el Árbol de la cruz de los ladrones -...

19
EL ÁRBOL DE LA CRUZ DE LOS LADRONES Elaborado por: Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón

Upload: hacong

Post on 23-May-2018

219 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

EL ÁRBOL DE LA

CRUZ DE LOS LADRONES

Elaborado por: Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón

“El árbol de la Cruz de los Ladrones”

Elaborado por Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón 2

Un ser singular, un árbol centenario…

Durante miles de años la humanidad ha dejado fragmentos de la

historia expresados a través de monumentos, que en la actualidad podemos

admirar. Pero en este informe, es nuestro deseo presentar un monumento

vivo, un ser emblemático para los beratoneros y habitantes de la comarca,

un testimonio vivo de la historia: “El árbol de la Cruz de los Ladrones”.

Si este quejigo pudiera hablar, si pudiéramos ver todos los hechos

acontecidos en el lugar donde se ubica, sería posible escribir relatos

fascinantes de la historia de la comarca del Moncayo, de sus gentes, de sus

costumbres. Los “ires” y “venires”, las trifulcas y porqué no, algún amorío.

Todavía es posible mirar y ver este árbol especial, contemplado con

cariño y respeto por quienes llegan hasta él, agolpando sentimientos y

emociones diferentes. Valores infinitos del propio árbol, del paisaje y el

paisanaje.

Datos generales: Beratón

Beratón es una localidad soriana ubicada a 1.394 metros sobre el

nivel del mar. Es el municipio más elevado de la provincia de Soria y uno de

los más altos de la Península. Está situado a las faldas de Moncayo, en el

ángulo noroeste de la provincia. Pertenece a las Tierras de Agreda,

actualmente obispado de Burgo de Osma, tradicionalmente obispado de

Tarazona.

Geológicamente pertenece al Sistema Ibérico, estando justo al borde

del sinclinal de Calcena, sirviendo de enlace entre la meseta castellana y la

depresión del Ebro o el Jalón.

Actualmente están censados en la localidad 42 personas y la riqueza

silvopastoril y agrícola han sido las fuentes de vida de sus habitantes. La

caza, pesca, pastos, miel, trufa, explotaciones forestales y energías eólicas

son sus fuentes de financiación.

“El árbol de la Cruz de los Ladrones”

Elaborado por Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón 3

Vierte aguas al Atlántico y al Mediterráneo. El Araviana y el Isuela,

respectivamente, son los encargados de regar sus campos siendo de gran

importancia también el subsuelo de su territorio por filtrar las aguas del río

Queiles a Vozmediano y Tarazona de Aragón.

Es lugar de interés comunitario (Lic) y Zepa de aves. Posee una

importante masa forestal en las laderas de la Sierra de Moncayo y en el

valle del río Isuela. Además de la Sierra del Tablado.

Sus caminos enlazan con Añón, Purujosa, Borobia, La Cueva, Olvega

y el alto de Moncayo-Virgen de Moncayo. Una de las sendas más populares

es la que lleva al “Árbol de la Cruz de los Ladrones”. Ocupa un lugar

estratégico en el caminar tradicional por su posición geográfica entre

Castilla y Aragón.

En el museo Numantino existen restos arqueológicos de la Edad de

los Metales pertenecientes a esta localidad.

Existe un castro celtíbero con restos de cerámica y fundición, en la

ubicación antigua del pueblo, en el cerro de San Mateo.

En el término de Araviana, entre Borobia, Beratón y Olvega,

aparecieron lápidas funerarias celtíberas. Hubo varias batallas de Araviana.

Desde época romana (siglo I d.C) aparece citado Beratón, como

“bosque sagrado de Buradón” según testimonios arqueológicos, por el poeta

Marcial. (IV,55,23)

“Et sanctum Buradonis illicetum”.

El Sanctum Illicetum Buradonis de Beratón, también fue identificado

por Rodrigo Ximenez de Rada, obispo electo de Osma, en el siglo XIII.

