el premio pulitzer

8
EL PREMIO PULITZER ¿Galardón o Paradoja? : Presentado por: Yanis Andrea Otálora Paola Cubides Álvaro Felipe Garzón Mauricio Rozo Juan Andrés Fajardo FUNDACIÓN UNIVERSITARIA INPAHU Marzo 24 de 2013

Upload: juan-andres-fajardo-valero

Post on 12-Dec-2014

38 views

Category:

Documents


2 download

TRANSCRIPT

Page 1: El Premio Pulitzer

EL PREMIO PULITZER

¿Galardón o Paradoja?:

Presentado por:

Yanis Andrea OtáloraPaola Cubides

Álvaro Felipe GarzónMauricio Rozo

Juan Andrés Fajardo

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA INPAHUMarzo 24 de 2013

Page 2: El Premio Pulitzer

Joseph Pulitzer,el primer Muckraker

El periodismo es un oficio ligado directamente al diario vivir del ser humano. Si bien para muchos habitantes del planeta puede pasar desapercibida, la labor del periodista, en referencia a la comunicación y al acto de transmitir información, genera un vínculo entre el periodista y el receptor, incluso llegando a la sujeción de éste con respecto a lo que aquél presenta. De manera que -como en toda labor que tenga una conexión directa con el acontecer del ser humano- es común que de vez en cuando surja un personaje que marque la historia del oficio, que inscriba su nombre, que plasme su huella. Y uno de ellos es Joseph Pulitzer.

El 10 de Abril de 1847, en Mako, ciudad húngara fronteriza con Rumania, hace su aparición Joseph Pulitzer. Su aparentemente selecta educación contrasta con su deseo de enrolarse en el servicio militar húngaro; sin embargo, Pulitzer no logra su cometido, al ser rechazado por su condición física.A sus 17 años, Pulitzer decide embarcarse a Estados Unidos, siendo parte de la Primera Guerra Civil estadounidense.

Un caso particular fue el que tuvo como actor principal al presidente estadounidense Theodore Roosevelt. La pugna de poder que se había forjado entre Pulitzer y William Randolph Hearst, competidor principal en el ámbito del periodismo sensacionalista, hizo que salieran a la luz noticias que sobresalían más por su carácter amarillista que por su contenido y profundidad. Roosevelt, en algún momento, hace parte de estas noticias sensacionalistas, hecho que le motiva a usar el término Muckraker, que traduce “el que revuelca en la basura”, en obvia referencia a Pulitzer. El asunto llegó al punto de los estrados judiciales, favoreciendo al periodista de origen húngaro.

Posteriormente, al adquirir su ciudadanía norteamericana, Pulitzer se convierte en periodista de un periódico de base alemana, llegando a ser accionista de éste. Sus acciones periodísticas las combinaba con sus estudios en Derecho, logrando convertirse en abogado. A su vez, Pulitzer logró acumular una gran cantidad de dinero, lo que le permitió hacerse con una serie de medios de información, entre ellos el The New York World, diario al que se le considera punto de partida del estilo de periodismo sensacionalista.

El pasar de los años y las afecciones físicas hicieron que la debilidad apareciera en la vida de Pulitzer, quien para entonces ya había propuesto fundar la facultad de Periodismo en la Universidad de Columbia. El posterior deceso del periodista que logró llevar de la bancarrota a la cima del periodismo al The New York World, permitió que en su homenaje no solo se hiciera realidad la Facultad de Periodismo de la Universidad de Columbia (segunda de su estilo en los Estados Unidos) sino que se crearan los Premios Pulitzer, condecoración que fue propuesta por Joseph Pulitzer en los últimos años de su vida, y que fueron plenamente descritos en su testamento, con el único objetivo de estimular y preservar la excelencia del periodista.

Amado por unos, odiado por otros, pero referido por todos, Joseph Pulitzer hizo del oficio del periodista uno capaz de hurgar en lo más profundo, de entregar al habitante de a pie todo lo que concierna a sus gobernantes, de mostrar hasta el más pequeño detalle de la realidad, aunque paradójicamente ésta no sea sino el reflejo de una sociedad irreal. Bien lo citó Pulitzer, al decir que “el poder para moldear el futuro de una República estará en manos del periodismo de las generaciones futuras”. Palabras que han hecho eco en los periodistas que desean buscar debajo de la alfombra, sin tapujos, con el único fin de encontrar otra verdad. En los nuevos Pulitzer. Más que eso, en los nuevos Muckrakers.

