capitulo ii marco teorico - virtual.urbe.eduvirtual.urbe.edu/tesispub/0094545/cap02.pdf · de...
TRANSCRIPT
26
CAPITULO II
MARCO TEORICO
El marco teórico representa un procedimiento coordinado, afín, de
conceptos y prepósitos para abordar el estudio en cuestión, sin obviar la
estrecha relación que este tiene con la teoría, la práctica, el proceso de
investigación y el entorno. Por lo tanto, al contrastar los conceptos descritos
en este marco teórico, el investigador sustentará su proceso investigativo. En
el presente estudio, se comenzara a describir cada una de las partes que
constituye este segundo capítulo, para poder tener una idea clara sobre la
gestión ética como plataforma de responsabilidad social en Universidades
Públicas Nacionales, Autónomas y Experimentales.
1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN.
Para el desarrollo de la presente investigación, se constataron una serie
de antecedentes de tesis doctorales, que sirvieron de apoyo al desarrollo de
este estudio, donde se hayan evaluado o enfocado aspectos relacionados
con las variables Gestión Ética y Responsabilidad Social en el marco
universitario, a fin de tener referencias y establecer las pautas sobre el
tratamiento dado a dichas variables, es decir, tener una visión amplia de la
teorías evaluadas, así como también de la metodología aplicada, al mismo
tiempo disponer de la información sobre los hallazgos más resaltantes que
27
sobre el particular se hayan podido generar y puedan servir de base en la
sustentación y desarrollo de este estudio.
Como un primer antecedente, fue consultado el trabajo doctoral de
Montilla (2010) en su investigación titulada Fundamentos Éticos para la
gestión de la Calidad Total en Universidades Públicas, realizada en la
Universidad Rafael Belloso Chacín. El propósito de la misma, fue determinar
la relación entre los fundamentos éticos para la gestión de la calidad total en
universidades públicas. Como base teórica, se fundamentó respecto a los
fundamentos éticos, a los conocimientos emitidos por Cleghorn (2005),
Guédez (2004), Ferrer (2007), Narváez, Sénior, Colina, Pérez y Fernández
(2007) entre otros, y respecto a la gestión de la calidad total se desarrollaron
las teorías desarrolladas por Munch (2006), Camisón, Cruz y González
(2007), Sangüesa, Mateo e Inziarte (2006) y Sosa (2007) entre otros.
Para lograr el propósito antes señalado, el estudio se realizó en las
universidades públicas del Estado Trujillo, a través de la metodología
cualicuantitativa, la técnica de abordaje es en base a la encuesta y el análisis
de contenido. Siguiendo la metodología seleccionada se realizó en primer
lugar, la revisión documental con la finalidad de establecer un conjunto de
significados, teorías, conceptos para soportar el estudio; en segundo lugar la
aplicación de un cuestionario auto administrado, conformado por 195 ítems
con cinco alternativas de respuestas.
Este cuestionario fue evaluado a través de un proceso mediante la
técnica de validación de juicios de expertos y constructo-discriminatorio;
28
posteriormente, se realizó el cálculo de confiabilidad mediante la aplicación
del coeficiente de Alfa Cronbach. Los resultados obtenidos permitieron
concluir que existe presencia de ciertos rasgos valorativos como de principios
de calidad total en el contexto, reflejándose la necesidad de generar
lineamientos orientados a fortalecer la plataforma ética con el propósito de
impulsar la gestión de la calidad total necesarios, para optimizar los procesos
gerenciales en dichas instituciones.
Esta investigación, aporta a este estudio información relevante
apoyando a la variable Gestión Ética, en referencia a la necesidad de que las
instituciones universitarias deben fortalecer la plataforma ética que permitirá
la optimización de sus procesos gerenciales.
Seguidamente, Agulló (2010), en su trabajo doctoral titulado La
Coherencia Ética en la Gestión de los Recursos Humanos: Un Factor Clave
para la Forja del Ethos Corporativo, (Universitat Ramon Lull, España), infiere
que el modelo actual de gestión empresarial está centrado en lograr a corto
plazo el máximo beneficio económico para satisfacer a los accionistas; el
éxito se mide casi exclusivamente por el beneficio económico. Sin embargo,
existe una fuerte demanda de ética que solicita incluir en la definición de
éxito parámetros como el crecimiento sostenible a medio y largo plazo, el
impacto social y ecológico de la actividad, el respeto por los derechos
humanos, etc. Este creciente interés por la ética en la empresa es además
compartido por diversos stakeholders.
29
La empresa, ante esta nueva demanda, reacciona revisando su
organización y su forma de trabajar, redefiniendo la manera como gestiona el
negocio y genera riquezas, y se cuestiona cómo forjar un ethos corporativo
que incluya a todos los stakeholders. No obstante, las prácticas de ética
empresarial como el buen gobierno, los códigos de valores, las memorias de
responsabilidad social, entre otras, aunque imprescindibles, fallan en la
implementación.
El departamento con mayor impacto en el ethos corporativo, el que más
determina la manera de trabajar de los empleados, es el de recursos
humanos. Las nuevas tendencias en su gestión responden a la nueva
realidad de la sociedad del conocimiento, pero también, la gestión de los
recursos humanos tiene dificultades en llevar a cabo sus objetivos, debiendo
enfrentarse a situaciones cada vez más prioritarias para el futuro de la
compañía como la gestión del talento o la planificación de la sucesión.
Así pues, tanto en el ámbito de la ética empresarial, como en la gestión
de los recursos humanos, las organizaciones ven dónde quieren llegar, pero
tienen dificultades en definir el cómo. La integración de la ética en la gestión
de los recursos humanos puede ayudar a la vez a la ética empresarial y al
departamento de recursos humanos a lograr sus objetivos. Bajo el concepto
de coherencia ética se han cohesionado los elementos clave a tener en
cuenta para integrar la ética en el día a día. El departamento de recursos
humanos necesita actuar con coherencia ética y, al mismo tiempo,
fomentarla, convirtiéndose en el departamento clave para la forja del ethos.
30
El objetivo principal de esta investigación fue analizar la necesidad de
fomentar la coherencia ética en y desde la gestión de recursos humanos
para forjar el ethos corporativo. Para ello, se revisaron los conceptos básicos
de la ética empresarial, analizaron las limitaciones actuales de su
implementación, argumentaron la necesidad que la gestión de los recursos
humanos tiene de actuar con coherencia ética, finalmente, exploraron,
mediante una investigación cualitativa de quince entrevistas a responsables
de recursos humanos, oportunidades y limitaciones del departamento de
recursos humanos de implementar acciones para el desarrollo humano.
El trabajo de campo constó de quince entrevistas en profundidad
presenciales realizadas durante el año 2006 a responsables de formación y
desarrollo, o en su defecto, responsables del departamento de RRHH, de
empresas multinacionales. Las entrevistas se llevaron a cabo a partir de un
cuestionario semi-estructurado de catorce preguntas. Junto al cuestionario se
solicitó al entrevistado la cumplimentación de una ficha con datos de la
empresa y personales.
La entrega de cuestionario y ficha se anticipaban al entrevistado para
que pudiera preparar la entrevista (excepto 5 preguntas breves que se
añadían de forma expresa durante la entrevista para observar las respuestas
espontáneas). Las entrevistas fueron de una hora y media de duración
aproximadamente, excepto en algunos casos puntuales en los que se llegó a
2h y 3h. Se grabaron y se trascribieron literalmente para realizar el posterior
análisis de contenido (51 horas de grabación y 200 páginas
31
aproximadamente). La metodología escogida que determina los procesos
específicos del trabajo de campo es de tipo cualitativa debido al objetivo
exploratorio de la investigación.
El cuestionario, fue revisado y validado por tres expertos en
investigación cualitativa, profesional en el campo de la investigación de
mercados. Las conclusiones, muestran que es condición indispensable, para
afrontar la actual demanda de ética, para la forja del ethos corporativo, la
gestión de los recursos humanos desde la coherencia ética. Para ello, la
coherencia ética debe ser una prioridad estratégica a largo plazo esta
planificarse y medirse como tal. Sin embargo, también existen importantes
frenos para el “fomento de la coherencia ética”, siendo el principal la escisión
en la empresa entre la dimensión ética y la económica.
Una nueva definición de éxito empresarial y, por tanto, una nueva
concepción de empresa preocupada por cómo genera las riquezas, son
imprescindibles para la forja del ethos corporativo y la asunción de la
responsabilidad de las empresas como principales agentes de cambio en las
sociedades contemporáneas.
Esta investigación aporta elementos fundamentales en cuanto a la
variable Gestión Ética, puesto que se analiza a profundidad los elementos
intrínsecos de una coherencia ética como agente de cambio en las
sociedades contemporáneas.
En la misma línea de investigación, Núñez (2009) en su estudio doctoral
titulado Responsabilidad Social Universitaria; desde el enfoque de Gestión
32
Ética para la Toma de Decisiones Compartidas, URBE. Tuvo como propósito
analizar la responsabilidad Social Universitaria desde el Enfoque de Gestión
Ética para la toma de decisiones compartida. Bajo una metodología
descriptiva y un diseño no experimental, transceccional-descriptiva, una
población de 17 informantes claves de las universidades del Zulia y
Carabobo, la recolección de datos, se hizo con un instrumento tipo
cuestionario de 73 ítems con escala de respuesta, siendo validados por 10
expertos de otras universidades.
Los resultados indican que la relación de estas universidades con sus
clientes, con el personal propio y el entorno se encuentra ubicada en la
categoría muy alta al igual que la gestión ética. En cuanto a la toma de
decisión compartida el liderazgo ejercido facilita la conducción del personal
en el logro de sus metas.
Esta investigación, contribuye con este estudio apoyando a la variable
Gestión Ética, en referencia a los valores existentes que demuestran que la
relación de la universidad con su grupo de interés es muy alta, lo que
consolida dicha relación y aporta nuevas formas de interrelación.
De igual manera, Rosales (2009) en su investigación titulada Gestión
Extensionista de las Universidades Públicas bajo el Enfoque de
Responsabilidad Social, desarrollada en la Universidad Rafael Belloso
Chacín para optar al grado de Doctora en Ciencias Gerenciales, donde la
finalidad de la misma fue desarrollar una metodología para la gestión
extensionista de las universidades públicas bajo el nuevo enfoque de
33
responsabilidad social. El desarrollo del estudio se fundamentó en los
autores Guédez (2006), Vallaeys (2003), Castellano (2002), Cárdenas
(2006), Miranda (2004), Pérez (2008), Ramírez y Navarro (2007), Sánchez
(2008) entre otros.
La investigación se enmarca como descriptiva de campo y proyectiva,
además según su diseño, fue no experimental, transversal. La población
estuvo conformada por los 7 directores de Extensión Universitaria de las
Universidades del Zulia, Nacional Abierta, Bolivariana de Venezuela,
Pedagógica Libertador, Nacional Experimental Rafael María Baralt, Nacional
Experimental Politécnico de la Fuerza Armada Bolivariana y Politécnico de
Maracaibo.
Fue elaborado un instrumento de recolección de datos conformado por
48 ítemes el cual validado mediante el juicio de diez expertos, por su parte
con el coeficiente de Crombach en una prueba piloto efectuada a los
coordinadores a nivel de cada facultad de los programas de extensión se
determinó que el valor de rtt=0,97 lo determinó como muy confiable.
Los datos fueron procesados de manera electrónica estimándose los
estadísticos descriptivos. Las conclusiones reflejaron que la universidad es
asumida desde la perspectiva de la responsabilidad social, destacándose la
implantación de una gestión ética basadas en la integridad, el bien común, la
equidad social, el desarrollo sostenible y el medio ambiente. En razón a
estos resultados se generaron unos lineamientos destinados a fortalecer la
extensión desde el punto de vista de la responsabilidad social.
34
Como se puede observar, esta investigación doctoral aporta al presente
estudio en la Variable Gestión Ética, cuando hace referencia a, que la
implantación de una gestión ética basada en la integridad, el bien común, la
equidad social, el desarrollo sostenible y el medio ambiente fortalece la
extensión desde el punto de vista de la responsabilidad social.
Por otra parte, Vergara (2008) en su investigación titulada Ética como
Herramienta para el Ejercicio de la Responsabilidad Social en las Empresas
de Consumo Masivo, realizada en la Universidad Rafael Belloso Chacín para
optar al grado de Doctora en Ciencias Gerenciales, donde la finalidad de la
misma fue analizar la gestión ética como herramienta para el ejercicio de la
responsabilidad social en las empresas de consumo masivo ubicadas en el
Municipio Maracaibo. Esta investigación se caracterizó por tener un enfoque
cuantitativo positivista, con un tipo de investigación descriptiva, exploratoria,
se basó en un diseño no experimental, de tipo transversal de campo.
La población la conformaron 12 gerentes de seis principales empresas
de consumo masivo del país, de la de Recursos Humanos y Relaciones
Institucionales y por los habitantes del Municipio Maracaibo específicamente
de las parroquias Juana de Ávila y Olegario Villalobos respectivamente, la
muestra se escogió cumpliendo con el criterio de muestra experto. La técnica
e instrumento de recolección de datos fue la encuesta, a través de la
aplicación de dos cuestionarios estructurados por preguntas cerradas
categorizadas, el de los gerentes conformado por 74 ítems y el de los
consumidores 20 ítems, al cual se le aplicó una prueba de confiabilidad de
35
Kuder-Richardson que arrojó un resultado de 0,90 y 0,80 considerándose
confiables.
Los resultados del proceso investigativo permitieron concluir que la
gestión ética en las empresas como herramienta para el ejercicio de la
responsabilidad social se maneja muy poco, desarrollando pocos criterios
que permiten evaluar la cultura organizacional y por ende las iniciativas
sociales, sin embargo, las empresas buscan el bienestar de los trabajadores
mediante una relación laboral tanto personal como profesional, contando con
Comités de Ética, que brinda el seguimiento y control de los compromisos
adquiridos con los clientes internos como externos.
Se pudo constatar que los programas sociales externos, la
consideración del patrocinio de actividades deportivas y/o culturales como las
iniciativas que mas desarrollan las empresas para contribuir con las
comunidades, la percepción que tienen los consumidores con respecto a las
iniciativas de responsabilidad social desde la perspectiva de la Gestión Ética,
van a ir descifrando la información del consumidor.
Asimismo, este trabajo de investigación fue un importante aporte, por
cuanto apoya a la variable Gestión Ética, la cual debe aplicarse en las
empresas como herramienta para el ejercicio de la responsabilidad social, lo
cual permitirá evaluar la cultura organizacional y por ende las iniciativas
sociales.