“El árbol de la Cruz de los Ladrones”

Elaborado por Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón 4

Algunas personas de la zona comentan que hace muchos años, en

Beratón existía un bosque con unos árboles tan frondosos y tan tupidos que

en las noches de tormenta se podía cobijar casi todo el ganado bajo un

mismo árbol, y no se mojaba. Los de Beratón tenían en mucha estima el

bosque, de forma que estaba prohibido cortar aquellos árboles bajo pena de

una fuerte multa.

En época medieval el romancero dejó testimonios diversos de la

existencia de la localidad. El romance “De cómo Mudarra vengó a sus

hermanos” cita la muerte de los infantes de Lara situándola en Araviana. La

mentalidad popular fija el lugar de su última comida en unas rocas en el

Cerro de la Batalla (Araviana)

“…por hermanos me los hube

los siete infantes de Salas;

tú los vendiste, traidor,

en el val de Arabiana”

Igualmente el Marqués de Santillana, señor frontero de Castilla,

anduvo por estas tierras. Iñigo López de Mendonza nombró a las

Serranillas que ayudaban a cruzar el Moncayo, a modo de senderismo

medieval y vinculando Trasmoz y Beratón.

“De Trasmoz a Veratón

En toda la su montanna

Non ví tan gentil serrana”.

Aluden las fuentes escritas y se tiene constancia por los restos

arqueológicos en San Mateo, de la existencia de un Beratón medieval.

En 1342 se inician una serie de pleitos sobre los derechos de

portazgo entre Beratón, Agreda y el rey de Castilla. (AHMA. Protocolos

nuevos).

“El árbol de la Cruz de los Ladrones”

Elaborado por Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón 5

A mediados del siglo XIV cita el historiador aragonés Zurita en su

crónica, la destrucción de la localidad en las guerras de los Pedros.

Igualmente, en 1347 el rey de Castilla ordena destruir la “cerca” de

Beratón y en la crónica del rey Enrique IV de Castilla se nombra sucesor de

D. Alvaro de Luna, el Condestable de Luna, a un personaje jienense, Miguel

Lucas.

A Miguel Lucas fizo baron de torneo e conde e condestable, e diole la

villa de Agreda e las fortalezas de Beratón e Boz Mediano...

A finales del siglo XV o principios del XVI se levanta la actual iglesia.

En su primera parte gótica, hasta el crucero. Desde allí hasta los pies del

coro se construye siguiendo modelos ya del siglo XVIII. El primer bautizado,

en los libros parroquiales es de 1550.

El marqués de la Ensenada y el diccionario de Madoz lo citan.

Bécquer cita específicamente en la Corza Blanca la localidad de

Beratón.

Ya en el siglo XIX, Chupina, asalta el pueblo.

El robo de Beratón o el robo del tío Chupina. El quejigo de la Cruz de

los ladrones.

Era, como cuenta el romance, domingo, fiesta y festivo. Los

beratoneros estaban en misa. La banda de Chupina asalta el pueblo

aprovechando que todos están juntos. Desarmados los más. Es una táctica

ya usada por otros bandoleros.

Se dice que Chupina conocía al secretario de Beratón que le había

dado el soplo de quién eran los más ricos, otros dicen que el secretario

estaba involucrado. Todos saben que nació en Serón de Nagima. No debía

de ser la primera correría que hacía por el territorio. Le acompaña en su

“El árbol de la Cruz de los Ladrones”

Elaborado por Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón 6

cuadrilla el Monsiu, este bandido caerá herido. También pertenecía a la

banda, el Rubio de Noviercas, que en su momento anduvo enamorado de

Casta Esteban, mujer de Bécquer. Parece ser que este Rubio, es uno de los

fallecidos en la refriega final.

Le piden de comer a la Mariona, la niña bonita (esta denominación

nos lo dio una persona mayor en las jornadas medioambientales de

Agreda). Tres beratoneros huyen en búsqueda de ayuda a Borobia,

Purujosa y La Cueva. El cuarto se rompe la pierna al caer huyendo por la

torre. El tiempo de asalto es excesivo, los beratoneros comienzan a

escaparse y los refuerzos llegan.

