dialéctica y conocimiento

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Dialctica y conocimiento

Coleccin Teorema

Jindich Zelen

Dialctica y conocimientoTraduccin de Jacobo Muoz

PrlogoLos seis trabajos reunidos en este volumen constituyendo un todo han surgido obedeciendo, ciertamente, a pretextos diversos en los ltimos cuatro aos. Algo tienen, sin embargo, en comn. Todos ellos se proponen, desde ngulos diversos, argumentar y clarificar el inalienable papel que a la dialctica materialista le corresponde en la fundamentacin lgico-gnoseolgica del pensamiento cientfico-actual. En el apndice figuran los datos bibliogrficos precisos de cada uno de los trabajos que siguen. Diciembre de 1974. J. Z.

Introduccin a las investigaciones lgico-ontolgicas 1En la vida cotidiana utilizamos con alguna frecuencia la expresin pensamiento racional. Se trata de una expresin relativamente comprensible, para cuyo uso extracientfico nos basta con las representaciones que sobre su significado poseemos. Una comprensin ms profunda de lo que es pensamiento racional es cosa que de manera no inmediata resulta de la formulacin de una expresin inteligible. Obtenemos esta comprensin mediante el anlisis cientfico, esto es, mediant e la aplicacin de una forma particular del pensamiento racional al conocimiento de un objeto que en este caso es, precisamente, el pensamiento racional mismo. Procederemos paso a paso de las clarificaciones ms elementales a las ms complejas. Ms tarde tendremos que convertir tambin este proceder -esto es, el mtodo cientfico al que recurrimos en esta reflexin concreta de tipo filosfico-cientfico sobre el pensamiento racional - en objeto de investigacin.

2La razn surge y se desarrolla como pr opiedad social humana en interrelacin inextricable con el trabajo, por un lado, y con el lenguaje por otro, y tiene un portador biosomtico: viene unida al cerebro y al sistema nervioso del hombre que vive en sociedad. La razn es una propiedad habitual de seres humanos siempre socialmente unidos en formas evolutivas histrico - concretas; se manifiesta: a) en la capacidad de crear, unir y separar fundamentadamente significados, as como enjuiciarlos en lo que hace a su verdad; b) en la capacidad de una accin teleolgica tendente a la satisfaccin de las necesidades materiales y espirituales mediante la realizacin de objetivos previamente escogidos mediante el recurso a medios adecuados. Se trata de la funciones cognitiva y prctica, respectivamente, de la razn.

3Los significados pueden estar ms o menos alejados de las percepciones sensoriales. Pueden ser significados, esto es, representaciones y conceptos del lenguaje ordinario o significados del lenguaje cientfico (terico). Pueden ser significados muy diferentes, esto es, representaciones y conceptos distinguibles y diferenciables de acuerdo con los ms diversos criterios l. Llamamos pensamiento racional al movimiento de los significados en el sentido del 2. Distinguimos entre un movimiento lingstico (objetivamente transitivo) y un movimiento metalingstico de los significados, y entre un pensamiento transitivo y un pensamiento reflexivo. Esta circunstancia complica la teora del reflejo. En ambos casos se trata de un pensamiento material, objetivo, con diferentes tipos de objetualidad. Las consideraciones y reflexiones lgico gnoseolgicas -esto es, precisamente, del tipo de las que ahora estamos llevando a cabo y que bien podran designarse tambin como reflexiones del mbito de la semitica lgica- ofrecen, en su mayor parte, un ejemplo del movimiento metalingstico de los significados, no limitndose, al hacerlo, al lenguaje en la abstraccin de la materialidad y actividad extralingstica, sino concibindolo como parte, en cuanto lenguaje y en cuanto pensamiento, de la vida social global que es esencialmente prctica (8.a tesis sobre Feuerbach de Marx). Del pensamiento terico (cientfico) racional y del pensamiento ordinario racional distinguimos otras formas de movimiento de los significados (representaciones), a propsito de las que no se trata ante todo de una unin o interrelacin fundamentada de los significados bajo el aspecto de la veracidad. Se trata, por ejemplo, del pensamiento mtico y, en general, artstico e imaginativo, que se expresa en un discurso libre y vinculado, o por recurso, en determinados casos, a otro tipo de signos, o del pensamiento fantstico con el que nos encontramos en el mbito de la religin, del sueo, etc. Es esencial que el pensamiento fantstico di scurra en la consciencia, en cuyo caso se trata de fantasa, o que se le reconozca subjetivamente -como en el caso de la religin- la capacidad de procurar la verdad, es decir, una verdad1 Cfr., por ejemplo, la clasificacin que ofrece S. L. Rubinstei n en su libro Grundlagen der allgemeignen Psychologie, Berln, 1973.

superior a la de la razn natural. Del pensamiento racional en la delimitacin aqu provisionalmente expuesta se distinguen, por ejemplo, el pensamiento de los enfermos mentales o esos estadios evolutivos primitivos del pensamiento humano con los que nos encontramos en procesos psquicos de seres vivos, particularmente en primates. Entre el pensamiento racional y otras formas de pensamiento no existe una lnea divisoria ntida, cortante; imposible de saltar. Se dan aqu interrelaciones genticas y estructurales con la posibilidad de un solapamiento parcial, etc. Elementos del pensamiento imaginativo (fantstico) pueden jugar aqu un papel considerablemente positivo en lo que se refiere al pensamiento terico creador. El pensamiento terico, a su vez, puede tener un valor esttico o cumplir una funcin esttica, etc.

4En su nivel originario y fundamental el pensamiento racional es un reflejo del ser material. Surge y se desar rolla ante todo como momento del ser prctico material 2. En niveles culturales superiores se desarrollan tambin conceptos2 Cfr. al respecto algunas ideas de los fundadores del marxismo: 1. F. Engels: Tanto la ciencia natural como la filosofa han descuida do hasta el momento enteramente la influencia de la actividad de los hombres sobre su pensamiento. Slo conocen la naturaleza, por una parte, y los pensamientos por otra. Pero precisamente la transformacin de la naturaleza por los hombres, y no la naturaleza sola como tal, es el fundamento ms importante e inmediato del pensamiento humano, y en la relacin en la que el hombre aprendi a transformar la naturaleza, en esa relacin creci su inteligencia. (Marx -Engels, Werke, vol. 20, Berln, 1973, Pg. 489). 2. En sus observaciones al tratado de Economa Poltica de Wagner, Marx escribe: El hombre est en relacin con las cosas del mundo exterior como medio para la satisfaccin de sus necesidades. Pero los hombres en modo alguno comienzan estando ya en esta relacin terica con las cosas del mundo exterior. Comienzan, como todo animal, comiendo, bebiendo, etc., o sea, no estando en una relacin... sino comportndose activamente, aduendose de ciertas cosas del mundo exterior mediante la accin, para as satisfacer su necesidad. (Comienzan, pues, con la produccin.) Mediante la repeticin de este proceso va grabndose en su cerebro la propiedad de estas cosas de satisfacer sus necesidades; los hombres, como tambin los animales, aprenden tericamente a distinguir las cosas externas, que sirven para la satisfaccin de sus necesidades, de todas las dems. (Marx-Engels, Werke, vol. 19, Berlin, 1972, pgs. 362-363.) 3. Fr. Engels: Las ideas provienen todas de la experiencia, imgenes especulares -correctas o deformadas- de la realidad... Dos tipos de experiencia -material externa e interna- leyes y formas del pensamiento... El pensamiento tiene como nico contenido el mundo y las leyes del pensamiento. (Ibd., vol. 20, pgs. 573-4.) 4. K. Marx: Pero la evolucin de la ciencia, de este reino a un tiempo ideal y prctico, slo es una cara, una forma en la que... aparece... la evolucin de las fuerzas productivas humanas. (Grundrisse, Berlin, 1953, pg. 439.)

que son un reflejo del reflejo. En lneas generales puede, pues, decirse que el pensamiento 3 viene condicionado, en su esencia y en su desarrollo, por tres momentos: a) por la naturaleza de la realidad extrahumana objetiva, anorgnica y orgnica, reflejada; b) por la naturaleza de la realidad socioh istrica (de las formas sociales de la praxis) reflejada, cuyo momento producido y productor es el pensamiento de cada poca; en las sociedades de clase este condicionamiento encuentra su expresin, entre otras cosas, en el carcter ideolgico, clasista, d e algunas de sus formas de pensamiento; c) biosomticamente 4.

5El movimiento, en el orden del pensamiento, de los significados no es, segn Marx, otra cosa que lo material reelaborado y traducido a la cabeza humana5. Si designamos d movimiento, en el orden del pensamiento, de los significados como lo ideal, nos encontramos con que resulta posible expresar, a grandes rasgos, la interrelacin histrico-evolutiva de lo material y lo ideal como sigue: a) Originariamente todas las representaciones y c onceptos son una refiguracin subjetiva, ms o menos adecuada, de algo ya previamente existente en la realidad material con independencia de lo ideal. b) La reelaboracin de este elemento material al hilo de su traduccin a la cabeza humana descansa, entre otros factores, en el hecho de que los significados-refiguraciones tienen, en comparacin con la realidad ma terial reflejada, una mayor movilidad y temporalidad especficas (dirigidas tambin al pasado). Posibilita transformar, dentro de ciertos lmites y mediante la accin teleolgica humana, una realidad material previamente dada con la3. Para abreviar recurriremos en lo sucesivo, y generalmente, a la expresin pensamiento por pensamiento racional. 4. Cfr. F. Engels: Toda refiguracin men tal del sistema objetivo del mundo viene y permanece realmente limitada por la situacin histrica, y subjetivamente por la constitucin corporal y mental de su autor. (Marx, Engels, Werke, vol. 20, Berln, 1973, pg. 35.) 5. K. Marx, Das Kapital I., Berln, 1945, pg. 18.

ayuda del pensamiento planificador. De este modo es traducido de la cabeza humana a la realidad material y con ello objetivado, es decir, convertido en elemento ideal materializado, lo material, en uno de sus aspectos, en los mbitos del contacto entre naturaleza y sociedad. c) En la evolucin de la sociedad el pensamiento viene a ser al fin, en parte, un nuevo elemento ideal de este tipo, que surge de la reelaboracin y traduccin de lo material, que en parte es un elemento ideal objeti vado, materializado. La evolucin histrica del proceso de trabajo y de la produccin social es, al mismo tiempo, una evolucin de la interrelacin histrico -procesual de lo material y de lo ideal a que nos hemos referido. Lo material natural permanece, e n cualquier caso, juntamente con lo material que surge de la objetivacin de lo ideal, asimismo en los estadios histricos superiores del proceso global.

