Nº498,50€

ValmayorEdiciones S.L.

AZAY CONSERVACIONISMO

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ENDAS DE

portada 49:36.qxd 06/04/2010 11:49 Página 3

ecientemente he regresado deun safari de prospección enMozambique. La zona a ver

era la desembocadura del Zambeze, en

Marromeu la famosa “Coutada” 10 de laépoca de los portugueses. Ésta es sim-plemente la palabra que los lusos utili-zan para área de caza. Con 300.000 hec-

Caza mayor

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Roque Armada

Marromeu, Mozambique

El pantano de los búfalos

R

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táreas, se encuentra justo al sur delZambeze, lindando con la Reserva esta-tal de Bufalos de Marromeu, donde enlos felices años de la colonia vivían másde 100.000 ejemplares, con seguridad lamayor concentración del mundo.

Mozambique no tiene la tradicióncinegética que tuvieron otros países afri-canos como Kenia o Tanzania donde lacaza deportiva empezó a principios delsiglo XX con los mejores profesionales,campamentos y áreas de la historia. Lacaza deportiva allí empezó a finales delos años 50, cuando saltó a la fama inter-nacional con el famoso safari que el pre-mio Weatherby americano Elgin Gateshizo con el P.H. José Simoes y que lalanzó al mundo especialmente al merca-do americano. Siempre se cazó mucho enla colonia portuguesa, pero de un modo

un tanto desorganizado; José Pardal,Harry Manners, John Taylor y IanNyschens hicieron importantes caceríasde marfil en esos años, pero siemprefuera de una legislación cinegética, másque dentro de ella.

Ya en los años sesenta Mozambiqueempezó a hacerse un importante nom-bre, especialmente entre los españoles.La cercanía del idioma, unos cazadoresprofesionales magníficos nacidos enpleno “mato” y las costumbres medite-rráneas lo hicieron un paraíso frecuen-tado por nuestros compatriotas en esosaños. Expertos como Carlos CostaNeves, Adelino Serras Pires, EnriqueLeitao, Chico Coimbra y el propio JoséSimoes, hicieron a muchos sentirse ensu casa en medio de las selvas. En elmercado americano cazadores como

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Comedor del campamento.

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Elgin Gates y Robert Ruark, que hizoallí su último safari los lanzaron a lafama mundial.

El país no destacaba como destinopara elefantes, pues en esos felices añossesenta habían aun muchos destinos conmejores expectativas de peso de marfilcomo Kenia, República Centroafricana,Tanzania o Sudán. Para leones podía-mos decir que era correcto, había mucholeopardo, aunque difíciles por la muchacomida en forma de pequeños antílopesque había disponible. Por lo que se hizofamoso fue por sus búfalos y sus enormescantidades de antílopes. Magníficos tro-feos y la inaccesibilidad que proporcio-naban zonas como la llanura inundadasde Marromeu, objeto de este artículo,contaban con búfalos por cientos demiles. En esos safaris no era difícil

cobrar nyala, kudu y sables magníficosen el mismo día. Mucho españoles hicie-ron increíbles cacerías a principios delos 70 por precios que ahora serian irri-sorios, pues el gobierno portugués,sabiendo que iba a perder al coloniarealmente regalaba las concesiones y lastasas de abate.

Desafortunadamente todo se estropeóa los largo de los primeros años setenta.Las luchas por la independencia del paísentre el gobierno portugués y la guerri-lla comunista del FRELIMO hicieroncada vez más inestable el país. Portugalabandonó Mozambique en 1974 y el paísquedó sometido a una guerra de diezaños entre FRELIM y RENAMO quecasi acaba con su maravillosa fauna.

La zona de Marromeu con sus enormesplanicies inundadas al sur del Zambeze

Los blueduikers

abundan en la

cuotada 10.

