diario boliviano de la guerra con chile

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j^dvcrtcneia de la Edición El ((Diario (le la Caiiii)afiH del Ejército Boliviano en la Guerra del Pacíñco» fué llevado por su autor con fidelidad estricta y a medida i|ue se producían los acontecimientos que en este libro se refieren. Nótase en él observación ingenua y patriótica de los sucesos, criterio independiente, y revelación exacta de muchos hombres y caracteres, puestos muy en claro por alguno de sus actos ó incidentes - II - durante la campaña. Pero, sobre todo, el Diario es un retrato de la situación moral y material del Ejército de Bolivia, durante la Guerra del Pacífico. Al recorrer estas páginas debe tenerse presente que fueron escritas por un joven de veinte años, y que han sido publicadas conservando hasta sus inperfecciones de estilo, á fin de que el propósito y la tarea de pulir y presentar al público una obra más perfecta, no alteren la sinceridad del relato, ni la verdad de las impre- siones. Al través de la misma estructura del lenguaje se manifiesta el estado de espíritu del autor, que no podía menos que ser el mismo que el de los directores y sujetos componentes de las fuerzas de la patria boliviana.

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j^dvcrtcneia de la Edicin

El ((Diario (le la Caiiii)afiH del Ejrcito Boliviano en la Guerra del Pacco fu llevado por su autor con fidelidad estricta y a medida i|ue se producan los acontecimientos que en este libro se refieren.

Ntase en l observacin ingenua y patritica de los sucesos, criterio independiente, y revelacin exacta de muchos hombres y caracteres, puestos muy en claro por alguno de sus actos incidentes

- II -

durante la campaa. Pero, sobre todo, el Diario es un retrato de la situacin moral y material del Ejrcito de Bolivia, durante la Guerra del Pacfico.

Al recorrer estas pginas debe tenerse presente que fueron escritas por un joven de veinte aos, y que han sido publicadas conservando hasta sus inperfecciones de estilo, fin de que el propsito y la tarea de pulir y presentar al pblico una obra ms perfecta, no alteren la sinceridad del relato, ni la verdad de las impre- siones. Al travs de la misma estructura del lenguaje se manifiesta el estado de espritu del autor, que no poda menos que ser el mismo que el de los directores y sujetos componentes de las fuerzas de la patria boliviana.

Don Jos Vicente Ochoa tena el propsito de revisar su libro, hasta hoy indito, y darle mayor extensin en su segunda mitad que ms que Diario en forma, como la primera, no es ms que una serie de apuntes para dirigir la conclusin posterior; pero desgraciadamente vino la prematura muerte del notable estadista y escritor, destruir no slo sus propsitos de trabajo, sino tambin su obra en el Ministerio de Instruccin Pblica que despus de pasar con Ochoa por un perodo brillante y complejo, cay otra vez en la categora de hinuilde oficina, donde apenas se decretaba el pago de sueldos del i*anio. Con el libro que hoy se publica aparece lui documento de verdadero valor para la Historia de la Guerra del Pacfico.

\

INTRODUCCIN

r YO

yo

El robo de un pueblo no prescribe jams^

(VCTOR HUGO.)

La civilizacin est de duelo.

La Amrica oculta el ro?tro avergonzada, al ver que en srt iDisnio suelo se re\dve el odioso principio, contra el que tanto lu* ch, contra el que sostuvo la jigante guerra de los 15 aos, el l>rincipio de la conquista.

El mundo entero contempla azorado el inaudito escndalo que motiva Chile, en el siglo XIX, insultando la humani- dad adelanto, al hombre civilizacin.

En la escena que proyecta en un brbaro teatro de guerra el mercachifle Chile, se ))resentan: l como verdugo, en la acti- tud siniestra del que roba y mata, y, su lado, la figura sim- ptica de la vctima Bolivia, con los laureles futuros del h- roe y las coronas actuales del mrtir.

La guerra se muestra con todos los caracteres y circuns- tancias de una lucha larga, encarnizada y terrible.

