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iorero

Eustaquio Gopar luchóen el sitio de Balery fue tratado comoun héroe hasta su muerte,en Tuineje, en 1963 Eustaquio Gopar, con el uniforme militar de la época.

34/11 LA PROVINCIA

TEMA DE PORTADA

Rodeado por un círculo y con él número 23 aparece el soldado Eustaquio Gopar Hernández, fotografiado junto a sus compañeros del destacamento de Baler tras finalizarel asedio . Saturnino Martín Cerezo, que mandó el destacamento (con bastón) incluye esta fotografía en el diario que escribió tras regresar a España.

Juana Quesada, sobrinapolítica de Gopar.

ÁAn:Zeles Arencibiauineje, un jueves al medio-día, está desierto . Junto ala Iglesia sólo hay viento yun policía local que informaT que la calle Eustaquio

Gopar es la más larga del casco (le estepueblo del interior de Fuerlevennna .i.Y sabe usted quién fue EustaquioGopar? "Creo que fue un alcalde quehubo aquí", responde el agente. Sijuventud le exime del `pecado' de nosaber que Eustaquio Gopar fue además¡ni héroe (le la patria .

El centenario del desastre del 98 esla excusa para revisar la historia (le unsoldado majorero que fue uno (le `losúltimos de Filipinas' y, además, segúnrecoge el periodistas Manuel Leguine-che en su libro Yo te diré. . . La verdaderahistoria de los rlltirnos de Filipinas (ElPaís-Aguilar) , el (íllinro en morir deldestacamento que profagonizó el legen-dario asedio a la iglesia de Baler .

Entre el 27 (le junio de 1898 y el 2de junio de 1899 el Batallón de Caza-dores n° 2 se hizo fuerte en la iglesiade Baler -cabecera de la Comandanciapolítico-militar del Príncipe, cuando lasFilipinas eran españolas- y resistió alenemigo, a las enfermedades y al ham-bre "hasta la insensatez", como escri-biría después el capitán de Infantería

El último de los últimos de Filipinas en morir fue un majorero . Eustaquio Gopar Hernández, cuya firmaaparece junto a estas líneas, fue uno de los supervivientes del sitio de Baler, del que ahora se cumplencien años . El haber sido uno de los protagonistas de aquella legendaria gesta, le valió privilegios, reco-nocimientos y condecoraciones hasta su muerte en 1963 . Tenía 87 años, un título de teniente honorarioy el respeto de personas que lo trataron. Varios testigos reconstruyen la historia de un labrador al quele tocó en suerte ir a luchar a Filipinas, una aventura que cambió su destino. Fue alcalde de su pueblo,juez de paz y propietario de uno de los primeros coches que circularon por la isla . Su sobrina política,Juana Domínguez, que convivió con él ele niña, lo recuerda con ternura sobre todo a partir de la muertede su esposa, Juana Alonso . "Los últimos cinco añosde su vida estuvo muy triste, porque ella era su apoyo.Todos los días se iba al cementerio a rezar a su Juana" .Tras morir Juana, el héroe de Baler "se fue apagando".

E! héroe majorero de Baler~yagonizantes,

Eustaquio GoparHernández fue elúltimo de losúltimos de Filipinasen morir, y lo hizoen supueblo,Tuinejé, donde fuealcalde,juez dePaz. . ., un hombrecon influencias

Salurnino Martín Cerezo, jefe del des-tacamento. Baler fue el último lugardonde ondeó la bandera española enOriente porque sus defensores tardarontiempo en creer al enemigo (tire les decíaque la guerra ya había tertninado.

Al comienzo (¡el sitio la guarniciónestaba formada por cuatro oficiales ycincuenta soldados. Durante el asedio,(los oficiales y doce soldados murieron

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por enfermedad-fundamcnlalmenle eleberi-heri, por falta de vitaminas-, dosfueron ejecutados por lraidores,catoicesoldados fueron heridos -dos de ellosfallecieron- y seis desertaron . Sobrevi-vieron 32 homlnes . Tenían munición,pero carecían de víveres . Comieronarroz podrirlo, hojas (le calaboceras,latas (le sardinas "muy averiadas", enpalabras de Cerezo, y inuy poquito más .

