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Domingo 22 de julio 2018 EL EVANGELIO EN ABDÍAS PASTOR JAVIER DOMÍNGUEZ RESUMEN DEL TEXTO La venganza es una tentación que todos los seres humanos enfrentamos. Cuando es ejercida llega a ser desastrosa; sin embargo hay una venganza que no es pecaminosa, sino justa, buena y santa; se trata de la venganza de Dios sobre sus enemigos. Esto es lo que relata Abdías. Hay algunos aspectos importantes para lograr una mejor comprensión del libro. 1. ¿Quién fue Edom? El hijo de la promesa de Abraham (Isaac), al casarse con Rebeca, tuvo gemelos: Jacob y el Esaú. A Esaú le llamaban también Edom –principalmente por gustarle un guiso de color rojo. Dios le dijo a Rebeca que en su vientre había dos naciones: de Jacob (Israel) y Esaú (Edom); pero que una de ellas sería más fuerte y que habría división, desde las entrañas, entre ambos, porque el mayor serviría al menor (Génesis 25:23). 2. Una relación turbulenta entre dos hermanos El mayor de los hijos de Isaac, Esaú (Edom), despreció su primogenitura y se la vendió a Jacob por un plato de guiso, y para validarlo, Jacob engañó a su padre para obtener la bendición del primogénito. Por tal razón, Esaú juró matar a Jacob. Aún cuando tiempo después se reconciliaron, la relación entre las dos naciones siempre estuvo marcada por violencia, por ejemplo: cuando Israel caminó hacia la tierra prometida, Edom no le permitió el paso; cuando David conquistó Edom, mató a todos los varones; y luego cuando Salomón reinaba un miembro de la casa real de Edom se rebeló por venganza. Y así la historia hostil entre estos dos pueblos, sigue. 3. Abdías profetiza contra Edom Dios profetizó que por la violencia contra su hermano Jacob, Edom sería cubierto de vergüenza y sería cortado para siempre (Abdías 1:10). Vemos que esto se cumplió más adelante porque como pueblo desaparecieron (fueron cortados) para siempre. Esta violencia a que hace referencia Abdías se da cuando Babilonia conquistó a Israel. Dios le dijo a Edom que al igual que Judá se rindieran a Babilonia; pero ellos en lugar de hacerlo, actuaron contra Israel y se aprovecharon de ellos (Jeremías 27:3-11). Dios menciona ocho cosas que Edom no debió haber hecho contra Israel (Abdías 1: 12-14), entre estas: mirar con alegría la destrucción de Judá, haber saqueado sus bienes, asesinar a los israelitas que huían, y vender a los que se quedaron dentro de la ciudad. 4. Abdias profetiza restauración a Israel En la segunda parte del libro de Abdías, Dios trae profecía de restauración al remanente de Israel (Abdías 1:17). IDEA CENTRAL DEL TEXTO La idea central es la venganza de Dios contra Edom: ejecutando sus juicios contra ellos y, a su vez, restaurando al remanente de Israel. Ambas acciones de Dios son «venganza» contra Edom y, a su vez, «gracia» hacia Israel. El propósito del libro de Abdías no es solo mostrar la venganza, sino además la gracia de Dios entendida como su provisión de aquello que no podemos lograr por nosotros mismos y, por tanto, incluye la venganza contra los enemigos de los hijos de Dios. Dios inspiró este libro para consolar al pueblo de Israel con la venganza que estaba anunciando contra Edom. Fue un mensaje de fe y esperanza para su remanente. EL EVANGELIO Cuando Jesús nació, la guerra continuó. Herodes, que era edomita, mandó a matar a los bebés de Belén, persiguiendo al Hijo de Dios. Pero Dios, enviando a su Hijo a la cruz, se vengó de sus enemigos, venciéndolos; y a su vez perdonando los pecados del pueblo a quien estos perseguían. Estas dos acciones fueron, por un lado, venganza de Dios contra sus enemigos; pero también gracia para sus redimidos: «Y a vosotros, estando muertos en pecados y © 2018 Iglesia Gracia sobre Gracia. Todos los Derechos Reservados

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Domingo 22 de julio 2018

EL EVANGELIOEN ABDÍASPASTOR JAVIER DOMÍNGUEZ

RESUMEN DEL TEXTO

La venganza es una tentación que todos los seres humanos enfrentamos. Cuando es ejercida llega a ser desastrosa; sin embargo hay una venganza que no es pecaminosa, sino justa, buena y santa; se trata de la venganza de Dios sobre sus enemigos. Esto es lo que relata Abdías. Hay algunos aspectos importantes para lograr una mejor comprensión del libro.

