el pandillaje
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EL PANDILLAJE
DEDICATORIA
Dedico esta monografía a mis padres por el
apoyo constante en el desarrollo de mi
carrera y a mis maestros por los
conocimientos impartidos día a día.
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INDICE
Pág.
INTRODUCCIÓN………………………………………………………… 5
CAPITULO I ……………………………………………………………… 6
1.1 LAS PANDILLAS ……………………………………………………. 6
1.2 ¿COMO EMPIEZAN LAS PANDILLAS?...................................... 7
1.3 LA PANDILLA COMO EXPRESIÓN JUVENIL …………………. 8
1.4 LAS DROGAS EN LAS PANDILLAS……………………………… 8
1.5 LOS PIRAÑITAS…………………………………………………….. 9
1.6 LAS BARRAS BRAVAS …………………………………………….. 9
CAPITULO II ……………………………………………………. 10
2.1 LAS PANDILLAS EN EL CONTEXTO DE LAS
TRANSFORMACIÓN DEL PAÍS. ………………………………….. 10
2.2 SURGIMIENTO DE LAS PANDILLAS …………………………….. 12
2.3 LOS PANDILLEROS…………………………………………………. 12
2.4 CRECIMIENTO DEL PANDILLAJE ……………………………….. 13
2.5 ELEMENTOS PARA LA ESTRUCTURACIÓN DE UNA PANDILLA …………………………………………………. 13
2.6 CONTEXTO FAMILIAR ……………………………………………. 13
2.7 LA VIOLENCIA PANDILLERA …………………………………….. 14
2.8 FACTORES QUE INFLUYEN EN LA VIOLENCIA PANDILLERA.. 17
2.9 EL ESTUDIO Y LOS PANDILLEROS………………………………. 17
2.10 SOCIALIZACIÓN INFANTIL EN LAS CALLES………………….. 18
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2.11 LA AUTO – PERCEPCIÓN DE CLASE SOCIAL………………… 19
CAPITULO III ……………………………………………………………… 20
3.1 JERARQUIZACIÓN EN LA PANDILLA……………………………. 20
3.2 EL LIDERAZGO EN LA PANDILLA ………………………………. 21
3.3 FACTORES PARA EL LIDERAZGO …………………………….. 22
3.4 ROLES DE LIDER………………………………………………….. 22
3.5 ELEMENTOS COHESIONADORES………………………………. 23
CAPITULO IV…………………………………………………………….. 24
4.1 LA TERRITORIALIDAD ……………………………………………. 24
4.2 RELACIÓN CON EL VECINDARIO………………………………… 25
CONCLUSIONES………………………………………………………… 26
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………… 28
ANEXOS………………………………………………………………….. 29
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INTRODUCCIÓN
El pandillaje es un grave problema social que cada vez está creciendo con más
fuerza y que se está convirtiendo en una situación incontrolable.
El fenómeno de las pandillas ha generado incertidumbre en la ciudadanía en
general, debido a que frecuentemente se es testigo de cómo los pandilleros usan
la violencia en todas las acciones que realizan ya sea robos, venta de drogas o
asaltos, pero más que todo en las grescas callejeras que protagonizan donde
resuelven sus conflictos recurriendo a diferentes objetos punzocortantes
(navajas, verduguillos, chavetas, picos de botellas, etc), y en menor medida
armas de fuego.
El pandillaje es un problema en el que no solo deben intervenir las autoridades o
las personas relacionadas con los integrantes de las pandillas (padres,
familiares, amigos) sino también toda la ciudadanía en general, debido a que
este es un problema que afecta tanto a las personas cercanas a este mundo
como a las personas que no tienen nada que ver con estos pandilleros, como por
ejemplo a los peatones que van caminando por la calle y son agredidos y
atacados por estos jóvenes.
Como ya se ha mencionado este problema involucra a toda la sociedad, por lo
tanto cada uno de los ciudadanos debemos ayudar para que poco a poco el
pandillaje vaya disminuyendo y que podamos vivir más seguros, sin la
preocupación de ser víctimas de un acto delictivo cometidos por jóvenes
pandilleros que con el apoyo de todos unidos podrían convertirse en personas de
bien y que aporten a la sociedad.
La Alumna
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CAPITULO I
1.1 LAS PANDILLAS
Son grupos conformados generalmente por jóvenes entre los 12 y 24 años que
pertenecen comúnmente al mismo barrio, urbanización, asentamiento humano,
etc., cuyos lazos de amistad se hacen más fuertes al unirse a la pandilla.
La unión de los jóvenes a estos grupos se hacen con diferentes propósitos,
especialmente con la finalidad de cometer delitos como el roo, el asalto, la venta
de drogas e incluso delitos que pueden llevar a la muerte.
Según estudios sociales, los integrantes de las pandillas buscan lo siguiente:
- Reconocimiento y reputación
- Identidad.
- Efecto.
- Sentido de pertenencia
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- Dinero
- Cierta estructura (normas y disciplinas).
- Afán de espectacularidad.