Una muestra de, la situación es lacomida con la que los sitiarlos festejaronel año nuevo de 1899 : "El (lía (le Añornlcvo tuvimos rancho extraordinario dehabiclnlelas con manteca . Manteca ran-cia y habichuelas que, sólo por extiaor-dinario también, podían considerarsecomestibles", escribió si] capitán . Porsentido del deber, un puñado de sol-dados enfermos, desharrapados, descal-zos y famélicos aguantaron durante oncemeses en aquella iglesia convertida enfortín y llena ya (le rniasrnas .Un texto que da idea (le lo que aquel

liccho significó para la España del cam-bio de siglo son unas palabras publicadasen el Heraldo de Madrid el 5 de octubre(le 1900. "Un telegrama (le Filipinas dacuenta (le (tire las fuerzas norteameri-canas destacadas en Baler se han ren-dido a los insurrectos � . Ill hecho da pieal redactor para recordar la gesta de losespañoles ocurrida un año antes en elruislno lugar -"era un destacamento (le

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de rostros cadavéricos, (lecuerpos devorados por la calentura" ( . . .)capaces de "asombrar al mundo con suvalor supremo'--y afirmar que "la orgu-llosa Norte América podrá tener rique-zas inmensas, posesiones dilatadas ; peroun sitio de Baler no lo tiene, no lo tendránunca" .

Iras regresar a España, ya reconocidocomo héroe, homenajeado y condeco-rado, cl jefe de aquella guarnición espa-ñola en Filipinas escribió El sitio de Baler(Notas y Recuerdos), declarado de inte-rés militar por una Real Orden en 1915 .Un ejemplar de la primera edición del

aquel diario, fechada cn 19114 en . GGua-dalajara, fue dedicado a único maorero1orero(le la guarnición por su autor. La dedi-catoria, escrita con tinta negra y letrafina e inclinada, dice así: "A ni¡ fiel ybuen asistente en el Destacamento Eus-taquio Gopar llernández. SaturninoMartín Cerezo" . Ese mismo ejemplar,amarillento ya por el paso del siglo, hasido custodiado durante años por JuanaQuesada, sobrina (le Juana AlonsoRodríguez, quien fue "]ir virtuosa esposadel liéioe (le Baler", seguir reza suepitafio.

Juana Alonso Rodríguez murió el 6de noviembre (le 1958 a los 84 años,cinco años después, el 25 de octubre de

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Domingo, 22 (le marzo (le 1998

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1963, moriría su esposo en Tuineje .Tenía 87 años y, según su sobrina, nuncapudo sobreponerse a la desaparición (lesu esposa . "Cuando murió mi tía, élenfermó; su vicia acalló", recuerda . Elmatrimonio, que no tuvo hijos, mantuvouna estreclaísima relación con los soln- i-nos (le ella . Juana Quesada convivió conel matrimonio desde los años cincuentahasta el fallecimiento de EustaquioGopar . Es pues una fuente de piirnc-rísirna mano para conocer la persona-lidad (le aquel labrador (le Tuineje con-vertido en héroe (le la patria.

De elevada estatura, tez clara y ojosverdes, Enstaquio Gopar tuvo a suregreso de Filipinas una vida litiga ytranquila en Tuineje, marcada por losmoderados privilegiose influencias que lesupusieron el habersido uno de los últimos(le Filipinas . Fue todotul personaje : juez dePaz, alcalde deTuinejeen dos ocasiones,poseyó tino (le los pri-rneros coches quehubo en la isla --unFord de color lila-,tuvo una pequeña licn-(1a (le aceite y vinagreen los bajos (le su casaque atendían sus sobri-nas, además (le la dele-gación (le correos y dela centralita para losseis teléfono del pue-blo . Un episodio quedemuestra la impor-tancia que un héroe (leBaler tenía en un régi-men tan militarizadocomo el franquista esel hecho (le que el cau-dillo lo saludara en persona en Puertodel Rosario .

El 28 de octubre de 1950, con motivode la visita de Franco y "egregia esposa"(sic) realizan al Archipiélago, el enviadoespecial de LA PROVINCIA a PuertoCabras escribe : "En la tribuna [desdedonde presenciaron un desfile] cl Gene-ralísimo saludó al teniente don Eusta-quio Gopar, superviviente del sitio (leBaler ( . . .) .

Quienes lo trataron lo recuerdancomo un hombre suniarnente correcto.El médico y expresidente delCabildo inajore-ro GuillermoSánchez Veláz-quez así losubraya . Sán-chez Velázquezlo conoció deniño pues sustíos Fausto yJorgina eraníntimos de Eus-laquio y Juana ."Eran una pare-ja que destaca-han en su entorno social, rluy por enci-ma de la media", afirma antes (le pre-cisar que, sin embargo, no fue Gopar"un hombre (le estudios" .

