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Domingo, 30-11-1994 Sta. Cruz, Bolivia
Domingo, 30 de octubre de 1994
Santa Cruz, Bolivia
Este mensaje predicado por nuestro amado
hermano William Soto Santiago,
Es distribuido gratuitamente.
“Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye
diga: Ven. Y el que tiene sed venga; y el que
quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”
Apocalipsis 22:17
34 WILLIAM SOTO SANTIAGO
nosotros colocados, y a mí también me bendiga.
Pasen todos un día, o continúen pasando, un día lleno de
las bendiciones de Dios, y dejo con nosotros nuevamente a
Miguel Bermúdez Marín para continuar y finalizar en esta
tarde esta primera parte de las actividades de este día domingo.
Con nosotros Miguel Bermúdez Marín. Que Dios les continúe
bendiciendo a todos.
“COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS.”
COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS 33
veremos en esta tarde un poquito más.
Hemos visto lo que es la promesa: “le haré columna en el
templo de mi Dios.” Y luego en esta tarde veremos en los
diferentes lugares del Templo del Señor Jesucristo dónde Dios
en este tiempo estará llevando a cabo una labor. O sea,
veremos en qué parte del Templo va a influir la Obra que
Cristo está haciendo en este tiempo final; porque no solamente
influye en el Lugar Santísimo, sino que va a influir en todo el
Templo espiritual de nuestro Señor Jesucristo; porque ese
ministerio tendrá que ver con todo el Templo de nuestro Señor
Jesucristo; pero se origina en el Lugar Santísimo del Templo
espiritual de Cristo.
Bueno, en la tarde continuaremos viendo todas las cosas
que Cristo estará haciendo en este tiempo final, las cuales están
reflejadas o simbolizadas en el Templo que hizo Moisés y el
templo que hizo Salomón, y estarán cumpliéndose en el
Templo espiritual de nuestro Señor Jesucristo, que es el
Templo que representa el que está en el cielo, donde está Dios
sentado en Su Trono.
Todo lo que Dios está haciendo en el cielo, El lo estará
reflejando en el Templo espiritual de nuestro Señor Jesucristo,
así como lo ha estado haciendo durante las edades pasadas.
Bueno, será entonces hasta las 2:00 de la tarde, hora de
Puerto Rico y hora de aquí también, para continuar viendo lo
que Cristo está haciendo en Su Templo espiritual.
“Al que venciere le haré columna en el templo de mi
Dios.”
Ese ha sido nuestro tema en este día: “COLUMNA EN EL
TEMPLO DE MI DIOS.”
Hemos visto para quién estaba reservada esa promesa, esa
bendición y esa posición que quisieron obtener Jacobo y Juan,
y otros mensajeros de Dios. Y no estaba mal que ellos
quisieran, porque no está mal que todo hijo de Dios quiera las
bendiciones de Dios.
Bueno, que el Angel del Pacto, nuestro Señor Jesucristo,
continúe bendiciéndoles a todos en Su Templo espiritual, en el
Lugar Santísimo de Su Templo espiritual, donde estamos
32 WILLIAM SOTO SANTIAGO
tiempo más glorioso de todos los tiempos, para que se
materialicen en nosotros las promesas divinas de nuestro Dios,
de nuestro Señor Jesucristo, para que se materialicen en
nosotros las cosas que están en el Templo que está en el cielo,
en el Trono de Dios, se materialicen en nosotros, en carne
humana; porque somos el Templo del Señor Jesucristo, en la
parte más importante de ese Templo, la parte del Lugar
Santísimo, que es la parte del Trono de nuestro Señor
Jesucristo en Su Templo espiritual. “Al que venciere yo le haré
columna en el templo de mi Dios.”
“COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS.”
Ese ha sido nuestro tema de esta mañana, y Dios nos ha
permitido hablar bastante claro en esta ocasión, para que todos
podamos ver la bendición tan grande que Dios tenía para este
tiempo final; lo cual es para toda la eternidad.
“COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS.”
En la tarde estaré nuevamente con ustedes a la hora que
Miguel les va a indicar. ¿A qué hora, Miguel? A las 3:00 de la
tarde, hora de Puerto Rico, y hora de acá también. Estaré
nuevamente con ustedes para continuar viendo todo lo que
Dios nos permita ver en Su Templo, en el Lugar Santísimo de
Su Templo.
Ya son como las 12:30. A las 2:00 también puede ser la
reunión. Pues para Puerto Rico, que me está escuchando en
esta tarde, y para todos los países de la América Latina y del
Caribe y de Norteamérica también, la reunión será a las 2:00 de
la tarde hora de Puerto Rico, y hora de aquí de Bolivia. Las
2:00 de la tarde son las 12:00 del mediodía en México. Y las
2:00 de la tarde de Puerto Rico es la 1:00 de la tarde en
Colombia; y de Brasil ¿qué hora es? son como las 3:00 o 4:00
de la tarde. Ya saben que será a las 2:00 de la tarde hora de
Puerto Rico; allá ustedes le suman; o le restan lo que sea
necesario de acuerdo a la hora de su país.
Así que estaremos en la transmisión vía satélite a las 2:00
de la tarde hora de Puerto Rico con todos los amigos y
hermanos televidentes, para continuar viendo lo que Dios está
realizando en este tiempo final en Su Templo espiritual. Ya
COLUMNA EN EL
TEMPLO DE DIOS
Por William Soto Santiago
Domingo, 30 de octubre de 1994
Santa Cruz, Bolivia
Muy buenos días, hermanos presentes y amigos y
hermanos televidentes por Galaxy VII, canal 11; que las
bendiciones del Angel del Pacto sean sobre todos ustedes, y
que en este día El nos bendiga con Su Palabra y nos llene del
conocimiento de Su programa, y vaya materializando en cada
uno de nosotros Sus bendiciones habladas para Su Iglesia, Su
cuerpo místico de creyentes de la Edad de la Piedra Angular,
de la Edad del Lugar Santísimo de Su Templo espiritual, y
pronto seamos todos transformados conforme a Su promesa.
Amén y amén.
En esta ocasión quiero leer en Apocalipsis capítulo 3,
verso 12, esta Escritura que dice de la siguiente manera:
“Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi
Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el
nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la
nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi
nombre nuevo.
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
iglesias.”
Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones y nos
permita entenderla. Nuestro tema para esta ocasión es:
“COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS.”
“COLUMNA EN O DEL TEMPLO DE DIOS.”
Para poder entender esta promesa dada aquí: “Al que
venciere yo le haré columna en el templo de mi Dios.”
Columna en el Templo de mi Dios. Esa es la promesa para el
vencedor: “Columna en el Templo de Dios.”
Miren qué promesa tan grande aquí. Dice:
“...le haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más
saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el
nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén,…”
6 WILLIAM SOTO SANTIAGO
Porque la Nueva Jerusalén tiene un nombre, y ese es el
Nombre eterno de Dios.
“… y mi nombre nuevo.” Para ese vencedor, el cual
llegará a obtener la victoria.
Ahora, para comprender esta promesa tenemos que
comprender que pertenecemos a un Templo, y ese es el
Templo espiritual de nuestro Señor Jesucristo; y que en ese
cuerpo místico de creyentes Dios ha estado actualizando,
convirtiendo en seres humanos, las cosas que están en el
Templo que está en el cielo.
Y por esa causa encontramos que las cosas que están en el
cielo se han ido materializando en el Templo espiritual de
nuestro Señor Jesucristo en personas. Por ejemplo, tenemos las
siete lámparas de fuego que están ante la Presencia de Dios,
aquí en... veamos Apocalipsis capítulo 4, encontramos estas
lámparas. Capítulo 4, verso 5 de Apocalipsis, dice:
“Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y
delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales
son los siete espíritus de Dios.”
