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  • Libro proporcionado por el equipo

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  • Paloma solitaria es la obra maestra de Larry McMurtry ganador delPremio Pulitzer y la ms grandiosa novela del Oeste tal como este erarealmente. Esta epopeya norteamericana abarca todo lo que signific elOeste leyenda y realidad, hroes y forajidos, prostitutas y damas, indios ycolonos en un relato que recrea el mayor mito de la nacinestadounidense. Situada a fines del siglo XIX, Paloma solitaria nos narra unaconduccin de ganado desde Texas hasta Montana y mucho ms. Estaconduccin representa para todos los participantes no solo un desafo, sinola materializacin del Sueo Americano: el intento de conseguir una nuevavida en un mundo an salvaje.

  • Larry McMurtry

    Paloma Solitaria(Lonesome Dove)

  • Dedicado a Maureen Orth ya la memoria de los nuevemuchachos McMurtry (1878-1983)Cuando estaban sobre la sillade montar arremetan con bro

  • Toda Norteamrica se encuentra al final del camino delsalvaj ismo, y nuestro pasado no est muerto. Nuestrosantepasados llevaban la civilizacin en su interior. Vivimos enla civilizacin que ellos crearon, pero en nuestro interior anlate el salvaj ismo. Vivimos lo que ellos soaron, y lo que ellosvivieron lo soamos nosotros.

    T. K. WHIPPLE, Study Out the Land

  • PRIMERA PARTE

  • 1

    Cuando Augustus sali al porche, los cerdos azules se estaban comiendo unaserpiente de cascabel, aunque no muy grande. Probablemente haba llegadoarrastrndose en busca de sombra cuando se encontr con los cerdos. Se laestaban repartiendo a tirones, y sus das haban terminado. La cerda la tenaagarrada por el cuello y el cerdo por la cola.

    Largo! dijo Augustus dando un puntapi al macho. Iros al arroyo acomrosla.

    No era la serpiente lo que les discuta sino el derecho al porche. Los cerdos enel porche an daban ms calor, y las cosas ya estaban demasiado calientes. Salial patio polvoriento y se dirigi al barracn del manantial en busca de su jarra. Elsol an segua muy alto, clavado en el cielo como una mula, pero Augustus tenabuen ojo para el sol, y la luz que vena del Oeste y a haba tomado una inclinacinalentadora.

    La noche tardaba en caer en Lonesome Dove, pero cuando lo haca era unalivio. La may or parte de las horas del da, y la mayor parte de los meses delao, el sol tena al pueblo intensamente atrapado en el polvo, hasta ms all de lasllanuras de chaparral, un paraso para las serpientes y los sapos cornudos, corre-caminos y lagartos, pero un infierno para los cerdos y la gente de Tennessee. Nohaba ni un rbol que diera sombra decente en veinte o treinta kilmetros a laredonda; en realidad la sombra decente ms prxima era cuestin de violentodebate en las oficinas si es que quera calificar de oficinas un granero sintejado y un par de corrales remendados de la Compaa Ganadera HatCreek , de la que Augustus era dueo de la mitad.

    El testarudo de su socio, el capitn W. F. Call, sostena que haba una sombraexcelente en el cercano Pickles Gap, a solo doce kilmetros de distancia, peroAugustus no estaba dispuesto a admitirlo. En todo caso, Pickles Gap era unacomunidad mucho peor que Lonesome Dove. Haba surgido simplemente porqueun loco que proceda de Georgia del Norte, llamado Wesley Pickles, se habaperdido con su familia durante diez das, entre los mezquites. Cuando por finencontr un claro, se neg a abandonarlo y de ah naci Pickles Gap, que soloatrajo a viajeros parecidos a su fundador, es decir, gente incapaz de sortear lospocos centenares de kilmetros de espesura de mezquites, sin perder la cabeza.

  • El barracn del manantial era una pequea casa de adobe tan fresca en elinterior que Augustus se habra sentido tentado de vivir en ella de no ser por loatractiva que resultaba a las viudas negras, ciempis y avispas americanas.Cuando abri la puerta no vio ningn ciempis, pero oy en cambio el peculiarsonido de una serpiente de cascabel, evidentemente ms lista que la que seestaban comiendo los cerdos. Augustus pudo distinguir a la serpiente enroscadaen un rincn, pero decidi no dispararle; en una tranquila noche de primavera enLonesome Dove, un disparo poda acarrear complicaciones. Todo el mundo en elpueblo pensara que los comanches haban llegado de la llanura, o los mejicanos,del ro. Si cualquiera de los clientes del Dry Bean , el nico saloon del pueblo,se encontraba deprimido o borracho, cosa plausible, saldra corriendo a la calle ymatara a uno o dos mejicanos, por si acaso.

    Como mnimo, Call llegara galopando desde el prado y se enfurecera aldescubrir que solo se trataba de una serpiente. Call no senta el menor respeto porlas serpientes ni por nadie que se molestara por ellas. Trataba a las serpientes decascabel como a los mosquitos, apartndolas de un manotazo o con cualquierherramienta que tuviera a mano. Un hombre que aminora la marcha por unaserpiente, ser mejor que ande , deca con frecuencia, lo cual tena tan pocosentido para un hombre culto como la mayora de las cosas que deca Call.

    La filosofa de Augustus era ms tranquila. Consideraba que deba darse a lascriaturas algo de tiempo para pensar, de modo que permaneci al sol unosminutos hasta que la serpiente se calm y se arrastr a su agujero. Solo entoncesentr y sac su jarra del barro. Haba sido un ao seco, incluso desde el punto devista de Lonesome Dove, y la primavera empezaba a crecer lo bastante comopara formar un charco de barro. Los cerdos pasaban gran parte del tiempomerodeando por el barracn, confiando meterse en el barro, pero hasta elmomento ninguno de los agujeros en el adobe era lo bastante grande como paradejar pasar un cerdo.

    La tela de saco hmeda que envolva la jarra atraa naturalmente a losciempis, as que antes de destapar la jarra y beber un sorbo, Augustus secercior de que ninguno se haba escondido en la tela. El nico barbero blanco deLonesome Dove, un tipo de Tennessee llamado Dillard Brawley, tena que hacersu trabajo sobre una sola pierna por no haber desconfiado suficientemente de losciempis. Dos de la variedad venenosa de patas rojas se haban escondido unanoche en la pernera de sus pantalones, y Dillard se visti apresuradamente sinantes sacudir los pantalones. La pierna no se haba podrido del todo, pero s losuficiente para que la familia se pusiera nerviosa por el envenenamiento de lasangre y le persuadiera a l y a Call para que se la cortara.

    Durante uno o dos aos Lonesome Dove tuvo un mdico de verdad, pero eljoven careca de sentido comn. Un vaquero de mala vida al que todo el mundoestaba dispuesto a ahorcar a la primera oportunidad se emborrach una noche,

  • perdi el sentido y una tijereta se le meti en el odo. El bicho no supo encontrarla salida, pero se movi tanto que inquiet al vaquero, quien convenci al jovendoctor de que intentara sacrselo. El joven hizo cuanto pudo con agua calientesalada, pero el vaquero perdi la paciencia y mat al joven mdico. Fue un errorfatal por parte del vaquero: alguien dispar a su caballo mientras trataba de huir,y la poblacin indignada, que en su mayor parte se encontraba cerca del DryBean pasando el tiempo, le ahorc inmediatamente.

    Por desgracia ningn otro mdico se haba vuelto a interesar por el pueblo, yAugustus y Call, que haban tenido su racin de heridas, solan ser reclamadospara realizar cualquier trabajo de ciruga que se considerase esencial. La piernade Dillard Brawley no haba presentado el menor problema, salvo que Dillardgrit con tal fuerza que se lastim las cuerdas vocales. Se defenda bien con unasola pierna, pero sus cuerdas vocales nunca se curaron del todo, y esto a la larga,perjudic su negocio. Dillard haba hablado siempre demasiado, pero despus delasunto de los ciempis hablaba en un tono demasiado bajo. Los clientes no podanrelajarse bajo las toallas calientes por el esfuerzo de traducir los murmullos deDillard. Nunca haba valido la pena escucharle, incluso cuando tena dos piernas,y con el tiempo muchos de sus clientes pasaron al barbero mejicano. Incluso Calliba al barbero mejicano y eso que no confiaba en los mejicanos ni en losbarberos.

    Augustus se llev la jarra al porche y coloc su silla de asiento de cuerda demodo que pudiera gozar de la poca sombra que haba. Al ponerse el sol, lasombra se extendera gradualmente por el porche, el patio de las carretas, HatCreek, Lonesome Dove y, finalmente, por el Ro Grande. Para cuando la sombrahubiera llegado al ro, Augustus se habra suavizado con la tarde y estaradispuesto a conversar con inteligencia, lo que siempre quera decir hablar consigomismo. Call trabajara hasta la noche si encontraba algo que hacer, y si noencontraba nada lo inventara y Pea Ey e era demasiado cabo paraabandonar antes de que lo hiciera el capitn, incluso si Call se lo permita.

    Los dos cerdos haban desobedecido tranquilamente la orden de Augustus deirse al arroyo y estaban debajo de una de las carretas comindose la serpiente.Era de sentido comn porque el arroyo estaba tan seco como el patio de lascarretas, y ms all. Durante cincuenta semanas del ao, Hat Creek no era sinoun ro de arena y el hecho de que los cerdos no lo consideraran apropiado pararevolcarse en l acreditaba su inteligencia. Augustus sola alabar frecuentementela inteligencia de los cerdos en una discusin con Call que duraba dos aos.Augustus aseguraba que los cerdos eran ms listos que los caballos y que lamayora de la gente, algo que molestaba extraordinariamente a Call.

    Ningn cerdo comedor de desperdicios es tan listo como un caballo aseguraba Call antes de decir cosas peores.

    Como tena por costumbre, Augustus beba gran cantidad de whisky mientras

  • contemplaba sentado cmo el sol iba abandonando el da. Si no inclinaba la sillade asiento de cuerda, inclinaba la jarra. Los das en Lonesome Dove eran unamancha de calor y tan secos como la tiza, pero el whisky de la jarra mitigabaalgo la sequedad y haca que Augustus se sintiera agradablemente hmedo pordentro, brumoso y fresco como una maana en las colinas de Tennessee. Pocasveces se emborrachaba del todo, pero disfrutaba sintindose hmedo a la cadade la tarde, manteniendo su buen humor con tragos agradables, viendo cmo elcielo empezaba a colorearse al Oeste. El whisky no malograba su capacidadintelectual, pero le haca ms tolerante con todo lo burdo con que tena queconvivir: Call, Pea Ey e, Deets, el joven Newt y el viejo Bolvar, el cocinero.

    Cuando el cielo estuvo bellamente teido de rosa en el Oeste, Augustus sedirigi a la trasera de la casa y dio una o dos patadas a la puerta de la cocina.

    Habr que calentar la carne de cerdo y aadir unas cuantas alubias dijo.El viejo Bolvar no contest y entonces Augustus volvi a dar un par ms de

    patadas a la puerta para subray ar el aviso, y volvi al porche. El cerdo azul leesperaba en la esquina de la casa, silencioso como un gato. Probablementeaguardaba a que dejara caer algo un cinturn, una navaja o un sombreropara comrselo.

    Lrgate! le orden Augustus. Si ests hambriento, vete a cazar otraserpiente.