En la Relación filiaría de los in(liri-duos de lrolrns supeivivienies que recogecl capitán Martín Cerezo en su libroaparece Eustaquio Gopar Ilernández,hijo (le Pablo y Atanasia, (le 23 años,de oficio labrador, soltero y nalhrial (leTuineje, "provincia (le Fuerteventura(sic) . Sabemos por tanto que regresó sol-tero de la campaña y enfermo, esto últi-nio por cl lestianonio (le su sobrina Jua-na y por el de Tcre Martín Peña, esposa(le Pedro Morales Pérez . Este matrimo-nio conoció al héroe y a su esposa apartir de 1955, año en que Pedro Mora-les ocupó la plaza de secretario delAyuntamiento de Tuineje . Atabas fami-lias mantuvieron una estrecha relaciónhasta el punto que no era raro que elhijo mayor de Pedro v Tere . Estetran-hoy portavoz del Gobierno de Cana-rias-, meara (le .. ` en casa (]el liéroede Bajer-

"Fli

:uc ~c casó enfermo

tal regreso (le Filipinas, delgado y desa-nimado y que ella le daba la medicina-

", afiriria Tere Martín (lue al igual quesu esposo guarda un exquisito recuerdo(le aquel anciano nlatrinionio .

Entre 1955 y 1961 Eustaquio Goparfue alcalde de Tuineje por segunda vez-lo había sido catre 1930 y 1933- y fueen esa época cuando coincidió conPedro Morales. Éste lo describe cornoun hombre "pi uderltc, conciliador, queaconsejaba a ]ir gente" y que "no pie-sunlía de la guerra; si se le daba con-veisación, hablaba, pero si no, no" .

(lijo predilecto de Fuerteventura,teniente honorario del Ejército desde1945, caballero (le la Orden (le Cisnerosy propietario (le una pensión anual de612 pesetas líquidas anuales desde cl 27de marzo (le 1909, Eustaquio Gopar fue

un alcalde preocupadopor el agua. Morales des-taca el "adelanto grande"que supuso para losaproximadamente 5011veclrios qrc tenía el cascode Tuineje cn aquellosaños la compra (le unahornha de agua que hizoel Ayuntamiento . l-lactaque llegó la honiha (lemanipulación manual, losvecinos guindaban elagua, es decir la sacabancon una soga y un baldedel pozo .

Su sobrina y el matri-monio Morales Martíncoinciden en que el héroemajorero (le Baler no pre-sumía de su gesta, de laque hablaba más bienpoco . Saben que se salvómilagrosamente de recibirun tiro durante el asedioporque instantes antes deldisparo había cambiado el

ventanuco que vigilaba por el de uncompañero que murió, saben tambiénque pasó "muchas miserias" en Filipinasy sabe su sobrina que en Baler no habíaninguna mujer como se contó en la pelí-cula . Se lo dijo su tío después (le verel largometraje Lo.s úlánros de Filipinas,de Armando Rorrisín, en la (lue el galánArmando Calvo encarnaba al capitánMartín Ccrczo .

"Él decía que allí donde los pusieronja defender Balerj tenían que hacer loque hicieron o los trataban . Me decía :

`11í no sabes Pedrolo que nosotrospasamos; hambre yestar siempre aten-to a que no se acer-cara el enemigo",afirma PedroMorales que insis-te en (lue el enton-ces alcalde de Tu¡-ir eje restabaimportancia al epi-sodio.

Guillermo Sán-chez recuerda <,ir le(lecir que en Baler

llegaron a comer ratas, pero conservala misma opinión acerca (le Gopar : "Eraun hombre que no alardeaba de nada",dice . El presidente del Cabildo (le la Islaentre 1958 y 1971 explica que entre fina-les del pasado siglo y principios del pre-sente, "la gente se moría de sed en Fuci-teventuia" . Cuando no llovía, se emi-graba . Filipinas libró (r labrador Eus-taquio Gopar (le las tribulaciones (le laagricultura majotera .

Pagó 1111 alto precio, pero el tenientehonorario Gopar 1lernández fue unhombre "poderoso", en palabras de susobrina Juana . Juana afirma que elhéroe (le Balen logró con su influenciaevitar que la sede del Ayuntamiento sedesplazara (le Tuineje a Gran Tarajaly que el puerto (le esta última localidadfuera liquidado.

Era habitual, además, que consiguie-ra con facilidad pasmosa que el Ejércitodiera permisos a jóvenes que estabancumpliendo cl servicio militar, a lomejor porque sus padres los necesitaban

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Algunas de sus condecoraciones e insignias .

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Eustaquio Gopar Hernández, con una (le sus sobrinas .

