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DESCRIPCIÓN DE LA MONITORIZACIÓN DE LA FRECUENCIA CARDÍACA EN UNA COMPETICIÓN EN FÚTBOL Saúl Ramírez Molina Ldo. Ciencias de la Actividad Física y Deporte Responsable de metodología del Fútbol Base del CD Alcoyano Jordi Vilaplana Muñoz Entrenador del Fútbol Base del CD Alcoyano INTRODUCCIÓN Son numerosos los estudios que hablan de preparación física, de intervalos de trabajo de frecuencia cardíaca (FC) en las que se mueven los jugadores de fútbol. Algunos de estos estudios presentan la evolución de la FC del portero (Llopis, 2008), otros analizan los juegos reducidos en el entrenamiento teniendo en cuenta si los jugadores son ofensivos o defensivos (Urkiza, 2008), y otros comparan los juegos reducidos con el partido de competición (Casamichana, 2009). También los hay que analizan las variaciones de la FC, la prevención de lesiones, la capacidad de esprintar, de saltar, de golpear el balón en función del jugador, del rol posicional y del estilo de juego del equipo (Bangsbo, 1994; Reilly, 2000). Las exigencias competitivas en función de la posición que ocupa el jugador también han sido objeto de algún estudio (Di Salvo, 2007). Además se ha estudiado el porcentaje medio de trabajo de la FC concluyendo que oscila entre el 8090% de la FC máx. (Jiménez, 1993, McMillan, 2005 y Stolen, 2005). En muchas ocasiones se ha hablado del fútbol como un deporte con predominancia aeróbica, y en cierta medida es cierto. Existe un estudio que nos muestra que la mayor parte de las acciones son de poca intensidad como marcha y trote (Pombo, 2009). Sin embargo hace casi veinte años (Bangsbo, 1993) ya afirmaba que durante 10 minutos de juego los jugadores estaban por debajo del 73% de la FC máxima. Esto equivale al 11% del tiempo total de juego. Durante 57 minutos de juego se situaban entre los 73 y 92% de la FC máxima, suponiendo un total del 63% del juego. Finalmente, este estudio concluía que por encima del 92% de la FC máxima un jugador estaba 23 minutos equivalente al 26% del tiempo de juego. Por tanto, se puede afirmar que la mayor parte del juego se trabaja mediante los sistemas de energía aeróbicos (López Chicharro, 2006) dependiendo del jugador que esté en el campo pero generalmente se habla del rango de 170 a 185 pulsaciones por minuto (ppm). Nuestro grupo de trabajo considera fundamental conocer la FC a la que permanece el jugador durante un partido de competición, teniendo en cuenta el puesto específico que ocupa en el terreno de juego. Queremos saber, además, cuánto tiempo permanece en las diferentes zonas de FC relacionadas con la FC máxima individual del jugador. También, nos interesa conocer el número de picos de FC que existen durante el transcurso del partido y con qué frecuencia se repiten para poder realizar entrenamientos adecuados a las demandas fisiológicas del partido de competición. De este modo podremos tener una referencia marcada por la competición

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DESCRIPCIÓN  DE  LA  MONITORIZACIÓN  DE  LA  FRECUENCIA  CARDÍACA  EN  UNA  COMPETICIÓN  EN  FÚTBOL  

Saúl  Ramírez  Molina  

Ldo.  Ciencias  de  la  Actividad  Física  y  Deporte  

Responsable  de  metodología  del  Fútbol  Base  del  CD  Alcoyano  

Jordi  Vilaplana  Muñoz  

Entrenador  del  Fútbol  Base  del  CD  Alcoyano  

 

INTRODUCCIÓN  

Son   numerosos   los   estudios   que   hablan   de   preparación   física,   de   intervalos   de   trabajo   de  

frecuencia   cardíaca   (FC)   en   las   que   se   mueven   los   jugadores   de   fútbol.   Algunos   de   estos  estudios  presentan   la  evolución  de   la  FC  del  portero   (Llopis,  2008),  otros  analizan   los   juegos  reducidos  en  el  entrenamiento  teniendo  en  cuenta  si  los  jugadores  son  ofensivos  o  defensivos  

(Urkiza,   2008),   y   otros   comparan   los   juegos   reducidos   con   el   partido   de   competición  (Casamichana,  2009).  También  los  hay  que  analizan  las  variaciones  de  la  FC,   la  prevención  de  lesiones,  la  capacidad  de  esprintar,  de  saltar,  de  golpear  el  balón  en  función  del  jugador,  del  rol  

posicional   y   del   estilo   de   juego   del   equipo   (Bangsbo,   1994;   Reilly,   2000).   Las   exigencias  competitivas  en  función  de  la  posición  que  ocupa  el  jugador  también  han  sido  objeto  de  algún  estudio   (Di   Salvo,   2007).   Además   se   ha   estudiado   el   porcentaje   medio   de   trabajo   de   la   FC  

concluyendo  que  oscila  entre  el  80-­‐90%  de  la  FC  máx.  (Jiménez,  1993,  McMillan,  2005  y  Stolen,  2005).    