    Pens que un cinturn de piel no poda ser mucho ms duro y menosapetitoso que la cabra frita que Bolvar les serva tres o cuatro veces por semana.El viejo haba sido un competente bandido mejicano antes de que perdiera elresuello y cruzara el ro. Desde entonces haba llevado una vida tranquila, peroera un hecho que la cabra segua apareciendo en la mesa. La CompaaGanadera de Hat Creek no comerciaba con cabras y era improbable queBolvar las pagara de su propio bolsillo. El robo de cabras era tal vez el modo deconservar sus viejas habilidades, entre las que no entraba la cocina. La carne decabra pareca que se hubiera frito en alquitrn, pero Augustus pareca ser elnico miembro de la casa lo bastante sensible para protestar.

    Bol, de dnde has sacado el alquitrn para frer la cabra? preguntabacon frecuencia, aunque su esfuerzo por ser ingenioso siempre resultaba vano.Bolvar ignoraba toda alusin directa o indirecta.

    Augustus se dispona a hablar a los dos cerdos cuando vio acercarse a Call yPea Ey e que venan del llano. Pea Ey e era alto y desgarbado, nunca habaestado lleno y su aspecto era tan torpe que pareca como si fuera a caerseaunque estuviera quieto. Daba la impresin de ser totalmente intil, pero suaspecto engaaba. En realidad era uno de los hombres ms capaces queAugustus haba conocido. Nunca haba sido un gran cazador de indios, pero si sele asignaba alguna labor la llevaba a cabo pausadamente y bien, como trabajosde carpintera o de herrero, hacer pozos o reparar arneses y monturas. Pea era

  • excelente. De haber sido un trabajador chapucero, hara tiempo que Call lehubiera echado.

    Augustus baj a reunirse con los hombres, junto a las carretas.Es algo pronto para dejar el trabajo, verdad, nenas? Estamos en Navidad

    o qu?Los dos hombres haban sudado las camisas tantas veces durante el da que

    parecan prcticamente negras. Augustus ofreci su jarra a Call. Call apoy unpie en la lengua de una carreta y ech un trago solo para enjuagarse la boca.Escupi el whisky sobre el suelo polvoriento y pas la jarra a Pea Eye.

    Nena, t! Y no es Navidad. Y a continuacin entr en la casa tanbruscamente que Augustus qued algo desconcertado. Call nunca haba sido unhombre de modales refinados, pero si el trabajo del da haba sido satisfactoriosola pararse a conversar un rato.

    Lo curioso de Woodrow Call era lo difcil que resultaba medirle. No era unhombre alto; en realidad apenas era de tamao medio, pero cuando uno seacercaba y le miraba a los ojos no pareca bajo. Augustus meda diezcentmetros ms que su socio y Pea Eye siete centmetros ms an, pero nohaba forma de convencer a Pea Ey e que el capitn era un hombre bajo. Call letena impresionado, y en este aspecto Pea no era el nico. Si un hombre querahabrselas con Call era necesario tener presente que Call no era tan grande comopareca. Augustus era el nico hombre en el sur de Texas que sola medirle bieny presuma de aventajarle siempre que poda. Muchos das empezaba lanzando aCall una galleta caliente al tiempo que le deca:

    Sabes, Call, no eres ningn gigante.Un hombre ingenuo como Pea jams comprenda este comportamiento. A

    veces Augustus se rea al considerar que Call no poda engaar a un hombre quele doblaba en tamao, haciendo que Pea confundiera el hombre interior con elexterior. Pero Call tena una mentalidad tan simple que apenas se daba cuenta delo que haca. Lo haca, sin ms. Lo que resultaba fascinante era que Call no sabaque tena este truco. Jams desperdici cinco minutos estudindose; habrasignificado perder cinco minutos del trabajo que haba decidido terminar aquelda.

    Es bueno que no tenga miedo a ser perezoso le dijo una vez Augustus.T lo piensas as, pero yo no le respondi Call.Mira, Call, si yo trabajara tan duro como t no quedara nadie para pensar

    en este equipo. T sudas durante quince horas al da. Un hombre que suda tantono puede pensar nada.

    Me gustara verte pensar en el tejado de ese granero dijo Call.Un curioso vientecillo haba soplado desde Mxico arrancando de cuajo el

    tejado, tres aos atrs. Afortunadamente, en Lonesome Dove solo llova una odos veces al ao, as que la prdida del tejado apenas perjudicaba al ganado,

  • cuando haba ganado. El sufrimiento era sobre todo para Call, que nunca habapodido encontrar madera decente para construir un nuevo tejado. Por desgraciacay un inesperado chaparrn una semana despus de que el viento se llevara eltejado viejo en pleno Hat Creek. Haba flotado arroyo abajo y gran parte de lamadera termin flotando en el Ro Grande.

    Si piensas tanto, por qu no pensaste en la lluvia? le pregunt Call. Desdeaquel da ech en cara a Augustus la madera flotante. Cualquier recriminacin aCall, por tonta que fuera, se la guardaba como si fuera dinero.

    Pea Ey e no era de los que escupen el whisky. Tena un cuello flaco y la nuezsobresala tanto cuando beba que a Augustus le pareca una serpiente con unarana atragantada.

    Call est tan enfadado que sera capaz de dar patadas a una pared coment Augustus cuando Pea termin de beber.

    Le ha arrancado un trozo de un bocado. No s por qu el capitn seempea en conservar la yegua.

    Las yeguas son su nica locura dijo Augustus. Pero por qu deja queun caballo le muerda? Yo crea que estabais haciendo un pozo nuevo.

    Encontramos roca. Solo haba sitio para un hombre con el pico en aquelagujero, as que mientras Newt picaba y o herr los caballos y el capitn se fue adar una vuelta. Supongo que creera que la haba cansado. Le volvi la espalda yella le mordi.

    La yegua era conocida en todo el pueblo como Mala Bestia. Call la habacomprado en Mxico a unos caballeros que aseguraban haber dado muerte a unindio para conseguirla; un comanche, segn dijeron. Augustus pona en duda estaparte de la historia: era improbable que un comanche hubiera montado solo enaquella parte de Mxico, y si hubiera habido dos comanches, los caballeros nohabran vivido para comerciar con los caballos. La yegua era parda moteada,con el morro blanco y una lnea blanca en la frente; demasiado alta para ser puraindia y demasiado corta de patas para ser pura sangre. Su carcter sugera quehaba pasado cierto tiempo con los indios, pero no haba forma de saber con quindios ni cunto tiempo. Todo el que la vea quera comprarla, tal era suelegancia, pero Call no quera ni or hablar de ofertas, aunque Pea Eye y Newtqueran que se vendiera. Todos los das tenan que trabajar junto a ella y lopasaban mal. Una vez coce a Newt hasta la herrera y por poco hasta la fragua.Pea Eye le tena casi tanto miedo como a los comanches, que es mucho decir.

    Dnde est Newt? pregunt Augustus.A lo mejor se ha quedado dormido en el pozo respondi Pea Ey e.Pero entonces Augustus vio al muchacho que vena, tan cansado que apenas

    poda moverse. Cuando Newt lleg junto a las carretas, Pea Eye ya estabamedio borracho.

    Vaya, Newt, me alegro de que hay as llegado antes del otoo le dijo

  • Augustus. Te hubiramos echado en falta durante el verano.He estado tirando piedras a la yegua explic Newt con una sonrisa.

    Ha visto el mordisco que le ha dado al capitn?Newt levant un pie y rasc cuidadosamente el barro del pozo que se le haba

    pegado a la suela, mientras Pea Eye segua limpindose el polvo de la garganta.Augustus siempre haba admirado la habilidad de Newt para sostenerse sobre

    una pierna mientras se limpiaba la bota de la otra.Fjate en esto, Pea le dijo Augustus. A que t no puedes hacerlo?Pea Ey e estaba tan acostumbrado a ver a Newt limpiarse la bota

    mantenindose en pie sobre una sola pierna que no poda imaginar que Guspensara que l no podra hacerlo. Unos cuantos tragos de alcohol hacan que supensamiento fuera tan lento como si se arrastrara. Esto sola ocurrir a la puestadel sol, despus de un pesado da de pozo o de herrar los caballos. En talesocasiones Pea estaba doblemente satisfecho de trabajar con el capitn, ms quecon Gus. Cuanto menos tena que escuchar, ms contento se pona el capitn,mientras que con Gus ocurra lo contrario. Disparaba cinco o seis preguntas yopiniones diferentes, unindolas como ganado sin marcar. Resultaba difcil elegiruna y pensarla despacio, cuidadosamente, tal como a Pea Eye le gustaba hacer.En semejantes ocasiones su nico recurso consista en dar a entender que laspreguntas haban dado en su odo sordo, el izquierdo, que no haba funcionadobien desde el da de su gran pelea con los keechis, que bautizaron como la peleade Stone House. Haba sido pura confusin y a que los indios haban sido lobastante listos para prender fuego a la hierba de la pradera, levantando tantohumo que nadie poda ver nada a seis pasos de distancia. Iban tropezando con losindios en medio del humo y deban disparar a bocajarro; un ranger, al lado dePea, vio a uno y le dispar demasiado cerca del odo de Pea.

    Esto ocurri el da que los indios se fueron con sus caballos; Pea nunca habavisto al capitn tan furioso. Eso significaba que tendran que caminar Brazosabajo unos trescientos kilmetros, continuamente preocupados por lo que podraocurrir si los comanches descubran que iban a pie. Pea Eye no se haba dadocuenta de que estaba medio sordo hasta casi al final del camino.

    Afortunadamente, mientras le preocupaba la cuestin de qu era lo que nopoda hacer, el viejo Bolvar empez a tocar la campana de la cena, con lo quese puso fin a la discusin. La vieja campana de la cena haba perdido su badajo,pero Bolvar haba encontrado una palanca que alguien haba conseguido romper,y le daba tan fuerte a la campana que nadie hubiera odo el badajo, de haberlohabido.

    El sol se haba puesto por fin, y haba tal silencio a lo largo del ro que sepoda or cmo los caballos sacudan sus colas, all en el solar; es decir, lo podanor hasta que Bolvar golpe la campana. Aunque probablemente saba queestaban junto a las carretas, y podan orle, Bolvar sigui dndole a la campana

  • unos cinco minutos ms. Bolvar machacaba la campana por razones personales;ni siquiera Call poda controlarle en esto. El ruido ahogaba la paz del ocaso, lo queirritaba tanto a Augustus que a veces senta la tentacin de pegarle un tiro alviejo, solo para darle una leccin.

    Me imagino que est llamando a los bandidos observ Augustus cuandola campana enmudeci.

    Emprendieron el camino hacia la casa seguidos por los dos cerdos, uno de loscuales coma un lagarto que haba cazado en alguna parte. Los cerdos queran aNewt casi ms que a Augustus, que cuando no tena nada mejor que hacer lesdaba a comer cuero crudo y les rascaba las orejas.

    Si fueran a venir los bandidos, quizs el capitn me dejara llevar un armase lament Newt. Pareca como si nunca fuera lo bastante mayor para llevararmas, aunque ya tena diecisiete aos.

    Si llevaras un arma alguien podra tomarte por un pistolero y dispararcontra ti dijo Augustus fijndose en la mirada anhelante del muchacho. Nomerece la pena. Si alguna vez Bol consigue que vengan los bandidos, yo teprestar mi Henry .

    Este viejo casi no sabe cocinar observ Pea Eye. De dnde iba asacar a los bandidos?

    Pero es que no te acuerdas de su pandilla? coment Augustus.Solamos comprarles los caballos. Esta es la nica razn por la que Call lecontrat de cocinero. En nuestro negocio es bueno conocer a algunos ladrones decaballos, siempre y cuando sean mejicanos. Me figuro que Bol est esperando sumomento. Tan pronto como se hay a ganado nuestra confianza, su pandilla llegaralguna noche y nos asesinarn a todos.

