el ocaso de la democracia: el retorno del pri al poder en méxico 2012
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Muchas perspectivas analíticas vaticinan el retorno (PRI) a la presidencia de México, es un símbolo inequívoco del fracaso de la democracia. En contraposición a lo anterior, el presente artículo realiza un análisis histórico retrospectivo y prospectivo para determinar (desde una reinterpretación del estudio “los nudos históricos del sistema político mexicana”), la influencia que tienen una serie de factores institucionales como predeterminantes del retorno del PRI a la presidencia y como esto puede fortalecer al sistema político y a la propia democracia mexicana.TRANSCRIPT
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EL OCASO DE LA DEMOCRACIA: EL RETORNO DEL PARTIDO
REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL (PRI) AL PODER EN MÉXICO 20121
Dr. José Juan Cervantes Niño2
Lic. Abel Garza Ramírez3
Resumen:
Muchas perspectivas analíticas vaticinan el retorno (PRI) a la presidencia de México, es
un símbolo inequívoco del fracaso de la democracia. En contraposición a lo anterior, el
presente artículo realiza un análisis histórico retrospectivo y prospectivo para
determinar (desde una reinterpretación del estudio “los nudos históricos del sistema
político mexicana”), la influencia que tienen una serie de factores institucionales como
predeterminantes del retorno del PRI a la presidencia y como esto puede fortalecer al
sistema político y a la propia democracia mexicana.
Palabras Clave: PRI, democracia, sistema político, México
Trabajo preparado para su presentación en el VI Congreso Latinoamericano de
Ciencia Política, organizado por la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política
(ALACIP) & la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) con sede en
Ecuador, que se realizará en la ciudad de Quito, los días 12, 13 y 14 de junio 2012.
Área: Teoría Política.
Línea: Dependencia, populismo y nuevas perspectivas de análisis.
Introducción
Desde finales de los años setenta hasta la actualidad México ha padecido
diversos y graves problemas socio-políticos-económicos, los cuales han afectado a todas
las clases sociales. Las principales problemáticas se pueden supeditar a configuraciones
1 Este trabajo es parte de los resultados preliminares del proyecto: “Análisis retrospectivo de la
transición democrática en México 1980 – 2010: Causas y consecuencias” dirigido por Dr. José Juan Cervantes Niño. 2 Profesor-Investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Correo electrónico:
[email protected] 3 Estudiante de la Maestría en Ciencias Sociales con orientación en Desarrollo Sustentable de la
Universidad Autónoma de Nuevo León. Correo electrónico: [email protected]
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sociales multicausales, sin embargo el reacomodo de las fuerzas políticas se presenta
como una consecuencia inherente que no ha pasado desapercibida.
Las problemáticas son un síntoma de una realidad cambiante, de una continuidad
histórica que México ha tenido que afrontar. Las soluciones que se le dan a estos
obstáculos de la realidad social han marcado a las estructuras y las superestructuras de
forma tal que el Estado y el Sistema Político mexicano han mutado constantemente.
Este fenómeno pone en evidencia un comportamiento del Estado y del Sistema Político
que antes se tenía como mecánico-artificial, que respondía principalmente a los deseos
de la clase política y de los diseñadores del régimen.
Ahora sabemos, y en este trabajo se trata de reproducir esta perspectiva, de que
tanto el Estado como el Sistema Político son entidades orgánicas4, y que esta naturaleza
condiciona el ejercicio del poder, y en lo particular, a quién ostenta el poder. En el
mismo sentido, la concepción de Estado que se toma aquí es en un sentido amplio, en
función de la actividad social de continuidad histórica. En resumen, se retoma al Estado
como una entidad orgánica-multidimensional.
El contexto que determina el contenido de este documento es el escenario
político-electoral del 2012 en búsqueda de la presidencia de México, y el futuro
próximo de las condiciones del Estado mexicano y de su Sistema Político. Las
problemáticas socio-político-económicos están dadas, y de la culpa de éstas nadie toma
responsabilidad. Al mismo tiempo, que son factor de cambio para las estructuras,
funcionan como armas políticas, que en conjunto, definirán al vencedor de la siguiente
contienda electoral para presidente en el presente año (2012).
4 Con esto se hace referencia a una entidad con vida, en condiciones adaptativas, en búsqueda de una
armonía y consonancia con el entorno.