La banda de Chupina escapa. Se equivocan de valle al huir o no les

queda otro remedio que introducirse en una zona de campos y bosques de

quejigos. Acaba el terreno de forma abrupta. Sin salida.

En ese lugar se entabla batalla muriendo tres bandoleros. El tío

Chupina se rinde, está herido en una pierna. En recuerdo, en el lugar de la

escaramuza se labran, por incisión en la corteza del quejigo, tres cruces.

Esas tres cruces, según recuerdan, cada cierto tiempo se pintaban de

rojo o daban algún tipo de cera para cauterizar las incisiones que se le

hacían al árbol. Esta es la historia del árbol de la Cruz de los ladrones y su

camino.

El árbol, las cruces, el camino y la tradición oral y escrita de esta

historia, todavía siguen ahí.

“El árbol de la Cruz de los Ladrones”

Elaborado por Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón 7

El romance de ciego

Romance de beratón

Sobre un hecho acaecido en Beratón, el 8 de febrero de 1872

Salve, Reina de los Cielos,

Amparo del afligido.

Dadme luz para explicar

el nuevo caso ocurrido,

en este presente año,

con diez facciosos bandidos.

En el pueblo de Beratón

situado al pie del Moncayo

en territorio muy frío,

pero que habitan en él

algunos ricachoncillos,

cuyos bienes codiciaron

los desalmados bandidos.

El día ocho de febrero

domingo, fiesta y festivo,

se plañeron las campanas

llamando a aquellos vecinos

al Santo Templo de Dios

a oír el divino oficio.

Y cuando todos estaban

en el templo reunidos,

el párroco dio comienzo

al divino sacrificio.

Se encajaron en la iglesia

varios de los forajidos,

quedando los otros fuera

como tenían previsto.

A las mujeres asustan,

amedrentan a los niños,

a los hombres boca abajo

mandan ponerse allí mismo.

Requiriendo los trabucos,

empuñando los cuchillos,

"Nadie se mueva -gritaban

teniendo puñal el mano-

Sin ningún temor de Dios

se pasean por el templo,

haciendo mofa y escarnio

del divino sacramento.

Para aquellos bandoleros

aquél Dios de las alturas

sólo está en el firmamento

y olvidan los anatemas

al menos, por el momento.

Ya se concluye la Misa,

y comienza el saqueo,

ya se cuadra el capitán,

muy valiente y muy severo:

"Salgan de aquí esos pudientes,

el Angel, el Molinero,

los del barrio de la Plaza

que tienen mucho dinero,

y si pronto no lo entregan

van a pagar con el cuello".

Tres fueron los que se echaron

desde el campanario abajo

La llevaron a su casa

y mandaron degollarla

como se hace a un cabrito,

hasta arrancarle el postrero

cuarto, de los escondidos.

Y así sucesivamente

hicieron a otros vecinos,

después de desvalijados

los llevaron a la iglesia

y los dejaron atados

pa sumarlos al martirio.

Terminada la tarea

los ladrones reunidos

llenos de satisfacción

y con regocijo henchido

metiéronse en una casa

a atracarse de chorizo.

Muy pronto los de la iglesia

salieron pegando gritos.

Se querían escapar

pero no les fue preciso

sufrir o morir han dicho.

Tal fue un Lucio, que armado,

los vio por una calleja

y tuvo tal advertencia

de bajarse y esconderse

tras la pared de una era.

Los ladrones allí estaban

haciendo muy buenas cuentas

sobre la repartición

de unas robadas monedas.

Igual Lucio las arregla.

Yo puedo matar a uno

se dice, con honda pena,

pero, yo muero también,

“El árbol de la Cruz de los Ladrones”

Elaborado por Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón 8

si no quieren obedecer

pronto irá un arcabuzazo".

Hubo uno que se hizo fuerte

y no se echó boca abajo,

le dieron con un cuchillo

y le rompieron un labio.

Se aproximan al altar

donde estaba celebrando

el cura de la parroquia

y el sacristán ayudando.