6La actividad cognoscitiva, el conocimiento, se realiza mediante la creacin y movimiento de los significados (percepciones sensoriales, representaciones, conceptos). Todo pensamiento racional es actividad cognoscitiva. Distinguimos entre tipos (modos) diferentes de conocer. Segn el rgano cognoscitivo: a) Conocimiento por la va de la percepcin s ensorial, bien aa) directa inmediata, bien ab) directa mediata (fotografas, film, TV); b) Conocimiento por la va del pensamiento conceptual. Segn el carcter de la fundamentacin y contrastacin: a) conocimiento elemental; b) conocimiento por aprendizaje; c) conocimiento por aplicacin de mtodo conscientemente crtico: conocimiento cientfico a propsito del que cabe distinguir entre cientfico en sentido amplio y en sentido estricto, tratndose, en este ltimo caso, de una investigacin que incide, mediante el mtodo cientfico, sobre mbitos hasta ese momento no conocidos. Segn los estadios de la evolucin en la ontognesis y en la filognesis:

La evolucin de la capacidad de pensamiento racional (inteligencia) en los nios actuales es investigada experimentalmente en la escuela de Piaget, por ejemplo, o en la de Rubinstein en la Unin Sovitica 6. En la historia de la humanidad la actividad cognoscitiva ha asumido diferentes formas. Engels dice al respecto: El pensamiento terico de cada poca, y por lo tanto tambin el de la nuestra, es un producto histrico, que en pocas distintas ha asumido una forma variable y, en consecuencia, un contenido asimismo muy variable. La ciencia del pensamiento es, pues, como cualquier otra, una ciencia histrica, la ciencia de la evolucin social del pensamiento humano.7 En este contexto se plantea la cuestin de los tipos histricos del pensamiento racional (de los tipos histricos de racionalidad). En lo sucesivo nos ocuparemos, fundamentalmente, del conocimiento cientfico. De todos modos, ciertas propiedades esenciales del conocimiento cientfico y de los tipos histricos de racionalidad, salvo la relacin con el conocimiento vinculado al lenguaje ordinario, cotidiano (y con la praxis poltica y socio-productiva, ordinaria, de las masas), no resultan investigables aqu.

7El pensamiento y la percepcin sensorial guardan entre s una interrelacin muy compleja. La percepcin sensorial y el pensamiento concreto -figurativo a ella vinculado (pensamiento preconceptual en representaciones) es, por lo general, histrico, y en la ontognesis primario, pero el pensamiento racional desarrollado oscila siempre entre la percepcin sensorial (intuicin viva) y el pensamiento conceptual de diferentes capas, grados y mbitos de abstraccin (generalizacin o idealizacin y formalizacin, respectivamente). Sin esta oscilacin no puede tomar cuerpo conocimiento cientfico verdadero alguno. El pensamiento conceptual no reelabora nicamente lo sensorialmente dado, sino que influye tambin activamente sobre el proceso perceptivo de lo sensiblemente dado en la dialctica evolutiva de lo a posteriori y de lo a priori. En la evolucin de la sociedad surge y se desarrolla el fundamento6. Cfr. tambin J. Limhart, Proces a struktura lidskho ueni, Academia, 1972. 7. Marx-Enge1s, Werke, vol. 21, Berln, 1973, pg. 330,

biosomtico (el cerebro humano), en el que viene hereditariamente programada la posibilidad de la comprensin de determinadas percepciones, por ejemplo, del lenguaje.

8El pensamiento es susceptible de ser verdadero cuando los significados y sus conexiones constituyen un reflejo adecuado de la realidad objetiva, esto es, cuando corresponden a la realidad objetiva en cuanto refiguraciones suyas en el orden del pensamiento. Criterio de verdad puede ser, en casos poco exigentes, y segn la naturaleza del objeto de nuestro pensamiento, la percepcin sensible directa e inmediata o la directa y mediada, de la que los engaos y espejismos de los sentidos son erradicados mediante el pensamiento crtico. En el pensamiento que refleja el lado cuantitativo-informacional de los objetos, la obediencia a las reglas formales de las combinaciones y transformaciones de filas de signos y de significados puede constituir, en muchos casos, el criterio de verdad (= correccin). De todos modos, toda esta correccin solo puede tener, en ltima instancia, el carcter de verdad por y en la medida que las estructuras formales surgidas mediante idealizacin son, en su punto de partida y en sus est ructuras primarias de movimiento, un reflejo adecuado del correspondiente aspecto de los procesos materiales. El criterio definitivamente fundamentante de verdad es -aunque no resulte determinante, en cada caso particular, de modo definitivo e ilimitado - la praxis histrico-social. Se plantea la cuestin de la diferencia entre el concepto dialctico-materialista y el metamatemtico-semntico (Tarski) de verdad.

9Llamaremos al pensamiento cientfico racional (al conocimiento), pensamiento terico (en sentido amplio). Con el paso del mito al logos, en la antigua Grecia surge el pensamiento terico, primero en la figura del pensamiento filosfico-terico, del que ms tarde se desgaja relativamente el pensamiento terico cientfico -particular, de formas distintas segn los

mbitos de investigacin y los estadios histricos evolutivos del pensamiento cientfico particular. El concepto de conocimiento cientfico racional vino a ganar, en un momento determinado, una importancia inequvoca al hilo histrico de la emergencia de la ciencia matemtica de la naturaleza de la Edad Moderna. El conocimiento acorde con los ideales de Galileo y de Descartes era un conocimiento racional por excelencia. Esta ratio fue concebida como versin (perfeccionada en su significado) de la antigua EPISTEME, como solucin por fin encontrada del antiguo ideal del conocimiento epistmico. Particular atencin merece el problema de la relacin entre el pensamiento terico-filosfico y el cientfico-particular en la poca histrica actual, as como el problema de la relacin entre el pensamiento terico y el cotidiano.

10Una parte del pensamiento racional permite ser algoritmizada. El movimiento algoritmizable de los significados puede simularse y acelerarse con ayuda de los ordenadores. Con ello guarda relacin el problema de la llamada inteligencia artificial. Tomamos el concepto de algoritmo en la definicin de A. A. Markow 8. El ordenador (computer) es una mquina que est adaptada para el movimiento acelerado de los signos, resultando a un tiempo este movimiento sgnico de los significados (semnticamente) interpretable. O lo que es igual: el ordenador trabaja con un lenguaje al que en su reduccin a la sintaxis hemos allegado una semntica que nos es conocida, pero no piensa . Segn parece, en el mbito de las formas lgicas parece hoy conveniente seguir desarrollando el concepto restringido de la interpretacin meramente semntica por la va conceptual de una interpretacin semitica histrico social multidimensional.

11El pensamiento es una actividad que discurre en formas de pensamiento.8. A. A. Markow, Teora algorifmov, Mosc, 1954

Distinguimos entre formas de pensamiento en sentido estricto y formas de pensamiento en sentido amplio. Formas de pensamiento en sentido estricto, esto es, formas elementales del pensamiento racional, son las siguientes actividades (operaciones) racionales elementales y las formas a ellas correspondientes, relativamente estables, que presuponen y en las que culminan: concepto, juicio (predicacin), conclusin. Forma central elemental del pensamiento (forma lgica) es el juicio. Aristteles fue el primero en delimitar las formas de pensamiento en sentido estricto y en sentar las bases para la investigacin sistemtica de las mism as. Haber sabido hacer abstraccin de todo contenido de pensamiento a propsito de algunas de las formas de pensamiento en sentido estricto, clarificando a un tiempo algunas de sus propiedades (legaliformidades) generales, es una de las aportaciones cientficas ms relevantes de Aristteles. Con ello no pretende decirse que Aristteles se limitara a la investigacin de las formas de pensamiento en sentido estricto y con abstraccin de todo contenido de pensamiento. Elabor la histricamente primera y sistemticamente ms influyente teora de los tipos bsicos de significados del orden del pensamiento, as como de las leyes de su movimiento e interrelacin en el conocimiento verdadero. Marx manifiesta en El Capital (1.a. ed.9) la idea de que Aristteles investig a menudo no slo las formas del ser, sino tambin las del pensar, mejor que sus crticos modernos. Ya en la Metafsica de Aristteles -y antes en Platn, en el Parmnides entre otros dilogos, y en los presocrticos- encontramos las bases de una concepcin de las formas lgicas ms profunda que la meramente lgico formal. Pieza esencial de la lgica formal tradicional era la investigacin de las formas de pensamiento en sentido estricto en cuanto formas indiferentes respecto de todo contenido de pensamiento, esto es, haciendo abstraccin del mismo. En la lgica dialctica Hegel investiga tambin estas formas, entre otras, pero como contenidos formales, en interrelacin profunda con las formas del ser y del actuar, esto es, con los contenidos formales del proceso natural y de la vida social (humana) 10.9. Pg. 772.

Las formas elementales de pensamiento pueden ser, en un principio, investigadas partiendo de ciertos presupuestos abstractos, de los que venimos a hacemos conscientes. Acto seguido hay que llevar asimismo lo lgico, esto es, las formas de pensamiento en sus formas legaliformes, necesarias, generales, a los contextos interrelacionales de los que las hemos sacado de modo temporal e inicialmente condicionado. La des -abstraccin viene a revelamos as algunas propiedades nuevas de las formas lgicas de pensamiento. La lgica matemtica contempornea trabaja con un concepto reducido de forma lgica (cfr. por ejemplo, A. Church: lntroduction to Mathematical Logic, Introduccin 02).

12En lo sucesivo restringiremos nuestra investigacin de las formas lgicas de pensamiento a la aplicacin del punto de vista ontopraxeolgico. Nos cuestionaremos si a propsito de las formas lgicas de pensamiento o, lo que es igual, de los tipos histricos de racionalidad, cabe decir algo nuevo investigndolos en contextos onto-praxeolgicos. Con vistas a la clarificacin de este mtodo comenzaremos por dejar sentado que en su punto de partida nos orientamos de acuerdo con las siguientes ideas de Lenin 11, a cuya aplicacin tenderemos en las investigaciones lgicas: a) El punto de vista de la vida, de la praxis, tiene que ser el punto de vista primero y fundamental de la teora del conocimiento. 12 b) La idea de introducir la vida en la lgica es comprensible -y genial- desde el punto de vista del proceso de reflejo del mundo objetivo en la (en un principio individual) consciencia de los hombres y de la contrastacin de esta consciencia (de este reflejo) por la praxis... Si se investiga la relacin del sujeto con el objeto en la lgica, hay que tomar tambin en consideracin los presupuestos generales para el ser del sujeto concreto (= vida de los hombres)10. Sobre las categoras dialcticas de forma y contenido puede consultars e con provecho el trabajo, por ejemplo, de V. 1. Kuraew en el volumen colectivo Kategori dialektiki kak stupeni poznanija, Mosc, 1971, pgs. 208-238. 11. Cfr. asimismo las principales ideas de Marx y de Engels sobre la naturaleza de lo lgico, tal y como fueron expuestas arriba, 4 12. W. I. Lenin, Materialismus und Empiriokritizismus, Berln, 1972, pgina 137.

en el entorno objetivo.