Por un lado aparece Chile, afrontndose con todos los ele- mentos de la fuerza .material ; orgulloso con su escuadra, so- berbio con su pirtica hazaa.

Por otro lado Bolivia, rodeada de las simpatas del mun- do y de la causa de la justicia; si bien dbil en fuerzas mate- riales, fuerte en su valor y heroismo.

IXTRODUCCIO

Sin embargo la cansa de nna guerra que parece ha de 8er colosal, es lo ms ridicula que pueda darse: diez centaxot^. Slo la perfidia de Chile, acosado por la fiebre de su banca- Tofa^ poda provocar esta guerra por la codicia de unos escu- dos, fin de aliviar su c^ja piiblica y de extender su negra mano sobre territorios riqusimos de Bolivia y el Per ambi- cionados li mucho por el Chileno*

Largo sera analizar y exponer los giros, negociaciones, concesiones graciosas, por parte de Bolivia, y las arsas, embus- tes, chicanas diplomticas, por parte de Chile, que han desar- rollado y precipitado los acontecimientos con ra})idez vertigiosa hasta sumergirse en el abismo de una lucha encarnizada.

: Dos faces tiene la cuestin que ha motivado la guerra: ei impuesto de lus diez -centavos con que. Bolivia grav los sali- tres de la (Jompafia ex})lotadora (annima) de Antofagasta, y la cuestin diplomtica, metamorfoseada de privada en di- plomtica por (yhile aprovechando as un incidente particular de algunos de sus nacionales en territorio extranjero, para dar cause abierto sus pretensiones de conquista y piratera, har- to tiempa contenidas al frente de nuestros ricos y florecientn territorios del Litoral, que en mala hora colindan con Chile, y que, en holocausto los principios de americanismo y paz continental, se les mutil, en parte y en hora aciaga para Bo- livia.

El folleto ltimamente publicado por el Sr. Flix Reyes Ortiz, haciendo la exposicin de los motivos que han provocado el conflicto, con los documentos relativos que como anexos le acom])aan, son la verdadera sntesis de las dos cuestiones men- cionadas.

Dicho folleto debe consultarse al abrir las presentes j)- ginas, (pie desde el 14 de Abril de 1879, contendrn el Diario de la cani])aa del ejrcito boliviano, que ha de marchar va)\\ el honroso encargo de la i^atria salvar el territorio hollado por los falsos reixiudicddoves.

int :: oi) Uccin 3

Apantes, escritos vuelai>liima, iimchas veces sobre el lo- mo (le bestia en mjjio del vivac de la campaaa y qiiiz tras del frao^or del c>ml):ite, cree'n s que se :ii de alguna utilidad despus de la tormenta de la guerra, parala historia de ella.

Los acontecimientos los tomamos en el da, al abrir este li- bro, hoy 14 de Abril, jastamente , los dos meses- de que Chi- le c)ns^im su pirtico atentado, invadiendo, con toda su ar- tnada . y la mayor parte de su ejrcito, el pacfico y desarmado ])nerto de Antoagi-sta.

Xo recordaremos los abusos cometidos en este da por los conquistadores, ni sus insultos al escudo y estandarte de Boli- livia, ni su graciosa teora de (jue no habii guerra y de que la declaratoria la hizo B )liva, ni el no.le proceder del Cn- sul peruano con nuestros nacionales expulsados del territorio usurpado, ni la nueva invasin de nuestros puertos de Cobija y Tocopilla.

No haremos ms qne apuntar el noble y brillante pro- ceder peruano para con su hermana la Repblica de Bolivia, en estas circunstancias, y el ejemph) del heroismo de los 15U leones bolivian(s (pie, re un id' ^s en C'alama a las rdenes de I). Tjadislao Cabrera, resistieron la fuerza de 800 hombres de lnea, lOO rotos y una magnfica artillera de monta-a, hi- cieron honrosa retirada desi>us de dos horas y media de or da.

Y en el gran corazn en que se han reconcentrado las fuerzas y la vida de todo Bolivia, slo se siente palpitar una

4 INTRODUCCIN

fibra, la fibra del amor por la patria y por la gloria.

