construcción de la identidad cultural en chile
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Construccin de la Identidad Cultural en Chile.
Un abordaje desde la psicologa discursiva a la construccin
de identidad regional por la Poltica Cultural Chilena
Construction of Cultural Identity in Chile
A discursive psychology approach to construction regional
identity by Chilean cultural policy
RESUMEN
El siguiente artculo se enmarca en el capitalismo cultural donde la cultura ha logrado especial
relevancia en el desarrollo de las sociedades. En este contexto se estudi la relacin entre la
institucionalidad pblica chilena y la cultura de su sociedad. Se analiz la tensin ideolgica entre la
autoconstruccin de la Poltica Cultural 2011- 2016, como una poltica ajena a las ideologas de los
gobiernos de turno, y la posicin de diversos autores que afirman que la Poltica Cultural estara
informada por una Ideologa Neoliberal, mediante la cual se promoveran ciertas identidades
culturales en desmedro de otras. Desde el paradigma socioconstruccionista, con un mtodo de anlisis
del discurso, una estrategia propia de la psicologa discursiva y una concepcin del Estado como
Educador; se interpret el modo en que la Poltica Cultural construye la identidad cultural de la
Regin de los Ros. Se concluy que dicha poltica estara potenciando las subjetividades europeas, y
a su vez, despotenciando las subjetividades tnicas y locales, promoviendo con esto lugares
privilegiados de enunciacin en las conversaciones que constituyen la cultura de la Regin de los
Ros.
Palabras Claves: Capitalismo Cultural, Poltica Cultural, Nuevo Managment Pblico, Regin
de los Ros, Construccionismo Social, Psicologa Discursiva
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ABSTRACT
The following article is part of the cultural capitalism, where culture has achieved special
importance in the development of societies. In this context the relationship between the Chilean
public institutions and culture of their society was studied. The ideological tension between self
Cultural Policy 2011- 2016, as an alien ideologies of the governments in power politics, and the
position of various authors who claim that the Cultural Policy would be informed by a Neoliberal
Ideology was analyzed by which certain cultural identities be promoted at the expense of others.
From a social constructionist paradigm, a method of discourse analysis, its own strategy of discursive
psychology and a conception of the state as educator; mode is performed in the Cultural Politics
builds the cultural identity of the Rivers Region. It was concluded that such a policy would be
promoting European subjectivities, and in turn, inhibiting ethnic and local subjectivities, promoting
with this privileged places of enunciation in conversations that constitute the culture of Rivers
Region.
Keywords: Cultural Capitalism, Cultural Politics, New Public Management, Rivers Region,
Social Constructionism, discursive psychology
INTRODUCCIN
En el modo de produccin actual la cultura habra adquirido el status de ser la fuerza
generativa de las sociedades. Segn J. Rifkin (En: Torres, 2011) la fuente primaria de riquezas,
consistente en transformar recursos fsicos en mercancas habra cedido paso a la transformacin de
recursos simblicos en experiencias subjetivas. Lash y Urry, (1998) afirman que en la creciente y
competitiva economa global, los sistemas ms dinmicos operaran a travs de la produccin e
interpretacin de smbolos. Gell, (2012) sostiene que la economa de los bienes, las redes sociales, las
campaas polticas, las experiencias emocionales y la industria de la felicidad moveran ms dinero
que la industria de los bienes.
En este contexto Lerman, (2012) describe cmo los pases latinoamericanos habran
comprendido la relevancia de la cultura para el desarrollo econmico de las sociedades, iniciando
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dilogos en torno a la injerencia del estado en la cultura, a partir de los cuales se han generado
diversas estrategias institucionales para mejorar la gestin cultural, siendo la conformacin de
ministerios de la cultura, la ms relevante.
En Chile, hitos institucionales relevantes desde la vuelta a la democracia han sido la creacin
del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (en adelante, CNCA), el ao 2003, institucionalidad
que tiene como propsito realizar el rol del Estado en la cultura. La creacin del documento Chile
quiere ms cultura, el ao 2005, el cual esboza la Poltica Cultural. Finalmente, la creacin de la
Poltica Cultural 2011 2016, que gestiona actualmente la cultura de nuestro pas. Cabe sealar que
en la actualidad se encuentra en revisin en el congreso un proyecto de ley para la creacin del
Ministerio de la Cultura, las Artes y el Patrimonio.
El proceso de desarrollo institucional de nuestro pas promueve la impresin de que seramos
una sociedad adaptada al capitalismo cultural, pero existiran tensiones que ponen en suspenso la
contribucin que la institucionalidad cultural realiza al desarrollo democrtico de nuestra sociedad.