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c) ...Resulta indudable... que la praxis figura en Hegel como eslabn en el anlisis del proceso de conocimiento y, ciertamente, como transicin hacia la verdad objetiva (en la terminologa de Hegel, absoluta). Marx enlaza, en consecuencia, de manera inmediata con Hegel al introducir el criterio de la praxis en la teora del conocimiento: vid. las Tesis sobre Feuerbach. 14 d) Las relaciones (= transiciones = contradicciones) de los conceptos = contenido principal de la lgica, relevndose aqu asimismo estos conceptos (y sus relaciones, transiciones, contradicciones) como reflejos del mundo objetivo. 15 e) Han transcurrido milenios desde que surgi la idea de la cadena de todas las cosas, de la serie de las causas. Comparando cmo han sido concebidas estas causas a lo largo de la historia del pensamiento humano vendra a obtenerse una teora del conocimiento de indiscutible fuerza probatoria. 16 f) Para que las diferentes figuras lgicas pudieran asumir la condicin central de axiomas, la actividad prctica humana tuvo que obligar a la consciencia del hombre a repetirlas miles de mil lones de veces. 17 En orden a caracterizar nuestro proceder en trminos semiticos, esto es, desde el punto de vista del proceso lingstico, en el que distinguimos entre un aspecto pragmtico, otro sintctico y otro semntico, diramos lo siguiente: el pensamiento racional es, ante todo, un proceso semntico, en orden a cuya clarificacin hemos de tomar, en cualquier caso, en consideracin tambin el aspecto lingstico sintctico y el aspecto pragmtico de orden lingstico y extralingstico. Apuntamos aqu a una semitica construida sobre la base de la teora materialista del reflejo 18.Tenemos que habrnoslas con problemas situados en la confluencia de la semitica emprica y la pura (lgica). Y al hacerlo, no slo hemos de trabajar con significados sin atencin alguna a sus13. W. I. Lenin, Philosophische Hefte, Berln, 1973, pg. 192. 14. Ibid., pg. 202. 15. Ibid., pg. 186. 16. Ibid., pg. 331. Cfr. las ideas de Lenin acerca de la reelaboracin detallada de la teora del conocimiento sobre la base de la historia del conoc imiento en general, sobre todo de la historia de la filosofa, de las ciencias particulares, de la evolucin racional del ser vivo y del nio, de la historia del lenguaje, de la psicologa y de la neurofisiologa (ibid., pg. 335). Cfr. tambin las ideas d e Engels en el Anti-Dhring (Werke, vol. 20, pg. 331) a propsito de la necesidad de conocer el proceso histrico-evolutivo del pensamiento humano, as como las concepciones de los nexos e interrelaciones generales del mundo exterior surgidas en las diferentes pocas... 17. Ibid., pg. 181. 18. Cfr. L. O. Reznikov, Gnoseologiceskije voprosy semiotiko. LGU, 1964: 1. S. Narskij (ed.), Problema znaka i znacenija, Mosc, 1969

denotaciones, sino tambin con significados asumidos como reflejo mental de las denotaciones, concibiendo a un tiempo de manera materialista el aspecto pragmtico como comunicacin humana en la praxis social, una praxis que se desarrolla sobre una base caracterizada, ante todo, por la dialctica de las fuerzas productivas y de las relaciones de produccin (y en las sociedades clasistas, por la lucha de clases). El dominio de la semntica lgicomatemtica -al que en la bibliografa mundial con que hasta el momento contamos se ha dedicado una atencin proporcionalmente muy grande - ha de ser asumido como un subdominio de la semitica emprica, ampliamente concebida, y lgico-dialctica. Los problemas lgicos actuales (lgicodialcticos) de mayor importancia hunden, al parecer, sus races precisamente en la relacin entre el lenguaje ordinar io (y las formas de trabajo) y el lenguaje cientfico, incluido el metalenguaje y los lenguajes artificiales. La investigacin de los mismos exige desbordar los estrechos lmites de la semitica lgico-matemtica 19, impuestos por presupuestos abstractos tanto explcitos como implcitos, con una idea pro gramtica que apunta a la elaboracin, con la ayuda del mtodo ontopraxeolgico 20, de una semitica lgico-dialctica mucho ms ampliamente concebida.

13La forma de pensamiento ms simple y general e s el juicio. Surge mediante predicacin, que es la actividad de pensamiento racional elemental. El juicio es la forma ms simple de pensamiento, dado que todo concepto es implicite un juicio, y toda conclusin puede descomponerse en juicios. El juicio es la forma ms general de pensamiento, dado que est presente en todo acto de pensamiento y en toda objetivacin lingstica del pensamiento.19. Stegmller habla de la crisis de la semitica lgico -matemtica y de la necesidad de buscar un acceso enteramente nuevo al complejo problemtico "teora y experiencia" (Probleme und Resultate der Winssenschattstheorie und Analytischen Philosophie, vol. 1, Berln, 1969, pg. XIX). 20. Utilizamos a lo largo del texto que sigue el trmino ontopraxeolgico como abreviatura de la expresin: concepcin materialista -dialctica, que aplica el principio de la unidad de lo lgico y de lo histrico, y que se apoya sobre la idea de Engels segn la cual, el fundamento esencial y primero del pensamiento humano es precisa mente la transformacin de la naturaleza por los hombres y no la naturaleza sola como tal (Werke, vol. 20, pg. 498).

Ejemplo de juicios pueden ser los pensamientos que lingsticamente en las siguientes proposiciones (enunciados): a) Mi madre naci en Zajeice. b) El agua consta de hidrgeno y oxgeno. c) El perro es un mamfero. d) El ao 1980 es un ao bisiesto. e) El juicio es la forma de pensamiento ms simple y general. f) La ecuacin de segundo grado tiene dos races. g) Los gases de escape son malos para la salud.

se expresan

A propsito de todo juicio pueden aducirse, obtenidas por la va del anlisis, las siguientes determinaciones: El juicio es una estructura significativa, expresable siempre en uno u otro lenguaje, esto es, con ayuda de signos materiales, de la palabra hablada, escrita, o de otros signos acordados o inteligibles de modo general gracias a la tradicin y a los que por esta va se ha conferido validez general. El juicio es una formacin sgnico -significativa. Todo juicio es originariamente (y sigue sindolo de modo potencial) un acto de pensamiento espacio-temporalmente determinado, y es al mismo tiempo una formacin de pensamiento relativamente fijada u objetiva, que se expresa mediante signos, o que puede ser expr esada as. El juicio es una formacin que en cierto sentido representa la unidad del producir y del ser producido. Todo juicio es una unidad significativa (una totalidad significativa) creada por una multiplicidad de significados. En todo juicio se encuentra de modo rudimentario la unidad de lo aposteririco y lo apririco. A la determinacin esencial de todo juicio pertenece, adems, la circunstancia de que el juicio es una unidad de determinaciones opuestas. Esta es la propiedad ms profunda y originaria del juicio, de la que por derivacin viene a abstraerse la consistencia (libertad de contradiccin) en el sentido de la lgica formal aristotlica. As, por ejemplo, la exigencia de usar los mismos conceptos en uno y el mismo sentido tiene como presup uesto la validez de la abstraccin de la identificacin, esto es, que lo diferentes en el espacio y en el tiempo sea mentado como lo mismo.

14A partir de esta unidad dialctica de determinaciones opuestas, la concepcin metafsica del juicio fija unilateralmente la determinacin del juicio bien como un acto de pensamiento (J. S. Mill, psicologismo en la lgica), bien como una estructura o entidad significativa fija, objetiva, desgajada del acto de pensamiento y de lenguaje (A. Church, y con anterioridad a l ya G. Frege, la lnea platonizante en la filosofa de la lgica matemtica 21). En la clarificacin de la naturaleza de la lgica, tanto los nominalistas (Quine, Goodman y otros) como los platnicos (Church y otros), buscan una salida eclctica a partir de la incomprensin de la dialctica de lo general y de lo particular, de lo idntico y de lo diverso, de lo material y de lo ideal, del movimiento y de la quietud. Algunos lgicos matemticos de la lnea platonizante conciben el juicio (proposition) de manera abstractamente metafsica tan slo como una formacin o entidad significativa ideal desgajada de la relacin con wording (y toda expresin sgnica material en absoluto) y con el acto de pensamiento. Lo que en las representaciones de los lgicos matemticos platonizantes es asumido, en cuanto sentence, como purely syntactical entity, taken in abstraction from its meaning 22, es algo que en realidad viene vinculado a la posibilidad de la interpretacin y de la coordinacin de los significado s, de modo que aquella supuesta sintacticidad pura, independiente de todo significado, conserva un aspecto semntico y lo tiene como presupuesto (proposition como posibilidad). Ser una entidad sintctica pura es una propiedad no sintctica, sino semntica. Church habla de una dualidad de la serie material de los signos y de los juicios (the duality of sentence and proposition). Para nosotros no se trata de una dualidad, sino de aspectos diferentes de un todo unitario.21. El trabajo de S. A. Janovskaj a Problemas de la introduccin y exclusin de las abstracciones de orden superior en el volumen colectivo Problemy znaka i znaenia (1. S. Narski ed.), Mosc, 1969, representa un intento de crtica materialista -dialctica del nominalismo y del platonismo . Cfr. asimismo J. J. Lednikow, Kritieskij analyz nominalistieskich i platonistskich tendencij v sovremennoj logike, Kiew, 1973. 22. The Problem of Universals, l. M. Boehenski, Alonzo Chureh, Nelson Goodman (eds.), Notre Dame, Indiana, 1956, pg. 6, Ibid., pg. 4: A proposition in the abstract sense, unlike the traditional proposition, may not be said to be of any language: it is not a form of words, and is not a linguistic entity of any kind exeept in the sense that it may be obtained by abstraction fr om language.

