Download - Rabotnikof, N. - Público y privado
-
Pblico-Privado*
Nora Rabotnikof
C
omo esquema de diferencias, el par conceptual "pblico-pri-
vado" ha tenido una posicin clave en las observaciones del
pensamiento poltico y social de Occidente . Los lenguajes es-
pecializados as como las retricas de la vida cotidiana le otorgan un
lugar privilegiado. Desde hace unos aos, se ha convertido en una refe-
rencia ineludible en los debates polticos y en las argumentaciones
morales contemporneas. Pero, aunque algunos autores la consideran
"la gran dicotoma" del pensamiento poltico (Bobbio, 1987), ya que al-
berga o ampara lgicamente otra serie de distinciones conceptuales
derivadas, su definicin est lejos de ser inequvoca . Se trata de uno de
esos "conceptos esencialmente controversiales" (Connolly, 1983) . A esta
equivocidad se agrega el hecho de que existen diferentes "versiones"
de tal dicotoma, entretejidas en vocabularios y tradiciones distintas .
As, la "gran dicotoma" puede resultar "una distincin inherentemente
problemtica y a menudo traicionera, frecuentemente confusa y poten-
cialmente inconducente" (Weintraub,1997) . Sin embargo, tomada con
cautela y reflexividad, constituye tambin un instrumento poderoso
y hasta indispensable del anlisis sociolgico y de la reflexin moral y
poltica. Pero cautela y reflexividad no son siempre moneda corriente
en el debate acadmico, ya que la distincin no slo es utilizada en
diferentes sentidos dentro de los distintos campos especializados y tra-
diciones tericas (teora feminista, antropologa social, teora poltica,
teoras de la eleccin pblica, perspectiva jurdica, etc .), sino que den-
tro de una misma perspectiva a menudo no se es consciente de las al-
ternativas de uso o de los supuestos presentes en el vocabulario
conceptual propio . Por ello, parece necesario tener en claro que la distan
* Una versin modificada de este ensayo aparecer en el Diccionario de Poltica,
proyecto CONACYT-FLACSO .
3
-
lo pblico, lo privado
cin pblico-privado no es unitaria, no comprende una nica oposicin
sino una familia compleja de oposiciones, no carentes de vinculacin pero
tampoco mutuamente reductibles. Y que su utilizacin en el contexto de
vocabularios tericos diferentes no slo apunta a fenmenos tambin
diferentes, sino que traza o identifica problemas distintos, evaluacio-
nes y cursos de accin dispares, activando supuestos e imgenes del
mundo a menudo divergentes .
De manera muy general podemos sealar tres sentidos tradicio-
nalmente adheridos a la distincin pblico-privado ; o, mejor dicho, tres
"criterios" heterogneos para el trazado de dicha distincin :
a) En primer lugar, el criterio para el trazado de la distincin es
la referencia al colectivo o a la dimensin individual . As, pblico alu-
de a lo que es de inters o utilidad comn a todos, lo que atae al
colectivo, lo que concierne a la comunidad, en oposicin a lo privado,
entendido como aquello que refiere a la utilidad e inters individua-
les. De all tambin que, en algunas definiciones, el trmino pblico
aparezca como lo "perteneciente o concerniente a todo un pueblo" y
por tanto su referencia a la autoridad colectiva, al estado . En oposi-
cin, en esta primera acepcin, lo privado designa lo que es singular
y particular que, en su origen, pretende sustraerse a ese poder pbli-
co (entendido como poder del colectivo) . Es tambin en este primer
sentido que el adjetivo "pblico" se vuelve progresivamente sinni-
mo de "poltico" (como veremos ms adelante en su doble dimen-
sin: poltico-estatal y pblico-poltico-no-estatal) .
b) El segundo criterio refiere a la visibilidad vs . el ocultamiento, a
lo que es ostensible y manifiesto vs . lo secreto. Pblico designa aqu lo
que es visible y se despliega a la luz del da en oposicin a lo privado
entendido como aquello que se sustrae a la mirada, a la comunicacin
y al examen, y que conecta histricamente con lo sacro (Douglas, 1970) .