En  muchas  ocasiones  se  ha  hablado  del  fútbol  como  un  deporte  con  predominancia  aeróbica,  y  en   cierta   medida   es   cierto.   Existe   un   estudio   que   nos   muestra   que   la   mayor   parte   de   las  

acciones  son  de  poca   intensidad  como  marcha  y  trote  (Pombo,  2009).  Sin  embargo  hace  casi  veinte   años   (Bangsbo,   1993)   ya   afirmaba   que   durante   10   minutos   de   juego   los   jugadores  estaban  por  debajo  del  73%  de  la  FC  máxima.  Esto  equivale  al  11%  del  tiempo  total  de  juego.  

Durante  57  minutos  de  juego  se  situaban  entre  los  73  y  92%  de  la  FC  máxima,  suponiendo  un  total   del   63%  del   juego.   Finalmente,   este  estudio   concluía  que  por  encima  del   92%  de   la   FC  máxima  un  jugador  estaba  23  minutos  equivalente  al  26%  del  tiempo  de  juego.  Por  tanto,  se  

puede   afirmar   que   la   mayor   parte   del   juego   se   trabaja   mediante   los   sistemas   de   energía  aeróbicos   (López   Chicharro,   2006)   dependiendo   del   jugador   que   esté   en   el   campo   pero  generalmente  se  habla  del  rango  de  170  a  185  pulsaciones  por  minuto  (ppm).    

Nuestro  grupo  de  trabajo  considera  fundamental  conocer  la  FC  a  la  que  permanece  el  jugador  

durante  un  partido  de  competición,  teniendo  en  cuenta  el  puesto  específico  que  ocupa  en  el  terreno  de  juego.  Queremos  saber,  además,  cuánto  tiempo  permanece  en  las  diferentes  zonas  de  FC  relacionadas  con  la  FC  máxima  individual  del  jugador.  También,  nos  interesa  conocer  el  

número  de  picos  de  FC  que  existen  durante  el  transcurso  del  partido  y  con  qué  frecuencia  se  repiten  para  poder  realizar  entrenamientos  adecuados  a  las  demandas  fisiológicas  del  partido  

de   competición.   De   este  modo   podremos   tener   una   referencia  marcada   por   la   competición  

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para  buscar  el  diseño  de  tareas  en  los  entrenamientos  que  permitan  tener  una  FC  con  picos  y  

espaciada  en  el  tiempo  similar  a  los  que  se  producen  durante  la  competición.    

OBJETIVO  

El   objetivo   del   presente   artículo   de   investigación   observacional   es   monitorizar   la   FC   de   los  jugadores   de   fútbol   por   puesto   específico,   aplicado   al   sistema   de   juego   1-­‐4-­‐3-­‐3.   Esta  información  permitirá  conocer  el  tiempo  de  juego  que  permanece  en  las  diferentes  zonas  de  

FC.   Además,   se   podrá   conocer   el   número   de   picos   que   tiene   un   jugador   en   un   puesto  específico  y  hasta  que  FC  relacionada  con  la  máxima  llega  a  alcanzar.    

MÉTODO  

Participantes  

En   el   estudio   tomaron   parte   19   jugadores   de   categoría   juvenil   pertenecientes   al   Club  Deportivo  Alcoyano,  concretamente  al  equipo  juvenil  A.  El  rango  de  edad  oscila  entre  los  16  y  

18  años,  siendo  la  media  en  el  momento  del  estudio  de  17,21  años.  La  plantilla  cuenta  con  tres  jugadores  de  primer  año,  nueve  jugadores  de  segundo  año  y  siete  de  tercer  año.  

Además  podemos  añadir  que  los  jugadores  tienen  una  media  de  pertenencia  al  C.  D.  Alcoyano  de   5,16   años.   De   los   que,   destacaríamos   los   casos   extremos,   donde   dos   jugadores   llevan  

vinculados  al  club  11  años  y  otros  dos  son  de  reciente  incorporación  (actual  temporada).  

Material    

La  medición   de   la   FC   se   ha   realizado  mediante   pulsómetros   Suunto,   concretamente   con   las  bandas   transmisoras   de   FC   Comfort   Belt   y   receptor   de   ondas   de   FC   el   Suunto   Team  Pod.   El  programa   que   analiza   los   datos   es   el   denominado   Team   Manager   para   tratar   los   datos  

recibidos   por   el   receptor.   Además,   se   utilizó   también   el   software   Suunto   Monitor   el   cual  analiza   en   tiempo   real   la   FC   de   cada   uno   de   los   jugadores.   Todos   los   jugadores   llevaban   el  pulsómetro   (banda   transmisora   de   FC)   puesto   durante   los   partidos   analizados.   Los   datos   se  

analizan   y   se  muestran  de  manera   gráfica   para   poder   visualizar   la   gráfica   dibujada  de   la   FC.  Posteriormente  se  realiza  el  análisis  correspondiente.  

