el imperio español en méxico
TRANSCRIPT
Es interesante notar que, mientras la mayoría de colonias
españolas en América se rebelaban contra el régimen
francés que gobernaba la península Ibérica, en México la
situación era totalmente diferente.
Una larga tradición imperial y un sistema burocrático más
eficiente que en el resto de la América española
permitieron que la chispa libertaria no fuera tan elocuente
como en el resto del continente.
Cuando las noticias de la invasión francesa de España llegaron a la
ciudad de México, la población urgió al virrey que asumiera todas las
funciones de gobernante de la Nueva España (México) y mantuviera la
estructura social, económica y religiosa española, pero que fuera una
entidad política separada de la metrópoli.
Existía un factor adicional que permitió mantener bajo control a los
posibles revolucionarios, era la riqueza que se producía en las minas de
plata de la Nueva España y que ayudaba a estabilizar la economía
mexicana. Al no tener los niveles de pobreza que existían en otros
virreinatos, había un motivo menos para rebelarse contra la Corona.
La sociedad mexicana se mantuvo dividida respecto a la intervención
o no en los movimientos independentistas de Sudamérica
al carecer de un verdadero motivo para la rebelión. Sumada a la
bonanza económica de Nueva España, cabe mencionar el surgimiento
de la literatura y la filosofía con personajes como sor Juana Inés de la
Cruz, lo que disminuyó aún más el resentimiento hacia Madrid que
existía en otras regiones del imperio.