    No crea nada de lo que estaba diciendo. Solo deseaba estimular al muchachode vez en cuando, y tambin a Pea, aunque Pea era un hombreextraordinariamente difcil de estimular, por ser insensible al miedo. Pea era losuficiente sensato para temer a los comanches, y esto no requera demasiadasensatez. Los bandidos mexicanos no le impresionaban.

    Newt tena ms imaginacin. Se volvi a mirar al otro lado del ro dondeempezaba a posarse una gran oscuridad. De vez en cuando el capitn, Augustus,Pea y Deets cogan las armas y salan a caballo hacia aquella oscuridad, haciaMxico, para regresar a la salida del sol con treinta o cuarenta caballos, o a lomejor un centenar de reses flacas. As era como funcionaba el negocio deganado a lo largo de la frontera. Los rancheros mejicanos recorran el Norte,mientras los tejanos hacan la incursin por el Sur. Algunas de aquellas resesflacas pasaban su vida perseguidas de un lado a otro del Ro Grande. El mximodeseo de Newt era llegar a ser lo bastante may or para que se lo llevaran en susincursiones. Ms de una noche, echado en su pequea y caliente litera, oyendo alviejo Bolvar roncando y murmurando debajo de l, miraba por la ventana hacia

  • Mxico imaginando las salvajes incursiones que tenan lugar. Alguna que otra vezincluso le pareci or uno o dos disparos, ro arriba o ro abajo. Esto bastaba paraponer su imaginacin en marcha.

    Podrs ir cuando hayas crecido deca el capitn, y era lo nico quedeca. Tampoco era cuestin de discutir con l, y menos siendo solo unasalariado. Discutir con el capitn era un privilegio reservado al seor Gus.

    En cuanto llegaron a la casa, el seor Gus empez a ejercer su privilegio. Elcapitn se haba quitado la camisa y dejaba que Bolvar le tratara el mordisco dela y egua. Le haba alcanzado precisamente encima del cinturn. Tenaempapada de sangre una pernera del pantaln. Bol se dispona a cubrir la heridacon su pasta habitual, una mezcla de grasa de la carreta y trementina, pero elseor Gus le hizo esperar hasta que le hubo echado un vistazo a la herida.

    Vay a, Woodrow le espet Augustus. Con el tiempo que llevastrabajando con caballos deberas saber que no hay que volverle la espalda a unayegua kiowa.

    Call estaba pensando en algo y tard en contestarle. Estaba pensando que laluna estaba en cuarto creciente, la llamada luna de ladrones. Cuando crecierasobre las plidas llanuras, ciertos mejicanos veran lo suficiente para sacar buenprovecho. Hombres que haba conocido durante aos estaban muertos yenterrados, o por lo menos muertos, por haber cruzado el ro con luna llena. Lafalta de luna era casi tan malo como la luna llena: sin luz era difcil encontrar elganado, y tambin muy difcil llevarlo. La luna en cuarto creciente era la lunaperfecta para pasar la frontera. Las tierras de monte bajo del Norte estaban y arepletas de ganaderos, reuniendo sus rebaos de primavera y contratandohombres; no tardaran una semana en empezar a pasar por Lonesome Dove. Erael momento de ir en busca de ganado.

    Quin dijo que era kiowa? pregunt Woodrow mirando a Augustus.Lo he deducido. Y t podas haber hecho lo mismo si dejaras de trabajar el

    tiempo suficiente para pensar.Puedo trabajar y pensar a la vez. T eres el nico hombre que conozco

    cuy o cerebro no funciona a menos que est a la sombra.Augustus ignor el comentario.Imagino que fue un kiowa que iba a robar una mujer el que perdi la

    yegua explic. A tu comanche no le interesan demasiado las seoritas. Lasmujeres blancas son fciles de robar, y adems comen menos. Los kiowa sondiferentes. Les encantan las seoritas.

    Podemos comer o debemos esperar a que se termine la discusin? pregunt Pea Eye.

    Si esperamos a que terminen, nos moriremos de hambre dijo Bolvardejando un caldero de carne de cerdo y alubias sobre la mesa. Augustus, sin quenadie se sorprendiera, fue el primero en llenarse el plato.

  • No s dnde encuentras estas frases mejicanas observ refirindose alas alubias.

    Bolvar consegua encontrarlas trescientos sesenta y cinco das al ao,mezclndolas con tantos chiles rojos que cada cucharada de judas era ms omenos tan picante como una de hormigas rojas. Newt haba llegado a pensar quesolo haba dos cosas seguras si se trabajaba para la Compaa Ganadera HatCreek : una, que el capitn Call poda pensar en ms cosas de las que l, PeaEy e y Deets podan realizar, y la otra que habra alubias en todas las comidas. Elnico hombre del equipo que no era pedorrero era el propio Bolvar, nuncatocaba las alubias y viva bsicamente de galletas cidas y caf de achicoria, omejor dicho, tazas de azcar moreno con unas gotas de caf flotando porencima. El azcar costaba mucho dinero, y al capitn le molestaba gastarlo, peroBolvar no cambiaba de costumbre. Augustus aseguraba que las heces del viejoeran tan dulces que el cerdo azul le segua siempre que iba a cagar, cosa quequiz fuera cierta. A Newt le costaba todo el trabajo del mundo deshacerse delgorrino, y sus heces eran sobre todo alubias.

    Cuando Call se puso la camisa y se sent a la mesa, Augustus se estabasirviendo por segunda vez. Pea y Newt lanzaban miradas nerviosas al caldero,confiando en servirse otra vez, pero demasiado modosos para abalanzarse antesde que los dems se hubieran servido. El apetito de Augustus era una calamidadnatural. Call llevaba treinta aos contemplndole asombrado, y an seguasorprendindole lo mucho que Augustus coma. No trabajaba, a menos quetuviera que hacerlo y, no obstante, noche tras noche coma ms que los treshombres que haban trabajado todo el da.

    En sus das de rangers, cuando las cosas estaban tranquilas, los muchachos sesentaban e intercambiaban historias sobre Augustus y sus comilonas. No solocoma mucho sino que coma deprisa. El cocinero que quisiera mantenerlecomiendo ms de diez minutos, era mejor que tuviera medio buey preparado.

    Call apart una silla y se sent. Mientras Augustus se serva un buen cucharnde alubias, Call puso su plato debajo del cucharn. Newt lo encontr tan divertidoque se ech a rer.

    Muchas gracias dijo Call. Si alguna vez te cansas de comer, creo quepodras colocarte de camarero.

    Bueno, una vez trabaj sirviendo mesas cont Augustus, dando aentender que haba querido servir a Call. En un barco fluvial. Cuando encontrel empleo no era mucho mayor que Newt. El cocinero llevaba incluso unsombrero blanco.

    Para qu? pregunt Pea Eye.Porque eso es lo que suelen usar los verdaderos cocineros explic

    Augustus mirando a Bolvar, que estaba echando unas gotas de caf sobre suazcar moreno. Bueno, no tanto un sombrero como un gorro grande y blanco.

  • Pareca como si lo hubieran hecho con un pedazo de sbana.Prefiero que me ahorquen antes de ponerme uno dijo Call.Nadie sera tan majareta como para contratarte de cocinero, Woodrow. El

    gorro es para evitar que los pelos grasientos del cocinero caigan en la comida. Nome extraara que alguno de los pelos de Bol hayan encontrado el camino de lastripas de la cerda.

    Newt contempl a Bolvar sentado sobre los fogones, envuelto en su suciosarape. El cabello de Bolvar pareca como si le hubieran volcado encima un botede manteca de segunda mano. Una vez, cada varios meses, Bol se cambiaba deropa e iba a visitar a su mujer, pero sus esfuerzos por mejorar su aspecto nuncaiban ms all del bigote, que, de tanto en tanto, trataba de abrillantar con algntipo de grasa.

    Y por qu dejaste el barco fluvial? pregunt Pea Ey e.Porque era demasiado joven y bonito. Las putas no me dejaban en paz.Call lamentaba que hubiera surgido el tema. No le gustaba hablar de putas,

    pero sobre todo delante del muchacho. Augustus no tena demasiada vergenza,si es que la tena. Este era un asunto candente entre ellos desde haca tiempo.

    Ojal te hubieran ahogado dijo Call, molesto. La conversacin en lamesa nunca terminaba bien.

    Newt mantuvo los ojos en el plato, como sola hacer cuando el capitn sedisgustaba.

    Ahogarme? repiti Augustus. Bueno, si alguien lo hubiera intentadolas muchachas le hubieran hecho trizas. Saba que Call estaba furioso, pero nose senta demasiado dispuesto a darle satisfaccin. Aquella era su mesa tantocomo la de Call, y si a Call no le gustaba la conversacin, poda irse a la cama.

    Call saba que era intil discutir. Eso era lo que encantaba a Augustus: discutir.En realidad no le importaba lo que se dijera ni de qu parte estaba. Simplementele encantaba discutir, mientras que Call lo odiaba. Su larga experiencia le habaenseado que no haba argumento con el que ganar a Augustus, ni siquiera en loscasos en que el resultado era un sencillo bien o mal. Incluso en el pasado, cuandoestaban en pleno jaleo, con indios y maleantes para quitarles el sueo, Augustusse agarraba a cualquier cosa con tal de discutir. En el momento ms peligrosoque haban vivido, cuando ellos dos y seis rangers fueron sorprendidos por loscomanches mientras abran hoyos en la tierra, que bien pudieron ser sus tumbasde no haber tenido la suerte de que la noche se nubl y pudieron huir, Augustusno dej de discutir con un ranger llamado Bobby el Feo. La discusin fueenteramente sobre los mapaches, y Augustus la mantuvo durante toda la nocheaunque la mayora de los rangers estaban tan asustados que ni se atrevan a mear.

    Naturalmente, el muchacho escuchaba arrobado las historias sobre barcosfluviales y putas. El muchacho no haba estado en ninguna parte, de modo quepara l todo eran novelas.

  • Orte presumir de mujeres no mejora el sabor de la comida protestfinalmente.

    Call, si quieres mejor comida debes empezar por pegarle un tiro a Bolvarle record Augustus, empujado por su propia indignacin con el cocinero, yaadi: Bol, quiero que dejes de golpear la campana con ese hierro. Puedeshacerlo a medioda si te empeas, pero deja de hacerlo por la noche. Un hombrecon sentido comn sabe cundo se pone el sol. Me has estropeado muchosatardeceres machacando esa campana.

    Bolvar revolvi su azcar y guard silencio. Golpeaba la campana porque legustaba el ruido, no porque quisiera que nadie fuera a comer. Los hombrespodan comer cuando les apeteciera. l golpeara la campana cuando leapeteciera. Disfrutaba haciendo de cocinero; era mucho ms tranquilo que hacerde bandido, pero eso no quera decir que le gustara recibir rdenes. Su sentido deindependencia segua vigente.

    El general Lee liber a los esclavos rezong.Newt se ech a rer. Bol jams haba entendido la guerra, pero lo sinti

    sinceramente cuando termin. En realidad, si hubiera continuado habra seguidosiendo bandido. Era una profesin segura y provechosa, con casi todos los tejanosfuera. Pero los que volvan de la guerra eran bandidos en su mayora, y tenanmejores armas. Ahora estaba atestada la profesin. Bolvar supo cundo era elmomento de abandonar, pero de vez en cuando senta el gusanillo del tiroteo.

    No fue el general Lee, fue Abe Lincoln el que liber a los esclavos lecorrigi Augustus.