 

 

Figura  1:  A  la  izquierda  de  la  imagen  se  encuentra  la  banda  transmisora  (Hr  Comfort  Belt)  que  llevaba  cada  jugador  y  a  la  derecha  el  receptor  de  datos  conectado  al  PC  (Suunto  Team  Pod).  

 

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Diseño  de  registro  de  datos  

La  metodología  empleada  fue  la  toma  de  datos  mediante  la  correa  transmisora  de  FC  Suunto  

Comfort   Belt   que   utilizaba   cada   jugador   durante   el   transcurso   del   partido.   Los   datos   se  registraban  mediante  el  receptor  de  señales  de  FC  Suunto  Team  Pod  y  el  software  mencionado  con  anterioridad.    

A  continuación  explicamos  el  modelo  de  juego  del  equipo  ya  que  consideramos  que  la  manera  

de   jugar   de   cada   equipo   condiciona   la   carga   interna   de   los   jugadores.   Recordamos   que   el  sistema  de  juego  que  utilizamos,  generalmente,  para  el  juego  y  durante  toda  la  temporada  es  el  1-­‐4-­‐3-­‐3  (1-­‐4-­‐1.2-­‐2.1).  La  situación  de  los  jugadores  en  el  campo  es  un  portero,  una  línea  de  

cuatro  jugadores,  dos  centrales  y  dos  laterales,  la  línea  de  medios  está  dividida  en  dos,  con  un  mediocentro  defensivo  situado  delante  de  la  defensa  y  dos  interiores.  La  última  línea  de  juego  está  formada  por  un  delantero  centro  y  dos  jugadores  abiertos  en  la  banda  (figura  2).  

 

Con   la  posesión  del  balón  el   juego  se  encamina  hacia   la  banda  (uno  de   los  dos   laterales)  que  juega  con   los   interiores  o  el  pivote  que   inicia   la  acción  combinada  hacia  el  delantero  centro,  

interiores,  mediaspuntas  (que  hacen  desmarques  de  apoyo)  para  mover  al  equipo  rival  y  dejar  que  el  lateral  pueda  hacer  un  desdoblamiento  para  que  le  llegue  el  balón  y  haga  un  centro  al  área.   Además   se   busca   mucho   juego   en   el   interior   para   buscar   la   profundización   por   las  

bandas.  A  priori,   los   jugadores   que   juegan   por   el   interior   tendrán   un   constante  movimiento  mediante  desplazamientos   cortos   tanto  en  desmarques  de  apoyo  como  de   ruptura   (siempre  buscando   la   línea   de   pase)   y   los   jugadores   de   banda   buscarán   la   profundización   con  

desplazamientos  intermitentes  de  mayor  recorrido  y  mayor  distancia  en  el  tiempo.  

Sin   la   posesión   del   balón   el   equipo  utiliza   el  mismo   sistema  de   juego.   Si   el   juego   lo   inicia   el  equipo   rival   el   jugador   situado  más   cercano  al   balón  empieza   la  presión.   Si   se  ha  perdido   la  pelota   el   jugador   que   la   ha   perdido   empieza   la   presión.   El   resto   del   equipo   se   repliega   y  

bascula  hacia  el   lado  donde  se  encuentra  el  balón  y  ayuda  en   la  presión   (dependiendo  de   lo  pactado  previamente  con  el  entrenador)  y  especialmente  tapa  las  líneas  de  pase  para  hacerse  con  la  posesión  del  balón  lo  antes  posible.  

RESULTADOS  DE  LA  MONITORIZACIÓN  

A   continuación   y   una   vez   analizado   el   sistema   de   juego   y   los   movimientos   del   equipo,  

presentaremos   la   línea   de   la   FC   mostrada   por   cada   jugador   del   campo   dividiéndolos   en  portero,   defensa   central,   defensa   lateral,   pivote,   interior,   mediapunta   y   delantero   centro.  

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Veremos   su   FC   media   (en   el   tiempo   disputado   del   partido)   indicada   por   el   programa   que  

almacena  los  datos,  indicaremos  cuál  es  su  FC  máxima  obtenida  con  el  mismo  programa  y  con  el  test  TVREF  1.1  (García  López  2004)  que  se  realizó  en  las  pruebas  de  pretemporada,  la  zona  por   la   que   se  mueve   la   FC  durante   el   desarrollo   del   partido   y   para   finalizar   realizaremos  un  

recuento   de   los   picos   que   tiene   a   lo   largo   del   partido   para   poder   sacar   conclusiones   en   el  apartado   final.   La   última   parte   de   los   datos   (recuento   de   picos   de   FC)   es   a   lo   que   más  importancia  le  daremos  en  nuestro  grupo  de  trabajo.  