"Prosiga usted con su misa

que todos somos cristianos".

"¿Cómo yo he de proseguir si,

como estáis observando,

los dos niños que ayudaban

se fueron amedrentados,

y hasta a mí el sagrado lienzo

se me cayó de las manos?".

Entonces el capitán

o jefe de los malvados,

se retiró del altar,

coge a dos hombres del brazo

y los lleva hasta el altar

para que ayuden al párroco.

¿Qué sabían de ayudar

aquellos pobres ancianos,

que habían estado siempre

con ganado en el Moncayo?

Pero a esto los bandidos

los tenía sin cuidado.

con peligro de sus vidas

y al cementerio cayeron.

¡Oh qué acción tan prodigiosa

esos valientes hicieron,

al dar aviso a otros pueblos

como lo verá el lector

si procura estar atento!

Uno se marchó a La Cueva

otro fuese a Purujosa

y un hijo del Molinero

a la villa de Borobia.

Los tres se fueron corriendo

como el caso requería

a buscar un buen auxilio

en los pueblos convencinos,

mientras que los sitiadores

regustraban los bolsillos.

A cuántos de Beratón

les quitaron sus ahorrillos.

Sacaron la Mariona

la mujer del Marianillo,

la mayor contribuyente

de todo este pueblecillo.

que venga lo que Dios quiera.

Se santigua y dispara,

y fue su suerte tan buena

que atravesó al capitán

de lado a lado una pierna.

Con otros diez trabucazos

los bandidos le contestan

y a la Virgen de los Santos,

cuyo escapulario lleva,

les saca y les da a correr

hacia el Valle como ciervas,

y pronto los purujusanos

asómanse a la cuesta,

cargados de hoces y aplos

y otras ofensivas armas

que junto con los del pueblo

y otros que de lejos llegan

dan alcance a los bandidos

en las cercanas laderas,

y obligánles a rendirse

después de brutal pelea

dando por resultado

de estos tristes episodios

tres muertos tendidos quedan,

dos heridos, cinco presos,

los conducen al poblado

cruzados en cinco bestias

y pueblo y autoridades

piden a los cinco vivos

que se hagan los responsables.

Versión de Dorotea Serrano de Beratón (Recogido por Goig y Soler)

Existe una versión similar mecanografiada y otra anterior manuscrita. (Actualmente en paradero

desconocido)

“El árbol de la Cruz de los Ladrones”

Elaborado por Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón 9

A ciencia cierta…

1.- Es historia. El robo sucedió.

2.- Es un rasgo de identidad local. Todo el mundo en la localidad de Beratón

conoce la historia, el desenlace, el árbol y el camino. La historia se conoce

también como el Robo de Beratón.

3.- Es un rasgo de identidad territorial y solidaridad que va más allá de una

localidad. Los pueblos de alrededor ayudaron a los de Beratón a acabar con

la banda del Chupina. (Purujosa, Borobia y La Cueva)

4.- Tiene rasgos de apoyo mutuo entre pueblos y familias.

5.- Tiene rasgos míticos y legendarios. Tanto el tipo de relato (romance) y

su forma de expresión (dramatizada en ocasiones: -prosiga usted con la

misa…), como el personaje, Chupina y el contenido de la historia

(aprovechar que todos están en misa para asaltarlos.)

6.- En la memoria popular se recuerda como un bandido “social”. No hay

malestar hacia “el tío Chupina”, a pesar de que los abuelos o bisabuelos de

algunos de los beratoneros vivos estuvieron plenamente integrados en los

acontecimientos. De hecho se usa mucho la fórmula familiar de “el tío…”.

7.- El árbol de la Cruz de los ladrones es un tótem vegetal conmemorativo,

no en piedra, sino vivo, que recuerda el robo de Beratón. Por lo menos

desde 1872 como posibilidad.

8.- De alguna manera se enlaza con las tradiciones anteriores, cristianas y

paganas próximas al camino, al territorio y el paisaje. Citaremos algunas.