Page 3: El Premio Pulitzer

Premio Pulitzer,premio al otro periodismo

La Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos de América, realizada en 1797, señala cinco libertades primordiales para el habitante del país norteamericano; en esta Enmienda se señalan aspectos fundamentales que involucran los derechos del ciudadano estadounidense. La citada Enmienda reza de la siguiente manera:

El Premio Pulitzer nació como respuesta al deseo de preservación y excelencia de la información, elementos propuestos por Joseph Pulitzer, periodista norteamericano de origen húngaro. Si bien el Premio busca exaltar la capacidad de transmisión del medio de comunicación, ha caído en el agujero del extremismo, el sensacionalismo y el amarillismo, fiel al estilo que impuso a finales del siglo XIX su inspirador, hecho que contrasta con el teórico postulado que indica que, para ser merecedor del Pulitzer, la obra debe corresponder a los criterios de excelencia del jurado, compuesto por personalidades pertenecientes a la Universidad de Columbia.

Esta enmienda, al traducirla, nos indica: ““El Congreso no hará ley alguna por la que adopte una religión como oficial del Estado o prohíba practicarla libremente, o que coarte la libertad de palabra o de imprenta, o el derecho del pueblo para reunirse pacíficamente y para pedir al gobierno la reparación de agravios”.

La obra que pretenda obtener el Pulitzer no lo hará por sí misma. Cabe recordar que la obra tendrá validez gracias al imaginario social que la rodee. Ese mismo imaginario social es el que forma la realidad que envolverá a la obra y le dará sentido. Ahora bien, el comunicador ha permitido, en su afán por hacerse con el Premio, re-inventar ese imaginario social, de manera que la nueva realidad se erige a partir de la obra que ha publicado, y con base en ella se crea un nuevo imaginario social. Se puede no estar cerca de la verdad, pero la reinvención de una realidad permitirá hacer posible, a su vez, una nueva verdad, subjetiva, por supuesto.

“Congress shall make no law respecting an establishment of religion, or prohibiting the free exercise thereof; or abridging the freedom of

speech, or of the press; or the right of the people peaceably to assemble, and to petition the Government for a redress of grievances”.

Esta enmienda le otorga a la comunicación el carácter de ser, de existir y de ser propagada sin censura alguna (su símil en Colombia es el Artículo 20 de la Constitución Política). Dicho carácter, si bien debe ser inherente a la comunicación misma, es menester que sea subrayado, para dejar en claro su no censura frente a cualquier intento que de ella se pueda manifestar.Sin embargo, existe una delgada línea entre la libertad de palabra o de imprenta, y el uso libertino e indebido que de ellas se pueda hacer.

Amparados bajo el manto de las libertades constitucionales, varios periodistas y comunicadores han optado guiarse por los preceptos de la información sensacionalista, que en un gran porcentaje distorsiona el verdadero objetivo del oficio del periodismo, y en el restante simplemente lo ignora.

El Premio Pulitzer es la vitrina perfecta para el periodista que desea ser aclamado y respetado. Para obtenerlo, no hay necesidad de preocuparse por el bienestar del prójimo (asunto que no es el centro del comunicador social) y tampoco se busca exclusivamente informar (acto que sí hace parte de la labor del periodista). El Premio se ha convertido en un show, en la forma de lograr un nombre y un peldaño más en la larga escalera del periodismo, bajo el supuesto de “conmover al espectador”, queriendo así tocar sus más íntimas fibras. Ese show mediático (que en cualquier caso no debe ser satanizado, para poder acercarse a él) implica una deformación del contenido, ignorando el postulado de Tomás Eloy Martínez, quien señaló al periodismo como un “acto de servicio, poniéndose en el lugar del otro, comprendiendo lo otro y en ocasiones siendo otro”. El servicio está en duda para el Pulitzer. Lo que realmente sirve es el mensaje transmitido. Y la premisa sensacionalista, la misma que Joseph Pulitzer sembró en el The New York World, y que respaldó con su frase “La prensa libre debe (…) ofrecer su simpatía a los pobres y mantenerse siempre devota al buen público”, sigue siendo juez y parte en la elección del Premio, cuyo fin no es informar. Simplemente, es acaparar.