En  el  siguiente  dibujo  (figura  3)  se  muestra   la  curva  de   la  FC  del  portero  con  este  sistema  de  

juego  y  durante  el  tiempo  de  juego  que  disputó  en  el  encuentro  registrado.  

 

La   FC   máxima   del   jugador   es   de   200ppm   extraída   con   el   test   realizado   a   toda   la   plantilla,  anteriormente   citado.   Podemos   observar   que   la   gran   parte   del   tiempo   la   FC   del   portero   se  encuentra  entre   los  valores  135  y  155ppm  (del  65  al  80%  de   la  FC  máxima).  No  obstante,  es  

muy   importante  destacar  que  existen  numerosos  picos  de  FC  que  nunca   llegan  a  sobrepasar  las  175ppm  (entre  el  90  y  el  85%).  Los  picos  que  se  pueden  contar  son  alrededor  de  20,  y  en  una   de   las   ocasiones   se  mantiene   hasta   3  minutos   y   en   otra   ocasión,   en   un   periodo   de   10  

minutos,  se  dan  diversos  picos  seguidos.  Se  puede  extrapolar  que  los  picos  de  FC  y  el  tiempo  donde   permanecen   seguidos   coinciden   con   acciones   ofensivas   del   equipo   rival.   La   media  extraída  por  el  programa  que  registra  los  datos  indica  141  ppm  (70%  de  la  FC  máxima)  y  de  un  

trabajo  de  mantenimiento  de  la  capacidad  aeróbica  (García  Manso,  2006).  

A  continuación  (figura  4)  mostraremos  la  FC  dibujada  por  los  defensas  centrales  del  equipo.  La  FC  máxima  del   jugador   se   sitúa  en  202ppm.   Se  puede  observar   la  marca  que   se  destaca  del  software   que   abarca   una   FC   entre   165   y   185ppm   (del   80   al   95%   de   la   FC   máxima)   en   el  

cómputo   general   del   partido.   Pero   además,   se   observa   que   existen   58   picos   de   FC,   de   los  cuales  hasta  en  16  ocasiones  superan  las  190ppm  (más  del  95%  de  la  FC  máxima),  llegando  a  tener   el   pico   máximo   a   200ppm,   el   99%   de   la   FC   máxima.   Como   hemos   mencionado   con  

anterioridad,  los  centrales  tienen  gran  participación  en  las  acciones  defensivas  del  equipo,  que  coinciden  con  los  picos  de  la  FC.  Existe  un  período  de  tiempo  de  siete  minutos  donde  los  picos  

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de  FC  no  sobrepasan   las  150ppm  (75%  de   la  FC  máxima).  Son  acciones  ofensivas  de  nuestro  

equipo  de  las  que  son  partícipes  en  menor  medida.  Deben  realizar  las  acciones  de  inicio  de  la  acción   combinada   y   posicionarse   para   anticiparse   a   los   rechaces   del   equipo   rival.   Por   tanto  sabemos   que   como   media   tenemos   164ppm   (más   del   80%   de   la   FC   máxima)   que   sería   un  

trabajo  de  desarrollo  de  capacidad  aeróbica  (García  Manso,  2006).  Sin  embargo,  los  picos  que  nos   encontramos   van   a   coincidir   con   acciones   ofensivas   del   rival   y   una   acción   defensiva   de  nuestro  equipo  para  evitar  que  nos  anoten  un  gol.  Posteriormente,  con  la  posesión  del  balón,  

se  inicia  el  principio  de  nuestra  acción  ofensiva.  Entendemos  que  el  jugador  en  estos  picos  de  FC  necesita  tomar  decisiones  rápidas  y  eficaces  para  el  equipo.  

 

Seguidamente  se  muestra  (figura  5)  la  FC  del  lateral  durante  el  tiempo  de  juego.  La  FC  máxima  del   jugador   la  podemos  encontrar  en  198ppm.  Podemos  ver   como   la   franja  más   importante  

donde  se  determinan  las  ppm  son  entre  170  y  190ppm  el  (entre  el  85  y  más  del  95%  de  la  FC  máxima).   Por   lo   que   el   jugador   en   gran   parte   del   partido   tiene   valores  muy   cercanos   a   los  190ppm  (más  del  95%  de  la  FC  máxima).  Además,  se  puede  visualizar  como  existen  diferentes  

momentos  donde  su  participación  en  el   juego  no  se  da  de  manera  directa  y   la  FC  disminuye  considerablemente.    