La existencia de la pandilla corresponde a una búsqueda de identidad y
afirmación de personal que no siempre es canalizada constructivamente.
En su accionar protagonizan grescas callejeras armados de instrumentos como
piedras, botellas de vidrio, armas punzocortantes, palos u otros objetos con la
finalidad de causar graves daños a las personas en particular y a los bienes en
general.
1.2 ¿COMO EMPIEZAN LAS PANDILLAS?
El comportamiento de los pandilleros, los incidentes relacionados con pandillas y
convertirse en pandilleros, son problemas que afectan tanto al centro de la
ciudad como a los suburbios. Las pandillas han dejado de ser un problema
exclusivo del centro de la ciudad. El incremento de las pandillas puede ser
atribuido al ambiente que rodea a los niños física, mental, social y familiarmente.
Las siguientes situaciones pueden ser incluidas dentro de las razones por las
cuales empiezan las pandillas.
Familia: Crecer dentro de una familia que es parte de una pandilla, es una razón
importante para que los niños vean que pertenecer a las pandillas es algo
normal. El ambiente hogareño que la familia provee a los niños puede ser dañino
o negligente. Abuso y negligencia en la familia pueden conducir a los jóvenes a
buscar protección y cuidado fuera del hogar.
Identidad: Los jóvenes buscan situaciones en las que ellos pueden tener éxito.
Muchas veces ellos no consideran si esas situaciones son correctas o
incorrectas. Algunos factores que contribuyen para que los jóvenes caigan en
estas situaciones son:
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• Falta de autoestima.
• Pérdida de control sobre su propia vida.
• Falta de conocimiento sobre como manejar la presión de los amigos.
• Falta de experiencias positivas y exitosas.
Otros factores que afectan el punto de vista de los jóvenes respecto a su
autoestima son el aprendizaje y algunas discapacidades de comportamiento.
Muchas veces los problemas de aprendizaje y comportamiento resultan en bajas
calificaciones y disminuyen su autoestima.
Social: Algunas razones sociales por las que los jóvenes se involucran en
pandillas (especialmente si ellos no tienen el apoyo de sus familias) son:
• Estilo de vida extravagante de los miembros de las pandillas.
• Necesidad de dinero y la manera fácil de obtenerlo con las pandillas.
• Sentido de estatus o posición social al tener amigos o "contactos
adecuados."
Una mezcla de estos factores, tanto como otros, puede ser una razón individual
para volverse pandillero. Las pandillas se originan debido a los vacíos que
existen en la vida de un individuo y que no pueden ser llenados por la familia.
Estos vacíos se deben a la destrucción del ambiente familiar, social e individual.
1.3 LA PANDILLA COMO EXPRESIÓN JUVENIL
La pandilla es una de las expresiones de ese cuasi natural espíritu gregario
juvenil. Constituye forma de agruparse, lo que le permite afirmarse y construir
una especie de resistencia, en la cual de manera no institucionaliza desarrolla
estrategias para sobrevivir en la vida cotidiana.
1.4 LAS DROGAS EN LAS PANDILLAS
Un sector que se destaca por la concurrencia de los pandilleros para
abastecerse de cocaína es el de los tugurios que lindan con el distrito de Surco,
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por el callejón de “los intocables”, por la avenida Lima, un lugar conocido como
Venegas, así como detrás del antiguo cine Balta.
1.5 LOS PIRAÑITAS
Son grupos de niños y adolescentes en situación de alto riesgo, los cuales, por
su condición de abandono moral y material, han hecho de la calle su hábitat y su
medio de socialización. Sus edades fluctúan entre 7 y 15 años. Son la
expresión más objetiva de la desintegración familiar, la pobreza y el maltrato
infantil.
1.6 LAS BARRAS BRAVAS
Es una modalidad de violencia callejera que se practica en escenarios
deportivos, principalmente el fútbol.
El comportamiento de las barras bravas está dado por las agresiones y actos
vandálicos combinado con acciones delictivas de ataque a la propiedad en la que
la violencia se convierte en un objeto de satisfacción.
Las características de las barras bravas son las siguientes.
- Deseo vehemente de llamar la atención y de trascender socialmente en
una comunidad de donde sienten haber sido excluidos.
- La satisfacción que significa la trasgresión del orden.
- Los modelos conductuales transmitidos por los medios de comunicación.
- Falta de perspectiva hacia una realización personal.
Los antecedentes de estos grupos se remontan a la década de los ochenta. Se
empezó con las imágenes del fútbol inglés; más tarde fue la visión de las “barras
bracas” argentinas y poco tiempo después aparecieron las “barras bravas”
peruanas con rasgos similares a las inglesas.
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CAPITULO II
2.1 LAS PANDILLAS EN EL CONTEXTO DE LAS TRANSFORMACIÓN DEL
PAÍS.
En las décadas de 1950 y 1060 se intensifica el proceso de modernización de la
sociedad peruana. Las diversas oleadas migratorias de este periodo presionaron
sobre una estructura urbana que no estaba preparada para atender las
demandas de servicios de los nuevos habitantes urbanos.