En la actualidad, la Poltica Cultural 2011 - 2016, se presenta como una poltica de Estado, es
decir, como una poltica ajena a las ideologas de los gobiernos de turno, (CNCA, 2012; Maite, 2012)
que tiene como misin principal reconocer y valorar equitativamente las mltiples identidades
culturales presentes en nuestra sociedad (CNCA, 2012; Gell, 2012; SICSUR, 2012). No obstante,
diversos autores (Maite, 2012; Gell, 2012; Salamanca, 2012) afirman que la Poltica Cultural estara
informada por una ideologa neoliberal.
Foucault, (2004) sostiene que la ideologa neoliberal es un arte de gobernar que tiene como
criterio de veridiccin al mercado, en otras palabras, desde esta ideologa el funcionamiento natural o
alterado de las leyes del mercado, verifica o falsea respectivamente la prctica gubernamental. Segn
el autor, para un gobierno neoliberal la ley natural que rige el mercado es la ley de la competencia, a
partir de dicha ley, la forma social que se despliega es la empresa. Un gobierno neoliberal, al
remitirse a reconocer y observar la ley de la competencia como ley natural, desplazara su enfoque
desde el gobierno de la economa hacia el gobierno de lo sociocultural., propagando dicha ley y su
forma empresarial desde el mercado hacia las dems esferas de la sociedad, (Foucault, 2004).
Guerrero, (2005, 2009) describe cmo El Nuevo Managment Pblico, paradigma de
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administracin pblica desplegado mundialmente a partir del nacimiento del neoliberalismo a
mediados del siglo XX; sera el modelo gubernamental de propagacin del neoliberalismo en la
sociedad. Este modelo tendra entre sus rasgos prevalentes la incorporacin del mercado como modelo
de los asuntos pblicos, el reemplazo del ciudadano por el consumidor y el fomento de la
competitividad en el mercado. Rasgos que se correlacionan punto a punto con la propuesta de la
Poltica Cultural 2011 - 2016, caracterizada por un nfasis en el rol del mercado en la relacin entre
economa, cultura y Estado; la comercializacin y consumo de bienes culturales, y la generacin de
mltiples fondos concursables, (Maite, 2012; Salamanca, 2012).
Segn Sisto y Fardella, (2011, 2013); y Sisto y Col. (2012); la influencia del Nuevo Managment
Pblico en las polticas pblicas, generara que estas promuevan ciertas versiones identitarias que
seran afines a la ideologa neoliberal. Lo anterior, segn Maite, (2012) contrastara con menos
iniciativas hacia grupos sociales con identidades culturales ms desfavorecidas, que a su vez,
confluyen con ser los grupos ms pobres de nuestra sociedad.
A pesar de la importancia de este tema, no se han generado hasta el momento en la comunidad
cientfica, investigaciones que estudien el modo en que es construida la identidad cultural desde la
Poltica Cultural, (CNCA, 2011)
En este contexto de incertidumbre sobre la posicin de la Poltica Cultural, se interpret el
modo en que la Poltica Cultural, Los Ros 2011 - 2016, construye la identidad cultural de la Regin
de los Ros. Se asumi un paradigma socioconstruccionista, un mtodo de anlisis del discurso, una
estrategia de anlisis propia de la psicologa discursiva y una concepcin del Estado como Educador.
MARCO TERICO
Giro Lingstico y Construccionismo Social
El paradigma asumido para el estudio, es el construccionismo social en su vertiente psicolgica.
A continuacin se describen sus orgenes en la confluencia entre el Giro Lingstico y la sociologa del
conocimiento y se propone un ensamblaje interdisciplinario con la Antropologa Postmoderna
(mediante su origen comn en el Giro lingstico), desde el cual se propone el estudio del concepto de
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identidad cultural por medio de la psicologa discursiva.
Segn Ibez, (2006) el giro lingstico habra sido un proceso de inflexin caracterizado por
cambios en la lingstica y la filosofa. La lingstica estructural y generativa, de Saussure y
Chomsky respectivamente, habran impulsado el anlisis lingstico como un anlisis vlido para las
ciencias sociales y humanas. Mientras que desde la filosofa, la corriente emprico-logicista de
Russell, el Wittgenstein del Tractatus, y el Crculo de Viena, habran concebido al lenguaje objetivado
y pblico como condicin de nuestro pensamiento, desplazando la introspeccin de las ideas por el
anlisis lgico-emprico de los enunciados. Tambin desde la filosofa, pero desde la corriente
centrada en el lenguaje cotidiano de la escuela de Oxford, el Wittgenstein de las investigaciones
filosficas y sobre todo desde Austin, Searle y Rorty, el lenguaje, adems de identificarse con
nuestro pensamiento, sera una actividad que hace hacer cosas y acta sobre estas, constituyendo no
solo el conocimiento del mundo en que vivimos, sino que participando en la constitucin del mundo
como tal.