En un árbol se aparece la niña perdida de la Virgen de Constantín en

Purujosa, entre las zarzas aparece la del prado de la Mariquita en Beratón

(en cuya falda se encuentra el Agua Santa) y yendo más allá, la primera

“El árbol de la Cruz de los Ladrones”

Elaborado por Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón 10

noticia que se tiene de un bosque sacralizado en Moncayo hace referencia al

bosque sagrado de Buradón, que cita el poeta romano del siglo I, Marcial.

Bosque que no olvidemos, los arqueólogos y las fuentes medievales sitúan

en Beratón. No es extraño para la mentalidad del siglo XIX sacralizar un

árbol.

Es historia…

El robo de Beratón es un hecho histórico. 8 de febrero de 1872.

Existe un camino tradicional y señalizado que lleva a la Cruz-árbol de

los ladrones.

Existe el topónimo de Cruz de los ladrones para indicar al árbol, un

quejigo, entorno al cual se dio la batalla entre la banda de Chupina y los

beratoneros con sus aliados.

El topónimo ha permanecido en la memoria colectiva y topográfica.

El quejigo existe y es el árbol-clave de esta propuesta. Por lo menos

está ahí desde 1872 y los beratoneros se han encargado de cuidarlo.

Se ha renovado periódicamente desde 1872 las marcas en forma de

cruz que tiene el quejigo. Es un recuerdo de los fallecidos en la escaramuza.

Sigue modelos tradicionales de señalización de calamidades,

catástrofes o hechos milagrosos.

Existen mesas de señalización en el punto de llegada.

El robo de Beratón es un relato de hechos históricos que se ha

transmitido de generación en generación hasta la actualidad.

Existe un romance de ciego mecanografiado

“El árbol de la Cruz de los Ladrones”

Elaborado por Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón 11

Existía un romance escrito a mano.

Existe una plaza con la denominación oficial de 8 de febrero de 1872

Chupina existió, naciendo en Serón de Nagima.

Popularmente el relato, incluyendo partes literales del romance de

ciego, se sigue contando en la localidad.

Popularmente se identifica la casa de la Mariona, citada en el

romance.

Igualmente se atribuyen a otros personajes el protagonismo de una

parte del relato Angel, el Molinero, Lucio…que la población identifica como

de su familia.

Existe una territorialidad en la solución del asunto. Purujosa, Borobia

y La Cueva acuden en ayuda de los beratoneros.

Chupina sobrepasa el ámbito de lo histórico para convertirse en un

personaje mítico. Con él, el árbol de la Cruz de los ladrones. Auténtico “eje

del mundo” de toda esta historia.

Es identidad local y territorial

El relato y su escenario teatral se localizan casi al milímetro. Al igual

que las familias.

Los de Beratón aprenden desde pequeños la historia. Es conexión

entre abuelos-padres-nietos. Una sombra común.

Esta historia genera simpatías hacia otras localidades, especialmente,

las rayanas. Es curioso en el romance como se especifica y se cita a la

Virgen de los Santos (Concordia con Beratón y Pomer) y a los purjosanos

(Virgen de Constantin).

“El árbol de la Cruz de los Ladrones”

Elaborado por Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón 12

Es conocida la historia y andanzas de Chupina en todo el territorio.

Las localidades limítrofes conocen el hecho. Llegan sus historias hasta

Noviercas o Berlanga.

Los beratoneros han mantenido el camino abierto. Proynerso y el

Ayuntamiento de Beratón han ayudado a su señalización.

Los beratoneros han mantenido el árbol y generación tras generación

se ha ido grabando en su tronco tres cruces, conforme el grosor de la

corteza aumentaba.

Actualmente se conmemora el hecho en el mes de julio-agosto. Se

construyó un cabezudo que representaba a Chupina y persigue a la

chiquillería.

Se preparó un muñeco que desciende de la torre en recuerdo de los

beratoneros que escaparon a pedir ayuda.

Se camina desde la plaza hasta la Cruz de los ladrones, (señalizado y

con paneles de interpretación) como si fuera una romería laica, hasta llegar

al árbol. El árbol es el protagonista.