En este contexto, algunos sociólogos hablar de un “crecimiento urbano sin
urbanización. Se t rata de un crecimiento urbano no planificado, que dio como
resultado una infraestructura urbana precaria.
En el periodo 1965 – 1975, el orden oligárquico fue cancelado por la activa
participación de los movimientos campesinos y obreros, y por el apoyo
movilizador dado a éstos por los partidos de izquierda. El pensamiento de
izquierda perneaba el clima ideológico de la sociedad. En teste contexto, un
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segmento significativo de jóvenes populares militaba en partidos políticos e
integraba organizaciones vecinales.
Los jóvenes obreros tenían espacios, organizaciones y canales que los
integraban a la sociedad y desde los cuales podían hablar y expresarse. En este
contexto, los grupos de pares que desarrollaban comportamientos violentos eran
limitados y de poca presencia en sus barrios.
El periodo 1975 – 1985 dio lugar a nuevos proceso sociales y económicos: se
inicia y luego agudiza la crisis económica, el régimen militar llega a su fin, lo cual
genera grandes expectativas en la población; las protestas y movilizaciones
sociales experimentan un ciclo de auge al forzar el Gobierno Militar a dejar el
poder, pero posteriormente decaen cuando la crisis económica se profundiza y el
Estado no puede atender todos sus demandas.
La generación juvenil de este periodo descubre “los productos” importados,
convierte a los centros comerciales en espacios de encuentro y socialización, se
convierte en un público ávido de productos dirigidos a sus gustos y preferencias.
En este contexto se da una tensión creciente entre las expectativas juveniles en
tanto consumidores y la imposibilidad de acceder a este consumo. Al término de
este periodo se inicia un empobrecimiento generalizado de las clases populares.
El periodo 1985 – 1995 está caracterizado por la experiencia de la
desestructuración y la confluencia de múltiples crisis: la crisis económica se
agudiza al término del gobierno aprista; el sistema de partidos políticos
“tradicionales” entra en crisis y colapsa; las distintas violencias. Terroristas, de
Estado, delincuencial, interpersonal, familiar) se suman y parecen amplificar sus
efectos en la percepción de las gentes.
Los partidos de izquierda se encapsulan en la escena política oficial y se
desconectan de la vida cotidiana de las mayorías; la población experimenta una
sensación de apremio, urgencia y confusión: se vive “al día” y el futuro se torna
incierto.
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En el contexto de la trama de procesos ya mencionados los jóvenes viven en el
corto plazo, desconfían de los políticos, de la política y la militancia en partidos, y
se recluyen en espacios privados y pequeñas redes familiares, amicales y
barriales. En el marco de una aguda crisis económica, los jóvenes populares se
las arreglan para realizar trabajos eventuales y así tener sus propios ingresos.
Ahora bien, además de la necesidad de conseguir ingresos propios, los jóvenes
buscan reconocimiento, identidad y amistad; en este sentido, los grupos de
pares, las organizaciones juveniles culturales y musicales, se vuelven muy
importantes. En este contexto, el mundo pandillero constituye un espacio
alternativo de reconocimiento e identidad para aquel segmento de jóvenes
populares que no quiere o no logra insertarse e integrarse en la red de
organizaciones juveniles en sus barrios, aquella de los jóvenes “correctos”.
2.2 SURGIMIENTO DE LAS PANDILLAS
En el periodo 1985 – 1995 surgen y se multiplican las pandillas limeñas.
Sin embargo, es sólo a mediados de los 90, cuando el terrorismo había sido
controlado, que los medios de comunicación (televisión, prensa, radio)
empezaron a presentar como noticia las peleas, agresiones y robos de los
“pandilleros”.
Las “pandillas” y “bandas juveniles” fueron caracterizados como un problema
social, pues afectaban la seguridad ciudadana de los vecinos limeños.
En este contexto se difundieron y generalizaron expresiones lingüísticas como
“vandalismo juvenil” “violencia juvenil” y “delincuencia juvenil”.
El mundo juvenil pandillero había dejado de ser socialmente invisible.
2.3 LOS PANDILLEROS
Los miembros de las pandillas, en su mayoría, son jóvenes hijos de familias de
clases medias privilegiadas e hijos de clase obrera empobrecida por efecto de
los actuales desequilibrios, sin embargo también es notable que muchos de ellos
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son: hijos de migrantes. También los hay inmigrantes o hijos de inmigrantes de
la sierra, siendo algunos de éstos, hijos de campesinos desplazados de zonas
afectadas por la violencia de la guerra interna vivida a partir de la subversión de
1980 y que en Lima constituyen parte de la llamada extrema pobreza que supera
el 24% de la población.
Los miembros de las pandillas realizan acciones de pillaje; pequeños robos,
asaltos y de destrozo de tiendas, además de las grescas que resultan del
enfrentamiento entre estas pandillas.