  6  

 

La  media  del  ejercicio  fue  de  173ppm  (entre  el  85  y  el  87%  de  la  FC  máxima)  marcada  por  el  software,   por   tanto   habría   estado   trabajando   en   una   franja   de   desarrollo   de   la   capacidad  aeróbica  llegando  a  valores  cercanos  de  potencia  aeróbica  (García  Manso,  2006).  Además,  nos  

gustaría  destacar  que  el  jugador  ha  tenido  alrededor  de  cincuenta  picos  de  FC,  de  los  cuales  en  más  de  seis  ocasiones  sobrepasan  las  190ppm  (más  del  95%  de  la  FC  máxima).  El  resto  de  los  picos  están  dentro  de  la  franja  que  marca  para  el  trabajo  de  este  jugador  durante  el  partido.  

Recordamos  que  este  jugador  en  nuestro  equipo  juega  como  lateral.  La  posición  requiere  que  el  jugador  realice  recorridos  de  larga  distancia  (tanto  ofensivos  como  defensivos)  y  en  función  de   la   posesión   y   la   orientación   de   la   jugada   (derecha   o   izquierda)   la   demanda   es   mayor   o  

menor.  Por  tanto  los  picos  de  FC  coinciden  con  las  acciones  ofensivas  de  nuestro  equipo  más  la  posterior  transición  a  la  defensa  del  jugador  (y  equipo)  si  se  da  el  caso.  

A   continuación   (figura  6),   se  muestra   la   FC  del   jugador  que   juega  por  delante  de   la   línea  de  defensores   en   el   mediocentro   defensivo.   La   FC   máxima   del   jugador   es   de   201   ppm.   En   la  

gráfica  se  puede  observar  que  el   jugador  mantiene  una  franja  de  trabajo  centralizado  que  va  desde  las  170  a  las  190  ppm  (del  85  al  95%  de  la  FC  máxima).  En  trece  ocasiones  llega  a  superar  la  franja  marcada  y  por  tanto  se  sitúa  en  más  del  95%  de  la  FC  máxima.  La  media  del  ejercicio  

es  de  174  ppm  (entre  el  85  y  el  90%  de   la  FC  máx.).  Estos  datos  nos   indican  que  estaríamos  hablando  de  trabajo  dentro  de  la  zona  de  capacidad  aeróbica,  llegando  a  valores  cercanos  de  potencia   aeróbica   (García   Manso,   2006).   Se   contabilizan   dentro   del   tiempo   de   juego   hasta  

sesenta   y   un   picos   de   FC,   de   los   cuales   en   trece   ocasiones   se   supera   la   franja   estimada.  Recordamos   que   el   juego   del   equipo   hace   que   el   jugador   tenga   que   desplazarse  constantemente  en  distancias  más  cortas  (en  comparación  con  el  lateral)  pero  más  constantes  

con   una   pausa   intermitente   y   en   ocasiones   con  más   recuperación   y   en   otras   ocasiones   con  menos  recuperación.  Además,  se  puede  observar  como  en  la  primera  parte  del  juego  se  tiene  una  FC  más  alta  y  con  cambios  constantes  mediante  picos  que  superan  las  190  ppm  (95%  de  la  

FC  máx.),   por   lo   que   la   partición   en   el   juego   fue  mayor   que   en   la   segunda   parte   del   juego  donde   se   puede   ver   que   los   picos   de   FC   son   inferiores,   no   llegando   a   superar   las   185   ppm  (poco  más  del  90%).  

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Acto  seguido,  se  muestra  (figura  7)  la  FC  de  un  mediocentro  interior  del  equipo.  La  FC  máxima  del   jugador   la   encontramos   en   193   ppm   encontrada   por   el   test   que   se   realizó.   La   franja   de  

trabajo  durante  el  partido  se  encuentra  entre  las  155  y  las  175  ppm  (entre  el  80  y  más  del  90%  de  la  FC  máxima  del  jugador).  Se  genera  durante  el  tiempo  de  juego  79  picos  de  FC.  De  los  que  en   20   ocasiones   superan   la   franja   estipulada   como   mayoritaria   y   excede   del   95%   de   la   FC  

máxima.   Además,   es   significativo   que   estos   picos   de   FC   se   vean   durante   el   transcurso   de   la  primera  parte  y  no  se  suceda  ninguno  en  la  segunda  parte.  La  media  del  ejercicio  está  situada  en  154  ppm  (el  80%  de  la  FC  máxima)  por  lo  que  si  nos  fijamos  en  este  único  dato  situaríamos  

el   trabajo   del   interior   en   mantenimiento   de   la   capacidad   aeróbica   (García   Manso,   2006).  Recordamos  que  los  movimientos  del  jugador  son  recorridos  cortos  en  comparación  con  otros  compañeros   de   diferente   posición   pero  movimientos   constantes   con   poca   recuperación.   Se  

puede  extrapolar  que  el  jugador  entra  en  constante  participación  en  el  juego  (79  picos  de  FC)  y  vemos  que  la  recuperación  es  variada  e  incompleta.    