    Bolvar se encogi de hombros.Qu ms da, no hay diferencia.Una gran diferencia corrigi Call. Uno era un yanqui y el otro no.Pea Eye mostr un momento de inters. Las alubias y la carne de cerdo le

    haban resucitado. Se haba sentido muy interesado por la nocin de laemancipacin y la haba estudiado mientras haca su trabajo. Obviamente, fuepor pura buena suerte que no naci esclavo, pero de no haber tenido suerte,Lincoln le habra liberado. Senta cierta admiracin por el hombre.

    Solo liber a los americanos hizo notar a Bolvar.Augustus lanz un respingo:Te has pasado, Pea. A quien Abe Lincoln liber fue a un puado de

    africanos, tan poco americanos como Call aqu presente.Call apart su silla. No iba a quedarse all sentado discutiendo sobre la

    esclavitud despus de una larga jornada, o corta para el caso.Soy tan americano como el que ms exclam cogiendo su sombrero y

    un rifle.Naciste en Escocia le record Augustus. S que te trajeron aqu

    cuando an chupabas de la teta, pero no por ello eres menos escocs.

  • Call no rechist. Newt levant la mirada y le vio de pie en la puerta con el Henry colgado del brazo. Un par de enormes mariposas nocturnas volaronpor encima de su cabeza, atradas por la luz de la lmpara de petrleo colocadaencima de la mesa. Sin ms que decir, el capitn traspas la puerta.

  • 2

    Call recorri el ro por espacio de una hora, aunque saba que no eranecesario. Era solo un viejo hbito que le quedaba de pocas ms salvajes:comprobar, buscar indicios de un tipo u otro, aguzar sus instintos ms que otracosa. En sus aos de capitn de rangers tena por costumbre marcharse solo,todas las noches, fuera del campamento, y alejarse de donde se charlara ydiscutiera. No haba tardado en descubrir que sus instintos necesitaban soledadpara actuar. Sentarse junto al fuego, mostrndose sociable, bostezando ycharlando, poda estar bien en terreno seguro. Le gustaba marcharse solo, a unamilla o as del campamento, y escuchar al pas, no a los hombres.

    Naturalmente, la habilidad de un verdadero explorador era superflua en unlugar tan tranquilo como Lonesome Dove, pero a Call le segua gustando salir porla noche, oler la brisa y dejar que el pas le hablara. El pas hablaba muy quedo;una voz humana poda ahogarlo, especialmente si era una voz tan fuerte como lade Augustus McCrae. Augustus era conocido en todo Texas por la potencia de suvoz. En una noche tranquila poda orsele a una milla de distancia por lo menos,aunque solo susurrara. Call haca lo imposible por salirse del alcance de la voz deAugustus para poder relajarse y prestar atencin a otros sonidos. Si ms no, podaconseguir un indicio del tiempo que se acercaba, aunque el tiempo de LonesomeDove no es que tuviera mucho misterio. La noche era tan clara que si un hombremiraba directamente a las estrellas poda deslumbrarse. Las nubes eran msescasas que el dinero, y el dinero escaseaba bastante.

    Tampoco haba ningn gran peligro que descubrir. Un coy ote poda deslizarsey robar una gallina, pero esto era casi lo peor que poda ocurrir. El simple hechode que l y Augustus vivieran all haba desanimado, desde haca tiempo, a losladrones de caballos locales.

    Call enfil hacia el oeste del pueblo, hacia un vado del ro que haba servido alos comanches, cuando no tenan otra cosa que hacer, para sus incursiones aMxico. Estaba cerca de un pequeo salobral. Haba adquirido la costumbre depasear hasta el vado casi todas las noches, para sentarse un momento sobre unsaliente y vigilar. Si la luna estaba lo bastante alta como para proyectar susombra, se cobijaba junto a una mata de chaparral. Si a los comanches se lesocurra volver, era lgico pensar que cruzaran por el antiguo vado, pero Call

  • saba de sobra que los comanches no iban a volver. Estaban prcticamenteacabados, apenas quedaban suficientes guerreros para aterrorizar la parte alta delBrazos, y mucho menos el Ro Grande.

    El asunto de los comanches haba sido largo y peligroso, haba ocupado lamayor parte de la vida adulta de Call, pero haba acabado de verdad. Enrealidad, haca tanto tiempo que no haba visto a un indio verdaderamentepeligroso que si de pronto hubiera aparecido uno, cruzando a caballo, la sorpresale habra impedido disparar. Era justamente el tipo de actitud descuidada quequera evitar por su propio bien. Por eliminados que estuvieran, mientras hubieraun comanche con un caballo y un arma, era pura insensatez tomrselo a broma.

    Se esforzaba por mantenerse alerta, pero de hecho la nica accin en la quehaba intervenido en seis meses de vigilar el ro, fue un bandido, que muy bienpudo ser un vaquero con un caballo sediento. Todo lo que Call tuvo que hacer enaquella ocasin fue montar el gatillo de su Henry . En la noche tranquila elclic haba sido tan efectivo como un disparo. El hombre volvi grupas haciaMxico y desde entonces nada haba turbado el vado salvo algunas cabrasfamlicas camino del lamedero.

    Aunque todava segua viniendo al ro todas las noches, a Call le resultabaevidente que Lonesome Dove haba dejado de necesitar vigilancia. Elcomentario sobre Bolvar llamando a los bandidos, no era sino otra de las bromaspesadas de Augustus. Vena al ro porque a veces no quera estar rodeado degente y le gustaba estar a solas una hora. Le pareca vivir presionado desde elamanecer hasta la noche, sin una buena razn para ello. En sus tiempos decapitn de rangers se haba visto obligado a tomar decisiones, decisiones quepodan significar la vida o la muerte para los hombres a su mando. Era unapresin natural, pero iba con el cargo. Los hombres estaban pendientes de l, yseguan estndolo; necesitaban saber que an segua all, capaz de sacarles decualquier apuro en que pudieran encontrarse. Augustus, pese a toda su palabrera,era tambin capaz de sacarles de los mismos apuros, en caso de ser necesario,pero Augustus no se molestaba en intervenir a no ser que fuera absolutamentenecesario. Lo dejaba para Call, as que los hombres se dirigan a Call para recibirrdenes y se emborrachaban con Augustus. Siempre le haba intrigado e irritadono haber conseguido que Augustus actuara como un ranger, excepto en casos deemergencia. Su negativa era tan firme que a veces tanto Call como los hombrescasi suspiraban por una emergencia para que Gus dejara de hablar y discutir ytratara la situacin con un poco de respeto.

    Pero en cierto modo, y pese a los peligros, Call nunca se haba sentido tanpresionado como ltimamente, retenido por las pequeas, pero constantesnecesidades de los dems. El trabajo fsico no le importaba: Call no era hombrede pasar todo el da sentado en el porche jugando a las cartas o chismorreando.Se propona trabajar; pero se haba cansado de dar ejemplo. An era el capitn,

  • pero nadie pareca haberse fijado en que ya no haba tropa ni guerra. Habaestado al frente de todo durante tanto tiempo que todo el mundo asuma que paralas ideas, pensamientos, preguntas, necesidades y requerimientos haba quedirigirse a l, por sencillos que estos pudieran ser. Los hombres no podan dejarde ver al capitn en l, y l no poda evitarlo. Formaba parte de su ser, lo habahecho durante mucho tiempo, pero ahora empezaba a darse cuenta de que y a noera apropiado. Ni siquiera eran policas: dirigan unas cuadras, comerciaban concaballos y reses cuando podan encontrar un comprador. El trabajo querealizaban era algo que poda hacer dormido y, no obstante, aunque susobligaciones cotidianas se haban ido reduciendo a lo largo de diez aos, la vidano pareca ms fcil. Pareca solo ms pequea, y bastante ms aburrida.

    Call no era un hombre que soara despierto, eso era propio de Gus, pero enese momento tampoco poda decirse que soara despierto, solo, de noche, sobresu pequeo saliente. Rememoraba simplemente los aos en que un hombre quepresumiera de seguir la pista de un comanche, hara bien en quitar el seguro desu rifle. Pero, el hecho de que le hubiera dado por rememorar el pasado, lemolestaba: no quera empezar a revisar sus recuerdos, como un anciano. A vecesse obligaba a levantarse y andar dos o tres kilmetros ms, ro arriba y de vuelta,solo para arrancarse los recuerdos de la cabeza. Hasta que no volva a sentirsealerta, a sentir que an poda capitanearles en caso necesario, no regresaba aLonesome Dove.

    Despus de la cena, cuando Call se fue al ro, Augustus, Pea Ey e, Newt,Bolvar y los cerdos pasaron al porche. Los cerdos rebuscaban por el patio,cazando ocasionalmente una serpiente o un saltamontes, un ratn o una cigarradespistada. Bolvar sac una piedra de afilar y se pas unos veinte minutosafilando el cuchillo de mango de hueso que llevaba en el cinto. El mango estabahecho de cuerno de ciervo y la hoja brillaba a la luz de la luna al pasarla Bolvarcuidadosamente del derecho y del revs por la piedra de afilar, escupiendo sobrela piedra de vez en cuando para humedecer la superficie.

    Aunque a Newt le gustaba Bolvar y lo consideraba amigo, el hecho de queBol tuviera necesidad de afilar su cuchillo todas las noches le pona nervioso. Lascontinuas bromas del seor Gus sobre los bandidos, aunque Newt saba que eranbromas, causaban su efecto. Le resultaba un misterio el que Bol afilara sucuchillo cada noche ya que nunca cortaba nada con l. Cuando le pregunt larazn, Bol sonri y prob suavemente la hoja en el pulgar.

    Es como una esposa explic. Lo mejor es acariciarla cada noche.Eso no tena ningn sentido para Newt, pero provoc la carcajada de

    Augustus.Si esta es la cuestin, tu mujer debe de estar muy oxidada, Bol. No la afilas

  • ms que dos veces al ao.Es vieja observ Bolvar.Gallina vieja hace buen caldo dijo Augustus. Los viejos apreciamos el

    afilado tanto como los jvenes, o tal vez ms. Deberas traerla a vivir aqu, Bol.Piensa en el dinero que te ahorraras en piedras de afilar.

    Este cuchillo cortara el cuello de un hombre como si fuera de mantequillacoment Pea Eye.

    Pea Eye apreciaba estas cosas porque tambin l tena un buen cuchillo Bowie . La hoja meda catorce pulgadas y se lo haba comprado a un soldadoque lo haba encargado personalmente a Bowie. No lo afilaba todas las noches,como haca Bol, pero de vez en cuando lo sacaba de su gran funda paraasegurarse de que segua teniendo su filo. Era su cuchillo de los domingos y no loutilizaba para el trabajo corriente, como la matanza o cortar cuero. TampocoBolvar lo empleaba para el trabajo vulgar, aunque alguna vez, si estaba de buenhumor, lo lanzaba para clavarlo a un lado de una carreta o para cortar unos finosrizos de cuero que Newt dara de comer a los cerdos.

    El propio Augustus tena una pobre opinin de los cuchillos, especialmente delos de fantasa. l llevaba una navaja en el bolsillo y la utilizaba sobre todo paracortarse las uas de los pies. Antes, cuando todos ellos vivan principalmente de lacaza, llevaba un buen cuchillo de desollar por necesidad, pero no senta el menorrespeto por el cuchillo como instrumento para la lucha. Para l la invencin del Colt haba dejado obsoletas las dems armas de alcance corto. Era irritantetener que pasar todas las noches de su vida escuchando cmo Bol afilaba su hoja.

