el patrimonio industrial harinero en la provincia de córdoba

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Introducción. El patrimonio industrial harinero está estrechamente ligado al proceso de urbanización vivido en las ciudades durante los siglos XIX y XX, lo que originó la implantación de una variopinta tipología arquitectóni- ca en la construcción de silos y fábricas de harina. Actualmente, muchos de estos edificios industriales han cerrado sus puertas, quedando únicamente su reducida historia económica y los restos abandonados. Y es que estas construcciones no son únicamente bienes inmuebles ni artilugios técnicos, sino también lugares en los que se han manifestado relaciones económico-sociales y en torno a los cuales ha girado la cultura del trigo y de sus productos derivados. Así, tras la maquinaria de una antigua harinera en desuso puede perci- birse todavía la sombra de los operarios y del maestro molino que los dirigía. La mayor conciencia política y social sobre la necesidad de preservar el patrimonio industrial cordobés y las acciones emprendidas al respecto, pese al irreparable olvido de algunas fábricas o silos que en su mo- mento se dedicaran a la producción de harina o al acopio de cereales respectivamente, han propiciado, en los últimos años, la reutilización total o parcial de algunos edificios harineros y su adaptación a nuevos usos, tales como hoteles, museos, etc. Aunque algunas actuaciones sean más que discutibles, al menos, de este modo, podemos conservar parcialmente la memoria de un pasado económico que dio lugar a obras arqui- tectónicas de incuestionable interés. Las fábricas de harina y silos que han funcionado históricamente en la provincia de Córdoba coinciden, en su mayor parte, con los restos arquitectónicos que todavía hoy podemos observar tanto en la capital como en sus pueblos. Asimismo, puede afirmarse que casi todas ellas trituraban o almacenaban el grano de cereal acopiado por los grandes cortijos de la campiña cordobesa y proveían a las panaderías locales de la materia con la que se cocía el pan, alimento básico de la población. Por otro lado, la energía que movió a sus máquinas fue generalmente de tipo hidráulica o eléctrica. Para la presente comunicación, se han elegido aquellos inmuebles que son más representativos de las diferentes modalidades de entidad existentes en el ámbito provincial. En la realización de esta selección se han considerado diversos factores, como el periodo histórico en el que nació el edificio, su importancia histórica en el desarrollo industrial del municipio y, sobre todo, el valor patrimonial de los elementos pre- servados. Así, tras un minucioso estudio del patrimonio harinero cordobés, se han escogido los siguientes bienes industriales, que serán descritos seguidamente: Fábrica de harinas «Santa Cándida» (Molino de Carbonell) en Córdoba. Silo de cereales en Córdoba. Conjunto industrial «La Alianza» (harinera «San Cristóbal») en Puente Genil. Industrias «Ntra. Sra. del Carmen» en Puente Genil. Electro-harinera «San Lorenzo» en La Rambla. Fábrica de harinas «Santa María» en Peñarroya-Pueblonuevo. La existencia de estos magníficos edificios que se conservan en la provincia de Córdoba, puede servir como muestra reivindicativa del valor adquirido por este gran conjunto patrimonial. Por otro lado, para poder comprender en qué estado ha llegado a nosotros un edificio industrial, es imprescindible realizar del El patrimonio industrial harinero en la provincia de Córdoba

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Page 1: El patrimonio industrial harinero en la provincia de Córdoba

Introducción.

El patrimonio industrial harinero está estrechamente ligado al proceso de urbanización vivido en las ciudades durante los siglos XIX y XX, lo que originó la implantación de una variopinta tipología arquitectóni-ca en la construcción de silos y fábricas de harina. Actualmente, muchos de estos edificios industriales han cerrado sus puertas, quedando únicamente su reducida historia económica y los restos abandonados. Y es que estas construcciones no son únicamente bienes inmuebles ni artilugios técnicos, sino también lugares en los que se han manifestado relaciones económico-sociales y en torno a los cuales ha girado la cultura del trigo y de sus productos derivados. Así, tras la maquinaria de una antigua harinera en desuso puede perci-birse todavía la sombra de los operarios y del maestro molino que los dirigía.

La mayor conciencia política y social sobre la necesidad de preservar el patrimonio industrial cordobés y las acciones emprendidas al respecto, pese al irreparable olvido de algunas fábricas o silos que en su mo-mento se dedicaran a la producción de harina o al acopio de cereales respectivamente, han propiciado, en los últimos años, la reutilización total o parcial de algunos edificios harineros y su adaptación a nuevos usos, tales como hoteles, museos, etc. Aunque algunas actuaciones sean más que discutibles, al menos, de este modo, podemos conservar parcialmente la memoria de un pasado económico que dio lugar a obras arqui-tectónicas de incuestionable interés.