A la vuelta, se celebran actividades deportivas infantiles y juveniles

entre las localidades de Beratón, Purujosa, Borobia y La Cueva. Viene gente

de toda la redolada.

Por la tarde-noche se realizan conciertos infantiles y un

macroconcierto juvenil (partiendo del romance de ciego como vehículo de

expresión popular se llega a la música moderna) con grupos como

Tachenko, Brindador, Pol Pot, Gol de Nayim, Los Bengala, Calavera y Dj-

Zaragoza Feliz, Cielito Lindo… entre otros. Participan así los chicos y los

jóvenes.

“El árbol de la Cruz de los Ladrones”

Elaborado por Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón 13

Se realizan diversas acciones de marketing vinculadas a Chupina:

camisetas, cómic, etc.

Se elabora un trabajo final de carrera consistente en la creación de

un DVD con la historia de Chupina animada. Además se incluyen diversos

juegos virtuales relacionados con la historia.

Es leyenda y mitología

El Chupina es un bandido social que al igual que otros del siglo XIX

sobreviven. La población los teme pero a la vez les atribuye cualidades

morales. De los tres ladrones del relato bíblico, uno, al final, fue bueno. Esa

es la mentalidad.

Chupina usa el “truco” de tener a todos los beratoneros dentro de la

iglesia para procedes al asalto. Es un recurso usado por otros bandoleros

como Cucaracha. Pero al igual que en esos otros relatos, la perdición les

acompaña. Como en los relatos míticos. Comen, beben, se retrasan en la

huída. Eso es definitivo para el final de su historia junto al árbol.

Chupina no muere. Es juzgado y sobrevive haciendo pelotas de trapo.

Y a la vez, la leyenda de Chupina crece. Surgen nuevas historias.

Cuentan oralmente que: “una madre manda a hacer un recado a su

hijo, al campo. Le dice, ten cuidado que el Chupina anda por ahí. Cuando el

niño sale al campo se encuentra con Chupina. El chico no sabe quién es. Le

cuenta las órdenes de su madre. El Chupina le da un saco de monedas y le

dice, vé y dile a tu madre que el Chupina sólo roba a los ricos para dárselo

a los pobres.”. Es el retrato del bandido social por excelencia.

Un segundo relato, más jocoso, nos cuenta como está esperando

entre Noviercas y Beratón a unos beratoneros que vuelven de la feria. Sabe

que han ganado dinero. Está solo y ellos son más. Monta varios

espantapájaros en una ladera del monte, baja corriendo hacia los

beratoneros, se vuelve hacia los espantapájaros que los caminantes sólo

“El árbol de la Cruz de los Ladrones”

Elaborado por Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón 14

adivinan, y grita: - no bajéis, no. Que yo solo me valgo para asaltarlos.

Dicen que estaba junto a un espino, el espino de Chupina que todavía se

conoce.

Un tercer relato nos sitúa a Chupina de nuevo observando a todos los

que hacen negocio en Noviercas. Asalta a unos que vuelven para Beratón,

los secuestra y pide rescate. Pero se le escapan. Es un bandido con muy

mala suerte, quizás como presagio de su final.

Un cuarto relato, en el cuál se mezcla la tradición medieval de los 7

infantes de Lara y su propia historia. Cuentan que el Chupina y su banda

comieron en un alto, junto al cerro de la batalla (otra batalla), en Araviana.

En el lugar se conservan en piedra sus asientos y los platos. Es el mismo

relato que otros cuentan sobre los 7 infantes de Lara y su última comida,

antes de ir a la emboscada que les habían preparado en Araviana. Este

relato nos fue contado por el herrero de Berlanga. Las historias se funden y

cabalgan a través de los siglos.

Arbol-Cruz, espinos, piedras, Araviana, territorio, paisaje, Beratón.

Son los conceptos míticos en estas narraciones que de alguna manera

hacen de Chupina un bandido-héroe-bandido. Son imágenes muy antiguas y

sin lugar a duda relacionadas con el concepto de paisaje natural y cultural

de las gentes de estas tierras.