3
En si, de los problemas socio-político-económicos que laceran la cotidianidad
mexicana, ninguno es más pequeño que el anterior, ni mucho menos se tratan de
fenómenos aislados. Son expresiones de la inadaptabilidad del Estado mexicano que se
fue configurando a imagen y semejanza del viejo partido [PRI], que se desplazó a si
mismo del poder por darle entrada al liberalismo en su interior, y en el nuevo gobierno
[PAN], catalizado por la incompatibilidad política-institucional.
Las problemáticas y el Estado (orgánico-multidimensional) se presentan, bajo
distintas circunstancias, como una oportunidad real de retorno del PRI y de otros
escenarios político-electorales con un menor grado de probabilidad. Bajo este orden de
ideas se desarrollará el presente documento compuesto de las siguientes partes: En la
primera, se explica el marco teórico-referencial, el cual tiene como base la teoría
marxista, se retoma la teoría orgánica del Estado mediante las aportaciones de
O’Donnell (1993) en el cual el Estado se presenta como una entidad medianamente
flexible, de tres dimensiones, pero cambiante y adaptativa que se fue configurando a la
forma de gobernar del PRI. Igualmente se hace una reinterpretación teórica del trabajo
de Camacho (1977).
En la segunda parte, se realiza un análisis histórico retrospectivo, donde
mediante un sintético análisis histórico del PRI, enfatizando su surgimiento, formación
y consolidación y su paralelo con la conformación del Estado. El objetivo es exponer
cómo se configuró el Estado a partir de quienes ostentaban el poder.
En la tercera parte y como conclusiones se esbozarán los escenarios posibles del
Estado mexicano y del Sistema Político, en función de quién ostente la victoria de los
comicios electorales para la presidencia de la república en 2012.
1. Marxismo y análisis histórico
4
Desde la victoria del Partido Acción Nacional (PAN), la hipótesis del retorno del
PRI ha tomado fuerzas por distintos autores (Monsiváis, 2009, pág. 43; Ramírez de
Alba Leal, 2011; Zúñiga Aguilar, 2006). En el mismos sentido mismo Camacho (1977),
lo habría propuesto como una salida de los nudos históricos a los que se enfrentaría el
régimen priísta de su época, y eventualmente con un retorno de una fuerte influencia
militar; además de otros pronósticos igualmente sorprendentes.
En la actualidad, los análisis de éste tipo incluyen solamente las ventajas
comparativas desde la visión utilitarista del electorado y los resultados de la búsqueda
continua del Estado de bienestar, sin que ello le reste valor a las investigaciones
precedentes. Este trabajo tratará de demostrar que el tiempo que gobernó el PRI fue sido
suficiente para moldear la conformación del Estado y que en la actualidad este todavía
responde a ciertas condiciones propias del viejo régimen (Meyer, 2007).
Para entender el Estado orgánico-multidimensional al que hacemos referencia, se
debe de entender de considerar al mismo susceptible a variables expresadas a través de
estructuras formales y superestructuras (Fernández del Valle, 2002, pág. 102; Camacho
Solís, 1977, págs. 609-610). En este contexto, Sánchez Agesta, L. define al Estado
como:
…la organización de un grupo social, establemente asentado en un territorio
determinado, mediante un orden jurídico servido por un cuerpo de funcionarios
y definido y garantizado por un poder jurídico, autónomo y centralizado que
tiende a realizar el bien común (Citado en Fernández del Valle, 2002, pág. 102).
El Estado, desde la perspectiva de ambos autores, tiene una influencia altamente
jurídica, resumida en el “Estado de Derecho” y definiendo un orden jurídico
5
determinado. Así, ellos conciben al Estado como una entidad personificada y unificada
del orden jurídico (Fernández del Valle, 2002).
Esta postura, aun que contenga veracidad, es parcial: aunque contenga al sector
público-jurídico, las burocracias públicas y una población en un territorio determinado,
creemos que es necesario que contenga en la definición las relaciones sociales de esa
población (O'Donnell, 1993).
Para Camacho (1977) reproduciendo el planteamiento gramsciano, el concepto
de Estado mantiene una relación muy cercana con el de Sistema Político. Mientras el
Estado, por una parte tiene una definición con contenido exclusivamente político y
jurídico; se contempla una concepción en sentido amplio en el que identifica a la
sociedad como una variable activa.