Las fábricas de harina y silos que han funcionado históricamente en la provincia de Córdoba coinciden, en su mayor parte, con los restos arquitectónicos que todavía hoy podemos observar tanto en la capital como en sus pueblos. Asimismo, puede afirmarse que casi todas ellas trituraban o almacenaban el grano de cereal acopiado por los grandes cortijos de la campiña cordobesa y proveían a las panaderías locales de la materia con la que se cocía el pan, alimento básico de la población. Por otro lado, la energía que movió a sus máquinas fue generalmente de tipo hidráulica o eléctrica.

Para la presente comunicación, se han elegido aquellos inmuebles que son más representativos de las diferentes modalidades de entidad existentes en el ámbito provincial. En la realización de esta selección se han considerado diversos factores, como el periodo histórico en el que nació el edificio, su importancia histórica en el desarrollo industrial del municipio y, sobre todo, el valor patrimonial de los elementos pre-servados. Así, tras un minucioso estudio del patrimonio harinero cordobés, se han escogido los siguientes bienes industriales, que serán descritos seguidamente:

Fábrica de harinas «Santa Cándida» (Molino de Carbonell) en Córdoba.

Silo de cereales en Córdoba.

Conjunto industrial «La Alianza» (harinera «San Cristóbal») en Puente Genil.

Industrias «Ntra. Sra. del Carmen» en Puente Genil.

Electro-harinera «San Lorenzo» en La Rambla.

Fábrica de harinas «Santa María» en Peñarroya-Pueblonuevo.

La existencia de estos magníficos edificios que se conservan en la provincia de Córdoba, puede servir como muestra reivindicativa del valor adquirido por este gran conjunto patrimonial. Por otro lado, para poder comprender en qué estado ha llegado a nosotros un edificio industrial, es imprescindible realizar del

El patrimonio industrial harinero en la provincia de Córdoba

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mismo una meticulosa evolución histórica, así como el conocimiento de quienes fueron sus protagonistas.

Fábrica de harinas «Santa Cándida» en Córdoba.

El popularmente conocido como «Molino de Carbonell» es una construcción de finales del siglo XIX, típica de la era industrial. La finca donde está ubicada la edificación se sitúa en el extrarradio cordobés, concretamente en la margen derecha del río Guadalquivir a su paso por la ciudad califal.

En los años 1880 comienzan para la Casa Carbonell de Córdoba los procesos de fabricación dentro del subsector harinero, lo que realizan con una verdadera mentalidad industrial, comprando un antiguo mo-lino denominado «San José» con la intención de transformarlo en una gran fábrica de harinas. La compra de este bien inmueble tiene un significado especial para la historia económica de la Casa Carbonell, ya que nos marca el hito a partir del cual comienza la «etapa industrializadora» de la empresa.

El edificio que ha llegado hasta nuestros días es una nave de cuatro plantas, con 30 metros de longi-tud y ocho de anchura, cuyo piso bajo, el correspondiente al antiguo molino de «San José», está cubierto actualmente por el terreno. La edificación se encuentra formada por dos volúmenes bien diferenciados, uno con cubierta de teja a doble vertiente y otro adosado, de menor envergadura, en forma de torreón. Por otro lado, el río ha ido cambiando su cauce, ocasionando que la vieja fábrica se muestre hoy en día retirada de la corriente.

Actualmente, el edificio, de propiedad privada, se conserva en un relativo buen estado arquitectónico que permitirá su rehabilitación en un futuro, encontrándose inscrito, desde el 30 de junio de 2009, en el «Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz» como B.I.C. con la tipología de «Monumento».

Silo de cereales en Córdoba.

Los numerosos silos de cereal construidos por el an-tiguo Servicio Nacional del Trigo (SNT) formaron un gran conjunto arquitectónico en la España de Franco, los cuales sirvieron de instrumento para regularizar el mercado del trigo, alimento de primera necesidad durante la posgue-rra. En junio de 1951, Francisco Franco pulsa el botón que pone en marcha la maquinaria del primer silo creado por el SNT: se trata de un edificio de doce plantas ubicado en la ciudad de Córdoba y preparado para guardar 15.000 tone-

Fábrica de harinas «Ntra. Sra. del Carmen» en Puente Genil

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ladas de cereal. El proyecto original de este silo está fechado en 1942, finalizándose su construcción en 1950.