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El héroe majorero de Baler. . .OSCAR jIMFM 7 / A 1,

De izquierda a derecha y de arriba a abajo :Guillermo Sánchez Velázquez, que fue presi-dente del Cabildo de Fuerteventura y conocióal héroe de Baler por las relaciones que habíaentre ambas familias ; Pedro Morales y TereMartín, que trataron al matrimonio a final desu vida en Tuineje ; la calle Eustaquio Goparde Tuineje; el teniente honorario EustaquioGopar posa con sus sobrinas Juana y Rosa,a las que llamaba "las niñas" ; con la periodistafilipina Asunción Juson que viajó hasta su casade Fuerteventura para entrevistarlo y unhomenaje que le tributaron los majoreros dela laguna el 2 de abril de 1946 : él está sentadoa la izquierda y va de uniforme.

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para algún trabajo agrícola. "Mi tíoescribía una nolila y a los (los días lle-gaba cl Hijo", asegura Juana Quesada ."Era tehicnte honorario y tenía un pesodecisivo", apunta Sánchez Velázquez.

Eustaquio Gopar vestía el uniforme(le teniente Ironortu -io en contadas oca-siones. Juana Qucsada que junto a suprirna Rosa era conocida en aquel tiem-po como 'las niñas (le don Eustaquio'dice que su tío se colocaba el uniformey las medallas -banjo las dos estrellas deteniente llevaba bordada la palabraValer- todos los 13 de octubre, "parala función (le San Miguel", fiesta en laque Tuincjc conrncrnora la batalla deTamasile ; el día que recibió en su casaa Asunción Jusém, una periodista fili-pina que vino a cnlievistarlo, y en lasocasiones en las que lo invitaban a algúnacto castrense como fue la visita deFranco en octubre del 50.

Sobreviviéí a Filipinas y a (los acci-dentes de tráfico . En una ocasión unautomóvil atropellé) al matrimonio-cuando se dirigía a la iglesia de Tuineje .Debió ser, según los testimonios reco-gidos, a principios de los cincuenta . Else reslableci0 bien (le sus heridas, peroella necesitó un apoyo para caminarmientras vivió .

El otro accidente de tráfico tiene sugracia . Lo cuenta Guillermo SáncliezVelázquez y lo protagonizan FaustoCarrión, tío del anterior, y Gopar.Debían haber "dos o tres" coches entoda la isla, uno era el Ford lila de (topary otro, el C'hevrnler (te Carrión . Ni laescasez de vehículos ni la amplitud (lela isla impidieron que el Fnd y el Chev-rolel chocaran (le frente en una curvacerca (le Casillas del Ángel .

Aparte (le sus inocentes veleidadesautomovilísticas, al teniente honorarioGopar no se le conocían vicios . Ni fuma-ba ni bebía ni jugaba a la baraja . Sucinrclenimiento preferido era acudir aToneles, que así llaman a una parte de¡ir plaza (le Tuineje resguardada delvicnlo, a charlar con sus coetáneos .

Su sobrina Juana agrega que tmubiénle gustaba mucho comer "potajilos, cal-dilos (le papas. . . A lo mejor nosotrasest .íhamos haciendo un caldo y él veníay destapaba cl caldero", agrega . JuanaQucsada dice que ya de mayor, su tíocomía "corno con desespero" y admiteque quizás esa ansiedad fue un reflejodel hambre que había pasado en Baler.

Al final (le su vida, Eustaquio Goparmadrugaba, daba (le comer a sus gallinasy se daba una vucha por "su finquítadorule cultivaba algunos tomates ymino" . Después iba al Ayuntamicnlo ypor las lardes dormía la siesta . "Eri rnuyreligioso", asegurar Juana Domínguez,"iba lodos los domingos a misa y rezaba-cl rosario todos los (lías en casa". "Suvida", subraya, "fue su casa y su mujer" .

Juana Alonso Rodríguez, la esposadel héroe, es recordada por su sobrinacmno "una mujer bajita y morena, unaexcelente pciséala a la que algunas por-sonas tenían como una santa" . "I'ereMartín añade (tire "doña Juana era taraseñora muy fina que me dio rnuy ¡)llenosconsejos ; para él, ella fue su madre, sunmjcr, su todo".

1 :1 héroe majorero de Baler recibiómultitud de reconocimientos y hánterta-jes el] vida : el primero fue las "gracias"de la reina regenta María Cristina tanpronto desemhaicé el destacamento enEspaña, cl 4 de septiembre de 1899 .Después vinieron algunas medallascomo la cruz (le plata del Mérito Militar"pensionada con 7,50 mensuales y vita-licia", (tire, según Cerezo, se otorgó atodos los soldados del destacamento .A su muerte, los periódicos titularon

A9uerc el úldnto de Filipinas, Frrsrnquio(,opín; de 7ttineje en ('nnarins, segúnrecoge Leguincchc ; la familia recibitíuna verdadera avalancha (le cartas decondolencia desde Filipinas, Madrid,Puerro del Rosario . . . y media isla fuea su entierro .