El aspecto sintctico del juicio es un caso especial del aspecto general de conjunto-de-informacin propio de cuanto existe. Todo est de algn modo ordenado. El aspecto sintctico no tiene por qu ser identificado con el aspecto sgnico material. Tanto los significados ideales del orden del pensamiento como sus interrelaciones, como tambin los procesos objetivos materiales, tienen un aspecto de conjunto-de-informacin. En su estructura sgnico-significativa y de acto-de-significar el juicio no viene, pues, vinculado a sta o aquella forma concreta de signos materiales por la que es expresado (por ejemplo, este o aquel lenguaje nacional particular). Y a la vez no existe, sin embargo, independientemente de signos. El pensamiento de curso actual silente presupone filogenticamente y, por lo general, tambin ontogenticamente, el surgimiento, la apropiacin y el uso previos del lenguaje. El pensamiento de curso actual silente slo existe en la medida en que resulta potencialmente expresable medi ante el signo lingstico. Uno y el mismo pensamiento (el mismo significado de un juicio) puede ser expresado por recurso a signos lingsticos diferentes, como revela la traduccin de un lenguaje a otro. Cuando uno y el mismo pensamiento es expresado en el mismo lenguaje repetidas veces o por hablantes diferentes, se usan signos lingsticos que en el espacio y el tiempo son, ciertamente, diferentes, pero que, sin embargo, son tambin los mismos. Al efectuar la identificacin de la abstraccin 23, hablamos -en ese caso concreto- de una y la misma expresin lingstica. Desde este punto de vista queda ya claro que la dialctica de lo general y lo particular y la dialctica de la identidad y la diversidad son propias, de modo general, de todo juicio. Si aceptamos la diferenciacin usual de los signos en iconos perceptibles por la va de los sentidos, ndices y smbolos, podemos decir que los signos lingsticos materiales son smbolos, en tanto que los significados a ellos vinculados son iconos ideales de l as denotaciones. La expresin lingstica viene vinculada de manera flexible, aunque no enteramente flexible, al significado del juicio (al pensamiento). Desde un principio en formas gramaticales fonticamente diferentes, el lenguaje se23. Su naturaleza ha sido clarificada de cara al lenguaje de la lgica matemtica, por ejemplo, por A. A. Markow y otros.

desarroll histricamente, de todos modos, en interrelacin indisoluble con la evolucin de la formulacin de juicios en la praxis social ma terial. Algunas investigaciones lingsticas y neurofisiolgicas de los ltimos aos (N. Chomsky y otros) distinguen en el uso del lenguaje entre una capa superficial fcilmente transformable y una capa ms profunda y estable. sta corresponde a las estructuras gramaticales ms generales. Cabe interrogarse por las un iones legaliformes existentes entre estas estructuras gramaticales ms profundas y las estructuras hereditariamente programadas de los procesos neurofisolgicos en los centros lingsticos del cerebro, por una parte, y las formas y estructuras lgicas del pensamiento, por otro 24. Los co-portadores (o cosoportes) ms originarios y fundamentales del pensamiento no son los sistemas sgnicos de estructura lingstica general, sino sistemas sgnicos especficos dotados de la estructura lingstica del lenguaje hablado natural.

15De la historia de este problema retendremos ante todo, subrayndolo, que la teora aristotlica del juicio viene contenida en su escrito PERI HERMENEIAS. Cifra su punto de partida en el anlisis de la interrelacin entre lenguaje (lenguaje hablado, discurso, FONAI) y pensamiento, en una serie de consideraciones de carcter sintctico-semntico. Aristteles encontr ya los comienzos de este anlisis en Platn, en los dilo gos Cratilo (431 B), Teeteto (189 E- 190 A; 206 D) y Sofista (240 E - 241 A, 259 D - 263 E). En Leibniz la teora de la predicacin engloba el problema de la verdad. Leibniz investiga agudamente la relacin entre palabras (signos materiales), procesos actuales de pensamiento y pensamientos posibles. Desde este punto de vista (y slo desde l), Kant es ms pobre. Concibe los juicios como juicios abstractos (proposition en sentido estricto), desgajados de los actos lingsticos. En Bolzano (Doctrina de la ciencia, 1837), proposicin significa propositio en sentido tradicional; proposicin en s es propositio en sentido abstracto estricto. La limitacin de la teora semntica de Frege, que llena toda una poca de la24. Una investigacin del aspecto evolutivo de este problema podra procurar interesantes resultados. Cfr. Dvanct esej o jazyce, Mlad fronta, 1970.

lgica matemtica, ha de ser cifrada en su vinculacin a las entidades matemticas y en su sola consideracin como denotacin del valor de verdad. No refleja adecuadamente la relacin entre significado ideal (como reflejo) y cosa material reflejada. Los puntos de vista de Russell sobre la esencia del juicio fueron evolucionando y transformndose. Russell parti (1903) de la concepcin de Frege (pensamiento = unasserted proposition en el sentido abstracto de una configuracin pura de significado). Ms tarde volvi sus ojos a la concepcin tradicional: proposition es el significado, verdadero o falso, que se expresa por medio del lenguaje. El Russell tardo parece tender incluso en ocasiones a una concepcin psicologista del juicio. Enlazando con la teora idealista de la predicacin de Husserl se han desarrollado, fundamentalmente, la idea dialctica de una estructura predicativa noticonoemtica, cuyos primeros pasos han de cifrarse ya en Brentano, y la aspiracin a superar la limitacin unilateral de las anteriores teoras, bien empriristas, bien racionalistas, de las formas lgicas. La relacin entre formas de pensamiento y formas del ser social prctico, especialmente las formas del trabajo material, queda en las investigaciones lgicas de Aristteles, pero tambin en las de Descartes y J. S. Mill, Bolzano y Frege, Russell y Husserl, fuera del mbito de consideracin.

16En el siglo xx no son pocas las voces que exageran de modo relativista la esencia socio-histrica de las formas de pensamiento, incluidas las formas lgicas. Se afirma, por ejemplo, que entre las formas de juicio y las pocas tricas existen conexiones 25. Esta idea de Horkheimer puede ser interpretada de modos diferentes. Desde el punto de vista de las formas externas, lgico gramaticales, de los juicios se revelar probablemente como no susceptible de ser probada, como falsa. Las formas de juicio de las que habla la clasificacin que se hace en el Organon aristotlico existan entonces y existen tambin ahora.25. M. Horkheimer, Traditionelle und kritische Theorie, en Kritische Theorie, vol. 11, ed. preparada por A. Schmidt, pg. 175.

Pero esta idea puede ser considerada asimismo atendiendo a otro aspecto. Esto es, tomando en consideracin esas formas de contenido ms profundas del juicio a las que se refera Marx cuando en El Capital (1.a ed. 1867, pg. 21) escribi que antes de Hegel los lgicos profesionales pasaron por alto incluso el contenido formal de los paradigmas del juicio y de la conclusin. En esta concepcin ms profunda, la cuestin de la historicidad de las formas de juicio pasa a plantearse como la cuestin de la historicidad de las formas de predicacin y de determinacin, esto es, como la cuestin de la historicidad de las categoras lgicas en sentido activo, en el que el conjunto de las categoras lgicas determina la fuerza formuladora de juicios, la capacidad de vincular juicios y conclusiones. En la filosofa moderna Kant comenz a investigar sistemticamente las formas de juicio en esta concepcin ms profunda en su lgica trascendental (que engloba tambin la dialctica trascendental) y en la metodologa trascendental. Este trabajo en contr su prolongacin, en un nivel diferente, en la Fenomenologa del espritu de Hegel y en la lgica dialctica. El marxismo vino a unirse crticamente a ello. El desarrollo de la investigacin de lo lgico de Kant a Marx y Engels, pasando por Hegel, es hoy, en nuestra opinin, una aportacin que todava debe importamos sobremanera, a pesar de los sensacionales avances de la lgica y la semitica matemtica en nuestro siglo. A esta luz puede formularse la tesis de que todas las formas lgicas tienen carcter histrico. Pero no siempre tenemos que habrnoslas con una historicidad social de uno y el mismo tipo. Intentaremos ilustrar esta idea recurriendo a tres observaciones.

17a) De algunas formas lgicas puede decirse que tienen una historicidad social prctica en el sentido de que dependen en muy amplia medida, y de manera histricamente pasajera, de las formas histricas de transicin de la praxis social. Ejemplo de ello puede representado la categora lgica de libertad en la forma en que nos la encontramos en las teoras y en la visin del mundo de los clsicos de la economa poltica y de la teora poltica burguesa. Pertenece al grupo de las formas lgicas de las que Marx dice 26 que son formas de pensamiento socialmente vlidas, y por tanto objetivas, de cara a las

relaciones de produccin del modo de produccin social histricamente condicionado, concretamente de la produccin capitalista de mercancas"

18b) De las formas lgico-matemticas puede decirse que son histricas en el sentido de sta o aqulla variante de su concepcin terica (por ejemplo, en forma de lenguajes no formalizados o clculos formalizados) y en el sentido de sta o aqulla variante de su utilizacin tcnico-prctica (por ejemplo, en forma de ordenadores de generaciones diferentes). Estas formas lgicas son, adems, esencialmente (atendiendo al status ontolgico) histricas en el sentido de ser en su origen una fijacin abstracta de una parte de lo que tan solo existe como proceso histrico. Como proceso histrico entendemos aqu, en cualquier caso, no slo la historia humana, sino tambin la historia de la naturaleza, los procesos evolutivos de la naturaleza a gran escala. Lo que quiero decir es que no nos referimos en este contexto nicamente a una historicidad social. Observemos asimismo al margen que la lgica matemtica, en la concepcin de la misma sustentada, por ejemplo, por A. Church en su Introduccin a la lgica matemtica 27, designa como forma lgica aquello que, en realidad, no afecta de manera inmediata a la forma de pensamiento, de modo que con no menor justificacin cabra recurrir en este contexto apuntando, por ejemplo, al clculo de enunciados sintcticamente concebido, a expresiones como forma abstracta de redes elctricas, etc. Slo en el marco de una determinada interpretacin especfica hemos de habrnoslas en sentido genuino con formas lgicas en cuanto formas de pensamiento.

19c) La evolucin histrica de las formas lgicas ocurre siempre en el contexto26 Karl Marx, Das Kapital, vol. 1, en Werke, vol. 23, pg. 90. 27 Alonso Church, Introduction to Mathematical Logic, Princeton, N. J., 1956.

de un determinado todo relativamente estable, para cuya caracterizacin resulta adecuado el concepto de tipos histricos fundamentales de racionalidad. Este concepto no se refiere nicamente al pensamiento cognoscente (cognitivo), sino tambin al haz de rasgos caractersticos de la funcin y a las formas del pensamiento racional en la accin prctica. El tipo histrico fundamental de racionali dad resulta caracterizable en orden a tres criterios unitariamente concebidos: 1. Por el aparato categorial y metodolgico fundamental. A dos niveles: qu aparato categorial y metodolgico es usado real o, en su caso, implcitamente, y cmo viene a ser concebido en la autocomprensin del portador. 2. Por el modo como toma cuerpo real la relacin entre teora y praxis y se tiene claridad terica acerca de la misma. Con otras palabras: de qu formas de la praxis social individual es esta relacin entre teor a y praxis el momento producido y productor. 3. Por la naturaleza de la relacin entre juicios descriptivos y de valor. Bajo este aspecto concebimos el marxismo -leninismo como un nuevo tipo histrico de pensamiento y de accin racional. La concepcin de l a ratio al modo de Bacon y Descartes representa para nosotros el tipo antecesor fundamental de racionalidad histrica. Los diferentes tipos histricos de racionalidad no slo muestran transformaciones y diversidades, sino que tienen asimismo, al lado de los variables, elementos comunes y en lo esencial no transformables. A ellos pertenecen muchas formas lgicas que son investigadas en el actual anlisis lgico-formal de la ciencia. Los tipos histricos fundamentales de racionalidad historicidad especfica. tienen, pues, su

20A una ulterior elaboracin de estas observaciones introductorias de carcter fragmentario correspondera la tarea de entrar en discusin tanto con las ahistricas absolutizaciones lgico-matemticas como, por ejemplo, con la ontologa fundamental subjetivista de Heidegger, que tiende a interpretar el

ncleo lgico del pensamiento racional en el espritu de una historicidad concebida de modo idealista. Es posible que una mirada materialista -dialctica a la lgica trascendental kantiana abra uno de los caminos resolutorios de esta tarea. En el trabajo que sigue procederemos a desarrollada.