Posteriormente, se considero pertinente citar la tesis doctoral de
Palencia (2007) titulada Toma de Decisión y Liderazgo Universitario frente a
36
la Gestión Ética, el mismo fue realizado en la Universidad Rafael Belloso
Chacín, y su propósito fue responder a la urgencia que tienen las
universidades de hacer una reflexión crítica sobre si los medios y recursos
que aplicar para cumplir la docencia, investigación y extensión están
fundamentados en un equilibrio de valores trascendentes e inmanentes; que
a modo de virtudes, se conviertan en hábitos transmitidos por líderes
mediante una toma de decisión ética.
Mediante un diseño bibliográfico-campo se determinó en qué medida
los Principios Básicos Organizacionales de la Universidad del Zulia orientan
una toma de decisión ética fundada en valores trascendentes, dialogo,
acuerdos y liderazgo ético; se estableció el nivel de disposición de gerencia
hacia el logro de acuerdos en la toma de decisiones identificándose la toma
de decisión ejecutada por su directiva, está lo suficientemente fundamentada
en valores trascendentes, diálogos y acuerdos. Así mismo, a través de un
diseño bibliográfico se caracterizó el liderazgo ético para la dirección
universitaria; diferenciándose las implicaciones de los conceptos “gerencia” y
“gestión ética”.
Las conclusiones revelaron que la Universidad del Zulia no cuenta con
una plataforma ética que se traduzca en una dirigencia formada en el
liderazgo por valores, capaz de gerenciar una filosofía de gestión ética que
oriente la toma ética de decisiones; los Principios Básicos Organizacionales
actuales no orientan de forma explícita, directa y manifiesta una toma de
decisión ética fundada en valores trascendentes, dialogo, acuerdos y
37
liderazgo; además, que el nivel de disposición de la alta gerencia
universitaria a tomar decisiones mediante acuerdos es bajo.
Esta investigación represento una contribución a los fines de este
estudio, en el apoyo a la variable Gestión Ética, cuando hace referencia a la
necesidad de que exista una plataforma ética que permita la toma de
decisiones éticas basadas en valores trascendentes, dialogo, acuerdos y
liderazgo.
De las investigaciones citadas, cabe decir que los resultados de las
mismas, evidencian la efectividad de los diferentes elementos que rigen el
sistema de Gestión Ética, determinados en la declaración de principios
reconocidos como Misión, Visión, Valores, Códigos de Ética, entre otros,
materializados en las organizaciones y que son indispensables para lograr el
balance ético de las Universidades. A continuación, se describirán los
antecedentes que sustentarán a la variable Responsabilidad Social:
En primer lugar se consideró a Maldonado (2010), en su trabajo titulado
La Formación de la Responsabilidad Social del Universitario: Un Estudio
Empírico, desarrollado en la Universidad Complutense de Madrid, cuyo
objeto de investigación para alcanzar el gado de doctor fue determinar si
cursar la asignatura de Responsabilidad Social incide favorablemente en la
formación de la Responsabilidad Social del universitario, para lo cual se
verificaron los objetivos específicos que se derivaron de la hipótesis principal,
donde se realizó una aproximación al concepto de Responsabilidad Social en
el ámbito universitario.
38
Se elaboró y validó una escala de medida del grado de Responsabilidad
Social de un Cuestionario Piloto, el cual gozó de un buen grado de fiabilidad
(0’9326) y validez (0’704). Se analizó la eficacia de la enseñanza que se
realiza con la asignatura de “Responsabilidad Social” en la Universidad
Francisco de Vitoria de cara a la formación de los alumnos en la
responsabilidad Social, como parte de su formación integral, amplio y en
cierto modo, impreciso, como es el de la Responsabilidad Social del
Universitario.
En cuanto al tipo de diseño de este segundo estudio se eligió un diseño
cuasi experimental Pretest/Postest, denominado “Diseño de grupo de control
no equivalente”. Como limitaciones de este Estudio Piloto, se destaca lo
reducido de la muestra utilizada (93 cuestionarios de 4 carreras distintas), así
como el tipo de diseño utilizado (pre-experimental en investigación social,
tipo Ex-postfacto, ya que se estudió un solo grupo cada vez, después de
someterlo a la acción de un tratamiento que se presuma capaz de provocar
un cambio), considerado por algunos con un valor científico bajo.
La definición del constructo propuesto para medir la Responsabilidad
Social del Universitario (con una justificación teórica amplia y fundamentada)
y la elaboración de un instrumento de medición de la Responsabilidad Social
del Universitario son dos de las principales aportaciones de este estudio, que
abren puertas a futuras líneas de investigación que profundicen y mejoren lo
realizado en esta investigación.
39
Esta investigación, aporta en cuanto a la variable Responsabilidad
Social puesto que analiza el deber ser del egresado universitario en su
compromiso con la comunidad y su respuesta como profesional socialmente
responsable.
Por lo tanto, los estudios anteriormente descritos, aportan a nivel teórico
y evidencian la efectividad de las diferentes iniciativas de Responsabilidad
Social, así como también la importancia que tienen para lograr beneficios en
sus grupos de interés, dirigiendo así acciones socialmente responsables a la
comunidad, considerada Responsabilidad Social Universitaria, como un
elemento fundamental de gestión capaz de hacer realidad el proceso de
integración visto desde la estrategia corporativa y operativa respectivamente.
De igual forma, Rendueles (2008) en su trabajo doctoral titulado
responsabilidad Social y Balance Social en las Universidades Privadas en el
Ámbito de la Ley de Servicio Comunitario del Estudiante de Educación
Superior, desarrollada en la Universidad Rafael Belloso Chacín, se propuso
analizar la responsabilidad social y el balance social como herramientas que
permitan el cumplimiento del compromiso de las universidades privadas en
las comunidades, en ocasión de la promulgación de la Ley de Servicio
Comunitario del Estudiante de educación Superior.
Para el logro de este objetivo, se aplicó una metodología descriptiva
analítica, a través de un diseño no experimental de campo, mediante la
aplicación de un cuestionario con una escala tipo likert, pre codificado y auto
40
administrado, formulado para respuestas cerradas; siendo aplicado a seis
(06) autoridades de las universidades privadas ubicadas en el Estado Zulia.
El análisis de los resultados se realizó mediante estadística descriptiva,
llegándose a la conclusión de que existen amplias oportunidades de mejora
en cuanto a la aplicación de los componentes de la responsabilidad social
universitaria, los lineamientos y acciones a ser adoptadas por éstas; al igual
que se pudo evidenciar la necesidad de aplicar el balance social como
herramienta de medición y reporte de los resultados alcanzados por las
universidades en el ejercicio de su responsabilidad social.
Esta investigación, contribuye con este estudio apoyando a la variable
Responsabilidad Social, en referencia a su relación con su entorno, puesto
que las universidades están llamadas a desarrollar acciones de impacto que
beneficien a sus actores sociales.
Por otra parte, Ramos (2008) en su estudio doctoral titulado La
Universidad de Servicio en el Marco de la Responsabilidad Social Respecto
al Entorno Socio productivo, presentado en la Universidad Rafael Belloso
Chacín, tuvo como propósito fundamental formular una propuesta que
propenda al desarrollo de una universidad prestadora de servicios,
fortaleciendo en ella la Responsabilidad Social para contribuir a la solución
de los problemas nacionales.
Se analizaron los elementos que intervienen en el desarrollo de una
cultura de Responsabilidad Social, a través de la normativa existente, los
servicios externos prestados, cultura de servicio de los gerentes
41
universitarios, forma de relación entre las IES y sus grupos de interés; el tipo
de investigación es lógico positivista, prospectiva, transaccional, no
experimental y de campo. La población está conformada por 75 docentes
entre autoridades rectorales, personal de extensión, personal de
investigación y personal de post grado de LUZ, UNERMB, UNEFAB,
UNESUR, y URU en el Estado Zulia.
La muestra, conformada por 45 personas fue seleccionada mediante un
muestreo aleatorio simple. El instrumento fue validado por 15 expertos; el
coeficiente Alfa Cronbach fue de 0,86, los resultados determinaron la
necesidad de integrar las tres funciones básicas universitarias, existencia de
una política divulgativa, poca garantía del mercado laboral de los egresados;
mediana pertinencia de la investigación con los problemas del país, mediante
condiciones para la interacción de la universidad con la comunidad, poca
diferenciación entre asistencialismo y responsabilidad social.
Entre las propuestas destacan: nueva estructura organizacional que
responda a las tres funciones; lograr una relación más estrecha con los
grupos de interés externos e impulsar una cultura fundamentada en la
responsabilidad social.
Esta investigación representó una contribución a los fines de este
estudio, en el apoyo a la variable Responsabilidad Social, cuando hace
referencia que existe mediana condición para la interacción de la universidad
con la comunidad, dimensión que será analizada en la presente
investigación.
42
Igualmente, Soto (2008), en su tesis doctoral titulada Impacto de la
Responsabilidad Social Universitaria en la Conformación del Perfil del
Egresado, desarrollada en la Universidad Rafael Belloso Chacín. El objetivo
principal fue evaluar el impacto de la responsabilidad social universitaria en
la conformación del perfil del egresado de Educación Integral de la
Universidad Pedagógica Experimental Libertador.
Para llevar a cabo este estudio, se abordaron las teorías de la
responsabilidad social universitaria, propuesto por Vallaeys (2005), el
paradigma epistemológico fue positivista, con un enfoque basado en la
modalidad cuantitativa, el nivel de investigación se apoyó en un tipo de
estudio descriptivo, el tipo de investigación fue explicativa y correlacional con
base a la modalidad de campo con un diseño no experimental-transeccional.
Se aplicó una encuesta integrada por un cuestionario dirigido a los
egresados de educación integral de la UPEL tipo Lickert, conformado por 34
ítems, la confiabilidad se obtuvo mediante el coeficiente de Alfa Cronbach,
con un resultado de 0,9983, es decir, de alta confiabilidad.
Los resultados del diagnóstico mostraron heterogeneidad altamente
significativa en los valores, siendo menos favorecidos el indicador formación
y genérico con el mayor valor. Se realizó el cálculo de correlación de Pearson
obteniendo un resultado de 0,41048, lo cual indica relación positiva débil
entre las dos variables, lo que demuestra que el impacto entre la
responsabilidad social universitaria y el perfil del egresado no está acorde
con los lineamientos que genera en la actualidad la universidad, por ello, se
43
recomienda fortalecer la gestión universitaria en función de la
responsabilidad social.
Como se puede observar, esta investigación doctoral aporta a este
estudio en la Variable Responsabilidad Social, elementos que recomiendan
fortalecer la gestión universitaria en función de la responsabilidad social.
Finalmente, Graterol (2007), en su investigación titulada
Responsabilidad Social de las Universidades del Estado Trujillo para el
Desarrollo de una Gestión de Calidad, desarrollada en la Universidad Rafael
Belloso Chacín. Su objetivo principal fue analizar la responsabilidad social de
las universidades del estado Trujillo para el desarrollo de una gestión de
calidad. Teóricamente se sustenta en las teorías de Valenzuela (2005), Certo
(2001), Diez y otros (2001), Kinicki (2005), Documento de la UNESCO
(1998), Manes (1999), Bechard (1996), Goodstein y otros (2001), Cortina
(2005), Garcia-Marzá (2004) entre otros.
El tipo de investigación fue descriptiva, de campo, explicativa y el
diseño no experimental transaccional. La población estuvo conformada por
29 coordinadores y 86 docentes universitarios pertenecientes a las
universidades del Estado, considerándose censo poblacional. La técnica
utilizada fue la encuesta y como instrumento el cuestionario, determinada su
validez por el juicio de 7 expertos, la confiabilidad se calculó mediante el
coeficiente alfa de cronbach y de las dos mitades, con un valor de 0,98 para
los coordinadores y 0,99 para los docentes. Igualmente se utilizó la validez
discriminante.
44
Entre los resultados obtenidos se destacan el conocimiento de los
principios axiológicos, planes estratégicos, principios, niveles y componentes
por parte de los coordinadores para la consolidación de la gestión de calidad
en las universidades del Estado.
Por otra parte, los docentes encuestados expresaron: en las
universidades en estudio no se observa compromiso duradero para
comportarse de manera ética a fin de contribuir al desarrollo económico, al
mismo tiempo que mejore la calidad de vida de las personas, de sus
familiares, de la comunidad donde radica, de la sociedad en su conjunto,
para realizar la responsabilidad social como gestión de calidad a través de la
Ley de Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior.
Igualmente, se proponen lineamientos teórico que darán respuestas a la
problemática encontrada, entre las que se tienen: consolidar en los
coordinadores-docentes la responsabilidad social, adecuadas a su entorno, a
fin de brindar modelos viables para su aplicación, igualmente realizar la
responsabilidad, justicia, diálogo, confianza, igualdad, libertad, respeto,
solidaridad como desarrollo de una gestión de calidad.
Esta investigación, contribuye con este estudio apoyando a la variable
Responsabilidad Social, en referencia a sus dimensiones, específicamente la
social, así mismo proponen lineamientos teóricos para dar respuesta a los
valores institucionales puestos de manifiestos en la filosofía de gestión de la
Universidad, los cuales serán analizados en la presente investigación y
permitirá su fortalecimiento.
45
2. BASES TEÓRICAS
2.1. GESTIÓN ÉTICA.
El mercado global, ha producido cambios muy profundos en las
organizaciones, vivimos en un cambio de época más que en una época de
cambios. Desde esta perspectiva, las organizaciones tienen que jugar con
todos los recursos que poseen, ser más creativas, salirse de los moldes
tradicionales, procurar nuevas formas de administrar, planificar, coordinar,
comprar, vender, atender al cliente, usuario o contribuyente.
Las organizaciones, han ensayado una diversidad de herramientas para
mejorar los niveles de eficiencia, con resultados menos que satisfactorios,
donde se deberán superar obstáculos, los cuales impiden la creación,
consolidación de ambientes laborales plenos de armonía, realizaciones
personales u organizacionales.
Para lograr la armonía organizacional, se deberán incorporar a todas
las personas en el interior de una organización trabajando para un mismo fin,
igualmente deberá incorporarse el beneficio de todos los afectados por su
operación, donde la ética debe ser el núcleo de una nueva cultura
organizacional, sin dejar de ser un ente económico, actuando también como
una institución social, promotora del desarrollo integral de todos que
conforman su red de acción.
La ética, para Guédez (2008), hace sentir bien a las personas cuando
están bien con los demás y se sienten bien consigo mismo. Este autor
46
infiere: las organizaciones cuando asumen un desempeño socialmente
responsables se sienten bien consigo mismas porque están bien con la
sociedad, no puede comprenderse la ética independientemente de las
relaciones sociales y tampoco pueden entenderse las relaciones sociales al
margen de la ética.
Por su parte Cleghorn (2005), establece que la gestión ética está en el
medio de todo proceso de realización. Indaga entre el ¨ser¨ y el ¨deber ser¨,
por tanto, es una disciplina dinámica. Conoce donde se esta, pero tiene
como misión llevarlos a donde deben estar. Por lo tanto, no solamente
informa la situación actual, sino que dirige los esfuerzos hacia la búsqueda
del bien supremo.