El giro lingstico habra permeado las ciencias sociales y humanas influyendo en la
generacin y despliegue de corrientes tericas y metodolgicas tales como el estructuralismo y el
anlisis del discurso, (iguez, 2006; Sisto, 2003, 2012 ). Asimismo, habra impulsado nuevas
versiones de corrientes ya establecidas como en el caso de la divergencia socioconstruccionista de la
corriente central de la sociologa del conocimiento, (Sisto, 2003, 2012).
En la dcada del 60, emergi en Estados Unidos de Norteamrica un efluente terico (y
divergente a su vez) de la Sociologa del Conocimiento, denominado Socioconstruccionismo. Segn
Sisto, (2003, 2012) esta nueva corriente terica habra surgido en el marco de la expansin del
estructuralismo y posteriormente del postestructuralismo, y habra sido influida amplia y
explcitamente por el giro lingstico a partir de su reconocimiento de la importancia del lenguaje en
la vida social.
Sostienen Berguer y Luckman, (2011: 13) que el socioconstruccionismo tendra como propsito
el "anlisis de la construccin social de la realidad" o de cmo el conocimiento subjetivo llega a
establecerse como una realidad social objetiva mediante interacciones significativas de las personas,
donde el sistema de interacciones ms importante sera el lenguaje. Cabe sealar que el
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socioconstruccionismo se interesara por el conocimiento construido en todas las esferas de la
sociedad y no solo por el conocimiento terico de la comunidad cientfica, el cual sera el inters de la
corriente central de la sociologa del conocimiento, (Berguer y Luckman, 2011)
Psicologa Social Construccionista y Psicologa Discursiva
En la dcada de los 80 desemboca el socioconstruccionismo como nuevo paradigma en la
psicologa social a partir de lo cual se generara la psicologa social construccionista como una
propuesta terica de superacin de la crisis epistemolgica y de relevancia en que se encontraba la
Psicologa Social desde la dcada del 70, (Ibez, 2003). Kenneth Gergen fue quien gener esta
confluencia a partir de un artculo elaborado en 1983, reeditado y publicado en 1985, denominado
The Social Construccionist movement in modern psychology. En este artculo, Gergen present las
asunciones de la psicologa social construccionista, (1985: 266 - 268):
"Nuestra experiencia no determina por s sola los trminos con que damos sentido al mundo;
los trminos con los que el mundo es entendido son artefactos sociales producidos en el intercambio
histricamente situado entre personas; el grado en que determinadas formas de entendimiento
prevalecen no depende de su validez emprica, sino de los avatares del proceso social, (comunicacin,
negociacin, conflicto y retrica); y las formas de entendimiento negociado son muy importantes en la
vida social, ya que estn ntegramente conectadas con muchas otras actividades"
El cambio epistemolgico que propone la psicologa social construccionista implicara el
desarrollo de nuevos mtodos de investigacin coherentes con una concepcin retrico responsiva del
lenguaje y el conocimiento. Estos mtodos provendran desde la psicologa discursiva, generada por la
confluencia entre el anlisis del discurso y la psicologa social construccionista, (Sisto, 2003, 2012).
Desde la psicologa discursiva, el discurso se asume como una actividad dialgicamente
estructurada de respuestas retricas entre enunciados, (Shotter, 2001). El foco de anlisis de la
psicologa discursiva sera "la accin en el habla y en la escritura. Tanto para los participantes como
para los analistas, la cuestin principal es que las acciones sociales o el trabajo interaccional, se hace
en el discurso", (Edwards y Potter, 1992: 2-3). Especficamente, la psicologa discursiva estudia cmo
se utilizan los temas y conceptos psicolgicos cotidianamente en el habla y en el texto de las personas,
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(Edward, 2006).
Edward, (2006) sostiene que la psicologa discursiva se inspirara principalmente en el anlisis
de la conversacin como mtodo emprico, en la retrica como principio discursivo y en la filosofa
conceptual de Wittgenstein y Austin como forma de anlisis del significado de los enunciados, no
tanto por sus referentes sino que por sus usos y efectos contextualizados.
Identidad, Cultura e Identidad Cultural.