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A propsito del problema de la relacin entre la lgica trascendental kantiana y la dialctica materialistaEntre las razones por las que la filosofa clsica alemana, incluyendo a Kant, le resulta sugerente y atractiva al materialismo dialctico hay que situar el valor y la fuerza de la misma en lo relativo a la aprehensin terica del problema de lo verdadero, de lo bueno y de lo bello como problema esencialmente unitario de sntesis cosmovisional. Por lejos que nos sintamos de las conclusiones a las que llega Kant, su aspiracin a clarificar la coexistencia y unidad de necesidad natural y accin libre, as como el fundamento unificador de los juicios descriptivos y de valor nos queda muy cerca. No nos proponemos tratar aqu la entera filosofa de Kant. Slo una determinada pieza de la misma: la lgica trascendental. Nos limitaremos, en consecuencia, a algunos elementos de la obra terica de Kant, que muestra, globalmente considerada, una multiplicidad admirable de capacidad y mbito creador. Kant no fue nicamente un lgico y crtico de la razn terica y prctica. Fue tambin, por ejemplo, un observador agudo del curso y vida de los sentimientos, como prueba su escrito Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime (1764). Era asimismo un hombre lleno de viva fantasa, a la que supo dar forma literaria, como revelan sus Sueos de un visionario (1766). Al hilo de algunas observaciones a propsito de la lgica trascendental kantiana nos proponemos reflexionar sobre la cuestin: cmo se plantea el problema de la relacin entre la idea kantiana de una metafsica cientfica y la dialctica materialista? Qu papel juega la crtica de Kant en Hegel en cuanto mediacin en esta relacin? Por qu nos planteamos precisamente estos interrogantes? La incitacin fundamental a ello puede, sin duda, cifrarse en algunos de los focos de inters de nuestra actual situacin filosfica. Con

razn pasa a un primer plano en la filosofa marxista -leninista la necesidad de avanzar en la elaboracin sistemtica de la teora de la dialctica materialista 1, cosa que en la actual fase de transicin del orden social bur gus al comunista no deja de presentarse asimismo como una tarea de importancia prctica eminente. La aspiracin rigurosa a una elaboracin sistemtica de la dialctica materialista tropieza as con algunos problemas cuyo anlisis exige no slo enlazar crtica mente con la dialctica hegeliana, sino clarificar asimismo, con la mayor profundidad posible, los comienzos kantianos de esa revolucin en la filosofa de la que finalmente surgira, al hilo de la aparicin de la clase obrera revolucionaria en la escena histrica, la dialctica materialista, Sin la crtica kantiana de la metafsica anterior, Hegel no puede ser comprendido. Hegel dijo no poca verdad sobre y contra Kant. Y con ello enlaza el materialismo dialctico. Engels tiene toda la razn, sin duda, cuando afirma que Hegel critic eficazmente a Kant desde un punto de vista superior, prximo a la dialctica materialista, a propsito, por ejemplo, del problema de la incognoscibilidad de la cosa en s y la separacin del fenmeno respecto de la esencia. Existen, sin embargo, otras cuestiones en las que la crtica de Hegel a Kant no representa paso adelante alguno, procura ms bien un oscurecimiento de la cosa, es un retroceso; cuestiones, en fin, a propsito de las que la crtica hegeliana de Kant entra a, junto a hallazgos positivos, algn que otro quantum de error. As, por ejemplo, cuando Hegel reprocha a Kant que su punto de vista absolutiza al hombre y a la humanidad, en tanto que la verdadera filosofa ha de ocuparse de la divinidad 2. Lo nico acertado de esta crtica es que el hombre de Kant hubiera debido ser concebido ms consecuentemente en los contextos evolutivos globales de tipo socio-histrico y natural. En este sentido Hegel representa un paso adelante, aunque no por ello deja de exagerar, a su vez, de manera idealista esta pertenencia del hombre a contextos evolutivos absolutos, viniendo al fin a invertir la cosa hasta el punto de convertir al individuo particular en un1. Cfr. el trabajo de B. M, Kedrow,O razrabotke materi alistieskoj dialektiki (Voprosy filosofii 9, 1973), donde cabe encontrar una informacin interesante sobre varios programas paralelamente realizados. El futuro de nuestro trabajo terico en el mbito de la dialctica materialista ser, a lo que parece, influido en medida no desdeable por el grado con que se consiga una vinculacin oportuna a los grandes programas soviticos de elaboracin de la dialctica materialista, a la obtencin del correspondiente contacto y a la colaboracin en el orden de los con tenidos. 2. cfr. G. W. F. Hegel, Werke, ed. de Glockner, 1, pg. 291; c fr. Asimismo Werke, 8, pgs. 135-136.

accidente -impotente en lo esencial- de la idea divina absoluta. En comparacin con Hegel, Kant est en este punto ms cerca del humanismo radical y, por tanto, tambin de la dialctica materialista, una dialctica que enriquecida por la crtica hegeliana de Kant- enlaza, a un nivel nuevo, con la absolutizacin antiteolgica del hombre real; un hombre concebido, en cualquier caso, en unidad con la naturaleza.

* En nuestras reflexiones sobre la lgica trascendental kantiana centraremos nuestra atencin sobre todo en sus conclusiones y razones positivas en lo que hace al rendimiento de la metafsica. De ordinario -y justificadamente- se subraya ante todo el papel destructivo del criticismo kantiano de cara a la metafsica .tradicional. Para fundamentar la posibilidad de una metafsica cientfica Kant desarrolla una serie de investigaciones de largo alcance. En la lgica trascendental lo que est en juego no es tan slo la investigacin de la naturaleza de las categoras. La naturaleza de las categoras no pasa de ser un eslabn en las consideraciones fundamentales sobre las formas de la sntesis en el orden del pensamiento. Consideraciones en cuyo marco las categoras no son principalmente investigadas en orden a sus contenidos, sino con el foco analtico centrado en la cuestin de la naturaleza objetiva o subjetiva de su origen. No se trata slo de categoras, esto es, de conceptos del entendimie nto, sino tambin de su relacin con los conceptos de la reflexin y de la razn (las ideas). Kant introduce diferenciaciones all donde Locke, Hume y los materialistas franceses no supieron diferenciar suficientemente; en el anlisis, por ejemplo, de los diferentes niveles de consciencia y de pensamiento como modos diferentes de unidad sinttica, Kant sita la teora de la predicacin cientfica en el marco ms amplio y profundo de la filosofa de la predicacin como tal, dando curso a un empeo en el que hunde sus races uno de los intentos ms elaborados de que hasta el momento disponemos de dar cuerpo a una teora de la racionalidad. Y bien puede decirse que Kant an va ms lejos: en cierto modo hasta una teora lgico-psicolgica de la consciencia. En la lgica trascendental kantiana cabe, pues, descifrar el intento de elaborar una teora del pensamiento cientfico racional basada en una teora general de la racionalidad y una teora general lgico-psicolgica de la consciencia. Muchos anlisis de modos diferentes de sntesis en el orden del pensamiento (como los representados por la generalizacin y la especificacin, pongamos por caso) aguardan an a ser evaluados desde un punto de vista materialista y pueden,

sin duda, revelarse como llenos de fuerza sugeridora de cara a la elaboracin de una teora materialista-dialctica de la predicacin. Pero este mbito problemtico no constituye nuestro tema inmediato. Centraremos nuestra atencin en el modo en que Kant fundamenta su idea de la posibilidad de una metafsica cientfica sobre la base de las investigaciones de la lgica trascendental y en el contenido que le allega. Una nueva metafsica cientfica slo resulta posible, a ojos de Kant, en la medida en que contiene la crtica de la razn como su propia introduccin propedetica, fundamentadora de la posibilidad de la metafsica 3, o como su primer componente general 4, y en la medida, asimismo, en que en su contenido doctrinario se limita a la explicacin sistemtica de los presupuestos aprirsticos del conocimiento emprico y de la decisin moral. De la metafsica acadmica tradicional, tal y como Kant la conoca en su versin wolffiano-leibniziana, slo viene, pues, a quedar en pie tras la crtica kantiana la ontologa as trasformada, en tanto que l as argumentaciones de la teologa racional, de la psicologa racional y de la cosmologa racional ven hundirse el suelo sobre el que se alzaban. En opinin de Kant, la vieja metafsica no era en absoluto una ciencia, e incluso extraviaba mentes agudas5. Tan afilado criticismo no impeda vislumbrar a Kant en ella, y concretamente en su parte ontolgica, al menos una circunstancia positiva, puesto que en la medida en que se ocupaba de la clarificacin de las categoras, impulsaba al cultivo de la razn. De aceptar este concepto kantiano reelaborado de una nueva metafsica cientfica, a la que correspondera 6 toda la filosofa trascendental, procuradora de una crtica de la razn, tendramos que distinguir dos partes en la metafsica3. I. Kant, Werke, II, pg. 708. Ibd., III, pg. 243: La crtica lleva, pues, en s y slo ella, el plan entero bien examinado y acreditado, e incluso todos los medios para consumarlo, por el que la metafsica podr acceder a ciencia; por otras vas y con otros medios resulta irrealizable. De no indicar explcitamente otra cosa, cito siempre a Kant por la edicin de Weischedel, Wiesbaden, 1957. 4. Ibdem II, pg. 702. 5. Ibdem III, pg. 194, 246, 263. 6. Ibdem II, pg. 702; V, pg. 23-24. No podemos entrar aqu en detalles de interpretacin. En este punto Kant introdujo algunos cambios en su propio enfoque, pero lo esencial permaneci inalterado desde la Crtica de la razn pura.