Page 4: El Premio Pulitzer

Malcolm Browne1964

La mañana del 11 de junio de 1963 Malcolm Browne, reportero de guerra, fue testigo de un episodio previamente anunciado, pero a su vez ignorado por corresponsales aburridos de advertencias sin acciones concretas. Los anuncios f u e r o n e l r e s u l t a d o d e l inconformismo que generó en los monjes budistas el obligatorio sometimiento al régimen de Diem, presidente de Vietnam y defensor del catolicismo, imposibilitando la libertad para profesar la religión budista.

En silenciosa protesta a la represión, Thich Quang Duc, un budista de 67 años, se acercó al cruce de dos vías principales en compañía de otros dos monjes, quienes vertieron gasolina sobre él, mientras conservaba la tradicional postura de meditación. Un gran número de personas y de policías locales presenciaron la descomunal acción, pero nadie intervino. Como solitario retrato de este hecho, se registró la fotografía ganadora del ansiado Premio Pulitzer, así como un video que demuestra no solo la valentía y calma del monje inmolado sino también la pasividad del cuerpo policial, al no evitar la inmolación que se infringió Quang Duc.

Capítulo aparte merece la actuación de Browne. Su presencia en el acto tuvo como fin retratar para la posteridad el anunciado momento. Sin embargo, ¿fue su actuación la adecuada?

A partir de la constante represión a la que los budistas fueron sometidos, el acto de inmolación de Quang Duc fue el acto de protesta que buscó romper la barrera de la imposición religiosa. Malcolm Browne (junto a su cámara) podría ser tomado como el canal que permitió que el mundo entero conociera la situación, mediante la toma y posterior propagación de una imagen impactante que roza lo sensacionalista, a causa de su extrema crudeza. Era el reflejo de un gobierno opresor y el deseo de una comunidad inconforme, de expresar de alguna manera sus molestias. La quietud y paz que expresaba Thich Quang Duc con su cuerpo es coherente con el deseo que expresó en sus cartas; nunca quiso generar lástima, sino atraer la atención en su protesta contra la política represiva del régimen católico de Diem. Su predisposición en cuanto a sacrificar su vida como protesta contra el gobierno, si bien podría rayar en lo absurdo, impedía la acción de un tercero que quisiera terminar con el fatídico acto. En este sentido Browne (faltando a su sentido de humano pero cumpliendo cabalmente con su papel de periodista) ayudó a que las inconformidades del pueblo budista en Vietnam no quedaran en un drama local obsoleto, sino que fueran un episodio que el mundo tardó en olvidar, y que además se convirtió en inspiración para muchas otras personas.

¿Quién fue Malcolm Browne?

Nacido en 1933 en Estados Unidos, Malcolm Browne fue un fotógrafo y periodista con inclinación a los temas de guerra, a partir de su servicio como militar en la Guerra de Corea.

Su carrera como fotógrafo y la posibilidad de ser enviado especial a Asia y Suramérica le permitieron ganar diversos premios. Destacan en su haber, el Premio Pulitzer y la Foto del Año de la Agencia World Press (ambos en 1964). Browne murió hace cerca de 9 meses, debido a complicaciones respiratorias, a los 81 años.

Page 5: El Premio Pulitzer

Eddie Adams1969

La guerra de Vietnam se caracterizó por la crueldad con la que uno y otro ejército se enfrentaron. Prueba de ello es esta popular proyección,capturada por Eddie Adams, que provocó grandes repercusiones a nivel internacional. La reacción mundial no se hizo esperar; quienes se manifestaban contrarios al conflicto, utilizaron esta imagen como bandera en su lucha para mostrar al mundo la brutalidad de un conflicto que, para entonces, ya llevaba 5 años.

La popular instantánea de Loan apuntando a la cabeza de Van Lem (quien se hacía llamar Capitán Lop), un hombre desarmado y en evidente inferioridad, transmitió el mensaje de una guerra donde los ciudadanos sufrían los vejámenes de la fuerza pública, representada por el General Loan. Incluso, se tomó como un mensaje amenazante a los miembros del Viet Cong, de parte de la República de Vietnam, cuyo jefe policial era, justamente, el General Loan.

Adams intentó hacer cuestionar al visualizador de la fotografía, acerca de la decisión que tomaría en caso de ser éste quien tuviera el arma y la facilidad de asesinar a un Vietcong, a sabiendas que el que era víctima en la imagen, de no ser asesinado, más tarde asesinaría a todos los norteamericanos que pudiera. Sorprendentemente, Adams fue asignado como compañía del General Loan, de quien después dijo que era una persona con una conducta intachable y unas acciones irreprochables. El mismo Adams opinó tiempo después sobre Loan: “Es un héroe. Combatió en nuestra guerra, por su pueblo. Ayudó a construir un hospital en Saigón. Acababa de asistir a la masacre de varios de sus compañeros”.