    Si tengo que escuchar algo, preferira escucharte cuando afilas a tu mujer.No voy a traerla afirm Bol. Le conozco. Intentara corromperla.Augustus se ech a rer.No, no soy muy dado a corromper viejas. No tienes ninguna hija?Solo nueve confes Bolvar. De repente, sin levantarse, lanz el cuchillo a

    la carreta ms cercana, donde se clav vibrando durante un momento. Lacarreta estaba solo a unos seis metros de distancia y no era por tanto unlanzamiento importante, pero quera puntualizar los sentimientos que tena por sushijas. Seis estaban y a casadas, pero las tres que quedaban en casa eran la luz desu vida.

    Espero que se parezcan a su madre. Si se parecen a ti vas a quedarte conun puado de solteronas.

    Su Colt colgaba en el respaldo de su silla. Alarg el brazo y lo cogi. Losac de la funda y como quien no quiere la cosa hizo girar un par de veces larecmara, escuchando los pequeos clics.

    Bolvar lamentaba haber lanzado su cuchillo porque significaba que tendraque levantarse y cruzar el patio para recuperarlo. En aquel momento le dolan lasarticulaciones de la cadera y otras articulaciones, como consecuencia de dejar

  • que un caballo le cayera encima, aos atrs.Soy ms guapo que un ratonero como usted dijo ponindose de pie.Newt saba que Bolvar y el seor Gus se insultaban para pasar el rato, pero a

    pesar de todo le ponan nervioso, sobre todo a ltima hora del da, cuando sehaban pasado horas y horas bebiendo de sus respectivas jarras. Era una nochetranquila, tan silenciosa que de vez en cuando se poda or el piano del saloon Dry Bean . El piano era el orgullo del saloon, y por lo tanto del pueblo. Lagente de la iglesia lo pedan prestado los domingos. Afortunadamente el edificiode la iglesia estaba al lado del saloon, y el piano tena ruedas. Algunos diconoshaban montado una rampa en la trasera del saloon y un camino de madera hastala iglesia, de modo que lo nico que tenan que hacer era empujar el piano hastala iglesia. Incluso as, el arreglo era una amenaza para la sobriedad de losdiconos, algunos de los cuales se consideraban en el deber de pasar las veladasen el saloon para custodiar el piano.

    Una vez lo custodiaron tan bien el sbado por la noche que el domingo por lamaana siguiente lo sacaron de las tablas y le rompieron dos patas. Como nohaba suficientes hombres sobrios aquella maana para llevarlo dentro de laiglesia, la seora Pink Higgins, que lo tocaba, tuvo que sentarse en la calle yaporrear los himnos, mientras el resto de los feligreses, diez damas y unpredicador, cantaban dentro de la iglesia. La cosa fue todava ms bochornosaporque Lorena Wood sali a la escalera trasera del saloon, prcticamentedesnuda, para escuchar los himnos.

    Newt estaba profundamente enamorado de Lorena Wood aunque hasta elmomento no haba tenido oportunidad de hablarle. Se daba cuenta de que si sepresentaba la oportunidad de hablarle no tena idea de lo que le dira. En lasescasas ocasiones en que haba tenido que ir para algo al saloon, iba aterrorizado,temiendo que por alguna circunstancia fortuita se viera obligado a hablarle.Quera hablar con Lorena, naturalmente; era su mxima esperanza, pero noquera verse obligado a hacerlo hasta haber decidido qu era lo mejor que podadecirle, cosa que hasta el momento no haba ocurrido aunque Lorena llevabavarios meses en el pueblo, y se enamor de ella desde que vio su cara porprimera vez.

    En un da corriente, Lorena ocupaba unas ocho horas el pensamiento de Newtfuera cual fuera su trabajo. Aunque normalmente era un muchacho abierto,dispuesto a hablar de sus problemas, al menos con Pea Eye y Deets, ni una solavez haba pronunciado en voz alta el nombre de Lorena. Saba que si lo hacaempezaran las burlas y aunque no le importaba que se burlaran de l, sussentimientos por Lorena eran demasiado serios para admitir frivolidades. Loshombres que formaban el equipo de Hat Creek respetaban poco los sentimientos,sobre todo los sentimientos tiernos.

  • Tambin exista el peligro de que alguien pudiera mancillar su honor. No iba aser el capitn, nada dado a bromear sobre mujeres ni siquiera a mencionarlas.Pero la sola idea de las complicaciones que surgiran de un insulto a Lorena habadejado a Newt perfectamente enterado de los peligros mentales del amor muchoantes de haber tenido la oportunidad de probar alguno de sus placeres, excepto elinfinito placer de la contemplacin.

    Naturalmente, Newt saba que Lorena era una puta. Era un hechodesgraciado, pero que no disminua ni un pice sus sentimientos por ella. Habasido abandonada en Lonesome Dove por un jugador que pens que le traa malasuerte; viva encima del Dry Bean y se saba que reciba visitas de variostipos, pero Newt no era un joven que se ahogara con esos detalles. No estabarealmente seguro de lo que hacan las putas, pero supona que Lorena haballegado accidentalmente a su profesin, como l a la suya. l se ocupaba decaballos en el equipo de Hat Creek por puro accidente, y sin duda otro tambinpuro haba hecho que Lorena fuera una puta. Lo que a Newt le encantaba de ellaera su carcter, que, poda ver reflejado en su rostro. Era con mucho la cara mshermosa que jams haba visto en Lonesome Dove y no tena la menor duda deque su modo de ser era tambin hermoso. Se propona decirle algo por el estilocuando por fin le hablara. La may or parte del tiempo en el porche, despus decenar, lo pasaba tratando de imaginar con qu palabras expresara mejorsemejante sentimiento.

    Por eso se enfad un poco cuando Bol y el seor Gus empezaron a lanzarseinsultos, como si fueran galletas. Lo hacan casi cada noche, y no tardaran enlanzarse cuchillos y jugar con pistolas, haciendo muy difcil que pudieraconcentrarse en lo que dira a Lorena cuando se conocieran. Ni el seor Gus niBolvar haban vivido pacficamente y tena la impresin de que los dos estabandeseando una buena y ltima pelea. A Newt no le caba la menor duda de que sital pelea tena lugar, el seor Gus sera el vencedor. Pea Eye aseguraba que eramejor tirador que el capitn Call, aunque a Newt se le haca difcil imaginar quealguien pudiera superar en algo al capitn Call. No quera que tuviera lugar lapelea porque significara el fin de Bol, y pese a la ligera inquietud que leprovocaban los bandidos amigos de Bol, le gustaba Bol. Una vez el viejo le habaregalado un sarape, para que le sirviera de manta, y le haba dejado dormir en lalitera de abajo cuando enferm de ictericia. Si el seor Gus le mataba, Newttendra un amigo menos. Y como no tena familia, era una idea que no debatomarse a broma.

    Qu le parece que est haciendo el capitn all, a oscuras? pregunt.Augustus sonri al muchacho, sentado en el ltimo peldao, nervioso como un

    cachorro. Casi cada noche le haca la misma pregunta, cuando tema que seprodujera una pelea. Quera que Call estuviera cerca para pararla, en el caso deque empezara.

  • Est jugando a cazador de indios le respondi.Newt lo puso en duda. El capitn no era de los que jugaban. Si senta la

    necesidad de ir a sentarse a oscuras todas las noches, deba creer que eraimportante.

    La mencin de indios despert a Pea Ey e de su sopor alcohlico. Odiaba a losindios, en parte porque treinta aos de tenerles miedo le haba impedido dormirbien. En sus aos con los rangers, jams cerr los ojos sin temer abrirlos yencontrarse con un indio enorme dispuesto a golpearle con algo cortante. Lamayora de los indios que haba visto eran todos hombrecitos flacos, pero eso noquera decir que el indio enorme que amenazaba su sueo no le estuvieraesperando ah fuera.

    Claro, podran venir. El capitn tiene razn en vigilar. Si yo no fuera tanperezoso, ira a ay udarle.

    l no quiere que vayas a ayudarle le pinch Augustus. La ciega lealtadde Pea por Call le resultaba molesta. l saba perfectamente por qu Call ibahacia el ro todas las noches, y poco tena que ver con la amenaza india. Lo habaexplicado varias veces, pero volvi a hacerlo.

    Se va al ro porque est harto de ornos hablar. No es un hombre sociable ninunca lo ha sido. Cuando haba comido, no se le poda retener en el campamento.Prefera sentarse a oscuras y acariciar su arma. Dudo que encontrara un indio, sihaba alguno por all.

    Sola encontrarlos dijo Pea. Encontr aquella gran partida arriba deFort Phantom Hill.

    Por Dios, Pea! exclam Augustus. Claro que encontr algunos.Estaban ms espesos que la hierba, no s si lo recuerdas. Te aseguro que estanoche no araar a ninguno. La cosa est en que Call tiene que superar a todo elmundo, incluso en sufrimiento. No te dir que sea un cazador de gloria comoalgunos que me s. La gloria no le interesa. Solo tiene que cumplir susobligaciones nueve veces ms o no dormir bien.

    Sigui un silencio. Pea Eye siempre se senta incmodo con las crticas deGus hacia el capitn, pero no saba cmo reaccionar ante ellas. Cuando algunavez se decida a replicar, lo haca con una de las frases del capitn.

    Bueno, alguien tiene que tomar el asiento incmodo dijo.A m me parece bien prosigui Augustus. Call puede sufrir por ti, por

    m, por Newt, por Deets y por todos los que no quieran hacerlo por su cuenta. Hasido muy bueno tenerle por aqu asumiendo los problemas todos estos aos, perosi crees que lo hace por nosotros y no porque le gusta hacerlo, eres un idiota. Estsentado all detrs de una mata de chaparral contento por no tener que or a Bolhablando de su mujer. Sabe tan bien como y o que no hay un solo enemigo aseiscientas millas a la redonda.

    Bolvar llevaba meando junto a la carreta diez o quince minutos, segn le

  • pareci a Newt. Cuando Bol empezaba a mear, el seor Gus acostumbraba asacar su antiguo reloj de plata del bolsillo y lo miraba hasta que terminaba. Aveces, incluso sacaba un trozo de lpiz y una libretita del viejo chaleco negro quesiempre llevaba y anotaba el tiempo que Bolvar inverta en hacer aguas.

    Es un indicio de lo deprisa que se est acabando seal Augustus. Unviejo mea mucho, como un ternero joven. Mejor que vaya apuntando y assabremos cundo hay que empezar a buscar otro cocinero.

    Pero por una vez los cerdos se interesaron ms por la representacin de Bolque el propio Gus, que bebi un poco ms de whisky. Bol arranc su cuchillo de lacarreta y desapareci dentro de la casa. Los cerdos se acercaron a Newt paraque les rascara las orejas. Pea Eye, arrimado a la barandilla del porche, habaempezado a roncar.

    Pea, despierta y vete a la cama le grit Augustus dndole puntapis en lapierna hasta que le despert. Newt y y o podramos olvidarnos y dejarte tiradoaqu, y si lo hiciramos estas bestias se te comeran hasta la hebilla del cinturn.

    Pea Ey e se levant sin abrir los ojos y entr en la casa dando traspis.No creo que lo comieran observ Newt. El cerdo azul estaba en el ltimo

    peldao, carioso como un perro.No, pero hace falta una buena amenaza para conseguir que Pea se mueva.Newt vio al capitn, que volva con el rifle al brazo. Y como siempre, Newt

    sinti alivio. Algo en su interior descansaba al saber que el capitn haba vuelto.Le haca dormir mejor. Tena incrustada en su mente la preocupacin de que talvez el capitn alguna noche no volviera. No era la preocupacin de que hubierasufrido algn accidente o de que le mataran: era la preocupacin de que se fuera.Le pareca que el capitn probablemente estaba cansado de todos ellos y conrazn. l, Pea y Deets hacan cuanto podan por ay udar, pero el seor Gus noayudaba nunca y Bol se sentaba por ah y beba tequila todo el da. Quizs elcapitn ensillara la Mala Bestia cualquier noche y desaparecera.