La nocin ilustrada de "publicidad" recuperar bsicamente este crite-
rio. La connotacin espacial, en tanto se habla de visibilidad y oculta-
miento, es casi inevitable . As, el trnsito de lo pblico a lo privado
pasa de lo ms exterior a lo ms protegido: del foro, la escena, la plaza,
"hasta los ltimos reductos en los que se encierra la ms preciosa de las
riquezas [ . . .] en los que se amurallan las situaciones que no se pueden
exhibir" (Aries y Duby, 1990) .
c) El tercer criterio es el de la apertura-clausura . En este caso, p-
blico designa lo que es accesible, abierto a todos, en oposicin a lo pri-
4
-
Nora Rabotnikof
vado, entendido como lo que se sustrae a la disposicin de los otros .
Este tercer criterio no siempre es explcito, ya que en ocasiones aparece
como una derivacin del primero, aunque para algunas reconstruccio-
nes, ste parece ser el significado original de la distincin . Pblico, en
este caso es aquello que al no ser objeto de apropiacin particular se
encuentra abierto, distribuido . De all se derivara el sustantivo "el p-
blico", entendido como el conjunto de los que se benefician de esa aper-
tura. As, un uso del publicare latino alude a la confiscacin, que sustrae
algo a la disposicin particular . Los lugares pblicos (calles, plazas)
son lugares abiertos a todos, mientras que el smbolo ms ostensible de
la privaca entendida como apropiacin es la clausura, la cerca .
Segn el primer criterio (colectivo-individual) pblico se asociara
progresivamente a poltico, entendido como estatal o como cvico comu-
nitario . En el segundo sentido, toda prctica que tiene lugar ante la mira-
da de otros es pblica, pero no necesariamente poltica ni por supuesto,
coincidente con una accesibilidad generalizada . Los cdigos de caballe-
ra, la prcticas cortesanas, la fiesta barroca, la liturgia eclesistica, son
prcticas que combinan visibilidad y clausura, apertura a la mirada y
exclusin en cuanto a la accesibilidad (Elias, 1969) . Por otra parte, en
distintos momentos histricos la identificacin entre lo pblico y lo esta-
tal supuso que el estado encarnaba lo colectivo y comn a todos (vs . lo
privado-particular), mientras que al mismo tiempo reivindicaba
argumentadamente la necesidad de sustraerse a la publicidad entendida
como visibilidad (secreto de estado, doctrina de la razn de estado) . Un
ejemplo clsico de la no coincidencia de los tres criterios la encontramos,
por ejemplo, en la defensa del carcter secreto del sufragio . La prctica
del sufragio secreto (no pblico) poda, segn algunos, reforzar la posi-
bilidad de una decisin "privada", es decir separada o indiferente del
inters colectivo . Para otros, por el contrario, el carcter no pblico (se-
creto) era precisamente lo que permita que el votante se despojara de
presiones "privadas" (relaciones de poder, de trabajo, etc .) y de ese modo
, que la accin de sufragar pudiera cumplir su funcin "pblica" . Por
otra parte, cabra recordar que antes de la instauracin del sufragio uni-
versal, el carcter pblico de los procesos electorales (que apuntaban a la
autoridad comn y, en tanto procesos, eran visibles y se desarrollaban a
la luz del da) no coincida con una pblica accesibilidad . Ni lo pblico
en el primer sentido fue siempre tratado pblicamente ni lo privado (in-
dividual) estuvo oculto de la misma manera a la mirada de los otros .