El enfoque terico-prctico de la psicologa discursiva, supone un cambio en la mirada de los
fenmenos psicolgicos, desde perspectivas conductistas y cognitivistas hacia una perspectiva
respondiente y retrica enfocada en el lenguaje, (Sisto, 2003, 2012; shotter, 2001). Desde esta
perspectiva, la identidad sera inmanente a la forma de hablar de ella (Shotter, 2001). En palabras de
Edward y Potter, (1992; En Sisto 2012: 198): "el discurso es utilizado variablemente y en consistencia
a las circunstancias, correlativamente, el s mismo y la identidad son visualizadas como versiones
construidas factualmente, calzando con las actividades prcticas e interacciones de la gente".
Brownyn y Harr, (2007) operativizan el anlisis de la identidad desde la psicologa discursiva, con
el trmino posicionamiento o posicin de sujeto. En palabras de los autores: "El posicionamiento,
como lo usaremos, es el proceso discursivo donde las identidades se localizan en conversaciones en las
que participantes, observable y subjetivamente coherentes, producen argumentos." Los autores
plantean que "el sujeto es la serie o conglomerado de posiciones, de posiciones de sujeto,
provisionales, (explcitos o implcitos), y no necesariamente indesarmables, en que una persona es
momentneamente puesta por los discursos y el mundo donde habita" (Brownyn y Harr, 2007: 246).
Del mismo modo que la Psicologa Social Construccionista y la Psicologa Discursiva, la
definicin semitica de cultura e identidad cultural propuesta desde la Antropologa Postmoderna,
estara informada por el giro lingstico, en particular por el Wittgenstein de las investigaciones
filosficas y su nfasis en el uso del lenguaje en contextos cotidianos, (Geertz, 1994, 2003). Este punto
comn permite un dilogo interdisciplinario en el cual asumo que el enfoque de la psicologa
discursiva puede ser utilizado para el anlisis de la cultura, especficamente, de la identidad cultural.
Clifford Geertz, (2003: 20) define la cultura del siguiente modo:
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"El concepto de cultura que propugno y cuya utilidad procuran demostrar los ensayos que
siguen es esencialmente un concepto semitico. Creyendo con Max Weber que el hombre es un animal
inserto en tramas de significacin que l mismo ha tejido, considero que la cultura es esa urdimbre y
que el anlisis de la cultura ha de ser por lo tanto, no una ciencia experimental en busca de leyes,
sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones."
Siguiendo al autor, (Geertz, 1973; en Soltero, 2009: 1) a partir del concepto semitico de
cultura, la identidad cultural puede entenderse como "el conjunto de historias que nos contamos a
nosotros sobre nosotros mismos". Del mismo modo, Canclinni, (1995) define estas historias como
construcciones discursivas que se narran.
El punto comn entre las identidades individuales y culturales propuestas desde la Psicologa
Discursiva y la Antropologa Postmoderna respectivamente; es que ambas son inmanentes a los
discursos que las narran. La identidad individual sera a la serie de posicionamientos individuales, lo
que la identidad cultural regional sera a la serie de posicionamientos presentes en el discurso sobre
la Regin de los Ros.
Sociedad Dialgica y Poltica Cultural
Desde Voloshinov, (1992, 118 - 119) toda comunicacin discursiva puede entenderse como un
dilogo:
"El dilogo en sentido estricto es solo una de las formas de la comunicacin verbal. Pero
tambin puede entenderse el dilogo en un sentido ms amplio, que no solo abarca la comunicacin
verbal vocalizada, directa y cara a cara entre personas, sino tambin la comunicacin verbal o textual
de cualquier otro tipo".
En esta linea, Rorty, (En Shotter, 2001: 151) extiende la metfora del dilogo como estructura
de la comunicacin discursiva, hacia la sociedad, asumindola como conversacin. Shotter, (2001:
151) complejiza esta metfora al definirla como "una ecologa de regiones interdependientes de
diferentes discursos, con zonas de incertidumbre al interior de dichas regiones que constituyen la
sociedad civil".
En este dilogo ampliado cabe preguntarse por quienes son los sujetos que dialogan
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construyendo la identidad cultural; son solo personas los participantes activos de la conversacin o
pueden incluirse voces de quienes no comparten la condicin de ser humano?. La tradicin occidental
que separa la res cogitans de la res extensa dira que solo los seres humanos seran causas eficientes
de acciones, pero Latour, (2008) plantea que entre la causa eficiente de la voluntad individual y la no
existencia habran distintos niveles de accin que es necesarios considerar. As, en el desplegamiento
de lo social, promover, facilitar, condicionar, mantener, sostener, etc. seran acciones que podran ser
realizadas por entidades o actantes que no comparten el status de ser humano.