    Una vez, haca mucho tiempo, Newt so que el capitn no solo se marchabasino que le llevaba con l, a las altas planicies de las que haba odo hablar, peroque nunca haba visto. No haba nadie ms en el sueo; solo l y el capitn, acaballo en un maravilloso pas lleno de hierba. Eran sueos deliciosos, pero solosueos. Si el capitn se fuera, probablemente se llevara solo a Pea, porque Peahaba sido su cabo durante muchos aos.

    No veo ninguna cabellera dijo Augustus cuando lleg Call.Call no le hizo caso, apoy su rifle en la barandilla y encendi un cigarrillo.Hoy habra sido una buena noche para traer algo de ganado observ.Y qu hacer con l? pregunt Augustus. An no he visto ningn

    comprador de ganado.En realidad podramos llevarles el ganado. Se ha hecho. Y que t trabajes

    no va contra la ley.

  • Va contra mi ley replic Augustus. Los compradores no se hanterminado. No tardarn en aparecer. Entonces traeremos el ganado.

    Capitn, podr ir la prxima vez? pregunt Newt. Creo que ya voysiendo mayor.

    Call titube. Pronto tendra que decir que s, pero an no estaba decidido.Alguna vez tendra que aprender, el muchacho, pero Call no se decida a acceder.Haba mandado muchachos tan jvenes como l, y les haba visto morir; y poresta razn demoraba todo lo que poda el permiso.

    Envejecers deprisa si te quedas despierto toda la noche. Maana hay quetrabajar. Es mejor que te acuestes.

    El muchacho se fue enseguida, decepcionado.Buenas noches, hijo dijo Augustus mirando a Call al hablar. Call no dijo

    nada.Deberas dejarle que se quedara observ Augustus algo ms tarde.

    Despus de todo la nica oportunidad de educarse que tiene el muchacho esorme hablar.

    Call no se inmut. Augustus haba pasado un ao en la Universidad, por algnlugar de Virginia, y pretenda haber aprendido griego y algo de latn. Nuncadejaba de recordarlo a todos.

    Podan or el piano all abajo, en el Dry Bean . Lo tocaba un viejollamado Lippy Jones. Tena el mismo problema que haba tenido Sam Houston:un agujero en la barriga que no se le curaba. Alguien haba disparado a Lippycon un arma de grueso calibre; en lugar de morir, viva con una gotera. Con talimpedimento era una suerte que pudiera tocar el piano.

    Augustus se puso en pie y se desperez. Cogi el Colt y la pistoleracolgada en el respaldo de la silla. Por lo que a l haca, la noche era an joven.Tuvo que pasar por encima del cerdo para poder salir del porche.

    No deberas ser tan obstinado con el chico, Woodrow. Ya ha pasadosuficiente tiempo cargando estircol.

    Soy mucho ms viejo que l y todava lo sigo haciendo objet Call.Pero lo haces por gusto. En mi opinin hay otros medios ms fragantes de

    hacer fortuna. Por ejemplo, jugar a las cartas. Creo que me arrastrar hasta esepalacio de la ginebra y ver si puedo conseguir una partida.

    Call casi haba terminado su pitillo.No me importa que juegues a las cartas, si no haces otra cosa.Augustus sonri, Call no cambiara nunca.Y qu otra cosa podra hacer?Nunca jugabas tan seguido aclar Call. Ser mejor que te cuides de la

    muchacha.Cuidar qu?Que cuides que no te haga casar con ella. Eres un viejo lo bastante imbcil

  • para hacerlo. No quiero a esa muchacha por aqu.Augustus lanz una carcajada. Call tena ideas curiosas, pero esta era una de

    las ms divertidas: pensar que un hombre de su edad y experiencia se casara conuna puta.

    Te ver a la hora del desayuno se limit a responder.Call permaneci un rato ms sentado en la escalera, escuchando roncar a los

    cerdos azules.

  • 3

    Lorena jams haba vivido en un lugar donde hiciera fresco, este era sunico deseo. Le pareca que haba aprendido a sudar al mismo tiempo que arespirar, y an segua haciendo las dos cosas. De todos los lugares de los quehaba odo hablar a los hombres, San Francisco pareca el ms fresco y el msbonito. As que San Francisco fue su punto de mira.

    A veces le pareca que todo iba muy despacio. Casi tena veinticuatro aos yno haba ido a ms de un kilmetro de Lonesome Dove, lo que no era avanzardeprisa, si se tena en cuenta que solo contaba doce aos cuando sus padres sesintieron inquietos por los yanquis y abandonaron Mobile.

    Este avance tan lento hubiera desanimado a la mayora de las mujeres, peroLorena no se permita pensar en ello. Tena sus das apagados, pero sobre todoporque Lonesome Dove era muy apagado. Se cansaba de mirar todo el da por laventana sin ver nada ms que la tierra parda y el chaparral gris. A medio da elsol calentaba tanto que la tierra pareca blanca. Desde su ventana poda ver el roy Mxico. Lippy le haba dicho que poda ganar una fortuna si se estableca enMxico, pero a Lorena le tena sin cuidado. Por lo que poda ver del pas, no lepareca ms interesante que Texas, y los hombres olan tan mal como los tejanos,si no peor.

    Gus McCrae aseguraba haber estado en San Francisco, y le hablaba durantehoras de lo azul que era el agua en la baha y de cmo los barcos llegaban detodas partes. Al final se pas, como haca con todo. Una o dos veces Lorena createner una imagen clara de la ciudad, al escuchar a Gus, pero para cuando ldejaba de hablar ella haba perdido ya el hilo y solo deseaba seguir tumbadaesperando que refrescara.

    En este aspecto, Gus era excepcional porque la mayora de los hombres nohablaban. l no dejaba de hablar hasta que le meta su vieja zanahoria yenseguida, incluso antes de que se secara, continuaba hablando. Era generosocomparado con los dems clientes. Siempre le entregaba cinco dlares de oro,pero Lorena a veces se senta poco pagada. Debera recibir cinco dlares pormojar su zanahoria y cinco ms por escuchar su verborrea. A veces erainteresante, pero Lorena no poda mantener la atencin en tanta charla. De todosmodos, no pareca herir los sentimientos de Gus. Hablaba con la misma alegra

  • tanto como si ella le escuchaba como si no, y nunca intent que le regalara dospolvos por el precio de uno, como hacan muchos jvenes.

    Era curioso que fuera su cliente ms regular, porque tambin era el msviejo. Se esforzaba por no dejar que nada de lo que los hombres hacan lasorprendiera demasiado, pero secretamente la sorprenda que a un hombre tanviejo como Gus le gustara tanto. A este respecto avergonzaba a muchos jvenes,incluso a Mosby Marli, que la haba mantenido dos aos al este de Texas.Comparado con Gus ni siquiera poda decirse que tuviera una zanahoria, aunques tena una especie de rabanito seco del que estaba excesivamente orgulloso.

    Solo contaba diecisiete aos cuando conoci a Mosby, y sus padres ya habanmuerto. Su padre cay en Vicksburg y su madre solo pudo llegar hasta BatonRouge, as que fue en Baton Rouge donde qued desamparada cuando Mosby laencontr. No haba intervenido en intercambios hasta aquel momento, aunquesu desarrollo haba sido prematuro e incluso haba tenido problemas con su propiopadre, si bien es cierto que cuando sucedi l estaba febril, al borde del delirio.Muri poco despus. Supo desde el principio que Mosby era un borracho, pero lecont que era un caballero del Sur, y como a la sazn tena una calesa cara y unpar de caballos preciosos, le crey.

    Mosby le asegur que quera casarse con ella, y Lorena tambin le crey yle permiti que la llevara a una gran casona destartalada cerca de un lugarllamado Gladewater. La casa era inmensa, pero ni siquiera tena cristales en lasventanas, ni alfombras, ni nada; haba que poner botes de humo en lashabitaciones para evitar que los mosquitos les comieran vivos, cosa que losmosquitos hacan pese a todo. Mosby tena una madre, dos hermanas mezquinasy nada de dinero. Tampoco tena intencin de casarse con Lorena, aunque losigui diciendo durante algn tiempo.

    En realidad, aquellas mujeres trataban a Lorena peor de lo que hubierantratado a una negra, y a las negras las trataban mal. Tampoco trataban bien aMosby, ni se trataban bien entre ellas. Las nicas criaturas que reciban ciertoafecto en casa eran los perros de Mosby. Mosby le asegur que le echara losperros encima si alguna vez intentaba huir.

    Por las noches Lorena tena que dormir con los botes de un humo tan espesoque no poda respirar, con las nubes de mosquitos tan compactos como el humo ycon Mosby constantemente molestndola con su rbano. Su resistencia lleg tanabajo que perdi las ganas de hablar y se transform en una mujer silenciosa.Poco despus empez el intercambio porque Mosby perdi tanto dinero unanoche que ofreci dos polvos a sus amigos a cambio de la deuda. Lorena sequed tan sorprendida que no tuvo tiempo de armarse, y los hombres se salieroncon la suya. Pero a la maana siguiente, cuando los dos hombres se hubieronmarchado, atac a Mosby con su navaja y le raj tanto la cara que la encerraronen la bodega durante dos das y ni siquiera le bajaron comida.

  • Dos o tres meses despus volvi a ocurrir con otros amigos, pero esta vezLorena no se defendi. Estaba tan cansada de Mosby y de su rbano y del humode los botes que estaba dispuesta a aceptar cualquier cambio. La madre y lashermanas queran echarla de casa. A Lorena le hubiera encantado, pero Mosbyorganiz tal escndalo que una de las hermanas huy y se fue a vivir con una ta.

    Pero una noche vendi directamente un polvo a un viajero desconocido. Tuvola impresin de que se propona hacerlo con regularidad, pero el segundo hombreal que la vendi pareci encapricharse de Lorena. Se llamaba John Tinkersley yera el hombre ms alto y guapo que Lorena haba visto hasta entonces, y el mslimpio. Cuando l le pregunt si estaba realmente casada con Mosby le dijo queno. Entonces Tinkersley decidi que le acompaara a San Antonio. Lorenaacept contenta. Mosby se qued tan sorprendido por su decisin que le ofreci iren busca de un pastor y casarse al momento, pero para entonces Lorena yahaba comprendido que estar casada con Mosby sera peor que lo que y a habapasado. Mosby intent organizar una pelea, pero no era un adversario paraTinkersley, y lo saba. Lo nico que consigui fue vender a Tinkersley un caballoy una silla para Lorena, que pertenecan a la hermana que se larg.

    San Antonio era mucho mejor que Gladewater, aunque solo porque no hababotes de humo y pocos mosquitos. Tenan dos habitaciones en un hotel, queaunque no era el mejor de la ciudad resultaba decente. Tinkersley compr algode ropa bonita para Lorena con el dinero que consigui vendiendo el caballo y lasilla, cosa que doli un poco a Lorena. Haba descubierto que le gustaba montar acaballo. Hubiera sido feliz entrando a caballo en San Francisco, pero no era esteel propsito de Tinkersley. Por alto y guapo que fuera, al final result tan malnegocio como Mosby. Si tena una debilidad era para s, no para ella. Incluso segastaba el dinero hacindose cortar las uas, algo que Lorena jams hubierasospechado que fuera capaz de hacer un hombre. Pese a todo era un hombreduro. Luchar con Mosby haba sido como pegarse con un nio, mientras que laprimera vez que ella le replic, Tinkersley le dio tal bofetn que rompi con lacabeza una jarra que estaba detrs de ella, sobre una mesa. Durante tres das leestuvieron zumbando los odos. La amenaz con que la prxima vez sera peor yLorena comprendi que no eran vanas amenazas. A partir de entonces, se callcuando estaba cerca de Tinkersley. Le expuso con toda claridad que elmatrimonio no era lo que se propona cuando se la quit a Mosby, cosa que no lepareci mal porque desde entonces haba perdido la costumbre de pensar en elmatrimonio.