De acuerdo con el mismo autor, esta definición amplia de lo que es el Estado se
ha desarrollado principalmente en la escuela marxista por autores como Mosca, Gramsci
y O’Donnell. Mientras que en el sentido estricto se encuentran autores como Bodino y
Weber, en donde el primero utiliza esta concepción para explicar la separación de
naciones internas y las soberanías, personificada y jurídica. Explica que para los
estudios de política comparada el término quedó en desuso y fue suplantado por el de
sistema político por carecer de sentido legitimador tras la Revolución francesa y la
entrada de las democracias representativas, aun que conservó su significado medular
(Camacho Solís, 1977).
Más en concreto, el sentido amplio de Estado hace una distinción entre las
dimensiones que lo componen: una de ellas es, como se señaló, el Derecho, compuesto
por el sistema jurídico; una Nacional, compuesto de lo que O’Donnell (1993, pág. 66)
llama la ideología, además de que Mosca ( 614) incluye en este apartado a las
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convicciones morales. Sin embargo, la concepción no esta cerrada hasta que se incluya
la dimensión “organización/burocracia”, propuesta por O’Donnell.
Para Gramsci (Camacho, 1977: 614) la sociedad alcanza su máxima expansión y
forma el Estado gracias a un conjunto de equilibrios con las clases subalternas que las
mantiene a través de la coerción u el consenso.
Ahora bien, la dimensión organización/burocracia, en la concepción de
O’Donnell (1993), el derecho no puede supeditarse al Estado porque simplemente el
Estado de Derecho no lo es todo, pues el derecho no respeta a las otras dimensiones del
Estado, como la organizacional/burocrática ni la ideológica (nacional), al contrario de la
postura de Fernández del Valle (2002).
Es necesario aclarar que para O’Donnell (1993) la parte
organizacional/burocrática se define por la “credibilidad del alegato” por las cuales el
gobierno justifica las decisiones, además de una “eficiencia razonable” en la acción, lo
que puede determinar las otras dos dimensiones: la ideología y el orden jurídico.
Así, las tres dimensiones del Estado se hacen presentes, en un sistema en donde
ninguna prevalece sobre las otras; sino que hacen un reacomodo equitativo y le dan sus
particularidades con respecto a otros Estados.
Con la aportación de O’Donnell podemos ver que el Estado no es una entidad
fija a merced de la interpretación del Derecho Natural, sino que se trata de algo
orgánico-adaptativo; mientras que su flexibilidad depende de las relaciones que tengan
quienes gobiernan y modifican masivamente esas relaciones sociales, el marco jurídico
y ejecutan las organizaciones & burocracia. Por lo tanto, los Estados son únicos y su
7
reproducción artificial mediante políticas esta condicionada al quehacer social, y a la
cultura que se exterioriza en sus relaciones.
En el mismo orden de ideas, Solís (1977) el Estado es:
El orden de clases y fuerzas sociales contrarias que buscan reproducir en un
momento histórico una clase o grupo en el poder por medio de la clase política
y las instituciones políticas (gubernamentales y no-gubernamentales) de
coerción, administración social y de dirección (Camacho Solís, 1977, pág. 614).
Para este autor, el Estado incluye al orden social, de clases, que las instituciones
y la clase política buscan reproducir; mientras que el Sistema Político incluye solamente
a las instituciones y la clase política, aclarando que las relaciones en como se da la
organización de las clases “no es mecánica sino orgánica” (Camacho Solís, 1977, pág.
615)5.
Las variables que determinan la tipología (orgánica) de régimen las identifica
Linz (1975) como el grado o tipo de “pluralismo limitado” y el grado de
“desmovilización política” y a la “ideología” como vector. En tanto que la primera se
refiere a los canales de expresión o exclusión de las instituciones y grupos; el segundo
refiere a la movilidad, sus características y la apatía política.
De acuerdo con las diferentes configuraciones que se pueden dar entre las dos
variables y el vector se van desarrollando tipologías de diferentes formas en como un
régimen político puede cambiar; lo que le permitió a Camacho (1977, pág. 641) exponer
las (5) opciones mediatas del sistema político: “Argentinización de México (M0)”;
5 Para más información sobre el término “orgánico” reproducido aquí y por Camacho Solís (1977),
consúltese la obra citada en el pie de página No. 59.