Como tipología arquitectónica presenta una caracterís-tica más que evidente a simple vista: un edificio colosal de aspecto catedralicio, construido en hormigón armado, que destaca en el paisaje urbano de la ciudad califal. El edificio buscó reproducir en sus fachadas el esplendor de las gran-des civilizaciones antiguas. Así, sus alzados, especialmente los laterales, emulan a un templo clásico en el que una plan-ta baja se muestra como basa, un señalado ladrillo visto en forma de pilastra recuerda a un peristilo y su última planta de huecos en arco referencia a un entablamento formado por arquitrabe, friso ―con triglifos y metopas― y cornisa. Además, por todo el edificio se observa a simple vista un cromatismo apoyado en superficies planas de colores blan-cos que se combinan con el ladrillo cerámico.

Actualmente, el silo de Córdoba, en buen estado de conservación y protegido localmente, se encuentra todavía pendiente de ser reutilizado para otras funciones.

Complejo industrial «La Alianza» en Puente Genil.

Emplazados en pleno casco histórico de Puente Genil, se encuentran un par de edificios de lo más interesante para el patrimonio industrial cordobés: las fábricas de «San Cristóbal» y «La Aurora». El naci-miento de la primera como harinera, en el año 1878, y su producción combinada para generar electricidad años más tarde (1889), hizo que surgiera en 1894 una central eléctrica denominada «La Aurora». En 1904, fruto de la fusión entre «San Cristóbal» y «La Aurora», nace el complejo industrial de «La Alianza», que actualmente se encuentra protegida y esperando una nueva reutilización.

La antigua fábrica de harinas se encuentra ubicada en la actual calle Río de Oro como un edificio ecléc-tico de planta rectangular, con unas dimensiones aproximadas de 19x11 metros, y fachadas de ladrillo visto con sillares de piedra blanca intercalados, cuya estructura responde a una tipología arquitectónica en fábrica de pisos formada por cuatro plantas más ático. Dado el origen de su constructor, el ingenie-ro francés don Leopoldo Lemonier, el inmueble presenta influencias francesas decimonónicas que son perceptibles en algunos elementos tales como la ventana del ático. La cubierta está construida con tejas cerámicas dispuestas a doble vertiente, en cuyos cuatro extremos se sitúan pináculos de piedra tronco-piramidales de base cuadrada.

Para el interior del edificio harinero, se reitera el esquema de uso habitual en la tipología: un piso bajo destinado al sistema de transmisiones y engranajes, una primera planta para la molienda, un segundo piso de canales, una tercera planta para el cernido y una última planta que forma el ático. La fase de limpieza y acondicionado del trigo se ubicaba en un edificio anexo de tres plantas que sigue su mismo diseño ar-quitectónico. Los pisos se caracterizan por ser grandes espacios diáfanos sustentados, en su mayoría, por columnas de fundición ornamentadas de forma variopinta.

Este bien inmueble ha sido recientemente restaurado a la espera de una reutilización inminente.

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Industrias «Ntra. Sra. del Carmen» en Puente Genil.

El legado centenario del grupo de industrias «Ntra. Sra. del Carmen» se ubica en el barrio pontanense de la «La Estación», concretamente en la avenida que da nombre a la barriada. Este complejo fabril estuvo formado, a lo largo de su historia, por diferentes instalaciones agroindustriales: harinera, fábrica de pas-tas, panadería, extractora de orujo, jabonería, almazara, refinería de aceite y almacenes. En el conjunto se producían aceites de oliva y aceites refinados de oliva u orujo, se aprovechaban las grasas mediante su transformación en jabones y, por otra parte, se realizaba la molienda del trigo con molinos de cilindros para producir harinas, elaborar pastas alimenticias (fideos) y fabricar el pan. Además incluía también edi-ficios civiles dedicados a los trabajadores, como lo fueron la iglesia «Ntra. Sra. del Carmen» y las viviendas obreras.