2.4 CRECIMIENTO DEL PANDILLAJE
“El pandillaje y sus consecuencia de alarma, temor y destrucción en las familias,
centros comunales y autoridades así como la preocupación de comerciantes,
instituciones públicas y entidades especializadas en turismo, continúan
ocurriendo cada vez con mayor frecuencia e intensidad en algunos lugares de la
ciudad de Lima, principalmente en las noches de fines de semana”;
Algunos aspectos influyentes en el pandillaje son:
“la violencia subversiva y estatal así como la violencia
social (miseria y delincuencia urbana, asaltos en
carreteras, raptos y otras formas de violencia), son
fenómenos que influyeron en el diseño de la mentalidad
juvenil, y por lo tanto, en la configuración del pandillaje”.
2.5 ELEMENTOS PARA LA ESTRUCTURACIÓN DE UNA PANDILLA
“Para la estructuración de una pandilla, se requieren unos elementos básicos: un
conglomerado humano con fines propios, un organización mínima que propicie la
vida en común entre los miembros y algunas formas de reaccionar frente al
medio ambiente en el que se desenvuelve la vida del grupo.
2.6 CONTEXTO FAMILIAR
“Un trato vertical, distante, tosco y violente suele motivar que los hijos busquen
“otra familia” fuera de la casa. En contrapartida, una crianza basada más en el
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trato horizontal, la cercanía afectiva, la ternura y el diálogo, puede ser
importante para evitar que los hijos integren una pandilla.
2.7 LA VIOLENCIA PANDILLERA
En términos generales, podemos entender por violencia a la búsqueda de
aniquilar psicológica o físicamente al adversario”.
En general, se puede decir que la violencia es la búsqueda por aniquilar
psicológica o físicamente al contrincario.
Esta modalidad de violencia tiene forma de espiral. Dependiendo de la agresión
de la respuesta del otro, se irá acrecentando la espiral. Es una medición
permanente con el grupo rival.
Este es el testimonio de Charly: lider de los “Bad Boys”
“En mi zona nunca nadie ha podido entrar, porque a
todos los hemos botado, han salido corriendo.”
Podemos analizar este tipo de violencia desde distintos ángulos.
Como expresión de la crisis natural:
En los últimos años se han venido produciendo grandes cambios a nivel global,
visibles sobre todo en relación a la cultura de masas y a las modificaciones
educativas y de las pautas de socialización los cuales han llevado a una crisis
cultural cada vez más profunda: la manifestación social bajo la forma de violencia
y el incremento de delitos protagonizados por menores.
Mediante el uso de la violencia el joven manifiesta que quiere colocarse sobre el
escenario. Los medios de comunicación transfieren muchas corrientes culturales
promotoras de violencia.
Por ejemplo las imágenes provocadoras del macho, del héroe superviril, entre
muchas otras imágenes de violencia.
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Esta imagen idealizada de comportamientos agresivos impregna más o menos
estrictamente la subcultura de muchos jóvenes.
Este modelo tiende además a la liberación de los impulsos violentos en el mundo
del ocio, del trabajo y de las relaciones con otras personas.
Los jóvenes son el único grupo sigla que en estos tiempos demuestran unos
índices superiores de violencia comparado con el de hace años y con el de otros
grupos sociales.
Como medio de acceso al consumo
Los jóvenes transcurren sus días sen un contexto de marginación y exclusión, a
través de la participación política y de la producción económica, social y cultura.
Como producto de los robos, los pandilleros obtienen en alguna medida cierta
independencia económica, lo que les permite entre otras cosas aportar a la
familia. Esta independencia es un factor reafirmante de su personalidad. Se
convierte en una forma de vida.
Como fuente de emociones
En nuestra sociedad no es complicado detectar cierto tipo de placer al
transgredir las normas, como expresión del desagrado que generan,
principalmente por su incoherencia y deslegitimación.
En este contexto de la búsqueda de actos violentos para transgredir las normas,
como expresión del desagrado que generan, principalmente por su incoherencia
y deslegitimación.
En este contexto de la búsqueda de actos violentos para transgredir las normas,
se producen emociones que podrían denominarse algo así como “emoción por la
violencia”.
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La violencia se expresa en determinada circunstancias, pero no en todas; no
suele considerársele como ilícita y por lo tanto no va acompañada de un
sentimiento de culpabilidad.
Incluso en determinados momentos la no – violencia puede ser considerada
como una contranorma y ser motivo de burla y de una pérdida de valoración. En
conclusión, no es bien vista por la pandilla.
Como autodefensa
La predisposición de la gente para ejecutar o aceptar la violencia en las
condiciones en las que se considera justificada, genera un discurso particular,
específico.
Los pandilleros toman como excusa la defensa propia o autodefensa para
justificar los actos violentos que cometen, por lo general toman como excusa el
que otras pandillas los empezaron a molestar sin razón alguna y que ellos
solamente se defendieron.
Existen códigos para establecer los grados de violencia a emplearse según el
tipo de falta. El uso de armas se hace de acuerdo a la situación.