8
“Revolución Socialista (M2)”; “Nacionalismo autoritario (M3)”; “Régimen burocrático
tecnocrático militar (M1)”, y; “Democracia representativa” (M4)”.
Gráfica 1: Mapa de sistemas políticos y contemporáneos
Fuente: Camacho Solís, M. (1977). Los nudos históricos del sistema político mexicano. Foro
Internacional. XVII, págs. 587-651. México: El Colegio de México, Centro de Estudios Internacionales.
Lo que nos da a entender que las variables citadas van en función del vector de
ideología, en donde en el particular se habla de una ideología revolucionaria, emanada
de la revolución política que tuvo lugar en México en el 1910, pero se fue consolidando
en la personalidad del Partido Nacional Revolucionario (PNR)6 en los años posteriores.
Adelantando que para Camacho (1977) en el escenario M4 propone que la fuente
original de legitimidad del partido oficial puede perderse paulatinamente en la medida
6 Partido fundado en 1929 que hoy por hoy es el PRI.
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que se da una reforma electoral, para mutar a una legitimidad democrática, provocando
una cambio en el Estado. Mientras que por otra parte en el escenario M1, alternando
entre una dictadura militar y un régimen con una influencia militar parcial, estima que la
burocracia y la tecnocracia terminarían por destruir al PRI o cuando menos,
eventualmente, “reprimir a los enemigos de la burocracia sindical, hacer uso del
ejercito, enfrentar las expectativas cambiarias de los empresarios, ser foco de la crítica
obrera y fundamentalmente de las clases medias que por esta vía aceleraría su
proletarización. Haciendo un pronostico acertado, en tanto que la burocracia sindical se
vio mermada en la gestión de De la Madrid y Salinas, seguido por la derrota en las
elecciones del 2000 y del 2006; la entrada del ejercito en la lucha contra el ‘narco’
(generando una pérdida de valoración a la institución y consecuentemente limitándolo a
acceder al poder por la vía legítima); la crisis hipotecaria y la desaceleración
económica; la perdida paulatina de representación obrera en los poderes de la unión; y
el adelgazamiento de la clase media a partir del “error de diciembre”.
Lo anterior nos coloca en una posición similar a la planteada en el M0: la
Argentinización de México, es decir que “el gobierno [PAN-PRI] enfrentaría, desde una
posición defensiva, a una realidad que ‘se le escaba de las manos’” (Ibídem, pág. 641).
En donde plantea un escenario en donde la clase política se ve imposibilitada en la
atención de problemáticas sociales como la pobreza, violencia [en donde “el campo
cundiría la violencia localizada y en las ciudades aumentaría la violencia” (Ibídem, pág.
642)], crisis económica, polarización de la clase media (principalmente a la derecha); en
pocas palabras, la inacción de una clase política por revirar el sistema político a alguna
dirección provocaría que el mismo sistema político se consumiera a si mismo, dando
paso a la creación de un régimen nuevo, mediante un largo proceso penoso y violento.
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Establecidas las variables a considerar, el vector de la ideología, así como las
tres dimensiones del Estado orgánico, se procede a realizar un análisis histórico
retrospectivo de las acciones que han permitido que el Estado se reacomode de tal suerte
que el PRI se presente con una ventaja comparativa con respecto de los otros partidos
para las próximas elecciones presidenciables del 2012.
2. Análisis histórico retrospectivo
La revolución mexicana (1910-1917) fue un fenómeno que indudablemente
marcó para siempre la vida política de la nación. México tenía, antes del PNR en 1929,
una rica historia de organizaciones políticas (tanto partidos políticos como grupos de
poder) que ya ocupaban sus puestos en la arena política. Los que ya existían eran el P.
del Orden, el P. Yorkino, el P. Escoces, el P. Centralista, el P. Conservador, el P.
Liberal (y en su interior las tribus de puros, radicales y moderados), el P.
Constitucionalista Liberal, el P. de la Conciliación, el llamado P. Científico, el P.
Liberal Mexicano (PLM), el P. Nacional Porfirista, el P. Reyista, el P. Nacional
Reeleccionista, el P. Nacional Anti-Reeleccionista, etc. (Guarrido, 2005).