cientfica 7. La primera corresponde a las formas necesarias ms generales (de acuerdo con la terminologa de Kant; formas a priori) del conocimiento emprico, esto es, del conocimiento dentro del dominio en el que a las formas a priori del entendimiento (a las categoras) y a su desarrollo temporalizado en los esquemas y principios pueden serle allegados los objetos correspondientes mediante la percepcin sensorial. Aqu resulta posible el seguro camino de una ciencia que de acuerdo con el optimismo de Kant podr incluso llevar fcil y prontamente a un sistema de conocimientos cientfico-metafsicos definitivamente cerrado en s mismo. La segunda parte .afecta .al saber general y necesario en el mbito de los objetos suprasensibles, que quedan ms all de los lmites de la experiencia posible, esto es, fundamentalmente el saber de lo incondicionado. De acuerdo con el punto de vista kantiano la metafsica cientfica puede trazar aqu con seguridad geomtrica los lmites de nuestro saber posible y de nuestro incorregible no-saber duradero, lo que ya por s mismo representa un importante conocimiento cientfico. La metafsica cientfica, a la que ha correspondido probar, en lo que se refiere al aspecto terico, esta imposibilidad por principio, puede, por otra parte, fundamentar a un tiempo la licitud y, en un sentido no categorial, la necesidad de los conceptos trascendentes de lo incondicionado como principios no constitutivos, meramente regulativos, de la razn terica y postulados de la razn prctica. Tambin resulta importante el hecho de que el plan kantiano de una metafsica cientfica site el problema de la relacin entre los conceptos de naturaleza y de libertad en la lgica trascendental, es decir, en aquella parte de la nueva metafsica cientfica que explica los presupuestos fundamentales y las condiciones de todo el pensamiento cientfico posible, objetivamente vlido. La profunda idea del fundamento prctico del pensamiento humano brilla aqu ya en un primer esbozo. Este es, pues, brevemente bosquejado, el contenido de la idea kantiana de la metafsica cientfica. Cmo tipificar el problema de su relacin con la dialctica materialista? Como dialctica materialista entendemos, con Engels, la ciencia de las leyes ms generales del movimiento y de la evolucin de la naturaleza, de la7. Ibdem II, pgs. 26-28.

sociedad humana y del pensamiento 8. Es una ciencia de la interconexin global9, de las formas generales de movimiento, de transformacin y de transicin, de las formas generales de la determinacin. Su pieza esencial es la teora de la naturaleza fluida, de la inextricable coexistencia e interpenetracin de determinaciones opuestas. La dialctica materialista es la teora de las formas generales y necesarias del pensamiento y del ser material, una teora en cuyo marco el pensamiento es concebido como un reflejo del ser mediado por la praxis histrico-social. No fundamentalmente la accin e influencia de la naturaleza sobre los hombres, sino ... precisamente la transformacin de la naturaleza por los hombres es el fundamento ms esencial e inmediato del pensamiento humano10. En su naturaleza y evolucin el pensamiento viene, pues, triplemente condicionado: a) por la esencia de la realidad extrahumana objetiva orgnica e inorgnica refigurada; b) por la esencia de la realidad socio -histrica (de las formas sociales de la praxis) refigurada, de la que el pensamiento es en toda poca un momento producido y productor; en la sociedad de clases este condicionamiento viene a ser expresado, entre otras vas, por la naturaleza ideolgica y condicionada de modo clasista de algunas formas de pensamiento; b) biosomticamente. Aunque de naturaleza terica y no inmediatamente evidentes, los conocimientos cientficos de la dialctica materialista son abstrados de la historia real de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento 11; tienen, pues, su origen en el mbito de la experiencia. El concepto leyes generales del movimiento y de la evolucin utilizado en la arriba citada definicin de la dialctica materialista como ciencia no se menciona en el sentido de una simple induc cin positivista. Se trata de formas de la generalidad y necesidad de ser y pensar (como reflejo del ser); de las formas ms generales de la determinacin. De ah que a las leyes ms generales de la evolucin pertenezca, tambin, la relacin entre ley y no-ley, entre necesidad y casualidad, entre necesidad y libertad.8. Marx-Engels, Werke, vol. 20; pg. 132. 9. Ibidem, pg. 307. 10. Ibidem, pg. 498. 11. Ibidem, pg. 348.

Lo esencial del problema de la relacin entre la lgica trascendental kantiana y la dialctica materialista viene a resultar ya visible con slo considerar que bajo el rtulo de la pregunta por la posibilidad de los juicios sintticos a priori aquello que Kant realmente investiga es la esencia de las formas de la generalidad y la necesidad en el pensamiento y en los fenmenos; las formas generales, pues, de la determinacin. Las conclusiones de los anlisis kantianos de las formas de la generalidad y la necesidad en la naturaleza y en el pensamiento nos quedan, en su mayor parte, irrecuperablemente lejos. Ms cerca nos quedan algunas de sus intenciones y, fundamentalmente, numerosas ideas por l formuladas en el camino hacia sus conclusiones 12. La ambivalencia materialista-idealista del concepto kantiano de metafsica cientfica descansa en el hecho de que para Kant la metafsica es por una parte a) un conocimiento puro a priori, pero por otra parte es tambin b) una ciencia de aquellos principios a los que se accede en el marco de los necesarios intentos de fundamentar el saber emprico por la va de cuestionarse los presupuestos del uso del entendimiento en el nivel de la experiencia. La dialctica materialista niega a), asume, sin embargo, la problemtica a que se alude en b), la expresa a su manera y procede a reelaborarla 13. Cuando Kant sostiene que la razn humana se ve impulsada de modo constante e insoluble a plantearse problemas metafsicos, viene a afirmar, de12. Por este motivo valoramos ms la Critica de la razn pura, con su bsqueda, sus inconsecuencias y sus enfoque s posibilitadores de soluciones distintas que los Prolegomena, de clara intencin propagandstica. 13. Resulta ilustrativa la explicacin del significado de su expresin trascendental que ofrece Kant en su rplica a un crtico poco cuidadoso: Mi lugar es el de las fructferas profundidades de la experiencia, y la palabra trascendental... no significa algo que desborda toda experiencia, sino aquello que, ciertamente, la precede (a priori), pero que no viene determinado a otra cosa que a hacer posible el conocimiento emprico (Werke III,pg. 252). Cfr. asimismo Werke V, pg. 17, donde Kant llama la atencin sobre el hecho de que en su talante negativo frente a la metafsica, los cientficos matemticos de la naturaleza vislumbran errneamente en ell a una especulacin racional daina para la ciencia emprica, cuando en realidad la metafsica cientfica se refiere a la experiencia: Todos los filsofos naturales que quieren proceder matemticamente en su negocio se han servido y se han tenido que servir en todo momento (aunque de manera inconsciente) de principios metafsicos, por mucho que a un tiempo se negaran solemne mente a cualquier posible pretensin de la metafsica sobre su ciencia.

modo indiferenciado, dos cosas 14. Por un lado la tesis vlida y viva tambin hoy para nosotros de que la investigacin de los presupuestos del conocimiento emprico y de la accin libre es y seguir siendo una problemtica en renovacin constante. Y al mismo tiempo la conjetura errnea, para nosotros muerta y negada por la dialctica materialista, de que el concepto de Dios y del alma in mortal es y seguir siendo un problema duradero de la especie humana. Con ello vena Kant a absolutizar en el espritu de la ideologa burguesa una necesidad histricamente pasajera de la razn y del sentimiento humano. El problema de la existencia de Dios y del alma inmortal, esto es, de la fe religiosa, vino a presentrsele a Kant necesariamente como una propiedad constante de la consciencia humana, de modo similar a como le pareci racional, eterno y constante el orden social basado en la propiedad privada y el mercado. Estos componentes de la metafsica tradicional mueren a consecuencia de la lucha ideolgica y de la transformacin de la base real de la vida de la sociedad con la trans icin a la ordenacin comunista de la sociedad y son objeto, en la dialctica materialista, de una explicacin crtica de su existencia temporalmente necesaria, pero histricamente pasajera, y de su funcin social. La problemtica que Kant allego program ticamente a su metafsica cientfica tena, pues, un componente llamado a extinguirse. Pero tambin tena un componente con fuerza de futuro, un componente incitador del paso del pensamiento no dialctico al dialctico, que slo sobre la base de la dialctica materialista vino a probarse como resoluble. Entre los componentes extinguidos o condenados a extincin hay que situar, por ejemplo, el prejuicio de la incognoscibilidad por principio de la cosa en s; la concepcin de partida, pobre y restringida, de experiencia tomada acrticamente del empirismo ingls; la aceptacin, dispuesta al compromiso, de elementos religiosos en forma de postulados de la razn prctica, una vez desvelada su insostenibilidad por la razn terica; la mana del sistema cerrado en s mismo como punto culminante del saber verdadero, cuando tal carcter sistemtico vena en definitiva y en ltima instancia a descansar sobre el frgil pilar de una clasificacin casual descriptiva, lgico-formal, de los14. Conviene tener en cuenta que ya Aristteles opera en su Metafsica con dos definiciones diferentes de filosofa primera. A comienzos de los libros IV y VI es definida como la ciencia del ente en cuanto ente (HE THEOREI TO ON HEON); es definida, pues, en el sentido de la ont ologa. En otro lugar, en los libros VI y XII, por ejemplo, la filosofa primera es contemplada como la ciencia de Dios en cuanto ente supremo y primer motor.

juicios; la subjetivizacin de las formas de pensamiento e intuicin que recorre la obra entera de Kant, por mucho que Kant se esforzara, en oposicin al subjetivismo individualista de la arbitrariedad, por conseguir una fundamentacin de la objetividad; y muchos otros dualismos rgidos (emprico-a priori; fenmeno-cosa en s; analtico- sinttico; formal-relativo a los contenidos; etc.). De la nocin kantiana de una metafsica cientfica tienen fuerza actual de sugestin para nosotros los razonamientos con los que a un tiempo conmovi los cimientos del viejo pensamiento adialctico en lo relativo a las cuestiones protofilosficas de los fundamentos del conocimiento y de la accin e influy positivamente en el sentido de la evolucin hacia el pensamiento dialctico. Como es bien sabido, esta evolucin se concret en un primer momento en la dialctica del idealismo absoluto hegeliano, en la que la lgica dialctica, en unin con la filosofa de la naturaleza y la filosofa del espritu crey heredar, proseguir y consumar el legado de la idea kantiana de una metafsica cientfica. En este contexto se concede ante todo atencin, por regla general, a las antinomias cosmolgicas. Y no sin poderosas razones. Tambin puede remitirse a dominios ms amplios de la lgica trascendental; a la crtica, por ejemplo, de los paralogismos de la vieja psicologa raciona l. En este punto Kant abre -al igual que en la deduccin de los conceptos puros del entendimiento la va de una nueva concepcin activa 15 y procesual del pensamiento, as como, por mediacin de este nuevo concepto de pensamiento, de un nuevo concepto del s er. La vieja metafsica conceba el alma pensante como una substancia acabada a la que se allegaban unos predicados, con el problema -propio de este planteamiento- de si a tal substancia acabada corresponda, entre otros, el predicado de lo simple o el de lo compuesto. La argumentacin real de Kant en lo concerniente al desvelamiento de los llamados paralogismos de la vieja psicologa racional carece, ciertamente, de fuerza probatoria, pero alcanz a conmocionar la vieja lnea de pensamiento del yo pensante. Y lo que an tiene mayor importancia: en el espacio por l abierto Kant inserta positivamente su15. Kant cifra generalmente la diferencia entre la filosofa anterior y su propia filosofa en el hecho, sobre todo, de que la primera conceba al hombre de modo pasivo, en tanto que la segunda le adscribe una existencia plenamente activa. Werke, vol. 6, pg. 341.