Como factor de construcción de la identidad
El ejercicio de la violencia es el lado más notorio y publicitado de sus actividades,
lo que les da el reconocimiento en la escena pública y de la ciudadanía en
general. La resolución de la sociedad y del miedo lograda a través de estos
actos de violencia da una cohesión indestructible a este grupo de jóvenes
depresivos. El deseo de reconocimiento, de hacerse respetar, se va
materializando a través de estos actos.
El INEI hizo una encuesta a los transeúntes y peatones que caminan por las
calles de Lima sobre si alguna vez fueron agredidos por pandillas y estos fueron
los resultados de las encuesta.
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“Según la ENVILM (INEI, 1998) en el caso de agresión el
26.3% de víctimas declara haber sido agredido por
pandillas, asimismo, cuando se trata de actos vandálicos, el
75.7% de víctimas señalan haber sido agredidos por
pandillas de jóvenes.”
2.8 FACTORES QUE INFLUYEN EN LA VIOLENCIA PANDILLERA
“La existencia de redes de delincuentes en los barrios es otro factor de contexto
importante para enmarcar la violencia pandillera.
Los delincuentes encarnan modelos de masculinidad basados en la noción de
“respeto”, hablan un vocabulario propio y sobre todo, pueden facilitar el acceso o
armas de fuego”.
La explicación de la violencia pandillera juvenil debe articular aspectos
institucionales (familia, escuela) estructurales (estructura económica y estructura
de redes sociales), de proceso (cambios en la sociedad peruana), y subjetivos
(identidad, autopercepciones, reconocimiento, emociones).
En cierta medida la violencia es también un subproducto del descontrol por parte
de las autoridades municipales, lo cual es bastante evidente, sobre todo, si
vemos que las condiciones con que trabajan los policías son difíciles; escaso
personal y pocos vehículos, para actuar en emergencias.
2.9 EL ESTUDIO Y LOS PANDILLEROS
Si bien se conoce que la mayoría de los pandilleros no terminaron sus estudios
escolares, existe un grupo minoritario que si lo hizo y otro igualmente reducido
que inicio estudios en CEOS (Centros Educativos Ocupacionales).
Sin embargo la gran mayoría de quienes integran este último grupo dejaron sus
estudios a razones principalmente económicos.
Para los pandilleros la escuela era aburrida. La oralidad y libertad de su
socialización en las calles no encajaba con el mundo disciplinado del aula.
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Podemos afirmar que los pandilleros se encontraban en cierta medida “fuera de
contexto”.
Esto puede ayudar a entender porqué muchos de ellos fueron los típicos
“indisciplinados”, que incumplían diversas reglas del sistema disciplinario escolar;
se escapaban de clase, desafiaban a sus profesores, molestaban a sus
compañeros, etc.
Los pandilleros se convirtieron rápidamente en los “remitentes” del aula. A
medida que estos repetían con mayor frecuencia sus compañeros y profesores
sugerían que los remitentes no eran inteligentes sino más bien brutos. Como
resultado de esto, los pandilleros interiorizaron el discurso de la falta de
inteligencia y capacidad: “nosotros no somos para el estudio”.
Finalmente, como resultado de la interacción entre las sanciones disciplinarias, la
repitencia continuada y el rechazo a la escuela, muchos pandilleros decidieron
abandonar la escuela.
Ante la insistencia de sus madres algunos de ellos intentaron retomar sus
estudios en escuelas nocturnas, pero pronto también los abandonaron.
2.10 SOCIALIZACIÓN INFANTIL EN LAS CALLES
Cuando eran niños, los pandilleros hicieron de las calles su hábitat “natural”, las
que pronto se convirtieron en un espacio central de su socialización.
Aquí en la calle aprendieron cómo aguantar castigo y dolor, y cómo golpear y
pelearse. Aprendieron que la regla práctica de la calle era: “abusar, pro no ser
abusado”, o incluso “abusar para no ser abusado”. En conclusión, aprendieron
que en un mundo hostil y violento como lo es la calle la única opción que tienen
es actuar con violencia.
Entonces podríamos decir que estos niños actúan con violencia para poder
sobrevivir y poder mantenerse en un mundo tan duro y difícil como lo es la calle.
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2.11 LA AUTO – PERCEPCIÓN DE CLASE SOCIAL
Un gran segmento de los jóvenes pandilleros, se perciben como de “clase baja” o
“popular” en base a una variedad de criterios: viven en una zona pobre marginal,
el nivel educativo de sus familiares es bajo, el trabajo que realizan es
socialmente poco valorado y mal pagado.
Diversas investigaciones señalan que la escuela es un espacio central en la
adquisición de la conciencia de pertenecer a una determinada clase social.
Las experiencias de discriminación permiten caer en la cuenta de que es parte
de una clase subordinada y subalterna ya que en muchos casos la escuela en
vez de ayudarlos a desarrollar sus capacidades y talentos, silencia y avergüenza
a los estudiantes populares.
Algunos pandilleros aspiran a tener pertenencia en la clase media o alta pero,
por otro lado, reconocen su situación económica real, signada por la precariedad
y el empobrecimiento.