En esta misma lnea, Pask, (En Ramos, 2008) afirma que los participantes con los que se
trabaja en la teora de la conversacin (como ya se vio, una de las influencias de la psicologa
discursiva) no son necesariamente personas, sino todo aquello que sea un principio generador de
aportaciones en una conversacin, como puede ser la editorial de un peridico o para lo que es el caso,
la Poltica Cultural.
En virtud del marco terico expuesto, la interpretacin de la identidad cultural desde la
psicologa discursiva, se asume como la serie o conglomerado de posiciones de sujeto disponibles en
las narrativas que son construidas retrica y responsivamente en el dilogo social de (y sobre) un
grupo social determinado, dilogo en el que participan instituciones polticas (como es el caso de la
Poltica Cultural) promoviendo una versin identitaria oficial y actores de la sociedad civil que
responden de mltiples formas a dicha versin de identidad.
METODOLOGA
El mtodo utilizado fue el anlisis del discurso en su tradicin denominada psicologa
discursiva. Desde esta tradicin disciplinaria se desprende el siguiente mtodo de estudio, (iguez,
2006): Formular una pregunta de investigacin, recopilacin de un conjunto de materiales textuales o
conversacionales y Anlisis propiamente dicho. En este mtodo, el texto es tratado como una realidad
en su propio derecho (Potter & Wetherell, 1987: 160).
La recoleccin de datos fue informada por la tcnica documental, siguiendo los pasos que
plantea Sandoval, (1996, En Tjar, 2006: 241 - 242): Rastreo de documentos existentes y disponible,
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clasificacin de documentos obtenidos, lectura profunda del contenido y realizacin de notas
marginales, lectura cruzada y comparativa de los documentos. A partir de esto se identific el
documento Poltica Cultural Regional 2011- 2016 como el ms representativo de la posicin del
Estado y con mayor efectividad discursiva en la construccin de la identidad cultural de la Regin de
los Ros.
A partir de la tcnica documental se seleccion y analiz el apartado 1.3 Identidad Regional,
del subttulo 1. Datos Sociodemogrficos, del captulo 1. Caractersticas de la Regin; del
documento oficial Poltica Cultural Regional 2011 2016, formulado por el Consejo Regional de la
Cultura y las Artes, Los Ros, y registrado como propiedad intelectual del Consejo Nacional de la
Cultura y las Artes, ao 2012. Siguiendo a iguez, (2006), los criterios de seleccin de la muestra
discursiva fueron la representatividad y los efectos discursivos.
Como estrategia de anlisis, se utilizaron los pasos sealados por Potter y Wetherell (1988)
para la psicologa discursiva. En primer lugar, se realizaron codificaciones de los enunciados que
componen el cuerpo textual, con la intencin de crear un grupo manejable de datos. Durante esta fase
de codificacin se utiliz el software computacional de procesamiento de archivos hermenuticos
Atlas Ti. En esta codificacin se escogieron como unidad de anlisis los enunciados limitados por un
punto seguido y en los cuales se pudieran identificar implcita o explcitamente las posiciones de
sujeto construidas por la Poltica Cultural Regional. Luego de realizada la codificacin se inici el
proceso de anlisis propiamente tal, guiado por la construccin construccin, es decir, guiado por la
bsqueda de los elementos, y las articulaciones entre estos, que constituyen el estilo y composicin de
los enunciados. Luego, se indag en las variaciones en el discurso, o sea aquellas perspectivas
cambiantes y variadas en el corpus. Acto seguido, se interpret la funcin de los enunciados,
entendiendo sta como aquellos aspectos del discurso que tienen implicancias tanto en conversaciones
interpersonales como en el dilogo social ms amplio. Finalmente, se procedi a tipificar los
enunciados en posiciones de sujeto que fueron dividas en dos categoras; subjetividades potenciadas y
subjetividades despotenciadas, segn la Poltica Cultural las refuerza o inhibe respectivamente.
El estudio sigui los criterios de rigor cientfico que plantean Guba y Lincoln, (1985, En Tjar,
2006) para la investigacin cualitativa: credibilidad, relacionado con la coherencia y cohesin de la
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estructura de la investigacin. A estos se agreg el criterio de coherencia, propio del anlisis del
discurso, (Potter y Wetherell, 1987, En Sisto, 2008) que dice relacin con lograr un anlisis complejo
de las acciones que los hablantes realizan en su discurso.