nueva concepcin del pensamiento, una concepcin a cuya luz la esencia ms profunda de ste ha de ser cifrada en la actividad de unificacin sinttica. La unidad sinttica originaria de la percepcin es en su naturaleza ms profunda un movimiento, un proceso de elaboracin de la unidad de lo diverso 16. La dialctica idealista poskantiana enlaza con ello y desarrolla esta idea en el sentido de afirmar que la entera objetividad emprica -nica reconocida- no es, en consecuencia, en su nivel ms profundo, sino un proceso. La lgica trascendental de Kant contiene, pues, algunos pasos que culminan en Hegel y que fueron agudamente caracterizados por Lenin con su afirmacin de que en su desvelacin de las formas dialcticas de pensamiento la filosofa clsica alemana remiti con fuerza anticipadora a nuevas -y hasta ese momento desconocidas- estructuras de movimiento del ser 17. Kant fue, en cualquier caso, un precursor del modo dialctico de pensamiento no slo en orden a los citados tpicos de la lgica trascendental y otras concepciones de su criticismo (en la Crtica del juicio, entre otros puntos), sino en virtud tambin ya de la grandiosa, viva y audaz hiptesis cosmognico-evolutiva de su perodo precrtico. En lo que hace al Kant cientfico -natural, Hegel que no dej, ciertamente, de valorar con reconocimiento el importante papel desempeado por Kant en la16. Hegel se manifiesta sobre estas ideas de Kant como sigue: Igualmente hay que reconocer el gran mrito de que la filosofa kantiana, habiendo elevado el yo a la pura apercepcin, ha dejado de cifrar su conocimiento en si es o no un objeto espiritual en sus predicados metafsicos, en si es o no de naturaleza material, para centrarse en su esencia verdadera, esto es, en la pura identidad de la autoconsciencia consigo misma, en la libertad; en la medida en que sta ha pasado a ser concebida como la esencia y la substancia de la llamada alma, el fundamento absoluto para el conocimiento filosfico ha quedado sentado. Werke, 6, 32. Cfr. Werke, 8, 34: El espritu es la actividad... De ah que el espritu no deba ser concebido al modo de un ens carente de procesualidad, como ocurra en la vieja metafsica... Cfr. Asimismo ibdem 47; Wissenschaft der Logik, II, pg. 431 (ed. de Lasson). 17. W. I. Lenin, Philosophsche Hefte, Berln, 1973, pgs. 186-187. En lo que hace a algunas cuestiones Kant nos queda as ms cerca que la filosofa especulativa poskantiana, puesto que se ocupa de la razn humana que en la vida humana viene a verse confrontada con la realidad dada en ltima instancia y de modo definitivo por algo distinto a la razn misma. Cuando alude por mor de una comparacin a la posibilidad de una razn distinta de la humana, no duda un solo momento en caracterizar tal cosa como mera hiptesis fantasiosa. Hegel y ya Schelling se toman, por el contrario, en serio tal razn objetiva, intuitiva, divina, y le allegan el primer puesto. Pero en esta especulacin deshumanizada teologizante emergen algunos de los rasgos centrales y caractersticas de la razn humana descuidados por Kant, y sobre todo algunos rasgos centrales y leyes hasta entonces desconocidos de todo ser. De ah que Marx y Engels enlazaran con los descubrimientos de Hegel y pudieran retrotraerse, a un nivel superior, a la razn social humana secularizada. A propsito de este problema tambin, pues, una evolucin en forma de espiral.

evolucin de la dialctica- permaneci ciego y despreciativo 18. Para el gusto de Hegel, el Kant cientfico-natural estaba demasiado cerca del materialismo y de la ciencia natural emprica newtoniana. En lneas generales puede decirse que la valoracin hegeliana de las aportaciones de Kant al proceso de elaboracin de un pensamiento dialctico es en su mayor parte objetiva, aguda y muy positiva. Hegel constata justificadamente, de todos modos, que el pensamiento de Kant viene caracterizado, asumido en su globalidad, por categoras y determinacion es de pensamiento de una naturaleza tal, que siempre figuran enfrentadas a sus opuestos fijos, por lo que, en lo esencial, permanece fuera del horizonte de la dialctica. A pesar de su aguda crtica a la anterior metafsica wolffiana, el pensamiento de Kant viene, en ltima instancia, vinculado a ella sobre todo por su concepcin del contenido de las categoras 19. La dialctica materialista concuerda en su mayor parte con la crtica de Kant desarrollada por Hegel, aunque no, desde luego, con la consideraci n hegeliana -centrada en el principio de la identidad absoluta de pensar y ser como patrn absoluto de medida de lo filosfico o no-filosfico, de la verdad o no-verdad del idealismo absoluto como superacin nica del subjetivismo kantiano. Para nosotros el pensamiento es subjetivo, diferente del ser material, por mucho que desde el punto de vista de la dialctica materialista subrayemos un mismo contenido para el pensamiento verdadero y el ser y las transiciones no slo de lo material a lo ideal, sino tambin de lo ideal a lo material en la tcnica y en la praxis material social. Nos allegamos inequvocamente a Kant en el punto de vista de -por decido con la terminologa de Hegel - la filosofa de la reflexin, con la diferencia, en cualquier caso, de que lo que para nosotros importa es un pensamiento filosfico reflexivo de cuo dialctico 20. Sintetizando podemos, pues, decir: la dialctica materialista es una negacin, pero tambin una consumacin progresiva de la idea programtica de una metafsica cientfica a un nivel nuevo, enriquecida por la dialctica poskantiana. Se trata de una relacin de negacin dialctica. Esa misma relacin en la que estn, hablando en trminos generales, importantes18. Cfr. Hegel, Vorlesungen ber die Geschichte der Philosophie, vol. III, pg. 520, Leipzig, Reclam, 1971. 19. Cosa que resultara perfectamente ilustrable por recurso, pongamos por caso, al concepto kantiano de transformacin. Cfr. Werke, 11, pgs. 212, 222, 226, 239, 265 y ss. 20. Cfr. Karl Marx, Grundrisse der Kritik der politischen Oekonomie, Berln, 1953, pg. 22.

configuraciones histricas de la vida material y espiritual. La profundizacin en la comprensin de esta relacin viene a menudo dificultada por un problema terminolgico. En el marxismo hablamos, como es bien sabido, de metafsica y de pensamiento metafsico en el sentido de la antidialctica. Se trata de un significado del trmino que ya acu Hegel. Cuando en la Enciclopedia se ocupa de la anterior metafsica alemana prekantiana y se centra ( a continuacin en la crtica de la misma por Kant, afirma, por ejemplo, que esta metafsica ha de ser considerada como algo sido, anterior, nicamente en relacin con la historia de la filosofa. En s tiene de modo constante presencia actual como concepcin no dialctica de procesos dialcticos 21. La dialctica materialista enlaza con este punto de vista de Hege1. Esta terminologa es causa de algunas dificultades de comunicacin. De acuerdo con ella Aristteles, por ejemplo, no es un metafsico. Acaso no resultara intil caracterizar las cuestiones de las que se ocupa la teora aristotlica de las determinaciones ms generales del pensamiento y de la realidad como problemtica protofilosfica. Una problemtica con una historia milenaria, en cuyo curso fue tratada y reelaborada tanto dialctica como metafsicamente. El surgimiento del marxismo representa tambin en este mbito de la problemtica protofilosfica una revolucin. Kant crey errneamente llevar a cabo ya con su criticismo la revolucin del pensamiento, consumndola de una vez por todas en su configuracin definitiva. Pero en realidad lo que vino a significar es, simplemente, el comienzo de un proceso de fermentacin que slo en los decenios poskantianos, y al hilo de las nue vas condiciones socioclasistas, pas a desembocar en una imagen del mundo nueva, terico prctica, esencialmente cargada de visin y fuerza evolutivas. Una imagen del mundo que bajo la forma de la dialctica materialista es capaz de orientar el pensamiento y la lnea de accin en la transicin del orden social capitalista al comunista. Nuestras anteriores reflexiones se proponan, simplemente, dar curso expresivo a la tesis de que esta filosofa del comunismo guarda una21. Segn la Enciclopedia de Heidelberg (Werke 6, 18): Por lo dems, la metafsica slo es algo anterior en relacin con la historia de la filosofa; por s misma es, tal y como ha llegado a serio en los ltimos tiempos y tomada en su condicin ms general, la mera visin por el entendimiento de los objetos de la razn. Hegel no apunta aqu a la entera metafsica tradicional, incluyendo, por ejemplo, la aristotlica. Todo lo contrario: desde su punto de vista la filosofa primera de Aristteles es una filosofa genuinamente esp eculativa dialctica. Hegel expresa as la relacin de su lgica con la antigua metafsica entre otros pasos-: La lgica, en el significado esencial de filosofa especulativa, irrumpe aqu en el lugar de lo que usualmente se llama metafsica y fue tratado como una ciencia distinta de ella.

vinculacin profunda con las cumbres de la tradicin filosfica, incluido Kant, representando a un tiempo su prosecucin en el sentido de la negacin y de la vinculacin dialcticas.

A propsito de la relacin dialctica entre lo lgico y lo histricoDel amplio mbito de las cuestiones planteadas por la relacin entre lo lgico y lo histrico nos proponemos entresacar algunos problemas parciales con la intencin de caracterizar tentativamente dos concepciones diferentes de los mismos, propias la una de la dialctica materialista y la otra de la idealista. (1) Si desde el punto de vista de nuestro tema se compara, por ejemplo, la filosofa del derecho de Hegel con El Capital de Marx, se comprueba fcilmente que ambos pensadores se plantean -con independencia de lo radicalmente contrapuesto de sus mtodos - la cuestin de la diferencia entre la evolucin lgica y la histrica, entre la explicacin lgica y la histrica. As Hegel distingue, por ejemplo, en el 3 de sus Lneas fundamentales de la filosofa del Derecho entre la evolucin a partir del concepto, esto es, la evolucin lgica, y la evolucin por razones histricas, la explicacin puramente histrica. Esta ltima modalidad puramente histrica de explicacin, que describe el surgir y perecer de los hechos y estados de cosas dependiendo de las circunstancias epocales, las necesidades y los acontecimientos, resulta, sin duda, til e instructiva dentro de ciertos lmites bien establecidos, pero no puede ser tomada como la explicacin verdadera. Slo la primera modalidad, la lgica, est, en opinin de Hegel, en condiciones de ofrecer la explicacin verdadera y vlida de modo general del objeto l. La explicacin lgica no puede ser sustituida por la histrica. Un intento de este tipo equivaldra a ... poner lo relativo en el lugar de lo1. G. W. F. Hegel, Werke, vol. 7 (Glockner), 3, pg. 43: Considerar el surgimiento y desarrollo de determinaciones jurdicas que se dan en el tiempo, este empeo puramente histrico... tiene su mrito y ha de ser valorado en su propia esfera y queda fuera de la relacin con la consideracin filosfica, en la medida, ciertamente, en que la evolucin a partir de motivos histricos no se confunde ella misma con la evolucin a partir del concepto, y la explicacin y justificacin histrica no es ampliada al nivel de una justificacin vlida en y por s.