5
-
lo pblico, lo privado
Por supuesto, estos tres sentidos o criterios bsicos se han articu-
lado de manera diferente segn las transformaciones que han ido otor-
gndole densidad histrica, as como segn los usos que desde distintos
enfoques disciplinarios han ido codificando y sedimentando significa-
dos. La pluralidad de sentidos tambin se relaciona con el hecho de
que, si bien tales significados no pueden ser considerados en s mismos
trminos evaluativos (como "justo", "bueno", "democrtico", etc .) a
menudo son utilizados en contextos evaluativos, tanto para defender
la primaca de lo pblico sobre lo privado como para reivindicar la au-
tonoma del mbito privado frente al escrutinio pblico (en sus distin-
tas acepciones o contextos de debate) .
De manera muy esquemtica podramos sintetizar cuatro con-
textos de discusin o campos problemticos en los que se usa de ma-
nera diferente la distincin pblico-privado . Estos contextos de
discusin no slo apuntan a fenmenos distintos, a dimensiones dife-
rentes de la experiencia humana o topolgicamente a "lugares" dis-
tintos de la sociedad, sino que generan lneas de investigacin y de
reflexin alternativas . Siguiendo en este punto a Weintraub (1997)
podramos hablar : a) de la invocacin a la distincin pblico-privado
en el debate en torno al alcance del sector pblico y las privatizaciones ;
b) de la reivindicacin de una esfera de lo pblico en la tradicin
participacionista o cvica ; c) del anlisis de las transformaciones de la
vida privada (entendida sta como la esfera de la intimidad, la fami-
lia, la sexualidad, las relaciones afectivas) y de la vida pblica (enten-
dida como espacio de sociabilidad) ; y d) de la crtica a la distincin
pblico-privado en la literatura feminista . La agrupacin de los usos
de la distincin es relativamente convencional y podra hacerse tam-
bin segn tradiciones tericas o perspectivas disciplinarias. Sin em-
bargo, este agrupamiento puede resultar til en tanto involucra cruces
interdisciplinarios, apunta a debates contemporneos y puede servir
como ejemplo de la variedad de modos de utilizar descriptiva y
evaluativamente la distincin .
a) La distincin pblico-privado entendida como oposicin
entre estado y mercado . Un primer contexto de discusin en el que se
pone en juego una "versin" de la dicotoma es aquel en el que se tien-
de a identificar un sector "pblico" ligado bsicamente a la administra-
cin y al gobierno y un sector privado en general asociado al modelo
de mercado . En relacin con las tres acepciones mencionadas, en este
6
-
Nora Rabotnikof
caso el adjetivo "pblico" (aplicado por ejemplo al caso de los bienes
pblicos) refiere a un beneficio colectivo indivisible (la visibilidad es
irrelevante, y la accesibilidad se da por sentada) (Benjamin, 1991) . En
este contexto de la discusin, presente por ejemplo en la primera etapa
del debate en torno a las "privatizaciones", se tiende a identificar, si-
guiendo una larga tradicin terica, lo pblico con las agencias estata-
les, de modo que sector pblico y sector privado se equiparan a
gubernamental y no gubernamental . La intervencin "pblica" en m-
bitos que pueden ser considerados privados se entiende como el alcan-
ce posible de la regulacin administrativa respaldada por el monopolio
de la coercin. Este uso de la dicotoma recoge una larga tradicin de
identificacin entre lo "pblico" y lo poltico-estatal, recuperando la
oposicin entre jerarqua y espontaneidad, entre ley y contrato, entre
estado e iniciativa "privada" . Como dijimos, las primeras "reformas"
del estado, los debates en tomo a las privatizaciones y la rgida oposi-
cin estado-mercado tendi a recurrir a este uso de la dicotoma pbli-
co-privado. En este primer contexto del debate contemporneo, pareci
que la discusin se centraba en los alcances posibles y deseables de la
reduccin o reforma del mbito pblico o viceversa, en la ampliacin y
alcance de las privatizaciones . Es as que no slo se produce la identifi-
cacin entre pblico-poltico y finalmente estatal, sino que el lado "pri-
vado" de la distincin es identificado centralmente con la propiedad y
el inters particular (Benn y Gauss, 1983) .
