ensayo trastornos del humor
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Trastornos del humor designan al conjunto de las perturbaciones del humor que se observan en psiquiatría.TRANSCRIPT
CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS,PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA
MAESTRÍA EN CIENCIAMENCION ORIENTACIÓN DE LA CONDUCTA
ENSAYOLos Trastornos del Humor, importancia de su conocimiento para el
Orientador de la Conducta
Participante: Herlin Rodríguez C.I. 15.093.58
OCTUBRE DE 2015
Los trastornos tímicos o trastornos del humor designan al conjunto de las
perturbaciones del humor que se observan en psiquiatría. Según el Manual
de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (2012) los
trastornos del estado de ánimo son un conjunto de trastornos definidos cuya
principal característica subyacente sería una alteración del estado de ánimo
del individuo. En retrospectiva, fue el psiquiatra inglés Henry Maudsley
propuso una categoría general de “trastornos afectivos”, posteriormente, el
término fue reemplazado por el de «trastorno del estado de ánimo». Es
importante resaltar la prevalencia de algunos trastornos del estado de ánimo,
como la depresión mayor, se duplica en las mujeres. En el caso del trastorno
bipolar II, las mujeres solo presentan unas tasas de prevalencia ligeramente
superiores. En 2011, los trastornos del estado de ánimo fueron la causa más
común de hospitalización en niños de entre 1 y 17 años en los Estados
Unidos, con unos 112.000 ingresos aproximadamente.
Cabe destacar que los trastornos afectivos constituyen uno de los
principales problemas de salud mental en los niños y los adolescentes donde
hay alteración en el ánimo, que ocasiona malestar significativo y disfunción
en diferentes áreas de la vida del sujeto. En el caso de los adolescentes
cuando está sufriendo un trastorno de este tipo sus actividades cotidianas se
ven menoscabadas y su comportamiento y forma de ser se modifica en
relación con lo habitual.
Ahora bien, interesa aclarar que el estado de ánimo puede ser normal,
elevado o deprimido. Cuando hay un trastorno del estado de ánimo, el
paciente pierde la sensación de control sobre su ánimo y experimenta
malestar general. Estos trastornos se dividen en bipolares y depresivos. La
depresión es un sentimiento persistente de inutilidad, pérdida de interés por
el mundo y falta de esperanza en el futuro, que modifica negativamente la
funcionalidad del sujeto. La distimia es un trastorno crónico que se
caracteriza por un estado de ánimo deprimido (o irritable en niños y
adolescentes) que se mantiene la mayor parte del día y la mayoría de los
días; no es lo suficientemente grave como para considerarse como episodio
depresivo. El trastorno ciclotímico se caracteriza por oscilaciones bruscas de
una fase a otra (hipomanía o depresión), en la que cada fase dura días, con
ánimo normal poco frecuente. De hecho, el rasgo esencial de los trastornos
de esta categoría es que todos ellos reflejan un desequilibrio en la reacción
emocional o del estado de ánimo que no se debe a ningún otro trastorno
físico o mental.
Por consiguiente, resulta ser un tema de especial interés para el futuro
Orientador de la Conducta, puesto que en el trabajo diario pudieran cursar
situaciones similares, permitiendo estos conocimientos discriminar dichos
trastornos, realizando el abordaje al remitirlos al especialista adecuado. En
primer lugar, se abordará el Trastorno Depresivo Mayor, definido por Baena,
Sandoval y otros (2005) como una enfermedad que afecta el estado de
ánimo, los pensamientos y por lo tanto al organismo total. Es un sentimiento
persistente de inutilidad, de pérdida de interés por el mundo y de falta de
esperanza en el futuro que modifica negativamente la funcionalidad del
sujeto.
En cuanto a su etiología, la mayoría de los investigadores sostienen que
la depresión es el resultado de la interacción entre las características
biológicas y las vulnerabilidades fisiológicas de una persona y la frecuencia
de sucesos estresantes o situaciones difíciles de superar en su vida. Entre
las perspectivas para tratar de comprender las causas de la depresión están:
las teorías biológicas que suponen que la causa de la depresión se
encuentra en los genes o en un mal funcionamiento fisiológico que puede
tener o no una base en la herencia. A continuación se expone de manera
ilustrada, las diferentes corrientes que tratan de explicar las causas de la
depresión:
Iglesia, C. (2014). Psquiatría. Etiologia de la Depresión. En Trastornos
del Humor.