Esto nos muestra a los siete ángeles mensajeros de las
siete edades de la Iglesia gentil, en donde se convirtió en una
realidad en el Templo espiritual de Cristo esto que está en el
Templo de Dios en el cielo. Porque el Templo espiritual de
nuestro Señor Jesucristo representa el Templo que está en el
cielo, y de acuerdo a ese modelo que está en el cielo es que
Cristo ha estado haciendo Su Templo espiritual.
Por eso fue que Dios le mostró a Moisés el modelo para
que Moisés hiciera un tabernáculo en la Tierra que fuera tipo y
figura del Templo que está en el cielo; y también el rey y sabio
Salomón construyó un templo, el cual es tipo y figura del
Templo que está en el cielo. Y ambos templos, el que hizo
Moisés y el que hizo Salomón, son tipo y figura del Templo
espiritual de nuestro Señor Jesucristo.
Ahora, aquí en esta promesa de Apocalipsis capítulo 3,
verso 12, nos dice:
“Al que venciere yo le haré columna en el templo de mi
Dios.”
COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS 31
será hecho columna en el Templo de nuestro Dios, llevará ese
Nombre, pues dice: “escribiré sobre él el nombre de mi Dios,
el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual
desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.”
Así que estamos en un tiempo muy importante para todos
nosotros, estamos en el tiempo en que Dios está revelándonos
todo Su programa que corresponde a la Dispensación del
Reino, en donde se está llevando a cabo todo lo que se requiere
para que pronto el glorioso Reino milenial pueda comenzar.
Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de
reyes y Señor de señores, en Su Obra de Reclamo en este
tiempo final, está llevando a cabo la labor que le corresponde
en y con Su Iglesia, Su Templo espiritual, para así cumplir
cada promesa que El ha hecho, para así cumplir el programa
que le corresponde en la Edad de la Piedra Angular y
Dispensación del Reino, para que pueda venir la resurrección
de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los
que vivimos.
Por eso es que El en este tiempo ha cambiado de Cordero
de Dios a León de la tribu de Judá, a Rey de reyes y Señor de
señores.
Estamos en el tiempo más grande y glorioso de todos los
tiempos. Como Cordero de Dios fue conocido por el Nombre
de Jesús de Nazaret en Su Obra de Redención en la Cruz del
Calvario, limpiándonos de todo pecado, quitando el pecado del
mundo, y así El cumplió Su labor como Cordero de Dios.
Y ahora como el León de la tribu de Judá El tiene un
Nombre Nuevo, como Rey de reyes y Señor de señores. Es el
Nombre eterno de Dios para la Obra de Reclamo de todo lo
que El redimió con Su Sangre preciosa, para la restauración a
la vida eterna de cada hijo de Dios.
Por eso El trae a la Tierra, en Apocalipsis capítulo 10, el
Título de Propiedad, el Libro de los Siete Sellos, abierto, para
entregarlo a un hombre, a un profeta, que se lo coma, y luego
que profetice sobre muchos pueblos, naciones y lenguas.
Estamos en el tiempo más grande y glorioso de todos los
tiempos; y a nosotros nos ha tocado el privilegio de vivir en el
30 WILLIAM SOTO SANTIAGO
cumplimiento de Sus promesas a Su Iglesia gentil, y así es
como El va cumpliendo cada promesa.
En la vida diaria de su cuerpo místico de creyentes es que
El va cumpliendo Sus promesas, en la labor del cuerpo místico
de Cristo es que El va cumpliendo Sus promesas, en cada uno
de ustedes y en mí también. Todo El ha prometido cumplirlo
en Su cuerpo místico, que es Su Iglesia, que es Su Templo
espiritual.
Y así como Dios dijo a Moisés y a Salomón, que El
colocaría Su Nombre en cierto lugar, y cuando fue construido
el Templo allá en Jerusalén, allá en el templo estaba el Nombre
de Dios, y era invocado el Nombre de Dios. Y ahora es el
Templo espiritual de Cristo el que tiene la promesa de tener el
Nombre eterno de Dios y Nombre Nuevo de nuestro Señor
Jesucristo, y el vencedor, el que recibe la bendición de ser
columna en el Templo de nuestro Dios. O sea, que tanto el
cuerpo místico como el mensajero reciben el Nombre de Dios,
el Nombre de la Ciudad de nuestro Dios y Nombre Nuevo de
nuestro Señor Jesucristo.
Y así es porque cuando una joven está de novia con un
joven, ella lleva su nombre con el apellido con el cual fue
inscrita; pero cuando se casa recibe el nombre de su esposo,
entonces ya es la Sra. Fulana de tal, o sea, lleva el apellido de
su esposo, puede llevar el nombre completo de su esposo. Y la
Iglesia del Señor Jesucristo durante la Dispensación de la
Gracia ha estado como la Novia de nuestro Señor Jesucristo
con el Nombre de Novia; pero tiene la promesa de recibir el
Nombre de Esposa, recibir el Nombre de Esposa, que será el
Nombre Nuevo del Esposo, el Nombre Nuevo de nuestro
Señor Jesucristo; y así será conocida durante el glorioso Reino
milenial, por el Nombre Nuevo de nuestro Señor Jesucristo,
que es el Nombre eterno de Dios. Y así será conocida también
la Ciudad eterna, la Nueva Jerusalén, por el Nombre eterno de
Dios, que es el Nombre Nuevo de nuestro Señor Jesucristo.
Así que Dios y la Iglesia del Señor Jesucristo y la Ciudad
serán llamadas del mismo Nombre. Nuestro Señor Jesucristo
con un Nombre Nuevo. También Su Angel, Su Mensajero, que
COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS 7
Ahora, una columna es una parte del edificio que lleva el
peso del edificio. O sea, no es algo aparte de ese edificio, sino
una parte de ese edificio; pero una parte principal, una parte
importante en ese edificio.
Ahora, veamos aquí en I de Reyes, capítulo 7, versos 15
en adelante. Dice:
“Y vació dos columnas de bronce; la altura de cada una
era de dieciocho codos, y rodeaba a una y otra un hilo de doce
codos.
Hizo también dos capiteles de fundición de bronce, para
que fuesen puestos sobre las cabezas de las columnas; la
altura de un capitel era de cinco codos, y la del otro capitel
también de cinco codos.”
Y ahora quiero leer el verso 21 de este mismo capítulo 7
de I de Reyes. Esta es la construcción del templo que está
llevando a cabo el rey Salomón, para lo cual Dios llenó de
sabiduría y de inteligencia a Salomón, y también a un hombre
que se encargó de toda esta parte de la fundición; o sea, Hiram,
del cual dice (I de Reyes 7:14):
“...e Hiram era lleno de sabiduría, inteligencia y ciencia
en toda obra de bronce. Este, pues, vino al rey Salomón, e hizo
toda su obra.”
Ahora, el verso 21 de este mismo capítulo 7 de I de Reyes,
dice:
“Estas columnas erigió en el pórtico del templo; y cuando
hubo alzado la columna del lado derecho, le puso por nombre
Jaquín, y alzando la columna del lado izquierdo, llamó su
nombre Boaz.”
Ahora, miren ustedes cómo en estas dos columnas que
hizo Salomón en el templo, a las cuales le colocó un nombre a
cada una de ellas, está tipificándose lo que nuestro Señor
Jesucristo está prometiendo aquí.
Salomón hizo dos columnas y le puso nombre de personas
a esas columnas. Y ahora Cristo aquí dice: “Al que venciere yo
le haré Columna en el Templo de mi Dios, y le voy a poner
también nombre, le voy a poner el Nombre de mi Dios y el
Nombre de la Ciudad de mi Dios, y el Nombre Nuevo mío
8 WILLIAM SOTO SANTIAGO
también. Escribiré sobre él el Nombre de mi Dios, el Nombre
de la Ciudad de mi Dios, y mi Nombre Nuevo.”