b) En otro contexto de debate, desde una perspectiva que podra-
mos llamar "cvica", se recupera una "esfera de lo pblico" pensada en
trminos de ciudadana y participacin, bajo el modelo de un tipo de
comunidad diferente del mercado y del estado y diferenciada tambin
del mbito privado, aunque ligada a l . El mbito pblico es aqu el m-
bito de participacin en las decisiones colectivas, en un plano de igual-
dad y solidaridad cvica . Lo poltico-pblico significa aqu discusin,
debate, participacin, deliberacin, voluntad y opinin colectiva
(Habermas, 1981) . En este vocabulario, lo pblico parece volver a reunir
los tres sentidos a l asociados : el de la generalidad o bien comn, el de la
aparicin y el de la accesibilidad, recuperando as la idea de res publica
entendida como bien comn, autodeterminacin y accesibilidad gene-
ral. En algunas versiones, la dicotoma pblico-privado aparece en con-
traposicin directa a las categoras de estado-sociedad civil, de modo
que resulta difcil su traduccin al vocabulario del contexto que mencio
-
lo pblico, lo privado
nbamos en primer trmino (Arendt,1958) . En otras versiones, la esfera
pblica tiende a identificarse con el ncleo de la sociedad civil o a ser
una suerte de mediacin entre sta y el estado (Habermas, 1987). El mbi-
to privado, por el contrario es o bien identificado (en vena aristotlica) con
la necesidad y la dominacin, o bien, en un sentido ms moderno, con el
mercado, la familia, la intimidad y la libertad de conciencia . En este caso,
tambin el adjetivo "pblico" se identifica con "poltico", aunque no con
"estatal". Desde esta perspectiva, y ello fue claro en el debate latinoame-
ricano, precisamente se trataba de reivindicar un espacio de lo pblico
separndolo o "desanudando" su identificacin con lo estatal (Portantiero,
1989). Esta versin de la esfera pblica, que comenz afirmando su dife-
renciacin respecto del estado, lleg en algunas versiones extremas a ca-
racterizar lo pblico precisamente como lo no-estatal (Kean, 1992),
generando as una nueva confusin conceptual . Aqu tambin se produce
la identificacin de lo pblico con lo poltico, pensado ste en su sentido
original de polis, diferenciado del mbito domstico y econmico.
c) Una tercera perspectiva, presente en los trabajos de Aries acerca
de la infancia y la familia (y tambin en su Historia de la vida privada) ; en
la obra de Elias, en el clsico texto de Sennett o en los trabajos de Goffman
tiende a dibujar la nocin de espacio pblico como un lugar de
sociabilidad fluida, diferente de las estructuras de las organizaciones
formales por un lado (burocracia, empresa, etc.) y de los mbitos priva-
dos-ntimos como la familia y la domesticidad . En este caso, el eje no es
estado o ciudadana vs . mercado, ni pblico-poltico vs . no poltico . El
eje esta dado por distintas formas de concebir la sociabilidad, por la
distincin entre la "vida en pblico" y la "vida en privado" . Es en ese
sentido que Aries, en su historia de la vida privada, afirma que en la
sociedad del Antiguo Rgimen la vida se desplegaba, en gran parte,
"en pblico". En realidad, tanto Aries en este texto, como Habermas en
su reconstruccin de la gnesis de la esfera "ntima" en Historia y crtica
de la opinin pblica, como en gran parte de El proceso civilizatorio de
Elias, muestran el proceso de "privatizacin" de la familia y del mbito
de las relaciones afectivas a partir de un tejido comunitario "pblico" .
En este caso, parece primar el segundo criterio, el de la visibili-
dad, la aparicin y la exposicin a la mirada de los otros . Sin embargo,
aun cuando su inters no se centre en lo pblico-poltico vs . lo privado-
individual, estos estudios reconstruyen el surgimiento paralelo de es-
tructuras de relacin formalizadas e impersonales (estado, empresa) y
8
-
Nora Rabotnikof
de un mbito privado (amor romntico, familia) como rasgos distinti-
vos de la modernidad. Se distinguen as la vida "personal" y la socie-
dad, las instituciones abstractas (Berger, 1974) y la esfera privada
emocionalmente cargada, en otros vocabularios "los sistemas" y el
"mundo de la vida", el mbito de la formalizacin y el de la cercana y
la amistad, lo impersonal y lo personal .
