david loy - zen

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 LUNES, 29 DICIEMBRE 2014 C ómo llegó al budismo?  Vivía en Honolul u, y con un amigo me apunté a una sess- hin  (ret iro de med itac ión ze n)sin sab erdónd e meme- tía. ¡Fue un infiern o! Le pusieron cara a la pared... ...Una semana y sin pronunciar palabra. Pe- ro se me a briero n nuevas perspe ctivas y su- pe la direcci ón que debía tomar. Un largo camino. Seguí haciendo retiros y se multiplicaron las preguntas filosóficas, así que decidí vol- ver a la universidad a realizar un posgrado que comparaba la filosofía oriental y occi- dental y me doctoré . ¿Qué ha aprendido? A vivir una vida feliz. El mundo tal como lo percibimos es algo que hemos construido en nuestra mente y que podemos decons- truir y reconstruir de otro modo. ¿Qué desmontó usted? Crecemos con la idea de que estamos sepa- rados del mundo: Yo estoy aquí y el mundo est á ahí fue ra. Lo queel bud ismo llama lib e- ración es soltar esa identif icación con el yo y darte cuenta de que no existe la dualidad. La teoría nos la sabemos... Hay que experimentarlo. Nisargadatta, un maestro vedántico, decía:  Cuando miro en miinte ri or yveo que nosoy nad a, es o es sa - biduría. Cuando miro hacia fuera y veo que losoy to do,esoes amor.Entre ambo s trans- curre mi vida”. Esa es la tarea más difícil. El bud ismo en Occ ide ntese ha con ver ti- doen unaherramient a para  yo estar me-  jor”, lo del amor a los otros es secundar io. Cierto, aquí es antídoto del estrés derivado del tipo de vida, y que con ciertas practicas budistas, como el  mindfulness, se consigue apa cig uarparaasí pod erconti nua r enla rue- da del consumismo y el individualismo. Es perverso. Sí, porque refuerza esa sensación de estar separado del mundo, ya que sólo te preocu- pas de tu crecimiento personal. Pese a ello el budismo nunca ha tenido una dimensión social. Tradicionalmente siempre ha puesto el én- fas isen la tra nsfo rmació n per sona l,pero po- demos aprovechar esa capacidad transfor- madora y aplicarla a la dimensión social. ¿Cómo? El budismo señala tres venenos: la codicia, la agresividad y la ignorancia. Venenos que hoy están institu cionalizad os: nuestrosiste- ma económico ha instit ucional izado la codi- cia; en EE.UU. el militarismo es hostilidad institucionalizada, y los medios de comuni- cación institucional izan la ignoranc ia. ¿En qué sentido ? Normalizan un estado de cosas que debe- rían ser cuestionadas. Esos tres venenos son consust anciale s al bicho humano. Cierto, por eso debemos contrarrestarlos. Durante más de cien años, en los países de- sarr ollados, el siste ma económ ico corpo rati- vo y el sistema político han sido la misma cosa, y los que se han beneficiado han sido los pocos que lo controlan. Pero el sistema se está derrumbado. Parece que repunta. No se lo crea. Se ve claro en EE.UU., donde el sueño americano se está convirtiendo en una pe sad il lacadavez par a másgen te , y eso plantea preguntas sobre el modelo. ¿Y cree que cambiaremos? Por un lado vemos que la crisis económica, social y ecológica se va agravando, y por el otro, la evi denc ia de una transf ormació n de laconcien cia . Si la cri sisva a aca barahoga n- do esa transformación de la conciencia, es algo que veremos en los próximos años. ¿Cómo se estructura políticamente el budismo socialmente comprometido? Confo rman do un siste ma socia l que no agra- vey pro mue va lostres venenos. Latransf or- mación personal y la transformación social han de ir juntas, se necesit an mutuamente. Seráun exp eriment o, porq ue no exi ste en ningún lugar del mundo.  Ya tenemos muchos expe rimentos a escala local que están funcionando. El problema es que cuando esas iniciativas pasan a un pl anomayor, la corrupc ióny eldesg ast e fá- cilmente hacen mella. Entonces volvemos al principio... Sí,a nues traforma bási ca de ign oran cia,esa percepción de estar separados del mundo quelleva imp líc ita la sens ació n de car enci a, de que algo nos falta, y que nos lleva a bus- carfuera (má s dine ro,cosas,recono cimien- to...). Esa sensación de separación lo im- pregna todo, también es colectiva. Nos creemos el ombligo del univers o. En el núcleo de la crisis ecológica está esa sens aciónde que los huma nos esta mossepa- rados de la tierra. En realidad nos une un cordón umbilical que no podemos cortar. Nue str a esp eci e esun exp eri men to de la tie - rra: somos la autoconciencia de la tierra . Pues menuda conciencia. Hayalgo rad ical men te inco mpl etoen noso- tros, por eso tantas tradiciones espirituales insisten en que debemos despertar, porque en la medida en que estamos atrapados en la sensac ión de separ ación,esa autoc oncien - cia no puede prosperar. Estas crisis son lla- madas al des per tar , si no lo hace mos , pue de que las tierra nos eche de aquí. IMA SANCHÍS LA CONTRA  ÀLEX GARCIA L o s h u m a n o s s o m o s l a au to co nc ie nc ia de la ti er ra CT OR -M. AMEL A IMA SA NCS LL S AMIGUE T Te ng o 67 os. No rte ame ric ano hi jo de mil it ar, nac í en Panamá y viv o en Colorado . Viví 30 años en Asi a, imp art iendo fil oso fía en las un ive rsi dad es de Sin gap ur y Jap ón.  Casa do, teng o un hijo. Par a res olv er la cri sis pol íti ca y económ ica nec esi tam os una rev olu ció n no vio lenta Ha ejercido de profesor universitario de Filoso- fía Budista en Asia (15 años en Japón) y en Esta- dos Unidos. En sus artí- culos y libros reflexiona sobre el encuentro entre el budismo y el mundo occidental actual. La edi- torial Kairós ha traduci- do tres de ellos:  No-dua- lidad , El gran despertar (una teoría social budis- ta) y  Dinero, sexo, gue- rra y karma; y ha organi- zado en Casa Àsia una conferencia sobre por qué el budismo y el mun- do moderno se necesitan mutuamente. Lo que ofrecen las enseñanz as de Buda es una llave de oro con la que poder cambiar el mundo, dice,  y la cl ave e s cam biar las motivaciones. Cuando cambias tus intenciones, todo cambia a tu alrededor. Intenciones Dav id Lo y, docto r en Fil os ofí a, mae str o zen ord ena do en Ja pón         4         7         8         6         5 2