¿Y vieron ustedes cómo Salomón lo tipificó allá?
Colocando, escribiendo sobre esas dos columnas un nombre a
cada una de ellas. Le puso por nombre, a una Jaquín, y a la
otra, a la del lado izquierdo, Boaz. Y ahora Cristo, el Hijo de
David, dice que hará lo mismo.
Ahora, estas están en el pórtico de Salomón; y esto es muy
importante, porque todo lo que está representado en el templo
que hizo Salomón y el tabernáculo que hizo Moisés es tipo y
figura de lo que Cristo haría en Su Templo con seres humanos.
Ahora, en una ocasión llegaron a Jesús Jacobo y Juan; y
en San Mateo nos dice que llegaron con su madre. En Marcos
pues no menciona a la madre de Jacobo y Juan, pero San
Mateo sí la menciona. Vamos a ver, San Mateo nos hace
mención en el capítulo 20, San Mateo capítulo 20, vamos a leer
aquí este pasaje. San Mateo capítulo 20, verso 20 en adelante,
dice así:
“Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo
con sus hijos, postrándose ante él (o sea ante Jesús) y
pidiéndole algo.” Como toda madre ora a Dios, va ante la
Presencia de Dios, y le pide por sus hijos también, y le pide
para sus hijos las mejores cosas, las bendiciones más grandes;
porque toda madre ama a sus hijos.
“Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos
hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda.”
¿Y quién no quiere una cosa así, tan importante y tan
grande, una bendición tan grande del Reino de Dios para sus
hijos? Todos deseamos esa bendición y todas las grandes
bendiciones del Reino de Dios para nuestros hijos.
“Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que
pedís.”
Ahora, esta petición de ella, está acompañada con la
presencia de sus hijos, porque ellos querían esta bendición, y
ella también quería esta bendición para sus hijos. Ahora, dice:
“No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he
de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy
COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS 29
El convertirá en una realidad cada recompensa que El ha
prometido. Y nosotros estamos viviendo aquí en el fin del
tiempo para recibir el cumplimiento de todo lo que Cristo ha
prometido, y con nuestros propios ojos ver el cumplimiento de
lo que El ha prometido.
El cuerpo místico de Cristo se encuentra en el fin del
tiempo para recibir el cumplimiento de lo que El ha prometido.
Cuando Dios cumple una promesa a usted o en usted, el
cuerpo místico de Cristo está recibiendo el cumplimiento de
esa promesa, porque usted es parte del cuerpo místico de
Cristo. Y cuando El cumple una promesa en mí, el cuerpo
místico de Cristo está recibiendo el cumplimiento de esa
promesa, porque también yo soy parte del cuerpo místico de
Cristo.
Estamos en el tiempo en donde Cristo estaría
materializando, cumpliendo, cada promesa que El ha hecho a
Su Iglesia, que El ha hecho a los vencedores, o al vencedor, y
nosotros somos los que recibimos el beneficio de lo que El está
cumpliendo y de lo que falta por ser cumplido.
Miren ustedes, Cristo es la Piedra no cortada de manos, la
Piedra angular, la Piedrecita blanca con el Nombre Nuevo
escrito. Y nuestra Edad de la Piedra Angular es la Edad que lo
representa a El. El es la Piedra Angular. Y la Edad de la
Venida del Hijo del Hombre, la Edad en la cual estamos, es la
Edad de la Piedra Angular, es una Piedra Angular también. Y
el Mensaje es un Mensaje de Piedra Angular, el Mensaje de la
Edad de la Piedra Angular, el Mensaje de Cristo, que es la
Piedra Angular, el Mensaje de la Segunda Venida de Cristo
como León de la tribu de Judá, el Mensaje de la Segunda
Venida de la Piedra que los edificadores desecharon.
Cada uno de ustedes es también una Piedra Angular, y yo
también soy una Piedra Angular. El Mensaje es un Mensaje de
Piedra Angular. Y el Mensajero es un Mensajero de Piedra
Angular; es la Piedra Angular de los mensajeros, para el
cuerpo místico del Señor Jesucristo, donde Cristo estará
manifestándose como la Piedra Angular, como el León de la
tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, en el
28 WILLIAM SOTO SANTIAGO
el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual
desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.” Ese es el
ministerio en el Angel del Señor Jesucristo que obtendrá la
materialización de todas esas promesas habladas por nuestro
Señor Jesucristo en el libro del Apocalipsis y también en los
evangelios.
Ese será el mensajero con el doble ministerio de Moisés y
Elías, que obtendrá la materialización de todas esas promesas,
esas recompensas, habladas en las siete edades de la Iglesia
gentil, habladas para el vencedor, reflejadas en cada Angel
mensajero de las siete etapas de la Iglesia gentil.
Y con el cumplimiento de esas promesas, de esas
recompensas, todos los hijos de Dios serán beneficiados, y
todos heredarán las bendiciones prometidas por Dios para el
glorioso Reino de Dios, donde todos estaremos como Reyes y
Sacerdotes, y reinaremos con Cristo mil años, y luego por toda
la eternidad.
Seremos los administradores, con Cristo, del glorioso
Reino milenial del Hijo de David.
“COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS.”
¿Vieron lo que significa “al que venciere yo le haré
columna en el templo de mi Dios”? ¿Vieron las bendiciones
que hay ahí? Y esas bendiciones alcanzarán a todos los hijos de
Dios. Con el cumplimiento o materialización de esas
recompensas todos los hijos de Dios serán beneficiados.
Por eso yo estaré orando mucho por ustedes siempre, y
ustedes también oren por mí; porque conquistaremos por la fe
toda promesa, toda recompensa ofrecida por Dios, por Cristo,
para el vencedor. Y podemos decir como dice un corito:
“Todas las promesas del Señor, mías son.”
¿Cómo dicen ustedes? “Todas las promesas del Señor,
mías son.” Son para cada hijo de Dios. Cada uno diga: “Todas
las promesas del Señor, mías son.” Son de ustedes y son mías
también. Y heredaremos toda promesa que El ha hecho.
Estamos en el fin del tiempo, el fin del siglo y el fin del
mundo en donde El materializará, o sea, cumplirá, cada
promesa que El ha hecho al vencedor.
COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS 9
bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos.”
O sea, que eran personas positivas buscando la bendición
de Dios y buscando una posición muy importante en el Reino
de Dios. Y cuando una persona está buscando las bendiciones
de Dios, no puede decir: “No, yo no puedo.” “Lo que sea y por
el problema o dificultades por las cuales tengamos que pasar, sí
podemos.” Ahora, El les dijo:
“A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con
que yo soy bautizado, seréis bautizados (o sea, Cristo les dijo:
“Sí, ustedes podrán.” Y la fe de ellos era que sí, que iban a
poder); pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es
mío darlo (o sea, ‘esta petición que ustedes me están haciendo,
no está en mis manos concederla a ustedes’), sino a aquellos
para quienes está preparado por mi Padre.”
O sea, que ellos estaban tratando de obtener una
bendición, una posición en el Reino de Dios, que ya estaba
ordenada por el Padre celestial para ser dada a un vencedor: El
sentarse a Su derecha y a su izquierda en el Reino de Dios.
Siempre la derecha nos habla del poder divino.