En tal sentido, la gestión ética es más compromiso, perseverancia y
aprendizaje que perfección, gratificación o consagración. Los errores son
inevitables, y por eso, en el mundo empresarial, la comprensión de los
valores no puede ser menos importante, que la comprensión de los sistemas.
Por ello, la conciencia ética y social asumida en las organizaciones se
ha visto afectada por el proceso de productividad económica de las recientes
décadas no ha estado acompañado de una significativa disminución de
realidades asociadas a pobreza, contaminación, inseguridad, así como a los
desajustes relativos a salud, educación y cultura. También las exigencias se
han establecido como resultado de las normas, verificaciones, orientaciones
internacionales, así como por leyes o reglamentaciones nacionales.
47
Hacia el mismo propósito, han actuado las demandas de grupos de
interés, realidades de una competencia la cual exigen experiencias sociales,
éticas en cantidad o calidad. A todo esto se añade la natural reacción
generada por la proliferación de escándalos derivados de procederes éticos,
tales como Enron, Parmalat, Arthur Andersen, entre otros. Realmente, la
corrupción del financierismo agudizaron las exigencias para que la ética
saliera a flote con expectativas crecientes.
A lo anteriormente expuesto, Guédez (2008), expresa: la aludida
conciencia ética podría interpretarse como la certeza de no pensar ni actuar
éticamente sin aceptar la necesidad de relacionar a la empresa con sus
realidades espacio-temporales internas - externas. La interacción humana,
su relación social los cuales son factores éticos vitales en las organizaciones.
A este respecto, el mismo autor arriba citado, planteó la tesis acerca del
desarrollo de la conciencia moral de las personas, así como de su posible
transferencia al territorio particular de lo empresarial. Este autor establece la
premisa de que el ser humano se constituye progresivamente a través de su
desarrollo ético. Este cubre tres etapas y seis estadios, que pueden
resumirse así:
Etapa preconvencional:
Estadio 1: Evitar el castigo: Organizaciones que actúan en función de
evitar el castigo. Seguramente son empresas que se limitan a producir
riquezas, generar empleos y cumplir las leyes, pero sin ningún compromiso
48
ético proactivo ni de beneficiosa interacción social. Aquí pueden darse
resultados financieros, operacionales, humanos, sociales o ambientales.
Estadio 2: Beneficios adicionales a lo realizado: organizaciones que
actúan en función de que es mas lo que se recibe de lo que se da. Aquí las
empresas se mueven con un criterio de rentabilidad y de instrumentalización
de las acciones sociales y de los desempeños éticos. Estos se asumen
porque se ven redituables en términos de una reputación que sirve para
mejorar los negocios.
Etapa Convencional:
Estadio 3: Organizaciones que actúan de acuerdo a la identificación con
las tradiciones y costumbres sociales. En este nivel, las empresas no
avanzan con el tiempo ni son susceptibles a las innovaciones y a los cambios
de paradigma. Sin embargo, aquí comienza a darse un tránsito entre lo
puramente beneficioso o utilitario y lo propiamente social.
Estadio 4: Organizaciones que se limitan sólo a cumplir la ley. En estos
casos, las empresas atienden lo mínimo exigido por la legislación sin ninguna
preocupación adicional. Se corre el riesgo de que la motivación de los
trabajadores y el compromiso de los relacionados se traduzcan en una baja
reputación.
Etapa Postconvencional:
Estadio 5: Organizaciones con autonomía de conciencia. Aquí las
empresas asumen una conciencia acerca de los alcances éticos- sociales de
sus desempeños. Aparecen los principios- valores los cuales añaden valor a
49
las conductas, orientan una relación mas enriquecedora, justa con los grupos
de interés. Moverse en este estadio reporta mejores niveles de ciudadanía,
civismo y confianza.
Estadio 6: Organizaciones guiadas por principios universales. En este
estadio las empresas asumen el respeto a los derechos humanos, la
generación del capital social la sustentabilidad como estatutos contribuyen a
perfilar misiones, visiones, valores. Esto genera impactos sobre la sociedad
hace crecer a la organización. En estas circunstancias, competitividad
reputación se promueven con vocación de enriquecimiento espiritual, por lo
cual Modelaje y liderazgo se traducen en importantes valores proyectados
sobre la realidad.
A este respecto, Guédez (2008), acota; tanto en el caso de la mayoría
de los adultos como en el de las empresas, se aprecia una tendencia hacia
los estadios convencionales, es decir, el tercero y el cuarto. Son menos las
personas o las empresas que logran dar el salto de conducta hacia los
estadios superiores. Para favorecer los ascensos de niveles en las
empresas, se requiere de los cuadros más altos elevación de sus
compromisos.
En esta materia, el modelaje es determinante para generar el efecto
cascada y promover la resonancia de contagio, que son energías básicas
para una cultura ética y social de la empresa. El objetivo final de la empresa
pasa a ser contribuir con el logro de una sociedad más humana con
principios éticos. Lo verdaderamente humano debe ser la referencia esencial.
50
Es decir, un verdadero criterio ético general apoyado en lo humano, en la
dignidad humana, con sus consecuentes valores esenciales.
De acuerdo con Forética (2008), se define la Gestión Ética como el
desarrollo de criterios los cuales permiten establecer, implantar, evaluar en
las organizaciones la cultura organizacional desde el punto de vista ético,
para acercarla paulatinamente a la sociedad; así obtener una mejor
comprensión, colaboración en las relaciones humanas las cuales se originan
como consecuencia de actividades de la organización.
La Gestión Ética y Socialmente Responsable, constituye una respuesta
de las organizaciones a los retos de transparencia, integridad sostenibilidad,
entendida esta última en su triple vertiente: económica, ambiental - social.
Las nuevas tendencias mundiales y el rápido cambio de las expectativas
ciudadanas están contribuyendo con las organizaciones más eficientes para
incorporar en sus prácticas mecanismos que permitan conocer las
motivaciones de sus grupos de interés (clientes, proveedores, personas de la
organización, inversores, entre otros.) y puedan anticiparse a ellas.
La Gestión Ética y Socialmente Responsable, es voluntaria; no
obstante, requiere un compromiso que demuestre al menos tres elementos
esenciales. En primer lugar, su integración en la estrategia y procesos de la
organización. En segundo lugar, el impulso del diálogo y el conocimiento de
las expectativas de los grupos de interés. Por último, el fomento de la
transparencia y la comunicación.
51
Por lo tanto, dicha gestión es actualmente un componente fundamental
de la organización, y que su implantación no puede ser vista de manera
coyuntural o meramente circunstancial, puesto que la Gestión Ética tiene
valor en sí misma, por la necesidad generalizada y la preocupación colectiva
de construir bienes para beneficio tanto de la organización como para la
sociedad misma. Permitiendo así, fortalecer un espacio de oportunidades
organizacionales, ligado estrechamente a sus prácticas de Responsabilidad
Social, capaz de construir una plataforma competitiva a partir de los valores.
En tal sentido, se puede decir que, la Gestión Ética viene a constituir un
conjunto de normas técnicas que tienen que estar en constante revisión,
según el estado del arte y de la experiencia acumulada en su utilización por
parte de las organizaciones y sus órganos decisionales que la implementan.
Con más razón, estas normas al implementarse para evaluar dicha Gestión,
son susceptibles de mejora de acuerdo con el crecimiento orgánico previsto
para el conjunto de las mismas.
Martin (2007), establece que en las organizaciones educativas el nivel
decisional de la gerencia conlleva la responsabilidad principal en la
orientación de la actuación organizacional. La organización, entendida como
la comunidad de personas orientadas a una finalidad común, requiere de
procesos de discusión, alineación valorativa, formulación de prioridades y
asignación de recursos para el cumplimiento de la misión, visión y los valores
de su plataforma ética.
52
También establece el citado autor que para superar el valor solo
declarativo de la misma es determinante la actuación del decidor que es el
gerente. El proceso de alineación de valores puede ser modelado y ajustado
mediante una actuación gerencial que oriente la programación, identificación,
preferencia y realización de mejores alternativas de acción para alcanzar las
metas trazadas.
De acuerdo a Forética (2008), la gestión ética implica crear y mantener
un clima laboral óptimo, en la que las personas que integran la organización
se identifiquen con la misión, visión y valores de esta y participen en la
consecución de los objetivos estratégicos de la organización.
En tal sentido, la gestión ética implica un saber que integra las fases de
conocer, valorar, preferir, actuar y evaluar, en un continuo movimiento en
espiral ascendente, involucrando progresivamente nuevos actores.
A lo anteriormente descrito pudiera concluirse con la opinión de Martin
(2007), donde infiere que en el ámbito educativo la gerencia velará
promoverá la calidad de los actores (directivos, investigadores, docentes), de
los procesos (toma de decisiones, prioridades, recursos), en el marco del
concepto actual de calidad integrada: Al mismo tiempo la gerencia podrá
involucrar, motivar al personal en el marco de la complejidad, riqueza o
pluralidad de sus capacidades, competencias o posibilidades.
Múltiples orientaciones, exigencias, demandas atraviesan hoy el
espacio de las organizaciones universitarias. Insertas, de modo importante,
53
en el campo de la producción del conocimiento nuevo para dar respuesta a
nuevos problemas cada vez más complejos o urgentes.
La gestión ética en las universidades recibe un valioso fundamento con
el recurso a un núcleo básico de conductas consideradas deseables para el
ser humano, individual, social, en cuantas virtudes, excelencias o
disposiciones activas de los agentes morales. Martin (2007), considera la
prudencia, justicia, fortaleza y templanza como importantes bases para la
toma de decisiones en las universidades:
Prudencia: En cuanto virtud intelectual y moral, perfecciona la actividad
decisional fundada en la razón. A través de la razón práctica, que guía el
obrar, se cumple la comprensión, valoración de los fines, posibilidades de
actuación, relación con acciones anteriores. La prudencia determina la
valoración del fin buscado, establece los medios o vías para alcanzarlo de
esta forma obra en concreto en esa dirección. Las decisiones de la vida
universitaria son siempre concretas o contextuales, suponen un conocimiento
o valoración para lo cual es indispensable prudencia, tales decisiones
afectarán a los miembros de organización la comunidad. La prudencia es
fundamento de responsabilidad, coherencia en la actuación universitaria.
Justicia: La justicia posee la capacidad de orientar, auto regular la
actuación de quien decide. Es sinónimo de rectitud moral, cumplimiento de lo
debido o reconocimiento al derecho del otro. Es la disposición estable,
permanente de obrar bien, de obrar según un bien comunicativamente
acordado, por lo que hace justos sus resultados como expresión de dicho
54
bien. La justicia compromete la voluntad de obrar correctamente. Los tres
tipos de habituales de justicia: Legal, conmutativa, distributiva, ayudan a
orientar la actuación universitaria. La primera, ordena la actuación de los
miembros de la universidad hacia el bien común.
La segunda, incide en el cumplimiento de procesos de negociación y
contrato para el otorgamiento de lo acordado. La tercera, que regula el
reparto de lo que pertenece a una comunidad: Beneficios (cargos, ubicación,
remuneración) ó cargas (responsabilidad, obligación tributo) ejercidas con
prudencia, permite contemplar las capacidades, meritos y necesidades de
cada uno de los miembros de la universidad.
Fortaleza: Es la virtud que permite al miembro de la comunidad
universitaria, en tanto agente moral, perseverar en la consecución de fines o
medios considerados justos, aun si con ellos asume riesgos o perjuicios
reales o posibles que puedan comprometer su poder, su reconocimiento
social o sus bienes. Es la firmeza en la prosecución de los fines morales que
permiten superar la angustia o el temor, por lo tanto es lo contrario a la
cobardía. Está ligada a reflexión racional prudencia pero difiere de la
temeridad irreflexiva. La firmeza se muestra hoy principalmente en el valor
cívico, en la defensa activa de lo justo, moral, legal, e impulsa consecuencias
en lo económico o lo social.
Templanza: Es la virtud de la ponderación racional, contrapuesta a la
ambición desmedida o a la afectividad impulsiva. Esta virtud permite conocer
las propias posibilidades y limitaciones y alcanzar excelencia en la
55
realización de la mejor de las posibilidades existentes. Orienta las fuerzas y
tendencias al mantenimiento de la vida, convierte los comportamientos
organizacionales guiados solamente por la eficacia, en conductas de la
organización orientadas por valores. Trasciende lo meramente inmediato,
revaloriza al proyecto de vida de la organización y establece el orden
razonable para su realización. La templanza es capacidad de reflexión, capa-
cidad comunicativa y de lograr acuerdos fuerza para visualizar proyectos
valiosos y visión para insertar lo inmediato en el proceso de actuación
cultural.
Martin (2007), concluye que a partir de tales disposiciones activas es
posible así establecer ciertos criterios fundamentales para pensar el papel de
la universidad y de cada uno de sus miembros -directivo ó gerente, docente,
investigador, estudiante, personal- en la construcción de una organización
que busca avanzar hacia la inteligencia ética para contribuir desde ella, de
modo abierto e interactivo, vinculándose a otros agentes sociales, a la
convivencia y a una vida de calidad para un número cada vez mayor de
seres humanos.
Es importante, la consideración de tales virtudes, al momento de
administrar una buena gerencia ética, permitiéndole a las autoridades
universitarias desarrollar una excelente labor para el bienestar de toda la
comunidad universitaria, plasmándose en estrategias comunicacionales tanto
interna como externamente orientadas a optimizar la buena gestión ética
permeada por la responsabilidad social universitaria.
56
2.1.1. DOCUMENTOS FORMALES
La declaración de principios, viene a constituir la referencia para
gestionar la ética en el día a día de las organizaciones. Está conformado por
los Principios, Valores y Directrices que todo empleado de las empresas
tiene que observar en el ejercicio de sus funciones, entre los que se
destacan:
MISIÓN.
Según Benavides (2005), la misión de una organización es su finalidad
específica, que la distingue de otras de su tipo. La misión es la finalidad más
amplia que una organización escoge para sí misma.
Por su parte Morrisey (1996) establece que la misión servirá como
fundamento para las toma de decisiones. La misma se planeta para
proporcionar una firme guía en la toma de decisiones administrativas
importante:
Establecer y mantener la consistencia y la claridad del propósito de
toda organización.
Proporcionar un marco de referencia para todas las decisiones de
planeación importantes que tomarán la dirección y su equipo administrativo,
así como las otras unidades de la organización.
Obtener el compromiso de todos a través de una comunicación clara
de la naturaleza y el concepto del negocio de la organización.
57
Atraer la comprensión y apoyo de personas externas que sean
importantes para el éxito de la organización.