No fue sino hasta la sanción de la Constitución Política de 1917 cuando se
instauró un modelo “incipiente” (Guarrido, 2005) en el que las agrupaciones políticas se
les tenían previstos canales por los cuales se podrían manifestar en la búsqueda y
ejercicio del poder dentro de un marco de legalidad, dentro del Estado de Derecho, con
partidos políticos nacionales, estatales, regionales y municipales (Woldenberg, 1993).
Lo anterior contribuyó del Estado de Derecho, el cual se fue perfeccionando
paulatinamente con el surgimiento de las otras dos dimensiones del Estado mexicano
que aun no estaban robustecidas del todo. La falta de un consenso ideológico y de
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instituciones que reprodujeran estos ideales tuvo como consecuencia una serie de
conflictos nacionales, fragmentando a la población, y principalmente a la clase política.
Por otra parte, la Carta Magna del 17 fue recibida por sindicatos, grupos de
presión y otras asociaciones políticas. Para el 6 de febrero de 1917 se promulgaría la
primera ley electoral que permitiría que se crearan múltiples partidos en donde
destacaba el P. Liberal Constitucionalista (PLC) y el P. Nacional Cooperatista. El PLC
se consolidó como la primera fuerza política del país después de la revolución, desde en
la Cámara Baja y los ayuntamientos más importantes.
Con la expedición de una ley para la elección de los poderes federales el 2 de
julio de 1918, la competencia política se fue intensificando con la entrada de fuerzas
políticas organizadas de influencia nacional, sin embargo los partidos eran efímeros y
sus doctrinas eran débiles y falibles en la práctica. La inestabilidad de los comicios se
dio con la paulatina entrada de los caudillos al ejercicio del poder, los que legitimaron
su llegada con el uso total de los órganos electorales. Al analizar los resultados
demuestran ese control:
Cuadro 1. Elecciones 1917 – 1928: Resultados electorales de los ganadores
Año Presidente Porcentaje de Votos
1917 Carranza 98.07%
1920 Obregón 95.78%
1924 Calles 84.14%
1928 Obregón 100.00%
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Fuente: Woldenberg, J. (Abril - Junio de 1993). Estado y partidos: una periodización. Revista
Mexicana de Sociología, LV (2), 83-95. Pág. 85.
Con la entrada de caudillos comienza el surgimiento de una institución que
desde hace una década era de las más sólidas en México: El Ejército; y
consecuentemente el fortalecimiento paulatino de la dimensión
organizacional/burocrática del Estado Mexicano. En tanto que la dimensión citada no se
refuerza por completo sino hasta el imperialismo presidencial, demostrando la
consolidación de instituciones ejecutivas sólidas, aun que la ideología parecía clara: se
esperaba que los ideales revolucionarios fueran representados en el ejercicio del poder.
El Estado Mexicano aun carecía de un sistema que gestionara el ejercicio del
Imperium en armonía con la ideología y el derecho. Tras el asesinato del entonces
presidente electo Álvaro Obregón, el 17 de julio de 1928, se abrió un espacio de
conciliación entre las distintas fuerzas políticas, impulsadas por la preocupación de un
conflicto entre los múltiples protagonistas de la revolución (Woldenberg, 1993).
Plutarco Elías Calles estaba consciente de la frágil situación política, y la falta de
un Estado sistemático, lo que trajo como consecuencia que al término de su periodo se
diera por terminado el caudillismo en México, mas la figura del empoderamiento
suprapolítico seguía vigente en la práctica: El Maximato.
Con el Maximato en marcha, el Emilio Portes Gil, presidente interino por la
muerte de Álvaro Obregón, sentó las bases para la fundación del PNR como partido
oficial, proveedor del sistema que hacía falta para el ejercicio del poder y el
mantenimiento del monopolio de la coerción. En el PNR se concentraban las fuerzas
políticas emanadas de la revolución mediante incorporación sistemática a la institución.
Así se construyó la armonía entre dos de las tres dimensiones del Estado: derecho,
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ideología & organizacional/burocrática. Nace la ideología revolucionaria como fuente
de la legitimación, que virtualmente, esta representada en la Constitución del ’17
(Segovia, R, en Camacho Solís, 1977, pág. 624).