Ahora, cuando nuestro Señor Jesucristo se sentó a la
diestra de Dios: se sentó en el Trono de Dios; porque la diestra
representa el poder de Dios. La Escritura nos dice que nuestro
Señor Jesucristo se sentó a la diestra de Dios, y hay Escrituras
que nos dicen –vamos a ver– que fue en el Trono de Dios que
se sentó; porque sentarse a la diestra de Dios es sentarse en el
Trono de Dios. Y la petición de estos dos jóvenes, porque Juan
era un joven discípulo de Jesús, y su petición era sentarse uno a
la diestra y otro a la siniestra, o sea, a la izquierda; querían la
posición del Trono del Señor Jesucristo.
En Apocalipsis capítulo 13, verso 21, veamos lo que nos
dice nuestro Señor Jesucristo. Y ahora lo que ellos desearon El
no pudo prometerle a ellos esas posiciones; pero ahora el Señor
Jesucristo nos habla de esa posición; y dice en Apocalipsis
capítulo 3, verso 21:
“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi
trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre
en su trono.”
10 WILLIAM SOTO SANTIAGO
Eso es sentarse a la diestra de Dios, sentarse en el Trono
del Padre como lo hizo Jesús. Y ahora El dice: “Y ahora al que
venciere yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así
como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su
trono.” O sea, lo mismo que el Padre hizo con Jesús en el
Templo que está en el cielo, en donde Cristo se sentó en el
Trono con el Padre; ahora en el Templo de nuestro Señor
Jesucristo, que es Su Iglesia, y en el Reino de nuestro Señor
Jesucristo, el Reino milenial, en Su Trono, el Trono de Su
Templo espiritual, de Su Iglesia, es la Edad de la Piedra
Angular, la Edad del Lugar Santísimo, ahí el vencedor se
sentará con Cristo en Su Trono; o sea, que se sentará a la
diestra de nuestro Señor Jesucristo.
Y para el glorioso Reino milenial la promesa continúa: se
sentará con Cristo en Su Trono. Eso es sentarse a la diestra de
nuestro Señor Jesucristo en el Trono de David. Y esta promesa
es tan grande que todos a través de las edades pasadas trataron
de agarrarla; porque una promesa divina, pues todo hijo de
Dios tiene que tratar de agarrar esa bendición divina.
Ahora, esta bendición divina, Jesucristo dice que es para
el vencedor; por lo tanto, en algún tiempo habrá un vencedor
que agarrará esa bendición, esa promesa, porque será dada por
nuestro Señor Jesucristo.
Jesús dijo a Jacobo y Juan y a la madre de ellos: “Esta
promesa, esta bendición, esta posición, no es mía darla, sino a
aquellos a quienes les está ordenada por el Padre.” O sea, que
esto ya estaba ordenado por el Padre. Por lo tanto, habrá
alguien que por elección divina ha sido escogido desde antes
de la fundación del mundo para obtener ese lugar: sentarse con
nuestro Señor Jesucristo en Su Trono.
Ahora miren, dice: “...y yo lo haré columna en el templo
de mi Dios.” Una columna en el Templo de Dios: o sea, que
tendrá la revelación divina de nuestro Señor Jesucristo. Y el
Templo de Dios tendrá esa columna, ese vencedor con esa
revelación divina; y esa columna estará sosteniendo ese
Templo del Señor Jesucristo.
Y aquí tenemos que Salomón colocó en el pórtico dos
COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS 27
Ellos fueron los hijos del Trueno, o sea, Jesús les puso por
nombre “Hijos del Trueno.” ¿Por qué? Porque el ministerio
que ellos buscaban era el ministerio de Moisés y Elías, era el
ministerio del Trueno de Dios, de la Voz de Dios, para el fin
del tiempo, la Voz que sale del Trono de Dios, la Voz de los
siete Truenos de Apocalipsis capítulo 10.
Ahora, hemos estado viendo, lo más rápido posible, lo que
es esta promesa: “Al que venciere yo le haré columna en el
templo de mi Dios.”
Esa promesa no fue obtenida por ninguno de los siete
Angeles mensajeros del pasado, ni tampoco por ninguno de los
profetas del Antiguo Testamento; esta es una promesa que
corresponde para la Dispensación del Reino, en donde
solamente habrá un Angel mensajero del Señor Jesucristo. Será
el Angel del Señor Jesucristo, del cual Cristo dijo:
“Yo Jesús he enviado mi Angel para dar testimonio de
estas cosas en las iglesias.”
Y: “El Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha
enviado su Angel, para mostrar a sus siervos las cosas que
deben suceder pronto.”
Ese es el Angel para el cual está ordenada la posición de
sentarse a la derecha y a la izquierda del Señor en Su Reino,
con el doble ministerio de Moisés y Elías; porque ese doble
ministerio de Moisés y Elías son las alas del Sol de Justicia, y
las alas están unas a un lado y otras al otro lado.
Son estos ministerios, los cuales están prometidos para el
fin del tiempo, los que estarán en el Angel del Señor Jesucristo,
operándolos nuestro Señor Jesucristo, el Angel del Pacto, en
Su último Angel mensajero, que será el último profeta que
Dios enviará a la tierra, a Su Iglesia gentil, y al pueblo hebreo,
y para todo ser humano.
Ese ministerio pasará al glorioso Reino milenial también,
y será el ministerio que Dios tendrá para enseñar, para llenar la
Tierra del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el
mar. Ese es el ministerio que heredará la promesa: “Al que
venciere yo le haré columna en el templo de mi Dios, y nunca
más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y
26 WILLIAM SOTO SANTIAGO
no quisieron recibir a Jesús, y los echaron fuera de la ciudad, y
los iban a apedrear. Y Jacobo y Juan le dicen al Señor: “Señor,
¿quieres que mandemos descender fuego del cielo, como hizo
Elías, para que destruya esa gente?”
¿Ven que ellos querían el ministerio de Elías? Ellos
querían el ministerio de Elías y el ministerio de Moisés, que
son los ministerios de juicio de Apocalipsis capítulo 11. Por lo
tanto ellos estaban buscando esa posición de estar a la derecha
y a la izquierda del Señor en Su Reino, cuando todavía la
Dispensación del Reino ni había comenzado; se estaba allá en
la Dispensación de la Gracia. Y esa posición es para la
Dispensación del Reino, para el ministerio de Moisés y el
ministerio de Elías, que están representados en aquellas dos
columnas que levantó el rey Salomón, a las cuales les puso
nombre a cada una de ellas.
Y Cristo dice que le pondrá un nombre a esa columna o
columnas en el Templo de Dios. Dice: “escribiré sobre él el
nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la
nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo de mi Dios, y mi
nombre nuevo.”
Ahí Dios colocará, Jesucristo colocará, Su Nombre
Nuevo, el Nombre eterno de Dios y el Nombre de la Ciudad de
mi Dios.
Miren ustedes todo lo que estaba buscando Jacobo y Juan
y la madre de Jacobo y Juan. Pero si recibían en ese tiempo esa
bendición, ellos iban a hacer algo fuera de tiempo; porque
estarían recibiendo el ministerio de Moisés y de Elías;
ministerio en donde están representados los vivos en Cristo que
serán transformados, están representados en Elías, y en Moisés
están representados los muertos en Cristo que serán
resucitados. Y todavía el cuerpo místico de Cristo no se había
completado; ni siquiera había comenzado, pues comenzó el día
de Pentecostés.
Así que podemos ver que Dios no hace cosas antes de
tiempo, ni le concede a nadie nada antes de tiempo; solamente
El refleja las cosas que va a hacer, las refleja, pero no las
cumple hasta que no llega el tiempo.
COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS 11
columnas, la de la mano derecha con el nombre de Jaquín, y la
de la izquierda con el nombre de Boaz.
Y ahora los discípulos de Jesús: Jacobo o Santiago y Juan
–porque Santiago y Jacobo significa lo mismo–; Juan y Jacobo
deseaban esa posición, deseaban estar en el Trono de Dios, en
el Trono de nuestro Señor Jesucristo; pero ellos pertenecían a
la parte del Lugar Santo del Templo espiritual de Cristo.