absoluto, el fenmeno externo en el lugar de la naturaleza de la cosa 2. Tambin la dialctica materialista, tal y como es aplicada en El Capital, distingue entre la relacin histrica y la lgica, entre la explicacin y evolucin lgica y la histrica. . En ocasiones ambas relaciones coinciden. As, por ejemplo, Marx escribe: La efectividad de un gran nmero de trabajadores en el mismo tiempo, en el mismo espacio (o, si se quiere, en el mismo campo), produciendo el mismo tipo de mercancas, bajo el mando de los mismos capitalistas, forma histrica y conceptualmente el punto de partida de la produccin capitalista 3. En otro lugar habla Marx de las condiciones que representan, ciertamente, un punto de partida histrico, pero en modo alguno lgico, en modo alguno conceptual, como, por ejemplo, la acumulacin originaria no c apitalista. El capital comercial, por recurrir a otro ejemplo, guarda tambin una relacin histrica y otra lgica (conceptual) con la produccin capitalista. Tanto la dialctica idealista como la materialista conciben la relacin entre lo lgico y lo histrico en el sentido de la unidad de ambos momentos. La diferencia radica esencialmente en que Hegel cifra la base de esta unidad en lo lgico, y concretamente en la configuracin de las estructuras mentales y espirituales objetivas en despliegue. Los procesos histricos materiales son interpretados como manifestaciones de lo lgico. Este elemento lgico es para Hegel, en la forma de las categoras lgico-ontolgicas en autodespliegue, el alma viva, el fundamento divino absoluto de todo. Otra cosa ocurre en Marx. De tener que procurar una respuesta breve a la pregunta acerca de lo que en Marx constituye el fundamento de la unidad entre lo lgico y lo histrico, no podramos limitamos a dar la vuelta a la respuesta hegeliana y a decir, simplemente , que el fundamento de tal unidad viene cifrado por Marx en lo histrico. Se tratara de una respuesta en exceso indeterminada, posibilitadora de interpretaciones errneas. Marx percibe en la unificacin (objetivo-material) de lo general y lo particular, de lo legaliforme y casual, de lo estable y lo pasajero, el fundamento de la unidad de lo lgico y lo histrico en el conocimiento cientfico, en el sentido de lo lgico y lo2. Ibd., pg. 44. 3. K. Marx, Das Kaptal, vol. 1, en Marx-Engels, Werke, vol. 23, Berln, 1962, pg. 341. 4. En realidad se trata del movimiento a tres niveles. Hacemos, de todos modos, abstraccin del hecho de que Marx siga y reconstruya a la vez la evolucin de la bibliografa poltico -econmica.

histrico en los procesos materiales objetivos que son reflejados en el conocimiento cientfico. Consideremos primero algo ms detenidamente algunos aspectos de la concepcin marxiana de la unidad de lo lgico y lo histrico tal como viene expresada en su anlisis del modo de produccin capitalista. (2) El anlisis de Marx se mueve a un mismo tiempo a dos niveles: al nivel del desarrollo terico (en ocasiones Marx habla de desarrollo lgico) y al del movimiento histrico real. El movimiento es derivado, de todos modos, en el nivel del desarrollo terico; en cierto sentido es tambin movimiento de la historia real, y concretamente de las interconexiones fundamentales de la historia real. Aunque resulte divergente del de la historia real y pueda discurrir en sentido contrario al suyo, el movimiento al nivel de la evolucin terica no es una construccin a priori; refleja, por el contrario, ...slo la vida de la materia5. Entre las caractersticas del anlisis de Marx se subraya por lo general que la evolucin terica real contacta una y otra vez, de modo incesante, con la realidad histrica fctica. Es una constatacin importante. La incesante oscilacin entre la evolucin dialctica abstracta y la realidad histrica emprica y concreta atraviesa El Capital en su totalidad. Al mismo tiempo tiene que ser, de todos modos; subrayado que el anlisis marxiano se desgaja constantemente de nuevo del curso y de la superficie de la realidad histrica, y expresa idealmente las relaciones internas necesarias de esta realidad. Slo as pudo concebir Marx la realidad histrica, configurando la refiguracin como la organizacin interna un tanto idealizada y tipi ficada de las relaciones capitalistas histricas reales. No es un desgajamiento llevado a cabo en inters del alejamiento de la realidad histrica, ni se trata tampoco de una huida idealista de la realidad. Se consuma, ms bien, en inters de la apropiacin racional de la realidad. Se trata de un momento integrador de la reproduccin intelectual materialista-dialctica de la realidad. Es, en opinin de Marx, un producto de la cabeza pensante, que se apropia del mundo de la nica forma que le es posible 6. Sin ese proceder ideal, mediante el mero aferrarse a la historia real, sera imposible explicar el carcter y la esencia del5. K. Marx, Das Kapital, vol. I, en Werke, vol. 23, pg. 27. 6. K. Marx, Grundrisse, pg. 22.

capitalismo. Este proceder ideal tendente a la apropiacin intelectual de la realidad resulta necesario de cara a la comprensin histrico -fctica de la misma, pero nada ms errado que suponer que en algn punto o momento podra sustituir a la realidad histrico-fctica misma. Las referencias a lo histrico -fctico ocurren en el sistema cientfico de Marx por dos caminos. Nos encontramos, en primer lugar, con ejemplos que visualizan la evolucin terica que se ha llevado a cabo o a cuya puesta en marcha se va a proceder. Ayudan a la claridad intuitiva de la exposicin y enlazan con la concepcin materialista-dialctica de las interrelaciones legaliformes generales tericamente desarrolladas. La irrupcin de estas ilustraciones histrico fcticas es paralela al desarrollo de la exposicin terica, o bien ocurre precisamente despus de esta exposicin, en subcaptulos especiales, etc. 7 La legitimidad e inseparabilidad de estas exposiciones histrico-fcticas en el anlisis estructural-gentico de Marx vienen dadas en ltima instancia por el tratamiento materialista-dialctico de lo general, a cuyo tenor las interrelaciones generales y legaliformes slo existen en lo singular y particular. Forman el segundo grupo aquellos acontecimientos y hechos histricos que sin constituir por s mismos ilustraciones de la evolucin terica, son introducidos conscientemente en el anlisis de Marx en forma de presupuestos constatados, no derivados tericamente e histricamente dados. Presupuestos que, en consecuencia, pueden constituir a su vez el punto de partida de una ulterior evolucin terica (plsticamente visualizada por los acontecimientos histrico-fcticos del primer tipo). Sobre el papel y la legitimidad de los acontecimientos histrico-fcticos del segundo tipo en el anlisis materialista -dialctico gentico-estructural manifiesta Marx pensamientos decisivos, por ejemplo en las observaciones sobre la acumulacin originaria 8. Distingue entre a) las condiciones y7. Cfr., por ejemplo, K. Marx, Das Kapital, vol. III, en loc. cit., pgina 98, donde la ilustracin histrico-fctica basada en la historia de la industria inglesa enlaza con la exposicin terica de las legaliformidades y rasgos especficos en orden a los que viene caracterizada la tendencia capitalista al ahorro en el uso del capital constante. Cfr. Asimismo vol. 1, cap. III, Maquinaria y gran industria. 8. K. Marx, Grundrisse, pgs. 363 y ss.

presupuestos de la existencia del capital, que el capital se crea por su propio movimiento, y b) las condiciones y presupuestos de la existencia del capital que pertenecen exclusivamente a la historia de su creacin, que son meras fases de la gnesis del capitalismo y que desaparecen tan pronto como el capital se mueve sobre su propia base. La acumulacin originaria del capital, que tiene un origen no capitalista, es, precisamente, uno de estos presupuestos externos del movimiento del capital. Este presupuesto histric o de la gnesis del capitalismo no pertenece, pues, al verdadero sistema del modo de produccin, que est dominado por el capital 9. Tan pronto como ha surgido el capital, el dinero est, cumpliendo la funcin de capital dinerario, en manos de los capitalistas y las condiciones reales para el proceso capitalista de valoracin no se dan en virtud del presupuesto histrico externo sino como consecuencia del movimiento especfico del capital, los presupuestos y condiciones de su ulterior existencia y de su cre cimiento son algo que, en orden a todo ello, l mismo se crea. De cara a formular el carcter especfico de la concepcin marxiana del anlisis terico en general y de la parte investigada del anlisis terico en particular, hemos de dife renciar provisionalmente la contraposicin objeto deve nido e historia del objeto por lo menos del siguiente modo: A. La prehistoria del objeto devenido B. La historia del objeto devenido A y B poseen los siguientes estratos: a) la superficie aparente emprico -fctica, b) las legaliformidades internas esenciales, as como las formas estructurales y genticas, que aparecen en la superficie emprico-fctica. En el anlisis marxiano del capitalismo pertenecen a la prehistoria del objeto devenido todos los procesos evolutiv os objetivos que llevan al surgimiento del9. Ebenda, pgs. 363-364: Si, por ejemplo, la huida de los siervos de la gleba a las ciudades es una de las condiciones y de los presupuestos histricos de las ciudades y de la vida urbana, no por ello es, sin embargo, condicin alguna, momento alguno de la realidad de las ciudades y de la vida urbana ya formadas, sino que pertenece a sus presupuestos pasados, a los presupuestos de su devenir, que han sido superados en su existencia. Las condiciones y presupues tos del devenir, del surgir del capital implican, ciertamente; que an no es, sino que est llegando a ser; desaparecen, pues, con el capital real, que pone l mismo, partiendo de su realidad, las condiciones de su realizacin. De ah que las condiciones que precedieron a la creacin del capital surplus I, o que expresan el devenir del capital, no caigan en la esfera del modo de produccin al que el capital sirve como presupuesto; quedan tras l como estadios histricos previos de su devenir, al igual que quedan fuera de su vida como tierra ya creada los procesos por los que la tierra pas a tener, partiendo de un mar de fuego lquido y de niebla, su forma actual.

capitalismo y que preceden al movimiento del capital sobre su propia base. Tan pronto como el capital se mueve sobre su propia base, comienza la historia del objeto devenido. Esta posee varias fases: de las fases iniciales a las fases de la descomposicin, de la transicin a otro objeto, pasando por las fases de la madurez clsica. Marx aade a ello: Nuestro mtodo muestra los puntos en los que ha de irrumpir la consideracin histrica, o en los que la economa burguesa, en cuanto mera figura histrica del proceso de produccin, remite ms all de s misma a modos histricos anteriores de prod uccin. Para desarrollar las leyes de la economa burguesa no es, en consecuencia, necesario escribir la verdadera historia de las relaciones de produccin. Pero la visin y deduccin justas de la misma en cuanto relaciones que han llegado a su vez a ser histricamente tales llevan siempr e a las primeras ecuaciones como, por ejemplo, los nmeros emprico