A entender que: El Estado abarca tanto a las organizaciones coercitivas propias
de la sociedad política, como a las organizaciones ‘privadas’ correspondientes
a las sociedades civiles a las que dan forma y contenido los ‘grandes
intelectuales’. El partido, es la expresión de un grupo social (un partido
orgánico que representa a una clase subalterna y sus aliados), con una
dirección que además de ser una vanguardia política en el sentido leninista, sea
una dirección moral, cultura e ideológica que desde las posiciones de las clases
subalternas sostenga una lucha ideológica cuyo propósito último sea el
rompimiento de la hegemonía y la elaboración de un nuevo orden (Gramsci
citado en Camacho, 1977, pág. 605).
El asentamiento de la base política para el ejercicio del poder público tardó tres
presidentes. La entrada de Lázaro Cárdenas del Río, significó la mutación del PNR al P.
de la Revolución Mexicana (PRM) en 1938, en donde la naturaleza del partido cambia
de cuadros a masas, principalmente por la incorporación a sus filas de gremios y
sindicatos, además de una apertura civil y militar (Woldenberg, 1993). Pero el Estado de
Derecho no se dejó ver sino hasta que la estabilidad política en la sucesión presidencial
cumplía el periodo constitucional, además del fortalecimiento de la dimensión
ideológica con el imperialismo presidencial.
El Estado, en sus tres dimensiones, se consolida; pero algo distinto es el Estado
y otra el gobierno que hace uso de él, recordando que para el gobierno es la fuerza en
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como se ejecuta el Sistema Político que esta condicionado y a la vez se relaciona con el
Estado orgánico-multidimensional.
Fuera de las críticas a la legitimidad del gobierno, el PRM mantuvo la
gobernabilidad gracias a un sistema de gestión del Imperium que se fue desarrollando de
manera natural en paralelo a la consolidación del Estado, y ello le permitió contener el
monopolio del poder, y eventualmente, de la violencia supralegal.
La paulatina pérdida del poder se dio posterior a la formación del PRI en 1946,
sustituto del PRM. Cuando el PRI incorporó en su estructura métodos tecnocráticos, e
impulso políticas neoliberales por sobre el sistema imperialista que se llevaba
practicando, se empezó a ver mermada su legitimidad revolucionaria y
consecuentemente las elecciones.
La falta de vanguardia, y la escaza legitimidad obtenida por ser herederos de la
revolución, se hizo evidente cuando en 1989 perdieron la gubernatura de Baja
California con el PAN; en donde, paradójicamente, también se expresa las políticas de
control que ejercía el PRI; En el caso particular de la pérdida de Baja California, cuando
Xicoténcatl Leyva, el entonces gobernador de Baja California no pudo evitar la victoria
de Cuauhtémoc Cárdenas en la entidad federativa en 1988, provocó que pidiera licencia,
forzado por la fuerza central de su partido, lo que permitió la victoria a Óscar Baylón el
6 de enero de 1989.
A casi una década, en las elecciones para la LVII Legislatura de la Cámara de
Diputados (1997 – 2000), el PRI pierde por primera vez la mayoría absoluta, junto con
la entrada del PAN al ejecutivo federal en el 2000. Se volvió evidente que se tenían que
replantear las estrategias y fortalecer la pirámide de poder que imperaba en el PRI.
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El PRI, a la vez que padre del Estado mexicano, se fue desprendiendo de él.
Desconociendo si se hizo arbitrariamente o no, la realidad es que la apertura
democrática se realizó, nuevamente en paradoja, con las acciones de presidentes
tecnocráticos-neoliberales además de las presiones y estrategias opositoras.
Cumpliéndose, en esencia, lo pronosticado por Camacho (1977) en el escenario M0.
A continuación se hace un análisis prospectivo en referencia a la pérdida de la
presidencia del PRI, los cambios que se hicieron al Estado mexicano en dos gestiones
presidenciales y las tendencias electorales subsecuentes.
3. Análisis prospectivo
El Partido Acción Nacional (PAN) se fundó en 1939, principalmente
influenciado por el ideólogo Gómez Morín. Desde su nacimiento el PAN ha jugado un
papel como oposición al régimen priísta. Como se mencionó, el PAN se dejó ver
claramente en el ejercicio del poder cuando en 1989 ganaron los comicios para la
gubernatura de Baja California, acto seguido de una presencia mayor en la cámara baja,
la alta y la presidencia de la República.