La sombra del árbol de Chupina lleva generaciones recibiendo

visitantes. Su relato se sigue escuchando en los hogares y festejando en los

pueblos. Y no sólo en Beratón, en el sagrado bosque de Buradon, sino en

todo el Moncayo.

Es un ser vivo, es botánica, es ecosistema

El árbol “De La Cruz de los Ladrones” pertenece al género Quercus,

especie fagínea, subespecie fagínea. Dentro de la división Magnoliophyta,

son angiospermas (presencia de ovario y fruto, semilla dentro de ovarios) y

con sifonogamia (gamia por el tubo polínico). Es el grupo vegetal más

“El árbol de la Cruz de los Ladrones”

Elaborado por Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón 15

numeroso: Clase Magnoliatae. Subclase: Hamamelididae. Familia Fagáceas

(plantas leñosas, arbustos y árboles de gran tamaño).

La familia de las fagáceas se caracteriza por sus flores muy

reducidas, el periantio también reducido, poco vistoso, flores unisexuales

(bien femeninas o bien masculinas), pero sobre el mismo pie (monoicas),

agrupadas en inflorescencias de tipo amento o glomérulo, con polinización

anemófila e infrutescencias de tipo cúpula que encierran frutos

monospermos.

Dentro de la familia de las Fagáceas encontramos unos ocho géneros

entre ellos se encuentran: Quercus (robles, encinas,…), Fagus (hayas),

Castanea (castaños); formando parte de las especies forestales más

importantes en España, junto con los pinos.

Género Quercus: La flor del centro se desarrolla, las otras dos

abortan. Cúpula en forma de cesto. El fruto es un tipo especial de aquenio

que recibe el nombre de glande y vulgarmente el de bellota, es único,

fusiforme y rodeado por la cúpula en la base, encierra una sola semilla,

ricos en almidón. Son monospermos. El origen de la cúpula es el tallo,

origen axial.

Quercus es el nombre que daban los romanos a los robles en general,

el roble común (Quercus robur) no está presente en la flora de Beratón,

aunque sí son abundantes otras especies del género. Este género está

integrado por más de 800 especies, frecuentemente no bien diferenciadas

entre sí, en la Península Ibérica presenta problemas de identificación, sobre

todo, el grupo de especies conocidas vulgarmente como quejigos.

Destacar la gran variabilidad que sufren las hojas tanto en forma

como en tamaño y pelosidad dentro de la misma especie, e incluso entre

individuos de la misma especie, ya que hibridan mucho entre sí, además

pueden encontrarse especies de hojas marcescentes (hojas que

permanecen en el árbol secas y sólo caen cuando brota la nueva), especies

de hojas caducas y especies de hojas perennes.

“El árbol de la Cruz de los Ladrones”

Elaborado por Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón 16

Dentro de las especies de hojas marcescentes se encuentra el quejigo

que nos ocupa: “El árbol de la Cruz de los Ladrones”, que se describe a

continuación.

Es un quejigo,

Quercus faginea subesp. fagínea: Situado en la Cruz de los

Ladrones, entre el “Peñisco Grande” y el “Peñisco Pequeño” a unos 1387

metros de altitud, próximo a la Majadilla, la Fuente del Hoyo y de los Tres

Mojones (Purujosa, Beratón y Borobia), teniendo acceso al “Barranco de la

Atalaya”.

Los lugareños calculan que tendrá, al menos, 250 años de edad. En

general, el quejigo es un árbol de tamaño medio que puede llegar a medir

20 metros de altura si crece en condiciones ecológicas adecuadas, como “El

árbol de la Cruz de los Ladrones” (Quercus faginea subesp. Faginea), que

aproximadamente alcanza unos 18 metros de altura, aunque en la mayoría

de las ocasiones el Quercus faginea ofrece el aspecto de un árbol pequeño o

un arbusto.