Para Fleiman (2000), la misión es el motivo, propósito, fin o razón de
ser de la existencia de una organización. La aplicación principal de la
declaración de la misión es como guía interna para quienes toman las
decisiones importantes dentro de la organización, para que todos los planes
decididos puedan ser puestos a prueba en su compatibilidad con la misión
total de la organización.
En este orden de ideas, sin una declaración clara del propósito de la
organización, es fácil que los recursos se vuelvan difusos y que las unidades
operen con propósitos cruzados, por lo tanto, la declaración de la misión
debe ser un documento visible que pueda permitir a todos enfocar sus
esfuerzos de una manera que sustente el propósito general de la
organización. En lo externo, la declaración de la misión de la organización
proporcionará una comunicación a los grupos de interés con los que se
relaciona la organización.
Dentro de los amplios límites del propósito de una organización, cada
cual escoge su misión específica, que se puede describir en términos del
producto y mercado, o del servicio y de la clientela a quien se sirve. Si bien el
propósito general de las organizaciones es producir bienes y servicios en el
caso de las universidades públicas el propósito es la producción del
conocimiento.
58
En el caso de la Universidad del Zulia se establece como ¨una
institución científica-educativa fundamentada en los mas sólidos principios de
ética, justicia, libertad y autonomía, cuyo propósito es la creación, trasmisión
y aplicación del conocimiento como valor social que genere competencias
para la creatividad e innovación, para promover y organizar mediante la
educación permanente, el desarrollo pleno de las potencialidades humanas y
ciudadanas del individuo, así como, el fortalecimiento del análisis crítico de
su anticipación y visión del futuro, para la elaboración oportuna de
alternativas viables a los problemas de la región y el país, Una institución
clave para el desarrollo regional y nacional.¨
Por su parte la misión de la Universidad Nacional Experimental Rafael
María Baralt es ¨ Evaluar y supervisar las dependencias adscritas de manera
sistemática y permanente atendiendo y solucionando problemas
institucionales dirigidos a obtener los lineamientos y directrices que
constituyan la política institucional, para garantizar el funcionamiento efectivo
y eficaz de la universidad.
VISIÓN.
Morrisey (2005), establece que la visión es una representación de
cómo se cree que deba ser el futuro de la organización ante los ojos de
clientes, empleados, propietarios y accionistas. En su origen, la visión es casi
por completo intuitiva. Es una consecuencia de los valores y convicciones del
equipo de administración.
59
Por su parte, Benavides (2005), considera que la visión expresa las
aspiraciones fundamentales de una organización, apelando por lo general a
las emociones e inteligencia de sus miembros. Una declaración de visión
dota de espíritu a las declaraciones de misión.
A su vez Fleiman (2000) define la visión como el camino al cual se
dirige la empresa a largo plazo y sirve de rumbo aliciente para orientar las
decisiones estratégicas de crecimiento.
Una visión puede definirse como una exposición clara que indica hacia
donde se dirige la organización a largo plazo y en que se deberá convertir en
el futuro, debiéndose tomar en cuenta el impacto de las nuevas tecnologías,
las necesidades cambiantes de los grupos de interés y el impacto que la
globalización en el desempeño de sus metas.
Benavides (2005), sugiere que la visión debe contener las siguientes
características:
Una declaración de visión bien formulada debe ser breve.
Fácil de captar y recordar.
Inspirar y plantear retos para su logro.
Creíble y consistente con los valores estratégicos y la misión.
Que sirva como punto de consenso de todas las personas
importantes.
Muestre la esencia de lo que debe llegar a ser la organización.
Permite la flexibilidad y la creatividad en su ejecución.
60
En el establecimiento de su visión la Universidad del Zulia se conducirá
como una institución de excelencia académica con compromiso social, líder
en la generación de conocimiento científico competitivo, transferible a través
de la formación integral de ciudadanos del mundo, capacitados para
interactuar con independencia y asertividad en sociedades globales.
Vanguardista en el fortalecimiento del desarrollo tecnológico nacional,
atendiendo a la pertinencia social, el soporte a la producción de la economía
local, regional y nacional, así como también a la necesidad del desarrollo
sostenible¨.
Por su parte, la visión de la Universidad Nacional Experimental Rafael
María Baralt es ¨garantizar una mejor atención al estudiantado, brindando
confiabilidad y calidad en los servicios que presta para que se sientan parte
integral del sistema de estudios superiores.
VALORES INSTITUCIONALES
Según Benavides (2005), los valores son un marco de referencia para
la actuación individual y colectiva al normar criterios socialmente aceptados
para la integración, que suponen en su seguimiento una alta calidad de vida.
Los valores constituyen un credo con el que comulgan las personas, y que
las identifica y las nutre de una cultura organizacional.
Por su parte Cleghorn (2005) manifiesta que los valores son una
construcción de la propia conciencia personal; son la creencia de una forma
de ser o conducta se prefiere a otra. Los valores son pautas de conducta;
61
principios fundamentales que guían el comportamiento de la organización,
como la búsqueda de la excelencia, el cumplimiento de las disposiciones
legales, el respeto humano entre otros.
Por otro lado, Fereira (2005), refiere que cuando un grupo de personas
practica ciertas virtudes y son valoradas por una colectividad, se convierten
en valores. Esto, se debe a que todo grupo humano posee comportamientos
comunes en sus relaciones sociales y al tener un reconocimiento, poseen un
valor, contribuyendo al logro del desarrollo humano integral de las personas
bajo un enfoque de disciplina ética y permitiendo la generación de valores
como la verdad, justicia, belleza, integridad, libertad, paz, igualdad entre
otros, que encauzan el comportamiento de las personas.
Lo anteriormente expuesto permite inferir que es importante considerar
todos aquellos aspectos éticos cuando se está dentro de la teoría de la
función pública y cómo se relacionan sus directivos con la gestión pública, su
situación actual y con qué instrumentos éticos cuenta para desarrollar una
excelente gestión administrativa-operativa en la institución y/o organización.
CÓDIGOS DE ÉTICA.
Para rescatar la ética del mundo de la utopía y dar los primeros pasos
de esta marcha, la administración de empresas cuenta con instrumentos de
apoyo, como el código de ética. La implementación de un código de ética
debe realizarse mediante una gestión participativa. Solo de esta manera es
62
posible lograr el pleno compromiso de los colaboradores con las nuevas
normas.
El criterio ético en políticas de gestión universitaria, responde a una
filosofía, o manera de resolver divergencias ofreciendo resultados con
equidad y justicia que permitan satisfacer la pluralidad de intereses
contribuyendo al bienestar social, es decir, sin perder de vista el objetivo de
servir a sus integrantes, teniendo en cuenta que las universidades funcionan
bajo un marco de valores y principios que permite orientar y fortalecer las
capacidades de sus miembros.
Clehorng (2005), establece que un código de ética estará
fundamentado en los valores que deben llevar a la organización a cumplir
sus fines dentro de un ambiente productivo de colaboración. Estos
documentos, para Garcia-Marzá (2004), representan esfuerzos por hacer
públicas las pautas con las que se quiere identificar a una empresa y orientar
la conducta con los miembros de la organización.
En relación con lo anterior, Abascal (2005), destaca que un
comportamiento ético por parte de los empleados de cualquier organización
o institución debe estar en sintonía con la generación y desarrollo de valores
corporativos y/o institucionales, que representen tanto la misión como la
visión que plasma su filosofía de funcionamiento. En este sentido, deberían
distribuirse sus diferentes actividades laborales con equidad, potenciando su
formación profesional de cara al futuro.
63
Refiere este autor, que si las organizaciones o instituciones desean que
el factor humano se convierta en un recurso estratégico, entonces deben
proyectar la integración ética de todos los empleados de las instituciones,
debido a que ellos son el centro de la universidad como espacio ético y están
orientados por valores como la autonomía y la responsabilidad a incrementar
la calidad de servicio prestado a sus clientes tanto internos como externos
Por su parte Lozano (1999), considera que un código de ética es la
expresión escrita de la voluntad de formular reflexivamente las
responsabilidades compartidas en una organización y de expresar
públicamente los criterios, los valores y las finalidades que la identifiquen.
Los códigos de ética no son enunciados de buenas intenciones en
abstracto, ajenos a los intereses y objetivos de la organización. Estos
sistemas buscan tener un impacto concreto y practico en la gestión de los
negocios. En tal sentido, los rasgos principales de los códigos de ética son:
Las reglas se originan por decisión de las máximas autoridades de la
organización.
El propósito es que los miembros de la organización actúen en forma
coherente con los objetivos que establece el administrador.
El contenido de los códigos de ética se define en base a las
necesidades de cada organización, sus objetivos, su propia cultura y el
contexto en el que actúa.
El objetivo principal de los códigos de ética es lograr la práctica de las
conductas éticas en la organización. En tal sentido, se hace necesario que
64
los colaboradores actúen éticamente, es decir, con su conducta, actúen con
la certeza de que este comportamiento les proporciona interiorización y
fortaleza de sus convicciones éticas cubriendo el vacío que el contexto
donde se desenvuelven produce, muy cerca de la realización personal.
La ética es la mejor forma de control a los gobernantes y funcionarios
públicos
Un código de ética coherente y práctico debe alcanzar los siguientes
objetivos:
Lograr que el comportamiento de los integrantes de la organización
coincida con los objetivos del administrador.
Mantener la mayor coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Incrementar el sentido de pertenencia y responsabilidad dentro de la
organización.
Evitar los comportamientos de empleados, clientes, proveedores y
contratistas que actúan de manera contraria a los intereses de la
organización.
Incrementar la confianza hacia dentro y hacia afuera de la
organización.
Sin embargo se puede considerar que el objetivo principal de los
códigos de ética es lograr la práctica de conductas éticas en la organización,
para lo cual se requiere que los colaboradores actúen éticamente, es decir,
actúen con la convicción de que este comportamiento les proporciona
satisfacción interior, muy cerca de la realización personal.
65
Para el investigador, todos los valores considerados como tal, dentro de
una institución u organización, vendrían a conformar un conjunto de normas
para consagrar principios de conducta, constituidos en códigos de ética que
permitirán regir las actividades de sus integrantes de forma transparente,
mostrando confianza y credibilidad en sus resultados.
2.1.2. VALORES DE GESTIÓN ÉTICA
La época actual, como cualquier otro periodo, exige cambios, al mismo
tiempo reclama valores los cuales sugieran la dirección. Todos los tiempos
se han movido entre lo viejo y lo nuevo. El pasado y el futuro no necesitan de
nuestro accionar, ocurra en el futuro, este dependerá de lo hecho en el
presente, en tal sentido, en el presente se toman acciones, asumen
responsabilidades éticas, pues es aquí donde se asoma con fuerza el asunto
de los valores de cada proceso.
Sobre la base de esta disposición amplia y flexible, se sostiene que
cada época ampara, genera, promueve, repotencia, prolonga, recupera,
solapa o proscribe determinados valores. Guédez (2006) sostiene: en cada
etapa histórica coexisten valores permanentes, novedosos recurrentes e
influyentes:
1. Los valores permanentes son los que han atravesado la historia para
prolongarse a lo largo del desenvolvimiento del ser humano, responden a un
carácter universal y atienden a una vocación de perdurabilidad.
66
2. Los valores novedosos son aquellos que surgen en determinado
momento pero no logran imponerse totalmente debido a las resistencias que
encuentran y a los bajos índices de pertinencia que puedan reflejar.
3. Los valores recurrentes, por su parte, son aquellos que se
consideraban superados y olvidados pero que, sin embargo, pueden ser
desengavetados y desempolvados en un tiempo.
4. Los valores influyentes, son los que se sintonizan con las
expectativas reales, razón por la cual se imponen con la reciedumbre
necesaria para aportar los perfiles propios de una época.
En tal sentido, este autor sugiere la ética vinculada con querer hacer la
mejor manera de ser es siendo, los valores brotan del ser humano ello
encuentra su manifestación más elevada en el ser, mejor, autónomo y auto
responsable. Bello (2008), refiere: los valores son el alma, en el más puro
sentido, anima una acción determinada, en un significado enmarcado dentro
de lo social.
En el mismo contexto social, una visión ecológica sustenta que los
valores son entidades socio-culturales de construcción subjetiva originada en
las redes relacionales de la persona con el ambiente, que se socializan y se
internalizan con rechazo o aceptación relativa, según las características
históricas culturales. Esta definición subraya el carácter relacional del valor,
teniendo en cuenta la función del ambiente, en tanto mediador o ente al cual
debe adaptarse el individuo, como ente indivisible del individuo mismo. Los
67
valores no se dan sino en un contexto de interrelación, donde solo conservan
su valor si son internalizados y aceptados como propios.
Por su parte Cortina (2007), establece que los valores son un
componente de la vida humana, la cual no se hace solo de hechos, sino que
se hace de hechos valorados, de decisiones valoradas, hacemos nuestra
vida desde lo que valoramos, desde lo que preferimos.
Según Medina (2007), los valores no son cosas ni elementos de cosas,
sino propiedades, cualidades sui generis, con una ordenación jerárquica que
los clasifica en superiores e inferiores. Se consideran existencialmente
apreciados y sentidos de acuerdo con principios éticos, antropológicos y
pedagógicos.
De lo anteriormente expuesto, se concluye es preciso entender o
valorar, una vida se hace en realidad desde estas valoraciones, los valores
son referencias fobias o filias, estas expresan creencias en función de las
conocidas, interpretadas o estimadas a los sujetos, objetos o
acontecimientos de la realidad. En definitiva los valores conforman el sistema
de preferencias o rechazos, de decisiones o acciones, de elecciones o
evaluaciones.
Para Cortina (2007), los valores son cualidades de acciones, de
personas, de cosas, que hacen atractivas. Cuando una acción o una persona
o una institución tienen valor positivo, es atractiva; cuando tiene un valor
negativo, es repudiada. En tal sentido, puede decirse, cuando alguien dice de
68
una institución es justa, la está haciendo atractiva, y cuando dice es injusta,
la está haciendo repelente además de ilegitima.
Refiere la autora, que los valores son, por tanto, cualidades de cosas,
acciones de personas, atraen que ayudan a hacer un mundo habitable, este
puede convertirse en un mundo sin hogar, en el que las personas estén pero
no se encuentran como en loa hogares, al que le faltan ventanas, confort
entre otras.
Los valores surgen dentro de un contexto: un conjunto de condiciones
que permiten el desarrollo de ese valor, en ese contexto social grupal o
individual, aunque parezcan intrínsecos al individuo, se observa que existen
diferencias tanto en espacio como en tiempo. Su práctica obedece a las
condiciones en torno al individuo o la sociedad. No obstante existen valores
esenciales los cuales se perfeccionan en el tiempo. Por ello se habla de
valores a conformar un sistema ético.