Ahora, siendo que Cristo está actualizando en Su Templo
espiritual todo lo que está en el Templo que está en el cielo,
encontramos que las promesas del Trono de nuestro Señor
Jesucristo son las promesas que estarán materializando todas
las cosas que están en el Trono de Dios del Templo que está en
el cielo. Y para materializarse cada promesa de esas, se tenía
que llegar a la Edad del Trono de nuestro Señor Jesucristo en
Su Templo espiritual.
Encontramos que esta es una promesa tan grande que no
hay palabras humanas para poder definir la grandeza e
intensidad de lo que está ahí en esa bendición de ser colocado
como columna en el Templo de Dios. Ese mensajero que
herede esa bendición, esa promesa, miren lo que dice:
“Le haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más
saldrá de allí.”
O sea, que su posición permanecerá para toda la eternidad.
No será una posición por un año, dos años, o mil años, sino
para toda la eternidad.
“...y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, el nombre
de la ciudad de mi Dios, y mi nombre nuevo.”
Ahí es donde Cristo cumplirá la promesa de la revelación
de Su Nombre Nuevo, de la revelación del Nombre eterno de
Dios, y de la revelación del Nombre de la Ciudad de nuestro
Dios, la cual desciende del cielo de nuestro Dios.
Encontramos en Ezequiel capítulo 48, verso 35, la
promesa de y para una ciudad. Dice así:
“En derredor tendrá dieciocho mil cañas. Y el nombre de
la ciudad desde aquel día (o sea, porque antes no se llamaba de
ese nombre. Y está hablando de la Ciudad donde estará el
12 WILLIAM SOTO SANTIAGO
Trono del Hijo de David)...Y el nombre de la ciudad desde
aquel día será Jehová sama.”
¿Y qué significa esto? Esto es Jehová-allí o Jehová-
presente o Dios está presente. Y con el Nombre de Dios
presente en esa Ciudad, o sea con el Nombre que Dios tendrá
allí, en esa Ciudad, como Rey, ese será el Nombre eterno de
Dios, ese será el Nombre Nuevo de nuestro Señor Jesucristo,
ese será el Nombre de la Ciudad, y ese será el Nombre que
Cristo dijo: “yo lo escribiré sobre el que venciere, al cual yo lo
haré columna en el Templo de mi Dios y escribiré sobre él el
Nombre de mi Dios, y el Nombre de la Ciudad de mi Dios, y
mi Nombre Nuevo.”
Así que lo mismo que el Padre hizo con Jesús, es lo que
Jesús ha estado haciendo siempre. Ahora, El dice que El
escribirá Su Nombre Nuevo sobre esa columna.
Dios colocó Su Nombre de Redención en y sobre Jesús.
Por eso Jesús decía: “Yo he venido en el nombre de mi Padre.
Yo vengo en el nombre de mi Padre. Y las cosas que yo hago,
las hago en el Nombre de mi Padre.” Y muchos pensaban: “¿Y
cuál será el Nombre del Padre?” El Nombre del Padre para
Redención, pues lo llevaba el velo de carne que estaba entre
ellos; pues Dios lo había colocado en Su velo de carne.
Ahora, encontramos que ahora Cristo dice que El tiene un
Nombre Nuevo. Ese es el Nombre eterno de Dios que el pueblo
hebreo y sus sabios religiosos, teólogos y doctores en
divinidad, los rabinos, los sumos sacerdotes y grandes líderes
religiosos del pueblo hebreo, han deseado conocer. Ese
Nombre eterno de Dios estará en el glorioso Reino milenial
siendo dado a conocer a todos los que estarán viviendo en el
Reino milenial.
De esto da testimonio el profeta Zacarías en el capítulo 14,
donde él con esa visión anticipada del glorioso Reino milenial
nos dice en el capítulo 14, verso 9:
“Y Jehová será rey sobre toda la tierra (eso será en el
Reino milenial). En aquel día Jehová será uno, y uno su
nombre.”
Hay otros lugares en la Escritura donde dice: “Y todos me
COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS 25
“Y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él
mismo.
Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre
es: EL VERBO DE DIOS.
Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco
y limpio, le seguían en caballos blancos.
De su boca sale una espada aguda (que es la Palabra),
para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de
hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios
Todopoderoso.”
Ahora, dice: “y él las regirá con vara de hierro.” Dice que
viene con esa espada para herir las naciones.
Y ahora, en Apocalipsis capítulo 2, verso 26 y 27, miren
la promesa que El hace aquí:
“Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le
daré autoridad sobre las naciones,
y las regirá con vara de hierro (¿quién? el vencedor), y
serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la
he recibido de mi Padre (la misma autoridad que recibió del
Padre, la otorga al vencedor).”
Y ahora, hemos visto que la promesa de Apocalipsis
capítulo 19: “de su boca sale una espada aguda para herir con
ella a las naciones, y las regirá con vara de hierro.” Aquí esa
autoridad se la da, dice, al vencedor: “Yo le daré autoridad
sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro.” Lo mismo
que dice Apocalipsis 19.
Ahora, ¿y qué significa entonces todo esto? Que lo mismo
que Dios hace con Jesús, es lo mismo que Jesús hace con el
vencedor.
Esto lo buscó Santiago, o sea, Jacobo y Juan, porque ellos
desearon tener esta bendición. Si ellos llegan a tener esa
posición en aquel tiempo, hubieran destruido muchas ciudades,
el imperio romano lo hubieran destruido. ¿Por qué? porque
para ese tiempo la piedra no cortada de manos hubiera herido
la estatua, no en los pies de hierro y de barro cocido, sino en
las piernas de hierro; y ese no era el tiempo para eso.
Jacobo y Juan en una ocasión por allá por Samaria, donde
24 WILLIAM SOTO SANTIAGO
cabo la Obra de Redención con Su sacrificio en la Cruz del
Calvario. Y ese Nombre sería el que se usaría y en el cual se
predicaría el Evangelio de la Gracia, dándose a conocer la
Obra de Dios como Redentor, donde se daría a conocer la Obra
de Cristo, la Obra de Redención en la Cruz del Calvario.
Ahora, seguimos leyendo aquí. Dice:
“Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo
te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te
afligieren.
Porque mi Angel irá delante de ti, y te llevará a la tierra
del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y
del jebuseo, a los cuales yo haré destruir.”
Ese Angel, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, miren
ustedes, lleva el Nombre de Dios; y cuando se hizo carne, en
Su velo de carne colocó el Nombre de Dios para Redención.
Y ahora Cristo dice que tiene un Nombre Nuevo. Por eso
es que en Apocalipsis capítulo 19 aparece el Verbo, viene
sobre un caballo blanco, y Su Nombre es el Verbo de Dios. Es
el Angel del Pacto en Su Venida en el fin del tiempo, y por eso
es que Apocalipsis capítulo 19 nos dice así:
“Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este
nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.”
Viene como Rey de reyes y Señor de señores, viene como
Hijo de David, para el Reino milenial que El introducirá.
Apocalipsis 19, verso 11 en adelante, dice:
“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco,
y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia
juzga y pelea.
Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza
muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno
conocía sino él mismo.”
Y acá, en Apocalipsis capítulo 2, verso 17, dice:
“Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le
daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un
nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo
recibe.”
Y aquí viene con un Nombre escrito.
COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS 13
conocerán.” ¿Por qué todos Lo conocerán? Porque todos
conocerán el Nombre eterno de Dios.