1. ¿Quién fue Edom? El hijo de la promesa de Abraham (Isaac), al casarse con Rebeca, tuvo gemelos: Jacob y el Esaú. A Esaú le llamaban también Edom –principalmente por gustarle un guiso de color rojo. Dios le dijo a Rebeca que en su vientre había dos naciones: de Jacob (Israel) y Esaú (Edom); pero que una de ellas sería más fuerte y que habría división, desde las entrañas, entre ambos, porque el mayor serviría al menor (Génesis 25:23).

2. Una relación turbulenta entre dos hermanosEl mayor de los hijos de Isaac, Esaú (Edom), despreció su primogenitura y se la vendió a Jacob por un plato de guiso, y para validarlo, Jacob engañó a su padre para obtener la bendición del primogénito. Por tal razón, Esaú juró matar a Jacob.

Aún cuando tiempo después se reconciliaron, la relación entre las dos naciones siempre estuvo marcada por violencia, por ejemplo: cuando Israel caminó hacia la tierra prometida, Edom no le permitió el paso; cuando David conquistó Edom, mató a todos los varones; y luego cuando Salomón reinaba un miembro de la casa real de Edom se rebeló por venganza. Y así la historia hostil entre estos dos pueblos, sigue.

3. Abdías profetiza contra EdomDios profetizó que por la violencia contra su hermano Jacob, Edom sería cubierto de vergüenza y sería cortado para siempre (Abdías 1:10). Vemos que esto se cumplió más adelante porque como pueblo desaparecieron (fueron cortados) para siempre. Esta violencia a que hace referencia Abdías se da cuando Babilonia conquistó a Israel. Dios le dijo a Edom que al igual que Judá se

rindieran a Babilonia; pero ellos en lugar de hacerlo, actuaron contra Israel y se aprovecharon de ellos (Jeremías 27:3-11).

Dios menciona ocho cosas que Edom no debió haber hecho contra Israel (Abdías 1: 12-14), entre estas: mirar con alegría la destrucción de Judá, haber saqueado sus bienes, asesinar a los israelitas que huían, y vender a los que se quedaron dentro de la ciudad.

4. Abdias profetiza restauración a IsraelEn la segunda parte del libro de Abdías, Dios trae profecía de restauración al remanente de Israel (Abdías 1:17).

IDEA CENTRAL DEL TEXTO

La idea central es la venganza de Dios contra Edom: ejecutando sus juicios contra ellos y, a su vez, restaurando al remanente de Israel. Ambas acciones de Dios son «venganza» contra Edom y, a su vez, «gracia» hacia Israel.

El propósito del libro de Abdías no es solo mostrar la venganza, sino además la gracia de Dios entendida como su provisión de aquello que no podemos lograr por nosotros mismos y, por tanto, incluye la venganza contra los enemigos de los hijos de Dios. Dios inspiró este libro para consolar al pueblo de Israel con la venganza que estaba anunciando contra Edom. Fue un mensaje de fe y esperanza para su remanente.

EL EVANGELIO

Cuando Jesús nació, la guerra continuó. Herodes, que era edomita, mandó a matar a los bebés de Belén, persiguiendo al Hijo de Dios. Pero Dios, enviando a su Hijo a la cruz, se vengó de sus enemigos, venciéndolos; y a su vez perdonando los pecados del pueblo a quien estos perseguían.

Estas dos acciones fueron, por un lado, venganza de Dios contra sus enemigos; pero también gracia para sus redimidos: «Y a vosotros, estando muertos en pecados y

en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz» Colosenses 2:13-15.

Abdías apunta a la cruz, porque la cruz es el juicio de Dios contra sus enemigos; y al mismo tiempo es la gracia inmerecida para sus elegidos. Este es el Evangelio que predica Abdías.

IMPLICACIONES PARA NOSOTROS HOY

1. No tome venganza contra sus enemigos

Todos sufrimos ofensas de alguien, ataques, chismes; pero eso no significa que tomaremos la venganza en nuestras manos, solo Dios puede juzgar, como lo dice Génesis 18:25: ¿No hará bien el Juez de toda la tierra?

La venganza solo le pertenece a Dos, y él será quien pague a cada uno (Romanos 12:19). ¿Cuál debería ser nuestra reacción? Vencer el mal practicando el bien (Romanos 12:20-21). La mejor venganza que podemos hacer contra nuestros enemigos es amarlos.

2. Ame a sus enemigos

Jesús nos ordena amar a nuestros enemigos haciéndoles el bien, porque Dios es bondadoso con los ingratos y perversos (Lucas 6:27-28, 32,35). Dios les da: hijos, trabajo, salud, descanso, alimento, entre otras cosas como parte de su bondad. Como hijos de Dios debemos mostrar la misma actitud y virtud.