La referida autora, considera los valores morales como una existencia
verdaderamente humana, los valores ayudan a acondicionar la vida de todos
los seres humanos, además están al alcance de todas las fortunas
personales, porque todos tienen la posibilidad de ser justos, honestos, éstos
deben convertirse en autenticas creencias, que muevan las decisiones de la
vida cotidiana: El valor de la libertad, igualdad, solidaridad, respeto, del
dialogo.
El valor de la libertad: Se puede entender como independencia, como
participación y como autonomía.
69
Libertad como independencia es la libertad que más aprecia el
liberalismo, la libertad propia del Estado de Derecho moderno, la libertad de
expresión, de conciencia, de asociación, de reunión, de desplazamiento, todo
ese mundo originario de los siglos XVI y XVII, en los que se habla de unas
libertades básicas, que son las que alguien puede ejercer sin interferencia.
¿Qué es ser libre? Libre es poder expresarse, poder forjarse su propia
conciencia, poder informar sin que nadie interfiera, ni el Estado, ni los demás
ciudadanos. Esa libertad como independencia es preciosísima y cuando no
se puede ejercer, cuando se acalla la expresión, la información, una
sociedad es claramente injusta.
Lo que ocurre es que la libertad como independencia no es toda la
libertad, sino una parcela de la misma y, a menudo, se aprecia mucho esa
libertad y, sin embargo, otros modelos de ejercerla no tanto.
La libertad como participación. Según Cortina (2007) el pueblo griego
en la época de Pericles entendió que eran libres, que eran ciudadanos, los
que participaban en la asamblea a la hora de tomar las decisiones de la vida
pública, los que decidían con sus iguales acerca de la paz, las leyes. Libertad
quería decir participación. En tal sentido, participar es asumir decisiones y
acciones armonizadas con lo que se cree y con lo que se proclama.
Considera la autora que hay que verificar si efectivamente, existe un
gran entusiasmo por la libertad como independencia, que desde el punto de
vista formal parece que sí, y si las gentes valoran exactamente igual la
70
libertad como participación, la cual considera esta verdaderamente en
decadencia.
La libertad como autonomía: Autonomía significa, a fin de cuentas, ser
dueño de la propia vida, tomar las propias decisiones, pero no hacerlo sin los
otros, sino siempre con los que son significativos para nosotros. La
Autonomía aduce el obtener criterios propios para que se puedan tomar
decisiones en el futuro. Guédez (2006), establece que el valor moral se
enraiza en la idea de la libertad y por tal razón ésta es la condición única que
perfecciona al hombre en tanto hombre.
El valor de la Igualdad: Este valor se debe abordar a través de tres
aspectos: igualdad en dignidad, igualdad económica e igualdad en el sentido
de que el igualar obliga a tener mayores competencias.
El valor de igualdad en dignidad: El principio supremo de la ética
moderna, que nadie se atreve a derogar al menos verbalmente, es el de la
igual dignidad de todos los seres humanos, la cual se debe percibir a través
de la educación para degustar la igual dignidad, sin distingo de raza, cultura
o inteligencia.
El valor de la igualdad económica: Es a través de la educación que hay
que transmitir a los estudiantes que las relaciones con el Tercer Mundo, con
las clases desprotegidas, no son cuestiones de solidaridad, sino de igualdad,
que todos están haciendo un mundo y es ésta una cuestión de justicia.
El punto de partida en este aspecto es la consideración de la vida la
cual, intrínsecamente, corresponde a todo ser humano constituye la base de
71
todos los derechos fundamentales de cualquier persona, sin distinción alguna
de raza, color, sexo, idioma, religión, posición política, económica o cultural,
origen nacional o social.
El valor de la igualdad como competencia de las personas para poder
ponerla al servicio de otros: En la sociedad del saber, en las que quienes
puedan hacerlo se costaran un tipo de formación especializada, de las que
otros van a carecer, tendrán un buen empleo quienes posean un saber
cualificado y los demás quedaran en la cuneta social.
De allí que es imperativo educar personas con la competencia
suficiente como para saber ayudar a quienes, por lotería natural, no pueden
adquirir esa competencia, ya que de lo contrario se producirá un abismo
entre clases que se traducirá en poseedores del saber y desposeídos. Es
preciso elevar el nivel de competencia y mostrar que es un bien social, que
hay que compartir y poner al servicio.
Cuellar (2009) manifiesta que la razón del reconocimiento y
preocupación por los otros se encuentra en el valor per se de las personas a
los cuales la dignidad les es inherente, de la que emana esa serie de
derechos básicos, custodiados por la justicia, donde el reconocimiento a los
demás constituye una de sus aplicaciones inmediatamente concretas.
El valor de la Solidaridad: Se puede abordar en dos niveles. Es
imposible ser solidario si no se experimenta la debilidad, la tristeza o el
desanimo. Quien no degusta el valor de estar con otro en el momento de la
mayor vulnerabilidad, en ese momento en que alguien no se encuentra en
72
una posición de simetría, sino que se encuentra por debajo, es imposible que
alguien se dé cuenta de lo que vale poder estar con otro en el momento de la
debilidad. Eso lo necesitan absolutamente todos los seres humanos.
Esa solidaridad es preciso ejercerla desde un cosmopolitismo
arraigado, tiene que ser a la vez universal, local, evitando que la solidaridad
universal sea una coartada para eludir responsabilidades en el lugar
concreto, evitando olvidar que somos ciudadanos del mundo.
El autor establece, ser solidario es mirar por el otro, ayudarle en sus
necesidades, sea conocido o desconocido para sí mismo. De allí su
relevancia social, emparentada con la justicia. La solidaridad es equidad
ejercida con longanimidad excede los límites de la estricta justicia yendo
más allá, hasta tejer redes sociales de ayuda reciproca, que tornan amable
este mundo necesitado de múltiples maneras de cooperación entre los
hombres, comenzando desde el seno familiar, el ámbito comunitario más
próximo, hasta la solidaridad entre pueblos o naciones.
En resumen, la solidaridad no se reduce a lo justo, a lo mínimo exigible
para no romper el derecho de los demás, trasciende esos límites para tender
lazos surgen del ejercicio de la libertad personal, filantropía caridad social.
El valor del Respeto: El respeto es una actitud positiva. Se respeta
aquel tipo de posiciones que, a lo mejor no se comparten exactamente, pero
se entienden que representan un punto de vista moral. No se puede respetar
algo que parece claramente inmoral, porque las personas son respetables,
pero las opiniones han de hacerse acreedoras al respeto.
73
El valor como Diálogo: El dialogo moral es una cuestión de
reconocimiento. Los diálogos se han entendido excesivamente como
negociaciones, porque se está acostumbrado a ellas y a que no sea posible
nada más. Sin embargo, el diálogo ético tiene como base el reconocimiento;
el reconocimiento de que el otro es un igual, carne de la propia carne y
sangre de la propia sangre, de que forma parte la propia vida. Es así cuando
el dialogo es verdaderamente humano y no cuando se entiende más bien
como una negociación.
En el ejercicio de la justicia, la práctica de un diálogo constructivo en el
ámbito público y privado, resulta un elemento capital para el buen
entendimiento entre los dialogantes que mucho tendrán que cuestionar y
discutir entre sí; en este orden de ideas el dialogo buscado debe ser un
dialogo racional que tenga por núcleo la preocupación, la atención por los
demás al escuchar al otro, la búsqueda de soluciones así como el fomento
de puentes o alianzas, a fin de lograr una comunicación más comprensiva,
más colaborativa, una mejor convivencia y una mayor calidad de vida, lo que
reviste el diálogo de un enorme valor social.
El diálogo debe aportar el elemento de racionalidad práctica y
comunicativa de quien escucha, pondera, discierne al argumentar
críticamente los desacuerdos; aunado a esto, también acepta las novedades,
así como las contribuciones que surjan de ese diálogo constructivo, elemento
básico para el establecimiento de la democracia y una convivencia pacífica.
74
2.2. RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA
Al igual que la empresa, que ha debido superar el enfoque filantrópico
de la inversión social (como gasto extra) para entenderse a sí misma bajo el
nuevo paradigma de la responsabilidad social, la Universidad debe tratar de
superar el enfoque de la proyección social y extensión universitaria como
apéndices bien intencionados a su función central de formación estudiantil y
producción de conocimientos, para poder asumir la verdadera exigencia de la
responsabilidad social universitaria.
Al respecto, Martínez (2007), establece que es pertinente aclarar los
conceptos de Responsabilidad Social Empresarial y Responsabilidad Social
Universitaria haciendo alusión la primera a un modo de gestión integral de la
empresa. Las estrategias de Responsabilidad Social Empresarial, aplicada
en la última década, han logrado superar poco a poco el enfoque filantrópico
que limitaba la participación social de la empresa a un conjunto de obras de
caridad para poblaciones necesitadas, promovidas gracias al uso de
recursos residuales, pero sin relación intrínseca con la actividad productiva
cotidiana de la organización.
De lo anterior, se afirma que la Responsabilidad Social es un modo de
gestión integral de la empresa, que se puede caracterizar como gestión de
impacto (humano, social y ambiental), que la actividad de la organización
genera, en un esfuerzo constante por abarcar y satisfacer los intereses de
todos los afectados potenciales. Por lo tanto, las universidades no podían
75
quedarse alejadas de la reflexión sobre Responsabilidad Social, no solo
porque son organizaciones, sino porque además son responsables de formar
a los futuros profesionales que laboraran en las empresas, a los futuros
ciudadanos que tendrán que promover democráticamente los derechos
humanos, y a los futuros funcionarios que tendrán a su cargo el bien común
de nuestro mundo.
Es así como el interés corporativo, bien entendido no puede dejar de
ser sensible a la sociedad en la cual se desarrolla la organización, y
reconocer las intersolidaridades, como lo afirma Edgar Morín (2006). Por lo
tanto la responsabilidad social es a la vez una exigencia ética y una
estrategia racional de desarrollo para la inteligencia organizacional y por
ende, de las instituciones de educación superior.
Para Núñez (2009), la Responsabilidad Social es lograr con éxito
comercial en formas que honren los valores éticos y respeto por la gente,
comunidades, el ambiente natural. Conduciendo las expectativas legales,
éticas, comerciales entre otras de la sociedad los negocios, haciendo
decisiones balanceadas de modo justo las demandas de todos los públicos
de interés clave.
Igualmente afirma la autora, que la responsabilidad social es el
compromiso contraído por las acciones u omisiones de cualquier individuo o
grupo que generen un impacto en la sociedad; pudiendo recaer éstas en una
persona, organización, gobierno o empresa, estableciendo que se valora el
conocimiento universitario, se reconoce la autonomía de la cátedra, se
76
percibe la cultura universitaria como un bien social, así como la necesidad de
la certificación universitaria de los conocimientos y habilidades en el ejercicio
de muchas actividades productivas.
Asimismo, esta autora señala que la universidad ha desarrollado una
serie de nuevas funciones económicas, políticas, culturales, cada vez más
intensas enlazadas de manera diferente con la sociedad. La universidad es
una herramienta fundamental de movilidad social ascendente, ha jugado el
papel de masa crítica genera producción de cuadros superiores medios para
ocupar los puestos de dirección en las instancias más importantes de la
sociedad.
En concordancia con lo propuesto por la Organización de Naciones
Unidas para la Educación, UNESCO (2008), se considera necesario forjar
una nueva visión de la universidad, otorgando un especial énfasis en la
igualdad de acceso, basado en los méritos, esfuerzo perseverancia, la
promoción del saber mediante la investigación, sin discriminación de ninguna
disciplina, la orientación a largo plazo respaldada en la pertinencia social,
permite adecuar la esencia de la universidad a la sociedad esperando de
ella, la cooperación con el mundo del trabajo con el propósito de reducir el
abismo existente entre educación superior y empleo e incorporar a los
individuos a fortalecer el aparato productivo regional.
Al respecto de lo planteado, Carrizo (2004), señala, existe la urgencia
de un nuevo contrato social entre universidad - sociedad, son frecuentes las
discusiones sobre reformas universitarias, especialmente teniendo en cuenta
77
desafíos relativos a la responsabilidad social universitaria, la ética del
conocimiento o la necesidad de nuevos paradigmas para enfrentar la
creciente complejidad de las problemáticas globales o locales. Este autor
afirma, la frecuencia de estos debates habla, por si misma, de la toma de
conciencia cada vez más extendida acerca de la urgencia de cimentar una
nueva visión de la educación superior.
La Responsabilidad Social Universitaria, es un tema que ocupa la
palestra del debate, en la última década. Esta temática surge como reflejo de
las posturas asumidas por el mundo empresarial ante la necesidad de
responder a la inequidad, la injusticia desmedida desbalance entre un
pequeño grupo que goza de calidad de vida y una masa enorme de personas
que apenas sobreviven. Se considera a la Responsabilidad Social
Universitaria, un nuevo paradigma de proyección hacia la sociedad pero
todavía no está del todo definida o comprendida.
Uno de los representantes del nuevo enfoque de la responsabilidad
social universitaria es Vallaeys (2007), quien la define como: una política de
gestión de la calidad ética de la Universidad busca alinear sus cuatro
procesos (gestión, docencia, investigación, extensión) con la misión
universitaria, sus valores y compromiso social, mediante el logro de la
congruencia institucional, la transparencia y la participación dialógica de toda
la comunidad universitaria (autoridades, estudiantes, docentes,
administrativos) con los múltiples actores sociales interesados en el buen
desempeño universitario y necesitados de él, para la transformación efectiva
78
de la sociedad hacia la solución de sus problemas de exclusión, inequidad, o
sostenibilidad.
Bajo este enfoque, las universidades han de desempeñar un rol social y
moral definitivo en la formación profesional, en la transformación de su medio
ambiente, entre otros aportes; para lo cual requieren cultivar un
comportamiento ético como herramienta de gestión que hoy se cristaliza en
el resurgir de la Responsabilidad Social.
En este sentido, el citado autor, propone, que la Responsabilidad Social
Universitaria articule a partir de una visión holística, las diferentes partes de
la institución en un proyecto de promoción social de principios éticos y de
desarrollo social equitativo pero sostenible, para la formación de
profesionales ciudadanos responsables y la producción - transmisión de
‘saberes' asimismo responsables.
En este orden de ideas, la responsabilidad social consolida la puesta en
escena de un conjunto de valores trascendentes como la solidaridad, la
justicia, la equidad y la búsqueda de bienestar común en acciones
específicas destinadas a mejorar la calidad de vida de las comunidades,
formar ciudadanía y generar verdaderos espacios de convivencia, la
responsabilidad social universitaria estará dimensionada en intra y extra
comunitaria.
Martínez (2007) establece que los dos principales propósitos de la
Universidad son ante todo la formación humana y profesional (propósito
79
académico) y la construcción-creación de nuevos conocimientos (propósito
de investigación), sabiendo que estos dos fines se relacionan estrechamente.