 

  8  

 

En  la  siguiente  gráfica  (figura  8)  se  puede  ver  la  FC  de  un  mediapunta  del  equipo.  Recordemos  

que   juega   en   la   última   línea   del   equipo   en   una   de   las   bandas,   generalmente   realizando  desmarques  de  apoyo  y  de  ruptura  hacia  el  interior  del  campo  dejando  la  banda  para  el  lateral  o  mediocentro   interior  para  que  realice  un  desdoblamiento  y  genere  superioridad  numérica.  

Podemos  ver  que  la  gráfica  presenta  picos  de  FC  que  llegan  hasta  194  ppm  sabiendo  que  la  FC  máxima  del  jugador  en  el  test  fue  de  199  ppm,  por  tanto  llegó  durante  el  partido  al  97’5%  de  la  FC  máx.  La  media  de  la  FC  es  de  168  ppm,  aproximadamente  el  85%  de  la  FC  máxima,  que  se  

ubicaría   entre   el   objetivo   de   desarrollo   de   la   capacidad   y   de   la   potencia   aeróbica   (García  Manso,  2006).  Estos  datos  están  justificados  ya  que  el  jugador  realiza  desplazamientos  entre  8  y  15m,  en  ocasiones  hasta  20m  para  hacer  desmarques  de  apoyo  y  de  ruptura  con  el  objetivo  

de  facilitar  el  movimiento  y  conservación  de  balón  de  su  equipo.  Se  cuentan  hasta  42  picos  de  FC   durante   el   desarrollo   del   juego.   La   zona   en   la   que   enmarcamos   el   trabajo   se   encuentra  entre   170   y   185   ppm   (el   85   y   el   93%   de   la   FC  máx.)   y   un   trabajo   de   capacidad   y   potencia  

aeróbica  como  hemos  comentado  con  anterioridad  utilizando  como  referencia  la  media  de  las  ppm  (García  Manso,  2006).  Dentro  de  los  42  picos  de  FC,  19  pasan  de  la  franja  estipulada  como  mayor  intensidad  de  trabajo.  Se  puede  entender  que  aproximadamente  los  picos  casi  lleguen  a  

la  mitad  debido  a  que  la  posición  del  jugador.  Esta  le  exige  carreras  de  máxima  intensidad  en  ataque   y,   acto   seguido,   en   la   transición   ataque-­‐defensa   para   realizar   las   permutas   con   los  compañeros  que  se  han  incorporado  al  ataque.  Además,  podemos  ver  como  en  ocasiones  los  

picos   de   FC   se   solapan   debido   a   que   se   han   dado   lugar   5   acciones   de   intensidad   con   un  descanso  muy  corto  en  el  tiempo  y  seguido  de  un  descanso  prolongado.  

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En   la   figura  9  vemos   la  descripción  de   la  FC  del  delantero  centro  del  equipo,  el   jugador  más  ofensivo   del   equipo.   No   obstante,   por   la   movilidad   que   se   le   intenta   dar   al   juego   es   una  posición  de  partida  ya  que  se  puede  ver  como  el  jugador  se  desplaza  hacia  la  banda  para  que  

un  defensor  le  siga,  dejando  su  posición  libre  para  otro  compañero  y  un  posible  lugar  libre  para  poder   conseguir   gol.   Por   tanto   hablamos   de   movimientos   de   desmarque   de   apoyo   para   la  continuidad  del  juego  hacia  el  centro  del  campo  y  hacia  la  banda.  Además  de  desmarques  de  

ruptura  para  poder  conseguir  el  objetivo,  el  gol.   La  FC  media  de   la  actividad   fue  de  159ppm  (76%   de   la   FC  máx.),   que   se   ubicaría   dentro   de   los   parámetros   de   desarrollo   de   capacidad  aeróbica   y,   en   menor   medida,   desarrollo   de   potencia   aeróbica   (García   Manso,   2006).   La  

actividad  del  delantero  centro  estaría  enmarcada  dentro  de  las  160  y  las  180ppm  (el  77  y  87%  de  la  FC  máx.).  Sabemos  que  la  FC  máxima  del  jugador  es  de  207ppm  y  que  tiene  46  picos  de  FC  descritos  en  la  gráfica  de  los  cuales  el  máximo  es  de  197ppm  (más  del  95%  de  la  FC  máx.)  y  

de  los  46  picos  de  FC  hablamos  de  23  que  sobrepasan  la  franja  estipulada  de  concentración  de  mayor   trabajo   y   se   centran   en  más   del   87%  de   la   FC  máxima  del   jugador.   Por   tanto   son   46  movimientos  acíclicos,  23  de  los  cuales  se  realizan  superando  la  franja  del  umbral  anaeróbico  

teórica.   Hablamos   de   constantes   movimientos   de   menor   intensidad   mezclados   con  movimientos   de   mayor   intensidad   (desmarques   de   apoyo   y   de   ruptura)   para   generar   un  momento  de  incertidumbre  en  el  equipo  rival  y  poder  continuar  con  la  posesión  del  balón.  Se  

puede  observar  que  existen  momentos  de  muy  baja  intensidad  coincidiendo  con  momentos  de  la  fase  defensiva  donde  el  delantero  centro  se  ubicaba  en   la  zona  del  centro  del  campo  para  poder   iniciar   el   contraataque   si   es   el   caso   o   bien   la   transición   a   defensa-­‐ataque.   Y  

especialmente  en  las  acciones  a  balón  parado  (ABP)  donde  tiene  libertad  para  ubicarse  y  poder  pasar  rápidamente.  