Quizás Adams pudo haber intercedido por el no asesinato de Van Lem. Seguramente Adams, de haberlo intentado, no habría ganado el Premio Pulitzer en 1969. Aun así, él mismo aceptó no haber tenido interés en el galardón. Pero sobre todo, su gran error como periodista, fue convertirse en agente activo del conflicto, entregando maneras de pensar a la sociedad a partir del lente de su cámara. El sensacionalismo de esta imagen creó una muralla dentro de la comunicación, hecho constatado en la posterior explicación de Adams. Finalmente, el fotógrafo lamentó la muerte del General Loan, pidiéndole perdón por todo el daño causado con la famosa imagen de la ejecución en Saigón.

¿Quién fue Eddie Adams?

Nacido en 1933 en Estados Unidos, Edward Thomas Adams fue un periodista y fotógrafo, especializado en temas de guerra, a partir de su exper iencia como fotógrafo de combate en el conflicto coreano.

Su instantánea más famosa, Ejecución en Saigón, le hizo merecedor del Premio Pulitzer en 1969; además, ganó los premios World Press, New York Press, Robert Capa, National Headliners y Sigma Delta Chi, entre otros.

Murió en el año 2004, a causa del mal de Gehring; en sus últimos años de vida creó la Fundación Eddie Adams, además de centrar su trabajo en las celebridades.

La -en apariencia- diciente imagen del general Nguyen Ngoc Loan apuntando con una pistola a Nguyen Van Lem, miembro del Frente Nacional de Liberación, generó notorias reacciones en quienes visualizaron la foto, sin tener en cuenta el trasfondo histórico que la rodea, como lo contara el mismo Adams tiempo después.

El papel de Eddie Adams, fotógrafo que captó aquel momento, presentó un aire de parcialidad hacia el grupo afectado, lo que permitió que rápidamente la gran mayoría de quienes observaron la imagen, consideraran nefasta la acción de la fuerza policial de la República de Vietnam. Sin embargo, tiempo después, el mismo Adams brindó una explicación respecto a la imagen.

Page 6: El Premio Pulitzer

Stanley Forman1976

El 22 de julio de 1975, mientras trabajaba para el diario Boston Herald, Stanley Forman (quien a la fecha cuenta con tres Premios Pulitzer) escuchó acerca de un incendio en la calle Marlborough. Al llegar al lugar de la conflagración, encontró lo lógico que habría en un incendio: gritos, fuego y bomberos. Pero en la parte de atrás del edificio, que ardía en llamas, rodeadas por el calor sofocante, y con la obvia desesperación que el incendio debía producir en ellas, dos niñas, Diana Bryant y Tiare Jones, gritaban desesperadamente. Forman desenfundó su cámara.

A medida que el tiempo avanzaba, el fuego iba creciendo y las posibilidades de rescatar a las dos niñas se hacían cada vez menores. La angustiante situación hizo que un bombero, de apellido O´Neill, tomara una escalera, mientras Forman se ubicaba en el carro de bomberos para poder retratar la imagen de las dos pequeñas desesperadas. El valiente bombero acercó su escalera, a tal punto que estuvo a solo metros de las niñas. La ayuda de un reportero radial, que transmitía informes desde un helicóptero, apareció espontáneamente. Pero, justo al momento de mayor cercanía de O´Neill con las niñas, estas cayeron al vacío. Mientras tanto, Forman disparó su cámara.

Mientras una de las niñas murió, la otra sobrevivió milagrosamente. El reconocimiento para O´Neill fue bastante modesto. El reportero radial que arriesgó su vida y su helicóptero permaneció en el anonimato, Forman, por su parte, ganó el Premio Pulitzer por la cobertura de este hecho.