De esta forma, la Responsabilidad Social Universitaria compenetra o
articula todas las partes orgánicas de la Universidad, incluyendo en una
misma estrategia de gestión a la administración en cuanto a docencia,
investigación y extensión, la cual comprende todos los demás servicios
universitarios vinculados con el entorno social (servicios de consultoría,
asesorías, asociaciones, proyección social, oficina de comunicación
institucional, entre otros.); lo cual dista mucho del modelo de proyección
social voluntaria que solo abarca al cuarto rubro de los impactos.
Con base a lo expuesto, este desplazamiento de la atención hacia el
entorno social por parte de la universidad (proyectos sociales hacia fuera),
hacia la gestión integral de la organización académica, es la clave para
comprender lo que puede y debería significar la Responsabilidad Social
Universitaria, con miras a desarrollar la calidad de la gestión social y
ambiental de ésta.
Atendiendo a estas consideraciones, se plantea que:
La responsabilidad social universitaria es una estrategia de gestión
universitaria, tratando de mantener un enfoque holístico sobre la propia
organización universitaria, y concibiendo iniciativas interdisciplinarias
(sinergia entre facultades y dependencias universitarias) e interinstitucionales
(asociación de varias funciones de la estructura institucional).
80
Que el papel de la universidad no es el de sustituir al Estado o a las
Organizaciones no Gubernamentales de desarrollo (ONG`s), sino de asumir
cada vez mejor su rol de formación superior integral con fines éticos y en pro
del desarrollo sostenible de su comunidad, precisando no concebir las
relaciones entre la universidad y el entorno social en términos de donación o
ayuda unilateral.
2.2.1. DIMENSIONES ÉTICAS
Rosales (2009), plantea que la universidad no solo debe interpretar esa
demanda social, esa necesidad de mercado, sino que debe ser un factor
importante para promover el cambio social y el desarrollo del entorno. La
participación de la comunidad educativa universitaria en el logro de metas,
debe darse en el marco de ese ejercicio responsable del juicio de los actos y
del respeto a la libertad, la ética y la tolerancia dentro de una perspectiva de
compromiso y pertinencia institucional. Cada día más, la sociedad demanda
de la universidad, de la academia, mayor participación de los hechos
sociales.
Desde este punto de vista, para la referida autora, el nuevo enfoque de
la universidad debe contribuir decididamente a la solución de los críticos
problemas que aquejan a la sociedad. Estos problemas, que deben
percibirse a través de la identificación de necesidades sociales, económicas
y políticas insatisfechas que requieren soluciones a largo plazo,
81
comprometen la participación de amplios sectores públicos y privados, y
sobre todo, nuevos esfuerzos y estilos de cooperación ciudadana.
De manera que, al concebir la universidad como organización
responsable de la creación y difusión del conocimiento, como su principal
producto, inquieta en el sentido de cómo debe ser administrada y obliga a
conocer de ella el criterio de la pertinencia, para comprobar que los objetivos
propuestos por la institución corresponden a los requeridos por la sociedad.
Por otra parte, Martínez (2007), opina que estar a tono con los nuevos
tiempos, la universidad requiere definir la visión integral de sus funciones
académicas: docencia, investigación y extensión sobre un nuevo paradigma
cuyo uno de sus mejores soportes es una comunicación oportuna como eje
transformador que le permita, a través de la creación y difusión del
conocimiento lograr la correspondencia entre lo que la sociedad demanda
por una parte y la coherencia interna que debe reinar en la universidad, por
la otra, en la búsqueda de la pertinencia social que aspira el contexto de las
instituciones de educación superior, tratando de hacer compatible el discurso
con la acción.
Asimismo, la búsqueda del conocimiento, su transmisión y aplicación
dan origen a estas funciones básicas de las instituciones universitarias:
investigación, docencia y extensión. Si bien, en determinados momentos de
su desenvolvimiento histórico una de esas funciones ha prevalecido sobre la
otra, lo cierto es que el ideal reside en una equilibrada integración de las
mismas, de modo que las tres estén siempre presentes en todas las tareas
82
de la actividad universitaria.
Igualmente, Begoña y de la Cruz Ayuso (2009), opinan que poca
atención y reflexión, recibe esta dimensión de la responsabilidad social, si se
tiene en cuenta que la misma nace al amparo de la ética de la empresa,
organización o institución. De allí que, la dimensión ética poco se analiza en
profundidad de forma adecuada. Tal vez, por la necesidad de asumir nuevos
modelos de gestión en el marco de las organizaciones, se remita esta
dimensión a cuestiones y criterios relacionados con la toma de decisiones
como núcleo de la responsabilidad social de las empresas
2.2.1.1. LA ETICA COMO FUNDAMENTO DE LA RESPONSABILIDAD
SOCIAL UNIVERSITARIA
Cuando se habla de fundamento, se piensa en buscar raíces, en ir más
allá de las causas, o en establecer la plataforma de un basamento.
Fundamentar es, buscar el ¨porqué¨, es decir inspirarse en aquella sentencia
de Nietzsche, según la cual, cuando se tiene un ¨porqué¨ se puede soportar
cualquier ¨como¨.
Guédez (2008), establece que el fundamento de la Responsabilidad
Social Empresarial es ético porque, así como individualmente la ética nos
hace sentir bien con nosotros mismos cuando estamos bien con los demás y
nos hace sentir bien con los demás cuando estamos bien con nosotros
mismos; de manera análoga, las organizaciones cuando asumen un
desempeño socialmente responsable se sienten bien consigo mismas porque
83
están bien con la sociedad, y cuando están bien con la sociedad se sienten
bien consigo mismas.
Volpentesta (2009) sostiene que la ética es una reflexión sobre la moral.
La ética como filosofía de la moral, se encuentra en un nivel diferente: se
pregunta por qué se consideran válidos unos y no otros comportamientos. La
moral da pautas para la vida cotidiana, la ética es un estudio o reflexión
sobre que origina y justifica estas pautas.
¿Cómo se vinculan estos conceptos con el accionar empresarial?
¿Cuáles son las causas por las que una empresa con fines de lucro debiera
interesarle operar bajo lineamientos éticos? ¿Cómo se relaciona la ética con
la economía y el desarrollo? ¿Qué agrega o que quita si el comportamiento
individual se aparta de los ideales éticos que la moral de este nuevo siglo
impone? ¿Empresa y ética pueden conjugarse en el mismo tiempo y
espacio?
La actividad empresarial es una de las actividades humanas y, como
tal, puede estar alta de moral en sus distintas dimensiones, puede
aproximarse más o menos a las metas que le dan sentido como actividad y
por las que cobra legitimidad social, y puede hacerlo con los medios que la
consciencia moral de esa sociedad exige o quedar por debajo de ella, pero
no puede situarse mas allá de todo ello.
Por su parte Cortina (2003) considera que cuando se habla de cultura
de empresa, evaluaciones de calidad, recursos humanos o capital humano,
clima ético, capital social, responsabilidad corporativa, dirección por valores,
84
comunicación interna y externa, balance social, necesidad de anticipar el
futuro creándolo, no se diga ya si se habla de códigos éticos, auditorias
éticas o fondos éticos de inversión, se está desgranando la ética empresarial.
Toda organización en su devenir va forjando su carácter, al igual que las
personas, por el cual son identificadas.
La ética se ofrece como un saber que brinda orientaciones para la
acción de manera que sea posible distinguir aquellas decisiones que son
justas y buenas de las que no lo son. Lo que busca es que en esa reflexión,
la organización vaya adquiriendo el hábito de tomar buenas decisiones
Esto explica porque entre la ética y la responsabilidad social existe una
relación circunstancial: no puede comprenderse independientemente de las
relaciones sociales y tampoco pueden entenderse las relaciones sociales al
margen de la ética. Puede afirmarse que la ética es el soporte de la
responsabilidad social y ésta es la expresión práctica de aquella. Además
desde el punto de vista organizacional la ética ha conservado su vigencia
como principio, pero además ha adquirido una connotación estratégica, ya
que bien se sabe que la desaparición de grandes corporaciones ha
obedecido a problemas de naturaleza ética
2.2.1.2. MOTIVACION HUMANA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL
Las organizaciones pueden proyectar sus creencias, pensamientos y
sentimientos en función de un desarrollo humano pleno, o también puede ir
85
más allá al elevarse hasta donde asegure su integración interna y su armonía
con todos sus relacionados.
La motivación, se origina en motivos, y estos se expresan como
objetivos que impulsan una actuación en una determinada dirección y según
una manera particular. Siempre hay un motivo para lo que se hace y para lo
que se desea hacer.
Por su parte, Herzberg (2008), sostiene que existen dos tipos de
factores en las organizaciones: los higiénicos (que pueden asociarse con los
niveles inferiores de Guédez) los cuales generan insatisfacción al no estar
presentes, pero cuando existen no promueven motivación. En este caso se
encuentra el salario que cuando es bajo genera frustración, pero cuando lo
aumentan no se traduce en motivación explicita. En cambio, los factores
motivadores se asocian con los niveles superiores de la pirámide y se
caracterizan porque sí motivan cuando existen, lo cual puede ejemplificarse
en las responsabilidades asignadas, en los desafíos y reconocimientos
proferidos que motivan en grado superlativo el compromiso y productividad
del trabajador.
Estos dos autores, coinciden en que sus teorías se basan en el porqué,
pero dejan de lado el para qué que se vincula en lo finalístico y ético de las
acciones, lo cual los concentra en los planos que se revelan como instancias
de complejidad de una misma proyección desde el punto de vista ético como
son: no hacer daño a nadie y hacer el bien, en cambio dejan por fuera los
subsiguientes planos: ser mejores y hacer que el otro sea mejor.
86
A su vez los modelos establecidos Guédez (2008) alcanzan de
manera más directa y visible, los dos últimos planos de la perspectiva ética y
social planteada y distingue tres tipos de motivos:
1. Los motivos extrínsecos que son definidos como lo que se espera
recibir a cambio de lo que se hace.
2. Los motivos intrínsecos que se corresponde a lo que se espera
crecer y aprender como resultado de hacer lo que se hace.
3. Los motivos trascendentes que se identifican con lo que se pretende
aportar a los otros con lo que se hace.
Este autor, incorpora la idea de que se puede dar y no solo recibir,
además de que se puede crecer al dar, lo que deja constancia de que la
atención y satisfacción del otro es parte consustancial de las motivaciones
que explican el comportamiento humano.
Cuando el planteamiento de este autor se transfiere al territorio de los
actores involucrados en las acciones de responsabilidad social universitaria,
surge la necesidad de recordar que la complementación entre lo que se da,
lo que se recibe y lo que se crece no debe reducirse aisladamente, a ninguno
de los actores que participan en una iniciativa social. Por el contrario, los tres
tipos de motivaciones deben ser compartidos y armonizados en el ámbito de
todos los que intervienen en el proceso.
Por su parte, Garret (2008), sostiene que existe una jerarquía de
valores que permiten transformar las culturas de las organizaciones: servicio,
haciendo la diferencia, cohesión interna, transformación, autoestima,
87
relaciones y supervivencia. Estos siete niveles de conciencia se encuentran
estructurados en cuatro categorías de necesidades fundamentales donde en
los dos niveles superiores tienen cabida los aspectos relacionados con la
conducta ética y el desempeño socialmente responsable.
En tal sentido, Guédez (2008), establece que un motivo lleva a actuar,
mientras que la motivación es la actuación que se traduce en esfuerzo
concreto para alcanzar ese motivo.
El asunto, no es solo pensar en un propósito sino actuar para lograr ese
propósito, ya que todo ser humano revela necesidades o motivos que
justifican su empeño. El autor, sostiene que las necesidades insatisfechas se
transforman en las motivaciones de la conducta humana. Recurre a la figura
de la pirámide para representar su modelo. En el primer de la base está el
hambre, la sed y demás necesidades fisiológicas que solo luego de ser
satisfechas permiten pensar en el nivel subsiguiente hasta llegar a los
superiores.
La trascendencia se encuentra ubicada en el nivel máximo, esa
instancia mayor representa el potencial de la suprema plenitud humana.
Quienes trabajan en aras de una visión trascendente, honrando sus valores
mediante conductas virtuosas, alcanzan la verdadera identidad del ser
humano donde se resuelve la dicotomía entre el egoísmo y el desinterés
personal. De allí que las universidades deben actuar en función de elevar las
satisfacciones de las personas que en ella trabajan y de las sociedades
donde desarrollan su actividad.
88
2.2.1.3. EL PUENTE ENTRE LA ETICA Y LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
UNIVERSITARIA
Guédez (2008), plantea que el propósito de la ética no es que la gente
sea más ética, sino que sea capaz de tomar mejores decisiones. Esta
afirmación permite inferir que el peso de lo social es tan importante
actualmente que el propósito de la ética no es que la gente decida mejor sino
que la gente tome sus decisiones enmarcadas en el ámbito de los mejores
impactos para la sociedad y para todos los grupos relacionados.
De tal forma que cualquier decisión requiere de las cuestiones
esenciales que se resumen en las siguientes preguntas:
¿Se enmarca en la ley mi decisión?
¿Está motivada en la idea de la justicia?
¿Cómo afecta a los demás?
¿De qué manera impacta el ambiente?
¿Cómo siento mi conciencia después de haber tomado la decisión?
La ética, conlleva a decidir y este requerimiento no puede ejercerse al
margen de una realidad social y de una pluralidad de personas que están
cada vez más conscientes de sus derechos. Es por ello que en las
Universidades, no basta con el conocimiento de los principios (racionalidad
teórica), ni con el manejo de pautas, criterios o instrumentos para abordar las
situaciones (racionalidad instrumental), sino que se impone pensar en que la
89
decisión sea la mejor para superar un dilema con la menor cantidad de
impactos negativos (racionalidad práctica).
Por su parte, Méndez (2008), sostiene que los hábitos rectos no son
innatos, más bien, se forman y refuerzan poniéndolos en práctica y
estableciendo los aprendizajes y las enmiendas que sean menester, puesto
que toda capacidad humana se perfecciona con la toma de decisiones. Es
aquí donde se encuentra el verbo activo alrededor de cual se ejerce la
conjugación del ejercicio de la libertad con el compromiso de la
responsabilidad.
Desde este punto de vista, el referido autor refiere que la ética es
sabiduría práctica que se ejerce en función de poder analizar, diagnosticar,
distinguir, discernir, valorar, comparar, decidir y afrontar las consecuencias.
En términos coloquiales esto se traduce en la capacidad, el valor que se
tenga para decir: esto lo decidí yo, por tales y cuales razones, por lo que
asumo todas las consecuencias que de ello se derivan.