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parecía un refugio inexpugnable paralos enemigos de los búfalos, pero algúncabecilla comunista fue inteligente y sedio cuenta que organizando la cazadesde helicópteros y campos de secadode carne volantes se tenía acceso a esainagotable fuente de proteínas que eranlas enormes manadas. Cuando los rusosterminaron hacia 1989 sólo quedaban10.000 ejemplares de los más de 100.000que había antes de la guerra.

Afortunadamente después de 1989 lascosas volvieron a su cauce. Una vez esta-bilizado el país se retomó el sistema decoutadas de la época portuguesa. Viendounas condiciones receptivas por partedel gobierno algunos de los mejorescazadores profesionales africanos empe-zaron a arrendarlas aplicando su increí-ble experiencia a su cuidado y mejora.

Esto les permitía diversificar sus áreasde actividad ante la polémica situaciónde Zimbabwe, las elevadas tasas deTanzania o de las condiciones cada vezmás restrictivas que se están imponien-do en Botswana. En la zona del Norte,en la provincia de Niassa, algunos de lafama de Johan Calitz, de Botswana yDon Price alquilaron concesiones. En elOeste del país alrededor del famoso par-que de Gorongosa el legendario BarrieDuckworth de Zimbabwe ha contratadouna concesión. Aún más al oeste, en lafrontera de Zimbabwe otro zimbabwésde conocida reputación, Simon Roger,tiene la concesión que empezó a desarro-llar y promocionar al estabilizarse elpaís. Estas concesiones son ya muy bue-nas, pero todavía están en fase deexpansión y con el cariño y la extraordi-

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El autor consu búfalo.

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naria experiencia que estos magníficosexpertos están poniendo en ellas el futu-ro es de lo más prometedor.

La desembocadura del Zambeze en lospantanos de Marromeu forma un micro-cosmos difícil de encontrar en otraszonas de África. Aquí la reservaNacional de búfalos de Marromeu estárodeada por las coutadas 10; 11; 12 y 14siendo la número 10 en la que hemoscazado la que más agua tiene, por suscasi 100.000 hectáreas de linde con lareserva y los pantanos. Ello hace quesea la de mayor densidad de búfalos, lle-gando a unos 9.000 ejemplares. En totalen la zona de Marromeu se calculanunos 30.000 ó 40.000, lejos aún de losmás de 100.000 que había antes de laindependencia, pero sin duda un buennúmero para organizar una caza diverti-da. Además cuenta con grandes mana-das de hasta 50 y 60 waterbucks, que he

visto personalmente mientras buscába-mos búfalos en los pantanos. Nuncahabía contemplado nada igual tanto porel número como por la calidad de losmismos. Teniendo en cuenta que en1990 no había casi ninguno no cabeduda que es una claro indicador de laprofunda recuperación que está tenien-do la zona. También hay enormes reba-ños de 50 ó más sables con muchos ejem-plares jóvenes. Puede que éstos no lle-guen a los tamaños que alcanzan enKafue, en Zambia o en Matetsi enZimbabwe, pero en número nunca hevisto una cantidad semejante. Cuando eltitular de la concesión, Gert Saaimanempezó con el área en 1989 sólo tenía unsable en cuota y no lo consiguió matar yahora tiene 20 que se cobran sin ningu-na dificultad. Además, posee buenascantidades de Lichestein, hartebeest,bastante nyala, muy buenos reedbucks,

Roque Armadacon el

profesionalAndreas y el

magnifico búfalocobrado en lospantanos. A su

lado el vehículocanadiense Argo

anfibio de ochoruedas, único

capaz de moverse por esta

zona y que simplifica

mucho la caza.

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mucho facochero, buen bushbuck, difíci-les bushpig, bastante hipopótamo ymuchos y enormes cocodrilos delZambeze. Leopardos hay bastantes, peroentran mal a los cebos, pues tienen

muchos antílopes pequeños y por tantomucha comida. Se cobran bien con perrosespeciales que vienen de Sudáfrica y lospersiguen hasta subirlo al árbol donde esfácil cobrarlo. A quien le guste este tipo

Cráneo búfalo,suni y blue duiker.