3. El dolor que sufrimos por causa de nuestros enemigos es parte de la gracia de Dios sobre nosotros

Dios no siempre tomará venganza prontamente contra nuestros enemigos, muchas veces el sufrimiento que padecemos por causa de ellos nos acerca más a Jesús y nos aleja del pecado, por lo tanto, es gracia para nosotros, porque no es para nuestra destrucción, sino para nuestra santificación y Dios es glorificado en esto.

4. Confié en el Señor

Cuando no pueda hacer nada, cuando todo parece estar acabado, cuando crea que sus enemigos han triunfado sobre usted, confíe en Jesús. No debemos temer, porque es más grande Dios que cualquier enemigo, confiemos porque él ya ha vencido (2 Reyes 6:16; 1 Juan 4:4). Sus juicios contra nuestros enemigos pueden traer cierta satisfacción; pero hay un gozo mayor en la recompensa que recibiremos en la vida eterna y solo su gracia nos llena de plenitud de gozo y esperanza.

5. Tema a Dios recordando que él nos pagará según nuestras obras

Cuando un hermano caiga en pecado, no se alegre, no murmure, no lo juzgue; si él se ha arrepentido y busca ayuda, entonces: «Ustedes que sois espirituales restauradle con espíritu de mansedumbre, no sea que ustedes sean tentados» (Gálatas 6:1).

Abdías nos enseña que todas las acciones y motivaciones tienen consecuencias eternas. Dios escudriña y juzga no solamente las acciones, sino las intenciones de todo lo que hacemos para él o para los demás (Apocalipsis 2:23).

PASAJES CITADOS EN EL SERMÓNGénesis 25:23; 18:25; Jeremías 27:3-11; Colosenses 2:13-15; Romanos 12:19; 12:20-21; Lucas 6:27-28, 32,35. 2 Reyes 6:16; 1 Juan 4:4; Gálatas 6:1; Apocalipsis 2:23.

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RESUMEN DEL TEXTO

La venganza es una tentación que todos los seres humanos enfrentamos. Cuando es ejercida llega a ser desastrosa; sin embargo hay una venganza que no es pecaminosa, sino justa, buena y santa; se trata de la venganza de Dios sobre sus enemigos. Esto es lo que relata Abdías. Hay algunos aspectos importantes para lograr una mejor comprensión del libro.

1. ¿Quién fue Edom? El hijo de la promesa de Abraham (Isaac), al casarse con Rebeca, tuvo gemelos: Jacob y el Esaú. A Esaú le llamaban también Edom –principalmente por gustarle un guiso de color rojo. Dios le dijo a Rebeca que en su vientre había dos naciones: de Jacob (Israel) y Esaú (Edom); pero que una de ellas sería más fuerte y que habría división, desde las entrañas, entre ambos, porque el mayor serviría al menor (Génesis 25:23).

2. Una relación turbulenta entre dos hermanosEl mayor de los hijos de Isaac, Esaú (Edom), despreció su primogenitura y se la vendió a Jacob por un plato de guiso, y para validarlo, Jacob engañó a su padre para obtener la bendición del primogénito. Por tal razón, Esaú juró matar a Jacob.

Aún cuando tiempo después se reconciliaron, la relación entre las dos naciones siempre estuvo marcada por violencia, por ejemplo: cuando Israel caminó hacia la tierra prometida, Edom no le permitió el paso; cuando David conquistó Edom, mató a todos los varones; y luego cuando Salomón reinaba un miembro de la casa real de Edom se rebeló por venganza. Y así la historia hostil entre estos dos pueblos, sigue.

3. Abdías profetiza contra EdomDios profetizó que por la violencia contra su hermano Jacob, Edom sería cubierto de vergüenza y sería cortado para siempre (Abdías 1:10). Vemos que esto se cumplió más adelante porque como pueblo desaparecieron (fueron cortados) para siempre. Esta violencia a que hace referencia Abdías se da cuando Babilonia conquistó a Israel. Dios le dijo a Edom que al igual que Judá se

rindieran a Babilonia; pero ellos en lugar de hacerlo, actuaron contra Israel y se aprovecharon de ellos (Jeremías 27:3-11).

Dios menciona ocho cosas que Edom no debió haber hecho contra Israel (Abdías 1: 12-14), entre estas: mirar con alegría la destrucción de Judá, haber saqueado sus bienes, asesinar a los israelitas que huían, y vender a los que se quedaron dentro de la ciudad.