A veces, entre estos dos mundos separados por el eje personal-
impersonal aparece un nueva caracterizacin de la vida pblica, dife-
rente de aquella que la identifica con la ciudadana y la participacin
poltica. En este caso, predomina para el mbito pblico la metfora
teatral : espacio en el que los actores sociales representan sus papeles
pblicos, puesta en escena y actuacin frente a un pblico de descono-
cidos, accin dramatrgica (Sennett, 1978 ; Goffman, 1963). El mbito
privado, por el contrario, transcurre a "puertas cerradas", en el backstage
(Goffman), lejos de la mirada del "pblico", en situaciones de camara-
dera, amistad y complicidad que requieren y desarrollan sus propios
cdigos .
Los "lugares pblicos", los espacios pblicos urbanos se transfor-
man as en objetos privilegiados de la investigacin : espacios fsicos de
interaccin, pblicos en tanto plenamente visibles y accesibles . Espa-
cios de sociabilidad, en los que se instauran nuevas distancias y nuevas
relaciones. Ambitos de visibilidad recproca que configuran conductas
pblicas, establecen relaciones y tambin contribuyen a sostener la iden-
tidad personal. En lugar de una "esfera pblica" donde se procesa la
atencin, el consenso y la voluntad colectiva (Habermas, 1987), un es-
pacio pblico caracterizado por la civil inattention (Goffman, 1963) .
d) La literatura feminista, en sus sucesivas oleadas, ha tendido a
configurar otra versin de la dicotoma pblico-privado y a partir de
este trazado ha contribuido a abrir un rea de problemas diferentes. En
trminos generales, la primera caracterizacin identific lo privado con
el mbito familiar y domstico, y lo pblico con el mbito del mercado
y del orden poltico . Las crticas feministas se dirigieron tanto a la for-
ma tradicional de trazar la frontera entre ambas esferas, como al senti-
do mismo de la distincin. Desde un punto de vista histrico, la crtica
se dirigi en sus orgenes a la formulacin "liberal" de la dicotoma
pblico-privado, cuya separacin entre ambos mbitos aunaba varias
operaciones ideolgicas. En primer lugar, el mbito pblico se trans-
formaba en objeto de reflexin, teorizacin y legislacin, mientras que
9
-
lo pblico, lo privado
la esfera domstica (familiar y sexual) se trivializaba, aceptando como
dato natural las relaciones patriarcales. En segundo lugar, la distincin
pblico-privado supona, tanto desde el punto de vista de la organiza-
cin social como de la ideologa, la desigual asignacin de mujeres y
hombres a una y otra esfera. Y en tercer lugar, la defensa de la
"privacidad" tena como consecuencia prctica que el mbito domsti-
co y familiar se sustrajera al escrutinio pblico y a la proteccin legal
(Pateman, 1996) .
La consigna "lo personal es poltico" en cierta forma puso en ja-
que las caracterizaciones anteriores de la dicotoma, aunque tambin
introducira mayor confusin en el vocabulario . Con dicha consigna se
cuestionaba el carcter "natural" de las relaciones en el mbito ntimo
de la familia y la sexualidad, mostrando las relaciones de poder subya-
centes y su carcter de construccin legal y cultural (Cohen, 1992 ;
Pateman, 1996) . Por otra parte, se denunciaba la trivializacin a la que
se sometan valores ticos y polticos centrales cuando toda una serie
de cuestiones referidas a la familia, la crianza y las mujeres se "privati-
zaban". Sin embargo en ocasiones esta consigna fue interpretada en
trminos de identidad entre lo poltico y lo personal, de modo que "nada
personal quedaba fuera de una definicin, direccin o manipulacin
poltica" (Elshtein, 1997) . De all que en algunas posiciones se plantea-
ra directamente el abandono "terico y poltico" de la distincin pbli-
co-privado . En los ltimos aos, varias tericas feministas han elaborado
apreciaciones mucho ms matizadas y complejas en torno a esta distin-
cin, dando cuenta de la variedad de usos de la dicotoma y pugnando
por una redescripcin de la misma. Uno de estos intentos de redescripc
in se da a partir del debate norteamericano sobre losprivacy rights.