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Entreviata al pensador zen David Loy

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  • LUNES, 29 DICIEMBRE 2014

    C mo lleg al budismo?Viva en Honolulu, y con unamigo me apunt a una sess-hin (retiro de meditacinzen) sin saber dndememe-ta. Fue un infierno!Le pusieron cara a la pared...

    ...Una semana y sin pronunciar palabra. Pe-ro se me abrieron nuevas perspectivas y su-pe la direccin que deba tomar.Un largo camino.

    Segu haciendo retiros y se multiplicaronlas preguntas filosficas, as que decid vol-ver a la universidad a realizar un posgradoque comparaba la filosofa oriental y occi-dental y me doctor.Qu ha aprendido?

    A vivir una vida feliz. El mundo tal como lopercibimos es algo que hemos construidoen nuestra mente y que podemos decons-truir y reconstruir de otro modo.Qu desmont usted?

    Crecemos con la idea de que estamos sepa-rados del mundo: Yo estoy aqu y el mundoest ah fuera. Lo que el budismo llama libe-racin es soltar esa identificacin con el yoy darte cuenta de que no existe la dualidad.La teora nos la sabemos...

    Hay que experimentarlo. Nisargadatta, unmaestro vedntico, deca: Cuando miro enmi interior y veo que no soy nada, eso es sa-bidura. Cuando miro hacia fuera y veo quelo soy todo, eso es amor. Entre ambos trans-curre mi vida. Esa es la tarea ms difcil.El budismoenOccidente se ha converti-

    do en unaherramienta para yo estarme-jor, lo del amor a los otros es secundario.Cierto, aqu es antdoto del estrs derivadodel tipo de vida, y que con ciertas practicasbudistas, como el mindfulness, se consigueapaciguar para as poder continuar en la rue-da del consumismo y el individualismo.Es perverso.