Los colores de la bandera boliviana han confundido lo del partidarisnio, y el lienzo de ella forma fnerte lazo de unin y fraternidad.

Para el jueves 17 est sealada la salida general de to- do el ejrcito. Nunca es mas oportuno decir lo de Lamenais: Benditas t^ean tua armas!

El Holdado boliviano K) creer ir la guerra, sino la victoria, por que tiene seguridad de .elfe.

Bl entusiasmo cada da es ms ardiente. Lloran los que se quedan, no los (pie van.

Terminaremos estas ligeras lneas, con las siguientes pala- bras de ('astelar: Santo y glorioso es sacrificarse por la Liber- tad y la Patria, vivir la vida de los hroea y morir la muer- te de los mrtires.

./. V. en \

La Paz, Abril 14 de 1879.

DIARIO DE LA GUERRA

DEL PACFICO

14 DE ASRIL DE 1879

Ceremonias religiosas,

Aver las 8 V media de la maana, ha habido una misa en )a plaza de armas, y la han odo el Presidente de la Repblica, los Ministros de Estado y todo el ejrcito de lnea residente en esta ciudad.

La misa fu solemne. La celebn) el Ilustrsimo Seor Juan Jos Baldivia, bisi)o de Santa Cruz.

Al final de ella el General Daza, en presencia de las imgenes de la Virgen de Cvopacabana y de la del Car- men, se despoj de las insignias presidenciales, entregando esta la esi)aua y aquella la banda tricolor.

1^ alocucin improvisada con que hizo la entrega, en- terneci al inmenso gento que inundaba la plaza 16 de Jnlio]>.

Lloraban todos: desde el nio hasta el veterano soldado.

El General Daza implor la proteccin de la Santsima Virgen, para el triunfo de la sagrada causa que iba defen- der al frente del ejrcito que lo rodeaba; entreg en manos de Ella, las insignias del jwder, para que con su divino manto cobijara en su ausencia las familias, cuyos esposos hijos marchaban la guerra.

Estuvo sencillamente inspirado; no poda ser de otro mo- do: hablaba con el corazn.

Otra vez hemos tenido ocasin de escuchar Daza: el da del gran meeting, en que el pueblo paceo, frentico de

/

6 GUERRA DEL PACFlOO. DIARIO

entusiasmo, fu saludarlo y agradecerle por el oportuno Decreto que dio, los dos das de saberse la ocupacin de Antofagasta, olvidando errores polticos y concediendo amnis- ta amplia y general sin distincin ni restriccin alguna.

En seguida, el Ilustrsimo Sefior Baldivia, dio la ben- dicin al ejrcito, precedida de algunas palabras de uncin evanjlica, acordes 'con los deberes del ciudadano y del soldado que van defender la patria.

En seguida l mismo bendijo el estandarte del Escuadrn Murillo al que en manos del Presidente de la Repblica y en medio de los estandarts de los otros cuerpos del ejr- cito le hizo ste la columna de honor.

A continuacin la imagen de la virgen de 'Opacabana volvi al templo de San Francisco en solemne procesin, acom])aada del Presidente de la Repblica, de los Ministros* de Estado, Prefecto del Departamento y oficiales de las Se- cretaras de Estado y privada; lo mismo que la Virgen del Carmen volvi al templo de su nombre acompaada del Cuer- po de Edecanes.

La marcha del Ejrcito que deba tener lugar maana se ha retrasado para el jueves de esta semana [17 de Abril].

Visita y rumores.

Ayer, horas 2 de la tarde, recibi el seor Presidente de la Repiiblica, una visita privada y de confianza, del Vis- conde de San Januario, Ministro Plenipotenciario del Reino de Portugal y acreditado ante los gobiernos del Per, Bo- livia V Chile.

No sabemos cuando sea su recepcin oficial.

Hoy nada de notable.

Rumores infundados corren en el pueblo: que la alian- za del Per con Bolivia no es un hecho; que es falsa la ' declaratoria de guerra de Chile al Per, y que en fin no se permitir por el territorio de ste el trnsito de tropas bolivianas.