4. Abdias profetiza restauración a IsraelEn la segunda parte del libro de Abdías, Dios trae profecía de restauración al remanente de Israel (Abdías 1:17).

IDEA CENTRAL DEL TEXTO

La idea central es la venganza de Dios contra Edom: ejecutando sus juicios contra ellos y, a su vez, restaurando al remanente de Israel. Ambas acciones de Dios son «venganza» contra Edom y, a su vez, «gracia» hacia Israel.

El propósito del libro de Abdías no es solo mostrar la venganza, sino además la gracia de Dios entendida como su provisión de aquello que no podemos lograr por nosotros mismos y, por tanto, incluye la venganza contra los enemigos de los hijos de Dios. Dios inspiró este libro para consolar al pueblo de Israel con la venganza que estaba anunciando contra Edom. Fue un mensaje de fe y esperanza para su remanente.

EL EVANGELIO

Cuando Jesús nació, la guerra continuó. Herodes, que era edomita, mandó a matar a los bebés de Belén, persiguiendo al Hijo de Dios. Pero Dios, enviando a su Hijo a la cruz, se vengó de sus enemigos, venciéndolos; y a su vez perdonando los pecados del pueblo a quien estos perseguían.

Estas dos acciones fueron, por un lado, venganza de Dios contra sus enemigos; pero también gracia para sus redimidos: «Y a vosotros, estando muertos en pecados y

EL EVANGELIO EN ABDÍAS

en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz» Colosenses 2:13-15.

Abdías apunta a la cruz, porque la cruz es el juicio de Dios contra sus enemigos; y al mismo tiempo es la gracia inmerecida para sus elegidos. Este es el Evangelio que predica Abdías.

IMPLICACIONES PARA NOSOTROS HOY

1. No tome venganza contra sus enemigos

Todos sufrimos ofensas de alguien, ataques, chismes; pero eso no significa que tomaremos la venganza en nuestras manos, solo Dios puede juzgar, como lo dice Génesis 18:25: ¿No hará bien el Juez de toda la tierra?

La venganza solo le pertenece a Dos, y él será quien pague a cada uno (Romanos 12:19). ¿Cuál debería ser nuestra reacción? Vencer el mal practicando el bien (Romanos 12:20-21). La mejor venganza que podemos hacer contra nuestros enemigos es amarlos.

2. Ame a sus enemigos

Jesús nos ordena amar a nuestros enemigos haciéndoles el bien, porque Dios es bondadoso con los ingratos y perversos (Lucas 6:27-28, 32,35). Dios les da: hijos, trabajo, salud, descanso, alimento, entre otras cosas como parte de su bondad. Como hijos de Dios debemos mostrar la misma actitud y virtud.

3. El dolor que sufrimos por causa de nuestros enemigos es parte de la gracia de Dios sobre nosotros

Dios no siempre tomará venganza prontamente contra nuestros enemigos, muchas veces el sufrimiento que padecemos por causa de ellos nos acerca más a Jesús y nos aleja del pecado, por lo tanto, es gracia para nosotros, porque no es para nuestra destrucción, sino para nuestra santificación y Dios es glorificado en esto.

4. Confié en el Señor

Cuando no pueda hacer nada, cuando todo parece estar acabado, cuando crea que sus enemigos han triunfado sobre usted, confíe en Jesús. No debemos temer, porque es más grande Dios que cualquier enemigo, confiemos porque él ya ha vencido (2 Reyes 6:16; 1 Juan 4:4). Sus juicios contra nuestros enemigos pueden traer cierta satisfacción; pero hay un gozo mayor en la recompensa que recibiremos en la vida eterna y solo su gracia nos llena de plenitud de gozo y esperanza.

5. Tema a Dios recordando que él nos pagará según nuestras obras

Cuando un hermano caiga en pecado, no se alegre, no murmure, no lo juzgue; si él se ha arrepentido y busca ayuda, entonces: «Ustedes que sois espirituales restauradle con espíritu de mansedumbre, no sea que ustedes sean tentados» (Gálatas 6:1).

Abdías nos enseña que todas las acciones y motivaciones tienen consecuencias eternas. Dios escudriña y juzga no solamente las acciones, sino las intenciones de todo lo que hacemos para él o para los demás (Apocalipsis 2:23).

PASAJES CITADOS EN EL SERMÓNGénesis 25:23; 18:25; Jeremías 27:3-11; Colosenses 2:13-15; Romanos 12:19; 12:20-21; Lucas 6:27-28, 32,35. 2 Reyes 6:16; 1 Juan 4:4; Gálatas 6:1; Apocalipsis 2:23.

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