La autopercepción de clase social de los pandilleros es profundamente
vergonzosa, ya que les afecta y avergüenza que se categorice como “pobre” o
“barriada” a los lugares donde viven.
Podemos concluir que los pandilleros se sienten así en el borde de la sociedad;
al mismo tiempo sus prácticas y estrategias revelan sus ansias de integración.
Se mueven entre la vivencia de la marginación y la expectativa de la inclusión
social.
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CAPITULO III
3.1 JERARQUIZACIÓN EN LA PANDILLA
El grupo está constituido por tres niveles de jerarquización.
El primer nivel está conformado por un círculo de liderazgo.
Esto se refiere a los “cabecillas”, se trata de los miembros con las posiciones
más altas en la jerarquía de las pandillas.
Estos son quienes toman las decisiones más importantes para el grupo como por
ejemplo, si participar o no en una pelea.
El segundo nivel está conformado por los miembros de base.
Estos son los que aportan ideas, las cuales pueden servir a tomar decisiones,
pero al final solo es eso, aportar ideas pero no tomar decisiones.
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Los miembros de base deben cumplir determinadas funciones, las cuales son
ordenadas por el círculo de liderazgo: por ejemplo, llevarle mensajes a los
líderes de otros grupos, pegarle a algún pandillero rival, entre otras tareas.
El tercer nivel está constituido por los niños “tirapiedras”. Ellos tienen como tarea
principal conseguir información sobre otros grupos. Sin embargo, también
pueden ser utilizados como “carnada” por los pandilleros. Los pandilleros suelen
describir a sus grupos como espacios horizontales:
“Todos somos iguales”; afirman a menudo. Sin embargo, una
observación atenta de la estructura interna de los grupos nos
revela que se trata de espacios jerarquizados”.
3.2 EL LIDERAZGO EN LA PANDILLA
El líder es aquel al que todos respetan, admiran; es el que toma las decisiones
en el grupo, y que lo que el dice los demás lo tienen que cumplir.
Ahora bien, si en algunos casos los pandilleros dicen no tener un líder y que
todos son iguales, aquí se toman algunos criterios para reconocer a un líder.
La capacidad de decidir en última instancia temas importantes para el grupo.
Las probabilidades que tiene que influir en la organización de las actividades de
la pandillas; esto implica poder orientar los cambios de actividades.
El monopolio de la exhibición y uso de armas de fuego.
El reconocimiento por parte de grupos rivales acerca de la posición de poder
que ocupa un pandillero dentro del grupo.
Los turnos de conversación: si todos guardan silencio cuando interviene para
dar una opinión.
Las interacciones entre el líder y los compañeros de la pandilla es lo que da
cuenta de la cohesión del grupo.
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Para que sus acciones tengan éxito es necesario un liderazgo y también una
disciplina.
El líder es el que “figura” es el más conocido y respetado fuera de su grupo.
Entre sus funciones más importantes está su capacidad de vinculación con los
otros grupos. Aledaños al barrio.
A estos líderes se les reconoce el derecho – legítimo – de mandar.
Esta legitimidad implica que al poder va a ser utilizado dentro de ciertos límites y
no en forma arbitraria.
El líder simboliza la grandeza, heroicidad e inmortalidad que el pandillero quiere
alcanzar. Pero para que el joven sea elegido líder es necesario que cumpla
ciertas condiciones.
Cada miembro de la pandilla tiene su propia posición en la estructura del grupo.
Aunque las posiciones pueden permanecer inmutables durante largos periodos,
no deben ser concebidos en términos estáticos. Las posiciones son
interdependientes y una de ellas no puede cambiar sin provocar algunos ajustes
en las otras.
3.3 FACTORES PARA EL LIDERAZGO
Un líder mantiene principalmente su liderazgo en base al reconocimiento y miedo
que la violencia despierta en sus pares; sin embargo esto no basta: debe “sacar
cara” por sus compañeros, debe arriesgar su “pellejo” por ellos. Además, debe
hacer uso del sentido del honor y de diversos discursos sociales”.
3.4 ROLES DE LIDER
“En toda pandilla pueden describirse algunos roles característicos”.
El líder natural cumple una función de guía, va a donde los otros temen ir: Así
transmite seguridad a sus adeptos y sus rasgos característicos más señalados
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son la temeridad, la fuerza física, la rapidez y la decisión que hace que toda
acción grupal tome las características de una operación relámpago.
3.5 ELEMENTOS COHESIONADORES
Para que existan y funcionen organizaciones juveniles como las pandillas se
hacen necesarios algunos elementos cohesionadotes y orientadores de la
dinámica grupal. Entre dichos elementos podemos resaltas los siguientes.
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CAPITULO IV
4.1 LA TERRITORIALIDAD
Se puede considerar por territorio al sitio geográfico donde se encuentra ubicado
su centro de actividades. No solo la cuadra, sino las cuadras aledañas y, en
algunas ocasiones, el barrio como lugar que marca identidad. También
desarrolla el sentimiento de pertenencia y de cohesión del grupo, de allí que
muchas pandillas tomen su nombre del barrio, del territorio.