Ahora, Cristo dice que escribirá sobre el vencedor, al cual
hará columna en el Templo de Su Dios. Dice: “Yo escribiré
sobre él el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi
Dios.” Porque la ciudad será llamada del mismo Nombre de
Dios. ¿O hay acaso algún nombre mejor que el Nombre de
Dios para la Ciudad de nuestro Dios? No lo hay. ¿O es que
acaso Dios va a permitir que a Su Ciudad le pongan otro
nombre? No.
Ahora, la promesa es que al vencedor le será puesto el
Nombre de Dios y de la Ciudad de Dios y el Nombre Nuevo de
nuestro Señor Jesucristo. Y el Nombre Nuevo de nuestro Señor
Jesucristo es el mismo Nombre eterno de Dios.
Hay personas que por no leer la Biblia no saben que
nuestro Señor Jesucristo tiene un Nombre Nuevo, el cual
recibió cuando El ascendió al cielo victorioso. Porque siempre
se obtiene un Nombre Nuevo cuando se obtiene una victoria,
como la obtuvo Jacob; obtuvo la victoria luchando. Y el Angel
de Jehová le dijo: “Has luchado con los hombres y con Dios, y
has vencido.” Y le cambió el nombre de Jacob a Israel. De
Jacob, que significa ‘suplantador,’ a Israel, que significa
‘Príncipe con Dios.’
Y a Abraham también le fue cambiado el nombre, y luego
pudo tener el hijo prometido. A Sara también le fue cambiado
el nombre, para Abraham por medio de Sara poder tener el hijo
que Dios le prometió.
Y a Simón le fue cambiado su nombre por Pedro, cuando
obtuvo la victoria de la revelación divina de quién era nuestro
Señor Jesucristo. Fue cambiado de Simón a Pedro, porque fue
bienaventurado cuando dijo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del
Dios viviente.”
Y a Saulo de Tarso cuando obtuvo la victoria, lo que
aparentemente para algunas personas fue una derrota, para
Saulo... por lo menos para el grupo del sanedrín, pensaron que
había tenido una derrota, porque cambió del judaísmo al
cristianismo; pero fue más bien una victoria. Y de Saulo, su
14 WILLIAM SOTO SANTIAGO
nombre fue cambiado a Pablo.
Saulo es el mismo nombre Saúl. Y Saúl era de la tribu de
Benjamín. ¿Y Saulo de qué tribu era? De la tribu de Benjamín
también; por eso le pusieron el nombre de Saulo o Saúl. Era
buen nombre para ser un rey, pero para ser apóstol no era buen
nombre; porque Saúl no había obedecido la ordenanza divina,
y el espíritu de Dios se había apartado de Saúl. Pero le fue
cambiado el nombre de Saulo o Saúl por el nombre de Pablo.
Y Pablo fue, vean ustedes, fiel a Cristo.
Como Saúl o Saulo era un perseguidor de Cristo y de los
creyentes en Cristo, como lo era Saúl: un perseguidor de David
y de los que estaban con David. Así que ahora encontramos a
Saúl o Saulo siendo un perseguidor del Hijo de David y de los
seguidores de Cristo. Ahora, Saulo convertido ahora a Cristo es
el gran apóstol San Pablo, por causa de esa victoria que
obtuvo, obtuvo un cambio de nombre.
Ahora, podemos ver que las recompensas divinas son para
los valientes, para los vencedores. Por eso nunca tengan miedo,
nunca caminen hacia atrás en el programa divino, sino siempre
hacia adelante, siempre luchando, caminando siempre hacia
adelante; porque Cristo está con nosotros, y El nos dará
siempre la victoria, porque El es nuestro General.
Así que nunca se aparten de Dios y Su programa. El que
se aparta es el que pierde. El que permanece firme, aunque
tenga problemas, aunque tenga pruebas, obtendrá la victoria,
porque Cristo la ha prometido. Y con la victoria obtendrá todas
las bendiciones que El ha prometido. Es a los vencedores que
El ha prometido esos grandes galardones, esas grandes
recompensas.
Estas recompensas dadas en el libro del Apocalipsis son
dirigidas al Mensajero, y del Mensajero se extienden estas
bendiciones para todo el pueblo de ese tiempo.
Ahora, Dios ha reflejado en las siete edades de la Iglesia
gentil todas las bendiciones que tendrá el vencedor que será
hecho columna en el Templo de nuestro Dios. O sea, que
Cristo ha reflejado en las siete edades de la Iglesia gentil lo que
será la bendición que le tocará al que se sentará con Cristo en
COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS 23
Moisés le cambió el nombre. ¿Ven ustedes lo que son estos
cambios de nombre? Moisés le cambió el nombre a Oseas y le
puso por nombre Josué. ¿Y saben ustedes lo que significa
Josué? Josué significa Salvador o Redentor. El nombre Josué y
el nombre Jesús es el mismo nombre; uno está en hebreo y el
otro está en griego. Tienen el mismo significado ambos
nombres.
Ahora, este servidor de Moisés, con el nombre cambiado
de Oseas a Josué, es el elegido de Dios para llevar el pueblo
hebreo a la tierra prometida; y es el instrumento del Angel del
Pacto. Por eso ustedes encuentran que Josué no preguntaba.
¿Tenía necesidad de alguna cosa? Hablaba la Palabra. Y
encontramos que Josué aprendió muy bien el ministerio a
través de Moisés; porque fue la persona que más cerca estuvo
de Moisés.
Ahora, miren cómo se reflejó el nombre de Dios para
Redención, que usaría en la Primera Venida el Mesías. Ya
estaba reflejándolo en Josué, y también en otros profetas.
En los diferentes nombres que tenían otros profetas,
también estaba reflejando el Nombre que Dios usaría para
Redención.
Ahora, vamos a continuar leyendo aquí. Dice:
“Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde;
porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre
está en él.”
¿Quién dice que Su Nombre está en ese Angel que es
enviado para guiar al pueblo hebreo? Dios dice que el Nombre
eterno de El ¿está dónde? En Su Angel, o sea, en el Angel de
Jehová, en el Angel del Pacto; está en esa teofanía o cuerpo
teofánico de Dios. Y cuando este Angel se hizo carne, el Verbo
se hizo carne, encontramos que usó el Nombre de Redención
de Dios y lo colocó en el velo de carne que El usó para la
Redención.
Por eso le fue dicho a María que le pondría por nombre
Jesús, a ese hijo que tendría que sería Hijo del Altísimo, Hijo
de Dios; porque el Nombre de Dios para Redención tenía que
ser colocado en el velo de carne a través del cual llevaría a
22 WILLIAM SOTO SANTIAGO
que hace las promesas a Su Iglesia, El es el que hace las
promesas a cada uno de ustedes y a mí también. Y al creer en
Sus promesas, El las cumple.
Por eso es que cuando llega el tiempo para el
cumplimiento de Sus promesas, entonces son habladas por
medio del mensaje que corresponde a esa edad o a esa
dispensación, directamente a las personas que están ordenadas
por Dios para recibir el cumplimiento de esas promesas.
Ahora, estábamos hablando o leyendo –antes de la lectura
que dimos de Colosenses, capítulo 1, verso 15 en adelante–
estábamos leyendo en Éxodo, capítulo 23, donde nos dice:
“He aquí yo envío mi ángel delante de ti para que te
guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he
preparado.”
Vimos quién es Ese Angel: Es nuestro Señor Jesucristo en
Su cuerpo teofánico, que es el mismo Dios en teofanía, en
cuerpo teofánico. Por eso ustedes encuentran en el Antiguo
Testamento, que cuando aparece el Angel de Jehová, luego
algunas veces habla en primera persona o en segunda persona;
algunas veces habla diciendo que El es Dios, por ejemplo
cuando le apareció a Moisés, dice que el Angel de Jehová le
apareció en una llama de fuego sobre una zarza, un árbol, y
llamó a Moisés, y luego le dice: “Yo soy el Dios de tu padre,”
o sea, el Dios de Abraham, el padre de Moisés, y “el Dios de
Abraham, de Isaac y de Jacob.” Se está identificando como
Dios, ¿por qué? porque es Dios en teofanía.