ANLISIS Y DISCUSIN DE LOS RESULTADOS
Durante el anlisis emergi el constructo de potenciacin/despotenciacin como una forma de
diferenciar la funcin general que cumple la variacin de los enunciados en relacin a las posiciones
de sujeto construidas en el discurso. Este concepto refiere al reforzamiento o inhibicin discursiva de
las subjetividades, por parte de la Poltica Cultural Regional, lo cual promueve el efecto
correspondiente de aumentar o disminuir las posibilidades que tienen los hablantes posicionados en
dichas subjetividades de ocupar lugares privilegiados de enunciacin en las conversaciones que
constituyen la identidad cultural de la Regin de los Ros. Asimismo, se refiere a la promocin del
aumento o disminucin de posibilidades que grupos sociales posicionados en dichas subjetividades
tienen de ocupar lugares dirigentes en la construccin de identidad cultural de la Regin de los Ros.
De este modo, las subjetividades se diferenciaron en potenciadas y despotenciadas por la poltica
pblica, en la medida en que esta las refuerza o las inhibe mediante su prctica discursiva.
Subjetividades Potenciadas
El primer grupo de posiciones de sujeto fue tipificado como potenciado. Como se explic
anteriormente los enunciados que lo componen son construidos con un estilo y composicin que
refuerza las subjetividades implicadas, promoviendo con esto el efecto correspondiente de aumentar
las posibilidades que tienen los hablantes posicionados en dichas subjetividades de ocupar lugares
privilegiados de enunciacin en las conversaciones donde se constituye la identidad cultural de la
Regin de los Ros. Asimismo, se refiere a la promocin del aumento de posibilidades que grupos
sociales posicionados en dichas subjetividades tienen de ocupar lugares de liderazgo en la
construccin de la identidad cultural de la Regin de los Ros.
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Espaoles generadores de nuestra historia y fuentes de nuestro conocimiento
histrico. La subjetividad espaola es potenciada al ser posicionada como sujeto histrico de
nuestra regin, y como principal fuente desde la cual fluye conocimiento histrico hacia la sociedad
civil.
"Es muy poco lo que se sabe sobre lo que aconteca en este territorio a la llegada de los
espaoles o antes. Las principales fuentes, hasta ahora, han sido las crnicas espaolas, como las de
Mario de Lobera (siglo XVI) y las de Diego de Rosales (siglo XVII)"(CNCA, 2012: 26)
Con los trminos es muy poco lo que se sabe, la poltica pblica utiliza una metfora del
conocimiento como cantidad y la tercera persona se, denominada sujeto ausente; con ambos
elementos articulados, la poltica pblica se genera una posicin de objetividad frente a lo enunciado.
Seguido a esto, al utilizar el trmino aconteca, trmino que implica no linealidad histrica,
construye lo ocurrido previo a la llegada de los espaoles como carente precisamente de historia.
Esto implica que es la subjetividad espaola la que con su llegada, modalizador que no es ni
invasin, ni colonizacin, sino arribo de un sujeto nacional, genera nuestra historia. A su vez, al
utilizar el dectico antes para nombrar lo anterior a la llegada de los espaoles, posiciona como no
dicho, diversos conocimientos histricos alternativos, polemizando con estos.
Luego del punto seguido, con la metfora del conocimiento histrico como fluido en una fuente,
presenta la voz de la subjetividad espaola como "principales fuentes desde las cuales fluye dicho
conocimiento. As, la sociedad civil regional, en tanto destinataria de la poltica, es posicionada como
subjetividad con poco conocimiento acerca de su propia historia y que depende de la subjetividad
espaola para su propio conocimiento
Alemanes emprendedores. La subjetividad alemana, por la cantidad de enunciados que la
refuerzan, es la subjetividad ms potenciada. Construida con un estilo y composicin que la
posicionan con caractersticas relacionadas con el concepto de emprendimiento que el gobierno actual
promueve.
"Entre los de Valdivia predomin un origen urbano, existiendo colonos de notable preparacin
intelectual, adems de otros que llegaban ya con contactos y experiencias que les permitieron,
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aprovechando el apoyo del gobierno del pas de acogida, desarrollar exitosas iniciativas()
industriales"(CNCA, 2012: 29)
En el ejemplo anterior, Los trminos "predomin", "notable preparacin intelectual", "exitosas
iniciativas industriales"; son modalizadores que reflejan la apreciacin ideolgica positiva que la
poltica pblica posee en relacin a los inmigrantes alemanes. A su vez, la poltica pblica posiciona
al gobierno como benefactor que apoya a subjetividades con caractersticas emprendedoras
Franceses emprendedores. Del mismo modo, la poltica pblica construye a la subjetividad
francesa con caractersticas relacionadas con el emprendimiento.