 

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DISCUSIÓN  Y  CONCLUSIONES  

Una   vez   analizados   los   datos   de   los   jugadores   que   nos   han   interesado   para   el   estudio  mostraremos  (tabla  1)  un  resumen  para  poder  visualizar  los  datos  de  manera  rápida  y  además  sacar  conclusiones  para  el  posterior  desarrollo  de  tareas  de  entrenamiento.  

Tabla  1.  Cuadro  resumen  de  la  monitorización  de  la  FC  por  puesto  específico  

JUGADOR   FC  máx.   Intervalo  FC  %*  Intervalo  

FC  Pico  máx.  y  

%*  Nº  de  picos  FC  

Media  de  FC  y  %*  

Portero   200ppm   135-­‐155ppm   65-­‐80%  175ppm  y  

90%  20   141ppm  y  70%  

Central   202ppm   165-­‐185ppm   80-­‐95%  200ppm  y  

99%  58  (16  a  más  del  

95%*)  164ppm  y  más  

80%  

Lateral   198ppm   170-­‐190ppm   85-­‐95%  195ppm  y  

98%  50  (6  a  más  del  

95%)  173ppm  y  85-­‐

87%  

Pivote  defensivo  

201ppm   170-­‐190ppm   85-­‐95%  195ppm  y  

97%  61  (13  a  más  del  

95%)  176ppm  y  87%  

Medio  centro  interior  

193ppm   155-­‐175ppm   80-­‐90%  187ppm  y  

97%  79  (20  a  más  del  

90%)  154ppm  y  80%  

Mediapunta   199ppm   170-­‐185ppm   85-­‐93%  194ppm  y  

97%  42  (19  a  más  del  

93%)  168ppm  y  85%  

Delantero   207ppm   160-­‐180ppm   77-­‐87%  197ppm  y  

más  del  95%  46  (23  a  más  del  

87%)  159ppm  y  76%  

*  Los  datos  que  tienen  el  %  hace  referencia  al  %  que  corresponde  en  cada  caso  de  la  FC  máxima  de  cada  jugador.  

 

Como  se  puede  observar  en  la  tabla  1  la  media  de  la  FC  de  los  jugadores  durante  el  tiempo  de  juego  es  de  141ppm  (la  más  baja)  hasta  176ppm  (la  más  alta),  equivalente  al  70  y  87%  de  la  FC  máx.  Por  tanto,  se  podría  afirmar  objetivamente  que  a  estas  intensidades  de  FC  se  caracteriza  

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por   el   mantenimiento   y   el   desarrollo   de   la   capacidad   aeróbica   (García   Manso,   2006).   No  

obstante,  hemos  marcado  de  color  rojo  las  dos  columnas  que  nos  interesan  destacar.  Es  cierto  que  la  predominancia  del  juego  es  aeróbico  como  ya  hemos  mencionado;  pero  destacamos  los  cambios   de   FC   que   se   dan   durante   el   desarrollo   del   partido   (las   columnas   en   rojo)   ya   que  

entendemos  que  los  cambios  de  FC  implican  situaciones  de  juego  donde  existe:    

1. Toma  de  decisión  del   jugador.  Tanto  en  la  zona  donde  se  encuentra  el  balón  como  la  inmediatamente  próxima.  

2. Ejecuciones  técnico-­‐tácticas  tanto  individuales  (que  realiza  un  jugador),  como  grupales  (que  realiza  un  grupo  de  jugadores)  y  de  equipo  (que  realiza  el  equipo)  

3. Implicaciones   fisiológicas   o   condicionales   derivadas   de   la   toma   de   decisión.  

Aceleraciones  y  deceleraciones  (por  ejemplo)  en  forma  de  movimientos  que  hacen  que  se  produzcan  los  picos  de  FC.  

Por   este  motivo  nos   interesa   analizar   los  picos  de   FC  que   se   suceden  durante  el   período  de  juego   por   puesto   específico   del   jugador.   Así,   posteriormente,   con   esta   información,   poder  

tener   una   referencia   de   las   tomas   de   decisión   y   de   las   ejecuciones   técnico-­‐tácticas   de   cada  jugador  en  su  puesto  específico.  