El tronco tiene un perímetro de 3,10 metros y a unos 2,70 metros de

altura. De él parten 6 ramas principales, las orientadas al Norte están

prácticamente secas y las ramas que se dirigen al sur y al este alcanzan los

8 metros de longitud en horizontal. En el lado norte se observa un

prominente tumor en el tronco.

“El árbol de la Cruz de los Ladrones”

Elaborado por Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón 17

Las ramas y las hojas forman una copa redondeada, bastante

irregular y con el follaje poco denso. Aunque las hojas son caducas, se

mantienen secas en las ramas durante buena parte del invierno, por lo que

se denominan marcescentes, de color verde claro mate el envés, son

irregulares, presentando formas y tamaños variables que oscilan entre los 4

y 10 centímetros de longitud, con lóbulos cortos; muy variable también su

pilosidad, por lo general cubiertas de pelo al nacer, posteriormente lo

pierden por el haz (glabrescentes, lampiñas) pero lo conservan en mayor o

menor medida por el envés.

Flores masculinas con perigonio velloso y número variable de

estambres. Las femeninas sobre cortos pedicelos o subsentadas, lo mismo

que las bellotas de cúpula tomentosa, de escamas aplicadas, de forma

elíptico cilíndrica, oblonga, que surge sobre los pedúnculos cortos, que

parten de dos en dos.

El quejigo florece de abril a mayo y los frutos, las bellotas, no

maduran hasta septiembre y octubre. El tronco cubierto por una corteza

rugosa y agrietada, es recto en los ejemplares bien conservados. El color de

la corteza es pardo oscuro.

“El árbol de la Cruz de los Ladrones”

Elaborado por Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón 18

Crece en terreno calcícola y suele asociarse con encinas, alcornoques

y con otros robles formando bosques mixtos, en el caso del “Árbol de la

Cruz de los Ladrones” se encuentra rodeado de quejigos arbustivos, así

como algún ejemplar de quejigos arbóreos, pero que no alcanzan su

tamaño y de otras especies como Prunus spinosa (endrino), Fraxinus

excelsior (fresno), Texus baccata (tejo), Rosa micrantha (tapaculos,

escaramujo), etc.

De aptitudes casi tan amplias como las de la encina, es quizá algo

menos tolerante a la sequía estival. Sube en las montañas hasta 1.500 m y

se puede encontrar hasta casi 1.900. Este ejemplar como ya se ha

mencionado, está a 1.387 metros de altitud. Además, tiene una gran

facilidad para hibridarse con otras especies. En algunas zonas, como en

Beratón, los quejigales aparecen adehesados, con el fin de compaginar las

masas arbóreas con el aprovechamiento agrícola y ganadero. Los bosques

de quejigos ayudan a la creación y conservación de suelos en óptimo

estado, evitando la erosión y el exceso de insolación.

Las bellotas del quejigo son uno de los alimentos más apreciados por

aves, corzos y jabalíes en Beratón, además constituyen un refugio más que

adecuado tanto para la caza mayor como menor.

Esta es la especie que más confusiones taxonómicas y

nomenclaturales ha provocado entre los botánicos, y la que más nombres

científicos diferentes ha recibido.

Q. fagínea Q. fagínea

“El árbol de la Cruz de los Ladrones”

Elaborado por Asociación Cultural Cruz de Canto de Beratón 19

Los bosques de quejigo típico (Q. faginea subsp. faginea) crecen

sobre todo por la España caliza (cuadrante nororiental, Levante, Baleares y

Andalucía), como en las zonas bajas del Moncayo. De las formaciones

agrupadas bajo este tipo de hábitat, el quejigar típico (Q. faginea subsp.

faginea) es la más extendida.

Es patrimonio arbóreo…es el paisaje

Confiamos en que este informe contribuya al conocimiento del medio

ambiente, de los bosques y en especial de este quejigo. Y que de él deriven

iniciativas para la adecuada conservación de nuestro patrimonio arbóreo.

El árbol de la Cruz de los ladrones es naturaleza, es cultura, es

tradición y territorio. Una oportunidad de generar recursos turísticos y dar

a conocer el Moncayo soriano.

Q. fagínea