    Tampoco quera decir que tuviera la costumbre de considerarse unaprostituta, pero era precisamente esta costumbre la que Tinkersley deseaba queadquiriera.

    Bueno, ya ests entrenada, no es verdad? le dijo.Lorena no crea que lo que haba ocurrido en Gladewater fuera un

  • entrenamiento para algo, pero era obvio que no estaba entrenada para nadadecente, incluso suponiendo que pudiera escapar de Tinkersley sin que la matara.Durante unos das haba credo que Tinkersley la amaba, pero pronto l dej bienclaro que le importaba tanto como una buena montura. Saba que de momento laprostitucin era su nica alternativa. Por lo menos la habitacin del hotel eraagradable y no haba hermanas mezquinas. La may or parte de los hombres quese le acercaron eran los que jugaban con Tinkersley en el bar de abajo. De vezen cuando alguno de ellos, simptico, le daba directamente un poco de dinero enlugar de entregrselo a Tinkersley. Pero Tinkersley era un lince para estas cosasy el da que tomaron la diligencia hacia Matamoros descubri su escondrijo y selo quit todo. Tal vez no lo hubiera hecho de no haber tenido una serie deprdidas, pero el hecho de ser guapo no quera decir que fuera buen jugador,como algunos de los clientes le haba dicho a Lorena. Era un jugador mediocre yhaba tenido tan mala racha en San Antonio que pens que tal vez habra menoscompetencia en la frontera.

    Fue en este viaje cuando pelearon de verdad. Lorena se enfureci tanto por lodel dinero que le perdi el miedo. Quera matarle por haberla dejadoabsolutamente sin nada. Si hubiera sabido ms de armas le hubiera matado.Pens que cuando se tiene un arma basta con apretar el gatillo, pero result queprimero hay que quitarle el seguro. Tinkersley estaba echado en la cama,borracho, pero no tanto como para no darse cuenta de que le haba puesto supropio revlver sobre el pecho. Cuando comprendi que no iba a dispararse tuvoel tiempo justo de pegarle en la cara con l. Esto le hizo ganar la batalla. Peroantes de rendirse y de ir en busca de un mdico para que le cosiera la mandbula,Tinkersley le dio un mordisco en el labio superior mientras se debatan y Lorenaan crea que el arma se iba a disparar.

    El mordisco le haba dejado una pequea cicatriz sobre el labio; con granregocijo de Lorena, esta insignificante cicatriz pareca volver locos a loshombres. Naturalmente no era solo por la cicatriz: se haba desarrollado y con losaos se haba vuelto ms bonita. Pero la cicatriz haba sido decisiva. Tinkersley seemborrach en Lonesome Dove el da que la dej, y dijo a todos los que seencontraban en el Dry Bean que era una asesina. As que mucho antes de quedeshiciera su equipaje y a tena una reputacin. Tinkersley la haba dejado sin uncntimo, pero afortunadamente saba cocinar cuando haba que hacerlo; el DryBean era el nico lugar en Lonesome Dove donde se serva comida y Lorenaconsigui convencer a Xavier Wanz, el propietario, para que la dejara cocinarhasta que los vaqueros dejaron de tenerle miedo y se acercaron a ella.

    Augustus fue el primero. Mientras se quitaba las botas, le sonri.De dnde has sacado esta cicatriz? le pregunt.Alguien me mordi contest Lorena.Cuando Gus se convirti en cliente regular, Lorena no tuvo problemas para

  • ganarse la vida en el pueblo, aunque en verano, cuando los vaqueros estaban enruta, las ganancias solan ser escasas. Aunque haba superado el punto de confiaren los hombres, pronto se dio cuenta de que Gus era nico en su clase, por lomenos en Lonesome Dove. No era tacao, ni la trataba como muchos solanhacer con las prostitutas. Saba que probablemente la ayudara si en algnmomento necesitaba ay uda. Le daba la impresin de que tena algo que losdems haban perdido: no era tacao ni exigente. Adems de Lippy, era elhombre con quien poda hablar un poco. Con la mayora de los clientes no tenanada que decir.

    Su silencio no tard en comentarse. Era parte de ella, como la cicatriz, yatraa y turbaba profundamente a los hombres. Tampoco era un truco quecultivara, aunque saba que los desconcertaba y les haca ir ms deprisa. Sesenta silenciosa cuando los hombres estaban con ella.

    Respecto a su silencio, tambin Gus era diferente. Al principio pareci nodarse cuenta, y tampoco dej que le turbara. Despus empez a divertirle, lo queno era una reaccin que Lorena hubiera experimentado con otros. La mayorahablaban como cotorras cuando estaban con ella, esperando sin duda que ellarespondiera. Gus era un gran hablador, desde luego, pero lo que deca nada tenaque ver con la charla de los otros. Rebosaba opiniones, que soltaba sobre todopara divertirse. Lorena no haba contemplado la vida como algo especialmentedivertido, pero Gus s. Incluso le pareca divertido el que ella no hablara.

    Un da entr y se sent en una silla, con su habitual expresin divertida.Lorena supuso que iba a quitarse las botas y se dirigi a la cama, pero al volversele vio all sentado, con un pie encima de la otra rodilla, jugando con la rueda desu espuela. Siempre llevaba espuelas, aunque pocas veces le vio a caballo.Alguna que otra vez, a primera hora de la maana, el mugir de las reses y losrelinchos de los caballos la despertaban y se iba a mirar por la ventana. Entoncesle vea a l, a su socio y a un grupo de j inetes conduciendo al ganado a travs delmonte bajo hacia el este de la ciudad. Gus era fcil de distinguir porque montabaun gran caballo negro que pareca capaz de arrastrar tres diligencias l solito. Nose desprenda de las espuelas cuando no cabalgaba para tenerlas a mano cuandoquera hacer sonar alguna cosa.

    Son el nico instrumento musical que he aprendido a tocar le dijo unavez.

    Como segua all, jugando con la espuela y sonrindole, Lorena no saba sidesnudarse. Estaban en julio y el calor era terrible. Haba tratado de mojar lassbanas, pero el calor las secaba antes de que pudiera echarse.

    Realmente hace calor dijo Gus. Deberamos estar todos viviendo enCanad por el mismo precio. Dudo de que tenga energa suficiente para plantarla vara.

    Por qu has venido, entonces? , pens Lorena.

  • Otra cosa peculiar de Gus era que poda adivinar lo que ella estaba pensando.Esta vez pareci avergonzado y le lanz una moneda de oro de diez dlares.Lorena se qued perpleja. Eran cinco dlares de ms, incluso si decida plantar lavara. Saba que los viejos a veces se vuelven locos y quieren cosas extraas,Lippy era un problema constante, pero tena un agujero en la barriga y apenaspoda tocar el piano. Pero no deba preocuparse por Gus.

    Se me ha ocurrido algo, Lorie. Ya s por qu t y yo nos llevamos tan bien.T sabes ms de lo que dices y yo digo ms de lo que s. Esto significa quesomos una pareja perfecta, siempre y cuando no nos molestemos uno al otroms de una hora.

    Aquello no tena sentido para Lorena, pero se tranquiliz. No haba la menorprobabilidad de que intentara algo loco con ella.

    Pero esto son diez dlares repiti pensando que a lo mejor no se habafijado en el dinero que le entregaba.

    Sabes?, los precios son curiosos explic. He conocido a muchasmujeres del oficio y siempre me he preguntado por qu no eran ms flexiblescon los precios. Si yo estuviera en tu lugar y tuviera que arrastrarme hasta aquarriba con alguno de esos viejos apestosos, pedira mucho dinero, pero si setratara de un chico guapo, bien afeitado, me bastaran cinco centavos.

    Lorena se acord de Tinkersley, que la haba explotado dos aos y que lahaba robado cuanto tena dejndola sin un cntimo.

    Cinco centavos no bastaran, y puedo pasar del afeitado.Pero Augustus estaba inspirado.Digamos que estableces dos dlares como precio ms bajo. Esto sera para

    el limpio y afeitado. Cul sera el ms alto, para un tipo que no supiera niescribir? Lo que quiero decir es que todos los hombres no son iguales, as que porqu cobrarles lo mismo, o me equivoco? Quiz desde donde t te encuentrastodos los hombres son lo mismo.

    Cuando lo hubo pensado, Lorena vio su punto de vista. Todos los hombres noeran del todo iguales. Unos pocos eran agradables y se fijaba en ellos, pero lamay ora no eran ni una cosa ni otra. Eran solo hombres y no dejaban recuerdossino dinero. Hasta el momento solo los tacaos haban dejado recuerdos.

    Por qu me has dado estos diez dlares? pregunt, dispuesta a mostrarseun poco curiosa ya que solo iban a hablar.

    Para que me hablaras un poco le sonri Augustus. Tena el pelo msblanco que jams hubiera visto en un hombre. Una vez le cont que se le habavuelto blanco a los treinta aos, y que su vida se hizo ms peligrosa, pues losindios consideraran que una cabellera blanca era un buen trofeo.

    Me cas dos veces, recuerdas? prosigui. Deb casarme por terceravez pero la mujer se equivoc y no se cas conmigo.

    Qu tiene esto que ver con el dinero? pregunt Lorena.

  • El caso es que estoy hecho un soltern. Hay das en que un poco deconversacin con una mujer no tiene precio. Imagino que la razn de que tengaspoco que decir es que probablemente nunca has encontrado a un hombre que legustara or hablar a una mujer. Escuchar a las mujeres no est de moda en estaparte del pas. Pero me figuro que tendrs una historia de tu vida, como todos. Site apeteciera contrmela, y o soy el hombre al que le gustara orla.

    Lorena lo pens. Gus no era molesto. Se sentaba all jugando con la espuela.En estos lugares lo nico que importa es la compaa de una mujer. Ahora

    bien, en un clima fro podra ser diferente. Un clima fro despierta a unmuchacho y le entran ganas de mover el rabito. Pero aqu, con este calor, lo quebuscan sobre todo es compaa.

    Haba algo de verdad en aquello. A veces los hombres la miraban como siquisieran que fuera su novia, sobre todo los jvenes, y algunos viejos tambin.Uno o dos le haban pedido que les dejara mantenerla, aunque no saba dndeintentaban mantenerla. Estaba viviendo en el ltimo dormitorio sobrante deLonesome Dove. Lo que deseaban eran pequeos matrimonios, algo que lesdurara hasta que empezaran la marcha. Algunas muchachas lo hacan as. Seunan a un vaquero durante un mes o un mes y medio y reciban regalos yjugaban a ser decentes. Haba conocido algunas que lo hacan as en San Antonio.Lo que le llamaba la atencin era que ellas se lo tomaban tan en serio como losvaqueros. Actuaban tan tontamente como las chicas respetables, ponindosecelosas y enfurrundose parte del da si sus chicos no actuaban a su gusto.Lorena no tena ningn inters por hacer este tipo de cosas. Los hombres quevenan a verla tendran que darse cuenta de que no le gustaba hacer comedia.