Por  tanto,  podemos  hablar  del  control  de  la  carga  interna  mediante  la  monitorización  de  la  FC  (Benítez   y   Ayestarán,   2000;   Valencia   y   Rodríguez,   2007;   Bangsbo,   1997;   citados   en   Llopis,  

2008).   Además,   el   análisis   de   los   valores   de   FC   durante   los   partidos   ayuda   a   conocer   y  cuantificar   el   trabajo   físico   realizado   por   los   jugadores   en   competición   (Urkiza,   2009)   y  posteriormente  adecuar  el  nivel  de  exigencia  de  la  categoría  al  diseño  del  entrenamiento.    

Así   pues,   para   finalizar,   concluiremos   con   las   ideas   que   hemos   obtenido   de   este   trabajo   de  

observación   hablando   de   las   características   generales   que   vamos   a   tener   en   cuenta   para   el  diseño   de   las   tareas   en   las   sesiones   de   entrenamiento.   El   diseño   de   entrenamiento   será   en  conjunto  para  todos  pero  con  modificaciones  para  que  la  carga  interna  del  jugador  sea  similar  

a  la  empleada  en  competición:  

Se   puede   afirmar   que   el   portero   es   el   jugador   que   menos   cambios   de   FC   tiene   durante   el  tiempo  de  juego  y  además  siendo  la  FC  más  baja  del  equipo.  De  este  modo  se  justifica  que  el  recorrido  (metros  totales  que  se  desplaza  durante  el  juego)  del  mismo  es  menor  que  el  resto  

de  sus  compañeros  de  equipo.  Así  pues  apostamos  por  un  entrenamiento  que  tenga  una  serie  de   intervalos  de  FC   comprendidos  entre   las  145  y  175  ppm  con  acciones   técnico-­‐tácticas  de  mayor  a  menor  intensidad  espaciadas  en  el  tiempo.    

Le  sigue  el  mediapunta  y  el  delantero,  por  los  que  apostamos  diseños  de  tareas  dentro  de  los  

entrenamientos  con  un   intervalo  de  FC  desde  170  aproximadamente  a  190  ppm  o   incluso  al  máximo  de  la  FC,  recordando  que  los  cambios  de  FC  se  dan  con  movimientos  que  realizan  los  jugadores   en   forma   de   desmarque   tanto   de   apoyo   (con   recorrido   generalmente  más   corto)  

como  desmarque  de  ruptura   (con  desplazamientos  más   largos)  con  diferencia  de  aparición  y  de   frecuencia   de  uso   en   las   tareas  de   la   sesión  de   entrenamiento   (un   ejemplo  podría   ser   el  

diseño  de  una  tarea  donde  si  la  posesión  de  balón  la  tiene  un  comodín  se  hace  un  desmarque  de  apoyo,  y  por  el  contrario,  si  la  posesión  de  balón  la  tiene  un  compañero  del  mismo  equipo  

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puede   elegir   con   el   tipo   de   desmarque.   De   esta   forma   se   suceden   los   dos   tipos   de  

desplazamientos  con  diferencia  entre  el  tiempo).    

A  continuación  se  sitúa   la  defensa,  para   la  que  el   intervalo  de  trabajo  óptimo  sería  el  mismo  desde   170   ppm   hasta   el   máximo,   pero   su   implicación   es   más   distante   en   el   tiempo   (por  ejemplo  para  el  diseño  de  tareas  se  puede   limitar   la  zona  de   juego  de  éstos   jugadores  hasta  

donde  nos  interese.  Más  larga  para  los  laterales  y  más  corta  para  el  centro  de  la  defensa).    

Y  finalmente,  los  que  más  picos  de  FC  obtienen  son  los  jugadores  del  centro  del  campo.  Con  los  que   apostamos   por   trabajar   de   forma   interválica,   con   desplazamientos   cortos   pero   más  constantes   en   el   tiempo   (estaríamos   hablando,   por   ejemplo,   de   un   juego   en   un   espacio  

reducido  del   tipo  5x5+2)  donde  el   intervalo  de  trabajo  es  de  170  ppm  hasta  el  máximo  y   los  jugadores  realizan  pequeños  desplazamientos  y  constantes.  

No  obstante  para  poder  mejorar  con  el  estudio  de  la  FC  tenemos  previsto  una  serie  de  mejoras  en  la  investigación  que  pensamos  que  serán  cruciales  para  completar  este  estudio:  

• Diseñar  tareas  de  entrenamiento  acorde  a   las  conclusiones  extraídas  y  monitorizarlas  

para  realizar  una  comparativa  con  gráfica  de  la  FC  del  partido  con  la  tarea  de  entreno  para  plasmarlas  en  un  nuevo  artículo.  

• Comprobar  el   tiempo  que  permanece  el   jugador  en  cada   intervalo  de  FC   tanto  en  el  entrenamiento  diseñado  como  en  el  partido.  

El  grupo  de  trabajo  ya  está  trabajando  para  el  desarrollo  de  las  mejoras  del  estudio.  

 

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