El Angel de Jehová es el mismo Dios en un cuerpo
teofánico, el cual se manifiesta en la forma de una llama de
fuego o en la forma de un cuerpo de Angel; el cual apareció en
el Antiguo Testamento en diferentes ocasiones, y a Saulo de
Tarso le apareció en esa luz o llama de fuego.
Ahora, El es el que envió a Moisés, el que ungió a Moisés,
el que usó a Moisés para sacar el pueblo hebreo de Egipto; y
llevó al pueblo hebreo a la tierra prometida.
Cuando terminó Su labor con Moisés, la continuó con
Josué. Y Josué, ¿saben ustedes el nombre que tenía? Se
llamaba Oseas, y era ministro o servidor de Moisés. Pero
COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS 15
Su Trono.
Por esa causa han sido habladas estas bendiciones, estas
recompensas, en las siete edades de la Iglesia gentil; porque
han estado reflejándose allá. Y así como en los profetas del
Antiguo Testamento Dios reflejó lo que haría en Cristo, el
Mesías, en Su Primera Venida, encontramos que en los siete
ángeles mensajeros de las siete edades, Cristo ha reflejado lo
que sucederá con el vencedor que se sentará con Cristo en Su
Trono.
Ahora, viendo que todas estas promesas fueron dadas en
las siete edades de la Iglesia gentil, pero ninguno de los siete
ángeles mensajeros las heredó plenamente, sino parcialmente
recibieron esas bendiciones, y parcialmente fueron
manifestadas en ellos, pero nunca en toda su plenitud...
Porque para heredar estas promesas en toda su plenitud se
requiere que se llegue al tiempo de la restauración del Título de
Propiedad; porque en ese Título de Propiedad están todos los
derechos que la raza humana perdió con la caída en el Huerto
del Edén.
Y Cristo con Su muerte en la Cruz del Calvario compró
todo lo que se había perdido; El pagó el precio de la
Redención. Y toda la Creación, por medio del sacrificio de
Cristo, es restaurada; y le pertenece a Cristo todo lo que El
compró con Su Sangre preciosa y Su muerte en la Cruz.
Durante la Dispensación de la Gracia Cristo ha estado en
el Trono del Padre haciendo intercesión por todos los que están
escritos en el Libro de la Vida del Cordero; por los cuales El
murió y nos limpió con Su Sangre preciosa.
Encontramos que conforme a Su programa restaurará a la
raza humana todo lo que se perdió en la caída; restaurará la
vida eterna, no solamente en el campo espiritual, sino en el
campo físico también.
Por eso es que El prometió una resurrección para los
muertos en Cristo, los cuales escucharán la Voz del Hijo de
Dios, del Hijo del Hombre, y nosotros los que estamos vivos,
dice que escucharemos la trompeta final. Los muertos en Cristo
resucitarán, y nosotros los que vivimos seremos transformados.
16 WILLIAM SOTO SANTIAGO
Y entonces estaremos con cuerpos eternos, espíritus
teofánicos eternos, para vivir por toda la eternidad. Y ahí
dentro: nuestra alma, que es lo que nosotros somos, alma
viviente, alma de Dios, alma de la séptima dimensión. Y
tendremos un cuerpo de la sexta dimensión, llamado el cuerpo
teofánico o espíritu teofánico; y tendremos un cuerpo celestial
físico, visible, en cual viviremos por toda la eternidad; y
reinaremos con Cristo mil años en esta Tierra y luego por toda
la eternidad.
Y este planeta Tierra será el lugar donde nosotros
viviremos, y estaremos en la Ciudad de Jerusalén en el Reino
milenial, y luego en la Nueva Jerusalén, que será la Ciudad que
aparecerá después del Juicio Final, después del Reino milenial,
en donde cada uno de nosotros somos ya ordenados por Dios
como Reyes y Sacerdotes, tanto para el Reino milenial como
para la Nueva Jerusalén, para toda la eternidad.
Ahora, viendo que la promesa divina dada aquí en
Apocalipsis capítulo 3, verso 12, nos dice:
“Al que venciere yo le haré columna en el templo de mi
Dios.”
Y también en Apocalipsis capítulo 3, verso 21, dice:
“Al que venciere yo le daré que se siente conmigo en mi
trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi padre en
su trono.”
O sea, lo mismo que hizo el Padre: le dio que se sentara
con El en Su Trono, a Jesús; ahora eso mismo Jesús hace con
el vencedor. También tenemos la promesa en Apocalipsis
capítulo 2, verso 17. Vamos a ver Apocalipsis capítulo 2, verso
17, dice:
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y
le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un
nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo
recibe.”
Esta es la misma promesa del Nombre eterno de Dios y
Nombre Nuevo del Señor Jesucristo. Aquí dice que le dará a
comer del maná escondido, y que le dará una piedrecita blanca.
COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS 21
humana y viviría entre los seres humanos, sería Emanuel, que
traducido es ‘Dios con nosotros’ (Isaías capítulo 7, verso 14
nos dice así). Fue la Venida del Verbo hecho carne. Por eso
dice San Juan en el capítulo 1, verso 14:
“Y aquel Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros (y
vimos su gloria, como la gloria del unigénito del Padre), lleno
de gracia y de virtud (o de verdad).”
Ahora veamos aquí, sigue diciendo:
“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay
en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles
(porque hay cosas visibles, y hay cosas invisibles también, que
están en otras dimensiones); sean tronos, sean dominios, sean
principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él
y para él.”
Porque toda la Creación le pertenece a Su Creador. El es
el Dueño de la creación.
“Y él es antes de todas las cosas (ahí lo tiene)... él es
antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten.”
El es el que le da no solamente la existencia, sino vida a
eso que El trajo a existencia. El sostiene Su Creación.
“y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el
principio, el primogénito de entre los muertos, para que en
todo tenga la preminencia;
por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda
plenitud,
y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así
las que están en la tierra como las que están en los cielos,
haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.”
Así que podemos ver quién es nuestro Señor Jesucristo. Es
el hombre más importante que ha pisado este planeta Tierra;
porque es el mismo Dios que se hizo hombre y habitó entre los
seres humanos, y pagó el precio de la Redención, y quitó el
pecado del mundo, y con Su Sangre nos limpia de todo pecado.
Ese es nuestro Señor Jesucristo.
¿Hay alguien más importante que El? ¿Hay alguien más
grande que El? No lo hay.
Ahora, El es el que hace las promesas al vencedor, El es el
20 WILLIAM SOTO SANTIAGO
Y encontramos que todavía Abraham... me parece que
Abraham todavía no había tenido hijos, todavía no había tenido
hijos, y ya el bisnieto estaba diezmando a Melquisedec.
Son cosas que ustedes con su mente terrenal no pueden
comprender. Pero esto nos da un ejemplo de lo que San Pablo
nos está diciendo aquí, que todas las cosas fueron creadas en
Cristo; por lo tanto de El proceden todas las cosas, de El
procede toda la Creación.
Miren, algo sencillo: ¿dónde estaban ustedes antes de su
cuerpo estar aquí? Estaban en su papá, eran un gene, su cuerpo
estaba en forma de un gene, y cuando se unió con el óvulo de
su madre, entonces formó el cuerpo que ustedes tienen. ¿Es un
misterio? Sí. Pero ya la ciencia ha estado descubriendo cómo
es que funciona. Y es un misterio toda la creación. La ciencia
está buscando el origen de la creación. Sabe que hubo una gran
explosión, está buscando cómo fue todo. Pero miren ustedes,
aquí San Pablo dice que en El, en Cristo, fueron creadas todas
las cosas.