    Al poco rato, pens que tampoco estaba interesada en contar la historia de suvida a Augustus. Volvi a abrocharse el traje y le devolvi los diez dlares.

    No valgo diez dlares le dijo. Ni aunque pudiera acordarme de todo.Augustus volvi a guardarse el dinero en el bolsillo.Sera preferible conocerte mejor que tratar de comprar conversacin

    coment sin dejar de sonrer. Venga, vayamos a abajo a jugar a las cartas.

  • 4

    Cuando Augustus dej a Call sentado en los peldaos, se dio una vuelta por elpatio de las carretas y luego tir calle abajo, detenindose un momento en elfondo arenoso de Hat Creek para sujetarse la pistolera. La noche estaba tantranquila como un sueo, una noche en que no esperaba tener que disparar contranadie, pero era prudente llevar la pistola preparada por si acaso tena que pegar aun borracho. Se trataba de un viejo Colt dragn con un can de dieciochocentmetros y, como le gustaba decir, que pesaba tanto como la pierna donde seapoyaba. Un culatazo sola bastar para la mayora de los borrachos, y dosculatazos podan derribar un buey siempre que Augustus ayudara con su peso.

    Las noches de la frontera tenan calidades que admiraba, por muy diferentesque fueran de las calidades de las noches de Tennessee. Por lo que recordaba, enTennessee, las noches tendan a ser borrosas, como una bruma algodonosametindose en las hondonadas. Las noches de la frontera eran tan secas que sepoda oler el polvo, y claras como el roco. En realidad, las noches eran tanclaras que engaaban; incluso sin apenas luna las estrellas eran tan brillantes quecada mata y cada poste de valla proyectaban una sombra. Pea Eye, que eraasustadizo, hua siempre de las sombras, y en cierta ocasin incluso habadisparado a unas inocentes matas de chaparral, tomndolas por bandidos.

    Aunque Augustus no era especialmente asustadizo, apenas haba empezado air calle abajo se llev un buen susto: una pequea bola de sombra corri hacia suspies. Salt a un lado, temiendo una mordedura de serpiente, aunque su cerebrosaba que las serpientes no ruedan como bolas. Luego vio a un armadillo correrante sus pies. Intent darle un puntapi para ensearle que no se anda por la calleasustando a la gente, pero el armadillo sali corriendo como si tuviera tantoderecho a la calle como un banquero.

    El pueblo no estaba abarrotado de gente ni resplandeca de luces, aunquehaba una en casa de los Pumphrey, cuya hija estaba a punto de dar a luz. LosPumphrey tenan una tienda. El nio que esperaba la hija llegara al mundo y seencontrara sin padre, ya que el muchacho que se haba casado con la hija dePumphrey haba muerto ahogado en el Republican River en otoo de aquel ao,con la muchacha recin embarazada.

    Solo haba un caballo amarrado fuera del Dry Bean cuando pas

  • Augustus. Era un animal flaco que perteneca a un vaquero al que llamabanDishwater Boggett porque una noche haba llegado al campamento tan sedientodespus de un da de trabajo, que no quiso esperar su turno en el barril de agua yse bebi el agua de lavar los platos que el cocinero se dispona a tirar. Alreconocer el caballo, Augustus se llev un alegrn porque a Dish Boggett leencantaba jugar a las cartas, aunque careca de la mnima habilidad. Claro queprobablemente tambin le faltara dinero, aunque esto no impediranecesariamente la partida. Dish era un buen elemento y siempre podacontratrsele A Augustus no le importaba jugar con cargo al futuro con aquelhombre.

    Cuando atraves la puerta todo el mundo pareca estar de mal humor,probablemente porque Lippy aporreaba My Bonnie Lies Over the Ocean, unacancin que le gustaba demasiado y que tocaba como si esperara que la oyeranen la capital de Mxico. Xavier Wanz, el pequeo francs dueo del lugar,limpiaba nerviosamente sus mesas con un trapo hmedo. Xavier pensaba que elmantener las mesas bien limpias era el factor crucial de su negocio, aunque aveces Augustus se senta impelido a sealarle que tal punto de vista era unaidiotez. La mayora de los clientes del Dry Bean iban tan sucios que nohubieran notado una mofeta muerta sobre la mesa, y mucho menos unas cuantasmigas y bebidas derramadas.

    El propio Xavier casi tena el monopolio de la pulcritud en Lonesome Dove.Llevaba camisa blanca todo el ao, se recortaba el bigotito una vez por semana eincluso llevaba una corbata de lazo, o por lo menos un cordn negro que era elmejor sustituto de una corbata de lazo. Algn vaquero haba robado la verdaderacorbata de Xavier, con la probable intencin de impresionar a alguna muchachadurante la marcha. Como el cordn era lacio y no tieso como acostumbraba aser una corbata de lazo, aumentaba el aspecto triste de Xavier, que ya hubierasido suficientemente triste sin el cordn. Haba nacido en Nueva Orleans y habaterminado en Lonesome Dove porque alguien le haba convencido de que Texasera la tierra de la oportunidad. Aunque pronto descubri lo contrario, erademasiado orgulloso y fatalista para intentar corregir su error. Aceptaba la vidacotidiana en el Dry Bean con resignacin, aunque a veces perda laresignacin y se volva explosivo. Cuando estallaba, el aire tranquilo se veadesgarrado por maldiciones criollas.

    Buenas noches, amigo mo le salud Augustus. Lo dijo con tantagravedad como pudo porque Xavier apreciaba cierta solemnidad.

    Xavier respondi con una inclinacin de cabeza. Era difcil extenderse enamenidades cuando Lippy estaba en plena representacin.

    Dish Boggett estaba sentado en una de las mesas con Lorena, esperandoposiblemente que le concediera un polvo a crdito. Aunque Dish apenas tenaveintin aos, luca un bigote de foca que le haca parecer mucho ms viejo, y

  • mucho ms solemne. El color del bigote se haba quedado entre amarillo ycastao. Un color parecido al de un perro de la pradera, pens Augustus. Confrecuencia le sugera a Dish que si coma perro de la pradera se acordara delimpiarse los dientes, una alusin a su bigote cuya sutileza no captaba Dish.

    Lorena tena su habitual aspecto de mujer que est en otra parte. Tena unapreciosa cabellera rubia, cuya suavidad la situaba aparte en un pas donde lamayora de las mujeres tenan el cabello de una consistencia parecida a la de loscordones de una montura. Las mejillas, ligeramente hundidas, daban una extraabelleza. La experiencia de Augustus le haba enseado que la belleza de mejillashundidas era peligrosa. Sus dos esposas haban tenido las mejillas redondas yeran dignas de toda confianza, pero posean poca resistencia al clima. Una habamuerto de pleuresa en el segundo ao de su matrimonio, y a la otra se la haballevado una escarlatina despus de siete aos. Pero la mujer que Lorena lerecordaba era Clara Allen, a la que haba amado ms y ms profundamente, y ala que segua amando. Los ojos de Clara eran directos y chispeantes, mientrasque los de Lorena miraban siempre de soslayo. Sin embargo, haba algo en lamuchacha que le recordaba a Clara, que haba elegido un impasible comerciantede caballos cuando decidi casarse.

    Hombre, Dish! exclam acercndose a la mesa. Nunca pens que tevera gandulear por aqu en esta poca del ao.

    Prsteme dos dlares, Gus pidi Dish.Ni hablar. Por qu le iba a prestar dinero a un holgazn. En esta poca del

    ao deberas estar rastreando ganado.Me ir precisamente la semana prxima para hacerlo. Prsteme los dos

    dlares y se los devolver en otoo.A menos que te ahogues, que te coceen o que dispares contra alguien y te

    cuelguen objet Augustus. No seor. Demasiados riesgos a la vista. De todosmodos s que eres un taimado, Dish. Probablemente tienes los dos dlares y noquieres gastrtelos.

    Lippy termin su concierto y se reuni con ellos. Llevaba un bombn marrnque haba encontrado en el camino de San Antonio unos aos atrs. O habasalido volando de una diligencia o los indios se haban apoderado de algnviajante descuidado y no se haban preocupado del bombn. Por lo menos esaseran las dos teoras que Lippy haba barajado para explicar su buena suerte alencontrar el sombrero. Desde el punto de vista de Augustus, el bombn hubieratenido mejor aspecto despus de dos aos de volar por el pas que el que ahoratena. Lippy lo llevaba solo para tocar el piano; cuando se dedicaba al juego o sesentaba para ocuparse de la gotera de su estmago sola utilizarlo como ceniceroantes de volvrselo a plantar en la cabeza. Tena solo cuatro o cinco mechones depelo gris colgndole del coco y la ceniza no les daban peor aspecto, perorepresentaba solo una fraccin de los malos tratos que haba sufrido el bombn.

  • Tambin le serva de almohada, y se haban derramado tantas cosas encima ydentro de l que Augustus no poda mirarlo sin que le dieran nuseas.

    Este sombrero se parece a una boiga de bfalo coment Augustus.Un sombrero no est previsto para hacer de orinal, sabes? Yo, en tu lugar, lotirara.

    A Lippy se le llamaba as porque su labio inferior tena el tamao de latapadera de una alforja. Poda esconder tantas cosas debajo que con ellas podaaprovisionarse durante un mes a una persona normal; en general el labio vivauna vida independiente, all abajo, al final de su cara. Incluso cuando estabasentado tranquilamente, estudiando sus cartas, el labio ondeaba y se sacudacomo si una brisa soplara sobre l, como as era en realidad. Lippy tena en sunariz algo que le fallaba y respiraba con la boca abierta del todo.

    Aunque estaba habituada a los problemas, a Lorena le haba costado muchoacostumbrarse al modo en que Lippy sorba mientras iba comiendo, y una vezhaba soado que un vaquero se haba acercado a Lippy y le haba abrochado ellabio a la nariz como si fuera la solapa de un bolsillo. Pero su asco no era nadacomparado al de Xavier, que de pronto dej de limpiar mesas, se acerc a l yle quit el sombrero de la cabeza. Xavier estaba de mal humor, y sus faccionesse estremecan como las de un conejo atrapado.

    Repugnante! No quiero volver a ver este sombrero. Quin puede comer?grit Xavier, aunque nadie trataba de comer. Se llev el sombrero del otro ladode la barra y lo tir por la puerta trasera. Una vez, de nio, haba acarreado lasbasuras de la cocina de un restaurante de Nueva Orleans donde se utilizabanmanteles, un tipo de excelencia que an le obsesionaba. Cada vez que miraba lasmesas desnudas del Dry Bean se senta fracasado. En lugar de la suavidad delos manteles, las mesas eran tan toscas que a uno se le poda clavar una astillacon solo pasarles la mano por encima. Tampoco eran deliciosamente redondasporque a los vaqueros no se les poda impedir que les recortaran los bordes. Conlos aos haban recortado grandes trozos dando a la mayora de las mesas unaapariencia desequilibrada.

    Xavier tena un mantel de hilo que sacaba una vez al ao, el da delaniversario de la muerte de su mujer. Su esposa haba sido una mandona y no laechaba en falta, pero era la nica ocasin que le proporcionaba una buenaexcusa para utilizar el mantel en Lonesome Dove. Su mujer, cuy o nombre habasido Thrse, tambin haba maltratado a los caballos. Esta fue la razn de que sutronco se desbocara, precipitndose con la calesa a un barranco. La calesa cay encima de Thrse. En la cena anual en su honor. Xavier demostraba que todavaera un dueo de restaurante disciplinado, emborrachndose sin verter ni una solagota en el precioso mantel. Augustus era el nico invitado a estas cenas, pero soloasista cada tres o cuatro aos