Generalmente, la defensa del territorio es invocada como “la razón” para la
formación de las pandillas. No se puede permitir que se metan con lo que los
pandilleros consideran propio, que les pertenece a ellos.
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4.2 RELACIÓN CON EL VECINDARIO
Las pandillas son rechazadas en general por los padres de familia ante el clima
de inseguridad e intranquilidad que generan en el barrio. En estos barrios se
vive una situación de inseguridad, miedo y desconfianza.
En los vecinos mayores hay un discurso nostálgico por tiempos pasados cuando
existía la solidaridad vecinal para cuidarse.
Era el tiempo de os pitos de las rondas comunales.
Ahora se percibe que “a la gente no le interesa lo que le pase al otro”. El otro
dejó de significar para uno”, ya no hay nada más que nos una”.
4.3 Las pandillas aumentan y son más violentas en Lima
Las pandillas en el Perú comienzan aparecer a inicios de los 90 pero es a
mediados de esta década, cuando el terrorismo había sido controlado, que los
medios de comunicación le dan cabida y la opinión pública les presta atención.
Las ciudades que en su mayoría son capitales de departamento que evidencian
la proliferación de este fenómeno son: Trujillo, Huancayo, Cuzco, Arequipa,
Chimbote, Iquitos, Huamanga, y Lima. Pero son estas dos últimas ciudades las
que presentan la agudización de esta problemática.
El departamento de Ayacucho, específicamente en la ciudad de Huamanga,
existe aproximadamente cien pandillas formadas por adolecentes de 13 a 26
años y que en total agrupan a cuatro mil jóvenes.
Las pandillas en Lima se encuentran en los distritos urbanos marginales
ya que en estos distritos esta la mayor masa de pobreza que hay en
nuestra capital que es uno de los factores fundamentales para la
formación de pandillas claro nos siempre pero en un 80% ya que los
chicos que pasan a la adolescencia se sienten capaces de valerse por sí
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mismo y se sienten identificado con un equipo en especial y en el barrio
donde vive de ahí pasan a formar parte de las pandillas
Los vecinos que residen en las calles aledañas al Estadio Municipal y al cerro La
Virgen, en Chorrillos, se sienten sitiados. Aquellos niños que años atrás jugaban
fútbol o a las escondidas, ahora, ya jóvenes, los amenazan de muerte. Es que la
mayoría se ha integrado a alguna pandilla, como “Los Anormales’, que tiene
“tomadas’ varias calles de ese distrito.
Así lo manifestaron a Perú.21 diversos residentes de Chorrillos que, por razones
obvias, prefirieron el anonimato. Aseguraron que las peleas y la venta de drogas
son algo cotidiano en la zona. Además, no pueden salir libremente porque se
arriesgan a ser víctimas de robos o agresiones.
Solo en Chorrillos, la Policía tiene identificadas a 40 pandillas (según cifras de
2008). Hace 10 años, los grupos no llegaban ni a cinco. Pero no es el único
distrito amenazado. Las bandas están por toda la ciudad y con características
cada vez más peligrosas.
Peligro en aumento. El notable aumento de las gavillas preocupa a las
autoridades. Según el Estudio de la Violencia Juvenil de Lima y Callao
recientemente presentado por la Policía, se calcula que unos mil menores se
unieron a pandillas en el último año. Esto representa más del 8% de los 12,128
vándalos (que integran 410 grupos) identificados por la PNP.
Gabriel Prado, investigador en temas de seguridad, mostró su preo-cupación por
esta nueva generación de delincuentes juveniles, pues ya utilizan armas de
fuego y buscan captar a menores de 11, 12 y 13 años.
Explicó que atrás han quedado los duelos por defender el “honor’ de un barrio,
de un equipo de fútbol o de un determinado colegio. Ahora, estas bandas buscan
otros negocios, como la extorsión a los vecinos o el monopolio en la venta de
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drogas. Así lo señaló a Perú.21 el ex director del Consejo Nacional de Seguridad
Ciudadana (Conasec), general (r) Rolando Quezada Bringas.
Bringas asegura que las características de las pandillas peruanas se están
asemejando a las de los “Maras’ –gavillas centroamericanas–, consideradas las
más violentas del mundo. El ex oficial reveló que algunos cabecillas de estas
organizaciones han llegado a Argentina y Brasil. Es más, Quezada sostuvo que,
durante su gestión en el Conasec, pudo conocer que algunas pandillas peruanas
mantienen contacto con los “Maras’ por Internet.
“Esto podría explicar la conducta de muchas gavillas juveniles que operan en
Lima. Ahora, al igual que la “Mara Salvatrucha’ (de El Salvador), están
ingresando a otros “negocios”, indicó. Un ejemplo es lo que ocurrió en el Callao
con la guerra entre “Los Malditos de Castilla’ y “Los Noles de Loreto’, cuyos
enfrentamientos causaron varias muertes por el control de la venta de drogas y
la extorsión a empresarios de construcción.