Cuando Dios creó ese cuerpo teofánico, ese cuerpo que
luego le apareció a Abraham, a Isaac, a Jacob, a Moisés y a
diferentes profetas; cuando Dios creó ese cuerpo, que es el
cuerpo teofánico de Dios, cuando Dios lo creó, ahí Dios creó
todas las cosas, y desde ahí comenzaron luego a ser
manifestadas.
Por eso nos dice que en el principio era el Verbo y el
Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios; y Este era en el
principio con Dios, y por El fueron hechas, creadas, todas las
cosas; y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. O sea,
nadie más ha metido la mano en la Creación. La Creación es
exclusivamente de nuestro Señor Jesucristo en teofanía. Y
nuestro Señor Jesucristo en teofanía es Dios en Su cuerpo
teofánico.
Por eso cuando el profeta Isaías anunció la Primera
Venida de Cristo, la Venida del Mesías, dijo que la virgen
concebiría y daría a luz un hijo, un niño; y ese niño sería
Emanuel, que traducido es ‘Dios con nosotros.’ El Dios
Todopoderoso con Su cuerpo teofánico se vestiría de carne
COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS 17
El profeta Daniel vio una piedra no cortada de manos que
vino en el fin del tiempo e hirió a la imagen en los pies de
hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. Luego esa
piedrecita o esa piedra creció, se convirtió en un gran monte.
Ese monte es el Reino de Dios, el glorioso Reino del Hijo de
David.
Ahora, “le daré una piedrecita blanca,” esa es la Venida de
Cristo, la Venida de la Piedra no cortada de manos, la Venida
de la Piedra que los edificadores desecharon.
También Cristo dijo en este mismo libro del Apocalipsis,
en el capítulo 2, verso 28:
“…y le daré la estrella de la mañana.”
Y Apocalipsis capítulo 22, verso 16, dice:
“Yo soy la raíz y linaje de David, la estrella
resplandeciente de la mañana.”
Así que esta promesa de darle la estrella de la mañana,
resplandeciente, o de darle esa piedrecita blanca, es la Segunda
Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey
de reyes y Señor de señores; porque Cristo es la Piedra no
cortada de manos, Cristo es la Piedra que los edificadores
desecharon, Cristo es la Piedra del ángulo, es la Piedra angular,
Cristo es la Estrella resplandeciente de la mañana.
Por lo tanto la promesa es: “Le daré esa piedrecita blanca,
y en la piedrecita blanca un Nombre escrito.” ¿Un Nombre
qué? un Nombre Nuevo. ¿Y qué otro Nombre Nuevo hay,
fuera del Nombre Nuevo de nuestro Señor Jesucristo? ¿Qué
otro Nombre Nuevo hay para Cristo en Su Segunda Venida, el
Nombre eterno de Dios?
Ahora, podemos ver que la misma promesa de: “y
escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el Nombre de la
ciudad de mi Dios, y mi Nombre nuevo,” aquí también está:
“Y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita un nombre
nuevo escrito, el cual ninguno conoce sino aquel que lo
recibe.”
¿Quién es el que recibe ese Nombre Nuevo? El que recibe
esa Piedrecita blanca recibe ese Nombre en esa piedrecita
blanca que viene en el fin del tiempo. En la Venida de Cristo
18 WILLIAM SOTO SANTIAGO
viene el Nombre Nuevo de Cristo.
Bueno, y ese será el Nuevo Nombre para la Iglesia del
Señor Jesucristo, para el glorioso Reino milenial. Porque con
un cambio de dispensación, hay cambio de Nombre también.
Vean ustedes que cuando hubo el cambio de la
Dispensación de la Ley a la Dispensación de la Gracia,
encontramos que ya en el Nuevo Testamento no se usaba el
Nombre de Jehová por los apóstoles, sino el Nombre de
Jesucristo; porque el Angel de Jehová o Angel del Pacto había
tomado el Nombre de Redención, que es Jesús, que significa
Redentor, y con ese Nombre El ha estado manifestándose
durante la Dispensación de la Gracia.
El dijo, Jesús dijo, que el Espíritu Santo vendría en Su
Nombre. Por eso cuando apareció el Angel del Pacto, el Angel
de Jehová, que es el mismo Señor Jesucristo en Su cuerpo
teofánico, cuando le apareció a Moisés, le dijo: “Yo soy el
Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.” Y cuando Moisés
preguntó por su nombre, le dijo: “Yo soy el que soy, y le dirás
al pueblo: Yo soy me ha enviado.”
Pero ahora cuando le aparece a Saulo de Tarso en el
camino a Damasco, y le dice: “Saulo, Saulo, ¿por qué me
persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón.” Y
Saulo, sabiendo que era el Dios de Abraham, de Isaac y de
Jacob el que le estaba hablando, que era el mismo que le había
aparecido a Moisés en aquella luz, ahora le dice: “Señor,
¿quién eres?” le está diciendo: “Señor, Elohim, ¿quién eres?”
Y aquella Luz, que es el Angel de Jehová o Angel del Pacto, le
dice: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues.”
Ahora encontramos al Angel del Pacto, que es Jesucristo
en Su cuerpo teofánico, usando el Nombre de Redención, el
Nombre Jesús.
Ahora, encontramos luego que el Señor Jesucristo dice
que El tiene un Nombre Nuevo, y ese es el Nombre del Padre,
y ese es el Nombre de la Ciudad de nuestro Dios, ese es el
Nombre que El promete colocar, escribir, sobre el vencedor,
sobre aquel que El hará columna en el Templo de nuestro Dios.
El Nombre de Dios, miren ustedes, en Éxodo capítulo 23,
COLUMNA EN EL TEMPLO DE DIOS 19
verso 20 en adelante, dice:
“He aquí yo envío mi Angel delante de ti...”
Ese es el Angel de Jehová, o sea, ese es el cuerpo
teofánico de Dios, donde Dios se manifestó al pueblo hebreo,
ese es el cuerpo teofánico desde donde Dios llevó a cabo toda
la Creación, ese es el Verbo de Dios.
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y
el Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios.
Todas las cosas por El fueron hechas, y sin El nada de lo
que ha sido hecho, fue hecho.
En El estaba la vida, y la vida era la Luz de los hombres.”
(San Juan 1:4).
Ahí está el origen de toda la creación, el origen de la vida.
Cuando Dios se creó Su propio cuerpo teofánico, ahí fue el
comienzo de la creación; y después de ahí surgieron todas las
cosas, pero estaban en Cristo, en ese cuerpo teofánico que Dios
creó.
El apóstol San Pablo teniendo un conocimiento claro de la
creación, nos dice, hablándonos acerca de Cristo, nos dice así...
en Colosenses capítulo 1, verso 15 en adelante, dice:
“El es la imagen del Dios invisible...” La imagen del Dios
invisible es Cristo en Su cuerpo teofánico, y es Cristo en Su
cuerpo de carne que tuvo aquí en la Tierra. “A Dios nadie le
vio jamás, el Unigénito Hijo que está en el seno del Padre, él le
declaró (El le reveló, por medio de esa forma visible que tuvo
Cristo).”
“El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de
toda creación (el Primogénito de toda Creación; o sea, que no
hay nada creado primero que Cristo).
Porque en él fueron creadas todas las cosas.”
En El fueron creadas todas las cosas. Así como cuando
Abraham diezmó a Melquisedec, Leví estaba diezmando a
Melquisedec, y todavía Leví no había nacido; porque Leví era
bisnieto de Abraham; pero miren ustedes, y sin embargo estaba
diezmando a Melquisedec. Leví estaba en los lomos de
Abraham, allí estaba, pero nadie lo veía.