Firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido


Fortaleza

Presente en todas las virtudes. Es también don del Espíritu Santo y es don a través de los Sacramentos


Prudencia

Dispone la razón práctica para discernir en cada circunstancia el verdadero bien y para escoger los medios adecuados. Dirige las otras virtudes y guía el juicio de conciencia


Fe

Comporta la adhesión con la inteligencia y la voluntad a la revelación de Dios, su palabra y obras. Nos hace pregustar la alegría del Cielo


Esperanza

Manos extendidas hacia la Verdad. Mirada hacia lo alto. Esperamos vida eterna y felicidad. Se opone a la presunción y a la desesperación


Caridad

Es el mismo Dios. Es el mayor fruto del Espíritu Santo y la plenitud de la Ley



Cristo. Altar Central

Él revela a Dios Padre y es el Salvador del hombre y del mundo. “Es el ícono por excelencia”. Anunciándolo ayudamos a hacer nacer y crecer la fe y el amor hacia Él


Concluimos así, habiendo compartido estas expresiones de esplendor que para nosotros son claridad, luz, verdad y a la vez misterio.

belleza y libre afirmación de nuestro ser

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