4.4 Posible Solución.
El Ministerio del Interior propuso cárcel efectiva para los adolescentes que
cometan delitos graves. Prado y Quezada no están de acuerdo. “Reprimir no va
a cambiar las cosas. Esto es parte de la crisis social. Las autoridades deberían
fomentar oportunidades laborales, intelectuales y deportivas en los barrios donde
impera el pandillaje”, opinó Prado.
Un ejemplo es Surquillo. En 2004 se implementó un programa que dio trabajo a
pandilleros como vigilantes. Ahora ya no tiene ese problema.
CIFRAS
70.5% de pandilleros en Lima no estudia. Solo un 29.5% lo hace en
colegios o institutos.
87.05% de ellos tiene a sus padres vivos. Un 10.79% tiene con vida solo a
la mamá.
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49% ha sido detenido más de una vez por la Policía.
3,000 pandilleros hay al este de Lima. En el sur existen 2,941.
195 pandillas en la capital son vecinales, 184 pertenecen a “barras bravas’
y las demás están formadas por escolares.
30.22% de pandilleros gasta el dinero robado en drogas. El resto lo usa
para ir al fútbol, comprarse ropa o dárselo a sus familias
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CONCLUSIONES
CAPITULO I
Las pandillas son grupos conformados por jóvenes que van entre los 12 a 20
años en su mayoría, estos grupos causan una gran incertidumbre en la sociedad
debido a los delitos que cometen y a las peleas callejeras que protagonizan
especialmente en los fines de semana.
En su mayoría los pandilleros son jóvenes de escasos recursos económicos y
que vienes de familias desintegradas, es por eso que cuando encuentran a
varios jóvenes iguales que ellos se unen porque se sienten queridos y que esa
es su familia. Se identifican entre ellos.
Las barras bravas y los pirañitas tambien son grupos relacionados a las
pandillas, al igual que estas causan daños en particular y a la sociedad.
CAPITULO II
Las pandillas surgieron entre los 1985 y 1995, debido a los problemas y la crisis
por la cual atravesaba el Perú, desde ese entonces han ido creciendo con mucha
fuerza y se han convertido en un grave problema social que actualmente es muy
difícil de controlar.
En el crecimiento de las pandillas, influyeron muchos motivos entre ellos estan el
terrorismo, las guerras subversivas, tambien en los propios barrios donde los
delincuentes influían mucho en los jóvenes, y los hacían ingresar a un mundo de
perdición donde se hace daño tanto a ellos mismo como a la sociedad en
conjunto.
CAPITULO III
Como en todos los grupos las pandillas tambien necesitan un líder que los pueda
representar y que los pueda dirigir, al cual los demás miembros de las pandillas
lo deben respetar y obedecer en lo que el diga, ya que el es el que tiene la ultima
palabra y el que toma las decisiones del grupo.
Por lo general el lider es el más agresivo, el que no le tiene miedo a nada, el que
siempre va adelante y los guía a los demás para que puedan hacer las cosas.
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CAPITULO IV
Por lo general los integrantes de una pandilla pertenecen a un mismo barrio, y
sienten que ese es su territorio y que nadie mas puede estar en ese su territorio,
es por eso que cuando se enfrentan con otra pandillas se excusan de sus actos
de violencia asegurando de que solo estaban defendiendo su barrio porque los
otros se querían apoderar de este.
Estos actos pandilleros que perjudican al barrio en su mayoría son rechazados
por el vecindario y es por esta razón que los vecinos se quejan continuamente de
que las autoridades deben intervenir y poner orden a estos grupos.
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BIBLIOGRAFÍA
1. Congreso de la República del Perú
Violencia cotidiana en niños y jóvenes del Perú
1998, Lima, Perú; pp. 35-53
2. Santos Anaya, Martín Christian
La vergüenza de los pandilleros
2002, CEAPAZ
3. Tong, Federico
¿Nacidos para ser salvajes?
(Identidad y violencia juvenil en lo 90)
1998, CEAPAZ; Lima – Perú; pp.73-97
4. Vargas Puch, Eduardo
Sociología de la Violencia
2004, Gráficos; Lima – Perú; pp.277-296
FUENTES ELECTRONICAS
1. http://peru21.pe/noticia/278049/pandillas-aumentan-son-mas-violentas-
lima+
28.6.2012 7.07 p.m.
2. http://www.pazciudadana.pe/
unidadesdetrabajo_unidaddeinvestigacion_centrosdeemergenciamujer_pa
ndillasjuvenilesenlima.html
28.6.2012 7.15 p.m.
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ANEXOS
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En esta imagen se observa como solucionan sus conflictos las pandillas.
l
En esta imagen se observa a un grupo de pandilleros que parecen sentirse orgullosos de lo que son.
33
.Acá vemos a unos pandilleros enfrentándose en una pelea.
En esta imagen se puede observar como los pandilleros se apoderan de las calles y protagonizan sus trifulcas.
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