El edificio principal que dio origen a las Industrias «Ntra. Sra. del Car-men» en 1905, presentaba inicialmente tres cuerpos bien diferenciados: uno central retranqueado, para la fabricación de harinas y sémolas, y dos latera-les, formados por naves pareadas de doble vertiente ―un par en cada lado― dedicadas a los cereales y sus derivados. A la espalda de estas construcciones se sitúan aisladas tres naves adosadas y simétricas a dos aguas, aunque pre-téritamente implicadas en el aprovechamiento aceitero. Junto a estos últi-mos elementos se hallan una centenaria orujera con chimenea industrial y un edificio de construcción posterior (1954) destinado a refinería y jabonería, todos ellos cimentados sobre un solar anexo colindante con la vía férrea Cór-doba-Málaga y desnivelado varios metros por debajo respecto a los restantes elementos del complejo.

La harinera propiamente dicha es una construcción rectangular de grandes dimensiones, dividida en tres pisos más sótano y azotea. Las fachadas se caracterizan por su simetría y por presentar un lenguaje historicista, el cual se deja notar por las grandes pilastras yuxtapuestas con capiteles de orden toscano y por un entablamento, compuesto de arquitrabe, cornisa y friso, coronado con ménsulas clásicas que sus-tentan la balaustrada de la azotea, recreada esta última con esquemáticos tallos y hojas de parra median-te una disposición simétrica y ritmos curvos.

Actualmente, casi la totalidad del complejo se encuentra reutilizada para otros usos: hotel, centro social…

Electro-harinera «San Lorenzo» en La Rambla.

Luz, harina y pan, actividades muy interesantes para una población cordo-besa poco industrializada. La Electro-harinera «San Lorenzo», enclavada en la calle Carrera Baja de La Rambla, fue fundada en el año 1918, aunque no comen-zó a molturar trigo hasta 1926. Se supone que durante este tiempo se construyó la fábrica y se preparó su puesta en marcha, que, teniendo en cuenta los medios de la época, debió ser bastante laboriosa. Además de explotar el alumbrado eléctrico de su población y el de otros pueblos circundantes, fabricaba harina y tenía montadas dos panificadoras. Su mantenimiento actual como una de las grandes harineras españolas se debe, entre otras razones, a la política de auste-ridad y continuas inversiones en mejoras desarrollada por los administradores de la empresa a lo largo de sus 92 años de vida.

Actualmente, el conjunto fabril presenta construcciones desiguales, cuyos

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absidiolos son los grandes silos para el almacenamiento de trigo construidos en hormigón armado visto y formados por la macla de varios cilindros verticales, como si se tratara de los tubos de un órgano, con más de doce plantas de altura. Aquellos que presentan un volumen más reducido, con capacidad para 7.000 toneladas de trigo, fueron construidos entre los años 1969 y 1970, mientras que los de mayor capacidad, preparados para 20.000 toneladas, se construyeron durante los años 1998 y 2000.

En una base de datos para el patrimonio arquitectónico del siglo XX en España, Gibraltar y el sur de Francia, conocida como «Arch XX Sudoe», hemos podido comprobar que se encuentra incluida la presente Electro-harinera.

Fábrica de harinas «Santa María» en Peñarroya-Pueblonuevo.

La fábrica de harinas «Santa María» es un edificio industrial construido a principios del siglo XX en la calle Fábrica de Peñarroya-Pueblonuevo, que empezó siendo explotada por la «Sociedad Minera y Meta-lúrgica de Peñarroya (SMMP)». Su actual propietaria, la familia Espadas, ha donado toda la maquinaria del edificio al Ayuntamiento de la localidad para su remodelación y reutilización como «Museo de la Harina y del Pan» en la propia fábrica. Su valor patrimonial está contrastado a nivel nacional, ya que es uno de los pocos inmuebles harineros que no se asemeja a la típica edificación de una fábrica de harinas. Arquitectó-nicamente destaca por su fachada principal terminada en dos cuerpos, uno central de mayor altura y dos laterales fusionados, cuyas esquinas de coronación están rematadas por pináculos piramidales de color blanco que ofrecen una sensación de mayor verticalidad a la construcción.

La fábrica de harinas se encontraba ubicada en un solar de grandes dimensiones ―algo mayor de una hectárea―, en el cual existían además un par de naves anexas a cada lado de la harinera. Ya más distan-ciada se ubicaba también una panadería con locales anexos, para la elaboración y venta del pan, y cuatro hornos en serie que funcionaban a carbón o leña. Estos últimos elementos conectaban con una pequeña chimenea de ladrillo cerámico, que junto a la fábrica de harinas han quedado actualmente como testimo-nios del pasado agroindustrial de Peñarroya.

Maria Yolanda López GálvezAlberto Moreno Vega

Mesa 2