En el gráfico, se puede observar que la depresión es una enfermedad
compleja en la que están implicados factores genéticos, ambientales y
moduladores internos. En tal sentido, fuente afirman que algunas formas de
la depresión son genéticas, lo que indica que alguna vulnerabilidad biológica
puede heredarse. Los estudios de gemelos y de familias sugieren con
claridad un componente genético tanto en la depresión grave como en los
trastornos bipolares. Hay estudios que revelan que existe un riesgo mucho
mayor de desarrollar una depresión grave si el gemelo idéntico de la persona
padece este trastorno (54%) que si la padece el padre, el hermano o la
hermana (16.6%). Otra de las causas de la depresión lo constituyen los
factores bioquímicos, en tal sentido, cabe destacar que cada una de las
miles de millones de neuronas en el cerebro interactúa con las demás por
medios electroquímicos. Cuando la neurona es estimulada, libera
neurotransmisores, sustancias químicas, de las vesículas o áreas de
almacenamiento en la terminación nerviosa. Es probable que la depresión
sea el resultado de una falta de ciertos neurotransmisores químicos en
lugares particulares del cerebro.
Es así como una de las primeras hipótesis sobre el papel de los
neurotransmisores en los trastornos del estado del ánimo fue la Teoría de las
catecolaminas. Esta teoría propone que la depresión puede ser el resultado
de una deficiencia de catecolaminas, en especial noreprinefrina en algunas
sinapsis importantes en el cerebro y que la manía quizá se debe a un exceso
de catecolamina en esas sinapsis. Por otro lado, la hipótesis de la
desensibilización, supone que ciertos receptores de catecolamina son
supersensibles en las personas deprimidas y que el papel de las drogas
antidepresivas consiste en reducir esta sensibilidad a los niveles normales.
A continuación se ilustra la posible implicación de los neurotransmisores en
el Trastorno Depresivo:
En el mismo orden de ideas, estudios hormonales sugieren la relación
estrecha de los trastornos del estado de ánimo con el sistema endócrino
apenas se empiezan a comprender. Los avances en la comprensión de la
química cerebral, en especial la forma en que el cerebro libera hormonas de
la glándula pituitaria y el hipotálamo en la depresión permite creer que un
nivel elevado de cortisol, una hormona que se produce en la corteza
suprarrenal, que se ha encontrado de forma consistente en los pacientes con
depresión podría tener acción en el escenario clínico de este padecimiento.
Finalmente, otras teoría sostiene las implicaciones ambientales en las
causas de la depresión, en los que se incluye la tensión en el medio
ambiente en que se mueven las personas, tal tensión puede llegar a
ocasionar el principio de este mal. Los acontecimientos estresantes por
ejemplo la pérdida del cónyuge, o de un progenitor preceden con frecuencia
a los primeros episodios del trastorno depresivo mayor. Una de las teorías
propuestas para explicar esta observación es que el estrés que acompaña al
primer episodio produce cambios a largo plazo en la biología cerebral.
Estos cambios de larga duración pueden producir variaciones en el
funcionamiento de diferentes neurotransmisores y sistemas de señales intra
neuronales, variaciones que implican pérdidas neuronales y una disminución
exagerada de conexiones sinápticas. Como consecuencia, la persona
resulta más vulnerable para sufrir episodios posteriores de trastornos del
estado de ánimo. Otras investigaciones indican que las malas relaciones en
la familia, puede afectar a la tasa de mejoría, las recaídas y la adaptación
tras la recuperación del paciente. Es importante referir los síntomas de
Trastorno Depresivo Mayor, descritos de manera gráfica a continuación:
A manera de ejemplo del Trastorno Depresivo Mayor, se trata de
paciente femenina de 55 años, casada y con 3 hijos acude a consulta
porque se encuentra apática, sin energía, no puede concentrarse en lo que
hace. Está triste y no sabe por qué. Sólo quiere estar en la cama y esto irrita
a su familia por lo que ella se enfada de que no la entiendan. Le cuesta
hablar, se le nota enlentecida, lleva tiempo así y cada vez se encuentra peor.
En sus antecedentes, nunca ha tenido depresiones y tuvo la menopausia
hace 5 años, no toma Tratamiento Hormonal sustitutivo.
A continuación se aborda el siguiente trastorno del humor como es la
distimia o trastorno distímico, es un tipo de depresión en la cual los síntomas
tienen una duración mayor que en la depresión, es decir, son crónicos y
pueden llegar a presentar de forma continua por un periodo mínimo de los
años, aunque la severidad de los síntomas es menor. Es un trastorno crónico
caracterizado por un estado de ánimo deprimido (o irritable en niños y
adolescentes) que se mantiene durante la mayor parte del día y la mayoría
de los días que no es lo suficientemente grave como para cumplir los
criterios de otros episodios depresivos.
Según el DSM-IV las características principales del trastorno son los
sentimientos de inadecuación, culpa, irritabilidad e ira, aislamiento social,
pérdida de interés y descenso de la actividad y productividad. En relación a
su epidemiología, es frecuente en la población en general, oscila entre un 3 y
un 5% de la misma. Se diagnostica en un tercio a la mitad de los pacientes
de clínicas psiquiátricas. Es más común entre mujeres de menos de 64
años que entre los hombres de cualquier edad y se observa con más
frecuencia entre personas solteras, jóvenes y con ingresos bajos. Además
coexiste comúnmente con otros trastornos mentales, especialmente el
trastorno depresivo mayor, los trastornos de ansiedad, el abuso de
sustancias y, probablemente el trastorno límite de la personalidad.