En opinión de Hernández (2006), un directivo acorde con su función en
la universidad, tiene mayor responsabilidad en la toma de decisiones que la
que tiene un obrero; pero el mismo directivo puede tomar decisiones de
diferente importancia ya que, no siempre juega el mismo rol, en ocasiones
tiene mayor responsabilidad sobre ciertos actos que en otros.
Por otra parte, conlleva un tipo específico de comportamiento en donde
la elección tiene una finalidad con cierta intencionalidad, incluyendo
valoraciones éticas específicas, dicha finalidad comprende una jerarquía de
90
valores que el actor ordena, ya que se guía por objetivos y metas que, para
lograrlos, tiene que confrontarlos con su medio y analizar las posibilidades de
ser llevados a cabo. Así, las valoraciones definidas por el actor son mediadas
por la realidad.
En definitiva, la ética es para seres humanos que deben escribir su vida
en un borrador que exige la perentoriedad propia de una época vertiginosa,
puesto que es una intención renovada y una coherencia sedimentada a lo
largo del tiempo, ya que esa intención y coherencia se asocian con una
decisión porque siempre el ser ético es ante todo una capacidad para elegir
y, sobre todo para elegir lo correcto.
Finalmente Guédez (2008), expresa que si se actúa con respeto por el
otro, terminará por emerger lo correcto. Lo anteriormente expuesto permite
inferir que la ética se entiende no como una fórmula fraguada, ni una relación
de reglas ordenadas, sino como un criterio de orientación que se refuerza y
esclarece con la práctica.
2.2.2. GESTION COMPARTIDA
En esta modalidad de actuación social universitaria, la universidad
comparte con otros, que pueden ser otras universidades, entidades
gubernamentales y/o organizaciones sociales no lucrativas, niveles de
compromiso diferenciados en el quehacer social. Pueden ser ocasionales,
mediante alianzas temporales para la realización de campañas, mas
permanentes, estableciendo convenios de trabajo en cooperación, o incluso
91
institucionalizados, mediante la creación y mantenimiento de organizaciones.
En este caso, no se trata solo de un proveedor de recursos, ya que tiene la
posibilidad de participar en el diseño, ejecución y evaluación de la acción por
realizar.
Méndez (2008), lo define como ¨la alianza entre actores, que por un
interés común asumen compromisos y funciones diferenciadas¨. Así las
alianzas temporales o institucionalizadas pueden darse para compartir
conocimiento, un plan de trabajo o responsabilidades financieras.
De igual forma la anterior autora establece las características
fundamentales de la gestión compartida: la colaboración voluntaria, los
objetivos mutuamente acordados, recursos y riesgos compartidos y el valor
agregado que ofrece la unión establecida a la participación individual.
Pueden darse alianzas universidad-universidad, universidad-Estado,
universidad-comunidad y alianzas tripartitas que es cuando confluyen
universidad-Estado-comunidad.
Las alianzas entre universidades están caracterizadas por una relación
entre iguales que unen recursos para lograr mayor cobertura e impacto. Las
alianzas universidad-Estado responden a la convicción de que se producen
mejores resultados cuando se incorporan las autoridades. Las alianzas
universidad-comunidad les aporta credibilidad a las organizaciones
comunitarias, a las acciones sociales empresariales a cambio de
financiamiento y consultoría.
92
Las llamadas alianzas tripartitas son las más complejas de concretar, al
mismo tiempo las más apreciadas hoy en día, ya que responden a la unión
Universidad-Estado-comunidad. Se establece una diferenciación de roles
entre los distintos actores ya que las universidades ofrecen recurso humano,
tecnología y destrezas gerenciales, el Estado, aporta representación,
legitimidad, normativa; la comunidad, representada por grupos poblacionales
u organizaciones no gubernamentales, ofrecen el conocimiento de las
necesidades y la gestión.
A su vez Zaplana (2011) considera que la Gestión compartida es el
mecanismo de la administración participativa basada en la interacción de los
distintos grupos sociales que buscan nuevas formas de participación que
garanticen soluciones viables a los diferentes problemas que afectan a las
comunidades.
Esta interacción de los distintos grupos que conforman las
comunidades implica cooperación, integración y autogestión de los planes y
proyectos que beneficien a la sociedad con todas sus instituciones y
estamentos.
Ezquiaga (2000) sostiene que la gestión compartida es aquella llevada
a cabo por varios actores. En todo caso, el tema de la gestión compartida no
debe ser entendido como una solución mágica para el problema, sino una
estrategia, puesto que no ofrece ninguna receta general, pero sí ideas
básicas a ser consideradas durante la negociación entre los diversos
intereses del manejo.
93
Por todo lo anteriormente expuesto, puede inferirse que la gestión
compartida es entendida como un arreglo institucional que abarca desde lo
más pequeño, un individuo, hasta las organizaciones nacionales,
estructurando e implementando una intervención integrada en torno a un
recurso de propiedad común. Esto implica definir las reglas –derechos y
deberes–para especificar el uso, los instrumentos de decisión y los medios
de control. Está basada en la idea de que la pluralidad permite incentivos a la
cooperación y, de esta forma, se puede obtener un resultado que beneficie a
la comunidad de modo sostenible.
2.2.2.1. ALIANZAS TEMPORALES
Méndez (2008), define esta figura como la unión entre la universidad y
otras organizaciones en función de un asunto de interés general para realizar
una actividad puntual determinada en un momento dado como puede ser un
evento, una campaña, un financiamiento o un proceso de intermediación, por
supuesto en el ámbito de actuación a beneficio de la comunidad y no de
intereses mutuos, por lo tanto quedan excluidas de este contexto todas
aquellas alianzas para fines comerciales.
Para Viloria (2005), son los mecanismos de colaboración entre
empresa u organizaciones mayormente utilizadas para desarrollar esfuerzos
conjuntos de colaboración como una forma primaria para alcanzar objetivos a
corto y mediano plazo que de otra forma no podrían lograrse
independientemente.
94
Por su parte Blanco (2005), considera que son acuerdos caracterizados
por el compromiso de dos o más organizaciones o empresas para alcanzar
objetivos comunes que implica la agrupación de sus recursos y actividades
Puede concluirse que las alianzas temporales son un instrumento
valioso de cooperación entre organizaciones que permite esencialmente
ejecutar en conjunto actividades de interés social, las cuales reportan
promoción institucional la mayoría de las veces y relaciones
interinstitucionales favorables, sin que ello implique invertir mucho tiempo en
la conformación de la alianza ni tampoco asumir compromisos permanentes.
2.2.2.2. CONVENIOS DE COOPERACION INTERINSTITUCIONALES
Méndez (2008) refiere que se trata de establecer un sistema de
responsabilidades y compromisos entre varios actores mediante la firma de
un convenio de cooperación en función de la utilidad colectiva, que puede
darse entre dos actores, diferenciando los roles de financiador y ejecutor,
respectivamente, o por el contrario, convenios-multiactores que
complementan roles de financiamiento, administración y vigilancia.
Por su parte Rizo (2006) refiere que los Convenios de Relaciones
Interinstitucionales es todo acto celebración de un acuerdo de cooperación
suscripto en instrumento formal y de modo institucional en el que figuran las
instituciones de educación superior como parte interesada y una contraparte
signataria; y que en el tenor, se manifiesta la voluntad y el compromiso por
desarrollar actividades de interés común relacionadas con temas
95
académicos, científicos, de investigación y culturales. Todo convenio
representa la expresión de confianza, buena fe y reciprocidad entre las
instituciones para implementar un trabajo coordinado.
Según Cecchi, y col (2009), el Convenio es un documento de
legitimación oficial de las relaciones interinstitucionales y, el medio para el
cual se instrumentaliza la interacción. Puede considerarse como la
concreción de programas que se originan en la iniciativa o interés
espontaneo de profesores e investigadores o de las autoridades
universitarias para el desarrollo de actividades o modalidades de
cooperación sobre la base de aéreas de interés.
A diferencia de un acto de donación, el papel de la Universidad, en
estos casos es el codiseñar las metas y evaluar los resultados de la
intervención social, sin confundir el papel de las organizaciones sociales
como prestadoras de servicios mediante un esquema de contrataciones. En
los convenios unos actores aportan los recursos, otros los contenidos, otros
las redes de beneficiarios y otros asumen roles de administradores, lo que
complejiza el set de roles y la comunicación entre los distintos actores.
Lo anteriormente expuesto infiere que el instrumento de convenio de
cooperación implica un esquema de trabajo compartido en el cual se
determinan roles diferenciados entre cada actor, lo que caracteriza esta
gestión como de mayor compromiso en relación con las alianzas temporales,
y donde la inversión de tiempo de las universidades es mucho mayor en
estructurar el convenio, ejecutarlo y mantener canales de comunicación.
96
2.2.2.2.3. ASOCIACIONES EMPRESARIALES DE MEMBRECÍAS
Méndez (2008), las define como alianzas entre empresas que logran
estructurarse como organización mediante el instrumento de asociaciones de
miembros. En este caso las empresas están dispuestas a crear y mantener
instituciones que cumplen fines sociales, tal es el caso de la Asociación para
la Promoción de Estudios Sociales, creada para apoyar y divulgar el estudio
sobre la pobreza, desarrollado por el Instituto de Investigaciones Sociales de
la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
Blanco (2005), las define como organizaciones que desempeñan un
papel relevante en la formación e institucionalización de una empresa
intelectual y/o disciplinaria y constituye una parte vital de la estructura social
de la vida académica.
Por su parte Rubiralta (2007), establece que son organizaciones de
carácter privado basadas en acuerdos entre empresas o empresarios
miembros que se unen formal y públicamente a instituciones para promover
el logro de condiciones favorables para el conjunto, para apoyarse
recíprocamente y para defender intereses comunes en un campo, territorio
determinado con la finalidad de desarrollar una o varias funciones.
Las asociaciones empresariales, como instrumento de cooperación y
alianzas entre empresas para la actuación social, evidencian un nivel de
compromiso empresarial mayor en la medida que deciden estructurarlas
como organizaciones de membrecías.
97
2.2.3. INTERACCIÓN
La universidad, a través de diversas modalidades y escenarios tiene
concretamente, un dialogo directo con la sociedad, intentando diferentes
instancias para lograr su transformación, favoreciendo, fundamentalmente,
el logro de la equidad con justicia social. Las modalidades de interacción
como son el Voluntariado, la Transferencia y la Extensión y el Servicio
Social, que si bien se relacionan con demandas o necesidades sociales,
tienen matices diferentes en su implementación.
Según Rizo (2006) la interacción puede ser comprendida como el
intercambio y la negociación del sentido entre dos o más participantes
situados en contextos sociales. Generalmente se asocia el término
interacción al de comunicación interpersonal, a las relaciones de
comunicación en situación de co-presencia.
A su vez Goffman (1972) considera que las interacciones son la
realización regular y rutinaria de los encuentros o dicho de otra forma, son
situaciones sociales completas lo cual las aleja de los meros actos lineales
de información.
Por su parte O´Sullivan y otros (1997) infiere que en la interacción
social, el acento esta puesto en la comunicación y la reciprocidad entre
quienes promulgan, utilizan y construyen los códigos y las reglas.
Todo lo anteriormente expuesto permite determinar que en la relación
de interacción, cada interlocutor intenta adaptarse al comportamiento y
98
expectativas del otro, puesto que la interacción implica el establecimiento de
reglas, normas y dinámicas compartidas.
2.2.3.1. VOLUNTARIADO
El colectivo que forma el voluntariado universitario, está centrado en la
perspectiva solidaria, que es el núcleo de todo proceso asociativo. Sus
acciones, cada vez más difundidas, contribuyen a ampliar el proceso de
reflexión y diálogo sobre la función social de la universidad. En las actuales
condiciones sociales, políticas, económicas, culturales de América latina y el
Caribe, ocupa un lugar importante.
Según Cecchi, y col (2009), voluntario es un actor social y agente de
transformación que presta servicios no remunerados en beneficio de la
comunidad, donando su tiempo y conocimiento, realizando un trabajo
generado por la energía de su impulso solidario, atendiendo tanto a las
necesidades del prójimo y a los imperativos de una causa como a sus
propias motivaciones personales, sean éstas de carácter religioso, cultural,
filosófico, político o emocional.
Por su parte, Guédez (2006), establece que el voluntariado es la acción
espontanea de una persona para compartir tiempo, conocimiento, dinero,
afecto o cualquier bien o servicio digno que ayude a solventar las carencias
de otro.
Méndez (2008), define el voluntariado como la disposición espontanea
de una persona para ejecutar un trabajo o servicio sin estar obligado a ello.
99
Como instrumento de cooperación social, el voluntariado consiste en apoyar
a terceros con trabajo, siendo voluntariado corporativo cuando la
organización libera horas de trabajo de sus empleados para que éstos
realicen voluntariamente acciones sociales de su preferencia.
De allí que el voluntariado debe ser una decisión asumida sin
presiones, intimidaciones ni coacciones, que no implique remuneración
económica, que conlleve el mejoramiento de la situación del beneficiario y
del voluntario y que responda a una prolongada línea de compromiso. De lo
anteriormente expuesto se desprende que el alcance del voluntariado es que
la solidaridad es el primer deber que tenemos hacia los otros y que, más allá
de nuestros derechos, todos tenemos el derecho y el deber de ser solidarios.
Cecchi y col (2009), opinan que los jóvenes que atraviesan una
experiencia de voluntariado a través del desarrollo de conocimientos,
capacidades, oportunidades, estarán mejor preparados para asumir su
compromiso político con el desarrollo de sociedades igualitarias y
democráticas, transformando al mismo tiempo, su propia condición.
Estos autores, definen al voluntariado universitario como practicas de
intervención social realizadas por los estudiantes universitarios; destinadas a
atender necesidades y demandas de una comunidad y; planificadas en
función de favorecer la excelencia académica y el compromiso social de los
futuros profesionales.
Con el voluntariado universitario se intenta reconsiderar la importancia
del aprovechamiento de los saberes específicos de su formación en las
100
prácticas comunitarias, así como la integración de docentes, investigadores y
estudiantes, porque ello proporciona la presencia de diversas estrategias.
La acción del voluntariado universitario implica un proceso basado en la
articulación de actores y organizaciones, representantes del Estado, de
organizaciones o de movimientos de la sociedad civil y de organizaciones de
base que cooperan por una necesidad mutua y comparten los riesgos a fin
de alcanzar un objetivo común.
Las acciones del voluntariado tienen como fortaleza la consolidación de
una cultura política, que debe estar sostenida en aspiraciones que superen el
cortoplacismo y promuevan una percepción de conjunto de los problemas
sociales y de las estrategias más pertinentes para su superación.
2.2.3.2. TRANSFERENCIA
A partir de los años ochenta, se produjo una redefinición de la
tradicional función de Extensión Universitaria. En el contexto de la caída del
Estado de Bienestar y auge de las políticas neoliberales impulsadas
fuertemente en los años noventa, las universidades buscaron adaptarse a las
mismas, haciendo frente al ahogo presupuestario al que han estado
sometidas desde entonces.