F

ABRIL DE 1879 7

A lltnia hora, 8 de la noche, se nos avisa la llegada de un telegrama que destruye los rumores anteriores. Maana lo averiguaremos y daremos cuenta de l.

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un '^' ^ J ^ / ^ arrebatado. Un triste incidente ha tenido lugar en la maana de necesita.

En la plazuela de San Sebastin se hallaba formado el Batalln Paucarpata 2**. de La Paz, para hacer ejercicios como de costumbre. El Jefe Coronel Jos Miln Tames se encontraba all.

Este Batalln se forma casi en su totalidad de arte^ sanos.

El vestuario del Escuadrn Murillo lo cosan algunos sastres, soldados de dicho cuerpo, que diariamente salan de cuartel con ese fin.

Esta maana el Jefe Tames no los quizo soltar, cuando al- ennos jvenes del mencionado Escuadrn haban ido re- clamarlos para la conclusin de los uniformes.

Suponemos que se entabl una ligera discusin entre Ta- mes qne reclamaba sus soldados para instruirlos, y los j- venes rifleros que los j)edan para el taller.

El resultado es que Tames, en un arrebato de clera, saca el revlver del bolsillo y se suelta un tiro en la sien.

Los soldados de la 2*. lnea del cueri)o que se hallaba formado, creyendo que el tiro se haba hecho por los jve- nes del Escuadrn Murillo, emprenden con estos golpes y

bayonetazos

Felizmente el Presidente de la Repblica y el Regimien- to- Bolvar haban ido oir misa la Recoleta. Acudieron al lugar del suceso y en el momento se dio trmino l v- a la alarma general que se esparca en la poblacin.

Inmediatamente el Presidente hizo cambio de P^ Jefe

8 GUERRA DEL PACIFICO. DIARIO

t

en l Batalln Paucarpata, y lo hizo reconocer como tal al Coronel graduado Pablo Idiaques.

Queda herido de la cabeza el seor Tames.

Tambin hay tres cuatro heridos del Escuadrn Mu- rillo, que han sido los agredidos.

Se afirma la alianza.

El telegrama de Lima recibido por la va de Puno del que habanlos anoche, destruye completamente los rumores que ayer circulaban.

Dicho telegrama ratifica las noticias de guerra y alianza, recibidas ltimamente del Per.

El Presidente Prado y el Ministro Flores, piden la pron- ta salida del ejrcito boliviano, por la va de Tacna, en ra- zn de que puede cortar la escuadra chilena el paso por Mo- liendo.

As mismo anuncian haberse remitido ms armamento Tacna y permitido la circulacii de moneda boliviana en el Per. '

Hurra Hijos del Sol!

Viva la alianza Peruboliviana!

16

Ot7^as ceremonias. Esta maana ha odo el ejrcito otra misa solemne en la plaza del 16 de Julio.

Asisti ella lo ms granado de la sociedad pacea de

c

ambos sexos.

La misa se celebr ante las imgenes de la Virgen de la Concepcin de la Recoleta y de la Virgen de Lourdes, trada de Europa por la seora Benita G. de Daza.

Al final de la misa bendijo al ejrcito el Iltmo. seor Juan de Dios Bosque, Obispo de La Paz, precediendo la ben- dicin con una conmovedora alocucin digna del virtuoso pre- lado, la que sigui otra igual del Reverendo Padre Fr. Rafael Sanz, que arranp abundantes lgrimas al pueblo y al ejrcito.

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Oyeron esta misa el Presidente de la Repblica y los Mi- nistros de Estado.

Principiando por stos, los Reverendos Padres de la Re- coleta, en compaa de las Hermanas de la Caridad, distribu- yeron todo el ejrcito escapularios y sagradas imgenes del Corazn de Jess.

En seguida la Virgen de Lourdes volvi en procesin al Palacio, llevada en hombros por la seora del Presidente y muchas otras distinguidas seoras y seoritas.

Maana es la salida del ejrcito. Es inmensa la ajitacin que en la ciudad se siente.