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de caza es mucho más exitosa que el clá-sico cebo y el aguardo en el blind.Leones hay pocos, tal vez la inundaciónque sufrió al zona en el año 2000 la hizopoco agradable para esta especie, perorecientemente se están dejando ver denuevo provenientes de la cercana sierrade la Reserva de Gorongosa.

Lo que hay en abundancia son peque-ños antílopes, muy difíciles de conseguiry muy apreciados por los coleccionistas oquien realmente cae en el embrujo de ladificultad de estos.

Probablemente, Marromeu cuenta conla mejor población actual en el mundo deldificilísimo, elusivo, diminuto y apasio-nante suni, pues vi varios y cobré un mag-nífico ejemplar el primer día de caza.

Es increíble éxito después de haberlointentado dos veces en Sudáfrica enZululandia sin siquiera verlos. También

se cobra sin dificulta el duiker azul yaún más fácil, el rojo. Para estos anima-les se emplea el reclamo y la escopeta, yrezar. Por ello casi todos los conocidospremios Weatherby han pasado poraquí, entre ellos los tres españoles.

Y vamos a los búfalos, sin duda, unacaza diferente. Aunque las llanurasinundadas son abiertas hay muchospapiros y juncos que hacen imposibleverlos de lejos.

Además, la existencia de continuoscanales de agua libre conocidos comocanales de hipopótamos, (hippo cha-nels), hace que la circulación con losclásicos Toyotas sea imposible. Sólonos quedarían largos pisteos por unterreno ciertamente incómodo, perogracias a unos increíbles vehículos lla-mados Argos las cosas se simplificanmuchísimo. Este transporte anfibio se

Roque Armada,director de

ArmadaExpediciones conlos profesionales

sudafricanosCharles y Andreas

junto a algunos de los trofeoscobrados enMarromeu.

Nótese la gran calidad de

los waterbucks ylos redbucks, así como los

magníficos sablesque hay en la coutada.

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inventó en Canadá para avanzar por latundra semipantanosa. Tiene ocho ruedasmotrices, se manejan como un tanque blo-queando uno de los trenes y además flo-tan. O sea que por mucho barro o aguaque haya que cruzar, pasan.

Es una caza diferente pues en vez deexaminar huellas se buscan las garcillasblancas que comen los parásitos de éstos ysus excrementos y, una vez que localiza-dos, están debajo. Ahora comienza la cace-ría tradicional, dejando el Argo y haciendola última entrada a pie. Es muy divertida,y no hay que andar muchas horas, es emo-cionante cruzar alguna corriente con laspiernas sumergidas hasta las rodillas enbarro y el rabillo del ojo buscando un coco-drilo. En fin, con más o menos emocionesse suele llegar a distancia de tiro de unade las grandes manadas lo que permiteescoger un buen trofeo. El tiro tiene su

truco pues puede ser largo y mezcladoentre muchos otros ejemplares, pero poreso se puede seleccionar más que en eltípico bush de Zimbabwe o Zambia. Unbuen tiro en el hombro bajo y ya está.

Sin duda, una modalidad diferente enuna zona de una belleza indescriptible ycon un futuro magnífico. Marromeu aúnno es el paraíso de la caza que fue antes de1973, pero con el cuidado con el que profe-sionales de la talla de Gert Saaimanmiman sus áreas está camino de volver aserlo. De momento más de 9.000 búfalosestán esperando. Nota: Agradecemos a Armada

Expediciones, C/Luchana, 27 - 3º Centro,28010 Madrid, Tel. 91 298 19 03 y 616 9875 83, roque@armadaexpeditions. com,web: www.armadaexpediciones.com, lasfacilidades otorgadas para la redacciónde este artículo

La cacería

del suni es

divertida por

lo difícil que

es ver a este

diminuto

animal.

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