Respecto a la actuación de Stanley Forman, cabe recordar que la principal función de un periodista es llevar a cada uno de sus receptores las imágenes que muestren la realidad de un hecho, evitando tergiversaciones y situaciones no necesarias. Un periodista puede ayudar a una sociedad comprometiéndose con sus avances en cualquier tema, realizando seguimiento de los mismos, reportándolos para que entre todos sus miembros se coordinen las acciones de mejora; sin embargo no es necesario ser cruel ni mucho menos utilizar los momentos de impacto que una sociedad y sus tragedias entregan para obtener reconocimiento público y galardones que están cimentados en crueles historias de vida. Seguramente no era necesario eternizar esta imagen como representación del incendio de la calle Malborough. Sin embargo para la mente humana y la naturaleza morbosa del ser humano, es más fácil relacionar el incendio con la caída de las niñas que el incendio con algunas llamas. No faltará quien diga que la imagen finalmente cumplió su cometido: se dotó de mejores equipos al cuerpo de bomberos del país. y se produjeron mejoras a los reglamentos de seguridad anti incendios.

Pero se perdió una vida. O bueno, se eternizó su último segundo de vida...

¿Quién es Stanley Forman?

Natural de Winthrop, Massachusetts, Stanley Forman es un periodista y fotógrafo de 68 años. Se le recuerda principalmente por haber obtenido en tres ocas iones e l Premio Pulitzer en fotografía.

Su mayor desempeño lo tuvo trabajando con el Boston Herald, después de estudiar fotografía en el Instituto de Tecnología Benjamin Franklin, en Boston. Ha sido premiado por la Asociación Nacional de Fotógrafos de Prensa de los Estados Unidos.

En la actualidad, Forman es camarógrafo de la estación local WCVB-TV.

Page 7: El Premio Pulitzer

Kevin Carter1994

África es un continente que ha sufrido las consecuencias de la pobreza, los malos gobiernos, las desgracias, las guerras, el hambre y el olvido. Sí, olvido, porque si bien todo el mundo conoce la situación de África, pocos llevan en su memoria a los desafortunados habitantes de estas lejanas tierras. La pobreza de esta región ha servido para que algunas comunidades se interesen por el diario vivir del continente negro, entre ellos, el periodismo.

Kevin Carter, fotógrafo sudafricano, hacía parte del Club del Bang-Bang, grupo encargado de dar a conocer la descomunal situación post-apartheid en Sudán. Junto a él, se encontraban en este grupo Ken Oosterbroek, Joao Silva y Greg Marinovich. El grupo se dirigió a Ayod, un poblado a más de mil kilómetros de la civilización, y allí se presentó la conocida escena: el niño Kong Nyong, el buitre acechándole, la pobreza, la ruina. La muerte.

Pero ni Carter rescató al niño, ni el buitre lo devoró. La teoría popular acerca de la foto resultó paradójica frente a la realidad: primero murió Carter que Kong. El niño africano falleció hace cerca de cinco años, víctima de altas fiebres, según retrata su familia. Carter, por su parte, se suicidó, pero no necesariamente por, como lo sugieren algunos, su culpa con respecto a esta imagen. Carter ya tenía un infierno en su interior; sus continuas depresiones, sumadas a la adicción a las drogas, y multiplicadas por la muerte de su mejor amigo en el Club del Bang-Bang, le llevaron a perderle interés a la vida.

Juzgar la actuación de Carter parece difícil. Para muchos, aprovechó la desgracia de un pueblo caído y golpeado por la miseria, para obtener un beneficio personal. Lo que algunos no saben, es que Carter ayudó a derrotar el régimen racista en Pretoria, Sudáfrica. Por lo tanto, es difícil cuestionar su carácter humanitario.

A la luz del periodismo, Carter entregó una información. Lamentablemente, su ilustración no funcionó como tal, sino que añadió información que no pertenece al periodismo, contrario al postulado de Tomás Eloy Martínez. Su imagen no evitó los superlativos absolutos. De hecho, los brindó. Y de esta manera, el buitre popular, las lenguas contrarias al trabajo de Carter, esperaron para devorarle, hasta el final de sus días.

¿Quién fue Kevin Carter?

N a c i d o e n 1 9 6 0 e n Sudáfrica, Kevin Carter fue un reportero gráfico con alto énfasis en la guerra en África. Su vida estuvo marcada por los constantes cambios de ánimo y el abuso de drogas.

Ganador del Premio Pulitzer en 1994, Carter fue contratado por Sygma, que ficha a los 200 mejores reporteros gráficos del mundo. Sin embargo, la repentina muerte de su entrañable amigo, Ken Oosterbroek, sumado a las dificultades económicas que le asediaban, hicieron que Carter tomara la decisión de suicidarse a sus 34 años, aspirando el aire de su automóvil. Se le recuerda como reportero de Sygma y Reuters.