Entre los síntomas de este trastorno son estables aunque pueden
experimentar variaciones temporales en la gravedad de los mismos. Los
pacientes con trastorno distímico pueden ser a menudo sarcásticos,
nihilistas, sórdidos, exigentes y quejarse constantemente; pueden mostrarse
tensos, rígidos e incluso resistirse a la intervención terapéutica aunque
acudan regularmente a las consultas; pueden quejarse del mundo y de que
son maltratados por sus familiares, hijos, padres, amigos, y por el sistema.
Existen síntomas de un ánimo deprimido caracterizado por sentimientos de
tristeza y una disminución por el interés ante las actividades cotidianas, sólo
que estos síntomas son menores a los del trastorno depresivo mayor. Se
producen cambios en el apetito o en los patrones de sueño, presentan baja
autoestima, pérdida de energía, sensación de cansancio constante, lentitud
psicomotora, disminución del impulso sexual y preocupación obsesiva por
asuntos de salud.
Finalmente, se hará referencia al Trastorno Bipolar, caracterizado por
severos cambios en el estado de ánimo, se caracteriza por bajadas o
depresiones, sentimientos de depresión intensa y desesperanza, subidas o
manías, sentimientos de felicidad extrema y desesperanza o también
sentirse deprimido y al mismo tiempo tener la inquietud y el exceso de
actividad de una fase maniaca. En cuanto a su prevalencia se dice que uno
de cien adultos tiene trastorno bipolar en algún momento de su vida, empieza
generalmente durante o después de la adolescencia, afectando por igual a
hombres y mujeres.
Con relación a sus causas, no se conocen bien, pero estudios sugieren
que el trastorno bipolar tiende a aparecer en determinadas familias, con
importancia en los factores genéticos, en ocasiones puede que haya un
trastorno físico en los sistemas cerebrales que controlan el estado de ánimo,
así como acontecimientos estresantes o enfermedades físicas los cuales
pueden precipitar cambios en el estado de ánimo. Las personas con
trastorno bipolar pueden presentar diversos síntomas, los cuales se
representan gráficamente a continuación:
Tal como se aprecia en el gráfico, el trastorno bipolar se caracteriza
principalmente por la presencia de episodio maniaco y episodio depresivo. A
manera se ejemplo, se trata de paciente masculino de Hombre, de 42 años,
empresario, casado y con 2 hijos, que acude a consulta llevado por su familia
porque desde hace 1 mes está muy raro. Excesivamente alegre, todo el día
trabajando, no duerme porque dice que no lo necesita, de un lado para otro.
No se entiende lo que dice porque se pasa de una cosa a otra. Lo que les
preocupa es la cantidad de dinero que ha gasto en este mes. Ha gastado
12.000 euros en compras por internet. No tienen apetito y la mujer cuenta
que todo el día le está pidiendo relaciones sexuales. El paciente refiere
encontrarse muy bien porque ahora se ha dado cuenta de que es capaz de
conseguir todo lo que se proponga porque es indestructible. No hay
antecedentes familiares, en cuanto a los personales, cuando tenia 35 años
tuvo un episodio parecido, pero no tan intenso que no pudieron tratar porque
el paciente no quería tomar la medicación. Con 40 años y por problemas con
la empresa tuvo un cuadro depresivo que trato el médico de cabecera y que
duro unos seis meses.
En síntesis, los trastornos del humor constituyen enfermedades de
mayor importancia en el ámbito de la psiquiatría, ello debido a que son
comunes en la población y debido al riesgo de recaída y recurrencia, de ahí
la importancia de un diagnostico oportuno en base al conocimiento de las
característica de la enfermedad asi como la necesidad que los tratamientos
sean adecuados para ello existen recursos farmacológicos y
psicoterapéuticos de utilidad, siendo importante distinguir la importancia de
los estímulos ambientales así como del abordaje psicoterapéutico focalizado
a fin de lograr el mantenimiento y control de este tipo de trastorno.
REFERENCIASAlvarez, E; Pérez, J y Pérez, S. Trastornos del humor (afectivos).
Tratado de Psiquiatría.
Baena, A; Sandoval, M. (2005). Los Trastornos del Estado de Animo. Revista Digital Universitaria. Disponible en: http://www.revista.unam.mx/vol.6/num11/art110/art110.htm
Cárdenas, E; Fería, M y Otros. Guía Clínica para los trastornos afectivos (depresión y distimia) en niños y adolescentes. Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente.
Iglesias, C. (2014). Trastornos del Humor: Depresión.
Sociedad Española de Psiquiatría. (2010). Trastorno Bipolar. Royal Colegio de Psiquiatría.