"Por otro lado, no podemos desconocer la influencia de franceses, sobre todo provenientes de las
zonas vascas. Llegados en forma ms tarda, a finales del siglo XIX y principios del XX, han marcado
la historia local, ligados al surgimiento de la explotacin maderera y la actividad agropecuaria
industrial, as como el desarrollo del ferrocarril y de otras obras urbanizadoras en asentamientos que
derivaron, en tiempos ms recientes, en centros urbanos como La Unin, Lanco, Panguipulli y
otros"(CNCA, 2012: 29)
Lo que llama la atencin del enunciado anterior, es que la poltica pblica se integra a un
colectivo con la utilizacin del no podemos, y se posiciona aceptando el imperativo de su enunciado,
y a su vez, posiciona al destinatario en la sociedad civil, como parte de este colectivo, con lo cual
promueve el convencimiento de este. De este modo, este es interpelado imperativamente para que
reconozca la influencia francesa. A su vez, al utilizar la modulacin han marcado la historia local,
construye a la subjetividad francesa con una fuerza que es capaz de marcar nuestra historia, que
vendra siendo un cuerpo pasivo sobre el cual se imprime una accin desde el exterior.
Subjetividades Despotenciadas
El segundo grupo de subjetividades, fue tipificado como posiciones de sujeto despotenciadas
por la poltica pblica, puesto que, al contrario de las anteriores, estas son construidas con un estilo y
composicin que promueve el efecto de disminuir los lugares privilegiados de enunciacin que puedan
ejercer en las conversaciones que constituyen el campo cultural de de la Regin.
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Gente local desordenada y decadente. La gente local es construida explcitamente en una
condicin de desorden administrativo y decadencia cultural antes de la llegada de los alemanes,
quienes habran logrado cambiar la Regin, apoyados por el gobierno central de turno.
"En todo caso, los colonos alemanes, beneficiados por los incentivos entregados por el gobierno
chileno, lograron levantar una notable actividad industrial y comercial en un corto plazo; lo que
contrast con el marcado desorden administrativo y una atmsfera de decadencia general de la
regin" (CNCA, 2012: 30)
Lo que llama la atencin del enunciado anterior es la notable diferencia de valoracin entre las
tres posiciones de sujeto construidas. Por una parte, la subjetividad alemana es potenciada con los
modalizadores: beneficiados, lograron levantar una notable, corto plazo; los cuales reflejan la
apreciacin positiva y valorizadora del sujeto alemn por parte de la poltica pblica. Asimismo, el
gobierno de turno es construido como benefactor del sujeto alemn por medio de incentivos.
Lo anterior contrasta con la forma desvalorizadora poltica y culturalmente en que la poltica
pblica construye a la sociedad civil regional. El modalizador marcado da nfasis a la metfora de
desorganizacin administrativa con que la poltica construye la sociedad poltica regional, mientras
que el dectico general y la metfora atmsfera utilizada para dar sentido a la cultura regional,
reflejan la tendencia ideolgica de la poltica pblica a desvalorizar lo construido como cultura propia
de la regin.
Pueblos originarios relativos en su existencia histrica. La subjetividad de los pueblos
originarios, desde lo observado, es, junto con la subjetividad de la sociedad civil regional la
subjetividad ms despotenciada. Esto por la cualidad del argumento que la constituye. En este no se
desvaloriza una subjetividad dada por existente, sino que se pone en tela de juicio la misma
existencia de la subjetividad de los pueblos originarios.
"Es muy poco lo que se sabe sobre lo que aconteca en este territorio a la llegada de los espaoles
o antes. Las principales fuentes, hasta ahora, han sido las crnicas espaolas, como las de Mario de
Lobera (siglo XVI) y las de Diego de Rosales (siglo XVII), u holandesas, como la memoria del viaje de
Hendrick Brouwer (siglo XVII). Con base en tales crnicas, en los ltimos aos diversos autores se han
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plegado a la nocin de que en todas estas tierras existieron importantes asentamientos indgenas.
Estos habran estado distribuidos en una amplia zona denominada de manera general como Huilliche
Huichan Mapu (Alianza Territorial de la Gente del Sur)2, que comprende desde San Jos de La
Mariquina3 (en el extremo norte de la regin) hasta la isla de Chilo. Esta amplia rea incluye las
tierras costeras (Lafken Huichan Mapu) y los valles precordilleranos (Inapire Huichan Mapu)"(CNCA,
2012: 26)
En el enunciado anterior, lo importante para comprender cmo se relativiza la existencia de
los pueblos originarios comienza despus del primer punto seguido.