La imagen de Kong Nyong, un niño sudanés que, mientras defecaba, fue captado por la lente de la cámara de Kevin Carter, le dio la vuelta al mundo y generó todo tipo de controversias. El buitre que, en apariencia se encuentra al acecho de Kong, fue el elemento clave para que el mundo protestara frente a esta imagen, que según muchos, retrató los últimos segundos del niño antes de ser devorado.

A primera vista el papel de Carter es cuestionable. Aprovechar la desgracia humana para ganar un galardón parece cosa cruel, en especial si se habla de una zona llena de enfermedades, infecciones y muerte. Las voces de protesta no se hicieron esperar. Carter, según señalaban esas voces, debió haber espantado al buitre; posteriormente, debió haber rescatado al niño de los brazos de la muerte, porque el buitre estaba listo para devorarlo.

Page 8: El Premio Pulitzer

Massoud Hossaini2012

El dramatismo reflejado por Tarana Akbari, una niña afgana de 12 años, luego de sobrevivir a un atentado suicida en Kabul, capital de Afganistán, fue retratado por Massoud Hossaini, quien se encontraba a pocos metros del lugar de la explosión. Esta imagen le hizo merecedor del Premio Pulitzer en su más reciente entrega.

La labor del periodismo conlleva temores y riesgos consigo. Si se trata de violencia, el riesgo crece, pues el periodista debe informar, de primera mano, con transparencia y evitando el riesgo de servir como vehículo de grupos políticos, siendo ajeno a toda parcialidad e intentando no ser agente activo del conflicto. Y en un territorio de alto nivel de peligro, como Afganistán, el temor es casi tan latente como la necesidad de respirar.

La escena deja al descubierto la dureza y la desgracia que ha rodeado a Afganistán en los últimos años. Una imagen que muestra varios muertos, una niña que se erige como única voz de protesta por el acto, pero sobre todo una realidad que, bien sea por distancia, espacio o tiempo, es ajena para esta parte del continente.

En referencia al papel que jugó Hossaini, es difícil calificar el trabajo de un periodista. Posiblemente es el de llegar al máximo para cumplir su deber de informar, o posiblemente es armarse de su mayor nivel de amarillismo por dar la mejor noticia, ignorando el sufrimiento que los implicados en ésta puedan padecer en el momento.

Un periodista debe procurar informar de la mejor manera los hechos más importantes en el mundo, sin dejar de lado la ética profesional, tan olvidada por distintos puentes de información que, en su afán de entregar el mensaje, olvidan los valores que debe contener el presentar los hechos a la gente. Hossaini refleja cierto sensacionalismo en su imagen, pero como él mismo lo relata, era la única forma de retratar el desespero que sintió en ese momento.

Sería preciso cuestionar si estas fotografías merecen algún tipo de reconocimiento, o por el contrario deben ser criticadas y dejadas de lado, debido a su alto grado de sensibillidad. De cualquier manera, el periodista debe estar en la capacidad de saber dividir la información de primera mano del sensacionalismo; el juzgamiento posterior lo hará quien observe o escuche la noticia. Por lo pronto, el trabajo de Hossaini fue una muestra más de que el sensacionalismo, tan criticado pero tan vivo, es un estilo que se ha impuesto, y que seguramente, contradice los postulados del correcto periodista.

¿Quién es Massoud Hossaini?

Massoud Hossaini es un reportero afgano, nacido en 1981 en Kabul.

Sus inicios datan de su época como activista en Irán, a finales del siglo XX.

A su regreso a Afganistán, se une a Aina, una organización francesa de tipo cultural. De igual manera, decide estudiar fotografía con Manoocher Deghati, famoso periodista iraní.

En el año 2007, Hossaini se une a la AFP, lo que le permite acceso de privilegio para cubrir notas relacionadas con el conflicto que padece Afganistán en la actualidad.

En diciembre de 2011, Massoud Hossaini vivió de cerca un atentado suicida, que dejó cerca de 70 muertos. El escenario, una solemne ceremonia religiosa, cambió de un momento a otro por el humo, el polvo y los gritos de quienes luchaban por seguir con vida; Hossaini, herido, intentó obtener algún tipo de documento que retratara lo recientemente sucedido. Y vio a Tarana, llorando y gritando desconsolada, rodeada por casi una decena de cuerpos.