En este debate, contra las crticas de corte comunitarista, pero tambin
frente a los embates de cierto feminismo que seala que dichos dere-
chos refuerzan el modelo liberal de la dicotoma pblico-privado (que
liga este ltimo mbito con la familia y la propiedad, McKinnon, 1989),
se intenta rescatar la proteccin de un mbito privado de derechos in-
dividuales organizados alrededor de la "inviolabilidad de la personali-
dad, la intimidad y la integridad corporal" (Cohen, 1992) . Otro intento
similar de recuperar la dicotoma se produce como reaccin frente a la
"poltica de la diferencia" y como intento de preservar al mismo tiem-
po una esfera privada compleja y de revitalizar un espacio pblico di-
ferenciado que incluya tanto el tema del gnero como la diferencia en
10
-
Nora Rabotnikof
general (nuevas formas de articulacin entre inclusin e igualdad con
diferencia y diversidad) .
Estos cuatro contextos diferentes de debate son una muestra de
algunas de las formas de construir la distincin y de sealar as campos
problemticos analticamente distinguibles . En el primero, lo pblico
se asocia a lo poltico-estatal, mientras que lo privado se identifica con
el inters particular, el mercado y en algunas versiones con la "socie-
dad civil" . En el segundo, lo pblico se asocia con cvico-poltico, mien-
tras que lo privado se acerca a la economa, la familia y las relaciones
personales . En el tercero, el par pblico-privado se asocia a formas es-
pecficas de sociabilidad ; y en el cuarto, al menos inicialmente, lo p-
blico se asocia al estado, la sociedad civil y la economa, mientras que
lo privado se identifica con lo domstico familiar.
Sin embargo, en el curso de los debates generados a partir de las
diferentes perspectivas, se produjo en casi todos los casos una desestab ilizacin de los antiguos significados. El debate en torno a las
privatizaciones gener la necesidad de una redefinicin de lo pblico,
as como las crticas a la idea ilustrada de esfera pblica pusieron en
evidencia los lmites y las dificultades tericas para articular la nocin
de ciudadana con las diferentes adscripciones privadas (Calhoum,1992) .
Las investigaciones en torno a la historia de la vida privada y las for-
mas de sociabilidad en lugares pblicos replantearon la discusin so-
bre los logros y fracasos de la modernidad y el debate en torno a los
privacy rights puso de relieve que la asociacin de lo privado con la
familia patriarcal y la propiedad privada no es ni necesaria ni esencial .
Por otra parte los vertiginosos desarrollos tecnolgicos en algunas -
reas (informacin, ingeniera gentica) han vuelto a poner sobre el ta-
pete tanto la relacin entre regulacin estatal y economa de mercado
como el trazado de las fronteras entre reglamentacin legal y poltica y
autonoma del mbito personal-privado . En todo caso, estas cuestiones
muestran que el par conceptual, lejos de referirse a dos mbitos "onto-
lgicamente diferenciados", constituyen una diferencia cuyos lmites
se han modificado histricamente . Y que el conflicto por la definicin
de esos lmites ha formado y forma parte de maneras especficas de
concebir la vida social y poltica .
1 1
-
lo pblico, lo privado
Bibliografa
Arato, A . y J . Cohen, Civil Society and Political Theory, MIT Press, 1992.
Arendt, Hannah, The Human Condition, Chicago University Press, 1958 .
Aries, Philippe, L'Enfant et la vie familiale sous l'Ancien Regime, Plot, 1960.
Aries, P. y G. Duby, Historia de la vida privada, Taurus, Madrid, 1990.
Ball, Terence y James Farr, Political Innovation and Conceptual Change,
Cambridge, 1989 .
Benn S. y Gauss, Public and Private in Social Life, Croom Helm, Londres,
1983 .
Benn,S. y G. Gaus (comps.), Public and Private in Social Life, Croom Helm,
Nueva York, 1983 .
Benjamin, Roger, Los lmites de la poltica, Alianza, 1992 .
Berger, Peter, The homeless mind, Vintage, Nueva York, 1974.
Bernstein, Richard, "Rethinking the Social and the Political, en
Philosophical Profiles, Basil Blackwell, 1986 .
Bobbio, Norberto, Estado,gobierno y sociedad, FCE, Mxico, 1987 .
Calhoum, Craig, Habermas and the Public Sphere, MIT Press, 1992 .
Cohen, Jean, "Rediscribing Privacy: Identity, Difference and the
Abortion Controversy", Columbia Journal of Gender and Law, vol . 3,
nm. 1, 1992 .
Conolly, William, The Terms of Political Discourse, Princeton, 1983 .
Cotterau, Alain y Ladriere Paul (ed .), Pouvoir y legitimit. Figures de
1'espace public, Raisons Pratiques, Ecole d'Hautes Etudes en Sciences
Sociales, Pars, 1992 .
Chanial, Philippe, "Espaces publics, sciences sociales et dmocracie",
en Quaderni, nm.18, Pars, 1992 .
Douglas, Mary, Natural Symbols: Explorations in Cosmology, Routdlege,
1970 .
Elias, Norbert, The Civilizing Process, Pantheon, N. York, 1982.
Elias, Norbert, La sociedad cortesana, FCE,1982 .
Elshtein, Jean, "The Displacement of Politics" en Weintraub Jeff y Kumar,
Krishan, Public and Private in Thought and Practice.
Ferry, Jean Marc, Wolton, Dominique et al . ; El nuevo espacio pblico,
Gedisa, 1992 .
Gobetti, Daniela, Public and Private, Routledge, 1992 .
Goffman, Erving, Behavior in Public Places: Notes on Social Organization
of Gatherings, Free Press, N . York, 1963 .
1 2
-
Nora Rabotnikof
Habermas, J., Historia y crtica de la opinin pblica, Gustavo Gilli, Barce-
lona, 1981 .
Habermas, J ., Teora de la Accin Comunicativa, Taurus, 1987 .
Hirschman, A ., Shifting Involvements : Private Interest and Public Action,
Princeton, 1982 .
Kean, John, La vida pblica y el capitalismo tardo, Alianza, 1992 .
Landes, Joan, Women and the Public Sphere in the Age of the French
Revolution, Ithaca, 1988 .
Lipovetsky, Gilles . "Espacio privado y espacio pblico en la era pos-
moderna", en Sociolgica, ao 8, nm. 22,1993 .
McKinnon, Catherine, Toward a Feminist Theory of the State, Harvard
University Press, 1989 .
Maier, Charles,Changing Boundaries of the Political: Essays on the Evolving
Balance Between the State and Society. Public and Private in Europe,
Cambridge University Press, Nueva York, 1987 .
Moore, Barrington, Privacy: Studies in Social and Cultural History,Armonk,
1984
Pateman, Carol, "Crticas feministas a la dicotoma pblico-privado"
en Perspectivas feministas en teora poltica, Paids, 1996 .
Portantiero, Juan Carlos, "Las mltiples transformaciones del Estado
latinoamericano", en Nueva Sociedad, noviembre de 1989 .
Sennett, Richard, The Fall of the Public Man, N. York, 1978 .
Weintraub, Jeff y Krishan Kumar, Public and Private in Thought and
Practice: Perspectives on a Grand Dichotomy, University of Chicago
Press,1997 .
White, Stephen, "Life-world and politics", Notre Dame, 1989 .
13