    S, porque refuerza esa sensacin de estarseparado del mundo, ya que slo te preocu-pas de tu crecimiento personal.Pese a ello el budismo nunca ha tenido

    una dimensin social.Tradicionalmente siempre ha puesto el n-fasis en la transformacin personal, pero po-demos aprovechar esa capacidad transfor-madora y aplicarla a la dimensin social.Cmo?

    El budismo seala tres venenos: la codicia,la agresividad y la ignorancia. Venenos quehoy estn institucionalizados: nuestro siste-

    ma econmico ha institucionalizado la codi-cia; en EE.UU. el militarismo es hostilidadinstitucionalizada, y los medios de comuni-cacin institucionalizan la ignorancia.En qu sentido?

    Normalizan un estado de cosas que debe-ran ser cuestionadas.Esos tres venenos son consustanciales

    al bicho humano.Cierto, por eso debemos contrarrestarlos.Durante ms de cien aos, en los pases de-sarrollados, el sistema econmico corporati-vo y el sistema poltico han sido la mismacosa, y los que se han beneficiado han sidolos pocos que lo controlan. Pero el sistemase est derrumbado.Parece que repunta.

    No se lo crea. Se ve claro en EE.UU., dondeel sueo americano se est convirtiendo enuna pesadilla cada vez params gente, y esoplantea preguntas sobre el modelo.Y cree que cambiaremos?

    Por un lado vemos que la crisis econmica,social y ecolgica se va agravando, y por elotro, la evidencia de una transformacin dela conciencia. Si la crisis va a acabar ahogan-do esa transformacin de la conciencia, esalgo que veremos en los prximos aos.Cmo se estructura polticamente el

    budismo socialmente comprometido?Conformandoun sistema social que no agra-ve y promueva los tres venenos. La transfor-macin personal y la transformacin socialhan de ir juntas, se necesitan mutuamente.Ser un experimento, porque no existe

    en ningn lugar del mundo.Ya tenemos muchos experimentos a escalalocal que estn funcionando. El problemaes que cuando esas iniciativas pasan a unplano mayor, la corrupcin y el desgaste f-cilmente hacen mella.Entonces volvemos al principio...

    S, a nuestra forma bsica de ignorancia, esapercepcin de estar separados del mundoque lleva implcita la sensacin de carencia,de que algo nos falta, y que nos lleva a bus-car fuera (ms dinero, cosas, reconocimien-to...). Esa sensacin de separacin lo im-pregna todo, tambin es colectiva.Nos creemos el ombligo del universo.

    En el ncleo de la crisis ecolgica est esasensacinde que los humanos estamos sepa-rados de la tierra. En realidad nos une uncordn umbilical que no podemos cortar.Nuestra especie es un experimento de la tie-rra: somos la autoconciencia de la tierra.Pues menuda conciencia.

    Hay algo radicalmente incompleto en noso-tros, por eso tantas tradiciones espiritualesinsisten en que debemos despertar, porqueen la medida en que estamos atrapados enla sensacin de separacin ,esa autoconcien-cia no puede prosperar. Estas crisis son lla-madas al despertar, si no lo hacemos, puedeque las tierra nos eche de aqu.

    IMA SANCHS

    LA CONTRA

    LEX GARCIA

    Loshumanossomos laautoconcienciade la tierra

    VCTOR-M. AMELA IMA SANCHS LLUS AMIGUET

    Tengo 67 aos. Norteamericano hijo de militar, nac en Panam y vivo en Colorado. Viv 30aos en Asia, impartiendo filosofa en las universidades de Singapur y Japn. Casado, tengoun hijo. Para resolver la crisis poltica y econmica necesitamos una revolucin no violenta

    Ha ejercido de profesoruniversitario de Filoso-fa Budista en Asia (15aos en Japn) y en Esta-dos Unidos. En sus art-culos y libros reflexionasobre el encuentro entreel budismo y el mundooccidental actual. La edi-torial Kairs ha traduci-do tres de ellos: No-dua-lidad, El gran despertar(una teora social budis-ta) y Dinero, sexo, gue-rra y karma; y ha organi-zado en Casa sia unaconferencia sobre porqu el budismo y el mun-do moderno se necesitanmutuamente. Lo queofrecen las enseanzasde Buda es una llave deoro con la que podercambiar el mundo, dice,y la clave es cambiar lasmotivaciones. Cuandocambias tus intenciones,todo cambia a tualrededor.

    Intenciones

    DavidLoy, doctor en Filosofa, maestro zen ordenado en Japn

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