Comenzando el análisis con la presidencia de Fox en el 2000. En dichos
comicios el PAN se alió con el Partido Verde Ecologista de México en donde
obtuvieron el 42.52% de los votos emitidos, en contraparte el PRI obtuvo el 36.11%
(Instituto Federal Electoral, 2000).
El Instituto Federal Electoral (IFE) se formó, principalmente motivado, por lo
que parecía ser una pérdida temprana del PRI en 1988 contra el candidato de lo que
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despues sería el Partido de la Revolución Democrática (PRD)7 con Cuauhtémoc
Cárdenas. Se le constituyó autónomo el 11 de octubre de 1990, pero no fue sino hasta
las reformas de 1996 en donde se buscaba la independencia del organismo de la
Secretaría de Gobernación y la presupuestación de las elecciones con dinero público, en
el segundo año del presidente Ernesto Zedillo que permitieron posteriormente la victoria
de Fox (Carmona Hernandez & Jiménez Solares, 2006).
Mapa 1
Fuente: IFE http://www.ife.org.mx/portal/site/ifev2/Estadisticas_y_Resultados_Electorales/
La gestión de Fox estuvo siempre en controversias, aun que ideológicamente
representaban un conservadurismo, en la naturaleza del Estado se vio con un sentido
reformador. En clara respuesta al creciente clima de violencia que prevalecía en México
7 Fundado en 1989 por la unificación de partidos de izquierda, aunque la causa principal de su creación
fue el rechazo de ciertas candidaturas en el interior del PRI, lo que provocó la deserción de un grupo de militantes para incorporase al nuevo partido. Las elecciones de 1988 se realizó como el Frente Democrático Nacional.
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se crea la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) como parte operativa de la
Procuraduría General de la República (PGR), en el 2001; haciendo paulatinos cambios a
la dimensión institucional, que desde una visión más general, con otras propuestas
nunca se pudo concretar un cambio sustancial.
La política exterior mexicana se vio más de una vez en peligro bajo su gestión,
creando tenciones diplomáticas con Estados Unidos de América (EE.UU) cuando se
criticó públicamente la guerra contra Irak; Las relaciones con Cuba cuando se hicieron
públicas una conversación entre los dirigentes entre ambas naciones, resumido
mediáticamente como “comes y te vas” dirigidas a Fidel Castro. Ambos casos en claro
disonancia con los postulados de la Doctrina Estrada a la cual se suscribe la política
exterior mexicana hasta el 2000, que después habría sido violada por el actual
presidente, Felipe Calderón en el 2009 con el golpe de Estado en Honduras.
El Estado, en respuesta natural a la falta de una dimensión ideológica sólida,
absorbía las propuestas que llegaban y traería como consecuencia las mutaciones en las
otras dimensiones. Entrados ya en la gestión de Calderón las propuestas de reforma no
se hicieron esperar, intentando establecer armonía entre las dimensiones jurídicas y la
organizacional/burocrática sin embargo el la ideología no estaba asentada del todo, pues
el país se encontraba virtualmente dividido8, impidiendo con ello que las reformas se
concretaran del todo.
Mientras las elecciones del 2006 estuvieron llenas de controversias por una
postura ideológica representada por el PRD, las entidades federativas se contraían en
falta de un Estado Mexicano unitario, lo que se expresó en los feudos estatales. El
Estado Mexicano había sido fragmentado y los componentes políticos están en juego
8 Véase el mapa X para las elecciones del 2006.
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mientras el electorado pondera sus ideologías y con ello el devenir del Estado. Las
entidades federativas empezaron por hacer un Estado distinto al Estado Mexicano,
marcado principalmente por la alternancia; en donde la federación ejerce un poder, más
que político, presupuestal.
Trabajos citados
Camacho Solís, M. (1977). Los nudos históricos del sistema político mexicano. Foro
Internacional. XVII, págs. 587-651. México: El Colegio de México, Centro de Estudios
Internacionales.
Carmona Hernandez, J. S., & Jiménez Solares, C. (2006). La reforma elecotral en México 1988-
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