La poltica pblica utiliza el conector con base en tales crnicas para indicar que el
enunciado presente es consecuencia del anterior, en este caso, las crnicas de los espaoles y
holandeses son la base de la accin siguiente. Luego, con los decticos de cantidad y social diversos
autores, construye una cantidad indefinida de sujetos posicionados como productores y propietarios
de un saber. Y es este saber al cual ironiza utilizando la metonimia nocin, es decir, una idea que
vaga que est an cargada de sensaciones e imaginacin. Esto tiene el efecto de socavar el
conocimiento de dichos autores presentndolo como un conocimiento dbil, no objetivo. Mientras que
alguien se pliega afectivamente a una nocin, se convence racionalmente por medio de un
conocimiento.
En efecto, el enunciado que viene despus del tercer punto seguido est condicionado por el
modalizador habra, con el cual, la poltica pblica otorga la responsabilidad de dicho enunciado al
saber dudoso del conjunto indeterminado de autores. Y con esto, lo que pone en duda es precisamente
la existencia de asentamientos indgenas en la zona antes de la llegada de los espaoles.
CONCLUSIONES
A partir de los anlisis se puede observar cmo la poltica pblica se posiciona como un sujeto
a favor de las subjetividades europeas, construyndolas como protagonistas histricos y
emprendedores. Por otro lado, inhibe las subjetividades de los pueblos originarios y de la gente local,
-
al posicionarlos como dudosos en su existencia histrica, y desorganizados y decadentes.
Por su parte, el destinatario (de quien, se asume, forma parte de la gente local) es construido en
una posicin de sujeto influenciable, de quien se busca su consentimiento en relacin a enunciados
adornados retricamente; en desmedro de otras posiciones como por ejemplo, la de un sujeto racional
que toma distancia crtica del enunciado, y a quien se busca convencer por medio de la
argumentacin lgica.
Esto tiene implicancias interpersonales y culturales. Los hablantes posicionados en las
subjetividades europeas e institucionales tienen ms posibilidades de ocupar lugares privilegiados de
enunciacin en conversaciones orientadas por los temas emprendimiento e historia regional.
Por el contrario, los hablantes posicionados en las subjetividades gente local y pueblos
originarios tienen menos posibilidades de ocupar lugares privilegiados de enunciacin en
conversaciones orientadas por los temas ya nombrados, y adems por sus temas especficos:
gobierno y cultura, y existencia histrica respectivamente. As, la balanza de poder se dispone en
contra de estas subjetividades, al aumentar las posibilidades de que ocupen lugares subordinados
caracterizados por la pasividad de ser gobernados y educados.
As entonces, a pesar de que la poltica pblica se presente como un sujeto objetivo que est
ms all de las ideologas gubernamentales, los anlisis confluyeron en confirmar las aseveraciones
de que el Estado, a travs de la Poltica Cultural, construye, transmite y cultiva en la cultura
regional, una diferencia de ejercicio del poder entre las subjetividades que constituyen la identidad
cultural de la Regin de los Ros.
Para finalizar, cabe sealar que la lgica de la relacin entre Poltica Cultural y constitucin
de identidades culturales en la sociedad, no es una relacin causa-efecto. Como se nombr, el
capitalismo cultural ha hecho que hoy todo funcione a partir de la produccin e interpretacin de
smbolos, (Gell, 2012). Por ende, lo real aparentemente slido se ha vuelto un flujo complejo de tejido
simblico y los sujetos se han convertido en sofisticados intrpretes de smbolos. Es as como Gell,
(2012) plantea que todo intento institucional por fijar permanentemente los relatos identitarios
oficiales, pierde sentido, ya que estos son desarmados y descentrados por los actores en la sociedad.
-
Estos, dialgicamente los apropian, interpretan y combinan con otros relatos provenientes de
mltiples lugares de enunciacin en el espacio social y territorial, en un proceso generativo de
identidades co-emergentes y responsivas de las identidades oficiales. Por lo tanto, las
interpretaciones acerca de los efectos de la Poltica Cultural sobre la sociedad civil no se deben tomar
como determinantes de las formas en que se presenta la identidad cultural regional, sino como causas
formales que para llegar a ser efectivas, dependen de las acciones que los actores en la sociedad civil
realicen en respuesta a las acciones de la Poltica Cultural y los efectos que ests promueven.
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Nota sobre el Autor: Hugo Campos Winter naci en Valdivia, Chile, es psiclogo de la
Pontificia Universidad Catlica de Valparaso, Magster en Poltica y Gestin Educativa de la
Universidad Austral de Chile y Doctorando en Ciencias Humanas Mencin Discurso y Cultura de
dicha universidad. Es docente de Psicologa en el Instituto Profesional los Lagos y gestor de un
Estudio de Psicologa y una Librera donde ejerce su profesin y vocacin de librero. mail: