edición nº 503: de ròzsaa soza,¡bocazas!

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Semanario Nacional Viernes 15 al jueves 21 de marzo de 2013 Santa Cruz de la Sierra, Bolivia Año 10 Número 503 Bs 5 De Ròzsa a Soza, ¡bocazas! “Pero no, puta, se cae este caso hermano, a la mierda, ¡se cae el Evo!”, se escucha decir a Marcelo Soza en una grabación entregada de manera anónima a la senadora Carmen Eva González. Después de leer en detalle la trans - cripción de ese audio, uno no puede dejar de coincidir con Soza. Págs. 4-8 Mariel Palma e Ingrid Wichtendahl abordan por separado una preocu- pación: el crecimiento caótico de la capital cruceña por faltas graves de autoridades y vecinos. Págs. 16-17 Bolivia va de tumbo en tumbo en su política de Comercio Exterior. Es lo que demuestra al jugar a la CAN y al Mercosur al mismo tiempo. Un informe de Populi. Págs. 10-11 Sobre Santa Cruz de la Sierra y un malestar generalizado Bolivia en la CAN y Mercosur, ¿suma ganancias o pérdidas? Corrupción, un mal mayor que está lejos de ser extirpado Winston Estremadoiro reflexiona sobre un viejo mal que afecta a go - biernos y sociedades: la corrupción. Esta vez, a propósito de Lula y un nuevo escándalo. Pág. 12

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“Pero no, puta, se cae este caso hermano, a la mierda, ¡se cae el Evo!”, se escucha decir a Marcelo Soza en una grabación entregada de manera anónima a la senadora Carmen Eva González. Después de leer en detalle la transcripción de ese audio, uno no puede dejar de coincidir con Soza.

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Page 1: Edición Nº 503: De Ròzsaa Soza,¡bocazas!

Semanario Nacional • Viernes 15 al jueves 21 de marzo de 2013 • Santa Cruz de la Sierra, Bolivia • Año 10 • Número 503 • Bs 5

De Ròzsa a Soza,

¡bocazas!“Pero no, puta, se cae este caso hermano, a la mierda, ¡se cae el

Evo!”, se escucha decir a Marcelo Soza en una

grabación entregada de manera anónima a la

senadora Carmen Eva González. Después de

leer en detalle la trans-cripción de ese audio,

uno no puede dejar de coincidir con Soza.

Págs. 4-8

Mariel Palma e Ingrid Wichtendahl abordan por separado una preocu-pación: el crecimiento caótico de la capital cruceña por faltas graves de autoridades y vecinos. Págs. 16-17

Bolivia va de tumbo en tumbo en su política de Comercio Exterior. Es lo que demuestra al jugar a la CAN y al Mercosur al mismo tiempo. Un informe de Populi. Págs. 10-11

Sobre Santa Cruz de la Sierra y un malestar generalizado

Bolivia en la CAN y Mercosur, ¿suma ganancias o pérdidas?

Corrupción, un mal mayor que está lejos de ser extirpado

Winston Estremadoiro reflexiona sobre un viejo mal que afecta a go-biernos y sociedades: la corrupción. Esta vez, a propósito de Lula y un nuevo escándalo. Pág. 12

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Santa Cruz de la Sierra • Bolivia

EDITORIAL

Voz compartida

Sin vueltas

El fiscal Soza tiene razón...Una de las pocas veces, sino la única, en las que el fiscal Marcelo Soza ha

logrado adhesiones al hablar del caso Ròzsa -o terrorismo I y II, como le llama la Fiscalía- es sin duda la que acaba de protagonizar, aunque

contra su voluntad, al revelarse una grabación en la que se le escucha dar detalles sobre la manipulación del caso por parte de la Fiscalía y del Gobierno central. Ninguna novedad, se podría decir, considerando que lo dicho por Soza en una conversación con otro funcionario público no identificado ya había sido reve-lado de manera pública por Carlos Valverde Bravo, tras una minuciosa inves-tigación periodística que arrojó material suficiente hasta para publicar un libro.

Claro que las revelaciones de Valverde quedaron ahí, como prueba estática, porque ni al Gobierno ni a muchos medios les interesaba darle valor: al primero, porque no le convenía en absoluto llegar a la verdad en el caso Ròzsa; y a los segundos, porque la mezquindad les impide valorar el trabajo -y más aun si es primicial- de otros profesionales o medios colegas, o por complicidad y some-timiento al control político del gobierno de turno. Valverde demostró hace más de un año que el caso Ròzsa fue montado por el Gobierno para aniquilar a la dirigencia cívico empresarial cruceña que representaba, en esos primeros años de Poder del MAS, su principal bloque opositor.

Claro, dirán algunos, una cosa es que un periodista o medio descubra pruebas que involucran a la alta cúpula del Gobierno en el montaje del caso Ròzsa, y otra muy distinta que el propio fiscal asignado a la investigación del caso cite al Vicepresidente, al hermano del Vicepresidente, a ministros como Sacha Llorenti y Nardy Suxo, además de otros masistas de peso cuando estalló el caso Ròzsa, como lo era Gustavo Torrico, como artífices y piezas claves del montaje. Un montaje que ameritó el asesinato de tres personas, además de la fabricación de pruebas para justificar la persecución, enjuiciamiento y encarcelamiento de más de una treintena de empresarios, cívicos y jóvenes cruceños, acusados primero de intento de magnicidio, luego de separatismo y, finalmente, de terrorismo.

Es importante aclarar que el montaje tuvo éxito, hasta hoy, no solo por el efectivo servicio de Inteligencia y uso de los aparatos represivos del Estado por parte del Gobierno -en el que sin duda hay méritos atribuidos a servicios de In-teligencia cubanos-, sino también por graves errores cometidos por las cúpulas empresariales y cívicas cruceñas que cayeron en la trampa gubernamental, sin duda ansiosas por frenar las arremetidas oficialistas que, en septiembre de 2008, se tradujeron en amenazas de violencia y un cerco campesino alentado por el MAS que llegó hasta Warnes. Errores que se agudizaron tras las muertes extra-judiciales en el Hotel Las Américas, y que fueron alimentados por abogados cruceños que simularon ser defensa, cuando en realidad operaban para el MAS.

Hoy, el montaje del caso Ròzsa se desmorona no por fuerza y claridad de parte de las víctimas, sino por la imprudencia, desesperación o avivada del fiscal que, voluntariamente o no, abrió la boca para decir unas cuantas verdades sobre el caso. Solo unas cuantas verdades, las suficientes como enviar un mensaje cen-tral para los involucrados en la tramoya: ¡cuidado, que si se cae el caso Ròzsa, cae Evo! Es importante subrayar que lo dicho por Soza en el audio es solo parte de la verdad de la trama, porque ¿alguien cree realmente que las extorsiones a los denunciados como terroristas no favorecieron también al fiscal-estrella? ¡Haya paciencia, qué hablen los extorsionados para que se acabe la farsa!

En la práctica...

Número 1 es elaborado por un grupo de periodistas independientes que han formado una sociedad editorial

para publicar este semanario de circulación nacional.

Maggy Talavera (directora)Ignacio Talavera Alpire (gerente)

Jorge Caero (columnista) Diego Jaramillo (reportero)

Asesor legalDr. Jerjes Justiniano Atalá

ColumnistasWinston Estremadoiro (antropólogo)Alcides Parejas Moreno (historiador)

Susana Seleme (periodista, cientista política)

Modelo gráfico: Fernando Pérez ChristensenDiagramación: SemanarioUno

Colaboran en esta edición Carlos Valverde Bravo (periodista)Enrique García Fernández (filósofo, escritor y político)José María Cabrera Dalence (abogado)Carlos Mesa (ex Presidente de Bolivia)Mariel Palma Porta (arquitecta)Ingrid Wichtendahl (arquitecta)Alcides Parejas Moreno (historiador y escritor)Ovidio Roca (economista)Claudio Ferrufino (escritor)Fotografías: Diego Jaramillo / Elvio Montero / InternetFoto de portada: InternetCorreo electrónico: [email protected] [email protected]: www.facebook.com/semanariouno Twitter: @semanariouno Dirección: Calle San Germán Nº 15 Urb. La MadreRecepción/telefax: 350-3585

Una declaración de la presi-dente de Argentina, Cris-tina Fernández, provocó

revuelo en las redes sociales, y no era para menos. Dijo Fernández pú-blicamente: “La diabetes es una en-fermedad de la gente de alto poder adquisitivo”. Vaya a saber una por qué dijo semejante absurdo, pero tendría que haber algún mecanismo de sanción para castigar de manera especial los absurdos dichos por las llamadas figuras públicas, ¿no cree?

Digo figuras públicas y hablo de castigo especial para éstas, porque lo que dicen siempre tendrá mayor re-percusión, para bien o para mal, que los dichos de personas anónimas, cuya voz no suena ni truena en los medios de comunicación. ¿De dón-de sacó Fernández que la diabetes es enfermedad de ricos? ¿Lo dicho fue solo producto de su gran ignorancia o pretendía vengarse de alguien? Como sea, el asunto es que dijo una gran mentira que molestó a muchos.

Uno de los molestos con la desin-formación fue el arquitecto Álvaro Mier que, ni corto ni perezoso, pidió de inmediato a su amigo y médico Douglas Villarroel aclarar el tema.

Dice Villarroel: “La diabetes es una enfermedad de ricos y pobres; de hecho, cada vez la estamos viendo más y más en los pobres, debido a que las personas ‘de bajo poder ad-quisitivo’ están comiendo cada vez más comidas chatarras y ‘calorías vacías’. Por ejemplo, un albañil se sirve en el almuerzo soda con pan, una comida que además de que no lo nutre, le produce obesidad...y la obesidad lo lleva a la diabetes. Tan simple como eso”.

Simple, realmente, pero tal vez sea esta realidad la que figuras pú-blicas como Fernández quieren ocultar. Gravísimo. Algo que lleva a coincidir con el remate de Douglas Villarroel al comentar la absurda declaración de Cristina: “A la pre-sidente de Argentina, al igual que al presidente de Bolivia, Evo Morales, les hace falta mejores asesores”. O simplemente, don de gente, diría yo, porque no es necesario tener un buen asesor para sabre sobre cosas tan simples y elementales como ésta sobre la diabetes o el sida... ¿recuerda al Vicepresidente García Linera convocando a tratar como ‘sidoso’ a los violadores?

“Soza ha dicho solo unas cuantas verdades, las su-ficientes para enviar un mensaje a los involucrados en el montaje: ¡cuidado, si se cae el caso Ròzsa, cae Evo! ¿Alguien cree que las extorsiones no favore-cieron también al fiscal? ¡Haya paciencia, que ha-blen los extorsionados para que acabe la farsa!”

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ESTADO DE DERECHO

Marcelo Soza: ‘Se cae este caso (Ròzsa), ¡se cae el Evo!’Conozca el detalle del audio en el que se escucha al fiscal Marcelo Soza Álvarez reve-

lando detalles sobre cómo manipuló el caso Ròzsa. El audio fue presentado por la senadora Carmen Eva Gonzales. Soza desapareció tras conocer la publicación

Lunes cuatro de marzo. La senadora Carmen Eva Gon-zález, de Convergencia Na-

cional, convoca a una conferencia de prensa para dar a conocer un au-dio. No es un audio cualquiera. En el mismo, que dura 24 minutos, se escucha la voz del fiscal Marcelo Soza, hablando sobre el caso Ròzsa o ‘Terrorismo’ con otro funcionario público al que no se identifica. Todo lo contrario: la voz del interlocutor anónimo está distorsionada, con la clara intención de que no sea posible identificarlo. González asegura que ella no tiene nada que ver con este detalle, pues asegura haber recibido la cinta con el audio en un sobre sin remitente. Un anónimo.

Lo que se escucha decir a Soza en el audio puede sorprender a muchos, pero no a Carlos Valverde Bravo y a quienes, como él, han hecho un seguimiento e investigación perio-dística sobre lo ocurrido en el caso

Ròzsa desde antes de su asesinato en el Hotel Las Américas, en abril de 2009. Es que las revelaciones de Soza solo confirman la información obteni-da por Valverde en su investigación, publicada casi en su totalidad en su libro “¡Maten a Ròzsa!” (Editorial El País): el caso Ròzsa y los otros dos procesos derivados de allí, Terroris-mo I y Terrorismo II, son resultados de lo que Valverde y otros califican como ‘montaje’ del Gobierno para liquidar al principal y más fuerte blo-que de oposición que tenía desde que asumió el Poder en 2006, y que esta-ba articulado en torno a la dirigencia cívica-empresarial de Santa Cruz.

En ese ‘montaje’, Marcelo Soza parece haber sido pieza clave actuan-

“Extorsionar, han extorsionado. Se han aprovecha-do de un montón de gente, hermano: Clavijo, Su-birana, esa Ana Claudia Arruda, la misma Jessica Jordan. Después, ¿quién más? Pérez y toditos esos cojudos, hermano, que estaban ahí. Y otra gente más que ni sabemos quiénes son...” / Marcelo Soza

do como principal investigador en nombre del Ministerio Público. En el audio presentado por González, Soza admite y detalla las extorsiones pues-tas en marcha por funcionarios de la Fiscalía y del mismo Gobierno cen-tral, aunque hace cuestión de salvar su responsabilidad, como lo demuestra al hablar de Ana Claudia Arruda, a la que identifica como familiar de Jessi-ca Jordan, la ex candidata del MAS a la Gobernación de Beni. Una pieza que difiere con los resultados de la investigación de Valverde, en la que Soza aparece también como extorsio-nador, en muchos casos a través de la intermediación de Arruda, con la que se presume mantenía una relación sentimental.

Por supuesto que más tardó la senadora González en presentar el audio, que las autoridades de Go-bierno y el propio Soza en salir a público para negar la información. Soza nunca dijo que no fuera su voz, pero alegó, al igual que el Gobierno, que se trataba de otro montaje ‘de la derecha’ para desvituar el caso. Esta vez, sin embargo, con menos efec-tividad que en otras oportunidades, en las que desde el oficialismo han negado que el caso Ròzsa obedezca a un montaje. La razón es sencilla: la voz del audio es la voz de Ròzsa, como lo prueban los primeros peri-tajes técnicos. Pero quizás la mejor prueba de que el audio es auténtico y de que lo dicho por Soza es verdad la ha aportado el propio Marcelo Soza al huír de Bolivia.

Pero vamos por parte. En esta edición, compartimos de manera textual la transcripción del audio presentado por la senadora Gonzá-lez (para escuchar el audio, acceda al enlace http://eju.tv/2013/03/audio-y-video-de-la-supuesta-grabacin-de-soza-y-la-corrupcin-del-caso-rzsa/). Lea y saque sus propias conclusio-nes. En la próxima edición de Se-manarioUno, veremos las repercu-

Marcelo Soza es pieza clave para aclarar el montaje oficial del caso Ròzsa. Él niega haber aprovechado su rol para extorsionar a los inculpados en el caso. Estos, contarán la verdad?

siones que esta revelación y huida de Soza provoca no solo en el caso Rózsa, sino también al interior del MAS y del Gobierno central.

Fiscal Soza (fs).- en un principio les reconocían pues hermano, porque como ellos han hecho el operativo y todo eso. Y de eso también sabe el Presidente.

(fs).- porque no se si te acuerdas, cuando recién estábamos empezan-do la investigación, vos no estabas hermano, el (Luis) Clavijo trabajaba en el Ministerio de Gobierno, ¿no ve?

Interlocutor anónimo (ia): Sí, es verdad.

(fs).- Puta hermano, como él tra-bajaba, che puta, “los mandamien-tos, hay que cazar a tal, aquí están los mandamientos hermano y puta andá traelos”. ¿Qué había sido?, que el co-judo agarraba los mandamientos y los iba a mostrar. “Ve, aquí están los mandamientos, yo tengo control so-bre el fiscal”.

(fs).- Puta, ha empezado a extor-sionar a la gente con el (Carlos) Su-birana.

(fs).- Por eso que, hermano, no se si te acuerdas, el Zvonko Matkovic era cliente del (Carlos) Subirana. Y cuando lo tomamos al padre, bueno, no había elementos hermano, y lo he sacado al padre.

(fs).- Y al día siguiente, a los dos días creo que tenía que venir el hijo y vino. Y ese cojudo andaba “ve, ya lo he sacado a él que, puta, estaba com-prometido”. Puta, a todo el mundo dice que hablaba así.

(fs).- Entonces yo de esas cosas me he enterado, pues hermano. No sola-mente de él, sino del Kudelka, (del) que también era su abogado. Había otros tipos más, ¡pun, pun!, a toditos adentro los he metido. Y de ahí que se han separado pues estos, o sea ya no, ya no eran sus abogados.

(fs).- Hermano, les han debido em-pezar a agarrar del cuello por decirles “bueno carajo, aquí no estas maman-do, dices que tienes contacto con el Soza y no hay ni mierda aquí”.

(fs).- Entonces, de esa vez her-mano, ha empezado a salir el primer panfleto. ¿Para qué? Para justificar-se de que evidentemente yo más es-

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ESTADO DE DERECHO

taba metido ahí, que estos cojudos me dado han plata y no se qué, pero no era así.

(fs).- ¿(Luis) Clavijo?, pero no te olvides que estaba el Vicepresidente ahí, ¡el hermano!, ese tiene un nexo así con él.

(ia): ¿Por qué?(fs).- Qué diría el Denico (Denis

Rodas) de este caso hermano, de la Ana Claudia Arruda no sé, no pasa nada hermano.

(ia): Le voy a preguntar qué más sabe, alguna cosa. Ojala que el Denis se porte, ¿qué más hay hermano?, a él ¿no?

(fs).- Pero unas dos o tres cosas que hemos hecho con él hermano, entre toditos. Y a la mierda, digamos. Nada más. Después nunca más hubo nada. O sea, puedes hacer, digamos, cual-quier cosita ¿no ve? Pero puta, no ir a buscar pues hermano. no creo.

(fs).- Con el (Carlos) Romero ha-blamos inclusive, hermano.

(ia): El Romero me conoce, me ve, todo doctor, por eso no… por algo va a ser.

(fs).- Pero ¿sabes qué es lo que pasa hermano, en todo esto? O sea, hay conflicto de intereses, como vos dices, ¿no ve? Del Boris (Villegas), ¿no?, del Denis. Y la última declara-ción del, ¿qué se llama?, del… ¿qué se llama este cojudo? ... del Wilfredo (Chávez). Dice, pues, “yo no tenía confianza en el Boris y quería despe-dirlo y la Nardi Suxo me dice que no, o si no ella se lo va a llevar”, ¿no ve?

(fs).- Del mismo grupo está la Nardi Suxo, esta el Vicepresidente, por ende hermano está el Raúl García Linera. El Raúl García Linera tiene mucha llegada con el Clavijo. Los dos operaban en varias cosas con Clavijo, y por ende con Subirana. Y Subirana, hermano, haciendo sus negocios, y parece que de ahí le pasaban al Vice-presidente no sé que huevadas o por lo menos al hermano, ¿no?

(fs).- Ahora ¿el Juan Ramón (Quintana) de qué línea es? Del Vi-cepresidente también, ¿no vé? Es del mismo Vicepresidente. O sea, ya me están pasando las líneas a mi, hermano.

(fs).- Ahora Romero no está con el

Vicepresidente. Esta más con el Evo. Me han pasado el dato extraoficial, hermano, entre vos y yo, que lo están investigando al hermano del Vicepre-sidente. Y tarde o temprano ¡pun! les van a caer.

(ia): ¿Al Raúl? Por ahí, el Raúl siempre paraba en el Ministerio.

(fs).- Si es su amigo del Clavijo, hermano.

(ia): El Nico, Nicolás que ha ve-nido, ¿no ve? …el chango, a ver la computadora con el Fernando.

(fs).- Les van, les van a joder, her-mano, al Raúl. Puta, se va a destapar. Lo van hacer bajar al Vicepresidente. Dice que este último, hacen seis me-ses atrás más o menos, dice que este cojudo había viajado al exterior, ¿no?, ¿sabías algo?

(ia): ¿Del Linera?(fs).- Lo habían agarrado con dro-

ga, hermano, la Embajada.(ia): ¡Que hijo de puta!, sabía de

los periódicos, de lo que se los han comprado.

(fs).- Bueno, ya. Pero puta, dice que se lo han tirado. Lo habían agarra-do con droga, hermanito. Para no ha-cer quilombo, puta, los de la DEA, los de la embajada americana, los tienen del cuello. Y por eso es que ha saltado esta huevada entonces. El tema le han presionado.

(ia): ¿El tema Ostreicher? ¿A quién obedece pues, doctor?

(fs).- Hermano, si vos y yo tene-mos bronca, a vos te meten a la cár-cel, yo soy tu abogado. vos declaras en contra del que te ha metido, yo también, y por eso no les van a meter. Ya son huevadas, ¿no ve? Eso es lo que ha pasado con el Denis y con el otro. No hay ninguna prueba. Ade-más, solamente los dos acusados y a la mierda.

(fs).- Pero también, hermano, ¿quién estaba más jodido? ¡Era el Denis!, el que, puta, se ha dedicado a extorsionar. Puta, ¡a un montón de gente, este cojudo!

(fs).- Si este último, hermano, en las audiencias que teníamos, íbamos con el Sergio (Céspedes). Puta, el Ser-gio emputado me llama: “Che, puta hermano, ese cojudo del Denis dice que había pedido plata en mi nombre,

no se qué huevadas”, dice. Puta, qué cagada.

(fs).- Entonces yo emputado tam-bién le he dicho: oye hermano, cómo vas a hacer eso, cojudo de mierda, el Sergio está emputado, dice que han sacado plata a nombre del Sergio y no se qué... “No, que puta, vos sabes hermano, que no hay nada de eso…” y no se qué, a la mierda, ya.

(fs).- Y así pasó, pues hermano, y al tiempito los han agarrado. Eso no sirve hermano. Así hayan hecho un informe los policías. Los policias están cagados, porque los pueden meter, hermano, por secreto… ¿qué se llama? Hay un artículo en el Códi-go Penal, porque es un delito. Nadie puede grabar, ni siquiera el juez puede autorizar una grabación, hermano.

(ia): No hay nadie. O sea, en la grabación nadie sabe qué hay, doctor. Usted nomás.

(fs).- La Policía, no… la Policía. Se han grabado entre ellos, digamos.

(ia): Los dos están hablando.(fs).- Los dos están hablando. Pero

¿quién ha grabado? Un tercero ha de-bido haber ahí.

(ia): O sea, por su celular.(fs).- Han interceptado. El que

le ha grabado es el mismo (Yimmi) Montaño, hermano. Claro, eso es obvio. ¿Por qué? Porque el Montaño está vinculado con el Jerjes Justinia-no, más o menos son cuates con el viceministro, hermano. Le han dicho, “carajo, vos grabale a este cojudo”. ¡A la mierda!, eso ha sido.

(fs).- Qué cochino este Montaño, ¿no? Pero puta, nunca se hace ese daño, hermano. Al cojudo lo van a cagar, acordate.

(fs).- Y puede ser, hermano, ¿por qué? Porque ¿te acuerdas que se han perdido las cosas de la oficina? ¿Y quién ha sacado? ¡Ha sacado el Pérez, ese cojudo maleante de mierda! Y si yo no he denunciado, pero ya le dije al Sacha (Llorenti) anteriormente esa situación, es precisamente por cuidar el ‘proceso’ (de ‘cambio’). Imaginate que hubiera salido: “Se han perdido pruebas de la oficina”, ¿no ve? Puta, un quilombo de mierda, “¿ve?, ¡así están manejando las pruebas! …han debido meter otras cosas”, ¿no ve?

(fs).- Entonces, por esa razón que no he dicho. Pero el Sacha sabía de este asunto, hermano. Por eso es pues que les cambiaron al Perez y compa-ñía. Yo me he anticipado a eso, cuan-do he sabido del asunto, que al Juan Ramón le dije, al mismo Presidente.

(fs).- Más bien, lo que lo han ca-gado ahí el tema del este… ¿qué se llama este cojudo, el que está prófu-go ahora? …del (Carlos) Guillén. Y del Guillén no deberíamos haberlo metido hermano. Deberíamos no-más investigarlo en el tema (Terro-rismo) dos. Ahora viene el Guillén, plantea un non bis in idem hermano, a la mierda, puede salir tranquilo y eso por presión del cojudo del (Gus-tavo) Torrico.

(ia): ¿No, doctor?(fs).- Por eso está imputado en el

tema (Terrorismo) dos, ¿no ve? Pe-ro hermano, ¿qué pasa? Nosotros lo hemos investigado a presión de este hijo de puta del Torrico, y ha salido sobreseimiento, ¿por qué?, porque nosotros no hemos investigado pues hermano el tema de financiamiento, ¿no ve? Más hemos investigado, pu-ta, los que operaban, una cosa, otra… eso hemos investigado. El tema de financiamiento ya que investiguen, hermano, en el tema dos.

(fs).- Y tranquilamente Guillén hu-biera entrado pues ahí también. Y co-mo no teníamos muchos elementos, ya sobreseimiento al cojudo. Y eso lo puede hacer valer, hermano, en el tema dos, para, puta, para anular todas las huevadas y eso culpa del Torrico de mierda.

(ia): Sí, pues…(fs).- No que Guillén está me-

tido, puta, pero hermano, mierda, por no hacerme quilombo, ya le he imputado al cojudo. Y después ya, pasó el tiempo. Como no hemos in-vestigado financiamiento, cuentas, esas cosas, no hemos profundizado nosotros… así, superficialmente hemos hecho eso.

(ia): Ahora, eso es verdad, doctor, le han hecho escapar, ¿no ve? Y el que había hecho... no, al Boris estaba a cargo de eso.

A Juan Carlos Guillén, el fiscal Marcelo Soza lo imputó a sabiendas de que no tenía pruebas contra él, tal como lo declaró públicamente (abajo, a la izq.). El apresamiento injusto de Guillén fue producto de la presión de Gustavo Torrico (abajo, al centro), por un tema ajeno al caso Ròzsa. Una arbitrariedad que contó con el apoyo del Ministerio de Gobierno, a través de Fernando Rivero (abajo, a la der.), acusado luego de extorsión.

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ESTADO DE DERECHO

“Pero cuál es la hipótesis, hermano, que se está manejando: que quien lo ha traído (a Ròzsa) ha sido el Vicepresidente y por eso, hermano, que lo han limpiado... Pero acordate hermano, puta... ¡no se hacen esas cosas! Puta, van a caer fejo estos co-judos...” / Audio atribuido al fiscal Marcelo Soza

(fs).- Lo que pasa, el Torrico, her-mano, el Torrico trabajaba con los bingos, con el Bingo Bahití, si no me equivoco. Y el Guillén era de los otros bingos. Son dos bingos, ¿no ve? que campean en Santa Cruz….

(ia): Del Bahití, no, del Bahití es el Guillén.

(fs).- Y el otro bingo, ¿cuál es?(ia): Los rusos, pues, el Antares.(fs).- Esos, hermano, estaban con

el Torrico. Porque al Torrico lo sol-ventaban, dice, los bingos. Entonces, para joderle al Guillén, como el Gui-llén era parte operativa del otro, del otro bingo, entonces por eso nomás ha sido la joda.

(fs).- Claro, había una Argirakis. A nombre de esa estaba del Guillén su número. A mí no me preocupa, her-mano, pueden denunciarme, hacerme lo que sea, de todo lo que digan

(ia): Hay un abogado Paulo Pe-redo…

(fs).- Sí, sí, sí… pero ese estaba metido con el Denis, por si acaso. Y te acuerdas, hay un detenido, había un detenido…

(ia): El hadita, ese, ¿no?(fs).- El hadita, no. ¿Ese era? Cla-

ro, ese. El hadita, pues, hermano. Y cuando hemos ido, le han dado liber-tad, ¿no ve?

(ia): El Coco Añez, Coco Torres Céspedes…

(fs).- Le han dado libertad, herma-no, al ¿qué se llama? …pero estaba detenido.

(ia): El Miguel, ¿no?(fs).- Y ese era su abogado, herma-

no, de este cojudo.(ia): …Pablo Peredo.(fs).- Ya no ha ido, hermano, a Ta-

rija. Debe estar pues así, hermano, el cojudo.

(fs).- Claro, es que no les dejaban hacer sus negocios a los otros, ¡a la mierda! Eso ha sido en el fondo. Pero, ¿sabes qué, hermano?, estos están en el poder ahorita. Hay que hacerse no-más a los cojudos. Cuando caigan, ahí recién los cojudos vas a ver cómo….

(fs).- Al (Marcos) Farfán lo están metiendo en este tema, ¿no?

(ia): Dicen pues que el le había….(fs).- Puta, a la mala, ¿no? Pero

ahora sigue y va a seguir, herma-no, esto.

(ia): …Pérez…

(fs).- Para ver el tema (Terroris-mo) dos me han dicho: “Doctor, que hay un detenido”, me dijeron y me he anticipado hermano. ¿Quién era? “De la CRE”, …no, yo estoy llevando ese caso, le he dicho. “¡Ah, pucha, me he confundido doctor, va a disculpar, no es ingerencia, nada de esas cosas; entonces hablaremos con el otro fiscal”, así…

(fs).-¡Quién chorea más, carajo! Nosotros les hemos dejado, puta, la misma huevada. Ahora no sé si el Ro-mero sabrá de esta huevada, ¿no? ¡Yo no sé si el Romero sabrá de su vicemi-nistro, hermano!

(fs).- Si el (Luis) Clavijo tiene nexos con el Ministerio de Gobierno ahora…

(ia): Ellos han ejecutado las ór-denes…

(fs).- Porque el ministro me ha dicho, hermano “¿tiene algo contra Subirana? Porque… podemos… haremos algo”, me ha dicho, contra Subirana. No, yo le he dicho, no ten-go nada que ver. Si estoy manejando esto hace tiempo, le he dicho. Pero yo, más allá de eso no…

(ia): ¿Lo van a indagar, doctor?(fs).- Pucha, que bien el antece-

dente que lo he puesto al Romero,

hermano. Esto sabe el Presidente, porque yo hablé con él también, de esto, de esto. “Todito sabe el Presi-dente”, le he dicho. Y como es cierto, hermano, ¡sabe!

(fs).- Extorsionar, han extorsiona-do. Se han aprovechado un montón de gente, hermano: Clavijo, Subira-na, esa Ana Claudia Arruda, la misma Jessica Jordan. Después, ¿quiénes más? Pérez y toditos esos cojudos, hermano, que estaban ahí. Y otra gen-te más que tal vez ni sabemos quiénes son, ¿no ve?

(fs).- Y aquí carajo, los campesi-nos, hermano, están jodiendo, ¿quié-nes votan? La mayoría son campesi-nos, ¿no ve?, y los campesinos están en contra (tirale directo)…

(ia): ¿Usted cree que hay intención de que caigan los procesos, doctor?

(fs).- No, no creo, hermano. O tal vez, digamos, ¿no? Como te digo, hay pelea interna, hermano. El Ro-mero no está con el Álvaro (García Linera), no está con ese grupo. Por-que te digo, porque la doctora -no la que está ahora, Paola Barriga-, la que estaba en el tema, Patricia (¿Santos?),

ella me pasa datos: “Doctor, esto está así”, de que me van a querer joder, ob-viamente le he dicho.

(fs).- Pero cuál es la hipótesis, her-mano, que se está manejando: que quien lo ha traido (a Eduardo Ròzsa) ha sido el Vicepresidente y por eso, hermano, que lo han limpiado.

(fs).- Pero acordate, hermano, pu-ta… ¡no se hacen esas cosas! Puta, van a caer feo estos cojudos…

(ia): Clavijo, doctor, eso del re-volver…

(fs).- El ministro sabe, yo le he pa-sado el dato

(ia): ¿De que él ha metido el re-volver?

(fs).- Sí, saben, hermano. Toditas esas cosas saben. Yo le he pasado el dato. Yo sé varias cosas ahí adentro. ¡La mierda, Clavijo! A Clavijo yo creo que lo van a reventar.

(fs).- Esa vez, cuando hemos ido al allanamiento a Santa Cruz, vos no estabas con nosotros todavía, ¿no ve?

(ia): No, en noviembre he entrado recién.

(fs).- Esa vez, haremos allana-miento. Hay que hacer allanamiento de esto y de esto. Y pasaba informa-ción. Yo hablé antes con el Sacha y le dije “puta, esto es lo que está pasado, lamentablemente se está filtrando la información y Clavijo está haciendo sus negocios y nosotros no queremos saber nada”.

(fs).- Puta, voy al allanamiento, hermano y ¿quién estaba esperando ahí? ¡El Clavijo! ¡A la mierda! ¡Puta, qué huevada! Y hemos ido a hacer allanamientos a varias casas. Adonde unos viejitos hemos entrado, que sus pistolas nos ha dado el cojudo, ¿cuál la situación? Cuando… como él sa-caba la información, hermano, iban a tal casa: “¿Sabes qué?, mañana te van a allanar, a vos también, a vos tam-bién”. Y todo era creíble pues, her-mano. Puta, entrábamos y nosotros íbamos a allanar a esas casas.

(fs).- Y lo mismo pasó con (Juan) Kudelka. Cuando llegó Kudelka, nos enteramos que nos mamó el cojudo y vamos a hablar, una de esas salidas a Santa Cruz, el Johnny, el… ¿qué se llama el otro?, el capitán Ocampo y yo. Vamos. Estaba el Clavijo y el (Carlos) Nuñez del Prado y ahí estaba el Kudelka y le he empezado a inda-gar, pues: “Ya, ¿cómo es de esto? ¡Ca-rajo, nos has mamado”, y no se qué…

(fs).- “No, que la unidad 10 es de la logia, allá vive fulano de tal, sutano, mengano...”, hemos dado la vuelta, nos ha señalado toditos los domi-cilios. Entonces, al día siguiente ya vamos, vamos a notificar a esa gente. Y cuando iba a notificar el Johnny (¿Aguilera), los cojudos ya sabían que los estaban buscando. Entonces, ese tipo de trabajo ha hecho el Clavijo de mierda, el capitán, el Larrea.

(fs).- Porque al Clavijo, hermano, cuando pasó el tema, puta hermano, se armó el quilombo. Lo hicieron

desaparecer, se fue de embajador o agregado a Panamá, no se dónde. Su sueldo era, hermano, seis mil dólares del cojudo. Ha preferido renunciar y volver a extorsionar a la gente, porque le daba más plata.

(ia): Puta, pero eso del revolver… puta, no doctor, hay que tener cuida-do, ellos….

(fs).- Pero no, puta, se cae este caso hermano, a la mierda, ¡se cae el Evo!

(ia): Por eso le decía del revolver. Porque el Denico (Denis Rodas) lo ha traído, ¿no, doctor? …el cambiado.

(fs).- El Boris (Villegas) lo ha traí-do.

(ia): Él está más ligado que el De-nico, ¿no? …con ellos.

(fs).- Sí, el Boris ha traído.(ia): Pero de eso ya ha informado,

¿no, doctor?(fs).- Ya saben.(ia): Pero, ¿al Presidente le ha di-

cho todo? Porque, puta, me parece que le han, la verdad, que lo han ma-mado.

(fs).- No le cuentan todo al Presi-dente.

(ia): No le han contado, ¿no?(fs).- Pero no. Una vez el Presiden-

te me ha preguntado del Sacha, her-mano. No sé si te he contado.

(ia): No.(fs).- Cuando lo del Kudelka…

puta, “le ha ido a traer el Sacha”, me dice. “Cómo es, doctor, qué sabe de esto”, me dice. “¿Ha viajado el Sacha a traerlo al Kudelka o no?”, me ha dicho.

(fs).- “Sinceramente, no sé, Presi-dente, pero hay rumores de que efec-tivamente había viajado”. “Entonces su cabeza nomás ha movido...” Ya puta, y seguimos charlando. Y lle-gamos al tema Kudelka, porque yo le estoy informando de todo. Y está viniendo a declarar ya. Y hay que detenerle a este señor, porque nos ha mentido en esto y en esto. “Sí, doctor, métalo. Está metido este cojudo”, me ha dicho.

(fs).- Puta, ya. Viene el Kudelka, hermano, le tomamos la declaración y me llaman del Ministerio de Go-bierno: “Hay que largarlo nomás, que está cooperando y no sé qué”. ¿Por qué? Porque (Carlos) Subirana era su abogado, hermano. Y ahora, ¿a quién voy a hacer caso, al Presidente o al ministro? Puta, ese rato se han movi-do, hermano. “No, proceda nomás”. Por eso que no lo hemos detenido al Kudelka, hermano.

(fs).- Y el Kudelka, en el lapso que estaba, hermano, con detención do-miciliaria, el cojudo, con trabajo más, trabajaba en el periódico del Subira-na, en La Estrella del Oriente. Y el co-judo dice que se dedicaba, hermano, ha extorsionar a la gente: “No, tienen que trabajar con Subirana, Subirana es el abogado que les va a sacar, etc., aquí tienen que poner tanto”. El co-judo dice que ya se dedicaba a extor-sionar.

Viene de la página anterior

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Santa Cruz de la Sierra • Bolivia

ESTADO DE DERECHO

(ia): Sí, porque forzado estaba eso del Branko (Marinkovic), ¿no?

(fs).- Hasta qué punto sería cier-to, no sé. Pero quienes le obligaron, hermano, le obligaron pues los co-judos, o sea…

(fs).- Te voy a contar una, lo de la Ana Claudia Arruda. Vos no has viajado al Beni con nosotros, ¿no ve? Entonces, cuando viajamos en la noche, resulta que esa Ana Claudia Arruda supuestamente era la tía de la Jessica Jordan. Resulta que vienen pues del Beni: “Doctor, queremos que investiguen, ya sabemos que ha habido cosas”; sí, le digo, sabemos que ha habido algunas cosas. “Ló-gicamente tenemos que ir, pero no sabemos cuándo vamos a ir, porque tenemos que ver un tema de pasajes y otras cosas más y chequear nues-tra agenda también para ir a trabajar allá”, le digo, ¿no?

(fs).- “No, pero doctor, no se pre-ocupe de los boletos” y no sé qué y no sé cuánto. “Con la Jessica nosotros vamos a pagar”; ya pues, si es así no hay problema, nosotros somos tres, cuatro, somos cinco personas con los investigadores más, porque hay que ir a tomar declaraciones y no se qué. Y vamos pues, hermano. Hemos estado unos dos días, resulta que ya habla-mos con esta Ana Claudia Arruda, hemos ido a la casa de la Jessica Jor-dan y todo eso y bien hermano, “que estamos haciendo campaña, que aquí son unos maleantes, que esto, que han hecho fraude electoral y no sé qué…”

(fs).- Resulta que nos vamos al ho-tel y volvemos. “Vengan pues, vamos a ir a cenar”, nos dicen, “a la casa de la Jessica”. Y bueno, estamos volviendo y nos llaman: “No, ahorita no pode-mos encontrarnos, porque está aquí el Juan Ramón…” ¡A la mierda!, dije, entonces más tarde pues hablamos. Y como qué, más tarde el Juan Ra-món ya se había ido y estaba esa Ana Claudia Arruda. Ya pasa, pues. No le dimos importancia, hermano…

(fs).- Ya llegamos aquí, todo eso, y en uno de esos viajes que hemos ido a Santa Cruz, ¿te acuerdas?, ahí jus-to me llama pues: “Doctor, que está haciendo usted aquí en Santa Cruz”, dice. Sí, le digo, estamos aquí traba-jando. Y justo esa noche, no sé si te acuerdas, hermano, que nos hemos cagado de frío una noche, que no he-mos llevado ni sleeping, nada…

(ia): Sí, la noche que hemos llega-do, el surazo…

(fs).- Un surazo de mierda, ¿no ve? Y le digo pues al teniente Laguna, es-taba, “como es teniente, ¿vamonos? …porque dice que tiene, nos puede alojar ahí”. “Ya, vamonos, pues...” Y nos hemos ido, hermano y… no-sotros dormíamos al otro lado, con la vagoneta, con la Lexus, ¿te acuerdas? Pah, nos hemos ido de noche. Unas tres noches ha debido ser, o cuatro noches ha debido ser.

(ia): Tres ha debido ser…

(fs).- El día viernes ya nos volvi-mos, ¿no ve? Entonces, llegado el momento, ¡pah!, llegamos en la no-che hermano, ya habían hecho una parrilladita, comemos ahí, charlamos un cacho. Me dice: “No, doctor, que el Juan Ramón, que no se qué…”; ya pues, puta, en confianza… “Hemos hablado con el Wilfredo (Chávez), que el Wilfredo también…”. Puta, y para mi buena concha, hermano, justo el Wilfredo me llama ese rato: “Che, hermano, quiero saber esto del Hugo Paz, ¿cómo es el asunto?” Puta, le he explicado pues, “estoy aquí, en la casa de una de tus amigas, hermano, dice que te conoce, Ana Claudia Arruda”, le digo. “No, no me ubico”, me dice. Puta mierda, no sé… también ahí em-pecé un poco a dudar.

(fs).- Ya, puta, llega el día jueves, cenamos, entramos a roncar. Al día siguiente, tempranito, nos salíamos, etc. El día viernes, hermano, al salir de la casa de esta cojuda: “Doctor, quiero hablar un momentito con us-ted”… eran las siete de la mañana, ha debido ser, no sé, por ahí, porque nosotros temprano salíamos. “Y quie-ro hablar con usted”, y ¡pah!, justo se aparece ahí hermano, con el Zvonko Matkovic y otro cojudo más, ¡quién puta sería!, no sé. “Doctor, pucha,

quiero pedirle un favor, que es mi pa-riente, ayúdeme”; puta, yo no sé que cosa, incómodo yo ahí, hermano…

(ia): Puta le han madrugado a us-ted, doctor.

(fs).- Incómodo, pues. Puta pues, si hubiera sido mi casa, carajo, lo hu-biera botado, ¿no ve? Puta, en casa ajena… puta, no… qué huevada… “no, no hay problema, vamos a ver qué… qué podemos hacer, de acuer-do a los documentos que tengas, se lo va a ayudar, lógicamente”. O sea, así, así le he desviado.

(fs).- “Cualquier cosa, hable no-más con la… con la… con la señora, seguramente vamos a estar en contac-to con ella…”, y no se qué. Y pasó, hermano. Y al tiempo ya nos vinimos y al tiempo ya me entero que esta hija de puta, primero en el Beni, para qué nos ha llevado, para amedrentar a la gente. Puta, había empezado a cobrar pues a todos, hermano: “Ve, está aquí conmigo el fiscal y no sé qué”; en Santa Cruz, lo propio pues, hermano, hasta al Zvonko le había sacado plata y no se a quiénes más.

(fs).- Entonces yo le digo pues eso al Juan Ramón. Inclusive al Presiden-te yo le he dicho. “Puta, mirá, esto es lo que está pasando hermano”… puta esa vieja hija de puta.

(fs).- “Sí, es una vieja maleante de mierda”, puta, “aquí está her-mano el mandamiento”, le digo, porque han venido pues la… había una señora, que era pariente del Zvonko, no sé: “Doctor, mire esto es lo que ha pasado”, ya. “Traigame el mandamiento”, le he dicho, her-mano. Y me ha traido una fotocopia hermano. Yo eso le he entregado al Juan Ramón.

(fs).-¿Sabes qué?, le agarraremos a esa vieja hija de puta, hermano, había sacado plata a nombre mío y no so-lamente en el Beni. Yo en confianza, “mirá lo que ha pasado es esto, había sido supuestamente la tía de Jessica Jordan, quién mierda iba a descon-fiar”, le digo.

(fs).- Y al Presidente le he dicho lo mismo, hermano.

(ia): Y le han dado seguimiento, ha pasado o no ha pasado, ¿o quiere que se lo averigue?

(fs).- Y después de eso, hermano, el Juan Ramón: “No, no te preocupes, hermano… sabes que a su hijo ya lo tenemos cagado – me dijo – está me-tido en el tema de narcotráfico, tiene una gasolinera no sé en dónde ¡y a la mierda, ya! No sé si le habrán agarra-do o no, pero este último parece que está en la cárcel, hermano.”

A la izq.: los ministros de Gobierno, Sacha Llorenti, y de Transparencia, Nardy Suxo, son identificados por el fiscal Marcelo Soza como piezas centrales. Arriba: José María Alonso, español, ¿parte de la trama? Él difundió a nivel internacional la versión oficial sobre el caso Ròzsa.

El fiscal Marcelo Soza alude a dos pieza claves en el caso Ròzsa: al ex funcionario de Gobierno, Luis Clavijo, al que identifica como amigo del abogado Carlos Subirana; y al propio vicepresidente Álvaro García Linera.

Arriba: el fiscal Marcelo Soza comparte con Boris Villegas, ex funcionario de Gobierno y lue-

go preso al ser acusado como parte de la red de extorsión des-

cubierta en el caso Ostreicher. A la izq.: Raúl García Linera, hermano del Vicepresidente, en una de las pocas fotos que

circulan de él.

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“A casi cuatro años de iniciado, el caso Rozsa-Soza hace aguas y el gobierno se hunde en el laberinto del fiscal Soza, que es su propio laberinto”, afirma Susana Seleme, no sin antes dejar en claro el rol de varios ‘principitos’ en lo que señala como ‘montaje’.

De príncipes y principitos

“El que a hierro mata, a hierro muere, dicen, y esa es la primera conclusión que se extrae de la gra-bación presentada por la senadora Carmen Eva González, donde se oye una conversación de alto voltaje político: el fiscal Soza desgrana los nom-bres de los estrategas del complot terrorista...”

“Hay príncipes que se confor-man con ser temidos y por eso persiguen, reprimen y hasta

matan a sus opositores”, senten-ciaba Nicolás Maquiavelo en “El Príncipe” (1513), tratado de teoría política para la Italia de su tiempo, vigente hasta hoy. Ese Príncipe, “si es necesario ha de ser cruel para ser eficaz; ha de ser más bien temido que amado. Si es necesario, el prín-cipe puede quebrantar la palabra y los tratados, cuando sea útil. Debe aparentar mansedumbre, fidelidad y piedad. Lo mejor es tener un ánimo dispuesto a girar según los vientos y variaciones de la fortuna”.

Medio siglo después, las ideas contenidas en El Príncipe siguen vivas, pues es un compendio de realismo y pragmatismo político: la acción política no se puede ba-sar en lo que debería ser, sino en lo que es, en lo real y efectivo. “Me ha

parecido más conveniente buscar la efectiva verdad de las cosas, que no la imaginación de ellas”, decía Maquiavelo.

Hay otros Príncipes que además de ser temidos, quieren ser ama-dos, lo que exige mayor trabajo de seducción, de práctica basada en la prebenda, el regalo o la dádiva interesada para tener satisfechos y sumisos a los adherentes. Esa labor que tiene tantos años de vida como la historia de las luchas por el poder, requiere hoy una permanente labor de propaganda política y lavado de cerebro colectivo.

Para ser amados, ya sea el Prínci-pe del que hablaba Maquiavelo, el ‘príncipe moderno’ o el líder políti-co, se necesita casi siempre una cua-lidad carismática, seductora, basada en un magnetismo político emocio-nal no racional que ejerce el líder sobre la masa. El carisma se adereza

con manipulación de conciencias y promesas de ‘vivir bien’ sobre la ba-se de una demagogia populista, que cubre la realidad con un velo cuasi impenetrable.

El presidente Evo Morales calza perfectamente en esos prototipos de príncipes. Quinientos años des-pués, lo llamaría ‘principito’, con minúscula y sin relación alguna con el excelso “Principito” de Saint Exu-pery. Morales responde a ese tipo de líderes y caudillos autoritarios, autó-cratas, demagogos, populistas con impulsos totalitarios, que ejercitan como política de Estado el castigo ejemplarizador real o simbólico, o no respetan tratados, como el firma-do con Chile en 1904, tras la Guerra del Pacífico.

Esas connotaciones personales de Morales y algunos de sus con-militones explican al tortuoso caso de terrorismo-separatismo, inven-tado contra Santa Cruz y su gente,

Marcelo Soza continuará al frente del ‘caso’ que se encuentra en ple-no juicio, mientras se realicen las investigaciones a la grabación de marras.

El fiscal Sosa, por su parte, niega el contenido de la misma, pero no niega que sea su voz. Quizás ya sabe que hay pericias que la confirman. Así queda comprobado lo que las 39 víctimas, sus familias y amigos supimos desde un principio: el ‘caso Rozsa’ es un impúdico juicio político con carátula judicial de terrorismo, que solo practicaron los hombres del gobierno.

Hoy se sabe que quien colocó la bomba en la casa del Cardenal Julio Terrazas, que da origen al juicio de terrorismo, fue “Luis Clavijo, un agente del Ministerio de Gobierno que se encontraba infiltrado en el grupo de Rozsa, junto al capitán Walter Andrade”, según afirma el ex testigo clave Ignacio Villa Var-gas, el Viejo. Ellos son también los autores materiales del sumario ase-sinato a Rozsa y dos miembros de su equipo.

A pesar de tanto esfuerzo, no han logrado ‘robarles alma’: han resisti-do con paciencia de Job las violacio-nes a sus derechos humanos, porque se saben inocentes y víctimas de un juicio político a todas luces que los priva hace cuatro años de libertad, les impone el extrañamiento de su tierra, desde el exilio; la negación a la presunción de inocencia, al juez natural, entre otras injurias. Algunos empresarios sí se han dejado robar ‘parte’ de su alma por pragmáticos intereses económicos.

El ahora acusado fiscal Soza dice que aquella grabación es una conspiración en su contra y actúa como fiera herida, abre juicio con-tra la senadora denunciante y llama ‘sinvergüenzas’ a los imputados a quienes atribuye la supuesta cons-piración. Sin embargo, a ellos les niega el derecho a un juicio justo y trasparente.

A casi cuatro años de iniciado, el caso Rozsa-Soza hace aguas y el go-bierno se hunde en el laberinto del fiscal Soza, que es su propio laberin-to, porque “La verdad se corrompe o con la mentira o con el silencio”, como ya dijera Cicerón hace más un milenio, ya sea por gestión de empe-radores, príncipes o caudillos.

en abierta violación al derecho a pensar diferente: frente al centralis-mo sin concesiones, aquí se exigía autonomía. Se trata de un proceso cuajado de infamia, espurios testi-monios, manipulación y sembrado de falsas pruebas. Su objetivo: “qui-tarle al alma a los k´haras” cruceños -blancos, mestizos, clases medias y empresariales- diría el ‘Vice’, para “destruirlos, minar su autoestima, humillarlos, infravalorarlos, maltra-tarlos económicamente, apropiarse de sus bienes y quitarles sus referen-tes socio-culturales”.

El fiscal sosa En su labErinto

El que a hierro mata, a hierro muere, dicen, y esa es la primera conclusión que se extrae de la gra-bación presentada por la senadora de la oposición, Carmen Eva González, donde se oye una conversación de alto voltaje político: el fiscal Mar-celo Sosa desgrana los nombres de los estrategas del complot terrorista contra la dirigencia cívico-política autonomista de Santa Cruz.

Nombra al presidente Evo Mora-les, al ‘Vice’, al invisible hermano del ‘Vice’, a ministros, viceminis-tros, abogados, jueces y fiscales su-misos al poder político, además de inescrupulosos extorsionadores. La gravedad de lo dicho por Sosa no admite dudas: “Se cae este caso y se cae Evo”. Se trata del ‘caso Rozsa’ y no es para menos, pues el opera-tivo en el Hotel Las Américas, el 16 de abril de 2009, fue una ejecución extrajudicial llevada a cabo por un comando de elite encubierto de la policía, que dejó tres ajusticiados del grupo de Eduardo Rozsa, incluido él mismo, aventurero húngaro-bolivia-no infiltrado por el gobierno en las filas autonomistas.

Solo la ausencia de Morales –de duelo en Caracas por la muerte de su mentor Hugo Chávez- impidió que se diera curso a la orden de aprensión en contra de Sosa, dicta-da por el ministro Carlos Romero, pero rechazada por el ‘Vice’ García Linera y la ministra Nardi Suxso, según trascendidos de Palacio de Gobierno. Más temprano que tarde, el fiscal General del Estado, Ramiro Guerrero, afirmó que “No corres-ponde hacer ninguna suspensión ni separación por ahora” y ratificó que

ESTADO DE DERECHO

SusanaSelemeAntelo

Periodistay cientista

política

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FDSAFDAS

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ASUNTOS PÚBLICOS

CAN, Mercosur y el Comercio Exterior de BoliviaLa adhesión de Bolivia al Mercosur no significa grandes avances.

Con la CAN, hay una fuerte dependencia de las exportaciones derivadas de la soya. Dos entre muchos otros datos revelados por

El 7 de diciembre pasado, en la reunión de Jefes de Estado del Mercado Común del Sur

(Mercosur), se firmó el Protocolo de Adhesión del Estado Plurinacional de Bolivia al Mercosur. La posible adhe-sión de nuestro país a este bloque co-mercial genera una oportunidad para analizar qué implicancias esto podría significar para el comercio exterior de Bolivia, y su situación respecto a su pertenencia también a la Comunidad Andina de Naciones (CAN). Ade-más, esto permite retomar el debate acerca de los beneficios de una mayor apertura comercial. Estos son los pun-tos que el Centro de Estudios Populi aborda en este informe, de manera técnica, para aportar con soluciones al debate público.

implicancias dE la firma dEl protocolo dE adhEsión mErcosur

Para que Bolivia se convierta en miembro pleno del Mercosur, el Pro-tocolo de Adhesión recientemente suscrito deberá ser aprobado por la Asamblea Legislativa de nuestro país y de todos los Estados Partes del Mercosur. Entre las cuestiones más relevantes, el Protocolo de Ad-hesión implica que nuestro país se adhiere al Tratado de Asunción y a todos los Protocolos que conforman el Acuerdo. Además deberá ajustar su nomenclatura, estructura arancelaria y régimen de origen a los del bloque, así como incorporar el acervo norma-tivo dentro de un periodo de cuatro años después de la fecha de entrada en vigencia del mismo.

De acuerdo el Instituto para la Inte-gración de América Latina y el Cari-be (Intal), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el impacto del ingreso de Bolivia al bloque sería li-mitado en términos comerciales, pues el mencionado Protocolo sustituiría el Acuerdo de Complementación Eco-nómica (ACE) N° 36 suscrito entre Bolivia y los Estados Partes del Mer-cosur en diciembre de 1996, y tam-bién sustituiría el Acuerdo Comercial entre Bolivia y Venezuela suscrito en marzo de 2011 para dar continuidad a las preferencias derivadas de la CAN luego de la salida de Venezuela, y así garantizar el libre acceso de productos bolivianos a ese país.

Lo que sí muestra ser un debate es la cuestión acerca de la doble perte-nencia de Bolivia tanto a la CAN co-

mo al Mercosur. A diferencia de Ve-nezuela, que renunció a la CAN antes de incorporarse al Mercosur, Bolivia continúa integrando la CAN. En las disposiciones normativas de la CAN no se encuentra prevista la adhesión de sus miembros a otras uniones aduaneras. De hecho, el Secretario General de la CAN recientemente llamó a los presidentes andinos a pro-nunciarse sobre el tema y encontrar una salida.

Por su lado, Bolivia con la CAN durante los últimos trece años ha man-tenido un superávit comercial (Gráfi-co 3) liderado principalmente por las ventas de productos no tradicionales, aunque los últimos años destaca las ventas de minerales en bruto al Perú (Gráfico 4). El producto no tradicio-nal que más peso tiene en las ventas externas a la CAN es sin lugar a du-das la soya, tanto en semillas como en habas, así también como en productos elaborados de la la misma. De hecho, su importancia es tal que en promedio, durante los últimos trece años, ha re-presentado más del 62% de las expor-taciones bolivianas a la CAN.

Por el lado de las importaciones de Bolivia desde el Mercosur y la CAN, destaca que las materias primas y los bienes intermedios son el tipo de productos que más importa nuestro país de estos bloques, aunque es im-portante mencionar que, en el caso de las importaciones bolivianas desde la CAN, existe una participación impor-tante de bienes de consumo (Gráficos 5 y 6). Observando los datos, los bie-nes de consumo que Bolivia importa más de los países de la CAN son los productos farmacéuticos, otros bie-nes de consumo no duraderos, los productos alimenticios elaborados, y objetos de uso personal.

El comErcio ExtErior y la crEación dE EmplEo

En un reciente estudio, Muriel y Mayorga (2012), afirman que la crí-tica de la concentración de las expor-taciones en unos cuantos productos persiste por dos motivos: la vulnera-bilidad macroeconómica frente a la variabilidad de los precios de estas mercancías, y el relativo bajo valor agregado que generan las ventas de materias primas, principalmente de los minerales y gas natural que son exportados con poco o ninguna trans-formación productiva.

Si bien esto es relevante en lo que se refiere al diseño de una política co-mercial que logre disminuir la vulne-rabilidad macroeconómica y además logre incrementar el valor agregado de los productos que se exportan, los autores mencionan que la estructura de las exportaciones bolivianas y sus efectos sobre la creación de empleos también debe ser motivo de análisis y ser tomada en cuenta a la hora de diseñar y poner en prácticas políticas comerciales.

Los autores afirman que un mejor aprovechamiento de los mercados mundiales, a partir de las ventajas comparativas del país –que principal-mente recaen en la abundancia rela-tiva de mano de obra- podría llevar a patrones de desarrollo basados en me-nor desigualdad y fuentes laborales de mayor calidad. Con esto en mente, los autores se preguntan cuánto empleo generan las exportaciones en Bolivia, y cuáles son aquellas que generan las mayores fuentes laborales.

El primer resultado, y como era de esperar, es que las exportaciones de productos no tradicionales, princi-palmente de productos manufactura-

dos, productos agrícolas y productos agroindustriales –sobre todo de la ca-dena de oleaginosas- en contraposi-ción a las exportaciones de productos tradicionales como los minerales y el gas natural, generan la mayor canti-dad de empleo.

En el año 2010, de los más de 657 mil empleos directos e indirectos creados por las empresas exportado-ras, 555 mil (85%) fueron creados en el sector no tradicional, y el resto en minería e hidrocarburos. Inclusive en el año 1999, la participación en la creación de empleos por parte de las empresas que producen bienes no tradicionales para el exterior fue de 92% en relación a la creación total de empleo por parte de todas empresas que realizaban algún tipo de exporta-ciones.

El otro resultado destacable es que si bien los empleos generados por las exportaciones crecieron, no acompa-ñaron la evolución de las exportacio-nes. De hecho, la tasa de crecimiento interanual del empleo entre los años 1999 y 2010 era 4,1%; mientras que las ventas externas, en términos de volumen crecieron 7,3%. Y final-

“Toda la diferencia entre un mal y un buen economista es ésta: uno se limita al efecto visible; el otro tiene en cuenta el efecto que se ve y lo que hay que prever”. // Frederic BastiatPolíticas Públicas para

la LibertadInforme

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Santa Cruz de la Sierra • Bolivia

CAN, Mercosur y el Comercio Exterior de Boliviael informe 145 de Políticas Públicas para la Libertad, que compartimos en esta entrega y que vale la pena leer para comprender más y mejor qué gana y que pierde Bolivia al jugar a dos puntas en Comercio Exterior.

mente, el otro aspecto destacable de este estudio es que la participación en la generación de empleo de parte del sector exportador, en relación a la población ocupada cada año, desde el año 1999 se mantiene inalterada, 16,4% en 2001, y 16,5% en 2009.

los bEnEficios dE una

mayor apErturE comErcial

En teoría, está claro que desde el punto de vista estático un país mejora su bienestar al explotar la posibilidad de comerciar con el exterior. En par-ticular, para un país pequeño que no puede afectar sus términos de inter-cambio, el libre comercio es indiscuti-blemente superior a una situación con aranceles.

La estrategia de comercio exterior seguida por un país afecta a la deman-da por trabajo a través de la composi-ción del producto. Así, una estrategia que determine una estructura produc-tiva basada en bienes con alta inten-sidad de empleo por unidad de valor agregado resultará en una mayor de-manda por trabajo que si el mismo ni-vel de valor agregado se produce con una estrategia alternativa.

La teoría de Heckscher-Ohlin-Samuelson proporciona el vínculo entre el sector externo y el empleo. Esta teoría establece que para el caso de dos factores productivos, trabajo y capital, un país exportará una canasta de bienes intensiva en el factor que es relativamente más abundante, e im-portará una canasta de bienes inten-siva en aquel factor que es relativa-mente más escaso. En una situación de comercio multilateral, la escasez relativa de factores productivos de una determinada nación dependerá de los países con los cuales se comercie.

Por ejemplo, para el caso de Boli-via se esperaría, y así lo hemos com-probado en el apartado anterior, que en su comercio con países desarro-llados las industrias potencialmente exportadoras sean aquellas que usan más intensivamente el factor abun-dante, que es el trabajo. Por ende, los requerimientos del factor trabajo van a ser mayores en el caso de una es-trategia orientada a incrementar más las exportaciones hacia los países desarrollados, que no son intensivos en mano de obra, que a los países en desarrollo o menos desarrollados.

“Toda la diferencia entre un mal y un buen economista es ésta: uno se limita al efecto visible; el otro tiene en cuenta el efecto que se ve y lo que hay que prever”. // Frederic Bastiat

La evidencia empírica muestra que, en general, los países más abier-tos al mercado mundial han logrado tasas de crecimiento más altas en el producto y en el empleo. Hay mucho que ganar en el largo plazo de aper-tura al comercio mundial. Para ello es necesario que se cree un ambiente favorable con los incentivos adecua-dos, para un profundo cambio en la orientación de la economía.

a modo dE conclusionEs

Bolivia ha firmado el Protocolo de Adhesión al Mercosur. Para que nuestro país sea miembro pleno del bloque, este Protocolo debe ser apro-bado por los Parlamentos de Bolivia, y de cada uno de los países miembros. A pesar de la controversia generada acerca de la doble pertenencia o no de un país a dos bloques comerciales, lo interesante es analizar los datos y tratar de obtener respuestas de linea-mientos de la política pública en rela-ción a la política exterior.

Lo que hemos observado es que si bien la balanza comercial con el Mer-cosur y la CAN es positiva, la primera se explica por las ventas de gas natural a Brasil y Argentina, y la segunda por las ventas de productos no tradiciona-les, principalmente los pertenecientes a la cadena de las oleaginosas. Ade-más, el sector exportador en Bolivia ha creado empleos, pero los mismos se restringen al sector no tradicional.

Con esto en mente y sabiendo que: i) el comercio internacional mejora la eficiencia en la utilización de recur-sos, ya que asigna bienes y servicios

a quienes le conceden mayor valor; además que ii) el mayor intercambio comercial permite la especialización en aquellos productos y servicios que cada cual hace mejor, es decir se apro-vechan las ventajas comparativas de los países; y por último, iii) el mayor comercio internacional permite que los consumidores se beneficien de métodos de producción más eficien-tes debido a que la existencia de un mercado más amplio de producción masiva permite reducir costos y por ende precios más baratos; Bolivia debe mirar su política de comercio internacional como un instrumento para el desarrollo.

La adhesión de Bolivia al Merco-sur no significa grandes avances en este sentido. El mencionado bloque ha tendido a la protección excesiva y los productos bolivianos de exporta-ción no muestran por el momento, a parte del gas natural, ser competencia para la producción de los países que lo conforman. Por su parte, si bien el comercio con la CAN genera la ma-yor parte de los empleos en el sector exportador, lo cierto es que más del 60% de las exportaciones a este blo-que se derivan de productos de la cadena de las oleaginosas, con lo esto muestra que el comercio se encuentra fuertemente dependiente de muy po-cos productos.

La mejor política es la ampliación de los mercados de exportación para productos bolivianos y permitir la entrada de productos de importación que beneficien a la población y den los incentivos para que la producción local sea más eficiente.

ASUNTOS PÚBLICOS

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argentino, que conectará la gran industria del sur brasileño con el megapuerto chileno en Mejillones.

La Cancillería boliviana, más ocupada de “ajtapis”, sahumerios aymara y la tercera reelección de Evo con la polvareda de los tres soldados bolivianos condecorados, es miope en percibir que ha devuelto al gigante vecino una carta ya jugada antes por él: habían incluido las esclusas en las hidroeléctricas en el río Madera, que llevarían al Atlántico por el Amazonas. ¿No se oxigenaría Bolivia por la mitad con la hidrovía Ichilo-Mamoré y atracaderos interiores en Puerto Villarroel, Trinidad, Riberalta y Guayaramerín? Eso sí que sería cambio.

Para verse rechoncho, ahí está el espejo venezolano. Vaticino que aunque no se dé aquello de que muerto el perro, saltan las pulgas, pronto se develarán las boberías de conceder a Pdvsa la exploración de petróleo en el norte paceño, y de trocar la venta de textiles bolivianos en EEUU por mercados venezolanos.

¿Será que cambios en la pirámide de poder en nuestros azarosos países, se puede llevar a cabo sin desmontar andamiajes de corrupción? ¿Será que el auge de falaces modelos de autocracias populistas se sustenta en factores externos, como el apogeo de precios de materias primas? Quizá ambos. Me quedo con Nat King Cole cantando con acento del gringo Goni: “qué será, será, será lo que debe ser / el tiempo ya lo dirá, que será, será”.

“¿Será que cambios en la pirámide de poder en nuestros azarosos países, se puede llevar a cabo sin desmontar andamiajes de corrupción?”, se pregunta Winston Estremadoiro en el Barlamentos de la semana. Difícil dar una sola respuesta, dice el autor, y tiene razón.

Confieso que fui Lulista abierto. No “lolista”, aclaro, neologismo que cociné

sobre el vejete que se apasiona de la hijastra púber en la novela de Vladimir Nabokov; menos la acepción chilena de las “lolas”, muchachitas que vejestorios suelen apetecer por aquello de que a gato viejo, ratón tierno. No, a mí me gustaba Lula da Silva, el hijo de Brasil

en panegírica biografía, un obrero llegado a Presidente de quién poco importaba su afición al trago, que tantos compartimos, sino que en sus gestiones la pobreza absoluta se había reducido dramáticamente en su país.

Se ha pinchado el globo de mi encanto con el ex mandatario. Primero fueron contrasentidos del papito en ejercicio del poder, y el hijito que se volvía millonario de la noche a la mañana. Luego vino el escándalo del “mensalão”, con cabos sueltos todavía: una extendida práctica de repartija de talegazos para asegurar favores de poderosos en la complicada estructura política del inmenso país. A destiempo quizá, vino el “cherchez la femme” (busquen a la mujer) llamado “Rosegate”, que probó que la influencia de una cortesana aprovechadora crece proporcionalmente al ardor de un mandamás infatuado.

Ahora a Lula se le viene encima el llamado “Petrobrásgate”, que dejará chiquitos al “Mensalão” y al “Rosegate”. Ocurrirá cuando la revista

brasileña Veja publique el affaire, cosa de envidiar por la libertad de expresión en el vecino país, aguantadora de compras de cuatro reales por diarios y canales de televisión para resaltar la versión “oficial” de las noticias en Bolivia. Compromete a Lula y a dos de sus colaboradores, y a Dilma por añadidura, en el mega-escándalo de la compra de una refinería en Pasadena, Texas.

Joya de operación, típica de empresas estatales, aún en el caso de una Petrobrás mixta que cotiza en engañosas bolsas de valores del mundo. En 2005 una empresa belga compró la vieja refinería por $42.5 millones; un año después los belgas venden a Petrobrás la mitad por $360 millones; como la factoría, de por sí ya obsoleta, no podía procesar el pesado petróleo brasileño, los socios belga y brasileño firmaron un contrato en que se dividían una inversión de $1.500 millones para ponerla a punto. Negocio de negros, fue como apetecer un cacharro adquirido por otro en $42.5 millones; un año después pagar casi ocho veces más por la mitad del carro; luego compartir $1.500 millones a medias, para sacarlo del taller de reparación.

Hay más. Me desmarco de la onda de que no hay novia fea ni muerto malo, ya que hace poco falleció Hugo Chávez. En la pulseta política brasileña, entre Luis Inácio “Lula” da Silva y Fernando Henrique Cardoso, se vive hoy un capítulo más en la

campaña preelectoral entre Dilma Rousseff por la reelección, y Aécio Neves: la una ahijada de Lula; el otro, discípulo del gran reformador que fuera el segundo. Saldrá a la luz la incompetencia del régimen bolivariano, evidente en los negocios de Petrobrás con Pdvsa, empresa estatal venezolana desarmada de técnicos por el difunto Presidente Chávez. En 2005 firmaron un acuerdo de construir la refinería Abreu e Lima en Pernambuco, proyectada para refinar crudo venezolano y petróleo brasileño, en partes iguales. Petrobrás (60%) ha venido solventando la inversión de 4.75 billones de reales; Pdvsa (40%) no ha puesto ni un real. El desfase resultante encarecerá la obra más de diez veces.

En la feria pueblerina del régimen de Evo Morales, basta ingresar al laberinto de distorsionantes espejos. Para mirarse larguirucho está el espejo brasileño. Éstos no olvidan la afrenta de la nacionalización de hidrocarburos, con Evo hecho al Mussolini al frente de tropas militares para tomar instalaciones civiles en San Antonio y San Alberto. Resultado: Brasil, por ahora, está circunviniendo territorio boliviano en su marcha al Pacífico. Un corredor bioceánico apenas toca Bolpebra en el vértice pandino, camino a puertos peruanos; vergüenza que nadie en Cancillería haya alertado a Evo Morales la inconveniencia de ser un convidado de piedra en la reunión tripartita. Al sur, será pronto realidad el corredor bioceánico por el norte

“Ahora a Lula se le viene encima el llamado Petrobrásgate, que dejará chiquitos al Men-salão y al Rosegate. Ocurrirá cuando Veja pu-blique el affaire, cosa de envidiar por la libertad de expresión en el vecino país... Compromete a Lula, a dos de sus colaboradores y a Dilma.”

WinstonEstremadoiroAntropólogo

Cambiar sin dejar de ser corruptos

BARLAMENTOS

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Santa Cruz de la Sierra • Bolivia

inseguridad ciudadana.La polarización era inevitable. Las

elites desplazadas, los grupos de po-der que no pudieron insertarse en el nuevo esquema (una parte de ellas sí lo logró), una clase media que re-sentía el autoritarismo, se colocaron al otro lado de la vereda. Aquello de “todo con la revolución, nada fuera de ella” se aplicó a rajatabla. La lógica era de blancos y negros en un tablero de amigos y enemigos. Se construyó el discurso único y el partido único. El pluralismo fue parte del pasado. Una oposición huérfana de partidos, desorientada y sin discurso, se refu-gió en los medios y los medios fueron el blanco de un poder implacable. El

adversario le quedó grande por mu-chos años. Tardó más de una década en darse cuenta que solo la unidad permitirá vislumbrar una salida. Los demócratas de verdad fueron engulli-dos por el huracán.

Chávez no era un hombre cual-quiera, era un mago de la palabra, cultivador de una retórica fascinante, de un carisma arrollador, capaz de creer y hacer creer en grandes cau-sas. Hombre apasionado, provocó pasiones de amores incondicionales y odios definitivos. Tomó a Bolívar como modelo recurrente y obsesivo y se abrazó con el Libertador.

Igual que Castro en los sesenta pero con más éxito, Chávez apostó fuerte por exportar su modelo al con-tinente. Estaba convencido de que había llegado la hora del cambio. Los precios del petróleo lo acompañaron (rompieron la barrera de los 40 dóla-res por barril en 2004, superaron los

Sigue el misterioEl caso Chaparina parece condenado a quedar impune. Las investigaciones van más lento que tortuga: a dos años y medio de la represión a los indígenas ordenada por el Gobierno, no hay un solo responsable preso. Pensé que algo podía cambiar con la declaración de la ex ministra de Defensa, pero nada. Me tinca que le dieron un estate-quieta...

¿Bruja o adivina?Me impresionó comprobar los dotes de bruja o adivina que tiene Jessica Echeverría… dijo en entrevista a Se-manarioUno que antes habría elec-ción de Papa, que elección de la nueva directiva de la Brigada Parlamentaria Cruceña. Tal cual, así fue: salió humo blanco en Roma, y en Santa Cruz ¡na-da! Parece que nos faltan Franciscos...

El poder del BISAMe impresiona comprobar el poder que ejerce el Banco BISA sobre los grandes medios de comunicación, incluso los que no son de empresarios, sino de pe-riodistas: ha logrado hasta hoy bloquear la publicación en esos medios de una denuncia de estafa hecha en su contra por un empresario, Roberto Saavedra. ¿A cambio de qué será ese favorcito?

¿Cuál crisis?Ajá, ¿de qué crisis hablan algunos en Santa Cruz? No sé, pero según lo visto en el mercado automotriz, no hay ras-tro de crisis en este lado de Bolivia: no solo aumentaron las ventas de autos, sino también la oferta de unos bichos de cuatro ruedas superlujosos, con pre-cios que varían de cien mil dólares a un millón de bolivianos. Y si hay oferta, es porque hay demanda... ¡diosito lindo!

Sin noticiasEstoy agobiado por la falta de noticias sobre un hecho sucedido en Chicaloma, Yungas paceño. Una madre se suicidó al se presionada por su dirigente sin-dical a entregar a su hija de 14 años a un tal Copa que se adueñó de la joven, cuando ésta fue a trabajar. El hecho fue público, se identificó al dirigente, pero nada se sabe de ella, ¿así nomás es?

Asuntos pendientesQuiero saber qué ha pasado con las quiebras fraudulentas de las coopera-tivas San Luis, Cotoca y Jerusalén; qué fue del asesino de Lenny Flores; cuál el resultado del informe de auditoría médica sobre muertes de pacientes atribuidas a negligencias; cómo va la investigación sobre la red de extor-sión... ¿será mucho pedir?

La frase-recordatorio"(El nombramiento de Sacha Llorenti como embajador) No sólo significa im-punidad para él o los responsables (de Chaparina), sino que es una afirmación tácita de que lo que sucedió es conside-rado válido y justificable". / Cecilia Cha-cón, ex ministra de Defensa

Chávez está ya en el panteón de una América Latina que tie-ne particular debilidad por el

martirologio, que lo encuentra como personaje perfecto, santificado por una muerte trágica en la plenitud de su vida y su poder, en medio de una escenografía de secretismo organi-zada por sus áulicos. Llegó a la presi-dencia en 1999 en un contexto único y quizás irrepetible en la historia de Venezuela y de América Latina. En su país el sistema político había llegado a un grado de descrédito total con los dos partidos históricos, AD y Copei, en total descomposición, fuertemente penetrados por la corrupción.

En la región la ilusión moderniza-dora basada en democracias conso-lidadas e institucionalizadas al más puro estilo occidental, en matrimonio con un modelo económico neolibe-ral, comenzaba ya a hacer aguas. Los más pobres, que se habían ajustado los cinturones al límite, estaban har-tos de promesas de largo aliento que no sentían ni en sus bolsillos ni en sus ollas. No era solo culpa del mo-delo, una profunda crisis económica sumió en esos años a buena parte de América Latina forzada a medidas de ajuste, con un descontento social creciente que se asoció con el modelo neoliberal. A la vuelta de unos años (a partir de 2005), el incremento de los precios internacionales de materias primas, inundó sin césar las cajas de los países sudamericanos.

A su vez, Estados Unidos y el mundo vivieron en 2001 un giro co-pernicano con la caída de las torres. La respuesta belicista y radical de Bush hijo tuvo una consecuencia inmediata, la región salió del radar de los Estados Unidos. Comenzó el repliegue estadounidense y el fin de las políticas de injerencia descarnada en la zona.

En ese contexto, al jurar a la pre-sidencia Chávez no engañó a nadie cuando dijo que lo hacía sobre una “moribunda Constitución”. Nueva Constitución, nueva lógica. Comen-zó con el control total de los poderes del Estado. El perfil todavía indefini-do de su ideología se fue decantando progresivamente hacia un populismo de tinte socialista “made in Cuba”

bautizado como Socialismo del Siglo XXI, que tomó rumbo tras el torpe fiasco del golpe de Estado de 2002 y la radical huelga en la empresa petro-lera estatal (PDVSA) en 2002-2003.

La receta fue muy concreta. Uso discrecional de los fondos del Esta-do, políticas de alto impacto social, énfasis en programas de salud y edu-cación y formación de estructuras populares organizadas. Todo basado en el modelo cubano de misiones de médicos, maestros y grupos barriales de supervisión revolucionaria. Ac-ciones contra la pobreza que dieron resultado. El pueblo llano encontró al redentor y al padre que ¡Por fin! como cabeza del Ogro filantrópico, se preocupaba por el, le daba voz y lo hacía sentir parte central y orgulloso de su propia historia. El Estado lo fue todo, pero fue una presencia salpica-da de ineficiencia, corrupción y mal manejo económico, que convivió con las peores expresiones del capitalis-mo tradicional y con una endémica

La América Latina de Hugo Chávez¿Cuánto ha influido el chavismo en los actuales gobiernos de la

región?, pregunta y responde Carlos Mesa en una reflexión sur-gida tras la muerte de Hugo Chávez, y su impacto en la región.

“Cuando la lluvia de oro, incienso y mirra deje de caer sobre el cadáver de Chávez, Venezuela dividida y encarnizada deberá resolver la era del poschavismo, con un Maduro que recibirá el voto póstumo... América Latina por su parte seguirá un camino que ciertamente no es el mismo...”

EN DEBATE

El Loro Colla

CarlosMesaEx Presidentede Bolivia

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EN DEBATE

Embalsamar

Miraba un documental: antiguas momias colga-das de un entarimado en

lo alto de un farallón que corta a ta-jo la selva papuana. Los ancestros contemplan desde allí el universo que poco difiere para sus descen-dientes, aparte de que al menos de manera nominal no se devoran ya unos a otros.

En Papua, y bajo insoportable calor que supondría la imposibi-lidad de momificar, los nativos lo hicieron por siglos, con proceso que consistía en ahumar los cadá-veres durante meses, comerse las vísceras, despellejarlos, hasta te-ner cuerpos con la consistencia del cuero duro.

Lo hicieron los chachapoyas y los malgaches (en donde las mo-mias se sentaban con sus fami-lias durante las festividades). Lo practican todavía los cristianos, adorando como santos a aquellos cuyos cuerpos no se corrompen, o se embalsaman de manera natural; santos en occidente, vampiros en los Balcanes (porque un muerto no putrefacto es un muerto vivo y hay que clavarle estaca en el corazón). En el fastuoso Koricancha, en el Cusco, estaban las momias de los reyes incas, que fueron barridas junto al oro en despilfarro de co-dicia y de una suerte de moderni-dad. Debemos a los cronistas las historias de estos muertos, por su relación con los vivos. Si vemos la Venezuela de hoy, o la Argentina y Rusia y Vietnam o China de tan solo ayer, nada ha cambiado. El pago al legado de los que se con-sideraban grandes viene siendo la pesadilla del cuerpo insepulto, cuarteado, violado por cuchillas, alterado en su composición, plas-tificado en aras de voluntarismo y funcionalidad. Terrible.

Nadie me quita de la cabeza que Hugo Chávez falleció bastante an-tes de lo que dijeron. El convertirlo en momia, en ese caso, habría sido una necesidad mientras se desa-rrollaban los acontecimientos. De nada sirvieron crucifijos, ruegos, plegarias y llanto; sus seguidores lo transformaron en vampiro, mos-

trando, otra vez, que a la lambis-conería ante los tiranos no puede llamársela afecto: es solo miedo. Ido el hombre, quien podía ejer-citar fuerza y poder directamente, su cuerpo se convierte en objeto de lucro para las aves de rapiña que estos regímenes suelen procrear. Justo castigo.

Observé al detalle el circo. Para eso estaba, para entretenimiento y sociología. Ver a gobernantes que se tomarían por serios, y a otros -bufones menores-, prestarse a la pantomima aclara cómo el dine-ro suele hacer bailar al mono, el petróleo obligar a los jerarcas a desnudarse ante el mundo como lo que tristemente son: micos de alquiler.

Entre las observaciones, y cuan-do se trasladaba la figura de cera por las abarrotadas calles de Cara-cas, acompañaban el carro fúnebre por un lado Maduro y por el otro Morales. Evo estaba asustado, no por el hecho de formar cortejo de un burdo espectáculo, sino por la gente que se acercaba en oleadas, peligrosamente, al carruaje. Su terror lo hacía ponerse de costado, extender las manitas como para protegerse, mirar con desespera-ción a los guardias de seguridad, visiblemente molesto de que su condición de semidiós pudiera ser vilipendiada, empujada, sudada por la turba impredecible. Me di-virtió. Estos edecanes del infierno son vulnerables, y cuánto.

Habrá que hacer espacio en Ori-noca para el momento en que el Supremo decida morirse o la vida lo muera. Imposible pensar que ser de semejante calidad e infinitas cualidades tenga que disgregarse en la tierra. Tradición embalsa-matoria existe en los Andes, no habrá que buscar mucho. Yo, que ustedes, ya paso decreto de eter-nidad. Hay que adelantarse a los hechos, prevenirlos. No duden que Evo internalizó la magnitud, en lo popular, del sepelio del coronel. Su vanidad habrá sentido algo, que junto al temor, tenía escozores or-gásmicos.

Pónganlos en estampita.

Fiel a su estilo, Claudio Ferrufino no se viene con medias tintas al comentar los hechos que rodean la muerte de Chávez.

Claudio Ferrufino CoqueugniotEscritor

145 en 2008 y se mantuvieron en el rango de los 100 entre 2011 y 2012). Se dijo antiimperialista, antioligár-quico y antineoliberal. Pintó los ene-migos en la pared y llevó a su causa a varios líderes que se sumaron a su coro: Néstor Kirschner en 2003, Evo Morales y Manuel Zelaya en 2006, Rafael Correa y Daniel Ortega en 2007, Fernando Lugo en 2008.

A la par, pero en una línea más mo-derada, ayudaron a girar la región a la izquierda Ricardo Lagos en 2000, Lu-la da Silva en 2003 (figura objetiva-mente más relevante que la del propio Chávez), Leonel Fernández en 2004, Tabaré Vázquez en 2005, Álvaro Colom en 2008 y Mauricio Funes en 2009. Así, en la primera década del si-glo XXI, más del 60% de las naciones latinoamericanas habían abrazado políticas sociales sostenidas, aplica-do bonos de impacto directo sobre los ciudadanos, marcado distancia de los Estados Unidos y sumado a la idea de una integración política más que eco-nómica.

Todo esto se hizo –vivan las iro-nías- sin dejar de lado la herencia del execrado neoliberalismo: políti-cas macroeconómicas responsables (salvo, claro está, la dispendiosa Ve-nezuela de Chávez), e inserción en la economía abierta del mundo globa-lizado.

¿Cuánto ha influido el chavis-mo en los actuales gobiernos de la región? Mucho en algunos, poco o nada en otros. Para Cuba la ayuda venezolana es el maná en tiempo de desesperanza, indispensable. Lo es también para Nicaragua. Lo fue en la primera fase del gobierno boliviano de Morales. Hoy, sin embrago, tanto Bolivia como Ecuador tienen vuelo propio y su futuro, vinculado emo-cional e ideológicamente al caudillo desaparecido, no depende ni econó-mica ni políticamente de Venezuela. Argentina sigue siempre su inescruta-ble rumbo. Para los más el futuro sin Chávez (aunque con su ideología) es perfectamente posible, para los me-nos es una incógnita dramática.

Chávez fue sin duda un impulsor

ferviente de procesos integracionistas que se tradujeron en tres nuevas ins-tancias. El primero fue la Alternativa Bolivariana de las Américas-ALBA (2004), que cuenta con ocho miem-bros. Su objetivo era el salvataje de Cuba, la influencia geopolítica en el Caribe y el control de un bloque de países que ejerciera influencia en los organismos internacionales. Bajo la batuta de Lula, Chávez ayudó a im-pulsar la creación de la Comunidad Sudamericana de Naciones (2004), luego Unasur (2008), un mecanis-mo claramente político que comple-mentó además la idea brasileña de la sudamericanización de América Latina. El tercero culminó en 2011 en Caracas con la creación de la Comu-nidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (Celac). Es hoy un nuevo escenario en el que Estados Unidos, sin estar fuera de juego, ha sido apar-tado con firmeza, la Comunidad ibe-roamericana promovida por España enfrenta dificultades y la OEA es una organización hipotecada a dos puntas.

En su momento de mayor gloria (2004-2008) el comandante quiso ir más lejos. Tras oler el azufre del be-ligerante Bush, abrió una desafiante relación con Irán, rompió relaciones con Israel, firmó acuerdos militares con Rusia y recibió con los brazos abiertos a la emergente China. Más recientemente defendió la tiranía de Ghadafi y las masacres perpetradas por Al-Assad. Pero eso sí, sin dejar de proveer un solo día un millón de barriles de crudo a los EE.UU.

Cuando la lluvia de oro, incienso y mirra deje de caer sobre el cadáver de Hugo Chávez, Venezuela dividida y encarnizada deberá resolver la era del poschavismo, con un Maduro que recibirá el voto póstumo, pero con una transición que con el tiempo puede ser dolorosa. América Latina por su parte seguirá un camino que ciertamente no es el mismo que an-tes de la llegada de este condottiero desmesurado y apasionado que quiso cambiar el mundo, y que quedará en la historia como un de las figuras más emblemáticas de este continente en el que son posibles Remedios la Bella y un Patriarca en su otoño.

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Santa Cruz de la Sierra • Bolivia

“Sin duda, las más espectaculares mues-tras de devoción al caudillo supremo se dan en estas apoteósicas exequias donde los compungidos dirigentes proclaman los legados imperecederos, dejados por sus casi inmortales caudillos...”

¡...ha muerto!

Con un increíble símil al anuncio hecho por el presiente Maduro y las

posteriores parafernalias con las que finalmente se hizo pública la muerte de Chávez en Venezuela, de igual manera el Presidente en ejercicio español en 1975, Carlos Arias Navarro, anuncia-ba, visiblemente consternado y con la voz entrecortada a sus compatriotas, ¡que Franco había muerto!

Es que la historia de los caudi-llismos y el culto a su personali-dad no son fenómenos nuevos, y menos aún en Latinoamérica que ha cobijado a una lista enorme de

éstos personajes y vivido las con-secuencias características de este tipo de gobiernos.

Criticar o no comulgar con las ideas del líder supremo es con-siderado una traición a la Patria, es moneda común la nominación incluso de ciudades con evoca-ción del caudillo, quien es tenido por insustituible y dotado por la naturaleza y el destino de dotes extraordinarios para la salvación del país y, por eso mismo, todas las circunstancias de su entorno son objeto incluso de veneración, la imagen y presencia mediática del líder es exagerada y cons-tante en todas las reparticiones estatales, escuelas, y medios de comunicación tornado a éste om-nipresente.

Para nombrar algunos ejemplos concretos de la historia, Leonidas Trujillo en República Dominica-na renombró a la ciudad capital como Ciudad Trujillo, así como

Stalin insufló su nombre a Sta-lingrado; es memorable también el multitudinario funeral de éste último que ameritó centenares de muertes por aplastamientos en medio de la turba doliente en in-terminable romerío, pues sin du-da alguna las más espectaculares muestras de devoción al caudillo supremo se dan precisamente en estas apoteósicas exequias donde los compungidos dirigentes pro-claman los legados imperecede-ros, dicen ellos, dejados por sus casi inmortales caudillos.

En Bolivia no somos ajenos a este fenómeno, nada de ello, pues ya la humilde casita de la infan-

cia de nuestro Presidente ha sido declarada Monumento Nacional, y reliquias oficiales los atavíos autóctonos con los que se coronó Rey Indígena en 2006 en pleno Templo Tiwanacota, en Pando ya se cambió el nombre a un pueblo por el de Puerto Evo Morales, igualmente la Empresa Bolivia-na del Oro ostenta su evocativo acrónimo de EBO, y finalmente el nombre al Aeropuerto de Oru-ro, contra viento y marea, ha si-do ya rebautizado por el de Evo Morales.

En vista de todo ello, no ha si-do pues ninguna casualidad que nuestro mismísimo Presidente haya anunciado también visi-blemente compungido, tal como Arias en la vieja España del 75 y Maduro ahora a los venezolanos, la muerte y duelo nacional por el fallecimiento de su ya auto reco-nocido ‘Hermano Mayor’ Hugo Chávez Frías.

José María Cabrera DalenceAbogado constitucionalista

Fidsfdsfdfse Chávez.

EN DEBATE

Desde hace años en Boli-via, pero particularmente en Santa Cruz, asistimos

a una competencia televisiva ex-traordinaria, cuya meta final es la estupidez en su más estéril y pueril proclamación.

Las grandes cadenas nacionales han hecho de su programación un abanico lánguido, de(s)generado y alienante de productos televisivos plásticos, con el único objetivo de atraer a una audiencia que busca en la caja boba un momento de esparcimiento, descanso y distrac-ción. Estas redes televisivas, que cuentan con un andamiaje técnico profesional insuperable y con un bagaje de sponsors impresionante, no dudan ni por un momento en invertir cuantiosos presupuestos en escenografías “internacionales”, en conductores importados y en unidades móviles desde cualquier parte para mostrar cualquier cosa, por más insignificante que sea. Y no se trata sólo de revistas o pro-gramas de chimento y concursos baratos, sino, y lo peor de todo, es que los noticieros también juegan al formato ambiguo que no distingue género periodístico alguno. De otro modo no se explica que la semana pasada, la Red Unitel hubiera teni-do al aire una unidad móvil con una entrevista en la que se enseñaba a la audiencia cómo felicitar en Facebo-ok al Cardenal Terrazas por su cum-pleaños, ¡durante siete minutos!

La renovación anual que hacen en sus parrillas de programación se parece a una carrera olímpica por mostrar, con pompa y desparpajo, quién tiene más luces, más caro es-cenario, más mujeres semidesnudas, más contenido amarillista y dramá-tico, más similitudes con programa foráneos mal copiados. La compe-tencia por la estupidez no tiene lí-mites, y en ese afán se olvidan por completo de las formas más básicas de hacer televisión. De ese modo, los reportajes son notas extensas; las entrevistas, cuestionarios aburridísi-mos; los editoriales, meros panfletos ideológicos de sus auspiciadores; las noticias, exageradas y siempre parcializadas. Es decir, hacen mal la mala televisión que nos venden.

Edson HurtadoPeriodistay escritor

Se olvidaron de la estructura, de las leyes de la semiótica e incluso de los encuadres más básicos. Y todo por el rating, claro. O por lo que entienden por rating: esa masa inmedible y casi divina que (no) manda y (no) decide qué programa sigue o qué programa sale del aire.

Además, la incoherencia y la hi-pocresía se campean impunemente por la pantalla chica: haciendo es-cándalo por los feminicidios y, al mismo tiempo, vendiendo cuerpos de mujeres como mercancías bara-tas, expuestas para que cualquiera pueda poseerlas. Ni siquiera se to-man la molestia de separar ambas noticias con un corte comercial o algo. Después de la protesta por otro

asesinato de una mujer ocurrido en Bolivia, inmediatamente anuncian la pasarela o la elección de otra miss que posa en calzones mientras un fotógrafo la penetra con el flash de su cámara.

Así estamos, viendo en vivo y en directo hasta dónde puede bajar la éti-ca periodística, hasta dónde pueden mermar los principios básicos de la comunicación, hasta qué profundidad puede caer la mediocre profesión del comunicador social y audiovisual.

Así estamos, recibiendo en nues-tros hogares la noticia en exclusi-va que no nos importa, que no nos aporta y que no nos conviene, como zombis sin párpados a los cuales nos meten la basura televisada sin trata-miento ni anestesia.

Así estamos, expectantes en la línea de llegada para aplaudir y en-diosar a quienes lleguen primero, a quienes se rebajen más, a quienes, por fin, ganen esta competencia de la estupidez.®

La competencia de la estupidez

Edson Hurtado frente a la televisión: las reacciones de un telespectador descon-tento e, incluso, indigando. ¿Será oído?

“Así estamos, recibiendo la noticia en exclusiva que no nos importa, aporta, ni conviene, como zombis sin párpados a los cuales nos meten la basura televisada sin anestesia...”

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BOLIVIA VIVA

Con la fragmentación, la ciu-dad ha ido perdiendo su sen-tido unitario. Ya no es posible

vivirla directamente, sino que se la percibe, cada vez más, a través de las imágenes o informaciones de los me-dios o desde los discursos políticos, que pueden promover u obstaculizar la visión unitaria, plural e incluyente de la ciudad en su conjunto.

Los discursos, tanto el estético como el pedagógico, han quedado opacados en su papel como elemen-tos de visión convergente. Surge de ello una doble responsabilidad. Por una parte, resulta importante la visión que presenten los medios de comu-nicación, puesto que ellos sustituyen la experiencia del ciudadano común acerca de la ciudad total; su influen-

cia puede ser decisiva para experi-mentar la vivencia de algo en común a los habitantes de los fragmentos de ciudad, experiencia básica para la construcción (ética) de un tejido de valores compartidos. Cabe entender aquí que valores compartidos son los que se descubren, gracias a un tra-bajo comunicativo abierto, desde la vivencia de un pasado y un presente de convergencias (afectivas, volitivas, comportamentales).

Si los medios pueden contribuir a la experiencia de lo compartido, el discurso político de los líderes puede ayudar a pensar lo común, a pensarse como miembro de algo común, de un proyecto con valores comunes, de una comunidad incluyente. El tejido de valores incluye valores compar-tidos que se descubren y valores co-munes que se construyen desde una decisión de formar comunidad con sentido abierto, decisión de los ciuda-

danos en la que puede influir positiva-mente un discurso político con ciertas características.

En primer lugar, que muestre inte-rés por los problemas de las personas reales en tanto que ciudadanos, y no en cuanto militantes o seguidores de un proyecto de poder o de una ideolo-gía, a los cuales deban plegarse para ver satisfechas sus necesidades. En segundo lugar, un discurso que con-voque al diálogo, la negociación y la solución constructiva de los conflic-tos, y no discursos agresivos, intimi-datorios o que convoquen al enfren-tamiento.

Así como puede favorecer la con-vivencia, el discurso político puede también estar orientado a fortalecer la fragmentación de la ciudad en peda-zos que, comunicados verticalmente con el poder (más dominables), des-aliente y destruya el nivel horizontal e intermedio de la convivencia en la

Apuntes para repensar a Santa Cruz de la SierraTodos se quejan de la ciudad. Motivos no faltan para hacerlo: inseguridad ciudadana, caos

vehicular, pésimo servicio de transporte público, burocracia a todo nivel y, por si fuera poco, niveles de intolerancia cada vez más elevados entre sus vecinos. Es hora de parar.

pluralidad y el respeto activo.La ciudad no está llamada a ser un

territorio fragmentado a controlar, a través de la asociación de grupos mi-litantes vinculados verticalmente con un poder central. Son los ciudadanos, en el ejercicio civil de una lógica po-lítica, los encargados de construir, en medio de no pocas dificultades, nue-vos espacios de convivencia.

En tal sentido, un enfoque diferen-te de la fragmentación puede ser el punto de partida de nuevas formas de articulación de lo urbano, en las que se entrecruzan lo local y lo global, lo físico y lo virtual, gracias a nuevos discursos que superen las visiones simplificadoras, las telarañas ideoló-gicas o las pretendidas leyes naturales aplicadas a las relaciones sociales.

Ello supone explorar los procesos de desestructuración y reestructura-ción de formas geográficas, socioeco-nómicas y culturales y la elaboración de un mapa de la supervivencia ur-bana, que oriente su desarrollo hacia un nuevo mapa de convivencia en la ciudad.

La recuperación del sentido uni-tario de la ciudad no es otra cosa que la recuperación del sentido de esta o, lo que es lo mismo, la percepción de que es posible trazar caminos hacia la convivencia, identificar y superar obstáculos (físicos, socioeconómicos o culturales) y acordar normas para valorar la importancia de los núcleos

comunicativos principales.Ello representa la posibilidad de

valorar momentos en los que la ciu-dad puede existir episódicamente: por ejemplo, en la solidaridad ante una catástrofe, en un acto electoral u otro importante para la vida política, en ciertas fiestas de tipo cultural. En estos casos, el discurso de los medios, el discurso político y ciertos actos de gobierno y el discurso cultural (en el que instituciones como la Universi-dad tienen un papel decisivo) pueden reunir en totalidades imaginarias los fragmentos dispersos de ciudad y de-volverles el sentido de partes articula-das de un entramado urbano.

Desde la óptica del trazado de un mapa de convivencia urbana se en-cuentran, en tales totalidades imagi-narias, puntos de partida -que pueden ser multiplicados- para potenciar la vivencia de lo compartido y el pen-samiento de lo común. Estos puntos de partida pueden desarrollarse para fortalecer y mejorar la existencia no sólo episódica de la ciudad, en los ni-veles relativos al tiempo, el espacio, la profundidad, la autonomía y la pro-gramación de la convivencia en un proceso de corresponsabilidad.

Desde el punto de vista del tiempo, los mecanismos comunicativos pue-den contribuir a que las situaciones puntuales de convivencia pasen de transitorias a permanentes. Desde el nivel del espacio, que la convivencia

“La ciudad no está llamada a ser un territorio fragmentado a controlar a través de la asociación de grupos militantes vinculados verticalmente con un poder central. Son los ciudadanos, en el ejercicio civil de una lógica política, los encargados de construir nuevos espacios de convivencia.”

MarielPalma

Arquitecta

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Alcalde, infórmese bien: construir el teatro y edificio municipal en el terreno que

fuera planificado como parque urba-no de preservación ecológica es una arbitrariedad porque atropella la Ley de Municipalidades, el Plan de Orde-namiento Urbano y Territorial, PLOT, el Código de Urbanismo y Obras y las ordenanzas 25/91 y 35/95 que aprueban el “Parque de Preservación Ecológica del Piraí”. Es también un atentado criminal contra la ecología de esta área de bosque natural aleda-ña al dique defensivo por tratarse del ecosistema más frágil de la ciudad. No se engañe, es imposible construir edificios y parqueos sin sacrificar ár-boles y área verde.

El Código de Urbanismo y Obras (art. 318 a 322) establece que los parques urbanos pueden ser comple-mentados con obras arquitectónicas recreacionales, culturales, deportivas, etc., dejando claro que la recreación es el uso principal de un parque y las edificaciones son de orden comple-mentario. El artículo 320 del mismo código señala que en los parques ur-banos, las obras arquitectónicas no deben ocupar más del 5% de su su-perficie total. Sin embargo, el teatro y el edificio administrativo municipal ocuparían el 55% de la superficie total del parque de preservación ecológica.

Por si esto fuera poco, está el agra-vante de la apropiación de dos parce-las de propiedad municipal ubicadas sobre la avenida Roca y Coronado: la una remanente del ex jardín botánico y la otra indemnizada a un súbdito chino. Las imágenes satelitales histó-ricas testifican el proceso de invasión de ambas parcelas: la invasión de la primera es anterior a 2003 con pe-queñas construcciones que aumentan

Ingrid WichtendahlArquitecta

hasta cubrir casi toda su superficie en 2012. La segunda parcela se la invade en 2005 con un galpón que en 2012 se amplía hasta el frente de la avenida apreciándose además desmontes del terreno. Todo bajo la mirada compla-ciente de su gobierno municipal. En síntesis, alcalde, el “Parque de Preser-vación Ecológica del Piraí” planifica-do en 1995 con 23 hectáreas quedaría reducido hoy a sólo las 6,3 hectáreas del Parque de la Autonomía.

El colmo de la ilegalidad es la cons-trucción del edificio administrativo al no ser éste un equipamiento de uso recreacional, cultural, educacional o deportivo como permite el Código de Urbanismo y Obras. Es pues inadmisi-ble que el Gobierno Municipal, llama-

do por ley a cumplir y hacer cumplir el orden urbano, sea quien lo trasgreda.

Le recuerdo alcalde que la Ley de Municipalidades (art. 129) pro-híbe cambiar el uso de suelo de los parques, áreas verdes y otros equipa-mientos existentes con anterioridad a su aprobación, señalando que éstos “bajo ningún motivo serán sujetos a cambio de uso de suelo, siendo nula cualquier alteración o decisión con-traria, bajo responsabilidad para los contraventores”

Le pido alcalde que busque la lo-calización idónea para el teatro y el edificio municipal siguiendo los pro-cedimientos de la planificación parti-cipativa y criterios de urbanismo para respetar la integridad y uso de suelo del Parque de Preservación Ecológica del Piraí en sus 23 hectáreas planifi-cadas. Asimismo, que instruya la res-titución al dominio municipal de los terrenos usurpados por particulares y la reforestación de los sectores de-gradados ecológicamente por el uso abusivo de los bienes municipales.

Alcalde, cumpla la leyEs inadmisible que el Municiòp, llamado

por ley a cumplir y hacer cumplir el or-den urbano, sea quien lo trasgreda.

“El artículo 320 del Código de Urbanismo y Obras señala que en los parques urbanos, las obras arquitectónicas no deben ocupar más del 5% de su superficie. Sin embargo, el teatro y el edificio administrativo municipal ocuparían 55% de la superficie del parque de preservación ecológica”

La CAF -banco de desarrollo de América Latina- aprobó un préstamo corporativo por

cinco millones de dólares a la Coope-rativa Rural de Electrificación (CRE Ltda.), recursos que financiarán la inversión de capital de la empresa de servicios contemplada en su Plan de Inversiones 2012-2015.

“El acceso a la electricidad mejora las oportunidades sociales de los ha-bitantes y es un factor determinante para el desarrollo de las actividades productivas y económicas”, puntuali-zó Emilio Uquillas, director represen-tante de CAF en Bolivia, añadiendo que la institución, además del sector eléctrico, está apoyando a Santa Cruz en otras áreas con el impulso de pro-yectos de infraestructura, agua y sa-neamiento, deporte y cultura.

La CRE ha comprometido para la gestión 2012-2015 una inversión total de 120 millones de dólares destinados a los proyectos de inversión en ciudad y en provincias, para garantizar la efi-ciencia del servicio eléctrico en el de-partamento, explicó Miguel Castedo, presidente del Consejo de Adminis-tración de la cooperativa cruceña.

CAF evaluó la factibilidad de esta operación bajo la consideración de que la CRE es una institución sólida y estable, con una administración financiera confiable y adecuada ges-tión operativa. A diciembre de 2012, la cooperativa cuenta con un activo mayor a los 400 millones de dólares, que la colocan como una de las diez empresas más grandes en Bolivia en términos de activos, y un patrimonio de 356 millones de dólares.

Con más de 500 mil socios, la CRE distribuye electricidad a más de dos millones de habitantes en áreas urbanas y rurales, lo cual representa un 35% en el Sistema Interconec-tado Nacional. A mediano plazo se pretende incrementar la cobertura de un 86% a un 90% y, paralelamente, coadyuvar en la integración energé-tica del departamento de Santa Cruz.

La CAF, por su parte, no hace otra cosa que cumplir su misión, dijo Ur-quilla: impulsar el desarrollo sosteni-ble y la integración regional, median-te el financiamiento de proyectos de los sectores público y privado, la pro-visión de cooperación técnica y otros servicios especializados. Constituido en 1970 y conformado por 18 países y 14 bancos privados, CAF es una de las principales fuentes de financia-miento multilateral.

CAF otorga a la CRE un crédito para más energía

restringida en espacios privados pa-se gradualmente a ser convivencia abierta en espacios públicos, am-pliando y proyectando el sentido de comunidad. Desde la perspectiva de nivel de profundidad de la conviven-cia, cabe desarrollar iniciativas para evolucionar de su nivel superficial a una convivencia profunda y reflexi-va, que comporte involucramiento y compromiso mutuos.

Con relación a la autonomía, es posible impulsar un nivel de convi-vencia crítica y autónoma, que reem-place a la mera actuación inconscien-te y reactiva ante estímulos externos. Finalmente, en lo que se refiere a la programación, la concertación entre los discursos políticos, educativos y de los medios puede impulsar una pedagogía de la convivencia urbana y, a través de múltiples actividades acordadas entre sociedad civil, insti-tuciones y gobierno, pasar de un nivel de convivencia espontánea a una con-vivencia programada.

Un mapa acordado de convivencia urbana puede contribuir a orientar el dinamismo vital de la ciudad, pue-de indicar a cada actor social cómo moverse en un territorio compartido (la ciudad), para transformarlo en un espacio común (la vida urbana). Pero para ello es necesario construir en común ciertos perfiles básicos de convivencia, capaces de impulsar, desde las familias, las organizaciones, las empresas y las instituciones edu-cativas, una vida urbana sustentable y no solamente una supervivencia no responsable del futuro.

Superar el mero nivel de la lucha por la siempre problemática subsis-tencia. Superar la vana pretensión de ir cada vez más rápido, sin saber hacia dónde. Navegar, sin naufragar, en la tensión entre “el delirio globalizador y la avidez cultural”, en un espacio compartido, a la vez comunicativo e informacional (Sánchez Vergara, 2007). Ir más allá de la indiferencia para con el diferente, aprisionados en líneas paralelas de significación y actuación, que no se tocan aunque se entiendan.

Más allá de la supervivencia y de la coexistencia, la ciudad, como lo indica R. Sennet, “es un lugar en el que el individuo aprende a convivir con el desconocido y entra en con-tacto con experiencias e intereses de formas de vida poco familiares. La igualdad anula la mente; la diversi-dad la estimula y la ayuda a crecer” (2003, 58). Espacio para la biodiver-sidad, la socio-diversidad y la diver-sidad cultural y valorativa, el espacio urbano puede ser, en una red de inte-ractuaciones que permitan avanzar en un proyecto común de vida, el lugar de sentido (local, global, hu-mano) para el autoconocimiento, la autovaloración y la autoafirmación en los que se articulen lo individual, lo grupal y lo colectivo.

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En la década de los setenta, muchas familias cruceñas pasábamos el fin de semana

disfrutando del rio Piraí (1). En esa época el río tenia bastante agua y de forma permanente; en las orillas ha-bían grandes árboles que nos daban sombra, el agua era limpia y fres-ca y en el curso principal, llegaba arriba de la cintura de los bañistas. Ahora, cuando miro el Piraí al pa-sar por el puente hacia el Urubó (2), me da pena verlo convertido en un inmenso y sucio arenal, con apenas un hilo de agua altamente contami-nada; salvo, obviamente, cuando llega un turbión.

Esto es producto básicamente de la deforestación en toda la cuenca,

que ha facilitado la erosión de sus arenosas orillas y la colmatación del lecho del río, además de sufrir los vertidos de aguas contaminadas en todo el curso del río. De existir vo-luntad para recuperarlo, es posible hacerlo ejecutando proyectos pro-ductivos y de protección, aprendido de las experiencias que sobre este aspecto se tienen tanto en Colombia como Ecuador y coordinándolos con los respectivos municipios,

El Plan de Uso del Suelo de Santa Cruz (PLUS) establece una faja de protección en las orillas de los ríos y cursos de agua y en el caso específico del río Piraí (B-P1) es de mil quinien-tos metros, desde la orilla. En este bosque de protección no puede haber asentamientos humanos, ni actividad agrícola, es exclusivamente de pro-tección. Cumpliendo el PLUS y los Planes de Ordenamiento Municipal, es posible diseñar un programa de recuperación río rio Piraí en la que el Servicio de Encauzamiento de Aguas y Regularización del Río Piraí (Sear-pi) tiene la competencia. Igual para el río Grande o Guapay (3).

Una de las primeras acciones que habría que realizar es la delimi-tación de la franja de protección y establecer los mecanismos para que esta franja de sea respetada y tenga el control efectivo y la tuición del Municipio respectivo, la Goberna-ción y el Searpi. Un primer aspecto a considerar es que esta iniciativa debe ser conjunta entre la actividad priva-da y el Gobierno Municipal y, para ser sostenible, el programa necesita que se asignen contratos de manejo de la franja de protección, en tramos claramente definidos. Cada tramo necesita tener un dueño, un respon-sable y esta actividad de manejo debe generar ganancias para el eje-cutor, de manera que sea sostenible. Si la actividad no se encara como un negocio rentable, y el Municipio y la Gobernación no garantizan la segu-ridad jurídica y protección efectiva, el programa será un fracaso.

Tenemos que entender que la or-denación de cuencas es un trabajo de largo plazo y por tanto las reglas del juego deben ser estables y mante-nerse en el tiempo. Una forma de en-

AOvidio Roca, como a muchos cruceños, le preocupa el descuido al que está librado el río Piraí por parte de las autoridades de Santa Cruz, principalmente, pero también por la de los vecinos. ¿Acaso no conocen cuál el impacto en la ciudad y el departamento? Parece…

OvidioRoca

Economista

“Tenemos que entender que la ordenación de cuen-tas es un trabajo de largo plazo y, por tanto, las re-glas del juego deben ser estables y mantenerse en el tiempo. Una forma de encarar el manejo es sem-brando tacuarembó en las orillas, lo que contribuye a la recuperación y a la conservación de suelos.”

carar el manejo es realizando en las orillas sembradíos de tacuarembó (4) (guadúa angustifolia). Esta gra-mínea crece 10 cm cada día y cada rodal produce 30 a 35 toneladas por hectárea al año de materia vegetal.

El tacuarembó, con su particular sistema radicular entretejido, con-tribuye a la conservación y recupe-ración de los suelos, pues amarra y sostiene el suelo en las laderas y ori-llas de los ríos de tal forma que evita la erosión y permite que en el entor-no crezcan otras plantas y se sustente una gran biodiversidad de insectos, aves, animales, etc.

Su enraizamiento, además de controlar el escurrimiento de las aguas de lluvia y evitar la erosión de las orillas, permite la infiltra-ción del agua que alimenta los acuíferos locales. De esta manera una hectárea de tacuarembó puede almacenar hasta treinta mil litros de agua, la que en época seca se devuelve al río. Las aguas del río, al arrastrar menos sedimentos, los que son retenidos por los sembra-díos de tacuarembó, tienen mayor capacidad de arrastre de arenas y poco a poco cavan, profundizan y estabilizan el cauce.

Este bambú criollo tiene además un efecto purificador y embelle-cedor del entorno. Las laderas y orillas de los ríos cubiertas con el mismo son paisajes dignos de con-templación y admiración. Es ade-más un gran productor de oxígeno y fijador de dióxido de carbono, que lo hace un candidato para los bonos de carbono.

Otra variedad criolla de bambú es el guapá (Guadua paniculata), se de-sarrolla en zonas más secas y sus ho-jas y yemas se utilizan como forraje para ganado, las varillas para diversos usos artesanales, al margen de los be-neficios ambientales, protección de las orillas y profundización del cauce del río. El aprovechamiento, bajo ma-nejo, del tacuarembó se convierte en un negocio rentable, especialmente por su rápido crecimiento y por ende su pronta cosecha.

Sus principales usos económicos y productivos son:

Artesanales: Por su forma, flexibi-lidad, dureza y resistencia, el tacuar-embó es un adecuado material para la elaboración de muebles, artesanías y multitud de enseres.

Arquitectónico: por su resistencia y versatilidad es un insustituible ma-terial de construcción de viviendas de toda clase, casas de lujo, cabañas turísticas y es auxiliar en la construc-ción, donde se la usa en andamios o como soporte de encofrados.

Agroindustrial: Alrededor de las plantaciones de tacuarembó se ini-cia una serie de nuevas industrias, como es la fabricación de lamina-dos, aglomerados, pulpa para papel, palillos, muebles, instrumentos mu-sicales, artesanías y hasta alcohol y alimento.

Para ser efectivo, el Plan de debe contemplar el desarrollo integral de la cadena productiva, identificando el mercado para esta materia prima vegetal, y los talleres e industrias de transformación que permiten tener productos disponibles para la venta.

El río Piraí y el tacuarembó

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FDSAFDAS

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Don Antonio Vaca Díez

El miércoles pasado se ha hecho la presentación de la segunda edición del libro

Antonio Vaca Díez. Genio industrial y geopolítico boliviano, de Arnaldo Lijerón Casanovas, editado por la Fundación Nova. Don Antonio Va-ca Díez, que no llegó a los 50 años, tuvo una vida intensa y fructífera. Se formó académicamente como médi-co, profesión en la que destacó en su ejercicio y en la investigación cientí-fica de varias enfermedades. Como bien dice el Prof. Lijerón, una de las grandes pasiones de Vaca Díez fue el periodismo, que le ocupó una bue-na parte de su tiempo. Se dejó tentar por la política, en la que tuvo un pasó rápido, pero dejando una huella pro-funda. Respondiendo al llamado de la tierra fue defensor de la Amazo-nía, la que amaba profundamente, y, como obras son amores, el doctor Vaca Díez quiso llenar la selva y la llanura de caminos; exploró la tie-rra y puso su riqueza al servicio del hombre, convirtiéndose en un gran industrial gomero. Además, según consta en su biografía, fue un buen esposo y un mejor padre.

Don Antonio Vaca Díez fue un hombre con una visión de país muy clara; un país que está formado por tierras altas y llanura; un país que debe mirar al Pacífico y al Atlántico. Lo demuestra con su pluma, a través de artículos periodísticos y proyec-tos de ley, así como con su actua-ción como explorador e industrial. Así, por ejemplo, en la “Gaceta del Norte” escribió: “Con los caminos vendrá la concurrencia del comercio estableciendo sus saludables prác-ticas del intercambio y ofreciendo

trabajo. Por otra parte, y volviendo a la región del Noroeste, es urgen-te tomar posesión de territorios que nos pertenecen y que siguiendo nuestra inercia llegaremos a perder-los, como otros muchos en épocas no muy lejanas. Estos territorios son extensos y ricos y actualmente están engrosando las rentas del vecino. Es preciso ocupar estos territorios, fun-dar puertos pidiendo de antemano la fijación de nuestros límites con el Brasil…” Asimismo, la lectura de la biografía de Antonio Vaca Díez, fru-to del paciente trabajo de investiga-ción del Prof. Lijerón, nos muestra al explorador de una generosidad sin límites que supo ver al otro, la otredad.

La figura de Antonio Vaca Díez desmiente rotundamente el estereo-tipo que se ha construido del hombre de la llanura. Vaca Díez no es sólo el médico que atiende enfermos, sino que también se preocupa por la inves-tigación científica: no es solamente el político que se limita al cumplimiento de sus obligaciones como legislador, sino que va mucho más allá propo-niendo leyes que van en beneficio de su región y del país; tampoco es el simple periodista, sino es el fundador de periódicos y el literato de pluma ágil y elegante en el que se notan las lecturas; y, finalmente, no se trata de un simple explorador que va en bus-ca de aventuras ni un industrial de la goma que sólo busca el beneficio per-sonal, pues actúa como un verdadero antropólogo, lo que le da la capacidad de ver mejor al otro, y, además apren-dió de los europeos a ser un empresa-rio con visión universal que busca el bien común.

Alcides Parejas MorenoHistoriador y escritor

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