Se prepara un da triste como pocos para La Paz: las lgrimas corrern raudales.

Hay razn. No hay familia qie no tenga de su seno un soldado de la patria para la guerra.

Hoy las dos de la tarde se ha hecho la recepcin oficial del Excmo. Seor Vizconde de San Januario, Ministro Plenipo-tenciario del Reino de Portugal y en misin especial ante el gobierno de Bolivia.

La recepcin se ha hecho con todos los discursos y las solemnidades de estilo diplomtico.

A las 3 de la tarde la colonia peruana, residente en esta dudad y precedida por el Dr. Laureano R. del Castillo, fu recibida con toda solemnidad por el seor Presidente de la Repblica en el saln del Palacio de Gobierno.

Representada por aqul, expres al Jefe del Estado su complacencia por la unin peruboliviana, congratulndose de que el ejrcito marchase unido la batalla, no dudando que as sern castigados los invasores piratas del Pacfico y se- llada para siempre la paz y concordia americana.

El Presidente contest con paUbras propias del caso.

10 GUERRA DEL PACFICO. DIARIO

17 (Viaoha)

El ejrcito de Bolitia en marcha.

Hemos salido hoy de La Paz.

La salida ha sido la vez que triste hermosa.

Cuntas lgrimas se han derramado!

El pueblo en masa tri})utaba honores y vtores al ejrcito.

Muchsimos caballeros, comerciantes, nacionales y extran- jeros, acompaaron al Presidente de la Repblica hasta ms all de la pilastra del alto.

La gran muchedumbre ,que rodeaba al ejrcito nos ha seguido casi h*^sta Viacha.

Ha sido una salida frenticamente alegre por parte de la tropa y extremadamente triste por parte de los que se quedaban.

A nuestra llegada este pueblo el Batalln Oruro com- puesto de oO plazas, la Artillera del mismo y el Escuadrn Rifleros com})uesto de los jveues de aquella ciudad, han salu- dado al Presidente de la Repblica con salvas de artillera, columna de honor y demostraciones de entusiasmo.

Los jefes y oficiales de los tres cuerpos mencionados arri- ba, hicieron al Presidente de la Repblica una visita en cor- poracin.

En el camino ha recibido el Presidente un extraordinario del Cnsul de Tacna que le anuncia haber tenido lugar un choque entre los buques de guerra > y Pilcomayoi, de la armada Peruana, con la Magallanes de Chile,, habiendo tenido sta que retirarse por haber sido averiada.

El Capitn General antes de salir de La Paz, al reconocer las filas formadas del ejrcito en la plaza; pronunci una proclama, ante inmensa masa de gente que le escuchaba.

Arranc muchsimos vtores.

En este momento, horas 7 de la noche, se manda por

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extraordinario La Paz la noticia recibida de Tacna de la que hablamos anteriormente.

Nos olvidbamos decir que el ('onsejo de Gobierno ha que- dado constituido en La Paz y compuesto del Ministro de Rela- ciones Exteriores, Pedro J. de Guerra; del Ministerio de Ha- cienda y Gobierno, Eulogio Doria Medina y el de Justicia, Julio Mndez.

En este momento horas 8 de la noche, se ha recibido por la via de Chililaya, la misma noticia en el tel'fegrama que ha trado el extraordinario venido de Tacna.

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Cantuyo.

El dia de hoy no ha ofrecido nada de notable. Estamos en Can tuyo.

La jornada de 8 leguas largas que ha hecho el ejrcito ha sido un poco dura para los cuerpos nuevos no acostum- brados semejantes marchas. Se llega hasta decir que ha habido muertos por el soroche: tres segn unos y uno segn otros.

El propio de Chililaya del que hablamos anoche, ha sido tambin portador de una carta de la comisin enviada aquel puerto por el Prefecto de Puno seor Latorre, con objeto de congratular al Presidente de la Repblica por la actitud tan digna que ha asumido en la presente guerra y anunciarle que los vapores del lago y la linea frrea de Puno Moliendo estn disposicin del Gobierno Boliviano. '