En consecuencia, y en un proceso paulatino, comenzaron a adquirir
creciente importancia modalidades de vinculación más estrechas entre la
Universidad y la empresa, tales como actividades de venta de conocimiento y
prestación de servicios a usuarios definidos del mercado productivo, las
101
cuales empezaron a reportar, simultáneamente, recursos financieros para las
instituciones universitarias.
Cecchi y col (2009), establecen que la conceptualización de
transferencia está atravesada por la obtención de dinero por parte de la
universidad, mientras que Ferrater Mora (2004), define la transferencia como
una propiedad por la cual se transfiere un término de su uso propio a un uso
impropio. Por su parte, autores como Rubiralta (2007), la definen como un
conjunto de procesos que deben ser analizados de a uno para que se
conviertan de resistencia en aliados.
A su vez Rubiralta (2007), establece la transferencia como el eficiente
y efectivo traslado de conocimientos y tecnologías generados en las
universidades a las empresas, con el fin de propender al desarrollo de la
investigación e innovación. Toda esta conceptualización, permite inferir que
la transferencia universitaria debe ser vista como una correcta aportación al
entorno productivo de una parte del conocimiento generado en las
universidades mediante el desarrollo de una nueva misión: la difusión y
transferencia del nuevo conocimiento con el fin de que este sea transformado
en crecimiento económico y bienestar social.
Si embargo, hay que poner en manifiesto que las Universidades poseen
limitaciones para establecer por sí solas un proyecto de desarrollo nacional,
en oposición a las políticas que implementa el Estado. Sin dejar de destacar
que este modelo de vinculación implicó y aun implica, una cierta
102
desnaturalización de las misiones esenciales de la Universidad,
específicamente, su compromiso social.
A su vez, deben privilegiarse políticas de transferencia para con los
distintos niveles del Estado, con las pequeñas y medianas empresas. La
Universidad está llamada a ser un actor fundamental en la reconstrucción del
sistema productivo nacional, ya que una sociedad, al abordar soluciones
para sus problemas, desarrolla experiencias, métodos, conocimientos y
modo de encarar las distintas situaciones, mientras que lo que aporta la
Universidad son conocimientos, que la comunidad no generan.
2.2.3.3. EXTENSION UNIVERSITARIA
Las practicas de extensión, tienen su origen en el movimiento ocurrido
en las Universidades inglesas a partir de finales del siglo XIX, como
respuesta a la revolución industrial producida en ese país. Para Cecchi y col
(2009), dicha revolución creó la necesidad de desarrollar la educación
también en otros sectores de la población, particularmente el de los
trabajadores, dando lugar a lo que se menciona como modalidades de
enseñanza no formales.
De igual forma establecen los citados autores que en 1867, en
Cambridge, se establece el primer programa de extensión, que consistía en
la práctica de los estudiantes universitarios con ciudadanos adultos, a
quienes ofrecían lecturas organizadas. La denominaron extensión educativa,
103
en tanto la consideraban una acción universitaria, pero dentro de los ámbitos
específicos de la clase obrera y trabajadora.
En este orden de ideas, Rosales (2009), define la extensión
universitaria como el conjunto de acciones, proyectos e iniciativas que
propician la integración entre los diferentes miembros de la comunidad y
favorecen la proyección de las mismas en la solución de problemas y en la
generación de cambios y transformaciones, tanto en la universidad, como en
la comunidad, tal como lo señala
A su vez Cecchi y col (2009), definen la Extensión Universitaria como la
interacción entre la Universidad y los demás componentes del cuerpo social
a través de la cual ésta asume y cumple su compromiso de participación en
el proceso de creación de la cultura y de la liberación y transformación radical
de la comunidad nacional.
La gestión de la extensión, en tanto proceso universitario tiene que ver
con el desarrollo de cada una de las etapas y de sus elementos, así como
con la interrelación con el medio social, las tendencias o regularidades que
se manifiestan atendiendo a las leyes que la rigen. De aquí se desprende
que, como proceso de la educación superior, los resultados de su ejecución
se logran por lo general a mediano o largo plazo, por lo que exige de una
orientación estratégica que, anticipada al futuro, opere como vehículo para el
cambio.
El desarrollo desde una perspectiva estratégica de la gestión de la
extensión, parte del análisis de la realidad, de la situación donde se actúa
104
para saber en qué cambiarla y cómo hacerlo. En tal sentido, se toma como
base el estudio de tendencias en la evolución y el desarrollo de la extensión
universitaria complementada con la modelación teórico-conceptual de la
misma.
Rosales (2009), establece que la necesidad de dar respuestas a la
dinámica y turbulencia acelerada del entorno, exige cada vez más el trabajo
en el diseño de políticas participativas coadyuvando a que el vínculo
Universidad-Sociedad transite hacia grados superiores de realización en las
áreas de mayor dinamismo, fungiendo como “locomotora” para el resto del
sistema académico, logrando transformarse en soluciones pragmáticas de
los problemas del entorno de las universidades. Cecchi y otros (2009)
establecen que la Extensión Universitaria contempla los siguientes objetivos
fundamentales:
Contribuir a la creación de una conciencia crítica en todos los
sectores sociales, para favorecer así un verdadero cambio liberador de la
sociedad.
Contribuir a que todos los sectores alcancen una visión integral y
dinámica del hombre y del mundo, en el cuadro de la realidad histórico-
cultural y del proceso de emancipación de América Latina.
Promover como integradora de la docencia y la investigación, la
revisión crítica de los fundamentos de la universidad así como la
concientización de todos sus estamentos, para llevar adelante un proceso
105
único, permanente de creación cultural cuyo resultado sea la transformación
social.
Contribuir a la difusión y creación de los modernos conceptos
científicos y técnicos que son imprescindibles para lograr una efectiva
transformación social creando, a la vez, la conciencia de los peligros de la
transferencia científica, cultural y tecnológica cuando es contraria a los
intereses nacionales y a los valores humanos.
A su vez, los mencionados autores refieren que la extensión
Universitaria deberá ajustarse a las siguientes pautas:
Mantenerse solidariamente ligada a todo proceso que se dé en la
sociedad tendiente a abolir la dominación interna y externa, y la marginación
y explotación de los sectores populares de nuestra sociedad.
Estar despojada de todo carácter paternalista y meramente
asistencialista, y en ningún momento ser transformadora de los patrones
culturales de los grupos dominantes.
Ser planificada, dinámica, sistemática, interdisciplinaria, permanente,
obligatoria y coordinada con otros factores sociales que coinciden con sus
objetivos, y no solo nacional sino promover la integración en el ámbito
latinoamericano.
A su vez, Fernández (2007), afirma lo difícil de encontrar una definición
precisa de la Extensión Universitaria, no obstante delinea los siguientes
términos:
106
La Extensión, desde una universidad democrática, autónoma, crítica y
creativa, parte del concepto de la democratización del saber, asume la
función social de contribuir a la mayor y mejor calidad de vida de una
sociedad.
La Extensión, desde un enfoque comunicacional, que propone un
dialogo interactivo y multidireccional con los diferentes actores involucrados
en la relación.
La Extensión, desde un concepto de universidad iluminista, que es
fuente de conocimiento y saberes, desde este lugar se vincula con algunos
sectores con un carácter más bien de dador a receptor, de manera
especialmente unidireccional.
La extensión, desde una concepción economicista, interactúa en el
mercado como una empresa más en este entorno.
La extensión, desde una universidad se involucra en el desarrollo
integral de la sociedad, no solamente aporta el crecimiento cultural, sino
también social y económico. Pese a enmarcar el concepto dentro de estas
cinco opciones, la autora agrega otra variable, puesto que establece una
diferencia según hacia donde estén orientadas las actividades de Extensión:
si hacia fuera de la misma (exo-orientada); o hacia dentro de la propia
institución (endo-orientada).
La primeras tiene como población objetivo a los sectores sociales
ajenos a la universidad para contribuir a la promoción social de los mismos,
venta de servicios, fomento de expresiones culturales entre otras. Las
107
segundas, se dirigen a brindar beneficios complementarios a la comunidad
universitaria, particularmente los estudiantes, como un mecanismo funcional
de integración social de la vida académica.
De lo anteriormente expuesto, puede inferirse que la Extensión
Universitaria debe apelar a la construcción de un campo institucional
permanente en el ámbito tanto nacional como latinoamericano, puesto que
es necesario democratizar el saber para alcanzar, así, un compromiso de
justicia e integración social, donde exista un circuito abierto de interacción
con la comunidad.
2.2.3.4. SERVICIO SOCIAL
Rosales (2009), entiende por servicio social universitario, la realización
obligatoria de actividades temporales que ejecuten los estudiantes de
carreras técnicas y profesionales, tendientes a la aplicación de los
conocimientos que hayan obtenido y que impliquen el ejercicio de la práctica
profesional en beneficio o interés de la sociedad.
El autor, destaca el servicio social como el término utilizado con más
frecuencia para referirse a las actividades organizadas por la Universidad
para que el estudiante vaya sensibilizándose y adquiriendo conciencia
respecto de las necesidades sociales en diversos sectores del país.
El análisis del rol universitario, en el marco de la sociedad per se no
debe omitir las implicaciones éticas de los diferentes cursos de acción
posibles, ya que de primar la racionalidad técnica y científica por sobre la
108
ética, pueden derivarse resultados altamente regresivos para la comunidad
en su conjunto, puesto que la falta de equidad en una esfera puede generar
pérdida de eficiencia y desigualdades en otras.
Por su parte Santos (2005) considera que el Servicio Social es un
vinculo entre las necesidades sociales reales y el ejercicio profesional y que
su objetivo principal es ser parte activa en la responsabilidad de contribuir al
desarrollo de la ciudad, estado, país, donde se asientan las instituciones de
educación superior, aplicando los conocimientos adquiridos en la carrera; asi
mismo, sirve como vinculo importante para acrecentar el saber, la ciencia y la
cultura en la sociedad.
En términos de impacto, el servicio social es de carácter más
puntual/local. Los objetivos del servicio social universitario de acuerdo con
Rosales (2009), serían entre otros los siguientes:
Vincular a la Universidad con las necesidades del país
Extender los beneficios de la ciencia, la técnica y la cultura a la
sociedad
Consolidar la formación académica y capacitación profesional de los
alumnos
Fomentar en el prestador una conciencia de solidaridad con la
comunidad a la que pertenece.
Para Ramírez (2009), el Servicio Social constituye un instrumento de
gran valor, integrado en su desarrollo a la docencia, la investigación, la
preservación y difusión de la cultura, funciones sustantivas de la universidad
109
junto con la del servicio.
Cano (2004) refiere que es aquella acción social organizada que
contribuye favorablemente al desarrollo de un grupo determinado, en la
medida en que dichas acciones se inscriben en una práctica estructurante y
estructurada.
Todo lo anteriormente expuesto permite inferir que el concepto de
servicio social hace referencia a servir por parte de los estudiantes
universitarios, que puede entenderse como ser útil a la sociedad donde se
desarrollas y se capacitan profesionalmente, es decir, hacer algo a favor de
otras personas, interesarse por ellos, en este caso ser útiles en términos
sociales, lo cual significa enriquecer la noción de servicio con el de
educación y viceversa.
3. SISTEMA DE VARIABLES
Definición Nominal. Gestión Ética.
Definición conceptual.
La Gestión Ética como el desarrollo de criterios que permiten
establecer, implantar y evaluar en las organizaciones la cultura
organizacional desde el punto de vista ético, para acercarla paulatinamente a
la sociedad; y así obtener una mejor comprensión y colaboración en las
relaciones humanas que se originan como consecuencia de las actividades
de la organización. FORETICA (2008),
110
Definición Operacional.
Se estableció, a través de las puntuaciones alcanzadas por los sujetos
en el instrumento a utilizar por el investigador, para medir la variable, cuyas
dimensiones son los documentos formales contentivos en la filosofía de
gestión ética tales como Misión, Visión, Valores, Códigos de Ética, Libertad,
Igualdad, Solidaridad, Respeto y Diálogo entre otros. Gutiérrez (2012).
Definición Nominal. Responsabilidad Social Universitaria.
Definición Conceptual
Se entiende como una política de calidad ética del desempeño de la
comunidad universitaria a través de la gestión responsable de los impactos
educativos, cognitivos, laborales y ambientales de la universidad general, en
un dialogo participativo con la sociedad para mejorar la academia y promover
el Desarrollo Humano Sostenible. Vallaeys (2007).
Definición Operacional:
Se estableció a través de las puntuaciones alcanzadas por los sujetos
en el instrumento a utilizar por el investigador, para medir la variable, cuyas
dimensiones son las Alianzas Temporales, Convenios de Cooperación,
Asociaciones Empresariales de Membrecías, Voluntariado, Transferencia,
Extensión Universitaria y Servicio Social entre otros. Gutiérrez (2012).
111
Cuadro 1. Operacionalización de las Variables Objetivo General: Analizar la Gestión Ética como plataforma de la Responsabilidad Social en Universidades Públicas Nacionales Autónomas y Experimentales.
Operacionalización de las Variables
Objetivos Específicos Variable Dimensiones Indicadores
Analizar los documentos formales contentivos de la filosofía de gestión en Universidades Públicas Nacionales Autónomas y Experimentales. Gestión
Ética
Documentos Formales.
Misión Visión Valores institucionales Códigos de Ética
Identificar los valores de gestión ética en las Universidades Públicas Nacionales Autónomas y Experimentales.
Valores de gestión ética
Libertad Igualdad Solidaridad Respeto Diálogo
Describir las dimensiones éticas de la responsabilidad social en Universidades Públicas Nacionales Autónomas y Experimentales.
Responsabilidad Social
Universitaria
Dimensiones Éticas
La ética como fundamento de la RSU. Motivación humana y Responsabilidad Social. El puente entre la ética y la RSU
Caracterizar la modalidad de gestión compartida de la Responsabilidad Social en las Universidades Públicas Nacionales Autónomas y Experimentales.
Gestión Compartida
Alianzas Temporales Convenios de Cooperación Interinstitucionales Asociaciones Empresariales de Membrecías
Caracterizar la modalidad de interacción de la responsabilidad Social hacia el contexto de las Universidades Públicas Nacionales Autónomas y Experimentales.
Interacción
Voluntariado Transferencia Extensión Universitaria Servicio Social
Proponer lineamientos teóricos estratégicos para la implementación e incorporación de valores y políticas basadas en la gestión ética como plataforma de responsabilidad social en Universidades Públicas Nacionales Autónomas y Experimentales.
Este objetivo se obtendrá al analizar e interpretar los resultados en la presente investigación
Fuente: Gutiérrez (2012)